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Erased (Joe Jonas)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Erased (Joe Jonas)
Ay! por qué esa actitud cambiante de Joe? quiero sabeeeeeeer!
Seguila prontooo! :D
Seguila prontooo! :D
Gabywriter
Re: Erased (Joe Jonas)
"— No trates. No saldremos"
¿Qué mierda pasa con Joe? Por qué se volvió tan bipolar? :c
jghghkgjhkjdfhgjkhdfjk lo golpeare si sigue tratando así a Clara...
ok no, y Christian? Dios! Clara si que no la tiene nada fácil :|
Estos adolescentes indecisos con las hormonas revoloteando por los cielos...
ah que :p Una vez más te alago por lo bien que escribes Pao, y obviamente
me encanto el capitulo, mucho drama, i love it ñ.ñ
Espero por el próximo capítulo. Besote.
Ed Sheeran
Re: Erased (Joe Jonas)
fernanda escribió:OH DIOS! ESTO REALMENTE ES UNA MIERDA !
TIENES QUE SEGUIRLLLLLAAAAAAAAAAA !
POR FAVOR
no entiendo , por que ahora todos están encontra :(
SÍGUELA! :love:
HAAAA, klfhgoietruopqwipr, son las hormonas :)
xlivelikeitsnowornever
Re: Erased (Joe Jonas)
Ed Sheeran escribió:"— No trates. No saldremos"¿Qué mierda pasa con Joe? Por qué se volvió tan bipolar? :cjghghkgjhkjdfhgjkhdfjk lo golpeare si sigue tratando así a Clara...ok no, y Christian? Dios! Clara si que no la tiene nada fácil :|Estos adolescentes indecisos con las hormonas revoloteando por los cielos...ah que :p Una vez más te alago por lo bien que escribes Pao, y obviamenteme encanto el capitulo, mucho drama, i love it ñ.ñEspero por el próximo capítulo. Besote.
Eso. Digo.
Son las hormonas. Es una etapa complicada (?). Gracias Meel :)
xlivelikeitsnowornever
Re: Erased (Joe Jonas)
Gabywriter escribió:Pasé de página jajajaja. Merezco que subas un capitulo!! :D
HASHJFJKGH el platano bailarín me gana siempre.
Van dos capítulos ahi c:
xlivelikeitsnowornever
Re: Erased (Joe Jonas)
16.-
Todo el mundo está fuera de la ciudad el día de mi cumpleaños, incluso papá.
Solo tengo a tía Susan, porque sé que Jeffrey saldrá con sus amigos a esquiar y no volverá hasta tarde, entonces verá el pastel y dira ‘oh, feliz cumpleaños, lo olvidé por completo’.
Estoy sentada en el sillón mirando el fuego en la chimenea, cuando el timbre suena. Me sobresalto y luego voy hasta la puerta.
Joe está allí parado, lleva un gorro para nada vaquero, junto a unos jeans, una chaqueta negra abultada y unas botas militares. No parecía en absoluto él.
— ¿Hola? — Digo y él saca un papel de su bolsillo.
— Hola Clara — Dice, y antes de que pueda decir algo más, él sigue leyendo el papel—. Como estoy fuera de la ciudad, te envío a mi gemelo. Sé que no es lo mismo, pero estoy segura de que podrás pasar un buen rato con él. No quiero que te quedes en casa el día de tú cumpleaños, echada viendo televisión y sintiéndote horrible porque nadie está en la ciudad. Así que no digas nada y sigue a Joe, él te hará pasar un increíble cumpleaños. Con amor, Marie — Termina de leer y yo estoy a punto de reírme en su cara—. Si no me crees, aquí tienes la carta, se nota enseguida que es la letra de Marie — Me la tiende y yo le echo una ojeada, en efecto. El lápiz morado brillante está presente junto a sus raras mayúsculas y sus ‘s’ mal formadas—. Quería que viniera acá a cantarte cumpleaños feliz, pero su mesada no le alcanzó — bromea y yo río.
— Ven, pasa — Invito y él entra.
— El pastel estará en un rato — Tía Susan aparece y sus ojos se abren al ver a Joe.
— Susan — Dice él y los miro. ¿Se conocen? ¿Desde cuando?
— Joe, ¿Qué te trae hasta aquí? — Se acerca y besa su mejilla.
— Clara — Me apunta.
— ¿Cómo conoces a mi tía? — Pregunto y él la mira.
— Compré… Compré huevos de la granja, jamás pensé que fuera él al que besaste el otro día — Se había zafado inteligentemente. Miro a Joe y sus mejillas están rojas.
— Yo no… — Me quedo en silencio—. Voy por mi chaqueta — Le digo a Joe y él asiente.
Subo las escaleras, y me quedo allí.
— ¿Por qué no me dijiste que eras la tía de Clara? — Le dice algo molesto en un susurro.
— ¿Era necesario darte mi árbol genealógico? — Le responde divertida—. Asegúrate de que no sepa nada.
— Susan, lo que estás haciendo conmigo es una mierda. Apesta, enserio — Le responde.
¿Ah? ¿qué me había perdido?
Tomo mi chaqueta y bajo con rapidez.
— ¿Vamos? — Pregunto y tomo su brazo, él asiente y se aleja de mi tía Susan.
Lo primero que viene a mi mente es que ella se está acostando con él.
Digo, es… Hermoso, cualquier chica gustaría tenerlo a su lado. Tenía un cuerpo increíble por lo que su ropa dejaba ver y eso solo me hacía pensar en que debía ser bueno en la cama.
Además, él quizá le cobraba bien y mantenía sus caballos y… Me duele la idea de que él se acueste con mi tía. ¡Es tía Susan! Ella no haría eso con un muchachito… Pero también estaba eso que dijo papá, de que él era ardiente y que lo cuidara de tía Susan. Quizá lo decía enserio esa vez.
— ¿Todo bien cabeza de maíz? — Asiento.
— ¿Por qué conoces a mi tía? Pero, enserio.
— Por los huevos ¿Por qué más? — Echa a andar el auto y yo niego.
¿Y si los huevos eran una clave?
— Enserio, Clara, estás actuando muy raro.
— ¿Dónde iremos? — Lo miro.
— A las montañas, a escalar. Pasaremos un buen rato — Promete con una sonrisa y pasa un cambio.
Una hora y media más tarde estoy sentada junto a él mirando el panorama de Wyoming desde lo alto de una montaña.
Siento una mezcla de sentimientos estando allí junto a Joe, él me había tratado horrible unos días atrás y luego aparecía aquí y me hacía darme cuenta de que, aquello no importaba mientras él estuviera a mi lado.
Él aclara su garganta, yo despego mi vista del paisaje y lo miro.
— Lamento… Lamento haberte tratado tan mal — Dice en casi un susurro, yo asiento—. ¿Me perdonas? No quería hacerlo, tuve un tiempo difícil.
— ¿Eso significa que tus problemas con Abby ya terminaron? — Pregunto y no mido mis palabras, él me observa algo sorprendido.
— Ella no me habla más — Confiesa y sé que aquello le afecta. No sé qué hacer, pero antes de pensarlo, mi mano va a su hombro y la aprieta demostrándole mi apoyo.
— Creo que la única que se debe disculpar aquí soy yo, yo ocasioné todo esto, lo lamento. Quizá si solamente me hubiera fijado en Christian y no te hubiera gritado todas esas cosas…
— Aunque te hubieras fijado en Christian y no me hubieras gritado todas esas cosas, me habrías… Atraído, cabeza de maíz — Dice esto último avergonzado, mira sus piernas—. Y Abby y yo jamás habríamos tenido algo.
— ¿Cómo lo sabes? — Él levanta su cabeza y sonríe.
— Solo lo sé, además, esto ya está, no podemos cambiar lo que ya pasó — Su mano va hasta mi mejilla y avanza hasta tomar un mechón y ponerlo detrás de mi oreja—. Quiero ayudarte, a ti y a Christian a encontrar a su madre.
Whop.
Creo que aquello no me lo esperé nunca.
— ¿Es enserio? — Cuestiono incrédula, él asiente—. ¿Puedo saber por qué te interesa esto tan de repente?
— No — Sonríe y se acerca para poder besarme, no me niego.
***
Vamos camino a casa, luego de que él me mostrara y enseñara lugares hermosos de Wyoming.
Estoy cansada, pero no quiero dormirme. Me gusta mirarlo conducir, me gusta pensar en el hecho de que él se dio la molestia de salir conmigo (no cualquiera hace caso a su hermana), me gusta pensar en el hecho de que él quiere ayudar a Christian a encontrar a su madre, también darme cuenta de que renunció a una de sus más grandes amigas… Por mí.
El auto se detiene y yo me bajo, él me sigue.
— Vendrás a comer pastel, ¿cierto? — Yo sabía que su punto débil era la comida. Él pareció pensarlo un momento, luego me dio una sonrisa de niño pequeño y asintió
Entramos y la chimenea estaba encendida, todo en silencio.
— ¿Tía Susan? ¿Tía? Llegamos… — Grito y avanzo, prendo la luz y voy hasta la cocina. No está allí, solo el pastel. Avanzo de espaldas y choco contra alguien—. Mierd… — Me doy vuelta y allí está mi tía Susan, tiene una mirada seria—. Hola, me asustaste, ¿pasa algo? — Pregunto y ella asiente.
— ¿Estás saliendo con Joe? — Pregunta, yo me encojo de hombros—. ¿Qué se supone que significa eso?
— Estamos en algo así — en realidad no sé lo que somos ni donde llegaremos, pero de que hay algo, lo hay.
