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Instituto Fénix | N. C.
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Re: Instituto Fénix | N. C.
lovesick escribió:OMFG. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]. Amé un montón tu capitulo. Me parecio muy interesante todo esto de su manera de pensar.
Gracias Brenda, por tu comentario espero leer tu capitulo pronto.
Jules
Re: Instituto Fénix | N. C.
Carstairs escribió:Hola... que buen capitulo, fue genial. jaajaaj pobre Lily, es la mas tranquila. Con suerte se van a llevar mejor.
Ojala, pienso que por ser la mas estirada de las cuatro le van hacer bastante bullying al principio
Jules
Re: Instituto Fénix | N. C.
Capítulo 08
Lo que roza pero no te mata [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo][Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Maite Stoke | Abeja Reina
Mi madre estaba tan equivocada, mis compañeras no eran chicas buenas.
Y era un hecho. No podíamos estar más en discordia, todas con nuestras distintas personalidades. Por suerte, yo no era la que la tenía peor, la tal Liliana se había ganado a pulso el apodo de Mojigata desde que puso el pie dentro de la habitación.
Era como si algo en ella gritará: Pudor absoluto. Y Blaire, la hija de la directora lo había notado.
Por unos segundos la idea de que esto es parecido a aquel lugar cruza por mi mente, pero luego niego con la cabeza un par de veces porque no podía estar más equivocada.
¡Estar metida con estas tres era mucho peor!
Por un lado tenía a la Doble Cara durmiendo a mi lado y justo enfrente de mi tenía al maldita Mala Hierba que parece divertirse con esto de que seamos las nuevas. Me pregunto cuanto tiempo llevará metida aquí.
En la habitación lo único que rompió el silencio fueron los altavoces anunciando que todas debíamos asistir a la Bienvenida en el auditorio. — No me digas, tampoco deberíamos llegar tarde a esto. — Le comento a Blaire tomando mi tarjeta de acceso.
—Si sabes lo que te conviene.— La seguimos sin pensarlo demasiado.
— ¿Y que es lo que hicieron ustedes... para estar aquí? — Preguntó Liliana enredando un mechón de pelo en uno de sus dedos. Blaire únicamente bufa.
— ¿Por qué no nos dices lo que hiciste tú? — Interviene Adele con más confianza, jugando su juego. Todas giramos a verla, no parecía ser alguien que si quiera matará una mosca, incluso yo aceptaba que había cometido ciertos delitos muy muy pero muy menores como fumar marihuana en la vía pública o vender cosas de otras personas para conseguir un favor entre otros chicos ricos. Adele no pudo con la risa y le dio un leve codazo al ver que Liliana se ruborizó: ¿Te masturbaste por primera vez y te descubrieron?
Seguimos caminando en una pequeña formación hacia el auditorio mientras recorríamos los largos pasillos, yo en una esquina, luego Blaire, luego Liliana y al final Adele. Así que no había modo de que ella escapara. — Estoy...
— ¿Quieres hablar más fuerte? Estoy a tu lado y apenas si te escucho. — Se quejo Blaire.
— Estoy de voluntaria. — Todas nos detuvimos.
Adele enarca las cejas en asombro porque no se cree lo que acaba de escuchar. Blaire muestra su disgusto frunciendo el ceño y yo no puedo evitar llevarme la palma de mi mano a la cara mientras cierro los ojos.
— Si eso es verdad, tú eres la mujer más estúpida que he conocido jamás. — Comenta Blaire con su venenosa lengua. — Nadie tan cuerdo pondría un pie en este lugar.
Si Liliana no quería decirnos estaba perfecto, pero decir una mentira tan irreal sólo la dejaba como tonta porque nadie se tragaría su cuento.
Ninguna mencionó algo después de eso.
La Directora Fenix estaba sobre la tarima con los profesores a su lado. Absolutamente todos lucían impecables y refinados, demasiado guapos. A decir verdad, no me cabía en la cabeza como es que ella había tenido una hija como Blaire, que estaba situada a mi lado con el cabello despeinado y una actitud pesada.
Apuesto a que lo hace por tu bien, pensé.
Lo que yo menos quería era dar problemas a mis padres. Desde el momento en el que me convertí en su hija siempre me presioné para ser la mejor versión de mi para ellos, pero todo se volvió más difícil en cuanto quise saber más sobre mi pasado.
Saber más del por que mi mamá biológica o mi papá biológico me entregaron.
Apenas la Directora Fenix da un paso al frente provoca un silencio estremecedor en toda la sala. — Sean todas y cada una de ustedes bienvenidas al Instituto Fénix. — Su porte era fuerte y destilaba carácter. A simple vista podría verse que ella era una Emperatriz. — Espero que su estadía aquí cumpla su propósito. Seré franca. Todas ustedes conocen el motivo por el cual están aquí y las que no, les aseguro que pronto lo descubrirán. Son señoritas que deben reformarse o bien, que necesitan que las reformen para ser las damas de sociedad que debieron y están destinadas a ser. Todas ustedes representan un problema y ya sea que con su voluntad o sin ella, con su fuerza o a la fuerza lograremos sacar su mejor versión.
Trague saliva por lo que acababa de escuchar.
¿Estaba loca o qué? ¿Cómo se atrevía a decir eso?
¡Sonaba a amenaza!
A menos que... fuera precisamente eso, como una bala que roza tu mejilla pero no te mata.
La directora siguió con el discurso y luego con la presentación de los profesores, hasta que finalmente dijo: Por favor pasen al comedor. La comida estará servida.
— Oye. Abeja Reina, reacciona. — Dijo Blaire chasqueando los dedos frente a mis ojos, trayéndome de vuelta al mundo. No fue hasta que me puse de pie que me di cuenta que mis piernas estaban temblando.
— ¿Estás bien? — Me preguntó Liliana colocando una mano sobre mi hombro. — Luces pálida.
— Mejor dicho luces como si te fueras a cagar sobre tu falda en cualquier segundo. — Comento la hija de la directora.
Mis padres me habían metido aquí a consciencia. — Si van a escapar cuenten conmigo. — Solté sin más, desviando la mirada hacia el piso. No me iba a quedar en un lugar horrible, lo intentaría pero era muy seguro que terminará al borde de la locura antes de que la directora pudiera ayudarme. — No hay presión, sólo asegúrense de que sea antes de que pierda los estribos.
Y era un hecho. No podíamos estar más en discordia, todas con nuestras distintas personalidades. Por suerte, yo no era la que la tenía peor, la tal Liliana se había ganado a pulso el apodo de Mojigata desde que puso el pie dentro de la habitación.
