"Born To Die" (Louis Tomlinson y tu)

O en su traducción, "Nacer para morir". Es totalmente diferente a las demás, espero poder llegar a ustedes con ésta novela como lo he hecho con todas las demás, ojalá les guste ♥.

PRIMERA LECTORA. (Creo)
Me encanta siguela pr favor:)
Por si necesitas chicas me gustaria estar con harry si se puede claro:)
Tu fiel lectora
Domi xx

NUEVA LECTORA!! Me llamo Ainhoa y que puedo decirte me encanta tu novela!! Siguel plisPD: si necesitas chica para Nialler aqui estoy yo.

En el comedor de la escuela, a punto de que esa larga fila se moviera y entonces pudieran servirme lo que había hoy. Llegó mi turno, la cocinera era muy amable con todos, excepto conmigo, si no fuera un lugar público no dudaría que escupiera la comida antes de dármela.

Con una sonrisa en mis labios giré mi cuerpo y visualicé cada mesa y cada persona que estaba en ella, mis amigos estaban en una esquina del lugar, pero, algo captó mi atención. Aquella chica de cabello color café, ojos avellana, su cabello atado y su mirada a el mismo libro que la otra ocasión, creí que no la vería de nuevo.
Caminé hacia ella, estaba sentada en el comedor sola, ella, la comida y su libro, parecía no importarle.
— ¿Está ocupado? —Dije apenas y me miró, señalando una de las sillas, ella sólo negó con su cabeza, pero no se tomó la molestia de mirarme, toda su atención la robaba aquel libro. Me senté frente a ella y me dediqué a observarla, hasta que volviera a mirarme, una vez más.

No fue así, terminó de comer y se levantó sin decirme una sola palabra, al parecer le daba igual, yo me puse de pie igual y no la dejé pasar, fingí que nuestros pasos coincidían, nos movíamos como tontos de un lado a otro, hasta que bajó su libro y alzó su mirada, de nuevo.
—Oye, deja de hacer eso—Sonrió ampliamente.
—Tú deja de hacerlo, no me dejas caminar.
—Vaya—Cruzó de brazos. —Entonces, espero a que tú pases y luego me voy yo—Su sonrisa era tan contagiosa que solté una pequeña risita, ella igual lo hizo y luego me miró a los ojos. — ¿Qué es tan gracioso?
—No lo sé, lo lamento—Sin dejar de sonreír me rodeó para así poder salir del comedor, me quedé estático al momento en el que ella se alejó, dejando el olor a su perfume floral.
Luego una mano se posó sobre mi hombro, volteé un poco horrorizado, pero, era Harry.
—Te observé desde el otro lado del lugar—Alzó sus cejas. —No me digas que tu próxima víctima es Sheryl.
—No, no—Negué con la cabeza. —No me llama tanto la atención.
—Ah entonces llama tu atención.
—No.
—Sí, acabas de admitirlo bro—Río. —Sabes, no me importa, aunque estoy un ciento diez por ciento seguro de que ella no te hará caso, ni en un millón de años.
—No hables con tanta seguridad Harold.
—Yo lo sé Lou, ¿Cuánto quieres perder?
—Está bien, apostemos.
—Habla.
—En tu fiesta de año nuevo—Susurré. —Me acostaré con ella, si es así, serás mi esclavo por un mes.
—Y si no lo es, tú serás mi esclavo—Completó. Terminamos esa estúpida e infantil apuesta estrechando nuestras manos.

Nunca una chica se ha resistido a mí, Sheryl no sería la excepción.

Horas después, a la hora de salida de nuevo la misma rutina, caminé por el gigantesco pasillo, mientras sonaba mis llaves al aire, justo en ese momento la vi nuevamente, ella caminaba cerca de mi coche en ese momento para cruzar la calle, corrí antes de que lo hiciera.
— ¡Hey! —Me detuve frente a ella mientras respiraba un poco agitado.
—Bien, ¿me estás siguiendo o algo así?
—No, no—Negué estúpidamente con la cabeza. —Louis Tomlinson—Estiré mi brazo esperando que ella lo estrechara. Dudó algunos segundos mirando mi mano, después, la tomó y la sacudió levemente tres veces.
—Sheryl Birdwhistle—Sus labios se alargaron formando una hermosa sonrisa, ella es una de las mujeres más encantadoras que había visto, pero no la más hermosa.
—Interesante apellido—Reí. Apartó su mano de mí y la ocultó entre los bolsillos de su suéter.
—Lo odio—Bufó. Luego, un coche se estacionó contra esquina de nosotros, en el mismo lugar que ayer, Sheryl lo miró y caminó unos cuantos pasos.
— ¡Ya llegaron por mí! —Sonrió. —Nos vemos luego… Louis.
—Espera—Tomé su mano, pero al percatarme de ello la solté rápidamente.
— ¿Qué sucede? —Giró su cuerpo para verme directamente.
— ¿Irás a la fiesta de Harry de fin de año?
— ¿Harry Styles?
—Sí, el mismo.
—No lo sé, ¿Tú irás?
—Sí.
—Bien, entonces, nos vemos ahí—Después de ello siguió caminando hasta subir al coche, quien lo conducía una señora al parecer era su madre.
Subí a mi coche igualmente y conduje hasta mi casa. Hogar dulce hogar.

