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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
CAPITULO 7
Nick estaba característicamente silencioso en el viaje para el restaurante, eso estaba bien para mí - yo no tenía muchas ganas de hablar.
Connor se había ido más temprano con mi hermana, ansioso y un poco nervioso. Bath le había suplicado que llenara una cancelación de último minuto. Tenía a una susceptible cambia forma jaguar hembra que era una de nuestras clientes más difíciles. Connor no había estado interesado, pero mi hermana lo había engatusado y suplicado. Estaría en el restaurante de todos modos, ¿no? ¿Por qué no ayudarla a salir de este pequeño asunto? Sería la oportunidad perfecta para observarme con Nick desde lejos. Ella incluso pagaría por la cena.
Connor aún se había resistido. Mi hermana no se había dado por vencida, sin embargo, y al final, el hombre lobo había aceptado y había pasado una buena cantidad de tiempo hurgando en la base de datos, esa tarde. Yo estaba bastante segura de que lo había hecho para poder espiar a través del perfil de Savannah, sin uno de nosotros cerniéndose sobre su hombro. En cualquier caso, iba a una cita con una cambia forma gato muy diferente, y no estaba emocionado. Mi hermana lo estaba, sin embargo; ella seguía echándome miradas satisfechas. Bath lo veía como un favor para mí - el mantener a mi guardaespaldas lobo fuera de mi espacio para que pudiera relajarme.
El problema era que yo iba a fingir en público que yo adoraba a Nick. No era relajante en lo más mínimo.
Cuando el coche se detuvo, salí de la camioneta y alisé mi vestido, sintiéndome fuera de mi elemento, nerviosa e inquieta, como un gato en una habitación llena de mecedoras.
Nick se cernía sobre mí como una especie de dios irritado.
— Vamos,- gruñó. Su mano acunó mi codo mientras empezaba a empujarse hacia adelante, jalándome cerca a su lado. No tuve más remedio que seguirlo. Con su mandíbula rígida, le dio su apellido al mậitre d’ (MẬITRE D’: Jefe de camareros), casi un gruñido. — Bjorn. Grupo de dos.
A medida que el mậitre d’ nos llevó al restaurante, robé una mirada furtiva a mi cita. Nick se aseó bien – le concedería eso. Sus largas ondas rubias, arrastradas por el viento, habían sido domesticadas con un peine, y su típico crecimiento de tres días sobre la nuca se había ido, dejando al descubierto una mandíbula cincelada. Sus ojos oscuros estaban vivos en su rostro bronceado y sus cejas eran barras enfadadas sobre ellos.
Nick se veía sexy y fuerte, tal vez un poco demasiado fuerte. Nada acerca de su postura o su expresión hablaba de un hombre ridículamente enamorado de la mujer a su lado. Esto podría ser un problema.
Fuimos conducidos a una mesa justo en el centro del restaurante. Había estado esperando algo aislado, pero eso no encajaría con el esquema de mi hermana para que seamos vistos. Connor estaba a varias mesas de distancia, viéndose incómodo cuando se enfrentó a una mujer hablando en un vestido rosa demasiado apretado que agitaba las manos en el aire mientras hablaba. Sentí una punzada momentánea de lástima por él. Jayde Sommers era bastante agradable. También era exigente, mandona y dominante. No era como Savannah. Vi su mirada triste dirigirse a mi mesa, como si hubiera estado desesperado por arrastrarse hasta esta y escapar de su cita.
Nick se movió para sacar mi silla. Cuando me senté, empujó mi silla, se inclinó y susurró:
— Sonríe.
Supongo que no era el único malo fingiendo. Le dediqué una amplia sonrisa mientras se sentaba frente a mí, desabrochándose la parte frontal de su chaqueta con manos gráciles, como si hubiera usado un traje todos los días.
Puse mi servilleta en mi regazo.
— Aprecio que hagas esto, Nick.
Me sonrió, pero parecía más como un descubrir de dientes que placer real.
— No tenía otra opción. Órdenes de Joe.
Bueno, eso hacia a dos hombres totalmente miserables en sus citas esta noche. Mantuve la dulce sonrisa pegada a mi cara y estaba contenta de que el murmullo del restaurante silenciara nuestras voces de otros cambiadores curiosos.
— Fuiste rápido en ser voluntario para ser mi compañero, sin embargo. Si no querías fingir conmigo, deberías haber dicho algo antes.
Nick me dio una mirada extraña.
— Esto es serio, ____________________.
— ¿Como si yo no lo supiera? Estaba mi vida en juego. Contuve mi respuesta cuando el camarero apareció, presentándose a sí mismo a nosotros y recitando las especialidades del día. Nick estaba observándome, no al camarero, y la expresión de sus ojos era intensa. Bueno, al menos uno de nosotros era bueno en todo esto de fingir.
— Voy a pedir por ti,- dijo Nick, dirigiéndose al camarero.
¿Ordenar por mí? No me había dado cuenta de que cambia formas oso era alguna especie de palabra en código secreto para Neanderthal en público. ¿Por qué estaba Nick siendo tan idiota? Si así era como los cambia formas y sus compañeras actuaban, no me gustaba. El bolso en mi regazo comenzó a vibrar, y yo saqué mi teléfono. Un mensaje de texto de mi hermana.
Tu sonrisa parece más como un gruñido, había enviado ella. Muéstrala de nuevo un poco. La arpía está aquí con su cita ahora, y se dieron cuenta de ustedes dos. Necesitan verse como si estuvieran pasando un buen rato y enamorados.
Obligué a mi boca a relajarse y traté de imaginar a Nick como mi verdadero -compañero.- Él era bien parecido, me gustaría concederle eso. Alto, ancho y feroz. Haría que las bragas de cualquier mujer se empaparan.
No que yo estuviera usando bragas.
Un movimiento llamó mi atención, y vi a mi hermana hablando con el mậitre d’ y señalando las mesas. El mậitre d' asintió y tomó notas en su portapapeles. Es evidentemente uno de los subordinados de mi hermana. Ella tendía a enviar a las primeras citas a los mismos restaurantes una y otra vez, probablemente porque podía manipular la situación de la forma en que ella lo quería.
Típico.
— Ella va a querer el filete T-bone (T-bone: El T-bone es un filete generalmente elaborado a la parrilla y de corte típico en el que puede verse el hueso en forma de T. ), con espárragos y patatas,- le dijo Nick al camarero, atrayendo mi atención hacia él. — Extra cruda la carne. Lo mismo para mí.
Cuando el camarero se fue, miré a Nick con preocupación.
— No estoy segura de que esa sea una buena idea.- Un bonito filete sangriento sonaba bien - casi demasiado bien. El lobo en mí estaba prácticamente salivando ante la idea. Y eso me preocupaba un poco.
Nick me dirigió una mirada de disgusto.
— ¿Querías una ensalada?
Me reí de eso. Su expresión era la reacción de un verdadero cambiador.
— No, no una ensalada. Supongo que solo debería estar contenta de que tú no ordenarás algo llamativo, como cola de langosta.
Él soltó un bufido.
Cogí mi vaso de agua y bebí un sorbo.
— Oh, vamos. ¿No es eso lo que ustedes piensan? ¿Ellos le compran a la cita una cola de langosta y ella se ofrece porque él lanzó unos cuantos dólares en su dirección?
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
Di un grito sobresaltado cuando el agua fría se vertió sobre mí. Mi cabello cayó en mis ojos en helados y empapados mechones, cubos de hielo cayeron en la parte delantera de mi vestido, y toda la cosa pegada a mí como una servilleta húmeda. Mis pezones se endurecieron bajo el vestido.
Como si eso no hubiera sido suficiente, Jayde se inclinó y vertió mi vaso de agua en mi regazo.
— Y eso es por citarme con un hombre que está enamorado de alguien más.
Yo escupí, limpiando el agua de mi cara.
— ¿Qué? Yo…
— Él ha estado hablando amorosamente de ella durante toda la maldita cita,- gruñó ella, el sonido salvaje. — Me doy cuenta que tu pequeño equipo humano piensa que es gracioso juntar a un gato con un perro, pero puedo mirar más allá de eso si es lo suficientemente caliente. Lo que no puedo pasar es que él ya haya sido malditamente tomado.
— ¿Tomado?- Le dije, incrédula. Me puse de pie torpemente, tirando los cubos de hielo que habían caído en mi regazo. Sacudí mi vestido y di un paso hacia atrás, tratando de poner distancia entre Jayde y yo. — ¿De qué estás hablando?
— Oh, Savannah Russell es tan increíble,- se burló ella, agitando las manos en el aire. — A Savannah le gustan los coches, también. Savannah fue a A&M (A&M: Se refiere a una Universidad de Texas o al sistema que agrupa a varias universidades en el Texas Agricultural and Mechanical University System (El Sistema de Agricultura y Mecánica de Texas) conocido como A&M o Texas A&M System. Es uno de los más grandes sistemas de educación superior en los Estados Unidos. ) también. Savannah, Savannah, Savannah.- Sus ojos se estrecharon. — Si él está tan enamorado de ella, ¿por qué sale conmigo? ¿Crees que estoy desesperada por una cita?
—Por qué, no. Yo...
—¿Crees que no puedo conseguir una cita? —Su mano tocó su pecho, haciendo a su joyería tintinear. —¿Crees que porque soy el depredador ápice en el área que los hombres no me querrán? ¿Crees que estoy dispuesta a aceptar simplemente cualquier hombre que ustedes los humanos me tiren...?
Las palabras murieron en su garganta mientras su mirada se enfocaba detrás de mí.
Una mano tocó mi espalda y di un tirón, calmándome cuando me di cuenta que era Nick. Rápidamente se puso delante de mí, y Jayde retrocedió. Su masiva forma bloqueaba mi vista, y podía escuchar mi teléfono vibrando en la mesa, sin duda mi hermana enviando mensajes de texto. Connor permaneció sentado en su mesa, no mirando en nuestra dirección. Si acaso, parecía más abatido que antes. Para un guardaespaldas lobo, él seguro no estaba interesado en protegerme de su cita.
—¿Hay algún problema? —Gruñó Nick bajo en su garganta.
—No, —Jayde mintió, su tono una mezcla de inquietud y sorpresa. Su voz se volvió más dulce azucarada. —Sólo estaba ofreciendo ayudarle a ____________________ con su vestido.
Un retumbo bajo y enojado comenzó en la garganta de Nick.
Jayde se estremeció.
Nick me tiró hacia delante, su brazo envolviéndose a mi alrededor como un abrazo. Su gran cuerpo casi se tragó el mío. Era un gesto posesivo, intencionado a marcarme como suya.
—¿Por qué mi compañera está usando mi bebida?
La mandíbula de Jayde cayó e hizo un ruido sobresaltado y chirriante. Sus ojos se abrieron como canicas, y me miró en shock, luego de nuevo a Nick.
-¿Un… una compañera?
—Mi compañero, —estuve de acuerdo de una manera propia y me acurruqué contra el pecho de Nick, ignorando el hecho de que estaba toda mojada. —Y a él no le gusta cuando otra gente vierte bebidas sobre mí.
—No, —dijo Nick, su voz tan baja y enojada que sonaba con un rugido. —No me gusta.
Jayde palideció.
—Ya veo. Me-me disculpo. No me di cuenta…
—Cuida que no asaltes a mi cita de nuevo, —gruñó Nick amenazadoramente.
La were-jaguar asintió y balbuceó disculpas, retrocediendo. Era gratificante ver cuán completa y absolutamente aterrorizada estaba. Tal vez esta cosa de fingir-salir no sería tan mala después de todo.
—Lo siento mucho, —dijo el camarero, interviniendo y entregándome servilletas. —No me di cuenta de qué estaba pasando. Les conseguiremos una nueva mesa...
—No, —dijo Nick en el mismo tono peligroso. —Nos vamos. —Se quitó su chaqueta y la colgó sobre mis hombros. La prenda casi me tragó entera, el dobladillo de la chaqueta colgando hasta mis rodillas. —Ella está empapada. La cita está arruinada.
—Entiendo, —dijo el camarero. —Les empacaré su cena en cajas para llevar.
—Haga eso. —Nick se volvió hacia Jayde. —Tú pagas.
—Por supuesto, —barbotó ella, luego se apresuró de vuelta a su mesa.
Impresionante. Con unos pocos ceños fruncidos, Nick había logrado intimidar completamente a una loca were-jaguar, conseguir nuestras comidas gratis, y sacarnos de esta cita. Metí las mangas demasiado largas hasta mis brazos, temblando. Demasiado malo que él no hubiera sido capaz de hacerlo antes de que yo hubiera tenido un galón de agua helada vertida sobre mí. Mis pezones se sentían como chinchetas, y mis dientes estaban comenzando a castañear.
—Esperaremos afuera, —le gruñó él al camarero. Apenas tuve tiempo de meter mi celular en mi bolso antes de que Nick agarrara mi mano y me arrastrara fuera del restaurante.
Contuve mi réplica de ser arrastrada por ahí como un viejo bolso. La gente haciendo fila afuera nos miraba con sorpresa, con mi pelo mojado pegado a mi cara y el abrigo de Nick tragándome. ¿Combina eso con una cita de más de un metro ochenta de alto y viéndose excesivamente enojado? No era de extrañar que estuvieran mirándonos como si fuéramos locos.
Nick me arrastró hasta su gran camión todoterreno y entonces me agarró por la cintura, levantándome al capó así yo estaba casi al nivel de los ojos con él. Para mi sorpresa, se inclinó.
—¿Cómo lo hice? —Susurró, a centímetros de mi cara. Su pecho—abrasadoramente caliente—presionado contra mis rodillas.
Vaya, ¿estaba caliente aquí afuera, o era sólo yo? La mirada casi juguetona en la cara de Nick estaba haciéndole cosas graciosas a mis entrañas. Aparté un mechón mojado de cabello de mi cara y le di una media sonrisa.
—Bueno, la buena noticia es que Jayde probablemente nunca verterá una bebida en otra mujer de nuevo.
—Bien.
—Arrastrarme por ahí como un hombre de las cavernas fue un poco demasiado, sin embargo, —añadí secamente.
—Todo es para el espectáculo. Ellos necesitan recordarnos.
