Shawn Potter y El Cáliz de Fuego (Fred Weasley y tu) CANCELADA

GWOW me encanto :D
ooooo se callaron la boca a mi Draqui :$
jajaja
Siguela cuando puedas ame el capitulo
Ajua sali :D

Me choqué con Cedric. Mi corazón dio un vuelco, sonreí involuntariamente.
-Hola Sam- me dijo sonriente. Le devolví la sonrisa
-Hola Ced- le dije- Quiero decir Cedric...- me sonrojé. El rió y me miró tiernamente.
-No pasa nada, puedes llamarme Ced- dijo. Después cambió su expresión a una de preocupación- ¿Te pasó algo en el ataque de los mortífagos?- yo tragué saliva y asentí y le dije
-Si, pero no fue nada, me corté en el abdomen- señalé el lateral de mi abdomen. El conservó su expresión de preocupación, lo noté, puse una de mis manos en su mejilla y la acaricié- No pasa nada Ced, solo fue un pequeño corte.- dije intentando tranquilizarle.
-De acuerdo- dijo. Quité mi mano de su mejilla y le di un pequeño beso, el sonrió y en ese momento los gemelos pasaron por allí corriendo. Se pararon a mirarnos Fred nos miraba con rabia... No para nada, creo. Y George intentaba calmar a su hermano, después se fueron y se metieron en nuestro compartimento.
Yo me despedí de Cedric y entré donde ellos, me senté al lado de Harry, en ese momento pasó de nuevo la señora del carrito, Harry se levantó y vio a una chica asiática, era de Ravenclaw. Se llamaba Cho Chang, no la conocía demasiado pero sabía que a mi hermano le gustaba, así que tendría que ir haciéndome a la idea, pero yo prefería a Ginny como mi familiar, no a Chang...
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La miré y ella me sonrió y se fue con sus amigas de nuevo. Cuando se fue en mi cara apareció una mueca de desprecio infinita.
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Hermione lo notó y me dijo
-Que Sam, ¿no te cae bien la chic esa?
-No si le gusta a Harry- dije arrastrando las silabas, al estilo de Malfoy
-¿Ves lo que te decía? Te pareces a Malfoy...
-Ahora eso no me importa...- dije sin apartar la mirada de la puerta, por la que había visto a Chang irse
-Hermanita, a mi tampoco me hace gracia que te mole Diggory, pero lo acepto- dijo. Yo le maté con la mirada
-Grrr...- gruñí por lo bajini- Pero es que es diferente- dije
-Para nada Sami
-No me digas así. No soy un chucho- le dije
Los carruajes atravesaron las rejas rodeadas por estatuas de cerdos alados y luego avanzaron por el ancho camino, balanceándose peligrosamente bajo lo que empezaba a convertirse en una fuerte tormenta. Desde lejos se podía observar Hogwarts, con sus ventanales iluminados reluciendo tras la lluvia. Los rayos cruzaban el cielo cuando nuestro carruaje se detuvo ante la gran puerta principal, que se alzaba al final de una breve escalinata de piedra. Los que ocupaban los carruajes de delante corrían ya subiendo los escalones para entrar en el castillo. Cuando llegamos no hicimos otra cosa que correr, como todos. Levante mi vista cuando nos encontramos cubiertos en el vestíbulo alumbrado solo con antorchas frente a la escalera de mármol. Vi como Harry, Ron, Hermione y Neville saltaron del carruaje y subieron la escalinata a toda prisa hasta entrar donde estábamos tratando de secarnos y con frío.
El Gran Comedor, decorado para el banquete de comienzo de curso, tenía un aspecto tan espléndido como de costumbre, y el ambiente era mucho más cálido que en el vestíbulo. A la luz de cientos y cientos de velas que flotaban en el aire sobre las mesas, brillaban las copas y los platos de oro. Las cuatro largas mesas pertenecientes a las casas estaban llenas de alumnos que charlaban. Al fondo del comedor, los profesores se hallaban sentados a lo largo de uno de los lados de la quinta mesa, de cara a sus alumnos. Pasamos empapados por las mesas de Slytherin, Ravenclaw y Hufflepuff, y nos sentamos con los demás de Gryffindor al otro lado del Gran Comedor, junto a Nick Casi Decapitado, el fantasma de la casa. Me senté al lado de Hermione y los gemelos.
-Buenas noches -nos saludó Nick Casi Decapitado con una sonrisa, trate de sonreírle, aunque estar empapada, sentada en una mesa y con hambre, no era lo mejor del mundo.
- ¡Pues cómo serán las malas! -contestó Harry, frente a nosotros, quitándose las zapatillas y vaciándolas de agua-. Espero que se den prisa con la Ceremonia de Selección, porque me muero de hambre.
Cómo sabíamos que claramente iban a tardar, nos pusimos a charlar y a despegar un poco de nuestro cuerpo la ropa húmeda. Habíamos hablado de que este año tal vez no habían encontrado un profesor para Defensa Contra las Artes Oscuras, ya que ese lugar estaba vacío, pero había una silla de más.
Se me dio por mirar al techo. Por obra de encantamiento, tenía exactamente el mismo aspecto que el cielo al aire libre, aunque nunca lo había visto tan tormentoso como aquel día. Se arremolinaban en él nubes de color negro y morado. Después de oír un trueno, vi que un rayo se dibujaba arriba nuestro.
- ¡Que se den prisa! -gimió Ron, al lado de Harry-. Podría comerme un hipogrifo.
- ¡Bien! —dijo Dumbledore, sonriéndoles a todos—. Ahora que todos estamos bien comidos debo una vez más rogar su atención mientras les comunico algunas noticias.
La boca de Dumbledore se crispó un poco en las comisuras. Luego prosiguió:
—Como cada año, quiero recordarles que el bosque que está dentro de los terrenos del castillo es una zona prohibida a los estudiantes. A lo mismo que el pueblo de
Hogsmeade para todos los alumnos de primero y de segundo.
»Es también mi doloroso deber informaros de que la Copa de quidditch no se celebrará este curso.
Un murmullo de quejas se empezó a elevar en el Gran Comedor.
- ¿Qué? -dijeron Fred y George al mismo tiempo, pude notar como Harry los miraba con algo de decepción.
Dumbledore continuó:
-Esto se debe a un acontecimiento que dará comienzo en octubre y continuará a lo largo de todo el curso, acaparando una gran parte del tiempo y la energía de los profesores... pero estoy seguro de que lo disfrutarán enormemente. Tengo el gran placer de anunciar que este año en Hogwarts...
Pero en aquel momento se escuchó un trueno ensordecedor, y las puertas del Gran Comedor se abrieron de golpe.
En la puerta apareció un hombre que se apoyaba en un largo bastón y se cubría con una capa negra de viaje. Todas las cabezas en el Gran Comedor se volvieron para observar al extraño. Se bajó la capucha, sacudió una larga melena en parte cana y en parte negra, y caminó hacia la mesa de los profesores.
Un sordo golpe repitió cada uno de sus pasos por el Gran Comedor. Llegó a un extremo de la mesa de los profesores, se volvió a la derecha y fue cojeando pesadamente hacia Dumbledore. El resplandor de otro rayo cruzó el techo. Ambas, Hermione y yo, dimos un pequeño salto.
Aquella luz había destacado el rostro del hombre. Parecía como labrado en un trozo de madera desgastado por el tiempo y la lluvia, por alguien que no tenía la más leve idea de cómo eran los rostros humanos. Cada centímetro de la piel parecía una cicatriz. La boca era como un tajo en diagonal, y le faltaba un buen trozo de la nariz. Pero lo que lo hacía verdaderamente terrorífico eran los ojos.
Uno de ellos era pequeño, oscuro y brillante. El otro era grande, redondo como una moneda y de un azul vívido, eléctrico. El ojo azul se movía sin cesar, sin parpadear, girando para arriba y para abajo, a un lado y a otro, completamente independiente del ojo normal... y luego se quedaba en blanco, como si mirara al interior de la cabeza.
El extraño llegó hasta Dumbledore. Le tendió una mano tan toscamente formada como su cara, y Dumbledore la estrechó, murmurando palabras que nadie consiguió oír. Parecía estar haciéndole preguntas al extraño, que negaba con la cabeza, sin sonreír, y contestaba en voz muy baja. Dumbledore asintió también con la cabeza, y le mostró al hombre el asiento vacío que había a su derecha.
El extraño se sentó y sacudió su melena para apartarse el pelo entrecano de la cara; se acercó un plato de salchichas, lo levantó hacia lo que le quedaba de nariz y lo olfateó.
A continuación se sacó del bolsillo una pequeña navaja, pinchó una de las salchichas por un extremo y empezó a comérsela. Su ojo normal estaba fijo en la salchicha, pero el azul seguía yendo de un lado para otro sin descanso, moviéndose en su cuenca, fijándose tanto en el Gran Comedor como en los estudiantes.
-Les presento a nuestro nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras -dijo animadamente Dumbledore, ante el silencio de la sala-: el profesor Moody.