Sheryl versión.
— ¿Quién era ese chico? —Apenas pude sentar mi trasero en el auto mi madre comenzó con su interrogatorio, ella odiaba que cualquier chico se acercara a mí, justo igual que mi hermano y mi papá, los comprendía pero en ocasiones eran un poco sobreprotectores, yo lo único que quería era sentirme libre, y nunca los había decepcionado, ni les había dado razones.
—Un estudiante de la escuela—Miré hacia la ventana, intentando no darle importancia.
—Tomó tu mano, Sheryl, si tu papá se entera de esto no te irá nada bien.
—Mamá, está bien ¿sí?

El corto viaje de la escuela a casa fue tan frustrante que sólo quería salir de ése auto. Cuando finalmente llegamos a casa, entré con mi mamá detrás de mí y mi padre estaba mirando el televisor, justo antes de que pusiera un pie sobre el escalón mi mamá habló.
— ¿A dónde vas señorita? tenemos algo de qué hablar—Yo sólo rodeé los ojos y luego los miré con el rostro más angelical que pude haber hecho jamás.
— ¿Qué ocurre? —Mi padre por primera vez despegó sus ojos del televisor y me miró.
—Ocurre que tu hija está coqueteando con un chico y… no lo sé.
— ¡Sheryl!
— ¡No digan estupideces! —Grité. —Tengo derecho a tener amigos del sexo opuesto.
—Ellos no te ven como amiga hija—Dijo mi padre en un cierto tono de ironía. —Sólo queremos protegerte.
—Aunque ya es demasiado ¿No lo creen?, escuchen… yo no le tengo miedo a nada de eso, temo a no vivir todas las cosas que siempre he querido.
—Sólo te ilusionarás y te romperán el corazón, creo que ya hemos hablado de esto—Dijo mi madre.
— ¿Y eso qué? —Intenté guardar todo dentro de mí. —Quiero saber qué se siente amar y ser amado, quiero saber qué se siente una decepción, llorar por las noches, estar enamorado.
— ¡Cállate! no soportaré que sigas diciendo estas tonterías—Dijo mi papá.

Tomé mis cosas y subí corriendo las escaleras rumbo a mi habitación, donde me encerré y poco a poco me fui deslizando de la puerta hasta caer al suelo helado.
Tomé con mis manos aquellas hojas sin importancia, a las que quizá mi mamá les llama “análisis” era basura para mí, luego, lo rompí en miles de pedazos hasta que nada sirviera y lo tiré al bote de basura.

Mientras observaba a la nada, en mi ventana aterrizó un pequeño pajarito color gris, lo observé, cada movimiento, era tan pequeño en un lugar tan alto. Luego me acerqué a él, pero se alejó, alzó sus alas y comenzó a volar, a veces me preguntaba ¿Qué se sentiría ser un ave? ser así de libre y volar a los lugares que quieras. Bien, eso definitivamente nunca lo iba a saber ya que, aunque quisiera no iba a despertar un día siendo un ave.

Ainhoa escribió:NUEVA LECTORA!! Me llamo Ainhoa y que puedo decirte me encanta tu novela!! Siguel plisPD: si necesitas chica para Nialler aqui estoy yo.

Gracias :D y trataré LOL tengo otra de Nialler pienso hacer otra :) solo que no se como poner fotos me podrias decir? Saludos :) xx

Me encanta siguela pr favor:)
Por si necesitas chicas me gustaria estar con harry si se puede claro:)
No entiendo porque Lou es asi -.-'
Tu fiel lectora
Domi xx

Louis Versión.
...
Las vacaciones decembrinas habían comenzado a partir del día de hoy, lo primero que hice fue lanzar mis cuadernos por toda la habitación, sabiendo que cuando volviera a clases juntaría cada una de ellas.
Detestaba el hecho de que mi mente estaba llena de… “Sheryl” en cada rincón de ella me hacía recordar su sonrisa, su amabilidad, ¿Qué rayos?
Decidí visitar a Harry, él mejor que nadie sabría que decirme con ésta situación tan extraña.

(…)
— ¡Já! —Soltó una carcajada mientras estábamos sentados en el césped de su jardín. —Te lo dije, te lo dije—Tarareaba.
—Estás equivocado Harry.
—No lo estoy, o dime ¿sigue en pie aquella apuesta?
— ¡Claro que lo sigue! —Me exalté.
—Tranquilo bro—Sonrió. —Si no quieres, no se hará nada, por mí está bien… te hace falta… hm… enamorarte—Dijo con dificultad.
—No sabes lo que dices—Negué con mi cabeza. —Y mucho menos de ella, me causa asco, no es mi tipo, no.
—El problema aquí Louis es que ninguna es tu tipo, quizá te gustan los alienígenas.
—Quizá—Le regalé mi mejor media sonrisa, todo estaba bien.

