Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 11. • Comparte
Página 7 de 11. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8, 9, 10, 11
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
Woooow se fue doble mi comentario
Y ahhhhh pág. Nueva!!
Siguela pronto!!
Y ahhhhh pág. Nueva!!
Siguela pronto!!
Karli Jonas
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
Capitulo 16
—He traído algo de dinero para la casa de beneficencia que organiza la carrera —prosiguió ______, que prefirió cambiar de tema, por no pensar en la influencia que Joe tenía ya en ella; en lo que podría hacerle si se lo propusiera.
—Ya te dije que no hacía falta —Joe pareció sorprendido—. Ya había pagado tu parte yo —añadió.
—Pero yo también quiero contribuir a la causa —replicó, elevando la barbilla.
—Y me parece espléndido —afirmó él, admirado por la generosidad y el buen corazón de ______—. Venga, tenemos que ponernos en marcha.
Los motociclistas se reunieron en Market Square y, al aproximarse a ellos, ______ no pudo evitar relacionarlos con un grupo de los Ángeles del Infierno. Resultaba paradójico que todas esas personas estuvieran allí para ayudar en un acto de solidaridad.
Después de un par de discursos, del alcalde y de los organizadores, los motoristas arrancaron y echaron a correr. Antes de rodearlo por la cintura, ______ echó un vistazo a un plano en el que aparecían todos los restaurantes en los que iban a parar.
—¿Se supone que vamos a comer en todos estos sitios? —preguntó ella.
—No, pararemos en todos ellos; pero la idea es que creemos tal revuelo con las motos, que la gente salga de sus casas para vernos. Y mientras nos miran, a alguien le entrará hambre y entrará en los restaurantes. Parte de las ganancias que obtengan esta tarde irán para nuestros fondos. Un buen plan, ¿no te parece?
—Sí… Te están saludando muchos participantes —señaló ______—. ¿Cuántas veces has intervenido en este espectáculo?
—No sé —se encogió de hombros—. Diez o doce. No supone ningún esfuerzo… y es para una buena causa.
—Será mejor que tengas cuidado —______ sonrió—, o todos descubrirán tu secreto.
—¿Qué secreto?
—Que debajo de esa chaqueta de cuero, late el corazón de un ciudadano generoso, trabajador y responsable.
—Nunca te creerían —respondió—. Y mejor así.
Varios restaurantes después, ______ empezó a cerrar los ojos.
—No vale dormirse —dijo Joe.
—¿Cómo te has dado cuenta? —______ sonrió—. ¿Es que tienes ojos en la espalda?
—Tu cuerpo se había relajado —respondió—. Me fijo mucho en tu cuerpo, por si no te has dado cuenta… Empieza a cantar.
—¿Cómo? —______ pestañeó sorprendida.
—Que cantes.
—¿Por qué? —preguntó ella, totalmente confundida.
—Porque yo soy el dueño de la moto y yo doy las órdenes.
—Cuéntame otra historia, Joe —______ rió.
—Porque te mantendrá despierta —explicó—. Y quiero oírte cantar para mí.
El corazón se le encogió y ______ tuvo la inquietante sensación de que sería capaz de hacer cualquier cosa por Joe, lo cual no era nada inteligente, dado que se trataba de un hombre transitorio.
—¿Y qué pasa si canto fatal?
—Cantas bien —dijo él—. En tu álbum vi varias fotos tuyas cantando en un coro.
—Pero eso fue hace mucho.
—Es como montar en moto. Nunca se olvida.
—Está bien —se rindió ______, viendo que él no se iba a dar por vencido—. Cuando quieras, te unes… Row, Row, Row Your Boat —empezó a cantar.
Minutos más tarde, cuando ya creía que se le había acabado el repertorio, se acordó de una canción de Prince.
—¿Cómo es que una chica tan buena como tú se sabe esa canción? —preguntó Joe, en referencia a Kiss.
—La escuchaba a escondidas con los cascos cuando era adolescente. Mi madre creía que estaba oyendo ópera, para una clase del colegio. Durante un tiempo, soñé con ser una de esas chicas malas que aparecen bailando en sus videoclips.
—Me dejas de piedra —Joe rió—. ¿Qué habría dicho tu madre?
—Se habría desmayado —contestó ______, mientras se imaginaba la escena—. O le habría dado un ataque de nervios.
—¿Y Charles?
______ contuvo la respiración un segundo y se preparó para aguantar la dolorosa punzada que solía sentir cada vez que oía el nombre de su difunto marido. Pero en esa ocasión no sintió nada.
—Me habría explicado serena y racionalmente todos los motivos por los que no debería hacer algo así. Me habría hablado del riesgo económico, de la imagen y de la fama. Luego me habría pellizcado el hombro, dando por sentado que la cuestión había quedado zanjada.
—Ya veo —Joe hizo una pausa—. Habría empleado el enfoque del intelectual tiránico.
______ abrió la boca para mostrar su desacuerdo, pero vaciló. Nunca había creído que Charles hubiese sido despótico. Nunca había perdido la calma y siempre había parecido dialogante. Excepto cuando las cosas no iban exactamente como él quería. Frunció el ceño y pensó en la forma tan directa y clara que Joe tenía de exponer sus puntos de vista. Tenía mucho genio y podía estar malhumorado. Cuando no estaba contento con algo, lo decía sin rodeos… ¿De veras le gustaba más el enfoque primitivo a lo Joe?
