"Lágrimas Del silencio" ~Nick Jonas y Tú~

Capitulo cuarenta y siete:

- Ustedes ya saben lo que ayer por la noche me entere… —. Dijo en Sr. Ap. viendo como Joseph, Kevin y los gemelos asentían, mientras Nicholas no entendía absolutamente nada —. Nick, ayer recibí una llamada de Joshua y no es una noticia que a todos nos agrade…

Nicholas elevo la mano derecha impidiendo que prosiguiera, ya entendía a la perfección que esas palabras solo significaban algo: las vacaciones familiares habían acabado en esa misma llamada.

- Lo difícil será decírselo a Tn… —. Tan solo dijo bajando la mirada, pensando únicamente en lo que en ella produciría esa misma noticia.

- De la misma manera de como se lo tomo Gabi —. Respiro cansado Joseph, recordando que en esa misma mañana se lo comento y prácticamente habían discutido —. Gabriela no quiere ni verme… A veces me pregunto por qué no puede comprender esto…

- Ponte en el lugar de nuestras mujeres, Bro —. Dice Kevin que miraba como Franklin seguía aún sonriendo, sabiendo como todos que él recibía el regreso a New Jersey con alegría al saber que se encontraría con Juliana. Joseph miro a Kevin —. Esperaron mucho para pasar unas vacaciones con nosotros… es normal que ellas se enojen con nosotros.

- Pero ¿Qué sucedió en la discográfica? —. Pregunta al fin Nicholas.

- Al parecer hice mal unos contratos… —. Dijo sincero Joseph que estaba más irritado por ese error que había cometido —. No tengo justificación, solo lo hice mal. Y ahora acabe con las vacaciones de todos… sin decir que mi esposa me quiere durmiendo con los perros literalmente.

- Yo sé que Tn. entenderá y hará entrar en razón a Gabi y a Dani. Tn. siempre se pone en lugar de los demás, comprende y sé que le hará entrar en razón a ellas —. Dice convencido Franklin, haciendo que todos lo miren —. ¿No es verdad, Nick?

- Sí… pero no sé ahora —. Dice dudoso pasando su mano por su cabello. En la noche anterior había estado con ella de una manera diferente, y había soñado con pasar momentos así de similares respecto a lo agradable, en ese lugar con ella. Pero esa noticia derrumbo sus sueños —. Ni siquiera sé como decírselo…

- Decirme ¿Qué?

Interrumpe Tn. entrando al despacho. No había escuchado nada, solo había sentido que como ellos, ella tenía el mismo derecho saber de que hablaban. Sabía que se trataba de la discográfica, por lo que tenía una justificación a favor para saber del por qué Danielle y Gabriela se encontraban así de desanimadas.

Nicholas no sabía que responder, al verla en el despacho con esa seguridad que todos pudieron admirar, se quedo sin palabras. ¿Cómo le decía que a un día de permanecer en ese lugar que ella amaba, que debían irse? Él no sabía cuando se iban, pero de todos modos había sido muy poco el tiempo que estuvieron para irse así de improvisto, más que en ese lugar ambos habían compartido más de un secreto.

- Nick, se lo decís vos o se lo digo yo —. Intervino Franklin, quien confiaba absolutamente en cómo Tn. reaccionaría ante esa noticia. Tn. lo miro esperando que él dijera algo que su esposo no se atrevía —. Bien, te lo digo yo —. Tn. asintió algo perpleja por ver como ese Franklin, diferente al que recordaba, estaba decidido a decirle algo que Nicholas no quería decir por miedo de hacerla sentirla mal —. Un empleado de las discográficas llamo ayer a tu padre, y dijo que Joe, Kev, Nick, tu papá y mi papá deben ir hacia New Jersey. Por lo que debemos todos dejar las vacaciones, e irnos para New Jersey de nuevo —. Él no podía evitar desprender en su voz y mirada la felicidad que le producía decir eso, ya que deseaba más que nunca volver a ese lugar en que se encontraba su novia esperándole —. Si te preguntas del por qué, Joe hizo mal unos contratos. Ahora deben ellos arreglar el problema, solo que están indecisos porque Gabi y Dani no quieren abandonar las vacaciones familiares…

- ¡Oh!

