"Born To Die" (Louis Tomlinson y tu)

Ahh Niall es un amor defendiendola :3 quiero que sea my boyfriend * y quien no quisiera* jajajaj:)
Oou a la fiesta no Nialer a la fiesta nooo..
Siguela porfavooooooor
Domi xx

Pase de páginaaaaa yujuuuuuuu

Un largo y aburrido camino que debía recorrer nuevamente, mi gasolina se iba a agotar en cualquier momento y yo me encontraba ya conduciendo en la carretera, sólo oraba porque mi viaje no se terminara aquí, en medio de la nada.

Cuando llegué estacioné mi coche al principio de esa hacienda. Eran las dos de la mañana, todos ya se estaban despidiendo, la fiesta se estaba apagando, otros seguían tomando y bailando como si la noche no acabara nunca. Centré mi mirada en el bar del lugar, el único chico que se encontraba sentado ahí con una copa, pantalones entubados y unos tirantes ridículos que iban desde su pantalón hasta sus hombros. Esperé hasta que él notara mi presencia por sí mismo, lo cual, no tomó mucho tiempo; apenas y pudo mirarme giró su rostro nuevamente.
—No me evadas Louis, sabes que volví para aclarar algunas cosas contigo.
—Yo no tengo nada que aclarar contigo—Se puso de pie. —Así que vete o haré que te saquen.
—Ya no soy un niño de quince años y creo que tú tampoco, podemos arreglar las cosas hablando allá afuera—Apunté. —Al menos que quieras irte directo a los golpes, lo cual no negaría tengo tantas ganas de sentir mi puño en tu rostro.
—No eres un niño de quince pero si tienes esa inmadurez—Louis soltó una carcajada y caminó hacia afuera con su cerveza en las manos, yo lo acompañé por atrás. Llegamos a un lugar privado, alejado de los demás donde nadie podía escucharnos y la música era casi inaudible.
—Comienza—Dijo Louis, en realidad no esperaba que el accediera a hablar, así que nunca tuve en mente qué demonios iba a decirle o de qué manera.
—No, tú comienza por explicarme qué demonios le hiciste a Sheryl.
— ¿Eres su novio o algo así? nunca la dejas en paz.
—Me dedico a cuidarla, que es diferente… ¿Y tú? no eres nada, supongo.
—Quizá no lo sea, pero no lo sé—Desvió su mirada. —Pronto.
— ¡No! —Me apresuré a contestar.
—Déjame adivinar, Horan. Eres el típico amigo con ilusiones falsas ¿Cierto? dime ¿Desde cuándo llevas cargándole sus libros y ella no te hace caso? no te quiere, y a mí… se nota que babea por mí.
—Le cargo sus libros desde los tiempos en los que tú ni siquiera sabías quién era ella, sólo quiero lo mejor para ella y tú no lo eres, mucho menos por tu expresión de ‘babea por mí’ ¡Por favor! te conozco y sé que las cosas son al revés.

Louis versión.
Trataba de ser ‘yo’ mientras conversaba con Niall, el problema es que nunca fui realmente ‘yo’. Ahora sí lo era, sentía que si quería algo con ella a quien debía acercarme primero debía ser a éste guardaespaldas que no la dejaba un segundo sola. ¿Qué demonios digo? yo no puedo enamorarme y menos de ella… una chica común sin ninguna gracia.
Niall con su mirada intentaba intimidarme, y ni se diga con sus brazos cruzados mostrándome sus pequeños y desarrollados músculos.
—Dime Louis, ¿Qué es lo que quieres de ella que no puedan darte las demás? sólo te pido distancia, no quiero que la lastimes, eso es todo.
—Dime la razón por la cual ella es tan importante. Dime ¿Por qué te hace quererla sin siquiera conocerla?
— ¿Tú?… ella… ella… ¿Te gusta? —Dijo Niall con dificultad, yo sólo sonreí a medias, creo que el momento de sinceridad había llegado, pero ni siquiera yo conocía mis sentimientos.
—Eso creo—Dije tímidamente.
—No te creo.

Sheryl versión.

No entiendo qué punto de mi vida era en el que me encontraba, entre la desilusión y el engaño, creo que la desesperación por querer vivir me llevó a un camino equivocado, el no pensar, el sólo querer hacer las cosas sabiendo las consecuencias e ignorarlas.

Exactamente dos horas pasaron, dos en las que yo me dediqué a mirar al techo, en mi casa aún tenían fiesta de año nuevo también, familiares riendo, cantando en el karaoke, gritándome para bajar y divertirme con ellos, pero yo estaba agotada física y mentalmente.
Luego tocaron mi puerta, sólo la observé abrirse, ahí estaba Robert, mi hermano mayor con el teléfono inalámbrico de casa en sus manos.
—Es para ti—Extendió su mano, yo susurré.
— ¿Quién es? —Un susurro casi inaudible.
—No lo sé, un chico—Cerró la puerta de mi cuarto, estaba yo sola y el sonido de la música allá abajo. Contesté.
— ¿Sí?
—Sheryl, ¿Eres tú? —Escuché la voz adormilada de Niall, podía asegurar que estaba debajo de sus cobijas sin nada que hacer, igual que yo.
—Sí Niall, ¿Qué sucede? ¿No puedes dormir?
—Te necesito.
— ¿Estás ebrio? ¿Ahora sí? —Reí. —Anda corta la llamada y ve a descansar.
—No entiendes, te necesito aquí afuera de la hacienda donde fue la fiesta de H…—No lo dejé terminar para comenzar a discutir.
— ¿Qué? ¿Qué haces ahí Niall? ¡No me digas, no quiero saberlo! —Grité desde el otro lado del teléfono.
—No entiendes, ven por favor.
— ¿A qué regresaste? Maldita sea, está bien, allá voy—Colgué.
Salí de mi casa y sorpresivamente nadie se dio cuenta, todos estaban muy en sus asuntos, cantando, bailando, tomando alcohol y demás. Marqué a una estación de taxis y esperé aproximadamente 5 minutos debajo del techo de mi hogar.
Cuando finalmente llegó, me di cuenta de que estaba lloviendo, lloviendo como nunca antes había llovido, un viento no tan fuerte pero tan helado que podía congelar mi rostro en cualquier gesto.

