"Born To Die" (Louis Tomlinson y tu)

Wow me reee encantoo :) siguela mi amor (PRONTO) AHHH ME HAS DEJADO INTRIGADA*.* Parece que mi Tommo se ha enamorado arg :3 Seguila hermosa
Besos

"No morirás sin saberlo” sus palabras rondaban por mis pensamientos mientras caminaba de regreso al coche, creo que fue un error venir a buscarlo, mi mente ahora estaba más confundida que al principio.
Con eso, Niall me quiso dar a entender que en algún momento de mi vida… quizá no hoy, mañana ni dentro de diez años, pero voy a saberlo. Si es que ella quiere decírmelo.

Me quedé sentado dentro del auto, aún estacionado fuera de la escuela, una mano sobre el volante con mi mente dando vueltas, es que nada podía unirse, nada tenía sentido para mí. Aunque, a partir de este momento decidí no tomarle importancia a ese tema, si quiero estar con ella no me importará nada que no sea ella, ni su pasado. Suponía que de eso se trataba todo, quizá un pasado obscuro y por eso ella era tan reservada, por haberse equivocado antes.

Conduje de vuelta a mi hogar, ahora todos estarían ahí, o eso creo.

Sheryl versión.

¿Cómo es posible que algo así me esté sucediendo a mí? es decir, tanto tiempo esperando por realizar mis sueños y… justo ahora llega un perdedor a adueñarse de mi corazón, diría que es una costumbre pero nunca había llegado nadie a llenarlo. Nunca lo acepté.
Ahora es diferente, es que… cada vez que veía a Louis con su intento de ser alguien interesante para mí era gracioso. Su intento por leer su primer libro o escuchar música clásica aunque en sus ojos se podía observar el gran esfuerzo que estaba haciendo él por agradarme y yo por no reír. Estoy siendo demasiado dura con él. No quiero salir lastimada. Tampoco quiero morir sin saber qué se siente sufrir por amor, vivir por amor, del amor.
Que tu único motivo de existencia sea hacer feliz a esa persona.

¿Qué se sentirá sentirse protegido? estar sobre los brazos de alguien y sentir que nada puede dañarte.
¿Qué se sentirá hablar por teléfono hasta las tres de la mañana? todo por un estúpido ‘cuelga tú’. O dar un beso debajo de la lluvia, me conformaría simplemente con dar un beso.

Tomé mis audífonos y salí de mi casa, lo único que deseo es caminar con tranquilidad mientras escucho un poco de música. Cerré la puerta con mi llave y apenas pude girar mi cuerpo para comenzar la marcha y un coche se estacionó, lo reconocería a kilómetros de distancia. Louis había llegado. ¿A qué se debe todo esto? no lo sé, pero al bajar del coche, se veía más que encantador, siempre con su media sonrisa y jugando con sus manos.
Sonreí.
Él se aproximaba y yo igual hacia él, hasta llegar al medio del jardín principal. Frente a frente, Louis y yo.
— ¿Qué haces aquí?
— ¿A dónde ibas? —Dijimos al unísono. Louis soltó una pequeña risita.
—Vine a verte, hace dos horas que no te veo, han sido eternas, ¿sabes?
— ¿Lo dices enserio? —Reí. —Yo iba a caminar, solamente.
— ¿Te parece entonces si te acompaño en tu caminata?
—No, pero… déjame volver a dejar esto—Señalé mi reproductor de música. Louis lo tomó con sus manos y lo guardó en el bolsillo de su pantalón.
—Ahora no tienes que volver—Guiñó el ojo.
—Está bien genio, vamos—Lo empujé y comenzamos a caminar en sentido contrario a la casa de Harry.

Después de caminar durante unos minutos en silencio, Louis habló.
—Sheryl… Sheryl Birdwhistle—Suspiró.
—Recuerdas mi apellido.
— ¡Cómo olvidarlo! es lo más raro que he escuchado en mi vida—Se burló. Golpeé su hombro pero al hacerlo él tomó mi mano y no la soltó.
—Suéltame.
—No. Volverás a golpearme, mejor caminemos así.
—Ese es un plan maligno.
—Tal vez lo sea, o quizá solo buscaba un buen pretexto para tomarte de la mano—Sonrió. Mis nervios eran mayores a los que había experimentado alguna vez, este es un nuevo sentimiento.

Llegamos hasta un pequeño lugar que se encontraba cerca de casa, no era un parque, era más una especie de pequeña reserva natural, había árboles, flores… pero lo que más me gustaba de ese lugar era…
—Ven tonto—Como me tenía tomada de la mano, entonces yo tomé mas fuerte su mano aún y corrí hacia la fuente. Mejor conocida por mí como la fuente de los deseos.
—Me encanta este lugar.
— ¿Te bañas en la fuente o algo así?
—No Louis—Reí. —La última vez que vine a pedir un deseo aquí, se cumplió.
— ¿Ah sí? ¿Y se puede saber qué es lo que pediste?

Louis versión.
Sus mejillas se enrojecieron, ella sólo soltó una pequeña risita y negó con la cabeza.
—No es necesario que lo sepas—Contestó. Es tan hermosa.
—Entonces, pide otro… yo también pediré uno—Saqué dos monedas que tenía en mi pantalón, le di una a ella y otra para mí. Ambos nos pusimos de espaldas y cubrimos nuestros ojos.

Mi deseo era más que obvio, ahora ella es todo lo que necesito, aunque ella no piense lo mismo de mí. Y desconozca su vida llena de misterios.

Luego nuestras miradas chocaron, las monedas habían caído a aquella fuente. Las personas comenzaron a acercarse para imitar lo que nosotros hacíamos.
— ¿Qué pediste? —Ella cuestionó. Yo negué con la cabeza.
—No, si te digo quizá no se cumpla.
...