Lo normal era que los nuevos profesores fueran recibidos con saludos y aplausos, pero nadie aplaudió aquella vez, ni entre los profesores ni entre los alumnos, a excepción de Hagrid y Dumbledore. El sonido de las palmadas de ambos resonó tan tristemente en medio del silencio que enseguida dejaron de aplaudir. Todos los demás parecían demasiado impresionados por la extraña apariencia de Moody para hacer algo más que mirarlo.
— ¿Qué le ha ocurrido? —preguntó Hermione en voz muy baja—. ¿Qué le pasó en la cara?
—No lo sé —contestó Ron, observando a Moody con fascinación.
Dumbledore volvió a aclararse la garganta.
—Cómo iba diciendo —siguió, sonriendo a la multitud de estudiantes que tenía delante, todos los cuales seguían con la mirada fija en Ojoloco Moody—, tenemos el honor de ser la sede de un emocionante evento que tendrá lugar durante los próximos meses, un evento que no se celebraba desde hacía más de un siglo. Es un gran placer para mí informarles de que este curso tendrá lugar en Hogwarts el Torneo de los tres magos.
— ¡Se está quedando con nosotros! —dijo Fred en voz alta.
Repentinamente se quebró la tensión que se había apoderado del Gran Comedor desde la entrada de Moody. Casi todo el mundo se rió, y Dumbledore también, como apreciando la intervención de Fred.
—No me estoy quedando con nadie, señor Weasley —repuso—, aunque, hablando de quedarse con la gente, este verano me han contado un chiste buenísimo sobre un trol, una bruja y un leprechaun que entran en un bar...
La profesora McGonagall se aclaró ruidosamente la garganta.
—Eh... bueno, quizá no sea éste el momento más apropiado... No, es verdad —dijo Dumbledore—. ¿Dónde estaba? ¡Ah, sí, el Torneo de los tres magos! Bien, algunos de ustedes seguramente no saben qué es el Torneo de los tres magos, así que espero que los que lo saben me perdonen por dar una breve explicación mientras piensan en otra cosa.
»EI Torneo de los tres magos tuvo su origen hace unos setecientos años, y fue creado como una competición amistosa entre las tres escuelas de magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang. Para representar a cada una de estas escuelas se elegía un campeón, y los tres campeones participaban en tres pruebas mágicas. Las escuelas se turnaban para ser la sede del Torneo, que tenía lugar cada cinco años, y se consideraba un medio excelente de establecer lazos entre jóvenes magos y brujas de diferentes nacionalidades... hasta que el número de muertes creció tanto que decidieron interrumpir la celebración del Torneo.
— ¿El número de muertes? —susurró Hermione, algo asustada.
Pero la mayoría de los alumnos que había en el Gran Comedor no parecían compartir aquel miedo: muchos de ellos cuchicheaban emocionados.
—En todo este tiempo ha habido varios intentos de volver a celebrar el Torneo —prosiguió Dumbledore—, ninguno de los cuales tuvo mucho éxito. Sin embargo, nuestros departamentos de Cooperación Mágica Internacional y de Deportes y Juegos Mágicos han decidido que éste es un buen momento para volver a intentarlo. Hemos trabajado a fondo este verano para asegurarnos de que esta vez ningún campeón se encuentre en peligro mortal.
»En octubre llegarán los directores de Beauxbatons y de Durmstrang con su lista de candidatos, y la selección de los tres campeones tendrá lugar en Halloween. Un juez imparcial decidirá qué estudiantes reúnen más méritos para competir por la Copa de los tres magos, la gloria de su colegio y el premio en metálico de mil galeones.
— ¡Yo voy a intentarlo! —me dijo entre dientes Fred, con la cara iluminada de entusiasmo ante la perspectiva de semejante gloria y riqueza. No debía de ser el único que se estaba imaginando a sí mismo como campeón de Hogwarts.
—Estás completamente loco, no te dejaré hacerlo —le respondí por lo bajo.
—Lo haré igual, ¿Por qué no me dejarás?
— ¿Quieres morir? —le dije desafiándolo.
—No empecéis a pelear ¿sí? —nos dijo George y Dumbledore volvió a hablar.
—Aunque me imagino que todos estarán deseando llevaros la Copa del Torneo de los tres magos —dijo—, los directores de los tres colegios participantes, de común acuerdo con el Ministerio de Magia, hemos decidido establecer una restricción de edad para los contendientes de este año. Sólo los estudiantes que tengan la edad requerida, diecisiete años o más, podrán proponerse a consideración. Ésta —Dumbledore levantó ligeramente la voz debido a que algunos hacían ruidos de protesta en respuesta a sus últimas palabras, especialmente los gemelos Weasley, que parecían de repente furiosos— es una medida que estimamos necesaria dado que las tareas del Torneo serán difíciles y peligrosas, por muchas precauciones que tomemos, y resulta muy improbable que los alumnos de cursos inferiores a sexto y séptimo sean capaces de enfrentarse a ellas. Me aseguraré personalmente de que ningún estudiante menor de esa edad engañe a nuestro juez imparcial para convertirse en campeón de Hogwarts. —Sus ojos de color azul claro brillaron especialmente cuando los guiñó hacia los rostros de Fred y George, que mostraban una expresión de desafío—. Así que, les ruego que no pierdan el tiempo presentándose si no han cumplido los diecisiete años.
»Las delegaciones de Beauxbatons y Durmstrang llegarán en octubre y permanecerán con nosotros la mayor parte del curso. Sé que todos tratarán a nuestros huéspedes extranjeros con extremada cortesía mientras están con nosotros, y que darán su apoyo al campeón de Hogwarts cuando sea elegido o elegida. Y ya se va haciendo tarde y sé lo importante que es para todos van a estar despiertos y descansados para empezar las clases mañana por la mañana. ¡Hora de dormir! ¡Andando!
Dumbledore volvió a sentarse y siguió hablando con Ojoloco Moody. Los estudiantes hicieron mucho ruido al ponerse en pie y dirigirse hacia la doble puerta del vestíbulo.
— ¡No pueden hacer eso! —protestó George, que no se había unido a la multitud en que estábamos avanzando hacia la salida, sino que se había quedado quieto, de pie y mirando a Dumbledore—. Nosotros cumpliremos los diecisiete en abril: ¿por qué no podemos tener una oportunidad?
—No me van a impedir que entre —aseguró Fred con testarudez, mirando a la mesa de profesores con el entrecejo fruncido—. Los campeones tendrán que hacer un montón de cosas que en condiciones normales nunca nos permitirían. ¡Y hay mil galeones de premio!
-Por favor, no lo hagáis.—los miré a ambos— Vamos.
Ellos empezaron a moverse conmigo y con el trío.
— ¿Quién es ese juez imparcial que va a decidir quiénes serán los campeones? —preguntó Harry.
—No lo sé —respondió Fred—, pero es a él a quien tenemos que engañar. Supongo que un par de gotas de poción envejecedora podrían bastar, George...
—Pero Dumbledore sabe que no tienes la edad —dijo Ron.
—Ya, pero él no es el que decide quién será el campeón, ¿no? —dijo Fred astutamente—. Me da la impresión de que cuando ese juez sepa quién quiere participar escogerá al mejor de cada colegio y no le importará mucho la edad. Dumbledore pretende que no lleguemos a presentarnos.
— ¡Pero ha habido muertos! —señaló Hermione con voz preocupada mientras atravesaban una puerta oculta tras un tapiz y comenzaban a subir otra escalera más estrecha.
—Sí —admitió Fred, sin darle importancia—, pero eso fue hace años, ¿no?
Además, ¿es que puede haber diversión sin un poco de riesgo? ¡Eh, Ron!, y si averiguamos cómo engañar a Dumbledore, ¿no te gustaría participar?
— ¿Qué te parece? —le preguntó Ron a Harry—. Estaría bien participar, ¿no? Pero supongo que elegirán a alguien mayor... No sé si estamos preparados...
Fueron hasta la entrada de la torre de Gryffindor, que estaba oculta tras el enorme retrato de una señora gorda con un vestido de seda rosa.
— ¿La contraseña? —preguntó cuándo los vio aproximarse.
—«Bobadas» —respondió George—. Es lo que me ha dicho abajo un prefecto.
El retrato se abrió para mostrar un hueco en el muro, a través del cual entramos todos. Un fuego crepitaba en la sala común de forma circular, abarrotada de mesas y de butacones mullidos. Hermione dirigió una mirada sombría a las alegres llamas, y la oí murmurar claramente «esclavitud» antes de volverse hacia mí para dirigirnos a nuestro dormitorio. Dijimos buenas noches y vimos las sombras desaparecer mientras subíamos las escaleras.
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Creo que se nota mucho que lo hice con el libro... Bueno ahora subo uno hecho por mi del todo XD
Besos

