"Born To Die" (Louis Tomlinson y tu)

Ono como no la sigas morire..
Pero cual es el secreto de Sheryl? Ahhhh que intriga siguelaaaa

Tres días, mi hermano me dio tres días en los que ni siquiera tenía tiempo de pensar con claridad, en los cuales no disfrutaría la compañía de estar con Louis por estar pensando en cómo alejarme de la manera menos dolorosa.
¿Y si mejor decía la verdad? No, eso es algo que no haré ni bromeando, luego podría usarlo contra mí, quizá.
Ése día por la mañana no salí de casa, s...upongo que Louis iría a la escuela mientras yo como siempre me quedaba a meditarlo y luego… “mis clases de música”, no podía engañar ni a un niño, soy muy mala mintiendo; aunque mi vida ha sido una base de mentiras.
Todo el mundo salió de casa, mis papás a trabajar y mi hermano a la escuela. Era yo con mi soledad.

Después de unos minutos de mirar televisor la puerta comenzó a sonar. Me estremecí, ¿Quién podría ser? nadie nunca nos visitaba, corrí a abrirla y estaba ese chico rubio con su mirada baja hasta que se dio cuenta que la puerta estaba abierta y yo observándolo.
—Sheryl—Me saludó con un beso en la mejilla.
—Niall, ¿Qué haces aquí?
—Hace mucho que no te veo, no puedo imaginar cómo te encuentras.
—Me encuentro bien, muy bien—Sonreí a medias. — ¿Qué no tienes escuela?
—No me pasará nada si falto un día, aparte ya es tarde… no alcanzaría a llegar aunque lo quisiera, ¿Me dejas pasar?
—Claro—Me hice a un lado. Niall dejó su mochila en el piso y se sentó en el sofá del living.
— ¿Estabas viendo programas de cocina?
—No hay nada interesante—Reí.
—Bien, espero que los estés viendo para hacerme algo de comer más tarde, porque planeo estar todo el día contigo.
—Bien—Fue todo lo que pude decir.
— ¿Bien? ¿Qué te pasa, Sheryl? —Me senté a su lado, Niall acariciaba mi cabello intentando descifrar. Oh Niall si tan sólo supieras.
—Es Chris.
— ¿Qué le pasa a Chris?
—Quiere que deje a Louis o le dirá.
— ¿Qué dejes a Louis? ¿Ya son novios? —Abrió los ojos de par en par, vaya que le sorprendió la noticia.
—Dijiste que le dabas tu bendición a Louis, no comprendo—Reí.
—Si pero, no tan pronto, oh ¿Cómo accediste así como así? creía todo de Louis menos la capacidad de ser tu novio.
—Louis me quiere, yo lo sé.
—Me cuesta aceptarlo—Niall se puso de pie. —Le creo pero a la vez no. Creo que te quiere en éstos momentos, pero no que pueda quererte… después.
—A mí no me importa el ‘después’ ¿No entiendes? cuanto esperé por sentirme así.
—Yo también esperé mucho tiempo a tu lado.
— ¿Qué quieres decir ahora?
—Olvídalo, no quiero ser una carga más para ti, tienes suficiente con todo esto, yo hablaré con Chris, nada malo va a ocurrir.

(…)
Louis versión.
La campana de salida sonó, no veía la hora en la que esto pasara, el profesor todavía seguía hablando y no nos dejaba salir a nuestro respectivo destino.
Tomé mis cosas y salí fugazmente de la escuela. Tenía dos destinos, mi casa o la casa de Sheryl. Quiero verla, pero no creo que sea lo más conveniente.

Alguien me sacó de mis pensamientos, el chico de mirada profunda de la otra noche. Chris.
—Tengo que hablar contigo—Dijo seriamente, para ser sincero me asustó, sus facciones no tenían nada divertido, no podía entender.
—Bien, habla—Imité su tono serio de voz. Me recargué en mi auto.
—No aquí, no es un tema que podamos gritar. Es algo serio Tomlinson.
—Bien Birdwistle—Supongo que así se apellidaba, al igual que Sheryl, podía adivinar lo que se veía venir: un sermón de hermano. Seguramente quería advertirme algunas cosas antes de que saliera oficialmente con Sheryl.
Para mí fue oficial desde el día que el balón golpeó su cabeza.
—Sígueme.

Obedecí en silencio, algo que nunca en mi vida hubiera hecho y menos por éste chico, admito que ya lo conocía desde antes. Él era el equipo enemigo de nosotros cuando jugábamos football por diversión fuera de la casa de Harry. Nunca aceptaba las derrotas. Claro, Chris Birdwistle.

