The Red Pawn

Nombre: The Red Pawn
Autor: LuuMoustache
Adaptación: No
Género: (Drama, Romance, etc.)
Advertencias: Esta nove no es mía, pero pedí permiso a la dueña de la nove para subirla así la leen, esta nove es hermosa, muy atrapante. Esta es la pagina oficial de la nove https://www.facebook.com/novelatheredpawn. y este es el twitter de la dueña: @LuuMoustache
Otras páginas: https://onlywn.activoforo.com/t13325-oodoble-juegooo y https://onlywn.activoforo.com/t10294-resueltonever-say-never#755327.




- Si. – Dije sin pensar. Inmediatamente me arrepentí. Sabía lo peligroso que era entrar a su mundo, sabía que quizás Jamás saldría, pero sabia también, que el encobardarme ahora no era una opción. No podía dejarlo solo en esto, ya estaba incluida, ya era parte de su vida, era ahora o nunca.
- Como sabes que es lo mejor?
- No lo se
- Wau, en verdad? Leah Fletcher tomara paso en falso sin saber que tipo de suelo pisa?
- Es mejor que quedarse toda la vida con la duda.
El callo, cruzo sus brazos sobre su pecho, y me miro con temor. Como había dicho antes, hasta no ver, no creer.
- Ya viste como termino todo hoy. – bajé la mirada, casi con vergüenza. Bufó. – mira donde estamos! En un Hospital Leah! No es cosa sencilla!
- Tampoco es cosa sencilla dejarte ir Justin! – Me levante de la camilla donde la enfermera me había dicho que no me moviera. Me enfurezi, parecía prácticamente como si no me quisiera a su lado en aquel momento.
Lo mire, y el a mi, Justin odiaba el que lo contradijera, como siempre sucedia, pero en el fondo, el sabia que yo tenia razón. No puedo parar ahora, ya estoy metida en su mundo, un mundo del cual QUIERO conocer mas, no es capricho, es necesidad.
Al instante en que puse los pies en el suelo me sentí débil, torpe, como muchas otras veces en clase de gimnasia después de bajar la soga desde el techo, un reto que tan solo había conseguido una vez hacia ya un largo tiempo…
Justin comenzó a dar vueltas, marcando una circunferencia imaginaria en el suelo. Su mentón estaba forzado, y yo no le quitaba el ojo de ensima. Sus manos engarrotadas, su mirada perdida. Realmente estaba peor de lo que me imaginaba.
De la nada, en una de sus tantas vueltas que habían llegado a marearme, me tomo por los brazos con ambas manos, sosteniéndome, y dejándome posibilidad nula de poder moverme. Estaba cansado, no me lastimo, pero aun asi hegercio mucha fuerza con aquel movimiento.
- Tu crees que es sencillo para mi vivir sin ti ahora? – miro al suelo, el poco suelo que quedaba entre los dos. Su respiración era entrecortada, como si estuviera cansado de correr en algún maratón. – No soy tan fuerte como lo aparento, no puedo vivir sin ti, pero dejarte quedarte a mi lado seria lo mas egoísta que habría hecho en toda mi vida. – temblé ante sus palabras, si, no lo dudo, era peligroso, tan peligroso como jugar con fuego, pero asi como los malabaristas, algún dia tendría suficiente experiencia, y ni siquiera el roce de la llama me tocaria un mechon de cabello. El me solto, y dejo la miraba cabizbaja. Yo, masajeé los brazos un poco, y luego con mi mano derecha, levante su mentón. Sus ojos se veian llorosos, en cualquier momento soltaria la lagrima, cosa que no podía dejar que sucediera. Era estúpido, pero con cada lagrima que el podía llegar a soltar, era como un golpe en el alma para mi. Si, definitivamente, lo amaba…
- No te quiero dejar. – la voz entrecortada, con una gran herida dentro de mi. – No puedo, no lo deseo, sin ti no soy nadie Justin, te has convertido en mi mundo, y alejarte de mi seria como quitarme todo lo que yo tengo. – Negó con la cabeza, decepcionado. – No me importa lo que pienses, asi es, es la verdad, me estoy sincerando contigo.
- Entiende que no podemos, Leah. – lo solte, y el levanto por si solo su rostro. – No es natural, debes de conseguirte a alguien como tu, un buen partido, alguien que pueda estar contigo todo el tiempo sin tantas limitaciones como las que tenemos ahora.
- Ya lo encontré, eres tu. – respiro profundamente, vencido. – Soy mas como tu que como los demás.
- Tu sabes que no es sierto.
- Como te lo pruebo?
Ambos callamos, y de la nada, el tomo mi rostro entre sus manos, y me miro figamente en los ojos. Era tanta mi fascinación, tanta mi emoción por aquel momento, que el resto del mundo no estaba, no estaba consiente, eramos tan solo el y yo, no había nadie mas, cuando estoy con el, nunca lo hay.
- Ya no hay marcha atras, Leah. Comprendes eso? – Asenti con la cabeza. – entiendes que si cruzas esa línea, ya no hay retorno?
- Lo supe desde el momento en que te conoci.
Un aire familiar se sintio en el aire, en su orbita. Sabia que lo decia enserio, que estaba dispuesta a todo con tal de estar con el.
- Entonces, Princesita, Considerate mi mas grande pecado.
Ambos sonreimos por lo tentadoras que esas palabras sonaban, y sellamos el trato con el mas dulce beso jamas dado

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Esta historia es sobre Leah, una chica que vive en un condado de Texas, Estados unidos, y que su vida cambia gracias a la llegada repentina de Justin en su vida. Luego de varios hechos, Ella se da cuenta de que estar con Justin, es mas peligroso de lo que alguna vez pensaba, y cuando se trata de alejar se da cuenta de que Si, ya se enamoro de el.


Espero que les guste, como les dije esta nove no es mía, no hay adaptación, no le voy a cambiar nada porque así me encanto y así se quedara! jajaja, ya pedí permiso aclaro por las dudas, espero que les guste como me ah gustado a mi! :D

Awwww me encantó, es super duper dulce :oops:
Primera y fiel lectora ;) NO dejes de escribir la anterior nove eeh!
SIGUELAAAAA! besote enorme! :D

Me encanta el primer cap! seguila porfass!!

Besos!!!

