Cómo me enamoré de ti - Liam-Harry-tú

=O! me en canta!

-No sabía que podías escribir Styles – le dije mientras intentaba que no me alcanzara
-Se supone que no tienes que estar leyendo eso Liam
-Hey Niall mira esto… - le lancé el cuaderno que Harry tenía escondido entre sus cosas y que a mí me había dado curiosidad desde que me enteré que lo tenía - ¿Puedes ponerle ritmo?
-No, no Niall… ¡dámelo!
-Wow Harry ¿esto lo escribiste tú?
-Increíble, pero cierto – dije en un tono burlón

Harry no era un chico precisamente romántico hasta donde tenía entendido, la tituló “More than this” y me seguía pareciendo buenísima. Era una especie de carta a una chica.

-¿Nos vas a decir cómo hiciste esto? –dijo Niall sosteniendo el cuaderno fuera del alcance de Harry
-¡No! Niall, no es divertido. Dame eso… me la vas a pagar Payne – me encogí de hombros, sabía lidiar con las “venganzas” de los chicos, ya nos habíamos convertido en amigos fácilmente y este tipo de cosas eran las que hacíamos para divertirnos de vez en cuando
-¿Es una chica, verdad?
-Cállate irlandés
-Claro que es una chica –dijo Zayn que entraba al salón con una soda en la mano – Que más si no… ¡pásamelo!- lo atrapó rápido -Esa chica debió ser de Marte como para que tú hicieras esto por ella –todos nos reímos
-Eso ya no importa – se dio por vencido, se tiró en el sillón. Nos miramos los unos a los otros, no había visto a Harry así, calmado, pensativo y quizás hasta triste
-Venga tío no es para tanto – dijo Louis en un acento español que casi hace a Harry reír – Hay muchas tías en el mundo. Además, estamos hablando de Harry Styles, puedes tener a la tía que quieras.
-No es cierto, si pudiera tener a la chica que quisiera – sonrió – la tuviera a ella. ¿No crees? -¿Dónde había escuchado eso antes? Comprendía perfectamente a Harry, me recordaba a mí.
-Es sólo una chica Harry
-No, no lo creo –lo dijo en un tono más serio
-Creo que lo tengo –dije con mi guitarra en la mano, luego de darle en mi cabeza vueltas a un ritmo que podría servirle a la carta de Harry, tratando de quitar la tensión del ambiente – Si no te importa Harry quiero que escuches.

Empecé a tocar los acordes y Niall me siguió, canté el principio, luego Harry se unió. Y entre tanto y tanto logramos hacerle los arreglos. La chica de la que Harry se enamoró nos había hecho un favor; Zayn tenía razón, ella debía ser asombrosa y yo no entendía porque, pero a mi mente sólo se me venía la imagen de ella.

Alguna vez también le escribí una carta que quise enviarle, aunque no sabía exactamente en dónde estaba. Terminé rompiéndola, si ella quería sacarme de su vida, yo también debía hacerlo. Fue difícil al principio, pero ahora… ahora tenía esa sensación de que jamás la conocí, y que ni siquiera sabía quién era. No me importaba en lo absoluto donde se encontraba, ni que hacía, ni siquiera me importaba que estuviera con aquel chico por el que me dejó tirado esa noche. Ella dejó de importarme hace mucho, mucho tiempo.

OH MI DIOS SIGUELA PORFAX! :) x

-¿Entonces te quedarás?
-Sí, bueno, por lo menos por un tiempo
-¿Sabes algo de Liam? – me soltó Jose de repente, mientras jugaba con el pitillo de su bebida; todas me miraron esperando que respondiera
-No, no sé Jose – dije incómoda, pero segura
-Está más guapo… bueno, eso es lo que dicen
-Yo compré boletas para su concierto de mañana ¿quieren venir?– dijo Elena –Va estar buenísimo, y seguro Liam nos reconoce, nos sube a la tarima, nos presenta a los chicos.
-A ver chicas, pensemos: Liam es famoso, no se acordará de nosotras
-Tú le tiraste una bebida encima, seguro no te olvida Patricia
-Que yo recuerde, no es rencoroso –se rieron mientras yo estaba a punto de explotar
-Aun no entiendo cómo pudo llegar tan lejos
-Ni yo, pero ser rico, lindo y famoso, le sienta de maravilla. – tomó un sorbo de su margarita- En serio amiga, no sé cómo lo dejaste ir
-¡Bueno ya!– alcé un poco la voz- No vine aquí para hablar de… Liam. Es lo último que quiero hacer. Y no, no quiero ir a ese concierto.
-Lo lamento –dijo Elena – Sólo quería…
-Ya sé, ya sé.
Siguió la noche y no podía dejar de mirar al chico en la tarima con su guitarra. No lo hacía tan mal, y me recordaba a Liam la primera vez que lo vi. Ni siquiera lo noté, pero él parecía tan interesado que sólo por jugar le di mi teléfono.
Continuamos hablando unas horas más, nos reímos como antes y nos contamos lo que no habíamos podido por falta de tiempo y distancia de sobra.
Nos despedimos, tomé un taxi a casa. Tenía que estar temprano en mi nuevo empleo, conocería a mi jefe y por fin sabría exactamente qué era lo que haría; así que me recosté en la cama mirando hacia el techo, mi habitación estaba más espaciosa y mi cama se sentía más cómoda de lo normal, lo que me ayudó, junto al cansancio a terminar dormida rápidamente.