— No me gusta, no deberías…
— Lo saludaste de muy buena forma cuando llegamos, ¿Qué ocurre que no quieren que me acerque a Christian y ahora a Joe? — Ella niega.
— Nada ocurre con ellos, es solo que…
— ¿Solo que? — Pregunto a la defensiva, ella suspira y toma un cuchillo, comienza a cortar el pastel.
— Nada. Olvídalo.
Definitivamente algo estaba ocurriendo entre Joe y tía Susan, pero no preguntaría hasta que nos tuviéramos algo más de confianza.
Él llega hasta la cocina, me mira y luego a tía Susan, lo invito a sentarse junto a mí.
Él se va luego de comer pastel y yo no puedo evitar pensar en que ahora, además del misterio de la madre de Christian, tengo el misterio de lo que ocurre entre Joe – mi tía Susan.
¿Cuándo podría saber todo como era ciertamente?
Mi teléfono suena.
— ¿Sí?
— Hola, es Emma. Eh, feliz cumpleaños, C. Sé que no soy tan cercana a ti como Marie, pero de verdad eres una chica simpática.
— Gracias, Emma. Creo lo mismo de ti.
Aunque suene idiota, aquello me emocionaba. Había notado muchas cosas en común con Emma, y ella era la que siempre me salvaba en la mesa.
— ¿Te gustaría ir por allí? Celebrar, comer pastel ¿algo? — Pregunta amable.
— Suena genial.
— Entonces…
— ¿Te parece juntarnos en ese café del centro? — Me siento en la cama.
— Claro, suena genial, nos vemos allí.
----xlivelikeitsnowornever
Re: Erased (Joe Jonas)
16.-
Estoy en el café, en frente de Emma.
Ella tiene muchos tópicos de los cuales hablar y es simplemente hilarante.
— ¿Y cómo van las cosas con Christian? — La observo y niego.
— Sé que no me creerás, como las demás, pero nada ocurre entre nosotros.
— Te creo — Afirma tomando mi mano. Yo le sonrío—. Yo creo que tú cosa va más por… Joe.
Siento mis mejillas arder y ella sonríe victoriosa.
— Ding, ding, ding. ¿Soy genial, o no? — Pregunta divertida.
— Claro que lo eres, no era necesario humillarme de esta forma — bromeo y ella niega.
— Él es un buen muchacho. Realmente bueno, no digo que Christian no lo sea… Pero yo lo he visto mirándote y jamás lo había visto mirar de esa forma.
— ¿A qué te refieres?
— Él ha tenido un par de novias, nunca ha durado mucho, pero podría jurar que él hasta renunciaría a sus caballos por ti.
— ¡Pero qué cosas dices! — Río fuerte, ella niega.
— Es verdad, y me divierte ver cómo te mira. Es como “te amo…” “no la mires” y luego sacude la cabeza y se vuelve a su mesa.
Rayos. Y. Centellas.
— Tú lo miras así también.
— Ya, me tienes. Es verdad, me gusta, pero no le digas nada a Marie — Pido y ella asiente. El nudo de emoción por lo ocurrido en el baile y hoy me estaba asfixiando—. Aunque yo creo que sospecha porque lo envió hoy para celebrar mi cumpleaños…
— Estás bromeando — Dice incrédula.
— Enserio, llegó a casa con una nota de Marie y fue simplemente adorable conmigo todo el día.
— ¿Se han besado? — Sus ojos se achinaron y yo suspiro.
— Sí, ya que sabes…
— Tienen que ser pareja.
***
— Iré por ti hoy.
— No, ¿Por qué, de todas formas? Mi cumpleaños ya pasó, ya cumpliste con Marie — Digo con una sonrisa en el teléfono.
— Tú sabes que yo no cumplí solamente por Marie.
Noqueada
— Sólo… Tú…. Procura usar un traje de baño y traer un bolso con cambio de ropa.
— ¿Ah? Estamos como a tres grados bajo cero ¿quieres matarme?
— ¿Enserio crees eso? — Puedo escuchar cómo trata de ocultar su risa—. Hazme caso y espérame lista, estaré allá en treinta minutos a lo más.
Y corta.
Voy hasta mi armario y atrás están los trajes de baño.
Dos rojos y uno turquesa.
Definitivamente no iba a usar uno rojo con Joe, así que tomo el turquesa y me arreglo.
Llevo unos vaqueros y una polera a cuadrillé. La puerta suena y allí esta él, vestido como esquimal.
— ¿Lista?
— ¿Era enserio? — Pregunto y él asiente—. Sí, sí, estoy lista — Voy por mi bolso y antes de que pueda colgarlo de mi hombro, él lo toma y lo pone en el suyo.
Luego va por mi mano.
Caminamos hasta su auto y me siento en el asiento del co-piloto, él acomoda mi bolso en el asiento de atrás y se sube al asiento del conductor.
— ¿Dónde vamos? — Lo miro y él se acerca a besarme. Contengo mi respiración.
Él me está besando.
— Woha — Digo y él sonríe hasta que sus ojos se achinan, se acomoda en su asiento y echa a andar el auto.
Juego con la radio y no encuentro nada bueno.
— Te haré un CD — Sigo moviendo la perilla y tengo mi ceño fruncido, como suele pasar cuando me concentro mucho.
— Lo estaré esperando — Responde y se estaciona frente a un edificio, grande en proporciones, pero no tenía más de dos pisos.
Bajo y él lleva mi bolso. No quiero acercarme a tocar su mano, porque yo sé que él es del tipo de chicos que no suele andar de la mano con su novia, ni con arrumacos. Emma me lo había dicho y yo lo entendía.
Siento que su mano se agarra con la mía y entrelaza nuestros dedos, incluso delante de toda esta gente.
Sonríe y saluda a algunas personas y parece no importarle que nos vean de la mano.
Nos metemos a una habitación y allí hay una gran piscina.
— ¿Uh? — Pregunto y él se quita la chaqueta, luego va por su polera y yo estoy sin palabras.
Tal cual lo imaginé.
Musculoso, dorado y totalmente viril.
— Desvístete — Me dice con una sonrisa maliciosa.
Lo miro de reojo y abro mi blusa de cuadrillé.
Sigo sin estar segura acerca de esto.
¿Y si él solo quería hacerme una gran broma?
— Oh vamos — Se quejó, él ya estaba en shorts y avanzó hasta mí, miró mi blusa abierta y la quitó—. ¿Tienes miedo? — Se burló y yo lo empujé riendo. Fui por el botón de mis jeans y él avanzó hasta la orilla de la piscina y se lanzó.
— ¡Ven aquí, cabeza de maíz! — Grito flotando y yo terminé de quitar mis pantalones, avancé hasta el borde de la piscina y él me miró de arriba abajo.
— Aquí voy — me lancé y él vino por mí.
— Hm, cabeza de maíz — dijo atrayéndome a él, puso su cara en mi hombro y podría jurar que depositó un beso allí—. ¿Una competencia? — Se separó y me miro divertido.
— ¿Quieres perder? — Él ríe y nos echamos a nadar.
Estamos comiendo en el restaurant donde él trabaja. Mis piernas descansan en las suyas mientras él se come su segundo sándwich.
— ¿Cómo comes tanto? — Pregunto y él se encoge de hombros.
— Hago muchas cosas, creo que me falta energía — bebe un poco de café, su mano libre va hasta mi rodilla—. Te llevaré a casa, tengo cosas que hacer esta noche — me dice y limpia su boca.
— ¿Qué cosas? — Pregunto confundida.
— Cosas — Me mira con cara de ‘no te diré, no insistas’.
Y no insisto.
Cuando llego a casa papá esta allí sentado, leyendo unos papeles. Levanta la vista cuando me oye llegar.
— Hey, ¿Qué tal tu cumpleaños?
— Bien, muy bien — Sonrío y me acerco a él para abrazarlo.
— Tengo un regalo para ti — Se separa y va hasta su maletín. Saca de allí una caja envuelta y yo la abro.
Allí hay una caja que parecía ser antigüa.
— Creo que, debes tener esto. De tú mamá, allí guardaba cosas importantes para ella. Está intacto, creo que tú debes conservar sus cosas importantes.
Sonrío y mis ojos se humedecen.
— Gracias, significa mucho — Él asiente.
— Lo sé… Ahora, ¿quedo pastel? Me gustaría, vengo recién llegando y… — Froto su mano y ambos caminamos hasta la cocina.
Estabamos comiendo unos trozos cuando Jeffrey llegó.
— Hola — dije y él me miro, luego estiró una caja y tomo mi plato con pastel. Se fue y podría jurar que estaba ocultando algo.
— Hablaré con él luego — Dijo papá—, ahora abre eso — apunta a la caja que mi hermano acababa de tender.
Abro el paquete y allí hay una pulsera con varios dijes.
— ¿Él enserio se molesto en hacer eso? — No sabía quien estaba más sorprendido.
— Iré a agradecerle — Aviso y él asiente.
— De pasada podrías jugar a ser una buena hermana y ver si le pasa lago — lo miro mal y él ríe.
Subo las escaleras y él está en su habitación.
— Oye, gracias por eso. No puedo creer que te hayas dado el trabajo de poner dijes de las cosas que me gustan — Él levanta la vista.
— No fui yo.
Lo miro sin entender.
— ¿Entonces quién?
— Mi… Novia.
— ¿Qué? No bromees, ¿Quién es? Dile que gracias — golpeo su pierna juguetonamente.
— Su nombre es Katy — Suspira y pasa una mano por su rubio cabello.
— ¿Hay algo mal con ello?
— Peleamos y creo que le grité que habíamos terminado, y yo no quiero eso, lo juro. Ella realmente me importa.
