Re: Erased (Joe Jonas)

por **fernanda** Vie 05 Jul 2013, 12:45 am

ay dios :( siento que me muero !
tienes que seguirla!
y que pasa con esa tal tia susan
SÍGUELA!

por **xlivelikeitsnowornever** Vie 05 Jul 2013, 12:47 pm

fernanda escribió:ay dios :( siento que me muero !
tienes que seguirla!
y que pasa con esa tal tia susan
SÍGUELA!

Noooo, no te mueras :((((
por supuesto que la sigo, tú tranquila <3 no te digo que pasa con la tia susan gjlhfdg tienes que descubrirlo :twisted: :-w-:

por **xlivelikeitsnowornever** Vie 05 Jul 2013, 12:49 pm

Hoy es viernes, por lo tanto, hay 2 capítulos (ayer subí dos porque pensé que era viernes xDDD)
Aquí estan, epsero que les gusten :)

20.-

Christian se quedó conmigo anoche, luego de que su bencina se acabara convenientemente cuando me dejó en casa.

Está aun durmiendo junto a mí. Esto es raro.

Además, no sé cómo nos iríamos a la escuela.

Ya eran las siete y él seguía durmiendo. Papá pronto vendría a gritarme “Clara, vas tarde,” entonces vería a Christian y lo mataría allí mismo por haberse atrevido a quedarse y dormir en la misma cama que su hija.

Me levanto y Christian dice algo incomprensible.

— Ey, ey — digo y lo muevo un poco, él abre y sus verdes ojos me miran un momento y luego alrededor.

— ¿Nos acostamos? — Pregunta aun adormecido, luego se sienta en la cama y refriega sus ojos—. Oh, clara. Hola — Mueve su mano y yo río—. Quería ver tú reacción.

Se levanta y yo lo miro.

Está llevando la misma ropa de ayer y está sucia y él esta sucio y estoy segura de que ambos olemos horrible.

Miro mi reloj y Jeffrey ya se debe haber ido. Siempre era el primero en irse de casa.

— Voy y vuelvo enseguida, tú quédate aquí y espérame.

Él asiente y yo voy hasta la habitación de mi hermano.

— Pensé que no te habías levantado — Papá esta en el último escalón de la escalera—. ¿Dónde vas?

— A la habitación de Jeffrey, tiene algo que es mío y necesito llevarlo hoy para un trabajo.

— ¿Podría saber por qué estás con la misma ropa?

— Me dormí.

— ¿Y a qué hora llegaste?

— A las once, tuve un inconveniente, lamento eso — Le digo y me meto a la habitación de Jeffrey.

Aunque Jeffrey era un par de años menor que nosotros, él nunca había representado su edad, por lo que estaba segura de que la ropa de él le quedaría a Christian y podría apostar que hasta un poco más grande por su musculatura.

Tomo unos jeans y una polera.

— Me iré al trabajo — papá sale de mi habitación y yo tiro la ropa en mi espalda bajo mi polera—. ¿Te dejo el auto?

— Si pudieras, sería genial.

— ¿Sabes? Quiero comprarme otro, quizá debería dejar ir a este jeep — comenta estirándome las llaves— Aunque últimamente no te la mereces.

— Lo sé y lo lamento — digo apenada tomando las llaves—. Solo dame un poco de tiempo, estoy tratando de asimilar todo esto.

Y él sabe que no me refiero solo al cambio.

— Bueno, me iré, quizá llegue un poco tarde hoy. No me esperes despierta y no llegues después de mí — Me apunta y yo asiento.

— Te quiero, papá — grito y él me sonríe mientras termina de bajar las escaleras.

Me meto a la habitación y Christian está sentado en la cama.

— ¿Te vio?

— No, me metí en tu closet y creo que salió a la terraza.

— Ten — Le lanzo la ropa en la cara—. Ve al baño principal y date una ducha, hueles horrible — Río y él niega.

— ¿Jeffrey no se molestara?

— ¿Por qué su amigo Christian Parker usa la ropa? Lo dudo.

— Excelente.

— Sino, puedes decirle que tienen la misma ropa y meterlo como si nada.

— Suena aun mejor — Sale de mi habitación y yo me meto a la ducha.

Diez minutos más tarde, él está comiendo como si el mundo se fuera a acabar mientras yo como cereales.

— Ya vamos tarde — Le digo y él se encoge de hombros— ¿Tienes tus cuadernos allá?

— Ni siquiera copio en algunas clases, no sé de qué te molestas — Se encoge de hombros—. ¿Puedo quedarme aquí a dormir?

— No.

Suspira y toma un trago de jugo.

— Vamos — Se levanta y sacude su cabello.

Conduzco hasta el colegio y luego nos bajamos, no hay nadie en los alrededores.

Entramos al pasillo y Joe está junto a Marie. Él parece estar completo y sano, pero Marie parece no verlo de la misma forma.

— ¡Estoy bien! — Marie levanta su mano hasta casi tocar su limpia frente que tiene un parche, él la quita.

— No lo estás, soy una horrible hermana. Discúlpame.

— No tienes de qué disculparte, Marie. Detén esto — Pide él cansado.

— Está bien, al almuerzo te sientas conmigo — lo amenaza, él asiente—. No hagas eso — se va con rapidez y más allá veo a Jasper.

Caminamos hasta él y nos observa.

— Eh, gracias por eso Christian, lo del hospital… — dice y él niega.

— Es lo menos que debo hacer.

— Clara — Me mira y yo le sonrío, toco su hombro.

— Todo está bien, solo quédate tranquilo.

Él suspira.

— Bueno, debo ir a mi clase y tengo que llevar por lo menos un cuaderno, ¿Tienes un lápiz? — Pregunta y Joe asiente, le tiende un lapicero—. Luego voy a tu casa por el auto y mi ropa — besa mi frente y luego sale disparado por el pasillo.

— ¿Pasaron la noche juntos? — Pregunta Joe mirándome con dolor.

— Él se quedo en mi casa porque se le acabo la bencina. Luego se quedó dormido — Me encojo de hombros—. ¿Quieres que te ayude a llegar a la clase?

— No estoy inválido, tengo unos puntos en la cabeza y ya…

— Quedaste inconsciente — le recuerdo y él suspira sonoramente.

— Ni me lo recuerdes. El doctor dijo que había sido la sorpresa.

— Uhm, lo lamento —él suspira—. Oye, ¿Cómo llegaste a la escuela?

— Con Jasper y Marie.

— Si quieres puedo ir por ti e ir a dejarte — Ofrezco y él me mira un momento.

— No quiero molestar, mi auto estará bien luego.