Era el primer día de clases, Herms me despertó y yo me puse mi habitual uniforme
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Le pedí a Dumbledore (casi de rodillas) que no me hiciera llevar "faldita" y el aceptó, gracias a Dios... Bajé a desayunar y me senté al lado de George. Siempre me sentaba con Fred pero últimamente teníamos muchos problemas de "convivencia".
-¿Qué nos toca hoy, Herms?
-Pues ahora tenemos DCAO con Moody- me estremecí
-Dios ese tío me pone los pelos de punta... No se le veo algo extraño, ciertamente
-Oh, si claro- dijo sarcásticamente Fred- Es un monstruo con un ojo que da vueltas. No flipes ¿quieres?
-Que te peten- dije molesta, me levanté de la mesa y me fui hacia clase pero me llamaron de detrás
-Srta. Potter- dijo McGonagall
-¿Si? ¿Hice algo malo?
-No, tranquila. -dijo ablandándose-El profesor Dumbledore quiere verla en su oficina, ahora mismo- recuperó su faceta de persona severa
-De acuerdo- dije- Hasta luego profesora.
Me fui a su oficina, y me paré frente a una gárgola grande y extremadamente fea.
-¿Caramelos de limón?- dije. Era la contraseña. La gárgola se revivió y se hizo a un lado, al tiempo que la pared que había detrás se abría en dos. Detrás del muro había una escalera de caracol que subía lentamente hacia arriba. Cuando entré la pared volvió a cerrarse con un golpe sordo. Subí dando vueltas y llegué arriba, mareada. Vi una reluciente puerta de roble, con una aldaba de bronce en forma de grifo, el animal mitológico con cuerpo de león y cabeza de águila.
Entré en su despacho, de los que había visitado nunca el suyo era el mas curioso. Era una sala circular, grabde y ermosa, en la que se oía multitudes de leves y curiosos sonidos. Sobre las mesas de patas largas y finísimas habían chismes muy extraños que hacían ruiditos y echaban pequeñas bocanadas de humo. Las paredes aparecían cubiertas de retratos de antiguos directores, hombres y mujeres, que dormitaban encerrados en los marcos. Había también un gran escritorio con pies en forma de zarpas y detrás de el, en un estante el sombrero de mago roto y ajado: era el Sombrero Seleccionador. Y por último sobre una percha dorada detrás de la puerta, había un fénix. Era un ave mitológica del tamaño de un águila, de plumaje rojo, anaranjado y amarillo incandescente, de fuerte pico y garras. Era un ave fabulosa que se consumía por acción del fuego cada 500 años, para luego resurgir de sus cenizas.
Entonces entró Dumbledore por la puerta y me giré repentinamente, el me sonrió y se fue hacia su silla, se sentó y me hizo un ademán de mano para que me sentara.
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-Quería verme, director- pregunté, es mas, afirmé
-Oh, si, Samantha- le miré diciendo "¿En serio?", el sonrió divertido y dijo- Shawn- le sonreí y asentí levemente con la cabeza- Quería verle porque quiero que me haga un pequeño favor.
-Dígame, señor.
-Por favor, llámame Albus...- me pidió, yo asentí- Quiero que vigiles de cerca a Alastor.
-¿Al profesor Moody?- pregunté extrañada, pero no desconcertada, ese hombre me daba mala espina.
-Si, Alastor es un viejo amigo- dijo sonriendo después puso semblante algo mas serio- pero hay algo en el que no me cuadra... No se que es, por eso te pido que lo vigiles...
-¿Por qué me lo ha pedido a mi?
-Porque, tu eres la mas adecuada. Cuando se lo comenté a Minerva... Me recomendó a algunos de vosotros dos: Harry o tu. Pero yo preferí elegirte a ti. Tu hermano es algo mas inocente que tu. El es mas maduro, si, pero para esta pequeña misión, tu eres la adecuada.
-Vaya, gracias Albus- le dije
-Bueno, ahora retírese, van a empezar las clases y si no me equivoco, te toca con el profesor Moody...
-En efectivo- afirmé- Nos vemos Albus-dije. Me fui de allí, me dirigí a mi siguiente clase : DCAO.
Entré en la clase y me senté al lado de Hermione.
-¿Dónde estabas?- me preguntó
No me dio tiempo a contestarle.‘’Ojo loco’’ Moody había entrado a la clase. Fue a la pizarra y escribió su nombre.
- Hoy veremos los maleficios imperdonables. ¿Alguien me puede decir por que los llaman así? – Preguntó muy exaltado Moody.
- Por que son imperdonables, señor. – Dijo Hermione. – Si un mago los usara…
- ¡Se ganaría un boleto directo a Azkaban! – Dijo Moody. – ¿Alguien me puede decir alguno de ellos? ¡WEASLEY!
- Bueno, mi-mi… padre men-menciono el maleficio… IMPERIUS. –Dijo Ron con miedo.
- Correcto! Ahora les mostrare.
Moody saco una pequeña araña de una frasco. Con su varita la hizo mas grande y dijo ‘’IMPERIO’’ después el control total de la araña paso a manos de Moody. El jugaba con ella a ponerla en las cabezas de los estudiantes s ela puso encima a Crabbe, a Malfoy y a Ron en la nariz, casi le da un algo... y también intentar ahogarla.
- Muchos magos dicen que solo siguieron las ordenes de Ustedes-Saben-Quien por el maleficio imperio. – Dijo con desprecio. – Otro más, otro más. Longbottom!
- Esta el maleficio… CRUCIATUS. – Dijo Neville con la cabeza abajo.
- ¡Correcto, correcto! Ven. – Dijo Moody jalando a Neville.- CRUCIO… -La gran araña se empezó a retorcer de dolor y soltar unos pequeños gritos. Neville se veía igual de torturado que la araña. El pobre no iba a aguantar ni un segundo más.
- ¡BASTA! ¿¡QUE NO VE QUE LE HACE DAÑO!? – Grito exaltada Hermione.
Ojo loco paro el CRUCIO. Se acercó amenazadoramente a Hermione.
- Nos podría decir el ultimo maleficio? – Pregunto Moody sin ninguna emoción.
Hermione negó con la cabeza soltando una pequeña lágrima. Moody se acercó a mi y me dijo:
-¿Y usted? ¿Podría decirme cuál es?- asentí fríamente
-Avada Kedavra- murmuré con asco. Era el maleficio que acabó con la vida de mis padres...
Entonces apuntó a la araña y pronuncio esas palabras que me hacen que mi cuerpo se petrifique.
AVADA KEDAVRA. Y la pequeña araña murió.
- Solo dos personas han sobrevivido a este maleficio, y están en este salón. – Dijo Moody posando su mirada en Harry y en mi.
Pasó la clase, cuando salimos Neville tenía muy mala cara. Estaba muy pálido, me acerqué a el y le pregunté
-¿Estás bien Nev?
-S- si- tartamudeó. Por detrás vino Moody y se acercó a Nev
-¿Estás bien hijo?- preguntó, pero al ver a Naville le quedó clara la respuesta- Ven conmigo, te haré un chocolate- dijo y se llevó a Neville.
Pasó el resto del día, Historia de la Magia fue un coñazo, me dormí y por primera vez en su segunda vida, Binns me pilló dormida y montó un espectáculo...

FLASHBACK
-¡Srta. Potter!- gritó. Yo me desperté de golpe y bostecé.- ¡Mi clase no es una oportunidad para que usted pueda recuperar el sueño!
-No lo recupero- dije- Lo adelanto para poder acostarme tarde- razoné
El empezó a gritarme estupideces mientras yo asentía, muy aburrida y con sueño, hasta que me hizo la pregunta del millón:
-¿¡ME ESTÁ ESCUCHANDO!?
-Si, si- asentí yo, medio dormida
-¿Qué fue lo último que dije exactamente?- exigió saber
-Usted dijo: ¿¡ME ESTÁ ESCUCHANDO!?- repetí gritando y levantándome, después me volví a sentar.
-¡Ya me ha cansado! ¡¡FUERA DE MI CLASE!!
Salí de la clase, me apoyé en la pared y me volví dormir
FIN FLASHBACK
Este año iba a ser muy difícil e interesante, de eso estaba segura.