— Lo solucionarán.
— No hablo con ella desde antes de ayer, cree que estoy con la zorra ex novia de Christian — Pone las manos en su cara.
— ¿Por qué cree eso?
— Me abordó y…
— Lo arreglaremos, lo prometo.
Él me mira y luego suspira.
— Ahora llámala y dile que venga a casa. Puedo invitarle un poco de pastel y papá ayudará.
— Ni. Molestes.
Pero sin embargo, él ríe, toma su teléfono y la invita.
-------heeee, que adorable Jeffrey.
xlivelikeitsnowornever
Re: Erased (Joe Jonas)
AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
PUEDES POR FAVOR SEGUIRLA!
NO PUEDES DEJARLO EN SUSPENSO !
SÍGUELA!
PUEDES POR FAVOR SEGUIRLA!
NO PUEDES DEJARLO EN SUSPENSO !
SÍGUELA!
fernanda
Re: Erased (Joe Jonas)
17.-
--------
:O
La puerta suena, bajo las escaleras aun media adormilada y Christian está allí con un ramo de flores y su otra mano sosteniendo un paquete.
— Hey — Dice y me tiende las cosas—. Feliz cumpleaños atrasado.
Tomo las cosas y lo invito a pasar.
— No era necesario.
— Lo era, son mi presente de cumpleaños y mi disculpa por haber sido un idiota — Me mira y rasca su nuca—. ¿Perdonado?
Ugh.
¿Acaso todos los chicos que parecían modelos, de buenos modales estaban en Wyoming?
Digo, debería sentirme genial ante esto, pero… Se siente perturbante, en especial luego de que notas que le atraes a dos de ellos.
— Claro que sí — Lo abrazo y sus brazos fuertes me sostienen cerca de su cuerpo. Pone su mentón en mi hombro y luego se separa.
— ¿Qué tal estuvo ese cumpleaños? — Avanza hasta el sillón y se sienta.
— Eh, bien — Sonrío incómoda. No sé si debo contarle acerca de que salí con Joe.
— ¿Uh? — Me pregunta divertido.
— Salí con Joe — Confieso, su cara se pone seria—. Marie lo mandó.
— ¿No pudo enviarte un vestido o unos chocolates? — Se queja y yo río.
— Creo que no. La pasé bien y él me dijo que quería ayudarnos a encontrar a tu mamá…— Su rostro se vuelve sorprendido, me mira fijamente y luego ríe.
— ¿Es enserio? ¿Por qué?
— De verdad. Y… — Recuerdo haberle preguntado, pero aquello terminó como un beso. Quiero creer que es porque quiere pasar más tiempo conmigo y manteniéndome alejada de los labios de Christian—. No lo sé.
— No lo quiero allí. Esos son nuestros momentos — Y lo leo en sus ojos. No quiere que seamos un trío dinámico con complejos de la pandilla de scooby doo, quiere que seamos sherlock y Watson, nadie más.
— Puede ayudar.
— ¿Ayudar con qué? — Se acomoda hacia más adelante en el sillón, apoya sus codos en sus muslos y luego su cara en sus manos—. Dime, Clara, podría pensarlo si me das una razón. Por supuesto, no vale querer estar más tiempo con él — Ouch. Aquella había sido buena.
Se lanza hacia atrás de nuevo, mira alrededor.
— Puede ayudarnos a buscar gente, él conoce a todo Wyoming — Digo y él suspira—. Sus padres pudieron haber conocido a mi madre o algo así, recuerda que el taxista te dijo que la mujer se fue a esconder a su granja y…
— Está bien, puede venir. Ganaste esta ronda, Stone — Se levanta y sacude mi cabello—. Por cierto, bonito pijama — Apunta mi ropa y yo siento mis mejillas arder. Mi pijama constaba de una larga polera negra, que me llegaba hasta un poco debajo de la mitad de los muslos con un eslogan—. ¿Victoria’s secret?
— ¿Tienes el mismo? — Bromeo y él ríe con ganas.
— ¿No crees que es un poco descuidado para este clima? — Pone sus calientes manos en mi cintura, siento mis piernas flaquear, fuera de todo, él era guapo.
— Claro que no, mi casa tiene calefacción, no es como si durmiera en la nieve… — Él ríe y besa mi frente, luego suelta mi cintura y camina hasta la puerta.
— Debo ir a hacer algunas cosas, te llamo luego — Me avisa y yo asiento.
Cuando cierra la puerta me dejo caer en el sillón, una gran exhalación sale de mis pulmones.
Maldito Christian Parker.
***
Estoy recostada leyendo una revista, paso las páginas con rapidez, ni siquiera puedo concentrarme en lo que estoy leyendo.
Mi teléfono suena y contesto sin siquiera mirar.
— Hola — Su voz me paraliza. Me siento de un golpe en la cama y arreglo mi cabello como si él estuviera conmigo.
— Hola, hola. Qué sorpresa — ¿Enserio había dicho eso?
— Ya lo creo — Ríe suavemente y es como música para mis oídos—. ¿Parker sabe que iré a investigar con ustedes?
— Sip. Seremos como scooby doo, creo que eres Shaggy — Le digo y él ríe.
— Bueno, tengo buenas nuevas que reportar, y notarás que soy más que una máquina hambrienta — Ahora estaba interesada. Me acomodo en la cama.
— Suéltalo.
— Estuve pensando, si tú y Christian iban al kínder juntos, ¿pensaron en ir a la escuela y preguntar por sus matriculas? Sería un buen inicio.
¿Acaso Christian había dicho que este muchacho es tonto?
¡Ja! No podía esperar a ver su cara cuando escuchara esto.
— Eres un genio — Digo y siento su sonrisa al otro lado.
— ¿Quieres ir hoy? Como… ¿Ahora? — Pregunta algo temeroso.
— Seguro, llamaré a Christian.
— Voy por ti — Avisa y yo asiento. Luego recuerdo que no puede verme.
— Seguro.
Y cortamos.
Aprieto el marcado rápido. Christian contesta al tercer ring.
— ¿Uh? ¿Me echas de menos? — Pregunta burlón.
— En mi casa, en diez minutos. ¡Corre! — Digo y él ríe.
— ¿Ah? ¿Qué haremos? — Pregunta con dobles intensiones.
— Sólo ven, idiota — Río y cuelgo.
Christian llega primero que Joe, por lo que le invito a pasar y cuando cierro la puerta, siento que la golpean.
Joe entra y ambos se miran mal.
— ¡Bueno! — Digo rompiendo el momento de te-odio-vete entre ellos—. ¿Adivina qué? — Le digo a Christian, él me observa—. Joe tuvo la idea más grandiosa de la vida y no implica en absoluto un club de pool donde puedas ponerte ebrio — Sus mejillas se ponen rojas.
— ¿Podrías omitir eso? — Niego—. ¿Qué idea?
— Iremos al jardín donde fuimos de pequeños y hostigaremos a la directora hasta que nos de nuestras matriculas.
Su cara parece iluminarse y también parece dejar el odio hacia Joe un momento.
— Brillante, ¿Qué estamos esperando? — Dice y se levanta.
Salimos de la casa.
— Irás en mi camioneta, ¿cierto? — Miro a Christian apuntando su jeep.
— No, creo que ella irá conmigo — Dice Joe casi desafiando a Christian.
Miro a ambos y ellos me están mirando atentamente.
— Creo que… Bueno — Papá había dejado el auto, así que yo tenía las llaves conmigo para que Jeffrey no lo tomara. De todas formas, tía Susan no lo necesitaba ya que tenía su propio auto y no salía mucho—. Iremos en mi jeep. — No es tuyo — Christian recrimina.
— Por ahora, sí. Vamos, los dos atrás — Indico antes de que comiencen a pelear por quien se sentará junto a mí.
Manejo guiada por Christian y Joe.
— Es a la izquierda.
— A la derecha, cabeza de maíz.
— No, es a la izquierda, tú ni siquiera viniste a este jardín.
— Conozco más Wyoming que tú — Dice Joe molesto—. A la derecha.
— Izquierda.
No sabía si Christian en realidad recordaba donde quedaba la escuela o hacia esto para llevarle la contraria a Joe.
— Preguntaré — Grito para que se callen, y lo hacen.
Detengo y llamo la atención de una mujer.
— ¿Sabe dónde queda una escuela de preescolares aquí cerca?
— Sí, debes seguir derecho, está al final, cuando llegas a una nueva avenida.
— Gracias — Digo y echo a andar el auto. Ambos están callados.
— De todas formas debes ir a la izquierda si lo ves desde la perspectiva de la mujer — Miro a Christian por el espejo retrovisor, mira expectante a Joe. Estoy segura de que quiere que lo golpee para que lo saquemos de esto.
Si yo fuera Joe, eso hubiera pasado hace rato.
— Derecho y derecha tienen una letra de diferencia — Dice divertido y yo sonrío.
— Ya cállense, par de idiotas. Los dos estaban mal — Digo y río.
Nos detenemos en la escuela. Hay muchos niños corriendo en el patio lo cual me hace sentir algo mareada.
— Ya vamos — Christian va por mi mano y la tironea.
Joe mira nuestro agarre y sus grandes cejas se unen.
Me suelto y entro primero.
Es raro estar aquí y no recordar que iba allí.
De hecho en sí el hecho de que sea un lunes por la tarde y estemos en una escuela preescolar nosotros tres es raro.
— ¡Oye! — Una voz algo chillona sonó, nos detuvimos. Un niño avanzó hasta nosotros—. Tú eres el vaquero, eres tan genial. Quiero ser como tú — Miré a Joe y sus ojos brillaron un momento, sonrió y luego corrió la mirada a un lado—. Te vi el sábado y estuviste genial. Papá cree que eres genial.
