Creaste mi mundo [Liam Payne&LorenaWoodson]

– Pasa –contesté algo brusca.

Liam hizo caso y luego trancó la puerta para sentarse junto a mí en la cama, yo mientras, me coloqué en posición de indio.

– No quiero que estés molesta con nosotros.

– Solo quiero ver a mi padre –mi voz se ahogó en un suspiro– ¿es tan difícil?

– No me gusta que te sientas así Lorena.

– ¿Cómo más me voy a sentir? ¿Y si es mi papá uno de los que está muerto? –negué con la cabeza, esto no podía estar pasando.

– Solo piensa positivo –me sentía terrible y más aún por el simple hecho, de que nadie quería comprenderme–. Vamos Lore. Quita esa cara y disfrutemos de nuestra estadía.

– ¡No me digas Lore! –Pegué mis manos contra la cama– y no pienso disfrutar hasta que sepa que mi padre está vivo.

– Eres difícil –se paró bruscamente de la cama y trancó la puerta con fuerza.


Idiota.

***

2 horas pasaron desde mi extraña y molesta conversación con Liam. Salí de la habitación en busca de aire fresco.

– ¿Hay alguien por ahí? –Grité al darme cuenta del absoluto silencio que había. Nadie, absolutamente nadie respondió. Frustrada entré a mi habitación de nuevo y me senté en la cama de brazos cruzados.
Estaba aburrida, molesta y a la vez preocupada, eran muchos sentimientos encontrados y lo peor, no podía hacer nada. Movía rápidamente mi pie que chocaba contra el piso una y otra vez, caminaba de un lado otro, me alborotaba el cabello, todo en busca de una respuesta, fue ahí cuando pensé: miles de personas han de ser ciegas y sin embargo pueden hacer cosas solas. Entonces ¿por qué yo no puedo hacer lo mismo?

Ya cansada me paré y abrí la puerta con brusquedad, la tranqué de la misma forma y caminé guiándome a través de las paredes, escuché el cuchicheo de las personas y me dirigí hacía el.

– Disculpe –dije muy cerca de alguien.

– Hola –era una mujer, por su voz, le calculaba de unos 30 a 40 años. Lo que estaba a punto de hacer era una locura.

– Bueno… yo estoy hospedada aquí con un grupo de música muy conocido actualmente, su nombre es One Direction…

– ¡Ah claro! –Exclamó la mujer interrumpiéndome–. Ellos están en el Show de Ellen –fruncí el ceño.

– Disculpe, es que… es la primera vez que vengo para acá y no lo conozco –dije nerviosa.

– Ah ok, estás en Los Ángeles, si quieres te acompaño a la parada de taxis y les digo tu destino.

– Gracias –correspondí amablemente. Solo ligaba que no me estuviera tomando el pelo.


Me acompañó a la parada de taxis, tal y como me lo dijo, le agradecí por el cumplido y me subí al auto. Recordé que no tenía mucho dinero, así que le pregunté al taxista que si podía pagarle con lo que tenía, él a cambio me dijo que me montara con la condición de darle un autógrafo por parte de los chicos. Me extrañé al principio, pero luego acepté, a los chicos les dará risa cuando se enteren, había olvidado por completo lo molesta que estaba.

Por lo que pude darme cuenta, el camino no era tan largo, el chico me dijo que esperaría a que saliera, asentí y le pedí que me indicara el lugar. Se bajó del taxi para luego sujetarme por el brazo y entrar al edificio. Un señor de más o menos edad nos preguntó a dónde nos dirigíamos. Iba a responderle cuando una voz nos interrumpió, era Paúl, un alivio se formó en mí.

– Ella viene con nosotros –le dijo al guardia. Le pregunté a Paúl si mi compañero, el taxista, podía entrar con nosotros, aceptó amablemente y ambos entramos.

– ¿Y los chicos? –Pregunté ansiosa.

– ¡Sii ¿y los chicos?! –Chilló emocionado el taxista. Fue inevitable no soltar una risilla.

– Están en la entrevista –dijo Paúl algo intimidado.

Pude escuchar claramente sus voces, supe que estábamos cerca, entramos a un salón y pude escuchar el chillido de las chicas, ya habíamos llegado.

– ¿Y bien? –Habló la entrevistadora, que por lo que me dijo la señora en el hotel, se llamaba Ellen, su voz sonaba agradable–. Háblenme del amor ¿quién tiene novia?

Nada más a ella se le ocurría hacer esa clase de preguntas, aunque claro, ese es su trabajo, sobre todo averiguar las cosas más íntimas.

– Veo que tres levantaron la mano –dijo entusiasta–. A ver… Harry, cuéntanos de tu novia.

– Bueno –habló Harry con su voz ronca que sin duda, volvía loca a las chicas, bastaba que comenzara a decir algo para que todas gritaran emocionadas–, ustedes ya la conocen, es Taylor Swift.

– ¡Qué bien! –Dijo la entrevistadora, a lo que todas la empezaron abuchear. Por lo que me di cuenta, no era muy bien recibida entre las fans.