Gwow me encanto
:D
siguela

Llegó octubre... Hoy era día 1 de octubre. Hoy venía Dumstrang y Beauxbatons, todos estábamos reunidos en el GC
-¡Ahora demos la bienvenida al colegio de Beauxbatons y a su directora Madame Maxine!
Pasaron unas chicas vestidas de azul, haciendo un ridículo baile, que soltaban "maripositas" por los brazos y miré a los chicos, que las miraban como hipnotizados
Sobretodo a la primera chica.
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Ellas se sentaron en la mesa de Ravenclaw.
-¡Y ahora el colegio de Durmstrangs y su director Igor Karkarov!
Pasaron uns chicos, el primero era Viktor Krum, Ron se puso a gritar de la emoción en cuanto pasó el
-¡Es Krum! ¡Harry, Harry! ¡Mira! ¡ES KRUM! ¡Es el de verdad!
Hicieron un "bailecito" un tanto raro, pero no ridículo como las otras de Beauxbatons.
Yo me quedé como embobada viéndolos, habían chicos bastante guapos... Ellos se sentaron donde los Slytherin's. En ese momento apareció un cáliz con llamas azules
-Este es el Cáliz de Fuego, quien quiera participar tiene hasta mañana, a la hora de la cena, para poner su nombre. Eso es todo. Ahora ¡A comer!


-Hola Shawn- me dijeron dos voces por detrás. Me giré y vi a los gemelos.
-¿Que pasa?- dije saludándolos. Ellos se acercaron a mi y me cogió cada uno de un brazo y me arastráron (literalmente) hasta cerca de la sala común de Slytherin, miraron a los costados que no hubiera nadie y me dijeron
-Queremos poner nuestro nombre en el cáliz...
-...por eso te pedimos ayuda, vamos ha hacer una
-...poción envejecedore para poder meter nuestro nombre en el cáliz.- dijo Fred finalizando. Yo les miré con una ceja levantada y les dije
-No va a salir bien, apuesto lo que querais
-De acuerdo, 10 galeones a que si- dijo George extendiendo la mano
-De acuerdo, cuando me veas con tu pasta en la mano, sin lamentaciones.- dije tomándo su mano.- Además de que los ingredientes tendréis que sacarlos del armario privado de Snape, y el enfadado da mas miedo que el mismísimo Lor Voldem...- me tapó la boca Fred y George me regaño... ¡Ni que fuera una niña pequeña!
-¡Shhhhh! No-Digas-su-nombre- me dijo palabra por palabre, quité la mano de Fred de mi boca
-De acuerdo, os ayudaré con eso y como iba diciendo, tendréis que sacar los ingredientes del armario de Snape, así que lo tenéis crudo...- ellos me miraron con una sonrisa malévola en los lábios y yo lo comprendí- Ah, no. No, no, no ¡NO!- grité-Para nada, pero vamos ni drogada...

Y aquí estaba yo, unos minutos después de negarme en rotundo, al lado de la puerta del almacén de Snape, para robar los ingredientes para la estúpida poción de mis mejores amigos... Nos escondímos detrás de un pilar y en eso pasó el prefecto de Slytherin, solté la bolsa con unas ratas enormes y asquerosas y empezaron a ir a por el prefecto. El en cuanto las vio se puso a chillar como una niña pequeña y salió corriendo, los gemelos y yo estabamos intentando no reirnos, pero fue en vano. Nos acabamos descojonando de la cara de la seriente aquella.
-¿Visteis su cara?- pregunté partiendome la caja- Ha sido épica. ¡Tendría que haberme traído la cámara- seguimos broemeando un rato, hasta que pusimos en marcha la operación "Robo en el Almacén del Ogro".
Fuimos hasta donde se suponía que estaba la puerta de su almacén y era una pared, me giré hacia los gemelos, que me miraban diciendome "¿Qué te has fumado, enana?" yo saqué la varita de mi bota y pronuncié
-Homenium Revelio- las paredes se abrieron y apareció el almacén
-Vale, chicos. Yo me encargaré de coger todos los ingredientes, tu, George, vigilarás a la derecha y tu Freddie a la izquierda. Si viene alguien gritad "¡Agua!". ¿Lo pilláis?- ellos asintieron.-Pues a ello.
Ellos dos se quedaron afuera y yo comencé a meter los ingredientes en la bolsa "super extensible" que había hechizado con ayuda de mi mejor amiga, Hermione. Cogí todo lo que nos hacía falta, cuando escuché gritar "¡¡AGUA!!". <<Mierda>> pensé, cerré mi bolso y salí del almacén, cerrando la puerta al salir, corrimos toda hostia hasta llegar a nuestra sala común, allí subimos al cuarto de los gemelos y elaborámos la poción.


En el GC, estaba sentada junto a Hermione, en el comedor viendo el Cáliz y quien echaba su nombre dentro, pasó Viktor hacia el cáliz y echó su nombre en el cáliz, cuando se giró miró a Hermione y le dirigió una mirada y una sonrisa, ella se sonrojó miró a otra parte. Le di un codazo y le miré pícaramente y le susurré:
-¡Creo que le molas a Krum!
-No es verdad- dijo sonrojada. Yo me reí y recordé una cosa que ocurrió en 3er curso...
FLASHBACK
-Hola Hermione- dije- ¿Qué haces?
-Hola Sam, estoy leyendo- "Que raro..." pensé- , ¿te puedes creer lo de Sirius Black? va detrás de vosotros dos para mataros, me parece horrible...
-No se por qué, pero algo me dice que es inocente...- dije- Bueno lo que te iba a preguntar ¿A ti te gusta Ron?- ella se sonrojó y se puso nerviosa
-No ¿qué dices?- yo reí
-Mentirosa- le dije bromenado
-Prométeme que no se lo dirás a nadie- dijo- ¿Y a ti te gusta alguien?-me preguntó
-No, ahora nadie.- le respondí sinceramente
-Y prométeme otra cosa- dijo, yo asentí- Prométeme que cualquier secreto que tengamos o algo que nos preocupe nos lo contaremos mutuamente- yo le sonreí
-Pues claro, ¿mejores amigas?- pregunté estirando el meñique
-Mejores amigas- dijo ella, entrelazando su meñique con el mio.
FIN FLASHBACK
Sonreí al recordar eso, después pasó Fleur Delacour y puso su nombre en el cáliz, se giró y me dirigió una mirada un tanto hipócrita se fue hacia sus amigas y comenzó a cuchichear. Los gemelos me hicieron señas para que fuera hacia allí y yo les negué con la cabeza y Fred me hizo un movimiento preguntandome "¿Por qué?" y yo le grité
-¡Porque vais a hacer el ridículo!- el puso los ojos en blanco y yo reí.
-No creo que lo consigáis- dijo Herms, siempre tan lógica ella
-¿Y eso por qué?- preguntaron a la vez
-¿Veis eso?- señaló un circulo de color azul y brillante- Es un circulo de edad. Dumbledore lo ha hecho para que nadie que no tenga 17 años, pueda participar en el torneo.
-Déjanos con nuestro sueño Hermione- se quejó George. Se subieron encima de una banqueta y llamaron la atención de toda la gente allí presente y gritaron:
-¿Listo Fred?
-¡Listo George!
se tomaron la poción, entrelazando sus brazos "Típico de ellos, son gemelos" pensé y saltaron dentro del círculo y todos aplaudieron. Por un momento pensé que lo conseguirían pero el circulo brilló y le lanzó hacia el aire y aterriuzaron en el suelo con barba y pelo blancos y empoezaron a discutir, mientras la gente se reía de ellos, pero Fred y George se lo tomaban con "humor"
-¡Te lo dije!- gritó uno de ellos
-¡No! ¡Yo te lo dije!- después uno se lanzó encima del otro y comenzaron apelearse, hasta que yo intervine
-Chicos- dije en un tono de voz normal, ni caso-¡Chicos!- dije mas alto, ni caso- ¡¡CHICOOOOS!!- grité. A esta si me hicieron caso- Deberíais ir a la enfermería- ellos asiuntieron y se fueron, aún discutiedo y me volví a sentar al lado de Herms.
El siguiente pasó Cedric, empujado por sus amigos, e introdujo su nombre en el cáliz. Se giró y me sonrió tiernamente, se acercó a mi y me susurró
-Ganaré ese trofeo por ti- me sonrojé y sonreí como una tonta
-No me importa si ganas o no, solo quiero que salgas con vida de este estúpido torneo- le dije mirándole, preocupada. El percibió mi preocupación y me dijo
-No va ha pasar nada, ¿si?- suspiré y asentí. Le di un beso en la mejilla y se fue con sus amigos, que le molestaban con cosas sobre nosotros. Yo bajé la cabeza y Hermione llamó mi atención.
-¿Quieres hablarlo?- yo asentí y nos fuimos a nuestra habitación, una vez allí me senté en su cama y ella a mi lado.
-No puedo creer que se haya presentado- susurré- ¿Y si le pasa algo?- pregunté mirando a mi mejor amiga.
-No pasará nada, Cedric es un gran mago y un buen chico. Si se ha presentado, no será porque quiere "gloria y fama". Si se ha presentado es, quizá, por ti y por su padre. Para que os sentáis orgullosos de el
-¡Pero no hace falta que el muera o le pase algo para que yo esté orgullosa de el!- grité nerviosa
-Tranquila ¿si?- yo asentí- Seguro que no le pasará nada. ¿Qué probabilidades hay?
-Si. Tienes razón- dije. Pero, creo que se lo creyó ella mas que yo.- Oye, ¿qué te parece si nos vamos al mundo muggle un rato? Para despejarnos, digo.
-No nos dejarán- dijo ella, que estaba también deseando cortarse el pelo.
-Buen, si se lo pedímos a Albus no pasará nada.
Bajamos a los pasillos y llegamos a su despacho, pronuncié "Caramelo de limón" y la gárgola se abrió, llegamos allí ligeramente mareadas, llamé a la puerta y abrí. Dentro estaban McGonagall, Snape y Dumbledore.
-Hola Albus- dije. La jefa de mi casa me miró muy feo...
-¡Srta. Potter! ¡Hablele con mas respeto al director!- yo me escondé detras de Hermione y el director rió.
-Tranquila Minerva- dijo el tranquilamente- Yo le di permiso para que me dijera así.
-¿Podemos hablar con usted un segundo?- dije saliendo de la espalde de mi mejor amiga
-Adelante- dijo haciéndome una ademán con la mano
-Bueno, he estado pensando que... quizá... usted...mm... nosdejeiraHermineyamidecomprasalmundomuggle.- dije rápidisimamente. Todos los presentes (menos Albus) me miráron extrañado diciendo "¿Qué has dicho?"
-Dije que a lo mejor nos puede dejar ir a Hermine y a mi de compras al mundo muggle.- dije mas calmada- Volveríamos a las 19:00 de la tarde o mas pronto según. ¿Podríamos?- dije, nerviosa. Sonreí angelicalmente, y el asintió con la cabeza y miré a Herms diciendole "¡Te lo dije!" ella rodó los ojos.
-Las quiero aquí antes de la cena- dijo con calma Albus
-¡Claro! A las 19:00 nos tendrá aqui. por cierto ¿cómo iremos?
-En la red Flu- dijo
-Ah, claro que tonta yo- me regañé a mi misma-¿Vamos Herms?- ella asintió y fuimos a la chimenea- Solo di "Centro comercial" y ya.