En ese instante un señor canoso de unos cincuenta años se acercó a nosotros, traía un sombrero en la cabeza y unos lentes gigantescos, me pregunto si podía ver sin ellos.
En su cuello colgaba una cámara, pero era una cámara antigua de las que toman la foto y al instante sale la imagen física revelada. Con una sonrisa esbozando de su rostro llegó a nosotros.
—Disculpen que los interrumpa, es que, tengo mucho tiempo observándolos y me preguntaba si querrían que les tomara una foto. Es barata, si no quieren no.

Sheryl negó con su cabeza y me miró un poco angustiada.
—Claro que sí—Sonreí.
—No Louis, no traigo dinero en éste momento.
—Yo la pagaré, no te preocupes por eso.
—Está bien—Dijo el señor. — ¿Al lado de la fuente está bien?
—Está perfecto—Dije yo, entonces, Sheryl me abrazó por la cintura y yo la abracé. El fotógrafo hizo su cuenta regresiva del tres al cero y al llegar al uno yo besé su mejilla.
Después la foto instantáneamente salió y nos la entrego. Nuestra primer foto juntos. No podía ser más perfecta.
— ¿Te gusta?
—Me encanta—Dijo sonriendo. —Hay un problema, Lou.
— ¿Cuál?
—Es sólo una, y nosotros somos dos.
—Te la obsequio, si quieres.
— ¡Me encantaría! —La tomó. Yo moría por tener esa foto, pero no podría estar más feliz de que estuviera con ella.
— ¿Sabes qué fue lo que pedí? —Dijo ella, después de unos minutos de guardar silencio.
— ¿Qué pediste?
—Volar.
— ¿Volar?
—Sí, siempre he querido ser un ave, ¿sabes? tienen tanta libertad y despreocupación, desearía algún día levantarme y darme cuenta que puedo volar, aunque eso es estúpido—Bajó su mirada.
—No lo es—Levanté su rostro desde su mentón, con mi mano delicadamente. —Si tú crees que volarás, entonces lo harás.
—Eres la primera persona que me dice algo así—Sus ojos se iluminaron, su sonrisa se amplió y me abrazó. Ese momento fue tan mágico, nunca me imaginé estar diciendo algo como eso, pero todo eso es lo que ella provoca en mí.
— ¿Cómo estás tan seguro de lo que dices? —Susurró a mi oído mientras me abrazaba.
—Volaremos juntos—Contesté.

Entonces una idea iluminó mi cabeza. Aunque, pasó a ser todo un plan muy bien elaborado después de segundos.

(…)
No pude quitar mi sonrisa de estúpido después de ese día, ni el siguiente… ni el siguiente, sobre todo porque no la vi ninguno de esos días, cada vez la extrañaba más, sentía que llegaría alguien más y entonces ella perdería ese mínimo interés que tiene en mí.

Me siento tan estúpido, nunca he hecho nada por nadie, y justo ahora quiero interesarle a Sheryl, ella actúa como si fuera una persona normal, en algunos momentos me siento como si fuese nada.
Quizá ella y Niall están enamorados y yo solo me interpongo en sus caminos. Ya no sé ni que pensar.

Caminé hacia el dormitorio de mi madre donde se encontraba acostada en su cama leyendo el periódico, me miró de reojo y bajó el periódico para poder verme con una sonrisa en sus labios.
— ¿Estás ocupada?
—No hijo, pasa—Me senté junto a ella.
—Mamá, quiero platicar algo contigo, es sobre… una… una… chica—Dije con dificultad, nunca había hablado esto con mi madre pero ella sabía muy bien que yo me la pasaba de mujer en mujer, por eso nunca le presenté ninguna ‘amiga’.
—Ah—Bufó. —En el cajón que está al lado de mi cama se encuentran los condones.
— ¡No mama, no! —Me sonrojé. —No es de eso.
— ¿No? —Rió. —Entonces, ¿De qué es?
—Creo que… estoy enamorado—Mi mamá en ese instante fijó su mirada en mi, sonrió y me abrazó y yo no entendía la razón. Luego me tomó por los hombros y me miró fulminantemente.
— ¿Estás seguro que no es otro de tus cuentos?
—No mamá, ahora en verdad lo siento, pero ella y yo somos tan diferentes, no es fácil, no sé qué hacer, me siento mal.
—Aw mi hijo está enamorado—Sonrió. — Creí que ibas a morir siendo un hombre con muchas amantes, o miles de gatos. ¿Quién es la niña? ¿Cómo se llama? ¿Es bonita? ¿La conozco?
—Una a la vez mamá—Reí. —Su nombre es Sheryl, va en la escuela pero es menor que yo, va en el mismo curso que Harry, y es la mujer más hermosa y humilde que existe.
— ¿Por qué dices que ustedes son muy diferentes?
—A su lado me siento estúpido, como si nada de lo que hiciera la impresionara demasiado, no le gustan las rosas, no le gusta nada ‘normal’.
—Entonces sé diferente. Yo te voy a ayudar.

(…)

Sheryl versión.
Viernes quince de Marzo, siete de la mañana y yo estaba llegando a la escuela. Observé cómo se alejaba el coche de mi madre antes de entrar a prisión. Escuché que gritaron mi nombre, esa voz dulce y suave que la tenía grabada en mi mente la escuché cerca de mí. Miré hacia atrás y Louis venía trotando hacia mí.
—Hola—Me saludó con un beso en la mejilla. —Creí que no iba a alcanzarte.
—Lo hiciste—Sonreí. —Vamos tarde a clase, ¿sabías?
—Lo sé, pero no importa, tengo que darte algo.
— ¿Eh? —Negué con la cabeza. — ¿De qué se trata?