A la mañana siguiente llegué a la “empresa” de la que me habló William. En la que esperé por mucho tiempo sentada en un gran mueble de la recepción. Vi ir y venir personas que cargaban muchísimas cosas entre grandes y pequeñas; hasta que me hicieron pasar a una especie de oficina con muchos cuadros.

-Es simple, necesitaba a una chica exactamente como tú. Y aquí dice…- tomó en sus manos un folder que parecía contener información sobre mí - …que eres enfermera
-Bueno, casi yo…
-Da igual. Necesito que te veas bien, eso es todo. Que acompañes a la banda a cualquier lugar que deban ir, te asegures de que estén despiertos cuando yo te diga…-se paró e hizo unos ademanes para dar seguridad a lo que decía, o por lo menos eso pensaba yo –…que por favor no lleguen retrasados a ningún lugar.
-No entiendo- dije insegura
-Prácticamente necesito que cuides a los chicos en los lugares en donde yo no pueda estar. Serías su… mmm ¿Cómo le dicen aquí?
-¿Niñera?
-¡Exacto! Me encanta que nos entendamos. No está de más decir que también serías su enfermera, últimamente hacen demasiadas locuras y uno de los chicos está algo enfermo, tenemos que cuidarlo más, parece un niño pequeño…

¿En qué parte de la conversación me perdí? ¿De qué estábamos hablando?

-¿Disculpa?
-Si cariño
-¿A qué banda me dijo que iba a cuidar?
-Pensé que lo sabías…
-No, no lo sé
-Es…
-Señor Paul, lo espera su auto afuera- lo interrumpió la misma chica de recepción
-Listo Emma, gracias- se dirigió a mí- ¿Vienes? – me preguntó y yo asentí. Tomé mi bolso y lo seguí por el amplio pasillo, hasta la puerta.

Nos montamos en un BMW, llegamos a las afueras de la ciudad, a un portón muy grande. Al entrar todas esas cámaras y luces, y personas corriendo de aquí para allá me impresionaron. Todo el lugar era realmente impresionante. El set estaba preparado con varias pantallas verdes, azules y blancas. Muy parecido a las de esas sesiones de fotos que veíamos por la tele. Después de recorrer un poco el lugar, mi nuevo jefe se dirigió a mí.

-No veo a los chicos, deben estar por llegar o maquillándose- hice mi mayor esfuerzo por no reír, la idea de unos muchachos utilizando polvos y esas cosas, ya sabes, cosas que nosotras utilizamos me pareció muy divertida –Voy por ellos- miró su reloj – Deberían haber empezado hace media hora. Espera aquí.

Tal vez era el cansancio y mis ojos empezaban a jugar con mi mente; porque era imposible lo que estaba viendo. Pero por más que me concentraba y trataba de que desapareciera, no lo hizo. Aunque pasara el tiempo yo jamás olvidaría esos ojos a veces miel, a veces cafés que tanto me gustaban. Jamás confundiría a esa chica estatura promedio, cabello perfectamente ondulado, expresión sonriente, manos delicadas y converses que desentonaban en su intento por parecer elegante, con ninguna otra. En ese momento no sabía si enfadarme porque estaba ahí parada, o alegrarme porque la estaba viendo otra vez.

Era la parte de mi vida que quería dejar a un lado porque ella misma lo pidió. Jamás la llamé, aunque mil veces tuve la tentación, quería hacerlo no para decirle que la amaba, que volviéramos que no importaba nada, quería llamarla para quitarme ese peso que tenía en el corazón, porque creía que si le decía como me sentía la heriría y eso era lo que quería hacer, herirla, llenarla de culpa. Pero yo no era así, y en lugar de eso me dediqué a tragármelo todo.

-Liam amigo es hacia acá ¿sí? ¿Liam? ¡Liam!
-¿Si?
-¡Por fin! Quiero que mires hacia acá, a la ¡cámara! Concéntrate
-Sí, si claro lo lamento – desvié mi mirada de ella, ahora estaba enojado. ¿Había venido a buscarme? Miré una vez más hacia donde la había visto hace unos segundos, pero no estaba o por lo menos eso creí. Había empezado a preocuparme, ya estaba viendo lo que no quería ver.

Paul llegó con la histeria típica de todos nuestros días ocupados. Gritó algunas cosas, Louis volvió a jugarle una broma blanca, él se enfadó y volvió a gritar. Todo muy rutinario ya.

