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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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Misery - Terror/Suspenso
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Capitulo 7 - Sin letra 'N'
Cuando se despertó de su drogado sueño se encontró a si mismo en una silla de ruedas. Supuso que era bastante fuerte: lo arrastro y lo puso en la silla de ruedas tan gentilmente que no se despertó. Le dolía estar sentado, pero era lindo poder ver desde la ventana; podía ver solo un poco cuando estaba sentado en la cama. La silla de ruedas estaba frente a una mesa pegada a la ventana de la habitación. Veía una pequeña granja cubierta de nieve con un granero para los animales y para equipamiento. No había señal de que la nieve se iba a derretir aun. Mas allá de la granja había un estrecho camino y, a continuación, montañas cubiertas de árboles.
Escucho el sonido de una llave en la cerradura. Ella entro y lo alimento con algo de sopa.
—Creo que pondrás mejor.—dijo ella—Si, a menos que tengamos algunas de esas discusiones, creo que te recuperaras y te pondrás fuerte.
Pero Paul sabia que estaba mintiendo. Un día su auto será encontrado. Un día alguien –un policía tal vez- comenzaría a hacerle preguntas. Un día algo pasara que hará que Annie Wilkes tiemble y se enoje. Ella entendería que no puedes secuestrar a una persona y escapar. Ella iría a la corte una vez mas, y esta vez no la dejarían libre. Ella realizara todo esto y comenzara a temer –y entonces ella tendría que matar a Paul. Cuanto tiempo le tomara a la nieve derretirse? Cuanto tiempo antes de que su auto sea encontrado? Cuanto tiempo mas tendría que vivir?
—Te traje otro regalo, además de la silla de ruedas.—dijo—Lo conseguí en una venta de segunda mano. Fue un poco de negociación también. Ella quería cuarenta y cinco dólares por ella, pero la tuve a cuarenta porque no tenía “n”.
Miro complacida de ella misma. Paul a penas pudo creerlo: le complacía al comprar una rota y vieja maquina de escribir!
—Lo has hecho muy bien.—dijo el. Su sonrisa se hacia aun mas grande.
—Le dije que la “n” era una de las letras del nombre de mi autor favorito.
—Es dos de las letras del nombre de mi enfermera favorita—replico Paul, odiándose a el mismo.—Pero que piensas que escribiré con esta maquina?
—Oh, Paul! No pienso –Lo se! Tu escribirás una nueva novela. Será aun mejor. Misery’s Return!
Paul no sintió nada, no dijo nada; estaba demasiado sorprendido. Pero la cara de ella estaba brillando con gran alegría mientras decía:
—Será un libro solo para mí. Será mi paga por el cuidado de tu salud. La única copia en todo el mundo del nuevo libro de Misery!
—Pero Annie, Misery esta muerta.
—No, no lo esta. Aun cuando estaba enojada contigo Yo sabía que en realidad ella no estaba muerta. Sabia que tu no la podías matar, porque tu eres bueno.
—Annie. Me dirías una cosa?
—Por supuesto, querido.
—Si yo escribo este libro para ti, me dejarías ir cuando lo termine?
Por un momento ella se veía incomoda, pero luego lo miro cuidadosamente.
—Hablas como si te mantuviera prisionero, Paul.
El no replico.
—Creo—dijo ella—que cuando termines el libro estarás listo para conocer otra gente de nuevo.
Pero estaba mintiendo. Ella sabia que estaba mintiendo, y Paul sabia que ella estaba mintiendo también. El día que el terminara su nueva novela seria el día de su muerte. Ella trabó la cerradura de la puerta del cuarto cuando se fue.
Dos mañanas mas tarde ella lo ayudo a ponerse en la silla de ruedas y lo alimento con un inusual gran desayuno.
—Necesitas tu fuerza ahora, Paul. Estoy tan emocionada por la nueva novela.
Rodó a la mesa junto a la ventana –y a la espera la maquina de escribir. Nive caía y era difícil reconocer los objetos de afuera. Incluso el granero era solo un bulto cubierto de nieve.
Ella entro a su habitación cargando varios paquetes de papel. Vio inmediatamente que el papel era Corrasable Bond y su cara cayo.
—Cual es el problema?—pregunto ella.
—Nada—contesto rápidamente.
—Algo es el problema.—dijo—Dime que es.
—Me gustaría un papel diferente si pudieras conseguirlo.
—Diferente de este? Pero es el papel más caro que hay. Pregunte por el papel mas caro.
—Nunca te dijo tu madre que las cosas mas caras no son siempre las mejores?
—No, no lo hizo. Lo que me dijo, Señor Inteligente, es que cuando compras algo barato, obtienes cosas baratas.—estaba a la defensiva ahora y Paul adivino que se enojaría a continuación.