—¿Cansada del sillín? —le preguntó Joe, al ver que ______ se movía.
—Un poco.
—¿Tienes hambre?
—Sí, ¿y tú?
—De algo más que de comida —respondió. Acto seguido, giró hacia el aparcamiento de un pequeño restaurante en el que servían costillas asadas. Se trataba de la última parada de los motociclistas y, después de hacer un par de piruetas todos juntos, entraron a comer. Joe y ______ se sentaron en una mesa en la parte trasera del comedor—. Empiezo a pensar que ha sido un error —añadió mientras la empujaba contra la pared y deslizaba las manos bajo el abrigo de ______.
—¿Por qué? —respondió ésta, que se sentía como si acabara de recibir una inyección de adrenalina.
—Tenerte pegado durante cuatro horas seguidas sin poder hacerte el amor me está…
—¿Qué haces? —preguntó ______ cuando Joe le acarició los pechos.
—Ni la cuarta parte de lo que quiero hacer —respondió. Apoyó la frente contra la de él—. Ni la cuarta parte de lo que voy a hacer —añadió con una voz ansiosa y deliciosa al mismo tiempo.
—¡Joe! —gritó la voz de una mujer—. No os importa compartir la mesa con nosotros, ¿verdad? —añadió.
Joe apartó las manos del cuerpo de ______ y se levantó, a su pesar, para ser educado con unos compañeros que también participaban en la exhibición de motos. Los hombres le dieron sendos abrazos y varias palmadas en la espalda, y las dos mujeres le dieron dos besos cariñosos en las mejillas. Joe le presentó a ______ a las dos parejas, Frank y Loreen y Harry y Liz, y los seis tomaron asiento y en seguida se adentraron en una profunda conversación sobre motociclismo. ______ atendía e intentaba comprender de qué hablaban, pero usaban unos términos que se le escapaban por completo. Sólo se sentía conectada a ese grupo por la mano de Joe, que estaba apoyada sobre uno de sus muslos.
—Frank, te he visto tirado en la cuneta —comentó Joe—. ¿Sigues teniendo problemas con la cadena?
—Sí, voy a tener que cambiarla.
—Ya va siendo hora —intervino Harry, después de dar un trago de cerveza.
—Ahora han sacado una cadena que va como la seda —apuntó Joe.
—Una Harley no es una Harley si no tiene una cadena de las de siempre —replicó Frank—. Las cadenas de ahora son para cobardicas.
—Debe de ser la primera vez que vienes a una reunión de éstas —dijo Loreen, sonriente, dirigiéndose a ______—. Lo digo porque se te ve perdida… ¿Hace cuánto que conoces a Joe?
—Un par de meses —respondió ______, a la que en realidad le daba la impresión de conocerlo de mucho antes—. ¿Has participado otros años en esta campaña de beneficencia?
—Unos cuantos —respondió Loreen mientras escrutaba a ______ con la mirada—. ¿Hace cuánto que montas en moto?
—Estoy aprendiendo ahora —reconoció—. ¿Tú?
—Desde hace cinco años. Formo parte de la directiva del Club de Mujeres Motociclistas, así que siempre estoy buscando nuevos miembros.
Notó que Liz la estaba mirando con curiosidad. ______ le sonrió, pero aquélla no le devolvió la sonrisa, así que ______ se limitó a encogerse de hombros, sintiendo que no encajaba allí.
—No te molestes con Liz —le susurró Loreen al oído—. Estuvo saliendo con Joe hace tiempo y aunque ella quería volver a intentarlo, él ya no estaba interesado.
—Ah —dijo ______, la cual se preguntó con cuántas antiguas novias de Joe se tendría que ir encontrando—. Tengo que ir al servicio —le dijo a Joe, logrando esbozar una sonrisa.
—Yo también. En seguida vuelvo, chicos —aseguró Joe, poniéndose de pie—. No tardes mucho, ______. Las costillas estarán listas en seguida. Después de comer… podremos marcharnos de aquí —añadió susurrándole al oído.
Aquella indirecta compensó la sensación que oprimía a ______ de no pertenecer a ese ambiente. Abrió la puerta del servicio de mujeres, se lavó las manos y se echó un poco de agua sobre la cara. Se miró al espejo y no pudo negar quién era: una profesora de Historia precavida y no dada a los riesgos. No era una mujer especialmente guapa ni aventurera.
Ella y Joe eran tan diferentes como el día y la noche. Pero, entonces, ¿por qué se interesaba él por ella? Es más, ¿por qué se interesaba ella por Joe? Lo peor de todo, pensó ______, era que no era un simple interés. No debía intentar justificar algo que no era lógico ni racional: si sentía algo hacia Joe, mejor sería disfrutarlo.
Animada por la pequeña conversación que había mantenido consigo misma, ______ regresó a la mesa.
—Una profesora de Historia —estaba comentando Liz, en referencia a ella—. No retendrá a Joe más allá de navidades. Se cansará de ella.
______ se paró en seco y encajó la bofetada de aquellas palabras. No es que no hubiera pensado que Joe no fuera a cansarse de ella, pero no por ello le molestaba menos. Además, le dolía escuchárselo decir a otra persona; le dolía que su incompatibilidad fuera tan evidente para los demás.
