Las doce rosas rojas | novela colectiva.

Celes & Harry

No sabia en que situación estaba realmente, no podía caminar por mi propia voluntad, ni podía hablar. Era un total descontrol y no sabia que hacer. Luke y Liam me arrastraban por plena calle para que asistiera como "apoyo moral" a un show que ellos, junto a la odiosa Chelsea, daban en un bar. Obviamente ellos estaban acostumbrados a cantar pero esta vez asistiría gente de la escuela y los ponía algo nerviosos. —Y mas sabiendo que su rosa quizá estaba mirandolos—.

Me negué mil veces a asistir, no era que estaba en contra de su musica, estaba en contra de los incesantes gritos de sus admiradoras junto a mi dolor de cabeza pero por mas que este en plena labor de parto no me dejarían faltar a una presentación de ellos. Según Liam yo traía buena suerte, la opinión de Chelsea era completamente diferente porque para ella yo era la razón de todas las desgracias habidas y por haber. Pero su opinión no me importaba ¿a quien le importaba los vanos pensamientos de una persona que piensa dos veces antes de decir la respuesta de dos por uno?

Tenia pensado quedarme en la barra, escondida, tomando unos tragos. Lo que menos quería era que alguien de la escuela me reconozca y se atreva a hablarme, si, una completa antisocial pero no me daba igual. Mis planes cambiaron rápidamente de parecer cuando Liamabrió la puerta del bar y lo vi. El mismísimo Harry Styles sentado en una de las mesas cercanas a la barra. Me detuve y me quede mirándolo fijamente, tan obvia que hasta Chelsea notó por quién me había shockeado y rió en alto.

— Te gusta. —dijo ella burlándose.
— Liam aparta a tu novia de mi antes que arranque sus cuerdas vocales con mis propias manos. —amenaze y mi amigo se puso delante de ella "protegiéndola". — Vamos a tomar unos tragos antes de que empiece el show.
— He leído que el alchol hace mal a las cuerdas vocales. —comentó miss idiota.
— Mejor porque a ti no te hablaba. —respondí dejándola mal parada e hice mi camino hacia la barra, los chicos me siguieron.

†

— Con que Harry Styles. —me dijo Luke al oído mientras bebía el ultimo trago de mi cerveza. Lo mire con odio, lo peor que me podía pasar era que él supiera que un chico me gustaba. La ultima vez que pasó eso termino haciéndole la vida imposible al chico hasta que le deje de gustar, era demasiado insoportable cuando se lo proponía.
— ¿Tu piensas que a mi me puede gustar un chico popular como él? —pregunté intentando mentir lo mejor posible. — Pfffttttt no.
— Pfffffttt si. —imitó mi gesto anterior.
— ¿Y tu que con Darian Hollens? He oído por ahí que todos los miércoles por la tarde ella va a tu casa. —lo mire sugiriéndole algo pero él rodó los ojos.

La verdad era que sabía que ellos estaban haciendo un trabajo de musica y esa era la razón por la que Darian iba a su casa. Ella era buena chica, pero Luke pensaba que seguía siendo la chica "calculadora" y prefería ignorarla antes de que lo relacionen con ella. Lo mejor era que cuando pensaba en ellos dos hacían linda pareja salvo que Luke juzgaba demasiado, pero tenia planeado demostrarle que una chica como Hollens podía ser como nosotros. No olvido que la encontré fumando mientras se salteaba una clase.

— Dejemos esto asi. —dijo antes de que alguno de los dos termine enojado con el otro. Miró al escenario y notó que era su turno de cantar. — Me toca. —sonrió, beso mi mejilla y saltó al escenario seguido de Liam y Chelsea. Comenzaron a cantar Stupid World, una de las canciones de la banda.

†

— Felicitaciónes ustedes dos, tenían todas las chicas a sus pies. —les grité abrazándolos mientras que bajaban del escenario. Chelsea me miró mal acerca del comentario sobre que muchas chicas miraban a Liam, pero no iba a mentir, la formula "chico malo + guitarrista + cantante" atraía bastantes chicas. — Bueno, ahora nos podemos ir. —dije perfilándome hacia la salida pero me detuvieron.
— No seas aguafiestas, solo un rato mas, quiero ver quien se anima al karaoke. —dijo Liam acomodándose en una de las mesas.
— Liam ....
— No, vienes aquí y te sientas. —me ordenó y fui a sentarme con él.
— Solo cinco minutos y nos vamos.—respondí enojada.
— Insoportable. —dijo Chelsea en lo bajo pero la pude oír, no debía haber dicho eso. No estaba de humor y menos para soportar que una idiota me, por alguna manera, intente humillar.
— No digas nada. —me advirtió Luke sabiendo lo que estaba por hacer.
— No querido Luke. —dije intentando sonar lo mas paciente posible, mi sonrisa traviesa se asomo y mis dos amigos se dieron cuenta. — Solo quería decirle a Chelsea que disfrute lo que le queda de relación con mi mejor amigo porque se nota que esta dispuesto a dejarla por -quienquieraquesea- su rosa roja del baile.