— No es molestia — Le sonrío y siento que a pesar de que estamos actuando normal, hay algo raro en la situación, como si fuera forzado.

— Ah, Clara. Detén esto, sé que lo haces porque te sientes culpable — se voltea a verme por completo—. No fue tu culpa, ni de Christian. Fue mía por no haberme dado cuenta de que Christian quería que saliera del camino y soy un completo idiota, tuve que haber salido del camino y haber hecho algo por ustedes cuando vi lo que pasó.

Me quedo en silencio, no rebatiría eso.

— Pasó muy rápido.

— Te llevaré a casa de todas formas — Le digo y él suspira.

Entramos a clases cuando el timbre suena.

En el almuerzo Marie se sienta junto a Joe mientras yo me siento junto a Christian.

Es divertido escucharla diciéndole que si quiere que le dé de comer y a él gruñéndole que no.

— Joe, ¿Quieres que te dé de comer? — Ofrece Christian levantando una papa frita. Él lo mira mal—. Lo hago bien, pregúntale a Clara si no — Mi jugo se atasca en mi garganta y comienzo a toser—. Ey, era broma.

Asiento y tomo otro sorbo de jugo.

Joe está tenso junto a mí.

— Nunca me has dado de comer.

— ¿Quieres que lo haga ahora? — Pregunta él levantando una papa frente a mi rostro.

Antes de que pueda decirle ‘no, Christian, deja de molestar’ la mano de Joe le quita la papa y la hace añicos.

— No, Parker. No quiere.

Christian revienta en risas.

— Ni con el golpe en la cabeza se te quita lo bruto y vaquero.

Veo como Emma trata de no reír.

— Ten, Clara — Me ofrece una de las galletas que estaba comiendo cerca de la boca, corro su mano.

— Creo que puedo comer sola, paren con esta idiotez — pido y él ríe. Se estira y deja caer casualmente su brazo en mi hombro. Christian golpea su mano divertido y luego ríe.

— Eres el peor coqueteando — Dice Christian y se mete un puñado de papas fritas en la boca.

— ¿Ah, sí? Debe ser porque no he coqueteado con la media escuela — le saca en cara.

— Tú hermana es parte de las personas con las que he coqueteado que, obviamente, no son la mitad de la escuela. Más respeto.

Joe se tensa y yo sonrío.

— Diez puntos para Parker — Apunto y Emma ríe.

Christian sonríe a mi lado.

— No lo apoyes, Clara. Te está seduciendo — Dice Joe en mi oído y yo río fuerte.

El timbre suena y yo lo observo.

A pesar de que tiene un pequeño parche y unos puntos, se ve frágil para mí.

Creo que si fuera Christian, sabría que él va a estar bien aunque yo no esté a su alrededor. Él es fuerte, siempre lo ha sido.

Pero ver a Joe así, me hacía replantearme si yo era un peligro para él por esto de querer buscar a la mamá de Christian.

Él significa mucho para mí y, cuando lo vi tirado en el pasto dio un vuelco dentro de mí el saber que si yo lo hubiera perdido, no sabría que habría hecho.

— Te espero a la salida — Beso su frente y él asiente.

Voy caminando junto a Christian cuando Jeffrey me detiene.

— Cuando llegues a casa, me explicarás porque Christian está usando mi ropa — Cuando se separa, usa esa cara de ‘te acostaste con él, niña buena, lo usaré de chantaje’.

— Puedo decirte ahora.

— Luego — Me interrumpe y luego se va.

Christian me mira y sonríe.

— Yo le diré que no dormimos de esa forma juntos. Tú tranquila — Él sonríe y besa mi mejilla sonoramente—. ¿Te llevarás a Joe a casa?

— Sí, mañana traeré tu ropa si no te molesta — él asiente.

— No hay problema, ¿podrías darme un empujón a una bencinera y luego a tu casa?

— Claro — Asiento y luego acomodo mis libros.

— Te veo a la salida, entonces — me sonríe y luego se va disparado como suele irse.

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por **xlivelikeitsnowornever** Vie 05 Jul 2013, 12:51 pm

21.-

He pasado algunos días cuidando de Joe.

Aunque él no lo sabe.

He ido a dejarlo y buscarlo, a veces me quedo por allí cerca un rato revisando que no haya nada sospechoso.

No quiero verlo dañado.

A veces llego más lejos y me acomodo en su terraza, porque amo las terrazas y la suya tiene la particular vista a las montañas de Wyoming que me fascinan, se ven gigantes y majestuosas siempre.

Incluso en la noche puedes distinguirlas.

Esta noche estoy sentada allí mientras el duerme. Pretendo no llegar muy tarde a casa, recién son las once de todas formas.

Un viento helado corre esa noche, pero da igual.

Me siento segura cuidándolo.

Estiro mis pies y hasta que tocan la baranda de la terraza, tengo mi cabeza sobre mi bufanda, acomodo un poco más el chaleco grueso y entonces siento la ventana abrirse.

Me sobresalto, por supuesto, incluso si en mi subconciente sé que es él.

Yo no quería que lo descubriera, él estaba lo suficiente molesto con Marie por cuidarlo como si fuera su niñera.

— Ven aquí adentro, cabeza de maíz — Dice él y yo lo observo. Parecían años desde que no me había dicho así—. ¿Creíste que enserio soy tan idiota como para no fijarme que has estado viniendo estos días y te has quedado hasta tarde? — Mis ojos se entrecierran—. Ya, entra — Tira de mi brazo y yo me levanto, tomo mi bufanda y entro a su habitación.

Es increíble pero, yo jamás había estado allí.

Cuando me quedaba el rato en su casa, lo pasábamos en el living. Yo conversaba con Marie, hacíamos tareas o simplemente su madre (la cual no podía evitar tratarme de una forma algo malhumorada) me obligaba, prácticamente, a sentarme con ellos y cenar.

Y su habitación era todo lo que podías esperar. Fotos de caballos, medallas de rodeos, ropa tirada, y cuadernos sobre un escritorio.

— Hm, lindo — digo y él se encoge de hombros.

— Estoy seguro de que estás congelada — me regaña y cierra la puerta—. No es necesario que hagas este tipo de cosas, puedo cuidar mi trasero.

— ¿Enserio puedes? — lo miro y él me mira mal—. ¿Fui yo la que quedó inconsciente? Además, creo que si yo fuera esa, tú harías lo mismo.

Él se queda en silencio, luego sonríe.

— Diez puntos para cabeza de maíz.

— ¿Hace cuanto no me llamabas así? — Pregunto amable y no puedo evitar una sonrisa.

— Como, um, desde tú cumpleaños.

Tiro mi bufanda en su escritorio y quito mi chaleco.

