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"Born To Die" (Louis Tomlinson y tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Página 6 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
... Capítulo O38 "Who knows?"
Últimos capítulos.
Segundo de hoy.
Escuchen:
{ https://youtu.be/SR6iYWJxHqs }
Echaron el libro en una linda bolsa de papel color rosa que decía: “Disfrute su lectura”. Al salir de la librería Louis puso la bolsa sobre el auto, entonces crucé mis brazos y lo miré penetrantemente.
— ¿Qué? —Dijo mirando para todos lados.
—Ni creas que no me fijé en cómo la mirabas y te miraba.
— ¿Qué? ¿De qué hablas?
—De la pelirroja esa que atiende en la librería, ¡Argh! y todavía dijo que tú le habías dicho que a mí me gustaba ese libro ¿Cómo es que ella lo sabe si nunca le habías hablado? ¿La conoces?
—Espera, espera ¿Estás celosa? —Dijo en cierto tono de burla, Louis se estaba riendo de mí.
—No me cambies el tema Tomlinson, estoy muy enojada. ¡Basta, deja de reírte!
—Okay, okay—Su rostro cambió. —Entonces, abre el libro.
— ¿Para qué quieres que lo abra si no voy a leerlo todavía? ¡Deja de cambiarme el tema!
—Ábrelo, amor.
—No me llames así, estoy enojada—Le di la espalda. Louis seguía riendo o al menos intentaba no hacerlo.
—Anda, por favor, hazlo por mí, ¿no confías en mí?
—Sí. Es en ‘ella’ en quien no confío—Enfaticé ‘ella’.
—Yo no podría amar más a ‘ella’ que a ti.
—Entonces, ¿A qué vienen esas miradas?
— ¡Abre el maldito libro, Sheryl! —Extendió su mano con la bolsa color rosa, entonces entendí que debía abrir el maldito libro. Bueno, ¿Qué más da?
Saqué el libro con una portada bastante misteriosa, inclusive me daba miedo verla y ganas de leer ése libro en éste momento, pero no creo que fuera lo indicado.
Luego observé a Louis quien me veía intrigado.
— ¿Y bien? —Reí.
—Ahora quítale el plástico que lo cubre—Su tono era molesto y sarcástico para mí, aunque sé perfectamente que esa es la forma de hablar de Lou. Me dio la espalda y caminó un par de pasos.
Le quité el plástico y lo eché a la bolsa color rosa, luego me recargué en el coche y abrí el libro.
Oh Dios, oh no, esto no puede ser posible.
El libro estaba cortado con un cuadro al medio, un cuadro el cual cubría casi todas las páginas de éste, simulando un agujero de forma cuadrada.
Estaba rayado con un plumón negro:
“Will you marry me?” y un anillo hermoso justo dentro de ese cuadro.
No sé qué pensar, levanté mi rostro y Louis me miraba tan tiernamente que me derretía por completo. ¿Qué he hecho? nunca pensé que esto llegaría tan lejos, Louis no se merece esto.
— ¿Te casarías conmigo?
Justo en ese momento el cielo tronó de una forma horrorosa, demasiado fuerte y la lluvia comenzó a caer al instante, demasiado fuerte.
— ¡Subamos al auto, está lloviendo! —Cambié de tema rápidamente. Louis tomó el anillo y metió el libro al auto, pero a mí no me dejó subir.
—No. No sin que me des una respuesta.
—Louis—Supliqué. —No me hagas esto.
— ¿No quieres casarte conmigo? yo te amo.
—Yo también te amo.
— ¿Entonces?, no veo mi vida si no es contigo. Te necesito más que nunca.
—Louis, está lloviendo.
—Lo sé, Sheryl. Yo también me estoy mojando, pero ¿le tienes miedo al agua? no va a herirte, es sólo agua. Yo soy así, no voy a herirte nunca.
Es un momento perfecto para llorar sin que él se dé cuenta, el agua corría por todo mi cuerpo así que supongo las lágrimas se confundirán con la lluvia.
—Tú a mí no, pero yo a ti si—Sollocé, en medio de la nada.
—Tú me haces feliz—Trató de abrazarme pero me separé.
— ¡No! no sabes lo que dices, Louis… no sabes quién soy realmente.
—Sé lo suficiente como para quererte de éste modo en que lo hago.
—No Louis, ¡Ya basta! voy a decírtelo, voy a decirte todo para que te vayas, huyas como todas las personas y me dejes sola, ¡Sola como siempre he estado!
La lluvia se hacía más y más intensa y yo debía hablar más fuerte para que me escuchara. Estoy a punto de decirle todo, mi felicidad acaba aquí.
Louis me miró fijamente, su rostro no me decía nada, ni felicidad, ni angustia, nada.
—Tengo una enfermedad extraña, estoy enferma, ¡ENFERMA! ¡Nadie nunca me ha querido por eso! todos se alejan por eso, ésa fue la razón por la que nunca te lo dije, nadie nunca se había fijado en mí, ¡Fuiste tú! y no quería que estuvieras conmigo por lástima o… quizá después… me dejaras por la misma razón.
Mi corazón se estaba partiendo en mil pedazos, estaba tan alterada en ése momento, de no haber sido por la lluvia, toda mi ropa estuviera empapada igual por mis lágrimas, mis ojos ardían de tanto que lloraba. Louis también lo hacía, sus ojos estaban rojos.
Tomó ambas manos mías, como de costumbre, intenté soltarme pero él las tomó con mucha fuerza.
— ¡No! no me sueltes.
—Louis, déjame ya. Vete, no te necesito, no lo sientas por mí. Mi mundo se está desmoronando ahora que lo sabes. Quiero estar sola.
—Entonces… ¿no te casarás conmigo? —Apenas y pudo decir entre su llanto. Ambos parecíamos magdalenas.
— ¿¡Qué!? ¿¡Qué no acabas de escuchar lo que acabo de confesar!?
—Yo ya lo sabía desde hace mucho tiempo.
— ¿¡Qué!?
—No quise decírtelo para evitar todo esto, que te sintieras así… pero no puedes evitar lo inevitable.
—Louis…
—Yo me iré hasta que tú me digas que ya no me amas, de lo contrario nada va a separarme de ti. Yo te amo, Sheryl. Te amo de la manera más sincera de la que se puede amar a alguien.
—No sabes lo que haces.
—Dime ¿Quién si lo sabe?
Segundo de hoy.
Escuchen:
{ https://youtu.be/SR6iYWJxHqs }
Echaron el libro en una linda bolsa de papel color rosa que decía: “Disfrute su lectura”. Al salir de la librería Louis puso la bolsa sobre el auto, entonces crucé mis brazos y lo miré penetrantemente.
— ¿Qué? —Dijo mirando para todos lados.
—Ni creas que no me fijé en cómo la mirabas y te miraba.
— ¿Qué? ¿De qué hablas?
—De la pelirroja esa que atiende en la librería, ¡Argh! y todavía dijo que tú le habías dicho que a mí me gustaba ese libro ¿Cómo es que ella lo sabe si nunca le habías hablado? ¿La conoces?
—Espera, espera ¿Estás celosa? —Dijo en cierto tono de burla, Louis se estaba riendo de mí.
—No me cambies el tema Tomlinson, estoy muy enojada. ¡Basta, deja de reírte!
—Okay, okay—Su rostro cambió. —Entonces, abre el libro.
— ¿Para qué quieres que lo abra si no voy a leerlo todavía? ¡Deja de cambiarme el tema!
—Ábrelo, amor.
—No me llames así, estoy enojada—Le di la espalda. Louis seguía riendo o al menos intentaba no hacerlo.
—Anda, por favor, hazlo por mí, ¿no confías en mí?
—Sí. Es en ‘ella’ en quien no confío—Enfaticé ‘ella’.
—Yo no podría amar más a ‘ella’ que a ti.
—Entonces, ¿A qué vienen esas miradas?
— ¡Abre el maldito libro, Sheryl! —Extendió su mano con la bolsa color rosa, entonces entendí que debía abrir el maldito libro. Bueno, ¿Qué más da?
Saqué el libro con una portada bastante misteriosa, inclusive me daba miedo verla y ganas de leer ése libro en éste momento, pero no creo que fuera lo indicado.
Luego observé a Louis quien me veía intrigado.
— ¿Y bien? —Reí.
—Ahora quítale el plástico que lo cubre—Su tono era molesto y sarcástico para mí, aunque sé perfectamente que esa es la forma de hablar de Lou. Me dio la espalda y caminó un par de pasos.
Le quité el plástico y lo eché a la bolsa color rosa, luego me recargué en el coche y abrí el libro.
Oh Dios, oh no, esto no puede ser posible.
El libro estaba cortado con un cuadro al medio, un cuadro el cual cubría casi todas las páginas de éste, simulando un agujero de forma cuadrada.
Estaba rayado con un plumón negro:
“Will you marry me?” y un anillo hermoso justo dentro de ese cuadro.
No sé qué pensar, levanté mi rostro y Louis me miraba tan tiernamente que me derretía por completo. ¿Qué he hecho? nunca pensé que esto llegaría tan lejos, Louis no se merece esto.
— ¿Te casarías conmigo?
Justo en ese momento el cielo tronó de una forma horrorosa, demasiado fuerte y la lluvia comenzó a caer al instante, demasiado fuerte.
— ¡Subamos al auto, está lloviendo! —Cambié de tema rápidamente. Louis tomó el anillo y metió el libro al auto, pero a mí no me dejó subir.
—No. No sin que me des una respuesta.
—Louis—Supliqué. —No me hagas esto.
— ¿No quieres casarte conmigo? yo te amo.
—Yo también te amo.
— ¿Entonces?, no veo mi vida si no es contigo. Te necesito más que nunca.
—Louis, está lloviendo.
—Lo sé, Sheryl. Yo también me estoy mojando, pero ¿le tienes miedo al agua? no va a herirte, es sólo agua. Yo soy así, no voy a herirte nunca.
Es un momento perfecto para llorar sin que él se dé cuenta, el agua corría por todo mi cuerpo así que supongo las lágrimas se confundirán con la lluvia.
—Tú a mí no, pero yo a ti si—Sollocé, en medio de la nada.
—Tú me haces feliz—Trató de abrazarme pero me separé.
— ¡No! no sabes lo que dices, Louis… no sabes quién soy realmente.
—Sé lo suficiente como para quererte de éste modo en que lo hago.
—No Louis, ¡Ya basta! voy a decírtelo, voy a decirte todo para que te vayas, huyas como todas las personas y me dejes sola, ¡Sola como siempre he estado!
La lluvia se hacía más y más intensa y yo debía hablar más fuerte para que me escuchara. Estoy a punto de decirle todo, mi felicidad acaba aquí.
Louis me miró fijamente, su rostro no me decía nada, ni felicidad, ni angustia, nada.