3 y fiel lectora :study: tenes ke seguirla Caar :lol!: ke secretos hay detras d esa carita y ese cuerpaso? :P tenes ke seguirla kiero saber yaaaaaaaa!!!!! :)

Capitulo O1 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

- Date prisa, Leah.
Escuche la voz de mi padre provenir desde la sala. Iba retrasada para la escuela, o al menos si para mi, que siempre soy de esas primeras estudiantes en llegar al edificio.
Fui hacia la puerta, específicamente al perchero, y tome una bufanda que allí se encontraba colgada, así como gorros, bolsos, entre otras cosas con correa.
Me envolví el cuello con la bufanda color uva, provocando que el calor inundara mi cuerpo. Cerré el zíper de mi chaqueta gris, y Salí del cuarto con mi mochila al hombro.
Cruce el pasillo pasando por la puerta del baño, y la habitación se abrió en la sala. Estaba mi papa a un metro de la puerta de entrada, envolviendo a Sabrina con una bufanda roja, y poniéndole un gorro de lana del mismo tono que la bufanda. Lo único visible en su cara, eran sus grandes y hermosos ojos café claro, que eran la vivida fotocopia de los míos.
- ¿Estas lista? – Pregunto mi papa sin siquiera mirarme, ya que estaba muy ocupado arreglando a Sabrina para que el frío no le entrara por ningún lugar.
- Naturalmente. – respondí con toda certeza.
Mi papa ahora se envolvió el con una gran chaqueta de cuero negro, que en lo personal, es la MAS deliciosa que podrías llegar ha usar. Tenia cierto olor a no se que, que provocaba que el placer por tenerla encima fuera grande.
Llevaba puesto un pants grueso negro, y unas botas de albañil viejas y osadas.
Una vez que todos estábamos listos para salir a la calle con 9 grados, nos aventuramos al exterior. Sentí claramente como el aire del primer frente frió del año se colaba por mis fosas nasales, y por mis poros, provocando endurecimiento de mis huesos por el frió.
Los 3 corrimos hacia el coche que estaba estacionado en la asera: un Nissan plateado.
Apenas entramos, Sabris y yo en el asiento trasero, mi papa encendió el coche, haciendo que la maquina rugiera ferozmente, y lo dejo calentarse, ya que si arrancaba muy rápido, se podría llegar a descomponer con el frió.
Mientras esperábamos, encendió la calefacción. Acomode las ventanillas del aire de modo que calentaran primeramente a Sabrina. Ella era mi prioridad. Mi papa aumento la intensidad con la que el aire era expulsado, lo cual provoco que el coche se calentara mas ‘ rápido’ entre comillas, así como nosotros 2 también.
Una vez que el coche estaba mas o menos caliente, mi papa arranco.
Como todas las mañanas, iríamos a dejar a Sabrina primero en su guardería ‘Smileys’ que estaba de camino a mi escuela.
Fueron 13 minutos de viaje exactamente cuando llegamos a la puerta de su babycare.
Había un área verde con pasto recién podado de unos 10 metros, antes de llegar a la puerta. Como el día estaba tupido por nubes negras, esas 2 puertas de vidrio dejaban al descubierto que tenían todas las luces prendidas. Se veía una recepción, en esa ‘escala’ para los salones, que media aproximadamente 15 metros de largo, y 7 de ancho. La puerta de la entrada, media aproximadamente 5 metros, dejando un metro por cada extremo de esta ultima.
Una barra por fuera del concreto, te mostraba que allí había una gran ventana sin cristal, que mas bien utilizaban como una recepcionista. Al fondo había otra puerta de 5 metros, solo que esta no era de vidrio, pero tenia en la parte de arriba 2 cristales en forma circular que te permitían ver hacia dentro.
Deje mi mochila y mi bolso en el asiento, y tome a Sabrina en brazos. Antes de bajar, le indique que escondiera su rostro en mi pecho, para que no respirara el aire frió. Cuando Sabrina hizo aquella acción, agarre la manilla de la puerta del coche, y salte corriendo de el, para cruzar esos escasos 10 metros y llegar a aquel edifico color carne, que sobre las puertas tenia pegada en letra manuscrita color dorado brillo-so la palabra ‘Smileys’ en forma de arco.
Apenas entre, sentí como mis nervios descansaban del frió que afuera hacia. Tenían prendido al máximo la calefacción, supongo para evitar resfriados.
Cuando cruse el umbral de la puerta, baje a Sabrina de mis brazos, y me quite la bufanda de la boca, para permitirme respirar el aire caliente.
Parecía que no habían casi niños, ya que solo estaba en la recepción la maestra Yasmine, con la que por cierto no congeniaba mucho, y recargada en la barra se encontraba la maestra angeles. Tome a Sabrina de la mano, y caminamos hacia ellas, las cuales ya nos habían visto desde que entramos.
- Buenos días Leah! – la esbelta maestra angeles se nos acerco a ambas. Su piel morena se veía de porcelana, y esos enormes ojos negros resaltaban naturalmente, y mas ahora, con ese delineador negro que llevaba puesto. Me saludo de un beso en la mejilla, y luego se inclino de cuclillas para quedar al mismo nivel que Sabris. – Buenos días Sabris! – la saludo del mismo modo entusiasmada.
- Buenos días señorita angeles. – saludo mi hermana con un hilo de voz tierno. La maestra se volvió a elevar a mi altura.
- ¿Esta muy frió afuera? – me pregunto con cierta burla en sus palabras, ya que Sabrina iba vestida como un verdadero esquimal.
- Mucho, si. – reí. – para pasar ayer de 29 grados centigrados a 9 grados, es mucho. No estaba preparada con nada de invierno aun. –
- Nadie estaba preparado. – me recordó. – pero no es nuestra culpa! – rectifico. – es culpa de ese tal Chandler Qweey, el meteorólogo del canal 07. Nunca da una en sus predicciones. – ambas reímos. - ¿Vienes por ella a la misma hora de siempre? – Sabrina dio 2 pasos aun agarrándome de la mano, y La maestra angeles giro unos 180º.
- Como todos los días. – exclame feliz. Me agache para despedirme de Sabrina, lo cual lo hizo con un beso, y se fue corriendo de la emoción.
Volví a taparme con la bufanda, por completo, y Salí del lugar otra vez. Apenas entre al coche, mi papa me interrogo, con preguntas como:
*¿Qué maestra estaba allí?
*¿lloro cuando te fuiste?
*¿No te comentaron nada de la colegiatura?
Entre otras cosas. Yo las contestaba con fluidez, ya que tenia las respuestas a todas.
Otros 10 minutos de camino bastaron, para que llegara a mi destino: Preparatoria Perklyn.
Una pequeña rotonda estaba en medio del camino, y la acera de la escuela imitaba su curva. Eran unos 20 metros para llegar a la entrada de ese gran edificio de 2 pisos, y con una gran extensión. Era de ladrillo básicamente. El color marrón era todo lo que se veía, y resaltaba junto a los arboles que estaba plantados a escasos metros del edifico.
Tome mis mochila, y mi bolso donde llevaba mi uniforme de Whataburger de empleada para en la tarde, y baje corriendo a la escuela.

