No more love.

Me encanta la actitud que tiene Katya Es tan positiva y logra poner nervioso a Harry xd Pero no se, cada vez que ellos hablan me dan ternura «—Te gustan los ábroles, me parece.» Eso me mató
dYLAN ES TAN TIERNO Muero de amor por el, osea sueña con cosas imposibles ;-; al principio pense que eran hermanastros pero creo ahora cuando lei tu comentario más abajo que son de sangre :o Pobre de Dylan ;-; ;-; Creo que va a ser uno de los que más sufra D:
Jajajaja que genial, esta relación que ebba tiene con Ben
Bueno, no se pero la historia de Dylan es la que más me deja con intriga aunque no digo que las demas no eh! Pero es que es tan inusual un amor asi Ok, me calmo y nada, sigo yo asi que ya van a tener para leer algo (?) Besos

Summer comenzaba a arrepentirse de haber aceptado, y lo que más le hacía enfadar era el hecho de que no había tenido que insistirle demasiado para que aceptara.

Ahora, se encontraba caminando nerviosamente hacia la última mesa de dos personas ubicada en el lugar. La música que emanaba de una antigua y despintada rockola lograba tranquilizarla, aunque el pensamiento de que aquella extraña joven se encontraba al cuidado de su guitarra la preocupó nuevamente. ¿Qué tal si todo aquello era una mentira para robarle? ¿Cómo había sido tan ingenua como para confiar en alguien que conocía hacía unos pocos minutos? Antes de que Summer pudiera darse la vuelta para asegurarse de que Caroline realmente se encontraba allí, se dio cuenta de que había llegado a su destino.

Incómodo, esa fue la primera palabra que atravesó los pensamientos de la joven. Aquel desconocido no transmitía la confianza que ella esperaba, y si continuaba observándola de aquella manera, con sus ojos entrecerrados y su mandíbula tensa, realmente se marcharía sin el bolso que había venido a buscar.

—¿Puedo ayudarte en algo? —Preguntó Will con poco humor en su voz.

—No —respondió al instante, más bien como un impulso, siendo que la primera reacción de joven sea un suspiro de cansancio —. Bueno, en realidad si… Tu amiga olvidó su bolso aquí y me pidió que se lo entregara.

—¿Amiga?

—Sí, la joven del bolso —respondió con tono de burla en su voz, ¿acaso no era obvio?

Will sonrió por primera vez desde que ella se acercó a él. Sabía que hablaba de Caroline, pero algo en él no quería que aquella conversación acabara tan rápido.

—¿Por qué no ha venido a buscarlo por su cuenta?

Summer dudó en responder. ¿Le diría que por que se encontraba con su corazón destrozado y su orgullo se lo impedía? No, aunque apenas la conocía, le había pedido que hiciera aquel favor por ese motivo, y no arruinaría todo confesándoselo. Aunque, realmente apestaba mintiendo.  

—Está al cuidando de mi guitarra —respondió con una sonrisa nerviosa y Will alzó una de sus cejas con clara expresión de no creerle ni una sola palabra en su rostro, pero antes de que pusiera hablar, ella continuó —: Bien, ¿qué tal si le invitas un café otro día y se lo preguntas personalmente? —Comenzó a retroceder, con el bolso colgando sobre uno de sus brazos —. Un gusto conocerte…

—Will.

—Oh, bien. Un placer entonces, Will.

—¿Me dirás tu nombre? —Pero era tarde, ella ya se había volteado y dirigido hacia la puerta y el murmullo que sobresalía de la música había impedido que Summer lo oyera.


Jamie observó desde lejos a Katia, como solía hacerlo desde hacía tiempo. Nunca llegaron a hacerse buenos amigos, dado a que solo habían conversado en algunas ocasiones, sobre temas generales pero había encontrado ciertas cosas en común con ella, y la forma en la que lo trataba, tan considerada y cariñosa, provocó que comenzara a pensar que tal vez podría quererla si se atrevía a conocerla mejor.

El problema era que nunca encontraba el momento oportuno para lograrlo. Aquella mañana había pensado hablarle pero antes de alcanzarla, Ekaterina había comenzado a conversar con un joven desconocido para él.

—Puedes tomarle una foto y durará por más tiempo —comentó a sus espaldas Karisma.

Jamie colocó sus ojos en blanco y la observó confundido ya que Summer no venía con ella.

—Pensé que tal vez estaría contigo —respondió antes de que él preguntara.

—Conociéndola, estará perdida en su música en algún lugar, no muy lejos de aquí.

Karisma le sonrió asintiendo.

—Necesito encontrarla, bien te veré luego y piensa en eso que te dije, así evitarás que te descubran —le aseguró la joven antes de marcharse.

Jamie volvió su vista hacia donde Katia se encontraba una vez que Karisma se alejó del parque, pero ya era tarde para él nuevamente, ya que había desaparecido.