—Tengo una enfermedad extraña, estoy enferma, ¡ENFERMA! ¡Nadie nunca me ha querido por eso! todos se alejan por eso, ésa fue la razón por la que nunca te lo dije, nadie nunca se había fijado en mí, ¡Fuiste tú! y no quería que estuvieras conmigo por lástima o… quizá después… me dejaras por la misma razón.
Mi corazón se estaba partiendo en mil pedazos, estaba tan alterada en ése momento, de no haber sido por la lluvia, toda mi ropa estuviera empapada igual por mis lágrimas, mis ojos ardían de tanto que lloraba. Louis también lo hacía, sus ojos estaban rojos.
Tomó ambas manos mías, como de costumbre, intenté soltarme pero él las tomó con mucha fuerza.
— ¡No! no me sueltes.
—Louis, déjame ya. Vete, no te necesito, no lo sientas por mí. Mi mundo se está desmoronando ahora que lo sabes. Quiero estar sola.
—Entonces… ¿no te casarás conmigo? —Apenas y pudo decir entre su llanto. Ambos parecíamos magdalenas.
— ¿¡Qué!? ¿¡Qué no acabas de escuchar lo que acabo de confesar!?
—Yo ya lo sabía desde hace mucho tiempo.
— ¿¡Qué!?
—No quise decírtelo para evitar todo esto, que te sintieras así… pero no puedes evitar lo inevitable.
—Louis…
—Yo me iré hasta que tú me digas que ya no me amas, de lo contrario nada va a separarme de ti. Yo te amo, Sheryl. Te amo de la manera más sincera de la que se puede amar a alguien.
—No sabes lo que haces.
—Dime ¿Quién si lo sabe?
NaomiHoran<3
Re: "Born To Die" (Louis Tomlinson y tu)
O.o morí. Louis si ella no se casa contigo lo haré yooo!!!!! Esperame amor voy para alla!
Siguelaa
Siguelaa
dominika1d
Capítulo O39 "pointless"
Eso me hizo pensar, pensar en todo… Louis ya lo sabía, seguramente Niall se lo dijo, pero actuaron de forma normal todo éste tiempo ¿Cuándo pasó? ¿En qué momento yo me descuidé en ese aspecto?
Llovía como si nunca más lloviera de nuevo pero yo ya no lo sentía.
Louis tomó mi mentón con su dedo índice y se acercó a mí para darme un tierno beso el cual no pude negarme. Con su otra mano sostenía mi mano.
—Quiero estar contigo para siempre, ¿Entiendes?
—No creo que mi cuerpo resista lo que tú pides.
— ¿Crees en la vida después de la muerte? —Besó de nuevo mis labios pero ahora de una forma más intensificada, todo era perfecto, nadie podía interrumpir ese momento único a pesar de estar fuera de la librería en Las Vegas.
Luego hizo una pausa, aunque yo no quería que se detuviera, tomó mi mano y la extendió. Luego sacó el anillo que había guardado en su bolsillo después de que yo lo viera dentro del libro y me lo mostró.
— ¿Quieres que te lo ponga? con eso vas a contestarme muchas cosas.
¿Es esto lo que realmente quiero? ¡Claro que lo es! es lo que siempre soñé, mi vida siempre fue una pesadilla hasta que comencé a ser libre.
Asentí.
Louis metió el anillo a mi dedo que realmente encajaba perfecto, era muy hermoso, pero no más que nosotros dos juntos. Luego me abalancé sobre él y lo abracé.
—Claro que quiero casarme contigo.
—Me haces el hombre más feliz del mundo, Sheryl— Besó mi frente. —Y bien, creo que ahora si podemos subir al coche, estamos escurriendo en agua.
La sonrisa de Louis era inmensa, no sabía que algo así podría llenarlo de alegría, compartíamos la misma alegría, el quiere estar conmigo. Me quiere de verdad.
Abrió la puerta para que pudiera entrar, aunque me daba lástima el pobre auto, ¿qué culpa tenía él de que nosotros lo mojáramos así? era mejor irnos caminando, ¿qué más daba?
Louis comenzó a conducir en otra dirección, ¿qué pasa ahora?
—Louis la casa no está por ahí.
—Lo sé cariño, lo sé. No me molestes ahora, déjame conducir.
Y condució… y condució…
Se detuvo en una boutique de ropa muy elegante y parecía costosa.
—Rápido, baja del coche y entra a ésa tienda, iré a estacionar el coche.
—Louis.
—Anda ve.
Bajé del coche y como él dijo casi corriendo entré a la boutique, completamente apenada ya que estaba muy mojada.
Todas las chicas que atendían la tienda centraron los ojos en mí en desaprobación, Louis entró detrás de mí.
— ¿Qué hacemos aquí?
—Vamos a comprar ropa—Oh vaya, ¿Cómo no lo adiviné?
Louis no caminó un paso hacia el frente ya que probablemente las chicas lo asesinarían porque estaba mojado, muy mojado. Hizo una seña con la mirada y una de ellas se acercó, era de estatura baja, ojos azul celeste y cabello negro.
—Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarlos? ¿Buscaban algo en especial?
—Ropa, sólo queremos deshacernos de esto—Señaló su ropa mojada.
—Será un placer—Sonrió. —Si me acompañan yo podré guiarlos.
Luego hizo una pausa para llamar a otra de las empleadas quien llegó a nosotros en un dos por tres.
—Ella es Samanta, va a encargarse de la señorita—Samanta sonrió y yo le devolví la sonrisa educadamente.
—Hmm… preferiría que nos dejaran decidir a ambos, solos, si no importa.
—Oh, claro que no.
La mujer se apartó de nosotros dejándonos escoger las prendas que deseáramos, es realmente incómodo cuando visitas una tienda y los vendedores no dejan de acosarte como si fueras a robar algo.
Louis no tardó en elegir, un pantalón de vestir color negro y un saco muy sencillo, todo fue tan rápido como si el ya hubiera visitado esta tienda antes y ya hubiera previsto esto.
Caminamos hasta la sección de damas y en el momento en el que me dirigí a los jeans Louis tomó mi mano y me jaloneó hacia donde él caminaba.
—No, basta de jeans—Sonrió.
—A mí me gusta usarlos, son cómodos.
—No ésta vez—Seguía sonriendo como estúpido, lo cual lo podía entender ya que mi expresión era exactamente la misma.
—Mira, éste vestido está muy bonito—Dijo señalando un vestido verde limón realmente horrendo para mis ojos, oh, no pretenderá que use eso.
—Horrible—Reí.
—Bien, entonces escógelo tú.
—Louis, ¿No será mejor que elija un simple pantalón de mezclilla y una blusa?
— ¡No!
Rodé mis ojos y caminé sola hasta los vestidos más sencillos, tomé un par de ellos y entré a medírmelos.
El primero era demasiado llamativo, lleno de lentejuelas y era color mostaza, nada de mi gusto, pero se me veía bien.
Aunque opté por usar la segunda opción, un vestido strapless color blanco que me llegaba hasta las rodillas y en mi cintura tenía un lindo cinturón en forma de moño color beige.
Cuando salí con el vestido puesto Louis ya se encontraba con su ropa que había comprado también puesta, sus manos dentro de sus bolsillos, me miraba con la boca abierta, lo que significa que he hecho un buen trabajo eligiendo mi vestido.
Él sonrió y se acercó a mí.
—Te ves hermosa.
—Lo mismo digo de ti.
Samanta, la chica que iba ayudarme corrió hacia nosotros, en sus manos tenía una caja de zapatos, ambos la miramos pacientemente.
— ¡Hola! pensé que no puede salir con ése vestido puesto usando ésos Converse—Rió nerviosamente. —Debería probarse éstos zapatos de tacón.
—Oh, no, no creo que sea necesario—Contesté mirando a Louis.
—Excelente propuesta, mídetelos, Sheryl.
—Louis, ya es demasiado gasto.
—Hazlo por mí.
Ahí va de nuevo, esa frase se le hará costumbre, espero que en un par de años no me diga “Sheryl, cambia el pañal al bebé, hazlo por mí” eso ya no va a funcionar de ésta manera. Ah ¿En qué estoy pensando?
Tomé la caja de zapatos y me senté para poder medírmelos, al abrir la caja, no sé como describir que lo que vi fue amor a primera vista: unas hermosas zapatillas color beige que combinaban perfectamente con mi vestido. Al ponérmelas encajaron como las zapatillas de cristal a Cenicienta. Muy bien.
Al salir de ahí la lluvia ya había parado un poco, subimos al coche y Louis comenzó a conducir de nuevo.
—Ahora vas a decirme.
— ¿Decirte qué?
— ¿Qué pretendes con todo esto?
—Vamos a casarnos.
— ¿Qué? ¿De qué hablas?
—Estamos en Las Vegas, Sheryl. Vamos a casarnos ¡Ya!
—Estás demente.
—Claro que no lo estoy, si piensas que esto es apresurado, debo confesar que desde que subimos a ese avión, mis intenciones no eran las mejores.
— ¡Todo esto lo planeaste!
—Touché.
Llovía como si nunca más lloviera de nuevo pero yo ya no lo sentía.
Louis tomó mi mentón con su dedo índice y se acercó a mí para darme un tierno beso el cual no pude negarme. Con su otra mano sostenía mi mano.
—Quiero estar contigo para siempre, ¿Entiendes?
—No creo que mi cuerpo resista lo que tú pides.
— ¿Crees en la vida después de la muerte? —Besó de nuevo mis labios pero ahora de una forma más intensificada, todo era perfecto, nadie podía interrumpir ese momento único a pesar de estar fuera de la librería en Las Vegas.
Luego hizo una pausa, aunque yo no quería que se detuviera, tomó mi mano y la extendió. Luego sacó el anillo que había guardado en su bolsillo después de que yo lo viera dentro del libro y me lo mostró.
— ¿Quieres que te lo ponga? con eso vas a contestarme muchas cosas.
¿Es esto lo que realmente quiero? ¡Claro que lo es! es lo que siempre soñé, mi vida siempre fue una pesadilla hasta que comencé a ser libre.
Asentí.
Louis metió el anillo a mi dedo que realmente encajaba perfecto, era muy hermoso, pero no más que nosotros dos juntos. Luego me abalancé sobre él y lo abracé.
—Claro que quiero casarme contigo.
—Me haces el hombre más feliz del mundo, Sheryl— Besó mi frente. —Y bien, creo que ahora si podemos subir al coche, estamos escurriendo en agua.
La sonrisa de Louis era inmensa, no sabía que algo así podría llenarlo de alegría, compartíamos la misma alegría, el quiere estar conmigo. Me quiere de verdad.
Abrió la puerta para que pudiera entrar, aunque me daba lástima el pobre auto, ¿qué culpa tenía él de que nosotros lo mojáramos así? era mejor irnos caminando, ¿qué más daba?
Louis comenzó a conducir en otra dirección, ¿qué pasa ahora?
—Louis la casa no está por ahí.
—Lo sé cariño, lo sé. No me molestes ahora, déjame conducir.
