♥ Al Viejo Estilo ♥... (Joe & Tu)...Adaptación

por primera vez royce parece que no tiene nada que ver con el secuestro pero de todas maneras tiene que pagar por lo que hizo con tyler y eso a lo mejor le sirve para hacerse hombre xq que cobarde es :roll:


siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

ROYCE ERES UN MALNACIDO¡¡¡

PORFIIISS

CAPITULO 26

Joe pasó como una exhalación por el campamento, gritó la situación de la cabaña a Warren y Pool y siguió a galope tendido. Una vez cerca de la zona, estudió el terreno. Unos minutos después, encontró excrementos de caballo.

Siguió el rastro de unas hierbas aplastadas hasta casi llegar a lo alto de una colina, desmontó, ató el caballo, agarró el rifle, caminó un trecho y reptó hasta el final.

En el claro del bosque que había debajo pudo ver un carro junto a una cabaña. No había señales de vida; ningún tipo de animal ni humo en la chimenea. Todo parecía indicar que el sitio llevaba algún tiempo abandonado. Sin embargo, el carro era muy revelador. Comprobó si el rifle estaba cargado y se quedó un buen rato observando la cabaña y el bosque que la rodeaba. Estaba a punto de bajar para indagar cuando el ruido de unas rocas al caer le llamó la atención. Miró hacia el norte y vio un jinete que bajaba la colina, siguiendo un sendero de ciervos seguramente, y que salía a campo abierto para dirigirse hacia la cabaña. Detrás, sujeto con una cuerda, iba el caballo tordo que había atado a un árbol. Con toda certeza, las alforjas estarían sobre el regazo de Vernon. Si iba a por él en ese momento, sólo conseguiría poner en peligro a las mujeres. Jonas meditó qué hacer. Warren y los otros hombres llegarían pronto, pero cuando Luther entrara, podía pasar cualquier cosa.

Jonas apuntó con mucho cuidado. Podía acertar fácilmente desde allí. Sin embargo, no era un asesino y apuntó al hombro de Luther.

Se oyó un disparo y la bala alcanzó una esquina de la cabaña. Jonas bajó el cañón para ver de dónde había salido el disparo. ¿Cómo había conseguido acercarse tanto Dunlap sin que lo oyera? Royce se bajó del caballo y corrió a esconderse detrás de un montón de leña. Luther desmontó de un salto, avanzó detrás del caballo para usarlo como escudo y quitó una barra de hierro que bloqueaba la puerta de la cabaña.

—¿Qué estás haciendo? —gritó Royce.

Luther entró rápidamente, pero su cabeza y sus hombros aparecieron por la puerta.

—Estoy completando tu miserable recompensa.

—¡Estúpido, estás complicándolo todo!

—¿Vas a matarme con tus manos? —replicó Luther—. No sabía que fueras capaz.

Royce disparó y la bala hizo astillas una tablilla de madera.

Luther soltó una carcajada y contestó con otro disparo, que se clavó en un tronco e hizo que Royce se tirara al suelo.

—¡ Habrás traído refuerzos!

—No puedes quedarte ahí toda la vida —replicó Royce.

—Y tú no aguantarás ahí una noche. Sabrás que hay osos y serpientes en el bosque. Royce miró alrededor.

Joe oyó ruidos y el darse la vuelta se encontró con Warren y otros hombres que subían sigilosamente por la colina. Al parecer, habían oído los disparos. Warren le hizo un gesto para que no hablara y se puso al lado de Joe.

—Vernon tiene a las mujeres dentro, estoy seguro —susurró Joe —. Dunlap apareció y le disparó. Yo lo tenía en el punto de mira, pero no pude disparar por eso.

El sheriff observó a los dos hombres un instante.

—No tendremos la suerte de que uno alcance al otro.

—Dunlap no acertaría a un granero ni aunque lo ayudaras a apuntar.

—Esos son los más peligrosos —comentó Warren.

Oyeron otro disparo.

—Vamos a intentar que alguno se rinda —el sheriff reptó hasta una posición mejor detrás de una roca—. ¡Estáis rodeados! Tirad las armas y no dispararemos.

—Mira lo que has hecho, imbécil. ¡Has implicado al sheriff! —gritó Royce.

—¡Si queréis volver a ver vivas a las mujeres, largaos! —les amenazó Luther.

—No podrás escapar —replicó Warren—. Suéltalas si no quieres que te disparemos.

—Tengo una idea mejor. Dejadme que monte mi caballo, dadme un tiempo de ventaja y ocupaos del majadero de Royce. Entonces, las soltaré.

Warren miró a Jonas y Jonas asintió con la cabeza. Podrían alcanzarlo cuando las mujeres estuvieran a salvo.