Todos se quedaron callados, Chelsea se cruzó de brazos dándome una mirada asesina, Liam se intento excusar pero su novia lo ignoraba y Luke solo se reía de la situación que estábamos presenciando. Un ruido molesto se escuchó en los parlantes y un señor de unos cuarenta años y mal estado físico tomó el micrófono.

— Que la fiesta continué. —dijo animando el bar. — Ahora tenemos ¡Noche de Karaoke! —gritó con entusiasmo al igual que todos los presentes, el karaoke era básicamente la forma en la que la gente que no tenia talento y creía que lo tenia se humillaba, eso era gracioso y la forma en la que muchas personas que creías que no tenían talento lo mostraban a la luz. — ¿Quien se ofrece?

Nadie levantaba la mano, mucha vergüenza, admito que yo estaba igual. Aunque no pensaba cantar, pero quería saber quien era el idiota que pasaba a hacer el ridículo. El animador-presentador del bar intentaba alentar a la gente para que se animen a pasar.

— Tenemos un valiente por aquí. —dijo el hombre haciéndonos dirigir nuestras miradas hacia el patético que se había ofrecido. Pero este no era patético, ni ridículo, ni nada de eso. Era Harry.

Harry subió al escenario y tomó el micrófono, al momento en el que sonrió y dejo ver su hoyuelo entre en un estado de parálisis corporal. No estaba babeando pero iba en camino a hacerlo, solo pensar que estaba por cantar me hizo acordar al baile, cuando me cantó en el oído y lo hermosa que fue esa noche. Antes de que "la perfección" pudiera decir algo el animador le arrebató el micrófono y comenzó a hablar.

— Pero no cantaras solo, necesitamos a una señorita que sea vol...
— ¡ELLA QUIERE! —gritó Chelsea desde su asiento mientras me señalaba con su sonrisa burlona.

Estaba a punto de arrancarle el hermoso cabello que tenia en la cabeza a la mini barbie, no podía estar pasando. No podía hacerme cantar en frente de todos. Esto era una venganza por decirle lo de Liam y lo tenia bien claro. Antes de que pudiera hacer algo para asesinar a la novia de mi amigo el animador tomo mi mano y me llevó al escenario parándome al lado de Harry.

La verdad que cantar no se me daba de maravilla pero iba a hacerlo, no iba a dejar que Chelsea se riera en mi cara demostrando que me humilló en frente de el chico que me gustaba. Así que iba a cantar, iba a cantar con él. No sabia que iba a cantar, tampoco estaba preparada pero quería dejar mi mejor impresión en Styles.

— Sus nombres, edad y escuela al publico por favor. —reclamó el presentador.
— Harry Styles, 18, Preparatoria Mc Kenny. —dijo la perfección sonriente.
— Celeste Ryder, 18, Preparatoria Mc Kenny. —dije yo imitando el tono de Harry.
— Maravilloso, la misma preparatoria. —aplaudió. — Van a cantar "Just Give Me A Reason" de P!nk y Nate Ruess. Espero que disfruten la canción. —dijo el hombre mientras salia del escenario dejándonos a los dos solo iluminados por un reflector negro.

La canción comenzó a sonar, me sentía afortunada porque no era una canción completamente desconocida. Fue popular hace un año por ende me sabia la letra -igual debía leerla- y estaba en condiciones para cantarla. NO en publico, sino en la ducha pero no había tanta diferencia aparte de estar desnuda y el agua ... shampoo ... ya saben. Me arme de valor y comencé a cantar.

Al principio entre con timidez, básicamente era una estrofa y una vez el estribillo que tenia que cantar sola, demasiado para que yo tenga que cantar. Cuando llegó la parte de él me quede mirándolo como una estúpida. Lo mas mágico fue cuando cantamos juntos, podrán decir que sueno como si estuviese en una película o en una novela pero nuestras voces encajaban perfectamente y formaban una perfecta melodía.

Notaba a él tranquilo y entregado, hasta me había abrazado a mitad de la canción. Yo obviamente me quede petrificada, estaba un poco incomoda. Cada tanto miraba a mis amigos, se reían y yo los miraba con odio. Podría bajarlos y hacer una masacre de tres personas en un bar pero me contuve. Cuando la canción terminó estábamos demasiado juntos, todos aplaudían, mis dos patéticos amigos estaban parados en sillas silbando y gritando mi nombre, yo miraba al publico, no podía saber si él hacia lo mismo o me miraba a mi. Quería saber, lo exigía.

¿Que debía hacer? Mirarlo, no mirarlo. Si lo miraba quizá babeaba o quizá no me podía controlar las ganas de besarlo o simplemente me iba a perder en sus ojos y eso iba a ser demasiado incomodo. Pero si no lo miraba quizá pensaba que era muy arrogante y ... mejor lo miro. Voltee mi cabeza hacia él y él me estaba mirando de alguna manera rara.

— Me haces acordar a algo. —me dijo.

Rosa. Baile. Corre. Huye de ahí.

— Raro, porque a mi a nada. —dije cortante, necesitaba salir de ahí antes de que se de cuenta. — Adiós.

Baje del escenario y salí corriendo. Lo único que me faltaba era que se de cuenta y le cuente a todos, seria un escandalo.