—¡Ei! —exclamó Joe, agarrándola por detrás—. ¡Tú sí que frenas bien! —bromeó.
—¡Joe! —______ dio un respingo y se giró.
—¿Esperabas a otra persona? —la rodeó por la cintura—. ¿Qué te pasa?
—Nada —respondió ______, intentando ver en la cara de Joe alguna señal que indicara si él también había oído a Liz.
—Te noto rara —le acarició la barbilla—. Venga, vamos a comer.
—Sí, venga —asintió ______, la cual esbozó una sonrisa y se preguntó si sería capaz de probar bocado.
Logró sobrevivir al restaurante después de mucho remover la comida por el plato, asentir y sonreír a todos.
—Encantada de conoceros —dijo ______ mientras Joe tiraba de ella, quien se giró hacia la salida. Sin embargo, Joe la condujo en dirección contraria, hasta entrar en una habitación del restaurante y cerrar la puerta.
—No has comido nada… has dicho diez palabras como mucho… y no me has mirado durante veinte minutos —le señaló Joe, mirándola a los ojos fijamente.
—Se me quitaron las ganas de comer —respondió, extrañada, pues no había imaginado que él se hubiera dado cuenta.
—¿Por qué?
—Supongo que estaba más cansada de lo que pensaba —respondió, mordiéndose un labio.
Joe la miró con una intensidad que la estremeció y ______ tuvo que esforzarse por recordar que Joe no tenía poderes milagrosos para leer su mente.
—Eso es una bobada, cariño —contestó Joe, acercándose a ella. Sonrió con amabilidad, pero su expresión reflejaba gran seriedad—. Quiero saber lo que te está molestando y nos vamos a quedar aquí hasta que decidas compartirlo conmigo. Suéltalo.
Disfrutenlo
—He traído algo de dinero para la casa de beneficencia que organiza la carrera —prosiguió ______, que prefirió cambiar de tema, por no pensar en la influencia que Joe tenía ya en ella; en lo que podría hacerle si se lo propusiera.
—Ya te dije que no hacía falta —Joe pareció sorprendido—. Ya había pagado tu parte yo —añadió.
—Pero yo también quiero contribuir a la causa —replicó, elevando la barbilla.
—Y me parece espléndido —afirmó él, admirado por la generosidad y el buen corazón de ______—. Venga, tenemos que ponernos en marcha.
Los motociclistas se reunieron en Market Square y, al aproximarse a ellos, ______ no pudo evitar relacionarlos con un grupo de los Ángeles del Infierno. Resultaba paradójico que todas esas personas estuvieran allí para ayudar en un acto de solidaridad.
Después de un par de discursos, del alcalde y de los organizadores, los motoristas arrancaron y echaron a correr. Antes de rodearlo por la cintura, ______ echó un vistazo a un plano en el que aparecían todos los restaurantes en los que iban a parar.
—¿Se supone que vamos a comer en todos estos sitios? —preguntó ella.
—No, pararemos en todos ellos; pero la idea es que creemos tal revuelo con las motos, que la gente salga de sus casas para vernos. Y mientras nos miran, a alguien le entrará hambre y entrará en los restaurantes. Parte de las ganancias que obtengan esta tarde irán para nuestros fondos. Un buen plan, ¿no te parece?
—Sí… Te están saludando muchos participantes —señaló ______—. ¿Cuántas veces has intervenido en este espectáculo?
—No sé —se encogió de hombros—. Diez o doce. No supone ningún esfuerzo… y es para una buena causa.
—Será mejor que tengas cuidado —______ sonrió—, o todos descubrirán tu secreto.
—¿Qué secreto?
—Que debajo de esa chaqueta de cuero, late el corazón de un ciudadano generoso, trabajador y responsable.
—Nunca te creerían —respondió—. Y mejor así.
Varios restaurantes después, ______ empezó a cerrar los ojos.
—No vale dormirse —dijo Joe.
—¿Cómo te has dado cuenta? —______ sonrió—. ¿Es que tienes ojos en la espalda?
—Tu cuerpo se había relajado —respondió—. Me fijo mucho en tu cuerpo, por si no te has dado cuenta… Empieza a cantar.
—¿Cómo? —______ pestañeó sorprendida.
—Que cantes.
—¿Por qué? —preguntó ella, totalmente confundida.
—Porque yo soy el dueño de la moto y yo doy las órdenes.
—Cuéntame otra historia, Joe —______ rió.
—Porque te mantendrá despierta —explicó—. Y quiero oírte cantar para mí.
El corazón se le encogió y ______ tuvo la inquietante sensación de que sería capaz de hacer cualquier cosa por Joe, lo cual no era nada inteligente, dado que se trataba de un hombre transitorio.
—¿Y qué pasa si canto fatal?
—Cantas bien —dijo él—. En tu álbum vi varias fotos tuyas cantando en un coro.
—Pero eso fue hace mucho.
—Es como montar en moto. Nunca se olvida.
—Está bien —se rindió ______, viendo que él no se iba a dar por vencido—. Cuando quieras, te unes… Row, Row, Row Your Boat —empezó a cantar.
Minutos más tarde, cuando ya creía que se le había acabado el repertorio, se acordó de una canción de Prince.