Subí al taxi y le dije a donde se dirigiera, presentía que el viaje no sería para nada barato. No podía dejar de pensar en todas las cosas que sucedieron en esa fiesta y en la clara demostración de que algo tan hermoso puede derrumbarse en tan sólo segundos.
— ¿Qué hace una señorita saliendo a éstas horas de la madrugada con frío y lluvia? —Comentó el taxista, el cual ya habíamos formado una amistad de tantas veces que lo usaba.
—Debo ir a salvar a Niall.
—Niall siempre en aprietos, deberías dejarlo que un día solucione sus problemas el solo—Dijo con disgusto. —Es un poco torpe.
—Es demasiado torpe, pero le debo muchas—Reí.

Entonces, hubo un momento en el que la espera terminó, bajé de ese taxi pero el agua que caía del cielo parecía ser cada vez más y más y yo sin nada con qué cubrirme. El taxi se alejó y yo me quedé en la entrada de la hacienda la cual estaba casi inundada y llena de lodo por todos lados, me quedé ahí y tomé mi celular para marcarle a Niall.

Niall ...versión.
Mi teléfono comenzó a sonar. Contesté.
— ¿Hola?
— ¿En dónde estás Niall? ¡Demonios! ¿Sabes que llueve? —Se quejó. —Estoy afuera del lugar, mojándome.
—Lo siento linda, ahora voy—Colgué sin siquiera decirle adiós. Louis me miraba casi suplicándome con los ojos que le dijera de quién se trataba.
—Ella ya llegó—Dije indiferentemente, aún no me daba muy buena espina, realmente no sé por qué hacía esto, pero los ojos de ese chico creo que lo podían todo, y se podía notar a kilómetros de distancia que tan sólo supo que ella regresó y su respiración se agitó, estaba más que nervioso.
—Niall muchas gracias.
—No, no tienes que agradecer, sólo espero que la chica que está allá afuera regrese con una sonrisa en sus labios ¿Escuchaste? si no, créeme que no vivirás para contarlo.
—No te preocupes, ahora… a cumplir el plan.
—Claro, saldré por atrás en mi coche y recuerda lo que hablamos, no te atrevas a…
—Está bien, Niall, entendí—Asintió con su cabeza y por primera vez me sonrió, sentí que esta vez estaba siendo sincero, no quiero equivocarme porque gracias a esto Sheryl podría sufrir y la culpa no sería de Louis, si no mía.

Salí por la puerta de atrás y ya no pensaba volver.

Louis versión.
Creo que, en cualquier situación hubiera sabido qué hacer excepto en ésta. Tomé un paraguas y salí con mucha velocidad a buscarla donde Niall me indicó que se encontraba. Mientras caminaba practicaba mentalmente algunas frases que podría decir y miles de formas en las que me podría disculpar. Sé que al final esto no importaría porque terminaría diciendo lo que menos imaginé.
Llegué hasta la entrada y ahí la observe debajo de un techo, el del estacionamiento. Estaba cruzada de brazos mirando hacia su celular, no se había percatado de que yo me aproximaba pero al parecer ella estaba molesta. Y tenía sus razones.

Bien Louis, es ahora o nunca. Nunca me senté a reflexionar sobre éste momento, un momento en el que mis perspectivas cambiaran, en el que pudiera ver las cosas de una manera diferente, algo con más color. Mi madre siempre me decía “Ojalá algún día llegue alguien que te quite lo gruñón” oh vaya quién lo diría, quizá ese ‘alguien’ ya llegó y siempre estuvo en el lugar que menos pensé.

Me acerqué a ella, bajé el paraguas y con un pequeño susurro la hice saltar del susto.
—Ho… hola.
— ¿Qué haces tú aquí? —Dijo molesta e impactada, como si esperara a cualquier persona excepto a mí.
—Yo…—No me dejó siquiera comenzar a hablar.
— ¿Y Niall? ¿Dónde está?
—El…—Una luz en el camino pude ver internamente, el mejor pretexto de todos se me había ocurrido. —Está en el baño, le cayó mal la comida y me pidió que viniera por ti para que no te mojaras más.
— ¡Já! —Se burló. — ¿Y de cuándo acá ustedes son tan amigos?
—La vida da mil vueltas—Sonrió a medias.
—Espera, no sé qué hago sonriéndote, no te lo mereces—Se cruzó de brazos y me dio la espalda.
—No lo hagas entonces, yo sólo vine para llevarte con Niall—Me fulminó con la mirada pero finalmente accedió. Caminó muy cerca de mí con el paraguas sosteniéndolo con sus manos, lo único que sabía hacer a la perfección era fingir que no la miraba mientras sí lo hacía.

Llegamos hasta dentro de una de las pequeñas casas que había en la hacienda, ella lo primero que hizo fue observar cada rincón y luego llevar la mirada hacia mí.
— ¿Dónde está él?
—En los baños de afuera—Rodeé mis ojos.
— ¡Mientes!
—No, no miento—Se acercó a mí y chocó su fuerte mirada contra la mía, es algo que no puedo explicar, como si mientras me miraba pudiera saber qué es lo que pensaba, cuando estaba con ella no me sentía libre ni en mis pensamientos. Todo lo llevo con cuidado.
—Está bien, tu ganas.
— ¿Qué es lo que quieres con esto? ¿Qué más quieres lograr? ¿Qué te odie? porque créeme que no estás muy lejos de eso.
—Quiero que me perdones, por lo que sucedió hace rato—Bajé mi mirada. —Me equivoqué Sher, y quiero decirte que cuando salimos y nos sentamos a jugar con esas rocas nunca fue mi intención hacer nada de lo que dijo el ebrio de Harry.
— ¿Ah sí? claro Louis, deja de hacerte el sufrido.
—Es verdad. Si tan sólo me escucharas te podría decir todo, sin mentiras.
— ¿Niall no está aquí? —Cambió el tema repentinamente, estaba acabando con lo que quedaba de mi paciencia.
— ¡No! Niall no está, se fue para que yo pudiera hablar contigo, él habló conmigo primero y créeme que no planeo dañarte, hasta él me tiene advertido. Escucha—Me apresuré a hablar, antes de que ella me interrumpiera como suele hacerlo. —Admito que mis intenciones al principio si eran las que Harry te dijo pero, ya no lo son, debes creerme. Me di cuenta que eres diferente a todas las demás, Niall me dijo que eras especial, única y realmente quiero saber por qué.
—No, realmente no querrías saberlo, si no, pensarías todo lo horrible de mí.
— ¿Qué dices?
—Nada—Giró su rostro evadiéndome. —Creo que no fue bueno venir y Louis, yo no guardo rencor, está bien todo entre nosotros ahora, te creo.
—Ahora dime tú lo que te pregunté.
—Dejemos ese tema de lado, no importa… son cosas personales.
—Está bien—Me senté en uno de los sillones del pequeño living del lugar. —Si necesitas hablar sabes que estaré yo.
— ¿Qué es todo esto? —Sonrió. —Llegaste de la nada a mi vida y quieres saber todo sobre mí y te importo… o eso es lo que parece.
—Ni yo lo sé.
— ¿Qué pretendes? —Susurró sentándose junto a mí. —No deberías estar tan cerca de alguien como yo.
— ¿Crees en el amor a primera vista?