Louis metió la mano a su mochila y sacó lo que parecía ser una rosa, tenía la forma de una, pero no lucía como una rosa cualquiera. Louis me miraba y notaba en mis ojos mi asombro, yo sólo no podía tomarla.
—No te preocupes, no hace daño—Sonrió.
— ¿Qué es esto?
—Es una rosa, pero la pinté de color negro porque sé que no te gustan las cosas normales.

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Louis versión.
Ella la tomó al instante, la observó fijamente por unos segundos y luego me miró. No dijo nada pero su sonrisa podía afirmar cualquier cosa que estuviera pensando.
—No sé qué pretendes Louis—Frunció el ceño. —Este detalle ha sido tan... hermoso.
—Sólo quiero marcar la diferencia en tu vida, quiero que sólo exista un antes de mí.
— ¿Y un después?
—Nunca—Besé su mejilla y susurré a su oído: —Vamos tarde a clase, ¿uh?
—Tienes razón—Bajó la mirada, su sonrisa resplandeciente que una vez tenía en su rostro, se apagó.
— ¿Sucede algo?
—No—Negó con la cabeza. —Es solo que… no sé si estás bromeando o… esto es real.
—Sheryl—Tomé su mano con suavidad. — ¿Sientes mi tacto?
—Sí.
—Es porque está sucediendo, es porque tú y yo estamos vivos… esto es real.
—Tú no eres así—Soltó mi mano. —Tú no te conformarías con sólo tomar mi mano, es todo lo que yo puedo ofrecerte.
—Yo no ‘era’ así—Remarqué. —Ahora me conformaría con tan sólo mirarte sonreír, aunque yo no sea el causante de eso.
—Sólo…—Sus ojos se cristalizaron, no entiendo qué es lo que había hecho mal. —Tan sólo déjame, Louis—Se alejó lo más rápido que pudo, mientras yo me quedaba en medio de la nada, observando cómo se alejaba de mí.

Nunca puedo hacer nada bien, nunca.

Niall versión.
Estaba a punto de entrar a mi primera clase cuando una chica corrió a mis brazos, escondió su rostro en mi pecho y sollozaba en silencio. ¿Qué sucedía aquí?
— ¿Sheryl? —La separé de mí, pero ella cubría su rostro con sus manos.
—Niall no me dejes, por favor, no ahora.
— ¿Qué pasa? ¿Qué sucede? dime.
—Te digo cuando salgas de clase—Limpió las pequeñas lágrimas que salían de sus ojos.
—No, dímelo ya—La tomé de la mano y nos alejamos del pasillo hasta estar en un rincón a solas.

Ella mostró lo que parecía ser una flor, color negro… nada usual. Yo la miré demasiado confundido, enarcando la ceja.
—La pintó porque dijo que no me gustaban las cosas normales.
— ¿Louis?
—No se lo merece, el… el…
—Está enamorado de ti—Suspiré. —Ahora me queda claro ¿No es lo que querías?
—Soy una cobarde.
—No lo eres, si tú también estás enamorada de él entonces, no sé que están esperando. Sean felices.
— ¿Así de fácil lo dices?
—No existe otra manera de decirlo.
—Es como si no supieras mi pasado.
—Es como si tú no supieras que estás hablando con Niall Horan. El chico que quiere lo mejor para ti. Dile a Louis que le doy mi bendición.
— ¿Cómo bromeas con algo así?
—Te adoro Sheryl—Besé su mejilla. —Deja de llorar, limpia tus lágrimas y ve con Louis. Debe estar asustado por como huiste.
Ella me golpeó. Eso era señal de que ya se encontraba mejor, sonreía un poco.
—No pierdas ninguna oportunidad, quizá nunca vuelva a ocurrir algo así.

Ella sólo asintió y caminó por el pasillo, entonces yo entré a clase.

Louis Versión.
Me sentía decaído, ésta era la razón por la cual nunca me dejé enamorar, yo sabía las consecuencias sin embargo no quise escuchar más a mi cerebro. Lo apagué por completo.

Resignado a no entrar a clase, salí de la escuela y me dirigí hacia mi auto, completamente destruido por dentro pensando en que nunca más volvería a hacer algo como esto. Aparte, es ridículo.

Cuando sentí un peso sobre mi espalda, traté de no caer, sostenerme con mi fuerza pero no pude. Sheryl había saltado a mi espalda y ambos caímos al suelo. Lo primero que hice fue observarla acostada tan relajada mirando hacia arriba, luego nuestras miradas se encontraron, nuevamente.
—Sólo quería decirte que lo lamento—Me puse de pie y la ayudé a levantarse.
—No te preocupes, todo está bien.
—No lo está, ¿Ibas a irte?
—Aún estoy en eso.
— ¿Me perdonas?
—Sólo si cruzas esa puerta conmigo, subes a mi coche y no preguntas a dónde vamos.

Awwww me encantoo que bonito siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa :3

Hola!!!!! Nueva,Fiel & Sexy Lectora!!!!!!!
Me llamo karla pero dime karlix!!!!!!
Me encanto tu novela!!!!!
Tienes que seguirla!!!!!
Suerte!!!!!!

Sheryl sólo rió divertida y asintió.
... —Mis padres me matarán si se enteran que no fui a la escuela por irme contigo.
—Nadie tiene porque enterarse. Este es nuestro pequeño secreto.
—Eso suena demasiado… ¿Cuántos años dijiste que tenías? —Reí.
— ¡Sheryl!
—Lo lamento—Sonrió. —Entonces… subamos a tu coche.

Lo que me nunca me dejará de sorprender es su forma de ser adorable e inocente a simple vista, pero tiene el poder de destruirte si así se lo propone. Como había dicho antes, prefiero lastimar a ser lastimado, pero por ella, preferiría sufrir en lugar de que ella lo haga. Su mirada en mí siempre provocando los más sinceros sentimientos.
Si esto acaba mal… será el día que yo deje de existir.