— ¿Enserio? Muchas gracias — Se acercó al niño y Christian se alejó hasta un grupo de niños y niñas.
¿Qué mierda?
Digo, estábamos aquí para averiguar de nuestro pasado, no para que hicieran nuevos amigos…
Y me confundieran.
Es hermosamente doloroso verlos tratar a ambos bien a los niños.
Joe seguía hablando con el niño que quería ser como él y Christian estaba con un grupo hablando de quién sabe qué cosas. Revolvió el cabello de un niño y yo quise golpearme en la cara.
Si alguno hubiera rechazado a los niños, creo que sería más fácil no confundirme, porque cuando me emocionara con él recordaría ese hecho y me alejaría.
— Lamento eso — Joe camina hasta mí, yo niego.
— No te preocupes, fue… Adorable — Él sonríe y ambos miramos en dirección a Christian—. ¿Sabes alguna razón de por qué ellos lo miran tan atentamente o porque él se acerco a ellos?
— Oh, seguro son niños que hacen ski o snowboard… Tú sabes que él practica esos deportes ¿cierto? — Niego. Pensé que solo hacia fútbol americano—. Bueno, él es realmente bueno y algunas veces ayuda a los niños que recién empiezan. Adorablemente idiota — Se encoge de hombros y yo sonrío.
Él se despide chocando manos y luego avanza hasta donde estamos.
— Amigos de nieve — Los apunta y yo estoy mirando alrededor para encontrar una muralla lo suficientemente dura para golpearme en el rostro por culpa de ambos y lo adorables que eran—. ¿Vamos? — Asiento y avanzo junto a Christian.
Llegamos a una oficina y una mujer regordeta nos mira por sobre sus lentes.
— ¿Puedo ayudarlos? — Pregunta y Christian aclara su voz.
— Necesitamos hablar con la directora — Nos mira y luego asiente.
— Sientense allí y esperen un momento.
Hacemos caso y ella se levanta y camina hasta la oficina.
Siento la mano de Joe rozar tímidamente la mía y yo la rozo de vuelta. Es bonito sentir el apoyo de alguien en esto.
— Pueden entrar.
— Creo que ustedes deberían ir, me quedaré aquí — Avisa y Christian asiente, creo que agradece el gesto.
Entramos y una mujer de edad estaba sentada allí.
— ¿Si? Adel… — Nos mira y sus ojos se van a Christian—. ¿Parker?
— Sí, hola — Avanza hasta poder tomar su mano y agitarla. Cierro la puerta—. ¿Me recuerda?
— Claro que sí… Como no hacerlo — Mira a un punto perdido—. Además, tus ojos son únicos.
Me siento y la mujer sale de su trance.
— Hm ¿Su novia?
— Es Clara, Clara Stone — Intercede Christian por mí.
— ¿Stone? ¿Volvió a Wyoming?
¿Era esto enserio? Ni siquiera yo sabía que había vuelto.
— Sí — respondo con una sonrisa incómoda.
— Bueno, ¿Qué les trae aquí?
— Mi ficha de matrícula. La necesito.
— ¿Para qué? — Ahora la mujer nos mira con los ojos entrecerrados.
— Estoy aplicando para un… Intercambio. Necesito tener pruebas de que, si estudié mi preescolar. Un poco idiota, pero usted sabe — La mujer sonríe y mueve su cabeza.
— ¿Intercambio? ¿A dónde?
— Rusia — Suelta de repente—. Me gusta allí, hay mucha nieve…
— Ya lo creo. Te congelarás — Bromea—. ¿Qué quieres estudiar?
— Ingeniero — Responde.
— Pensé que serías bancario como tú tío — Pueblo pequeño, todos se conocen. Me repetía una y otra vez en la mente.
Se levanta y avanza hasta un cajón negro que dentro contiene muchas carpetas gruesas.
— Oh, él lo ha intentado, no me gusta eso de la inversión y esas estupideces — dice amigablemente.
— Aquí está — Le entrega la matricula—. Él único problema es…
— ¿Qué no puede dármela? — Sonríe de costado.
— Ajá.
— Le sacaré fotocopia, se la traeré en media hora. Lo juro — La mujer asiente y nos despedimos.
Salimos de la escuela y yo tomo la hoja.
— Esto es algo — Digo apuntando una dirección—. ¿Dónde queda?
Joe la toma con delicadeza y revisa, luego me mira.
— Cerca de la granja. Creo que puedo llevarlos.
— ¿Crees que haya algo allí? — Pregunto y nuestros rostros están cerca, él disimula que traga fuerte.
— No lo sé, puede ser que…
— Estoy cansado — Dice Christian apoyándose en el jeep. Lo miramos— Enserio, estoy cansado de toda esta mierda. Mi mamá esta en la ciudad y yo estoy buscando pistas inútiles — Pone las manos en su cara y yo entiendo.
— Cálmate, Parker. La encontraremos — Joe pone su mano en el hombro de Christian y él lo mira.
— Gracias — Y devuelve ese agarrón de hombro. Se ven realmente hermanables y ello me hace derretir.
Joe anota la dirección y los datos importantes.
Vuelvo con Christian y la mujer nos mira. Se despide y luego me mira como si estuviera enferma de algo grave.
— ¿Qué tal estás de tu amnesia?
¿Amne- qué?
— Estoy bien — Christian me mira preguntándome qué pasa.
— No sabes cuánto lamenté oír lo que pasó ese día con tú madre y los padres de Christian. Recuerdo que salió en el diario.
¿Ah? ¿Qué?
— Yo… No recuerdo eso — Río bromeando y la mujer sonríe—. Era muy pequeña de todas formas.
— Me alegro de que estés mejor y nada malo haya ocurrido allí.
— Lo mismo digo. Gracias por todo.
Nos despedimos y cuando llegamos hasta el jeep, Joe nos mira.
— ¿Pasa algo? — Levanta sus cejas.
— Tengo amnesia y no lo sé — Él me mira sin entender—. Algo pasó entre nuestros padres, está en el diario.
— Esa mujer es la mejor — dice Christian extasiado, y no es para menos.
Nuestra historia está impresa en una página de diario, la cara de su madre puede estar allí.
Y lo más importante, la razón por la cual lo dejó.
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:O
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Re: Erased (Joe Jonas)
OYYYY DIOS !
parece que ninguna pista es suficiente , y espero que esa clara se quede con joe :love:
SÍGUELA!
parece que ninguna pista es suficiente , y espero que esa clara se quede con joe :love:
SÍGUELA!
fernanda
Re: Erased (Joe Jonas)
18.-
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Es miércoles y durante el receso del almuerzo estamos en la biblioteca entre varios diarios viejos.
— Si quieres puedes irte — Le digo a Joe mientras él termina de mirar un diario, él me sonríe y niega.
— Tengo hambre — Se queja Christian. Joe ríe y sube su bolso hasta sus piernas, de allí saca un tarro de papas fritas y unas sodas—. Oh, hombre — Dice Christian tomando el tarro de papas. Yo sonrío.
Él saca un sándwich y me lo ofrece, yo niego. Estoy más concentrada en los diarios que en comer.
Ellos comen y puedo decir que Joe es hasta lo más varonil para comer. Christian… Tiene modales de chica.
— ¿Enserio estás comiendo así? Ni siquiera yo como así — Le apunto y él ríe.
— Solo tengo modales, no molestes Clara — me empuja amigablemente.
Joe nos observa con diversión.
— Dime, ¿Lo besarías ahora? — Apunta a Joe y veo que tiene la parte del bigote sucia. Yo asiento.
— No la tientes — Dice él divertido, toma una servilleta y limpia su boca.
Christian se queda en silencio.
— ¿Están satisfechos? Podrían ayudarme. Seis manos son mejor que dos.
— I can’t get no, satisfaction — Grita Joe y yo lo golpeo.
— ¿Seis manos son mejor que dos? Me gustaría probar — Bromea Christian y disparo otro golpe.
Era un poco- muy complicado tratar de convivir con ambos y su forma tan… En doble sentido de pensar.
Si no estaban peleando, parecían ponerse de acuerdo para decir comentarios con doble sentido.
Y era como si fueran amigos durante ese momento, era lo único rescatable acerca del tema.
— Bueno, debo decir que no has cambiado tú cara en absoluto, Parker — Dice Joe sacudiendo un diario, se lo entrega.
Se lee:
RIÑA FAMILIAR TERMINA CON UNA PEQUEÑA EN EL HOSPITAL.
No sonaba bien en absoluto, y más cuando sabías que esa pequeña eras tú.
Y estaba de encabezados porque jamás ocurría nada en esta ciudad.
Christian comenzó a leerlo, yo no tenía el coraje de hacerlo.
— Según esto, mi abuela materna llegó hasta mi casa y tú estabas allí y un incidente confuso ocurrió y pum, tú en el hospital con amnesia y yo perdido en el espacio — Pasa una mano por su cabello y yo suspiro.
— Me parece que tú padre se fue contigo y tú madre afrontó esto y por esas cosas de la vida, Clara estaba allí — Joe está jugando con un lápiz.
— Suena a como si lo supieras — Le digo y él me mira.
— Puedo preguntarle a mis padres. Trataré de hacerlo de alguna forma…
— Puedo preguntarle a mi tío.
— Oh no, no harás eso. Ni siquiera lo ves y si descubre que estás en esto va a poner el grito en el cielo — Advierto y él suspira resignado.
— ¿Y si mamá se fue de la ciudad?
