"Lágrimas Del silencio" ~Nick Jonas y Tú~

Capitulo veintiocho:

Tn. abrió la puerta de la habitación y prendió la luz, entrando detrás de ella Nicholas que esperaba que ella se detuviera para explicarle lo sucedido. Estaba arrepentido de lo que había hecho, y se preocupaba por lo que Tn. pensaba respecto a todo lo visto. Él sabía lo que ella sentía por él, pero quería saber con certeza que conclusiones sacaba ella y que le confesara, como había intentado confesarle minutos antes su amor por ella.

- Siéntate, traeré el botiquín.

Le dijo con seriedad entrando al baño en donde saco el botiquín aunque por un segundo permaneció en el baño, apoyando sus manos a los lados del lavadero de manos para bajar la mirada y llorar con dolor. El corazón le dolía de la decepción y la desilusión. Todo lo que estaba creyendo que iba tomando forma, volvía a ser nada. Sus lágrimas recorrieron sus mejillas con velocidad, haciendo que el dolor del silencio fuera más profundo.

Apretando sus labios con fuerzas como si así contuviera el dolor bajo el silencio, aunque ya sentía que no aguantaría más. Ahí había comprendido que estaba enamorada de Nicholas; cada vez que lo veía besando a su hermana, su corazón se partía en mil pedazos.

- Tn…

Susurro él permaneciendo en el marco de la puerta del baño, en donde observo a Tn. en esa posición y llorando en silencio. Sus lágrimas no dejaban paso libre y seco, porque él también estaba llorando como ella, quien levanto la mirada viéndose en el espejo. Su leve maquillaje estaba dejando una marca en sus mejillas, en sí marcaban el camino de sus lágrimas que culminaban en sus labios secos pero aun pintados por el lápiz labial rojo.

- Yo…

- No digas nada… absolutamente… nada

Dijo sin verlo y con dolor e impotencia en su voz. Estaba odiando a la que veía enfrente de ella, odiando a su corazón por dejarse engañar y darle paso al amor cuando nunca debió entrar en ella.

- Debes saber…

- ¿Qué? Debo saber qué… —. Giro su rostro encontrando la mirada destrozada de Nicholas. Ella mantuvo su fría mirada en él. Estaba dolida y desilusionada por él —. ¡Qué solo me utilizaste… que lo único que buscabas de mí era hacerme creer que me amabas cuando aun estabas obsesionado por Gabriela!

Elevo la voz enfrentando a Nicholas que solo negaba en cada palabra. No podía creer que ella le estuviera diciendo eso, mucho menos que él la estaba ilusionando. Aunque concordaba que estaba obsesionado por Gabriela. Era la primera vez que la veía así, y para nada le gustaba verla de esa manera: enojada y con él.

- No es así…

Murmuro ya que no tenía manera de explicar las cosas. Sabía que ella no lo iba a escuchar y mucho menos comprender.

- Di todo lo que quieras, Nicholas… porque yo…

- Por favor… no me digas lo mismo que dijo Joe. No me llames así… Yo tengo una explicación Tn. —. Intento tomar sus manos pero ella las aparto de inmediato dándose la vuelta quedando en medio del baño —. Yo sé que eres la única que puede ponerse en el lugar del otro, en que no te quedas con una sola opción sino que obtienes muchas encontrando siempre miles de salidas… yo solo te pido que me escuches, que te pongas en mi lugar…

- ¿Y quien se puso en mi lugar cuando estuve dos años sola? ¿Quién estuvo ahí para apaciguar la soledad y el dolor que siempre perduraba cuando no había nadie conmigo? Dime quien, Nicholas… dime quien se puso en mi lugar por dos años en que no fui nada para vos… en que tan solo era una pared. Jamás me viste más que eso…

- Eso no es cierto.