– Bueno –prosiguió Harry–. Nos llevamos bien, a pesar de todos los comentarios, soy muy feliz con ella –el público se quedó en total silencio. Me reí por dentro. No podía decir nada sobre aquella chica, porque ni siquiera sabía quién era, y no me gustaba subestimar a las personas sin conocerlas. Así que me preció muy bien por parte de Harry, callar a las fans esa manera.

– Ahora te toca a ti, Louis –habló de nuevo la señora.

– Ehm –la voz chillona de Louis me causaba gracia–. Mi novia se llama Eleanor Calder –dijo emocionado. Fruncí el ceño por un momento, ¿ella no era…–. Ella vive en Londres pero por los momentos se está quedando en Irlanda, terminando sus estudios.

Me quedé sorprendida, o sea que si era la misma Eleanor Calder, la que me trató amablemente esa vez, me caía bien y qué bueno que era novia de uno de los chicos. Ahora faltaba uno y no sé por qué ligaba por que Niall y Liam no hablaran, sabía que no lo iban hacer, pero sin embargo tenía miedo.

– Creo que falto yo –dijo Zayn riéndose, amaba su forma de ser– mi novia es Perrie Edwards y pertenece al grupo Little Mix, escúchenlo es muy bueno –los muchachos soltaron intensas carcajadas al escucharlo.

– Deja de hacer publicidad –habló Louis divertido, ese chico no se callaba nada, me imagino lo apenado que debía estar Zayn por él decir eso–. Disculpa hermano, ¡no me maltrates! –Gritó Louis riéndose. Zayn solía ser a veces algo obstinado.

– Bueno veo que ustedes tres son los únicos con novias ¿no? –todos respondieron al unísono, agradecí por no haberle hecho ningún tipo de pregunta incómoda a Liam y Niall, podría sonar raro, pero a la vez tenía unas ganas inmensas de escuchar sus voces, lo único que pude alcanzar a oír fue la extravagante risa del Irlandés–. ¿Y ustedes qué me cuentan? ¿Les gusta alguna chica?

Eso me puso totalmente nerviosa, todo iba perfecto hasta que a la conductora se le ocurrió preguntar eso.

– No se queden callados –animó la señora.

– Este –el que comenzó hablando fue Niall, mis manos comenzaron a sudar frío–. Me gusta una chica, bueno, amo a una chica –eso fue la gota que derramó el vaso, obviamente él no sabía que yo estaba escuchándolo, y eso me ponía peor, porque lo decía sinceramente, al menos que solo lo esté haciendo para provocar a Liam–. Pero lo malo es que, ella solo me ve como su amigo –bajé mi cabeza algo triste.

Una mano se posó en mi hombro, era pesada, supuse que era de Paúl, me quedé tranquila y seguí escuchando.



Todo rastro de alegría –que obtuve gracias a las ocurrencias de Louis– se había borrado.


– ¿Y tú Liam?

– Bueno, a mí me gusta mucho una chica, pero creo que soy mucho para ella, se merece algo mejor.


¡Listo! no sé ni para qué vine. Quería salir corriendo, huyendo de la realidad, me gustaba Liam, pero Niall me amaba. ¡He ahí el dilema!

***

La entrevista se acabó y yo estaba afuera con Paúl y el taxista –todavía– esperando a los muchachos. Tenía ganas de llorar, pero no tenía que hacerlo, era fuerte y esto no me iba a dañar.

Escuché las risillas de los chicos, ya se acercaban.

– ¡Lorena! –Chilló Louis y me alzó, la brisa pegaba en toda mi cara.

– Bájame tonto –ordené entre risas.

– No puedes escaparte del Carrot Boy –fue inevitable no soltar una carcajada.

– ¿Siempre estuviste aquí? –Preguntó Zayn preocupado, mientras Louis me bajaba.

– No, antes estaba atrás del escenario escuchando la entrevista –dije eso para que ellos, Liam y Niall se dieran cuenta de que había oído todo.

– Estoy cansado Paúl, llévanos a casa –objetó Niall.

– Esperen –les dije a todos–. Tengo conmigo un chico muy agradable que quiere un autógrafo de ustedes, ah y una foto.

Después de cumplir con ese favor me monté en la van, junto a los chicos, vaya que el taxista fue muy feliz al verlos, ellos no paraban de reírse de eso, fastidiaban a Zayn, ya que él era el preferido por el hombre. El único que no opinó nada fue Liam. Era increíble como las fans golpeaban intensamente la camioneta para poder ver a los muchachos. Estaba sentada del lado de la ventana, al lado mío se encontraba Liam, por lo que se tornaba algo incómodo. Tenía hambre, habían pasado muchas horas desde la última vez que comí, así que mi mano se posaba en mi estómago para tratar que se calmara, pero era imposible, las tripas rechinaban. En un momento bajé mi mano para colocarla en mi pierna, pero casualmente chocó con la de Liam. Me quedé sorprendida, pero sin duda lo que más me extraño, fue que al levantar la mano, Liam me la sujetó fuerte. Su rostro se fue acercando al mío, yo me congelé.

– ¿Quieres salir conmigo? –Susurró suavemente en mi oído.

– ¿Ah? –Pregunté extrañada.

– Mañana, tu, yo ¿qué dices? –Y así fue como Liam Payne, un integrante de One Direction, me invitó a salir, simplemente, no podía creerlo.