Paul temía, pero sabía que tenía que intentar controlarla un poquito. Si ella siempre ganaba, sin ninguna resistencia de su parte, su hábito de enojarse con el aumentaría, y eso seria peor. Pero su necesidad por las drogas lo hacían querer mantenerla feliz; las drogas se llevaban todo su coraje para atacarla.
Annie empezaba a respirar más rápidamente ahora, y sus manos estaban bombeando más y más rápido, abriéndose y cerrándose.
—Y será mejor que dejes de hacer eso también,—dijo el—enojarte no cambiara nada.
Se congelo como si el la hubiera abofeteado, mirándolo herida.
—Esto es un truco.—dijo ella.—Tu no quieres escribir mi libro y estas buscando excusas para no comenzar. Yo sabía que lo harías.
—Eso es tonto—replico—Dije yo que no iba a comenzar?
—No, pero…
—Voy a comenzar. Ven aquí que te mostrare el problema.
—Que?
—Mira.
Puso una pieza del papel dentro de la maquina y escribió: “Misery’s Return by Paul Sheldo “. Saco el papel y froto su dedo sobre las palabras. Las letras inmediatamente se volvieron confusas y tenues.
—Ves?
—Vas a frotar cada pagina de tu manuscrito con tu dedo?
—Las páginas se frotan una con otra.
—Esta bien, Señor Hombre,—dijo en una voz de queja.—Voy a traerte tu estupido papel. Solo dime cual traer y te lo conseguiré.
—Pero deberías entender que estamos del mismo lado.
—No me hagas reír.—dijo sarcásticamente—Nadie ha estado de mi lado desde que mi madre murió veinte años atrás.
—Puedes pensar lo que gustes.—dijo el—En todo caso, yo estoy en el lado de los libros. Si yo escribo en las hojas Corrasable Bond, dentro de diez años no podrás leer nada más.
—Esta bien, esta bien.—dijo ella.—Iré ahora.
De repente Paul recordó que pronto era tiempo para su medicina y empezaría a estar nervioso. Habrá ido demasiado lejos? Iba a desaparecer durante horas y horas? Necesitaba su medicina.
—Dime que tipo de papel te traigo.—dijo ella. Su cara se convertiría en piedra. Le dijo los nombres de algunos buenos tipos de papel.
Luego sonrió –con una horrible sonrisa.
—Iré y te traeré tu papel.—dijo ella.—Se que quieres empezar lo mas pronto posible, desde que estas en mi lado -.
Estas últimas palabras fueron habladas con un terrible sarcasmo.
—Así que ni siquiera voy a ponerte en la cama. Por supuesto que dolerá sentarte tanto tiempo en la silla de ruedas. Tal vez el dolor será tan grande que tendrás que posponer el inicio de tu escritura. Pero eso esta tan mal. Me tengo que ir, porque quieres tu precioso, estupido y especial papel.
De repente su dura cara pareció romperse en pedazos. Estaba parada en la puerta en su camino para irse, y se precipito a través de la habitación para llegar hacia el. Ella grito y golpeo en el hinchado bulto donde estaba el tobillo izquierdo de Paul. El tiro su cabeza hacia atrás y grito también; el dolor fluía de su tobillo a todas las partes de su cuerpo.
—Así que, tu solo siéntate allí—dijo ella, con sus labios aun formando esa horrible mueca.—y piensa acerca de quien esta a cargo aquí, y sobre todas esas cosas que puedo hacer para herirte si te comportas mal o intentas hacer algún truco. Pareces creer que soy estupida, pero no lo soy. Y tu puedes llorar y gritar todo lo que quieras mientras estoy fuera, porque nadie te oirá. Nadie viene aqui porque todos piensan que Annie Wilkes esta loca. Todos ellos saben lo que hice, sin embargo la corte dijo que yo era inocente. Veras, no había la suficiente evidencia para probar lo contrario.
Camino hacia la puerta y se giro. El grito otra vez porque esperaba otro ataque y mucho más dolor. Eso provoco una mueca aun más extensa.
Ella dejo la habitación, trabando la puerta detrás de ella. Unos minutos mas tarde escucho estruendo del motor del auto. Paul se quedo con sus lágrimas y su dolor.
MalikLove
Re: Misery - Terror/Suspenso
Ven? les dije que este capitulo era mas largo ^^ Ya se que pueden pensar que Annie ahora esta re loca.....bueno tienen razon xD esta mas loca que una cabra ¬¬ la odio. :jeje: Espero que les haya gustado.
P.D: Muerte a la zorra de Annie :twisted: ._. Okno e.e
P.D: Muerte a la zorra de Annie :twisted: ._. Okno e.e
MalikLove
Re: Misery - Terror/Suspenso
Siii! coincido, desde luego está loca :evil: y también quiero que muera...muy lentamente (? ok, no xD pero, con cada cap que pasa la odio más y me lleno más de intriga.
SEGUILA!!!
