Remember that Summer [HarryStyles]

- ¡Ya, Harry! ¡Deja la intriga en otro momento y cuéntame que tal te fue en tu cita con Luna! – me chilla Louis y se tira arriba de mi cama.

Lo miro levantando la ceja con evidente irritación. Acuna sus manos en su cabeza y me mira de forma risueña. Suelto sin evitarlo una carcajada al verlo de una manera tan gay, además de que sigo feliz por el momento que pase con Luna. Se merece que le conteste, de verdad lo merece por estar conmigo aguantándome todos estos años.

- Me llevo a un café de rock and roll, me enseño a bailar y me obligo a cantar unas canciones de un tal Eddie Cochran…

- ¡¿Y que más?! ¡¿Te beso?! – exclama emocionado.

- No, apenas me conoce un día. Además, ese paso debería darlo yo ¿No? – frunzo el ceño y niego con la cabeza – Dios, parecemos chicas contándonos este tipo de cosas…

- No es mi culpa, Hazza. Desde hace tiempo espero de que dejes de ser tan cabezota y te juegues por esa chica ¡Es lo mejor que podrá encontrar un ogro como tú!

- Me encanta tu voto de confianza hacia a mí – ironizo y me levanto de la cama – ¿Te las arreglaste bien con Runa? – pregunto mientras saco un pantalón largo de color marrón y de estilo holgado del armario.

- Me dijo que si fuera por ella, en ese mismo momento, me sacaría el pene y lo cocinaría para que yo lo comiera. Esa chica está loca por mí…

- Créeme, loca esta, pero menos por ti – me burlo.

Me dirijo a la ducha mientras escucho a Louis desde la habitación sobre cómo fue que se pasó todo el día detrás de Runa para que ella no se diera cuenta de la ausencia de su hermana. Le debo un gran favor después de haber soportado a la castaña todo el día, aunque es entendible que quiera que nos pudramos en el infierno. Hice sufrir tanto a Luna y todavía no soy capaz de perdonarme a mí mismo por haber sido tan hijo de puta. Solo espero que el día en que ella recordara todo, que no me odiara tanto, que se quedara con los buenos recuerdos y desechara los malos, que se casara y tuviera hijos, que fuera feliz sea quien sea.

No puedo negar que tengo la pequeña esperanza de ser yo esa persona.

Tres días después.

Luna no ha aparecido desde hace días atrás desde que nos vimos. Me preocupo constantemente y me pregunto como esta, que estará haciendo, si está bien o mal, si está enferma o si tiene asuntos pendientes que atender. Me pregunto qué serian esos asuntos.

Me estoy volviendo loco. No he salido esperando a que ella me llamara ¡Por algo lógicamente le pase mi numero! Fui un imbécil al no pedirle el suyo, pero creo que ha sido lo mejor, de lo contrario estaría llamándola a cada instante para saber qué hace o como esta. En el pasado, ella odiaba tanto que llegara a ser tan controlador. Claro que en ese tiempo ya éramos novios, y ahora no somos nada.

Me niego a sentirme mal conmigo mismo por no tener su amor ahora, yo me busque que ella no sintiera nada por mí. Quizás solo le caigo bien y nada más, quizás tiene novio en Florida.

<< Debo preguntarle en cuanto la vea. >> Pienso mientras me coloco los lentes de sol y salgo del departamento.

Louis a estado últimamente molestando a Runa, y eso me hace pensar que se volvió a chiflar por ella. Solo espero que ella esta vez le dé una oportunidad para que dejara de actuar como un estúpido adolescente, vera que Louis no es tan inmaduro como aparenta, sino que ha cambiado notablemente al pasar los años.

Bajo en el ascensor y diviso de inmediato cuando llego que Louis está apoyado en la mesa de la recepción sonriéndole con descaro a la hermana de Luna, pero ella sigue con su trabajo haciendo de cuenta de que el no existe. Si supiera que eso motiva más a Louis, ninguna mujer se resiste a su idiotez. O bueno, Runa está demostrando lo contrario. No puedo negarme que aunque Louis es un gran chico y mi mejor amigo, a veces puede ser un completo idiota.

