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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Página 8 de 9. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
ay dios hasta que por fin joe dijo la verdad
hermanos claro que si , eso solo empeora las cosas
tienes que seguirla por favor
hermanos claro que si , eso solo empeora las cosas
tienes que seguirla por favor
fernanda
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
Hola chicas!!! De verdad me siento muy mal x no poderles subir mas seguido :lloro:
Pero me alegra mucho q todavia lean la nove :oops:
Por eso aca les traje dos capis :aah:
Igual a la nive le quedan solo 5 capis asiq voy a tratar de subirlos rapido
:bye:
Capitulo 21
Antes de que pudiera cerrar la puerta de mi coche, Nick ya estaba frente a mí.
Lucía como si no hubiera dormido en toda la noche y tenía un corte en la nariz y
un moretón bajo el ojo.
—¿Qué pasó?
—¿Dónde está él? —ordenó Nick interrumpiendo mi pregunta.
Negué con la cabeza, mirándolo fijamente, tratando de averiguar por qué
estaba tan decidido a encontrar a Joe.
—Te lo dije, no lo sé. Salí de la Iglesia y fui a ver a Leann. Pasé la noche en su
habitación y volví esta mañana.
Nick murmuró algo que sonó como una maldición y mis ojos se abrieron en
shock. El sol caía sobre su rostro y podía ver la hinchazón en su pómulo derecho
bajo el moretón. Al parecer, había encontrado a Joe ayer, en algún momento.
—¿Sabía Joe…? —me alcé para tocar su cara pero él apartó mi mano
bruscamente con una mueca de disgusto.
—No me toques. Hiciste tu cama, ______, ahora puedes dormir en ella. Yo no soy
tuyo para que me toques.
Tenía razón, por supuesto. Me limité a asentir. La ira iluminó sus ojos azules.
—Tú hiciste esto ¿sabes? Se ha ido por tu culpa. Arruinaste su vida. Espero que
haya valido la pena. —La voz de Nick se mezcló con la ira que brillaba en sus
ojos. Una cosa era segura. Él me odiaba.
No asentí esta vez. Simplemente lo rodeé y me alejé. Me dolía demasiado ver el
odio en sus ojos dirigido a mí. Necesitaba encontrar a Joe. No llamarlo el día
anterior había sido un error, pero me negaba a creer que hubiera salido
huyendo. Él había estado dispuesto a luchar por mí.
Por la maltrecha apariencia de la cara de Nick, podía saber que lo había
hecho. Estaba lista para elegirle en lugar de cualquiera. Había llegado el
momento de tirar la precaución por la borda e ir tras lo que quería. Y yo
quería Joe.
Ocho horas más tarde, me encontraba fuera del bar donde trabajaba Honey
Jonas, mirando a la puerta. Nunca había estado aquí bajo la luz del día. La
pintura desconchada y la puerta salida de sus goznes no eran visibles en la
oscuridad. Joe no había ido hoy a la escuela.
Todos aquellos con los que había hablado alguna vez se comportaban como si no
existiera. Me habría importado si no hubiera estado tan preocupada por Joe. Le
había enviado mensajes de texto varias veces, pero no hubo respuesta.
Nick sólo me había dirigido su furiosa mirada una vez, cuando se dirigía a la
casa de campo después de la escuela. Caminó hacia mi casillero y movió la cabeza
como si me culpara por la ausencia de su primo.
El temor de que tenía razón se había vuelto más fuerte durante el día. Debería
haber llamado a Joe ayer. No, debería haber permanecido a su lado. En
cambio, ante el primer signo de lucha, mentí y corrí, dejándolo en la
estacada. Soy una persona horrible.
La puerta del bar se abrió y Honey se quedó allí con la mano sobre su
cadera mirando directamente hacia mí. Su cabello largo y oscuro estaba colocado
en un lado de su cabeza, en una coleta baja y llevaba un par de ajustados jeans y
una sudadera holgada. Era la primera vez que había visto su cuerpo tan bien
cubierto.
—Bueno, entra de una vez por el amor de Dios, ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí y
estudiar la puerta? Él no está aquí así que no puedes esperar que escape.
Joe no estaba aquí tampoco, pero tal vez ella supiera dónde estaba. Me apresuré
a seguirla mientras se daba la vuelta y se dirigía al interior.
El bar era diferente a las tres de la tarde. Las cortinas estaban separadas, dejando
que la luz solar ingresara al lugar y las ventanas estaban abiertas permitiendo que
una fresca brisa flotara por el lugar. Casi quitando el olor a cerveza rancia y
cigarrillos... casi.
—Se fue ayer. No ha regresado a la casa tampoco. Has arruinado todo entre esos
chicos, niña buena.
Honey negó con la cabeza mientras tomaba los vasos para limpiarlos y los ponía
sobre la barra.
—Lo sé. Tengo que arreglarlo.
Ella sacudió la cabeza y dejó escapar una risa amarga.
—Creo que sería bueno, pero el daño está hecho. Esos muchachos estuvieron cerca
de darse una paliza el uno al otro ayer. Los has vuelto locos a ambos. Nunca pensé
que vería a una chica interponerse entre ellos, pero también es cierto que nunca me
imaginé que alguna vez verías a Joe de otra forma. Una vez que empezaste a
mostrar algún interés supe que todo se iba a ir al infierno en una canasta
rápidamente. Tú siempre has sido la debilidad de mi hijo.
Me hundí en un taburete en la barra, cerca de ella. Mi estómago estaba revuelto
por la culpa. ¿Qué le había hecho a Joe? ¿Cómo podía decir que lo amaba y
hacerle tanto daño? El amor no era egoísta.
—Soy una persona horrible. Volvería hacia atrás, si pudiera. No puedo creer que le
haya hecho esto a él.
Honey se detuvo y levantó una ceja artísticamente esculpida.
—¿Él, quién?
—Joe —le contesté frunciendo el ceño.
Una triste sonrisa tocó sus labios y negó con la cabeza.
—Bueno, supongo que no es tan tonto como yo creía. Pensé que el chico lo había
tirado todo por una chica que sólo buscaba pasar un buen rato. No creía que
realmente te preocuparas también por él.
Yo quería enojarme pero ¿cómo podía? No había hecho nada para demostrar que
él realmente me importaba. El amor no arruina tu vida.
—¿Sabe dónde está? Sólo quiero hablar con él. Tengo que arreglar esto.
Honey suspiró y deslizó el vaso de su mano al estante encima de su cabeza antes
de encontrarse con mi mirada.
—No ______ no lo sé. Se marchó de aquí después de golpear la cara de su primo.
Estaba herido y enojado. Me imagino que necesita un poco de tiempo y entonces
saldrá de su escondite. Por ahora sólo preocúpate de arreglar tus problemas con
Nick.
Negué con la cabeza.
—No se puede arreglar mis problemas con Nick. Él me odia. Todo lo que puedo
esperar es que un día entienda, pero no tengo tiempo para tratar con él.
Honey apoyó sus codos en la barra y me observó por un momento.
—¿Estás intentando decirme que no volverás con Nick en absoluto? ¿Ni siquiera
estás preocupada por perder el hermoso futuro que él planeaba darte?
—Nunca hubo un futuro con Nick. Lo he sabido todo el tiempo. Amo a Nick,
pero no estoy enamorada de él. Nunca tuve la intención de tener un “felices para
siempre” con Nick. Sólo necesito ver a Joe. Las únicas negociaciones que
quiero tener con Nick son acerca de perdonar a Joe.
Honey asintió. Extendió la mano y me dio unas palmaditas en el brazo.
—Creo que podrías llegar a gustarme, chica. Ve tú a saber. Que me agrade la hija
del predicador. Ha sucedido mierda más loca.
Una sonrisa tiró de mis labios por primera vez durante todo el día. En ese
momento, me recordaba a Joe. La expresión divertida y los mismos ojos color
avellana.
—Necesito hablar con él. Por favor, tan pronto como lo vea, dígale que me llame.
Honey asintió nuevamente y volvió a limpiar los vasos. Me puse de pie y me dirigí
hacia la puerta. La carta que le había escrito durante Literatura, disculpándome y
rogándole que por favor me hablara estaba en mi bolsillo. El plan había sido
dejarla caer en su casillero, pero nunca se presentó a la escuela. Lo saqué, me volví
y caminé de vuelta hacia Honey.
—¿Podría darle esto cuando lo vea? —le pregunté, deslizando por la barra el papel
doblado. Alargó la mano y la levantó sin desviar la vista de mis ojos.
—Claro cariño. Me aseguraré de que la reciba.
Los coches de mis padres estaban en el porche cuando finalmente decidí regresar,
después de las cinco. Era hora de enfrentar las cosas. Nadie me recibió en la puerta,
lo que era una buena señal.
Di un paso dentro y fui detenida por la mirada penetrante de mi padre. Estaba
sentado en el sillón con la Biblia abierta en su regazo mientras me miraba por
encima de sus gafas de lectura. Estaba enojado, dolido y decepcionado. Pude ver
todo eso en sus ojos. Dejé caer mi bolso sobre la mesa y me hundí en el sillón frente
a él.