Estábamos dentro del coche ya andando, me sentía un poco estúpido por la razón de que ni siquiera yo sabía a dónde me dirigía, sólo tenía en mente que quería irme lejos, pero eso no podría ser probable, aunque quisiera irme y nunca volver, no puedo, no aún.

Sheryl logró sacarme de mis pensamientos cuando comenzó a quejarse, sus manos sobre su cabeza y sus ojos apretados.
— ¿Qué te sucede? —Orillé el coche y lo detuve.
—Nada, sigue.
—Sheryl, ¿Te encuentras bien?
—No, me duele mucho la cabeza—Apenas y podía hablar, el dolor inundaba su cuerpo, podía sentirlo.
— ¿Te llevo a casa?
—No, estoy bi…—Su cuerpo cayó de lado, dejando que cayera en mis brazos, estaba muy asustado en esos momentos y nervioso, ¿Qué sucedía con ella? La acomodé en su asiento y manejé lo más rápido posible a un hospital, Sheryl se había desmayado y yo simplemente quería morirme.

Niall versión.
Mi teléfono sonaba y sonaba a cada momento, y todos me observaban en clase, así que decidí pedir permiso para salir y contestar.
— ¿Sheryl?
—No, es Louis—Contestó su voz quebrada, el número que indicaba mi celular era el de Sheryl, creo que tomó su celular.
— ¿Qué sucede? ¿Si sabes que estoy en clase, no?
—Niall… estoy en el hospital en la sala de espera.
— ¿¡Qué!? ¿¡Y Sheryl!? ¿¡Qué le hiciste!? ¿¡Qué pasó!? —por un momento olvidé que me encontraba en un pasillo lleno de estudiantes, todos me observaban y yo con desesperación corría hacia afuera de la escuela.
—Ella se desmayó de dolor, le dolía la cabeza.
— ¿En dónde estás?
—En el hospital que está a unas calles de la escuela—Colgué.

Esto no era nada bueno, ¿Y si todo estaba por acabarse ahora? ¿Si sucedía todo lo que iba a suceder? esto es demasiado pronto, es decir, todos estábamos preparados para esto, pero no tan pronto.

Corrí hasta el hospital. Llegué sudado y con la respiración agitada hasta el piso número tres, donde siempre la atendían. Cuarto número ciento dieciocho. Doctora Coleman.
Louis estaba sentado con las manos en su cabeza, es obvio que él no entendía nada de lo que estaba pasando, y yo no me sentía preparado para quitarle a Sheryl la ilusión tan grande que tenía con ese muchacho, porque es obvio que después de todo esto, él se alejará de ella, como… todo el mundo lo hace.

Saludé a Louis con un apretón de manos y me senté junto a él.
— ¿No te han dicho nada? —Rompí el silencio.
—No, nadie ha salido a decirme nada, Niall te lo juro que yo no le hice nada, ¡Te lo juro!
—Tranquilo Lou, yo lo sé.
—Ella sólo cayó en mis brazos desmayada—Recordaba con su mirada perdida.

La doctora se apareció por el pasillo de pronto, miró a Louis y luego me miró a mí, de tantas veces que había asistido a éste lugar ya me conocía perfectamente.
—Buenos días Niall.
—Buenos días, ¿Qué sucede con Sheryl?
—Sólo le dio un dolor muy fuerte de cabeza, pero ya está mejor, está dormida.
— ¿A qué se debe ése dolor?, no me diga que…
—Sí y será mejor que se quede ésta noche, avísale a los señores Birdwhistle y váyanse a casa. Ella estará mejor.

Asentí y con la mirada ordené a Louis que me siguiera, caminamos hasta fuera del hospital en completo silencio, pero Louis en un momento no me dejó camino para avanzar.
—Dime qué es lo que está pasando.
—Creo que eso es algo que ella debe decírtelo.
— ¡Está en el hospital! ¿Niall tu no entiendes? merezco saberlo.
—No insistas, de mi boca no va a salir nada—Lo empujé y caminé de regreso a la escuela.
Louis me observaba como tal perro observa a su dueño alejarse cuando lo abandona en carretera.

Louis versión.
Con todo esto, aprendí a que nadie iba a darme las cosas en mis propias manos, debía luchar por ellas.
Entonces, creo que deberé averiguar por mí mismo qué es todo lo que está sucediendo. Eso no sería hoy.

(…)

Los días pasaron… y pasaron. No había rastro de Sheryl por ningún lado, fui un millón de veces a su casa y nadie me abrió la puerta. No asistió a clases y eso lo sé porque revisé las listas escolares de asistencia.
¿Qué estaba sucediendo?

Niall con su boca cerrada no me servía lo suficiente.
Caminé solo hacia el comedor de la escuela, creo que era el centro de atención, todo el mundo me miraba, pero de una manera diferente. Sólo los ignoré, hasta que el chico de cabello rizado se acercó a mí con su charola repleta de comida.
—Louis necesito una explicación a todo esto.
— ¿De qué hablas?
—Todo el mundo está hablando de ti, ¿A qué se debe?
—Salgamos de aquí—Tomé su sándwich sobre la charola y le di una mordida, luego lo volví a poner ahí y Harry molesto caminó detrás de mi hasta llegar a los vestidores.
Estaba desierto.