Llegámos a la chimenea de Albus a las 18:43, ya que Hermione no quería "romper las normas". Cuando "aterrizamos" Albus no estaba allí. Nos compramos muchas cosas, íbamos con 7 u 8 bolsas cada una y ella se cortó el pelo, las puntas y yo me lo tinté y me vestí así:
Pelo: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Y ropa: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Y ella también estaba muy guapa:
Ropa: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Pelo: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Cuando llegamos al GC todo el mundo se nos quedó mirando, Hermione se puso roja y yo puse mi típica sonrisa de "Soy la mejor y lo se".

Me encanto el capitulo
jajajaja Ron como se puso con Krum x.x
jajajaja pobre Shawn tuvo que entrar a la oficina de Snape
amo tu novela siguela :D

me encantaron los caps!!!!!
Síguela pronto!!!!!
Besos, Mary

Nos sentamos al lado de los gemelos, alcancé una hamburguesa y comencé a comermela, desesperadamente, como si no hubiéra mañana.
-Doi abiuncian doz cabpeonds del portveo etex ¿do?- dije con la boca llena
-¡Sam! No seas guarra-se qujó mi mejor amiga -Traduce- pidió Hermione a George
-Ha dicho exactamente: "Hoy anuncian los campeones del torneo ese ¿no?- dijo, yo asentí y tragué.
-No se como la entiendes- dijo Harry- Soy su hermano y yo aún no la comprendo...
-Ya, y su madre no los diferencia aún y yo si- dije
-¿Cómo?- preguntó Ron desesperado
-Años de amistad- dije abrazándo a George. - ¡Hey, Ced! – Grité para que me alcanzara a escuchar y dándole una dulce sonrisa. – Suerte.- el me asintió y me sonrió
- Ha llegado la hora. – Anuncio Dumbledore mientras todos guardaban silencio.
Albus Dumbledore pasó su mano como si registrara a cada uno de los que se encontraban en aquella sala.
El cáliz de fuego azul se torna escarlata mientras flotaba un papel.
- La campeona de Beauxbatons es Fleur Delacour.
Las chicas de Beauxbatons aplaudían algremente, mientras los de Hogwarts y Dumstrang aplaudíamos normalmente.
Ella se levantó y se fue por la puerta "trasera" del comedor
El cáliz volvió a hacer lo mismo que al salir el nombre de Fleur.
- El campeón de Dumstrang es Viktor Krum.
Los chicos de Dumstrang retumbaron nuestros oídos mientras muchos de Hogwarts los acompañaban.
El cáliz volvió a repetir la misma acción.
- El campeón de Hogwarts es… Cedric Diggory.
Todos en Hogwarts nos emocionamos menos Slytherin. Cedric me volteó a ver y me guiño el ojo, a lo que yo me sonrojé como un tomate.
-¡EXCELENTE! Deben de saber que todos son ganadores ya pero… solo uno, superara las pruebas y podrá tener en su mano esa muestra de su victoria… ¡LA COPA DE LOS 3 MAGOS!
Todo el festejo y la euforia para completamente. El cáliz torno el tono escarlata anterior pero aun más intenso. Un papel salió de aquel cáliz. Albus Dumbledore susurro unas palabras pero nadie logro escucharlas. Fue subiendo el tono poco a poco hasta que escuchamos claramente lo que dijo... ''HARRY POTTER''. No... Mi hermano ¡NO!
Mire a Harry sorprendida. Albus subía su tono aun más sin poder creerlo. Hermione le decía a Harry que fuera. Potter camino temeroso, todos lo veían con cara de odio al pobre Harry.
Estaba a punto de salir cuando llego otra sorpresa.
El cáliz volvió a tomar por quinta vez su tono escarlata pero con excepción de que los rayos de fuego salían hasta llegar al techo. Albus Dumbledore seguido por la jefa de mi casa, la profesora McGonagall, fueron a recoger el papel a punto de destruirse para apreciar el nombre escrito en el.
- ¡POR MERLIN! – Grito Dumbledore al leer el nombre.
– ¿Qué nombre es?- preguntó Barty Crouch
Dumbledore permaneció callado mientras examinaba letra por letra aquel nombre escrito.
- ¡QUE DIGA EL MALDITO NOMBRE! – Grito Crouch desesperado.
- ¡Samantha Potter!
Mi respiración se detuvo. ¿Acaso había escuchado mi nombre? Desearía que esto fuera un sueño pero no... Los ¡chicos me miraban con decepción y Hermione ni se dignaba a ello...
- ¡SAMANTHA POTTER! Venga para acá, ahora mismo. – Dijo Dumbledore bajando su tono pero con el mismo enfado de antes.
Me levante de mi lugar igual que Harry cuando el escucho su nombre. Todos me veian sorprendidos. Un comentario que escuche a lo lejos no me sorprendio "No me extraña. Donde va un Potter, va el otro. Solo quieren mas fama aún..."
Aquella persona había sido Pansy Parkinson.
Voltee a verla asesinamente. No soporte más cada gilipollez que salía por su boca y lo solté todo.
-¡Oh, por Merlín! ¿¡Por qué no te tiras por un puente!? ¡NOS HARÍAS UN FAVOR A TODOS LOS PRESENTES!!- todos riéron, incluso los Slytherin.
Fui hasta donde estaba Albus, el cual me dijo "Ves allí. Ahora hablaremos". Yo asentí levemente y salí por la puerta cn la cabeza bien alta.