—Me alegro de que finalmente pudiste llegar a casa. Tu breve mensaje de
texto diciéndome que estabas bien y que pasarías la noche con Leann no era
exactamente reconfortante. Tu madre se ha ido a la cama con un dolor de
cabeza por la preocupación.
—Lo siento, papá —le contesté. Realmente sentía que se hubieran
molestado. Incluso cuando lo haría de nuevo en un instante.
—Lo siento, ¿eh? Bueno, no pareces sentirlo. Voy a decir que me alegro de que
hayas llegado a la escuela a tiempo y que incluso encontraste un momento para ir
a la tumba de tu abue. No estés sorprendida. La visito todos los días y me di
cuenta de la rosa fresca en su lápida. Sólo tú le llevarías una sola rosa de
su propio jardín. Nadie más lo habría pensado. Eres una buena
chica, ______. Siempre lo has sido, pero este verano te pasa algo y tenemos que
arreglarlo.
Él le echaría la culpa a Joe si lo supiera. Quería que fuera culpa de otra
persona. Ni siquiera podía registrar el hecho de que su hija era una gran falsa.
—Joe Jonas también ha desaparecido. Todo el mundo pensaba que habían
escapado juntos. Pero entonces me enviaste el mensaje diciendo que te encontrabas
con Leann y el orientador de su dormitorio verificó la información cuando llamé y
me registré. Así que no estabas con Joe, pero es terriblemente sospechoso que él
esté perdido también y que Nick tenga un ojo negro. ¿Qué sucedió en la
iglesia, ______?
Él estaba preguntando, pero en realidad no quería saber la verdad. Ningún
padre quería escuchar este tipo de verdad. Negué con la cabeza.
—Me metí en una discusión con Nick y nos separamos. Corrí para ver a Leann y
huir. Eso es todo lo que sé.
Me estaba volviendo una buena mentirosa. No es algo de lo que estar orgullosa.
Papá asintió con la cabeza y cerró la Biblia en su regazo.
—Bueno. No me gustaría escuchar que estuviste involucrada en algo
peor. Romper con Nick es probablemente algo bueno. Ustedes dos iban
demasiado en serio y tienes la universidad el año que viene. Necesitas estar libre
de un chico para que puedas centrarte en tu futuro.
Se levantó y dejó la Biblia sobre la mesa de café. Sus ojos verdes encontraron los
míos y me señaló el libro que acababa de dejar.
—La buena compañía corrompe las buenas maneras. Si lees Proverbios cada día, lo
sabrás.
Lo vi girar y dirigirse a su dormitorio. Yo realmente deseaba que no me hiciera
odiar leer la Biblia. Tenerla tan presente toda mi vida me había hecho un poco
reticente a leerla. Creía en ella. Pero mi papá la había utilizado para su beneficio
muchas veces, haciendo caso omiso de las partes en que se señalaba sus
errores. Como juzgar a Joe aún sin conocerlo. Eso estaba en Proverbios también.
Capitulo 22
JOE
Joe,Lo siento. Por no haberte llamado. Por fugarme. Por Nick. He arruinado todo para ti. Fui tan egoísta. No puedo explicarte cuan arrepentida estoy. Por favor, sólo olvídame. Puedo soportar cualquier cosa si sé que me olvidarás. Tal vez lo que hicimos estaba mal. Tal vez deberíamos haberlo manejado de otro modo pero no puedo arrepentirme de ningún momento que pasamos juntos. Me diste recuerdos que siempre apreciaré. No quiero hacer esto más duro para ti. Te dejaré partir por tu propio camino. Sólo déjame saber que no me odias.
Te amo,
______.
Pasé el pulgar sobre las palabras "te amo" mientras miraba la carta de ______. Ella
me ama. ______ Gray me ama. Dejé que pensara que todo esto era su culpa. El
pánico en su escritura era claro. ¿Ella pensó que la odiaba? ¿No escuchó nada de lo
que le dije? ¿Mis acciones no le dijeron suficiente? Habría sacrificado cualquier
cosa por ella. ¿Cómo pudo pensar que la odiaba? Ni siquiera era posible. El dolor
permanente donde mi madre había rasgado mi pecho y básicamente lo había
tirado lejos se alivió cuando releí las palabras "te amo".
Ahora mismo necesitaba sus brazos a mi alrededor, así podría llorar. Llorar por el
hombre que había sido el único padre que había conocido y perdido a una edad
tan temprana. Llorar por el hermano que nunca me di cuenta que tenía, pero, sin
embargo, amaba. Llorar por la única chica a la que he amado, la única persona por
la que además de Nick habría muerto y por la situación imposible en la que
estábamos. La amo tanto. La elegí a ella por sobre Nick y lo haría de nuevo. Pero
las cosas cambiaron ahora. Nick estaba enfrentando el mismo dolor que yo. Tal
vez más porque era su padre, o nuestro padre, quien había engañado a su esposa,
quien me había ignorado a mí toda mi vida y quien le había mentido.
Una lágrima resbaló por mi mentón y rápidamente moví la carta para que mis
lágrimas no emborronaran las palabras de la página. Necesitaba saber que a
alguien le importaba. Alguien me amaba. Plegando la carta para poder ver las
palabras "te amo" y su nombre, la apreté de nuevo contra mi corazón y apoyé mi
espalda contra el heno. Esta noche no dormiría mucho pero tenía las palabas de
___ para mantenerme caliente.
______
La secundaria siempre ha sido fácil para mí. Teniendo a Nick como novio me
protegía del acoso. Estaba parada frente a mi casillero y vi la palabra "puta"
pintada con esmalte rojo sobre la pintura azul pálida que se había ido estropeando
durante los últimos tres años, era un momento de comprensión. Realmente no
tenía idea de cómo se sentía estar en la secundaria. Tal vez yo era una puta. Ya no
era virgen y tampoco estaba casada. ¿Acaso eso no me hace una puta? Nadie sabía
acerca de Joe y yo, por lo tanto el hecho de ser etiquetada como una puta
solamente significaba que ellos lo estaban insinuando.
Suspiré y rápidamente puse mu combinación y abrí mi casillero. Al instante me
puse feliz de no tener ventilación en los agujeros de mi casillero. No se sabe lo que
habrían intentado meter adentro. Podía escuchar susurros detrás mío mientras
sacaba mis libros para el primer período. Nadie me habló ni me defendió.
No esperaba eso de ellos. Este era el tercer día del rechazo a ______. Realmente no
podía culpar a Nick, porque él no estaba participando. Tampoco estaba de mi
lado, pero él no se unía a ellos para divertirse. Todos lo amaban y querían
defenderlo. Si ridiculizarme a mí los hacía sentir como si hubiesen cumplido la
misión, podía soportarlo. Sólo eran palabras. Como si hubiera dicho eso en voz alta
alguien me empujó desde atrás contra mi casillero. La punta me golpeó la cabeza
causándome que vea un poco borroso por culpa del impacto.
Agarré el lado de la puerta rezando que no pasara del otro lado. La risa de la
variedad femenina siguió detrás de mí y cerré mis ojos hasta que el dolor pasara.
—¡Ay, por Dios! ¿Vas a quedarte ahí parada y aceptar esto?
Despacio giré mi cabeza para ver a Kayla mirándome con una expresión
exasperada. Ella agarró mi brazo para estabilizarme.
—Supongo que llega un punto en que piensas que mereces esto o lo que sea, pero
llega un momento cuando suficiente es suficiente. Necesitas pararlo o ellos
continuaran excediéndose contigo. Ten algo de dientes, niña.
Ella tomó los libros de mis brazos y cerró mi casillero.
—Ven, voy a llevarte a la enfermería porque tienes una mirada aturdida y confusa
en los ojos. Una vez que diga que estás bien, puedes ir a clases.
Yo estaba aturdida y confundida. ¿Por qué Kayla estaba ayudándome? Ella era una
animadora. Yo había pensado que sería la líder de la tropa anti ______.
—Realmente deberías haber pensado en esto antes de engañar al príncipe de la
ciudad. Alguien como Nick tiene demasiados súbitos leales. Tú los has enfadado
a todos. Ellos te odian porque lo tuviste por mucho tiempo y te odian porque le
hiciste daño. Se sienten justificados en su brutalidad hacia ti. Así que te consigues
un guardaespaldas o te haces dura. Esto no va a desaparecer de la noche a la
mañana. Podría durar todo el maldito año.
Kayla me condujo por el pasillo hacia la oficina de la enfermera.
—Lo sé. Pensé que si los dejaba sacar su cólera tal vez esto se calmaría más rápido
—expliqué.
Kayla resopló.
—No va a pasar. O los para Nick o los paras tú. ¿Dónde está Joe? Si él
estuviera aquí podría parar todo esto.
Quería a Joe. Lo echaba de menos. Alcancé y toqué mi bolsillo para asegurarme
que la nota que le había escrito a anoche todavía estaba allí. Había decidido dársela
a Honey más tarde por si acaso ella fuera capaz de darle las notas, quería
asegurarme de cómo se sentía. No quería que estuviera sólo.
