The perfect boys. {One Direction}

5 - Louis Tomlinson. “Solo déjate Amar.”

Emma y Liam pasaron un excelente día en el centro comercial. Después de llevar los cachorros de Emma a darles un baño ambos chicos decidieron dar una vuelta para hacer unas compras. Mientras que ambos chicos caminaban Emma choco con una chica accidentalmente.

- Lo siento. No te vi. –susurro Emma al ver que aquella chica se fue sin decir nada.

Liam miro a aquella chica de una forma desconcertada, se le hizo muy extraña su acción. Después el chico de ojos chocolate observo a otro chico que venía detrás de ella, y a los segundos noto que era Louis Tomlinson, su vecino.

- ¡Hey Hermano! –saludo Liam a Louis. ¿Qué haces?

- ¿Has visto a una chica muy blanca vestida de negro? –pregunta el castaño mirando por todos lados con su rostro lleno de preocupación.

- ¿Chaqueta negra? –pregunta Liam.


- Si, si, si. ¿La has visto? Choque con ella esta mañana y la he seguido toda la tarde para darle su cartera, ¡se le cayó y al parecer no quiere que se la dé porque todo el día ha estado de un lado a otro!

Liam sonríe, sabía que su amigo le interesaba aquella chica. Louis no era de los chicos que prestaban tanta atención a alguien.

- Te recomiendo que vayas por ella, se fue por allí. –señala el castaño- anda, nos vemos.

Louis solo asintió y se fue detrás de aquella misteriosa chica, la siguió hasta llegar a la librería del centro comercial. El castaño se desconcertó al encontrar a aquella chica en un lugar como este, sinceramente para el no pareciese ese tipo de chica.

La siguió lentamente, procurando no asustarla o que ella no lo asuste a él. La chica se dio cuenta que alguien la seguía y volteo a mirar de donde provenía. Y nuevamente miro al castaño con quien había chocado esta mañana. Y al darse cuenta de que se encontraba en la sección de romance con un libro demasiado “cursi”. Sus mejillas comenzaron a enrojecerse.

- ¿Qué quieres? –pregunto aquella chica, de mala manera- ¿Me has estado siguiendo?

Tomlinson comenzó a reírse. Cuando estaba nervioso solía reírse demasiado, aun mas de lo normal. La chica lo miro desconcertada, no solía ser muy alegre, al menos no con todos. Louis inseguro saco la cartera de su bolsillo, miro a la chica a los ojos, ella tenía unos ojos negros, unos penetrantes y especiales ojos color oscuro.

- Ten… p…perdiste esto esta mañana cuando choque contigo, lo siento. –susurro y tartamudeo el chico que siempre suele vestir rayas.

Aquella chica lo miro fijo. Ella no solía hacer mucho contacto visual con una persona, pero en este caso necesitaba hacerlo. El primero choque pude ser solo una coincidencia pero para ella no lo era, era algo bastante extraño.

- Hmmm… supongo que debo darte las gracias. –dijo seca, ocultando el libro de romance que tenía en las manos y tomando su cartera.

Louis la miro con curiosidad y después miro el libro entre sus manos.

- ¿Qué libro buscas? Si quieres puedo ayudarte, en fin. No tengo nada que hacer.

- No. –susurro con nervios ocultando el libro- ya encontré lo que buscaba.

- Está bien. –respondió el chico de pantalones rojizos desconcertados- Soy Louis, Louis Tomlinson… ¿Tú eres…?

- Helena. –dijo aquella chica a secas distrayéndose un poco.


A Louis le llamaba la atención su personalidad. En realidad nunca había conocido a una chica como ella, tan diferente a las demás chicas, tan especial. Helena comenzó a caminar hacia la caja discretamente, mientras que Louis susurraba el nombre de aquella chica, le parecía completamente hermoso, especial.

Louis siguió a la chica, tenía que comenzar una amistad con ella y sinceramente a él no le importaba que fueran polos opuestos, su pensamiento era “Los polos opuestos se atraen”. Louis alcanzo a ver que el libro que tenia Helena en sus manos era un libro de romance, el ojiazul se sonrojo, él creía que la chica escondía su verdadero yo y estaba dispuesto a descubrirlo.