O.o estuvo re bueno el cap.
Me encantó la última parte :)
Siguela hermosa :)))
Domi xx

AAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!!!
Sigue! Sigue, o proto estare así -----> :imdead:

Un largo y aburrido camino que debía recorrer nuevamente, mi gasolina se iba a agotar en cualquier momento y yo me encontraba ya conduciendo en la carretera, sólo oraba porque mi viaje no se terminara aquí, en medio de la nada.

Cuando llegué estacioné mi coche al principio de esa hacienda. Eran las dos de la mañana, todos ya se estaban despidiendo, la fiesta se estaba apagando, otros seguían tomando y bailando como si la noche no acabara nunca. Centré mi mirada en el bar del lugar, el único chico que se encontraba sentado ahí con una copa, pantalones entubados y unos tirantes ridículos que iban desde su pantalón hasta sus hombros. Esperé hasta que él notara mi presencia por sí mismo, lo cual, no tomó mucho tiempo; apenas y pudo mirarme giró su rostro nuevamente.
—No me evadas Louis, sabes que volví para aclarar algunas cosas contigo.
—Yo no tengo nada que aclarar contigo—Se puso de pie. —Así que vete o haré que te saquen.
—Ya no soy un niño de quince años y creo que tú tampoco, podemos arreglar las cosas hablando allá afuera—Apunté. —Al menos que quieras irte directo a los golpes, lo cual no negaría tengo tantas ganas de sentir mi puño en tu rostro.
—No eres un niño de quince pero si tienes esa inmadurez—Louis soltó una carcajada y caminó hacia afuera con su cerveza en las manos, yo lo acompañé por atrás. Llegamos a un lugar privado, alejado de los demás donde nadie podía escucharnos y la música era casi inaudible.
—Comienza—Dijo Louis, en realidad no esperaba que el accediera a hablar, así que nunca tuve en mente qué demonios iba a decirle o de qué manera.
—No, tú comienza por explicarme qué demonios le hiciste a Sheryl.
— ¿Eres su novio o algo así? nunca la dejas en paz.
—Me dedico a cuidarla, que es diferente… ¿Y tú? no eres nada, supongo.
—Quizá no lo sea, pero no lo sé—Desvió su mirada. —Pronto.
— ¡No! —Me apresuré a contestar.
—Déjame adivinar, Horan. Eres el típico amigo con ilusiones falsas ¿Cierto? dime ¿Desde cuándo llevas cargándole sus libros y ella no te hace caso? no te quiere, y a mí… se nota que babea por mí.
—Le cargo sus libros desde los tiempos en los que tú ni siquiera sabías quién era ella, sólo quiero lo mejor para ella y tú no lo eres, mucho menos por tu expresión de ‘babea por mí’ ¡Por favor! te conozco y sé que las cosas son al revés.

Louis versión.
Trataba de ser ‘yo’ mientras conversaba con Niall, el problema es que nunca fui realmente ‘yo’. Ahora sí lo era, sentía que si quería algo con ella a quien debía acercarme primero debía ser a éste guardaespaldas que no la dejaba un segundo sola. ¿Qué demonios digo? yo no puedo enamorarme y menos de ella… una chica común sin ninguna gracia.
Niall con su mirada intentaba intimidarme, y ni se diga con sus brazos cruzados mostrándome sus pequeños y desarrollados músculos.
—Dime Louis, ¿Qué es lo que quieres de ella que no puedan darte las demás? sólo te pido distancia, no quiero que la lastimes, eso es todo.
—Dime la razón por la cual ella es tan importante. Dime ¿Por qué te hace quererla sin siquiera conocerla?
— ¿Tú?… ella… ella… ¿Te gusta? —Dijo Niall con dificultad, yo sólo sonreí a medias, creo que el momento de sinceridad había llegado, pero ni siquiera yo conocía mis sentimientos.
—Eso creo—Dije tímidamente.
—No te creo.

Sheryl versión.

No entiendo qué punto de mi vida era en el que me encontraba, entre la desilusión y el engaño, creo que la desesperación por querer vivir me llevó a un camino equivocado, el no pensar, el sólo querer hacer las cosas sabiendo las consecuencias e ignorarlas.

Exactamente dos horas pasaron, dos en las que yo me dediqué a mirar al techo, en mi casa aún tenían fiesta de año nuevo también, familiares riendo, cantando en el karaoke, gritándome para bajar y divertirme con ellos, pero yo estaba agotada física y mentalmente.
Luego tocaron mi puerta, sólo la observé abrirse, ahí estaba Robert, mi hermano mayor con el teléfono inalámbrico de casa en sus manos.
—Es para ti—Extendió su mano, yo susurré.
— ¿Quién es? —Un susurro casi inaudible.
—No lo sé, un chico—Cerró la puerta de mi cuarto, estaba yo sola y el sonido de la música allá abajo. Contesté.
— ¿Sí?
—Sheryl, ¿Eres tú? —Escuché la voz adormilada de Niall, podía asegurar que estaba debajo de sus cobijas sin nada que hacer, igual que yo.
—Sí Niall, ¿Qué sucede? ¿No puedes dormir?
—Te necesito.
— ¿Estás ebrio? ¿Ahora sí? —Reí. —Anda corta la llamada y ve a descansar.
—No entiendes, te necesito aquí afuera de la hacienda donde fue la fiesta de H…—No lo dejé terminar para comenzar a discutir.
— ¿Qué? ¿Qué haces ahí Niall? ¡No me digas, no quiero saberlo! —Grité desde el otro lado del teléfono.
—No entiendes, ven por favor.
— ¿A qué regresaste? Maldita sea, está bien, allá voy—Colgué.
Salí de mi casa y sorpresivamente nadie se dio cuenta, todos estaban muy en sus asuntos, cantando, bailando, tomando alcohol y demás. Marqué a una estación de taxis y esperé aproximadamente 5 minutos debajo del techo de mi hogar.
Cuando finalmente llegó, me di cuenta de que estaba lloviendo, lloviendo como nunca antes había llovido, un viento no tan fuerte pero tan helado que podía congelar mi rostro en cualquier gesto.