—¿Realmente lo hiciste? ¿Engañaste a Nick con Joe? Encuentro difícil de creer
que Joe le hiciera algo así a Nick. Pero Nick no habla y Joe está perdido en
acción.
Yo no iba a mentir más. Nick sabía la verdad. Ya no podía evitárselo. Mentir
denigraría a Joe. No podía denigrarlo.
—Sí, lo hice.
Kayla hizo una pausa y pensé que iba a tirar a mis libros al suelo o alguna otra
reacción dramática pero, en cambio, soltó un silbido bajo.
—Lo admites. Wow.
Me encogí.
—Todos saben que rompí con Nick. No hay razón para mentir.
Kayla levantó sus cejas.
—Puedo pensar en una razón para mentir. El manojo de chiflados que piensan que
tienen que defender a Nick transformándote en su bolsa de boxeo.
—Tal vez, pero no voy a mentir sobre Joe y yo. Él no merece esto. No tengo nada
para avergonzarme excepto de arruinar su relación.
Kayla abrió la puerta a la oficina de la enfermera.
—Realmente eres única. No de extrañar que los chicos Jonas se peleen por ti.
Aparte de un chichón feo en al lado de mi cabeza, no hubo ningún otro daño. Sin
embargo, comenzaba a lamentar que, al menos, no hubiera necesitado puntadas así
habría tenido una excusa para marcharme por hoy. A la hora del almuerzo se me
cayeron tantas veces los libros de las manos que ya había perdido la cuenta. Kayla
se había parado una vez a ayudarme a recogerlos diciendo otra vez como
necesitaba un guardaespaldas. El portero había limpiado mi casillero y todos los
estudiantes habían sido amenazados con la suspensión de la escuela de ser cogidos
pintarrajeando propiedad escolar. Entonces habían escogido pegar notas con
comentarios crueles sobre mi casillero. Dejé de leerlos una vez que me di cuenta
que solamente eran otra forma de castigo.
Nick había mirado silenciosamente como la gente había tirado mis libros al piso
todo el día. Cuando nuestros ojos se encontraron, después de que limpié mi
armario del último embate de mensajes, él no dijo nada, sólo se alejó; decidí que
podía odiarlo un poco. Él no era el tipo perfecto que yo había pensado. Tal vez lo
había puesto sobre un pedestal. El Nick que yo conocía no se quedaría parado
mientras alguien fuera intimidado de esa manera. Mis ojos habían sido abiertos
viendo el otro lado de él. A uno que era verdadero, pero que no me gustó mucho.
Yo esperaba con impaciencia conseguir una bandeja y dirigirme afuera para comer
sola y disfrutar de un poco de paz y tranquilidad. Acercándome a la línea de
almuerzo, no hice caso a nadie alrededor mío. Esto se había convertido en mi
mantra para no hacer contacto visual. Pareció empeorarlo. Entonces, en cambio,
practiqué estrechar mi mirada.
Por eso probablemente no vi la coca-cola antes de que fuera vertida sobre mi
cabeza. Chillé cuando el hielo cayó sobre mi cara y quemó mis ojos. Esto goteó
sobre mi blusa y mi pelo quedó pegado a mi cabeza. El comedor estalló en la risa.
Nicole parada delante mío con su vaso vacío y una sonrisa satisfecha sobre su cara.
—Oops —dijo ella bastante alto para que su audiencia se entere, antes de dar
vuelta sobre sus talones y pavonearse hacia la multitud que la adora.
Me quedé allí debatiendo como manejar esto. Kayla dijo que tenía que ser dura,
pero la lucha me había abandonado. Solamente quería que Joe viniera a casa.
Extendí mis manos, quité la coca-cola de mis ojos y alisé mi pelo empapado
echándolo detrás de mi cara. Entonces, sin darles la satisfacción de cualquier
reacción, me dirigí de nuevo a las puertas batientes dobles que me condujeron al
vestíbulo. Podía irme a casa ahora. Esto era una excusa bastante buena.
La puerta se abrió antes de que llegara y mis ojos se encontraron con los de
Nick. Los ojos azules que alguna vez amé se abrieron sorprendidos por mi
aspecto. Esto no era su culpa. No realmente.
—Perdóname —dije tan correctamente como pude, di un paso alrededor de él y
me dirigí hacia abajo por el pasillo hacia la oficina.
No miré hacia atrás aún cuando podía sentir sus ojos sobre mí. Tal vez esto sería
un final para él. Por otra parte, tal vez no.
Pero me alegra mucho q todavia lean la nove :oops:
Por eso aca les traje dos capis :aah:
Igual a la nive le quedan solo 5 capis asiq voy a tratar de subirlos rapido
:bye:
Capitulo 21
Antes de que pudiera cerrar la puerta de mi coche, Nick ya estaba frente a mí.
Lucía como si no hubiera dormido en toda la noche y tenía un corte en la nariz y
un moretón bajo el ojo.
—¿Qué pasó?
—¿Dónde está él? —ordenó Nick interrumpiendo mi pregunta.
Negué con la cabeza, mirándolo fijamente, tratando de averiguar por qué
estaba tan decidido a encontrar a Joe.
—Te lo dije, no lo sé. Salí de la Iglesia y fui a ver a Leann. Pasé la noche en su
habitación y volví esta mañana.
Nick murmuró algo que sonó como una maldición y mis ojos se abrieron en
shock. El sol caía sobre su rostro y podía ver la hinchazón en su pómulo derecho
bajo el moretón. Al parecer, había encontrado a Joe ayer, en algún momento.
—¿Sabía Joe…? —me alcé para tocar su cara pero él apartó mi mano
bruscamente con una mueca de disgusto.
—No me toques. Hiciste tu cama, ______, ahora puedes dormir en ella. Yo no soy
tuyo para que me toques.
Tenía razón, por supuesto. Me limité a asentir. La ira iluminó sus ojos azules.
—Tú hiciste esto ¿sabes? Se ha ido por tu culpa. Arruinaste su vida. Espero que
haya valido la pena. —La voz de Nick se mezcló con la ira que brillaba en sus
ojos. Una cosa era segura. Él me odiaba.
No asentí esta vez. Simplemente lo rodeé y me alejé. Me dolía demasiado ver el
odio en sus ojos dirigido a mí. Necesitaba encontrar a Joe. No llamarlo el día
anterior había sido un error, pero me negaba a creer que hubiera salido
huyendo. Él había estado dispuesto a luchar por mí.
Por la maltrecha apariencia de la cara de Nick, podía saber que lo había
hecho. Estaba lista para elegirle en lugar de cualquiera. Había llegado el
momento de tirar la precaución por la borda e ir tras lo que quería. Y yo
quería Joe.
Ocho horas más tarde, me encontraba fuera del bar donde trabajaba Honey
Jonas, mirando a la puerta. Nunca había estado aquí bajo la luz del día. La
pintura desconchada y la puerta salida de sus goznes no eran visibles en la
oscuridad. Joe no había ido hoy a la escuela.
Todos aquellos con los que había hablado alguna vez se comportaban como si no
existiera. Me habría importado si no hubiera estado tan preocupada por Joe. Le
había enviado mensajes de texto varias veces, pero no hubo respuesta.
Nick sólo me había dirigido su furiosa mirada una vez, cuando se dirigía a la
casa de campo después de la escuela. Caminó hacia mi casillero y movió la cabeza
como si me culpara por la ausencia de su primo.
El temor de que tenía razón se había vuelto más fuerte durante el día. Debería
haber llamado a Joe ayer. No, debería haber permanecido a su lado. En
cambio, ante el primer signo de lucha, mentí y corrí, dejándolo en la
estacada. Soy una persona horrible.
La puerta del bar se abrió y Honey se quedó allí con la mano sobre su
cadera mirando directamente hacia mí. Su cabello largo y oscuro estaba colocado
en un lado de su cabeza, en una coleta baja y llevaba un par de ajustados jeans y
una sudadera holgada. Era la primera vez que había visto su cuerpo tan bien
cubierto.
—Bueno, entra de una vez por el amor de Dios, ¿Cuánto tiempo vas a estar aquí y
estudiar la puerta? Él no está aquí así que no puedes esperar que escape.
Joe no estaba aquí tampoco, pero tal vez ella supiera dónde estaba. Me apresuré
a seguirla mientras se daba la vuelta y se dirigía al interior.
El bar era diferente a las tres de la tarde. Las cortinas estaban separadas, dejando
que la luz solar ingresara al lugar y las ventanas estaban abiertas permitiendo que
una fresca brisa flotara por el lugar. Casi quitando el olor a cerveza rancia y
cigarrillos... casi.
—Se fue ayer. No ha regresado a la casa tampoco. Has arruinado todo entre esos
chicos, niña buena.
Honey negó con la cabeza mientras tomaba los vasos para limpiarlos y los ponía
sobre la barra.
—Lo sé. Tengo que arreglarlo.
Ella sacudió la cabeza y dejó escapar una risa amarga.