Simplemente dijo doliéndole en el alma saber que aunque ella lo quisiera o no, debían todos abandonar las vacaciones. Ella se colocaba en lugar de ellos, pero ese simple ‘¡Oh!’ había sido suficiente para Nicholas como para saber que eso no era lo que ella esperaba como noticia. Ella, decidida, levanto la mirada con una sonrisa sabiendo o intentando tomar esa circunstancia como algo que debía suceder de improvisto.

- Esta bien… supongo que debería convencer a Gabi y Dani, ¿Cierto? —. Nicholas no pudo evitar sorprenderse cuando la vio a los ojos y saber que lo que ella decía coincidía con lo que sentía —. No se preocupen, yo lo hago… espero lograrlo. Por cierto, ¿Cuándo nos volvemos?

- Pensábamos que sea mañana a primera hora —. Responde su padre, a quien le sonrió para ella hacer ademan de irse del despacho.

- Bien, deséenme suerte con mi objetivo —. Sonríe y todos atónitos menos Franklin, le sonríen —. Los veo luego.

Se despide cerrando la puerta detrás de sí, dejando a su esposo como a los demás sin palabras. Mientras tanto, ella subía las escaleras en donde sabía que encontraría a su hermana y cuñada en la misma habitación. Toco dos veces la puerta, y entro al escuchar la voz de su hermana que le permitía paso.

- Hola… —. Sonríe a ambas mujeres que estaban desanimadas. Tn. se sentó al borde de la cama de su hermana, quien al segundo se le abrazó —. Me acaban de decir que paso…

- No quiero irme, no quiero que todo vuelva a ser como antes. Joe estuvo dos años trabajando como Kev y de seguro Nick también lo estuvo —. Tn. asintió, en cuyo momento volvió a recordar esos dos años después de tanto tiempo que no lo recordaba —. Pensaba que estas vacaciones fueran diferentes. De algún modo lo fueron, pero siempre acaba igual… algo malo sucede con las discográficas volviendo a dejar en la misma nada a las vacaciones…

- Es verdad… —. Suspira cansada Danielle —. Pensaba que esta vez perdurarían más de un mes las vacaciones…

- Entiendo lo que dicen… y sé que es difícil ponerse en el lugar de ellos —. Responde estando de acuerdo con ellas, pero algo en Tn. decía que todo debía suceder así, así de improvisto —. Pero hay que entenderlo, ellos trabajan en la discográfica y es una responsabilidad. Puedo hablar por ellos que también le pesa dejar las vacaciones, pero creo que hay veces en la que debemos aceptar las cosas malas, porque sé que vendrán cosas buenas que remplazaran esto. Además, si aceptan esto creo que es una forma de hacerlos sentir bien a ellos. Porque puedo decir que ellos se sienten muy mal porqué ustedes lo están…

- ¿De verdad? —. Preguntan ambas mujeres y Tn. asiente.

- Sí, están que la cabeza le da tantas vueltas para satisfacerlas y a la vez tomar las riendas en su trabajo. Es difícil para ellos esto, tanto como para nosotras…

- ¿Y tú que le dijiste a Nick?

- Sí algo aprendí en este tiempo, es que él siempre está pensando en lo que me sucede y en lo que me sucederá, y siento como que si yo acepto esto, apaciguo su malestar por quererme satisfacer de todas las maneras.

- Entonces lo tomaste normal…

- Me duele irme así como así, después de un día o dos, contando esté, estando acá… en la mansión en que prácticamente nos criamos… y duele, pero me preocupa el malestar de Nick. Así que acepte, además que siento como si alguna vez, nuevamente, estaré o estaremos aquí…

Dijo viendo la habitación, en cuyo momento su hermana y amiga la abrazaron. No había persona que no quisiera abrazarla, ya que todos admiraban su manera de ser, su nivel de comprender y aceptar el punto de vista de todos, y a su vez, mostrando lo que ella pensaba con total liberalidad.