Era como si algo en ella gritará: Pudor absoluto. Y Blaire, la hija de la directora lo había notado.
Por unos segundos la idea de que esto es parecido a aquel lugar cruza por mi mente, pero luego niego con la cabeza un par de veces porque no podía estar más equivocada.
¡Estar metida con estas tres era mucho peor!
Por un lado tenía a la Doble Cara durmiendo a mi lado y justo enfrente de mi tenía al maldita Mala Hierba que parece divertirse con esto de que seamos las nuevas. Me pregunto cuanto tiempo llevará metida aquí.
En la habitación lo único que rompió el silencio fueron los altavoces anunciando que todas debíamos asistir a la Bienvenida en el auditorio. — No me digas, tampoco deberíamos llegar tarde a esto. — Le comento a Blaire tomando mi tarjeta de acceso.
—Si sabes lo que te conviene.— La seguimos sin pensarlo demasiado.
— ¿Y que es lo que hicieron ustedes... para estar aquí? — Preguntó Liliana enredando un mechón de pelo en uno de sus dedos. Blaire únicamente bufa.
— ¿Por qué no nos dices lo que hiciste tú? — Interviene Adele con más confianza, jugando su juego. Todas giramos a verla, no parecía ser alguien que si quiera matará una mosca, incluso yo aceptaba que había cometido ciertos delitos muy muy pero muy menores como fumar marihuana en la vía pública o vender cosas de otras personas para conseguir un favor entre otros chicos ricos. Adele no pudo con la risa y le dio un leve codazo al ver que Liliana se ruborizó: ¿Te masturbaste por primera vez y te descubrieron?
Seguimos caminando en una pequeña formación hacia el auditorio mientras recorríamos los largos pasillos, yo en una esquina, luego Blaire, luego Liliana y al final Adele. Así que no había modo de que ella escapara. — Estoy...
— ¿Quieres hablar más fuerte? Estoy a tu lado y apenas si te escucho. — Se quejo Blaire.
— Estoy de voluntaria. — Todas nos detuvimos.
Adele enarca las cejas en asombro porque no se cree lo que acaba de escuchar. Blaire muestra su disgusto frunciendo el ceño y yo no puedo evitar llevarme la palma de mi mano a la cara mientras cierro los ojos.
— Si eso es verdad, tú eres la mujer más estúpida que he conocido jamás. — Comenta Blaire con su venenosa lengua. — Nadie tan cuerdo pondría un pie en este lugar.
Si Liliana no quería decirnos estaba perfecto, pero decir una mentira tan irreal sólo la dejaba como tonta porque nadie se tragaría su cuento.
Ninguna mencionó algo después de eso.
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La Directora Fenix estaba sobre la tarima con los profesores a su lado. Absolutamente todos lucían impecables y refinados, demasiado guapos. A decir verdad, no me cabía en la cabeza como es que ella había tenido una hija como Blaire, que estaba situada a mi lado con el cabello despeinado y una actitud pesada.
Apuesto a que lo hace por tu bien, pensé.
Lo que yo menos quería era dar problemas a mis padres. Desde el momento en el que me convertí en su hija siempre me presioné para ser la mejor versión de mi para ellos, pero todo se volvió más difícil en cuanto quise saber más sobre mi pasado.
Saber más del por que mi mamá biológica o mi papá biológico me entregaron.
Apenas la Directora Fenix da un paso al frente provoca un silencio estremecedor en toda la sala. — Sean todas y cada una de ustedes bienvenidas al Instituto Fénix. — Su porte era fuerte y destilaba carácter. A simple vista podría verse que ella era una Emperatriz. — Espero que su estadía aquí cumpla su propósito. Seré franca. Todas ustedes conocen el motivo por el cual están aquí y las que no, les aseguro que pronto lo descubrirán. Son señoritas que deben reformarse o bien, que necesitan que las reformen para ser las damas de sociedad que debieron y están destinadas a ser. Todas ustedes representan un problema y ya sea que con su voluntad o sin ella, con su fuerza o a la fuerza lograremos sacar su mejor versión.
Trague saliva por lo que acababa de escuchar.
¿Estaba loca o qué? ¿Cómo se atrevía a decir eso?
¡Sonaba a amenaza!
A menos que... fuera precisamente eso, como una bala que roza tu mejilla pero no te mata.
La directora siguió con el discurso y luego con la presentación de los profesores, hasta que finalmente dijo: Por favor pasen al comedor. La comida estará servida.
— Oye. Abeja Reina, reacciona. — Dijo Blaire chasqueando los dedos frente a mis ojos, trayéndome de vuelta al mundo. No fue hasta que me puse de pie que me di cuenta que mis piernas estaban temblando.
— ¿Estás bien? — Me preguntó Liliana colocando una mano sobre mi hombro. — Luces pálida.
— Mejor dicho luces como si te fueras a cagar sobre tu falda en cualquier segundo. — Comento la hija de la directora.
Mis padres me habían metido aquí a consciencia. — Si van a escapar cuenten conmigo. — Solté sin más, desviando la mirada hacia el piso. No me iba a quedar en un lugar horrible, lo intentaría pero era muy seguro que terminará al borde de la locura antes de que la directora pudiera ayudarme. — No hay presión, sólo asegúrense de que sea antes de que pierda los estribos.
Última edición por lovesick el Dom 03 Oct 2021, 2:18 am, editado 2 veces
lovesick
Re: Instituto Fénix | N. C.
Tengo que admitirlo. El pj de la abeja reina es muy especial, y tanto Vicky y tu lo haz plasmado en estos capitulos, espero poder llegar al mismo nivel cuando sea mi turno chicas. Besos y me muero por saber que sigue.
Jules
Re: Instituto Fénix | N. C.
Awww gracias Juli. Por supuesto que llegarás. <3 Subo pronto.Jules escribió: Tengo que admitirlo. El pj de la abeja reina es muy especial, y tanto Vicky y tu lo haz plasmado en estos capitulos, espero poder llegar al mismo nivel cuando sea mi turno chicas. Besos y me muero por saber que sigue.
lovesick
Re: Instituto Fénix | N. C.
Hola!! que gran capitulo, te quedo realmente bien, tal vez si sea distinta a la abeja reina común pero pudiste representarla muy bien. Espero que puedas seguir pronto
Carstairs
Re: Instituto Fénix | N. C.
Awww gracias por tu comentario vicky la sigo pronto. Dejen termino tarea de la uni .Carstairs escribió:Hola!! que gran capitulo, te quedo realmente bien, tal vez si sea distinta a la abeja reina común pero pudiste representarla muy bien. Espero que puedas seguir pronto
lovesick
Re: Instituto Fénix | N. C.