— ¿Qué decían allá afuera? juro que no sé qué ocurre.
—Hablan de Sheryl y de ti, que no ha asistido a clase y la última vez que la vieron subió a tu coche, en verdad ¿Qué hiciste ahora Lou?
—Nada, no hice nada. Íbamos a salir juntos y luego se desmayó, la llevé al hospital y luego no he sabido nada más de ella. ¡Demonios, Harry! —Golpeé con fuerza la pared. —No sé qué sucedió con ella y nadie quiere decirme.
—Tranquilízate, no ganarás nada golpeando la pared.
— ¿Y si te golpeo a ti, ganaré algo? —Lo tomé de la camisa, luego me di cuenta de lo que estaba haciendo y lo solté.
—Louis, estás mal… deberías alejarte de ella, te hace mal.
— ¿Sabes qué es lo que me hace mal? no verla, necesito verla.
— ¿Desde cuándo se convirtió en una necesidad?
—Desde que me enseñó a utilizar mis sentimientos.

(…)
Después del colegio, de descansar, comer y claro, pensar en ella… mi madre me pidió que la acompañara a hacer algunas compras al centro comercial. Últimamente me tenía ocupado en todo momento para que no me deprimiera, pero eso lo veía imposible.
—Louis, ve al departamento de cosméticos y trae una crema para las arrugas.
—Mamá no voy a ir por eso, es muy femenino… me verán extraño.
— ¡Te he dicho que vayas!
—Está bien—Gruñí. Mientras caminaba al departamento de cosméticos observé que antes de éstos había un pequeño estante con libros, nunca en mi vida había leído un libro pero recordé que a ella le encantaba leer. Sobre todo los que eran románticos… como ése que no soltaba, ¿Cómo era el nombre? ah, si… “Eternos”. Entonces ése me llamó la atención, su nombre era “Club de los corazones solitarios” apenas puse mi mano para tomarlo, otra mano también lo tomó.
Rápidamente lo solté y ella también.
La miré.
Es ella.
Es Sheryl.
—S…Sh…Sheryl, ¡Eres tú! —La abracé y ella a mí, como si hace años no nos viéramos.
—Y supongo que eres tu—Su sonrisa de nuevo hizo que mi estómago sintiera esa adrenalina.
—¿Qué haces tomando un libro? pecador.
—Iba a regalártelo—Reí con cierto nerviosismo. —El día que te viera, pero creo que tu lo ganaste, ¿Qué ha pasado contigo? ¿Por qué no has asistido a clase?
—Eh…—Miró para todos lados sin responder. —Es una larga historia y debo irme.
— ¿Qué sucedió cuando te desmayaste? no he sabido nada, Sheryl.
—Luego hablamos, Louis—Dijo al darse cuenta que su madre estaba al final del pasillo observándonos y mirándola.
— ¿Cuándo? dime una fecha y una hora, no puedo estar así sin saber nada de ti.
—Yo… no sé… no lo sé Louis.
—Quédate conmigo, sólo hoy. Dile a tu madre que tienes que hacer cosas importantes, no lo sé, pero quédate—La tomé de la mano sin importar que su madre nos viera, yo estaba decidido a mostrarle al mundo que la amaba aunque ella no a mí.
—No puedo—Susurró. —Debo irme… tengo clases de música.
— ¿Música? ¿Desde cuándo te gusta la música?
—Desde que tengo que escaparme de ti.

Soltó mi mano y corrió hacia donde estaba su madre.

¿Música? —Soltó una carcajada. — ¿Realmente Sheryl te dijo eso?
—Sí, y luego se fue tras su madre—Me encogí de hombros. Harry era la única persona a la que podía acudir a hablar sobre lo que me sucedía a diario.
—Entonces sus clases de música deben ser muy importantes como para haberse salido de la escuela ¿uh?
—No lo sé Harry, tú debes saber algo, ¡Es tu vecina!
—Pero sinceramente no sé nada, nunca me ha interesado su vida… Haré un esfuerzo por ti y la vigilaré… unos días.
—Eso no es suficiente—Caminé hacia la ventana por la cual se podía apreciar perfectamente la casa de Sheryl.
—Quizá ella sólo te quiere como un amigo y ahora que ‘confundiste’ los sentimientos no encuentra la manera de alejarte.
— ¡Wow! eso dolió.
—Lo siento hermano, pero es lo más lógico, te he dicho miles de veces que te alejes de ella… no es… normal.
— ¿Qué no es normal? ¿Esto o ella?
—Ella—Bufó, Harry. —Mejor, vuelve a tu alocada vida.
—No veo mi vida sin ella, tiene algo que me encadena.
—Esto es tan deprimente—Harry sonrió. —Niall no quiere decir nada, ni ella tampoco, entonces ¿Qué más podemos hacer?
—Quizá Sheryl tiene un sueño de ser una artista famosa y cree que si nos cuenta nos burlaremos.
— ¡Brillante! ahora, Romeo. Ve y escala hacia su ventana y dile que sabes la verdad—Me dio unos pequeños empujones hacia la puerta que dirigía fuera de su cuarto.
—No sé si estás alentándome o corriéndome.
—Ambas, ahora ve—Cerró la puerta dejándome afuera.

Vaya, nunca nadie me había dado tantos ánimos como ahora, bah ¿A quién quiero mentirle? Mis piernas temblaban conforme me acercaba hacia la puerta de la casa de Sheryl, mi mano dudaba si tocar la puerta o alejarme temeroso como un bebé.

No sé si era algo bueno o malo el hecho de que estaba a punto de tocar cuando giré mi rostro y Sheryl estaba llegando a su casa, se aproximaba a mi caminando con una sonrisa, ¿sonrisa cortés? porque no creo que esté muy feliz de verme. Otra vez.

—Louis—Se acomodó el cabello. — ¿Qué haces aquí?
—Vine a visitar a Harry y pensé que no sería mala idea venir a verte.
—No debiste hacerlo, pero es bueno verte.
—Quizá ahora tengamos tiempo de platicar, ¿No lo crees?
— ¿No te cansas?
—Sí, claro que lo hago.
—Entonces, no deberías insistir a algo que es agotador.
—Lo es, pero sí lo es, es porque vale la pena.
—Esta bien, tu ganas—Sonrió nuevamente. —A tu coche supongo.
—Sí—Reí. — ¿No pedirás permiso?
—No, a ellos les da igual si llego o no… algún día tendrá que suceder.
— ¿Qué sucederá?
—Nada… nada.