— Deberías irte a dormir — sacudo mi cabeza a su cama, él niega.

— Tú deberías estar en tú casa durmiendo.

— Es viernes, da igual — le digo y él ríe, no muy fuerte porque parece que todos duermen allí.

— Ven aquí, guardiana — Tira de mí y me besa.

Antes de que pueda notarlo estoy entre su cuerpo y su cama.

Él se mueve sobre mí y es demasiado. Miles de sensaciones recorren mi cuerpo.

Siento una presión entre mis piernas y recién entonces me doy cuenta de lo que estamos haciendo. Él va por mi polera y yo no lo detengo.

Estoy segura de querer ser suya.

— Ouch, ouch — se corre a un costado dejándome allí, completamente revolucionada. Me siento en la cama y lo observo, ahora estoy preocupada, él tiene los ojos cerrados y está tocando su sien.

— Mierda, Joe ¿te hice algo? — pregunto asustada y él niega.

— Es la cabeza, deben ser los puntos. Disculpa — yo niego, no debe disculparse por nada.

— Deberías acostarte — me levanto y él me hace caso, se acuesta y cuando yo me voy a ir, tironea de mi brazo—. ¿Uh?

— Quédate conmigo.

Sé que no debo, pero me recuesto junto a él. Él pone su mano en mi desnuda cintura y me atrae hacia su cuerpo, su respiración choca con mi nuca y luego deposita un dulce beso en mi hombro. Me volteo y lo abrazo, acuno mi rostro en su cuello y luego, sucede esto.

Creo que me dormí junto a Joe, porque lo primero que veo es a su padre corriendo las cortinas, la luz del Sol filtrándose en la aun oscura habitación.

— Esos caballos para competir no se limpiarán solos, hijo. Así que saca el trasero de la cama.

Lo primero que atino a hacer es cerrar los ojos, como si eso me fuera a hacer desaparecer de allí.

Luego, el señor Jonas se da vuelta y nos observa. A mí, luego su vista baja a mis hombros desnudos y las tiras que obviamente pertenecían a mi bracier. Su boca está disimuladamente abierta, él está sorprendido, yo estoy entrando en pánico y Joe no despierta.

Golpeo a Joe en las costillas y él abre los ojos por fin.

— No hagas eso, cabeza de maíz — Luego se da cuenta. Sus ojos se abren y se ve más despierto al ver la escena—. Papá, no es lo que…

Él señor Jonas se da la media vuelta y se va de la habitación.

Salto de la cama y pongo mi polera. Joe está aun en la cama asimilando lo que acaba de ocurrir. Y hace algo que no suele hacer, maldice.

— Mierda — Pasa una mano por su cabello despeinado.

— Patrick me matará — gimo y pongo mis zapatos. Recojo mi chaleco y mi bufanda—. Lo lamento tanto, si quieres puedo ir y decirle, explicarle...

— No, amor. Eso no pasará. Solo vete ¿bueno? Yo hablaré con ellos — Voy hasta la terraza, él salta tal cual un resorte de la cama y camina hasta mí. Noto que lleva bóxers. ¿Él había dormido sólo en bóxers y yo nisiquiera lo había notado?

La situación era como para que el señor Jonas pensara lo que debía estar pensando.

— ¿Saldrás por ahí?

— No es como si ya no lo hubiera hecho — digo y él resopla.

— Sal por la puerta principal, esto hará las cosas peores.

Quiero llorar.

Yo sé que su mamá me odia y su padre a penas me pasa. Esto sólo empeoraría las cosas.

Él va por unos pantalones de gimnasia y los pone, luego pone su mano en mi espalda y bajamos las escaleras.

Escucho a sus padres susurrar y luego Marie pasa, nos mira y sus ojos se abren como dos platos. Antes de que pueda decir algo, Joe le hace un gesto para que se vaya.

— Lamento tanto esto — Digo avergonzada en la puerta.

— Yo no, lo valió — Me da un dulce beso y luego sonríe—. Yo lo solucionaré — Asegura y yo suspiro.

— Es como si hubieras estado muchas veces en este tipo de situación.

— Es la primera vez — Me dice divertido—. Ahora vete, Patrick te matará y luego a mí. Lo único que lo hará replantearse un poco será que lo llamó mi padre y no el tío de Christian.

Eso es totalmente verdad.

— Oh, y fue un gusto conocerte — lo miro sin entender—. Ve y reza por mí. Mis padres me matarán — dice divertido y besa mis labios, a pesar de todo me río.

Luego me doy la media vuelta y él golpea mi trasero.

Manejo media hora de vuelta a casa. Tengo miedo de la reacción de papá.

Entro por la puerta de la cocina y allí esta Jeffrey. Tiene un bol lleno de cereales rebalsando en leche, me mira y ríe.

— ¿Cómo estuvo esa noche? ¿Qué tal lo hace Joe? — Pregunta y atino a lanzarle mi bufanda—. Papá ya sabe y está esperando verte para matarte por ir a acostarte con un chico.

— No pasó nada entre Joe y yo, solo dormimos — me quejo y él ríe—. Que tú te acuestes con Katy es otra cosa — le encaro, él detiene sus risas—. Mierda, Jeffrey, ni siquiera te desarrollas aún — le indico.

— Deja de especular idioteces, Clara. Ve por tu sentencia de muerte — Me lanza la bufanda de vuelta y cuando salgo de la cocina, papá está ahí, como si hubiera estado escuchando toda la conversación. Me mira y sus ojos café examinan mi rostro.

— Acabo de recibir una llamada del padre de Joe. ¿Algo que decirme?

— Solamente dormimos, me quedé dormida. Lo juro — comienzo a lloriquear cuando él ríe en mi cara.

— ¿Enserio crees que lo creeré? De todas formas, tenía que ocurrir — suspira, luego me mira—. Me parece divertido que su padre me llame y me lo cuente. ¿Qué quería que hiciera? ¿Qué te hiciera un pastel con un ‘felicitaciones por tú primera vez o qué? Dile a tú suegro que se calme, no es como si él jamás lo hubiera hecho.

Me quedo en silencio.

— Enserio no ocurrió nada, papá. Y aunque tienes razón en todo eso, juro que no ocurrió nada.

Sus ojos me inspeccionan.

— De todas formas tienes dos semanas de castigo, ¿quién te crees para llegar a estas horas?

— Gracias — golpeo su hombro y creo que esta es la ocasión más embarazosa que he vivido con papá, incluso más que la primera vez que tuve mi periodo y él no sabía qué hacer.

Me doy una ducha y luego Christian aparece en mi casa.

— Hola, señor. ¿Puedo ver a Clara?