Subí al taxi y le dije a donde se dirigiera, presentía que el viaje no sería para nada barato. No podía dejar de pensar en todas las cosas que sucedieron en esa fiesta y en la clara demostración de que algo tan hermoso puede derrumbarse en tan sólo segundos.
— ¿Qué hace una señorita saliendo a éstas horas de la madrugada con frío y lluvia? —Comentó el taxista, el cual ya habíamos formado una amistad de tantas veces que lo usaba.
—Debo ir a salvar a Niall.
—Niall siempre en aprietos, deberías dejarlo que un día solucione sus problemas el solo—Dijo con disgusto. —Es un poco torpe.
—Es demasiado torpe, pero le debo muchas—Reí.

Finalmente pude decir lo que sentía o al menos un poco, dar justo en el blanco. Ella me miró con su mirada confusa, pero aún así no podía dejar de sonreírme. Hasta cuando estaba enojada sonreía, es lo que adoraba de su personalidad.
... — ¿Cuál es el punto? —Se puso de pie mientras me daba la espalda, imité sus movimientos. La lluvia cada vez era más intensa que se podía escuchar con más claridad desde donde nos encontrábamos.
—No lo sé, yo mismo intento averiguar el punto pero… no lo sé. Quizá necesito un poco de ayuda ¿sabes? no puedo hacer esto yo solo.
—Louis, no te entiendo.
—Dime, ¿Qué no entiendes?
— ¿Te enamoraste de mí? —Nunca alguien había sido tan directo conmigo, hasta el día de hoy, esa pregunta es la misma que yo me hacía, ¿me enamoré de ella? ¿Realmente lo hice o es sólo un capricho más? Creo que para empezar nunca habría enfrentado a alguien como Niall por un simple capricho.
—No te quedes así, serio… contéstame Louis.
— ¿Qué tiene de malo si así fue?
—No lo sé… no sabría decirte si me mereces o… te merezco—Bajó la mirada. En ése momento un trueno bastante fuerte se escuchó desde el cielo, las luces parpadearon dos veces y luego se apagaron por completo. Era una hacienda en medio de la nada, no había nada cerca, la luz se fue en todo el lugar, todo estaba obscuro completamente, lo único que nos iluminaba era la luz de la luna que entraba por la ventana.
Aproveché para tomarla de su mano al observar lo asustada que estaba cuando las luces parpadearon, cuando aún podía mirarla.
—Tengo miedo—Susurró.
—No tienes por qué tenerlo—Apreté su mano. —Yo estoy aquí para cuidarte y sabes, no dejaré que la simple luz interrumpa nuestra conversación.
—Es irónico, quiere protegerme la misma persona que tiene el poder de lastimarme—Soltó mi mano y observé cómo se abrió la puerta del lugar, Sheryl se había escapado a estas horas de la madrugada, plena lluvia y obscuridad en todos lados.
— ¡Sheryl! —Grité mientras corría tras de ella, pero no podía ver nada.

Corrí durante minutos, desgraciadamente cuando tuve la dicha de encontrarla ella estaba subiéndose a un auto, al parecer un taxi. Ahí es cuando mis ilusiones comenzaron a morir, una por una en un proceso demasiado lento. Quizá sólo huye de mí, pero no la dejaré ir tan fácil.

(…)

Dos semanas sin saber de ella, este tiempo fue eterno para mí, pero hoy finalmente era el día en el que regresábamos de esas cortas vacaciones decembrinas para volver a la escuela. Me dediqué a seguir a Harry en cada movimiento que hacía, el iba en el mismo salón que Sheryl, pero aún así me negaba a que él se enterara de algún sentimiento que yo pudiera estar sintiendo.

Sheryl versión.
—Deja de ocultarte cobarde—Me decía Niall mientras caminábamos, yo tras de él esperando no encontrarme con Louis en los pasillos.
—No entiendo cómo es que odiabas a Louis y ahora lo amas—Me quejé.
—No lo amo—Rió. —Tampoco lo odio, es un chico más para mí… no somos compatibles—Bromeó.
—Ja-Ja—Comentario sarcástico.
—No me has querido decir qué sucedió aquel día en el que te abandoné, ¿Qué te dijo Louis para que te ocultes de él así?
—Nada… no me dijo nada.
— ¿Te ofendió?
—No.
— ¿Te confesó su amor? —Dijo entre carcajadas, obviamente bromeaba pero si tan sólo supiera que su broma es un cien por ciento verdadera. Al notar mi rostro pálido dejó de reírse.
— ¿Entonces sí te confesó su amor? —Dijo de golpe, sus ojos se abrieron de par en par.
—N…no, no así como lo dices.
—Sheryl—Se puso frente a mí y me tomó de las manos.”A ti también te gusta, entonces ¿Por qué te escondes?
—Cállate Horan—Seguí caminando. — ¿Tú como sabes que a mí me gusta él? ¿Uh? claro que no, no digas tonterías.
—A mí no me engañas.
—Tú sabes que eso sería imposible, tú me conoces, Louis no merece a alguien como yo… mírame.
—No, no, no—Me fulminó con la mirada. —Quizá Louis sería el hombre más afortunado del mundo con alguien como tú, eres única.
—Claro que lo soy, dime quién mas de éste colegio tiene ‘eso’ que tengo yo—Enfaticé.
—El punto es…—Rodó sus ojos. —que huyes del amor, el te quiere, tú lo quieres, ¿entonces qué esperas?
—Ni siquiera lo conozco bien.
—Conócelo, quizá después te des cuenta que no es como tú pensabas, es mejor o peor.

Seguimos caminando tranquilamente, teniendo una charla hasta llegar al salón de clases, el cual me parecía eterno, cuando un chico con la respiración agitada, quien no podía siquiera hablar ya que parecía que había corrido un maratón se paró justo frente a los dos y nos impidió el paso.
—Sheryl… ¿Podemos hablar?
—Louis… ¿qué es lo que quieres? —Miré a Niall, él sonrió.
—Yo me voy—Maldito Niall, siempre abandonándome cuando más lo necesito, algún día iba a vengarme, lo juro.

Observé dolorosamente como Niall se alejaba caminando por el pasillo, yo aún tenía que ver los horarios y después entrar a clase, lo cual faltaban como veinte minutos. Luego mi mirada se dirigió hacia Louis y mi estómago sentía miles de cosas, mi mente reproducía tantas alucinaciones hasta que él pasó su mano en el aire por mi rostro.
— ¿Hay algu...ien ahí? —Bromeó.
—No entiendo, ¿Qué haces hablándome? ya pasó lo que tenía que pasar.
— ¿A qué te refieres?
—Déjame en paz Louis, no te vuelvas a acercar a mí.
— ¿Qué te hice yo? sólo quiero hablar contigo acerca de…—Lo interrumpí.
— ¿Acerca de ti?, creo que ya me has dicho lo suficiente.
—Acerca de… nosotros.
—Entre nosotros no existe nada y no existirá—Caminé dejándolo de pie, sólo… como debía estar, o al menos así estaría durante los próximos dos minutos, en cambio yo, hasta que encontrara a Niall.