Sus palabras me molestaban un poco, ya que odio que me digan cómo ser o qué hacer, a mi me gusta mi vida y mi forma de ser, mientras yo no sea lastimado y los otros sí, no me interesa.

O eso quiero creer.

Decidí marcharme de casa de Harry, caminaba por las calles silenciosas de la ciudad, ya todo estaba obscurecido, aunque eran las siete de la tarde, sólo se iluminaban gracias a los faroles de la calle, nada más. Mis manos heladas dentro de los bolsillos del pantalón caminé cerca de lo que parecía ser una frutería, una señora afuera vigilando sus frutas, por el otro lado una mujer comprando manzanas tomó su bolsa con tres manzanas dentro y luego caminó en sentido contrario hacia mí, traía unos jeans con una gabardina y su cabello recogido con un listón, ambos nos miramos fijamente, claro que ese rostro podría reconocerlo en cualquier lugar.
—Ho…hola—Tartamudeé. Esperen, ¿Yo? ¿Tartamudear? esas palabras no van juntas.
—Hola—Escondió las manzanas detrás de ella y luego tomó mi mano para hacernos a un lado, ya que interrumpíamos el lugar donde caminaban las personas, luego dijo con un tono muy bajo.
—Esto ya es algo extraño, últimamente te he visto en todos lados—Soltó una pequeña risita la cual, tenía algo que me gustaba mucho.
—Creo que tú eres la que me acosa—Bromeé. — ¿Qué haces aquí?
—Salí a caminar y quise comprar un poco de fruta, ¿acaso eso es ilegal?
—No—Sonreí. —Yo vengo de la casa de… Harry.
—Oh—Asintió. —Vivimos algo cerca Harry y yo—Jugaba con sus manos después de haber guardado las manzanas en un bolso de su gabardina, casi nunca me miraba a los ojos las pocas veces que habíamos hablado y eso me parecía tierno, jamás una chica me había evitado, jamás.
—Ya que estamos aquí… ¿Te invito a tomar algo? —Me ofrecí, en realidad no sé si era por querer tener su confianza antes de llevarla a la cama en la fiesta de Harry o… sólo quería tener una charla con ella.
—No, lo siento no puedo—Miraba hacia todos lados, como si estuviera ocultándose de algo, todo excepto a mí.
— ¿Sucede algo?
—No… sólo…—Suspiró, un suspiro demasiado audible. —Debo irme a casa.
—Te notas muy nerviosa, ¿Te acompaño?
— ¡No! —Alzó su voz, estaba tensa—Aléjate de mí, creo que eso es lo mejor—Me hizo a un lado con un leve empujón en mi hombro, me sentí una basura a la cual patear.

Razón número una por la cual no debes enamorarte, primero son amables contigo y luego te desechan, menos mal que yo soy esa persona que se deshace de los demás. Nadie juega conmigo, nunca.

Caminé tras de ella durante todo el camino, no iba a dejarla ir con ésta obscuridad hasta su hogar, aunque en efectivo era como si me hubiera regresado a la casa de Harry, vivían a tan solo tres casas de diferencia. Cuando ella entró a su casa yo caminé aún más, de regreso a casa de Harry, quien estaba afuera jugando con un balón de fútbol, solitariamente.
Me miró sorpresivamente.
— ¿Y tú? —Dijo risueño, como siempre. —Creí que te habías ido.
—Sí pero digamos que un ángel me indicó el camino de regreso—Me recargué en el coche de la madre de Harry el cual estaba estacionado fuera de la casa.
—Un ángel—Frunció el ceño. —Me sorprendes Lou, nunca imaginé que algo así saliera de tu boca.
—Estoy siendo sarcástico idiota, sólo me dio hambre y creo que me quedaré a dormir aquí.
—Sabes que siempre eres bienvenido y bueno—Tomó el balón y luego me miró sexualmente. —Te reto.
— ¿Qué ganaré?
—Dormir en mi cama, el que pierda se va al piso.
—Hecho—Reí con una carcajada. Harry sólo pateó el balón y éste salió literalmente volando hasta caer en un jardín, de la parte de atrás de una casa, la única diferencia es que no era cualquier jardín.
—No sé por qué no me sorprende tu nivel de estupidez—Bufé. Harry sonrió a medias.
—Bien, te estoy haciendo un favor y yo no voy a ir por ése balón.
— ¿Crees que soy estúpido para ir yo? —Reí sarcásticamente. —Sheryl vive ahí.
— ¿Y tú como sabes eso?
—No importa—Ambos nos sentamos en la cera, como si nos hubiesen regañado, mirábamos hacia la nada, Harry tiraba piedras hacia la calle y yo igual, intentábamos tirarla cada vez más lejos.
—Louis—Rompió el silencio.
—Dime.
— ¿Alguna vez te has enamorado? Sé sincero.
— ¡No! —Dije con una expresión llena de asco. —El amor es una tontería.

Fue entonces cuando sentí que un balón golpeó mi cabeza desde atrás, giré rápidamente mi cabeza actuando a la defensiva al igual que Harry quien tomó el balón con sus manos. Ahí estaba ella de pie, con sus manos en sus bolsillos del pantalón, mirando hacia abajo, su rostro era angelical para ser real. Justo debajo de un árbol, musitó.
— ¿Tú qué sabes del amor si nunca te has enamorado?