—Creo que sería bueno, pero el daño está hecho. Esos muchachos estuvieron cerca
de darse una paliza el uno al otro ayer. Los has vuelto locos a ambos. Nunca pensé
que vería a una chica interponerse entre ellos, pero también es cierto que nunca me
imaginé que alguna vez verías a Joe de otra forma. Una vez que empezaste a
mostrar algún interés supe que todo se iba a ir al infierno en una canasta
rápidamente. Tú siempre has sido la debilidad de mi hijo.
Me hundí en un taburete en la barra, cerca de ella. Mi estómago estaba revuelto
por la culpa. ¿Qué le había hecho a Joe? ¿Cómo podía decir que lo amaba y
hacerle tanto daño? El amor no era egoísta.
—Soy una persona horrible. Volvería hacia atrás, si pudiera. No puedo creer que le
haya hecho esto a él.
Honey se detuvo y levantó una ceja artísticamente esculpida.
—¿Él, quién?
—Joe —le contesté frunciendo el ceño.
Una triste sonrisa tocó sus labios y negó con la cabeza.
—Bueno, supongo que no es tan tonto como yo creía. Pensé que el chico lo había
tirado todo por una chica que sólo buscaba pasar un buen rato. No creía que
realmente te preocuparas también por él.
Yo quería enojarme pero ¿cómo podía? No había hecho nada para demostrar que
él realmente me importaba. El amor no arruina tu vida.
—¿Sabe dónde está? Sólo quiero hablar con él. Tengo que arreglar esto.
Honey suspiró y deslizó el vaso de su mano al estante encima de su cabeza antes
de encontrarse con mi mirada.
—No ______ no lo sé. Se marchó de aquí después de golpear la cara de su primo.
Estaba herido y enojado. Me imagino que necesita un poco de tiempo y entonces
saldrá de su escondite. Por ahora sólo preocúpate de arreglar tus problemas con
Nick.
Negué con la cabeza.
—No se puede arreglar mis problemas con Nick. Él me odia. Todo lo que puedo
esperar es que un día entienda, pero no tengo tiempo para tratar con él.
Honey apoyó sus codos en la barra y me observó por un momento.
—¿Estás intentando decirme que no volverás con Nick en absoluto? ¿Ni siquiera
estás preocupada por perder el hermoso futuro que él planeaba darte?
—Nunca hubo un futuro con Nick. Lo he sabido todo el tiempo. Amo a Nick,
pero no estoy enamorada de él. Nunca tuve la intención de tener un “felices para
siempre” con Nick. Sólo necesito ver a Joe. Las únicas negociaciones que
quiero tener con Nick son acerca de perdonar a Joe.
Honey asintió. Extendió la mano y me dio unas palmaditas en el brazo.
—Creo que podrías llegar a gustarme, chica. Ve tú a saber. Que me agrade la hija
del predicador. Ha sucedido mierda más loca.
Una sonrisa tiró de mis labios por primera vez durante todo el día. En ese
momento, me recordaba a Joe. La expresión divertida y los mismos ojos color
avellana.
—Necesito hablar con él. Por favor, tan pronto como lo vea, dígale que me llame.
Honey asintió nuevamente y volvió a limpiar los vasos. Me puse de pie y me dirigí
hacia la puerta. La carta que le había escrito durante Literatura, disculpándome y
rogándole que por favor me hablara estaba en mi bolsillo. El plan había sido
dejarla caer en su casillero, pero nunca se presentó a la escuela. Lo saqué, me volví
y caminé de vuelta hacia Honey.
—¿Podría darle esto cuando lo vea? —le pregunté, deslizando por la barra el papel
doblado. Alargó la mano y la levantó sin desviar la vista de mis ojos.
—Claro cariño. Me aseguraré de que la reciba.
Los coches de mis padres estaban en el porche cuando finalmente decidí regresar,
después de las cinco. Era hora de enfrentar las cosas. Nadie me recibió en la puerta,
lo que era una buena señal.
Di un paso dentro y fui detenida por la mirada penetrante de mi padre. Estaba
sentado en el sillón con la Biblia abierta en su regazo mientras me miraba por
encima de sus gafas de lectura. Estaba enojado, dolido y decepcionado. Pude ver
todo eso en sus ojos. Dejé caer mi bolso sobre la mesa y me hundí en el sillón frente
a él.
—Me alegro de que finalmente pudiste llegar a casa. Tu breve mensaje de
texto diciéndome que estabas bien y que pasarías la noche con Leann no era
exactamente reconfortante. Tu madre se ha ido a la cama con un dolor de
cabeza por la preocupación.
—Lo siento, papá —le contesté. Realmente sentía que se hubieran
molestado. Incluso cuando lo haría de nuevo en un instante.
—Lo siento, ¿eh? Bueno, no pareces sentirlo. Voy a decir que me alegro de que
hayas llegado a la escuela a tiempo y que incluso encontraste un momento para ir
a la tumba de tu abue. No estés sorprendida. La visito todos los días y me di
cuenta de la rosa fresca en su lápida. Sólo tú le llevarías una sola rosa de
su propio jardín. Nadie más lo habría pensado. Eres una buena
chica, ______. Siempre lo has sido, pero este verano te pasa algo y tenemos que
arreglarlo.
Él le echaría la culpa a Joe si lo supiera. Quería que fuera culpa de otra
persona. Ni siquiera podía registrar el hecho de que su hija era una gran falsa.
—Joe Jonas también ha desaparecido. Todo el mundo pensaba que habían
escapado juntos. Pero entonces me enviaste el mensaje diciendo que te encontrabas
con Leann y el orientador de su dormitorio verificó la información cuando llamé y
me registré. Así que no estabas con Joe, pero es terriblemente sospechoso que él
esté perdido también y que Nick tenga un ojo negro. ¿Qué sucedió en la
iglesia, ______?
Él estaba preguntando, pero en realidad no quería saber la verdad. Ningún
padre quería escuchar este tipo de verdad. Negué con la cabeza.
—Me metí en una discusión con Nick y nos separamos. Corrí para ver a Leann y
huir. Eso es todo lo que sé.
Me estaba volviendo una buena mentirosa. No es algo de lo que estar orgullosa.
Papá asintió con la cabeza y cerró la Biblia en su regazo.
—Bueno. No me gustaría escuchar que estuviste involucrada en algo
peor. Romper con Nick es probablemente algo bueno. Ustedes dos iban
demasiado en serio y tienes la universidad el año que viene. Necesitas estar libre
de un chico para que puedas centrarte en tu futuro.
Se levantó y dejó la Biblia sobre la mesa de café. Sus ojos verdes encontraron los
míos y me señaló el libro que acababa de dejar.
—La buena compañía corrompe las buenas maneras. Si lees Proverbios cada día, lo
sabrás.
Lo vi girar y dirigirse a su dormitorio. Yo realmente deseaba que no me hiciera
odiar leer la Biblia. Tenerla tan presente toda mi vida me había hecho un poco
reticente a leerla. Creía en ella. Pero mi papá la había utilizado para su beneficio
muchas veces, haciendo caso omiso de las partes en que se señalaba sus
errores. Como juzgar a Joe aún sin conocerlo. Eso estaba en Proverbios también.
Capitulo 22
JOE
Joe,Lo siento. Por no haberte llamado. Por fugarme. Por Nick. He arruinado todo para ti. Fui tan egoísta. No puedo explicarte cuan arrepentida estoy. Por favor, sólo olvídame. Puedo soportar cualquier cosa si sé que me olvidarás. Tal vez lo que hicimos estaba mal. Tal vez deberíamos haberlo manejado de otro modo pero no puedo arrepentirme de ningún momento que pasamos juntos. Me diste recuerdos que siempre apreciaré. No quiero hacer esto más duro para ti. Te dejaré partir por tu propio camino. Sólo déjame saber que no me odias.
Te amo,
______.
Pasé el pulgar sobre las palabras "te amo" mientras miraba la carta de ______. Ella
me ama. ______ Gray me ama. Dejé que pensara que todo esto era su culpa. El
pánico en su escritura era claro. ¿Ella pensó que la odiaba? ¿No escuchó nada de lo
que le dije? ¿Mis acciones no le dijeron suficiente? Habría sacrificado cualquier
cosa por ella. ¿Cómo pudo pensar que la odiaba? Ni siquiera era posible. El dolor
permanente donde mi madre había rasgado mi pecho y básicamente lo había
tirado lejos se alivió cuando releí las palabras "te amo".
Ahora mismo necesitaba sus brazos a mi alrededor, así podría llorar. Llorar por el
hombre que había sido el único padre que había conocido y perdido a una edad
tan temprana. Llorar por el hermano que nunca me di cuenta que tenía, pero, sin
embargo, amaba. Llorar por la única chica a la que he amado, la única persona por
la que además de Nick habría muerto y por la situación imposible en la que
estábamos. La amo tanto. La elegí a ella por sobre Nick y lo haría de nuevo. Pero
las cosas cambiaron ahora. Nick estaba enfrentando el mismo dolor que yo. Tal
vez más porque era su padre, o nuestro padre, quien había engañado a su esposa,
quien me había ignorado a mí toda mi vida y quien le había mentido.