Me acerqué hasta los horarios y sorpresivamente tenía libre la primera y segunda hora, así que decidí irme a la gigantesca biblioteca de la escuela, un lugar donde podía leer tranquilamente, en silencio y despejar mi mente de todo este caos

Fueron pasos rápidos y largos que se convirtieron en lentos y hacían el camino aburrido, toda mi vida era aburrida, me supongo que la forma de caminar no sería la excepción. Llegué a la biblioteca, dejé mi bolso en una repisa y apunté mi nombre en el cuadernillo el cual debías hacerlo, y el motivo por el cual estabas ahí.
—Motivo.... hm ‘escondite secreto’—Dije en voz alta mientras escribía.

Adoraba este lugar por el simple hecho de ser tan grande y hermoso repleto de libros, y lo mejor de todo es que no eran libros educativos, si no literarios. Llegué a mi sección favorita, ‘romance’ antes era ‘ciencia ficción’ pero desde que me di cuenta que no puedo tele-transportarme a ningún lugar decidí cambiarla por romance, creo que es más difícil conseguir un amor de libro que intentar volar.

Comencé a leer los nombres de cada uno, siempre me gustaba sacarlos y leer la parte de atrás, así camine por los pasillos hasta que tomé uno que era bastante llamativo, con su pasta color vino y las letras en plateado, cuando lo saqué no me gustó para nada lo que vi.
— ¿Qué haces aquí? —Louis estaba del otro lado del pasillo asomando su cabeza por el hueco donde se encontraba ese libro, no sabía si reír o intentar huir. —Espera, no me digas que has estado siguiéndome.
—No te lo diré, pero sabes que lo estoy pensando—Sonreí.
— ¿No te cansas?
—Claro que lo hago, pero luego recuerdo que se trata de ti y se me olvida.
—Eres atosigante.
— ¿Ahora podemos hablar?
—Está bien, comienza—Dije hablando por el mismo hueco donde él estaba asomando su rostro, luego noté que las personas dentro de la biblioteca me miraban extraño y decidí poner otro libro en el lugar y esperar a que Louis diera la vuelta y llegara hacia donde yo estaba.

No tardo ni dos segundos y lo primero que hizo fue mirar mi libro.
— ¿Qué es eso?
—Un libro, ¿no los conoces? ¡Qué irónico!
—Claro que los conozco—Frunció el ceño y luego me lo arrebató y leyó el nombre de éste, sonrió a medias a esa portada y me miró. — “Eternos… cuando el amor se niega a morir. Kristen Miller—”.
—Deja de molestarme—Le quité el libro de sus manos de nuevo.
—No te molesto, esto es… demasiado cursi.
—Yo lo llamaría romántico y si no tienes otra cosa que hacer mejor retírate.
—Hey tranquila, bien a lo que vine—Suspiré. —Quería decirte que tal vez piensas que soy un torpe o lo que sea que estés pensando, respecto a cómo me comporte aquella noche. Sí lo soy, un tonto, un idiota, todo lo que quieras pero déjame decirte que yo no solía ser así… hasta que conocí a una chica por casualidad que leía un libro debajo de un árbol en el jardín de la escuela.

Louis versión.
Cada palabra que dije fue tan cierta, estaba siendo directo pero a la vez misterioso, eso me agradaba, algo de mí que no conocía. Me dediqué a mirarla a los ojos y ella también a mí, como si sólo existiéramos nosotros aunque estábamos rodeados de personas.
— ¿Qué intentas decir?
— ¿Quieres que te lo dibuje? —Dije sarcásticamente, ella golpeó mi brazo con tanta fuerza que sólo me causo gracia.
— ¿Qué quieres que te diga, Louis?
—No me digas nada, después tendremos mucho tiempo para eso—Susurraba, ya que nos encontrábamos en una biblioteca.
—Louis van a sacarnos de aquí, no debemos hacer ruido.
—Está bien, entonces no hagamos ruido—La tomé de la mano y la acerqué a mí, me daba risa que ella no tenía ni idea de lo que estaba a punto de hacer, o tal vez si ya que no se alejaba de mí, poco a poco me acerqué cada vez más hasta sentir su respiración y su perfume, iba a besarla en los labios, estuve a punto de hacerlo… pero me arrepentí, así que le di un tierno beso en la mejilla.

Ella sólo arrugó su nariz tiernamente y luego de besar su mejilla me observó firmemente, nunca me había sentido tan nervioso al tener una mirada sobre mí, no se comparaba con las veces que ella me observaba.
... — ¿Qué hiciste? —Susurró a mi oído.
—No lo sé, pero si quieres podemos repetirlo—Bromeé. Ella solo golpeó de una palmada mi hombro y luego me tomó de la mano, todo fue tan mágico. Sentí que mi corazón dejó de bombear la sangre hacia el cerebro, me sentía estúpido al no poder reaccionar.
—Salgamos de aquí—Contestó. Después me llevó hacia la salida de la biblioteca, donde soltó mi mano, que al parecer en lugar de algún signo de cariño era más un ‘eres demasiado idiota para salir de la biblioteca por ti mismo’. Estábamos frente a frente pero en un pasillo lleno de personas que nos observaban, ser el centro de atención no era mi fuerte, tengo muchos amigos pero no era el más popular, pero todos sabían cómo era con las chicas.

Veían a Sheryl como una víctima más, sin saber que la víctima era yo.
— ¿Y no tienes clase? —Finalmente rompió el silencio.
—Sí… bueno, no…
— ¿Tienes o no? —Enarcó la ceja.
—Tenga o no… eso no importa ahora, o bueno al menos a mí no.
—Louis—Dijo con un cierto tono de reclamo.
—Sólo quiero estar contigo—Supliqué dulcemente, en mi vida me imaginé haciendo cosas como éstas.

Entonces, sentí que alguien palmeó mi espalda, giré mi rostro y era nada más y nada menos que Harry, Sheryl lo observó fríamente y le dedicó una de sus más fingidas sonrisas, tenía todo el derecho después de lo que Harry dijo en su fiesta aquel día, pero al menos él no le tomaba importancia.
— ¡Hermano, te he buscado durante casi una hora! —Esbozó una sonrisa, tan típico de Harry.
—No pudiste llegar en un mejor momento—Musité.
—Con permiso—Sheryl pasó por en medio de nosotros dos y caminó lejos de nosotros, quería detenerla pero sé que si lo hago Harry no se irá, así que decidí dejar que se alejara, luego habría más tiempo para hablar con ella. O aclarar mis ideas.