SEGUILA!!!
Patu
Re: Misery - Terror/Suspenso
estoy de acuerdo muerte a la zorra de Annie,que sea lenta y dolorosa wajajaja....odio a esta mujer pero creo que me estoy fascinando con la nove siguela...:D espero cap
Bianca
Capitulo 8 - Suministros Secretos Parte 1
Sus siguientes acciones van a parecer heroicas, imaginó, si alguien miraba los movimientos sin ver dentro de su mente serian heroicas. En un inmenso dolor, rodo la silla de ruedas hasta la puerta. Se deslizo hacia abajo así sus manos podían tocar el suelo. Esto le causo mucho dolor que se desmayo unos pocos minutos. Cuando desperto recordo lo que estaba tratando de hacer. Miro hacia el piso y vio las hebillas de pelo que había notado recientemente. Estas se habían caido del cabello de Annie cuando corrio hacia él. Lenta y dolorosamente, se manejo para agarrar las hebillas. Habían tres de ellas. Sentarse de vuelta en la silla le trajo grandes oleadas de dolor.
Mientras escribia Fast Cars aprendio a abrir cerraduras con cosas como invisibles. Eso lo ayudo a escribir acerca de un ladron de autos. Era sorprendentemente fácil. Ahora, el abriria la puerta y se introduciria en la casa.
Que lo hizo dejar atrás todo su dolor y hacer esto? Era porque el era un heroe? No, era porque necesitaba algunas tabletas de Novril y estaba asustado de que Annie no regresara por horas o por si ella no le daba algunas cuando regresara. Y sintio que necesita un suministro extra, para ayudarlo en durante esos periodos cuando ella se enojaba tanto con el como para no darle las drogas.
Era una vieja y dura cerradura. Un invisible se cayo de una de sus manos, patinando por el piso de madera y desapareciendo por debajo de la cama. La segunda se rompio –pero al romperse, la puerta se abrio.
—Gracias, Dios—susurro.
Un mal momento lo sigui –no, no un mal momento, un terrible momento- cuando parecia que la silla de ruedas no pasaba por la puerta. Debio haberlo traido cuando estaba plegado, pensó. Al final tuvo que agarrarse de la estructura de la puerta y empujarse el mismo. Las ruedas frotaron contra la estructura y por un horrible momento pensó que la silla se iba a quedar estancada ahí. Pero de repente paso por la puerta.
Despues de eso se desmayo otra vez.
Cuando desperto, la luz del corredor era diferente. Bastante tiempo había pasado. Cuanto tiempo tendría antes de que ella regresara? Cincuenta horas, como la ultima vez, o cinco minutos?
Podía ver el baño por una puerta abierta del corredor. Seguramente guardaria la medicina ahí. Rodo por el corredor y paro en la puerta del baño. Por lo menos esta puerta era un poco mas amplia. Se dio la vuelta para que pudiera entrar al baño hacia atrás, preparado para un rapido escape si era necesario.
Dentro del baño había una tina, una armario abierto para almacenar toallas y mantas, un lavabo –y un botiquin para medicinas en la pared arriba del lavabo! Pero como podria buscarlas desde una silla de ruedas? Estaba demasiado alto. Y aunque si pudiera alcanzarlas con un palo o algo, lo unico que lograria seria que se caigan las cosas y se rompan. Y luego que le diria a ella? Que Misery lo hizo mientras buscaba algunas medicinas para traerla a la vida?
Lagrimas de enojo –y de vergüenza por su necesidad de medicina- comenzaron a caer por sus mejillas. El casi se rindio y comenzo a pensar en como volver a su habitación. Luego su ojo vio algo en el armario de las toallas. Anteriormente su ojo solo percibio rápidamente las toallas y mantas en los estantes. Pero en el suelo, por debajo de todos los estantes, habían dos o tres cajas. Rodo hasta el armario. Ahora pordia ver algunas palabras impresas en una de las cajas: SUMINISTROS MÉDICOS. Su corazon salto.
Busco dentro de la caja. Había muchos tipos de drogas dentro –drogas para todos los tipos de enfermedades- pero no Novril. Se manejo para buscar en la segunda caja. Otra vez esta estaba repleta de una asombrosa colección de medicinas. Ella las debio haber tomado del hospital día tras día. La mayoría de las drogas estaban en pequeñas cantidades. Debio haber sido cautelosa: no tomo muchos de una sola vez porque la hubieran atrapado.
Busco en la caja. En el fondo había una gran cantidad de paquetes de tabletas Novril; cada paquete contenia ocho tabletas. Mastico tres tabletas inmediatamente, casi sin notar el amargo sabor.