Capítulo 09
Te encontré, pequeña malcriada [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo][Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Blaire Fenix | Mala Hierba
Hace unos años...
Muevo mis pies de un lado a otro mientras observo por afuera de la barda.
Ojalá pudiera salir más e ir al acantilado, donde los árboles dejan de crecer porque están más cerca de la orilla y se podrían caer. Mamá dice que no debo ir ahí porque me sucederá lo mismo si no obedezco.
Además no puedo ir porque claaaro que las señoritas no pueden ir por ahí solas por el bosque, y no sólo lo decía mi mamá sino también lo decía el cuento de Caperucita Roja.
Corto la piña de la rama seca que está a mi lado y la lanzó lejos, con todas mis fuerzas.
— ¡Oye tú! — Escuchó una voz. ¡De otro niño! No lo puedo creer. Está abajo cerca de uno de los árboles y veo como se acerca hasta la barda con una cara tonta. — Casi me golpeas la cabeza.
Es un niño flacucho, de cabello rubio y casi tan largo como el mío. Tiene una rama en sus manos y unas botas rojas de agua con la figura de Spiderman y un suéter con un rayo porque es de Flash.
¿Spiderman y Flash se conocen?
— ¿Cómo te subiste hasta allá? — Pregunta.
— Saque telarañas. — Digo haciendo el gesto de manos como Spider.
—Wow. — Dice soltando su rama para posar también como él. — Me llamo William Bellerose. ¿Cómo te llamas tú?
— Me llamo Blaire. — Digo con una sonrisa. — ¿Sabes por qué mi casa tiene bardas? — William negó. — Es porque mi mamá me tiene prisionera. Mi casa es una cárcel.
— No te creo. — Dijo William.
— ¡Pues es cierto! Soy como una princesa, a las princesas las encierran. ¿Verdad? — El asintió.
— Entonces yo seré un príncipe y te salvaré.
— ¿Lo prometes?
— Lo prometo. — Dice disque guiñándome un ojo porque cierra ambos en el intento. — Encontraré el modo de salvarte.
La playera de Flash es tan roja que no puedo dejar de verla. Y estoy segura de que Spiderman no es amigo de Flash.
— Luces como si fueras a cagar sobre tu falda en cualquier segundo. — Quien lo diría, nuestra Abeja Reina era más blanda de lo que creía.
— Si van a escapar cuenten conmigo. — Dijo poniendo una mano sobre mi hombro que de un manotazo quite. ¿Estaba loca? ¿Cómo podía decirlo aquí en medio de todos los oídos fisgones? — No hay presión, sólo asegúrense que sea antes de que pierda los estribos.
Si te contará que ésta mañana no fui capaz de largarme de aquí.
En ese momento noté como la paranoia se iba haciendo chance dentro de ella, así que mejor la empuje hacia un lado para que me dejará salir pero justo en ese instante vi a esa mujer al final de las escaleras; metida en un elegante vestido blanco, mostrando orgullosa sus huesudos hombros y el pelo castaño suelto observando a cada una que pasaba frente a ella como si no valiéramos nada.
¡Tenía que ser una puta broma!
Mi corazón se acelera y por unos segundos que creo que tendré un infarto. No entiendo la razón de porque no estaba en la tarima junto con los demás. No puedo creer que mi madre la haya contratado después de lo que nos hizo esa gran hija de puta.
Siento como mis dientes se presionan unos con los otros. Debí imaginar que mi madre siempre tenía un as bajo la manga, pero no entendía que ganaba ella trayendo a una mujer como Mia Tash al Instituto.
— Si no vas a avanzar, no estorbes. — Dice Adele rebasándome. ¡Ah, carajo! No tenía porque bajar la cabeza frente a alguien como ella, si mi madre no lo hacia, yo tampoco lo haría. Así que comienzo a subir las escaleras que me llevaran a la salida del auditorio.
Mia Tash finge no verme hasta el último momento, es evidente que mi presencia no pasa desapercibida y menos en el Instituto de mamá, donde puedo ver como la comisura de sus labios se levanta con un: Te encontré pequeña malcriada, y me abstengo de girar y estrellarle el puño en el rostro.
Salgo del auditorio a paso apresurado antes de que provoque otro espectáculo, estoy llena de rabia que no me importaría tener un castigo si con eso borro su estúpida sonrisa. ¡Mierda! Doy otro paso más camino al comedor pero una arcada me invade, me llevo la mano a la boca antes de que vomite en el pasillo.
Cuando creo que todo se calma en mi interior otra arcada amenaza con sacar el jugo gástrico de mi estómago acompañada de un ligero mareo. Para mi mala suerte, Benjamin está a unos cuantos metros de mi: ¿Todo bien?
Asiento, aunque es evidente que si no voy al baño vomitare. Camino con pasos rápidos de regreso por el pasillo hasta los baños, donde me empujo contra la puerta y termino hincándome frente al inodoro más cercano. — Ahg. Maldición... — Digo al ver mi desastre flotar en el agua, comience a toser y a vomitar otra vez.
—¿Srita. Fenix? — Escuchó su voz neutra desde la entrada a los baños y luego sus pasos acercándose al no recibir respuesta por parte de nadie, sus manos toman algunos mechones de mi pelo hacia atrás mientras estoy con la cara metida a la taza.
— Que puto asco. — Cuando por fin termino, bajo la tapa y hago correr el agua mientras me recargo a la pared del pequeño baño y cierro los ojos un poco avergonzada de que Ben me vea en hecha un desastre. — Te dije que estaba bien.
— Aguantarse las ganas de vomitar no es estar precisamente bien. — Dice Benjamin. — Vamos, arriba. —Me ofrece una mano para ponerme de pie y me ayuda a llegar al lavabo donde con su ayuda me encargo de lavar mi boca y mi rostro. — ¿Qué sucedió?
— ¿Alguna vez mi madre te mencionó algo sobre contratar a Mia Tash? — Le preguntó pero niega de inmediato. — ¿Tu viste su curriculum? — Pero de nuevo niega.
— Supongo que ella se encargó de su entrevista en mi día libre. — Dice Ben pensando en mis preguntas, mientras me brinda más papel para secar mi rostro. — Espera, ¿Qué tiene que ver ella con todo esto? — Evito mirarlo a través del espejo porque si lo hacía debía excavar más al fondo, a la historia de una pequeña Blaire que no tenía idea de lo que pasaba a su alrededor pero que, sin embargo, terminó siendo daño colateral de una historia que no era la suya.
Me muerdo el labio y me doy la vuelta para buscar su calor.