Como si eso no hubiera sido suficiente, Jayde se inclinó y vertió mi vaso de agua en mi regazo.
— Y eso es por citarme con un hombre que está enamorado de alguien más.
Yo escupí, limpiando el agua de mi cara.
— ¿Qué? Yo…
— Él ha estado hablando amorosamente de ella durante toda la maldita cita,- gruñó ella, el sonido salvaje. — Me doy cuenta que tu pequeño equipo humano piensa que es gracioso juntar a un gato con un perro, pero puedo mirar más allá de eso si es lo suficientemente caliente. Lo que no puedo pasar es que él ya haya sido malditamente tomado.
— ¿Tomado?- Le dije, incrédula. Me puse de pie torpemente, tirando los cubos de hielo que habían caído en mi regazo. Sacudí mi vestido y di un paso hacia atrás, tratando de poner distancia entre Jayde y yo. — ¿De qué estás hablando?
— Oh, Savannah Russell es tan increíble,- se burló ella, agitando las manos en el aire. — A Savannah le gustan los coches, también. Savannah fue a A&M (A&M: Se refiere a una Universidad de Texas o al sistema que agrupa a varias universidades en el Texas Agricultural and Mechanical University System (El Sistema de Agricultura y Mecánica de Texas) conocido como A&M o Texas A&M System. Es uno de los más grandes sistemas de educación superior en los Estados Unidos. ) también. Savannah, Savannah, Savannah.- Sus ojos se estrecharon. — Si él está tan enamorado de ella, ¿por qué sale conmigo? ¿Crees que estoy desesperada por una cita?
—Por qué, no. Yo...
—¿Crees que no puedo conseguir una cita? —Su mano tocó su pecho, haciendo a su joyería tintinear. —¿Crees que porque soy el depredador ápice en el área que los hombres no me querrán? ¿Crees que estoy dispuesta a aceptar simplemente cualquier hombre que ustedes los humanos me tiren...?
Las palabras murieron en su garganta mientras su mirada se enfocaba detrás de mí.
Una mano tocó mi espalda y di un tirón, calmándome cuando me di cuenta que era Nick. Rápidamente se puso delante de mí, y Jayde retrocedió. Su masiva forma bloqueaba mi vista, y podía escuchar mi teléfono vibrando en la mesa, sin duda mi hermana enviando mensajes de texto. Connor permaneció sentado en su mesa, no mirando en nuestra dirección. Si acaso, parecía más abatido que antes. Para un guardaespaldas lobo, él seguro no estaba interesado en protegerme de su cita.
—¿Hay algún problema? —Gruñó Nick bajo en su garganta.
—No, —Jayde mintió, su tono una mezcla de inquietud y sorpresa. Su voz se volvió más dulce azucarada. —Sólo estaba ofreciendo ayudarle a ____________________ con su vestido.
Un retumbo bajo y enojado comenzó en la garganta de Nick.
Jayde se estremeció.
Nick me tiró hacia delante, su brazo envolviéndose a mi alrededor como un abrazo. Su gran cuerpo casi se tragó el mío. Era un gesto posesivo, intencionado a marcarme como suya.
—¿Por qué mi compañera está usando mi bebida?
La mandíbula de Jayde cayó e hizo un ruido sobresaltado y chirriante. Sus ojos se abrieron como canicas, y me miró en shock, luego de nuevo a Nick.
-¿Un… una compañera?
—Mi compañero, —estuve de acuerdo de una manera propia y me acurruqué contra el pecho de Nick, ignorando el hecho de que estaba toda mojada. —Y a él no le gusta cuando otra gente vierte bebidas sobre mí.
—No, —dijo Nick, su voz tan baja y enojada que sonaba con un rugido. —No me gusta.
Jayde palideció.
—Ya veo. Me-me disculpo. No me di cuenta…
—Cuida que no asaltes a mi cita de nuevo, —gruñó Nick amenazadoramente.
La were-jaguar asintió y balbuceó disculpas, retrocediendo. Era gratificante ver cuán completa y absolutamente aterrorizada estaba. Tal vez esta cosa de fingir-salir no sería tan mala después de todo.
—Lo siento mucho, —dijo el camarero, interviniendo y entregándome servilletas. —No me di cuenta de qué estaba pasando. Les conseguiremos una nueva mesa...
—No, —dijo Nick en el mismo tono peligroso. —Nos vamos. —Se quitó su chaqueta y la colgó sobre mis hombros. La prenda casi me tragó entera, el dobladillo de la chaqueta colgando hasta mis rodillas. —Ella está empapada. La cita está arruinada.
—Entiendo, —dijo el camarero. —Les empacaré su cena en cajas para llevar.
—Haga eso. —Nick se volvió hacia Jayde. —Tú pagas.
—Por supuesto, —barbotó ella, luego se apresuró de vuelta a su mesa.
Impresionante. Con unos pocos ceños fruncidos, Nick había logrado intimidar completamente a una loca were-jaguar, conseguir nuestras comidas gratis, y sacarnos de esta cita. Metí las mangas demasiado largas hasta mis brazos, temblando. Demasiado malo que él no hubiera sido capaz de hacerlo antes de que yo hubiera tenido un galón de agua helada vertida sobre mí. Mis pezones se sentían como chinchetas, y mis dientes estaban comenzando a castañear.
—Esperaremos afuera, —le gruñó él al camarero. Apenas tuve tiempo de meter mi celular en mi bolso antes de que Nick agarrara mi mano y me arrastrara fuera del restaurante.
Contuve mi réplica de ser arrastrada por ahí como un viejo bolso. La gente haciendo fila afuera nos miraba con sorpresa, con mi pelo mojado pegado a mi cara y el abrigo de Nick tragándome. ¿Combina eso con una cita de más de un metro ochenta de alto y viéndose excesivamente enojado? No era de extrañar que estuvieran mirándonos como si fuéramos locos.
Nick me arrastró hasta su gran camión todoterreno y entonces me agarró por la cintura, levantándome al capó así yo estaba casi al nivel de los ojos con él. Para mi sorpresa, se inclinó.
—¿Cómo lo hice? —Susurró, a centímetros de mi cara. Su pecho—abrasadoramente caliente—presionado contra mis rodillas.
Vaya, ¿estaba caliente aquí afuera, o era sólo yo? La mirada casi juguetona en la cara de Nick estaba haciéndole cosas graciosas a mis entrañas. Aparté un mechón mojado de cabello de mi cara y le di una media sonrisa.
—Bueno, la buena noticia es que Jayde probablemente nunca verterá una bebida en otra mujer de nuevo.
—Bien.
—Arrastrarme por ahí como un hombre de las cavernas fue un poco demasiado, sin embargo, —añadí secamente.
—Todo es para el espectáculo. Ellos necesitan recordarnos.
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
Oh, yo estaba bastante segura de que recordarían. Miré a la puerta, donde los clientes esperando todavía nos miraban. Nuestro camarero estaba abriéndose paso a través de ellos.
—Aquí viene nuestra comida.
—Bien. —Nick me jaló hacia delante en el camión, y cuando lo miré con sorpresa, capturó mi boca con la suya.
La sorpresa quemó a través de mí. Su boca, normalmente tan dura y seria, era cálida contra la mía, sus labios suaves. Tomando ventaja de mi sorpresa, tiró de mi labio inferior, y luego su lengua se deslizó en mi boca. Después de eso, estuve perdida. Él besaba como un hombre obsesionado, decidido a devorarme. Una y otra vez, su lengua acarició en mi boca, la mía levantándose a su encuentro. Su mano se deslizó hasta mi muslo mojado y me jaló más cerca, y yo envolví mis brazos alrededor de su cuello, alentando el beso.
Si esto era fingiendo, sólo podía imaginar cómo sería realmente besar a Nick.
Su mano en mi muslo estaba caliente, y cuando su lengua se deslizó profunda en mi boca de nuevo, un suave gemido se levantó de mi garganta, y me moví contra su pecho. Mis rodillas estaban atrapadas contra él, así que separe mis piernas, permitiéndole inclinarse aún más cerca de mí, su mano retorciéndose en mi cabello mojado. Mis piernas se envolvieron alrededor de él en respuesta, los tacones enganchándose juntos detrás de su ancha espalda.
Alguien tosió cerca.
Nick le dio a mi boca una última lamida lenta y sensual y luego se apartó, volviéndose para mirar al camarero mientras yo jadeaba, todavía aferrada al pecho de Nick.
—¿Qué? —gruñó.
—Lo siento. Su comida, —balbuceó el camarero, poniendo la bolsa de comida para llevar en la acera y alejándose a prisa.
La mirada de Nick se movió a la bolsa, luego se centró de vuelta en mi cara. Sus ojos estaban vidriosos con nuestro beso, su mirada parpadeando a mi boca húmeda repetidamente. Su mano se apretó en mi cadera.
—¿Dónde están tus bragas? —dijo roncamente.
Ups. Me había olvidado de eso.
—Sorpresa, —dije, dándole a mis muslos un apretón juguetón para distraerlo. Nick era adorable cuando estaba nervioso, y yo estaba sintiéndome juguetona, especialmente después de ese beso increíble. ¿A quién le importaba si era fingido?
Nick se apartó de mí como si quemara. Desenrede mis piernas justo a tiempo para que él se alejara de un tirón, y enderecé mi falda mientras él recogía la bolsa de comida de la acera.
Auch. Supongo que yo era la única sintiendo esa vibra.
El sonido de lejanos aullidos de lobo me despertó de mi sueño. Me senté con un jadeo, mi corazón martilleando. La habitación estaba vacía, la luz de la luna entrando por el agujero en el techo y la ventana sucia. ¿Dónde estaba Nick? ¿Mi protector Anderson? Los aullidos de lobo se levantaron de nuevo y me estremecí, la parte trasera de mi cuello frunciéndose y ondulando ansiosamente. Mordí el interior de mi mejilla por control y baje las escaleras. Parte de mí quería esconderse bajo la cama, pero la parte pequeña y terrible en la boca de mi estómago quería seguir los aullidos. Casi tenían sentido, incluso para mi mente drogada de sueño, y necesitaba saber más.
Me arrastré afuera en el porche en mi camiseta y pantalones de dormir, cruzando mis brazos sobre mi pecho. Había un frío en el aire, pero no se suponía que molestara a la parte lobo de mí—otra cosa que estaba haciendo mal. Miré en los árboles, escuchando por el llamado lobo de nuevo. Había un ligero sabor de cambiador en la brisa, pero olía el aroma de Nick más que nada. Él había estado aquí, y recientemente. ¿A dónde había ido?
Una figura salió de las sombras del porche.
—Pensé que los escucharías, —dijo Connor en voz baja.
Sofoqué el gruñido de lobo que se levantó en mi garganta, tratando de no saltar hacia atrás.
Él vio mi alarma y levantó sus manos en el aire para calmarme.
—No tengo intención de nada. Sólo los escuché y pensé que tú podrías estar curiosa.
Dio un paso hacia atrás, y noté que su aroma estaba mezclado con el ligero olor de… ¿were-puma? Su camisa estaba rasgada y los botones estaban mal hechos, y parecía que su ojo derecho estaba empezando a amoratarse.
Parecía como si alguien no hubiera sido muy bien recibido cuando había pasado por la casa Russell para visitar a cierta were-puma.
Reboté en mis pies, tratando de no parecer preocupada y de mal humor.
—Así que ¿dónde está Nick?
Connor entornó los ojos a los arboles.
—A menos que me equivoque, él está en forma de oso, tratando de cazar a los lobos fuera de la propiedad.
—¿Oh?
Connor se encogió de hombros.
—Ellos están aquí para comprobarte a ti.
¿Porque ellos iban a lanzarse en picado y llevarme de vuelta si no les gustaba cómo él estaba tratándome? Me estremecí con disgusto. La manada de lobos estaba siempre cerniéndose en el fondo, recordándome que estaban observándome. Que incluso si yo trataba de cortarlos de mi vida, ellos todavía aparecerían.
Los aullidos se levantaron de nuevo, más débiles esta vez.
Connor me miró.
—¿Puedes entenderlos? ¿Los aullidos?
—No, —dije. —¿Tú puedes?
Asintió.
—La mayoría de los lobos pueden. Eventualmente tú lo aprenderás cuando te conviertas más en sintonía con tu lado lobo. ¿No se supone que sientes la necesidad de transformarte?
Negué con mi cabeza.
—Por lo general no lo siento venir hasta que es demasiado tarde.
—Eso es porque estás esperando demasiado tiempo.
Lo miré.
—Así que ¿Cuándo vas a enseñarme?
—Yo no, —dijo suavemente y tomó un paso lejos de mí.
—¿Qué quieres decir, no vas a ayudarme? Pensé que mi vida estaba en peligro.
—Lo está, —dijo, entonces dio otro paso lejos de mí, su mirada fija en la línea oscura de arboles. —Sabes tan bien como yo que él no va a dejar a otro hombre cerca de ti cuando estás vulnerable.
—No seas ridículo, —me burlé. Quería decir más, pero una gran forma apareció en las sombras, y mis fosas nasales se llenaron con el aroma de oso. Nick. Sus ojos brillaban en la oscuridad, y se cernía al borde de la línea de árboles, esperando.
Los temblores incómodos comenzaron a lo largo de mi espalda de nuevo. Si Nick quería hacerme daño en su forma de oso, estaría indefensa. Él era tan grande… pero cuando Connor se movió otros pocos metros lejos, me di cuenta que la mirada del enorme oso no estaba sobre mí.
Estaba sobre Connor.
—¿Entonces cómo se supone que aprenda cómo cambiar si él no te dejará cerca de mí? —Pregunté.
Connor me dio una sonrisa perezosa.
—No lo sé. Probablemente deberías preguntarle a tu compañero.
Esto estaba sólo poniéndose tonto.
—Hablaré con él, —dije. —Este acuerdo entre la manada de lobos y nuestra Alianza necesita funcionar. Nick sabe eso. Yo puedo razonar con él...
—Aquí viene nuestra comida.
—Bien. —Nick me jaló hacia delante en el camión, y cuando lo miré con sorpresa, capturó mi boca con la suya.