MalikLove
Re: Misery - Terror/Suspenso
oooooh Dios que buen cap siguela me encanta....que bien que pudo salir ojala y logre escapar de ella :D
Bianca
Capitulo 8 - Suministros Secretos Parte 2
Cuantos paquetes podría haber tomado sin que ella se de cuenta de que el había encontrado las medicinas? Tomo cinco paquetes y las dejo en su regazo, para tener sus manos libres y empujar las ruedas. Miro a las drogas en la caja.
Luego, para su horror, escucho el ruido de un auto.
Se estremeció en la silla, sus ojos se abrieron ampliamente. Si esa era Annie, iba a morir. No podía ir de vuelta a la habitación y trabar la puerta a tiempo, y no tenia dudas de que ella estaría tan enojada que lo mataría inmediatamente. Ella olvidaría que quería matarlo antes de que termine de escribir Misery’ Return. Ella no seria capaz de controlarse.
El sonido del auto creció…y luego desapareció en la distancia del camino afuera.
Ok, tu has sido advertido, pensó.Ahora es tiempo de volver a tu cuarto. El siguiente auto realmente podría ser de ella.
Rodó fuera del baño, chequeando para asegurarse de que no había dejado rastros atrás. Que tan abierta estaba la puerta del baño? La cerró un poco. Se veía correcto ahora.
La droga estaba empezando a tomar efecto, así que había menos dolor ahora. Su inmediata necesidad estaba satisfecha. Comenzaba a girar su silla de ruedas, así podía rodar de vuelta a su cuarto, cuando noto que estaba señalando hacia la sala de estar. Una idea estallo en su mente como una luz. Podía ver al menos un teléfono; podía imaginarse una conversación con la estación de policía. Estarían sorprendidos de saber que la loca Annie Wilkes lo había secuestrado?
Pero recordó que jamás escucho sonar el teléfono. Supo que era improbable que llegara a haber un teléfono en la casa. Pero la imagen del teléfono en su mente lo conducía; podía sentir el frío plástico en su mano, escuchar el sonido del teléfono en la estación de policía. Rodó hasta la sala de estar.
Miro alrededor. La habitación olía rancio y estaba repleta de feos muebles. En un rincón había una larga fotografía en un marco dorado, de una mujer quien solo podía ser la madre de Annie.
Rodó aun más. El lado izquierdo de la silla de ruedas golpeo una mesa la cual tenía docenas de pequeñas figuras sobre ella. Una de las figuras –un pájaro de algún tipo volando- callo desde el borde de la mesa. Sin pensarlo, Paul saco su brazo y lo atrapo –y luego noto lo que había hecho. Si lo hubiera pensado no lo habría hecho. Fue puro instinto. Si la figura hubiera aterrizado sobre el piso no se hubiera roto. Lo puso de nuevo en la mesa.
Sobre una pequeña mesa en el otro lado del cuarto había un teléfono. Paul cuidadosamente atravesó la habitación esquivando las sillas y el sofá. Tomo el teléfono. Antes de poner el tubo en su oreja tuvo un mal presentimiento. Y si –no había ni un sonido del otro lado. El teléfono no andaba. Todo parecía estar bien –era importante para Annie que las cosas estén bien- pero ella desconecto el teléfono.
Por que había hecho eso? Supuso que cuando ella había llegado a SideWinder, ella había estado asustada. Ella pensó que las personas averiguarían lo que sea que paso en Denver y la llamarían para saber que paso. Tú lo hiciste, Annie Wilkes! Sabemos que lo hiciste. Te dejaron ir, pero no eres inocente, lo eres, Annie Wilkes? Todos estaban en contra de ella –los Roydmans, todos. Nadie le agradaba. El mundo era un lugar oscuro repleta de gente mirándola con sospecha y odio. Así que era mejor callar el teléfono por siempre.
El miedo pronto le llego y giro la silla de ruedas para dejar la habitación. En el momento escucho el sonido de otro auto, y supo que esta vez era Annie.
MalikLove
Capitulo 9 - Hebilla Rota
Estaba lleno con el extremo terror que alguna vez conoció, y se sentía culpable como un niño que había sido atrapado fumando un cigarrillo. Rodó la silla de ruedas fuera de la habitación tan rápido como pudo, pausando en el camino solo para mirar y asegurarse que nada estaba fuera de lugar. Se apunto mirando hacia la puerta de su cuarto y trato de ir lo mas rápido posible, pero la rueda derecha choco en el marco de la puerta. Acaso rayaste la pintura? su mente le gritaba. Miro hacia abajo, pero solo había una pequeña marca –seguramente muy pequeña para notarla.
Escucho el ruido del auto en el camino y luego volviendo a la casa para estacionarse. Trato de mover la silla gentilmente para pasar la puerta sin apresurarse, pero otra vez tuvo que agarrarse del marco y empujarse el mismo. Al final el entro en el cuarto. Tiene cosas que cargar,se dijo a si mismo.Le tomara tiempo para sacarlas del auto y traerlas a la casa. Aun tienes unos pocos minutos.