— Creo que no — Le dice y el ceño de Christian se frunce—. Está castigada.

— ¿Clara? ¿Castigada?

— Sí, paso la noche con Jonas y… Bueno.

— Suficiente, papá — digo bajando las escaleras con rapidez. Papá tiene esa mirada perspicaz de que sabe que dañará a Christian con eso.

— ¿Es eso verdad? — Pregunta Christian y yo suspiro.

— Dormí con Joe porque lo he estado cuidando.

— Y qué manera —susurra.

— Quiero decir, he estado dando vueltas por allí, a veces me quedo en su terraza y anoche me agarró y me invitó a pasar un rato a su habitación porque hacía frío y nos dormimos. Nada más pasó.

— Clara — Sus ojos se entrecierran—. Bueno… Yo — muerde su labio y lo suelta con rapidez—. Te creo.

Pero aún así parece no hacerlo.

— Pasa, Parker.

Papá tiene esa mirada de culpabilidad. Se dio cuenta de que lo hizo sentir mal, al parecer.

— ¿Qué tienes para mí? — Pregunto y me siento junto a él en el sillón. Papá se va.

— Sólo dímelo — sus ojos viajan por mi cara—. ¿Dormiste con él?

— Sí, me quedé dormida…

— Estoy preguntando si tuviste relaciones — su voz suena tan dura que, me acongojo un momento.

— No, no lo hice — lo miro mal—. Enserio, creo que te confiaría algo como esto.

Él suspira.

— Conseguí que un tipo dibujara a mamá, creo que trabajaba en la policía y está retirado. Dibujo esto — Saca un papel del bolsillo de su jean y me lo muestra.

Eso se veía realmente genial.

— Él dibujó cualquier cabello, pero lo demás es lo que dijo la mujer en su descripción.

— Se ve como… — Analizo la imagen—. Es realmente similar a la psicóloga nueva de la escuela.

Él toma el dibujo y lo analiza.

— Sí — Muerde su labio y no sé cuando agarró esa costumbre—. ¿Deberíamos ir?

— No lo creo, dudo que esté en la escuela.

— Deberíamos hacer algo entonces — se encoge de hombros y yo sonrío.

— Vamos por allí, podemos ir a desayunar, no lo he hecho.

— Suena bien.

Voy hasta mi habitación por mi bolso y papá me mira.

— ¿Dónde crees que vas?

— Con… Christian.

— Estás castigada.

— No impusiste nada — le recuerdo y él bufa.

— No sé castigarte porque no suelo tener que hacerlo — pasa una mano por su cabello y luego me mira—. Sólo ve y pretendamos que tú castigo sigue corriendo, pero no hagas ese tipo de mierda de nuevo.

Sonrío.

— Gracias. ¿Te traigo algo?

— Unas donas no me vendrían mal — Aleja su vista del computador y se encoge de hombros. Yo asiento.

— Donas, anotado.

Bajo las escaleras y me voy con Christian hasta la cafetería donde Joe trabaja.

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:)

por **fernanda** Vie 05 Jul 2013, 8:12 pm

ESO ES AUN PEOR
enserio , nunca voy a adivinar que pasa con joe y susan
TIENESQUESEGUIRLA!

por **xlivelikeitsnowornever** Vie 05 Jul 2013, 8:19 pm

fernanda escribió:ESO ES AUN PEOR
enserio , nunca voy a adivinar que pasa con joe y susan
TIENESQUESEGUIRLA!

¡ja! disculpa si me río, pero amo tus comentarios demasiado. Te dejo un capítulo a ver si puedes adivinar qué pasa....

22.-

— Creo que si lo ves, deberías alegrarte porque eso significa que no lo mataron — Ríe Christian mientras sostiene la puerta por mí.

— Creo que…

Y mi sonrisa cae. Mi vista se detiene en Joe y mi tía Susan sentados en una mesa al fondo.

Él estaba con ella, estaban hablando muy seriamente. Él tenía el delantal del restaurant.

Luego ella metió la mano a su bolso, sacó su chequera y le dejó un cheque en la mesa.

Él miró el cheque y luego a ella. Negó con la cabeza y mi tía Susan insistió.

— Suficiente, acabemos con esto — mis manos se aferran a la tira de mi bolso y avanzo hasta ellos. Su conversación se detiene y ambos me miran. Tomo el cheque y Joe y mi tía tratan de detenerme—. Dos mil dólares. Con una mierda, no podría pagarte ni aunque papá me adelantara mesadas — Digo y luego mi mirada se va hasta mi tía Susan—. ¿Estás pagándole por acostarse contigo? — La apunto y Christian llega junto a mí.

— Clara, no empieces con esto de nuevo — Trata de quitarme el cheque pero yo lo detengo.

— Contéstenme — Grito y las pocas personas que están allí nos observan.

— Clara, no me estoy acostando con él.

— ¿Enserio? — Estoy chillando, Joe no dice nada y mira a otro lugar—. ¿Tú ni siquiera me mirarás? Anoche casi nos acostamos y ahora estás aquí muy normal acerca de ello cobrándole a mi tía. ¿No te deberías sentir como una mierda? Sé que no iba a ser tú primera vez pero…

— Clara — Christian grita y toma mi brazo, me suelto de su agarre.

— Los odio, a ambos. Y tú — apunto a Joe y él niega—. Jamás te acerques a mí de nuevo, te creí. ¿Estás juntando fondos para ser actor? Ni siquiera lo necesitas. ¿Y sabes tía? ¿Sabes que puedes hacer con tú mierda de plata? — Rompo el sobre en su rostro y se lo lanzo a ambos.

— Suficiente — Christian me toma y me saca de allí. Me resisto al principio, pero luego simplemente me dejo tironear por él a la salida.

Estoy apoyada en su jeep, él está frente a mí tratando de calmarme.

— Ellos no actuaron bien, pero tú tampoco. No tuviste que haber hecho eso — Me dice y yo niego.

— Se lo merecían — sus brazos vienen a mi alrededor y comienzo a llorar en su hombro.

— Lo sé pero…

— ¡Clara! — Grita Joe. Siento el cuerpo de Christian tensarse—. Debo decirte algo.

— Aléjate, vete de aquí, vaquero — grita Christian y me suelta.

— Tú no eres nadie, niñito rico — Lo empuja y camina hasta mí. Y luego veo a Christian dándole un derechazo de aquellos.

Joe no se quedó atrás, se levantó y comenzaron a pelearse.

Mi llanto se detuvo y traté de separarlos.

— Paren, enserio. Christian — Rogué y ellos pelearon más fuerte.

— Te voy a romper el rostro, me corrí a un lado y le haces esto. Te odio — Lo patea en el estómago y Joe no tarda en recuperarse.