Me llevó hacia una de las esquinas de la escuela, donde nadie se paraba ni a dos metros de distancia, claro, los depósitos de basura, ¿No se le ocurrió algo más inteligente? como un lugar de comida rápida. El olor era realmente insoportable.
—Habla rápido si no quieres que vomit—Lo apresuré.
—Rápido, tan rápido como hipnotizaste a Sheryl.
— ¿De qué hablas?
—Dime qué es lo que quieres con ella de una vez, tengo muchas amigas que puedo presentarte ¿sabes? muy atractivas, cintura pequeña, senos grandes… faldas cortas, ¿Qué dices? pero aléjate de mi hermana.
— ¿Qué tratas de hacer Chris? —Solté una risa burlona. —A mí no me interesa tu oferta.
— ¿Amas a mi hermana? ¿De verdad?
—No te imaginas.
—Bueno, si realmente la amas entonces prepárate para lo que voy a decirte porque no te gustará… y creo que no soportarás como para quedarte a su lado.

Mi cuerpo se estremeció, la noticia que estaba esperando durante siempre al fin estaba aproximándose.

Aaaaaaaaaaaaa siguelaaaaaaaa no puedo aguantar las ganas de leer seguilaaa

Sheryl versión.

Después de varias horas, muchas horas a decir verdad, Niall y yo estábamos en el jardín platicando de cosas sin sentido cuando la puerta principal simplemente azotó.
Niall y yo nos miramos y su primera reacción fue ponerse de pie.
—Tranquilo, deben ser mis padres.
—O Chris, aún tengo que hablar con él sobre todo esto.
—No ahora, no enfrente de mí—Supliqué tomando su brazo y haciendo que Niall se sentara de nuevo en la hamaca que teníamos en el jardín. Relajó su cuerpo, lo sentía.

Chris cruzó la puerta del jardín y sus ojos fulminantes, ardían por sí mismos. Niall no lo notó hasta que comenzó a hablar.
—Tú. Mañana. Fiesta familiar—Dijo de cierta forma dominante, quería que yo tuviera miedo de mi propio hermano, o eso es lo que sentía dentro de mí.
— ¿Qué?
—Chris—Niall interrumpió nuestro inicio a una discusión. —Lo conveniente es que hablemos.
—Ahórrate tus palabras, Horan. He hablado con Louis ahora.
— ¿Qué hiciste qué? —Mis piernas temblaban tanto que era imposible incorporarme y caminar. Imposible.
— ¡Chris! —Un grito ahogado por parte de Niall se escuchó entre nosotros.
—No podría… no pude… ¡Arrg! —Gruñó. Golpeó una silla del jardín y a pasos pesados abandonó el lugar, yo aún seguía nerviosa y Niall me miraba con preocupación.
—Quédate aquí—Susurró.
—No, yo voy contigo.
— ¡No! —Alzó la voz. Casi un grito. —Debes prometer que vas a quedarte y esperarás a que yo venga por ti.
—Es mi casa, Niall.
—No me importa, te callas y sientas—Gruñó. Me senté en la hamaca como cualquier regaño y Niall corrió tras Chris. Mi mundo se estaba partiendo en pedazos.

Y pensar que después de esto todavía esperaba a que mañana asistiera a esa estúpida fiesta familiar, ¡Si claro! como si todo el mundo adorara verme andar por ahí. Claro que lo hacía, adoraba observarme como si fuera un monstruo o algo peor, como si no tuviese sentimientos.
Sería una persona normal, claro, si me dejaran serlo.

Niall versión.
Chris estaba tomando un vaso con agua cuando se percató de mi presencia. Estaba por salir de la cocina pero yo me interpuse en la puerta.
—No me hagas que deje de estimarte como buen amigo de mi hermana y hazte a un lado.
—No Chris, si tú siendo su hermano no la proteges, ¿Entonces quién? Dímelo.
—La estoy protegiendo—Me fulminó con la mirada. Tanto coraje tenía sobre mí que parecía que iba a besarme.
— ¿Que tanta cólera te da verla feliz?
—Tú sabes, tú lo sabes. Si la dejas volar muy alto cuando caiga será peor.
—Entonces no la dejemos que caiga—Mi voz se hizo un poco más suave pero dura a la vez.
—Es imposible, entiendo que tu sueño frustrado sea salir con ella, sabes que nunca saldrá contigo al menos que sean amigos.
—No te vayas tan lejos Chris—Sonreí burlonamente. —Amo a tu hermana, no voy a negarlo… no como una simple amistad, la amo como si fuera mi hermana, algo que tu no haces—Alcé mis cejas.
— ¡Cállate! ¡No voy a dejarte humillarme!
—Tú te humillas solo, ¿Qué le dijiste a Louis? —En éste momento no podía creer que estuviera casi defendiendo a ese muchacho. Louis, no me caes tan bien después de todo, soldaré cuentas contigo pronto.
—No le dije nada, puedes estar tranquilo—Frunció el ceño. —No pude… traicionarla—Atónito, como si ni el mismo creyera lo que decía.
—Bien, eres un buen chico después de todo.
—Creo que tiene derecho a saberlo, está saliendo con ella.
—Ella se lo dirá cuando ella quiera, y si nunca se lo dice, es su problema ¿no? creo que puedes vivir con ello.