— No lo creo. Ella debe estar por algo aquí — Dice Joe y lo observamos—. No creo que haya venido desde no-sé-donde hasta Wyoming solo para poner flores en la tumba de tu padre. Quizá busca algo, quizá te busca a ti.
— ¿Y por qué no se ha acercado entonces?
— ¿Y tú como sabes eso? Ni siquiera recuerdas su rostro. No puedes asegurar no haberte topado con ella — Le dice Joe y Christian se ve frustrado.
— Con una mierda, no llegaremos a ninguna parte. Quiero ir a tirarme desde la montaña más alta hacia abajo, estoy cansado de todo esto.
— Estás cerca, Christian — Joe levanta la voz, con un tono flojo y él lo observa.
— ¿Y tú como lo sabes? ¿Tú quinto sentido vaquero te lo dice? — Christian comienza a ponerse rojo. Yo estoy mirando la escena atónita.
— Exacto.
Y antes de que comiencen a pelear, Joe se para, agarra sus cosas y se va.
Christian cae rendido a mi lado.
***
He estado pasando tiempo con Emma. Ya que los chicos pelearon y además cada uno parece metido en su mundo: Joe con sus caballos y Christian comienza a prepararse para la temporada de Ski y snowboard. Creo que se ofreció como voluntario para enseñarle a los niños.
— Oye, um — Dejo mi copa de helado a un lado y ella me mira—. ¿Alguna vez ha habido un gran incidente acá? — Ella me mira sin enteder por qué pregunto esto, yo sonrío.
— Eh, una vez hubo un asesinato doble — Se encoge de hombros—. Lo otro es lo que pasó con la familia de Christian.
Ding, ding, ding.
— ¿Qué sabes de eso? — Pregunto interesada y ella me mira.
— ¿Él no te ha dicho?
— Él no lo recuerda, creo que ni siquiera estaba involucrado en el incidente.
— Eso es verdad, además, éramos todos pequeños.
— ¿Y qué pasó?
— Su abuela materna tuvo problemas con su mamá. No sé por qué, pero venía en busca de él, según lo que le contaron una vez a mi madre. Y hasta donde sé, su madre murió y su padre lo tomó y se lo llevó con él.
— ¿Eso significa que su abuela mató a su madre?
— Eso dicen — Se encoge de hombros—. También había una familia allí, creo que dejó inconciente a una niñita como de nuestra edad.
— Uh… ¿Y dónde está la abuela de él?
Ella me mira, deja la copa de helado a un lado.
— Nadie sabe. Por eso su padre lo llevó un rato de aquí hasta que las cosas se calmaran — Suspira—. ¿Por qué tanto interés? — Golpea mi hombro amigable.
— Alguien me lo contó y no quería preguntarle más a él. No quiero incomodarlo.
***
Es la hora del almuerzo y estoy sentada junto a Christian. Marie nos dijo que se iría a pasar el rato con su novio.
— A falta de uno, está el otro — Joe aparece sentándose a mi otro lado. Lo miro y sonrío.
— Ustedes dos me han tenido un poco- muy abandonada — Me quejo y ambos ríen.
— Lamento eso, prometo compensarlo — Dice Joe y apoya su mano en mi espalda. Lo miro y nuestros ojos se encuentran, lo había extrañado durante estos días.
— Digo lo mismo, quizá pueda invitarte a hacer snowboard cuando empiece la temporada.
— No. Va. A. Pasar — Digo riendo y él niega.
— Yo te enseñaré.
Nos quedamos en silencio.
— Me gustaría aprender también — Dice Joe y yo lo observo, puedo sentir la sorpresa de Christian a mi lado.
— Eso sería… Estaría bien.
— Tengo nuevas — Se acerca Joe a mí y Christian lo observa—. Hablé con mis padres, no les pregunté directamente pero…
— ¿Pero? — Susurra Christian.
— Pero conseguí una dirección. Tú ex nana es nuestro testigo, Christian — Levanta un papel.
— ¿Tus padres te dieron una dirección? — Le pregunto y él niega.
— Conozco a todo Wyoming, tengo mis movidas…
— Iremos a las siete, ¿podrían esperar que termine mi entrenamiento? — Pregunta Christian y Joe entrecierra los ojos.
— Deberíamos — Digo más para Joe, él suspira—. Traeré unos sándwiches y todos seremos felices, ¿Está bien? — ofrezco y ambos asienten.
Las chicas llegan a sentarse y terminamos el momento de investigadores-secretos.
A la hora de salida, voy directo a casa, voy por mi capucha, un poco de comida y mi teléfono.
— ¿Dónde vas? — Pregunta tía Susan cuando voy saliendo.
— Iré a la escuela. Un trabajo.
Sus ojos se entrecierran.
— ¿Es necesario? Creo que tienes todo lo necesario para hacer el trabajo aquí, Clara.
— Sip, debo juntarme con mis compañeros — Abro la puerta.
— ¿Parker y Jonas? — Me grita y yo volteo a verla, niego enseguida.
— Emma y Marie.
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Re: Erased (Joe Jonas)
Paso rapidito a comentar, estoy con muchas tareas por eso no pude pasarme ademas leí los capítulos desde el celular por eso no pude comentar antes, una vez más te digo que me encanta como escribir y los capítulos me fascinaron *-* ojala y el misterio de Jennifer pueda resolverse pronto y así podre ver si mi teoría fue acertada o si estuve equivocada.
Espero por otro capitulo pronto. Besos.
Ed Sheeran
Re: Erased (Joe Jonas)
19.-
— Es para que mi tía no nos vea, ni papá. Aunque creo que si nos viera mi tía sería peor.
Él acelera y llegamos a la escuela en un santiamén. Allí esta Christian apoyado en su jeep.
— Vinieron — Se levanta y yo me bajo—. Hola — Se acerca y besa mi mejilla.
— ¿No deberías estar ya en entrenamiento? — Christian mira su reloj.
— Me quedan cinco minutos.
Lo seguimos hasta el campo de fútbol americano y nos sentamos en las gradas. Joe comienza a mirar a todas partes.
— Si nos hubiéramos quedado en el auto, no me aburriría tanto — murmura y yo lo observo con una sonrisa divertida.
— Traje comida, no sé si eso te divertirá — Le doy mi bolso y él ríe.
— No tanto como tú.
Comienza a comer un sándwich mientras yo observo el entrenamiento.
En un momento el rubio que me había halagado a su manera en el baile nos apunto y Christian nos miró, le dijo algo y luego siguieron trotando.
— Creen que estás engañando a Christian conmigo ¿O no? — Lo miro y niego.
— Jamás hemos tenido algo como para que crean eso, y si lo estuviera engañando no te traería acá.
— Diez puntos para Clara — Ríe y yo sonrío.
— Él es un amigo, creo, de Christian. Seguramente le preguntó porqué estamos aquí con cara de idiotas haciendo nada.
— Cada uno está aquí como puede — Bromea y yo golpeo su hombro.
— Estos días no me enviaste ningún mensaje de texto, ni una mirada. Ni siquiera en las clases que compartimos — Me mira atento, su sonrisa se borra—. Pensé que te habías molestado conmigo…
— No, he estado ocupado.
— Lo sé, pero de todas formas… ¿O no quieres seguir con esto que tenemos adelante? — Cuestiono y me arrepiento enseguida. Él se mueve en su asiento y luego aclara su garganta.
— No es eso, me gusta estar contigo, me gusta hacerte reír, besarte, oír tus idioteces, seguir estos planes locos. Todo es bueno y divertido cuando estoy junto a ti, ¿Por qué rompería eso? — Lo miro y niego.
— ¿Quizá quieres que Abby vuelva a ser tú amiga?
En sus ojos hubo un atisbo de tristeza, luego negó.
— Las cosas se fueron a la basura. Ya no va más, su padre me odia y he estado teniendo problemas en el club por eso.
Mi ceño se frunce.
— ¿Problemas?
— Sí. Me han bajado y ese tipo de cosas — Suspira.
— ¿Realmente lo valgo?
Su mirada se fija en mi rostro, luego sonríe y acaricia mi mejilla con el dorso de su mano.
— Claro que sí.
Me acerco para poder besarlo y un silbido suena. Christian está parado al inicio de las gradas mirándonos.
— ¡Terminé! — Grita y yo asiento, Joe toma mi bolso y él se levanta y me tiende la mano.
Bajamos las escaleras aún de la mano y Christian nos mira.
— Er, ¿Dónde es, entonces?
— En — Saca un papel y se lo tiende—. Allí. Yo me llevaré a Clara, nos juntamos allí, debes bañarte — Le indica y Christian lo mira mal.
— No me demoraré, espérenme afuera de la casa. Los mataré si se meten a hacer mi trabajo — nos apunta y asentimos, él se larga a correr hasta las duchas.
— ¡Eres adorable! — Grita Joe y entonces ríe. Me lleva hasta su camioneta.
— Ese fue un movimiento inteligente — Digo y él me observa sin entender—. “Yo iré con Clara.” No pudo decir nada — río y él lo hace.
— Soy un genio — Su cuerpo está sobre el mío y me encuentro atrapada—. Quedamos en algo — Susurra y luego toma mi rostro y me besa.
Conducimos en silencio por las solitarias calles. Su teléfono comienza a sonar, yo lo tomo.
— Si es mamá, no contestes, me hará un interrogatorio — dice divertido y pasa un cambio.
En la pantalla se lee: Susan S llamando.
Mis ojos van hasta él, contesto.
— Joe, es Susan. Necesitamos juntarnos esta noche.
Corto la comunicación y el teléfono comienza a sonar de nuevo.
Es tía Susan, yo conozco su voz.