— ¿Te corriste a un lado? Nunca tuviste oportunidad. Ni siquiera con el dinero pudiste comprar esto — Le pegó en la cara.

Tía Susan salió y allí estaban ellos, yo estaba a un lado rezando para que terminaran de pelear.

— Sepárense — Grita tan fuerte que doy un salto.

Los chicos se separan, voy por Christian y ella agarra a Joe.

— Ven, te curaré — Le digo a Christian y Joe va por mi muñeca.

— No me acuesto con tú tía, lo juro — le doy una cachetada que deja su cara corrida.

— No te atrevas a mentirme, no de nuevo. Y no mirándome a los ojos. Agradezco lo que hiciste, eso de fingir el dolor de cabeza para no hacerlo. Gracias, podré guardar mi primera vez para alguien que lo valga.

Me subo al lado de conductor mientras que un golpeado Christian entra al lado del co-piloto.

Echo a andar el auto y lo veo, mientras mi tía Susan parece decirle algo, él la empuja muy fuertemente y se mete al restaurant.

Cuando llego a casa, Christian cae en mi sillón.

— Iré por el botiquín, tú quedate allí.

Voy escaleras arriba y tomo el botiquín del baño, papá me ve desde su oficina y baja detrás de mí, troto hasta Christian y comienzo a limpiar su rostro.

— Uhm — Examina a Christian de arriba a abajo—. ¿Eso significa que no me trajiste las donas? — Pregunta y yo lo miro mal ¿podía dejar su estómago alguna vez? —. Era broma, cálmate, Clara.

— ¿Cómo quieres que me calme? — le digo y Christian gime—. Tengo a mi mejor amigo tirado en mi sillón golpeado por Joe.

— ¿Joe te golpeó? Wow. Mis apuestas de que te golpearía alguna vez nunca fueron mal.

— Amaría reírme, señor — Dice Christian—. Pero tengo un poco de sangre y arde la mierda que su hija me está echando. Además, creo que Joe quedo peor.

Papá tiene una sonrisa divertida.

— Yo preferiría ir a verme esos golpes al hospital. Te estás dejando curar por quién se creía enfermera con el kit de barbie a los nueve años y estuvo pegando parches por toda la casa y a todos los muñecos que tenía.

Papá está siendo amable con Christian, repito, papá está siendo amable con Christian.

— ¿Y por qué se golpearon? Si puedo saber, por supuesto — Tiene sus manos en los bolsillos y se balancea para ver mi progreso en el rostro de Christian.

— Joe se está acostado con tía Susan — Digo de una forma tan oscura que me espanto.

Papá se queda en silencio, luego me mira a mí y a Christian.

— ¿Por qué dices eso? — Su sonrisa divertida está borrada de su rostro.

— Ella le estaba pagando por sus servicios — Respondo buscando un nuevo algodón—. Él lo negó y ella también. Quiero que le digas que se vaya de casa — Digo y Christian se sienta en el sillón—. Tú polera — Le digo y él asiente, la quita por completo y voy hasta su espalda. Papá mira la escena con un poco de resentimiento.

— ¿Enserio, tú, Clara, me estás pidiendo que eche a tía Susan? ¿Tú tía Susan? — Me pregunta sorprendido—. No te conozco, enserio que no lo hago.

— Digo lo mismo de tía Susan. Pensé que era una mujer buena, no que se acostaba con muchachitos por dinero y, que se seguía acostando con ellos incluso si su sobrina estaba saliendo con uno de ellos. Además, la quiero lejos, ella tiene dinero, como le paga a Joe, podría pagarse una casa o algo así.

Tía Susan no ganaba mal, ella trabajaba como contadora en una de estas tiendas Apple.

— Detén esto ahora mismo — Papá exige, sus ojos se vuelven hasta café oscuro.

— Papá, yo realmente quería a Joe. Y realmente quería a tía Susan.

Estoy aguantando las lágrimas, termino de curar a Christian.

— Yo los amaba a ambos y ellos me decepcionaron — digo y papá baja la mirada.

Siento los brazos de Christian dándome apoyo, golpea mi hombro suavemente y yo lo abrazo.

Mis manos heladas descansan en su espalda desnuda.

Dejo caer algunas lágrimas y luego me separo, él recoge su polera y la pone.

— Me iré — Avisa—. Si me necesitas, sólo llámame.

— Gracias — sonrío apenas, él besa mi frente—. ¿Bruce no se molestará porque llegas de esta forma?

— A Bruce no le importa si llego — Responde y luego se va.

Me volteo y papá está con las manos apoyadas en el respaldo del sillón y la mirada perdida.

— Lo lamento, Clara. No sé cuándo ocurrió, si hubiera sabido, definitivamente habría hablado con ella y jamás te hubiera dejado acercarte al vaquero. Le diría a Susan que se fuera, pero no puedo, le prometí a tú madre que cuidaría de ella.

— Creo que ella puede hacerlo sola — Le digo y él suspira.

— Ven aquí, bebé — Abre sus brazos y yo camino con lentitud hasta poder abrazarlo y largarme a llorar en su hombro—. Todo estará bien, sé que esto apesta, pero haremos algo. Si quieres salir con Parker, creo que lo aguantaría. Todo si eres feliz — acaricia mi cabello y yo lloro más fuerte. Aquellas palabras eran lindas, aún más en ese momento. Él aguantaría todo por mi felicidad y eso, me hacía feliz aunque estuviera llorando.

Tarde ese día, decidí llamar a Christian para salir.

Ambos íbamos camino a un club conocido del lugar, a pasar un rato todo por lo que estábamos pasando.

Aun con algunos parches, él se veía igual de guapo. Esperaba que no me dejara sentada sola allí para irse a bailar con alguna muchacha.

Llegamos y él pagó todo. Realmente comenzaba a molestarme.

— Te invito a bailar, te debo un baile de todas formas — me guiña un ojo y nos dirigimos hasta la pista.

Comenzamos a movernos a un ritmo pegajoso. Su cuerpo estaba cada vez más pegado con el mío.

— Vamos por unos tragos — Mueve su cabeza y yo acepto.

Mientras él estaba en Nueva York, yo había ido a una fiesta con Joe y había tomado ron con coca-cola y lo había aguantado, creo que podría hacerlo con eso.

— ¿Qué quieres?

— Ron con coca-cola — Pido y él sonríe.

— Vuelvo enseguida.

Luego de un momento él vuelve y yo le doy un trago a mi vaso.

Sabe horriblemente mal.

— ¿Seguro que tiene coca-cola? — Pregunto y él asiente.

Entonces me doy cuenta.