CONTINUARA...

Este capi va dedicado a mis 3 lectoras (: Merii, Anto y Alis (: Gracias por siempre leer (: Si pueden pasen la voz de esta nove, quiero que allan mas lectoras para homenajear a LU la verdadera escritora de esta nove atrapante !! (:

Gracias lokiss :) m enkantop el capi

PD: ya t mand la solicitud ;)

me encanto siguela..

Capitulo 2:

-El Rumor Del Chico Nuevo. -

Apenas entre al edificio de Ladrillo, sentí una ráfaga de viento llegarme por el frente, y luego por detrás. Se sentía tan bien poder relajar tus huesos de aquel frió infernal que acontesia en el exterior. Disfrute unos segundos mas esa sensación gratificante, y luego tome el pasillo hacia la izquierda, ya que interfería con el flujo de gente que pasaba y pasaba, como almas sin rumbo fijo. Camine por el pasillo hacia mi izquierda. Prefectura.... Área de trofeos.... Rostros Destacados.... al frente de esta ultima área, se hacia la intersección del otro pasillo, donde se encontraba mi Locker. Di vuelta hacia la derecha, para llegar al pasillo donde se encontraba el salón de Ingles, y el de Tecnología. Llegue a mi locker, el cual estaba a 5 casilleros de distancia del aula 012, la de Ingles. Mientras tanto, en el camino me iba 'desvistiendo', quitándome todo el exceso de ropa que llevaba puesto.
Cuando llegue a mi casillero, ya me había quitado la bufanda, la chaqueta aeropostales, y otro suéter que tenia debajo de esa chamarra. Aun llevaba puesto un suéter de rayas de diferentes tipos de Anaranjado, gruesas. era de Manga larga, y cuello de tortuga. En lo personal, era mi suéter favorito.
Aun y con esas 3 prendas fuera de mi cuerpo, sentía un poco de calor, ya que estaba encendida la calefacción, aunque mas que calor, era un clima templado. Tampoco podía decir que estaba sudando por el calor, pero eso si, estaba a gusto con lo que llevaba puesto.
Cargue todas las prendas de ropa que pude con mi brazo izquierdo, mientras mi mano derecha intentaba abrir mi locker con la combinación adecuada. 01 - 12 - 30. No la olvidare.... al menos eso diré hasta que se me olvide otra vez, y tenga que verificar de nueva cuenta en mi pedazo de papel que siempre llevaba en la mochila. Abrí el casillero. Su color rojo intenso no destacaba de los demás colores, que eran blancos, y otros rojos, pero que entre todo el conjunto formaban figuras extrañas. A Algunos les tocaba un locker con mitad rojo y mitad blanco, ya que según yo tenia entendido, si estaban todos cerrados y perfectamente acomodados, daban la impresión de dar el nombre de la escuela, aunque jamas sucedía eso, ya que siempre eran un desorden.
Las paredes blancas con ciertos dibujos de tigres a caricatura, o tan solo el contorno, y con mensajes animosos como: 'Go Tigers Go!' le demostraba a cualquiera que el espíritu deportivo estaba presente , o aunque sea, por parte del equipo de deportes si.
Mi locker tenia 2 repisas. En la parte de abajo, tenia libros, y cosas escolares, y en la de arriba, tenia cualquier otra cosa. No sobrepasaba el tamaño de un locker normal, pero si era amplio. Tenia pegado un horario en la puerta del locker, junto con 4 fotos con mis mejores amigos (Leo, Tracy y Brenda) y luego stick papers de colores sobrepuestos por todas partes.
Doble mi ropa como pude, y la metí al locker muy apenas en el escaso espacio en la segunda repisa.
Verifique mi horario una vez mas, con la esperanza de que fuera una gran mentira que a la primera hora del Lunes me correspondiera la asignatura de Matemáticas. Otra vez, me cree ilusiones vacías.
La peor materia, el peor día de la semana, a Primera hora... ¿Irónico?
Irónicamente, Matemáticas era la materia donde tenia siempre 10, y algunas veces tenia puntos extras, que utilizaba en los bimestres siguientes, así que eran también de gran ayuda para que mantuviera mi promedio.
Rebusque entre los nombres de los libros, uno que dijera: MATEMÁTICAS I, y al final, encontré ese libro grueso y pesado color azul marino que me causaba pesadillas. Lo tome en mi brazo, junto al cuaderno de cuadro chico de esa misma materia, y plumas Roja, Negra, Azul, y Naranja, por si la situación lo demandaba,
Ni siquiera me había percatado de la presencia de alguien detrás de mi casillero. Una vez con todas las cosas en mi brazo, cerré el locker, y me encontré con una princesa viviente... perdón, Tracy. Le digo princesa, por que tan solo le faltaba la tiara para parecer una físicamente, aunque en personalidad, no es nada presuntuosa.
Con una estatura baja, su piel güera resaltaba con su cabello negro, y chino, alborotado. Sus ojos hacían un gran contraste con todo ella, eran color como miel, aunque mas hacia el café. Unas grandes pestañas los acompañaban, provocando que su mirada se intensificara.
- Hola Leah! -
- Hola Tracy. - Volví a poner bien mi mochila en mi hombro derecho, para evitar que se me cayera o algo por el estilo.
- Adivina que me comento Sophia!? - me pregunto animada. Rodé los ojos. Claro, tenia que ser algún chisme....
no es que le este diciendo Chismosa a Tracy, sino a Sophia. Esa chica tiene oídos y ojos en toda la escuela.Si tienes algún secreto, y Sophia se llega a enterar, olvídate de que solamente tu y tu almohada lo sepan, por que Sophy tiene 'boca floja', y si ella lo sabe, ten por seguro de que medio curso se enterara.
- A ver ahora que...? - Le di la vuelta a Tracy, y pase por su lado. Ella se volteo, y yo continué caminando, mientras ella me hablaba animada mente cuando me seguía por detrás.
- Bueno, Según Sophia, hoy fue a la prefectura en la mañana - toda esta conversación, se daba a cabo mientras yo cruzaba el largo pasillo, topan-dome con medio mundo que ni siquiera conocía mi nombre. Llegue al pie de las escaleras, y las comencé a subir también. - y bueno, me dijo que cuando llego, habían un montón de papeles allí, y había un chico sentado en las sillas que tienen de los regañados! - llegamos al segundo piso, y yo seguía caminando. - ¿Puedes creerlo!? - ¿Eso era todo? la verdad esperaba mas de ella.... nada interesante. Un chico mas en esta escuela de mas de 500 alumnos, no aria la diferencia. -
- ¿Que exactamente? Que haya un chico en prefectura, o que tu chisme fue el mas aburrido de la historia? - dije con sarcasmo. Tracy se paro en seco, y yo di unos 5 pasos mas, hasta me di cuenta de que ya no estaba detrás de mi. Me voltee para verla, y regrese esos 5 pasos que hacían la diferencia. - Es que Tracy, todos los días hay como 15 alumnos reportados en prefectura, y eso es poco. - cruse los brazos sobre mi pecho, con mi cuaderno entre ellos. Tracy tomo la misma posición que yo. -
- no me refería a eso. - bufó. - Me refería, a que es nuevo, y va en nuestro curso . -comenzó a mover su pie al compás, aunque no le encontraba lo especial. -
- ¿Un chico mas? La Semana Pasada llego Basalle, y no hiciste ningún chisme sobre eso. - Basalle es un chico nuevo también, aunque solo lo había visto en el pasillo, y cuando me hablo tan solo para pedirme que le recogiera el lápiz que dejo caer, y estaba en mis pies. -
- Carlos Basalle que! - renegó. - Este es especial! según Sophia, es super lindo! -
- ¿Y Eso a nosotras que Tracy? - me miro con confusión. - Somos nosotras! - aclare. - somos invisibles en este mundo de gente! - extendí mis brazos, dándole a entender que estábamos en medio de un pasillo concurrido, y ni una sola persona nos había puesto atención, ni a nosotras, ni a nuestra conversación. A lo contrario, a gente como Jenna, o Allison, que con tan solo toser, hacen que toda la escuela se calle, para ponerles atención. Yo era la excepción a esa regla, pero la verdad, me daba igual lo que hacían con su vida.
- No seas tan negativa Leah! - me renegó Tracy. - somos bellas, y no lo puedes negar. Ninguna en esta escuela tiene los ojos como los tuyos, así de ese verde pino como tu los tienes, ni el cabello café tan sedoso como el tuyo, así que mejor ve haciendo cuentas, porque aunque tu no lo notes, hay muchos chicos que quisieran salir contigo, solamente que tu no lo permites por tus ' ESTUDIOS.' Abre los ojos! - me dio un coscorrón en la cabeza. Como a propósito, justo cuando hizo esa ultima acción, sonó la campana.
- Viste a Brenda llegar? - le pregunte cambiando de tema. A Tracy le tocaba la misma clase que yo, y ella también ya llevaba sus libros en su pecho. -
- Si, se fue con Leo, ya sabes. - Claro... leo es nuestro mejor amigo Hombre. Era lindo, y tierno, y nos hacia reír. Les tocaba a ambos Geografía a primera hora, y estaba hasta el otro extremo de la escuela. - Bueno, olvida a Brenda. - ambas tomamos camino hacia el salón de clases. - El chico se llama Justin, lo mas seguro es que te toque en alguna clase con el, esta en nuestro curso. - Yo suspire.
- NO VENGO a la escuela para 'novear' Tracy, no soy Allison. - Bromie, y Ella se rió. -
- GRACIAS A DIOS QUE NO! - hizo una cara de suplicio. - SI FUERAS ELLA, TE ODIARÍA. - ambas reímos con la imagen de mi haciendo todo lo que hace Allison.
Nos apresuramos a llegar al salón. Aun nadie estaba sentado ni acomodado en sus lugares asignados. Las bancas eran de 2 personas; Tracy y yo nos sentábamos en una sola....
No se por que, se me vino a la mente lo de ese tal 'Justin' que Tracy mencionaba.
El profesor comenzó con la raíz cuadrada de nuevo, y olvide todo para poner atención a clase. -