Sheryl versión.
Desobedecí a Niall, entré a mi cuarto escalando una escalera móvil llevándola hacia mi ventana. Escuchaba sus gritos pero no podía realmente adivinar qué es lo que decían.

Yo sé que todo está acabado, yo lo sé. Quizá Louis, quizá no tengas el derecho a saber por todo lo que estoy pasando por el simple hecho de que no me conozcas lo suficiente.
Yo creo que tienes todo el derecho, ya que eres el único hombre el cual debilita mis rodillas al ver. El único al que he querido de verdad y el único al que voy a seguir queriendo aunque me odie.
Puedo vivir con ello, ¡Soy tan sadomasoquista algunas veces! Te sorprendería saber realmente lo que yo siento aquí adentro.

Tomé una hoja de color rojo y comencé a doblarla, cada doblez en una medida exacta. Luego la traté de pegar con un poco de pegamento en barra. Tardé algunos minutos en hacerlo para que luciera bien, sé que no será la única que haré.
Luego tomé una pluma y escribí en la parte inferior derecha de ésta

“Todo lo que nunca podría decirte”. Luego tomé una hoja en blanco, era hora de empezar a escribirte aunque tú no tuvieras ni idea, sé que me odias, lo sé. Bueno, en realidad no, si no me amas como dijiste alguna vez, entonces es posible que no me odies. Una carga menos para ti.

Yo estoy realmente aterrada de tomar esa pluma y comenzar a trazar en esa hoja color blanco.
La puerta de mi cuarto se abrió, una gota de sudor rodó por mi frente, estaba helada.
Escondí todo esto en mi cajón más cercano y traté de sonreír. Soy mala en las mentiras.

:o quiero saber que es lo que oculta Sheryl joooo
Siguelaaa

Niall, estaba tenso al igual que yo, al estar cerrando esa puerta notaba mi repentino cambio de ¿humor? ambos nos mirábamos como si nos estuviéramos escondiendo el uno del otro.
— ¿Qué ocurre? —Susurró, luego se acercó a mí con cautela, parecía que yo fuese un león realmente salvaje al cual no te puedes acercar. Así me sentía.
—Nada, deja de hacer eso.
—No te quedaste en donde prometiste.
—Lo siento Niall, su discusión duró demasiado… ya estoy preparada para lo peor, ¿sabes?
—No hay nada de qué preocuparse—Niall sonrió. —Él no ha dicho nada.
— ¿Enserio? —Mi débil intento por no intentar sonreír falló. — ¿Cómo puedes creerle? —Dije por bajo, mi hermano exactamente no era mi hermano. No me apoyaba como uno, siempre me quería ver caer, deprimida, no lo sé.
—No puede resistir ante mis encantos, ¿Qué no vez? —Bromeó, lo cual me hizo reír y saltar a sus brazos.
—Eres un tonto.
— ¿Qué harías sin éste tonto? —Sonrió y besó mi frente. —Todo parece ser normal, Sheryl, puedes andar sin problemas.
—Yo he sido demasiado problema para ti últimamente.
—Y te lo agradezco, si no tuviera que resolver tus problemas creo que mi vida no tendría sentido… o no sabría qué hacer con ella. Me mantienes ocupado.
—Siempre le ves el lado bueno a todo.
— ¿Para qué verle el negativo si sabes que no te va a gustar?

Me separé de su ligero abrazo para sentarme en mi cama, Niall hizo lo mismo junto a mí. Luego, rompió el silencio.
—Me tengo que ir, ya es… hm tarde.
—Está bien, te veo mañana, supongo.
—Supones mal—Guiñó. No entendía ese comportamiento.
—Te acompaño a la puerta entonces—Fruncí el ceño, Niall me detuvo con su mano.
—No, no hace falta, quédate a meditar—Rió. —Después de todo no quiero que discutas con tu hermano si es que lo ves, está demasiado delicado.
—La que debería estarlo soy yo.
—Lo sé, pero aplastará tu cabeza si tiene la oportunidad—Bromeó… o eso espero.

Niall se retiró lo cual agradezco, así finalmente tendré un momento a solas conmigo misma, tengo una discusión pendiente con mi yo interna.

Eché una mirada hacia el cajón del mueble en el que escondí mi intento de carta. Suspiré.
Luego vendré por ti pequeña, hoy no es el momento.
Mi teléfono vibró, señal de que una llamada estaba entrando. Salté a la cama y contesté sin dudarlo.
— ¿Bueno?
—Sher… Sheryl ¿Eres tú? —La voz de Louis. Sentí un nudo en mi estómago de tan solo pensar que Chris haya mentido a Niall y le haya contado todo a Louis, mi Louis.
—Sí—Apenas pude decir.
—Me alegro, porque no te imaginas lo pésimo que ha sido mi día sin verte—Suspiré. El no le ha contado nada.
—Igual el mío—Admití. No sabes lo pésimo que es, no te imaginas.
—Te veré pronto.
— ¿Es una pregunta o una afirmación?
—Es una sorpresa—Escuché su pequeña risa desde el otro lado del celular. Sonreí. —Te dejo por hoy, nos vemos, hermosa.