- Mucho gusto Helena, espero verte por los pasillos. Me gustaría conocerte. –admite el castaño, el era sincero, todo el mundo lo sabía.
Helena no sonrío. Socializar no era lo suyo menos con un chico como él. Ella sabía que el tipo de chicos como el solo sabían hacer una cosa, hacer sufrir a las chicas. A cualquier chica.

- No pienses que soy la típica chica que se derrite por los chicos como tú. –admitió la chica de cabellos marrones.

Louis se quedo callado, tenía una personalidad fuerte, ella era muy dura, pero el castaño sintió que entre más dura se mostraba más frágil era. Tomlinson le sonrío, sabía que la amabilidad y el amor era la arma más poderosa de todas.


- Yo no pienso eso –admitió Louis con una sonrisa- nos vemos. Que tengas un buen día.
Louis se marcho de la librería con una gran sonrisa en el rostro. Sabía que había hecho lo correcto, y ahora estaba dispuesto a hacer todo lo posible entre manos para ser amigo de Helena, de la chica más especial de todas.

El despertador de Gigi sonó fuertemente dando como resultado un fuerte dolor de cabeza y un golpe con la repisa de su recamara. Busco su móvil por todas partes debido a que la música de Foster the people no de dejaba de sonar. Comenzó a caminar de cuclillas, no sabía realmente que estaba haciendo exactamente. Lo único que sabía era que quería apagar su alarma. La chica de cabellos castaños quedo inmóvil y comenzó a pensar, ella no tenia su alarma con Foster the people, cuando encontró su móvil se dio cuenta que no era su patética alarma si no que era una llamada de su mejor amigo Nialler a las seis de la mañana.

La chica de labios gruesos frunció el seño y contesto.

- ¿se puede saber porque me llamas a las seis? –pregunto cansada, tallándose los ojos.

Gigi había escuchado la gruesa risa de Nialler y lo único que pudo hacer fue sacar a relucir una sonrisa. La chica prendió la luz de su habitación y poco a poco veía todo con más claridad.

- ¿Recuerdas que me pediste que te despertara para que llegaras temprano a literatura señorita sabelotodo? –el irlandés reía, le alegraba escuchar la voz de su amiga, no importaba la condición en que se encontraba.

Gizeh suspiro y se acordó de lo que le había dicho a su mejor amigo. Tomo un vaso de agua que estaba en su repisa y comenzó a caminar hasta la cocina.

- Gracias por recordarme Niall, nos vemos en unos minutos. –respondió la castaña mientras servía agua en su vaso- deberías comenzar a arreglarte, el tiempo pasa rápido.

Nialler se encontraba en calzoncillos mirando el amanecer. Era un pequeño secreto del irlandés, a él le encantaba ver el amanecer, también era un secreto que el amanecer le recordaba a la sonrisa de Gigi. El rubio sabía que había perdido, se había enamorado.

- Tienes razón, pasare por ti ¿está bien? Te quiero Gigi, no demores.

Gigi sonrió, en realidad no sabía a qué se debía, solo sabía que su mejor amigo le causaba esa sonrisa. Dejo de tomar agua para escoger algo de ropa y aun seguía con su encantadora sonrisa, y por un momento pensó que comenzaba a sentir cosas extrañas por Niall. Por un momento lo pensó para después tacharse de loca por pensar eso.

- Está bien, te estaré esperando rubio artificial –Gigi rio y suspiro- te quiero mas Nialler.

Horan suspiro al escuchar las reconfortantes palabras de su mejor amiga. No la quería, la amaba. Y de eso ya estaba seguro, sabía que el pinchazo que sentía en su corazón cada vez que la miraba no era solo casualidad.

- Adiós princesa.


- ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? –se repetía Zayn para sí mismo buscando por toda su mochila- ¡Donde estas tarea! –Harry solo lo observaba con una gran sonrisa tratando de no reírse de su amigo.- ¡No está mi maldita tarea de física, y si no la tengo no podre asistir a la clase de música porque me llevaran a detención y si no asisto a la clase de música no podre ver a Leah! –grito el moreno desesperado atrayendo como respuesta una leve risa del rizado.

- Tranquilo hermano, ¿ya buscaste bien?