Una lágrima resbaló por mi mentón y rápidamente moví la carta para que mis
lágrimas no emborronaran las palabras de la página. Necesitaba saber que a
alguien le importaba. Alguien me amaba. Plegando la carta para poder ver las
palabras "te amo" y su nombre, la apreté de nuevo contra mi corazón y apoyé mi
espalda contra el heno. Esta noche no dormiría mucho pero tenía las palabas de
___ para mantenerme caliente.
______
La secundaria siempre ha sido fácil para mí. Teniendo a Nick como novio me
protegía del acoso. Estaba parada frente a mi casillero y vi la palabra "puta"
pintada con esmalte rojo sobre la pintura azul pálida que se había ido estropeando
durante los últimos tres años, era un momento de comprensión. Realmente no
tenía idea de cómo se sentía estar en la secundaria. Tal vez yo era una puta. Ya no
era virgen y tampoco estaba casada. ¿Acaso eso no me hace una puta? Nadie sabía
acerca de Joe y yo, por lo tanto el hecho de ser etiquetada como una puta
solamente significaba que ellos lo estaban insinuando.
Suspiré y rápidamente puse mu combinación y abrí mi casillero. Al instante me
puse feliz de no tener ventilación en los agujeros de mi casillero. No se sabe lo que
habrían intentado meter adentro. Podía escuchar susurros detrás mío mientras
sacaba mis libros para el primer período. Nadie me habló ni me defendió.
No esperaba eso de ellos. Este era el tercer día del rechazo a ______. Realmente no
podía culpar a Nick, porque él no estaba participando. Tampoco estaba de mi
lado, pero él no se unía a ellos para divertirse. Todos lo amaban y querían
defenderlo. Si ridiculizarme a mí los hacía sentir como si hubiesen cumplido la
misión, podía soportarlo. Sólo eran palabras. Como si hubiera dicho eso en voz alta
alguien me empujó desde atrás contra mi casillero. La punta me golpeó la cabeza
causándome que vea un poco borroso por culpa del impacto.
Agarré el lado de la puerta rezando que no pasara del otro lado. La risa de la
variedad femenina siguió detrás de mí y cerré mis ojos hasta que el dolor pasara.
—¡Ay, por Dios! ¿Vas a quedarte ahí parada y aceptar esto?
Despacio giré mi cabeza para ver a Kayla mirándome con una expresión
exasperada. Ella agarró mi brazo para estabilizarme.
—Supongo que llega un punto en que piensas que mereces esto o lo que sea, pero
llega un momento cuando suficiente es suficiente. Necesitas pararlo o ellos
continuaran excediéndose contigo. Ten algo de dientes, niña.
Ella tomó los libros de mis brazos y cerró mi casillero.
—Ven, voy a llevarte a la enfermería porque tienes una mirada aturdida y confusa
en los ojos. Una vez que diga que estás bien, puedes ir a clases.
Yo estaba aturdida y confundida. ¿Por qué Kayla estaba ayudándome? Ella era una
animadora. Yo había pensado que sería la líder de la tropa anti ______.
—Realmente deberías haber pensado en esto antes de engañar al príncipe de la
ciudad. Alguien como Nick tiene demasiados súbitos leales. Tú los has enfadado
a todos. Ellos te odian porque lo tuviste por mucho tiempo y te odian porque le
hiciste daño. Se sienten justificados en su brutalidad hacia ti. Así que te consigues
un guardaespaldas o te haces dura. Esto no va a desaparecer de la noche a la
mañana. Podría durar todo el maldito año.
Kayla me condujo por el pasillo hacia la oficina de la enfermera.
—Lo sé. Pensé que si los dejaba sacar su cólera tal vez esto se calmaría más rápido
—expliqué.
Kayla resopló.
—No va a pasar. O los para Nick o los paras tú. ¿Dónde está Joe? Si él
estuviera aquí podría parar todo esto.
Quería a Joe. Lo echaba de menos. Alcancé y toqué mi bolsillo para asegurarme
que la nota que le había escrito a anoche todavía estaba allí. Había decidido dársela
a Honey más tarde por si acaso ella fuera capaz de darle las notas, quería
asegurarme de cómo se sentía. No quería que estuviera sólo.
—¿Realmente lo hiciste? ¿Engañaste a Nick con Joe? Encuentro difícil de creer
que Joe le hiciera algo así a Nick. Pero Nick no habla y Joe está perdido en
acción.
Yo no iba a mentir más. Nick sabía la verdad. Ya no podía evitárselo. Mentir
denigraría a Joe. No podía denigrarlo.
—Sí, lo hice.
Kayla hizo una pausa y pensé que iba a tirar a mis libros al suelo o alguna otra
reacción dramática pero, en cambio, soltó un silbido bajo.
—Lo admites. Wow.
Me encogí.
—Todos saben que rompí con Nick. No hay razón para mentir.
Kayla levantó sus cejas.
—Puedo pensar en una razón para mentir. El manojo de chiflados que piensan que
tienen que defender a Nick transformándote en su bolsa de boxeo.
—Tal vez, pero no voy a mentir sobre Joe y yo. Él no merece esto. No tengo nada
para avergonzarme excepto de arruinar su relación.
Kayla abrió la puerta a la oficina de la enfermera.
—Realmente eres única. No de extrañar que los chicos Jonas se peleen por ti.
Aparte de un chichón feo en al lado de mi cabeza, no hubo ningún otro daño. Sin
embargo, comenzaba a lamentar que, al menos, no hubiera necesitado puntadas así
habría tenido una excusa para marcharme por hoy. A la hora del almuerzo se me
cayeron tantas veces los libros de las manos que ya había perdido la cuenta. Kayla
se había parado una vez a ayudarme a recogerlos diciendo otra vez como
necesitaba un guardaespaldas. El portero había limpiado mi casillero y todos los
estudiantes habían sido amenazados con la suspensión de la escuela de ser cogidos
pintarrajeando propiedad escolar. Entonces habían escogido pegar notas con
comentarios crueles sobre mi casillero. Dejé de leerlos una vez que me di cuenta
que solamente eran otra forma de castigo.
Nick había mirado silenciosamente como la gente había tirado mis libros al piso
todo el día. Cuando nuestros ojos se encontraron, después de que limpié mi
armario del último embate de mensajes, él no dijo nada, sólo se alejó; decidí que
podía odiarlo un poco. Él no era el tipo perfecto que yo había pensado. Tal vez lo
había puesto sobre un pedestal. El Nick que yo conocía no se quedaría parado
mientras alguien fuera intimidado de esa manera. Mis ojos habían sido abiertos
viendo el otro lado de él. A uno que era verdadero, pero que no me gustó mucho.
Yo esperaba con impaciencia conseguir una bandeja y dirigirme afuera para comer
sola y disfrutar de un poco de paz y tranquilidad. Acercándome a la línea de
almuerzo, no hice caso a nadie alrededor mío. Esto se había convertido en mi
mantra para no hacer contacto visual. Pareció empeorarlo. Entonces, en cambio,
practiqué estrechar mi mirada.
Por eso probablemente no vi la coca-cola antes de que fuera vertida sobre mi
cabeza. Chillé cuando el hielo cayó sobre mi cara y quemó mis ojos. Esto goteó
sobre mi blusa y mi pelo quedó pegado a mi cabeza. El comedor estalló en la risa.
Nicole parada delante mío con su vaso vacío y una sonrisa satisfecha sobre su cara.
—Oops —dijo ella bastante alto para que su audiencia se entere, antes de dar
vuelta sobre sus talones y pavonearse hacia la multitud que la adora.
Me quedé allí debatiendo como manejar esto. Kayla dijo que tenía que ser dura,
pero la lucha me había abandonado. Solamente quería que Joe viniera a casa.
Extendí mis manos, quité la coca-cola de mis ojos y alisé mi pelo empapado
echándolo detrás de mi cara. Entonces, sin darles la satisfacción de cualquier
reacción, me dirigí de nuevo a las puertas batientes dobles que me condujeron al
vestíbulo. Podía irme a casa ahora. Esto era una excusa bastante buena.
La puerta se abrió antes de que llegara y mis ojos se encontraron con los de
Nick. Los ojos azules que alguna vez amé se abrieron sorprendidos por mi
aspecto. Esto no era su culpa. No realmente.
—Perdóname —dije tan correctamente como pude, di un paso alrededor de él y
me dirigí hacia abajo por el pasillo hacia la oficina.
No miré hacia atrás aún cuando podía sentir sus ojos sobre mí. Tal vez esto sería
un final para él. Por otra parte, tal vez no.
zai
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
Augustinesg escribió:Hola nueva lectora!!
Oh querida! Que novela por Dios santo!
No podía parar de leer, te pasó lo mismo? Haah
Creo que Abby Glines sabe escribir. Leiste la trilogia Existence o Breath ?
Es genial! Mil gracias por subir,te felicito por haber llegado a tú tesis y mil gracias por haber subido por nosotras. Sos idola !!