Dio la vuelta, agarro el picaporte de la puerta y la empujo. Afuera, ella estaba apagando el motor del auto.
Ahora solo tenia que empujar su dedo dentro de la cerradura. Escucho la puerta de un auto cerrarse.
La traba empezó a moverse –y luego paro. Estaba trabado. Otra puerta de un auto se cerro: ella debería tener los mandados y el papel fuera del asiento del copiloto.
Empujo una y otra vez la traba, y luego escucho el sonido dentro de la puerta. Supo que era: la pequeña rotura de la hebilla estaba haciendo que la cerradura se trabara.
—Vamos—susurro en desesperación y terror.—Vamos.—escucho su caminata por la casa.
Movió la traba dentro y fuera, dentro y fuera, pero la rota hebilla seguía dentro de la cerradura. Escucho sus pasos.
Estaba llorando ahora, sudor y lágrimas se mezclaban juntas y se deslizaban en su cara.
—Vamos….vamos…vamos..Por favor—esta vez la traba se movió mas adentro, pero no lo suficiente como para cerrar la puerta. Escucho el sonido de las llaves en su mano afuera de la puerta principal.
Ella abrió la puerta y la cerro. Exactamente al mismo tiempo la traba de la puerta de Paul de repente funciono y el cerro su puerta. Habrá escuchado? Lo debió haber hecho. Pero el sonido de la puerta principal cubrió el sonido de su puerta.
—Paul, estoy en casa.—llamo animadamente.—Tengo tu papel.
Rodó pasando la mesa y girando para quedar frente a la puerta, justo cuando ella puso su llave en la cerradura. El rezo que la hebilla rota no causara ningún problema. No lo hizo. Ella abrió la puerta.
—Paul, querido, estas cubierto en sudor. Que has estado haciendo?—pregunto ella, con cierta sospecha.
—Creo que lo sabes Annie. He estado en sufrimiento. Puedo tener mis tabletas ahora?
—Veras.—ella dijo—Tu realmente no debiste hacerme enojar. Estoy segura de que aprendiste, así podremos ser muy felices juntos. Iré y te traeré tus píldoras ahora.
Mientras ella estaba fuera de la habitación Paul empujo los paquetes de Novril los cuales había tomado, tan lejos como pudo debajo del colchón de su cama. Estos estarían a salvo mientras ella no revisara debajo del colchón.
Ella volvió y le dio tres tabletas, y en unos minutos el ya estaba inconciente. Había tomado seis píldoras y ahora estaba exhausto. Cuando despertó, catorce horas habían pasado y estaba nevando otra vez afuera.
Escucho el ruido del auto en el camino y luego volviendo a la casa para estacionarse. Trato de mover la silla gentilmente para pasar la puerta sin apresurarse, pero otra vez tuvo que agarrarse del marco y empujarse el mismo. Al final el entro en el cuarto. Tiene cosas que cargar,se dijo a si mismo.Le tomara tiempo para sacarlas del auto y traerlas a la casa. Aun tienes unos pocos minutos.
Dio la vuelta, agarro el picaporte de la puerta y la empujo. Afuera, ella estaba apagando el motor del auto.
Ahora solo tenia que empujar su dedo dentro de la cerradura. Escucho la puerta de un auto cerrarse.
La traba empezó a moverse –y luego paro. Estaba trabado. Otra puerta de un auto se cerro: ella debería tener los mandados y el papel fuera del asiento del copiloto.
Empujo una y otra vez la traba, y luego escucho el sonido dentro de la puerta. Supo que era: la pequeña rotura de la hebilla estaba haciendo que la cerradura se trabara.
—Vamos—susurro en desesperación y terror.—Vamos.—escucho su caminata por la casa.
Movió la traba dentro y fuera, dentro y fuera, pero la rota hebilla seguía dentro de la cerradura. Escucho sus pasos.
Estaba llorando ahora, sudor y lágrimas se mezclaban juntas y se deslizaban en su cara.
—Vamos….vamos…vamos..Por favor—esta vez la traba se movió mas adentro, pero no lo suficiente como para cerrar la puerta. Escucho el sonido de las llaves en su mano afuera de la puerta principal.
Ella abrió la puerta y la cerro. Exactamente al mismo tiempo la traba de la puerta de Paul de repente funciono y el cerro su puerta. Habrá escuchado? Lo debió haber hecho. Pero el sonido de la puerta principal cubrió el sonido de su puerta.
—Paul, estoy en casa.—llamo animadamente.—Tengo tu papel.
Rodó pasando la mesa y girando para quedar frente a la puerta, justo cuando ella puso su llave en la cerradura. El rezo que la hebilla rota no causara ningún problema. No lo hizo. Ella abrió la puerta.
—Paul, querido, estas cubierto en sudor. Que has estado haciendo?—pregunto ella, con cierta sospecha.