- ¿Qué no es cierto? —. Lo miro a los ojos con desdén y desconcierto por oírlo decir eso. Estaba decepcionada de él —. Tan solo dime un día, en que estuvimos, en esos dos años, un solo maldito día en que estuvieras vos a todo momento conmigo…

Él permaneció en silencio sabiendo que no había ninguno. Siempre la había evadido a como fuera lugar, y él estaba arrepentido con todo su ser.

- No hay un día, Nick… —. Se quedo enfrente de él, viendo como una línea roja producida por su herida abierta surcaba su mejilla mezclada por una lágrima —. No lo hay…

Susurro bajando la mirada, tomando el botiquín y llevando a Nicholas estupefacto de la mano para sentarlo en la cama. Después de desquitarse con toda las verdades que llevaba cargando en su pecho, se sentía un poco más liberada y fuera del alcance de cualquier furia. Veía la herida en su esposo, y le dolía. Desde que empezaron esas vacaciones, ambos podían sentir de algún modo inexplicable, lo que el otro sentía.

Él tenía razón, ella era una persona que no se quedaba con una sola opción ni tenía una sola puerta abierta. Siempre tenía más de una abierta y podía salir de una situación a partir de varias opciones, y así podía ponerse en el lugar de otros. Incluso, después de estar más tranquila a medida que se tranquilizaba al curar la herida de su esposo, podía ver con más claridad los hechos y ponerse en el lugar de Nicholas. Aunque ella no dejaba de pensar que él seguía obsesionado de Gabriela.

- Ya deja… —. Interrumpió sus pensamientos a la vez que tomaba la mano de ella para que dejara de curar su herida —. Yo solo quiero decirte algo…

Tn. negó, podía estar más tranquila y ponerse en su lugar pero no quería escucharlo. Estaba cansada y destruida como para seguir con una conversación que para ella no tendría solución.

- Solo quiero ir a dormir…

Y se levanto dejando a Nicholas en el lugar, tomando su pijama dentro del placar y quitarse todo lo puesto. A diferencia de cada noche, cerró la puerta del baño con llaves y se recostó en la bañera para relajarse con un tranquilo baño. Era todo lo que necesitaba, relajarse y poner su mente en blanco aunque era difícil porque su corazón roto palpitaba con dolor, recordando esos minutos que había durado ese beso.

Al salir del baño con su pijama puesto y su pelo húmedo, encontró la cama hecha y Nicholas fuera en el balcón. Se encontraba nuevamente viendo la noche, aunque en verdad su frente se encontraba recargada en la baranda del balcón. Tn. se sintió mal por verlo así, pero su eminente dolor le impedía acercarse. “Tiene que entender que ya no es un niño… que los errores de ahora en más no se solucionan así como así.” Le susurro una voz interna, y mientras se sentaba al borde de la cama, lo observaba a él desahuciado. Quiso llorar nuevamente, y sin darse cuenta lo estaba haciendo en ese mismo momento.

Sabiendo que no podía acercarse a él, se recostó en la cama colocándose en posición fetal llorando en silencio como lo estaba haciendo él afuera del balcón. Ambos estaban llorando en esa noche y por el mismo error que solo él había cometido.

Poco a poco Tn. fue cerrando sus ojos acabando por dormirse sintiendo una de sus lágrimas mojar su almohada y a la vez sus labios, que amenazaban de vez en cuando a liberar un des ahogador sollozo. Ella no veía el día en que dejaría de reprimir un sollozo que cada vez que lo reprimía, dolía en todo su cuerpo. Su garganta pareciera ser atravesada por un afilado cuchillo, y su pecho atravesado por un rollo de alambre de púas. Le dolió todo cada vez que resguardaba su llanto en un silencio, y ya parecía un día despertar en una noche y gritar todo ese dolor que guardaba desde que había perdido a Benjamín en esas vacaciones sin retorno.

En ese intento de reprimir su sollozo y recordar a Benjamín, profundamente dormida libero un leve quejido de agonía que había llegado a los oídos de su esposo. Nicholas al escucharla se acercó preocupado y al verla dormida con sus mejillas empapadas, se sintió más miserable y poca cosa de como se sintió al oír esas mismas palabras en boca de su hermano.

