Around the world.

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Maddie Stevens | Bea McCoy | Alexander Hansen | John Bohnman | Liam Jackson

El lujo del aeropuerto hizo que Beatrice se quisiera arrancar el cabello con las manos por la exasperación. Ella quería alejarse de todo, de las comodidades que tenía en su casa, alejarse de su padre, de la usurpadora del lugar de su madre y como no, de su hermano. Por primera vez en su vida, confiar en algún amigo de algún amigo de Maddison le salvaría la vida. Frente a ella estaba un chico castaño, amigo de Maddie, por lo cuál se sintió un poco más cómoda y se puso en su misma posición. Con las piernas un poco abiertas y los codos en las rodillas, el chico rió y ella se tensó, esa risa, esa maldita risa la conocía perfectamente. Se levanto de golpe y abrió mucho los ojos, el chico la miro con la cabeza ladeada y se puso de pie.

—¿Qué te pasa?—cuando el chico habló, todas las dudas de Beatrice se aclararon, era él. El mayor idiota del mundo para Bea.—Oh Dios... ¡OH DIOS!—gritó el chico y paso sus manos por el cabello desesperado. Algunas personas los miraban, una anciana los apunto diciendo; "esta embarazada y he ahí la reacción del chico" a una niñita de ocho años.
—¡John!—la chica tapo su boca y soltó un gemido. El chico dio un par de pasos y se acerco a ella, la giró y la llevo por los hombros a otro lugar.—Suéltame, puedes tener herpes en la mano.
—Oh querida, eso no decías...—calló cuando Bea hundió su codo en el estomago de John. —Esta bien, me quedó en claro.
—¿Qué haces aquí John? Te creí en...—el puso un dedo en sus labios haciendo que callará.
—¿Mi casa? ¿Con mi perfecta familia? —suspiró y lo hizo otra vez—es por eso que estoy aquí, no lo soporto.
—Oh... —fue lo único que pudo salir por su boca. Soltó un suspiro y lo miro.
—¿Donde esta Jake, tu novio?—la chica abrió los ojos y el miro al suelo.
—¡Bea! ¡John!—llego como un ángel Maddison.—Iremos a Hawaii y tenemos que subir, ahora al avión. Ambos chicos tomaron las maletas y Madison corrió a un chico con dos, al cuál, Bea logro diferenciar como Alex, río por la forma en la que su mejor amiga lo tomaba del brazo y lo estiraba para que caminara, como una niña para que su padre hiciera algo.

Se acerco el par a donde antiguamente estaban sentados y tomaron sus maletas, sin hablar, con un silencio incomodo. Caminaron hasta llegar a la altura de Madison y Alex, instintivamente Bea tomó la mano de Madison y ambas pasaron juntas al avión. Una chillando cada cinco segundos por la emoción y la otra muriendo de nervios por viajar. Odiaba los aviones y las alturas de más lo que odiaba la música pop, la cual, su mejor amiga ama.  

—¿Bea? ¿Estás nerviosa?—la voz de Maddie la saco de sus pensamientos para que después darse cuenta que ya estaban en sus asientos. Negó con la cabeza y levanto la maleta para guardarla arriba, John puso sus manos en la maleta y la termino por subir, por la no tanta fuerza de Bea.
—No necesito ayuda John, puedo sola.
Se alejo de él y se puso en su lugar, en la orilla, pero, rápidamente se tapo la cara para que la mirada de su mejor amiga no la matará.  
—John, ¿te puedo cambiar el lugar? Tengo algo que hablar con Alex sobre algo y el avión ya va a salir.—la castaña quitó sus manos y fulmino a su mejor amiga, John, sin pensarlo dos veces, guardo su mochila junto la de Bea y se sentó a su lado.—¡Gracias Jonhy!
—De nada Maddie, siempre te ayudaré cuando pueda.—el aperlado le guiñó un ojo y se puso el cinturón.—Tranquila Trice, no te violaré... en el avión.
—Idiota.



—¿Qué era lo que me tenías que decir?—el oji-azul le pregunto a la chica que caminaba a su lado como un pingüino.
—No te tenía que decir nada, solo que, ¿no haz visto la química que tienen John y Bea?—la chica de repente se detuvo y le sonrió.—Ambos terminaran juntos, lo se, como pareja.