***
Will se sentó junto a Rae, precisamente donde hacía media hora Caroline se había encontrado conversando con él.

—¿Recuerdas que nos conocimos aquí? —Preguntó observándola detenidamente a los ojos y recibiendo un asentimiento de parte de su amiga.

—¿A qué viene todo esto?

—La encontré Rae —respondió con una sonrisa en su rostro —. Encontré por fin a la persona que protagoniza mis canciones, en éste lugar.

Su amiga comenzó a reír.

—¿Cómo lo descubriste? —Rae tomó una pausa pensando por un momento en Caroline —. Espera, creí que tu novia era la elegida.

—Antigua novia, y no. —Alzó su dedo haciendo entender su punto —. Caroline jamás  logró comprenderme, pero en cambio hubo algo en la mirada de ésta chica que me cautivó.

—Dime que sabes su nombre al menos —Will le sonrió como respuesta y Rae colocó sus ojos en blanco —. Perfecto.

—Tienes que ayudarme a encontrarla, se que ella es por quien me desvelo escribiendo canciones por la noche… Estoy seguro, Rae.

Holaa :

Fletcher siempre había sido una persona honesta, odiaba decir mentiras, simplemente las veía inútiles, tampoco era que nunca se hubiera escapado de algo con alguna verdad disfrazada, pero si no era absolutamente necesario, sus opiniones siempre eran sinceras, podías confiar en cada palabra que te dijera. Por consecuente, anunciar un compromiso con Zafire era la mentira más grande en la que alguna vez había participado.

Ni si quiera sabía cómo salió vivo de esa casa. Los padres de Zafire estaban totalmente en contra de él, y ni hablar de la mirada que le estuvo dirigiendo todo el tiempo Marcus Melikov. Fletcher no tenía ni idea de quién era él, pero parecía ser alguien muy importante. Con traje elegante, cabello rubio despeinado pero impecable al mismo tiempo y ojos grises fríos que sinceramente le dieron miedo. Más tarde Zafire le explicó que sus padres querían casarla con él, que ella no sabía nada y creyó que sería sólo un chico más al que podría desechar. Pero la cosa iba seria, y Fletcher estaba ahí.

Así que después de presenciar como Zafire discutía con sus padres durante lo que parecieron horas, diciéndoles que el único hombre con el que se casaría era Fletcher, su madre cedió.

—Y ahora están organizando la boda ya, y una fiesta de compromiso o algo así. —finalizó el rubio suspirando mientras mordía su hamburguesa.

—Eres un idiota. —dijo Shilo, quien había estado escuchando pacientemente toda la historia de Fletcher.

Estaban sentados en Mc Donalds, a sugerencia de Fletcher porque los lugares que su amigo elegía nunca estaban dentro de su presupuesto, y el terminaba comiendo gratis, lo que lo hacía sentir tremendamente inútil.

—Shiloh de verdad no ayudas,-se quejó el rizado hablando con la boca llena—o sé que hacer, me refiero a que obviamente voy a ayudar a Zafire pero no quiero casarme con ella. Digo, no es por ofender ni nada, pero no quiero casarme en general por el momento.

—Fletcher mastica, traga y habla, en ese orden. —lo regañó el castaño lanzándole una servilleta— Y ¿cómo se te ocurre apoyarla? Te dije que esa chica no daría más que problemas, nunca me ha caído bien.

—Has dejado muy en claro que no te gusta Zafire y no creo que tú le gustes mucho a ella tampoco-se encogió de hombros Fletcher—, pero enfócate en lo importante. No estoy listo para una fiesta de compromiso, nunca he usado traje y aparentemente ahora debo elegir entre un smoking y un frac. ¡No se cuál es la diferencia!

—Pero te gusta estarte metiendo en problemas siempre—Shiloh se paso una mano por la cara hasta el cabello, completamente frustrado—¿Porqué no le dices a esa loca que necesita decir la verdad?

—Porque la van a obligar a casarse con ese tipo mayor que la quiere y es rico. Deberías verlo Shiloh, parece muchos años mayor que ella. —la defendió Fletcher apuntando al chico con una papa llena de cátsup.

—Seguro no son tantos. Y ella debería encontrar como resolver sus problemas.-contestó Shiloh negando con la cabeza

—No puedo hacerle eso Shiloh. Ella es mi amiga, no la voy a dejar sola.

—Claro que no. —bufó el castaño—Eres demasiado bueno a veces.

—Las personas son demasiado malas a a veces—respondió Fletcher haciendo un puchero—. Solo desearía encontrar una forma de acabar con esto lo antes posible.

Zafire le había asegurado que encontraría la manera de deslindarlo del asunto, pero Fletcher no estaba muy seguro. Quería creerle, pero ¿y qué si no?