—¿Cómo es que una chica tan buena como tú se sabe esa canción? —preguntó Joe, en referencia a Kiss.
—La escuchaba a escondidas con los cascos cuando era adolescente. Mi madre creía que estaba oyendo ópera, para una clase del colegio. Durante un tiempo, soñé con ser una de esas chicas malas que aparecen bailando en sus videoclips.
—Me dejas de piedra —Joe rió—. ¿Qué habría dicho tu madre?
—Se habría desmayado —contestó ______, mientras se imaginaba la escena—. O le habría dado un ataque de nervios.
—¿Y Charles?
______ contuvo la respiración un segundo y se preparó para aguantar la dolorosa punzada que solía sentir cada vez que oía el nombre de su difunto marido. Pero en esa ocasión no sintió nada.
—Me habría explicado serena y racionalmente todos los motivos por los que no debería hacer algo así. Me habría hablado del riesgo económico, de la imagen y de la fama. Luego me habría pellizcado el hombro, dando por sentado que la cuestión había quedado zanjada.
—Ya veo —Joe hizo una pausa—. Habría empleado el enfoque del intelectual tiránico.
______ abrió la boca para mostrar su desacuerdo, pero vaciló. Nunca había creído que Charles hubiese sido despótico. Nunca había perdido la calma y siempre había parecido dialogante. Excepto cuando las cosas no iban exactamente como él quería. Frunció el ceño y pensó en la forma tan directa y clara que Joe tenía de exponer sus puntos de vista. Tenía mucho genio y podía estar malhumorado. Cuando no estaba contento con algo, lo decía sin rodeos… ¿De veras le gustaba más el enfoque primitivo a lo Joe?
—¿Cansada del sillín? —le preguntó Joe, al ver que ______ se movía.
—Un poco.
—¿Tienes hambre?
—Sí, ¿y tú?
—De algo más que de comida —respondió. Acto seguido, giró hacia el aparcamiento de un pequeño restaurante en el que servían costillas asadas. Se trataba de la última parada de los motociclistas y, después de hacer un par de piruetas todos juntos, entraron a comer. Joe y ______ se sentaron en una mesa en la parte trasera del comedor—. Empiezo a pensar que ha sido un error —añadió mientras la empujaba contra la pared y deslizaba las manos bajo el abrigo de ______.
—¿Por qué? —respondió ésta, que se sentía como si acabara de recibir una inyección de adrenalina.
—Tenerte pegado durante cuatro horas seguidas sin poder hacerte el amor me está…
—¿Qué haces? —preguntó ______ cuando Joe le acarició los pechos.
—Ni la cuarta parte de lo que quiero hacer —respondió. Apoyó la frente contra la de él—. Ni la cuarta parte de lo que voy a hacer —añadió con una voz ansiosa y deliciosa al mismo tiempo.
—¡Joe! —gritó la voz de una mujer—. No os importa compartir la mesa con nosotros, ¿verdad? —añadió.
Joe apartó las manos del cuerpo de ______ y se levantó, a su pesar, para ser educado con unos compañeros que también participaban en la exhibición de motos. Los hombres le dieron sendos abrazos y varias palmadas en la espalda, y las dos mujeres le dieron dos besos cariñosos en las mejillas. Joe le presentó a ______ a las dos parejas, Frank y Loreen y Harry y Liz, y los seis tomaron asiento y en seguida se adentraron en una profunda conversación sobre motociclismo. ______ atendía e intentaba comprender de qué hablaban, pero usaban unos términos que se le escapaban por completo. Sólo se sentía conectada a ese grupo por la mano de Joe, que estaba apoyada sobre uno de sus muslos.
—Frank, te he visto tirado en la cuneta —comentó Joe—. ¿Sigues teniendo problemas con la cadena?
—Sí, voy a tener que cambiarla.
—Ya va siendo hora —intervino Harry, después de dar un trago de cerveza.
—Ahora han sacado una cadena que va como la seda —apuntó Joe.
—Una Harley no es una Harley si no tiene una cadena de las de siempre —replicó Frank—. Las cadenas de ahora son para cobardicas.
—Debe de ser la primera vez que vienes a una reunión de éstas —dijo Loreen, sonriente, dirigiéndose a ______—. Lo digo porque se te ve perdida… ¿Hace cuánto que conoces a Joe?
—Un par de meses —respondió ______, a la que en realidad le daba la impresión de conocerlo de mucho antes—. ¿Has participado otros años en esta campaña de beneficencia?
—Unos cuantos —respondió Loreen mientras escrutaba a ______ con la mirada—. ¿Hace cuánto que montas en moto?
—Estoy aprendiendo ahora —reconoció—. ¿Tú?
—Desde hace cinco años. Formo parte de la directiva del Club de Mujeres Motociclistas, así que siempre estoy buscando nuevos miembros.
Notó que Liz la estaba mirando con curiosidad. ______ le sonrió, pero aquélla no le devolvió la sonrisa, así que ______ se limitó a encogerse de hombros, sintiendo que no encajaba allí.
—No te molestes con Liz —le susurró Loreen al oído—. Estuvo saliendo con Joe hace tiempo y aunque ella quería volver a intentarlo, él ya no estaba interesado.
—Ah —dijo ______, la cual se preguntó con cuántas antiguas novias de Joe se tendría que ir encontrando—. Tengo que ir al servicio —le dijo a Joe, logrando esbozar una sonrisa.