¿Hermosa? acaba de llamarme hermosa. Mi estómago volvió a sentir eso, oh perdona querido estómago, algún día te pagaré todo esto que te he hecho soportar.
Colgó la llamada sin siquiera dejarme decir adiós, creo que es algo muy típico de Louis, aparecer y desaparecer, me gusta más cuando aparece.

Día siguiente, dos de la tarde.
Sería agradable decir que el sonido de los pájaros cantando me levantó, o quizá los rayos del sol provenientes de la ventana, pero mi vida no es perfecta.
— ¡Levántate ya, Sheryl! si no quieres perderte la comida tal y como te perdiste el almuerzo—La voz desafiante de mi madre. Tengo un vago recuerdo de que ella vino a despertarme horas antes, pero me dormí demasiado tarde como para recordarlo.
Obedecí sin elección alguna, sería una flojera muy grande hacer mi propia comida. Los acompañé en la mesa, pollo, “Genial” dijo mi subconsciente lleno de sarcasmo. Odio el pollo y ellos lo saben.
—Hm, creo que yo comeré otra cosa—Me levanté al instante de la mesa.
—No, comes y te vas a bañar y alistar que saldremos mas tarde a la fiesta familiar.
—Mamá no quiero ir a esa estúpida fiesta, además no tengo nada que ponerme.
—Supusimos que dirías eso—Oh genial, mi padre se ha unido a la conversación. —Así que en el living puedes encontrar tres vestidos, todos son para ti, elige el que más te guste para vestirte ésta noche, pero de que vas, vas.

Gruñí. Esto es demasiado, no me gustaba usar vestidos, bueno, me gustaban los vestidos pero no en mí. Nunca me había puesto uno, a excepción de cuando era un bebé y eso es porque no tenía la habilidad de elegir mi propia ropa. Mi estómago rugía.
Tomé los tres vestidos y me los llevé a mi cuarto.
Fiesta familiar, equivalente a… miradas sobre mí, comentarios sobre mí, susurros sobre mí, todo sobre mí y mi rareza, detesto esto.
Los tres vestidos me llegaban un poco arriba de las rodillas, a decir verdad era técnicamente a la rodilla. Uno era color azul celeste, otro era color verde limón “color horrendo para mi gusto, éste de seguro lo eligió mi papá”, y otro color escarlata. Elegí el escarlata, me gustaba como ese color hacía resaltar mi piel, pero aún así no me convencía. ¿A quién quiero mentir? nunca nada iba a convencerme.

(…)
Las horas pasaron y pasaron y contra mi voluntad me alisté, peiné, maquillé.
Tenía mi cabello recogido ligeramente, unos aretes largos y delgados cayendo de mis orejas y un collar plateado.
Mi padre y mi hermano estaban en el living jugando videojuegos, ya listos, esperaban a mi madre que aún no terminaba de alistarse.
Los acompañé sentándome junto a ellos y teniendo un verdadero momento de gracia, a ambos podría patearles el trasero en Deception. Vaya juego sangriento, todo lo que deseaba hacer con las personas que hacen mi vida imposible.

El timbre sonó, ambos miraron a mí pero yo no iba a abrir, estaba demasiado cómoda.
—Como que te paras y abres, ¿no lo crees, Sheryl? —Dijo mi padre con la mirada a la pantalla.
—Sí Sher, estamos muy ocupados—Los odio.

Me levanté gruñona a abrir la puerta, mi sorpresa fue realmente grande.

Louis Tomlinson parado frente a mí, estaba vistiendo perfectamente elegante y se veía realmente hermoso, sus ojos azules brillaban tanto que causaba un mayor efecto en mí.
— ¿Qué haces aquí? —Dije tan bajo que casi no fue audible.
—Buenas noches, señorita Birdwistle ¿Sabía usted, que el lenguaje formal no es lo mío? pero hoy voy a hacer un esfuerzo.
Rodeó mi cintura con su brazo apegándome a él.

Siguela babyy :))

Me matas de la intriga!!
dejare una nota para que sepan que eres la culpable de mi muerte (en caso de que muera)
y te perseguirew y me metere en ti cabezita para que la sigas *lose! teengo complejo de acosadora *

No entendía nada, pero en los brazos de Louis no había nada que entender. Chris y mi padre se pararon junto a nosotros, ¡Vaya! venir a echar un vistazo si podía quitarlos del videojuego, Chris sonrió… ¿Sonrió? y mi padre apenas y pudo saludar a Louis quien me tenía un poco más alejada pero su brazo seguía en mi cintura.
—Señor Birdwistle—Louis lo saludó formalmente, mi papá inclinó la cabeza.
—Señor Tomlinson—Sonrió a medias. — ¡Qué gusto que nos acompañe a la fiesta familiar! —No muy convencido.