Entonces miré a Harry asesinamente, su sonrisa desapareció al instante.
— ¿Qué?
— ¿Qué? ¿Todavía preguntas, idiota?
— ¿Qué hice mal ahora?
— ¿Qué no hiciste mal? mejor dicho.
—No te entiendo Lou, sólo me acerqué a saludar, que ella se haya ido es diferente, yo no la corrí.
—Detesta tu presencia.
—Y tú dijiste que no querías nada con ella ¡No te entiendo!
—Olvida todo lo que alguna vez te dije, tienes que ayudarme.
—Ayudarte, ¿A qué?
—A conquistarla, no sé como… conquistarla.
— ¿Enserio? —Rió burlonamente— ¿Tú, Louis Tomlinson no sabe como conquistar a una mujer?
—Es que, ella es especial, es diferente a las demás—Era ridículo y un poco idiota que cada vez que hablaba de ella una sonrisa y yo ni siquiera me daba cuenta de ello.
—Bueno, primero que nada, quita esa cara de idiota que todos nos observan y me das pena, y segundo, sígueme.

Sheryl Versión.

No tengo las palabras adecuadas para explicar qué tanto aborrecía a Styles, sobre todo el hecho de que iba en mi curso y todas aquellas personas que presenciaron el teatrito de la fiesta de fin de año también van en mi curso. Seré la burla de todo el mundo. Mi vida es demasiado corta como para quedarme ahí entre la espada y la pared.
Mientras caminaba a pasos largos ese pasillo vacío que más que nada parecía un pasillo sombrío de hospital por las noches que de un lugar para estudiar. Todos estaban en clases y yo ya no podía regresar a la biblioteca, así que me dirigí hacia la cafetería.

Me acerqué hasta donde servían la comida, tenía hambre y un chico de espaldas estaba arreglando unas cosas o quizá… cocinando. Me recargué en la barra y me dediqué a observarlo hasta que me atendiera. El se giró y me miró con sus ojos más abiertos que nunca.
— ¿¡Sheryl1? ¿Qué haces aquí? ¿No tienes clase? —Dijo preguntas de golpe, una tras otra, yo solo sonreí ampliamente.
—Lo mismo me pregunto yo de ti, Liam—El adorable Liam, con una red sobre su cabello color azul, una bata blanca y guantes en sus manos. — ¿Qué haces atendiendo la cafetería?
—Es mi… empleo—Bajó la mirada. —Decidí atender en horas de clase y así… nadie se diera cuenta, pero por favor no le digas a nadie que…
—No diré nada, pero ¿Cuándo estudias?
—Estudio en casa.
—Esto es tan extraño, pero no tengo el humor de averiguar… el punto es que venía por un sándwich pero ya se me quitó el apetito al verte.
— ¿Tan horrible soy? —Sonrió.
—Un poco incómodo de ver.

Louis versión.
— ¡Vamos Lou! no puede ser tan difícil… repítelo conmigo ‘me - gustas’
—No, no puedo decirlo, es decir, si puedo pero frente a ella no podré, todo esto es complicado, soy un idiota… a ella le gustan los hombres románticos y ¡Mírame! soy patético, no voy a gustarle nunca.
— ¡Cállate! —Me abofeteó ya demasiado enojado—Pareces una chica hablando así, aunque será algo difícil, tú eres alérgico a éstas cosas.

—Aunque, debe haber alguna cura para ésta alergia—Dije risueño.
... —Esa alergia se llama amor y déjame informarte que ya es demasiado tarde, ya te he perdido—Me tomó de los hombros. —Acabas de entrar a algo de lo cual ya no podrás salir, condenaste tu alma.
—Se siente bien.
—Por ahora—Rodó sus ojos.
— ¿A qué te refieres?
—No me gusta estropear las cosas pero, tú no sabes si ella piensa en ti como tú en ella, así que…
—No te gusta estropear las cosas, pero lo haces muy bien—Gruñí. Luego la campana sonó, debo ir a clases, éste día sería muy largo.

(…)

Harry versión.
Después de tener las primeras horas libres caminé desganado hacia el aula, primera clase y mi favorita: matemáticas. ¿Ya había comentado que me encantaba? claro, me gustaba a tal grado que reprobaba la materia para volver a verla el año siguiente, y el siguiente.
Entré y lo primero que hice fue saludar a las chicas que estaban al principio, pero mi mirada se fijó justo en una de las esquinas del salón, en el último asiento. Las hice a un lado con delicadeza y caminé hacia ella, hacia Sheryl.
Me caía mal y la aborrecía tanto pero Louis me amenazó así que debo llevarme bien con ella, total… será mi nueva ‘hermana’ quizá no sea tan desagradable después de todo.
El odio que nos teníamos nosotros dos se podía percibir en el aire que respiro, con tan solo mirarnos podíamos saber qué pensábamos sobre el otro, por lo menos ella ya me habrá matado unas tres veces en su mente.
Me acerqué.
Su cabeza estaba baja pero observó mi silueta en el piso. Alzó su mirada y al poco tiempo la desvió de la mía.
— ¿Te equivocaste de asiento? —Dijo con ese tono tan peculiar que solía odiar.
—No sabes cuánto lo desearía, esta vez vengo contigo.
—Bien, ya llegaste ahora retírate.

La profesora entra y todos comienzan a acomodarse en sus respectivos lugares, por primera vez me siento frente a ella, escucho como me maldice en silencio y río. Antes de que la clase comience oficialmente giro mi cuerpo y la miro nuevamente. Ésta vez de manera diferente, con una sonrisa.
— ¿Qué pretendes?
—No lo sé, creo que no pretendo nada, más bien trato… de ser amigable.
— ¿Desde cuándo te interesa tanto ser amigable conmigo? te recuerdo que no me has tratado bien, nunca.
—Lo de la fiesta, no sabes cuánto lo lamento… estaba abrió no sabía lo que hacía, pero ahora estoy totalmente sobrio.
—Bien por ti, no me interesa, ¿sabes?
— ¿Te es tan difícil perdonar a las personas?
— ¿Has escuchado esa frase de que ‘el amor que das es el amor que recibes’? —En ese momento me miró fijamente, Louis tenía razón, su mirada es tan pesada que te hace ponerte nervioso al instante, intenté desviarla pero aún la sentía encima de mí.
— ¿Señor Styles? ¿Puedo seguir con mi clase? —La chillona voz de la maestra de matemáticas se hizo presente, giré a verla y todos me observaban, discretamente me acomodé en mi lugar y fingí que prestaba atención.
Sheryl ganaba esta competencia. Harry cero, Sheryl uno.