Llegué hasta la sala de los campeones, todos me miraron sorprendidos y confusos, me dejé caer en el sofá con los pies en alto. Llegó Albus, corriendo cual ratón perseguido por un gato, seguido de los demás profesores y directores. Se acercó a Harry y empezó a zarandearlo.
- ¿Harry, Metiste tú, tu nombre en el caliz? – Pregunto Dumbledore exaltado.
- No, señor. – Respondió Harry con cierto temor
- ¿Le pediste a algún estudiante que lo hiciera?
- No, señor.
- ¿Estas seguro?
- Si, si señor.
Albus se acercó donde yo estaba y me preguntó también a mi.
-¿Pusiste vuestros nombres en el cáliz, Samantha?
-No- dije nerviosa- Necesito beber agua.-dije. Me levanté y comencé a dar vueltas por la sala. Hasta que Ced me cogió de la cintura "Tranquila, no pasa nada" me susurró y me intenté tranquilizar. Volví al sofá con un papel comencé a abanicarme.
-No les dejes competir Albus. Solo son unos críos- dijo Minerva
-¿Tu que piensas, Barty?- dijo Albus, tranquilamente. Me encantaría, al igual que el, ser una de esas personas que no se estresan fácilmente. No lo hago constantemente, pero cuando me pasa, me estreso mucho (demasiado).
-El cáliz ha decidido- dijo mirando a la nada. Después centró su mirada en nosotros dos.- Tendrán que participar en el torneo.
-Oh, por Merlín.- murmuré
-Ya pueden retirarse a sus respectivas salas comunes- dijo Albus. Yo cogí a Harry del hombro.
-¿Tu sabes algo de esto, Harry?- pregunté nerviosa
-Nada. Si lo supiera se lo habría contado a Dumbledore- me respondió. Seguimos de camino a nuestra sala común, cuando otra voz me detuvo
-¡Sam!- era mi amigo Diggory- ¿Cómo es que has salido campeona en el cáliz?- dijo mostrando preocupación
-Ni idea Cedric- susurré. Me acerqué a el y le di un beso en la mejilla- Buenas noches.
Subimos a nuestra salacomún, ya allí fui a mi cuarto y me encontré con una muy seria Hermione.
-No puedo creerme que me hayan escogido para el torneo- murmuré- ¿Te lo puedes creer Herms?- le pregunté. Ella no me respondió, me giré y la vi de brazos cruzados y muy seria
-Lo que no me puedo, creer es que metieras tu nombre en el cáliz y no me lo dijeras- me espetó- Creí que éramos mejores amigas, Shawn. Creí que nos prometimos que nos lo contaríamos todo mutuamente.- yo me quedé helada con esa extraña confesión
-Hermione, somos mejores amigas. Yo no metí mi nombre en el cáliz. Si lo hubiera echo, a la primera persona a la cual se lo hubiera dicho, habría sido a ti- rechisté- No me puedo creer que no me creas.
-Y yo no me puedo creer como mientes- me dijo ella. Ahí exploté. Me había llamado mentirosa
-¡Yo soy la que no se puede creer el tiempo que hemos sido amigas y ni una sola pelea, caundo somos tan
diferentes!- le solté de golpe- ¡Date cuenta! Somos blanco y negro.
-Si, me di cuenta. ¡Tu no sabes que es lidiar con una persona tan desordenada, rebelde, chula, insensata, irrespnsable y desorganizada como tu!- me gritó, enumerando con los dedos
-Exacto. Tu lo has dicho. Soy todo eso. Y tu eres exactamente lo contrario.- grité. Me dirigí a la puerta y la abrí, salí por ella y me pusa en una de las mesas de la sala común. Cogí papel, pluma y tinta y comencé a escribir a Sirius:

Querido Canuto:

Harry y yo hemos sido elegidos para el torneo de los 3 magos. Ahora, en este caso 5 magos, nosotros no pusimos nuestros nombres. de esos estoy segura. ¡Ni Hermione me cree! Pienso que hay algún mortifago infiltrado aqui, en Hogwarts. Necesitamos tu ayuda. También hubo un ataque de mortifagos en los mundiales de Quidditch, donde nosotros estabamos, pero supongo que ya estarías enterado.
Cambiando de tema, el profesor Dumbledore me ha pedido que vigile a un profesor llamado Alastor Moody, conocido como "Ojo loco Moody".
No tengo la menor idea de quien ha podido meter nuestro nombre.
Responde en cuanto puedas. No te envio a Shappire porque es muy visible. Una lechuza blanca con ojos azules zafiro no se ve todos los días...

Te quiere mucho,
Samantha L. Potter
P.D: El pájaro no va a volver sin tu respuesta


Guardé la carta en un sobre y cogí la lechuza de Ron y le susurré "A Sirius, rápido. Y no vuelvas sin respuesta".
Me acosté en el sofá y pensé en la reacción de los gemelos hace tan solo unas horas... Dándole vueltas al "coco" me dormí.

Gwow me a encantado, me fascino simplemente asklfnmsdjf
Pobre sam y harry me dio mucha tristeza u.u
espero y la sigas pronto
AMO LA NOVELA ejejej

Ya había pasado un tiempo desde que nos eligieron a Harry y a mi campeones para el torneo... Nadie nos creía, el día siguiente al que nos eligieron Hermione se despertó con los ojos muy rojos, había estado llorando. Pero me sentía mal, seguía siendo mi "Very Best Friend Forever".
Mi hermano me dijo que estaba muy desmejorada, había tenido una pelea muy fuerte con los gemelos. No nos gritamos ni nos estresamos. Solo hablamos pero nos dijimos cosas muy feas.
FLASHBACK
-Hola chicos- dije tumbandome en el sofá donde ellos estaban. No me respondieron, me puse recta y les pregunté
-¿Os pasa algo?- recibí una mirada fulminante por su parte. Entonces se levantaron y me miraron.
-¿Que si nos pasa algo?- me dijo Fred sarcástico- Lo que pasa es que no nos dijiste que habías metido tu nombre en el cáliz.
-Yo no metí mi nombre en el cáliz- dije a la defensiva.- Ni Harry. De eso estoy segura
-Por lo menos podrías habermelo dicho- rechistó George, haciendo caso miso a mi queja- Creía que era tu mejor amigo.- Yo me levanté del sofá y me puse delante suya.
-¡Yo no puse mi nombrfe en el cáliz!- dije, de nuevo- Yo no quiero fama. Yo no quiero gloria. Yo no quiero esos estúpidos 1000 galeones.
-Mientes.- me acusó Fred. Mi corazón se hizo pequeño- A "la niña que sobrevivió" no le basta con la fama que tenía. Quiere mas ¿verdad?- noté mis ojos aguarse, pero no iba a llorar delante de el.
-O sea, ¿que eso es lo que piensas de mi?- pregunté, intentando contener las lágrimas. Fred no me respondió, solo me miró en señal de que así era. -Si eso es lo que piensas de mi, no merece la pena que sigamos siendo amigos.- dije.
-Bien.- me contestó
-Bien.- giré sobre mis talones y salí por la puerta de la sala común. Me apoyé en la pared y me salieron de los ojos unas lágrimas, las cuáles sequé enseguida.
FIN FLASHBACK
Había pasado gran tiempo con Cedric, el cual era una gran ayuda para mi, a parte de Harry, el y Nadia no me quedaba a nadie que me creyera. El también me decía que estaba muy desmejorada, que estaba mas delgada, con ojeras y los ojos rojos. Pero era normal. Jamás me había peleado tan fuerte con los gemelos ni con Hermione. Hablé con mi hermano sobre la carta que le había mandado a Canuto y el me dijo que también le había mandado una.
FLASHBACK
-Mira Sam, esta es la copia de la carta que le mandé a Sirius- me la enseñó y yo la léí:

Querido Sirius:

Gracias por tu última carta. Vaya pájaro más grande: casi no podía entrar por la ventana.

Aquí todo sigue como siempre. La dieta de Dudley no va demasiado bien. Mi tía lo descubrió ayer escondiendo en su habitación unas rosquillas que había traído de la calle. Le dijeron que tendrían que rebajarle la paga si seguía haciéndolo, y él se puso como loco y tiró la videoconsola por la ventana. Es una especie de ordenador en el que se puede jugar. Fue algo bastante tonto, realmente, porque ahora ni siquiera puede evadirse con su Mega-Mutilation, tercera generación.
Yo estoy bien, sobre todo gracias a que tienen muchísimo miedo de que aparezcas de pronto y los conviertas en murciélagos.
Sin embargo, esta mañana me ha pasado algo raro. La cicatriz me ha vuelto a doler. La última vez que ocurrió fue porque Voldemort estaba en Hogwarts. Pero supongo que es imposible que él ronde ahora por aquí, ¿verdad? ¿Sabes si es normal que las cicatrices producidas por maldiciones duelan años después?
Enviaré esta carta en cuanto regrese Hedwig. Ahora está por ahí, cazando. Recuerdos a Buckbeak de mi parte.

Harry

P.D.: Si quieres ponerte en contacto conmigo, estaré en casa de mi amigo Ron hasta el final del verano. ¡Su padre nos ha conseguido entradas para los Mundiales de quidditch!

FIN FLASHBACK
También me llevaba bien con Viktor Krum. Viktor por más fuerte y asombroso que parecía, tenía miedo sobre el torneo. No de morir, si no de no ganar. En Durmstrang, les han inculcado que ganar es el honor más grande, si alguno muere en una guerra y aquel no triunfa… será una muerte en vano.
Era un chico agradable y determinado, me ha dicho que en cualquier cosa que necesite, yo solo le diga.
Yo no esperaba de el nada pero su corazón se ablandó con el torneo. Me había contado que sentía una gran atracción hacia mi amiga Hermione, y yo le había dicho que estaba enfadada conmigo, y el me dio ánimos para recuperar nuestra amistad.
Eso si, con la que me llevaba muy mal era con Fleur Delacour. No la soportaba, siémpre me insultaba y yo no me cortaba. Que si mi pelo era muy hortera, que si no le gustaba mi nariz "de cerdo", que si muy poco femenina...
FLASHBACK
Iba corriendo hacia el castillo, llevaba la capucha puesta porque llovía, cuando me encuentro a Delacour.
-¿Qué pasa Potteg? ¿Te avegguenzas de tu hoggenda caga y no quiegues que nadie te vea?
-A diferencia de ti, a mi no me avergüenza que la gente vea mi cara. Que tu seas horrible no significa que todas tengamos que seguir tu ejemplo.
Todos se rieron y ella se fue, seguida por su séquito de lameculos.
FIN FLASHBACK

Awwww pobre hasta los gemelos :'c
jajajajajaja me dio risa la carta de harry x.x
aww que lindos Cedric y krum (:
OOOOOOOOOOO le callaron la boca a fleur
me encanto jejejjej aiguela cuando puedas :D

Había pasado un tiempo y ya sabía la fecha de la primera prueba del torneo. El 21 de noviembre, solo quedaba una semana y media. Iba caminando por la orilla del lago, cuando veo a mi hermano venir hacia mi muy apurado.