Siguió caminando y subió su maleta en una de las puertitas, para después tomar asiento y ver como Alex hacía lo mismo.El oji-azul se sentó a su lado y le paso un brazo por los hombros dándole un beso en la coronilla.

—A-Alex... ¿Qué haces?—le susurró cerca Maddie.
—El chico de atrás te veía el trasero.  
—Alex, esta obeso.  
—No importa son los peores.

La chica rió y lo abrazo para después abrocharse el cinturón, mientras el solo mandaba mensajes por el celular. Maddie saco un libro de Stephen King, "El auto pervertido" y lo empezó a leer. La verdad faltaba poco para que el vuelo saliese y la mayoría de los chicos estaban ahí.  

—Rayos.—cerró de golpe el libro y saco el celular para enviar un mensaje.
—¿Que pasa Mad?
—Liam, viene tarde.

Alex suspiró, pero se oyó más como un bufido. La chica rio y por alguna extraña razón, le mordió la mejilla a Alex, volviendo a estallar en carcajadas. El se soltó el cinturón y le comenzó a hacer cosquillas, algunos los miraban tiernamente pero un chico de ojos miel reía a carcajadas, Maddison paró de reír mordiéndose el labio y Alex la dejo en paz, ambos miraron al chico y el le sonrió de vuelta.

—¡Eddie!—Maddie intento levantarse pero reboto por el cinturón y Alex la soltó, como si fuera una niña pequeña. Al ya poder levantarse empujo un poco a Alex y salió desprendida hacia Eddie, haciendo que se tambaleara un poco.—Eddie, mi buen mejor amigo.
—Mad, no puedo respirar. —la chica lo soltó y le dió una sonrisa abierta.—Tu cabello, es...
—¿Morado?—el chico asintió y ella rió.—Bueno, es genial que vayas, pero me tengo que ir a sentar. Así que, nos vemos allá.—le dijo con una seña y no le dio tiempo de contestar, ya que salió a su lugar.

Le pateo el pie a Alex para que la dejará pasar y así lo hizo, suspiro y miro su celular, Liam ya estaba en el avión.

—¿Sabes? Eddie es mi mejor amigo, y la verdad, no recuerdo cuando lo conocí.—el oji-azul estalló en carcajadas y abrocharon los cinturones.


El moreno caminaba entre las personas, mientras veía el lugar a donde irían, Hawaii. Siempre había deseado ir y nunca tubo la oportunidad, hasta hoy. Por alguna extraña razón, nunca confiaba en su prima y mucho menos en su mejor amiga, pero cuando ambas dijeron que iban a salir del país, rápidamente accedió. No tendría que pagar nada ya que todo iría a la tarjeta de crédito de su padre y el no le reprocharía nada. Frente él iba una chica de cabello rojo, se mordió el labio por los nervios de no alcanzar el vuelo y que los demás se enojaran. La chica salió y el tomo su lugar, le sonrió nervioso a la chica que atendía y saco la cartera.

—Un boleto para Hawaii.


Aferro la mochila mientras caminaba a lo largo del avión, encontró su asiento, pero vio que estaba ocupado. Por la misma chica pelirroja, tomo las correas de la mochila y carraspeo.

—Disculpa, pero estás en mi lugar.—dijo tratando de sonar bien, pero sonó como gay.
—Oh, lo siento.—la chica se movió al otro lado y el guardo la mochila, para después sentarse.
—Mi nombre es Liam.—le tendió la mano para después darle una sonrisa. La chica estrechó su mano con una sonrisa igual.
—Avery.
—Avery, lindo nombre, linda chica.—la chica se ruborizo y el le sonrió de lado. Liam tenía una gran afición por hacer las chicas sonrojar, era un poco romántico por así decirlo.
—G-gracias.—Avery, o la chica pelirroja, le sonrió y Liam solo le volvió a sonreír de lado.—¿Qué significa el tatuaje?
Liam vio su tatuaje y levanto la manga para que viera más;—La verdad no lo se, solo me gusto y ya, por cierto, lindos ojos.
La chica se coloro y Liam paso la lengua por sus labios, para después ver su celular con un mensaje de Bea, su prima.


Literalmente Liam giro su cabeza como la chica de la película el exorcista para ver a una Beatrice sonriente. Abrió los ojos como platos y se volvió a sentar en su lugar para apagar su celular. Sería un viaje largo, por dos cosas;

1.-No podría hacer nada sin que Bea le dijera algo.
2.-La chica que estaba a su lado era muy hermosa.