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Después de un tiempo hablando entre ellas, evadiendo el tema de acabar las vacaciones familiares al día siguiente, Tn. sin quererlo había comentado en presencia de Danielle lo que había sucedido en la noche anterior. No había detallado nada, solo había afirmado lo que la boca de su hermana había dicho. Danielle, a pesar de que Tn. temía porque el secreto de su matrimonio se diera a la luz, se compadeció por Tn. y por Nicholas.

Podía ponerse en lugar de ellos, de como se habían sentido y como habían vivido en una situación así; pero cuando Tn. conto lo que había ocurrido el mes anterior, no pudo evitar sonreír y morirse de amor como Gabriela, que se enteraba por primera vez, todo lo que había ocurrido entre su hermana menor y su cuñado. Incluyendo aquella cena y el regalo de la luna en Acapulco, culminando con el hecho, sin describir ningún detalle, de la noche anterior.

- ¡Ay, mis amores! —. Exclamo Danielle abrazando a su amiga, quien sonreía y respiraba con normalidad por sentirse aliviada por todo lo que se había guardado —. Debió ser maravilloso… perfecto e inolvidable. Yo sabía que Nick era detallista y un amor de novio, pero que fuera así… me mata.

- Yo no puedo creerlo, juro que intento pero no lo logro —. Dice Gabriela riéndose a la vez que abrazaba a Tn. quien le correspondió —. Pero me siento feliz por ti y por ambos. En verdad se merecen todo lo mejor…

- Y con todo lo que pasaron, deben disfrutar esto a full —. Dice Danielle muy emocionada y muriendo de amor, sin poder creer como ellos habían hecho creerles a ella, en sí a todos, de algo que no era hasta entonces —. Espero que esto acabe como todos tus libros.

- ¿Lees mis libros? —. Le pregunta sorprendida Tn. a la vez que sonreían.

- ¿Y como no hacerlo? —. Le cuestiona Danielle haciendo que Tn. riera —. Tienes un talento que me haces cambiar de ánimos todo el tiempo, como le pasa a los personajes.

- Es algo que siempre recibo como mensaje de mis lectores —. Dice riéndose, recordando en esa vez que ella tenía que seguir escribiendo sus libros —. Pero me alegra saber que te gustan mis libros.

- No solo me gustan, sino que también los amo. No tengo preferido.

- A Nick le sucede lo mismo…

- Ya, deja de mentir. No puedo creer que Nick sea así de amor contigo, aunque me lo imagino si sos un amor de persona…

- Mi hermana siempre lo fue… es un amor de ser en sí, desde que nació y jamás cambio. Algo que agradezco.

Tn. reía con los halagos recibidos por parte de Gabriela y Danielle, a la vez que la conversación se iba cambiando de temas, hasta llegar el almuerzo en que todos almorzaron en silencio, para mediados de la tarde cada pareja conversara a solas de la situación. Como Tn. y Nicholas estaban bien en cuanto a ese tema, se encargaron de cuidar de los pequeños. Como Ulises y Matthew junto con sus mujeres habían ido a pasear por los alrededores, Alice se había quedado con Tn. y Nicholas, a la vez que su abuela Sandy se encontraba en la cocina haciendo algunas galletas para merendar.

Tanto Tn. como Nicholas y los pequeños, se encontraban afuera de la mansión bien abrigados. Nicholas estaba utilizando su abrigo negro con cuello, al igual que Tn. que además usaba manoplas y una bufanda azul mientras su boina era blanca, en donde había resguardado su cabello dejando algunos mechones por fuera. Los pequeños estaban igual de abrigados que ella, mientras jugaban corriendo de un lado a otro mientras sus tíos los miraba riéndose por la felicidad inocente que desprendía de las risas de los pequeños.

- ¡Tía, queremos hacer figuras de ángeles! —. Decía Johnny tomando la mano de su tía para guiarla hasta el centro del gran patio, en que todos se recostaron para hacer figuras de ángeles con la nieve.