Benjamín Klausen era el hombre al que me había aferrado desde hacía más de medio año, era lo único que me motivaba a levantarme por las mañanas.
Sin pedírselo me lo había entregado todo en un par de meses, y no había nada que no supiera ya de él: mitad inglés, mitad alemán; su perro January irónicamente murió a principios de año, tiene 28, su color favorito es el verde, duerme del lado izquierdo de la cama. Él había dejado de fumar con tal de que yo lo intentará. Le gustaba que le mordiera el labio antes de besarlo.
Y él me había salvado la vida.
— Es que esa mujer fue la razón para que yo me criará sin un padre.
Muevo mis pies de un lado a otro mientras observo por afuera de la barda.
Ojalá pudiera salir más e ir al acantilado, donde los árboles dejan de crecer porque están más cerca de la orilla y se podrían caer. Mamá dice que no debo ir ahí porque me sucederá lo mismo si no obedezco.
Además no puedo ir porque claaaro que las señoritas no pueden ir por ahí solas por el bosque, y no sólo lo decía mi mamá sino también lo decía el cuento de Caperucita Roja.
Corto la piña de la rama seca que está a mi lado y la lanzó lejos, con todas mis fuerzas.
— ¡Oye tú! — Escuchó una voz. ¡De otro niño! No lo puedo creer. Está abajo cerca de uno de los árboles y veo como se acerca hasta la barda con una cara tonta. — Casi me golpeas la cabeza.
Es un niño flacucho, de cabello rubio y casi tan largo como el mío. Tiene una rama en sus manos y unas botas rojas de agua con la figura de Spiderman y un suéter con un rayo porque es de Flash.
¿Spiderman y Flash se conocen?
— ¿Cómo te subiste hasta allá? — Pregunta.
— Saque telarañas. — Digo haciendo el gesto de manos como Spider.
—Wow. — Dice soltando su rama para posar también como él. — Me llamo William Bellerose. ¿Cómo te llamas tú?
— Me llamo Blaire. — Digo con una sonrisa. — ¿Sabes por qué mi casa tiene bardas? — William negó. — Es porque mi mamá me tiene prisionera. Mi casa es una cárcel.
— No te creo. — Dijo William.
— ¡Pues es cierto! Soy como una princesa, a las princesas las encierran. ¿Verdad? — El asintió.
— Entonces yo seré un príncipe y te salvaré.
— ¿Lo prometes?
— Lo prometo. — Dice disque guiñándome un ojo porque cierra ambos en el intento. — Encontraré el modo de salvarte.
La playera de Flash es tan roja que no puedo dejar de verla. Y estoy segura de que Spiderman no es amigo de Flash.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Actualidad.
— Luces como si fueras a cagar sobre tu falda en cualquier segundo. — Quien lo diría, nuestra Abeja Reina era más blanda de lo que creía.
— Si van a escapar cuenten conmigo. — Dijo poniendo una mano sobre mi hombro que de un manotazo quite. ¿Estaba loca? ¿Cómo podía decirlo aquí en medio de todos los oídos fisgones? — No hay presión, sólo asegúrense que sea antes de que pierda los estribos.
Si te contará que ésta mañana no fui capaz de largarme de aquí.
En ese momento noté como la paranoia se iba haciendo chance dentro de ella, así que mejor la empuje hacia un lado para que me dejará salir pero justo en ese instante vi a esa mujer al final de las escaleras; metida en un elegante vestido blanco, mostrando orgullosa sus huesudos hombros y el pelo castaño suelto observando a cada una que pasaba frente a ella como si no valiéramos nada.
¡Tenía que ser una puta broma!
Mi corazón se acelera y por unos segundos que creo que tendré un infarto. No entiendo la razón de porque no estaba en la tarima junto con los demás. No puedo creer que mi madre la haya contratado después de lo que nos hizo esa gran hija de puta.
Siento como mis dientes se presionan unos con los otros. Debí imaginar que mi madre siempre tenía un as bajo la manga, pero no entendía que ganaba ella trayendo a una mujer como Mia Tash al Instituto.
— Si no vas a avanzar, no estorbes. — Dice Adele rebasándome. ¡Ah, carajo! No tenía porque bajar la cabeza frente a alguien como ella, si mi madre no lo hacia, yo tampoco lo haría. Así que comienzo a subir las escaleras que me llevaran a la salida del auditorio.
Mia Tash finge no verme hasta el último momento, es evidente que mi presencia no pasa desapercibida y menos en el Instituto de mamá, donde puedo ver como la comisura de sus labios se levanta con un: Te encontré pequeña malcriada, y me abstengo de girar y estrellarle el puño en el rostro.
Salgo del auditorio a paso apresurado antes de que provoque otro espectáculo, estoy llena de rabia que no me importaría tener un castigo si con eso borro su estúpida sonrisa. ¡Mierda! Doy otro paso más camino al comedor pero una arcada me invade, me llevo la mano a la boca antes de que vomite en el pasillo.
Cuando creo que todo se calma en mi interior otra arcada amenaza con sacar el jugo gástrico de mi estómago acompañada de un ligero mareo. Para mi mala suerte, Benjamin está a unos cuantos metros de mi: ¿Todo bien?
Asiento, aunque es evidente que si no voy al baño vomitare. Camino con pasos rápidos de regreso por el pasillo hasta los baños, donde me empujo contra la puerta y termino hincándome frente al inodoro más cercano. — Ahg. Maldición... — Digo al ver mi desastre flotar en el agua, comience a toser y a vomitar otra vez.
—¿Srita. Fenix? — Escuchó su voz neutra desde la entrada a los baños y luego sus pasos acercándose al no recibir respuesta por parte de nadie, sus manos toman algunos mechones de mi pelo hacia atrás mientras estoy con la cara metida a la taza.
— Que puto asco. — Cuando por fin termino, bajo la tapa y hago correr el agua mientras me recargo a la pared del pequeño baño y cierro los ojos un poco avergonzada de que Ben me vea en hecha un desastre. — Te dije que estaba bien.
— Aguantarse las ganas de vomitar no es estar precisamente bien. — Dice Benjamin. — Vamos, arriba. —Me ofrece una mano para ponerme de pie y me ayuda a llegar al lavabo donde con su ayuda me encargo de lavar mi boca y mi rostro. — ¿Qué sucedió?
— ¿Alguna vez mi madre te mencionó algo sobre contratar a Mia Tash? — Le preguntó pero niega de inmediato. — ¿Tu viste su curriculum? — Pero de nuevo niega.