Queridas lectoras: les quiero decir
que comenten. Porque no se si les esta gustando o no :D Gracias y Saludos!! :) xx








Me puse de pie un poco confundido, Harry soltó una risita y luego interrumpió ese momento y se puso en medio de ambos.
... —Iré por un poco de agua, ¿Quieren algo? —Nos miró a ambos, Sheryl negó con su cabeza al igual que yo, él sólo se esfumó lo más rápido que pudo, y yo, sinceramente no sabía cómo actuar, esto podía ser un juego engañoso.
— ¿Qué decías, Sheryl? —Dije suavemente.
—Olvídalo—Miró hacia otro lugar. —Sólo venía a dejarles el balón que ‘accidentalmente’ cayó en mi jardín.
—Ahora dime, ¿Quién persigue a quién? —Bromeé.
—Es obvio que eres tú, Louis—Sonrió, nuevamente, como la primera vez que lo hizo frente a mí, sentí un leve hormigueo en mi estómago. Querido estómago, ¿podrías hacer el favor de tranquilizarte?, ¡Gracias!
—Ese balón no se teletransportó.
—Fue Harry—Reí, aunque, no sabía la razón, sólo mi sonrisa no podía quitarse de mi rostro.
—Fingiré que te creo esa—Camino unos pasos más cerca de mí hasta estar a un lado mío, recargada en el coche de la madre de Harry justo como yo. La noche caía.
—Dime, por qué te fuiste tan asustada—Intenté entablar conversación con ella, comenzando desde ése punto.
—Es un tema complicado que no quisiera tocar, pero, estamos aquí así que cuéntame de ti, quiero saber acerca de ti.
—No hay nada interesante que contar de mí, no realmente.
—Vamos—Golpeó levemente mi hombro. —Algo bueno debe haber, o es que quizá no hablas con extraños—Bromeó.
—No Sheryl, enserio no hay nada.
—Sabes, cuando te observo en la escuela, a veces suelo pensar que tu corazón es tan frágil que finges que está hecho de hierro para que nadie lo destruya—Su dedo índice tocó la punta de mi nariz con delicadeza, cerré mis ojos con fuerza. ¿Cómo ella podía saber éste tipo de cosas sin conocerme?

Guardé silencio y me dediqué a observarla, cada detalle, defecto y virtud de su hermoso rostro, o al menos para mí lo era, pestañas largas, ojos color avellana y una sonrisa que iluminaba completamente a ella.
—No sé qué decir—Admití.
—No tienes por qué decir algo—Luego observó hacia la dirección en la que su casa se encontraba. —Debo irme—Caminó un par de pasos pero yo tomé su mano, sentí que mi cuerpo se congelaba, ella sólo me miró divertida.
— ¿Cuándo te veré de nuevo?
—En la fiesta de fin de año, ¿no? —Sonrió.
—Oh, claro—Me sentí como un estúpido. Luego solté su mano, ella se acercó a mí y besó mi mejilla, luego salió corriendo hasta su casa.
Subí mi mano hacia mi mejilla y sonreí estúpidamente, ¿qué demonios estaba ocurriendo conmigo?
La observé hasta que estuviera completamente dentro de su casa, luego caminé como un tonto hasta dentro de la casa de Harry quien estaba observando todo por la ventana, arriba de un sofá.
—Se puede saber, ¿Qué demonios hacías ahí?
—Observando…los—Completó con un poco de miedo en sus palabras, luego se acomodó en el sofá como si nada hubiera sucedido, con el control remoto en sus manos mirando el televisor.
—No es lo que tú piensas—Me defendí sin razón alguna.
—Tú no puedes leer mis pensamientos, así que no sabes qué es lo que pienso.
—Dímelo.
—No Louis, luego dirás tu estúpida frase de “El amor apesta” —Agudizó su voz intentando imitar la mía. Su frase me causó un poco de risa, pero lo ignoré y subí los escalones hacia su habitación, Harry caminó tras de mí.

Sheryl versión.
Cerré la puerta principal con cuidado de no hacer ruido, cuando giré mi cuerpo para caminar a mi habitación mi madre me sorprendió, estaba observándome tranquilamente, pero yo sé que en cuanto su boca se abra comenzará a gritar o a regañarme. Estaba acostumbrada a todo tipo de escenas.

No dijo una sola palabra, así que ignoré su presencia y caminé hacia la cocina. Mi madre me siguió, hasta que la miré.
— ¿Qué es lo que quieres? —Contesté de mala gana.
—Estabas con ése chico afuera, ¿cierto?
— ¿De qué chico hablas?
—Con el que estabas el otro día en la escuela.
—Era sólo Harry, mamá—Rodé mis ojos. —Aparte, si fuera el otro chico ¿Qué tendría de malo? somos amigos.
—Hija, escúchame, he platicado con tu papá y creo que…
—No me importa—La interrumpí. —Digan lo que digan, yo haré mi vida y les pediré que no se metan en ella.
—Hija pero…
—Nada—De nuevo esa interrupción. —Si quiero tener amigos los tendré, si quiero ser feliz lo seré y…—Suspiré. —Si quiero morir voy a morir.