Abrí la puerta del coche para que pudiera subir y luego yo imité el movimiento.
Encendí el motor y Sheryl como si fuera su propio coche, encendió el radio y lo puso en una estación de música lenta y romántica, estoy seguro que era su favorita. Y eso me encantaba.

El sol estaba en un punto medio, sus rayos eran notables pero no lastimaban, era perfecto.
(…)
Después de un viaje en completo silencio supuse que debía detener el coche, porque yo no tenía un rumbo fijo, con ella cualquier lugar sería perfecto. Lo único que quería era algo silencioso, algo tranquilo y… ¿único?

Bajamos del coche, ella no esperó a que abriera su puerta, eso me confundió.
Ella lo notó y rió al instante.
—No soy muy fanática a que finjas ser el chico caballeroso.
—Oh, lo… lamento—En efecto, ése calor que sentía en mis mejillas era un claro sonrojo.
—Sé como tú eres, me gustas más así.

¿Me gustas más? Ella dijo… “Me gustas más” o sea que técnicamente le gusto, ¡Le gusto!
Sonreí como estúpido.
—Dime qué estamos haciendo en una estación de trenes abandonada.
— ¡Hey! no está abandonada… estamos tú y yo aquí ahora. Y… pasan trenes de vez en cuando.
—Bien, si estamos tú y yo supongo que mis teorías son falsas, sabelotodo.

Nos sentamos sobre las vías. Esto sería peligroso, pero en efecto, estaban viejas y ya ningún tren pasaba por aquí. Estamos a salvo.

Sheryl se sentó con ambas piernas cruzadas sobre las vías, al igual que yo, traía un suéter gris y su cabello recogido, también lentes de sol.
—Te ves hermosa cuando la luz del sol está directo hacia ti.
—Oh vamos Lou, no me alagues que voy a sonrojar igual que tú hace unos momentos—Mierda, ella lo notó.
—Sher—Dije con dulzura. —Quisiera que me tuvieras la confianza que le tienes a Niall, y sé que eso no será posible ya que lo conoces desde hace muchos años, pero sabes que me importas muchísimo. Quisiera saber sobre ti, más bien, quisiera saber lo que escondes.
—No puedo confiarte todo, sólo confórmate con lo que ya sabes, así estamos bien… luego… quizá pensarías diferente sobre mí.
—Te querría aún más de lo que ya te quiero.
—No mientas—Bajó su mirada. —Sólo eres un conocido más, no podría considerarte mi amigo como para contarte… sobre mí.
—Bien, entonces…—Hice una pausa y me arrodillé, tomé su mano y traté de suavizar mi voz lo más que pude. — ¿Quieres ser mi novia?

Ella sonrió y puso su otra mano sobre la mía tomando una de sus manos.
—Deja de hacer esto—Susurró.
—Si dices que sí ya no seré un conocido más—Contesté.
— ¿Y si te digo que lo pensaré?
—Si dices que lo pensarás… no, no puedo aceptarlo.
—Dolerá cuando esto acabe.
—No tiene por qué acabar si tu no lo quieres. Yo nunca te dejaré.
— ¿No importa lo que pase?
—No importa.
— ¿Aunque…—La interrumpí sin dejarla terminar su pregunta.
— ¡No! no me importa si me dices que eres un alienígena y tu piel en realidad es verde, no me importa si me dices que tus padres me asesinarán… no me importa lo que el mundo diga.
—Sí.
— ¿Qué dijiste?
—Sí… sí quiero ser tu novia.

Sheryl versión.
Mis emociones eran tan altas que ni siquiera podía pensar en las consecuencias o en el futuro que nos deparaba, en éste momento sólo me importaba el presente.
Louis se acercó a mí, parecía que el momento de la verdad se acercaba, él iba a… besarme.
Yo nunca había besado a alguien en mi vida, ¿Y si lo arruino?, él debe ser un experto en esto, y ¿Yo? ¿Qué haré?
Tenía mucho miedo, él se acercó bastante pero yo sólo me moví.
— ¿Qué sucede? —Susurró a mi oído.
—Es que… nunca he besado a nadie.
—No te preocupes—Sonrió. —Yo tampoco.
—Mientes.
—Nunca he besado a nadie… no con el corazón—Me abrazó.

Awww que hermoso. .. :') que le pasa a Sheryl? Siguela

Ese abrazo duró más de lo que yo esperaba, lo que no quería comprender era la verdad en las palabras de Louis, todo duraría hasta el momento en el que yo lo decidiera porque si fuese por él, podríamos vivir pegados el uno al otro.
Claro, hasta que supiera la verdad, algo de lo que ni muerta iba a confesar. No si quería dejar de vivir en ésta vida de ensueño y fel...icidad por la que había esperado tanto tiempo.

Sinceramente creí que moriría sin algo así. Louis estaba conmigo y eso era algo que yo no podía creer o tal vez no quería hacerlo.
Me separé lentamente de él y lo miré a los ojos, buscando una respuesta, una razón a todo esto, ¿Por qué yo y no otra?

— ¿Qué tanto piensas? —Habló finalmente. —Será que no estás segura de tu decisión.
—Nunca he estado más segura de algo—Sonreí. —Temo por ti… si es que me quieres como dices—O me quieres como yo a ti, dije para mis adentros. —Y después salgas lastimado, no quiero eso.
—La única persona que tiene el poder de lastimarme eres tú, y realmente confío en que no lo hagas.
—Espero no hacerlo—Bajé la mirada.