Nicholas se les acerco, y se recostó al lado de su esposa para hacer lo mismo, cuando Kate decidió levantarse, así lo hicieron todos viendo sus figuras, las cuales las de Tn. y Nicholas sus alas se unían como estaban entrelazadas sus manos. Ella lo miro a los ojos sonriendo, y él la beso, abrazándola por la cintura mientras los pequeños expresaban un ‘¡iu!’ de desagrado haciendo que sus tíos rieran viendo como los pequeños corrían junto con Alice por el lugar, comenzando con una guerra de nieve, en las que se unieron todos, ya que los demás al llegar al patio se les unieron.

- ¡La merienda ya esta lista! —. Exclama Sandy sonriendo como los tres pequeños corrían hacia la mansión gritando alegres, a la vez que los demás mayores reían por como estaban de eufóricos los pequeños que aceptaban a Alice con amistad y dulzura.

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Terminado el día, todos al cenar, decidieron irse a dormir ya que a la mañana siguiente a la primera hora debían volverse a los suburbios de New Jersey. Tn. y Nicholas entraron a su habitación, en la que ambos no pudieron evitar recordar lo que había ocurrido en ese mismo lugar y a la misma hora. Era mágico para ellos recordarlo.

- Quería preguntarte… —. Tn. lo miro a los ojos —. Sí en verdad estás de acuerdo en volver mañana…

- Ey, no te preocupes. Me encanto volver y saber que este lugar esta en las mejores lugares. Haber dado un paso contigo en nuestra relación en este mismo lugar que es recordado por algo más… solo quiero que estemos juntos, las vacaciones y todo lo demás no me importa… solo si sé que estaremos juntos, eso es lo que más me importa…

- Y lo estaremos… no quiero dejarte. Te amo, y siempre hay algo que me hace amarte más y más… —. Y la besa abrazándola por la cintura —. Simplemente te amo…

- Yo también te amo —. Le murmura colocando su cabeza sobre su pecho.

Después de un maravilloso y perfecto beso, cada uno se cambio de ropa por su respectivo pijama, acabando por ambos dormirse abrazados en esa noche, con sus manos entrelazadas estando unidos como la noche anterior, pero solo unidos por sus dedos entrelazados entre sí.

Comentario y Respuestas:

Capitulo cuarenta y ocho:

Eran las siete y media de la mañana, en la que ya toda la familia Jonas y Ap. se encontraban despiertos con sus respectivas maletas observando con tristeza la mansión, sabiendo que en ese mismo instante había acabado sus ansiadas vacaciones. Sin embargo, cada uno se aferro a su pareja encontrando el alivio del dolor que producía despedirse por un tiempo indefinido de esas vacaciones.

- Ya no pongan esas caras… —. Dice animando la Abuela Jonas a cada uno, quienes sonreían correspondiéndole el abrazo —. Ya verán que esté año se acaba en un abrir y cerrar de ojos, y estaremos todos disfrutando de unas maravillosas vacaciones en este mismo lugar.

- Dios la oiga, abuela Jonas —. Murmura Danielle junto con Gabriela, mientras Tn. sonreía confiada de que así sucedería.

- Así será, chicas —. Afirma sonriéndole a Tn. a quien la abrazo —. Cuídense y sobretodo, cuiden su amor —. Aconseja viendo a sus nietos que asentían sonriendo a su abuela —. No permitan que el amor y la felicidad acabe… sean fuertes, que la vida es dura pero hermosa para vivirla…

- Mi mujer tiene razón, la vida es dura pero es hermosa para vivirla con alegría —. Finaliza el Abuelo Jonas, quien abrazaba a sus nietos.

Después de una dura despedida, Tn. y Gabriela se despidieron de sus amigos gemelos, de sus familias y de Sandy, quien recelaba un abrazo de sus niñas, como le decía ella con cariño.

- Hasta pronto vieja y cerebrito —. Dijo bromeando Matthew, haciendo que su hermano Ulises acabara riendo a carcajada por ver la cara de Gabriela.