Joe jamás me había dado alcohol, sólo había habido coca-cola en ese vaso. Maldito sobreprotector.

Una ternura me baja al pecho, pero luego recuerdo lo ocurrido y se esfuma tan rápido como llegó.

— ¿Volvemos a la pista? — Me tomo el trago de una sola vez y se siente como si todo diera vueltas luego, debía ser porque yo jamás tomaba.

Luego de una hora, estoy afuera con Christian, él está riendo fuerte y yo también. Estoy riendo tanto que lloro.

— Brindo, brindo porque no tengo una tía de mierda como tú — Levanta su cerveza y yo río.

— Brindis por eso, por lo menos tú tío te da para todo lo que quieres y no se acuesta con tus novias — chocamos las botellas y yo doy un trago.

— Otro brindis porque, tú eres una idiota. Sí, yo te he dado todo, terminé con Cam, y tú decidiste irte con el que se acuesta con viejas por dinero y no conmigo. Un brindis por ti, maldita ilusa — Asiento y choco mi botella con la suya.

— Un brindis por ti, pedazo de mierda que me dejó en el baile como una idiota delante de todos — ambos reímos—. Y ¿Sabes? Eres un traumado de mierda, quizá por eso no me fijé en ti.

— Brindis por eso — Toma un gran trago—. Quizá soy un traumado de mierda pero, te puedo mostrar otras cosas en las que no soy un traumado.

— Deberías mostrármelas. No aquí — Sonrío y él me agarra fuerte por la cintura. Me besa y su boca sabe a alcohol.

Su cuerpo aprieta el mío en contra de su auto.

— Podría comerme tu boca — Susurra sobre mis labios—. Esperé una eternidad para besarte y no me arrepiento.

Tira la botella vacía a un costado haciendo que se rompa el cristal contra el pavimento. Toma la mía y la tira también, toma mis piernas y me eleva en contra de su auto.

— ¿Podemos ir a algún lugar más privado? — Pido y él sonríe.

— Sí, sí podemos — muerde mi labio inferior.

Nos metemos al club de nuevo, él toma mi mano y ríe al igual que yo, todo el camino hasta los baños.

— ¿Enserio? — Digo riendo y él ríe más fuerte.

— ¿Crees que podré conducir? — Me pregunta y entramos a un cubículo.

Él me levanta y me apoya contra una de las paredes, me besa salvajemente, luego mete sus manos calientes bajo mi polera, sus manos llegan hasta mis pechos y yo comienzo a abrir su camisa. Luego me encuentro llorando. Y él también está llorando.

— Esto es una mierda — Dice mirándome, sigo apretada entre él y la pared del cubículo. Quito las lágrimas de sus ojos—. ¿Sabes? Estoy cansado — Me dice con la voz quebrada y yo uno mi frente con la de él, acuno su rostro en mis manos. Rozo nuestras narices y él suspira.

— No estás solo — le digo y él besa mis labios dulcemente.

Tan dulce que duele.

-------

Sweet baby jesus, otro de mis capítulos favoritos porque... Logré lo que quería *llora*.

PD: Fer, ¿esto es aun peor, o no?:twisted:

por **fernanda** Dom 07 Jul 2013, 1:37 am

YO EN SERIO TE ODIO :evil:
dios por favor , no puedes ser tan mala o si?
espero que no suene a amenaza , pero puedo averiguar en donde vives

por **xlivelikeitsnowornever** Dom 07 Jul 2013, 8:46 pm

fernanda escribió:YO EN SERIO TE ODIO :evil:
dios por favor , no puedes ser tan mala o si?
espero que no suene a amenaza , pero puedo averiguar en donde vives

*Se ríe fuerte*
No sé cuán mala puedo ser... *inserte risa de rico de hannah montana acá*

Nope, no suena para nada como una amenaza

por **fernanda** Dom 07 Jul 2013, 8:53 pm

xlivelikeitsnowornever escribió:
fernanda escribió:YO EN SERIO TE ODIO :evil:
dios por favor , no puedes ser tan mala o si?
espero que no suene a amenaza , pero puedo averiguar en donde vives

*Se ríe fuerte*
No sé cuán mala puedo ser... *inserte risa de rico de hannah montana acá*

Nope, no suena para nada como una amenaza

AYYYYYYYYYYYYYYYYYYY POR FAVOR PON UN CAP :(
enserio no soy buena con adivinar , necesito leer
síguelasiporfavorporfavor!!!! :love:

por **Ed Sheeran** Mar 09 Jul 2013, 11:49 am

Oficialmente acabaste con la poca salud mental que me quedaba D:

kjhgakjghdkghdkjghkdfjghkldfjghkjdfhkjflghfdkjghkjkjfldhfdjkhkjfhdj

ya no puedo, juro que ya no puedo con todo éste drama...

me rompo la cabeza pensando cual es la relación entre Susan y Joe.

en que con Jennifer. Y casi morí pensando que Christian y Clara lo iban a

hacer en UN BAÑO! omg, no se como haces pero siempre me producis un

ataque de nervios con cada capitulo. Espero nuevo capítulo pronto.

Besos.

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 09 Jul 2013, 12:15 pm

fernanda escribió:
xlivelikeitsnowornever escribió:
fernanda escribió:YO EN SERIO TE ODIO :evil:
dios por favor , no puedes ser tan mala o si?
espero que no suene a amenaza , pero puedo averiguar en donde vives

*Se ríe fuerte*
No sé cuán mala puedo ser... *inserte risa de rico de hannah montana acá*

Nope, no suena para nada como una amenaza

AYYYYYYYYYYYYYYYYYYY POR FAVOR PON UN CAP :(
enserio no soy buena con adivinar , necesito leer
síguelasiporfavorporfavor!!!! :love:

djfksjdfklljfd, me gusta que no puedas adivinar, de hecho xD

oki doki :3

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 09 Jul 2013, 12:17 pm

Ed Sheeran escribió:

Oficialmente acabaste con la poca salud mental que me quedaba D:
kjhgakjghdkghdkjghkdfjghkldfjghkjdfhkjflghfdkjghkjkjfldhfdjkhkjfhdj
ya no puedo, juro que ya no puedo con todo éste drama...
me rompo la cabeza pensando cual es la relación entre Susan y Joe.
en que con Jennifer. Y casi morí pensando que Christian y Clara lo iban a
hacer en UN BAÑO! omg, no se como haces pero siempre me producis un
ataque de nervios con cada capitulo. Espero nuevo capítulo pronto.
Besos.