Louis versión.
Ella estaba tensa, como si estuviera conmigo a la fuerza y es lo que yo menos quería, ¿Y si Harry estaba en lo correcto? ¿Y si ella sólo quería mi cariño como un amigo y yo lo estaba mal interpretando? ahora éste sería un gran sacrificio si sólo aceptó para no hacerme sentir mal.

Estoy alucinando, necesito descansar pronto.
—Quizá te imaginabas a un novio más apuesto, más gentil, más caballeroso.
—Mi mente no me dejaba imaginarlo porque siempre te reproducía en mi cabeza.
—Está anocheciendo—Cambié de tema al observar como el sol bajaba, todo parecía más tenebroso pero las estrellas apenas estaban haciendo presencia.
—No quiero que nos vayamos aún si es lo que estás queriendo decirme entre palabras—Frunció el ceño. Se acercó a mí y me rodeó el cuello con sus brazos.
Tanto puso su peso sobre mí que caímos al suelo frío, ella estaba sobre mí.
— ¿Qué haces? —Dije entre pequeñas risitas.
—No lo sé, esto es vergonzoso. Sólo finge que sabes qué es lo que hago y sígueme la jugada.
—Bien—Giré nuestros cuerpos para quedar yo encima de ella, sin poner todo mi peso sobre ella si no quería que muriera asfixiada.
—Creo que ahora es cuando trato de besarte—Sonreí malévolamente, Sheryl sólo abrió sus ojos como platos, esa expresión me recordaba a Harry… y que lo asesinaría cuando volviera a casa por invadir mis pensamientos en los mejores momentos.
Mis manos tomaban sus muñecas, ella estaba literalmente acorralada, no había mejor momento que éste.
Acerqué mi boca a la de ella pero se movió, provocando que besara su mejilla. Luego traté de acercarme nuevamente pero se movió al otro lado, ahora besé su otra mejilla. Sheryl no hagas esto más difícil.
—Te advierto que entre más te resistas peor será.
—No Louis, no—Reía a carcajadas sin ninguna razón, o quizá era porque me tenía como un idiota rogando por aunque sea uno de sus besos, más bien por nuestro primer beso.
—Agh ya no puedo más—Cuando ella estaba riéndose yo aproveché para plantarle un beso, primero estaba tensa pero después relajó su cuerpo y me siguió el beso. Me sentía tan bien, como si estuviera inyectando un poco de morfina en mi cuerpo la cual relajaba mis músculos. En unos instantes recordé que era su primer beso, físicamente y traté de ser dulce y delicado, luego me separé de ella lentamente y besé su frente.
—Te quiero—Susurré a su oído.
—No más de lo que yo a ti—Contestó.

Cuando menos lo pensamos estábamos acostados mirando el cielo, las estrellas… o bueno eso es lo que ella hacía, yo sólo me dediqué a observar su perfecta sonrisa en todo momento.
Sheryl tomaba mi mano como si no quisiera soltarla jamás.
—Nunca me había quedado a observar el cielo, y debo decir que cuando no estamos en la ciudad se pueden apreciar mejor las estrellas, sin toda esa iluminación artificial de la ciudad.
—Desearía que esto no acabara nunca.
—Igual yo—Contestó.

(…)

Once de la noche y mi carro estaba estacionándose fuera de la casa de Sheryl.
—Déjame acompañarte hasta la puerta.
—No Louis, se supone que salí yo sola a dar una caminata.
—Una caminata de… casi seis horas—Enarqué la ceja. —No dejaré que te regañen por mi culpa.
—No lo harán—Bajó del coche al igual yo, corrí hasta donde estaba ella y la tomé de ambas manos.
— ¿Estás segura? Sheryl, dime la verdad.
—Estaré bien Louis, hablas como si estuviera por entrar a la cárcel o algo parecido, es sólo mi hogar.
—Confiaré en ti.
—Está bien—Se alejó unos cuantos pasos y yo tomé su mano nuevamente.
—Hey, ¿no me darás un beso? digo… un segundo beso… el de despedida.

Ella me miró con una sonrisa y rodó sus ojos fingiendo fastidio.
—No lo sé.
—Me he portado bien, creo que lo merez... —Me interrumpió, pero no pudo haberlo hecho de una mejor manera que juntar sus labios con los míos, ella estaba besándome ahora, y eso se sentía tan bien.
Nada podía arruinar el momento a excepción de la voz masculina que escuchamos después.
— ¡Sheryl! —Ella se separó de mí rápidamente asustada, la voz provenía de la puerta de su casa ya abierta y un hombre que salía de ella. Su papá.
Mi funeral estaba cerca.

Mi cuerpo tembló, mis rodillas estaban debilitándose y Sheryl sólo sonreía torpemente, ¿Cómo podría ser algo así tan divertido?
Seguramente era su plan para deshacerse de mí. Ella finalmente tomó mi mano con fuerza, yo intentaba soltarla, no quería darle más motivos a aquel hombre para matarme sin piedad.
—Quizá no te había contado que tenía un hermano mayor—Comentó. —Chri...s ¡Ven acá! —Gritó.

Finalmente pude ver al hombre entre las sombras que se aproximaba, era un adolescente, probablemente tenía la misma edad que yo, su cuerpo era delgado pero musculoso, ojos color negro y una cara no muy amigable. Venía con fastidio hacia nosotros.
— ¿Qué demonios estás haciendo? —Susurró Chris a su oído, pero fue demasiado audible como para que yo pudiera escuchar.
—El es Louis—Dijo en voz alta ignorando su estúpida pregunta.”Louis, él es Chris, mi hermano mayor.