La sorpresa quemó a través de mí. Su boca, normalmente tan dura y seria, era cálida contra la mía, sus labios suaves. Tomando ventaja de mi sorpresa, tiró de mi labio inferior, y luego su lengua se deslizó en mi boca. Después de eso, estuve perdida. Él besaba como un hombre obsesionado, decidido a devorarme. Una y otra vez, su lengua acarició en mi boca, la mía levantándose a su encuentro. Su mano se deslizó hasta mi muslo mojado y me jaló más cerca, y yo envolví mis brazos alrededor de su cuello, alentando el beso.
Si esto era fingiendo, sólo podía imaginar cómo sería realmente besar a Nick.
Su mano en mi muslo estaba caliente, y cuando su lengua se deslizó profunda en mi boca de nuevo, un suave gemido se levantó de mi garganta, y me moví contra su pecho. Mis rodillas estaban atrapadas contra él, así que separe mis piernas, permitiéndole inclinarse aún más cerca de mí, su mano retorciéndose en mi cabello mojado. Mis piernas se envolvieron alrededor de él en respuesta, los tacones enganchándose juntos detrás de su ancha espalda.
Alguien tosió cerca.
Nick le dio a mi boca una última lamida lenta y sensual y luego se apartó, volviéndose para mirar al camarero mientras yo jadeaba, todavía aferrada al pecho de Nick.
—¿Qué? —gruñó.
—Lo siento. Su comida, —balbuceó el camarero, poniendo la bolsa de comida para llevar en la acera y alejándose a prisa.
La mirada de Nick se movió a la bolsa, luego se centró de vuelta en mi cara. Sus ojos estaban vidriosos con nuestro beso, su mirada parpadeando a mi boca húmeda repetidamente. Su mano se apretó en mi cadera.
—¿Dónde están tus bragas? —dijo roncamente.
Ups. Me había olvidado de eso.
—Sorpresa, —dije, dándole a mis muslos un apretón juguetón para distraerlo. Nick era adorable cuando estaba nervioso, y yo estaba sintiéndome juguetona, especialmente después de ese beso increíble. ¿A quién le importaba si era fingido?
Nick se apartó de mí como si quemara. Desenrede mis piernas justo a tiempo para que él se alejara de un tirón, y enderecé mi falda mientras él recogía la bolsa de comida de la acera.
Auch. Supongo que yo era la única sintiendo esa vibra.
* * *
El sonido de lejanos aullidos de lobo me despertó de mi sueño. Me senté con un jadeo, mi corazón martilleando. La habitación estaba vacía, la luz de la luna entrando por el agujero en el techo y la ventana sucia. ¿Dónde estaba Nick? ¿Mi protector Anderson? Los aullidos de lobo se levantaron de nuevo y me estremecí, la parte trasera de mi cuello frunciéndose y ondulando ansiosamente. Mordí el interior de mi mejilla por control y baje las escaleras. Parte de mí quería esconderse bajo la cama, pero la parte pequeña y terrible en la boca de mi estómago quería seguir los aullidos. Casi tenían sentido, incluso para mi mente drogada de sueño, y necesitaba saber más.
Me arrastré afuera en el porche en mi camiseta y pantalones de dormir, cruzando mis brazos sobre mi pecho. Había un frío en el aire, pero no se suponía que molestara a la parte lobo de mí—otra cosa que estaba haciendo mal. Miré en los árboles, escuchando por el llamado lobo de nuevo. Había un ligero sabor de cambiador en la brisa, pero olía el aroma de Nick más que nada. Él había estado aquí, y recientemente. ¿A dónde había ido?
Una figura salió de las sombras del porche.
—Pensé que los escucharías, —dijo Connor en voz baja.
Sofoqué el gruñido de lobo que se levantó en mi garganta, tratando de no saltar hacia atrás.
Él vio mi alarma y levantó sus manos en el aire para calmarme.
—No tengo intención de nada. Sólo los escuché y pensé que tú podrías estar curiosa.
Dio un paso hacia atrás, y noté que su aroma estaba mezclado con el ligero olor de… ¿were-puma? Su camisa estaba rasgada y los botones estaban mal hechos, y parecía que su ojo derecho estaba empezando a amoratarse.
Parecía como si alguien no hubiera sido muy bien recibido cuando había pasado por la casa Russell para visitar a cierta were-puma.
Reboté en mis pies, tratando de no parecer preocupada y de mal humor.
—Así que ¿dónde está Nick?
Connor entornó los ojos a los arboles.
—A menos que me equivoque, él está en forma de oso, tratando de cazar a los lobos fuera de la propiedad.
—¿Oh?
Connor se encogió de hombros.
—Ellos están aquí para comprobarte a ti.
¿Porque ellos iban a lanzarse en picado y llevarme de vuelta si no les gustaba cómo él estaba tratándome? Me estremecí con disgusto. La manada de lobos estaba siempre cerniéndose en el fondo, recordándome que estaban observándome. Que incluso si yo trataba de cortarlos de mi vida, ellos todavía aparecerían.
Los aullidos se levantaron de nuevo, más débiles esta vez.
Connor me miró.
—¿Puedes entenderlos? ¿Los aullidos?
—No, —dije. —¿Tú puedes?
Asintió.
—La mayoría de los lobos pueden. Eventualmente tú lo aprenderás cuando te conviertas más en sintonía con tu lado lobo. ¿No se supone que sientes la necesidad de transformarte?
Negué con mi cabeza.
—Por lo general no lo siento venir hasta que es demasiado tarde.
—Eso es porque estás esperando demasiado tiempo.
Lo miré.
—Así que ¿Cuándo vas a enseñarme?
—Yo no, —dijo suavemente y tomó un paso lejos de mí.
—¿Qué quieres decir, no vas a ayudarme? Pensé que mi vida estaba en peligro.
—Lo está, —dijo, entonces dio otro paso lejos de mí, su mirada fija en la línea oscura de arboles. —Sabes tan bien como yo que él no va a dejar a otro hombre cerca de ti cuando estás vulnerable.
—No seas ridículo, —me burlé. Quería decir más, pero una gran forma apareció en las sombras, y mis fosas nasales se llenaron con el aroma de oso. Nick. Sus ojos brillaban en la oscuridad, y se cernía al borde de la línea de árboles, esperando.
Los temblores incómodos comenzaron a lo largo de mi espalda de nuevo. Si Nick quería hacerme daño en su forma de oso, estaría indefensa. Él era tan grande… pero cuando Connor se movió otros pocos metros lejos, me di cuenta que la mirada del enorme oso no estaba sobre mí.
Estaba sobre Connor.
—¿Entonces cómo se supone que aprenda cómo cambiar si él no te dejará cerca de mí? —Pregunté.
Connor me dio una sonrisa perezosa.
—No lo sé. Probablemente deberías preguntarle a tu compañero.
Esto estaba sólo poniéndose tonto.
—Hablaré con él, —dije. —Este acuerdo entre la manada de lobos y nuestra Alianza necesita funcionar. Nick sabe eso. Yo puedo razonar con él...
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
—No puedes, —dijo Connor. —El instinto de compañero es fuerte y posesivo. Cuando encuentra la mujer que quiere, la agarra y no soltará. No piensas claramente cuando ella está alrededor. Cuando su aroma está en tus fosas nasales, ella es todo en lo que puedes pensar. —Una mirada sombría invadió su rostro. —Y cuando ella no te hablará, la luz en tu mundo se apaga.
Tenía la sensación de que ya no estábamos hablando de mí.
Connor notó mi silencio y se aclaró la garganta.
—Él no va a quererte en ningún lugar cerca de otro cambiador, especialmente uno del que estás asustada. Es el instinto de compañero.
Sí, pero nosotros no somos realmente compañeros, así que eso no era.
—Estoy segura de que puedo razonar con Nick.
—Y yo estoy seguro de que no puedes. Confía en mí en esto. —Connor miró a mi cuello, luego se dirigió a través del patio demasiado crecido hacia la cabaña de invitados. —Te veo en la mañana. No olvides que tenemos la barbacoa mañana. Me imagino que eso es lo que ellos vinieron a recordarte.
Como si pudiera olvidarlo.
—¿Cuánto tiempo les tomará que se olviden de mí?
Me estudió durante un minuto, y su mirada se suavizó en algo que era o simpatía o lástima. Luego desvió la mirada, como si estuviera pensando.
—Puede ser que tome un tiempo.
Él estaba mintiendo. Lo miré, y él no me devolvería la mirada.
—¿Van a olvidarse de mi? —Pregunté en una voz más pequeña. —¿Alguna vez?
Connor sólo me dio una mirada de dolor.
—Si yo pudiera hacer que dieran marcha atrás, lo haría. Está afectando mi vida también.
—¿Debido a Savannah?
Un destello de intenso dolor cruzó su rostro, rápidamente enmascarado.
—Ellos no me dejaran estar con ella. La necesito, pero no puedo tenerla… no es que ella me tendría. No fui lo suficientemente fuerte cuando ella me necesitó. —Sus manos se apretaron en puños y miró fijamente al bosque, los ojos intensos. —Tengo que dejar de pensar en ella, porque tanto como el tío Levi sea el alfa, es su forma. Lo que yo quiera no importa. Lo que tú quieras no importa. Es lo que Levi quiere. Y lo que él quiere es que los lobos pertenezcan a una manada de lobos. No ser compañeros con gatos u osos.
—Si eso es cómo tu tío Levi piensa, estoy sorprendida de que accediera a este pacto.
La sonrisa de Connor se levanto en un giro irónico.
—Él está dándote un poco de cuerda.
—¿Sólo lo suficiente con qué ahorcarme?
Asintió.
—Ni más, ni menos. Si conozco a tío Levi, está esperando a que este experimento sea un fracaso y tú vendrás corriendo de vuelta a la manada lo suficientemente pronto. Lo cual es por qué necesitas decirle a Nick que te mantenga cerca y no deje que nadie se interponga en el camino de su amor.
Antes de que pudiera balbucear algo apropiado, dio media vuelta y regresó a la casa de huéspedes.
Lo vi irse, luego me volví para mirar la forma masiva de Nick, descomunal en el bosque. El aroma de oso era casi abrumador, y la visión de él tocado una fibra de miedo en mi corazón. ¿Y si tenía el temperamento que Roy tenía? ¿Y si esa impotente falta de control era lo que todos los cambiadores varones sentían en torno a una mujer? Quería hablar con él, obligarlo a cambiar de nuevo y discutir de Connor, pero no podía atreverme a acercarse al oso.
Me dirigí de vuelta adentro y me deslicé bajo las mantas. Fue un largo tiempo antes de Nick regre____________________, y le oí subir crujiendo las escaleras antes de deslizarse en nuestra habitación.
Fingí dormir, manteniendo mi respiración tranquila.
Él entró y se paró a un lado de la cama; y la piel de atrás de mi nuca hormigueó. Sabía que me estaba mirando. Después de un momento se metió en la cama, su piel caliente contra la mía, y no protesté cuando me atrajo cerca y me metió debajo de su barbilla. Mis músculos se relajaron, y me apoyé en el calor sólido de su ancho pecho.
El hombre Nick no me asustaba. Era el aspecto bestia de él—y yo misma—lo que me hacía cuestionar todo.
Tenía la sensación de que ya no estábamos hablando de mí.
Connor notó mi silencio y se aclaró la garganta.
—Él no va a quererte en ningún lugar cerca de otro cambiador, especialmente uno del que estás asustada. Es el instinto de compañero.
Sí, pero nosotros no somos realmente compañeros, así que eso no era.
—Estoy segura de que puedo razonar con Nick.
—Y yo estoy seguro de que no puedes. Confía en mí en esto. —Connor miró a mi cuello, luego se dirigió a través del patio demasiado crecido hacia la cabaña de invitados. —Te veo en la mañana. No olvides que tenemos la barbacoa mañana. Me imagino que eso es lo que ellos vinieron a recordarte.
Como si pudiera olvidarlo.
—¿Cuánto tiempo les tomará que se olviden de mí?
Me estudió durante un minuto, y su mirada se suavizó en algo que era o simpatía o lástima. Luego desvió la mirada, como si estuviera pensando.
—Puede ser que tome un tiempo.
Él estaba mintiendo. Lo miré, y él no me devolvería la mirada.
—¿Van a olvidarse de mi? —Pregunté en una voz más pequeña. —¿Alguna vez?
Connor sólo me dio una mirada de dolor.
—Si yo pudiera hacer que dieran marcha atrás, lo haría. Está afectando mi vida también.
—¿Debido a Savannah?
Un destello de intenso dolor cruzó su rostro, rápidamente enmascarado.
—Ellos no me dejaran estar con ella. La necesito, pero no puedo tenerla… no es que ella me tendría. No fui lo suficientemente fuerte cuando ella me necesitó. —Sus manos se apretaron en puños y miró fijamente al bosque, los ojos intensos. —Tengo que dejar de pensar en ella, porque tanto como el tío Levi sea el alfa, es su forma. Lo que yo quiera no importa. Lo que tú quieras no importa. Es lo que Levi quiere. Y lo que él quiere es que los lobos pertenezcan a una manada de lobos. No ser compañeros con gatos u osos.
—Si eso es cómo tu tío Levi piensa, estoy sorprendida de que accediera a este pacto.
La sonrisa de Connor se levanto en un giro irónico.
—Él está dándote un poco de cuerda.
—¿Sólo lo suficiente con qué ahorcarme?
Asintió.
—Ni más, ni menos. Si conozco a tío Levi, está esperando a que este experimento sea un fracaso y tú vendrás corriendo de vuelta a la manada lo suficientemente pronto. Lo cual es por qué necesitas decirle a Nick que te mantenga cerca y no deje que nadie se interponga en el camino de su amor.
Antes de que pudiera balbucear algo apropiado, dio media vuelta y regresó a la casa de huéspedes.
Lo vi irse, luego me volví para mirar la forma masiva de Nick, descomunal en el bosque. El aroma de oso era casi abrumador, y la visión de él tocado una fibra de miedo en mi corazón. ¿Y si tenía el temperamento que Roy tenía? ¿Y si esa impotente falta de control era lo que todos los cambiadores varones sentían en torno a una mujer? Quería hablar con él, obligarlo a cambiar de nuevo y discutir de Connor, pero no podía atreverme a acercarse al oso.