Y condució… y condució…
Se detuvo en una boutique de ropa muy elegante y parecía costosa.
—Rápido, baja del coche y entra a ésa tienda, iré a estacionar el coche.
—Louis.
—Anda ve.
Bajé del coche y como él dijo casi corriendo entré a la boutique, completamente apenada ya que estaba muy mojada.
Todas las chicas que atendían la tienda centraron los ojos en mí en desaprobación, Louis entró detrás de mí.
— ¿Qué hacemos aquí?
—Vamos a comprar ropa—Oh vaya, ¿Cómo no lo adiviné?
Louis no caminó un paso hacia el frente ya que probablemente las chicas lo asesinarían porque estaba mojado, muy mojado. Hizo una seña con la mirada y una de ellas se acercó, era de estatura baja, ojos azul celeste y cabello negro.
—Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarlos? ¿Buscaban algo en especial?
—Ropa, sólo queremos deshacernos de esto—Señaló su ropa mojada.
—Será un placer—Sonrió. —Si me acompañan yo podré guiarlos.
Luego hizo una pausa para llamar a otra de las empleadas quien llegó a nosotros en un dos por tres.
—Ella es Samanta, va a encargarse de la señorita—Samanta sonrió y yo le devolví la sonrisa educadamente.
—Hmm… preferiría que nos dejaran decidir a ambos, solos, si no importa.
—Oh, claro que no.
La mujer se apartó de nosotros dejándonos escoger las prendas que deseáramos, es realmente incómodo cuando visitas una tienda y los vendedores no dejan de acosarte como si fueras a robar algo.
Louis no tardó en elegir, un pantalón de vestir color negro y un saco muy sencillo, todo fue tan rápido como si el ya hubiera visitado esta tienda antes y ya hubiera previsto esto.
Caminamos hasta la sección de damas y en el momento en el que me dirigí a los jeans Louis tomó mi mano y me jaloneó hacia donde él caminaba.
—No, basta de jeans—Sonrió.
—A mí me gusta usarlos, son cómodos.
—No ésta vez—Seguía sonriendo como estúpido, lo cual lo podía entender ya que mi expresión era exactamente la misma.
—Mira, éste vestido está muy bonito—Dijo señalando un vestido verde limón realmente horrendo para mis ojos, oh, no pretenderá que use eso.
—Horrible—Reí.
—Bien, entonces escógelo tú.
—Louis, ¿No será mejor que elija un simple pantalón de mezclilla y una blusa?
— ¡No!
Rodé mis ojos y caminé sola hasta los vestidos más sencillos, tomé un par de ellos y entré a medírmelos.
El primero era demasiado llamativo, lleno de lentejuelas y era color mostaza, nada de mi gusto, pero se me veía bien.
Aunque opté por usar la segunda opción, un vestido strapless color blanco que me llegaba hasta las rodillas y en mi cintura tenía un lindo cinturón en forma de moño color beige.
Cuando salí con el vestido puesto Louis ya se encontraba con su ropa que había comprado también puesta, sus manos dentro de sus bolsillos, me miraba con la boca abierta, lo que significa que he hecho un buen trabajo eligiendo mi vestido.
Él sonrió y se acercó a mí.
—Te ves hermosa.
—Lo mismo digo de ti.
Samanta, la chica que iba ayudarme corrió hacia nosotros, en sus manos tenía una caja de zapatos, ambos la miramos pacientemente.
— ¡Hola! pensé que no puede salir con ése vestido puesto usando ésos Converse—Rió nerviosamente. —Debería probarse éstos zapatos de tacón.
—Oh, no, no creo que sea necesario—Contesté mirando a Louis.
—Excelente propuesta, mídetelos, Sheryl.
—Louis, ya es demasiado gasto.
—Hazlo por mí.
Ahí va de nuevo, esa frase se le hará costumbre, espero que en un par de años no me diga “Sheryl, cambia el pañal al bebé, hazlo por mí” eso ya no va a funcionar de ésta manera. Ah ¿En qué estoy pensando?
Tomé la caja de zapatos y me senté para poder medírmelos, al abrir la caja, no sé como describir que lo que vi fue amor a primera vista: unas hermosas zapatillas color beige que combinaban perfectamente con mi vestido. Al ponérmelas encajaron como las zapatillas de cristal a Cenicienta. Muy bien.
Al salir de ahí la lluvia ya había parado un poco, subimos al coche y Louis comenzó a conducir de nuevo.
—Ahora vas a decirme.
— ¿Decirte qué?
— ¿Qué pretendes con todo esto?
—Vamos a casarnos.
— ¿Qué? ¿De qué hablas?
—Estamos en Las Vegas, Sheryl. Vamos a casarnos ¡Ya!
—Estás demente.
—Claro que no lo estoy, si piensas que esto es apresurado, debo confesar que desde que subimos a ese avión, mis intenciones no eran las mejores.
— ¡Todo esto lo planeaste!
—Touché.
NaomiHoran<3
Capítulo 40 "Fifteen"
Aceleró, el coche comenzó a correr con tal fuerza que nuestros cuerpos se apegaron a los asientos debido a la inercia.
No sé de qué forma describir los nervios que recorrían cada partícula de mi cuerpo, ¿Yo casada? sí lo veía venir pero no ahora, justo en éste momento.
No quiero pensar en qué pasará después, simplemente no quiero usar el cerebro en éstos momentos, que pase lo que tenga que pasar.
(…)
Adolescentes y sus locuras.
Louis me bajó del coche en sus brazos y llegamos a una capilla muy pequeña, supongo que aquí era donde hacían los casamientos tan rápidos de los artistas. Esos días en los que te levantas y tú artista favorito se ha casado ¡Y ni siquiera estaba comprometido!
Louis ya tenía todo preparado a espalda mía. Admito que siempre quise una boda grande, con toda mi familia y pocos amigos pero en estos momentos lo único que me importa es hacer esto para que ya nadie tenga el poder de separarnos.
La capilla era muy bonita y pequeña, estaba vacía por lo que podía observar, tenía entendido que éstos casamientos eran de varias parejas al mismo tiempo. Creo que corrimos con suerte.
—Espera aquí, iré a hablar—Susurró Louis en mi oído. No esperó mi respuesta, simplemente corrió hacia una de las pequeñas oficinas, por así llamarlo.
Me senté en una de las bancas de la capilla mirando hacia la nada, si quería correr y esconderme, éste era el momento perfecto. Observé mi mano y el anillo que adornaba mis dedos, ¡Qué hermoso se veía!
Entonces, unas manos cubrieron mis ojos, mi cuerpo se tensó, ¿Qué está ocurriendo?
Levanté mis manos y tomé las otras que cubrían mis ojos, eran unas manos grandes y suaves, también estaban frías.
— ¿Louis?
No contestó.
— ¡Ya basta! —Hice un puchero.
—No, no soy Louis.
Ésa voz la reconocería en cualquier lugar. Dejó de cubrirme los ojos y lo observé.
Tan radiante, tan sonriente, yo esperaba al menos verlo enfurecido.
— ¡Niall! —Lo abracé. — ¿Qué demonios haces aquí?
—Yo también me alegro de verte”Rió en medio de nuestro abrazo.
Nos separamos pero seguía tomándome por los hombros.
—Creí que estabas furioso conmigo, Niall. No sé qué decir y menos ahora, ¿cómo te enteraste?
—Louis me dio la noticia hace días—Me soltó y metió sus manos a los bolsillos de su pantalón.
—Harry y Jay también están aquí, en alguna parte supongo.
— ¿Quién más está aquí?
—Sólo venimos nosotros tres, Sheryl. Ni creas que estoy muy feliz por todas estas tonterías que haces, ¡Que bah! pero ya me tranquilicé. La mamá de Louis habló conmigo y con Harry.
¡Claro! su madre, Jay, siempre fue su cómplice, ¿Cómo no me pude dar cuenta? todas esas noches en las que Louis no se separaba del celular, todos esos misterios, ¿cómo iba a pensar que Louis se tomaría todo a la ligera y abandonaría todo conmigo? él ya estaba preparado para todo esto.
— ¿Y qué piensas al respecto? —Dije no muy segura de ello, arrugando mi rostro.
—Creo que… si es lo mejor para ti, te apoyo, pero… si tu padre se entera que obviamente va a hacerlo, te matará.
—Ya no podrá hacer nada cuando se entere.
— ¿Qué pasará después de esto?
—No quiero pensar Niall, sólo me importa hoy, mañana es un misterio.
—Tienes razón.
(…)
Louis versión.
Mi madre y Harry acababan de hablar conmigo, luego me acerqué a Sheryl quien estaba hablando con Niall, ambos tenían una sonrisa en sus rostros. No dejo de admitir que aún sentía celos de ese chico, pero podría soportarlo.
—Sher, ya está todo listo—Los interrumpí.
—Felicidades, Louis—Sonrió Niall, no sé si estaba siendo educado o realmente estaba felicitándome.
—Gracias, nada de esto sería posible si nunca me hubieras ayudado.
—Los veo allá—Concluyó y caminó hacia el frente donde se encontraban Harry y mi madre.
Nosotros dos solos nuevamente.
— ¿Nerviosa?
—Ya no, ya pasaron los quince minutos de adrenalina.
—Creí que eran cinco.
—Los míos son quince, siempre han sido quince.
Solté una pequeña risita y besé sus manos.
No sé de qué forma describir los nervios que recorrían cada partícula de mi cuerpo, ¿Yo casada? sí lo veía venir pero no ahora, justo en éste momento.
No quiero pensar en qué pasará después, simplemente no quiero usar el cerebro en éstos momentos, que pase lo que tenga que pasar.
(…)
Adolescentes y sus locuras.
Louis me bajó del coche en sus brazos y llegamos a una capilla muy pequeña, supongo que aquí era donde hacían los casamientos tan rápidos de los artistas. Esos días en los que te levantas y tú artista favorito se ha casado ¡Y ni siquiera estaba comprometido!
Louis ya tenía todo preparado a espalda mía. Admito que siempre quise una boda grande, con toda mi familia y pocos amigos pero en estos momentos lo único que me importa es hacer esto para que ya nadie tenga el poder de separarnos.
La capilla era muy bonita y pequeña, estaba vacía por lo que podía observar, tenía entendido que éstos casamientos eran de varias parejas al mismo tiempo. Creo que corrimos con suerte.
—Espera aquí, iré a hablar—Susurró Louis en mi oído. No esperó mi respuesta, simplemente corrió hacia una de las pequeñas oficinas, por así llamarlo.
Me senté en una de las bancas de la capilla mirando hacia la nada, si quería correr y esconderme, éste era el momento perfecto. Observé mi mano y el anillo que adornaba mis dedos, ¡Qué hermoso se veía!
Entonces, unas manos cubrieron mis ojos, mi cuerpo se tensó, ¿Qué está ocurriendo?