(…)
Sheryl versión.
Apenas el timbre sonó tomé mis libros y salí casi volando del aula, esperaba que Harry dejara de acosarme o intentar ‘ser amable’ de él nunca puede venir nada bueno, nunca. Todo el tiempo que llevo de conocerlo lo dedicó a hacerme sentir mal y avergonzarme delante de los demás.

De pronto sentí que alguien puso sus manos en mi cintura, reaccioné rápidamente pero me tranquilicé al observar que era Niall. Creo que todo el mundo pensaba que yo y él algún día seríamos pareja, algunos pensaban que en realidad éramos novios, pero no es así y nunca lo será.
— ¿Qué tal tu primer día de clases?
—Sólo he tenido una clase, matemáticas—Niall rió.
— ¡Qué suerte la tuya! yo he tenido cuatro hasta ahora, y sabes en el cambio de hora te vi con Louis, ¿duraron mucho tiempo platicando desde que te dejé a solas con él?
—Niall si tú supieras—Suspiré.
—Dime para saberlo entonces.
—Louis es tan torpe, es realmente un tonto pero sabes, lo peor de todo es que…—Susurré a su oído. —Me encanta que sea así.
—Estás loca Sher, realmente loca.
— ¿Y si es él?
— ¿De qué hablas?
—De aquel cuento de la infancia que teníamos… puede que Louis sea el chico que he esperado durante todo este tiempo, mi primer amor—Comencé a decir varias estupideces a la vez. Niall se paró frente a mí y me tomó por los hombros.
—Sheryl, no puedes decir eso del primer chico que ves, sabes si te ilusionas demasiado rápido puedes salir lastimada y eso es lo que yo no quiero.
—Déjame soñar, Niall.
—El problema es que sueñas despierta, querida.
— ¿No te gusta verme así? feliz.
—Me encanta verte feliz, por eso es que te digo todo esto.
—Quiero apresurarme antes de que sea… demasiado tarde, no quiero…—Niall puso su dedo índice en mi boca.
—No hables más sobre eso.
—Si Louis supiera, si él tan sólo supiera me vería diferente, el no debe enterarse.
—Louis no sabe lo afortunado que es.

Louis versión.
Descubrí que si quería tenerla conmigo debía cambiar mucho, algo realmente drástico y Harry no me sería de gran ayuda, el único que puede ayudarme es Niall y el sólo vigila cada uno de mis movimientos, como si estuviera esperando que fallara para alejarme de Sheryl.

... Caminando por los pasillos saludando a casi toda la escuela los observo, ellos dos platicando, riendo. Niall cargaba el bolso y los libros de Sheryl mientras iban hacia el jardín, sentí una punzada en mi estómago, no sé qué es lo que eso significa.

Ésta es la primera vez que me siento inferior a una persona, como si no fuera demasiado, me sentía poca cosa, alguien totalmente reemplazable.
Dudaba en acercarme o no, pero bueno, las cosas nunca serían gratis si no me arriesgaba y ponía un poco de mi parte, así que con todo el miedo del mundo me acerqué a ellos, con mi mente inundada de situaciones en las que me rechazaban, estaba lleno de “¿Y si todo sale mal?” pero nunca pensaba en el “¿Y si todo sale bien?”.
Mientras caminaba hacia ellos sentía como mis nervios aumentaban, creo que después sería una verdadera molestia, esta es la segunda vez en el día en el que los interrumpía, estuve a punto de hablar detrás de ellos, pero Niall me miró antes de que yo pudiera decir algo. Duró tanto tiempo mirándome que eso causó que Sheryl también me observara, sentía ambas miradas aniquilándome por dentro, ¿es normal querer desaparecer ahora?
No podía hablar, no con Niall frente a mí. Bajé mi mirada y caminé hacia el frente, como si mis intenciones nunca hubiesen sido hablar con ella en algún momento.

Me dirigí hacia el jardín de la escuela, donde estaban mis amigos como siempre, jugando football y otros sentados en las bancas gritando y platicando sobre chicas, me fui por el team tranquilo.
Estaban Zayn, Harry y Liam, quien no lo había visto en todo el día.
Los saludé y me senté con ellos.
Sólo platicaban de muchas cosas, de todo lo que se les viniera a la mente pero sinceramente mi cabeza no podía procesar ninguna simple oración, sólo la observaba, cada movimiento, cada sonrisa. Cuando ella miraba hacia donde yo estaba simplemente miraba a otro lugar, no quería que se diera cuenta de que la observaba. Es inútil.

Y los demás chicos seguían platicando, yo sólo sonreía y asentía, es de esas veces que estas acompañado, rodeado de personas pero te sientes solo. Así me siento yo, solo.

Conquistarla sería lo más difícil si incluyes la presencia de su guardaespaldas Niall Horan. La campana sonó, Niall le dio un beso en la mejilla a Sheryl, le entregó sus cosas y se alejó como si tuviera mucha prisa, el camino ahora estaba libre para mí, me paré y me di cuenta que los chicos ya no estaban, no había nadie en el jardín. El receso y las clases habían pasado, ya era hora de salida y yo no me había dado cuenta por estar mirando a esa chica.
¿¡Qué demonios me sucede!?

Camino hacia ella con mi mente más desordenada que mi habitación, estaba a punto de ponerse de pie, entonces observé a mi alrededor, había un rosal así que corté una rosa con cuidado y la escondí detrás de mí. Estaba junto frente a ella ahora, con su mirada fija en mí.
—Louis—Sonrió. — ¿Qué haces aquí? deberías estar en tu casa.
—Esperaba el momento adecuado para hablarte, espero no molestarte.
—Claro que no lo haces—Caminó. La seguí.
—Dime la razón por la cual caminas con tus manos en la espalda—Dijo risueña. Entonces saqué la rosa de su oculto lugar y se la mostré, ella no reaccionó como yo esperaba.
—Ah, una rosa—Sonrió.
—Es… es para ti—Tartamudeé notoriamente.
—Gracias, pero no me gustan las rosas.
— ¿Qué? ¿Cómo que no te gustan?
—Mírala, tiene espinas y puedo lastimarme, aparte, si miras a tu alrededor puedes verlas por doquier, en todos lados hay rosas.
— ¿A qué viene todo esto?
—No me gustan las cosas normales.
—Eso dolió—Admití, luego dejé caer la rosa al piso.
—Me gusta ser sincera, tuve una mala experiencia con las rosas—Rió.
— ¿Podrías contármela?
—En otro momento, cuando tenga más tiempo.