Me dirigí de vuelta adentro y me deslicé bajo las mantas. Fue un largo tiempo antes de Nick regre____________________, y le oí subir crujiendo las escaleras antes de deslizarse en nuestra habitación.
Fingí dormir, manteniendo mi respiración tranquila.
Él entró y se paró a un lado de la cama; y la piel de atrás de mi nuca hormigueó. Sabía que me estaba mirando. Después de un momento se metió en la cama, su piel caliente contra la mía, y no protesté cuando me atrajo cerca y me metió debajo de su barbilla. Mis músculos se relajaron, y me apoyé en el calor sólido de su ancho pecho.
El hombre Nick no me asustaba. Era el aspecto bestia de él—y yo misma—lo que me hacía cuestionar todo.
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
Capítulo Ocho
La mañana siguiente, Nick me dejó en el trabajo con un beso cortés en la frente y un comentario murmurado de que él estaría de vuelta para recogerme a tiempo para la barbacoa Anderson. No le gustó dejarme a solas con Connor, y tampoco me gustó a mí. Pero si se suponía que íbamos a asumir nuestra vida normal, él no podía continuar a flotando a mi alrededor. Incluso más que eso, quería demostrarles a los lobos Anderson que no iba a dar marcha atrás, y que no estábamos intimidados por sus amenazas.
Pero yo estaba intimidada.
De hecho, estaba tan intimidada que quería Nick viniera y pa___________________ el día siendo mi sombra otra vez, pero él tenía un trabajo que hacer, y Connor sospecharía algo si Nick rondaba continuamente. Así que a regañadientes lo dejé ir.
Connor me siguió a la oficina, pero él parecía aburrido tan pronto como llegamos ahí, así que le di una pila de archivos e instrucciones, y se puso a trabajar. Siguió mirándome, y me pregunté si él esperaba que momentáneamente me creciera una cola. Exactamente ¿qué frecuencia se supone que un cambiador debería transformarse, de todos modos? Yo no sabía de estas cosas, y parecía estúpido preguntar.
Mi hermana entró, vestida con un suéter amarillo alegre y sus jeans favoritos. Su largo cabello estaba suelto sobre los hombros, y llevaba una sonrisa radiante. La saludé con una sonrisa que se desvaneció cuando ella se sentó y apartó el pelo de la nuca.
Su cuello blanco mostraba con orgullo la marca enorme de su compañero, y un rubor caliente se apoderó de mi cara al verlo.
Las marcas del compañero son una de esas cosas peculiares que cada cambiador puede ver claro como el día, pero ningún humano podía ver. Es una especie de cruce entre un color brillante en la piel y un olor difícil de describir, pero obvio para cualquier persona con una cola. Declaraba al compañero fuera de los límites, poseído y orgulloso de ello.
Me toqué el cuello pensativamente. Connor lo había mirado fijamente, y me preguntaba si iba a decirle a su padre que no había sido marcada. Tal vez era el momento de llevar lo del pretendiente a un nivel completamente nuevo. Si yo tuviera una marca de un compañero en el cuello para el baile, sería añadir mucha más credibilidad a nuestra relación.
Un escalofrío brilló sobre mí ante la idea, y me imaginé la gran forma de Nick cerniéndose sobre la mía, su piel caliente contra mi propia boca, encerrado en mi garganta... Jesús. Me abanicaba con una carpeta de archivos. Seguro que se había vuelto más caliente aquí.
Tal vez traería el tema a Nick esta noche. Me sonrojé ante la idea, al igual que mi pulso se aceleró.Disculpa, ¿crees que me puedes morder en la garganta un par de veces? Quiero asegurarme de que todo el mundo piense que soy tu compañera. No importa si espontáneamente tengo un orgasmo. Estoy haciendo esto sólo para nuestra farsa.
No había tenido relaciones sexuales con un hombre desde que tenía diecisiete años. Ni siquiera lo quería considerar. Pero el sexo era como una picazón que no podía ser rayada, y desde entonces había mordido, mi deseo sexual había incrementado de un poco. Por lo general me hacía cargo de mí misma, ya que el pensamiento de un hombre que me tocara me llenó de inquietud. ¿Qué pasaría si cambiara cuando me tocara? El sexo era un solo acto de necesidad.
Pero... todo el mundo ya pensaba que Nick y yo estábamos haciendolo. Me pregunté si sería una manera de alargar esto. Me pregunté si Nick alguna vez había pensado sobre ello.
Como si hubiera sido convocado, el timbre de la puerta sonó. Miré hacia arriba para ver a Nick en la puerta de la oficina. Sus anchos hombros tapaban el sol de la mañana, proyectando una sombra sobre mi escritorio, ya que era el más cercano a la puerta.
Lo miré con sorpresa, mis mejillas con un rubor caliente por mis pensamientos. La sincronización de Nick era... espeluznante.
—¿Todo bien?
Se acercó a mi escritorio, y me di cuenta de lo que tenía en la mano, un vaso de Starbucks con tapa y una pequeña bolsa de papel marrón. Mientras me pasaba el café, lo tomé, sorprendida.
Estuve aún más sorprendida cuando él se inclinó y besó la parte superior de mi cabeza.
—Que tengas un buen día en la oficina.
Luego salió de la oficina.
Lo miré fijamente, mirando su ancha espalda flexionarse a la luz del sol. Él entrecerró los ojos, se puso un par de gafas de sol y una gorra de béisbol Russell Security, y se metió en su camioneta. Bajé la vista hacia el vaso en mi mano. Los Starbucks más cercanos estaba por lo menos a diez minutos. ¿Había ido a conseguirlo sólo para mí?
¿Había escuchado mi comentario casual a Connor ayer? ¿O Connor se lo había ofrecido? Seguro que no, si el trabajo de Connor era para tentarme hacia la manada. Miré al hombre lobo, pero aún estaba archivando, con una mirada aburrida en su rostro.
Una tos de cortesía pequeña me llamó la atención. Miré al otro lado de la habitación, y Bath señaló con su dedo al monitor.
Eché un vistazo a mi propia pantalla. Bath me había enviado un mensaje de chat. Vaya, él es realmente bueno en esto de fingir, ¿no es así?
Yo diría que lo era. El Starbucks fue muy considerado. ¿El beso en mi cabeza después? Se sentía como algo que una pareja de verdad habría hecho. No quería compartir con mi hermana que estaba teniendo algunos pensamientos no-tan-falsos sobre mi compañero falso. Escribí de vuelta, Nick es muy considerado. Quiere asegurarse de que esto parezca real.
Mientras escribía, sentí que mi corazón se caía un poco. ¿Eso era todo lo que había sido? ¿Que era muy bueno con los detalles? Ciertamente estaba leyendo más en una taza de café de lo que debería.
Otro mensaje apareció de mi hermana. La próxima vez, dile que me traiga un café, también. Me gusta descafeinado.
Otro mensaje apareció de mi hermana. La próxima vez, dile que me traiga un café, también. Me gusta descafeinado.
***
A medida que el día avanzaba, mi ansiedad crecía ante la idea de la barbacoa Anderson. Había intentado escabullirme de ella, pero Connor había sido insistente, y mi hermana estaba entusiasmada en mi nombre.
—Piensa en todos los indicios que te pueden dar, —dijo—. Y puedes decirles a todos acerca del Midnight Liaisons. Tal vez puedas hablar un poco más de ellos de firmar la Alianza. Piensa en ti mismo como una embajadora.
¿Embajador? ¿Indicios? ¿Cómo si fueran a cambiar la forma-de-cambio de las historias de las hamburguesas y perros calientes? Mi hermana tenía una extraña idea de lo que sería la barbacoa. Las náuseas en mi estómago crecieron.
¿Representantes? ¿Indicios? ¿Al igual que ellos iban a intercambiar historias de su cambio de forma por hamburguesas y perros calientes.
—¿Estás segura de que tú y Joe no quieren venir?
—No podemos, —dijo con una mueca pequeña, escribiendo en su escritorio—. No estamos invitados. Joe dice que es un importante paso en falso si nos invitamos a una función de no-Alianza.
Por lo que yo sabía de los cambiadores, él tenía razón. Más como una guerra si decidieran intervenir de nuevo. Suspiré. Me habría sentido mucho mejor con mi hermana a mi lado.
Eché un vistazo a Connor, que continuaba archivando diligentemente. Saqué mis archivos de la base de datos de Midnight Liaisons. En un capricho, hice clic en el perfil de Nick de nuevo. Se veía tan maleducado. Grande y hosco. ¿Era una duda que él no tuviera citas? Abrí una ventana de mensaje instantáneo hacia mi hermana, ahora curiosa.
—No podemos, —dijo con una mueca pequeña, escribiendo en su escritorio—. No estamos invitados. Joe dice que es un importante paso en falso si nos invitamos a una función de no-Alianza.
Por lo que yo sabía de los cambiadores, él tenía razón. Más como una guerra si decidieran intervenir de nuevo. Suspiré. Me habría sentido mucho mejor con mi hermana a mi lado.
Eché un vistazo a Connor, que continuaba archivando diligentemente. Saqué mis archivos de la base de datos de Midnight Liaisons. En un capricho, hice clic en el perfil de Nick de nuevo. Se veía tan maleducado. Grande y hosco. ¿Era una duda que él no tuviera citas? Abrí una ventana de mensaje instantáneo hacia mi hermana, ahora curiosa.
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
¿Por cuanto tiempo Joe ha conocido a Nick?
Doce años. Su familia adoptó a Nick cuando él fue exiliado de su clan.
¿Por qué fue exiliado?
No lo sé. ¿Quieres que le pregunte a Joe?
No, está bien. No quería que supiese que estaba preguntando por Nick. Luciría como si estuviera más interesada de lo que debería. Escribí, ¿Joe nunca ha dicho algo sobre los hábitos de citas de Nick?
Solo que él en realidad no sale, ella respondió. Todos le tienen miedo. No puedo culparlos. Él no te ha amenazado, ¿verdad? . Mi hermana preguntó.
Por supuesto que no, Respondí. Solo tenía curiosidad.
Miré su perfil de nuevo Miembro de la alianza por doce años. Tenía veintisiete años ahora. ¿Él había estado en la alianza desde los quince? Me lo imagine como un brusco adolescente, sin afeitar y un chip en su hombro, manos en los bolsillos. ¿Por qué había sido exiliado? Era muy joven.
Seguí viendo su perfil, examinándolo buscando por pistas faltantes. Algo faltaba. El gran link de Estado aun brillaba en la parte superior del perfil, sentí una punzada de culpa. Hice clic en el link de la pareja de Nick casi ociosamente, esperando que me dirija a mi perfil sin embargo, dado que estábamos relacionados.
La puerta de la agencia se abrió de un golpe. Entró un príncipe mágico, todo sonrisas y oliendo a flores. La única manera que podía distinguir a un príncipe de un humano regular era la esencia de frescas, limpias cosas creciendo. El glamour de este era el de un hombre que parecía George Clooney con lentes. Los encantos eran convincentes, pero no particularmente originales. Usualmente copias del último tabloide de celebridades. ¿Todos esos Elvis vistos en el día ? Príncipes mágicos divirtiéndose. Estaba dispuesta a apostar que la mayoría de las historias de los tabloides de Hollywood eran resultado del encanto-transformador de los príncipes mágicos. Usualmente no usaban la misma cara por mucho.
Agradecida por la distracción, me puse de pie para saludarlo.
―Hola, bienvenido a Midnight Liasisons. ¿Puedo ayudarle?
Él me entrego su tarjeta de la Alianza con una sonrisa.
―Estuve aquí hace unos días. Necesito una acompañante para un importante banquete la próxima semana.
Lo invité a sentarse en la silla frente a mi escritorio. Un príncipe en la oficina significaba que no tenia que pensar en lobos o cambiadores un rato. Un agradable respiro. El príncipe modifico su perfil, y discutimos el tipo de personas con las que le gustaría salir. No tenía un género de preferencia, así que le sugerí considerar a nuestro doppelganger. A Jean siempre le costaba encontrar citas, pero el príncipe lucia intrigado, y le pase uno de los brillantes folletos naranjas que mi hermana había creado para inminente baile del granero.
―Le sugeriría el glamour de alguien sencillo si quiere mezclarse―Agregue amablemente―Un actor muy conocido podría ser un poco distractor.
Él suspiro con pesar.
―Supongo que puedo analizar mi arte del retrato prerrafaelista y escoger una nueva cara.
―Suena maravilloso―Coincidí. Guarde su perfil en la computadora y salí. Tan pronto como el príncipe vació el asiento frente a mi escritorio, Connor se deslizó de nuevo en el y me sonrió. Connor tocó el filo del monitor y lo empujo de vuelta hacia él, mirando la pantalla.
―¿Amiga tuya?
Levante la vista de la pila de papeleo que estaba hojeando, confundida.
—¿Huh?
Connor inclino la cabeza hacia el monitor.
―¿Una cliente?
No tenía idea de que estaba hablando. Me lo quede mirando, después a la pantalla de la computadora. Un desconocido perfil me devolvía la mirada- una mujer rubia con largo cabello, grandes aretes con forma de aros y una bufanda colorida. ¿Cómo entré a esta pagina? Volteé el monitor lejos de Connor.
—¿Querías salir con ella?
Él se encogió de hombros y se reclinó en su silla, repentinamente todo casual.
—Nah. Solo me preguntaba porque estabas mirando su perfil.
No sabia que pensar. No podía estar enojada ¿Cierto? Quiero decir, ¿Cómo podía estar enojada porque él aparte tuviese una verdadera pareja? Esto no se trataba de sentimientos – esto era sobre mi seguridad- ¿Entonces por qué me enojaba tanto que nunca me la hubiese mencionado? ¿Qué cuando me besó y me miro con ardientes ojos, que ella no estuviese en su mente? ¿Estábamos poniéndole los cuernos? ¿Era hacer trampa si nuestra relación era fingida? Me sentía enferma.
Esta no era una verdadera relación, pero… necesitaba saber que era.