- Ya me la vas a pagar, te tengo entre ceja Matthew Ronson —. Decía Gabriela señalándolo con sus dos primeros dedos a la vez que señalaba sus ojos como advirtiendo que lo estaba observando —. ¡Y no soy vieja! Vieja tus… tus..

- Hay ¿Ya ves? Ya tienes memoria de corto plazo como a toda anciana…

- Cuidadito con lo que dices Matt —. Advierte Sandy y la abuela Jonas con seriedad, aunque por dentro se morían de la risa —. Que eso no es cierto.

- ¿Viste? Ahora te ganaste a dos mujeres contra tuya por ofenderme —. Se ríe malévolamente Gabriela, mientras Tn. termina riéndose a carcajada junto con los pequeños —. Creo que mi venganza ya está…

- Que chistosa —. Se queja enojado Matthew cruzándose de brazos —. Ya, ya vete… no te quiero...

- ¡Claro, como no! Cualquiera de nosotras dos podemos decir que odias las despedidas porque lloras como un bebé…

- Eso no es cierto…

- Bebé… —. Le bromea Gabriela haciendo vos de mamá enternecedora a la vez que Matthew corría la cara haciéndose el ofendido, mientras los demás se reían sin poder evitarlo —. Pero te extrañare mi bebé llorón…

- Mira, no te digo nada porque si no tendré un año entero con ellas… —. Señalando a la abuela Jonas y a su madre que se reían —. Que me tendrán regañando por solo respirar…

- Te lo mereces… —. Se ríe abrazándolo en cuyo abrazo se unió Ulises que llevo consigo a Th. acabando por ser un abrazo grupal —. Las dos te vamos a extrañar… a todos y este lugar, por supuesto.

Se despidieron todos y con dolor se recargaron a sus respectivos vehículos tomando rumbo nuevamente a los suburbios de New Jersey, en que nadie esperaba lo que ocurriría. Aunque el que más estaba ansioso por llegar, era Franklin que contaba los minutos y segundo para llegar a tiempo y ver a Juliana, quien estaba igual que él, esperándolo en la puerta de la casa Jonas.

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Al entrar a New Jersey, dejando los campos atrás del camino, Tn. observo la ciudad que vagamente recordaba. Cuando entraron a su barrio, se sintió nuevamente en casa. Sin poder evitarlo, recordó su adolescencia en ese lugar. Recordó cuanto había sufrido por el desprecio de los demás por no ser ‘bonita’; recordó el día en que conoció a sus cuñados y esposo; cuando se enamoro de verdad por primera vez y así ser correspondida por Benjamín Stone; cuando recibió la llamada de Nicholas diciéndole que Benjamín no regresaría jamás; cuando había sabido del contrato familiar, el cual lo había firmado sin caer en cuenta que Nicholas lo había firmado antes que ella. Absolutamente lo recordaba todo, inclusive esos besos sin sentimientos que se daban ellos, teniendo una amistad extraña para ambos. De algún modo, anhelaba esos momentos. Pero al ver a su esposo sonriendo con felicidad, recordaba el mes pasado y los días anteriores en que ambos se entregaron por completo; y esos mismo recuerdos la en llenaban de felicidad, creando en ella nuevos sueños y objetivos para su relación.

- ¿Sucede algo? —. Pregunta Nicholas sin dejar de ver por donde manejaba.

- No, nada…

Dice sonriendo, volviendo por ver a su alrededor por la ventanilla. Aunque los recuerdos del pasado eran dolorosos, su presente era tan maravilloso que no podía imaginar un drama que acabara con esa felicidad, como sucedía al momento de escribir sus libros. Ella no estaba pensando, por primera vez, de los malos momentos que podían acechar su felicidad.

Comentario y Respuestas:

- Incluso puedo decir que… fui una ilusa al no pensarlo y deducirlo…

Se dijo con dolor, cerrando sus ojos que se encontraban completamente destrozados y dolidos por tanto llorar. Y aunque se había dejado vencer por el cansancio, seguía recordando, mientras cada recuerdo se llevaba consigo una lágrima que no emitía sonido, más que dolor y sufrimiento.