Llegamos al lugar de siempre, la esquina donde esperaba a su madre quien la recogía después de la escuela, después de eso, mis intentos de ofrecer llevarla a su casa serían en vano.
—Eres una chica ocupada ¿uh?
—Desearía serlo—Bufó. —Soy la persona más inactiva que puedas conocer, no me dejan hacer nada.
—Entonces, deberías dejarme ir a visitarte o invitarte a salir, yo podría…—Me interrumpió, como siempre, nunca me dejaba terminar nada.
—Tendría que escapar de casa para poder salir contigo—Dijo en un tono de ironía, sacasmo y chiste. Yo lo tomé de otra manera a la que ella lo dijo.

El carro de su madre llegó.
—Ya llego mi mamá—Hizo un gesto con su boca. —Y tú no deberías estar aquí—Bajó la mirada.
—Nos vemos Louis.
—Espera—La tomé de su mano, ésta vez no la solté.
—No aquí, no enfrente de mi mamá—Entonces la solté y susurré:
—Dame tu número de celular, teléfono de casa ¡Algo! ...lo que sea.
—En otro momento, lo prometo.
—Todo en ‘otro momento’—Dije fastidiado. Sentí como sus labios chocaron con mi mejilla, besó mi mejilla, ¡La besó!, sentí como la sangre se subió hasta ellas tornándolas de un color rojo, ella rió y subió al coche.

Yo me quedé ahí de pie, pensando en cómo valió la pena esperar durante tanto tiempo por un beso en la mejilla. Sólo uno.

Después de ese sentimiento tan poco común en mí supe que nada sería diferente después, nada.
... Llegué como normalmente lo hago a diario, estacioné mi coche al lado del coche de mi madre y abrí la puerta con mis llaves enredadas entre ellas mismas.

La casa estaba completamente sola, a estas horas mi madre recogía a las gemelas de la escuela mientras Lottie y Fizzy esperaban por ella también. En estos momentos agradecía ser el mayor y tener un auto.
Me tiré en la cama de mi habitación y mi mente reproducía y reproducía cada mágico momento en el que Sheryl sonreía cuando me veía. Sonará estúpido que algo tan simple pueda causarme tanta emoción. Es la primera vez que me siento así y no sé qué hacer.

Una chica como ella probablemente nunca se fije en alguien como yo, pero si ella no quiere estar junto a mí, entonces dejaré que el ‘destino’ nos una algún día. Siempre en momentos es alegre y luego me pone un límite, se aleja, su actitud es realmente extraña. Necesito hablar con Niall.

Decidí volver a la escuela y buscarlo antes de que se fuera.

Sheryl versión.

Ésta vez corrí con la suerte de que mi madre no me dijera absolutamente nada sobre Louis, mucho menos por haberle besado la mejilla. Claro, todo esto era demasiado bueno para ser verdad. Estacionó el coche y justo antes de bajar de éste comenzó a hablar.
—Veo que no importa que tanto te lo digamos, no vas a dejar de ver a ese chico.
—Me alegra que te des cuenta—Afirmé. —Y no gasten su tiempo diciendo cosas que yo no obedeceré.
—Sabes que no me agrada, pero lo aceptaremos tu padre y yo, sólo por ti.
—Mamá no hables así, sólo somos amigos.
—Lo sé, lo sé…—Suspiró. —Sabes que sólo queremos lo mejor para ti y si que nosotros te apoyemos te hace feliz, entonces así será.”Sólo espero no tener que decirte algún día ‘te lo dije’.
—Quiero arriesgarme a ser feliz—Susurré.

Después de eso, creo que nada podía ser mejor que tener el apoyo de tus padres a hacer algo que quieres, en mi caso no era nada del otro mundo, pero para ellos era como dejar a un ave en libertad sin aún haberle enseñado a volar.
Está bien si esa ave quiere aprender por sí sola… caer y volver a intentar, cometer sus propios errores.

Louis versión.
Buscaba a Niall por cada pasillo vacío de la escuela, pero era algo inútil. Luego llegué a la cafetería y observé a un chico rubio comiendo solitariamente, no había absolutamente nadie aparte de él.

Me acerqué hasta que pudiera notar mi presencia pero eso no ocurrió hasta ponerme justo al frente, donde llevó su mirada contra la mía sin dejar de comer. Alzó una ceja y se limpió los labios con una servilleta.
— ¿Se te ofrece algo? —Dijo con un tono de voz molesto.
—Sí, demasiadas cosas. Necesito hablar contigo de algo muy importante.
— ¡Qué lástima! justo estaba comiendo para irme al trabajo de aquí, no tengo tiempo… lo siento—Se puso de pie dejando su comida a medias.
— ¿Desde cuándo trabajas?
—Desde que te vi cruzar ésa puerta—Señaló Niall.
—Creí que todo estaba bien entre nosotros.
—No Louis, no te confundas, que te haya permitido acercarte a Sheryl no significa que yo te adore, te sigo vigilando, estoy esperando que hagas algo mal para golpearte—Apretó su puño. Mis profecías eran ciertas, Niall sólo esperaba a que yo cometiera un error para dejarme inconsciente, algo que no pudo hacer en la fiesta de fin de año.
—Entonces, ¿Por qué lo hiciste si me detestas tanto?
—Porque… ella me lo pidió—Rodó sus ojos. —Ahora déjame pasar, quiero irme a casa.
—No Niall, por favor necesito hablar, es sobre ella, necesito saber.
—A ver—Se cruzó de brazos. — ¿Qué quieres saber? —Bufó.
—Todo, quiero saberlo todo y tú eres la única persona que puede decírmelo, Niall. Sus reacciones, por qué la proteges tanto, por qué dice que es diferente, dímelo. Te daré lo que quieras, lo que sea, sólo pídelo.
—Mi silencio no tiene ningún precio—Bajó su mirada, cualquier cosa que me indicara algún tipo de ‘rudeza’ en él había desaparecido, era un Niall diferente, su mirada se obscureció.
—Niall, te lo suplico, esto es diferente, yo la quiero de verdad.
—Bien, si tanto la quieres como dices y te quedas a su lado para siempre entonces… no morirás sin saberlo.

Luego se alejó completamente, no lo detuve porque lo que me dijo no tenía sentido alguno y a la vez… sí.