—Sólo te queda mantener ese falso compromiso, si eres tan terco como para no decir la verdad. —dijo Shiloh, finalmente mordiendo su hamburguesa.

—Supongo que sí. —suspiró Fletcher.

Estaban en una mesa justo al lado de una ventana, se podía ver toda la gente paseando por ahí. El cielo estaba comenzando a cambiar a su color nocturno. Los colores anaranjados iluminaron la tarde unos minutos, y fue entonces cuando la vio.

La chica de los ojos claros que conoció bajo la lluvia. Su cabello café estaba recogido en media cola y estaba usando un short de mezclilla y una blusa de tirantes, se veía sencilla pero deslumbrante al mismo tiempo, como esas chicas de revista que decían como vestir casual. Era bonita y fue muy amable con él. Un chico alto que no era el mismo con el que él la vio la primera vez, iba jalándola y ella reía siguiéndole el paso.

—¿Qué? ¿Qué ves? —preguntó Shiloh siguiendo la dirección de los ojos de Fletcher, pero sin saber qué buscar sólo se perdió entre la gente.

—Nada, no es nada. —volvió la mirada hacia su amigo y agachó la cabeza para comer más de su hamburguesa.

No tenía tiempo para pensar en chicas, no ahora que estaba comprometido. Y quién sabe, tal vez esa chica era de las salía con chicos diferentes cada semana. Pero no podía olvidar su nombre.

Rae.

***

—Will, esto es una locura—rió la castaña. Alejando el cabello que se le venía a la cara por ir casi corriendo por la calle.

—No lo es. Es la única manera en que la encontraré—contestó Will también sonriendo. Parecía emocionado y Rae no lo había visto con esa mirada en los ojos hacía mucho tiempo.

Era Will de nuevo, el Will que escribía canciones cada noche, el Will al que se le iluminaba el rostro cuando tenía una idea nueva o cuando la inspiración lo atacaba. El Will que sugería cosas como correr por la ciudad buscando a una desconocida de la que se había enamorado a primera vista. El Will que ella había conocido.

—Si esto no funciona para las diez de la noche voy a dejar de correr, me comprarás una pizza y volveré a mi casa—le advirtió liberándose de la mano de éste para rebasarlo.

—De acuerdo, pero volveremos a buscarla esta día cada semana, hasta que la encontremos. ¿Trato? —sugirió el rubio agitado por la carrera, pero sin detenerse y marcando sus hoyuelos con una gran sonrisa.

Rae se estaba divirtiendo mucho. Correr hacía que sus pulmones la mataran, pero también era extrañamente liberador, y las personas se le quedaban viendo como si estuviera loca, pero eso solo le daba más ganas de reír y llegar más lejos.

Había estado pensando en muchas cosas recientemente y está tratando de despejar su mente de todo, así que eso era perfecto, Will era la mejor compañía cuando no querías pensar. Lo había conocido en una cafetería, tenían alguna clase de música pop estridente resonando por el lugar y él estaba quejándose entre dientes y negando con la cabeza. Rae se sentó al lado de Will en el sofá del café y murmuró que debía haber traído unos audífonos, pues a ella tampoco le gustaba mucho esa clase de música.

Will la escuchó y le sonrió diciendo que él también. Comenzaron a platicar y él mencionó a su novia, así que Rae perdió todo interés amoroso por él. Resulto ser uno de los mejores chicos que había conocido y terminaron siendo amigos.

Simplemente amigos era lo que los dos necesitaban.

—Trato Romeo. —asintió y siguió corriendo, en busca de la descripción de Will: una chica de ojos como el cielo y cabello como el café con almendras.

hello:

Le doy la razón a Shiloh, Fletcher es un poco tonto por no decir la verdad ;-; Pero a la vez es tan tierno por ayudarla y y y muero ;-;
Esta situación se que me va a desesperar en un futuro D:
awww la vio, osea Lastima que  esto del compromiso lo arruine todo :(
ay me emocioné con lo de Will y Rae Mas tiernos imposible xd Y si, Will termino saliendo todo un enamoradizo xd
Ves, haces que tenga una mezcla de sentimientos (?) No se, me encanta como quedo porque si y ya, tus personajes me enamoran demasiado pero esta trama es mucho para mi ;-;

La lluvia comenzaba a cesar y las estrellas comenzaban a salir entre las penumbras de la madrugada. Blake suspiro con regocijo y dejes grandes de felicidad; había algo respecto al cielo, a las estrellas, la forma en la que los planetas se movían, uno tras otro, que le habían atraído de una forma algo extraña. Aquel amor inusual lo había llevado a graduarse de una universidad prestigiosa y después de aquello, permanecer en el campo estudiantil como uno de los mejores— Y de los más jóvenes, había que recalcar— profesores del país.