Like a Song - Ed Sheeran

-¿Hola?-

-¿Ruth? Soy yo... Liz.-

-¡Liz querida cuanto tiempo!-

-¿Como estás?-

-Bien bien, ¿y tú?, ¿Estas con Ed?-

-No, mira, de echo quería pedirte un favor.-

-Pues, dispara chica.-

-Yo... eh, ¿Podrías pedirte que vinieras a Glasgow? Los días que quieras, te pagaría yo la estadía.-

-Me parece una idea genial... pero ¿a que viene esto?-

suspire -Necesito una amiga...-

-Que tierna eres. Claro que voy, tengo vacaciones, ¡así que soy toda tuya!-

-¿Crees que podrías venir hoy?-

-Mmm.. estamos hablando de unos 600 kilómetros... creo que llegaré para la tarde, casi madrugada.-

-Deja que te pague un pasaje, el dinero no es problema.-

-No me siento muy cómoda con la idea, pero, mujer suenas desesperada.-

-Estoy rodeada de hombres las 24 horas del día, créeme cuando digo que necesito compañía femenina.-

Escuche a Ruth reírse del otro lado de la linea. 

-Bien, iré a empacar, cuando este en el aeropuerto te llamaré.-

-Entendido. Muchas gracias por aceptar Ruth.-

-Es un placer guapa, ¡hablamos luego!-

-¡Cuídate!-

-Tu igual, ¡adiós!-

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-¿El negro o el rosado?- pregunte dudosa mientras sostenía los vestidos que había traido para la gira.

-Ambos se te ven hermosos pero... me encanta el negro, con algunos accesorios lucirás perfecta Liz.- respondió Ruth amablemente mientras me arrebataba el rosa de las manos y lo tiraba sobre la cama.

Ruth había llegado hacía dos horas y media, y Ed la había retenido casi una hora mientras yo me bañaba. Era de esperarse, al fin y al cabo eran mejores amigos, ¿No?

Luego de toda la bienvenida y varías preguntas Ruth y yo nos escabullimos hacía mi cuarto y nos sentamos en la cama y hablamos. Le conté todo lo ocurrido con Ed y me dijo que no podría haber esperado a alguien mejor para su mejor amigo, dijo además que pensaba que era una persona dulce y tierna. No pude hacer nada mejor que sonrojarme como una niña.

Ruth que era "una experta en citas" como se auto titulaba, me ayudo, me dijo que debía usar algo sencillo como para dar a demostrar que no me esforcé tanto, pero al mismo tiempo sabía de esa sensación de querer verse bien por alguien así que al final dimos vuelta la maleta y buscamos algo apropiado, encontré unos vestidos y mi bolsa de maquillaje, y varios de mis accesorios. 

Ruth fue quien me aplico el maquillaje y me realizo una peinado simple pero lindo, constaba en una cola de caballo alta con un moño. El maquillaje también era simple exceptuando el lápiz labial rojo fuerte que le daba un poco de vida a mis pálidos labios.

-Ya. Estas bellisima Lizzy.-

-Gracias Ruthy, eres mi salvación.- le confesé mientras corría hacía ella para darle un abrazo. 

-Bien, Ed debe estar esperando afuera, y conociéndolo debe estar nervioso.-

-Yo igual estoy nerviosa..-

-No hay razón para estarlo, todo va a salir bien.-

-Si tu lo dices.- sonreí

-Bien, iré a llamar a Ed, para avisarle y eso.-

-Bien, gracias Ruth.-

Y así me quede sola, contemplando mi imagen al espejo, mientras sonreía feliz, tendría una cita con el chico de mis sueños, no podía creerlo.

-¿Adónde vamos?- pregunté mientras subíamos a un auto que supuse sería rentado. Ed sonrió, vale aclarar que tiene una sonrisa que te quita el aliento, y me respondió -No te lo diré, así que no insistas.- era injusto, ¡no me gustan las sorpresas! -Que meloso eres, mejor cuéntame ahora.- me miro tiernamente mientras me tocaba la mejilla con su dedo índice -Tu eres una ansiosa, estaremos ahí en 10 minutos, lo prometo.- suspire negada y me crucé de brazos. El se estiró hasta estar a la altura de mi cara y me dio un beso en la mejilla, lo que me pareció totalmente tierno y provoco que mi cara se pusiera de un color escarlata. El río y yo lo golpee en las costillas - Deja de reírte de mis problemas de sonrojo.- esto provoco que el se riera aún más, así que me uni a su carcajada. Reímos juntos por unos minutos, hasta que lentamente se fue consumiendo la risa y me quede mirándolo, mejor dicho admirándolo. Era perfecto, no había forma de que un ser tan perfecto pueda quererme. Empece a tararear una canción mientras seguía observándolo. -Ed...- volteo la cabeza y me miro por un segundo dando a entender que me escuchaba -Te quiero, eres... no se, algo así como lo que siempre soñé.- deslizo una mano a través del volante y me tendió su mano. La agarre fuertemente -Eres perfecta, no entiendo como puede entrar tanta dulzura en una persona tan pequeña.- sonreí de una forma muy idiota pensando en lo que había dicho, perfecta... No se sí podía llamarme una persona perfecta, pero trataría de serlo, para el.
-Bien, aquí.- dijo Ed mientras yo pegaba la nariz al vidrio para ver de que se trataba, pero no es como que pudiera ver mucho, trate de abrir la puerta pero Ed me tomo el brazo -Yo voy.- salió del auto y me sonrió mientras pasaba frente a este. Llego al otro lado y abrió la puerta para que bajara. Me tomo de la mano y caminamos dentro de un parque.
-Realmente se que dije que te llevaría a comer, lo que técnicamente haremos, pero decidí que esto fuera más especial para ambos.- comento mientras se rascaba la nuca. Le sonreí de forma cálida -Así que traje helado y pensé que podríamos sentarnos por aquí y esas cosas.- dijo mientras pasaba sus brazos por mis hombros y me atraía hacia el. -Esta bien, sólo porque me gusta el helado.- me miro confundido y yo me reí un poco -Estaba mintiendo, si estas tu yo estoy feliz.- me sonrió y me beso la frente mientras me atraía más aún a su cuerpo. No es como que hiciera frío, de echo hacia bastante calor, por lo que no me perturbo traer un vestido. -esto es injusto, tu estas casual, ¡me dijiste que usara algo formal!- el río mientras me echaba una mirada de arriba hacia abajo, le saque la lengua -Te ves hermosa así.- no pude hacer nada más que sonrojarme cual tomate. -Bien, agarremos el helado y vamos.- fuimos atrás del auto y llevamos el helado hacia bajo de un árbol. Nos sentamos y comenzamos a comer. Hablamos y hablamos sobre temas trascendentales. Finalmente apoye la cabeza sobre su hombro y nos quedamos unos minutos observando las estrellas. No era un silencio incómodo, era perfecto, me sentía bien, me sentía completa a su lado.