~ C o n t i n u a r a

SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA YAAAAAAAAAAAAAA ES UNA ORDENNNNN CAAR AHORITITA MISMO LA SEGUIS OH...o...o bueno no se ke t voy a hacer pero kuando piense en algo ya veras siguela pls :lol!:

"La Clase de Frances"[center]

La hora de matemáticas de paso lento, y aburrido…
Esa semana, todos, tanto estudiantes como maestros, habíamos estado locos, con la prueba: ‘TAKS.’
‘TAKS’ es una prueba que se aplica exclusivamente al estado de Texas, para definir cuales estudiantes aprueban, y pasan de año, y cuales reprueban, y se quedan en ese mismo curso.
Saque una pluma, y un lápiz de un lapicero que tenia en mi mochila, y y puse a darles vuelta alrededor de mis dedos.
Tracy estaba demasiado obstruida buscando y rebuscando algo dentro de su mochila, pero parecía sin frutos. El profesor Mijares llego a nuestra banca, y nos dio las hojas. Eran 6 hojas unidas por una grapa en la parte posterior de las paginas. Me dio 2 a mi, y yo se la entrega a Trace.
El profesor termino de repartir todas las copias, y un silencio penetrante se sintió en el aula. Todos, absolutamente todos, estábamos poniendo enfoque en nuestro trabajo, creo que por primera vez en nuestras vidas. Hasta los que eran reconocidos a nivel escolar por ser un peligro dentro y fuera de la escuela, estaban tratando de analizar los problemas matemáticos.
Tan solo note como todos se ‘jorobaron’ haciendo que bajaran las miradas hacia el pedazo de papel.
La baje yo también, y comencé a llenar los requisitos de información que me pedían. Esto tan solo era un ensayo, pero querían que fuera lo mas cercano posible al verdadero.