-Un día de estos voy a renunciar y me van a rogar para que vuelva - dijo, y todos reímos, aunque en el fondo sabíamos que tenía razón - ¿Dónde está Liam?
-Salió hace un rato a hacerse las fotos
-Bueno, no importa. Los quiero listos en 5 minutos - salió del lugar, pero luego volvió como si hubiese olvidado algo - Ahhh, también les tengo una sorpresa, pero deben darse prisa.
-¿Autos para todos?
-¿Nos darás un día libre?
-¿Iremos a un bar?
-¿Podré viajar a casa para mi cumpleaños?
-No, no, ¡NO! y... no Niall, para tu cumpleaños aun faltan varios meses. ¿Qué rayos les pasa a los chicos de ahora?

Cuando por fin salió Zayn le prometió a Niall que haría algo por él. Zayn por lo general jamás recuerda sus promesas, sería excelente si cumpliera esta. Yo lo ayudaría claro está. Ese pequeño irlandés lo merece.

Estuvimos listos y salimos para cuando Paul logró gritar a la tercera vez. Me habían sorprendido con muchas cosas anteriormente, pero esto que sentía al verla otra vez, no sabría como describirlo.

¿Yo? Yo no sabía que hacer, tenía ganas de abrazarla y decirle que la había extrañado; que ese corte nuevo le sentaba muy bien y que además no había cambiado en nada. Su sonrisa no se asomaba aun, pero yo estaba acostumbrado a eso.
Mientras caminábamos en su dirección, mis pensamientos cambiaron radicalmente. Estaba confundido, sobre todo porque no sabía exactamente qué hacía mi chica aquí.

-¡Aquí estás preciosa! Chicos, quiero presentarles a mi nueva pupila ______. Ellos son...
-One direction -dijo ella casi como en un susurro
-Si exacto, ella será quien... -lo siguiente no lo escuché, y no quiero mentirte sobre como fueron exactamente las cosas. Estaba perdido. ¡Estaba ahí! ¿Estaba ahí? Y no se veía muy feliz. Ni feliz, ni sorprendida, ni nerviosa. Parecía que quería salir corriendo a todo lo que da- Y nos va a ayudar con Liam, sobre todo con él. A todas estas, él es Louis - y le susurró que tuviera cuidado con él - él es Niall - y así fueron estrechando sus manos hasta que llegó a mí.

Comprendí perfectamente lo que trataba de hacer, me ignoró por completo, ignoró que nos conocíamos de antes y que incluso la besé. Ignoró que en una calle de París casi morí por ir tras ella. Ignoró que hasta morí por ella cuando me habló de su chico al que tanto amaba.
Me dijo su nombre y estrechó mi mano. Sonrió. Dijo que era un gusto conocerme.
-Harry... Styles - la miré a los ojos para que supiera que la recordaba ¡como no hacerlo! - Y el gusto es todo mío.

=O! déjame decirte que yo me he enamorado de tu nove, es hermosa y no puedo esperar a que subas más, me encanta !

Paul siguió hablando y hablando quien sabe por cuanto tiempo más. Sentía que me iba a desmayar, y era más que obvio porqué.
-Entonces te quedas con los chicos, así se van conociendo- creo que asentí aunque en realidad quería hablar con él.

Cuando acepté pensé que sería fácil, no sabía que mi trabajo debía hacerlo al lado de Liam, que tendría que verlo todos los días de ahora en adelante. Me moría por hacerlo, tenía muchísimo tiempo sin sentirlo, sin escucharle decir que me amaba. Realmente esperaba que se sintiera feliz por verme. Porque de esa misma forma me iba a sentir yo. Una vez lo vi en cierta revista que compré; lloré sin saber exactamente porque. Tal vez se veía lo suficientemente feliz como para saber que se había olvidado fácilmente de mí. Y prefería, aunque se me cayera el mundo por dentro, que siguiera así.

No me percaté de que todos se habían ido, excepto Harry que seguía ahí de pie, enfrente de mí sólo mirándome, o esperando a que sucediera algo.
-Yo sí me alegro de volver a verte -sonrió - y mucho... ese mal hábito tuyo de romper promesas me está gustando muchísimo - no esperó a que le respondiera, aunque tampoco lo iba a hacer, y se fue.

Quedé sola en medio de mucha gente y me sentía perdida. Hasta que luego de un rato alguien me tomó fuerte por el brazo, y a pesar de que hice tantos intentos por zafarme, no pude. Me lastimaba mucho, no tanto por mi brazo, sino por ser él quien me estaba haciendo daño. Sentía como caminaba rápido, fuerte y agitado, como si no le importara que todos vieran lo que me hacía. Ni siquiera me miró, o se sintió mal por ello; sólo caminó, y caminó con todas sus fuerzas arrastrándome lejos de ahí, hacia la puerta.
Salí y él detrás de mí, empezó a caminar de un lado a otro, yo sabía que estaba intentando calmarse. El tipo de caminata desesperada que yo quise evitar hace mucho tiempo.
Me miró y yo estaba nerviosa, casi petrificada, Liam jamás me había tratado de esa forma. Y en sus ojos jamás vi tanto odio como en ese momento. Pero en lugar de gritar y ofuscarse aun más, sólo me dijo unas pocas palabras; calmado, despacio y como en un susurro: Vete de aquí.