Para cuando Nick llego a recogerme, el señor príncipe se había ido hace mucho, mi hermana se había ido por el día, y estaba sola con un muy aburrido Connor, quien jugaba solitario en una computadora cercana. Trate de ignorarlo mientras trabajaba, pero él siempre estaba ahí, su esencia en mis fosas nasales.
Nick no se había cambiado de sus ropas de trabajo para recogerme – su camiseta tenia el logo de Seguridad Russel encima de un pectoral, y su piel se veía bronceada por el sol. Me preguntaba que había hecho todo el día- ¿Seguir clientes? ¿Separar cambiadores de enojadas antiguas parejas? ¿O solo echar personas que no hacían lo que Joe quería? ¿Era Seguridad Russel solo un nombre sofisticado para la versión de la Alianza de la mafia?
Doce años. Su familia adoptó a Nick cuando él fue exiliado de su clan.
¿Por qué fue exiliado?
No lo sé. ¿Quieres que le pregunte a Joe?
No, está bien. No quería que supiese que estaba preguntando por Nick. Luciría como si estuviera más interesada de lo que debería. Escribí, ¿Joe nunca ha dicho algo sobre los hábitos de citas de Nick?
Solo que él en realidad no sale, ella respondió. Todos le tienen miedo. No puedo culparlos. Él no te ha amenazado, ¿verdad? . Mi hermana preguntó.
Por supuesto que no, Respondí. Solo tenía curiosidad.
Miré su perfil de nuevo Miembro de la alianza por doce años. Tenía veintisiete años ahora. ¿Él había estado en la alianza desde los quince? Me lo imagine como un brusco adolescente, sin afeitar y un chip en su hombro, manos en los bolsillos. ¿Por qué había sido exiliado? Era muy joven.
Seguí viendo su perfil, examinándolo buscando por pistas faltantes. Algo faltaba. El gran link de Estado aun brillaba en la parte superior del perfil, sentí una punzada de culpa. Hice clic en el link de la pareja de Nick casi ociosamente, esperando que me dirija a mi perfil sin embargo, dado que estábamos relacionados.
La puerta de la agencia se abrió de un golpe. Entró un príncipe mágico, todo sonrisas y oliendo a flores. La única manera que podía distinguir a un príncipe de un humano regular era la esencia de frescas, limpias cosas creciendo. El glamour de este era el de un hombre que parecía George Clooney con lentes. Los encantos eran convincentes, pero no particularmente originales. Usualmente copias del último tabloide de celebridades. ¿Todos esos Elvis vistos en el día ? Príncipes mágicos divirtiéndose. Estaba dispuesta a apostar que la mayoría de las historias de los tabloides de Hollywood eran resultado del encanto-transformador de los príncipes mágicos. Usualmente no usaban la misma cara por mucho.
Agradecida por la distracción, me puse de pie para saludarlo.
―Hola, bienvenido a Midnight Liasisons. ¿Puedo ayudarle?
Él me entrego su tarjeta de la Alianza con una sonrisa.
―Estuve aquí hace unos días. Necesito una acompañante para un importante banquete la próxima semana.
Lo invité a sentarse en la silla frente a mi escritorio. Un príncipe en la oficina significaba que no tenia que pensar en lobos o cambiadores un rato. Un agradable respiro. El príncipe modifico su perfil, y discutimos el tipo de personas con las que le gustaría salir. No tenía un género de preferencia, así que le sugerí considerar a nuestro doppelganger. A Jean siempre le costaba encontrar citas, pero el príncipe lucia intrigado, y le pase uno de los brillantes folletos naranjas que mi hermana había creado para inminente baile del granero.
―Le sugeriría el glamour de alguien sencillo si quiere mezclarse―Agregue amablemente―Un actor muy conocido podría ser un poco distractor.
Él suspiro con pesar.
―Supongo que puedo analizar mi arte del retrato prerrafaelista y escoger una nueva cara.
―Suena maravilloso―Coincidí. Guarde su perfil en la computadora y salí. Tan pronto como el príncipe vació el asiento frente a mi escritorio, Connor se deslizó de nuevo en el y me sonrió. Connor tocó el filo del monitor y lo empujo de vuelta hacia él, mirando la pantalla.
―¿Amiga tuya?
Levante la vista de la pila de papeleo que estaba hojeando, confundida.
—¿Huh?
Connor inclino la cabeza hacia el monitor.
―¿Una cliente?
No tenía idea de que estaba hablando. Me lo quede mirando, después a la pantalla de la computadora. Un desconocido perfil me devolvía la mirada- una mujer rubia con largo cabello, grandes aretes con forma de aros y una bufanda colorida. ¿Cómo entré a esta pagina? Volteé el monitor lejos de Connor.
—¿Querías salir con ella?
Él se encogió de hombros y se reclinó en su silla, repentinamente todo casual.
—Nah. Solo me preguntaba porque estabas mirando su perfil.
¿Lo había hecho? No recordaba lo que había estado mirando antes de que el señor príncipe haya entrado. Examiné su perfil por un momento – Nikolina Aasen- pero no la reconocí. Le di clic al botón de Atrás, tratando de recordar a que le había hecho clic para terminar en el perfil de Nikolina.
Después un frio y duro nudo se formó en mi estomago. Le hice clic en el link de pareja en la parte superior del perfil de Nick.
El perfil de Nikolina apareció de nuevo. Los dos perfiles estaban conectados. Estudie la información de Nikolina. Perfil- inactive. Raza-were oso Estado-En una relación.
La razón porque el perfil de Nick no mostraba actividad era porque mi falsa pareja ya tenia una verdadera.
***
No sabia que pensar. No podía estar enojada ¿Cierto? Quiero decir, ¿Cómo podía estar enojada porque él aparte tuviese una verdadera pareja? Esto no se trataba de sentimientos – esto era sobre mi seguridad- ¿Entonces por qué me enojaba tanto que nunca me la hubiese mencionado? ¿Qué cuando me besó y me miro con ardientes ojos, que ella no estuviese en su mente? ¿Estábamos poniéndole los cuernos? ¿Era hacer trampa si nuestra relación era fingida? Me sentía enferma.
Esta no era una verdadera relación, pero… necesitaba saber que era.
Para cuando Nick llego a recogerme, el señor príncipe se había ido hace mucho, mi hermana se había ido por el día, y estaba sola con un muy aburrido Connor, quien jugaba solitario en una computadora cercana. Trate de ignorarlo mientras trabajaba, pero él siempre estaba ahí, su esencia en mis fosas nasales.
Nick no se había cambiado de sus ropas de trabajo para recogerme – su camiseta tenia el logo de Seguridad Russel encima de un pectoral, y su piel se veía bronceada por el sol. Me preguntaba que había hecho todo el día- ¿Seguir clientes? ¿Separar cambiadores de enojadas antiguas parejas? ¿O solo echar personas que no hacían lo que Joe quería? ¿Era Seguridad Russel solo un nombre sofisticado para la versión de la Alianza de la mafia?
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
Nosotros tres nos amontonamos en la camioneta de nuevo, y Connor le dio instrucciones a Nick mientras yo trataba de calmar mi acelerado corazón. No quería ver a los lobos. ¿Y si se trataba de una trampa? Roy había sido así de engañoso. Me había prometido una cosa y me había sorprendido con otra, hasta el punto en que cada vez que olía a lobo, de inmediato desconfiaba de ello. Incluso de mi propio olor.
Nos paramos en una extensa finca de estilo rústico con varias hectáreas alrededor. No me sorprendió ver a media docena de camiones frente a la casa y el camino de grava circular lleno. Nosotros aparcamos en el lado de la carretera, y Nick tiró del freno de mano. Olí el humo y la barbacoa cuando el viento cambió, y el abrumador olor de lobo. Incluso desde aquí pude coger susurros de conversación. Cada nervio de mi cuerpo cantaba en alarma, y agarré el brazo de Nick.
—No quiero ir —le susurré.
Connor me dio una mirada de disgusto, y sabía que él se rebelaba ante mi lloriqueo.
—No tengas miedo. Nadie va a comerte.
El gran brazo de Nick fue alrededor de mis hombros y me atrajo hacia él. Oí el bajo gruñido comenzar a retumbar en su pecho de nuevo.
—Si ___________________ quiere irse, no voy a obligarla a quedarse.
—El tío Levi quiere ver cómo le va —dijo Connor—. No estará feliz si no se presenta.
—No me importa —murmuró Nick descontento—. Ella no es su asunto.
—Sólo porque lo niegas no significa que sea cierto —Connor desnudó sus dientes y se deslizó fuera de la camioneta, cerrando de golpe la puerta detrás de él.
Nick se volvió hacia mí.
—¿Quieres ir?
Connor estaba en lo cierto, Levi se pondría furioso si no me presentaba. Y entonces los lobos pensarían que yo era un cobarde. Me comerían viva después de eso. Mi estómago se retorció en un nudo descontento ante la perspectiva de molestar a los lobos.
—No, está bien. Iremos por un rato.
La expresión de mala cara de Nick no cambió, y tenía la extraña idea de que de alguna manera lo había defraudado.
—Muy bien.
Cuando salimos del camión, guardo sus llaves en su bolsillo y luego extendió una enorme mano hacia mí.
Deslicé mi mano en la suya y me acerqué a él. Él era cálido y olía ligeramente a sudor, como si hubiera estado afuera en el calor todo el día. Me gustó, así como el ligero aroma de oso que se adhería a su piel. Fue un cambio agradable en el mar de pieles de perro que asaltó mis fosas nasales. Si viviera hasta los cien años, nunca me acostumbraría al olor de los lobos.
Había mucha conversación viniendo de la parte trasera de la casa, por lo que atravesamos el patio. Una radio tocaba éxitos country, y podía oír la charla perezosa de múltiples voces, la risa de Levi elevándose de vez en cuando por encima de los demás.
Las mesas estaban ubicadas en un semicírculo alrededor de una parrilla central inmensa. Los hombres descansaban allí, y unos pocos jugaban fútbol en el patio. En la parrilla, Levi bebía una cerveza sudorosa y revisaba la carne con sus tenazas.
Todos callaron cuando el olor de Nick tocó el aire, y todas las cabezas giraron.
Hice un saludo torpe con la mano.
—Hola.
Todos los ojos se dirigió inmediatamente hacia mí, y sentí mi piel picar. No podrían haber estado más sintonizados conmigo si me hubiera aparecido desnuda. Sus ojos eran voraces mientras me devoraban, y di un paso más cerca de Nick, mi mano fría y húmeda en la suya.
—Me alegra ver que lograron venir —un Anderson arrastró las palabras. Su mirada me invadió, haciendo una pausa en mi pecho plano. El bolsillo de su camisa decía Maynard—. Connor nos dijo que te habías acobardado. Piensa que no te gustamos. Imagina eso.
Me sonrojé.
—Nunca he dicho eso —Por lo menos no en la cara de Connor.
La mirada de Maynard se volvió hacia Connor.
—¿Has oído eso, muchacho? Le gustamos. Sólo estás causando problemas, ¿no es verdad? O tal vez estás tratando de mantener a la mujercita toda para ti.
Connor ignoró los comentarios de Maynard y se movió hacia la puerta trasera de la casa.
—Voy a saludar a Gracie.
—Haz eso —dijo Maynard, su mirada posesiva todavía en mí. Una vez que Connor se fue, los otros hombres arrojaron algunas miradas entre ellos, y la conversación volvió a subir.
Mi piel se erizó. Ellos actuaban como si Nick ni siquiera hubiera estado ahí. No sabía qué hacer, y Nick no se movía, así que simplemente me quedé allí y sostuve su mano, tratando de no temblar. No sabía que esperaban de mí. ¿Mezclarme? ¿Presentarme a misma a los siete Anderson? Los había visto todos desnudos y excitados ante la idea de sacarme fuera de los pumas Russell. La idea de tratar de socializar con ellos me hizo tener frío. Maynard ya me había dado escalofríos. No tengo nada que decirles.
Levi me saludó con las tenazas.
—Ven aquí, muchacha.
Una oleada de miedo rozó mi piel hacia abajo, moviendo mi lobo. El miedo se mezclaba con la necesidad de agradar al alfa, una sensación perturbadora a la que no pensaba que me acostumbraría alguna vez. Me mordí duro el interior de mi mejilla, ahuyentándola. Cuando me moví hacia delante, el agarre de Nick se apretó en mi mano, pero no dio un paso adelante, en su lugar esperando y dejándome tomar la iniciativa. No tendía que ir hacia Levi sola, y se lo agradecí.
Levi no parecía contento cuando me presenté con mi compañero a rastras. Me miró por encima de su cerveza y entonces miró a Nick cuando me paré torpemente al lado de la parrilla.
—¿Por qué no entras y tomas una cerveza para tu mujercita? —le dijo a Nick.
Me quedé helada. ¿Era este un truco para separarnos? ¿Una trampa de algún tipo? ¿Tan pronto como Nick se fuera, me dominarían y me secuestrarían? ¿Me arrastrarían a alguna cabaña en el bosque, como a Savannah, y nunca dejarían que me vaya?
La mano de Nick dejó la mía y puso una mano sobre mis hombros, tirando de mí cerca de él en un medio abrazo, enterrando mi cara en su enorme pecho.
—Estoy aquí.
—Parece que le vendría bien una cerveza para calmar sus nervios —dijo Levi—. Puedo oír su corazón golpeando a mil por hora.
—Ella está bien.
Nos paramos en una extensa finca de estilo rústico con varias hectáreas alrededor. No me sorprendió ver a media docena de camiones frente a la casa y el camino de grava circular lleno. Nosotros aparcamos en el lado de la carretera, y Nick tiró del freno de mano. Olí el humo y la barbacoa cuando el viento cambió, y el abrumador olor de lobo. Incluso desde aquí pude coger susurros de conversación. Cada nervio de mi cuerpo cantaba en alarma, y agarré el brazo de Nick.
—No quiero ir —le susurré.
Connor me dio una mirada de disgusto, y sabía que él se rebelaba ante mi lloriqueo.
—No tengas miedo. Nadie va a comerte.
El gran brazo de Nick fue alrededor de mis hombros y me atrajo hacia él. Oí el bajo gruñido comenzar a retumbar en su pecho de nuevo.