Nombre del Alumno(a): Leah Fletcher
Nombre de la Escuela: Perkling High School
Grado: 10th Grade. (Primero de Preparatoria)
Ciudad: Brownsville Texas.

Varia información sin importancia fue la que llene.
Después de pasarme la primera hoja llenándola de puras tonterías, me fui a los problemas de matematicas.
Llevaba ya unas 4 paginas completas, y entonces el profesor Mijares habla.
- Okey chicos, tal vez no alcancen a terminar el día de hoy. – se levanto de su silla, y comenzó a borrar unas cosas que estaban anotadas en el pizzaron de plumón que tenia a lo extendido detrás de el. – Así que agan aquí lo que puedan, y mañana lo continuamos. – Regreso y se sento con su laptop ‘Toshiba’ que estaba sobre su escritorio negro.
Yo volvi a poner atención a las hojas, aunque inmediatamente después circule la respuesta ‘b)’ y había terminado todo el examen.
Me puse a divagar dentro de mi cabeza, pensando en cualquier cosa que se pusiera enfrente.
Me puse a observar cada detalle del salón. La ventana que se encontraba detrás de nosotros, al fondo del salón, emitia una luz sombria, típica de día son sol. Las paredes blancas, con las bancas de los estudiantes rojas, adquirían el color del ambiente, y por esa razón, ese día se veía grisaseo.
Al frente del aula, había un ‘mini escenario’. Unos 30 centímetros mas alzado del nivel del suelo, se encontraba su escritorio, junto con un televisor plasma justo al medio del pizarrón.
Dicen que los buenos ‘Tauros’ somos muuuy soñadores, y yo respaldo esa idea. Naci el 14 de Mayo, en medio del auge de los tauros.
Soy soñadora en extremo, así como también terca. Siempre vivo en las nubes, y casi nunca bajo de allí.
En toda ocacion posible, me imagino ‘ Mi Mundo Perfecto’. Un mundo donde no haya maldad, y podamos salir a las calles sin temores. Un mundo donde la contaminación sea tan solo una pesadilla jamás cumplida, algo que exista en el mundo del mito, así como las brujas y los vampiros, que con la simple idea de que llegara ha haber una posibilidad de encontrarme con alguno, se me contrae la piel.
Yo no sueño con la fama y la fortuna, como muchos lo hacen; yo sueño con la perfeccion.
Sueño algún día encontrar a mi ‘Esposo Perfecto, familia perfecta, hijos perfectos, vida perfecta, trabajo perfecto, personas perfectas, la perfeccion es mi mas grande anelo.




La clase acabo, por fin. Pase 15 minutos tonteando, y baboseando, viendo cualquier cosa, y perdiendo el tiempo.
- Le entendiste a alguna? – la cara de suplicio de Tracy me dio a entender que ella no le había entendido a… ninguna. –
- a todas. – confese apenada. – y tu? – le pregunte aun sabiendo la posible respuesta. –
Salimos del salón, y cruzamos el pasillo como siempre juntas.
Llegamos hasta el fondo del pasillo, donde se encontraban las grandes y amplias escaleras rojas. Las bajamos con naturalidad, mientras prácticamente los chicos pasaban y pasaban corriendo hacia sus lockers y sus casilleros. –
- A ninguna. – hiso una mueca en la orila de sus labios, provocando que un gran oyuelo se le formara.
- Tienes que ponerte a estudiar mas… - le reclame. –
- Tambien tengo una vida Leah, no la puedo cambiar por la escuela, no es sano! – pasamos 5 pasillos, y llegamos al del casillero de Tracy. – Te dejo. – Dijo mientras me despedia de beso en la mejilla. – me toca Frances… - bajo los hombros, y se metió por su pasillo.
Cruce unas 2 aulas mas, y llege al pasillo donde se encontraba el mío. Lo abri, otra vez con mi combinación que había logrado recordar, y meti como pude mis cosas de matematicas. Saque una carpeta, donde guarde las hojas de matematicas, para que me las revisara al día siguiente el profesor Mijares.
Rebusque con la mirada el cuaderno de Tecnologia, la clase que me tocaba. Después de esa clase, a la tercera hora, me tocaria ingles. Gracias al cielo, ambas se encuentran en el mismo pasillo.
Saque aquel delgado libro con hojas delicadas de tecnología, color verde y en la portada un titulo simple con el nombre de la materia. Entre al salón.


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2 h o r a s D e s p u e s .

