Creaste mi mundo [Liam Payne&LorenaWoodson]

Abrió los ojos, vio a su lado y notó que estaba conectado a una máquina. Varios cables lo rodeaban. Miró bien y se dio cuenta que se encontraba sobre una camilla.

Una enfermera entra y luego sale rápidamente al verlo despierto. Hendrick frunce el ceño confundido. Luego se le vienen a la mente todas las imágenes, solo se recuerda a él cargando a Harry y de allí nada más.

Se pregunta si está vivo o estará en una especie de cielo, como todo es blanco, aunque claramente sabe que está en un hospital, pero su mente todavía no procesa bien las cosas.

Al rato llega la enfermera junto a un hombre de cabellos canosos, con barba y algo gordo. Le da una sonrisa amistosa y ve sus latidos en el monitor. Se encontraba estable afortunadamente. El doctor le dijo varias cosas que él no logró entender, seguía allí con el ceño fruncido captando cada expresión de aquel hombre. Ve que la enfermera lo mira preocupada y trata de hablar pero no puede.

El doctor posa la mano en su frente y continua hablando, de nuevo no entiende lo que dice y lo dejan allí solo.

Trata de hacer el mayor esfuerzo con su mente, pero parecía que nada calzara en estos momentos. Va a mover su brazo, pero suelta un gemido del dolor, allí es cuando se da cuenta de que tiene varias quemaduras por toda la piel. Suspira y echa su cabeza hacia atrás.

Una vez que vuelve a entrar la enfermera logra emitir pocas palabras.


– ¿Dónde estoy? –Su voz suena ronca. Sintió un profundo ardor en la garganta.

– Claramente es un hospital, tienes graves heridas debido al incendio.

– ¿Cómo llegué hasta aquí? –Sigue preguntando sin entender aún lo qué pasaba.

– Alguien que vio el incendio a tiempo, llamó a los bomberos y ellos te trajeron hasta aquí –el hombre observó como la mujer sacaba una inyectadora y sustraía el líquido de un frasco.

– ¿Me trajeron? Yo no estaba solo –la enfermera lo ignora y saca el aire de la inyectadora, se dirige al brazo del hombre donde comienza a aplicarle la sustancia.

– Esto es un poco de anestesia, tuvimos que colocarte algunas pomadas, pero no estás tan mal como tu compañero.

– ¿Qué tiene él? –La chica suspira y sale de la habitación sin siquiera dignarse a responder.


Y tenía bastante razón, Harry se encontraba sumamente delicado. Estaban haciendo todo lo posible por mantenerlo estable. Le aplicaron limpieza para luego continuar con el desbridamiento* inmediato. Este procedimiento necesitaba aplicarse en una bañera especial del hospital o a través de un procedimiento quirúrgico. Su estado era totalmente grave y había que tratarlo con suma delicadeza. Él todavía no ha despertado y las esperanzas son pocas. Ha sufrido quemaduras de tercer grado, debido a que el fuego logro tenerlo más cerca, mientras que Hendrick tuvo de segundo grado.
Por ende el tratamiento era especial, se le aplicaban antibióticos por vía endovenosa, analgésicos y pomadas especiales.

Lorena estaba sentada con Louis distrayendo la mente un rato, mientras que él le decía toda clase de chistes para que se animara un poco. Si algo que caracterizaba a Louis, era su manera de hacer feliz a los demás, sin importar cuán mal esté él.

Lo bueno de todo es que Niall está despierto y ya puede comer alimentos sólidos. Las enfermeras lo cuidan bastante y a cada rato les avisan a Louis y a ella acerca de sus signos vitales. Apenas y ha pasado un día, pero bastante que ha mejorado.

Al cabo de dos minutos llega el moreno junto a Liam, Louis le dice a Lorena y esta se para de la emoción. Liam sin pensarlo la rodea con sus brazos.


– ¿Qué paso bro? –Pregunta el castaño palmeándole el hombro a Zayn.

– Nos hicieron pasar la noche allí y luego en la mañana los convencimos.

En eso Liam le muestra a Louis su billetera, que en cuando la ve suelta una carcajada. Lorena no entiende y Liam le dice, haciendo que ella también se riera.

– ¡No pudiste pagarles para que te soltaran!

– El mundo de la farándula –contesta Zayn–. ¿Y bien? ¿Qué tal ha estado nuestro pequeño?

– Está mejor que nunca, lo que me preocupa es que no me he podido comunicar con Harry aún –dice Louis algo desanimado.

– Pronto aparecerá… a lo mejor se fue con Taylor por ahí –habla Zayn en son de juego y Louis da una sonrisa torcida.


Al rato sale la enfermera con una carpeta y mira extrañada a los recién llegados, vuelve a fijar los ojos en Louis y le dice que Niall puede salir hoy mismo en la tarde, que ya está mejor y que lo único que tiene que hacer es guardar reposo. Le entregó al castaño la receta y se dio la media vuelta. Todos brincaron de la emoción.
Liam advierte que tendrán que irse a Londres, ya que claramente no pueden quedarse allí. Todos asienten y no quitan la notable sonrisa de sus rostros.




Son las 4:30 de la tarde y ya todos están saliendo con Niall, quién camina con ayuda de Liam y Louis, mientras Zayn tiene agarrada a Lorena del brazo, llaman a un taxi y a duras penas los dejó entrar ya que eran muchos. Claro, todo por el cochino dinero.