Genial, dije para mis adentros irónicamente.
Chris estrechó mi mano con repugnancia. Sólo se dedicaba a intentar dominarme, lo cual estaba muy lejos.
—Bien, no quiero ser grosero pero no deberías andar libremente tomada de su mano y besándose afuera de la casa, ¿Qué ya olvidaste todo, Sheryl? —Hablaba como si mi presencia no existiera más en ese círculo social.
— ¿Dónde están mis padres?
—Salieron. Tienes suerte que haya sido yo el que abriera esa puerta. No puedo explicar cuan furioso estoy—Claro que puedo notarlo, amigo. Tu sudor en la frente no es en vano. Aunque yo me preguntaba, ¿por qué?
—Está bien, tranquilo, no sucede nada.
—Si sucede, te espero adentro. No tardes, Sheryl.
Chris se retiró dando pasos largos y pesados para al final completarlo con un golpe al cerrar la puerta.
— ¿Cuál es su problema? —Dije finalmente. —Su comportamiento fue muy grosero y créeme que no quise decir nada porque es tu hermano y estamos en tu casa.
—Louis tranquilízate, demasiado tengo con él.
— ¿Es un hermano celoso?
—No… no te imaginas—Dijo con inseguridad.
— ¿Sucede algo?
—Suceden muchas cosas, pero… tienes que irte ya, antes de que mis padres lleguen y se den cuenta que estás aquí.
—Quisiera poder enfrentarlos algún día… si tan sólo tú me dejaras.
—No será hoy, ni mañana—Besó mis labios cortamente, dejándome con ganas de más.”Ahora vete.
—Está bien, me voy, pero paso por ti mañana en la mañana.
—Eh… ¿Para qué?
—Ir a la escuela, ¿duh? hace mil años que no vas—Dije ya por dentro del coche.
—No te molestes en hacerlo, no iré mañana.

Sheryl versión.
O realmente debería decir, no iré nunca. No pienso volver a la escuela. No después de todo esto.
—Te marco más tarde para hablar sobre esto—Dijo Louis completamente sereno, luego aceleró y se alejó de mí en su coche.
Entré a la casa convertida en una especie de mujer ebria la cual todo le parecía felicidad, hasta que mi hermano estaba ahí frente a mí con la cara de pocos amigos y sus brazos cruzados.
— ¿Cuál es tu problema? —Dije con fastidio mientras subía los escalones.
—Mi problema es—Hizo una pausa para jalonearme del brazo y ponerme frente a él. —que todo se te hace sencillo, ¿Qué demonios estabas haciendo? y ¿De dónde vienen? Sheryl, ésta es la última vez que te cubro.
—Nunca me has cubierto de nada, nunca había hecho nada… hasta hoy.
—Exacto, y no quiero que vuelva a suceder, si tu no terminas con Louis, porque me imagino que están saliendo, lo haré yo.
— ¿Terminarás con Louis? ¿También son novios ustedes dos? —Me burlé de la situación. Chris no le encontró el lado gracioso. Golpeó la pared con su puño.
—Maldición, Sheryl… ¿Qué no entiendes? él no te quiere realmente, y si se entera de todo esto ¡Nunca te querrá! nadie nunca te ha querido más que nosotros, sé que te estoy lastimando con mis palabras pero prefiero que sea yo a que alguien más, ¿comprendes? él te va a abandonar cuando menos lo esperes. O dime, ¿Quieres que alguien esté contigo por lástima?
—No deberías ser tan duro conmigo—Traté con todas mis fuerzas de no llorar, pero, fue en vano.
—No entiendes por las buenas.
—Es fácil para ti decirlo porque has tenido todo, mientras yo estoy aquí encerrada en cuatro paredes. Louis me QUIERE—Remarqué. —Yo lo sé, el no podría estar mintiéndome.
—Creí que eras lo suficientemente madura como para comprender.
—Y yo creí que eras mi hermano, pero ahora veo que eres uno de esos que te empujan cuando no estás mirando—Lo miré anonadada para después subir al cuarto como una fiera.
Golpeé la puerta para hacer presente mi ira y rompí en llanto.
Chris no podía tener razón.
Louis me quiere, yo lo sé.
Soy una basura, nadie nunca va a quererme.
—Sólo piénsalo—Escuché una voz del otro lado de la puerta, Chris nuevamente. —Si no terminas con él tendré que decirle todo, es algo que tú no quieres. Te doy tres días.
— ¡Tú no puedes! —Grité.
—No me retes—Sus pasos cada vez eran más lejanos, eso es señal de que estaba alejándose.

Me acurruqué en mi cama y abracé la almohada, cerré mis ojos aunque el llanto seguía, hasta quedarme dormida.
No duré mucho ya que el sonido de mi celular me despertó. Antes de contestar miré la hora.
Dos de la mañana.
Contesté con mi voz adormilada.
— ¿Sí?
—Dije que llamaría más tarde—Escuché un susurro, mi piel se erizó y sentí esas mariposas en mi estómago al reconocer su voz. Louis, es él.
—Define tu significado de más tarde… son las dos de la mañana, Louis ¿Qué te ocurre?
—No he podido dormir desde que te dejé en tu casa, ¿te encuentras bien?
—Sí, me encuentro bien—Sin contar la discusión de mi hermano y el tener que terminar contigo antes de que alguien más lo haga.
—Estoy tan feliz de que ahora pueda decir que eres mi novia—Rompió mi corazón. Sollocé.
— ¿Sheryl? ¿Estás llorando?
—No, no estoy llorando—Mentí. —Yo también estoy fe…liz.
—No me mientas, tú estás llorando, dime ahora mismo qué sucede.
—No sucede nada, lo siento Louis, tengo que colgar—Si no quiero comenzar a llorar de nuevo desconsoladamente.
—No por favor no cuelgues—Suplicó. —Si cuelgas puedo hacer una locura.
—Lo siento—Colgué.