-Leah, ¿Qué dijo Mr. Ochoa que había de tarea? – Roxana, otra amiga mía, que le tocaba la clase de ingles conmigo, me pregunto lo ultimo. Ella y yo nos llevábamos bien, aunque mas que nada era una ‘conocida’. Nos sentábamos juntas en la banca, y creo que esa fue la única razón por la cual ahora nos hablamos.
Salimos del aula, y fuimos hacia mi casillero. Yo lo abrí por tercera vez en el día sin que se me olvidara, y Roxana recargo su cabeza así como si hombro en el locker que se localizaba junto al mío.
- Grammar book, pagina 65. – respondí mientras metia unos libros a la mochila. –
- Okey! Gracias! – me dio unas palmaditas en el hombro, y se fue corriendo. – Buen provecho! – grito antes de desaparecer al doblar el pasillo hacia la cafetería.
Deje todo sobre la escuela en mi casillero, y tan solo tome mi dinero, para dirigirme a comer algo. Sentia como mi estomago me lo reclamaba, gruñiendo dentro de el.
Cruce varios pasillos, y llege al casino de la escuela. Todo lleno de mesas, y al fondo la barra hacia la cocina. Estaban recipientes llenos de platillos, y freidoras.
Cruce el lugar, para llegar a comprar algo.
Me forme en la fila, mientras tomaba una charola color rojo, y la empezaba a deslizar por todo el desliza charolas.
Por sobre la barra que se encontraba sobre toda esa comida, se encontraban varios aperitivos ligeros.
Segui deslizando la charola, hasta que la señora Martha me la pidió para servir. Con una sonrisa en el rostro se la di. Me sirvió una porción de espagetti, un poco de ese pollo en rajas que estaba allí, y me dio un vaso de coca cola.
También había otras cosas, para invierno, pero yo no quería pan dulce y chocolate caliente, no tenia antojo.
Tome mi charola, y le di los 2 dolares a La Señora Marina, la cual los tomo y los metió a su caja registradora.
Me voltee para examinar el lugar. Todo igual. Nuestra mesa se encontraba hasta el fondo del casino, en una esquina. Alli ya estaban Leo, Brenda y Tracy.
Tome camino hacia nuestra mesa, esquivando las demás, y pasando junto a la mesa de Jenna y Allison, junto a las de los skaters, y entre otros ‘grupos sociales’ que la verdad no me interesan.
Estaban a lo alto las grandes lámparas prendidas, con una luz blanca casi fosfo. En el exterior se podía ver claramente como se avecindaba la lluvia, y como nos meteríamos en problemas si llega a llover mas de lo debido, ya que hace poco, había llovido con tanta intensidad, que los estragos de una pequeña inundación continuaban presentes.
Con mi charola en mano, llege y me sente. Antes de que alguien notara mi presencia, Tracy y Bree(Como de cariño le decíamos a Brenda) hablaban muy animadas, y Leo, aunque no hablaba, era parte de la conversación.
- ¿De que hablan? .- dije mientras me sentaba en una silla desocupada, de 3 en las que no había nadie sentado. –
- Del chico nuevo! – dijo Bree mientras le daba un mordisco a una manzana roja que tenia allí. –
- ¿Otra vez con ese tema? – saque los cubiertos de entre las servilletas, y tome el tenedor dándole vueltas para enrollar el espagueti. –
- Ese chico da miedo! – ese comentario me sorprendió. ¿Miedo? ¿Por qué?
- ¿Por qué lo dicen? – pregunte metiéndome el espagueti a la boca. –
- Por como te mira! – expreso Bree. – Mira, estábamos Tracy y yo en Conocimiento para la vida, - Conocimiento para la vida (CPV)Era una materia extra, que no perjudicaba tanto en tu calificación. Allí la Miss Claudia, nos enseñaba cosas cotidianas, para ayudar en el hogar o por el estilo. Este bimestre era de cocina. – y entonces la Miss Anuncia al nuevo chico. Apenas entro, se sintió la mala vibra colarse entre las almas del aula! Te mira como si te quisiera matar, como si estuviera planeando tu asesinato paso tras paso! – concluyo Bree. –
- Te juro que si! – acintio Tracy. - es lindo, no digo que no, pero aun así, te da miedo! Su mirada es terrorífica y espeluznante! – ambas intercambiaron una mirada. Yo seguía comiendo animadamente. –
-¿Y Tu Leo? – le pregunte una vez que Tracy & Bree se callaron para comer. - ¿Dónde lo viste? –
- En el baño. – Rio, así como yo también. – la misma observación de Bree y Tracy es la que yo doy. – los 4 callamos.
- Inevitablemente te tocara en alguna clase con el. – Me desdicho Bree.
Aun y con esas ‘reseñas’ de mis 3 mejores confidentes, no creía que eso fuera a ‘matarme’. La verdad, soy bastante escéptica, y no creo, hasta no ver.
El primer reseso de 20 minutos termino, y nos fuimos a nuestros salones.
Yo llege a mi locker, para sacar mi cuaderno de Frances, que era la siguiente frase en mi horario. Leo iría conmigo a esa clase.
Subimos juntos hacia el segundo piso, y llegamos al aula O45, mejor conocida como francés.
Con mis libros en mano, y mi mochila en mi hombro, llegamos Leo y yo a sentarnos donde siempre: en la ultima fila, en el primer escritorio, junto a la ventana de 1 metro por ancho y 4 metros por largo. Yo me sente junto a la ventana, como habitualmente lo hacia, para cuando me aburririera, podría mirar el panorama del patio delantero de la escuela desde allí. Ese día creo que no seria posible, ya que los vidrios gracias al frio, estaban completamente empañados, y eso provocara que no pudiera ver absolutamente nada hacia el exterior.
El profesor comenzó.
Escribio varias cosas en Frances en su pizarrón. Nos pidió que abriéramos los cuadernos para copiarlos. Justo cuando comencé a escribir, se abrió la puerta del aula, provocando que los 18 alumnos que estábamos allí levantaramos la mirada, por que aparte de todo hiso un gran y estruendoso ruido, al revotar con la pared. Todos, hasta el profesor Gaona, nos presipitamos.
Y Si, era el, con un pantalón mezclilla negro, y unos supras. Tenia ojeras debajo de los ojos, y se veía tenso. Su mochila, desganada detrás de su hombro, y en la mano llevaba un papel, que supongo yo era la constancia, que tenia que ser firmada por todos los maestros el primer día de clases, especialmente para alguien nuevo, que llega en medio del ciclo escolar.
- Si, digame? – el evidente acento francés del profesor con una sección de su cabeza pelona, y sus cabellos grises, era evidente. Camino unos pasos hacia el chico nuevo, el cual extendió su mano con aquel papel dentro.
- ¿Usted es el profesor Gamboa? – pregunto aquel chico desconocido. Su tono de voz era… diferente. Parecía que como si en lugar de hablar, cantara, con una hermosa voz, que con las notas musicales adquiria a la perfeccion.
- Así es jovencito. – el profesor tomo en su mano ese papelito que el extraño chico le había dado. Se volteo y camino hacia su escritorio, para tomar alguna pluma con que firmarlo.
Mientras tanto, por curiosidad pura, yo no podía dejar de mirar aquel chico, tan bello, pero tan temeroso al mismo tiempo. Sus labios rosas estaban secos, como los de la mayoría en este frente frio. Su cabello dorado, despeinado, aunque mas que nada, pareciera que así hubiera querido el que estuviera.
Todo el salón lo observaba, pero el tan solo miraba al profesor, el cual estaba firmando aquel papel. Después de eso, el chico levanto la mirada hacia nosotros… y caos total.
Todo el salón callo, y no se escuchaba ni el andar de una cucaracha.
Como Tracy y Bree lo describieron, si daba miedo. Con su tan solo mirar, nos cruzo a todos como si sus ojos fueran cuchillos afilados. El muchacho poso su mirada en cada una de las almas que se encontraban en el aula. Algunos de ellos, se sentían tan cohibidos, que prefirieron ponerse a estudiar. Otros precavidos, vieron la intensidad de ese chico, y mejor bajaron la mirada antes de que el los viera a ellos. Era temeroso, y terrorífico, aunque la verdad, para mi era una nueva sensación.
Y entonces, poso sus ojos en mi.
A diferencia de los demás, yo no me cohibí, ni baje la mirada, como todos los 17 alumnos restantes habían hecho.
Sentí claramente como sus ojos y los míos se miraban, y como el trataba de intensificar el odio, para así poder crear alguna reacción negativa en mi, pero no pudo.
Cerro el puño enojado, y justo en ese momento, el profesor Gamboa se volteo para regresarle el papelito. El chico se calmo.
- Bienvenido señor Justin. – todos levantamos la mirada, exepto yo, que ya la tenia alzada. – Justin…. Beaber? – pregunto Gamboa.
- Se pronuncia Bieber. – respondió Justin estrechando su mano junto a la del profesor. –
- Entendido. Señor Bieber, hay una banca al fondo del salón, pero esta vez no tendrá compañero de asiento. – le indico el profesor mientras señalaba el lugar, al otro extremo de donde yo me encontraba: en la primera fila, el ultimo aciento.
Justin comenzó a caminar por ese pasillo, pero siguió viendo a todos y cada uno de los estudiantes. Yo en ningún momento le quite el ojo de encima.
Me voltee de lado, y recarge mi espalda en la pared fría, para verlo mejor.
Cuando llego a su asiento, se sento, y puso su mochila en el asiento donde debería de estar su compañero inexistente. Cuando llego y se acomodo, me miro de nuevo.
Tracy & Bree tenían razón, era espeluznante, aunque yo no hubiera usado esas palabras como primera opción. Creo que yo hubiera utilizado mas bien un ‘ Maravilloso y sobrenatural. Si, su mirada podría provocar miedo, pero había algo en el que me atraía, aunque no supiera de que se trataba…