Decido sacar a Runa de su infierno y arrastrar a Louis conmigo a algún lugar para que deje de parecer una garrapata, pero antes de que pudiera dar más allá de dos pasos, veo como Geoff se acerca con Luna, vestida de unos short azules y una remera roja de los Ramones, y otra muchacha alta de cabello largo y ondulado, con un vestido de color melocotón y una pequeña cartera negra. Las dos saludan con emoción a Louis, aunque la ultima es algo tímida al hacerlo y sonríe con vergüenza, pero Louis se encarga de hacerla reír de inmediato.

No sé si acercarme. Aunque no lo quiera creer, por una parte Runa da miedo al ver esa mirada asesina y psicópata que le lanza a mi amigo, incluso me hace querer esconderlo en cualquier lugar del mundo para evitar que ella lo mate. Tal vez exagero, pero cuando tienes a esta mujer mirándote con todo el deseo del mundo de que te estés pudriendo y fantaseando que ella hará un festival en tu tumba, además de que escupirá aparte de bailar sobre ella.

No puedo darme la media vuelta y desaparecer, porque enseguida Geoff me llama con alegría y se me es imposible escapar. Así que me acerco con una media sonrisa, tratando de no tener contacto con otros ojos, especialmente con los de Runa o Luna. Runa me mirara con odio, algo que me perturbara y me sentirá incomodo, pero si miro a Luna aunque sea unos segundos… simplemente perderé el control.

- ¡Harry! ¡Ven aquí, muchacho! – exclama el hombre y me da un abrazo, además de unas palmadas en la espalda, y se separa a los segundos – Muchacho, ¿Qué has hecho estos días? No me digas que encerrado en tu cuarto con esta hermosa ciudad.

- Lamentablemente, debo informarle que si me la he pasado encerrado. No hay buena compañía que pueda acompañarme en el recorrido de la ciudad – le respondo.

- ¿Y que hay conmigo? – pregunta Louis ofendido.

- Tú no eres buena compañía – levanto las cejas burlándome de él.

- Por primera vez en mi vida, estoy de acuerdo contigo, Styles – comenta Runa fulminándome con la mirada.

- ¡Oh! ¡Pero soy un olvidadizo! – Geoff se hace a un lado y me deja ver directamente a Luna, quien me sonríe. No puedo evitar sonreír también – Ella es mi hija menor, Luna, y esta es su mejor amiga Manuela, pero todos le decimos Ella.

- Un placer, señoritas – digo sin quitar la vista de la castaña.

- Para nosotras también – me responde ella aun sonriéndome.

- ¿Dónde era que iban, chicas? – pregunta Louis y me da un codazo. Lo miro molesto y él me dice con la mirada de que disimule un poco.

- Al café de Niall ¿Quieren venir? – pregunta Ella con timidez.

- Claro que…

- ¡No! – grita Runa interrumpiendo a Louis.

- ¿”No” que, Runa?

- No… no… - murmura buscando una excusa – Luna sigue castigada por usar la mini bus.

Luna bufa molesta y se cruza de brazos. Ya veo, estos tres días que ha estado desaparecida del hotel es justamente porque estaba castigada ¿Enserio le molestan tanto que conduzca sola? ¿Enserio llegue a provocar tal desconfianza de ellos en ella? Me gustaría pedirle perdón, pero si lo hago tendría que explicarle toda la historia y no sería lo indicado ahora.

- Oh, son vacaciones, Runa. No seas tan dura con ella – replica Geoff restándole importancia con la mano – Además, esta Ella aquí, ella la mantendrá cuerda.

- Como si estuviera loca – la oigo murmurar molesta.

- Y también estará Harry y Louis, ellos ya son grandes y maduros.

- ¿Me estás diciendo que este tonto es “maduro”? - Runa señala a Louis incrédula. Geoff la mira reprochándola.

- Runa, sé que Louis no es de tu agrado, pero es un buen chico.

- Si, Runa. Soy un buen chico – se cruza los brazos mi amigo y le sonríe burlonamente.

Luego de que Runa protestara una vez más y Geoff insistiera de que eran vacaciones para que Luna este encerrada, nos marchamos los cuatro hacia el estacionamiento, donde una vez más está el mini bus rojo y blanco esperándonos para dar un recorrido.

- ¿Alguno quiere manejar? Hoy no me encuentro de ánimos – sonríe Luna tirándole las llaves a Louis, quien la toma con agilidad.