Hola Bienvenida :hug:
que bueno que te guste la nove a mi tambien me encato en cuanto la lei a esta y a la segunda parte (que seria la historia de Nick)
Que si puedo la quiero subir despues de esta :)
esos q me decis la verdad no los lei pero si son como estos seguro tambien me gustan :P
Bueno espero que te guste lo que queda de la nove :oops:
:bye:
zai
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
Oh por Dios! Que maldad!! Eso es bullying -.- ... Bueno, evidentemente. Haha
Me encanta la novela!! Muchas gracias por subirla !
Cuidate!
Me encanta la novela!! Muchas gracias por subirla !
Cuidate!
Augustinesg
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
OH POR FAVOR!
EN SERIO NECESITAS ESCRIBIR UN POCO MÁS DE ESTO ,cada vez que los caps terminan me duele el corazón por no saber que sigue
SÍGUELAA
EN SERIO NECESITAS ESCRIBIR UN POCO MÁS DE ESTO ,cada vez que los caps terminan me duele el corazón por no saber que sigue
SÍGUELAA
fernanda
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
Capitulo 23
JOE
Querido Joe:
Te extraño. Extraño tu sonrisa. Extraño tu risa. Extraño la manera en que te ves con jeans.
Extraño el destello perverso en tus ojos cuando tramas algo malo. Te extraño. Por favor, vuelve a casa. Pienso en ti todo el día y toda la noche. Sabes, realmente esto está estropeando mi sueño. Anoche me acosté en el techo y pensé en todas las noches que nosotros nos habíamos recostado y mirado las mismas estrellas. Antes de que la vida se estropeara. Antes de que escogiera al chico Jonas equivocado.
Nick te perdonará. Pienso que él comienza a entender que lo que nosotros teníamos no era amor. No verdadero amor. Él no conoce a la verdadera yo y yo he descubierto que no conozco al verdadero Nick. Las cosas que amaba de él ya no se mantienen más. Él no es tú, nunca lo fue. Pero sólo puede haber un chico malo y ridículamente sexy en la ciudad.
Creo que es una cuestión de cupo, estoy bromeando. Tú no eres malo, tienes tantas buenas cualidades. Te admiro. Desearía que todos pudieran ver al Joe que yo veo. Si ellos sólo supieran lo especial que eres. Por favor, regresa a casa. No puedo decirlo las veces suficientes. Te extraño.
Te amo,
______.
Ella me extraña. Quiero volver y llevármela. Agarrarla rápidamente y correr.
Enfrentar a mi tío ahora, sabiendo que nunca trató de tener ninguna relación
conmigo, era algo que todavía no podía hacer, aunque quería a ______. Ella podría
esconderse conmigo. Si le preguntara sé que no dudaría en venir. Pero yo ya la
había metido en un lio horrible. No podía lastimarla de nuevo. Ella tiene la
seguridad de su casa. Padres que la aman. No necesita perder eso. Es importante.
Es un regalo. Uno que nunca tuve y que me condenaría si se lo arruinaba. En vez
de prender mi celular y ver los mensajes que me había mandado, apreté la carta
contra mi corazón y cerré los ojos. Por ahora eso tenía que ser suficiente.
______
—No dejes que se caigan. Las malditas cosas cuestan demasiado. —Honey me
llamó desde la cocina.
Sostuve las copas de cristal y las tazas de cerveza antes de guardarlas en su sitio
detrás de la barra. Empecé a venir aquí dos días después del colegio para traerle
una carta a Joe y ver si Honey había escuchado algo de él. Mis visitas frecuentes
habían aumentado tanto que Honey empezó a ponerme a trabajar.
Yo, con mucho gusto, había aceptado. De este modo podría hablar con alguien
acerca de Joe y no tendría que irme a mi dormitorio sola.
—Tank, toma cinco dólares de mi paga cada vez que rompo algún vaso. Sabiendo
bien que ninguna de esas cosas cuesta cinco dólares cada una. —Ella se quejó
andando detrás de la barra de la cocina que lleva a otro estante de tazas y vasos
limpios.
—Estoy siendo cuidadosa —le aseguré, poniendo una taza en el estante bajo el
mostrador.
—Bueno. Ahora sigue contándome sobre el asunto del casillero —me dijo mientras
recogía otra copa y la comenzaba a secar a mi lado.
—Ellos sólo están poniendo notas y cartas feas, amenazándome y cosas así. Es
tonto. Después de que me empujaron contra el casillero y me golpeé la cabeza no
sufrí otra herida.
—¿Y ese hijo de puta no hace nada para que dejen de tratarse así?
Me encogí de hombros pensando en Nick mirando silenciosamente desde la
distancia.
—Él es como su padre, no sé por qué me sorprende. No va a ayudar a nadie
cuando Joe regrese. Cuando mi chico averigüe lo que Nick dejó que te pasara
se volverá loco. Tenía la esperanza de que hicieran las paces una vez que Joe
regresara.
—No tengo la intención de contarle a Joe sobre esto. No lo sabrá y tengo
esperanzas de que cuando regrese todo esto habrá disminuido. De esta manera no
tendrá razón para volverse loco con Nick.
Honey resopló y golpeó la barra delante de mí con su paño.
—Niña, creciste con Joe. Deberías saberlo mejor. Él no es un maniquí. Además
alguien le dirá y cuando todos lo hagan, el infierno se desatará.
Suspiré y recogí el estante vacío delante de mí para llevarlo de vuelta a la cocina.
—Sé que lo descubrirá, pero quiero que hagan las paces. No me perdonaré hasta
que lo hagan.
Honey cabeceó.
—Sí, bien, mi consejo es que estés lejos de los muchachos. Sé que piensas que amas
a mi chico pero los chicos Jonas son el problema. Ambos. Ellos tienen problemas
que tú no conoces, necesitan tiempo. Lo único que conseguirás es desordenar sus
cabezas. Además ellos corren cuando las cosas se ponen difíciles, Joe es el mejor
ejemplo ahora mismo. ¿Dónde está él mientras tú estás siendo tratada como si
tuvieras tatuada la letra escarlata en la frente? Y Nick no es mejor, él está
dejando que una chica pague el pato de todo esto sin decir una palabra. Amo a mi
muchacho, pero él no es la clase de hombre con la que quieres planear tú futuro.
Necesitas seguir adelante, chica. Encontrar a alguien cuyo apellido no sea Jonas.
Ya que esos días yo no era una persona grata, decidí que lo mejor sería llevar mi
propio almuerzo y comer escondida en la biblioteca. De esta manera estaba lo
bastante lejos de Nicole y de coca, para permanecer seca y agradable. Nadie
pareció notar mi ausencia o ninguno se preocupó.
Cinco minutos antes de que tocara la campana, guardé la bolsa vacía de mi
almuerzo en mi bolsillo trasero y me dirigí a al casillero. Las notas habían
disminuido lo cual era sorprendente. Había hecho un punto para evitar ir a mi
armario, excepto a primera hora de la mañana y antes de irme a casa. Sólo cargué
todos mis libros en mi mochila. La espalda me dolía del peso pero no me
emocionaba la idea de volver a un vestíbulo lleno de gente que me odiaba. El
morado de mi hombro izquierdo no era nada comparado con ser empujado contra
un casillero.
—La princesa ha caído muy bajo cuando va a esconderse durante el almuerzo. —El
tono divertido de Nicole me saludó cuando me acerqué a mi casillero. Levanté mis
ojos despacio para encontrar su mirada. No estaba segura de por qué me odiaba
tanto. ¿Acaso no piensa que ya he pagado suficiente por mi pecado al ir contra
ella? Ella se paró directamente entre mi casillero y yo. Caminar alrededor suyo
sería estúpido. En cambio esperé a que dijera lo que vino a decir.
—¿Cómo se siente ser la espuma en la charca?
Tuve que morderme la lengua para no contestarle, no sabría que no era ella. En
una lucha ella me golpearía en la cara. Además no quise darle la satisfacción de
que viera que sus palabras me afectaron.
—No me ignores. —Se burló dando un paso hacia mí. Todavía era yo misma. El
odio que destellaban sus ojos era una advertencia para que pisara con cuidado.
—Sólo quiero ir a mi armario y después mi iré. No estoy tratando de causar
problemas.
Nicole cacareó como una bruja trastornada.
—Ya causas problemas, puta.
Ella estiró su mano y tiró un mechón de mi pelo causándome lágrimas en los ojos
por el repentino dolor.
—Piensas que eres tan bonita y perfecta que simplemente puedes tomar lo que
quieres. Bien, tengo noticias para ti muchacha, no puedes tomar lo que es mío.
Nicole acortó el espacio entre nosotras y en un rápido movimiento me envió
volando hacia atrás con un empujón en mi pecho. Genial. Iba a meterme en una
pelea en el vestíbulo de la escuela sin haber hecho nada. Justo lo que necesitaba.
Mis padres se pondrían furiosos si me suspendieran.
Levantarme parecía algo inútil. Mantuve mi cabeza baja y esperé a que algo más
pasara. No tardó mucho tiempo. De un tirón arrancaron mi mochila de mis
hombros y tiraron los libros sobre mi cabeza. Me encogí y solté un grito ahogado
cuando mi cabeza fue golpeada con los libros que me vi forzada a llevar todo el
día.