Levanté mis manos y tomé las otras que cubrían mis ojos, eran unas manos grandes y suaves, también estaban frías.
— ¿Louis?
No contestó.
— ¡Ya basta! —Hice un puchero.
—No, no soy Louis.
Ésa voz la reconocería en cualquier lugar. Dejó de cubrirme los ojos y lo observé.
Tan radiante, tan sonriente, yo esperaba al menos verlo enfurecido.
— ¡Niall! —Lo abracé. — ¿Qué demonios haces aquí?
—Yo también me alegro de verte”Rió en medio de nuestro abrazo.
Nos separamos pero seguía tomándome por los hombros.
—Creí que estabas furioso conmigo, Niall. No sé qué decir y menos ahora, ¿cómo te enteraste?
—Louis me dio la noticia hace días—Me soltó y metió sus manos a los bolsillos de su pantalón.
—Harry y Jay también están aquí, en alguna parte supongo.
— ¿Quién más está aquí?
—Sólo venimos nosotros tres, Sheryl. Ni creas que estoy muy feliz por todas estas tonterías que haces, ¡Que bah! pero ya me tranquilicé. La mamá de Louis habló conmigo y con Harry.
¡Claro! su madre, Jay, siempre fue su cómplice, ¿Cómo no me pude dar cuenta? todas esas noches en las que Louis no se separaba del celular, todos esos misterios, ¿cómo iba a pensar que Louis se tomaría todo a la ligera y abandonaría todo conmigo? él ya estaba preparado para todo esto.
— ¿Y qué piensas al respecto? —Dije no muy segura de ello, arrugando mi rostro.
—Creo que… si es lo mejor para ti, te apoyo, pero… si tu padre se entera que obviamente va a hacerlo, te matará.
—Ya no podrá hacer nada cuando se entere.
— ¿Qué pasará después de esto?
—No quiero pensar Niall, sólo me importa hoy, mañana es un misterio.
—Tienes razón.
(…)
Louis versión.
Mi madre y Harry acababan de hablar conmigo, luego me acerqué a Sheryl quien estaba hablando con Niall, ambos tenían una sonrisa en sus rostros. No dejo de admitir que aún sentía celos de ese chico, pero podría soportarlo.
—Sher, ya está todo listo—Los interrumpí.
—Felicidades, Louis—Sonrió Niall, no sé si estaba siendo educado o realmente estaba felicitándome.
—Gracias, nada de esto sería posible si nunca me hubieras ayudado.
—Los veo allá—Concluyó y caminó hacia el frente donde se encontraban Harry y mi madre.
Nosotros dos solos nuevamente.
— ¿Nerviosa?
—Ya no, ya pasaron los quince minutos de adrenalina.
—Creí que eran cinco.
—Los míos son quince, siempre han sido quince.
Solté una pequeña risita y besé sus manos.
NaomiHoran<3
Capítulo 41 "Heartless"
Al aproximarnos junto con los demás nos hicieron entrar a un cuarto grande donde se llevaría a cabo el tan apresurado casamiento, somos jóvenes y pensé que después si Sheryl no se arrepentía de haber hecho ésta locura le gustaría casarse conmigo por la iglesia y no solamente por el civil como lo íbamos a hacer.
Siendo sincero, todo el discurso que dijo el señor fue aburrido, yo me encontraba casi dormido hasta que…
—Señor Tomlinson, ¿Acepta a la señorita Birdwh… Birdwhstlhh… Bird…?
—Birdwhistle—Contestó Sheryl riendo, su apellido era un lío a la hora de pronunciar.
—Birdwhistle—Sonrió el señor. — ¿… como su futura esposa?
—Sí—Contesté rápidamente. —Acepto.
—Señorita Birdwhistle, ¿Acepta al señor Tomlinson como su futuro esposo?
—Acepto.
—¿Existe algún impedimento para llevar a cabo ésta unión? —Silencio total, ¡Ya cásanos, maldita sea! — ¿Testigos? —Se refirió a mi madre, Niall y Harry, los tres negaron con la cabeza al mismo tiempo.
—Bien, entonces firme aquí—Nos acercó un documento el cual firmamos los cinco.
—Con esto los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.
— ¡AL FIN! —Suspiré, levanté a Sheryl en mis brazos y la besé. Éste beso era diferente, nuestro primer beso como marido y mujer.
Ahora es mi esposa. ¡Mía!
Mi madre estaba llorando con un pañuelo, luego se acercó a nosotros.
—Mi hijo ya es todo un niño grande—Me abrazó.
Luego caminó hacia Sheryl.
—No podría pedir una mejor mujer para Louis, Sheryl… luces hermosa y te deseo lo mejor.
—Muchas gracias, Jay.
—No llores mamá, no me iré de tu lado—La abracé. Sheryl se acercó a Niall.
Sheryl versión.
Niall estaba sonriendo pero no como yo lo deseaba.
—Señora Tomlinson.
Lo golpeé diminutamente al hombro.
— ¡Hey! sólo digo la verdad—Sonrió y luego me abrazó. —Sabes que si te hace daño aún le partiré la cara ¿Verdad? —Susurró a mi oído, gracias al cielo nadie se dio cuenta de ello más que nosotros dos.
—Niall, no pasará nada, ¿Qué no entiendes?
—Eso espero.
—Deberías conseguirte una novia, has sido demasiado gruñón últimamente.
— ¿Y tú como sabes que no he conseguido una? —Sonrió.
Harry interrumpió nuestra conversación.
—Disculpa galán, creo que me toca hablar con la señora T…—Lo golpeé. —Señorita Tomlinson.
—Oh claro—Niall se alejó de nosotros, unos cuantos pasos.
—Sheryl, sé que nunca te he tratado ni tú a mí pero ahora que estás con mi mejor amigo, supongo que deberíamos comenzar a llevarnos bien.
—Me parece bien, Harry. Eres un buen hombre… alguna gracia debes de tener.
— ¿Qué?
—Bromeo—Reí.
Louis versión.
Saliendo de ése lugar fuimos a cenar a un hermoso restaurant. Mañana sería un día largo, ya que regresaríamos a casa. No quiero hacerlo aún pero, creo que lo mejor sería darles la noticia a los ¿suegros? ¡Já! suegros… no estoy preparado para morir aún.
(…) (…)
El tiempo transcurrió rápidamente, y yo me sentía más culpable que nunca. Los padres de Sheryl no aceptaron nuestra decisión, y aún puedo recordar los gritos de su padre rondando por mi mente y el llanto de Sheryl en mis brazos. Todo esto sucedió por mi culpa; por creer que las cosas son tan sencillas; por no pensar.
— ¡No quiero que vuelvas a ésta casa! ¡Has perdido mi respeto, eres una irresponsable! y todo por irte con éste inútil. Haces con tu vida lo que te da la gana sin importarte tu salud, ¡Joder! ¡Aún así te estés muriendo, no vengas a buscarnos! aquí no queremos a nadie como tú. Nunca creí que diría esto pero ¡Lárgate! ¡Regresa con éste idiota y no vuelvas nunca! tu familia te da la espalda desde ahora. No sabes valorar lo que hemos hecho por ti.
— ¡A Sheryl no le va a hablar así! y mucho menos en mi presencia—Contesté yo, ya que Sheryl moría por dentro, lloraba como nunca antes la había visto y yo no lo golpeaba en la cara por respeto, aún me quedaba un poco.
— ¿Y tú quién eres para hablarme así? ¡No te metas! —Gritó su padre.
— ¡Soy su esposo! ahora lo soy, le guste o no. ¿Sabe qué? nos vamos. Ojalá no se arrepienta de sus palabras cuando sea demasiado tarde, Señor.
— ¡LARGUENSE, AMBOS! —Gritó. Tomé a Sheryl del brazo y la saqué casi a la fuerza. Subimos al coche y conduje hasta mi casa, no ‘nuestra casa’, si no a la casa de mi madre. Ella sería la mejor para consolar y reconfortar a mi mujer, ahora.
Juro que me las iba a pagar. Esto no se iba a quedar así. Sentía una furia por dentro y no tenía el modo de desquitarme y Sheryl seguía llorando.
Llegamos a casa, ella trató de calmarse cuando entramos, aún no decía una sola palabra y esto estaba preocupándome, ¿Y si se pone mal por su enfermedad? ¿Y si esto le afecta? ¡No sé nada de ella y su enfermedad!
La casa se encontraba deshabitada, pero yo seguía conservando la llave. Senté a Sheryl en el sofá y yo me puse de cuclillas en el suelo y la observé.
—Él me odia, me odia, me odia, me odia…—Repetía y repetía. —No merezco nada de esto, traicioné a todos.
—Amor, amor, amor—Tomé sus mejillas con mis manos. —Tranquila, respira… el mundo no se ha acabado, no salió de la mejor manera, pero estás haciendo lo que es mejor para ti, no lo que terceras personas quieren que hagas.
—Louis, quiere que yo muera. Mi padre quiere que muera.
—Sólo lo dijo porque estaba enojado, amor. Ya se le pasará y te pedirá una disculpa.
—No puedo con éste sentimiento tan grande que él tiene hacia mí, ese odio tan fuerte yo no puedo soportarlo.
—Sher, no te digo que te entiendo porque sé que no es así, pero anda, quiero que sonrías, sonríe para mí. Quiero que te pongas mejor, haré cualquier cosa.
—Louis, sólo déjame sola.
— ¿Eso quieres? ¿Quieres que me vaya?
—No. Abrázame, sólo abrázame y no digas nada, necesito de ti.
Siendo sincero, todo el discurso que dijo el señor fue aburrido, yo me encontraba casi dormido hasta que…
—Señor Tomlinson, ¿Acepta a la señorita Birdwh… Birdwhstlhh… Bird…?
—Birdwhistle—Contestó Sheryl riendo, su apellido era un lío a la hora de pronunciar.
—Birdwhistle—Sonrió el señor. — ¿… como su futura esposa?
—Sí—Contesté rápidamente. —Acepto.
—Señorita Birdwhistle, ¿Acepta al señor Tomlinson como su futuro esposo?
—Acepto.
—¿Existe algún impedimento para llevar a cabo ésta unión? —Silencio total, ¡Ya cásanos, maldita sea! — ¿Testigos? —Se refirió a mi madre, Niall y Harry, los tres negaron con la cabeza al mismo tiempo.
—Bien, entonces firme aquí—Nos acercó un documento el cual firmamos los cinco.
—Con esto los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.
— ¡AL FIN! —Suspiré, levanté a Sheryl en mis brazos y la besé. Éste beso era diferente, nuestro primer beso como marido y mujer.
Ahora es mi esposa. ¡Mía!
Mi madre estaba llorando con un pañuelo, luego se acercó a nosotros.
—Mi hijo ya es todo un niño grande—Me abrazó.
Luego caminó hacia Sheryl.
—No podría pedir una mejor mujer para Louis, Sheryl… luces hermosa y te deseo lo mejor.