- Creo que seré yo su chofer hoy – comenta el castaño y se sube en el asiento del piloto.

Ella y Luna se suben atrás mientras yo me subo en el asiento del copiloto. Louis arranca y se la pasa hablando con las muchachas en casi todo el recorrido, pero antes de que pudiéramos llegar al café del rock and roll, Ella grita de que paremos cuando estamos a punto de llegar. Louis lo hace algo extrañado pero enseguida Luna abre la puerta y salta para luego abrazar a un rubio de ojos celestes. Entrecierro los ojos y convierto mis manos en puños. Le doy cinco segundos para que la suelte.

- Harry, tranquilo – susurra Louis una vez Ella también se baja – Deberá ser un amigo, nada más.

- Se supone que no debo sentirme así – murmuro pensativo y, claramente, arrepentido por la idea de querer golpear al muchacho por abrazar a alguien que ni siquiera es mi novia.

- Aun la amas, es lógico – sonríe de costado. – Baja, debemos conocer a quien causa tanto furor en las chicas.


Luna le pasa la tabla de surf que tenía en la minibús a Niall, quien al recibirla se lo agradece y le regala una sonrisa. Borrare esa estúpida sonrisa en cualquier momento si llega a propasarse con ella.

Niall no resulta ser un mal chico, es bastante agradable, simpático y un poco tímido a pesar de ya tener diecinueve años, pero de todas formas eso no está bien. No está bien que sea tan bueno cuando eso hace que me dé pena pensar que lo matare a golpes si llega a poner un solo dedo en Luna.

Soy un maldito celoso, lo sé.

Saco la canasta del mini bus y me dirijo a la arena para preparar todo para el picnic que habían organizado Ella y Luna. Coloco el típico mantel rojo y blanco y saco los sándwiches preparados para que todos coman, pero ninguno se acerca salvo Luna. Louis se une a su diversión en el agua y sigue por detrás a Ella y a Niall.

- Están bastantes emocionados ¿Eh? – rompo el silencio después de que ella se sentara a mi lado.

- Si, Ella hace tiempo no viene y Niall ya la extrañaba – sonríe mirando a sus amigos.

Suspiro. Al parecer Ella tenía algo con ese tal Niall, por lo que no corre ningún peligro el rubio de acabar muerto y sepultado, pero viéndolos bien, ninguno hace un intento de coquetería ni mucho menos parece una feliz pareja al reencontrarse. Algo me hace pensar que Ella y Niall no están juntos. Decido averiguarlo y me vuelvo hacia Luna.

- Así que ¿Desde hace cuánto ellos están juntos? – pregunto tratando no sonar demasiado interesado.

Luna frunce el ceño y niega con la cabeza.

- ¿Ella y Niall? Uh, no. Estas equivocado, Harry – sonríe nuevamente – Son amigos, los tres lo somos – aclara y se corre unos mechos rebeldes de su rostro con su mano, guiándolos detrás de su oreja – Sucede que Ella y Niall se conocen desde hace tiempo, incluso fue ella quien me lo presento. Y como no se han encontrado desde hace mucho tiempo, se alegran de estar juntos de nuevo. Niall es de California y rara vez nos podemos ver.

- Entiendo – finalizo con un asentimiento con la cabeza.

Nos quedamos varios minutos callados, escuchando las risitas de los tres que se están burlando de Louis, quien se cae al intentar subirse a la tabla de Surf. En esta parte de la playa es todo muy tranquilo, no hay nadie a nuestro alrededor, tampoco se escucha el sonido de la ciudad. Solo hay a nuestro alrededor bosques y la carretera que nos condujo hacia aquí. Niall nos dijo de este lugar y Luna pidió que viniéramos.

Me pregunto qué será de mí en cuatro años. Que será de Luna en cuatro años. De seguro yo estaré encerrado en una oficina o en una conferencia, reuniéndome con los ejecutivos y planeando otro hotel en alguna parte del mundo, con Josh molestándome y mi padre sonriéndome con orgullo. Luna de seguro se estará recibiendo de bióloga, con su familia y amigos a su lado ¿Y por qué no? Un novio besándola y diciéndole cuanto es que la ama y lo feliz que es junto a ella.

- ¿Jugamos a un juego? – pregunta de repente quitándome de mis pensamientos.