— Supongo que ella se encargó de su entrevista en mi día libre. — Dice Ben pensando en mis preguntas, mientras me brinda más papel para secar mi rostro. — Espera, ¿Qué tiene que ver ella con todo esto? — Evito mirarlo a través del espejo porque si lo hacía debía excavar más al fondo, a la historia de una pequeña Blaire que no tenía idea de lo que pasaba a su alrededor pero que, sin embargo, terminó siendo daño colateral de una historia que no era la suya.
Me muerdo el labio y me doy la vuelta para buscar su calor.
Benjamín Klausen era el hombre al que me había aferrado desde hacía más de medio año, era lo único que me motivaba a levantarme por las mañanas.
Sin pedírselo me lo había entregado todo en un par de meses, y no había nada que no supiera ya de él: mitad inglés, mitad alemán; su perro January irónicamente murió a principios de año, tiene 28, su color favorito es el verde, duerme del lado izquierdo de la cama. Él había dejado de fumar con tal de que yo lo intentará. Le gustaba que le mordiera el labio antes de besarlo.
Y él me había salvado la vida.
— Es que esa mujer fue la razón para que yo me criará sin un padre.
Última edición por lovesick el Dom 03 Oct 2021, 2:26 am, editado 2 veces
lovesick
Re: Instituto Fénix | N. C.
Brenda, este capitulo estubo explosivo
tantas cosas que semi revelastes que mi cerebro casi se rompe en dos. Benji es muy lindo con Blaire y con lo ultimo que relataste creo que casi me quedo sin respiracion esperemos que Blaire este vomitando por rabia y no por otra cositas bueno, toca esperar el capitulo de Vicky haber que nos trae.
tantas cosas que semi revelastes que mi cerebro casi se rompe en dos. Benji es muy lindo con Blaire y con lo ultimo que relataste creo que casi me quedo sin respiracion esperemos que Blaire este vomitando por rabia y no por otra cositas bueno, toca esperar el capitulo de Vicky haber que nos trae.
Jules
Re: Instituto Fénix | N. C.
Juliiiiiiiiiii, estoy muy feliz de que te gustará y que mi drama te haya vuelto un poco loca chica, aaaa yo también adoro a Benjamín de hecho me cae mejor que Blaire a veces jajajaja gracias por tu comentario <3 jajajajajajaj Ya quiero que suban chicasJules escribió: Brenda, este capitulo estubo explosivo
tantas cosas que semi revelastes que mi cerebro casi se rompe en dos. Benji es muy lindo con Blaire y con lo ultimo que relataste creo que casi me quedo sin respiracion esperemos que Blaire este vomitando por rabia y no por otra cositas bueno, toca esperar el capitulo de Vicky haber que nos trae.
lovesick
Re: Instituto Fénix | N. C.
ayyy me encanto en capitulo, estuvo genial.
Creo que Blaire tiene mas motivos ahora para revelarse.
Ahora empiezo a escribir el capitulo.
Creo que Blaire tiene mas motivos ahora para revelarse.
Ahora empiezo a escribir el capitulo.
Carstairs
Re: Instituto Fénix | N. C.
Capítulo 10
Primer día.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Adele Benet
El día se había convertido casi en noche y yo cada vez apresuraba más el paso. Me había cruzado de vereda hace una cuadra, cuando vi a lo lejos esos dos hombres con lo que yo supuse era cerveza, odiaba pasar al lado de los grupitos de borrachos que utilizan cualquier oportunidad para decirte algo asqueroso y algo me decía que esos dos no iban a ser la excepción. No estaba en el mejor vecindario, y me molestaba hacerlo, pero tenía que cuidarme ya que no era inteligente andar sola por estos lados si eras mujer o nueva.
-Hermosa ¿no queres tomar unos tragos con nosotros? – Pregunto desde lejos uno de los hombres en cuanto me vio, apuntando su botella hacia mi lado.
La oscuridad no me dejaba ver bien sus caras.
No me detuve ni siquiera un segundo, agarré las bolsas con más fuerza y seguí caminando con la mirada hacia abajo.
-Vamos, solo va a ser un rato. – Dijo el otro que era mucho más alto, mientras se disponía a cruzar la calle.
En ese momento todo mi cuerpo se tensó, no sabía si volver o seguir, pero sabía que si volvía no iba a llegar a la casa y no conocía mucho la zona como para buscar un camino mejor si me desviaba mucho, las cuadras no eran todas iguales y las calles se cortaban por todas partes, era la razón por la que no pasan nunca muchos autos. Era más fácil perderse de lo que parece.
-Ey nena no nos ignores.
-Por favor ¿no tienen otro lado al que ir? – Pregunto una voz femenina detrás. – Ella está conmigo así que déjenla tranquila.
Me di vuelta y vi a una chica muy linda, que tendría aproximadamente mi edad. Tenía una mirada tranquila, pero firme y segura. Estaba cruzada de brazos mirando a los dos hombres que se me habían acercado.
-Es un tema entre nosotros, así que no te metas. – Amenazo el más alto, que de cerca parecía mucho más joven que su compañero.
-Saben bien que no les tengo miedo, así que pueden irse a portarse como idiotas con sus mujeres, que conociéndolas seguro no son tan amables como yo si se enteran de los que andan haciendo. – Contraataco firme mientras se ponía a mi lado.
Ella parecía no tenerle miedo a nada.
-Zorra. – Insulto el más grande.
-Gracias.
El hombre que tenía la botella la aventó contra el suelo cerca de ella, pero ella no se inmuto. La miro con bronca antes de irse con su compañero.
-Valla, eso sí es tener poder. – Comente mientras los veía irse. – Muchas gracias por salvarme, se ve que conoces bien este lugar.
-Digamos que me crié acá, y tipos como esos no suelen ser problemáticos salvo cuando se juntan y borrachos quieren demostrar su casi inexistente hombría. – hizo una mueca de asco y luego me sonrió tiernamente. - ¿Dónde vivís? Te acompaño hasta tu casa.
-Vivo a dos cuadras, en la casa azul de la esquina. - Tal vez no debería haber dicho donde vivía a una desconocida, pero me había ayudado y todo en ella me decía que confié.
- ¿Vivís en la casa de Tony? - Pregunto mientras caminábamos.
-Lo conoces?
-Claro, todo el mundo lo conoce. No sé cómo podés vivir en esa casa, es como una locura ahí. - Dijo.
- ¿Por qué? ¿Porque vende drogas? Si es por eso yo no tengo problema. - La mire como cuestionando y ella solo sonrió.