- ¡Sí! Ya saque todos mis libros y no hay nada. ¡Nada! O… -el moreno se quedo pensativo por un momento- ¡Soy un estúpido! La guarde en mi casillero para no perderla ¡Gracias Harry, Te amo! – el rizado lo miro con confusión al sentir los labios del moreno en su mejilla- ¡Eres el mejor hermano, nos vemos más tarde! ¡Deséame suerte!
- Suerte –susurro Harold mientras veía como Zayn salía corriendo del aula de literatura, el rizado se quedo un momento quieto pensando cual era su siguiente clase, no tenía idea. Observo que aun quedaba una chica, una castaña de labios muy carnosos. La miro e inmediatamente se acerco a ella.

- Disculpa, ¿tenemos las mismas clases, cierto? –Harold era muy popular y no solía hablar con todos, solo sonreírles y aprenderse el nombre de sus compañeros de futbol americano o de las porristas, así que para Harry hablar con una persona que tenía sus mismas clases era bastante extraño.

La castaña lo miro a los ojos y sonrió.

- Creo que sí. ¿Eres Styles, cierto? –pronuncio la chica de labios gruesos sonriendo.

- El mismo –Harry suspiro- ¿Y tú eres? –pregunto apenado al no saber el nombre de su compañera.

- Gizeh –dijo la chica sonriéndole- ¿Qué pasa Harry, necesitas algo?


Harry asintió y sonrió al ver la amabilidad de la chica.

- ¿sabes cuál es nuestra siguiente clase? Estoy algo perdido –confeso moviendo sus rizos.

- Química –pronuncio Gigi tomando su bolso.

- ¡Química! ¿Hablas enserio? –pregunto exaltado el rizado al recordar que la linda chica nueva iba en su clase, Gigi asintió y después rio. El rizado se veía muy gracioso preocupado.

- ¿Algún problema? –pregunto la chica mirando la preocupación.

- No, ninguno –dijo el castaño nervioso- muchas gracias Gizeh, tengo que irme a clases.

- Creo que yo…- Gizeh no pudo terminar lo que iba a decir debido a que su mejor amigo apareció preocupado.

- ¡Gigi! Tengo que decirte algo muy importante. –grito Nialler atrayendo la atención del rizado.

- Adiós Gizeh, adiós rubio. –grito el rizado alejándose del aula de literatura.


Niall miro con curiosidad como el rizado escapaba y después se quedo observando como Gizeh reía.


Louis Tomlinson se dirigía a su hora del almuerzo por primera vez solo. El castaño no quería compañía de nadie por ahora, hasta hablar con la chica de la librería, hasta ser amigo de Helena. Tomlinson había buscado cierta información de la chica, lo esencial como su horario de clases y lo que le gusta hacer así como los pocos amigos que tiene. Tomo una charola y comenzó a hacer fila, aunque era de los mayores del colegio aun tenía que hacer fila para conseguir comida, y realmente el chico de ojos azules odiaba esperar.

- ¿Qué tal tu día? – le pregunto Patty, la cocinera a Tomlinson, la miro y le sonrió. Louis amaba hacer amigos o hablar con las personas.

- Bien ¿Y el tuyo Patty? ¡No me digas! ¡Porque hoy hay ensalada en el menú! –renegó el castaño ocasionando una risa en la cocinera.


- Ya lo sabes Louis, es miércoles.

- ¡Genial! –hablo con sarcasmo el castaño, para después pagar su orden y despedirse de la vieja Patty.

Louis tomo su almuerzo y comenzó a caminar observando cada mesa y el grupo de personas que se encontraban allí. El ojos azules buscaba a Helena y parecía no haber rastro de ella. Hasta que observo que el final de la cafetería se encontraba una chica bastante blanca con su vestimenta negra escuchando música.

Tomlinson trago saliva y miro a aquella chica con miedo. Pero mas era su curiosidad por conocerla, por saber todo de ella, por formar parte de su vida. Así que decidido se armo de valor y comenzó a caminar donde ella se encontraba.

Helena escuchaba algo de My chemical romance entretenidamente cuando sintió una mirada, alzo su vista y se encontró con los penetrantes ojos azules de Tomlinson. Y al verlo no supo si hacer una mueca de disgusto o bajar la mirada, porque aunque no quisiera Louis la ocasionaba sonrojar.