—Muchas gracias, Jay.
—No llores mamá, no me iré de tu lado—La abracé. Sheryl se acercó a Niall.
Sheryl versión.
Niall estaba sonriendo pero no como yo lo deseaba.
—Señora Tomlinson.
Lo golpeé diminutamente al hombro.
— ¡Hey! sólo digo la verdad—Sonrió y luego me abrazó. —Sabes que si te hace daño aún le partiré la cara ¿Verdad? —Susurró a mi oído, gracias al cielo nadie se dio cuenta de ello más que nosotros dos.
—Niall, no pasará nada, ¿Qué no entiendes?
—Eso espero.
—Deberías conseguirte una novia, has sido demasiado gruñón últimamente.
— ¿Y tú como sabes que no he conseguido una? —Sonrió.
Harry interrumpió nuestra conversación.
—Disculpa galán, creo que me toca hablar con la señora T…—Lo golpeé. —Señorita Tomlinson.
—Oh claro—Niall se alejó de nosotros, unos cuantos pasos.
—Sheryl, sé que nunca te he tratado ni tú a mí pero ahora que estás con mi mejor amigo, supongo que deberíamos comenzar a llevarnos bien.
—Me parece bien, Harry. Eres un buen hombre… alguna gracia debes de tener.
— ¿Qué?
—Bromeo—Reí.
Louis versión.
Saliendo de ése lugar fuimos a cenar a un hermoso restaurant. Mañana sería un día largo, ya que regresaríamos a casa. No quiero hacerlo aún pero, creo que lo mejor sería darles la noticia a los ¿suegros? ¡Já! suegros… no estoy preparado para morir aún.
(…) (…)
El tiempo transcurrió rápidamente, y yo me sentía más culpable que nunca. Los padres de Sheryl no aceptaron nuestra decisión, y aún puedo recordar los gritos de su padre rondando por mi mente y el llanto de Sheryl en mis brazos. Todo esto sucedió por mi culpa; por creer que las cosas son tan sencillas; por no pensar.
— ¡No quiero que vuelvas a ésta casa! ¡Has perdido mi respeto, eres una irresponsable! y todo por irte con éste inútil. Haces con tu vida lo que te da la gana sin importarte tu salud, ¡Joder! ¡Aún así te estés muriendo, no vengas a buscarnos! aquí no queremos a nadie como tú. Nunca creí que diría esto pero ¡Lárgate! ¡Regresa con éste idiota y no vuelvas nunca! tu familia te da la espalda desde ahora. No sabes valorar lo que hemos hecho por ti.
— ¡A Sheryl no le va a hablar así! y mucho menos en mi presencia—Contesté yo, ya que Sheryl moría por dentro, lloraba como nunca antes la había visto y yo no lo golpeaba en la cara por respeto, aún me quedaba un poco.
— ¿Y tú quién eres para hablarme así? ¡No te metas! —Gritó su padre.
— ¡Soy su esposo! ahora lo soy, le guste o no. ¿Sabe qué? nos vamos. Ojalá no se arrepienta de sus palabras cuando sea demasiado tarde, Señor.
— ¡LARGUENSE, AMBOS! —Gritó. Tomé a Sheryl del brazo y la saqué casi a la fuerza. Subimos al coche y conduje hasta mi casa, no ‘nuestra casa’, si no a la casa de mi madre. Ella sería la mejor para consolar y reconfortar a mi mujer, ahora.
Juro que me las iba a pagar. Esto no se iba a quedar así. Sentía una furia por dentro y no tenía el modo de desquitarme y Sheryl seguía llorando.
Llegamos a casa, ella trató de calmarse cuando entramos, aún no decía una sola palabra y esto estaba preocupándome, ¿Y si se pone mal por su enfermedad? ¿Y si esto le afecta? ¡No sé nada de ella y su enfermedad!
La casa se encontraba deshabitada, pero yo seguía conservando la llave. Senté a Sheryl en el sofá y yo me puse de cuclillas en el suelo y la observé.
—Él me odia, me odia, me odia, me odia…—Repetía y repetía. —No merezco nada de esto, traicioné a todos.
—Amor, amor, amor—Tomé sus mejillas con mis manos. —Tranquila, respira… el mundo no se ha acabado, no salió de la mejor manera, pero estás haciendo lo que es mejor para ti, no lo que terceras personas quieren que hagas.
—Louis, quiere que yo muera. Mi padre quiere que muera.
—Sólo lo dijo porque estaba enojado, amor. Ya se le pasará y te pedirá una disculpa.
—No puedo con éste sentimiento tan grande que él tiene hacia mí, ese odio tan fuerte yo no puedo soportarlo.
—Sher, no te digo que te entiendo porque sé que no es así, pero anda, quiero que sonrías, sonríe para mí. Quiero que te pongas mejor, haré cualquier cosa.
—Louis, sólo déjame sola.
— ¿Eso quieres? ¿Quieres que me vaya?
—No. Abrázame, sólo abrázame y no digas nada, necesito de ti.
NaomiHoran<3
Capítulo 42 "Hope to see you in the finish line"
Desde ese momento me prometí que nunca más dejaría que alguien hiciera llorar a Sheryl, por la simple razón que me rompía el corazón verla sufrir y yo siempre tenía que mostrarme fuerte frente a ella para evitar que se sintiera aún peor.
Aunque, era hermosa cuando entre lágrimas lograba sacarle una sonrisa, eso me reconfortaba y en mi interior sabía que había nacido para hacerla feliz, sólo eso.
Ella no nació para morir, ¡nació para vivir! para vivir a mi lado y ser feliz. Fuimos hechos para estar juntos.
Vivimos poco más de una semana en casa de mi madre, después nos ayudó a comprar nuestra propia casa fuera de la ciudad.
Era una casa pequeña pero apta para nosotros dos… desearía que fuéramos tres, pero Sheryl probablemente no me dirija la palabra de nuevo si lo menciono.
Niall la visitaba cada fin de semana y a veces Harry lo acompañaba y salíamos los cuatro a jugar golf; también Niall se iba con Sheryl y yo con Harry o viceversa. Aunque sea difícil de creer.
Y el vecino, ¡oh, el vecino! tan atractivo, alto, moreno de ojos miel que siempre buscaba alguna excusa para hablarle a Sheryl.
Los padres de Sheryl, ni siquiera su hermano se preocuparon en buscarla, o al menos en saber cómo se encontraba o en dónde vivía. Ella se sentía mal por eso pero siempre trataba de mantenerla distraída para que no recordara o pensara en ello.
Sheryl regresó a la escuela al igual que yo, juntos nos graduamos con honores de la universidad, ¡Juntos! nuestra mismo baile de graduación, nada podría ser aún mejor.
—Tengo que ir al baño, ahora regreso—Susurró a mi oído ya que la música y entre tantos graduados no podíamos escuchar nuestras propias voces.
—Te acompaño.
—No, Louis—Frunció el ceño. —Ahora vuelvo.
Salió del círculo de baile, esperé unos diez segundos para después caminar tras de ella. La observé.
Entró a los baños. Todos bailaban y nadie, absolutamente nadie estaba dentro de los baños de mujeres.
Corrí y me infiltré al baño, cerré la puerta con seguro; Sheryl estaba retocando su maquillaje mientras se miraba al espejo, y gracias al estúpido espejo me observó. Giró su cuerpo.
— ¡Louis! ¿Qué demonios estás haciendo en el baño de mujeres?
—Shhhh…—Rosé sus labios con mi dedo índice. —Alguien puede escucharnos.
— ¿Y?
—Sólo quiero estar contigo.
—Todo el maldito día estás conmigo—Bufó. — ¿No puedo si quiera tomar un poco de aire fresco?
—He estado pensando, estamos graduados… deberíamos tener un bebé.
Sheryl abrió sus ojos como platos y me apartó de un golpe en el pecho, bueno, yo esperaba algo peor.
— ¡Estás loco! —Rió. —El mejor chiste que has dicho en años.
—Hablo en serio.
—Consideraré tu propuesta, ahora quiero ir a bailar… o no te gustaría platicarle a tu hija que fue creada en los baños de un casino.
— ¿Hija?
—Sí, porque seguramente será mujer—Sacó su lengua y abrió la puerta. ¡Qué vergüenza me iba a dar salir del baño de mujeres!
Sheryl regresó a la pista de baile, mientras yo me acerqué a Harry, quien estaba presente en nuestra fiesta de graduación, pero él no era un graduado, ya que se había graduado meses antes en nuestra antigua escuela.
—No me mires así—Gruñí.
—Te vi, picarón.
— ¡Cállate! —Reí. —Ella ganó la batalla esta vez.
—Eres un poco romántico, ¿Un baño? ¿En serio?
(…) (…)
El tiempo transcurrió y demasiado rápido. Luego pude enterarme de la situación médica de ella. Hablamos con el médico que siempre había llevado su caso desde pequeña y dijo que Sheryl estaba en excelentes condiciones, nunca la había visto así. Que él creía que ella podía llevar una vida totalmente normal sin complicaciones si se cuidaba y medicaba.
Meses después de ésa visita (y espero que sea la única) Sheryl comenzó a sentirse mal, realmente mal. Comía demasiado y luego vomitaba todo. El doctor nos visitó una vez a la casa para revisarla, pero en ése entonces ella se sentía realmente bien, parecía que ya se le había pasado.
— ¿Segura que ya te encuentras bien? —Frunció el ceño, el querido doc.
—Sí, me siento muy bien—Sonrió. —Lo juro.
—Sheryl, no mientas—Gruñí. Estaba realmente molesto de tan sólo pensar que jugaba con su salud al decir que todo iba excelentemente cuando no era así.
—Nauseas…—Susurró. El doctor rió.
—Todo va muy bien, chicos. Les recomiendo comprar una prueba de embarazo—Sonrió ampliamente, ambos nos miramos con caras de asombro.
Minutos después el doctor se fue. Cerré la puerta de la casa y ella se encontraba de brazos cruzados mirándome con su muy típica mirada fulminante.
—Te juro que si estoy embarazada voy a cast…—La interrumpí.
— ¡Cállate! ni lo menciones—Reí. — ¿Qué no estás feliz? hace mucho tiempo que…—Ahora ella me interrumpió.
— ¡No! yo aún no estoy lista para tener un… bebé, no es como jugar a las muñecas, Louis.
—Tengo veintiuno, creo que soy lo suficiente grande como para saber.
— ¿Qué sabes tú aparte de mover una cama?
Carcajeé, era imposible no reír con ése comentario tan fuera de nuestra conversación.
—No soy tan inmaduro—Rodeé los ojos.
—Te odio porque estás feliz por esto mientras yo estoy enojada, es decir, ¡Claro! como tú no eres el que va a sufrir dar a luz.
—Amor, no seas tan negativa, dime ¿Qué debo hacer para que sonrías?
—Usar protección.
— ¡Sheryl!
— ¡Louis!