-No es eso, o bueno tal vez un poco sí, pero no porque yo tenga algún problema con que venda drogas. - Su respuesta me dejó más confundida y al notarlo intentó explicarse. - Solo es que en esa casa entra mucha gente, y no todas las personas son exactamente de las buenas. Es obvio que a Tony le sirve mucho tener una chica linda como vos viviendo en su casa, eso llama más la atención o le da más prensa por así decirlo, así puede atraer a más gente, aunque la mayoría sean hombres, clientes son clientes. Pero es peligroso, no siempre saber quién entra y quién no. - Explico.
- ¿Me estás diciendo que me tiene ayudo porque me va a vender? - Pregunte preocupada.
La verdad es que tampoco conocía del todo a Tony. Lo conocí en una fiesta que no era el mejor ambiente de todos, teníamos algunos amigos en común y si bien no nos habíamos hecho los mejores amigos, estaba tan desesperada por alejarme de mi familia que, cuando me ofreció su habitación libre temporalmente, no lo pensé demasiado. Metí los pocos objetos que realmente eran personales, toda la plata que tenía ahorrada y me largué de mi casa. No me preocupe por lo que deje atrás, a la única que podría extrañar era a mi hermana, pero ella también se había ido.
No me costó vender mi celular, que en ese momento era último modelo, para así comprarme otro menos costoso y que no me pudieran rastrear.
-No, claro que no. Tony nunca haría algo como eso, si te ayudo es porque realmente quería hacerlo, es una buena persona. Pero él no está en esa casa todo el día, y sin él ahí, no es seguro. Aunque creo que sos consiente de eso.
-Bueno tampoco es que tenga muchas opciones de las cuales elegir, y volver a mi casa con mi padre no es una de ellas. - Le comenté sonando muy obvia, algo extraño porque ella no me conocía y no tenía por qué saber la razón de mi huida.
- ¿Te escapaste de tu casa? Por supuesto que sí. ¿Cuantos años tenes? 18 claro que no. - Rio ella como si su nuevo descubrimiento fuera fascinante.
-No falta mucho para que cumpla 17 años, pero no me podía quedar en mi casa, no lo podía soportar, me tenía que ir. No lo entenderías.
-Ay linda, problemas familiares son lo que sobra en el mundo. - Suspiro cuando llegamos a la esquina donde vivía. -Pero bueno, ahora que te conozco te puedo dar las tres opciones. - La mire confundida. - Podes volver con tu aparentemente odiosa familia, seguir viviente con Tony y los peligros que eso conlleva o, podes buscar tus cosas y vivir conmigo.
-Pero no te conozco, no me sé ni tu nombre. - Le dije asombrado.
-Bueno me llamo Emilia, yo si tengo 17, no puedo ofrecerte una habitación para vos sola, pero si puedo ofrecerte que te quedes conmigo en la mía, mi casa no es un palacio ni el gran lugar, pero mi familia prácticamente nunca esta así que no te van a molestar demasiado. - Explico casi rápido. - Además, planeo irme en cuanto cumpla los 18, todavía no se a donde pero sí sé que a un lugar mejor. Así que podríamos irnos juntas y hacer nuestras vidas tranquilas.
-Pero… ¿Por qué? - Pregunte.
-Porque algo me dice que debería ayudarte, y no sé, tal vez incluso vos me ayudes a mi más de lo que creemos. - Me dedico una sonrisa muy dulce, y en ese momento se hubiera hecho cualquier cosa por seguir a su lado, iría con ella a donde me pidiera. - ¿Entonces? Espera, yo tampoco se tu nombre. Si me lo decís y queres podemos hacer el trato.
-Adele. - Dije aceptando.
-Adele. - Repitió. - Que lindo nombre, seguro vamos a ser muy unidas.
-Chicas, despierten. - hablo la voz más molesta de esta habitación. - Blaire, Adele, Maite despierten.
Sentí como se acercaba a mí y me sacudía para que me levante.
-Ya te escuché la primera vez, no levantes la voz. - Me queje tapando mi cara con las sabanas.
- ¿Qué hora es? - pregunto Maite de mal humor.
-Las cinco. - Contesto.
- ¿Las clases no empiezan a las siete? ¿Porque molestas tan temprano?
-Si, pero hay que arreglarse, bañarse, cambiarse y también bajar a desayunar. Además, no pude dormir nada en toda la noche. - Confesó Lily
-Bueno yo tampoco, pero eso no quiere decir que quiera levantarme cinco horas antes para la tortura. - Se quejo Blaire.
-Blaire ¿Como estas? ayer después de la charla de bienvenida desapareciste, y cuando lo hiciste parecías estar mal.
-Estoy bien Maite, y si no lo estuviera está claro que no te lo diría. - Respondió con fastidio y Mai solo puso los ojos en blanco y se levantó.
Estaba acostumbrada a bañarme a la noche por lo que no sé exactamente que hicieron mis compañeras, pero yo intente dormir al menos media hora más antes de empezar, como había dicho Blaire, la tortura. Tampoco había podido dormir nada en la noche, no podía dejar de pensar en lo que había dejado atrás cuando fui obligada a entrar en este internado.
Cuando me levante, ya todas se habían ido. Me cambie lo más rápido que pude, apenas me maquille y casi ni me peine, tenia suerte de no tener un pelo que necesitara mucho cuidado. En menos de 15 minutos estuve lista y bajé al comedor para desayunar.
Realmente nunca fui muy fan del desayuno, muchas veces me costaba terminarlo todo, y de todas formas por mas que desayune demasiado, antes de las 10 ya estaba muriendo de hambre, supongo que es porque a esa hora realmente me despierto. Solo agarré una taza de café con una tostada y en cuanto encontré a las chicas me senté con ellas.
- ¿Y? ¿Cuál es la primera clase que les toca? – Pregunté en cuanto me senté.
-Etiqueta. – Respondió primero Liliana.
-Yo también. -Dijimos Maite y yo juntas.
- ¿Cómo es esto? ¿No somos ni un grupo y ya me están excluyendo? – Blaire se hizo la ofendida, aunque era solo ironía. -De todas formas, no me importa ¿Etiqueta? Suerte que no tengo que empezar esta mierda con una materia tan horrible como esa.
Tenía un buen punto.
-¿Nos van a enseñar a caminar con libros en la cabeza o a cruzarse de piernas adecuadamente? ¿Tendremos que memorizar como se pide un té de forma adecuada? – Las mire horrorizada.
-A mi no me parece tan grave. – Opino nuestra chica perfecta.
-Por supuesto que no, seguro que a vos te va muy bien señorita estirada. – Exclamó Blaire.
-Seguro me va mejor que a vos en cualquier otra.