¡Esperen! ¿Qué? ¿Louis acompañarnos? ¿Cómo se enteró? o mejor dicho ¿Quién lo invitó? fulminé con la mirada a Chris quien me veía divertido.
—Sí Louis, fue un lindo detalle que Sheryl te invitara a acompañarnos—Yo miré a Louis frunciendo el ceño.

Justo mi madre salió con su vestido, elegante, formal, como siempre interrumpiendo cuando yo necesitaba una explicación. Me relajé.
Esto va a ser una verdadera pesadilla.
Subimos al coche de mi padre, bastante amplio. Enfrente mi papá al volante, mi mamá de copiloto, atrás Chris, y más atrás, Louis y yo. El coche comenzó a andar, Chris, mi madre y mi padre platicaban sin problema mientras una adormecida canción sonaba en la radio.
—No entiendo nada de esto, Louis, ¿Quién te invitó?
—Creo que estás molesta—Rió por bajo.
— ¿Tú crees?
— ¿Tus padres saben que somos novios?
— ¡No!
—Bueno, creo que ahora lo saben—Sonrió.
— ¡Louis! dime de una buena vez o no llegarás vivo a esa fiesta.
—Te lo diré cuando lleguemos, no comas ansías.

Silencio, sólo silencio. Bajamos del coche con cuidado y fue ahí cuando comenzaron a caminar hacia el frente.

Louis versión.
El padre de Sheryl se acercó a nosotros.
— ¿Nos acompañan?
—Si papá, vayan entrando, ahora los alcanzamos—Asintió. Todo era tan formal, no como yo lo imaginaba. La casa era muy grande y hermosa por fuera, no puedo imaginar las valiosas cosas que tenga por dentro y ¡Esperen! ¿Eso que tiene colgado en el cuello Sheryl, son diamantes? ¿Diamantes?
Sentí un breve escalofrío. Quizá son de fantasía, pero si le pregunto no se verá bien. Decido callar.
Ella se para frente a mí y pone sus manos sobre mis hombros, suspira. Es increíble lo hermosa que se ve vestida de etiqueta, es realmente bella para mí. La mujer ideal, la mujer de mis sueños.
La única que tiene el poder de lastimarme y sin embargo no lo ha hecho.
—Ahora dime.
—No puedo creerlo, Sheryl. Chris me contó todo, todo absolutamente.
— ¿De qué hablas? —Dijo nerviosa, entonces lo que me dijo Chris era cierto, lo confirmaba su reacción. Bajó sus manos.
— ¿Cómo que de qué? ¿Acaso no lo sabes? —Reí. Ella parecía realmente asustada, así que decidí mejor hablar. —Tu miedo al compromiso—Lo solté. —Ayer habló conmigo sobre tu miedo a que tus padres supieran que salías con alguien así que me invitó aquí, bien, sabes que no hay nada que temer ¿cierto? no voy a fallarte.

Su cuerpo se relajó, ella esbozó una sonrisa y me abrazó.

Sheryl versión.
El susto que acaba de darme Louis no tiene límite alguno, lo abracé emocionada, él no sabía nada y Chris ¿Qué estúpida mentira acabas de inventarte? de todas formas traerlo con mi familia no fue una buena idea, estoy segura de que él se acercó a Louis para decirle todo, pero al final no fue capaz. Mi alma puede descansar por ahora. Lo beso en la mejilla, Louis parece no entender pero lleva un buen rato mirando mi cuello, ¿Qué será? ¿Tendré algo en especial?

Lo tomo de la mano y temerosa entramos a la gigantesca casa de mis familiares, realmente grande pero no me sorprende en lo absoluto. Todos se quedan boquiabiertos al mirarme de Louis tomada de la mano y cruzando hasta el jardín donde podamos tener privacidad. ¡Já! apuesto a que nunca me imaginaron haciendo una vida propia.

Una pequeña corrió hacia nosotros, me llegaba a la cintura, me abrazó y yo a ella. La pequeña Gretchen.
— ¡Sheryl! —Era habitante de éste lugar. —Te extrañé—Dijo separándose de mí. La pequeña de cabello negro, lacio y muy largo, y ojos color gris. Tenía ocho años.
Luego se acercó aterrorizada su madre, no sé si debería llamarla… tía. La jaloneó del brazo separándola de mí y mirándome extraño.
— ¡Te he dicho mil veces que no te acerques a ella, Gretchen! —Gritó por toda la gran mansión. Me encogí de hombros, pues estaba totalmente consciente de la presencia de Louis.

