Fly away from here [Draco Malfoy] CANCELADA TEMPORALMENTE

Revise el libro tantas veces que creía que me volvería estúpida si seguía de esa manera. No encontraba hechizo alguno para ayudar a mi primo y faltaba tan poco para la segunda prueba, si no conseguía algo pronto, Harry estaría perdido. Nos la habíamos pasado los cuatro – contando a Hermione y a Ron – en la biblioteca, sin conseguir nada aun. Me exasperaba que no haya una puta solución, me hacía sentirme tan inútil que quería golear a alguien, y era una lástima que Parkinson no anduviera cerca de mí.
Tire el libro sobre la mesa con brusquedad, soltando un suspiro. Acomode mi pelo con mis manos hacia atrás y me dispuse a buscar otro en los estantes, dispuesta a no irme hasta alcanzar el maldito objetivo. Pero una risita conocida me saco de mi concentración, haciéndome decidir que luego continuaría con aquello: Parkinson le estaba coqueteando con descaro a Draco y este parecía tan aburrido de sus estúpidas palabras.
- Effy, estas rompiendo el libro de tus manos – gimió Hermione con sorpresa.
- Creo que deberías tomar tus medicinas – bromeo Ron quitándome el libro de las manos.
- Voy a matarla – masculle apretando los dientes.
- ¿A quién? – intervino Harry, volteando la cabeza hacia la dirección donde miraba – Oh – soltó una ligera risita – No sabía que eras celosa.
Golpee su hombro con fuerza provocando que soltara un quejido de dolor. Ron y Hermione también se rieron, lo que hizo que me sintiera avergonzada de mi misma por ser tan estúpida. Bien, estaba quedando como una novia patética delante de mis amigos, por lo menos los gemelos no estaban para arruinarme la vida como siempre.
- Por Merlín, Effy, quiero ver como la despellejas – bromeo el pelirrojo. – Parece que Malfoy está cediendo a sus encantos.
- Voy a despellejarte a ti si sigues hablando – tome a Ron de su camisa con brusquedad, asustándolo.
- Tranquila, Effy – Hermione nos separó, intentando calmarme mientras ponía una mano sobre mi hombro.
Me picaban tanto los ojos, era una tonta si creía que Malfoy pudiera serme fiel. ¿Por qué tenía que sentirme tan miserable en ese momento? Rezaba porque alguien me matara allí mismo, me golpeara o hiciera lo que quisiera con tal de dejar de sentir el dolor tan agudo y frio.
Pansy tomaba la corbata de Draco y la acercaba más hacia ella, mientras el muy idiota sonreía de forma coqueta. En un momento a otro, cuando estaba decidida a sacar mi varita y matarlos a ambos, el rubio quito la mano de Parkinson sobre si y tomo unos libros dejándoselos en sus manos. Casi me echo a reír por el rostro deformado de la idiota, totalmente desconcertada.
- Wow, Malfoy sí que sabe lo que hace – murmuro Ron.
- Siempre usa las personas a su beneficio…
- Cállate, Harry – le interrumpió mi amiga – Effy, no te preocupes porque él no le estaba coqueteando por gusto, seguramente. Solo es perezoso y no quería hacer su tarea y…
- Lo sé, Hermione. De todas formas, Malfoy se lo busco.
Tome la mano de Ron y tire de él con brusquedad, ignorando sus tontas preguntas de hacia dónde nos dirigíamos y que tenía en mente. Pues, simplemente era darle una cucharada de la propia medicina que Malfoy estaba dándome. Prefería hacerle yo sus deberes a que tuviera que coquetear con esa idiota. De a partir en más, lo obligaría a hacer las tareas conmigo para no verlo coquetear con esa zorra o alguna otra.
Lo seguimos en silencio hasta el patio trasero, se había encontrado con los gordos y Blaise y parecían reírse de algo. Genial, quedaría en ridículo frente a sus amigos.
- Escúchame bien, Ronald – chasquee los dedos a mi amigo, tomando completo su atención – Vamos a hacer lo siguiente: yo me voy a reír como una tonta colegiala en busca de amor y sexo, sobre todo de lo último, tú tendrás que coquetearme y pretender llevarme a la cama, ¿bien?
- Effy, ¿no estas exagerando un poco?
- ¿Exagerar? ¿Yo? – bufe con el ceño fruncido y una media sonrisa – No, claro que no, ¿Vas a ayudarme o no? Dímelo para saber si tengo que romperte o no las piernas.
El pelirrojo trago saliva y asintió, enrede mi brazo con el suyo y salimos al patio mientras yo soltaba una risita dulce y él sonreía de manera nervioso. De inmediato, la mirada fulminadora de mi novio se centró en nosotros; lo ignore y seguí pretendiendo que Ron era el hombre más atractivo de todo el mundo y estuviera estúpidamente encantada con él y poco enamorada de Malfoy. Como si yo misma pudiera llegar a creer tal mentira.
- Acércate más y háblame en el oído – murmure en voz baja.
- Esto es suicida, tu novio va a matarme.
- Acobárdate ahora y yo te matare.
No le quedo de otra y siguió pretendiendo que me coqueteaba, pero no tardo dos segundos para que Malfoy lo empujara haciéndolo caer al suelo. Lo mire con fingida sorpresa, por dentro estaba muriéndome de risa y revolcándome de placer al verlo tan molesto y furioso. Aun así, no me bastaba.
- ¿Qué estás haciendo?
- ¿Qué hace este idiota contigo? Maldito, Weasley, vas a pagarlo muy caro por lo que has hecho.
- ¿Celoso, Malfoy? - se burló mi amigo mientras se incorporaba – No lo parecías en la biblioteca con Parkinson.
Draco se mostró sorprendido y volvió a mostrarse furioso. Se había dado cuenta que era todo un plan para ponerlo de aquella manera. ¡Se lo merecía por idiota! ¿No él había dicho que no lo quería cerca de esa perra? Si ella fuera su amiga, sería distinto porque no podría prohibirle nada. Y todo estaba de mi lado porque Parkinson no era su amiga sino un perrito faldero que estaría encantada de estar en su cama o en cualquier lado donde el estuviera.
- Más tarde hablaremos – dijo mientras entrecerraba los ojos y me miraba de mala manera.
Y se fue, dejándome con mi amigo y nuestras carcajadas.