Corrí hacia mi habitación y cerré con seguro, para que nadie pudiera molestarme.

Louis versión.
—Me gusta Sheryl—Dijo Harry a las once de la noche, las luces apagadas y yo a punto de quedarme dormido, claro, justo en el piso de la habitación. Su comentario hizo que mi sueño se espantara, como si fuera una taza de café muy cargada la cual acababa de tomar.
— ¿Qué? —Contesté.
—Lo que escuchaste, me gusta Sheryl, es muy bonita… creo que mejor olvidemos esa apuesta en mi fiesta de fin de año, va a ser mía.
—Ey, ey…—Me senté y lo observé, acostado sobre su cama con sus manos en su cabeza, mirando hacia el techo con una gran sonrisa. —Te estoy vigilando, Harold, no te acerques a ella.
— ¿Qué? tú sólo la quieres para jugar, creo que yo la quiero de verdad. —Mi cara de espanto no pudo ser peor, hasta que Harry soltó riendo a carcajadas y me miró. —Es broma, Lou. Con eso acabas de demostrar que te importa.
—No digas estupideces y duérmete.

Wow me encanto hermosa:) siguela Porfa:3

Domi xx

Las semanas pasaron rápidamente, dos semanas para ser exactos. Treinta y uno de diciembre, a sólo unas cuantas horas de estar en otro año, y un poco menos de tiempo para la fiesta de Harry, la cual sería fuera de la ciudad, en la hacienda de su padrastro, se esperaban aproximadamente trescientas personas, incluida ella.
...
Sheryl versión.
Terminé de pintar mi boca, el último toque para salir por la puerta principal y dirigirme a la famosa fiesta de fin de año. No sé qué demonios haré ahí, mi forma de socializar es demasiado extraña, aún sigo sin creer que mis padres me hayan dado permiso para asistir a ése lugar tan lejos de aquí.

Claro, claro, nada fue gratuitamente, ellos sabían que tenía a mi guardaespaldas y ese no era exactamente mi hermano.
Sentada en el sofá del living nerviosamente el timbre comenzó a sonar, me puse de pie y literalmente corrí a abrir esa puerta, cuando lo hice observé al chico rubio, ojos color azul celeste y sus mejillas rosadas, siempre tan adorable. Traía un traje demasiado formal, claro si se iba a emborrachar debe hacerlo con clase, ¿no?
Besé su mejilla y lo dejé pasar, el es mi confidente, mi mejor amigo y la única persona a parte de mi familia que sabe todo sobre mí, todo.
—Que linda te ves hoy—Susurró sentándose en el sofá. —Dime que no estamos esperando a tu padre para el consentimiento.
—No—Reí. —O tal vez sí—Balbuceé. —No te preocupes por ello Niall, sólo quieren asegurarse de que si me vaya contigo y no con L…—Decidí callar, retractarme.
— ¿Con quién? —Si no tenía su atención, con esa frase sin completar estaba más que captada.
—Nadie—Me apresuré a contestar.
—Sher—Remarcó. —Habla ahora o calla para siempre.
—Hmm prefiero callar—En ése momento mi madre y mi padre bajaron las escaleras sonrientes, tomados de la mano, ellos parecen novios eternos, lo único que deseo es algún día poder verme como ellos dos. Mi papá y mi mamá saludaron a Niall con un estrechar de manos. Ellos siempre han deseado que algún día me case con él, lo cual a ambos nos parece una idea estúpida, el conoce mis peores secretos al igual que yo los suyos, nos hemos visto con nuestras peores caras. Nos amamos, pero sólo como amigos.

—Ya sabes Niall, lo que siempre te pido—Dijo mi papá.
—Claro señor, lo sé… ‘cuida bien a mi hija o si no…’ —Lo imitó con un sonido de voz graciosa haciéndonos a todos soltar una pequeña carcajada.

Camine con Niall hasta su auto, quien me abrió la puerta del copiloto para entrar, luego entró el.
Antes de encender el coche se quedó serio por unos segundos, mirándome sonriente.
— ¿Qué me ves? —Decía risueña.
— ¿Acaso no puedo mirarte? —Renegó. Luego, encendió el coche y aceleró. —Sabes, sinceramente esos lugares no me gustan para ti.
— ¿De qué hablas?
—La fiesta de Harry, esos chicos son unos buscapleitos, sabes a lo que vas cuando vas a esas fiestas, alcohol, cigarros, peleas, sexo en lugares públicos.
—Ya estoy grande y tú también lo estás, en estas épocas no es nada del otro mundo.
—A ti no te gustan estas fiestas—Dijo con ironía mientras conducía. —Me parece algo… extraño que me pidieras que te llevara, sabes.
—No te hagas el sobreprotector Nialler, sabes que al final de la noche yo me llevaré este coche contigo atrás de los asientos cayéndote de ebrio.
—Claro que no, hoy no tomaré debo estar al pendiente de ti… ‘o si no’—Imitó la voz de mi padre nuevamente.
—Eres un tonto—Reí fuertemente.