Fueron hasta el aeropuerto y allí compraron un pasaje a Londres, que salía en 2 horas. Esperarían lo que fueran con tal de no estar cerca del lugar donde ocurrió todo.

Niall se quedó dormido en las piernas de Lorena, mientras ella masajeaba suavemente su cabello. Liam no podía evitar verlos y recordar lo del día anterior, por más que no les reclamó ni nada, le dolía demasiado. Pero claramente no iba a armar un escándalo, cuando la situación que los marcaba en ese momento, no era la mejor.

Louis y Zayn veían un partido de fútbol, bastante entretenidos. De pronto Niall abre los ojos y sonríe involuntariamente cuando la ve. Los cierra de nuevo y comienza a recordar el beso, se muerde el labio y Liam carraspea captando su atención. El rubio se sobresalta y ve la cara de poco agradable de su amigo, le sonríe.

– ¡GOOOOOOL! –Lorena se levanta nerviosa ante el grito de Louis con Zayn y Niall cae al suelo, Liam suelta una mega carcajada.

– Disculpen, es que estamos emocionados –dice Zayn nervioso al ver la cara de tragedia de Lorena. Liam va a su lado y la abraza.

– Ven, Loru esto no te fuera pasado si estuvieras conmigo –fija la mirada en su amigo.

– ¿Loru? –Niall frunce el ceño confundido.

– Tú le dices un sobrenombre, yo le digo otro –Niall se para con dificultad y se sienta en la silla, sobándose la costilla derecha.

– Niall debe guardar reposo ¿te lastimé mucho? –Pregunta Lorena asustada.

– No te preocupes, no fue nada –dice con mueca de dolor.


Anuncian por el micrófono la llegada de su vuelo y Zayn con Louis se quejan porque aún no ha terminado el partido. Una media hora tardó el avión en estar listo, se montaron y al cabo de una hora y media llegaron. Se dirigieron al condominio donde se quedaban todos.
Acostaron a Niall, pero había algo raro. Claro, Harry no estaba. Todos comenzaron a preocuparse. Se dieron cuenta de que ni había llegado ya que la casa estaba hecha un asco y conociendo a Harry de seguro la limpiaría apenas llegara.

Fueron a la sala. Hicieron el intento de preparar alguna de las comidas que se ubicaban en la receta que la enfermera le dio a Louis para Niall y luego prendieron la tele. Lorena se recostó en el hombro de Liam.
Daban las noticias y todos prestaban atención, estuvieron media hora escuchando cada cosa, cuando tocaba el turno de las noticas de farándula. Realmente pensaban cambiarlo, casi siempre daban cualquier noticia sobre ellos y no querían saber nada. Habrían hecho eso, sino fuera porque ven a Harry en una camilla con casi todo el cuerpo quemado. Todos se quedan paralizados.

– ¿Qué pasó? –Pregunta Lorena asustada.

– ¡Súbele volumen! –Grita Louis.


Harry Styles de la banda One Direction ha sido ingresado hoy al hospital Saint Thomas de Londres, ya que estuvo fuertemente sometido a un incendio, junto a otro hombre más. Actualmente están siendo atendidos, pero médicos informan que la situación está… grave. Aunque al parecer no es el único de la banda, casualmente hoy Niall Horan salió de alta y decidió viajar a Londres junto a sus compañeros y la supuesta novia del joven Liam Payne…


– Tenemos que ir ¡ya! –Dice Lorena nerviosa.

– Lorena, quédate con Niall –indica Louis.

– Entonces también me quedo yo –todos lo miran–. Digo, no puede quedarse sola aquí. Niall no la podrá defender en ese estado.

– Como digas Liam –comenta Zayn tomando su chaqueta del mueble y sale de la casa junto con Louis y de nuevo se habían quedado los 3 solos.


Toman un taxi rápidamente y van hacía el hospital, estaban nerviosos, su gran amigo estaba en riesgo y ellos tenían que estar allí con él. Cuando Lorena y Liam le cuentan a Niall este quiere irse de una vez para allá, pero ellos lo controlan. Saben que no puede hacer ningún esfuerzo.
El rubio se cruza de brazos y da un suspiro, angustiado por la salud de su amigo. Lorena lo calma diciéndole que estarán pendientes de las noticas, por cualquier cosa. Es capaz que los paparazzis se enteren primero de la situación de Harry antes que los mismos doctores.
Una vez que llegaron Louis y Zayn, fueron corriendo a la recepción, donde les dijeron que no podían pasar, Harry se encontraba en terapia intensiva y el papá de Lorena también. Así que de ninguna manera podrían recibir visitas.

– Solo queremos saber cómo están.

– Graves, no se molesten en preguntar –dijo secamente y ellos se miraron las caras preocupados.

– Igual no nos pensamos mover de aquí, es nuestro amigo y aquí estaremos –comenta Louis, la recepcionista sin quitar los ojos del teclado mientras escribía les responde: hagan lo que quieran.
Eso hace que le dé más rabia al moreno y como él no es para nada impulsivo. Louis sostuvo sus brazos y lo mandó a sentarse junto con él.

Permanecieron nerviosos, a la espera de cualquier noticia. Harry no podía morirse, él era joven y tenía muchas cosas por cumplir en la banda. Aunque a veces la vida nos quita seres queridos sin alguna razón, hasta ahora no se sabe qué pueda pasar. Solo queda en manos del destino.