C o n t i n u a r a –

Este capi va dedicado a la única que comento el capi anterior! jajaja Alis, muchas gracias, este capir es para vos!!! :D

lokiss ya m entro la curiosidad hay ay ay tenes ke seuirla esta misteriosa la nove asdfghjklñ :P

PD: me enkanto el cap encerio me hiso acordaralgo ke vivi en 1er año :P asdfghjklñ

Capitulo O4

-El Diferente.-


Su cabello perfectamente despeinado.
Sus facciones simétricas, perfectas, tenían la apariencia de haber sido moldeadas a mano propia de un artista creando una estatua.
Sus labios, que a diferencia de otros, el frio parecía pasarle por alto. Estaban rosas, y perfectos, no puedo decir lo mismo de los míos, o de la mayoría del salón. Labios quebrados y secos, pero los suyos parecían estar en medio del auge de verano.
Y por supuesto, sus ojos, énfasis en su mirar. Un mirar tan peculiar, que ni siquiera había diferenciado en esas películas de Hollywood con una enorme producción, y efectos especiales. Era ese tipo de mirar que te helaba el alma con tan solo un suspiro de su parte mirándote de igual manera. Como Tracy y como Bree dijeron: Temeraria, aniquilante. Pero otras palabras que para mi punto de vista lo describiría de igual manera: Misterioso, y fascinante.
- Muy Bien, ¿Sr. Bieber?- el chico levanto la mirada, alejándola de mi trayectoria, para ponerle atención al profesor Gamboa. - ¿Tiene algún conocimiento sobre la lengua Francesa? – puso ambas manos sobre su abdomen, entrelazadas unas con otras.
Ningún alma viviente que se encontrada en esa habitación en ese momento, no estaba mirando a Justin. Su caminar, era…. Especial. Frente en alto, pecho fuera, erguido. No se parecía al andar de nadie de… ¿Nuestra Época?
Como sea, en referencia a mis anteriores palabras, todos lo miraron expectantes, y yo como siempre la 1 en 20, lo miraba con fascinación hacia el. Tenia algo que era hechizante hacia mi persona, aunque no tenia ni la mas mínima intuición de que podría llegar ha ser.
- naturalmente. – contesto el muchacho, el cual para ese momento, ya estaba frente al profesor. En ese instante, comenzó a hablar la lengua, con una perfección inimaginable. Yo e estudiado francés mi vida entera, y no pude entender la perfecta pronunciación de sus palabras. Hablaba en palabras muy elevadas, palabras de las que apenas tengo conocimiento. Para mi sorpresa, parecí entenderle al menos a unas 2 frases: tengo descendencia francesa, y voy a parís de vez en cuando, así que hablo el idioma.
No estaba plenamente segura de que mi traducción fuera la correcta, ya que pues pronunciaba las palabras con una gran rapidez, y fluidez.
Todos, incluyéndonos a mi y al profesor, nos sorprendió la facilidad con la que el nuevo estudiante pronunciaba, declamaba, y explicaba sus palabras, todo en francés.
El Señor Gamboa abrió sus ojos como omóplatos, al escuchar su pronunciación. ‘Bienvenido al curso Señor Bieber.’ Contesto el profesor después de el ‘pequeño largo’ discurso que el estudiante había dado.
Justin dio Media vuelta hacia la derecha, y posiciono su fría y fuerte mirada sobre mí una vez más. Esta vez, un escalofrió si recorrió mi espalda, y cierto temor me susurro al oído.
Estaba tan pendiente de ese Justin, que ni siquiera note lo que había sucedido alrededor. Justin sin quitarme de cierto modo la atención, llego a su asiento, y apenas se sento en su silla, quito su mirada de mi, y la puso sobre Mi compañero. El miro a Leo, y note como a el le daba un gran escalofrio. Lo miro de igual manera, pero no era de un modo muy amigable. Ambos se enfrentaron con la mirada, y las vibras no fueron exactamente agradables. El profesor Gamboa llamo la atención de todos al frente de la clase, y tanto Leo, como Justin se enderezaron y dirigieron la mirada hacia el frente del salón.
Mi amigo estaba tenso, y nervioso. No soltaba su mandibula, y tenia su mano cerrada en un puño sobre su escritorio. La Clase comenzó.




