Creaste mi mundo [Liam Payne&LorenaWoodson]

Me muerdo el labio y sigo escuchando los pasos acercarse, me aparto un poco más de Niall y agacho la cabeza. Todo es silencioso. Sé que fue él quien nos vio, pero no sé de qué manera vaya a actuar. Un profundo dolor se posa en mi pecho, no quiero herirlo, aunque obviamente ya lo hice.

– Hablé con Louis, dijo que iba a buscar ayuda, luego le explicaríamos a la policía la verdad de los hechos –su voz era desanimada–, solo esperemos que los militares esos no se mueran, sino lastimosamente tendré que ir a juicio.

No me gustaba saber cuánto le afectaba a Liam el beso anterior de Niall y yo. Sabía que le dolía, pero lo estaba disimulando y todo para que yo no me sintiera mal al respecto, sin embargo no lo hacía, me sentía muy culpable por eso.

– Liam, yo…

– Lorena, no te preocupes, ahora lo importante es que salgamos de aquí y que Niall esté bien –sin pensarlo fui a donde él y le di un abrazo que correspondió–. No tienes que sentirte así –me habló bajito.

– Disculpa –susurré.

– Te dije que lo olvidaras.

– No lo volveré hacer.

– Te creo –sus brazos fueron apretándome cada vez más, era increíble como Liam me creyera después de haberlo traicionado.

Niall interrumpió y le dijo a Liam que toda la culpa fue suya por habérmelo pedido. Lo disculpó y yo bajé la cabeza avergonzada.




Michael estaba desesperado, quería saber qué había pasado, si Lorena ya estaba muerta, si la encontraron. Miles de preguntas rondaban por su cabeza y lastimosamente ninguna era respondida. Miraba fijamente al ruloso y luego al castaño, quienes estaban igual de desesperado que él, pero por salir. Harry se sentía mal y el papá de Lorena estaba que lloraba por su hija, tenía la esperanza de que estuviera bien, de que se hubiese podido escapar, aún mantenía la fe sobre ella.

Harry tenía miedo de jamás salir de aquél lugar y pensó en la posibilidad de que Liam también estuviera en ese aprieto, ya que él se dispuso a acompañarla, aunque también podía defenderla. Tanto Hendrick como él, estaban en una situación muy crítica, en la cual no sabían de qué manera actuar o qué pensar.

Mientras tanto, los otros guardias se encontraban en el hospital, precisamente en el área de emergencias, ya le habían quitado las balas y afortunadamente para todos ya habían despertado. Uno le pidió el teléfono a la enfermera para poder hacer una llamada y ella dudosa aceptó, no sin que antes le fuese rogado lo suficiente como para decirle que «Sí».

Le pasó el teléfono y este comenzó a marcar las teclas. Luego de extensos repiques contestó Michael.

– Soy yo, William –dijo apresuradamente.

– ¿Lograron matarla? –Esa simple pregunta hizo que a Hendrick se le paralizara el corazón.

– No señor, desgraciadamente ocurrió un problema, pero descubrí algo interesante.

– Dímelo –habló algo obstinado por saber que no habían podido cumplir con lo ordenado.

– Tienen un sótano, deben estar allí escondidos.

– ¿Y qué hacen que no entran?

– Estamos en el hospital y es una larga historia, no tengo mucho tiempo para hablar, tienes que ir para allá, nosotros no podemos.

En eso se tranca la llamada y Michael bufa, voltea a ver a los amarrados y les dice que Lorena todavía no ha muerto, pero que no se emocionen que esto no ha acabado. Furioso y decidido va hacía la bóveda del edificio y saca unos potes de gasolina. Volvió al cuarto y comenzó a mojarlo completo.

– ¡¿Qué carajos piensas hacer?! –Pregunta Hendrick angustiado tratándose de zafar.

– Pienso matarla yo mismo –sonríe maliciosamente– y no quiero que alguno de ustedes dos intervengan, de todas maneras ya sabes que se va a morir, así que su-fre –al pronunciar las últimas palabras lentamente, prende el fósforo y se aleja para lanzarlo–. Suerte.

El fuego comienza a avivarse por todos lados, Hendrick comienza moverse desesperado y luego se percata que cerca hay unos explosivos. Harry está muy asustado, casi y puede respirar. El papá de Lorena con esfuerzo y de forma rápido logra llegar al la silla del ruloso y trata de desatarle los nudos, pero Harry no lo permite y prefiero desatarselo a Hendrick. Cuando el papá de Lorena logra soltarse carga a Harry de la silla y por el rabillo del ojo vio como el fuego estaba a escasos centímetros de los explosivos, corrió con todas sus fuerzas hasta la puerta y se cae por el impulso con que explota la sala donde se encontraban anteriormente.

Está tirado en el piso, casi ahogado por el humo, comienza a toser y no ve nada, grita para saber cómo estaba Harry y el enrulado no responde, camina de a rastras y logra ver una sombra, se acerca hacia ella y ve a Harry tirando con la silla y la cabeza sangrando debido al golpe, tenía los ojos cerrados.

Se acerca con más prisa a él y toca su pulso, era débil pero estaba vivo y con toda la fuerza posible se paró y volvió a cargarlo, buscando por el extenso pasillo una salida, miraba para un lado y el fuego estaba por acercarse, miraba para el otro y no había ninguna salida, el oxígeno estaba comenzando a fallarle y sin darse cuenta cayó rendido en el piso y… cerró los ojos.




Louis, junto con Zayn llegó al sótano y ambos sacaron a Niall de allí, fueron al hospital y ambos le dieron ánimos a Liam, que todavía pensaba en el hecho de haber matado a esos tipos y todo por defensa personal.

– Todo está bien –le dijo Louis palmeándole el hombro a su amigo.

– Eso espero.

– Vamos nena, quita esa cara –llega el castaño hacia los brazos de Lorena y la aprieta fuertemente, luego se acerca el moreno y también la abraza, ella lo aprieta fuertemente y le dice lo asustada que está.

Niall estaba en sala de emergencias, y le habían puesto suero ya que prácticamente estaba deshidratado. Todo se quedan rezando y Zayn llama a Liam para que ambos fueran con la policía y explicar todo, era lo mejor.

Mientras ellos van, Louis se queda con Lorena, quién todavía estaba apenada por el beso y asustada por qué encarcelaran a Liam por culpa de ella. Aunque siendo defensa personal no le harían nada, pero no había algo que lo comprobara.

De forma rápido lograron llegar y luego de 5 minutos lograron atenderlos, fueron a explicarles paso por paso y ellos asintieron comprendiendo. Uno de los policías les dijo que ya sabía sobre ese caso y llamó a su compañero, quien estaba vigilando a los militares en el hospital. Luego de hablar un rato tranca.

– Los militares, están bien y si es como dicen, tendremos que hacerles varias preguntas, tanto a ellos como ustedes, tendrán que esperar aquí.

– Lo haremos –dice Liam y se sienta, Zayn le sigue el paso y respira fuertemente. Tenían que pasar una noche en la comisaría, pero todo sea por confirmar lo sucedido. El policía sabía que no podía encarcelar a los militares, porque ellos eran superiores.

Ahora solo tocaba esperar.