KLJADKJADADS, noooo, disculpa ;_; (nah, no me disculpo, es divertido saber que terminé con tu poca salud mental restante)

(me reí mucho por la parte de christian y clara... de verdad pensaste que iba a dejar que mis pequeños personajes se rebajaran a hacerlo en un baño??? :( quizá una cama sería más conveniente, y con menos borrachera :scratch: :twisted: )

saludos meel :D

por **xlivelikeitsnowornever** Mar 09 Jul 2013, 12:19 pm

23.-

Estoy en mi cama, tapada hasta la cabeza. Tengo la boca seca y mi cabeza palpita.

Tía Susan está allí mirándome con tristeza.

— ¿Qué hiciste anoche? — Me pregunta, con el tono de voz que me dice que ya lo sabe y noto pena en su voz.

— Salí con Christian. ¿Papá sabe que llegué borracha?

— No, no lo sabe. Jeffrey tampoco. Ninguno estaba para recibirte con aquel espectáculo.

— ¿A qué hora llegué?

— Suficientemente tarde como para que Jeffrey estuviera en una fiesta y tú papá viajando a Idaho por trabajo.

Me levanto sin decir nada más y voy hasta el baño, luego vomito.

Lavo mis dientes y me observo en el espejo. Me doy pena a mi misma.

¿Qué había estado pensando cuando hice una estupidez tan grande como emborracharme?

— No le dirás.

Le digo y ella se sobresalta, luego niega.

— Creo que te debo una explicación…

— No lo haces, Joe es libre.

— Él te ama.

La miro, luego niego.

— Lo dices porque él te pidió, ¿Podrías irte? Quiero seguir durmiendo.

— Toma un poco de agua y la pastilla que te deje allí — se levanta y sale de la habitación y aunque no quiero, le hago caso.

Mi teléfono suena y allí se ve el nombre de Christian.

— ¿Uh?

— ¿Estás tan mal como yo? — Pregunta con la voz ronca y yo sonrío.

— ¿Por qué me hiciste tomar?

— Pensé que sabías.

— Ni siquiera tú sabes — le echo en cara y él ríe.

— Debíamos aprender ¿correcto?

— Correcto.

Suspira.

— Nuestra amistad sigue aquí, ¿cierto?

— Claro que sí — digo enseguida—. Lo recuerdas ¿cierto?

— ¿Lo del asunto de baño?

— Ajá.

— Sí, lo hago.

Un silencio se creó en la línea.

— Te quiero, Clara — Dice Christian y yo suspiro.

— También yo, Chris.

Jamás lo había llamado así, pero tenía la garganta tan seca que prefería hablar acortando lo que más pudiera.

— Hablamos mañana, te veo en la escuela.

— Nos vemos.

Corto la comunicación y ruego porque esto se vaya luego.

***

El lunes él y yo estamos en silencio, acompañándonos pero en silencio.

Joe nos mira, en su rostro aun hay vestigios de lo ocurrido en el restaurant.

— Hoy hablaré con la psicóloga — me dice de repente y yo lo miro.

— Fíjate en su muñeca — Le digo y él asiente, se ve perdido.

— Debería irme, te avisaré enseguida cualquier cosa — me dice y yo asiento, él se mueve con torpeza y se va por el pasillo a paso lento.

Quizá él se siente tan avergonzado como yo por lo ocurrido esa noche en el club.

No es para menos, casi habíamos tenido relaciones.

— Ey, C — Emma aparece junto a mí y yo la observo—. ¿Pasa algo? Veo a Joe con cara de perro enojado y Christian se ve más idiota de lo normal. Incluso tú te ves más idiota de lo normal.

Busco pedir piedad con mis ojos, pero no lo logro. Su rostro se mantiene serio y firme.

— Peleé con Joe y Christian lo golpeo y ahora todo es raro — suspiro y apoyo mi cabeza en contra de un casillero.

— Hm, ¿Y por qué peleaste con Joe? Entre ustedes todo siempre se ve muy bien. Como si se entendieran sin siquiera hablar…

— Cosas aparte de nosotros — me encojo de hombros—. ¿Podemos no hablar de esto?

— Claro. Espera — sus ojos se van por sobre mi hombro, luego escucho unos gritos—. ¿Qué pasa con Marie? — dice en un susurro y yo me atrevo a mirar atrás. Joe está reteniéndola mientras ella grita como una loca.

Sus ojos se encuentran con los míos y me siento como un ciervo delante de un auto.

— ¡Te dije que no te acercaras a él! — Grita y empuja el brazo de Joe, atino a comenzar a caminar hacia atrás. Ella viene a zancadas hasta mí.

Mi rostro no se verá bien en un rato, es casi un hecho.

— ¿Qué estás diciendo? — Digo y siento que la poca gente que está en los alrededores, nos está observando con atención.

— Te acostaste con mi hermano y luego con Christian en el club, perra — Grita y se escucha un “Oooh” grupal.

— Marie, no digas eso. No es verdad — Grita Joe y yo lo observo.

— Que lo diga, admítelo. Admítelo aquí y ahora para por fin romperte la cara. Pensé que éramos amigas, que de verdad podrías querer a mi hermano y luego vas y tienes relaciones con Christian en un club — Su voz se quiebra y yo me siento horrible.

— Marie, antes de sacarme algo en cara, deberías saber que yo jamás me he acostado con tú hermano y, anda, pregúntale cómo gana unos cuantos dólares todos los meses.

La cara de Marie se va abajo, mira a Joe.

— Dile, Joe. ¿No le has contado a tú gemela que te acuestas con mi tía? — Un Oooh más fuerte inunda el pasillo.

— Esa mierda no es verdad — Grita Joe y avanza hasta mí—. Deja de decirlo para defender las cosas que haces.

— ¿Qué yo hago? ¿Enserio? ¿Y tú, señor misterio? — Lo empujo tan fuerte que creo que golpeé su pecho—. ¿¡Qué he hecho yo!? — Le grito desesperada—. Ah, claro, entregarte mi corazón y tú vienes y lo rompes.

— Clara — Pide y yo sollozo.

— No — Lo empujo.

— Te mataré — grita Marie y Jeffrey aparece en la escena, creo que ha estado mirando el espectáculo desde hace un rato.

— Jonas, aléjate de mi hermana. Y dile a tú hermana que también lo haga — Advierte poniéndose delante de mí—. No quiero que lo lamentes, Jonas.

Joe da un paso atrás, no dice nada y toma a Marie por los hombros.

Jeffrey jamás se había acercado a mí en la escuela, dudo que mucha gente supiera que éramos hermanos. Pero ahora había dejado de lado su propia regla para venir en mi ayuda.

— Gracias — Atino a decir y él me abraza. Sus brazos fuertes y precozmente musculosos me envuelven.

Nos separamos y él parece el hermano mayor allí.