—Eso fue suficiente. Muévanse. —La voz de Nick hizo callar todas las risas y
charlas que llenaban el vestíbulo—. Déjala sola, Nicole. Tu problema es con Joe,
no con ______. No quiero verte tocarla de nuevo, eso va para todos ustedes. Paren.
Aquí nadie sabe lo que pasó y no es asunto de nadie. Dejen de actuar como un
manojo de estúpidos y déjenla sola.
Los pies se arrastraron a mi alrededor y la risa se había convertido en susurros
callados mientras la multitud hizo exactamente lo que Nick había dicho. El
príncipe actual había hablado. Le había tomado una semana, pero finalmente
terminó esto. Su mano apareció delante de mi cara y la miré un momento,
fijamente, antes de ignorarla y levantarme por mi cuenta. No lo miré a los ojos ni
tampoco le agradecí. Su interferencia había tardado mucho y mi gratitud expiró.
Comencé a recoger mis libros.
—¿Al menos vas a agradecerme? —me preguntó Nick mientras recogía mi
mochila y la abría.
Me encogí y apenas lo miré por encima antes de guardar los libros en la mochila
que él mantuvo abierta.
—Tú causaste esto sobre ti misma, lo sabes.
Esa fue la gota que desbordó al vaso. Yo había sido la bolsa de boxeo durante cinco
días, demasiado tiempo. Le quité mi mochila de libros de sus manos y fulminé con
la mirada aquellos ojos azules que alguna vez pensé eran hermosos. Ahora me
parecían pálidos y aburridos.
—Nadie se merece lo que pasé estos días. Podría haber merecido tu cólera, pero no
la de toda la escuela. No les hice nada. Así que perdóname si veo que me llevé una
semana de incesante acoso.
Me di la vuelta y comencé a dirigirme hacia la puerta. Había tenido suficiente.
—______, espera. —Nick corrió detrás de mí y tomó mi brazo—. Por favor,
espera. Escucha.
—¿Qué? —espeté sin querer que mi fuga se estropease.
—Tengo algo que necesito decirte. Sólo escucha, por favor.
Cabeceé pero mantuve mi mirada fija en las puertas a través de las cuales,
desesperadamente, quería escapar.
—Me equivoqué. Dejando que te hicieran todas esas cosas durante toda la semana
y sin decir nada, fue horrible. Lo siento, de verdad. En mi defensa, estoy lastimado
___. No sólo te perdí a ti, ___, también perdí a mi mejor amigo, mi primo, mi
hermano. Todo se caía rápidamente y no podía hacer nada. Me dije a mí mismo
que lo merecías, que podías luchar tus propias batallas. Supongo que esperaba ver
a la chica ruda que recuerdo de cuando éramos niños. Si pudiera ver eso, entonces
entendería por qué te fuiste con Joe. Pero sigues reaccionando de la manera en
que mi ___ reaccionaría. Nunca te defendiste ni tomaste represalias. Sólo lo
aceptaste. Dios, duele tanto. Ellos te estaban lastimando, a la chica que amé toda
mi vida. Quería saltar y defenderte pero la imagen de Joe besándote, tú
mirándolo fijamente como si quisieras comértelo entero se repetía en mi cabeza y
me ponía furioso de nuevo. —Soltó un suspiró y el apretón de mi brazo
desapareció.
—Te amo. Sé que a la verdadera tú también. Piensas que no, pero cuan fácilmente
olvidas que cuando éramos chicos yo siempre te sacaba de los problemas. No le
pedí a la ______ perfecta ser mi novia cuando tenía catorce años. Se lo pregunte a
la única ___ que conocí. Cambiaste un montón, no voy a mentirte. Estaba
orgulloso de la chica en la que te habías convertido. Mi mundo estaba completo.
Tenía la familia perfecta, la chica perfecta, el futuro perfecto... pero olvidé a la niña
que fuiste una vez. Joe no la olvidó.
Tragué a pesar del nudo en mi garganta. Esta era la conversación que deberíamos
haber tenido cuando Nick vino a casa este verano. En cambio, yo me escapé de
la verdad.
—Nunca quise lastimarte —contesté mientras apartaba mi vista hacia mis tenis.
—Pero lo hiciste.
Hola Chicas aca les traje otro capi espero les guste :)
la verdad no tuve tiempo de editarlo porq recien llegue de vieje y quiero dormir una siesta pero no las queria dejar sin capi :)
Asiq ahi esta!! Ahh y ya falta poco para q termine :lloro:
les gustaria leer la 2?? díganme asi la empiezo a editar :)
Las quiero Gracias por leer la nove :bye:
JOE
Querido Joe:
Te extraño. Extraño tu sonrisa. Extraño tu risa. Extraño la manera en que te ves con jeans.
Extraño el destello perverso en tus ojos cuando tramas algo malo. Te extraño. Por favor, vuelve a casa. Pienso en ti todo el día y toda la noche. Sabes, realmente esto está estropeando mi sueño. Anoche me acosté en el techo y pensé en todas las noches que nosotros nos habíamos recostado y mirado las mismas estrellas. Antes de que la vida se estropeara. Antes de que escogiera al chico Jonas equivocado.
Nick te perdonará. Pienso que él comienza a entender que lo que nosotros teníamos no era amor. No verdadero amor. Él no conoce a la verdadera yo y yo he descubierto que no conozco al verdadero Nick. Las cosas que amaba de él ya no se mantienen más. Él no es tú, nunca lo fue. Pero sólo puede haber un chico malo y ridículamente sexy en la ciudad.
Creo que es una cuestión de cupo, estoy bromeando. Tú no eres malo, tienes tantas buenas cualidades. Te admiro. Desearía que todos pudieran ver al Joe que yo veo. Si ellos sólo supieran lo especial que eres. Por favor, regresa a casa. No puedo decirlo las veces suficientes. Te extraño.
Te amo,
______.
Ella me extraña. Quiero volver y llevármela. Agarrarla rápidamente y correr.
Enfrentar a mi tío ahora, sabiendo que nunca trató de tener ninguna relación
conmigo, era algo que todavía no podía hacer, aunque quería a ______. Ella podría
esconderse conmigo. Si le preguntara sé que no dudaría en venir. Pero yo ya la
había metido en un lio horrible. No podía lastimarla de nuevo. Ella tiene la
seguridad de su casa. Padres que la aman. No necesita perder eso. Es importante.
Es un regalo. Uno que nunca tuve y que me condenaría si se lo arruinaba. En vez
de prender mi celular y ver los mensajes que me había mandado, apreté la carta
contra mi corazón y cerré los ojos. Por ahora eso tenía que ser suficiente.
______
—No dejes que se caigan. Las malditas cosas cuestan demasiado. —Honey me
llamó desde la cocina.
Sostuve las copas de cristal y las tazas de cerveza antes de guardarlas en su sitio
detrás de la barra. Empecé a venir aquí dos días después del colegio para traerle
una carta a Joe y ver si Honey había escuchado algo de él. Mis visitas frecuentes
habían aumentado tanto que Honey empezó a ponerme a trabajar.
Yo, con mucho gusto, había aceptado. De este modo podría hablar con alguien
acerca de Joe y no tendría que irme a mi dormitorio sola.
—Tank, toma cinco dólares de mi paga cada vez que rompo algún vaso. Sabiendo
bien que ninguna de esas cosas cuesta cinco dólares cada una. —Ella se quejó
andando detrás de la barra de la cocina que lleva a otro estante de tazas y vasos
limpios.
—Estoy siendo cuidadosa —le aseguré, poniendo una taza en el estante bajo el
mostrador.
—Bueno. Ahora sigue contándome sobre el asunto del casillero —me dijo mientras
recogía otra copa y la comenzaba a secar a mi lado.
—Ellos sólo están poniendo notas y cartas feas, amenazándome y cosas así. Es
tonto. Después de que me empujaron contra el casillero y me golpeé la cabeza no
sufrí otra herida.
—¿Y ese hijo de puta no hace nada para que dejen de tratarse así?
Me encogí de hombros pensando en Nick mirando silenciosamente desde la
distancia.
—Él es como su padre, no sé por qué me sorprende. No va a ayudar a nadie
cuando Joe regrese. Cuando mi chico averigüe lo que Nick dejó que te pasara
se volverá loco. Tenía la esperanza de que hicieran las paces una vez que Joe
regresara.
—No tengo la intención de contarle a Joe sobre esto. No lo sabrá y tengo
esperanzas de que cuando regrese todo esto habrá disminuido. De esta manera no
tendrá razón para volverse loco con Nick.
Honey resopló y golpeó la barra delante de mí con su paño.
—Niña, creciste con Joe. Deberías saberlo mejor. Él no es un maniquí. Además
alguien le dirá y cuando todos lo hagan, el infierno se desatará.
Suspiré y recogí el estante vacío delante de mí para llevarlo de vuelta a la cocina.
—Sé que lo descubrirá, pero quiero que hagan las paces. No me perdonaré hasta
que lo hagan.