Me vuelvo hacia ella y veo que se coloca en posición de indio y saca de su cartera dos dados. Frunzo el ceño y los señalo con el dedo para saber si de verdad el juego consiste en utilizarlos. Luna asiente con la cabeza y me apura para que me ponga en la misma posición que ella.

- Mira, yo los agito y si la suma de los lados es par, puedes hacerme una pregunta, pero si sale impar, yo te hare una. ¿Entendiste?

Asiento y comienza a mezclar los dados colocándolos en su mano. Los lanza hacia arriba del mantel rojo y blanco y sale el número 7.

- ¡Gane! – chilla con felicidad – Bien, Harry ¿Quién fue tu primer beso?

- ¿Mi primer beso?

¿Enserio? ¿Está haciendo una pregunta tan estúpida como esa?

- No me digas que no has besado a nadie – pone sus manos sobre su boca y se ve bastante impresionada.

- No, no es eso. Mi primer beso fue con… con Louis.

- ¡¿CON QUIEN?! – grita captando la atención de los que están en el agua. – No me digas que eres gay – susurra horrorizada – Ay Dios, ¡Me parecía atractivo un chico que es gay!

Comienzo a reírme a carcajadas después de tanto tiempo. Me duele el estómago de lo mucho que me estoy riendo de Luna, incluso Louis, Ella y Niall se han acercado para ver qué es lo que sucede. Me tiendo en la arena y miro al cielo pidiéndole a Dios que calme este ataque de risa, pero me rio aún más cuando Luna le cuenta lo que hablábamos a mi amigo, haciendo que el también estalle a risas y se tienda a mi lado.

- ¡No somos gays, Luna! – grita Louis quitándose las lágrimas – Sucede que una vez un trabuco estaba siguiendo a Harry, teníamos once años y nos habíamos ido a una discoteca gracias a su hermano mayor. Harry le dijo que yo era su novio y, bueno, el tipo quería saber si era verdad, así que como estaba un poco pasado de copas lo bese. ¡Pero no somos gays!

Todos nos reímos ante la anécdota mía y de mi amigo, pero Luna no emite ningún sonido y se pone las manos en su rostro. Los demás se burlan de ella por sacar conclusiones apresuradas y vuelven al agua, se ve que vienen unas olas impresionantes y Louis quiere ver si puede montarlas, aunque de seguro se romperá el cuello antes de hacerlo.

- ¿Qué sucede? – le pregunto un poco preocupado a Luna. Ella saca tímidamente sus manos de su rostro y mira hacia el suelo avergonzada.

- Te dije que me parecías atractivo.

Sonrió sin poder evitarlo. Si ella piensa eso de mí, entonces debo gustarle aunque sea exteriormente, lo que me da una ventaja de que me deje acercarme a ella y me conozca. Me acerco más a ella y noto como se pone nerviosa.

- ¿Realmente crees que soy atractivo?

- Sí, pero ¿Sabes que sería más atractivo? Que te alejaras un poco – pone sus manos sobre mi pecho y me empuja suavemente.

- ¿Te pongo nerviosa? – insisto sin poder quitar la sonrisa de mi rostro.

- N-no – tartamudea y se pone el pelo detrás de la oreja.

- De acuerdo – me encojo de hombros y le doy un beso en la mejilla.

Me paro y saco un paquete de cigarros de mi mochila. Pongo el cigarrillo en mi boca y lo prendo.

- ¿Qué demonios estás haciendo? – espera Luna mientras me mira con cara de pocos amigos.

- Fumo – frunzo el ceño y levanto un poco el cigarro que está en mi mano – Lo suelen hacer las personas.

- ¡Fumar está mal porque daña tus pulmones, además también daña la capa de ozono!

- No te mueres por un cigarrillo, te mueres si te excedes. Todo en exceso es malo ¿Lo sabias?

- Sí, pero es mejor prevenir.

Y con eso Luna me tira una botella entera de agua. No solo me apaga el cigarrillo, me moja completamente, el pantalón, la remera y mi cabello. Respiro con profundidad y levanto la vista hacia ella. Tira la botella a un lado, se cruza de brazos y me sonríe con victoria, no sabe lo que le espera. Me levanto y me quito la remera. Le dirijo una mirada burlona y veo que ella no ha despegado sus ojos de mi cuerpo, incluso traga saliva y comienza a murmurar palabras para ella misma.