-¿Qué pasa Harry?- le pregunté. El me cogió del brazo y me llevó a un lugar apartado.

-Dragones- me ssusrró- La priemra prueba son dragones. Lo vi anoche con Hagrid. Eran un Bola de Fuego Chino, un Colacuerno Húngaro, un Galés Verde, un Hocicorto Sueco y un Ridgeback Noruego.

-¿Como Norberta?- le pregunté. El asintió- ¡Ese dragón es muy peligroso! Voy a avisar a Ced.- le dije- Luego hablámos. Me fui y vi a Cedric con sus compañeros de clase y le llamé

-¡Cedric!- el me miró y se disculpó con sus compañeros de clase y vino donde yo estaba.

-Ced, ¡la primera prueba son dragones! Son un Bola de Fuego Chino, un Colacuerno Húngaro, un Galés Verde, un Hocicorto Sueco y un Ridgeback Noruego.

-¿Dragones? ¿Va en serio?- yo asentí. -El puso cara de asustado, como yo.

-Voy a la biblioteca a buscar información sobre los dragones. ¿Me acompañas?

-Claro, vamos- me cogió de la mano y fuimos a paso répido hasta la biblioteca. Ya allí comenzamos a buscar un libro sobre estas atrerradoras criaturas, hasta que lo encontré. Busqué a Ced con la mirada y le llamé para que viniera a ver el libro.

-Observa esto Cedric- le dije. Puse el libro en la mesa y nos sentamos en dos sillas, uno al lado del otro y comencé a leer en voz alta.

Bola de Fuego Chino
También llamado "dragón león". El único dragón oriental que existe tiene un aspecto especialmente llamativo. De escamas suaves y escarlatas, tiene una hilera de astas doradas alrededor de la cara, un hocico chato y ojos sumamente protuberantes. El bola de fuego se ganó ese nombre por la llama con forma de hongo que sale de sus narinas cuando está enfadado. Pesa entre dos y cuatro toneladas, y la hembra es más grande que el macho. Los huevos son de un carmesí brillante moteado de amarillo dorado y las cáscaras, muy estimadas en la hechicería china. El bola de fuego es agresivo, pero más tolerante con sus congéneres que la mayoría de los dragones; algunas veces acepta compartir su territorio con otros dos bolas de fuego. Aunque puede comer casi todos los mamíferos que se conocen, prefiere cerdos y seres humanos


El Colacuerno húngaro
Considerado el más peligroso de todos los dragones, el colacuerno húngaro tiene escamas negras, y su cuerpo recuerde el de un lagarto. Tiene ojos amarillos, cuernos broncíneos y pincho de un color similar que surgen de su larga cola. El colacuerno posee una de las llamas de mayor alcance. Sus huevos son de color cemento y de una cáscara particularmente dura; las crías se abren camino utilizando sus colas, ya que tienen los pinchos bien desarrollados al nacer. Se alimentan de cabras, ovejas y, siempre que es posible, de humanos.


Galés Verde Común
Este tipo de dragón está en la lista de los menos problemáticos. Su comida preferida son las ovejas. No come humanos salvo que se le provoque. El galés verde común tiene un rugido reconocible y melodioso. Lanza llamas muy finas y sus huevos son de color marrón terroso con manchas verdes.


Hocicorto Sueco

Es un bonito dragón de color azul brillante, razón por la cual su piel es muy demandada para diferentes artículos de cuero. Posee una llamarada azul extremadamente potente. Es el dragón que menos muertes causa.



Un Ridgeback Noruego
Muy similar al Colacuerno, con la diferencia de que en vez de astas en la cola, tiene una cresta a lo largo del lomo. Son bastante agresivos entre su propia raza, y se alimentan tanto de mamíferos como de algunas criaturas del agua, (Grindilows), aun que prefieren los humanos. Los huevos son negros y las crías tienen la capacidad de expulsar fuego cuando aún son bastante jóvenes. Se les considera un dragón muy fiero en combate.

Cuando terminé de leer, miré a Cedric y el me miró a mi. Nuestras miradas se conectaron y pude ver un extraño brillo en sus ojos, observé sus labios y poco a poco nos fuimos acercando. Nos quedamos a milímetros, rozando nuestros labios, como un simple y pequeño beso que dabamos cuando éramos de 8 años de edad. Sencillo. Hasta que abrí la boca y perití que su lengua pasara a mi boca. Nuestras lenguas jugaban, hacían un hermoso baile al compás. Estaba dando mi primer beso con Cedric Diggory. Agarré su cara col delicadeza y aceleleré el beso. Cuando nos faltó el aire paramos de besarnos y le miré a los ojos, esos preciosos ojos que me vuelven completamente loca. Sonreí en sus labios y nos separamos. Yo me levanté y el me imitó

-Yo... No se que decir. Lo...- el me interrumpió

-Pues déjame decirte a mi una cosa. Te quiero.- me dijo tiernamente. Se acercó a mi y me dio otro beso en la boca mas corto que el anterior pero que me dejó atontada.- Me gustas desde finales del año pasado. Y este año mis amigos me han estado recomendando que me "declarase- hizo comillas con los dedos- a ti. Pero no tenía el valor suficiente para decirtelo... Y mas con Weasley en medio.

-¿Cuál Weasley?

-Mm... Creo que Fred. Pero no nos desviemos del tema. La cuestión ahora es ¿yo te gusto?

-Si, desde que nos vimos en los mundiales...- acepté algo ruborizada. El sonrió seductoramente, no me pude resistir y le besé de nuevo, algo mas corto- Lo siento. No me pude resistir- reí nerviosamente y el me calló con un beso un poco mas largo que el anterior.

-Samantha Liliane Potter Evans, ¿te gustaría ser, oficialmente, mi novia?

-Si- dije asintiendo rápidamente con la cabeza. Cogí su corbata, lo traje hacia mi y le besé- te quiero.

-Yo mas, pequeña- me respondió

*****

-¡Hey Potter!- nos llamó Draco Malfoy, yo me giré y el añadió- Tu no, Potter el otro.- mi hermano le miró- Mi padre y yo hemos hecho una apuesta. Yo digo que no aguantas mas de 10 segundos en el torneo y el ha dicho 5.

Los torpes amigos de Malfoy se rieron como estúpidos y mi hermano fue hasta Malfoy a grandes zancadas.

-¡No me importa lo que tu y tu padre digáis! ¡Es vil y cruel y tu un payaso!- le gritó mi hermano. El le dio la espalda y Malfoy sacó su varita e intentó atacar a Harry por la espalda, pero se transformó en hurón por un hechizo que le dio de lleno en el pecho. Miré hacia donde había salido el hechizo y vi al profesor Moody.

-¿¡Intentando atacar por la espalda!?- gritó indignado Moody. Cogió la varita y comenzó a mover arriba y abajo a Malfoy, mientras que todo el mundo reía viendo esta escena, hasta que un gritó alejó de allí a unas pocas personas

-¡Alastor! ¿¡Eso es un alumno!?- preguntó McGonagall

-Técnicamente, es un hurón.- movió la varita y metió a Malfoy en los pantalones de Goyle, haciendo que este empezara a gritar como una nena y dar saltos, parecía un gorila cagándose encima y sin encontrar un aseo donde defecar.

-¡Vuelva a transformar al Sr. Malfoy en persona! ¿El profesor Dumbledore no le dijo que no se podía impartir estos "castigos"?

-Algo mencionó- gruñó Moody. Con un movimiento de muñeca, Draco volvió a ser una persona, despeinado y horrorizado gritó

-¡Se lo diré a mi padre! ¡Se entarará de esto!

-¿¡Eso es una amenaza, eh!?- gritó Moody mientras perseguía a Malfoy alrededor del árbol- ¡Podría decirte cosas sobre tu padre que haría que mojaras la cama!- gritó. Malfoy se fue corriendo con sus dos gorilas detrás. Yo seguía partiendome el culo con lo que había pasado, hasta que Moody nos llamó. Le seguimos hasta su despacho y nos sentamos, mientras el se quitaba la pierna de hierro y la dejaba apoyada en un baúl. Vi otro baúl que empezó a moverse y a soltar ruidos extraños, me asusté un poco.