—Yo también. En seguida vuelvo, chicos —aseguró Joe, poniéndose de pie—. No tardes mucho, ______. Las costillas estarán listas en seguida. Después de comer… podremos marcharnos de aquí —añadió susurrándole al oído.
Aquella indirecta compensó la sensación que oprimía a ______ de no pertenecer a ese ambiente. Abrió la puerta del servicio de mujeres, se lavó las manos y se echó un poco de agua sobre la cara. Se miró al espejo y no pudo negar quién era: una profesora de Historia precavida y no dada a los riesgos. No era una mujer especialmente guapa ni aventurera.
Ella y Joe eran tan diferentes como el día y la noche. Pero, entonces, ¿por qué se interesaba él por ella? Es más, ¿por qué se interesaba ella por Joe? Lo peor de todo, pensó ______, era que no era un simple interés. No debía intentar justificar algo que no era lógico ni racional: si sentía algo hacia Joe, mejor sería disfrutarlo.
Animada por la pequeña conversación que había mantenido consigo misma, ______ regresó a la mesa.
—Una profesora de Historia —estaba comentando Liz, en referencia a ella—. No retendrá a Joe más allá de navidades. Se cansará de ella.
______ se paró en seco y encajó la bofetada de aquellas palabras. No es que no hubiera pensado que Joe no fuera a cansarse de ella, pero no por ello le molestaba menos. Además, le dolía escuchárselo decir a otra persona; le dolía que su incompatibilidad fuera tan evidente para los demás.
—¡Ei! —exclamó Joe, agarrándola por detrás—. ¡Tú sí que frenas bien! —bromeó.
—¡Joe! —______ dio un respingo y se giró.
—¿Esperabas a otra persona? —la rodeó por la cintura—. ¿Qué te pasa?
—Nada —respondió ______, intentando ver en la cara de Joe alguna señal que indicara si él también había oído a Liz.
—Te noto rara —le acarició la barbilla—. Venga, vamos a comer.
—Sí, venga —asintió ______, la cual esbozó una sonrisa y se preguntó si sería capaz de probar bocado.
Logró sobrevivir al restaurante después de mucho remover la comida por el plato, asentir y sonreír a todos.
—Encantada de conoceros —dijo ______ mientras Joe tiraba de ella, quien se giró hacia la salida. Sin embargo, Joe la condujo en dirección contraria, hasta entrar en una habitación del restaurante y cerrar la puerta.
—No has comido nada… has dicho diez palabras como mucho… y no me has mirado durante veinte minutos —le señaló Joe, mirándola a los ojos fijamente.
—Se me quitaron las ganas de comer —respondió, extrañada, pues no había imaginado que él se hubiera dado cuenta.
—¿Por qué?
—Supongo que estaba más cansada de lo que pensaba —respondió, mordiéndose un labio.
Joe la miró con una intensidad que la estremeció y ______ tuvo que esforzarse por recordar que Joe no tenía poderes milagrosos para leer su mente.
—Eso es una bobada, cariño —contestó Joe, acercándose a ella. Sonrió con amabilidad, pero su expresión reflejaba gran seriedad—. Quiero saber lo que te está molestando y nos vamos a quedar aquí hasta que decidas compartirlo conmigo. Suéltalo.
Disfrutenlo
Nani Jonas
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
maldita Liz es una arpia
Solo porque Joe no le hace caso :caliente:
Se desquita con la rayiz, maldita
Siguela!!!
Solo porque Joe no le hace caso :caliente:
Se desquita con la rayiz, maldita
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
Aggggg que le pasa a esa tal Liz
Seguramente eta celosa de la rayis
Por que ve que Joe si esta completamente
Interesado por la rayis y awwww
Mi Joe es tan tierno me encanta
Siguela!!
Seguramente eta celosa de la rayis
Por que ve que Joe si esta completamente
Interesado por la rayis y awwww
Mi Joe es tan tierno me encanta
Siguela!!
Karli Jonas
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!
esto me hace suspirar :P
y quien es esa tal Liz ?
una aparecida
tienes que seguirla por favor!
esto me hace suspirar :P
y quien es esa tal Liz ?
una aparecida
tienes que seguirla por favor!
fernanda
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
ayyy esa liz me cayoo mal1!!!!!
y joe se dio cuanta d q algo le pasab a la rayita
ahh
siguelaaaaaaaaaa
y joe se dio cuanta d q algo le pasab a la rayita
ahh
siguelaaaaaaaaaa
jamileth
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
[b] akjkjaskjskdsjsk siguelaaaaa amo esta noveee !!! ohh quien sera esa liz??
perdon que hace bastante no me pasaba eh estado enferma u.u amo tu nove!
perdon que hace bastante no me pasaba eh estado enferma u.u amo tu nove!
kaarb
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
Capítulo 17
—No ha sido nada importante —dijo ______, alejándose tres pasos de Joe.
—¿Alguno de los chicos te dijo algo desagradable sin que yo me diera cuenta? —le preguntó, inspeccionándola con cuidado. Se la notaba nerviosa, distante.
—No —se apresuró a denegar—. No.
—¿Entonces? —Joe frunció el ceño.
—Oí algo que Liz le estaba comentando a Loreen —respondió después de suspirar—. Nada importante.