Casi veinte minutos de camino, cuando por fin llegamos, había coches lujosos estacionados alrededor de todo el lugar. Niall bajó del coche y abrió mi puerta, luego rodeó mi cintura con su brazo y me ayudó a caminar por el lugar, ya que estaba lleno de rocas y mis zapatos no eran hábiles para caminar por ahí. Había piscinas, luces en cada lugar, un gigantesco puente que debías cruzar para llegar al salón de baile, también había un bar.

Cruzamos ese puente y cada vez veía más rostros conocidos pero desconocidos a la vez. Mujeres bailando realmente pegadas a los chicos, vestidos más pequeños que mi ropa para dormir, me sentía una monja cerca de todas ellas. Y Niall, ¡Qué va! los ojos se le iban de vez en cuando.
— ¡Hey! deja de observarlas—Apretujé su mano.
—No pasa nada si las observo, sólo las observo y ya—Gruñó.
—Esas son señales… ve a divertirte Niall, sólo no quiero tener que buscarte al final de la noche—Le arrebaté las llaves del coche.
— ¿Qué haces?
—El barco zarpará a las dos de la mañana, ni un minuto más… ni un minuto menos—Guiñé el ojo y caminé dejándolo solo en medio de la pista, al menos eso se arreglaría en un par de segundos.

Louis versión.
“—No vendrá—“Dije para mis adentros, ella no iba a venir, es demasiado tarde ya.
— ¿Qué tanto piensas Lou? deberías venir a bailar con nosotros—Dijo Harry, como siempre sacándome de mis pensamientos. — ¿Ya viste todas las chicas que hay?
—Sí… ya las vi.
— ¿O no será que estás en espera de tu amada? —Dijo burlonamente con una bebida en sus manos. — ¡Oh amada Julieta! digo… ¡Sheryl!
—Tonto—Lo empujé de nuevo hacia la pista y cuando estaba a punto de sentar mi trasero en uno de los asientos mi mirada se iluminó. Se encontraba sola caminando de un lugar a otro a las orillas de la pista de baile, mirando hacia todos lados, es ella, es Sheryl. Caminé hacia ella sin pensarlo dos veces, aunque mi pensamiento estaba un poco dañado, ¿Para qué la buscaba? ¿Simplemente para cumplir esa apuesta? o algo más.
—Mujer solitaria—Susurré a su oído, ella sólo volteó a verme con una sonrisa en sus labios y me sonrió. Es algo tonto pero cada vez que sonreía me contagiaba su felicidad.
—En realidad estoy cuidando al rubio que está en medio de la pista de baile—Comentó. Automáticamente miré hacia la pista y examine a cada uno, el único rubio era Horan.

Teníamos que hablarnos al oído debido al volumen de la música, así que por medio de señas le indiqué que saliéramos. Mientras caminábamos hacia afuera una incómoda ola de miradas se centraron en nosotros dos, Harry desde lejos se reía a carcajadas con los demás, se susurraban cosas al oído, como si todos supieran lo que seguía después de esto. Mis intenciones ahora eran diferentes.

Caminamos por las diferentes partes que había en el lugar, hasta llegar al puente que estaba casi a la entrada principal, mucho después del estacionamiento.
... —Cada vez que paso por aquí me da miedo el pensar que caeré—Dijo Sheryl tomándome del brazo para sostenerse. La ayudé a sentarse y yo la imité haciendo lo mismo, después no tenía idea de qué era lo que iba a hacer.

El silencio se apoderó de nosotros dos, ella sólo jugaba con sus manos y miraba el agua desde abajo al igual que yo, bien Louis, de algo se debe comenzar. Tomé una bocanada de aire y dejé salirlo, algo bastante obvio y audible.
— ¡Qué suspiro! —Comentó entre risas.
—No fue un suspiro—Me quejé.
— ¿Sabes lo que dicen de los suspiros?
—No, ¿Qué es lo que dicen?
—Te lo dejo de tarea—Sonrió de una manera encantadora, podía observarla en el reflejo del agua, ya que no me atrevía a mirarla a los ojos.
—Juguemos a algo—Dije con una roca en mis manos y luego la lancé levemente al agua, ésta dio tres saltos sobre ella y luego finalmente se sumergió.
—Comienza—Me miró completamente girando su rostro hacia mí, yo no imité su movimiento pero lo supe porque la miraba de reojo también.
—Lanzamos una piedra, el que lance la que salte sobre el agua más veces le pregunta algo al otro.
—Interesante, ¿A qué se debe?
—Quiero conocerte mejor, al menos de que tú no quieras conocerme—Dije con cierta ironía. Su respuesta fue lanzar una piedra que cayó directamente al fondo del agua, ni un solo salto. Solté una carcajada y rápido me apresuré a lanzar una que saltó un par de veces.
—Esto no es justo, estaba ensayando no era el tiro de gracia—Cruzó de brazos. Falso intento de puchero. —Aunque, seré buena perdedora y te dejaré preguntar.
—Empezaré con una fácil… ¿Qué tanto lees todos los días? —Ella sonrió ampliamente y cubrió su rostro con sus manos.
—Un libro, ¡duh!
—No me digas—Bufé.
—Una novela de amor, ya sabes… cosas que no suceden en la vida real.
—Oh—Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, ¿Por qué me sentía así? al menos, ambos coincidíamos en un pensamiento, ‘cosas que no suceden en la vida real’ sus pies están sobre la tierra al igual que los míos.
— ¿Entonces por qué me dijiste lo de la otra noche?
— ¿Uh? dos preguntas, eso no estaba en el trato.