Casi se lleva a la niña arrastrando y al igual yo a Louis al jardín, después de esa maldita escena. Ésa es la razón por la que no quería venir.
— ¿Cuál es su problema? —Dijo Louis enfadado, furioso.
—Son, problemas… religiosos—Mentí.
— ¿Religiosos? ¿Es por eso que no quiere a la niña cerca de ti y te mira con miedo? ¿Qué sucede?
—Nada, Louis, deja de averiguar cosas que no son te tu im…
— ¿Importancia? —Completó. —Sabes que me importas demasiado, deja de ocultarme las cosas, ahora no soy un desconocido.
—No es nada Louis, nada que debas saber.
— ¿Entonces no era eso, uh? —Enarcó una ceja.
— ¿De qué demonios hablas ahora? —Dije con fastidio.
—Tú problema con el compromiso—Rió. —Claro, ¿cómo pude ser tan tonto?, siguen ocultándome algo.
—Ése era el problema—Abrí mis ojos como platos. —Todo lo que silenciosamente has querido descubrir es eso, no busques más.
—Claro que no lo es, ¡Demonios Sheryl! —Sus manos pasaron por su perfecto cabello, deshaciendo su peinado. —La duda me mata y tú lo sabes, ¿Quieres acabar conmigo?
—No, no quiero hacerlo—Susurré. —Ésa es la razón de mi silencio.

Louis me tomó de la cintura y comenzó a darme pequeños besos en mi cuello, no podía estar tranquila sabiendo que alguien vendría y nos descubriría. Louis me besaba pero sabía que estaba molesto, muy molesto. Era desesperación en un cuerpo masculino. Luego subió hasta mi boca donde me besó dulcemente, luego esto se tornó a mayor intensidad.
Se separó de mi, para hablar sobre nuestros labios.
— ¿Cuándo seré digno de saber?
—No comas ansías—Lo imité.
— ¿Es un diamante lo que cuelga de tu cuello? —Cambió de tema sin dejar de besarme. Uh oh.
—Tu silencio lo confirma—Sonrió besando mi frente. Luego me dedicó una tierna sonrisa. —Lo siento, es imposible enfadarme contigo, olvidaré ese tema.

Louis versión.
Lo olvidaré por hoy, corregí en mi mente.

— ¿Vamos adentro? muero por entrar y que me presentes como tu novio—Sonreí. Ella me jaloneó del brazo.
... —No, quiero quedarme aquí, creo que todos se han percatado de ello cuando entramos, Louis.
—Bien—Regresé a ella, oliendo su perfume, ella en mis brazos, todo iba bien. El silencio era algo inevitable en esos momentos.
La observaba, toda ella, su piel, su mirada a la luz de la luna, es increíble poder estar junto a ella y decir “ella es mi novia” ¿Quién lo diría? yo así, creo que no lo merezco después de todo, no la merezco. Aún así lucharé con mi vida si es necesario para no perderla nunca.

— ¿Bailamos? —Rompo el silencio. El jardín es grande, muy grande y elegante, ella me mira atónita y un poco divertida.
—No hay música—Niega con la cabeza.
—No necesitamos música para bailar, podemos… imaginarla.
—Louis.
— ¿Qué ocurre, linda? —Sonrío. Ella se acerca a mí y rodea mi cuello con sus brazos y yo su cintura.
—No sé bailar canciones lentas—Murmura con una sonrisa traviesa.
—Yo te enseñaré, pero creo que deberás quitarte tus zapatos, el tacón me asusta—Ella rió, hizo lo que le pedí y luego me miró extrañada.
— ¿Qué vamos a hacer?
—Sube tus pies a los míos, vamos a bailar.
Risueña hizo lo que le pedí.
—Eres un loco.
—Me alegra que lo sepas, ahora no tengo más secretos—Refuñé en su oído, espero que esa indirecta la haya captado.
Quisiera decir que todo fue algo mágico, pero esa noche marcó mi vida, me movía de un lado a otro con ella sobre mí, sosteniendo su peso, en un momento recostó su cabeza en mi hombro y sentía su pecho contraerse debido a la respiración.
Hasta que algo andaba mal, sus brazos que estaban alrededor de mí cayeron, su peso se hizo más presente sobre mí y sus piernas se debilitaron.
La tomé en mis brazos, ella… estaba inconsciente, desmayada, no lo sé. La desesperación que sentía no la puedo describir con palabras. Corrí con ella en mis brazos y entré al lugar, todas las miradas sobre mí y Sher.
Su padre corrió hacia nosotros preocupado.
— ¡Se ha desmayado! —Dije nervioso. — ¡Tenemos que ir al hospital! —Tragué saliva.
—Claro, ven muchacho, sígueme—Corrimos hasta el auto donde la acomodé recostada en el largo asiento y yo me senté junto a ella, su cabeza en mis rodillas mientras acariciaba su cabello.
—Tranquila Sheryl, tranquila—Susurraba.
Su padre manejaba a toda velocidad. Tantas cosas pasaban por mi cabeza, ésta es la segunda vez que se desmaya o más bien que me toca verla desmayada, y si fuese un desmayo común no habría por qué alarmarse tanto como su padre lo hizo, esto me ponía muy nervioso, sin saber qué hacer, cómo reaccionar, ¿cómo ayudar?
En cuanto llegamos al hospital el padre de Sheryl tocó la bocina del coche muchas veces, varios hombres se acercaron a nuestro coche, abrieron la puerta y la tomaron en sus brazos.
“¡Con cuidado, maldita sea!” Grité en mi interior.