—¡De acuerdo! —gritó Warren antes de dirigirse a Uriah—. Ve a quitarle la pistola a Dunlap.

Uriah bajó la ladera.

—Estamos apuntándote, Royce —le advirtió Warren —. Entrega tu pistola.

Royce, desesperado, miró hacia el montículo que tenía detrás, volvió a mirar hacia la puerta y acabó tirando la pistola al suelo. Uriah salió de detrás de un arbusto y la recogió.

¡Móntate en tu caballo, Luther! le gritó el sheriff.

—No me sigáis o daré la vuelta para matarlas.

—¡ De acuerdo! —gritó Warren.

La puerta se cerró y pasó una eternidad antes de que volviera a abrirse. Luther salió con Invitado delante, agarrada por el cuello, y con Nadine detrás. Las dos mujeres tenían las manos atadas y parecía como si estuvieran atadas entre ellas por la muñeca.

—¡Suelta a mi novia! —exclamó Royce. —Cállate... —susurró Jonas ante el miedo
de que empeorara las cosas.

—No te preocupes, querida. Yo me ocuparé de esto.

Royce salió de detrás del montón de leña y se acercó a Luther.

—¡Quédate dónde estás! —aulló Jonas. Invitado clavó la mirada en Jonas.

—No te muevas —le amenazó Luther—. Esta mujer te importa un comino y no engañas a nadie.

Royce levantó el cañón de una pistola.

—¿De dónde la ha sacado? —preguntó Warren.

Royce disparó. Todo ocurrió en milésimas de segundo. Nadine cayó al suelo con una mancha roja en el pecho. La cuerda que la ataba a Eliza se tensó y la arrastró con ella.

Luther, desprotegido, disparó a Royce y se abalanzó sobre los caballos.

Royce cayó de espaldas con los brazos abiertos.

Jonas llegó al claro del bosque en cuestión de segundos y Warren y los demás hombres montaron sus caballos para perseguir a Luther.

Jonas mantuvo el rifle apuntado hacia Royce mientras pasaba corriendo a su lado. No estaba muerto todavía, pero un hilillo de sangre le brotaba por la comisura de la boca.

Invitado estaba de rodillas con el borde de la falda apretado contra el hombro de Nadine. Al comprobar que Invitado estaba bien, Jonas apartó la tela para ver el orificio de la bala en la clavícula de Nadine.

—Es el hombro —le dijo a la chica—. Te llevaremos al médico y te curarás.

Ella sonrió débilmente, aunque Jonas sabía muy bien cuánto le dolía.

—Invitado dijo que vendría a por nosotras.

Joe le soltó las muñecas con el cuchillo. Luego, hizo lo mismo con Invitado y la agarró de las manos. Ella extendió los brazos.

Nunca se había sentido tan bien como con los pechos de ella contra él y sus brazos alrededor de su cintura. Apoyó la cara en su cabeza y el corazón volvió a latirle. Si le hubiera pasado algo... si la hubiera perdido... No podía soportar la idea...

—¿Está bien Tyler? —preguntó ella sin separar la cara de su pecho.

—Ada está con él. Está bien.

Pool y Yale aparecieron.

—Tenemos unos caballos enganchados al carro. Vamos a tumbar a Nadine.

Invitado se apartó para que Joe pudiera ayudarlos y se dio la vuelta para mirar el cuerpo inmóvil de Royce. Se acercó a él. No pudo arrodillarse y lo miró desde lo alto. Había presenciado la muerte de sus padres y de su hermana y el dolor de esos momentos fue un recuerdo muy vivido. Al ver cómo él se iba quedando sin vida, no sintió nada. Él había conseguido eliminar cualquier retazo de compasión hacia su persona.

—Bueno, «querido» —dijo sin saber por qué pero sin poder evitarlo—. Quiero que sepas que no pensaba quedarme. Iba a marcharme y había vendido mis acciones para pagarme el viaje.

Algo resplandeció en los ojos de él e intentó enfocarla.

—Sí —siguió ella—. Tu nuevo socio habría sido Joseph Jonas. Incluso había llegado a lamentar no estar aquí para presenciar tu reacción. Sin embargo, ahora me quedaré. Además, tus acciones irán a parar al familiar más directo de mi padre, que... soy yo.

Él parpadeó e intentó decir algo, pero sólo expulsó más sangre.

Joe se acercó a ella.

—Sé que mataste a Forest —susurró ella.

Royce volvió a parpadear.

Joe desvió la mirada de ella a Royce.

—Joe no tiene ningún interés en dirigir la fábrica de ladrillos —siguió ella—. En su momento lo hice bien y creo que podré apañarme hasta que Tyler tenga edad para ocuparse. Haré inversiones y mejoras y conseguiré unos buenos beneficios. Gastaré dinero en las dependencias de los empleados. Joe podrá ayudarme con eso.