Luego de minutos de silencio, creo que, todo era incomodidad, nosotros somos dos personas muy diferentes, nunca me he quedado sentado con una chica a mirar a la nada, nunca he apreciado la belleza del silencio, nunca me ha interesado alguien, ¿Qué me dice que ahora es diferente? luego, la observé, temblando de frío mientras trataba de darse calor ella misma con sus manos, frotándolas.

¿Qué se supone que yo debo hacer? si la toco, podría ser un atrevido, aunque si fuera otra de las chicas de la fiesta quizá ya se hubiera abalanzado sobre mí.
Cada vez y poco a poco me acerqué a ella, a tal grado de pasar un brazo por sus hombros hasta bajarlo a su cintura y rodearla, ella no se separó, después se recargó en mi y pude abrazarla mejor, creo que ese fue uno de los momentos más mágicos que viví y sin haber cruzado palabra alguna, me sentía atormentado por mis propios pensamientos, quienes tenían un debate, en un lado estaban los sentimientos y en el otro el orgullo. Luego subió su mirada y chocó con la mía, nunca me sentí más inseguro, más débil.
Su mirada tenía mucho poder, era pesada y podía ver a través de ti, o al menos eso sentía yo.
—No deberías hacer estos detalles—Susurró. —Si sabes que no van a durar por siempre.
—Yo…
—No, no hables—Comentó. —Es mejor así.

Es un poco increíble el hecho de que todos estuvieran divirtiéndose allá, pero yo me sintiera el más afortunado, como si prefiriera mil veces un momento así que estar dentro de la fiesta. Es extraño, como si en realidad sintiera algo, pero mis sentimientos están muertos, yo no puedo sentir nada.
— ¿Cómo es que nunca te conocí antes? —Comenté.
—Yo te miraba todos los días…—Dijo ella. —Siempre pasabas junto a mí.
— ¡Hey! ¿Qué estamos haciendo?
—No lo sé, pero me agrada, ¿A ti no?
—S… sí—Dije con cierta dificultad.

Varias horas estuvimos así, abrazados platicando estupideces, cosas sin sentido y yo me sentía muy bien haciéndolo, luego llegó el momento en el que debíamos regresar, o al menos ella así lo quería, si fuese por mí podría haber estado ahí hasta ver el amanecer.

Caminamos de regreso, la fiesta seguía pero ahora la mayoría estaban ebrios, Harry jugando billar con algunos otros, cuando nos miraron rápidamente se acercaron a nosotros dos hasta tenernos rodeados, todos con una cara picarona hacia ella, se sintió un poco acosada quiero imaginar y me tomó del brazo.
— ¿Cómo fue eh? —Comentó uno de ellos. — ¿Puedo ser el siguiente, nena? —Éste tipo estaba tan increíblemente ebrio que comenzó a pretenderle a Sheryl, ella sólo lo miraba con asco y sin entender.
— ¿De qué hablas? —Dijo ella.
—Bien, debo aceptar que ganaste la apuesta, seré tu esclavo por un mes—Dijo el estúpido borracho de Harry, lo único que quería era callarlo de un golpe.
— ¿Qué apuesta? —Sheryl no dejaba de preguntar.
—Te cuento—Harry pasó su brazo alrededor de Sheryl y la apegó a él, yo me quedé estático. —Tú te tenías que acostar con él y como eres una perra barata y lo hiciste ¡Él ganó la apuesta!

Sheryl versión.
Mis ojos se cristalizaron, ¿Qué es lo que estaba escuchando? tan solo tener a Harry tan cerca con ese asqueroso aliento a alcohol diciéndome todas esas cosas, lo empujé con todas mis fuerzas lo cual lo hizo caer al piso de sentón. Louis sólo me miraba sin nada que decir, todos me miraban con asco, no sé qué es lo que debía hacer.

Pobre Sheryl:'( no se merece eso... estupido HarrySexy Styles -.-
Siguela

Caminé un par de pasos para atrás y luego di la espalda, buscaba con la mirada a Niall pero no lo encontraba, decidí avanzar y desaparecer de ésta nube la cual, nunca formé parte.
Sentí un frío contacto sobre mi piel, volteé por impulso, era Louis, mirándome.
—No te vayas—Comentó, más frío que como si en verdad quisiera que me quedara.
... — ¡Suéltame! —Me sacudí. — ¿No tienes nada que decirme Lou? ¿Nada? —Me sentía débil, por primera vez recordé a mi madre y sus tan ciertas palabras de “—Te lo dije—”
—Lo sie…—Harry se puso de pie apenas y lo logró se acercó a nosotros, justo al medio para ser exactos.
—Déjala Louis, déjala que se vaya de resbalosa con alguien más.