Sin poder sostenerse en pie, se sentó en el suelo recostando su espalda en el lado de la cama en que se encontraba Tn. durmiendo. Con su pierna derecha flexionada y la otra extendida, apoyo su codo en su rodilla flexionada para sujetar su cabeza con su mano, resguardando allí su rostro que estaba siendo nuevamente empapada por sus lágrimas, a medida que la luz azulada de esa noche los iluminaba a ambos por completo.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

A la mañana siguiente, ambos despertaron al mismo tiempo, ya que el sol pegaba fuertemente contra sus rostros. Tn. y Nicholas encontraron su mirada. Él permanecía sentado de la misma manera que la noche anterior, como había dormido al sentir el sueño pesar en sus parpados, mientras Tn. se encontraba en la cama recostada en la misma posición.

Ninguno de los dos dijo nada, tan solo se miraban como si ellas dijeran algo. Aunque lo único que decían era que estaban arrepentidos, aunque Tn. estaba más dolida y desilusionada como jamás se había sentido en su corta vida.

- Estuve pensando… —. Tn. lo miro mientras él cortaba el silencio —. Cometí un error y quiero remendarlo. Y la única forma que encontré es… decirle la verdad a Joe… toda la verdad…

- ¿Estas seguro?

- Más que nunca. Es la única manera que encontré para ganarme el perdón de mi hermano —. Afirmo con sus ojos hinchados y rojizos como los de ella —. Después de eso… ¿podríamos hablar a solas?

- No lo sé…

- Tengo que explicarte, por favor Tn…

- Lo pensare… —. Susurro levantándose para dirigirse al baño en donde se encerró llorando a medida que el agua que juntaba con sus manos para enjuagar su rostro las lavaba.

Ella no sabía que debía hacer. Sabia que Gabriela también se presentaría frente a ella en busca de una explicación que solo esperaba oírla de parte de su hermana menor y no de aquel que le había robado un beso.

Al salir del baño, detrás de ella entro Nicholas sin decir nada ya que ella dio una seña con sus manos de que no dijera nada aun. Tragándose sus explicaciones con dolor, más el que le causaba su llanto reprimido, se encerró en el baño y se bañó como cada mañana.

Tn., aprovechando que Nicholas se encontraba en el baño, se cambio de ropa colocándose lo primero que había encontrado; cuando se encontraba colocándose sus sandalias, Nicholas sale del baño colocándose su remera.

En absoluto silencio, tomo su celular de la mesa de noche de su lado y salió del mismo modo de la habitación.

Estaba destrozado, tanto que ya quería arreglar su error en ese mismo instante aunque sabía perfectamente que se le complicaría más de lo que pensaba. Explicar el principio del matrimonio traería una discusión, quizás – solo quizás – en el relato del beso apaciguaría la bronca de su hermano. Tan solo deseaba que todo se solucionara cuanto antes, porque no quería permanecer una vida con su hermano odiándolo al igual que su cuñada y su esposo, sobretodo ella, Tn.

- Nicholas… —. Lo encontró Kevin que se encontraba por entrar a la habitación de Joseph. Algo le decía a él que su hermano mayor también sabía del suceso. Bajo la mirada totalmente avergonzado y arrepentido. Para su sorpresa su hermano Kevin lo abrazo —. Tranquilo, hermano…

- Yo…

- Estabas confundido… ¿Aun no la olvidas, cierto? —. Nicholas lo observa sorprendido —. Siempre supe que amabas a Gabriela… solo que pensé que al tomar la decisión de casarte con Tn. creí que…

- Te lo explicare… pero quiero también hablar con Joe.

Kevin simplemente asintió sabiendo que su hermano menor estaba siendo sincero. Podía verlo a él y sentir en su cuerpo lo tanto que le pesaba el error que había cometido la noche anterior; aunque por la mente de Kevin pensaba en Tn. Aun le preocupaba como muchos, su bienestar y salud.