(…) (…)
Vaya divertida noche, si tan sólo hubiese sabido que ésa nunca fue la mejor elección.
Aunque, era hermosa cuando entre lágrimas lograba sacarle una sonrisa, eso me reconfortaba y en mi interior sabía que había nacido para hacerla feliz, sólo eso.
Ella no nació para morir, ¡nació para vivir! para vivir a mi lado y ser feliz. Fuimos hechos para estar juntos.
Vivimos poco más de una semana en casa de mi madre, después nos ayudó a comprar nuestra propia casa fuera de la ciudad.
Era una casa pequeña pero apta para nosotros dos… desearía que fuéramos tres, pero Sheryl probablemente no me dirija la palabra de nuevo si lo menciono.
Niall la visitaba cada fin de semana y a veces Harry lo acompañaba y salíamos los cuatro a jugar golf; también Niall se iba con Sheryl y yo con Harry o viceversa. Aunque sea difícil de creer.
Y el vecino, ¡oh, el vecino! tan atractivo, alto, moreno de ojos miel que siempre buscaba alguna excusa para hablarle a Sheryl.
Los padres de Sheryl, ni siquiera su hermano se preocuparon en buscarla, o al menos en saber cómo se encontraba o en dónde vivía. Ella se sentía mal por eso pero siempre trataba de mantenerla distraída para que no recordara o pensara en ello.
Sheryl regresó a la escuela al igual que yo, juntos nos graduamos con honores de la universidad, ¡Juntos! nuestra mismo baile de graduación, nada podría ser aún mejor.
—Tengo que ir al baño, ahora regreso—Susurró a mi oído ya que la música y entre tantos graduados no podíamos escuchar nuestras propias voces.
—Te acompaño.
—No, Louis—Frunció el ceño. —Ahora vuelvo.
Salió del círculo de baile, esperé unos diez segundos para después caminar tras de ella. La observé.
Entró a los baños. Todos bailaban y nadie, absolutamente nadie estaba dentro de los baños de mujeres.
Corrí y me infiltré al baño, cerré la puerta con seguro; Sheryl estaba retocando su maquillaje mientras se miraba al espejo, y gracias al estúpido espejo me observó. Giró su cuerpo.
— ¡Louis! ¿Qué demonios estás haciendo en el baño de mujeres?
—Shhhh…—Rosé sus labios con mi dedo índice. —Alguien puede escucharnos.
— ¿Y?
—Sólo quiero estar contigo.
—Todo el maldito día estás conmigo—Bufó. — ¿No puedo si quiera tomar un poco de aire fresco?
—He estado pensando, estamos graduados… deberíamos tener un bebé.
Sheryl abrió sus ojos como platos y me apartó de un golpe en el pecho, bueno, yo esperaba algo peor.
— ¡Estás loco! —Rió. —El mejor chiste que has dicho en años.
—Hablo en serio.
—Consideraré tu propuesta, ahora quiero ir a bailar… o no te gustaría platicarle a tu hija que fue creada en los baños de un casino.
— ¿Hija?
—Sí, porque seguramente será mujer—Sacó su lengua y abrió la puerta. ¡Qué vergüenza me iba a dar salir del baño de mujeres!
Sheryl regresó a la pista de baile, mientras yo me acerqué a Harry, quien estaba presente en nuestra fiesta de graduación, pero él no era un graduado, ya que se había graduado meses antes en nuestra antigua escuela.
—No me mires así—Gruñí.
—Te vi, picarón.
— ¡Cállate! —Reí. —Ella ganó la batalla esta vez.
—Eres un poco romántico, ¿Un baño? ¿En serio?
(…) (…)
El tiempo transcurrió y demasiado rápido. Luego pude enterarme de la situación médica de ella. Hablamos con el médico que siempre había llevado su caso desde pequeña y dijo que Sheryl estaba en excelentes condiciones, nunca la había visto así. Que él creía que ella podía llevar una vida totalmente normal sin complicaciones si se cuidaba y medicaba.
Meses después de ésa visita (y espero que sea la única) Sheryl comenzó a sentirse mal, realmente mal. Comía demasiado y luego vomitaba todo. El doctor nos visitó una vez a la casa para revisarla, pero en ése entonces ella se sentía realmente bien, parecía que ya se le había pasado.
— ¿Segura que ya te encuentras bien? —Frunció el ceño, el querido doc.
—Sí, me siento muy bien—Sonrió. —Lo juro.
—Sheryl, no mientas—Gruñí. Estaba realmente molesto de tan sólo pensar que jugaba con su salud al decir que todo iba excelentemente cuando no era así.
—Nauseas…—Susurró. El doctor rió.
—Todo va muy bien, chicos. Les recomiendo comprar una prueba de embarazo—Sonrió ampliamente, ambos nos miramos con caras de asombro.
Minutos después el doctor se fue. Cerré la puerta de la casa y ella se encontraba de brazos cruzados mirándome con su muy típica mirada fulminante.
—Te juro que si estoy embarazada voy a cast…—La interrumpí.
— ¡Cállate! ni lo menciones—Reí. — ¿Qué no estás feliz? hace mucho tiempo que…—Ahora ella me interrumpió.
— ¡No! yo aún no estoy lista para tener un… bebé, no es como jugar a las muñecas, Louis.
—Tengo veintiuno, creo que soy lo suficiente grande como para saber.
— ¿Qué sabes tú aparte de mover una cama?
Carcajeé, era imposible no reír con ése comentario tan fuera de nuestra conversación.
—No soy tan inmaduro—Rodeé los ojos.
—Te odio porque estás feliz por esto mientras yo estoy enojada, es decir, ¡Claro! como tú no eres el que va a sufrir dar a luz.
—Amor, no seas tan negativa, dime ¿Qué debo hacer para que sonrías?
—Usar protección.
— ¡Sheryl!
— ¡Louis!
(…) (…)
Vaya divertida noche, si tan sólo hubiese sabido que ésa nunca fue la mejor elección.
NaomiHoran<3
Capítulo 43 "The last to know"
Pénultimo Capitulo
Luego de varios meses, su embarazo se notó y ella comenzó a querer a ése ser que se formaba dentro de su vientre al igual que yo. Aún era muy pequeño para saber si era niño o niña, pero lo suficientemente grande como para saber que ella estaba embarazada.
Sus padres, ni siquiera se acercaron o preguntaron sobre ella o el futuro nieto. Ya que obviamente será niño, un pequeño varón futbolista como su padre, o quizá un maestro de matemáticas, o ¿Por qué no un cantante famoso? El mundo da muchas vueltas.
Ésa noche había quedado en salir con Harry a un partido de soccer que habíamos planeado durante semanas, el mismo día que Sheryl no paró de marcarme al celular, ¡Nunca me marca! tuvo que elegir éste preciso momento para hacerlo.
Luego de doce veces le contesté.
— ¿Ahora qué?
— ¿Cómo que ‘ahora qué’? Hoy me prometiste que iríamos al cine, ¿Acaso ya estoy demasiado gorda como para que me muestres al público? ¡Dímelo! ¿Con quién estás? ¿Es aquella chica del otro día del supermercado?
—Sheryl—Dije con toda la paciencia del mundo. —Quedamos de ir al cine el sábado, hoy es viernes: el partido de los chicos y yo.
— ¡Claro! ellos siempre deben de estar primero que yo…
—No, cariño—Sonreí, aunque ella no estuviera observándome. —Todo el día estoy contigo, ellos también merecen que…
—No digas nada, adiós—Colgó.
Entonces dejé mi paciencia de lado y grité lo más fuerte que pude, lancé el celular lejos, pero Harry lo atrapó.
— ¿Qué te sucede, bro?
Sheryl, ya me tiene cansado con sus repentinos y extraños cambios de humor.
—Tú querías un bebé—Dijo entre dientes. —Sufre.
—Gracias por tu apoyo, ahora creo que debo de ir con ella en símbolo de venganza hacia ti.
— ¿Qué? ¡No! no puedes dejarnos así… nuestro equipo se descompletará.
— ¿Y? usa a Liam, siempre está en la banca, algo bueno debe de tener el pobre.
— ¡Argh! ¡Te odio!
—Lo sé—Tomé mi mochila y corrí hacia mi auto, cuando lo hacía escuché a Harry gritar:
“—Liam, ponte listo que jugarás ésta noche.”
Reí internamente.
Cuando llegué a casa, abrí la puerta con llave y mucho cuidado; no había rastro de Sheryl en ningún lugar, así que caminé lentamente hacia la habitación, entonces escuché su voz, creo que estaba hablando por teléfono.
—Así es, querida. Tu padre es un irresponsable, siempre nos deja abandonadas aquí. No te preocupes, cuando nazcas te encargarás de ensuciar varios pañales y lo haremos sufrir juntas, ¡Sí! éste será nuestro pequeño malvado plan.
Entonces me asomé para verla y estaba acostada en la cama boca arriba con las rodillas flexionadas, señalando a su vientre, ¡Ella estaba hablando con nuestro bebé! y lo peor de todo es que se refería a él como ‘ella’ ¡Es niño, no niña! Aún así, reí despacio.
Ella se asustó con mi risa y entonces caminé hacia dentro de la habitación.
—Mejor cuéntale las locuras de amor que he hecho por ti, estoy seguro que es aún más interesante que mis estupideces.
—Déjanos platicar en paz.
—Aunque, no deberías decirle ‘querida’ ¿sabías que es niño?
— ¡Es niña! yo lo sé.
— ¿Cuándo iremos a hacer un ultrasonido para saber qué sexo es?
—Nunca—Sonrió. —Quiero que sea sorpresa. Aunque, no será tanta la sorpresa ya que, ya sabemos que es niña… y ya sé cómo se llamará.
— ¿Ah sí? —Enarqué mi ceja, me acosté junto a ella con mi uniforme de soccer y posé una mano sobre su vientre.
—Louise.
(…) (…) (…) Meses después.
—Amor, tienes que ser fuerte, todo va a salir bien—Dije con desesperación sin soltar sus manos, Sheryl estaba de color morado, nerviosa al igual que yo, esto nos había tomado por sorpresa. Justo en la hora del almuerzo.
Llevaron a urgencias a Sheryl en una camilla, a mi no me permitieron el paso, por lo cual estaba realmente enfurecido, ¡Soy el padre del bebé!
Demonios.
Me senté en la sala de espera, sudando, temblando, náuseas ¡Todo al mismo tiempo! y comencé a marcar estúpidamente a todo el mundo. Mi madre, mi padrastro, Harry, Niall, y a un número equivocado.
El doctor que la atendía era el mismo que siempre había llevado su caso, es algo de confianza así que eso me tranquilizaba en cierto modo. Aún estaba solo, necesito compañía.
Había leído antes de esto que un embarazo puede durar hasta doce horas, doce malditas horas en las que seguramente me internarán debido a los nervios.