—Creo que lo sabes Annie. He estado en sufrimiento. Puedo tener mis tabletas ahora?
—Veras.—ella dijo—Tu realmente no debiste hacerme enojar. Estoy segura de que aprendiste, así podremos ser muy felices juntos. Iré y te traeré tus píldoras ahora.
Mientras ella estaba fuera de la habitación Paul empujo los paquetes de Novril los cuales había tomado, tan lejos como pudo debajo del colchón de su cama. Estos estarían a salvo mientras ella no revisara debajo del colchón.
Ella volvió y le dio tres tabletas, y en unos minutos el ya estaba inconciente. Había tomado seis píldoras y ahora estaba exhausto. Cuando despertó, catorce horas habían pasado y estaba nevando otra vez afuera.
MalikLove
Re: Misery - Terror/Suspenso
Ahi les deje la continuacion del 8 y el 9 porque soy buenita ^^ Okno.__.
MalikLove
Re: Misery - Terror/Suspenso
ME ENCANTARON LOS CAPS!! cuanta adrenalina sentí con unas pocas lineas, pobre Paul, casi lloré con él xD
gracias por los caps! lamento no pasar es que tengo pruebas. SEGUILA! :D
gracias por los caps! lamento no pasar es que tengo pruebas. SEGUILA! :D
Patu
Re: Misery - Terror/Suspenso
ooooh Dios que espanto.por un momento crei pff....pobre Paul debes seguirla la amo....!!!
Bianca
Capitulo 10 - "¿Puedes?"
Fue sorprendentemente fácil empezar a escribir Misery otra vez. Aunque había pasado un largo tiempo, las ideas eran casi las mismas; el mundo de Misery era un lugar barato, y regresar se sintió como ponerse un viejo y familiar guante.
Annie dejo las primeras tres paginas de su nuevo manuscrito.
—¿Qué piensas? —preguntó Paul.
—No es correcto. —respondió ella.
—¿Qué quieres decir? ¿No te gusta?
—Oh, si, me encanta. Cuando Ian la besa… Y fue muy dulce de tu parte nombrar al bebé como yo.
Ingenioso, pensó.No dulce, pero tal vez ingenioso.
—Entonces por qué no es correcto?
—Porque haz hecho trampa—explico. —,El doctor vino, cuando no había podido venir. Al final de Misery’s Child Geoffrey cabalgo para buscar al doctor, pero su caballo se callo y se rompió una pierna, y Geoffrey se rompió su hombro y se quedó debajo de la lluvia toda la noche hasta la mañana, cuando el chico lo encontró. Y para entonces Misery ya estaba muerta. ¿Lo ves?
—Si—¿Como voy a complacerla? ¿Como puedo traer a Misery devuelta a la vida sin hacer trampa?.
—Cuando era pequeña—Annie estaba diciendo. —iba al cine todas las semanas. Vivía en Bakersfield, California. En el cine pasaban una película corta y al final de esta el héroe –Rocket Man o alguien- siempre estaba en problemas. Tal vez los criminales lo ataban a una silla dentro de una casa en llamas, o estaba inconsciente en un avión. El héroe siempre escapaba, pero tenias que esperar hasta la próxima semana para descubrir exactamente que pasaba. Amaba esas películas. Si estaba aburrida, o si estaba cuidando esos horrendos niños, me gustaba intentar adivinar que iba a pasar. Dios, odiaba a esos niños. De todos modos, a veces estaba en lo correcto y a veces no. Eso no importa, siempre y cuando el héroe escapara de una manera justa.
Paul intentó no reír ante la imagen dentro de su mente de la pequeña Annie Wilkes en el cine.
—¿Esta todo bien, Paul? ¿Vas a estornudar? De todos modos, lo que estaba diciendo es que la manera que el héroe escapaba siempre era improbable, pero justo. Luego, una semana Rocket Man estaba en un auto. Estaba atado y el auto no tenía frenos. Él no tenía Nunkun equipamiento especial. Lo vimos en la película luchando por ser libre; lo vimos aun luchando mientras el auto se salio de la montaña y estallo llamas. Pase todo el fin de semana tratando de adivinar que podría pasar, pero no podía. Como pudo escapar? Era verdaderamente emocionante. ¿Y que crees que paso, Paul?
Paul no sabia la respuesta a su pregunta, pero ella estaba en lo correcto, por supuesto. Él hizo trampa. Y la escritura había sido de la misma manera también.
—La historia siempre mostraba el final de la semana pasada. Así que vimos a Rocket Man en el auto otra vez, pero esta vez, justo antes de que el auto se cayera, la puerta trasera volo y Rocket Man cayo en el camino. Luego el auto cayó desde el avismo. Todos los otros chicos en el cine estaban alentando porque Rocket Man estaba a salvo, pero yo no estaba aplaudiendo. No! Yo me paré y grité, “Esto esta mal! ¿Son todos unos estúpidos? Esto no es lo que paso la semana pasada! Hicieron trampa!” Continué y continué, y luego el gerente del cine vino y me pidió que me fuera. “Esta bien, me iré”, le dije, “y nunca volveré, porque esto es solo una sucia trampa”.