—Si ___________________ quiere irse, no voy a obligarla a quedarse.
—El tío Levi quiere ver cómo le va —dijo Connor—. No estará feliz si no se presenta.
—No me importa —murmuró Nick descontento—. Ella no es su asunto.
—Sólo porque lo niegas no significa que sea cierto —Connor desnudó sus dientes y se deslizó fuera de la camioneta, cerrando de golpe la puerta detrás de él.
Nick se volvió hacia mí.
—¿Quieres ir?
Connor estaba en lo cierto, Levi se pondría furioso si no me presentaba. Y entonces los lobos pensarían que yo era un cobarde. Me comerían viva después de eso. Mi estómago se retorció en un nudo descontento ante la perspectiva de molestar a los lobos.
—No, está bien. Iremos por un rato.
La expresión de mala cara de Nick no cambió, y tenía la extraña idea de que de alguna manera lo había defraudado.
—Muy bien.
Cuando salimos del camión, guardo sus llaves en su bolsillo y luego extendió una enorme mano hacia mí.
Deslicé mi mano en la suya y me acerqué a él. Él era cálido y olía ligeramente a sudor, como si hubiera estado afuera en el calor todo el día. Me gustó, así como el ligero aroma de oso que se adhería a su piel. Fue un cambio agradable en el mar de pieles de perro que asaltó mis fosas nasales. Si viviera hasta los cien años, nunca me acostumbraría al olor de los lobos.
Había mucha conversación viniendo de la parte trasera de la casa, por lo que atravesamos el patio. Una radio tocaba éxitos country, y podía oír la charla perezosa de múltiples voces, la risa de Levi elevándose de vez en cuando por encima de los demás.
Las mesas estaban ubicadas en un semicírculo alrededor de una parrilla central inmensa. Los hombres descansaban allí, y unos pocos jugaban fútbol en el patio. En la parrilla, Levi bebía una cerveza sudorosa y revisaba la carne con sus tenazas.
Todos callaron cuando el olor de Nick tocó el aire, y todas las cabezas giraron.
Hice un saludo torpe con la mano.
—Hola.
Todos los ojos se dirigió inmediatamente hacia mí, y sentí mi piel picar. No podrían haber estado más sintonizados conmigo si me hubiera aparecido desnuda. Sus ojos eran voraces mientras me devoraban, y di un paso más cerca de Nick, mi mano fría y húmeda en la suya.
—Me alegra ver que lograron venir —un Anderson arrastró las palabras. Su mirada me invadió, haciendo una pausa en mi pecho plano. El bolsillo de su camisa decía Maynard—. Connor nos dijo que te habías acobardado. Piensa que no te gustamos. Imagina eso.
Me sonrojé.
—Nunca he dicho eso —Por lo menos no en la cara de Connor.
La mirada de Maynard se volvió hacia Connor.
—¿Has oído eso, muchacho? Le gustamos. Sólo estás causando problemas, ¿no es verdad? O tal vez estás tratando de mantener a la mujercita toda para ti.
Connor ignoró los comentarios de Maynard y se movió hacia la puerta trasera de la casa.
—Voy a saludar a Gracie.
—Haz eso —dijo Maynard, su mirada posesiva todavía en mí. Una vez que Connor se fue, los otros hombres arrojaron algunas miradas entre ellos, y la conversación volvió a subir.
Mi piel se erizó. Ellos actuaban como si Nick ni siquiera hubiera estado ahí. No sabía qué hacer, y Nick no se movía, así que simplemente me quedé allí y sostuve su mano, tratando de no temblar. No sabía que esperaban de mí. ¿Mezclarme? ¿Presentarme a misma a los siete Anderson? Los había visto todos desnudos y excitados ante la idea de sacarme fuera de los pumas Russell. La idea de tratar de socializar con ellos me hizo tener frío. Maynard ya me había dado escalofríos. No tengo nada que decirles.
Levi me saludó con las tenazas.
—Ven aquí, muchacha.
Una oleada de miedo rozó mi piel hacia abajo, moviendo mi lobo. El miedo se mezclaba con la necesidad de agradar al alfa, una sensación perturbadora a la que no pensaba que me acostumbraría alguna vez. Me mordí duro el interior de mi mejilla, ahuyentándola. Cuando me moví hacia delante, el agarre de Nick se apretó en mi mano, pero no dio un paso adelante, en su lugar esperando y dejándome tomar la iniciativa. No tendía que ir hacia Levi sola, y se lo agradecí.
Levi no parecía contento cuando me presenté con mi compañero a rastras. Me miró por encima de su cerveza y entonces miró a Nick cuando me paré torpemente al lado de la parrilla.
—¿Por qué no entras y tomas una cerveza para tu mujercita? —le dijo a Nick.
Me quedé helada. ¿Era este un truco para separarnos? ¿Una trampa de algún tipo? ¿Tan pronto como Nick se fuera, me dominarían y me secuestrarían? ¿Me arrastrarían a alguna cabaña en el bosque, como a Savannah, y nunca dejarían que me vaya?
La mano de Nick dejó la mía y puso una mano sobre mis hombros, tirando de mí cerca de él en un medio abrazo, enterrando mi cara en su enorme pecho.
—Estoy aquí.
—Parece que le vendría bien una cerveza para calmar sus nervios —dijo Levi—. Puedo oír su corazón golpeando a mil por hora.
—Ella está bien.
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
Curvé mis dedos en mis zapatillas de deporte, flexionando los pies y rezando a Dios que no hiciera estallar garras. Un espectáculo totalmente asqueroso, Levi había dicho al verme cambiando. Si cambiara sin control frente a ellos una vez más, harían todo lo posible para separar a Nick de mí para siempre.
Levi me miró con los ojos entrecerrados.
—Chica, si quisiéramos matarlos a los dos, ya lo habríamos hecho. Los invitamos a una barbacoa. No hay nada más que eso.
—Estamos aquí porque lo exigió —le dije, señalando lo obvio—. Si quisiera matarnos a ambos, no estaríamos aquí.
Él gruñó. Estudió la parrilla por un momento más, y luego nos volvió a mirar a nosotros dos.
—No se puede hablar contigo con tu hombre merodeando. Debería ir a conseguirte una cerveza —dijo el alfa enfáticamente—. Hay algunas en el interior de la casa.
Obviamente Levi quería hablar conmigo sin Nick alrededor. Eso era lo último que quería, pero el deseo de complacer a la alfa estaba devorando mi sentido común. Aparté mi mejilla del pecho de Nick, girando para enfrentar a Levi y recogiendo los pedazos de mi valor.
—¿Cómo sé que esto no es una trampa?
—Porque todavía estás respirando —Tomó un perro caliente de la parrilla y lo giró.
Sentí a Nick endurecerse, pero por extraño que parezca, me sentí un poco relajada ante esa lógica. Levi tenía razón. Nos podrían haber atacado a ambos anoche cuando habían aullado en el bosque. Nos podrían haber atacado ya en la barbacoa. Incluso podrían haber tratado de matarme en la reunión original. Pero no lo habían hecho. Y sabía que querían viva y entera... por razones obvias.
Entonces me di vuelta y miré a Nick.
—¿Me conseguirías una cerveza por favor?
Él me miró con esos ojos inescrutables, y casi pude oír el gruñido comenzar en su garganta.
Articule, revisa el interior de la casa en busca de una trampa. No confiaba en la "sin pretenciones", actitud tolerante de la alfa. Esta barbacoa tenía un propósito, y quería saber cual era.
Nick asintió con la cabeza, me tocó la mejilla con los dedos, y luego desapareció en el interior de la casa.
Eso me dejó a solas con el alfa. Decidido a no retroceder para apartarme, me agarré mis manos detrás de mi espalda y miré a Levi.
Tomó un filete y lo golpeó en la parrilla, los jugos chisporroteando.
—Supuse que te gusta la carne casi cruda.
Mi boca se hizo agua ante la idea, pero no dije nada.
Él me miró, su mirada persistente en mi cuello, como si buscara algo. Un rubor caliente se deslizó sobre mi rostro, y esperé a que preguntara.
En cambio, él sólo dijo:
—¿Ese sobrino mío todavía suspira por la chica puma?
Dudé, casi con miedo de animar la conversación.
—¿Sabes de eso?
—No pude mantenerlos apartados mientras ella estaba con nosotros. Actuaba como si fuera su deber protegerla —Él se burló—. De nosotros.
No había estado equivocado en eso, pensé.
—Ustedes la secuestraron —señalé, luego me acobarde un poco cuando me frunció el ceño.
—Sólo un poco de maniobras políticas. Lo descubrirás lo suficientemente pronto, muchacha. Pero supongo que sabes todo acerca de las maniobras políticas, ¿no? —Una vez más, su mirada se posó en mi cuello—. Se supone que Connor debía atraerte para Maynard esta semana. Traerte alrededor a nuestro punto de vista. Está haciendo un trabajo totalmente pobre en ello.
—¿Atraerme?
Levi levantó su mirada, su mirada casi una mueca. —Las mujeres lobo corresponden a hombres lobo. Sabemos cómo mantenerlas en línea. Hacerlas comportarse. Tratarlas bien. Es parte de la ley natural que deberías estar uno de nosotros.
Esta conversación se dirigió rápidamente hacia territorio incómodo.
—Tengo compañero.
Se encogió de hombros y volvió a mirar a mi cuello de nuevo.
—Sigues diciendo eso, pero yo sigo diciendo que vas a ver nuestro punto de vista, chica. Danos un par de semanas, estarás uniéndote a la manada en todos los sentidos.
—¿Por qué no simplemente encuentran a otra chica para convertir?
Levi me dirigió una mirada evaluadora.
—No es así de fácil. Sólo porque eres mordida no significa que cambiarás. A veces simplemente mueres —Su sonrisa se hizo más lenta y amenazadora—. Además. Le gustas a los chicos. Y todavía necesitarás una manada, no importa si te dejamos ir o no.
Qué suerte la mía.
Él bebía su cerveza.
—Es una lástima que Connor esté arruinando esto, quejándose acerca esa pequeña gata cachonda. No es como si estuvieran emparejados. La unión no es real —Él se burló de mí y volteó un filete goteante, apenas cocinado—. ¿No es cierto?
Oh, Dios. ¿Sabía que Nick ya tenía una pareja? ¿Era esta una pista acerca de nuestra relación falsa? Le di a Levi una sonrisa tensa.
—Eso no significa que no la quiera, ¿no?
—Sí, así es. Le dije que se quedara malditamente alejado de ella —dijo Levi, su voz áspera—. ¿Connor no ha estado ayudándote a cambiar en absoluto, muchacha?
Me encogí de hombros.
Los agudos ojos de Levi permanecieron en mí.
—¿Y cuántas veces has cambiado en los últimos días?
—No he sentido la necesidad —le dije con una sonrisa alegre—. Ha sido una buena semana.
—Esa es una mala señal —dijo Levi con un gruñido—. Hay que cambiar, y cambiar con frecuencia, sobre todo porque estás tratando de mantenerlo bajo control. Cuanto más esperes, más fuerte será el cambio. Es necesario cambiar todos los días.
—Bueno, es por eso que enviaste a Connor conmigo.
Sacó el filete goteante de la parrilla.
—Sí, y eso no te está haciendo mucho bien. Lo mantendré aquí.
Parpadeé. No es que quisiera mi escolta lobo, pero si se iba, las implicaciones me asustaban.
—¿Lo están tomando de regreso? ¿Quién va a ayudarme a cambiar?
—¿Tu amante? —Me dio una sonrisa socarrona—. A menos que estés cómoda con eso. Siempre puedo enviar a Gracie contigo. A menos que pienses que no necesitas ayuda. —Él tiró el filete goteante en un plato de papel y extendió su mano hacia mí—. ¿Hambrienta?
Mi estómago gruñó, y mientras tomaba el filete, el olor de la sangre se colaba en mis fosas nasales. La piel de gallina erizó mi piel, y sentí una oleada repentina de mi lobo, bilis corriendo hacia mi boca.
Empujé la carne de vuelta hacia Levi.
—No tengo hambre.
Él me dio otra mirada astuta mientras Nick salía por la puerta.
—Ya veo. Bueno, te dejaré pensar en ello y luego tal vez te enviaré a Gracie en la mañana.
Levi me miró con los ojos entrecerrados.
—Chica, si quisiéramos matarlos a los dos, ya lo habríamos hecho. Los invitamos a una barbacoa. No hay nada más que eso.
—Estamos aquí porque lo exigió —le dije, señalando lo obvio—. Si quisiera matarnos a ambos, no estaríamos aquí.
Él gruñó. Estudió la parrilla por un momento más, y luego nos volvió a mirar a nosotros dos.
—No se puede hablar contigo con tu hombre merodeando. Debería ir a conseguirte una cerveza —dijo el alfa enfáticamente—. Hay algunas en el interior de la casa.
Obviamente Levi quería hablar conmigo sin Nick alrededor. Eso era lo último que quería, pero el deseo de complacer a la alfa estaba devorando mi sentido común. Aparté mi mejilla del pecho de Nick, girando para enfrentar a Levi y recogiendo los pedazos de mi valor.
—¿Cómo sé que esto no es una trampa?
—Porque todavía estás respirando —Tomó un perro caliente de la parrilla y lo giró.
Sentí a Nick endurecerse, pero por extraño que parezca, me sentí un poco relajada ante esa lógica. Levi tenía razón. Nos podrían haber atacado a ambos anoche cuando habían aullado en el bosque. Nos podrían haber atacado ya en la barbacoa. Incluso podrían haber tratado de matarme en la reunión original. Pero no lo habían hecho. Y sabía que querían viva y entera... por razones obvias.
Entonces me di vuelta y miré a Nick.
—¿Me conseguirías una cerveza por favor?
Él me miró con esos ojos inescrutables, y casi pude oír el gruñido comenzar en su garganta.
Articule, revisa el interior de la casa en busca de una trampa. No confiaba en la "sin pretenciones", actitud tolerante de la alfa. Esta barbacoa tenía un propósito, y quería saber cual era.
Nick asintió con la cabeza, me tocó la mejilla con los dedos, y luego desapareció en el interior de la casa.