—Ya, claro —Joe volvió a acercarse a ella—. Nada importante, pero te ha fastidiado la tarde.
—No me presiones —espetó ______, lanzándole una mirada oscura, con un brillo de frustración en sus ojos.
—Te lo preguntaré con más tacto —insistió Joe, aunque se le estaba acabando la paciencia. Odiaba ver a ______ disgustada—. ¿Qué estaba diciendo Liz?
—Prefiero dejar el tema, si no te importa —replicó ella.
—Me importa —Joe entrelazó los dedos de ambas manos e hizo sonar sus nudillos.
—¡Está bien! —exclamó, desesperada—. Dijo que yo no te duraría hasta más allá de navidades. Que me cambiarías por otra.
—Liz vive en un mundo imaginario y es una bocazas —Joe imprecó.
—Salías con ella.
—Salí una vez con ella —corrigió él.
—Me da igual —contestó ______, desviando la mirada y de nuevo volvió a separarse de Joe—. Tú y yo sabemos que yo no soy la clase de mujer con la que tú…
—Y yo no soy el tipo de hombre con el que tú sueles salir —la interrumpió.
—De modo que es muy probable que lo que decía sea cierto. Yo lo sé y tú también lo sabes. De hecho, creo que lo sabe todo el mundo. Simplemente —se encogió de hombros y suspiró, agotada—, simplemente no me sentó bien oírlo.
Joe odió la expresión de desamparo que vio en la cara de ______. Tenía una regla acerca de las promesas y las mujeres: nunca les hacía ninguna. En ese momento, en cambio, estaba deseando hacer cualquier cosa por animar a ______.
—Liz no tiene ni idea de lo que dice —aseguró Joe, aproximándose a ella. Elevó la barbilla de ______, pero ésta no se atrevió a mirarlo a la cara—. Por eso no quiero compartirte. Quiero guardarte para mí y entregarme sólo a ti. Tú eres diferente…
—Lo sé.
—Diferente en el buen sentido de la palabra —matizó Joe—. Mírame, ______: quiero ver esos ojos tan bonitos que tienes… Puede que nadie más lo comprenda. Puede que hasta no lo comprendamos nosotros; pero tú y yo estamos bien juntos —añadió, desgarrado por la vulnerabilidad que apreció en sus ojos.
Demasiado bien incluso, se dijo Joe. ______ le hacía sentir emociones que nunca había sentido antes. No sabía cómo se las arreglaba para hacerlo, pero ella suponía un reto y un bálsamo para él al mismo tiempo. Si se paraba a pensarlo, lo asustaba comprobar la cantidad de horas que tenía la cabeza ocupada, obsesivamente, pensando en ella.
—Además —prosiguió Joe, notando que ______ estaba algo menos tensa—, no sé por qué tengo que ser yo quien te deje. Tú también podrías dejarme tirado.
—Eso sí que es una bobada —replicó, mirándolo con escepticismo.
—Oye, podría ser —la agarró y la apretó contra sí—. ¿Quién te dice que no te vas a aburrir de mí?
—Jamás me aburriré de ti —______ rió y denegó con la cabeza.
—Demuéstramelo —le pidió Joe, excitado por la chispa de deseo que ardía ahora en los ojos de ______.
—¿Que te lo demuestre? —preguntó. Vaciló un segundo y luego inclinó la cabeza hacia un lado, seductoramente.
—Sí —Joe le acarició las caderas—. Demuéstramelo.
—Estamos en no sé qué habitación de un restaurante —reparó ______, mirándolo como si hubiera perdido el juicio.
—¿Y bien?
—Alguien podría entrar en cualquier momento.
—Ya no —dijo Joe, después de tirar de ella hacia la entrada y recostar la espalda contra la puerta. Introdujo una mano entre sus muslos y notó un destello de excitación en sus ojos.
—Estás de broma, ¿verdad? —preguntó ______, cuya voz sonó rugosa de excitación.
—Señorita ______ —Joe denegó con la cabeza y pegó su cintura a la de ella—, me parece que está usted un poco asustada.
—No estoy asustada —elevó la barbilla—, estoy…
—Atemorizada —la provocó. Le tomó las manos y las introdujo en los bolsillos de los pantalones que estaba llevando él mismo.
—No —aseguró ______.
—¿Acobardada? —bajó la boca hasta dejarla a un milímetro de la de ella.
—¿No te gustan las cobardicas? —le preguntó después de rozarle los labios de extremo a extremo y retirarse, dejándole con la miel en los labios.
—Yo no he dicho eso —respondió Joe, a quien la sangre ya le estaba hirviendo.
—Entonces, ¿te gustan las cobardicas? —preguntó, sacando las manos de sus bolsillos y frotándole por delante del pantalón, mientras se mordía los labios para acallar un gemido.
—Me gustas tú —contestó Joe, el cual guió las manos de ______ para que ésta le desabrochara el cinturón y le bajara la cremallera.
Le desabotonó el calzoncillo y lo sujetó con las dos manos.
Joe sintió que el cuerpo le echaba fuego y buscó la boca de ______ para seguir abrasándose, mientras ésta lo acariciaba y rozaba. Notaba ansiedad y calentura en sus manos. Era irresistiblemente dulce, insoportablemente tentadora; una combinación tan letal que lo volvía loco.