Honey cabeceó.
—Sí, bien, mi consejo es que estés lejos de los muchachos. Sé que piensas que amas
a mi chico pero los chicos Jonas son el problema. Ambos. Ellos tienen problemas
que tú no conoces, necesitan tiempo. Lo único que conseguirás es desordenar sus
cabezas. Además ellos corren cuando las cosas se ponen difíciles, Joe es el mejor
ejemplo ahora mismo. ¿Dónde está él mientras tú estás siendo tratada como si
tuvieras tatuada la letra escarlata en la frente? Y Nick no es mejor, él está
dejando que una chica pague el pato de todo esto sin decir una palabra. Amo a mi
muchacho, pero él no es la clase de hombre con la que quieres planear tú futuro.
Necesitas seguir adelante, chica. Encontrar a alguien cuyo apellido no sea Jonas.
Ya que esos días yo no era una persona grata, decidí que lo mejor sería llevar mi
propio almuerzo y comer escondida en la biblioteca. De esta manera estaba lo
bastante lejos de Nicole y de coca, para permanecer seca y agradable. Nadie
pareció notar mi ausencia o ninguno se preocupó.
Cinco minutos antes de que tocara la campana, guardé la bolsa vacía de mi
almuerzo en mi bolsillo trasero y me dirigí a al casillero. Las notas habían
disminuido lo cual era sorprendente. Había hecho un punto para evitar ir a mi
armario, excepto a primera hora de la mañana y antes de irme a casa. Sólo cargué
todos mis libros en mi mochila. La espalda me dolía del peso pero no me
emocionaba la idea de volver a un vestíbulo lleno de gente que me odiaba. El
morado de mi hombro izquierdo no era nada comparado con ser empujado contra
un casillero.
—La princesa ha caído muy bajo cuando va a esconderse durante el almuerzo. —El
tono divertido de Nicole me saludó cuando me acerqué a mi casillero. Levanté mis
ojos despacio para encontrar su mirada. No estaba segura de por qué me odiaba
tanto. ¿Acaso no piensa que ya he pagado suficiente por mi pecado al ir contra
ella? Ella se paró directamente entre mi casillero y yo. Caminar alrededor suyo
sería estúpido. En cambio esperé a que dijera lo que vino a decir.
—¿Cómo se siente ser la espuma en la charca?
Tuve que morderme la lengua para no contestarle, no sabría que no era ella. En
una lucha ella me golpearía en la cara. Además no quise darle la satisfacción de
que viera que sus palabras me afectaron.
—No me ignores. —Se burló dando un paso hacia mí. Todavía era yo misma. El
odio que destellaban sus ojos era una advertencia para que pisara con cuidado.
—Sólo quiero ir a mi armario y después mi iré. No estoy tratando de causar
problemas.
Nicole cacareó como una bruja trastornada.
—Ya causas problemas, puta.
Ella estiró su mano y tiró un mechón de mi pelo causándome lágrimas en los ojos
por el repentino dolor.
—Piensas que eres tan bonita y perfecta que simplemente puedes tomar lo que
quieres. Bien, tengo noticias para ti muchacha, no puedes tomar lo que es mío.
Nicole acortó el espacio entre nosotras y en un rápido movimiento me envió
volando hacia atrás con un empujón en mi pecho. Genial. Iba a meterme en una
pelea en el vestíbulo de la escuela sin haber hecho nada. Justo lo que necesitaba.
Mis padres se pondrían furiosos si me suspendieran.
Levantarme parecía algo inútil. Mantuve mi cabeza baja y esperé a que algo más
pasara. No tardó mucho tiempo. De un tirón arrancaron mi mochila de mis
hombros y tiraron los libros sobre mi cabeza. Me encogí y solté un grito ahogado
cuando mi cabeza fue golpeada con los libros que me vi forzada a llevar todo el
día.
—Eso fue suficiente. Muévanse. —La voz de Nick hizo callar todas las risas y
charlas que llenaban el vestíbulo—. Déjala sola, Nicole. Tu problema es con Joe,
no con ______. No quiero verte tocarla de nuevo, eso va para todos ustedes. Paren.
Aquí nadie sabe lo que pasó y no es asunto de nadie. Dejen de actuar como un
manojo de estúpidos y déjenla sola.
Los pies se arrastraron a mi alrededor y la risa se había convertido en susurros
callados mientras la multitud hizo exactamente lo que Nick había dicho. El
príncipe actual había hablado. Le había tomado una semana, pero finalmente
terminó esto. Su mano apareció delante de mi cara y la miré un momento,
fijamente, antes de ignorarla y levantarme por mi cuenta. No lo miré a los ojos ni
tampoco le agradecí. Su interferencia había tardado mucho y mi gratitud expiró.
Comencé a recoger mis libros.
—¿Al menos vas a agradecerme? —me preguntó Nick mientras recogía mi
mochila y la abría.
Me encogí y apenas lo miré por encima antes de guardar los libros en la mochila
que él mantuvo abierta.
—Tú causaste esto sobre ti misma, lo sabes.
Esa fue la gota que desbordó al vaso. Yo había sido la bolsa de boxeo durante cinco
días, demasiado tiempo. Le quité mi mochila de libros de sus manos y fulminé con
la mirada aquellos ojos azules que alguna vez pensé eran hermosos. Ahora me
parecían pálidos y aburridos.
—Nadie se merece lo que pasé estos días. Podría haber merecido tu cólera, pero no
la de toda la escuela. No les hice nada. Así que perdóname si veo que me llevé una
semana de incesante acoso.
Me di la vuelta y comencé a dirigirme hacia la puerta. Había tenido suficiente.
—______, espera. —Nick corrió detrás de mí y tomó mi brazo—. Por favor,
espera. Escucha.
—¿Qué? —espeté sin querer que mi fuga se estropease.
—Tengo algo que necesito decirte. Sólo escucha, por favor.
Cabeceé pero mantuve mi mirada fija en las puertas a través de las cuales,
desesperadamente, quería escapar.
—Me equivoqué. Dejando que te hicieran todas esas cosas durante toda la semana
y sin decir nada, fue horrible. Lo siento, de verdad. En mi defensa, estoy lastimado
___. No sólo te perdí a ti, ___, también perdí a mi mejor amigo, mi primo, mi
hermano. Todo se caía rápidamente y no podía hacer nada. Me dije a mí mismo
que lo merecías, que podías luchar tus propias batallas. Supongo que esperaba ver
a la chica ruda que recuerdo de cuando éramos niños. Si pudiera ver eso, entonces
entendería por qué te fuiste con Joe. Pero sigues reaccionando de la manera en
que mi ___ reaccionaría. Nunca te defendiste ni tomaste represalias. Sólo lo
aceptaste. Dios, duele tanto. Ellos te estaban lastimando, a la chica que amé toda
mi vida. Quería saltar y defenderte pero la imagen de Joe besándote, tú
mirándolo fijamente como si quisieras comértelo entero se repetía en mi cabeza y
me ponía furioso de nuevo. —Soltó un suspiró y el apretón de mi brazo
desapareció.
—Te amo. Sé que a la verdadera tú también. Piensas que no, pero cuan fácilmente
olvidas que cuando éramos chicos yo siempre te sacaba de los problemas. No le
pedí a la ______ perfecta ser mi novia cuando tenía catorce años. Se lo pregunte a
la única ___ que conocí. Cambiaste un montón, no voy a mentirte. Estaba
orgulloso de la chica en la que te habías convertido. Mi mundo estaba completo.
Tenía la familia perfecta, la chica perfecta, el futuro perfecto... pero olvidé a la niña
que fuiste una vez. Joe no la olvidó.
Tragué a pesar del nudo en mi garganta. Esta era la conversación que deberíamos
haber tenido cuando Nick vino a casa este verano. En cambio, yo me escapé de
la verdad.
—Nunca quise lastimarte —contesté mientras apartaba mi vista hacia mis tenis.
—Pero lo hiciste.
Hola Chicas aca les traje otro capi espero les guste :)
la verdad no tuve tiempo de editarlo porq recien llegue de vieje y quiero dormir una siesta pero no las queria dejar sin capi :)
Asiq ahi esta!! Ahh y ya falta poco para q termine :lloro:
les gustaria leer la 2?? díganme asi la empiezo a editar :)
Las quiero Gracias por leer la nove :bye:
zai
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
No puedo creer que falte poco para que acabe
y si yo quiero la 2da parte, asi que empieza a editar
siguelaaaa
y si yo quiero la 2da parte, asi que empieza a editar
siguelaaaa
JB&1D2
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
Pero ella no se merecía ser tratada como los demás lo hicieron!!!!..... Y esa no es justificación por parte de nick!!!!!...... Ojala y llegue joe porque cuando sepa se va armar la cuarta guerra!!!!!!
chelis
Re: The Jonas Boys (Joe y tu) [TERMINADA]
hasta que hablo tienes que seguirla
donde esta joe? que pasara ?
SÍGUELA!
donde esta joe? que pasara ?
SÍGUELA!
fernanda
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