Hubo una larga y fulminante mirada entre ambas. Si bien Lily parecía ser la más tranquila de las cuatro, estaba claro que no iba a dejar que la pasen por encima, y no se iba a quedar callada para recibir siempre nuestros ataques hacia ella. Y a mí me parecía excelente, seria aburrido alguien que siempre deja pasar todo.
- ¿Vos que tenes ahora?
- Literatura clásica. – Contestó todavía de mal humor.
- Me gusta la literatura. – Comente mas para el aire que para ellas, era obvio que no les importaba una mierda mis gustos.
-Bueno voy a buscar mis cosas antes de que comience la clase. – Lily se levantó.
-Si, yo también me voy. Nos vemos por ahí.
Las dos se fueron dejándonos a Mai y a mi solas con nuestros desayunos y el silencio.
-¿Quién de nosotras cuatro pensas que va a matar a otra primero? – Me pregunto de repente sonriendo.
-Bueno intentaría apostar, pero creo que como va la cosa todas somos capaces de matar a cualquiera.
- Es verdad, aunque no creo que sea yo, tengo cosas más importantes que hacer. Todavía tengo que ganarme el poder en este internado si quiero reinar, y ya que hicimos un trato, no puedo perder mi tiempo en ustedes. – Dijo en cuanto salimos del comedor y se fue en dirección contraria a la mía.
Esa chica sí que era rara.
Fui a la habitación y busque mi celular para tratar de llamar de nuevo a Emi, anoche había tratado de comunicarme con ella, pero no me contesto. Marque una, dos, tres, cuatro veces y nada. No contestaba nadie.
Tenia que admitirlo, la situación me preocupaba, realmente necesitaba hablar con ella. No hablábamos hace mucho, y solo podía superar esta situación si escuchaba su vos, si ella se reía y me decía que todo iba a estar bien. Pero claramente no me iba a dar por vencida, en algún momento me iba a poder comunicar.
Por ahora solo tenia que soportar el primer día.
- Hola:
Hola!!! Bueno estuve todo el día con el capitulo, queria terminarlo hoy,
Espero que les guste como quedo!
Carstairs
Re: Instituto Fénix | N. C.
VICKKKKKYYYYYYYY me alegra que te haya gustado mi capitulo creo que la novela está a punto de llegar a su punto muy pronto porque comienzan los problemas. ME HA ENCANTADO TU CAPITULO PORQUE LAS CLASES YA VAN A INICIAR, además has revelado un poco de la historia de Adele y sólo me dejaste picada.Carstairs escribió:ayyy me encanto en capitulo, estuvo genial.
Creo que Blaire tiene mas motivos ahora para revelarse.
Ahora empiezo a escribir el capitulo.
Veremos que es lo que nos tiene Jules.
SUBAN PRONTO CHICAS :)
lovesick
Re: Instituto Fénix | N. C.
Capítulo 11
Empezaba odiar su actitud [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Liliana Sorrento Quintana
No sabía cuánto tiempo iba estar aquí, pero debía hacer lo posible para hacer que esto no se volviera una agonía para mí. Tome una libreta vacía y unos lapiceros, los cuales empaque cuidadosamente entre una cartuchera de color violeta. Estaba ansiosa, tenía un poco de nauseas por el estrés y en este momento me estaba arrepintiendo por haberme obligado a comer en la mañana. Alcé mi cabello en una coleta alta y empecé a caminar por los pasillos del instituto en busca el aula 207. La ansiedad se volvía presente ante todas las chicas revoloteando en los pasillos, unas compartiendo secretos o chismes entre ellas, pero sin titubear podría apostar que todas de nosotras llevaba una cruz en la espalda por eso estábamos embutidas en esta cárcel. Sin darme cuenta mis ojos se encontraron con el profesor Phillip sentado elegante, pero no de manera tensa con una amplia sonrisa revisando algunos papeles. A pesar, de que me hubiera encantado entrar de forma impertinente y extrovertida al aula mordí mi labio inferior y seguí caminando hasta el aula de etiqueta que estaba a unos cuantos metros lejos de mi. Al entrar, unas chicas ya adentro sentadas cerca de la ventana estaban haciendo algo de estragos en el aula, riendo a todo pulmón y tirando miradas sucias a las demás, incluyendo a mí que parecían estar destruyéndome emocionalmente en la mente.
— Muévete de mi camino — escuche la voz de Maite mientras yo me acomodaba en la primera fila de sillas cerca del escritorio de la maestra que aún no se encontraba — este asiento es mío — exclamo tocando la mesa con su dedo índice
— no veo tu nombre escrito por ningún lado — la pelirroja se levantó sentándose en el borde del pequeño escritorio mientras se cruzaba los brazos. Las otras dos chicas se rieron entre dientes y puedo jurar que una de ellas se reía como si fuera un caballo herido.
— no es necesario que tenga mi nombre escrito para que sea mío — Maite acomodo delicadamente un mechón rubio hacia atrás con su mano para luego empujar a la chica quien cayó al suelo sentada. Maite sin desaprovechar ni un segundo más se sentó y sonrió victoriosa.
— buenos días chicas — saludo la maestra cortésmente poniendo sus cosas en su escritorio — y por favor señorita Rickards, levántese del suelo — las chicas que estaban con ella apuraron en ayudarla a levantarse, aunque esto fue inútil ya que la pelirroja se levanto por si sola con la cara totalmente roja del enojo y la vergüenza que había pasado. La situación me parecía cómica, pero a la vez absurda.
Maite no se veía como una chica que se pelearía por una mesa, pero no era mi problema y preferiría no meterme. Abrí mi libreta y garabateé mi nombre y unos espacios más abajo escribí el nombre de la materia, la maestra escribió su nombre en el pizarrón de color verde y sacudió sus manos para quitar los restos de tiza blanca de sus dedos con perfecta manicura color rosa pastel.
— Me llamo Jaqueline Wilde — sonrió paseándose por el aula tratando de memorizar nuestros rostros — durante su estadía en el Instituto Fénix seré su guía para llevarlas a ser el orgullo de sus familias — la maestra interrumpe su discurso cuando Adele llega tarde al aula. La maestra mueve su rostro con desaprobación mientras que Adele encoge sus hombros y se sienta dirige al final del aula, pero la maestra Wilde la detiene — señorita…
— Adele Benet — contesto mi compañera de habitación desanimada
— señorita Benet, por favor hágase aquí — señalo la esquina cerca de su escritorio. Adele confundida se paro en donde le indico. La maestra tomo una regla de sus cosas y golpeo la espalda de esta para que se enderezara apropiadamente — tengan en cuenta que cualquier falta y/o irrespeto a mi y a mi clase será castigado — hablo la maestra seria antes de que Adele pudiera protestar. Le paso un libro de bastante grosor y que dejo en los brazos de Adele sin compasión.