Antes de poder darme cuenta, estoy llorando. Joe se detiene frente a la casa y me mira.
— ¿Quién era? — Pregunto y suelto mi cinturón de seguridad—. Clara, estás llorando, dime qué pasó — Pregunta calmado y está preocupado. Yo atino a hacer lo que cualquier persona molesta que no piensa dos veces hace: le lanzo el teléfono en el pecho.
— No sé, podrías preguntarle a mi tía Susan mientras te acuestas con ella. Espero sinceramente que no sea un atraso o algo así — Digo y me bajo del auto, cierro de un portazo.
El jeep de Christian aparece y él se baja, lleva unos jeans y una polera. Sus ojos se van hasta mí y avanza a zancadas.
Joe se baja y va hasta mí, pero luego ve a Christian y se detiene.
— Hagamos esto rápido, ¿bueno? — Digo y Christian asiente, sube las escaleras del pórtico y toca la puerta, yo lo alcanzo y Joe se queda atrás llamando por teléfono—. Deberías irte con ella, de todas formas no te necesitamos. Creo que fue una idiotez hacer esto contigo — Le digo y su mirada viaja hasta mí. Se ve dolido y molesto.
— ¿Christian? Eres tú, no te veía desde el incidente.
— Necesitamos hablar de eso — Dice enseguida, la mujer asiente.
— Pasen.
Entramos y nos sentamos en el sillón. La mujer nos trae unas taza de té y se sienta.
— ¿Por qué mi abuela llegó como loca a casa de mamá? ¿Ella murió? — Pregunta enseguida, la mujer suspira sonoramente.
— Tú madre era muy joven cuando te tuvo, tu abuela estaba molesta acerca de ello, y más cuando supo que ella te había dado a luz. Ella pensó que tu madre te había regalado o simplemente no te había tenido. Ella debía volver y terminar sus estudios en la universidad como estaba previsto.
— ¿Mamá murió?
— Ella no, no lo hizo. Ella huyó y tomó todas sus cosas consigo luego de que ocurriera el incidente. Tú padre te llevó a ti ese día en la mañana, porque tú abuela ya había llamado amenazando y ella se quedó allí para hacerle frente. Era tú fiesta de cumpleaños y tus amigos estaban allí. Y bueno, los amigos de tú padre… Este chico joven, ¿Cómo se llamaba? Patrick, Patrick y su pareja estaban allí tratando de calmar todo, la situación se salió de control y la hija de ellos resultó dañada y por cuidarla, se mudaron a… Los Angeles creo.
Suspiro.
— ¿Tiene alguna foto de ella? — Pide Christian y ella niega.
— Puedo decirte como era, recuerdo muy bien su rostro.
— Cuénteme.
Y suena más como si Christian quisiera recordarla a encontrarla.
— Ella era rubia, tenía unos ojos verdes maravillosos como los tuyos. De hecho, te pareces mucho a tu madre — le sonríe—. Tenía la nariz respingada y los labios como en forma de corazón. Media como un metro sesenta y cinco, lo sé porque tenía que mirarla un poco hacia arriba. Tiene una cicatriz en la muñeca derecha, es como una cortadura y creo que tenía un tatuaje en su hombro, uno muy pequeño con un signo de música, ella amaba la música.
Christian corrió la mirada a un lado.
— Fue de mucha utilidad, si alguna vez puedo hacer algo por usted, sólo pídalo — dice Christian con la voz algo cortada.
— Fue un agrado ayudarte. Tus padres hicieron mucho por mí — dice con una sonrisa amable, de esas que tienen las abuelas.
También quiero ir y abrazarla, nos ha ayudado como nadie y a cambio de nada.
Nos levantamos y ella nos despide.
— Vendré a verte pronto — Promete Christian y luego bajamos las escaleras. Joe está aún allí parado, está hablando por teléfono y parece molesto.
Luego corta y nos observa.
— ¿Qué paso con ustedes? — Christian susurra y yo niego.
— ¿Consiguieron algo?
— Mucho, gracias Joe — Christian golpea su hombro—. Deberíamos irnos, mañana hay escuela y…
— Vámonos — Digo y camino hasta el jeep de Christian. Puedo ver como él se tensa, sabe que está en medio de una pelea.
— Claro.
— Clara, no hagas esto — Grita Joe, lo miro y niego—. Ni siquiera me has dado la oportunidad de explicarte esto.
— Te acuestas con mi tía Susan, así de fácil — le grito y él se queda en silencio.
— Es mentira. Deja de decir eso.
— ¿Cuánto te paga? — Me acerco a él y los ojos de Christian están atentos para ir por mí—. ¡Dime! ¿Cuánto te paga? ¿Debería hacerlo yo también? — Le grito y su mirada se va hasta mí—. Responde, Joe. Así puedo saber cuál es la tarifa — Grito dolida y él se queda en silencio.
¿Por qué mierda está en silencio? Él debería estar gritándome que es mentira, pero mientras esta allí mirándome y no diciendo nada, parecía afirmar lo que yo decía y eso era mucho peor.
— ¿Lo harás gratis? — Estoy al borde del llanto—. Gracias, procuraré comentarle de esto a mis amigas, ¿Te gustan las señoras o las jóvenes?
— Suficiente, Clara — Dice Christian y pone su mano en mi estomago.
Joe no dice nada, se da la media vuelta y se sube al auto.
Me subo al jeep de Christian y vamos todo el camino detrás del auto de Joe.
Christian mira el espejo retrovisor y su ceño se frunce. Le toca la bocina a Joe y no entiendo por qué.
— Hay una camioneta negra detrás de nosotros.
— ¿Deberíamos preocuparnos? No te pongas paranoico.
— No estaría paranoico si el conductor no usara una capucha y no nos viniera siguiendo desde hace como medio kilometro.
Mi respiración se corta.
— Mierda, Joe no se detiene. Quiero que paremos a un costado y podamos dejarlo pasar.
Mis manos tiemblan cuando pienso que Joe podría haber estar en peligro por nuestra culpa y que lo último que le grite era la tarifa que debería pagarle.
Tomo el teléfono de Christian y lo llamo. Christian toca la bocina.
— ¿Qué quieres, Parker? — Pregunta y entonces todo ocurre muy rápido.
La camioneta sobre nosotros, Christian moviendo el auto hasta un costado vacío y la camioneta avanzando hasta el auto de Joe.
Esa mierda no era nada bueno.
Me bajo y Christian también.
— ¿Estás bien? — Pregunta y yo asiento.
— Joe — Atino a decir y él asiente.
Corremos hasta encontrarlo en un costado estacionado. Esta fuera del auto apoyado tocando su cabeza.
— Joe, ¿estás bien? — grita Christian y él asiente. Christian corre hasta él y Joe se desvanece.
Christian lo agarra y yo chillo.
Lo acuesta en el pasto y yo corro hasta ellos, me pongo junto a Joe.
— Sé primeros auxilios — Digo y él asiente—. Ten, mi teléfono, llama a la policía, una ambulancia… Cualquier mierda — Grito y él asiente, toma mi teléfono y llama.
Me acomodo junto a Joe y paso una mano por su cabello.
Descubro un poco de sangre en su frente y eso me alarma. Si se pega en la cabeza hay que mantenerlo despierto.
O algo así había escuchado alguna vez.
Comienzo a golpear sus mejillas. No quiero hacerlo muy fuerte.
— Joe, despierta.
Pido y comienzo a tomar su pulso. Está normal.
Supongo que solo se pego en la cabeza, pero no me gusta la idea de que pueda perder su memoria o le ocurra algo grave por nosotros.
— Despierta, despierta, despierta, despierta — pido acongojada, golpeo su rostro fuerte y él gime.
Siento a Christian botar una gran exhalación.
— Ya vienen.
— Auch — Dice Joe y mantiene sus ojos cerrados—. ¿Es un ángel? ¿Eres un ángel? ¿Me morí? — Pregunta acongojado sin poder abrir los ojos.
— No, tranquilo. Quédate quieto. ¿Sabes tú nombre?
— Sí.
— ¿Cuál es?
— Joseph, nací el 15 de agosto, vivo con mi mamá, mi papá y mi hermana. Tengo dos caballos, me gusta el rodeo.
Suspiro tranquila cuando lo oigo decir todo esto.
— Muy bien, quédate tranquilo mientras vienen las ambulancias a ver si te ocurrió algo, ¿bueno?
— Está bien.
Mi mano descansa en su pecho y él pone su mano sobre la mía. Christian recorre el lugar viendo si quedó algún rastro del conductor-loco-encapuchado.
— Yo no me estoy acostando con tu tía — solloza—. Enserio no lo hago, créeme por favor.
Mi corazón se detiene.
Se ve tan frágil acostado en el pasto, con los ojos cerrados y con algunas lágrimas cayendo de sus ojos.
Me siento culpable de esto, y horrible de pensar que antes le he gritado y quizá esa había sido la última vez que lo vería.
— Hablaremos de eso luego, ¿Está bien?
— No.
— No estoy molesta contigo y te necesito claro para hablar de esto. Quédate tranquilo.
Un suspiro se escapa de sus labios.
— Te quiero — Le digo y beso su frente. Mantengo mi rostro cerca y siento las sirenas venir—. Listo, todo está bien.
Christian aparece guiando a unos policías.
Luego se llevan a Joe.
— ¿Usted está bien? — El policía se dirige a mí, yo asiento.
— Acompañaré a Joe — Le digo a Christian.
— Ve — Besa mi frente—. Yo le daré el testimonio. Tú tranquila, los alcanzaré — Promete y yo asiento, luego voy hasta la ambulancia.
Estoy en el hospital, cuando los padres de Joe llegan alarmados.