Lo que había comenzado como una provocación juguetona, se había escapado del control de ambos. Joe quería verla desnuda, quería estar dentro de ella, toda la noche. Paseó la lengua a lo largo de sus suaves labios y luego la introdujo en el interior, simulando lo que quería hacer con otra parte de su cuerpo.
______ se echó hacia atrás un segundo, abriendo la boca para tomar aire, sin dejar de mirarlo ni de masajearlo. Tenía las mejillas encarnadas de la excitación, los ojos le brillaban apasionadamente negros y la expresión de su cara era salvaje y tierna al mismo tiempo.
—Yo… —arrancó ______—. Yo… —volvió a intentarlo, en vano. Entonces denegó con la cabeza, como si comprendiera que las palabras no tenían sentido ni cabida en ese momento.
Se fue agachando, rozándole todo el cuerpo, hasta quedar de rodillas frente a él. Sin dejar de mirarlo, se frotó las mejillas contra su sexo y luego lo acarició con la lengua.
Cuando cerró la boca a su alrededor, Joe se estremeció. Ver aquellos labios en torno a él era demasiado erótico.
—Cariño, para —jadeó él, extasiado, demasiado cerca del límite, mientras le acariciaba el pelo—. No puedo…
______ siguió haciéndole el amor con la boca, demostrándole de manera elocuente lo mucho que lo deseaba. Había en sus caricias una cierta y sensual desesperación, como si en vez de estar dando, estuviera recibiendo.
—______ —volvió a jadear Joe, instándola con delicadeza a que se apartara—. Cariño, voy a…
—No me hagas parar —susurró ella, apoderándose de su cuerpo y de un pedacito de su corazón.
—No ha sido nada importante —dijo ______, alejándose tres pasos de Joe.
—¿Alguno de los chicos te dijo algo desagradable sin que yo me diera cuenta? —le preguntó, inspeccionándola con cuidado. Se la notaba nerviosa, distante.
—No —se apresuró a denegar—. No.
—¿Entonces? —Joe frunció el ceño.
—Oí algo que Liz le estaba comentando a Loreen —respondió después de suspirar—. Nada importante.
—Ya, claro —Joe volvió a acercarse a ella—. Nada importante, pero te ha fastidiado la tarde.
—No me presiones —espetó ______, lanzándole una mirada oscura, con un brillo de frustración en sus ojos.
—Te lo preguntaré con más tacto —insistió Joe, aunque se le estaba acabando la paciencia. Odiaba ver a ______ disgustada—. ¿Qué estaba diciendo Liz?
—Prefiero dejar el tema, si no te importa —replicó ella.
—Me importa —Joe entrelazó los dedos de ambas manos e hizo sonar sus nudillos.
—¡Está bien! —exclamó, desesperada—. Dijo que yo no te duraría hasta más allá de navidades. Que me cambiarías por otra.
—Liz vive en un mundo imaginario y es una bocazas —Joe imprecó.
—Salías con ella.
—Salí una vez con ella —corrigió él.
—Me da igual —contestó ______, desviando la mirada y de nuevo volvió a separarse de Joe—. Tú y yo sabemos que yo no soy la clase de mujer con la que tú…
—Y yo no soy el tipo de hombre con el que tú sueles salir —la interrumpió.
—De modo que es muy probable que lo que decía sea cierto. Yo lo sé y tú también lo sabes. De hecho, creo que lo sabe todo el mundo. Simplemente —se encogió de hombros y suspiró, agotada—, simplemente no me sentó bien oírlo.
Joe odió la expresión de desamparo que vio en la cara de ______. Tenía una regla acerca de las promesas y las mujeres: nunca les hacía ninguna. En ese momento, en cambio, estaba deseando hacer cualquier cosa por animar a ______.
—Liz no tiene ni idea de lo que dice —aseguró Joe, aproximándose a ella. Elevó la barbilla de ______, pero ésta no se atrevió a mirarlo a la cara—. Por eso no quiero compartirte. Quiero guardarte para mí y entregarme sólo a ti. Tú eres diferente…
—Lo sé.
—Diferente en el buen sentido de la palabra —matizó Joe—. Mírame, ______: quiero ver esos ojos tan bonitos que tienes… Puede que nadie más lo comprenda. Puede que hasta no lo comprendamos nosotros; pero tú y yo estamos bien juntos —añadió, desgarrado por la vulnerabilidad que apreció en sus ojos.
Demasiado bien incluso, se dijo Joe. ______ le hacía sentir emociones que nunca había sentido antes. No sabía cómo se las arreglaba para hacerlo, pero ella suponía un reto y un bálsamo para él al mismo tiempo. Si se paraba a pensarlo, lo asustaba comprobar la cantidad de horas que tenía la cabeza ocupada, obsesivamente, pensando en ella.
—Además —prosiguió Joe, notando que ______ estaba algo menos tensa—, no sé por qué tengo que ser yo quien te deje. Tú también podrías dejarme tirado.
—Eso sí que es una bobada —replicó, mirándolo con escepticismo.
—Oye, podría ser —la agarró y la apretó contra sí—. ¿Quién te dice que no te vas a aburrir de mí?
—Jamás me aburriré de ti —______ rió y denegó con la cabeza.
—Demuéstramelo —le pidió Joe, excitado por la chispa de deseo que ardía ahora en los ojos de ______.