Se volvió para mirar al hombre que acababa de mencionar.

—Joe es un hombre bueno. El mejor que he conocido. Es más... voy a pedirle que se case conmigo —agarró la mano de Joe y volvió a mirar a Royce—. Si acepta, espero que tengamos más hijos y tú... tú estarás muerto.

Joe apoyó la otra mano en su hombro.

—¿Ya...? Los hombres van a llevárselo.

—Luther me dijo que allí arriba, en los riscos, hay un montón de piedras. Allí enterró a Forest.

Joe la miró a los ojos con cariño y comprensión.

—Royce le pagó para que lo matara. Él no me abandonó. Me quería tal y como me dijo. Él la miró con el amor reflejado en sus ojos.

—Claro que te quiso.

Invitado no se dio la vuelta.

—Ese hombre no puede destrozar más mi vida. Me lo arrebató todo. Todo. El hombre que amé... mi hijo...

—No puede arrebatarte nada más, Invitado .

Ella cerró los ojos, pero aun así, le brotaron las lágrimas. Se tapó la cara con las manos. Aunque detestaba la debilidad, lloró.

—Soy libre. Por fin, soy libre.

—Ya has sufrido bastante —la consoló él—. No puedes permitir que el pasado se interponga en tu futuro. Sé de qué estoy hablando.

Ella tomó la mano que él le ofreció y fueron juntos colina arriba.

Buscaron durante media hora, hasta que todos los hombres se hubieron ido y los pájaros volvieron a cantar.

Entonces, Joe apartó un arbusto para descubrir un montón de piedras puestas unas encima de las otras y se quitó el sombrero. Invitado se arrodilló junto a las piedras erosionadas por el paso del tiempo.

—Me alegro muchísimo de saber la verdad. Lo siento, siento mucho haber dudado de ti.

Joe tragó saliva y levantó la mirada al cielo. Cualquier hombre sería muy afortunado si esa mujer lo quisiera.

Después de unos minutos en silencio, ella se levantó y lo miró. —Vamos a casa.

Volvieron al claro del bosque donde había dejado el caballo y le dio la cantimplora.

—¿Dónde va a estar nuestra casa? —preguntó él.

Ella miró la ladera y volvió a mirarlo a él. Dio un sorbo y le devolvió la cantimplora.

—Tengo una casa maravillosa que mi padre levantó con los primeros ladrillos que sacó del horno. Naturalmente, necesitaré un marido que viva conmigo allí.

—¿Te sirvo yo?

—¿Te casarás conmigo?

Jonas colgó la cantimplora de la montura y se quitó el sombrero.

—He intentado hacerte esa pregunta cien veces.

—La ciento una puede ser la definitiva.

Él le tomó la mano, le besó los dedos y se llevó la palma contra la mejilla polvorienta.

—Te quiero con un amor tan intenso que algunas veces no puedo soportarlo. Cuando pensé que tendría que renunciar a ti, creí que nunca más volvería a respirar o a dormir sin añorarte. Cásate conmigo y nunca permitiré que te marches. Os querré a Tyler y a ti y seré un buen padre para él.

Invitado le acarició la mejilla, le rodeó el cuello con el otro brazo y lo besó para demostrarle que era el dueño de su corazón y que ella se lo confiaba.

—Me casaré contigo —concedió ella con un suspiro —. Una mujer nunca sabe cuándo puede necesitar un héroe.

FIN

QQQUUUUEEEEEE CAAAPIIIISSSS!!!!
PORFIIINNN ES LIIIBREEEE DE ESEEEE BRUUUTOOO ANIIIMAAAAALLL....!!!!!!!1
ADEMAAAASSS AAAIII NOS CASAREMOOOSSS CON JOOOEEEEE!!!!!
SIIIIIIIIII

por fin se murió royce ya había estorbado mucho.... y que lindo joe. el capitulo final estuvo muy bonito te felicito porque la nove estuvo interesante de principio a fin :)

Buaa!! ya termino :(
Bueno, Muchas gracias por haber subido la novela todo este tiempo!
Un beso muy grande!

HERMOSO¡¡¡

QUE BUENO QUE ROYCE NO SE SALIO CON LA TUYA¡¡¡

AUU JOE ERES UNA TERNURA

AME EL FINAL

Awww que lindaa novelaaa c: me encantooo
y ahora me pondre a leer la otra tuyas :P
Saludo :hi:

CariitoJonas15 escribió:Awww que lindaa novelaaa c: me encantooo
y ahora me pondre a leer la otra tuyas :P
Saludo :hi:

gracias por leerla q linda, me alegra que te hay gustado
y espero que te gusten las demas noves
beshitos