— ¿hasta cuándo me tendrá aquí parada? — pregunto molesta Adele con las mejillas rojas. La maestra la ignoro completamente y empezó a entregar unos papeles. Me sentí mal por Adele, pero tenia miedo de iba ser una mas al lado de ella.
— En la primera hoja del paquete que les entregue están unas cuantas normas que deberán seguir a partir de siguiente semana. Entre las reglas más importantes se encontrarán resaltadas en negrilla — miraba los papeles inquieta. Me sorprendió los requisitos que demandaba solamente para su clase: tacones negros punta redonda y con 6cm de largo, cabello limpio y distinguidamente recogido, uñas cortas, sin esmalte de colores…
La hora de clase paso algo lento, y mas con la cantidad de dialogo que soltaba la maestra. Y cuando por fin cuando la campana sonó para salir de aquella clase me sentí aliviada y no era la única aliviada, me levante y tome el libro que tenia Adele en las manos y lo puse en el escritorio de la maestra.
— no es necesaria tu falsa caridad, mojigata — escupió molesta como yo hubiera sido la culpable de que llegara tarde y terminara toda la clase en esa postura.
Rodee los ojos molesta tomando mis cosas y saliendo para la clase de literatura Clásica. Tan distraída estaba con mis sentimientos negativos que cuando me di cuenta ya estaba dentro del aula 204 que pare en seco al ver al profesor Phillips en su escritorio con una sonrisa saludando a las nuevas alumnas de su segunda clase.
— hasta aquí se puede oler tus hormonas — Blaire se rio en mi cara mientras salía del aula toda campante su siguiente clase — aunque una chica como tú nunca llegaría hacer capaz de meterse con un tipo como el...
— ¿quieres apostar? — Blaire sonrió de oreja a oreja ante mi pregunta. Empezaba odiar su actitud hacia mí, y haría lo que fuera por fin cerrarle la boca.
— Muévete de mi camino — escuche la voz de Maite mientras yo me acomodaba en la primera fila de sillas cerca del escritorio de la maestra que aún no se encontraba — este asiento es mío — exclamo tocando la mesa con su dedo índice
— no veo tu nombre escrito por ningún lado — la pelirroja se levantó sentándose en el borde del pequeño escritorio mientras se cruzaba los brazos. Las otras dos chicas se rieron entre dientes y puedo jurar que una de ellas se reía como si fuera un caballo herido.
— no es necesario que tenga mi nombre escrito para que sea mío — Maite acomodo delicadamente un mechón rubio hacia atrás con su mano para luego empujar a la chica quien cayó al suelo sentada. Maite sin desaprovechar ni un segundo más se sentó y sonrió victoriosa.
— buenos días chicas — saludo la maestra cortésmente poniendo sus cosas en su escritorio — y por favor señorita Rickards, levántese del suelo — las chicas que estaban con ella apuraron en ayudarla a levantarse, aunque esto fue inútil ya que la pelirroja se levanto por si sola con la cara totalmente roja del enojo y la vergüenza que había pasado. La situación me parecía cómica, pero a la vez absurda.
Maite no se veía como una chica que se pelearía por una mesa, pero no era mi problema y preferiría no meterme. Abrí mi libreta y garabateé mi nombre y unos espacios más abajo escribí el nombre de la materia, la maestra escribió su nombre en el pizarrón de color verde y sacudió sus manos para quitar los restos de tiza blanca de sus dedos con perfecta manicura color rosa pastel.
— Me llamo Jaqueline Wilde — sonrió paseándose por el aula tratando de memorizar nuestros rostros — durante su estadía en el Instituto Fénix seré su guía para llevarlas a ser el orgullo de sus familias — la maestra interrumpe su discurso cuando Adele llega tarde al aula. La maestra mueve su rostro con desaprobación mientras que Adele encoge sus hombros y se sienta dirige al final del aula, pero la maestra Wilde la detiene — señorita…
— Adele Benet — contesto mi compañera de habitación desanimada
— señorita Benet, por favor hágase aquí — señalo la esquina cerca de su escritorio. Adele confundida se paro en donde le indico. La maestra tomo una regla de sus cosas y golpeo la espalda de esta para que se enderezara apropiadamente — tengan en cuenta que cualquier falta y/o irrespeto a mi y a mi clase será castigado — hablo la maestra seria antes de que Adele pudiera protestar. Le paso un libro de bastante grosor y que dejo en los brazos de Adele sin compasión.
— ¿hasta cuándo me tendrá aquí parada? — pregunto molesta Adele con las mejillas rojas. La maestra la ignoro completamente y empezó a entregar unos papeles. Me sentí mal por Adele, pero tenia miedo de iba ser una mas al lado de ella.
— En la primera hoja del paquete que les entregue están unas cuantas normas que deberán seguir a partir de siguiente semana. Entre las reglas más importantes se encontrarán resaltadas en negrilla — miraba los papeles inquieta. Me sorprendió los requisitos que demandaba solamente para su clase: tacones negros punta redonda y con 6cm de largo, cabello limpio y distinguidamente recogido, uñas cortas, sin esmalte de colores…
La hora de clase paso algo lento, y mas con la cantidad de dialogo que soltaba la maestra. Y cuando por fin cuando la campana sonó para salir de aquella clase me sentí aliviada y no era la única aliviada, me levante y tome el libro que tenia Adele en las manos y lo puse en el escritorio de la maestra.
— no es necesaria tu falsa caridad, mojigata — escupió molesta como yo hubiera sido la culpable de que llegara tarde y terminara toda la clase en esa postura.
Rodee los ojos molesta tomando mis cosas y saliendo para la clase de literatura Clásica. Tan distraída estaba con mis sentimientos negativos que cuando me di cuenta ya estaba dentro del aula 204 que pare en seco al ver al profesor Phillips en su escritorio con una sonrisa saludando a las nuevas alumnas de su segunda clase.
— hasta aquí se puede oler tus hormonas — Blaire se rio en mi cara mientras salía del aula toda campante su siguiente clase — aunque una chica como tú nunca llegaría hacer capaz de meterse con un tipo como el...
— ¿quieres apostar? — Blaire sonrió de oreja a oreja ante mi pregunta. Empezaba odiar su actitud hacia mí, y haría lo que fuera por fin cerrarle la boca.
Última edición por Jules el Mar 06 Mar 2018, 8:30 pm, editado 1 vez
Jules
Re: Instituto Fénix | N. C.
Jules, a partir de ahora cada vez que Liliana saque su lado rebelde gritaré de emoción.
lovesick
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