No entiendo cómo el tiempo pudo pasar así de rápido, nosotros estábamos desayunando, el vientre de Sheryl ya era enorme, realmente gigantesco pero ella insistía en que quería que fuera ‘una sorpresa’ ¿Y qué tal si son quintillizos? ¡Qué tonterías estoy pensando!
Ella comenzó a sentir dolores muy fuertes y entonces cuando se puso de pie supinos que la fuente se había roto.
Durante el viaje de la casa al hospital ella lo único que gritaba era “¡O aceleras el maldito auto o juro que arrancaré tu cabeza! ¡Pásate el rojo!” Y una que otra maldición sobre mi madre que no me gustaría recordar.
Y cuando llegamos al hospital y nos atendieron ella cambió su rostro, tenía ojeras que le aparecieron de repente, su mirada ida, un color morado en su rostro y todo su cuerpo. Esto no iba bien, los padres siempre entran a ver cómo nace su bebé y a mí no me dejaron entrar, es decir, me preparé tantas veces para éste momento para que al final nada saliera como esperaba.
Una hora pasó y yo seguía solo, esto de vivir fuera de la ciudad estaba matándome, nadie había llegado aún.
El doctor salió con cara de preocupación y se dirigió rápidamente a mí.
—Louis, esta decisión que debes de tomar es demasiado delicada y debes hacerlo ¡YA! no podemos perder más tiempo.
— ¿Qué sucede? ¡DÍGAME!
—El cuerpo de Sheryl está muy débil debido al embarazo, no soportará y todo esto es debido a su enfermedad, creo que sabías que algún día esto iba a ocurrir. Debes elegir entre los niños o ella ¡Ahora mismo!
— ¿Qué? ¿Niños?
—Son dos.
¡Dos! ¡Dos niños! ¡Dios mío!
Lágrimas de felicidad y tristeza corrían por mis mejillas, no sé qué demonios debía hacer, perder a la mujer que yo amo, la mujer que cambió mi vida, pero, ella nunca me perdonaría que eligiera a ella en lugar de los niños, nuestra vida sería miserable, ¡Pero yo la amo! ¡NO SÉ QUÉ HACER!
Luego de varios meses, su embarazo se notó y ella comenzó a querer a ése ser que se formaba dentro de su vientre al igual que yo. Aún era muy pequeño para saber si era niño o niña, pero lo suficientemente grande como para saber que ella estaba embarazada.
Sus padres, ni siquiera se acercaron o preguntaron sobre ella o el futuro nieto. Ya que obviamente será niño, un pequeño varón futbolista como su padre, o quizá un maestro de matemáticas, o ¿Por qué no un cantante famoso? El mundo da muchas vueltas.
Ésa noche había quedado en salir con Harry a un partido de soccer que habíamos planeado durante semanas, el mismo día que Sheryl no paró de marcarme al celular, ¡Nunca me marca! tuvo que elegir éste preciso momento para hacerlo.
Luego de doce veces le contesté.
— ¿Ahora qué?
— ¿Cómo que ‘ahora qué’? Hoy me prometiste que iríamos al cine, ¿Acaso ya estoy demasiado gorda como para que me muestres al público? ¡Dímelo! ¿Con quién estás? ¿Es aquella chica del otro día del supermercado?
—Sheryl—Dije con toda la paciencia del mundo. —Quedamos de ir al cine el sábado, hoy es viernes: el partido de los chicos y yo.
— ¡Claro! ellos siempre deben de estar primero que yo…
—No, cariño—Sonreí, aunque ella no estuviera observándome. —Todo el día estoy contigo, ellos también merecen que…
—No digas nada, adiós—Colgó.
Entonces dejé mi paciencia de lado y grité lo más fuerte que pude, lancé el celular lejos, pero Harry lo atrapó.
— ¿Qué te sucede, bro?
Sheryl, ya me tiene cansado con sus repentinos y extraños cambios de humor.
—Tú querías un bebé—Dijo entre dientes. —Sufre.
—Gracias por tu apoyo, ahora creo que debo de ir con ella en símbolo de venganza hacia ti.
— ¿Qué? ¡No! no puedes dejarnos así… nuestro equipo se descompletará.
— ¿Y? usa a Liam, siempre está en la banca, algo bueno debe de tener el pobre.
— ¡Argh! ¡Te odio!
—Lo sé—Tomé mi mochila y corrí hacia mi auto, cuando lo hacía escuché a Harry gritar:
“—Liam, ponte listo que jugarás ésta noche.”
Reí internamente.
Cuando llegué a casa, abrí la puerta con llave y mucho cuidado; no había rastro de Sheryl en ningún lugar, así que caminé lentamente hacia la habitación, entonces escuché su voz, creo que estaba hablando por teléfono.
—Así es, querida. Tu padre es un irresponsable, siempre nos deja abandonadas aquí. No te preocupes, cuando nazcas te encargarás de ensuciar varios pañales y lo haremos sufrir juntas, ¡Sí! éste será nuestro pequeño malvado plan.
Entonces me asomé para verla y estaba acostada en la cama boca arriba con las rodillas flexionadas, señalando a su vientre, ¡Ella estaba hablando con nuestro bebé! y lo peor de todo es que se refería a él como ‘ella’ ¡Es niño, no niña! Aún así, reí despacio.
Ella se asustó con mi risa y entonces caminé hacia dentro de la habitación.
—Mejor cuéntale las locuras de amor que he hecho por ti, estoy seguro que es aún más interesante que mis estupideces.
—Déjanos platicar en paz.
—Aunque, no deberías decirle ‘querida’ ¿sabías que es niño?
— ¡Es niña! yo lo sé.
— ¿Cuándo iremos a hacer un ultrasonido para saber qué sexo es?
—Nunca—Sonrió. —Quiero que sea sorpresa. Aunque, no será tanta la sorpresa ya que, ya sabemos que es niña… y ya sé cómo se llamará.
— ¿Ah sí? —Enarqué mi ceja, me acosté junto a ella con mi uniforme de soccer y posé una mano sobre su vientre.
—Louise.
(…) (…) (…) Meses después.
—Amor, tienes que ser fuerte, todo va a salir bien—Dije con desesperación sin soltar sus manos, Sheryl estaba de color morado, nerviosa al igual que yo, esto nos había tomado por sorpresa. Justo en la hora del almuerzo.
Llevaron a urgencias a Sheryl en una camilla, a mi no me permitieron el paso, por lo cual estaba realmente enfurecido, ¡Soy el padre del bebé!
Demonios.
Me senté en la sala de espera, sudando, temblando, náuseas ¡Todo al mismo tiempo! y comencé a marcar estúpidamente a todo el mundo. Mi madre, mi padrastro, Harry, Niall, y a un número equivocado.
El doctor que la atendía era el mismo que siempre había llevado su caso, es algo de confianza así que eso me tranquilizaba en cierto modo. Aún estaba solo, necesito compañía.
Había leído antes de esto que un embarazo puede durar hasta doce horas, doce malditas horas en las que seguramente me internarán debido a los nervios.
No entiendo cómo el tiempo pudo pasar así de rápido, nosotros estábamos desayunando, el vientre de Sheryl ya era enorme, realmente gigantesco pero ella insistía en que quería que fuera ‘una sorpresa’ ¿Y qué tal si son quintillizos? ¡Qué tonterías estoy pensando!
Ella comenzó a sentir dolores muy fuertes y entonces cuando se puso de pie supinos que la fuente se había roto.
Durante el viaje de la casa al hospital ella lo único que gritaba era “¡O aceleras el maldito auto o juro que arrancaré tu cabeza! ¡Pásate el rojo!” Y una que otra maldición sobre mi madre que no me gustaría recordar.
Y cuando llegamos al hospital y nos atendieron ella cambió su rostro, tenía ojeras que le aparecieron de repente, su mirada ida, un color morado en su rostro y todo su cuerpo. Esto no iba bien, los padres siempre entran a ver cómo nace su bebé y a mí no me dejaron entrar, es decir, me preparé tantas veces para éste momento para que al final nada saliera como esperaba.
Una hora pasó y yo seguía solo, esto de vivir fuera de la ciudad estaba matándome, nadie había llegado aún.
El doctor salió con cara de preocupación y se dirigió rápidamente a mí.
—Louis, esta decisión que debes de tomar es demasiado delicada y debes hacerlo ¡YA! no podemos perder más tiempo.
— ¿Qué sucede? ¡DÍGAME!
—El cuerpo de Sheryl está muy débil debido al embarazo, no soportará y todo esto es debido a su enfermedad, creo que sabías que algún día esto iba a ocurrir. Debes elegir entre los niños o ella ¡Ahora mismo!
— ¿Qué? ¿Niños?
—Son dos.
¡Dos! ¡Dos niños! ¡Dios mío!
Lágrimas de felicidad y tristeza corrían por mis mejillas, no sé qué demonios debía hacer, perder a la mujer que yo amo, la mujer que cambió mi vida, pero, ella nunca me perdonaría que eligiera a ella en lugar de los niños, nuestra vida sería miserable, ¡Pero yo la amo! ¡NO SÉ QUÉ HACER!
NaomiHoran<3
Capítulo O43 (Final) "Everything I could never tell you (parte 2)
(…) (…) (…)
Sentado en el sofá de mi casa mirando televisión, eran las diez de la noche y yo sólo trataba de conciliar el sueño, pero sinceramente no podía.
Luego tocaron la puerta de la casa, la abrí de inmediato para toparme frente a frente justo con la persona que menos pensé.
— ¿Qué hace usted aquí?
—Escucha, hijo… estoy pasando por lo mismo que tú.
—Creo que no tenemos nada de qué hablar nosotros dos.
—Eso lo sé, espero con el tiempo poder compensar todo…
— ¡NADA! ¡Nada nunca compensará lo que siento, y éste vacío dentro de mí! Ustedes sinceramente no tienen corazón y no dejaré que se acerquen a mi familia para causarnos más daño.
—Hace unos días estábamos limpiando la habitación que era antiguamente de Sheryl, encontramos esto, creo que es para ti.
El padre de Sheryl extendió su mano y mostró un sobre delicado color blanco. Lo tomé sin dudar dos veces y luego dirigí mi mirada hasta el señor.
Él bajó la mirada y luego se retiró sin decir más. No puedo imaginar cómo se sentía, ¿Qué sensación de culpa podría tener? quizá ninguna.
Me senté en el sofá nuevamente y abrí el sobre, dentro tenía una hoja arrugada y se veía un poco vieja y con manchas de tinta. ¡La carta estaba escrita con tinta! y estaba llena de palabras por las dos cuartillas.