— Eso estuvo duro — dice Katy poniendo una de sus manos en mi espalda.

— Si quieres sentarte con nosotros, creo que no habrá problema — Dice Jeffrey y yo estoy sorprendida.

— Gracias — Digo de nuevo.

— Ve a clases — Golpea mi hombro torpemente y luego toma la mano de su novia.

Emma me toma por los hombros y me lleva hasta el baño.

Limpio mi rostro y luego vamos hasta la clase de lenguaje. Se sienta junto a mí.

— ¿Por qué estás de mi lado y no del de Marie? Siempre pensé que tú y las chicas eran mejores amigas…

— Es porque te creo. Creo que no te acostaste con Joe y tampoco con Christian, e incluso si lo hiciste, esa no es una forma de solucionar las cosas… — Toma una bocanada de aire—. Además, no es la primera vez que Marie actúa de ésta forma. A veces se transforma en una total-perra y me molesta. Creo que nuestra amistad va en picada cada vez más… Y tú eres una muchacha buena y simpática y creo que es la primera vez que alguien cree que soy genial y quería hablar conmigo. Usualmente soy una solitaria y me aburro con las chicas, pero… Cuando llegaste tú eso cambió. Vi en ti a alguien, una persona con la que por fin podría hablar y contarle mis cosas ¿sabes? — creo que lloraré de emoción ahora, cada una de sus palabras habían sido bonitas. Jamás nadie me había dicho algo así, en los ámbitos de amistad—. Al principio creí que Marie ya te había convertido en su amiga-amiga, pero luego comencé a ver como la mirabas en algunas ocasiones o como simplemente te alejabas de ella y dije ‘¡bien! Ella no ha sido lavada de cerebro aún’ y decidí acercarme.

— Gracias por eso. Yo desde siempre creí que eras la con más cerebro. Lo noté enseguida cuando ellas comentaban acerca de mí y Christian como si fuera de su incumbencia y tienes razón, muchas veces he mirado de mala forma a Marie… A veces actúa tan…

— Molesta. Lo sé.

A la hora del almuerzo, ella me dice que buscaremos una nueva mesa.

Christian se nos acerca enseguida.

— ¿Estás bien? — Pregunta y yo asiento—. Esos vaqueros la pagarán, ¿quiénes se creen para venir a hacerte eso? Si hubiera estado allí…

— Tranquilo, tomalo con calma. Jeffrey salió en mi defensa — Su boca se abre y luego sonríe.

— ¿Jeffrey el surfista cool que no te conoce en la escuela? — Asiento.

— De hecho tenemos una invitación oficial a su mesa — Me encojo de hombros.

— Hombre, tuvo que haber sido una pelea fuerte — Ríe y toma un postre.

Avanzamos hasta la mesa de Jeffrey y él nos invita.

— Tú eres Emma, ¿O no? — Un chico se sienta junto a ella. Christian me codea y yo le sonrío.

— Emma. Sí. ¿Nos conocemos? — Y comenzaron a conversar. Jeffrey no se veía en absoluto incómodo por mi presencia allí. Estaba más preocupado de su novia.

— Oye, ¿Y qué tal te fue? — Christian come su muffin y luego se encoge de hombros.

— No era ella. Le tomé la mano para saludarla y me fijé en su muñeca y no tenía nada, me sentí pésimo y como si eso fuera un desperdicio de tiempo.

— ¿Y el hombro?

— Nada.

— ¿Los ojos?

— Azules.

— Entonces, ¿Quién puede ser? — paso una mano por mi cabello, él suspira.

— Debería dejarlo ir, de todas formas, si ella tuviera algún interés en mí, ya se habría acercado o algo.

— Lo que pasa es que no sabemos certeramente si se ha acercado o no. Creo que no debemos dejarlo ir, no después de todo lo que hemos pasado por ello.

— Eres la mejor — golpea mi hombro amigablemente.

— Tengo algo que decirte — susurro y él se acerca—. Creo que alguien nos vio en el club y fue a decirle a Marie.

— ¿Pero quién? No todos pueden entrar a ese club, es realmente exclusivo. Dudo que la mayoría de las personas allí se haya fijado en nosotros, y mucho menos que vayan a esta escuela. La mayoría son universitarios, por eso pudimos comprar tragos sin identificación.

— ¿Esto es un chiste? ¿Debería preocuparme?

— Sí, deberías. Creo que tenemos un psicópata encima.

— ¿Qué tengo que hacer? — Pregunto algo asustada. Eso no era cool.

— Mantente cerca, hablaré con mi tío de esto.

— No lo hagas, estaremos bien — digo y él suspira. Toma su botella de bebida y bebe un buen trago.

— No quiero que te pase nada, y a mí tampoco, pero es más por ti — me observa—. Yo puedo conmigo, todas las semanas se me tiran más de diez tipos que pesan lo mismo o más que yo, yo puedo con el psicópata, pero a ti el viento te derriba — golpeo su brazo molesta, él ríe—. Es verdad.

— Lo es, pero si es necesario comenzaré a luchar y esas cosas.

— Con un empujón podría darte una contusión en la cabeza, no bromees — deja la botella de lado.

— He peleado con Jeffrey.

— Jeffrey se controla, sabe que están peleando de juego. Si no, definitivamente no estaríamos hablando. Con la fuerza que ha ganado, también ganó conciencia, aunque no lo demuestre muy seguido.

Jamás había pensado en eso.

— Me mantendré cerca, y tú también — me dice y se levanta, cuelga su mochila de su hombro—. Ehm, ¿Clara?

— ¿Qué pasa Christian? — Lo miro y él parece nervioso.

— ¿Puedes quedarte mañana conmigo en el entrenamiento? Luego iremos a cenar — Se mueve como un niño pequeño pidiendo algo que no debería.

— Claro, ¿Debo venir elegante?

— No, ven como te sueles vestir. Nos vemos, entonces — Besa mi frente y luego se va.

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chan chan chan

por **Ed Sheeran** Mar 09 Jul 2013, 2:45 pm

¿Por qué me haces ésto? Acaso intentas seguir los pasos de esos escritores malvados que juegan con mi salud mental? Lo único que falta es que mates a algún personaje y ¡listo! me destruiste completamente... ok no. Es que estoy un poco "intensa" osea... ¡El capitulo fue intenso! Todavía no puedo imaginarme una razón obvia ni coherente por la cual la tía Susan le esté dando dinero a Joe, pero en cuanto se me ocurra algo te lo haré saber.

por **fernanda** Mar 09 Jul 2013, 3:58 pm

Solo eso ? es una broma :evil:
lo único que odio es que todos pelean
Y YO AUN NO SE QUE PASA!
síguela!

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