— Está descansando, él está bien — Les digo y ellos asienten.
— ¿Eres su novia?
Me quedo en silencio, no sé que responder.
— No, soy una amiga. De hecho también soy amiga de Marie.
— ¿Por qué estás aquí primero? — Su madre sonaba como si intuyera algo.
— Presencié el accidente.
Nos quedamos en silencio, luego yo me levanto del asiento y tomo la mano de Joe.
— Me iré — Les aviso y ellos asienten—. Díganle que luego lo llamaré y que espero que se recupere.
— Claro, ¿Cómo te llamas? — Pregunta su padre avanzando hasta él.
— Soy Clara — Les digo y él mira a la mujer. Luego asiente.
— Gracias, Clara.
Estoy en la puerta y me detengo, me vuelvo a verlos.
— Uhm, y no se molesten por los costos — les digo y ellos se miran entre ellos—. Christian lo pagará todo.
Y antes de que puedan comenzar con lo de “no es necesario” me retiro.
Christian está sentado mirando su teléfono destruido.
— Luce mal — Digo y él levanta la mirada, una sonrisa divertida aparece en su rostro.
— Se hizo mierda — Dice riendo—. Compraré otro.
— No lo dudo — Estiro mi mano y él la toma—. Vámonos.
— Ha sido una noche larga — Dice él y guarda el teléfono en su bolsillo—. ¿Quién trato de atacarnos?
— ¿Sabes? Estuve pensando en eso. Estoy entre que fue porque te querían secuestrar por tú dinero — digo y lo apunto, él niega—. Y lo otro es que alguien sabe que estamos buscando a tu madre, y tenemos que estar cerca para que hagan esto.
— Eso mismo pensé. Si hubieran querido secuestrarme, creo que lo hubieran hecho hace mucho.
— Eso es bueno.
— A excepción de mi teléfono, Joe, tú estado de casi histeria, y… — apunta a su auto—. Mira la abolladura. Juro que encontraré a ese o esa idiota solo para romperle la cara por esto — toca su jeep con lamento y me acuerda a papá.
— ¿Y Joe?
— Y Joe — asegura riendo—. Ahora sube, te llevaré a casa.
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:O
Y cierro la puerta, salgo corriendo al camino y la camioneta de Joe aparece allí. Él se detiene, me meto al asiento de co-piloto.
— ¿Uh?— Es para que mi tía no nos vea, ni papá. Aunque creo que si nos viera mi tía sería peor.
Él acelera y llegamos a la escuela en un santiamén. Allí esta Christian apoyado en su jeep.
— Vinieron — Se levanta y yo me bajo—. Hola — Se acerca y besa mi mejilla.
— ¿No deberías estar ya en entrenamiento? — Christian mira su reloj.
— Me quedan cinco minutos.
Lo seguimos hasta el campo de fútbol americano y nos sentamos en las gradas. Joe comienza a mirar a todas partes.
— Si nos hubiéramos quedado en el auto, no me aburriría tanto — murmura y yo lo observo con una sonrisa divertida.
— Traje comida, no sé si eso te divertirá — Le doy mi bolso y él ríe.
— No tanto como tú.
Comienza a comer un sándwich mientras yo observo el entrenamiento.
En un momento el rubio que me había halagado a su manera en el baile nos apunto y Christian nos miró, le dijo algo y luego siguieron trotando.
— Creen que estás engañando a Christian conmigo ¿O no? — Lo miro y niego.
— Jamás hemos tenido algo como para que crean eso, y si lo estuviera engañando no te traería acá.
— Diez puntos para Clara — Ríe y yo sonrío.
— Él es un amigo, creo, de Christian. Seguramente le preguntó porqué estamos aquí con cara de idiotas haciendo nada.
— Cada uno está aquí como puede — Bromea y yo golpeo su hombro.
— Estos días no me enviaste ningún mensaje de texto, ni una mirada. Ni siquiera en las clases que compartimos — Me mira atento, su sonrisa se borra—. Pensé que te habías molestado conmigo…
— No, he estado ocupado.
— Lo sé, pero de todas formas… ¿O no quieres seguir con esto que tenemos adelante? — Cuestiono y me arrepiento enseguida. Él se mueve en su asiento y luego aclara su garganta.
— No es eso, me gusta estar contigo, me gusta hacerte reír, besarte, oír tus idioteces, seguir estos planes locos. Todo es bueno y divertido cuando estoy junto a ti, ¿Por qué rompería eso? — Lo miro y niego.
— ¿Quizá quieres que Abby vuelva a ser tú amiga?
En sus ojos hubo un atisbo de tristeza, luego negó.
— Las cosas se fueron a la basura. Ya no va más, su padre me odia y he estado teniendo problemas en el club por eso.
Mi ceño se frunce.
— ¿Problemas?
— Sí. Me han bajado y ese tipo de cosas — Suspira.
— ¿Realmente lo valgo?
Su mirada se fija en mi rostro, luego sonríe y acaricia mi mejilla con el dorso de su mano.
— Claro que sí.
Me acerco para poder besarlo y un silbido suena. Christian está parado al inicio de las gradas mirándonos.
— ¡Terminé! — Grita y yo asiento, Joe toma mi bolso y él se levanta y me tiende la mano.
Bajamos las escaleras aún de la mano y Christian nos mira.
— Er, ¿Dónde es, entonces?
— En — Saca un papel y se lo tiende—. Allí. Yo me llevaré a Clara, nos juntamos allí, debes bañarte — Le indica y Christian lo mira mal.
— No me demoraré, espérenme afuera de la casa. Los mataré si se meten a hacer mi trabajo — nos apunta y asentimos, él se larga a correr hasta las duchas.
— ¡Eres adorable! — Grita Joe y entonces ríe. Me lleva hasta su camioneta.
— Ese fue un movimiento inteligente — Digo y él me observa sin entender—. “Yo iré con Clara.” No pudo decir nada — río y él lo hace.
— Soy un genio — Su cuerpo está sobre el mío y me encuentro atrapada—. Quedamos en algo — Susurra y luego toma mi rostro y me besa.
Conducimos en silencio por las solitarias calles. Su teléfono comienza a sonar, yo lo tomo.
— Si es mamá, no contestes, me hará un interrogatorio — dice divertido y pasa un cambio.
En la pantalla se lee: Susan S llamando.
Mis ojos van hasta él, contesto.
— Joe, es Susan. Necesitamos juntarnos esta noche.
Corto la comunicación y el teléfono comienza a sonar de nuevo.
Es tía Susan, yo conozco su voz.
Antes de poder darme cuenta, estoy llorando. Joe se detiene frente a la casa y me mira.
— ¿Quién era? — Pregunto y suelto mi cinturón de seguridad—. Clara, estás llorando, dime qué pasó — Pregunta calmado y está preocupado. Yo atino a hacer lo que cualquier persona molesta que no piensa dos veces hace: le lanzo el teléfono en el pecho.
— No sé, podrías preguntarle a mi tía Susan mientras te acuestas con ella. Espero sinceramente que no sea un atraso o algo así — Digo y me bajo del auto, cierro de un portazo.
El jeep de Christian aparece y él se baja, lleva unos jeans y una polera. Sus ojos se van hasta mí y avanza a zancadas.
Joe se baja y va hasta mí, pero luego ve a Christian y se detiene.
— Hagamos esto rápido, ¿bueno? — Digo y Christian asiente, sube las escaleras del pórtico y toca la puerta, yo lo alcanzo y Joe se queda atrás llamando por teléfono—. Deberías irte con ella, de todas formas no te necesitamos. Creo que fue una idiotez hacer esto contigo — Le digo y su mirada viaja hasta mí. Se ve dolido y molesto.
— ¿Sí? — Una mujer aparece frente a nosotros, miro a Christian y él atina a saluda con la mano.
— Hola, soy Christian Parker. ¿Usted trabajó para mi familia hace unos cuantos años? — Pregunta y veo como juega con sus manos nervioso.— ¿Christian? Eres tú, no te veía desde el incidente.
— Necesitamos hablar de eso — Dice enseguida, la mujer asiente.
— Pasen.
Entramos y nos sentamos en el sillón. La mujer nos trae unas taza de té y se sienta.
— ¿Por qué mi abuela llegó como loca a casa de mamá? ¿Ella murió? — Pregunta enseguida, la mujer suspira sonoramente.
— Tú madre era muy joven cuando te tuvo, tu abuela estaba molesta acerca de ello, y más cuando supo que ella te había dado a luz. Ella pensó que tu madre te había regalado o simplemente no te había tenido. Ella debía volver y terminar sus estudios en la universidad como estaba previsto.
— ¿Mamá murió?
— Ella no, no lo hizo. Ella huyó y tomó todas sus cosas consigo luego de que ocurriera el incidente. Tú padre te llevó a ti ese día en la mañana, porque tú abuela ya había llamado amenazando y ella se quedó allí para hacerle frente. Era tú fiesta de cumpleaños y tus amigos estaban allí. Y bueno, los amigos de tú padre… Este chico joven, ¿Cómo se llamaba? Patrick, Patrick y su pareja estaban allí tratando de calmar todo, la situación se salió de control y la hija de ellos resultó dañada y por cuidarla, se mudaron a… Los Angeles creo.
Suspiro.
— ¿Tiene alguna foto de ella? — Pide Christian y ella niega.
— Puedo decirte como era, recuerdo muy bien su rostro.
— Cuénteme.
Y suena más como si Christian quisiera recordarla a encontrarla.