- Te vas a arrepentir – le digo captando su atención y me acerco a ella lentamente. Luna da pasos hacia atrás.

- ¿Q-q-que? – carraspea y se va alejando - ¿Qué piensas hacer, Harry?

- Hace mucho calor, podrías ensolarte – le guiño el ojo, dejándole en claro que es lo que le espera.

- ¡Que ni se te ocurra! – grita y se da vuelta para comenzar a correr.

- ¡Lo hubieras pensado antes! – exclamo y comienzo a correr hacia ella.

Luna comienza a gritar y a pedirme que pare de perseguirla, pero ya es demasiado tarde porque estoy dispuesto en hacerla pagar. Corro un poco más rápido y la alcanzo, abrazándola por la cintura y provocando que ambos caigamos al suelo, pero me levanto rápidamente y pongo a Luna en mi hombro como si fuera un costal de papas. Ella empieza a gritar más fuerte mientras corro hacia el agua, los demás se ríen al vernos y me alientan a que la tire de una buena vez.

- ¡No, por favor, Harry! ¡Lo siento, lo siento! – chilla sin dejar de reírse.

Y finalmente la tiro al agua, haciendo que quede completamente empapada.

- ¡Maldito! – chilla nuevamente y se acerca a mí, lo que me hace retroceder unos pasos.

- Para la próxima pensaras bien en mojarme.

Luna salta arriba de mí y pero no me mueve ni siquiera un poco. Comenzamos a reírnos una vez más hasta que de repente encuentro sus ojos. Es increíble como ellos pueden hacerme olvidar el mundo unos segundos, están mirándome fijamente provocando que el corazón me empiece a palpitar más rápido de lo normal, hace que no pueda dejar de sonreír como idiota. Luna es hermosa.

- Ejem – oímos carraspear a Niall y nos separamos un poco avergonzados. Había olvidado que teníamos público. - ¿Vamos a comer algo? Estoy muerto de hambre – pone una mano en su estómago.

- Cuando no, tu. Siempre con hambre – se burla Ella dándole un golpe amistoso en el hombro – Louis ¿Me llevas en tu espalda? – le pregunta a mi amigo.

- Venga, pequeña – dice el castaño agachándose, Ella salta arriba de él y me mira. – A que te gano una carrera de aquí a la orilla.

- Trato – digo y me encorvo. Luna salta arriba mío.

Comenzamos a correr y reímos cuando escuchamos que Niall se queja porque lo hemos dejado solo. Corro más rápido, Luna me sigue dando ánimos o, mejor dicho, me apura para que mueva más rápido los pies. Nos echamos a reír cuando vemos que Louis se tropieza y cae de cara al suelo con Ella encima. Llegamos primero y saltamos en nuestra victoria mientras Louis viene con cara de pocos amigos y todos nos reímos.

Miro a Luna y luego a Louis. Él me sonríe y eleva el pulgar hacia arriba.

Tres horas después.

Dejamos a Niall en el café para irse a cambiar. Nos invitó a cenar algo en su café dentro de unas horas para seguir pasando tiempo juntos, además Luna dice que en las noches el café cobra mucha más vida que de día. Resulta que Niall es un experto en el baile del rock and roll, por lo que promete que me enseñara unos pasos a mí y a Louis. También nos cuenta que es el hijo del dueño del lugar y que podemos ir y comer gratis si es que se nos apetece. Louis y yo nos negamos, no podemos aprovecharnos de su bondad, apenas nos hemos conocido, además tenemos dinero para gastar.

Llevamos a Luna y a Ella a su suite antes de que Runa nos descubra. Antes de que me vaya, Luna toma mi brazo y me hace girar, haciendo que nuestros ojos se encuentren.

- Luego de cenar ¿Querrías dar un paseo por la playa conmigo? – murmura con las mejillas enrojecida y una tímida sonrisa.

Deslizo sin evitar una sonrisa en mi rostro y acepto. Le doy un corto beso en la mejilla y me despido de ella.
Louis salta arriba mío contento.

- Y todo vuelve a empezar, Hazza. Esta vez no la cagues.

Realmente, espero no hacerlo.