- Deja que primero intente que entre en razón… para que acepte hablar contigo…

- Te lo agradecería, Kev…

- ¡Ey! Soy su hermano mayor, siempre estaré para mis tres hermanos menores.

Nicholas se abrazó a su hermano pidiendo a los cielos de que Joseph aceptara su explicación. Podía soportar la espera de Tn., pues sabía que quien había salido más lastimada fue ella. Pero esperar a su hermano, no lo iba a lograr. No quería ser odiado por siempre por Joseph cuando Nicholas tenía, por un decir, una buena justificación de su acto.

Por otro lado, Tn. se encontraba desayunando en la habitación fuera del balcón viendo el amanecer mientras podía escuchar a los demás hablando en el primer piso. Muchos reían, y ella deseaba eso. Volver a reír como lo había hecho al principio de ese mes que se encontraba acabando, terminando con lágrimas rodeando sus mejillas.

- Tn…

Escucho que la llamaba Gabriela entrando a la habitación. Ella sabía que su hermana no tardaba en llegar a visitarla, por lo que había dejado la puerta entre abierta para Gabriela quien la encontró desayunando en el balcón, con su vista pérdida en el horizonte aunque no veía nada más que sus lágrimas inundar su vista.

- Tn… —. Susurro con dolor por ver a su hermana así, más cuando la vio con sus lágrimas cayendo una tras otra y su rostro contrayendo aquellos sollozos que le hacia doler el corazón —. Hermanita…

- Tenemos que hablar, Gabi.

Dijo sin rodeos y Gabriela asintió sentándose al lado de Tn. sin soltar la mano de su hermana, quien temblaba a causa de reprimir su sollozo. Ya veía que si ocurría algo más, terminaría de llorar como no lo había vuelto hacer por cinco años consecutivos.

- Joe…

- ¡No quiero oírlo, ¿no lo comprendes?! —. Grito Joseph enojado mientras sacaba su ropa del placar para guardarlo en su maleta. Estaba decidido a abandonar las vacaciones familiares, aunque había discutido con Gabriela porque ella no lo aceptaba —. Me importa un bledo lo que tenga que decirme… ¡él ya no es mi hermano! ¡No es nada!

- ¡Joseph! ¡Cálmate, ¿Quieres?! —. Se interpuso Kevin cuando Joseph iba a seguir sacando su ropa del placar —. ¡No digas eso, nunca más!

- ¿Qué harías si uno de nosotros besáramos a tu esposa, Kevin?

- No sé, Joe…

- Entonces tengo razón yo…

- Puede que sea así… pero nadie le quita el derecho a NUESTRO HERMANO el de justificar sus errores…

Joseph con su mandíbula tensa se mantuvo pensativo, pensando que debía hacer. Ciertamente se encontraba decepcionado y traicionado por su propio hermano, con solo pensar que su hermano menor deseaba a su mujer. No podía perdonarlo así como así.

- No puedo perdonarlo…

- No te estamos pidiendo que lo perdones… porque con el tiempo lo harás.

- No lo sé…

- Eso no importa ahora —. Joseph miro por la abertura de la puerta y vio a su hermano Nicholas igual que él —. Lo que importa es que lo escuches de principio a fin… no le interrumpa. ¿Qué dices?

- De acuerdo… dile que pase.

- Bien.

Sonrió tranquilo Kevin yendo en busca de su hermano menor mientras Joseph veía sus maletas y se preguntaba que debía hacer. Ya le empezaba a entrar la duda de si era lo correcto dejar las vacaciones familiares. Aunque lo había visto de lejos, sabía que Nicholas estaba totalmente arrepentido de sus hechos. Aun así, se preguntaba del por qué Nicholas lo había hecho si tan arrepentido se encontraba por entonces.

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paulyJONATICA escribió:ME ENCANTO LA NOVES ES BUENISIMA EN 2 DIAS E LEIDO TODO ME ENCANTA ME LLAMO PAULA Y ES MUY BUENA TU NOVE :D