Ella miró a Paul, y Paul vio el asesinato claramente en sus ojos. Además ella estaba siendo infantil, la injusticia que sentía era absolutamente real para ella.
—El auto se cayo por el avismo y el aun seguia dentro. ¿Entiendes lo que te digo, Paul? ¿Lo entiendes?
Ella se puso de pie rápidamente y Paul pensó que lo iba a herir porque el era solo otro escritor que había hecho trampa en su historia.
—¿Lo haces? —se apoderó de la parte delantera de su camisa y la tiró hacia delante así sus caras podían estar casi tocándose.
—Si, Annie, entiendo.
Ella lo miró con enojo, una oscura mirada. Ella debió ver en sus ojos que él estaba diciendo la verdad, porque lo dejó, ella se tranquilizó y se sentó en su silla.
—Entonces ya sabes que hacer. —dijo ella, y se fue de la habitación.
¿Como puede traer a Misery de vuelta a la vida?
Cuando el era un niño, jugaba a un juego llamado “¿Puedes?”, con un grupo de otros chicos. Un adulto empezaria esa una historia acerca de un hombre llamado Careless Corrigan. En unas pocas frases Careless Corrigan estaría en una irremediable situación –rodeado de leones hambrientos, tal vez. Luego un adulto pasaría la historia a uno de los chicos. El diría, “Daniel, puedes?” Y luego Daniel –u otro de los chicos- tendría que empezar la historia otra vez en diez segundos o de otra forma fallaría.
Una vez Daniel contó su historia, explicando como Careless Corrigan escapó de los leones, el adulto haría otra pregunta: “¿Lo hizo?” Y si la mayoría de los chicos levantaba sus manos en el aire y estaba de acuerdo con que Careless Corrigan lo hizo –de que Daniel lo dijo bien- entonces Daniel podía seguir en el juego.
Las reglas del juego eran exactamente igual a las reglas de Annie. La historia no tiene que ser posible, tiene que ser justa. De niño, Paul siempre fue muy bueno en este juego.
Así que, puedes Paul? Si, puedo. Soy un escritor. Vivo y gano dinero porque puedo. Tengo casas en Nueva York y en Los Angeles porque puedo. Hay un montón de gente que pueden escribir mejor que yo, pero cuando la pregunta es “Lo hizo?”, a veces solo unas pocas manos se levantan en el aire. Pero las manos se levantan para mi, o para Misery, que es la misma cosa supongo. Puedo? Si, apuesta a que si. No puedo arreglar autos o grifos, no puedo ser un electricista; pero si quieres que te lleve lejos, que te asuste, que te haga llorar o hacerte sonreír, entonces si, puedo.
Dos horas después Annie entró a la habitación y se quedó en la entrada de su cuarto. Se quedó allí por n largo tiempo, viéndolo trabajar. Él escribía rápido pero no la notaba a ella parada ahí. Estaba demasiado ocupado soñando como Misery volvía a la vida. Cuando estaba trabajando un hoyo pareció abrirse en frente de él; el cayó en el hoyo y entró en el mundo de Misery Chastain y sus amantes.
MalikLove
Re: Misery - Terror/Suspenso
Oh por Dios!! ame completamente el cap, me identifiqué con Paul en algunas cosas, cuando escribo yo tambien parece que me voy a otro lado xD es algo hermoso, siempre y cuando estés inspirado y siempre y cuando una loca no te esté vigilando (? la verdad, cada vez entiendo menos a Annie y me parece mas trastornada, que infantil su reacción en el cine. Bueno nada, espero que la sigas pronto, Stephen King es un genio! <3
Patu
Capitulo 11 - Visitante Parte 1
—¿Y bien?—preguntó severos días después, cuando ella lo interrumpió haciendo que deje de trabajar—Es justo?
Annie se sentó en su cama, sosteniendo los seis capítulos del manuscrito. Ella lo miró.
—Por supuesto—dijo ella, como si ambos ahora supieran la respuesta—.No solo es justo, es bueno también. Excitante.
—¿Continúo?—preguntó.
—Te mataré si no lo haces!—replicó ella, sonriéndole un poco. Paul no le devolvió la sonrisa. Estas comunes palabras le hubieran parecido ordinarias; cuando Annie Wilkes las dijo, no se vieron ordinarias, para nada.
—No me tendrás que matar, Annie—dijo él—Quiero seguir. Así que... por qué no me dejas para poder seguir escribiendo?