Acompañé a su padre hacia la misma sala de la vez anterior, como si siempre fuera la misma historia. ¿Qué demonios estoy pensando?, cállate Louis.
Se sentó, pero yo no podía hacerlo. No con toda esta desesperación en mi interior.
—Deberías tranquilizarte—Dijo el señor Birdwistle, con su voz ronca y profunda. —Todo va a salir bien, sólo es un desmayo.
—Gracias—Contesté. —Aún así no me tranquiliza.
—Tranquilízate, es una orden—¿Disculpa? que sea el novio de su hija no significa que tenga algún poder sobre mí. Lo fulminé con la mirada sin decir nada, éste hombre parecía que estaba acostumbrado a dar órdenes.
— ¿Cuánto tiempo duró aquí la última vez? —Dije con mis ojos entrecerrados.
— ¿Quién?
—Ella.
—No entiendo a qué lugar quieres ir—Gruñó molesto. —Deja de preguntar, niño.
— ¡Tengo veintiún años!”Alcé mi voz, pero no lo demasiado. —Dígame, ¿por qué trae al hospital a su hija desmayada? una persona desmayada puede despertar con tan sólo alcohol en su nariz.
—Tú mismo sugeriste en el momento—Seguía furioso, pero yo lo estaba más.
— ¡Estaba nervioso! no sabía qué hacer en ése momento, ahora puedo verlo con claridad.
— ¿Qué ves con claridad, muchacho?
No contesté. Me alejé de él y tomé mi celular, próxima llamada: Niall Horan.
Era muy tarde, así que dudo que me conteste, pero lo hizo.
— ¿Uh? —Contestó seguido de un bostezo.
—Niall te necesito en el hospital.
— ¿Es Sheryl otra vez? — Contestó, ¿Cómo pudo adivinarlo?
—Sí—Antes de lograr decir algo más, cortó la llamada.

Estaba nervioso de todo lo que estaba ocurriendo, ¿Qué clase de mala broma era ésta? desearía estar viviendo una pesadilla, de la cual poder despertar en cualquier momento, pero no, mi realidad es ésta.
Los minutos pasaron cuando sentí que una mano palmeó mi espalda, volteé y era Niall.
— ¿Qué pasó, bro? ¿Qué te han dicho?
—Nada, aún nada.
Luego dirigió su mirada hacia el señor Birdwistle, triste, sentado solo en aquel sillón color café.
—Buenas noches—Dijo Niall, el señor sólo lo vio aprobatoriamente mas no contestó. Luego volvió hacia mí y siguió caminando.
—Sígueme, hay algunas cosas que debes saber—Su voz era dura, esto estaba espantándome, nunca había sentido algo así.
Caminamos hasta afuera del hospital, completo silencio, completa soledad en la calle. Justo como la primera vez que Sheryl vino aquí, según mis recuerdos.
— ¿Sabes que van a matarme después de esto, cierto? —Dijo Niall entre dientes, como si se lo dijera a él mismo.
—No entiendo nada.
—No, nunca has entendido nada, creo que ésa es la razón por la que sigues aquí.
—Al grano, Niall.
—Ésta es la segunda recaída de Sheryl, desde hace mucho tiempo, ¿sabes? creo que sí lo sabes. La conozco desde antes que su vida fuera miserable, como ella la describe. Hasta que te conoció, nunca la vi sonreír tanto después de eso. Tan ilusionada con un hombre.

Sonreí inconscientemente, mi Sheryl. Niall prosiguió.
—Antes te dije que conocía muy bien éste lugar, y es verdad, no tienes una idea de las veces que he venido hasta aquí en la madrugada, en la mañana, en la tarde, a media noche. No te imaginas—Susurró. —La familia de Sheryl es una familia muy adinerada, aunque no lo parezca, lo es. Sus padres les gusta más encajar en todas las clases sociales, por eso no muestran mucho a las personas que tienen dinero, más del que podrías imaginar.

Entonces mi mente me mostró un poco de imágenes, el diamante en su cuello, la gigante mansión de su tía, las personas de etiqueta. Hasta ahora, todo lo que me decía Niall parecía tener sentido.
—Y luego te das cuenta que el dinero no puede comprarte una vida—Su voz se entrecortó.

— ¿Qué tratas de decirme? —Mi voz tembló sin siquiera planearlo.
—Me estoy arrepintiendo en éste momento—Sisea Niall, oh no ahora no vas a echarte para atrás, termina lo que comenzaste.
— ¡Dímelo de una vez! ¡Maldita sea! —Grité totalmente furioso, odio que le diera tantas vueltas al asunto, no me interesa una historia de cuentos de hadas antes de que me dijera la noticia final. Niall me contestó con un grito, justo igual que yo, sus ojos enrojecidos al igual que sus mejillas, nunca lo había visto así y me hizo temblar.
— ¡ESTÁ ENFERMA! ¡Ahí está! ya lo dije, ¿¡Es eso lo que querías oír, imbécil!? ¿¡SATISFECHO!? —Remarcó.