Eso me dejó a solas con el alfa. Decidido a no retroceder para apartarme, me agarré mis manos detrás de mi espalda y miré a Levi.
Tomó un filete y lo golpeó en la parrilla, los jugos chisporroteando.
—Supuse que te gusta la carne casi cruda.
Mi boca se hizo agua ante la idea, pero no dije nada.
Él me miró, su mirada persistente en mi cuello, como si buscara algo. Un rubor caliente se deslizó sobre mi rostro, y esperé a que preguntara.
En cambio, él sólo dijo:
—¿Ese sobrino mío todavía suspira por la chica puma?
Dudé, casi con miedo de animar la conversación.
—¿Sabes de eso?
—No pude mantenerlos apartados mientras ella estaba con nosotros. Actuaba como si fuera su deber protegerla —Él se burló—. De nosotros.
No había estado equivocado en eso, pensé.
—Ustedes la secuestraron —señalé, luego me acobarde un poco cuando me frunció el ceño.
—Sólo un poco de maniobras políticas. Lo descubrirás lo suficientemente pronto, muchacha. Pero supongo que sabes todo acerca de las maniobras políticas, ¿no? —Una vez más, su mirada se posó en mi cuello—. Se supone que Connor debía atraerte para Maynard esta semana. Traerte alrededor a nuestro punto de vista. Está haciendo un trabajo totalmente pobre en ello.
—¿Atraerme?
Levi levantó su mirada, su mirada casi una mueca. —Las mujeres lobo corresponden a hombres lobo. Sabemos cómo mantenerlas en línea. Hacerlas comportarse. Tratarlas bien. Es parte de la ley natural que deberías estar uno de nosotros.
Esta conversación se dirigió rápidamente hacia territorio incómodo.
—Tengo compañero.
Se encogió de hombros y volvió a mirar a mi cuello de nuevo.
—Sigues diciendo eso, pero yo sigo diciendo que vas a ver nuestro punto de vista, chica. Danos un par de semanas, estarás uniéndote a la manada en todos los sentidos.
—¿Por qué no simplemente encuentran a otra chica para convertir?
Levi me dirigió una mirada evaluadora.
—No es así de fácil. Sólo porque eres mordida no significa que cambiarás. A veces simplemente mueres —Su sonrisa se hizo más lenta y amenazadora—. Además. Le gustas a los chicos. Y todavía necesitarás una manada, no importa si te dejamos ir o no.
Qué suerte la mía.
Él bebía su cerveza.
—Es una lástima que Connor esté arruinando esto, quejándose acerca esa pequeña gata cachonda. No es como si estuvieran emparejados. La unión no es real —Él se burló de mí y volteó un filete goteante, apenas cocinado—. ¿No es cierto?
Oh, Dios. ¿Sabía que Nick ya tenía una pareja? ¿Era esta una pista acerca de nuestra relación falsa? Le di a Levi una sonrisa tensa.
—Eso no significa que no la quiera, ¿no?
—Sí, así es. Le dije que se quedara malditamente alejado de ella —dijo Levi, su voz áspera—. ¿Connor no ha estado ayudándote a cambiar en absoluto, muchacha?
Me encogí de hombros.
Los agudos ojos de Levi permanecieron en mí.
—¿Y cuántas veces has cambiado en los últimos días?
—No he sentido la necesidad —le dije con una sonrisa alegre—. Ha sido una buena semana.
—Esa es una mala señal —dijo Levi con un gruñido—. Hay que cambiar, y cambiar con frecuencia, sobre todo porque estás tratando de mantenerlo bajo control. Cuanto más esperes, más fuerte será el cambio. Es necesario cambiar todos los días.
—Bueno, es por eso que enviaste a Connor conmigo.
Sacó el filete goteante de la parrilla.
—Sí, y eso no te está haciendo mucho bien. Lo mantendré aquí.
Parpadeé. No es que quisiera mi escolta lobo, pero si se iba, las implicaciones me asustaban.
—¿Lo están tomando de regreso? ¿Quién va a ayudarme a cambiar?
—¿Tu amante? —Me dio una sonrisa socarrona—. A menos que estés cómoda con eso. Siempre puedo enviar a Gracie contigo. A menos que pienses que no necesitas ayuda. —Él tiró el filete goteante en un plato de papel y extendió su mano hacia mí—. ¿Hambrienta?
Mi estómago gruñó, y mientras tomaba el filete, el olor de la sangre se colaba en mis fosas nasales. La piel de gallina erizó mi piel, y sentí una oleada repentina de mi lobo, bilis corriendo hacia mi boca.
Empujé la carne de vuelta hacia Levi.
—No tengo hambre.
Él me dio otra mirada astuta mientras Nick salía por la puerta.
—Ya veo. Bueno, te dejaré pensar en ello y luego tal vez te enviaré a Gracie en la mañana.
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
bueno chicas me faltan subir 4 capitulo mas en esta nove :D
bueno nos leemos luego...
quizas el lunes les subo los 4 que faltan
bayyyyy
cuidense :D
:bye:
bueno nos leemos luego...
quizas el lunes les subo los 4 que faltan
bayyyyy
cuidense :D
:bye:
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
agh esos malditos lobos! Cuando los van a dejar en paz!!
Y como que Nicholas tiene pareja!! Que demonios le pasa?!!
Siguela!!
Y como que Nicholas tiene pareja!! Que demonios le pasa?!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
aaaaaahhhh!!!!.... Yo creo que nick ya se enamoro de la rayyis!!..... Pero quien era la muchacha que apareció en la pagina????
chelis
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
Capítulo 9
Nos quedamos en la barbacoa de los Anderson por un poco más, pero toda la situación fue incómoda. Levi seguía buscando formas de recordarme mi lado lobo. Los otros hombres Anderson seguían tratando de acercarse y hablar conmigo, sólo para ser ahuyentados por la mirada de Nick. Connot entró a la casa y no volvió a aparecer en absoluto. Después de media hora, nos fuimos, alegando estar cansados.
Levi sólo sonrió y nos invito a cenar el domingo.
Exhausta y sintiendo al lobo arrastrándose bajo mi piel, me dejé caer en el asiento del copiloto, mirando la puesta de sol en el horizonte. Mi celular vibró en el bolsillo de mi jean y lo saqué.
“Llámame cuando salgas de la barbacoa.” Me texteó Bath “Estoy preocupada por ti.”
Yo también estaba preocupada por mí. Había sido cambiado a una manada de lobos calientes y posesivos y mi único protector ya tenía novia. Miré a Nick y luego le respondí el mensaje. “Ya salí. Fue raro, pero estuvo bien.”
“¿Te amenazaron?”
Si decía que sí, ella sólo se preocuparía. Entonces le contesté con una evasiva.
“Nick los intimidó, lo cual es un buen beneficio.”
“Él no es el más amable,” contestó ella “¿Estás bien con él? Si no, puedo ir y buscarte.”
“Estoy bien” le respondí. Le eché un vistazo a Nick. Su cara era ilegible, pero no parecía tenso, así que me relajé un poco. “Mi lobo escolta fue enviado a casa” escribí.
“¿Qué? ¿Por qué?”
“Dijeron que no me estaba haciendo ningún bien.”
“¡Eso es malo! ¿Quién va a mostrarte como transformarte?” ___________________, necesitas controlarlo. No quiero que te lastimes.”
Pensé por un momento, luego texteé: Le pediré a Nick que me ayude.
Pasó un largo momento antes de que su siguiente mensaje llegara.
Si tú estás segura…
“Lo estoy. “ Sólo que todavía no se lo he dicho a Nick.
Cuando regresamos a la casa de Nick, dudé en la puerta. ¿Debería traer el mate? Tal vez Joe sabía sobre esto, tal vez Bath también, y yo era la única que no sabía. Tal vez todos asumían que lo hacía. Me acobardé y fingí un bostezo.
̶ -Por Dios, estoy cansada. No creo que pueda tomar una ducha antes de ir a la cama.
̶ -La ducha todavía está rota, ̶ dijo él ̶. Arreglé el baño de arriba para ti.
Le di una sonrisa vacilante.
̶ -Gracias.
La tintura azul salió de mi cabello mientras me bañaba. Cuando salí de la bañera, mi pelo era de un azul grisáceo y enfermizo. Tal vez debería probar algo diferente. De todos modos, el azul no había tenido el efecto que quería; todavía me sentía débil y cobarde. Distraídamente, me pregunté qué color le gustaría a Nick.
Me vestí y me dirigí a nuestra habitación, ignorando los gruñidos de protesta de mi estómago. Nick había desaparecido quién sabe dónde y yo estaba sola. ¿Dormiría en otro lugar esta noche, dado que no teníamos un acompañante lobo? Para mi sorpresa y placer, vi que había una cama nueva para reemplazar a la vieja y hundida. Era muy grande, con un colchón floreado y cabecera de madera. Me gustó. Agarrando mi nueva almohada, la puse bajo mi cabeza y traté de no pensar en lobos y barbacoas.
Me desperté una hora más tarde y giré boca arriba en la cama. Todavía sola, me esforcé en escuchar a Nick. Nada, la casa estaba en silencio. Miré alrededor del cuarto, preguntándome por qué me había despertado.
Cuando miré hacia abajo, la carne en mi brazo parecía arrastrarse y temblar. Arrojé las mantas a un lado y puse mis pies en el suelo, sólo para descubrir a mis pies encrespados y mis uñas alargándose.
Mierda. Una transformación. Mi espalda convulsionó y caí de rodillas, un gemido escapando de mi garganta. Uno fuerte, también. Necesitaba salir.
Bajé por las escaleras y me lancé hacia el patio. Comencé a quitarme la ropa, mi estómago atestado de bilis. Me sentía como si fuera a vomitar, pero nada salía. Sólo ese sentimiento como si mi piel fuera a desprenderse de mi cuerpo mientras mis órganos se reacomodaban.
Me caí sobre el césped y me acurruqué allí, mirando a mis dedos mientras temblaban y se retorcían, las articulaciones doliendo. Está bien. Está bien. Necesitaba calmarme. Podía hacerlo. Lo he conseguido todas las veces, y cada vez era desagradable y feo, pero salí del otro lado. Esto no era diferente. Empieza con las manos, me dije. Las manos y los pies, trabaja en controlarlos. Si pudiera reprimirlo y mantener a mi humanidad en su lugar, estaría bien. Si se sentía como que iba a salirse de control, lo forzaría en la otra dirección.
Gran plan, decidí, y rápidamente vomité. El olor de mi propio vómito hizo que los músculos se tensaran y yo me hundí en la hierba, agachándome y temblando. Estaba siempre tan frío, y nunca tan frío como cuando estaba tratando de forzar una transformación.
Después de unos minutos de calambres dolorosos en mis manos, la sensación se trasladó a mis muslos y mi columna se torció. Dejé escapar un jadeo de dolor. Está bien. Este no va a pasar. Será una transformación en lobo. Levi me había advertido que tenía que transformarme más seguido o esto pasaría. Podía hacerlo. Podía.
Otro arrebato hizo que el pelo de lobo surgiera a través de mi piel, mis caderas se retorcieron dolorosamente, mi sangre retumbando en mis oídos. Mis manos empezaron a arder y yo miraba esas largas uñas. Clavé mis dedos en el suelo y mordí la parte interior de mi mejilla. Cada cambio parecía doler más y más. ¿Esto iba a matarme? Un gemido de terror escapó de mis labios.
Una mano grande y cálida tocó mi espalda.
̶ -Shh, ̶ susurró Nick y sentí a su gran cuerpo agacharse junto al mío. -Relájate, ___________________.
̶- Estoy bien, ̶ suspiré. Mis pulmones se detuvieron y yo gemí ante la aguda punzada de dolor ̶. Está bajo control. Lo haré en… sólo un minuto.
Para mi sorpresa, su mano empezó a frotar mi espalda desnuda.
̶ -Tranquila. No hay prisa. ̶ Su voz era baja y relajante, un murmullo suave y reconfortante ̶. ¿Dónde está centrada la transformación?
̶ -M- m - mis manos y mis pies, ̶ jadee, y ellos me dieron tirones y se retorcieron como si fueran quemados por el calor. El dolor que estalló desde ellos, me robó el poco aliento que tenía. Dolía.
̶- Es al revés, ̶ dijo Nick en la misma voz baja y suave ̶. Los dedos son lo último. No luches con ellos. Primero cambia el centro. Se extenderá desde dentro. Encuentra tu centro.
Otra oleada de dolor atravesó mis piernas y me paré, tambaleándome.
̶- ¡No tengo un centro! ¡Ese es el problema!
jamileth
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
aww pobre rayita!!
Es horrible lo que le pasa!
Siguela!!
Es horrible lo que le pasa!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
:wut: debe de doler un montón!!!!!!.... Pero nick esta con ella!!!
chelis
Re: Desperately Seeking Shapeshifter NICK Y TU TERMINADA
Unas manos cálidas envolvieron mi cuerpo y me jalaron contra su forma cálida e igualmente desnuda. Ignoró el temblor incontrolado de mis miembros y me abrazó contra él hasta que mi espalda ̶ contrayéndose y contorsionándose ̶ fue presionada contra su estómago. Sentí el roce del pelo de su pecho contra mi espalda y mis hombros. El aroma de oso era fuerte en mis fosas nasales, una esencia extraña.
¿Debería rozarme contra él? ¿Debería contenerme? Mis caderas se opusieron, incontrolables, y su mano se posó en la parte plana de mi vientre, manteniéndome quieta.
̶ -Shh. Calma. Tranquila.
―Duele ―logré decir, distraída por su desnudez y la rebelión de mi cuerpo―. ¿Cómo puedo hacer que pare?
Podría haber jurado que lo escuché reír.
―Te relajas. ―Me sostuvo contra él, el calor de su piel mitigando el mío.
―Pero si me relajo, el lobo se hará cargo…
―Lo sé. Déjalo. ―Su mano se movió más abajo en mi vientre, se presionó allí―. Encuentra tu centro. Cambia desde aquí.
Apreté los ojos cerrados, odiando que tuviera que cambiar. No quiero ser un lobo, y menos delante de Nick. Pero cuando un nuevo giro desgarradoramente doloroso atravesó mis músculos, gemí.