Letra hermosa e incomparable de mí querida Sheryl. Caminé hacia la habitación, nuestra vieja habitación. Ahí se encontraba mi madre recostada con dos bebés y eran míos. Me senté al lado de ella. La carta tenía un título, comencé a leer desesperadamente:
“Todo lo que nunca podría decirte. Febrero 2010
Ésta carta ha sido escrita con la finalidad de que nunca llegue a tus manos, Louis… mis esperanzas son muy grandes, pero si por alguna razón en éstos momentos la estás leyendo, eso significa que a pesar de mis miedos de confesar todo esto, tú seguiste conmigo. Creo que soy un poco soñadora respecto a eso, un hombre como tú jamás se fijaría en alguien como yo, aún estoy tratando de resolver ese misterio.
También, si lees esto es porque quizá yo ya no esté ahí contigo, no físicamente, pero aunque no me puedas ver yo estoy ahí, observándote con una sonrisa.
No llores por mí si algo me sucede, recuerda que la vida no se detiene por nadie. No me recuerdes como el último momento en el que pudiste verme, recuérdame en los momentos bonitos que vivimos juntos.
Recuerdo que siempre tratabas de descubrir qué ocurría conmigo, nunca te diría que ése perfume que solías usar me volvía loca, o cada vez que intentabas hacerme reír realmente lo lograbas pero yo siempre fingía que no era gracioso.
Siempre supe que un día esto debería pasar, del modo que fuera… porque, nadie puede evitar lo inevitable, lamento esas veces en las que te hice sufrir y las que te hice enojar.
Y por favor, nunca olvides que existió ésta chica que te amaba con locura, y que también fuiste a la única persona que amó. Te tendré siempre en mi corazón.
No me odies por abandonarte, porque no lo he hecho. Aún espero verte en la recta final. ¿Recuerdas eso de creer en la vida después de la muerte? Ahí en donde todos somos eternos, donde la muerte ya no existe.
Esto es todo lo que nunca podría decirte, nunca podría mirarte a los ojos y hablar de esto contigo, no lo soportaría.
Te amo por siempre.
-Sheryl”
Abracé la carta, me sentía estúpido, si la finalidad era que me sintiera mejor, quiero decir que me siento mil veces peor. Ahora no puedo sacarla de mi mente, mucho menos de mi corazón, era todo lo que necesitaba, y ahora se ha ido para siempre.
Entonces, comencé a recordar, tres meses atrás exactamente.
Entré al quirófano, donde estaba Sheryl recostada con sus ojos cerrados completamente en paz. Todo había acabado.
Mi cuerpo, mis manos temblorosas tocaron las suyas, ella abrió sus ojos lentamente, estaba agonizando.
—Amor, lo siento tanto—Comencé a llorar, un llanto diferente a cualquier otro que había experimentado.
—Hiciste lo correcto—Sonrió a medias, sus fuerzas ya no le alcanzaban para sonreír lo suficiente. —Te hubiera odiado toda la vida si hubieras elegido a mí sobre ellos. Son dos, Louise y Louis Jr.
—Amor…
—No digas más. Recuerda que te amo, siempre te amaré.
—Quédate conmigo, no me abandones.
—Louis, acércate a mí y cierra tus ojos—Ella con sus manos comenzó a masajear mi cabeza.
—Gracias a ti mi vida fue lo más maravillosa de lo que alguna vez imaginé.
Cerré mis ojos, y quedé dormido. Un profundo sueño.
Cuando desperté, estaba en la misma posición, pero la camilla estaba vacía y ya ninguno de los brazos de Sheryl me rodeaba.
Me puse de pie y salí hasta el pasillo del hospital, había enfermeras caminando por todas partes, detuve a una de ellas y escuché las palabras que no quería escuchar.
Volví a la realidad, de vuelta a la habitación y miré la carta nuevamente, la leí dos, tres veces más y cuando abrí el sobre, noté que dentro de éste estaba la rosa color negro que yo le había regalado una vez. Estaba seca y aplastada como si hubiese estado comprimida dentro de un libro durante mucho tiempo.
Recordé ese hermoso momento, me sentí todo un triunfador:
“— ¿Qué es esto?
—Es una rosa, pero la pinté de color negro porque sé que no te gustan las cosas normales.”
Sonreí y miré a mí alrededor. Hoy tengo un nuevo motivo para vivir.
O más bien dos.
Yo también te amo, Sheryl.
F I N.
No sé qué decirles en serio, nada más que agradecer que hayan esperado cada capítulo aunque a veces demoraba mucho, y luego sus constantes comentarios
¡Muchas gracias! siempre había tenido ganas de escribir algo así, algo diferente a lo que estaba acostumbrada, espero no haberl@s decepcionado con ésto.
Bien, les dejo mi twitter por si quieren seguirme y/o hablar conmigo, no me pidan follow back, yo los seguiré enseguida c: https://twitter.com/NaomiLopz414 y mi Facebook : https://www.facebook.com/naomi.horan.31 Gracias , Los amoo! :* muac´
Sentado en el sofá de mi casa mirando televisión, eran las diez de la noche y yo sólo trataba de conciliar el sueño, pero sinceramente no podía.
Luego tocaron la puerta de la casa, la abrí de inmediato para toparme frente a frente justo con la persona que menos pensé.
— ¿Qué hace usted aquí?
—Escucha, hijo… estoy pasando por lo mismo que tú.
—Creo que no tenemos nada de qué hablar nosotros dos.
—Eso lo sé, espero con el tiempo poder compensar todo…
— ¡NADA! ¡Nada nunca compensará lo que siento, y éste vacío dentro de mí! Ustedes sinceramente no tienen corazón y no dejaré que se acerquen a mi familia para causarnos más daño.
—Hace unos días estábamos limpiando la habitación que era antiguamente de Sheryl, encontramos esto, creo que es para ti.
El padre de Sheryl extendió su mano y mostró un sobre delicado color blanco. Lo tomé sin dudar dos veces y luego dirigí mi mirada hasta el señor.
Él bajó la mirada y luego se retiró sin decir más. No puedo imaginar cómo se sentía, ¿Qué sensación de culpa podría tener? quizá ninguna.
Me senté en el sofá nuevamente y abrí el sobre, dentro tenía una hoja arrugada y se veía un poco vieja y con manchas de tinta. ¡La carta estaba escrita con tinta! y estaba llena de palabras por las dos cuartillas.
Letra hermosa e incomparable de mí querida Sheryl. Caminé hacia la habitación, nuestra vieja habitación. Ahí se encontraba mi madre recostada con dos bebés y eran míos. Me senté al lado de ella. La carta tenía un título, comencé a leer desesperadamente:
“Todo lo que nunca podría decirte. Febrero 2010
Ésta carta ha sido escrita con la finalidad de que nunca llegue a tus manos, Louis… mis esperanzas son muy grandes, pero si por alguna razón en éstos momentos la estás leyendo, eso significa que a pesar de mis miedos de confesar todo esto, tú seguiste conmigo. Creo que soy un poco soñadora respecto a eso, un hombre como tú jamás se fijaría en alguien como yo, aún estoy tratando de resolver ese misterio.
También, si lees esto es porque quizá yo ya no esté ahí contigo, no físicamente, pero aunque no me puedas ver yo estoy ahí, observándote con una sonrisa.
No llores por mí si algo me sucede, recuerda que la vida no se detiene por nadie. No me recuerdes como el último momento en el que pudiste verme, recuérdame en los momentos bonitos que vivimos juntos.
Recuerdo que siempre tratabas de descubrir qué ocurría conmigo, nunca te diría que ése perfume que solías usar me volvía loca, o cada vez que intentabas hacerme reír realmente lo lograbas pero yo siempre fingía que no era gracioso.
Siempre supe que un día esto debería pasar, del modo que fuera… porque, nadie puede evitar lo inevitable, lamento esas veces en las que te hice sufrir y las que te hice enojar.
Y por favor, nunca olvides que existió ésta chica que te amaba con locura, y que también fuiste a la única persona que amó. Te tendré siempre en mi corazón.
No me odies por abandonarte, porque no lo he hecho. Aún espero verte en la recta final. ¿Recuerdas eso de creer en la vida después de la muerte? Ahí en donde todos somos eternos, donde la muerte ya no existe.
Esto es todo lo que nunca podría decirte, nunca podría mirarte a los ojos y hablar de esto contigo, no lo soportaría.
Te amo por siempre.
-Sheryl”
Abracé la carta, me sentía estúpido, si la finalidad era que me sintiera mejor, quiero decir que me siento mil veces peor. Ahora no puedo sacarla de mi mente, mucho menos de mi corazón, era todo lo que necesitaba, y ahora se ha ido para siempre.
Entonces, comencé a recordar, tres meses atrás exactamente.
Entré al quirófano, donde estaba Sheryl recostada con sus ojos cerrados completamente en paz. Todo había acabado.
Mi cuerpo, mis manos temblorosas tocaron las suyas, ella abrió sus ojos lentamente, estaba agonizando.
—Amor, lo siento tanto—Comencé a llorar, un llanto diferente a cualquier otro que había experimentado.
—Hiciste lo correcto—Sonrió a medias, sus fuerzas ya no le alcanzaban para sonreír lo suficiente. —Te hubiera odiado toda la vida si hubieras elegido a mí sobre ellos. Son dos, Louise y Louis Jr.
—Amor…
—No digas más. Recuerda que te amo, siempre te amaré.
—Quédate conmigo, no me abandones.
—Louis, acércate a mí y cierra tus ojos—Ella con sus manos comenzó a masajear mi cabeza.
—Gracias a ti mi vida fue lo más maravillosa de lo que alguna vez imaginé.
Cerré mis ojos, y quedé dormido. Un profundo sueño.
Cuando desperté, estaba en la misma posición, pero la camilla estaba vacía y ya ninguno de los brazos de Sheryl me rodeaba.
Me puse de pie y salí hasta el pasillo del hospital, había enfermeras caminando por todas partes, detuve a una de ellas y escuché las palabras que no quería escuchar.
Volví a la realidad, de vuelta a la habitación y miré la carta nuevamente, la leí dos, tres veces más y cuando abrí el sobre, noté que dentro de éste estaba la rosa color negro que yo le había regalado una vez. Estaba seca y aplastada como si hubiese estado comprimida dentro de un libro durante mucho tiempo.
Recordé ese hermoso momento, me sentí todo un triunfador:
“— ¿Qué es esto?
—Es una rosa, pero la pinté de color negro porque sé que no te gustan las cosas normales.”
Sonreí y miré a mí alrededor. Hoy tengo un nuevo motivo para vivir.
O más bien dos.
Yo también te amo, Sheryl.
F I N.
No sé qué decirles en serio, nada más que agradecer que hayan esperado cada capítulo aunque a veces demoraba mucho, y luego sus constantes comentarios
¡Muchas gracias! siempre había tenido ganas de escribir algo así, algo diferente a lo que estaba acostumbrada, espero no haberl@s decepcionado con ésto.
Bien, les dejo mi twitter por si quieren seguirme y/o hablar conmigo, no me pidan follow back, yo los seguiré enseguida c: https://twitter.com/NaomiLopz414 y mi Facebook : https://www.facebook.com/naomi.horan.31 Gracias , Los amoo! :* muac´
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