La sangre se me vino a la cabeza y en ese momento todo lo que había vivido con ella, su hermosa sonrisa, todo esto, seguía sin entender, sin poder encajar las piezas del rompecabeza.
—Niall, ¿Qué más? ¡Dímelo! esto no es suficiente, ¿A qué te refieres con ‘enferma’? ¿Algo como gripe?
—No—Sonrió tristemente con ironía y todo lo que pudiera existir. —No es como una simple gripe—Luego se limpió las pequeñas lágrimas que salían de sus ojos y se acercó a mí, puso su mano en mi hombro con fuerza, como si intentara evitar que yo huyera. Sus palabras salieron lenta y dolorosamente de su boca en forma de susurros.
—Es una enfermedad extraña que le diagnosticaron cuando tenía ocho, todo gracias a sus recaídas como éstas. —Tomo una bocanada de aire. —Los médicos los últimos años la han estudiado y medicado al azar, para ver qué funciona con ella, ¿sabes? como una vil rata de laboratorio, ni todo el dinero del mundo pudo salvarla o comprarle un tratamiento porque no existe nada, sólo pueden medicarla para que viva con esa enfermedad hasta sus últimos días, pero nada que pueda quitársela.

Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, puedo asegurar que si me mostraban un espejo mi piel sería pálida. No podía imaginarlo, Niall estaba tan serio, yo necesitaba saber más, yo no puedo creer que esto esté sucediendo, dentro de mí pedía a gritos que alguien me despertara de ésta horrible pesadilla; no puedo creer que apenas encuentro a la mujer de mi vida y ahora estén arrebatándomela. Evité llorar.
—Eso significa… ¿Ella va a morir?
— ¡No! —Niall me fulminó con la mirada. —Ella no puede morir—Dijo con dolor, lo sentía perfectamente igual.
—Dímelo todo, termina de decirlo.
—Ella decidió no seguir más con éste juego estúpido de rata de laboratorio, dijo que de todas formas iba a morir, que todos íbamos a morir algún día… para eso nacimos, para morir. Quería vivir su vida como le complaciera, ya que sus papás siempre fueron muy sobreprotectores, al principio se enfadaron y luego accedieron. Dejó de ir a la escuela porque iba a terapia en las mañanas con un médico que ella acudía a escondidas y sabría que no le haría daño como los demás, sus padres creen que ella sigue en la escuela, y te aceptaron porque tú has cambiado la forma de ver las cosas a Sheryl.
Ella decidió todo esto cuando te conoció.

Suspiró Niall.
—Ahora que lo sabes puedes salir corriendo y dejar que viva de nuevo su vieja vida, sólo te pido que no la lastimes y no le digas nada de esto a nadie… ni a ella. Ya le inventaré algo pronto para que no sea tan duro. Necesita fortaleza y es lo que voy a ir a darle ahora—Sentí una punzada en mi estómago y mi pecho dolía muy fuerte. De nuevo esa sensación de no saber qué hacer, excepto hablar con la verdad.
— ¿¡Estás loco!? Yo no voy a dejarla y menos ahora, yo la amo, Niall—Abrió sus ojos como platos, seguramente no esperaba eso de mí, ¿tan cobarde me veo?
—Ella me necesita más que nunca y yo a ella, no me perdonaría si algo le sucediera y ahora que sé todo esto, creo que la amo más de lo que ya lo hacía—Bajé mi cabeza. —Aunque, aún no me siento lo demasiado fuerte para verla.

Niall.
Me quedé estupefacto, Louis me hablaba y me miraba a los ojos, sus puños cerrados con tanta fuerza que las venas se podían observar a simple vista. Él realmente quiere a Sheryl a pesar de todo…
—Seguiré con ella, Niall, sólo quiero pedirte un favor.
—Dime.
—Que no se entere de esto, ella no debe saber que yo ya sé la verdad. No quiero que piense que… sólo estoy por lástima.
—Ella no va a saberlo, te lo aseguro—Suspiré audiblemente, demasiada información que Louis debía procesar.
—Me siento tan estúpido e impotente al estar aquí y no poder hacer nada, saber que ni siquiera el dinero puede…—Las lágrimas de Louis corrieron por sus mejillas, nunca lo había visto llorar, él intentaba ser fuerte, limpiaba rápidamente antes de que yo lo notara.
—No te preocupes por mí—Susurré. Louis se acercó y me abrazó muy fuerte, al principio me sorprendió, él estaba realmente sufriendo, llorando y esto es algo que yo no olvidaré.



Lectoras!! Lo siento mucho pero es que no tengo tanto tiempo porque
tengo bimestrales lo siento!!!

Awww louis que hermosa.... yo sabia que no saldria corriendo. .:) es un amorrrr :3
Siguela