—¿Que te lo demuestre? —preguntó. Vaciló un segundo y luego inclinó la cabeza hacia un lado, seductoramente.
—Sí —Joe le acarició las caderas—. Demuéstramelo.
—Estamos en no sé qué habitación de un restaurante —reparó ______, mirándolo como si hubiera perdido el juicio.
—¿Y bien?
—Alguien podría entrar en cualquier momento.
—Ya no —dijo Joe, después de tirar de ella hacia la entrada y recostar la espalda contra la puerta. Introdujo una mano entre sus muslos y notó un destello de excitación en sus ojos.
—Estás de broma, ¿verdad? —preguntó ______, cuya voz sonó rugosa de excitación.
—Señorita ______ —Joe denegó con la cabeza y pegó su cintura a la de ella—, me parece que está usted un poco asustada.
—No estoy asustada —elevó la barbilla—, estoy…
—Atemorizada —la provocó. Le tomó las manos y las introdujo en los bolsillos de los pantalones que estaba llevando él mismo.
—No —aseguró ______.
—¿Acobardada? —bajó la boca hasta dejarla a un milímetro de la de ella.
—¿No te gustan las cobardicas? —le preguntó después de rozarle los labios de extremo a extremo y retirarse, dejándole con la miel en los labios.
—Yo no he dicho eso —respondió Joe, a quien la sangre ya le estaba hirviendo.
—Entonces, ¿te gustan las cobardicas? —preguntó, sacando las manos de sus bolsillos y frotándole por delante del pantalón, mientras se mordía los labios para acallar un gemido.
—Me gustas tú —contestó Joe, el cual guió las manos de ______ para que ésta le desabrochara el cinturón y le bajara la cremallera.
Le desabotonó el calzoncillo y lo sujetó con las dos manos.
Joe sintió que el cuerpo le echaba fuego y buscó la boca de ______ para seguir abrasándose, mientras ésta lo acariciaba y rozaba. Notaba ansiedad y calentura en sus manos. Era irresistiblemente dulce, insoportablemente tentadora; una combinación tan letal que lo volvía loco.
Lo que había comenzado como una provocación juguetona, se había escapado del control de ambos. Joe quería verla desnuda, quería estar dentro de ella, toda la noche. Paseó la lengua a lo largo de sus suaves labios y luego la introdujo en el interior, simulando lo que quería hacer con otra parte de su cuerpo.
______ se echó hacia atrás un segundo, abriendo la boca para tomar aire, sin dejar de mirarlo ni de masajearlo. Tenía las mejillas encarnadas de la excitación, los ojos le brillaban apasionadamente negros y la expresión de su cara era salvaje y tierna al mismo tiempo.
—Yo… —arrancó ______—. Yo… —volvió a intentarlo, en vano. Entonces denegó con la cabeza, como si comprendiera que las palabras no tenían sentido ni cabida en ese momento.
Se fue agachando, rozándole todo el cuerpo, hasta quedar de rodillas frente a él. Sin dejar de mirarlo, se frotó las mejillas contra su sexo y luego lo acarició con la lengua.
Cuando cerró la boca a su alrededor, Joe se estremeció. Ver aquellos labios en torno a él era demasiado erótico.
—Cariño, para —jadeó él, extasiado, demasiado cerca del límite, mientras le acariciaba el pelo—. No puedo…
______ siguió haciéndole el amor con la boca, demostrándole de manera elocuente lo mucho que lo deseaba. Había en sus caricias una cierta y sensual desesperación, como si en vez de estar dando, estuviera recibiendo.
—______ —volvió a jadear Joe, instándola con delicadeza a que se apartara—. Cariño, voy a…
—No me hagas parar —susurró ella, apoderándose de su cuerpo y de un pedacito de su corazón.
Nani Jonas
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
kaarb escribió:[b] akjkjaskjskdsjsk siguelaaaaa amo esta noveee !!! ohh quien sera esa liz??
perdon que hace bastante no me pasaba eh estado enferma u.u amo tu nove!
no te preocupes espero ya te sientas mejor
Nani Jonas
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
awww me encanta :love:
Joe es tan lindo y dulce :arre:
Lo amo :hug:
Siguela!!!
Joe es tan lindo y dulce :arre:
Lo amo :hug:
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "Polos Opuestos" - Joe y tu Terminada
Oh yo se que estará juntos por
Mucho mucho mucho tiempo es mas diría
Que para siempre!! Ahhh dime que estoy en lo cierto!!
Plis siguela pronto me encanta Joe mas el Jejeje
Y la rayis son tan distintos pero encajan a la perfección!!
Mucho mucho mucho tiempo es mas diría
Que para siempre!! Ahhh dime que estoy en lo cierto!!
Plis siguela pronto me encanta Joe mas el Jejeje
Y la rayis son tan distintos pero encajan a la perfección!!
Karli Jonas
Página 7 de 11. • 1, 2, 3 ... 6, 7, 8, 9, 10, 11
Temas similares
» Mis temas
» Polos Opuestos
» Los Polos Opuestos.
» Polos opuestos {Ziall}
» Polos Opuestos-Jack Frost y tu
» Polos Opuestos
» Los Polos Opuestos.
» Polos opuestos {Ziall}
» Polos Opuestos-Jack Frost y tu
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 7 de 11.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.