-Ni caso- dijo Moody- no me preguntéis que hay ahí porque ni yo lo se... Y decidme ¿Tenéis algo pensado para la prueba?- Harry y yo negamos con la cabeza.- Escuchadme bien: Diggory a vuestra edad sabía transformar un silbato en un reloj de cuco. Krum, aun que tenga la cabeza llena de serrín, tiene a Karkarov de su parte y Delacour tiene de tonta lo que yo tengo de princesa de cuanto. ¿Qué es lo que mejor se os da?

-Volar- dijímos a la vez. Moody se acercó a nosotros y nos dijo.

-Precisamente.

Gwow sin palabras
jejejje person que este corto me tengo que ir a visitar un primo..
Me encanto el capitulo.

-¿Estás nerviosa, pequeña?- me preguntó mi novio. Yo le sonreí, me giré y el me cogió de la cintura y yo a el del cuello, le planté un besos en los labios, el cual el me correspondió. Nos se paramos y respiré hondo.

-Si, ciertamente, si- admití- Pero no se lo digas a nadie, ¿eh Diggory?- le dije burlona- Buen, a ver que dragoncito que nos toca. Ahora vuelvo.- Quité mis brazos de su cuello y fui donde mi mellizo-¿Nervioso James?- le pregunté divertida.

-Claro, un poco Lily.- me respondió, igual. Vi a Hermione, entraba en la carpa así que me las piré de ahí.

-Nos vemos, hermanito- le dije. FUi hasta donde se encontraba mi amigo Krum y el me miró y sonrió.

-¿Qué tal lo llevas?- me preguntó.

-Bien, todo lo bien que se puede estar sabiendo que dentro de una hora sere comida para dragones- dije. Me reí y el conmigo.

-No lo creo. Ganaremos, pasaremos esta prueba sin dificultad, todos.- me animó. Yo asentí decidida

-Si. Gracias Viktor, eres de mucha ayuda- dije, el me asintió, sonriendo. Me alejé de allí y fui a mi asiento y me encontré con una pequeña nota.

"Ganarás esta prueba. Estoy seguro, tengo que animerte. Después de todo seguimos siendo los "VeryBestFriendsForever", ¿no?
Espero que me perdones.
George Weasley."

Sonreí al ver esta nota y sentí unas manos en mi cintura, me giré sobresaltada, encontrandome con unos preciosos ojos grises.

-¿Y esa nota?- me preguntó. Hice como antes y, pasé mis brazos por sus hombros.

-¿Celoso Diggory?- reí- Es de mi mejor amigo, George.

-Bien, ahora tengo algo mas que darte- dijo. Le miré con una ceja levantada diciéndole "¿WTF?" el rió y dijo- Esto.- se acercó a mi y unió sus labios con los mios, en un beso. Le acerqué a mas a mi, estuvimos un rato besándonos, hasta que escuchamos una cámara de fotos. Nos girámos sobresaltados y era la asquerosa de Rita Skeeter...

-¿No se cansa usted de joder, eh?- le pregunté sarcástica.- Saque su estípidotrasero de aqui ahora mismo.- grité enfurecida. Sacó una foto a Harry y Hermione, que estaban abrazados y vino Viktor por detrás de ella.

-Esta tienda es solo para campeones y para sus amigos. Fuera de aquí.- dijo Krum

-Bien, ya tengo todo lo que quería.

Rita Skeeter y su clan salió mientras en su lugar entraban Albus Dumbledore y Barty Crouch con una bolsa de tela en sus manos un poco inquieta.

- ¡Atención campeones, es hora de elegir! Señorita Granger, ¿que hace usted aquí? – Preguntó Dumbledore desconcertado.

- Yo… he…. Yo ya me iba. Suerte, Harry. – Susurro Granger nerviosa, saliendo de la tienda.

- Es el momento así que, señorita Delacour, usted primero.

- Como debe de ser. – Dijo presumida Fleur con una sonrisa cínica junto a su directora.
Delacour metio la mano, la saco como rayo seguido de un ‘’Auch’’ Krum parecio sorprendido mas Diggory, Potter y yo… no.

‘’Lo que me esperaba’’ pensé.

Delacour saco el inofensivo gales verde, que solo se ocupaba en seguir su cola, a pesar de eso… ella seguía preocupada.

Ahora Krum era el que tocaba sacar su dragón, metilo su gruesa mano a aquella bolsa y saco un dragón rojo, demasiado picudo.

Recuerdo que decía claramente ‘’Aunque puede comer casi todos los mamíferos que se conocen, prefiere cerdos y seres humanos.‘’

- Un bola de fuego chino, uhhhhhh! – Dijo un poco burlonamente Barty Crouch.

Diggory metió su mano, y al ver al pequeño dragón el se fascino.

- Un hocicorto sueco. – Dijo sonriente Crouch.

Harry era el siguiente. Los dos estábamos aterrados ya que solo quedaban 2 dragones y no eran los mejores, que digamos.

Harry hizo lo mismo que Delacour pero el si saco al primer intento al dragón. El aterrado abrió la mano y encontró algo muy malo… El colacuerno húngaro.

Era uno de los peores. Sabía exactamente el que me tocaba. Me había quedado paralizada.

- Señorita Potter, por favor. – Dijo Crouch incitándome.

Metí la mano y no pude cargar al dragón solo con mi mano. Tuve que meter las dos manos para poder cargar a este.
Saque a una bestia cornuda… hermosa e intimidante.
Aquella bestia soltaba fuego a lo loco. Tomaba su posición territorial y me veía desconcertadamente.

-Un Ridgeback Noruego- exclamó Crouch.- Fascinante...

- Campeones, tengan cuidado… esto no es un ensayo, podrían morir pero aun asi les deseo la mejor de la suertes, la primera en participar será la señorita Delacour. Entonces a la señ…. – Y fue interrumpido por un cañonazo, hecho por Filch. –Shawn, necesito hablar contigo.- yo asentí y fui donde estaba Dumbledore.

-¿Si? ¿Ocurre algo Albus?

-Ya lo creo. Como te habrás dado cuenta, es un Ridgeback Noruego, ¿no es así?

-Si, profesor.- contesté

-Es Norberta. ¿Te acuerdas de ella?

-Si. Es la dragona que tenía Hagrid en 1er año. ¿Intentará matarme?- le pregunté.

-No, Samantha. Solo quería decirle, que no le haga daño. Es importante para Rebeus... Solo si está en peligro ataque de verdad. ¿Hará eso por mi Srta. Potter?

-Por su puesto- contesté decidida.


***


Harry ya había pasado ha hacer la prueba, solo faltaba yo, había hecho una gran "exibición". Hizo un "Accio" y llamó a la Saeta de Fuego. Slió volando, yo pensé que había tenido un accidente, pero a los 5 minutos volvió, yo me alegré mucho. Ahora entraba yo. Le di un beso a mi novio y salí afuera, donde me enfrentaría a Norberta...

Llevaba puesto una camiseta de tirantes con la bandera de USA y un short gris de deporte, con unas deportivas gises y encima una sudadera de Gryffindor.
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No veía un pijo... Todo era humo y rocas, la gente gritaba mi nombre. Caminaba sin rumbo fijo, hasta que escuché un gruñido detrás de mi, me aparté de un salto y el fuego lanzado poir Norberta me pasó rozando. Corrí hasta detrás de una roca, para pensar mi estrategia. "A la de 3. 1... 2... ¡3!" pensé. Salí corriendo de allí a intentar coger el huevo mientras Norberta me buscaba, casi llegaba la huevo, pero me vio y con su cola me estampó contra la pared de la tribuna de Gryffindor. Me golpeé la espalda y noté un líquido salir de mi codo, sangre. Me dolía la espalda, pero la dragona se disponía a escupirme fuego de nuevo así que me apaté de allí. Corrí entre las rocas y me puse detrás de Norberta y grité

-¡Incarcerous!- le amarré las patas delanteras y traseras, pero no la cola, siguió moviéndola fuertemente, ya que trataba de liberarse, yo corrí velozmente hasta el huevo y lo cogí. Pero el dragón se liberó y me escupió fuego, que me dio de lleno, me tapé con las manos la cara, mientras el estadio se quedaba completamente en silencio, cuando el dragón cesó no noté nada, ni dolor, ni calor... Nada. Cosa que fue muy rara. Aproveché que el animal estaba distraído y me largué de su punto de vista.

***

Los gemelos llevaban a Harry a hombros, mientras todos los Gryffindor's gitaban alegres, yo entré por la puerta de la sala común y vi como mi hermano gritaba alegre y eufórico.

-¿¡ QUIERÉIS QUE LO ABRA!?

Toda la sala común rugió como auténticos leones que éramos y mi heramno abrió el huevo. De este salió un horrible y molesto chillido así que me apresuré en gritar "¡Cierra eso Harry! ¡Ciérralo!"

Que lindo capitulo, La verdad es que me encantan tus capitulos. Siguela