Su mano rozó mi brazo, acariciando mi piel picando.
―Deja que tu lobo se haga cargo ―repitió.
Lo hice. Me relajé. Detuve la pelea. Esperé a que sucediera lo peor.
Por alguna extraña razón, el temblor en mis piernas comenzó a disminuir. Siguió abrazándome contra él, y a medida que mi cuerpo se hacía más lánguido y relajado, empecé a notar pequeñas cosas. Cuán absolutamente desnudo estaba en mi contra. Cuán bajo estaba su mano en mi vientre. La sensación de él contra mi piel.
Sus pulgares se movieron contra mi piel en pequeños movimientos casi imperceptibles, hormigueantes. Su aroma era espeso en mis fosas nasales. Y cuando él se movió contra mi cuerpo otra vez, me golpeó con una oleada de deseo.
Él ya está tomado, me recordé. No puedes tenerlo.
Pero aún así lo quería.
Fue un poco alarmante pensar en un hombre de una forma sexual de nuevo después de tanto tiempo. No había deseado a un hombre desde que Roy me había maltratado tanto tiempo atrás. Había habido demasiados secretos para ocultar, demasiadas cosas de qué preocuparse. Pero yo no tenía que esconderme con Nick. Él podía manejar mis secretos, y él me protegería...
Una oleada de deseo inundó a través de mi cuerpo, y mi jadeo fue un poco diferente esta vez.
El cuerpo de Nick se tensó contra el mío y sentí sus dedos flexionarse en mi estómago, como si hubiera captado de repente el cambio en mi actitud. Oh, no. Se había dado cuenta que estaba encendida y estaba horrorizada por eso. Abrí la boca para dejar escapar una disculpa…
Y se desdobló cuando la transformación acometió a un final.
Corrí por el bosque durante una hora o dos, hasta que el lobo en mí estaba tan cansado que apenas podía pensar. Para mi vergüenza, me comí una ardilla y rodé en la mierda de un animal en el bosque. El instinto humano era fuerte, pero a veces el animal le hizo caso omiso. Nick me siguió a distancia, pero no me agolpó. Él sólo esperó en los bordes de mi territorio, apenas en el rango de olor, como para recordarme que él estaba allí y que no estaba sola. Cuando mi cuerpo empezó a temblar con la inquietud de la piel arrastrándose de regreso a un cambio inminente, no luché contra el mismo. Terminé mi carrera, regresé a casa, y empecé a cambiar en el jardín delantero de Nick. La transformación de vuelta a humana fue lenta, pero constante. Probablemente porque mi cuerpo estaba tan exhausto.
En el momento en que cambié de nuevo, estaba cansada como el infierno. Me metí en la casa, mi ropa apretada contra mi pecho. Olía a sudor y a... otras cosas, y necesitaba otro baño.
Cuando llegué arriba, para mi sorpresa, un baño había sido preparado para mí, el agua hirviendo. Una oleada de gratitud se extendió por mí y arrojé mi ropa a un lado, dejándome caer en el agua.
El baño despertó mi mente un poco más. Tal vez si Nick me ayudaba, podría practicar más el cambio. Cuando él me había ayudado, había sido lento pero no tan doloroso. Había estado esta noche en el bosque también… ¿había estado cambiado? ¿Tenía que cambiar a menudo, también? Tal vez podríamos correr juntos.
Me re-vestí con mi ropa interior y una camiseta y entré de puntillas en el dormitorio. Nick estaba en la cama, con las manos debajo de la cabeza mientras miraba el agujero en el techo. Su pecho estaba todavía desnudo, las mantas agrupadas alrededor de su cintura.
Se veía... impresionante. Me temblaban los dedos, queriendo ponerlos contra ese pecho increíblemente amplio de nuevo, excavar mis dedos en los vellos de su pecho.
―Hola otra vez ―dije en voz baja.
Miró por encima hacia mí.
―¿Te sientes mejor?
Asentí con torpeza.
―Se hace más fácil con la práctica ―dijo. Su mirada se deslizó por mi silueta en la oscuridad, y luego volvió a mirar de nuevo hacia el techo.
―Eso es lo que todo el mundo me dice ―dije a la ligera. Me acerqué a la cama y, tras un momento de vacilación, me puse bajo las sábanas. La nueva cama de Nick era lo suficientemente grande para no tocarnos.
Permanecí tiesa por unos minutos, preguntándome si debía continuar la conversación sobre el cambio. ¿O era el momento para sacar a relucir a Nikolina? Me di cuenta que no estaba dormido. No parecía relajado tampoco, y su respiración era irregular. El aroma de él llenaba mis fosas nasales, cálido, delicioso y reconfortante, y después de unos minutos de beber en él, me di la vuelta para mirarlo. Sus ojos estaban cerrados, pero él no se había movido ni un músculo.
―Nick ―susurré.
―¿Qué? ―No miró hacia mí.
―¿Cuándo ibas a contarme acerca de tu compañera?
Se puso rígido en la gran cama junto a mí, y su ceño era uno oscuro.
―¿Mi... compañera? ―dijo la palabra con lentitud, como si hubiera sido ajena a él.
Me di la vuelta a mi costado para enfrentarme a él, apoyando mi barbilla en la mano y apoyándome en un codo.
―Nikolina Aasen ―dije―. Estaba haciendo un poco de mantenimiento en la base de datos del Midnight Liaisons y me di cuenta que ambos tenían perfiles. Perfiles vinculados. Vinculados, perfiles de pareja.
Él suspiró pesadamente.
Mi corazón se hundió.
―¿Así que es cierto? ―Maldición―. ¿Va a estar enojada sobre esto? ―Me senté en posición vertical, arrastrándome fuera un poco―. ¿Deberíamos incluso estar en la misma cama?
Nick frunció el ceño.
―Acuéstate y te lo explico.
Me volví a relajar, pero mantuve la mirada en él.
No miró hacia mí mientras hablaba, como si fuera difícil para él compartirlo.
―Tienes que entender de dónde vengo para entender mi relación con Nikolina. Mi familia es un clan oso. Nací en los Bjorns de las montañas Ozark. Los clanes osos se mantienen a sí mismos. No se mezclan con otros cambiadores, ni otros cambiadores lo hacen con ellos. Existen fuera de la mayoría de los círculos, porque nadie quiere enfurecer a un oso. Los clanes osos tienen varias antiguas costumbres que aseguran que las líneas de sangre sigan siendo fuertes y el clan esté protegido.
―¿Qué tipo de reglas? ―Recordé su declaración cuando él me reclamó.De conformidad con el clan oso y las leyes de los Bjorn...
lol
las dejo con la curiosidad :D
cuidense :D
bayyy
¿Debería rozarme contra él? ¿Debería contenerme? Mis caderas se opusieron, incontrolables, y su mano se posó en la parte plana de mi vientre, manteniéndome quieta.
̶ -Shh. Calma. Tranquila.
―Duele ―logré decir, distraída por su desnudez y la rebelión de mi cuerpo―. ¿Cómo puedo hacer que pare?
Podría haber jurado que lo escuché reír.
―Te relajas. ―Me sostuvo contra él, el calor de su piel mitigando el mío.
―Pero si me relajo, el lobo se hará cargo…
―Lo sé. Déjalo. ―Su mano se movió más abajo en mi vientre, se presionó allí―. Encuentra tu centro. Cambia desde aquí.
Apreté los ojos cerrados, odiando que tuviera que cambiar. No quiero ser un lobo, y menos delante de Nick. Pero cuando un nuevo giro desgarradoramente doloroso atravesó mis músculos, gemí.
Su mano rozó mi brazo, acariciando mi piel picando.
―Deja que tu lobo se haga cargo ―repitió.
Lo hice. Me relajé. Detuve la pelea. Esperé a que sucediera lo peor.
Por alguna extraña razón, el temblor en mis piernas comenzó a disminuir. Siguió abrazándome contra él, y a medida que mi cuerpo se hacía más lánguido y relajado, empecé a notar pequeñas cosas. Cuán absolutamente desnudo estaba en mi contra. Cuán bajo estaba su mano en mi vientre. La sensación de él contra mi piel.
Sus pulgares se movieron contra mi piel en pequeños movimientos casi imperceptibles, hormigueantes. Su aroma era espeso en mis fosas nasales. Y cuando él se movió contra mi cuerpo otra vez, me golpeó con una oleada de deseo.
Él ya está tomado, me recordé. No puedes tenerlo.
Pero aún así lo quería.
Fue un poco alarmante pensar en un hombre de una forma sexual de nuevo después de tanto tiempo. No había deseado a un hombre desde que Roy me había maltratado tanto tiempo atrás. Había habido demasiados secretos para ocultar, demasiadas cosas de qué preocuparse. Pero yo no tenía que esconderme con Nick. Él podía manejar mis secretos, y él me protegería...
Una oleada de deseo inundó a través de mi cuerpo, y mi jadeo fue un poco diferente esta vez.
El cuerpo de Nick se tensó contra el mío y sentí sus dedos flexionarse en mi estómago, como si hubiera captado de repente el cambio en mi actitud. Oh, no. Se había dado cuenta que estaba encendida y estaba horrorizada por eso. Abrí la boca para dejar escapar una disculpa…
Y se desdobló cuando la transformación acometió a un final.
* * *
Corrí por el bosque durante una hora o dos, hasta que el lobo en mí estaba tan cansado que apenas podía pensar. Para mi vergüenza, me comí una ardilla y rodé en la mierda de un animal en el bosque. El instinto humano era fuerte, pero a veces el animal le hizo caso omiso. Nick me siguió a distancia, pero no me agolpó. Él sólo esperó en los bordes de mi territorio, apenas en el rango de olor, como para recordarme que él estaba allí y que no estaba sola. Cuando mi cuerpo empezó a temblar con la inquietud de la piel arrastrándose de regreso a un cambio inminente, no luché contra el mismo. Terminé mi carrera, regresé a casa, y empecé a cambiar en el jardín delantero de Nick. La transformación de vuelta a humana fue lenta, pero constante. Probablemente porque mi cuerpo estaba tan exhausto.
En el momento en que cambié de nuevo, estaba cansada como el infierno. Me metí en la casa, mi ropa apretada contra mi pecho. Olía a sudor y a... otras cosas, y necesitaba otro baño.
Cuando llegué arriba, para mi sorpresa, un baño había sido preparado para mí, el agua hirviendo. Una oleada de gratitud se extendió por mí y arrojé mi ropa a un lado, dejándome caer en el agua.
El baño despertó mi mente un poco más. Tal vez si Nick me ayudaba, podría practicar más el cambio. Cuando él me había ayudado, había sido lento pero no tan doloroso. Había estado esta noche en el bosque también… ¿había estado cambiado? ¿Tenía que cambiar a menudo, también? Tal vez podríamos correr juntos.
Me re-vestí con mi ropa interior y una camiseta y entré de puntillas en el dormitorio. Nick estaba en la cama, con las manos debajo de la cabeza mientras miraba el agujero en el techo. Su pecho estaba todavía desnudo, las mantas agrupadas alrededor de su cintura.
Se veía... impresionante. Me temblaban los dedos, queriendo ponerlos contra ese pecho increíblemente amplio de nuevo, excavar mis dedos en los vellos de su pecho.
―Hola otra vez ―dije en voz baja.
Miró por encima hacia mí.
―¿Te sientes mejor?
Asentí con torpeza.
―Se hace más fácil con la práctica ―dijo. Su mirada se deslizó por mi silueta en la oscuridad, y luego volvió a mirar de nuevo hacia el techo.
―Eso es lo que todo el mundo me dice ―dije a la ligera. Me acerqué a la cama y, tras un momento de vacilación, me puse bajo las sábanas. La nueva cama de Nick era lo suficientemente grande para no tocarnos.
Permanecí tiesa por unos minutos, preguntándome si debía continuar la conversación sobre el cambio. ¿O era el momento para sacar a relucir a Nikolina? Me di cuenta que no estaba dormido. No parecía relajado tampoco, y su respiración era irregular. El aroma de él llenaba mis fosas nasales, cálido, delicioso y reconfortante, y después de unos minutos de beber en él, me di la vuelta para mirarlo. Sus ojos estaban cerrados, pero él no se había movido ni un músculo.
―Nick ―susurré.
―¿Qué? ―No miró hacia mí.
―¿Cuándo ibas a contarme acerca de tu compañera?
Se puso rígido en la gran cama junto a mí, y su ceño era uno oscuro.
―¿Mi... compañera? ―dijo la palabra con lentitud, como si hubiera sido ajena a él.
Me di la vuelta a mi costado para enfrentarme a él, apoyando mi barbilla en la mano y apoyándome en un codo.
―Nikolina Aasen ―dije―. Estaba haciendo un poco de mantenimiento en la base de datos del Midnight Liaisons y me di cuenta que ambos tenían perfiles. Perfiles vinculados. Vinculados, perfiles de pareja.
Él suspiró pesadamente.
Mi corazón se hundió.
―¿Así que es cierto? ―Maldición―. ¿Va a estar enojada sobre esto? ―Me senté en posición vertical, arrastrándome fuera un poco―. ¿Deberíamos incluso estar en la misma cama?
Nick frunció el ceño.
―Acuéstate y te lo explico.
Me volví a relajar, pero mantuve la mirada en él.
No miró hacia mí mientras hablaba, como si fuera difícil para él compartirlo.
―Tienes que entender de dónde vengo para entender mi relación con Nikolina. Mi familia es un clan oso. Nací en los Bjorns de las montañas Ozark. Los clanes osos se mantienen a sí mismos. No se mezclan con otros cambiadores, ni otros cambiadores lo hacen con ellos. Existen fuera de la mayoría de los círculos, porque nadie quiere enfurecer a un oso. Los clanes osos tienen varias antiguas costumbres que aseguran que las líneas de sangre sigan siendo fuertes y el clan esté protegido.
―¿Qué tipo de reglas? ―Recordé su declaración cuando él me reclamó.De conformidad con el clan oso y las leyes de los Bjorn...
lol
las dejo con la curiosidad :D
cuidense :D
bayyy
jamileth
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