— Ella era rubia, tenía unos ojos verdes maravillosos como los tuyos. De hecho, te pareces mucho a tu madre — le sonríe—. Tenía la nariz respingada y los labios como en forma de corazón. Media como un metro sesenta y cinco, lo sé porque tenía que mirarla un poco hacia arriba. Tiene una cicatriz en la muñeca derecha, es como una cortadura y creo que tenía un tatuaje en su hombro, uno muy pequeño con un signo de música, ella amaba la música.
Christian corrió la mirada a un lado.
— Fue de mucha utilidad, si alguna vez puedo hacer algo por usted, sólo pídalo — dice Christian con la voz algo cortada.
— Fue un agrado ayudarte. Tus padres hicieron mucho por mí — dice con una sonrisa amable, de esas que tienen las abuelas.
También quiero ir y abrazarla, nos ha ayudado como nadie y a cambio de nada.
Nos levantamos y ella nos despide.
— Vendré a verte pronto — Promete Christian y luego bajamos las escaleras. Joe está aún allí parado, está hablando por teléfono y parece molesto.
Luego corta y nos observa.
— ¿Qué paso con ustedes? — Christian susurra y yo niego.
— ¿Consiguieron algo?
— Mucho, gracias Joe — Christian golpea su hombro—. Deberíamos irnos, mañana hay escuela y…
— Vámonos — Digo y camino hasta el jeep de Christian. Puedo ver como él se tensa, sabe que está en medio de una pelea.
— Claro.
— Clara, no hagas esto — Grita Joe, lo miro y niego—. Ni siquiera me has dado la oportunidad de explicarte esto.
— Te acuestas con mi tía Susan, así de fácil — le grito y él se queda en silencio.
— Es mentira. Deja de decir eso.
— ¿Cuánto te paga? — Me acerco a él y los ojos de Christian están atentos para ir por mí—. ¡Dime! ¿Cuánto te paga? ¿Debería hacerlo yo también? — Le grito y su mirada se va hasta mí—. Responde, Joe. Así puedo saber cuál es la tarifa — Grito dolida y él se queda en silencio.
¿Por qué mierda está en silencio? Él debería estar gritándome que es mentira, pero mientras esta allí mirándome y no diciendo nada, parecía afirmar lo que yo decía y eso era mucho peor.
— ¿Lo harás gratis? — Estoy al borde del llanto—. Gracias, procuraré comentarle de esto a mis amigas, ¿Te gustan las señoras o las jóvenes?
— Suficiente, Clara — Dice Christian y pone su mano en mi estomago.
Joe no dice nada, se da la media vuelta y se sube al auto.
Me subo al jeep de Christian y vamos todo el camino detrás del auto de Joe.
Christian mira el espejo retrovisor y su ceño se frunce. Le toca la bocina a Joe y no entiendo por qué.
— Hay una camioneta negra detrás de nosotros.
— ¿Deberíamos preocuparnos? No te pongas paranoico.
— No estaría paranoico si el conductor no usara una capucha y no nos viniera siguiendo desde hace como medio kilometro.
Mi respiración se corta.
— Mierda, Joe no se detiene. Quiero que paremos a un costado y podamos dejarlo pasar.
Mis manos tiemblan cuando pienso que Joe podría haber estar en peligro por nuestra culpa y que lo último que le grite era la tarifa que debería pagarle.
Tomo el teléfono de Christian y lo llamo. Christian toca la bocina.
— ¿Qué quieres, Parker? — Pregunta y entonces todo ocurre muy rápido.
La camioneta sobre nosotros, Christian moviendo el auto hasta un costado vacío y la camioneta avanzando hasta el auto de Joe.
Esa mierda no era nada bueno.
Me bajo y Christian también.
— ¿Estás bien? — Pregunta y yo asiento.
— Joe — Atino a decir y él asiente.
Corremos hasta encontrarlo en un costado estacionado. Esta fuera del auto apoyado tocando su cabeza.
— Joe, ¿estás bien? — grita Christian y él asiente. Christian corre hasta él y Joe se desvanece.
Christian lo agarra y yo chillo.
Lo acuesta en el pasto y yo corro hasta ellos, me pongo junto a Joe.
— Sé primeros auxilios — Digo y él asiente—. Ten, mi teléfono, llama a la policía, una ambulancia… Cualquier mierda — Grito y él asiente, toma mi teléfono y llama.
Me acomodo junto a Joe y paso una mano por su cabello.
Descubro un poco de sangre en su frente y eso me alarma. Si se pega en la cabeza hay que mantenerlo despierto.
O algo así había escuchado alguna vez.
Comienzo a golpear sus mejillas. No quiero hacerlo muy fuerte.
— Joe, despierta.
Pido y comienzo a tomar su pulso. Está normal.
Supongo que solo se pego en la cabeza, pero no me gusta la idea de que pueda perder su memoria o le ocurra algo grave por nosotros.
— Despierta, despierta, despierta, despierta — pido acongojada, golpeo su rostro fuerte y él gime.
Siento a Christian botar una gran exhalación.
— Ya vienen.
— Auch — Dice Joe y mantiene sus ojos cerrados—. ¿Es un ángel? ¿Eres un ángel? ¿Me morí? — Pregunta acongojado sin poder abrir los ojos.
— No, tranquilo. Quédate quieto. ¿Sabes tú nombre?
— Sí.
— ¿Cuál es?
— Joseph, nací el 15 de agosto, vivo con mi mamá, mi papá y mi hermana. Tengo dos caballos, me gusta el rodeo.
Suspiro tranquila cuando lo oigo decir todo esto.
— Muy bien, quédate tranquilo mientras vienen las ambulancias a ver si te ocurrió algo, ¿bueno?
— Está bien.
Mi mano descansa en su pecho y él pone su mano sobre la mía. Christian recorre el lugar viendo si quedó algún rastro del conductor-loco-encapuchado.
— Yo no me estoy acostando con tu tía — solloza—. Enserio no lo hago, créeme por favor.
Mi corazón se detiene.
Se ve tan frágil acostado en el pasto, con los ojos cerrados y con algunas lágrimas cayendo de sus ojos.
Me siento culpable de esto, y horrible de pensar que antes le he gritado y quizá esa había sido la última vez que lo vería.
— Hablaremos de eso luego, ¿Está bien?
— No.
— No estoy molesta contigo y te necesito claro para hablar de esto. Quédate tranquilo.
Un suspiro se escapa de sus labios.
— Te quiero — Le digo y beso su frente. Mantengo mi rostro cerca y siento las sirenas venir—. Listo, todo está bien.
Christian aparece guiando a unos policías.
Luego se llevan a Joe.
— ¿Usted está bien? — El policía se dirige a mí, yo asiento.
— Acompañaré a Joe — Le digo a Christian.
— Ve — Besa mi frente—. Yo le daré el testimonio. Tú tranquila, los alcanzaré — Promete y yo asiento, luego voy hasta la ambulancia.
Estoy en el hospital, cuando los padres de Joe llegan alarmados.
— Está descansando, él está bien — Les digo y ellos asienten.
— ¿Eres su novia?
Me quedo en silencio, no sé que responder.
— No, soy una amiga. De hecho también soy amiga de Marie.
— ¿Por qué estás aquí primero? — Su madre sonaba como si intuyera algo.
— Presencié el accidente.
Nos quedamos en silencio, luego yo me levanto del asiento y tomo la mano de Joe.
— Me iré — Les aviso y ellos asienten—. Díganle que luego lo llamaré y que espero que se recupere.
— Claro, ¿Cómo te llamas? — Pregunta su padre avanzando hasta él.
— Soy Clara — Les digo y él mira a la mujer. Luego asiente.
— Gracias, Clara.
Estoy en la puerta y me detengo, me vuelvo a verlos.
— Uhm, y no se molesten por los costos — les digo y ellos se miran entre ellos—. Christian lo pagará todo.
Y antes de que puedan comenzar con lo de “no es necesario” me retiro.
Christian está sentado mirando su teléfono destruido.
— Luce mal — Digo y él levanta la mirada, una sonrisa divertida aparece en su rostro.
— Se hizo mierda — Dice riendo—. Compraré otro.
— No lo dudo — Estiro mi mano y él la toma—. Vámonos.
— Ha sido una noche larga — Dice él y guarda el teléfono en su bolsillo—. ¿Quién trato de atacarnos?
— ¿Sabes? Estuve pensando en eso. Estoy entre que fue porque te querían secuestrar por tú dinero — digo y lo apunto, él niega—. Y lo otro es que alguien sabe que estamos buscando a tu madre, y tenemos que estar cerca para que hagan esto.
— Eso mismo pensé. Si hubieran querido secuestrarme, creo que lo hubieran hecho hace mucho.
— Eso es bueno.
— A excepción de mi teléfono, Joe, tú estado de casi histeria, y… — apunta a su auto—. Mira la abolladura. Juro que encontraré a ese o esa idiota solo para romperle la cara por esto — toca su jeep con lamento y me acuerda a papá.
— ¿Y Joe?
— Y Joe — asegura riendo—. Ahora sube, te llevaré a casa.
---------------------
:x :scratch:
:O
xlivelikeitsnowornever
Re: Erased (Joe Jonas)
Ed Sheeran escribió:Paso rapidito a comentar, estoy con muchas tareas por eso no pude pasarme ademas leí los capítulos desde el celular por eso no pude comentar antes, una vez más te digo que me encanta como escribir y los capítulos me fascinaron *-* ojala y el misterio de Jennifer pueda resolverse pronto y así podre ver si mi teoría fue acertada o si estuve equivocada.Espero por otro capitulo pronto. Besos.
hola, ojalá termines con eso luego, muchas gracias y esperemos ver la resolución para ver que onda tu teoria :)
xlivelikeitsnowornever
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