—Esta bien—respondió. Se paró y rápidamente dejó el manuscrito sobre la mesa, y luego se fue. Fue como si ella estaba asustada de ser quemada por él. Ella lo estaba tratando como un famoso escritor ahora, el único que podía capturarla dentro de las páginas de sus libros y quemarla con el calor que las palabras hacían.
—¿Te gustaría leer mientras lo voy escribiendo?—preguntó.
Annie sonrió.
—Si! Eso sería casi como esas películas de cuando era chica.
—No suelo mostrar mi trabajo antes de que este terminado—dijo él—, pero esta es una situación especial, así que estoy complacido de mostrarte capítulo por capítulo.—Y así empezó las mil y un noches de Paul Sheldon, pensó.—Pero, ¿Harías algo por mi?
—¿Qué?
—Llena todas esas “n” —terminó de decir.
Ella le sonrió con verdadero entusiasmo .
—Eso me haría sentir orgullosa—dijo—. Te dejaré solo ahora.
Pero era demasiado tarde: su interrupción cerró el hoyo en el papel por el resto del día.
La siguiente mañana, bien temprano, Paul estaba sentándose en su cama con su almohada detrás de él, bebiendo una taza de café y mirando unas marcas en un lado de la puerta. De repente Annie entró en la habitación, con sus ojos llenos de miedo. En una mano traía un pedazo de ropa; en la otra, algo de cuerda.
—Que-?
Fue todo lo que pudo decir. Ella se acercó a él con aterradora fuerza y lo atrajo. Dolor corrió por sus piernas, y gritó. La taza de café se cayó de una de sus manos y se rompió en el suelo. Su primer pensamiento fue que ella había visto las marcas de la puerta y ahora se estaría vengando.
—Callate, estúpido!—le susurró. Ató sus manos detrás de él con la cuerda, y justo luego escuchó el sonido de un auto girando en el camino y entrando en sus tierras.
El abrió su boca para decir algo pero ella puso la ropa dentro. Sabía horrible.
—Quedate completamente inmóvil—dijo con su cabeza cerca de la de él—.Te lo advierto, Paul. Si quien quiera que sea escucha algo –o si yo escucho algo y pienso que tal vez él escuchó algo- lo mataré a él, luego a ti, y a mi misma.
Corrió fuera del cuarto y Paul la escuchó poniéndose su saco y sus botas.
Por la ventana pudo divisar un viejo Chevrolet quieto y un hombre saliendo de este. Paul supuso que él estaba ahí por negocios de la ciudad, porque no podía haber otra razón para alguien venir aquí. El hombre se veía un oficial local, también.
Paul a menudo imaginaba a alguien viniendo a la casa. En su mente había severas versiones de que pasaba, pero algo era igual en todas las versiones: la visita acortaba la vida de Paul.
Annie se apresuró para salir de la casa y reunirse con el hombre. ¿Por qué no lo invitas adentro, Annie? pensó Paul, tratando de no sofocarse con la ropa en su boca. ¿Por qué no le muestras qué escondes dentro de la casa?
El hombre sacó un pedazo de papel de su bolsillo y se lo dio a Annie. Él se veía arrepentido. Ella miró rápidamente el papel y comenzó a hablar. Paul no pudo escuchar que estaba diciendo, pero podía ver las nubes de neblina que se formaban en el frío aire frente a sus bocas. Ella estaba hablando rápido y moviendo su dedo sobre la cara del hombre.
Ella llevó al hombre por el camino hasta su auto, de modo que Paul no pudo seguir viéndolos, solo sus sombras. Se dio cuenta que ella lo hizo apropósito: si el no podía verlo, entonces el hombre tampoco podría verlo. Las sombras se quedaron allí por cinco minutos. Escuchó la voz de Annie; ella estaba gritando enojada, sin embargo el no pudo escuchar las palabras. Fueron cinco largos minutos para Paul: el trapo en su boca lo hacía sentir enfermo.
Luego el hombre caminó hasta su auto, con Annie detrás de él. Ella seguía hablando. Él se dio media vuelta para decir algo antes de entrar al auto, y Paul pudo ver una emoción en su cara. No era enojo: él estaba disgustado. Era obvio que pensaba que ella estaba loca. El pueblo entero probablemente la consideraba loca y a él no le gustaba el trabajo de venir a visitarla.
Pero tu no sabes el grado de su demencia, ¿verdad? pensó Paul. Si lo haces, no le hubieras dado la espalda.
Ahora el hombre se metió dentro del auto y retrocedía fuera de la entrada de la casa de Annie. Annie tuvo que gritar aún más fuerte así él podía escucharla sobre el ruido del motor, y Paul la escuchó también: “Tu piensas que eres muy listo, ¿verdad? Tu piensas que eres una gran rueda, ayudando al mundo a girar. Bueno, te diré algo, Señor Gran Rueda. Los pequeños perros van al baño en todas las grandes ruedas. ¿Qué piensas acerca de eso?”
MalikLove
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