A veces quisiera ser de esas personas fuertes, esas que no les importa nada de lo que digan sobre ellas, pero no lo soy. Aunque, tampoco iba a llorar enfrente de todos, claro que no.

Intenté salir corriendo pero todos me rodearon en un gran círculo, comenzaron a burlarse de mí, era una completa pesadilla de la cual no podía despertar. Cubrí mi rostro con mis manos, sólo quería que la tierra me tragara al instante. Gritos como “Zorra”, “Largo de aquí”, “Vamos un rato a mi cama” se escuchaban en todo el lugar.
La música dejó de sonar, alguien me abrazó pero me sacudí y lo golpeé en el rostro.
— ¡No me toques! —Grité un poco alterada hasta que noté de quien se trataba.
—Vámonos de aquí—Me tomó del brazo y salimos del círculo casi corriendo hasta afuera, pero aún así no dejaban de gritar.

Llegamos hasta donde estaba el auto sin decir una sola palabra, hasta que Niall se detuvo frente a mí y me miró fijamente, serio me pedía una explicación con sus ojos.
Me acerqué a él, lo abracé y mis lágrimas no se tardaron en aparecer, al principio parecía estar impactado, después, subió sus brazos hasta rodearme con ellos.
—Te juro que no hice nada—Decía entre llanto.
—Mírame—Levantó mi rostro con su mano en mi mentón. —Dime a quién tengo que ir a partirle la cara, porque no pienso irme y dejar todo así y a ésos inútiles felices como siempre.
—No Niall, no quiero que vayas.
—Mírate, te hicieron llorar, te gritaron no sé cuantas cosas, es lo mínimo que se merecen—La rabia se notaba a leguas, sus ojos ardían. —Esto pasa por dejarte sola, no debí hacerlo.
—Sólo vámonos de aquí… por favor te lo pido.
—Odio esto Sheryl, te prometo que no se quedará así.
—No Niall, claro que se quedará.
—Tan sólo dime su nombre, necesito saberlo.
— ¿Te cambia la vida saberlo? —Suspiré.
—Me permitirá dormir con un poco de paz, sólo un poco.
— ¡Sheryl! —Escuché la voz de Louis aproximarse, en los brazos de Niall volteé hacia atrás, venía corriendo y agitado, apenas llegó a nosotros Niall me puso detrás de él y lo miró con rabia.
— ¿Qué es lo que quieres?
—Hablar con ella, no contigo, muévete.
— ¿Fuiste tú, uh? —Niall se aceró a él cada vez más, empujándolo hacia atrás. — ¡Contesta imbécil!
—No sé de qué estás hablando.
—Niall, vámonos—Grité, pero parecía estar sordo.
— ¿Ahora no lo sabes? —Niall estaba a nada de golpearlo pero grité.
— ¡Él no hizo nada, Niall déjalo! —Me interpuse aún sin mirar a Louis, miré a Niall a los ojos y puse mis manos sobre su pecho intentando retroceder. —Vámonos de aquí Niall, por favor, no puedo estar más aquí—Susurré, con una lágrima rodando por mi mejilla.
—Sube al auto—Besó mi frente, lo obedecí.

Niall versión.
Esperé a que ella subiera al coche para poder ‘hablar’ o tal vez advertir a éste chico.
—Mira, no sé si fuiste tú o no, pero si me entero que tú fuiste… te las vas a ver conmigo—Lo apunté con el dedo índice, lo cual pareció no importarle demasiado, sólo sonrió burlonamente.
—Deja de juzgar sin saber, ¿Quieres?
—No te acerques a ella Tomlinson, es muy valiosa para ti.
—Yo me acerco a quien yo desee.
—Menos a ella, no me permitiría verla sufrir por basuras como tú—Lo empujé para que me dejara el paso libre y así poder subir al coche.

Avancé y por poco lo atropello, como deseo haberlo hecho. Aceleré hasta la carretera obscura donde ella sólo se dedicó a mirar por la ventana.
—Ahora vas a decirme, sí o sí todo lo que sucedió.
—Nada—Contestó. ¿Cómo va a llorar por nada? ¿Cómo todos van a decirle cosas por nada? ella me estresa demasiado algunas veces.
—Si me dices ‘nada’ te lo juro que me regreso a buscar al idiota que…—Me interrumpió.
—Louis.
— ¿Tomlinson?
—Fui una tonta.
— ¿Qué sucedió?
—Nada malo Niall, por favor no quiero tocar ese tema nunca más, sólo deja las cosas como están, ¿harías eso por mí?
—Está bien.

Dejaré las cosas como están, frente a tus ojos pero no me voy a cansar hasta descubrir qué fue lo que pasó y mucho menos que ese imbécil esté feliz de la vida alegremente comiendo florecitas.

Dejé a Sheryl en su casa, sólo besó mi mejilla y entró, no me quedé para nada porque tenía asuntos pendientes que tratar. Siguiente parada. La fiesta.