- ¿Qué paso allí adentro? – Salí del salón, con Leo junto. El tomo mi mochila, tanto como la suya, y la puso sobre su hombro. Yo llevaba mis libros de francés.
- ¿Qué exactamente? –
- Parece que no te agrado mucho el chico nuevo. – el me miro. Ambos llegamos al vértice del pasillo donde su locker se encontraba. Dimos vuelta, aun efectuando la conversación. Llegamos frente a su locker, color blanco en totalidad, y mientras lo abría, me pasaba mi mochila que traía cargando.
- No me dio buena espina simplemente. – metió sus libros prácticamente a la fuerza a su casillero, y saco otros, creo que de Matemáticas que le tocaba.
- parece ser que a nadie le da buena espina. – reacomode mi mochila sobre mi hombro derecho, poniendo mi mano derecha sobre la correa. – a mi me parece…
- ¿Lindo? – aventuro Leo con una sonrisa picara en su rostro. Le di un ligero golpe que no aria daño ni a una mosca, en su brazo derecho. – parece que a todas les parece lindo, pero a todas les da miedo. – bromeo con respecto a la actitud de las chicas hacia Justin. Tenía razón. Estaba segura de que todas pensaban lo mismo: es lindo, y un buen mozo, pero para todas, a excepción clara de mi persona, les daba miedo. –
- iba a decir Diferente. – el se puso serio. – y si, tal vez lindo, pero distinto a otros chicos de esta escuela. –
- Creo que es distinto a todos. – objeto Leo. – en lo personal me causo escalofríos. – miro a la nada. Me extrañe por esa reacción. Dejo el juego de lado, y lo dijo todo seriamente.
- ser distinto, ¿Es desventaja? –
- En nuestra sociedad, puede ser. Si no eres una estrellita del futbol, o alguien con influencias, estas perdido. – agrego. Yo calle.
Me despedí de Leo, y me fui hacia mi siguiente clase (ya tenia los libros en mi mochila) que era conocimiento para la vida. Sabia de antemano que no me encontraría con Justin en esa clase, ya que según Tracy y Bree, (las cuales ya habían tenido esa clase en las primeras horas) Justin estaba en esa materia con ellas, así que no había peligro alguno.
La clase se paso rápido. Tan solo anotamos unas cuantas recetas culinarias, pero nada importante.
La campana sono una vez mas. Quedaba una clase, y después nos iríamos al segundo receso, seguido por otra clase (educación física) y después la salida.
Ahora, me tocaba literatura, así que saque mi cuaderno, y mi libro de mi mochila. El libro era sobre Sirenas, específicamente de mitos y leyendas sobre eso. Estábamos viendo todas esas ramas, de cuentos, mitos, leyendas, historias de miedo, etc.
Subi al segundo piso, y entre al salón de literatura. Para mi gran sorpresa, el lugar donde usualmente me sentaba yo, con otro compañero estaba ocupado… por el chico nuevo. Apenas entre a la habitación, el me miro con interés, y yo frunci el ceño confundida.
- Leah, espero y no te moleste. – la señorita Brithes, se hacerco hacia mi, (todavía estaba a unos cuantos pasos de la entrada) – no tenemos otra banca disponible para el nuevo estudiante, espero y no te incomode compartir tu banca desocupada con el por hoy. – aparte su mirada de el cuando acabo de hablar, y tan solo asentí con la mirada.
- ¿Y Brandon? – Brandon Erza, era mi compañero de banca de literatura.
- Varicela, muy grave. – dijo la maestra con una mueca. Me acerque a su escritorio, y hablo un poco mas bajo. – Se que ese chico no esta dando una buena primera impresión, pero será solo por hoy, ¿De acuerdo? Mañana ya estará una banca especial para el. – sonrió, y yo tan solo sonreí sin estar muy convencida aun.
Me dirigi hacia el ultimo pasillo, la ultima banca. Esa era la única clase en la cual estaba hasta atrás sentada. Justin no me quito la mirada de encima. No pude evitar no cohibirme con su mirada, que parecía no afectarle mi reacción. Me encorvé un poco, dejando mostrar mi inseguridad. Puse mis libros sobre mi banca. El estaba sentado junto a la pared, donde normalmente me siento yo.
- yo siempre me siento allí. – comente un poco apenada. –
- tenemos los mismos gustos entonces. – decreto. Levante la mirada. Me sorprendió la belleza de su voz. – a mi me gusta sentarme junto a la pared. – se volteo ignorándome. –
- si tenemos los mismos gustos o no, yo me siento allí. – el me miro con el rabillo del ojo, y luego bajo de nueva cuenta la mirada. –
- como se dice por allí . – levanto la mirada. – el que se fue a la villa, perdió su silla. – rio sutilmente. Yo bufe, y me sente en el lugar donde el me había dejado espacio. Note cierto ‘humor’ en el, como si mi acción le hubiera hecho algún chiste. Yo lo ignore. Para mi fortuna, la clase comenzó en ese momento.
- Seguimos con el tema de…-
En cualquier otro día, le podría narrar a cualquiera que me preguntara lo que la clase se trataba, pero esta vez no. Esta vez, a diferencia de todos los días, tenia a un chico raro, y maravilloso al mismo tiempo sentado junto a mi. ¿Podria concentrarme? La verdad, sentia una sensación extraña, recorrer constantemente cada cuantos segundos mi espalda. Me daba temor que el llegara a notar algo así, pero entonces, no pude evitar no mirar hacia donde el estaba sentado, y me encontré con una gran sorpresa… estaba nervioso, hasta mas que yo.
Su pie no paraba de moverse incesante, y se tronaba los dedos de sus manos una y otra vez. Tenia dilatado en su ojo un nerviosismo evidente. En ese momento, la campana timbro. ¿En serio ya había pasado la hora entera de Literatura? Y ni siquiera pude llegar ha hablar con el…


C o n t i n u a r a ♥

AHHHH!!!!!!! Caar defiitivamente tenes ke seguirla aahhhhh! la rayis lo puso nervioso :P

Sorry por re desaparecerme! q no comente no significa q no la lea! la leo en el cel, nada mas q es tam choto q no me deja comentar esta re loco mi celu! en fin me encanta esta nove! SEGUILA!!

Besos!!