"Los riesgos de amar" (Nicholas y Tú) - Adaptación

-¿No?.

-Sí.

-¿Sí que no me disculpas?.-Nicholas Jonas cruzó los brazos, los tobillos y echó la cabeza hacia un lado con arrogancia.

-Exacto. No pienso moverme de aquí.-(tu nombre) no podía creérselo.

-¿Serás tan maleducado de no dejarme un poco de intimidad?.-contestó, perpleja, y obtuvo una sonrisa cualquier cosa menos amable-.Entonces olvídalo. No me cambiaré hasta que lleguemos al sitio donde están escondidos los niños.

-Creía que habías dicho que eras una mujer aguerrida.-casi le golpeó con la coleta cuando giró la cabeza. El muy patán la estaba poniendo a prueba. No podía echarse atrás en ese momento. Si lo hacía, quizá rompiera el trato. No le quedaba más remedio que seguir sus jueguecitos.

-De acuerdo. Me cambiaré.-se dio la vuelta y se llevó la mano a la espalda para alcanzar la cremallera del vestido.

-Permíteme.-Nick se acercó a ella. Tenía grandes manos, pero eran suficientemente sensibles para manejar cámaras y objetivos. Al parecer, también se le daba bien desvestir mujeres. Bajó la cremallera con facilidad, sin que se atascara una sola vez. Aceptar un reto era una cosa, pero llevarlo a cabo era distinto. Había pensado que quitarse el vestido delante de él no sería peor que estar en biquini en la playa. Pero no había contado con que Nick fuese a ayudarla, ni en tenerlo tan cerca como para sentir su respiración en la espalda. Se le hizo un nudo en el estómago y sintió un insano deseo de recostarse sobre él.Centímetro a centímetro, notó cómo le descubría la espalda. (tu nombre) notó un calor en la espalda, debido al sol en parte, pero sobre todo al azoramiento y la certeza de que Nick estaba mirando adonde conducía la cremallera.

-Gracias.-susurró casi sin aliento cuando por fin la hubo abierto del todo. Luego se apartó de él. Vaciló unos segundos antes de bajarse los tirantes por los brazos. El corpiño cayó hasta su cintura. Dejó caer el vestido y se lo sacó por los pies. Lo que la dejó sin más ropa que unas braguitas y las sandalias. Los rayos del sol penetraban su piel desnuda. La humedad se posaba sobre ella como besos mojados. La selva entera se quedó en silencio, como si estuviera observándola, atenta a su actuación.

Corrió a ponerse los pantalones. Le temblaban tanto las manos que apenas logró abrochárselos. Luego introdujo los brazos en las mangas de la blusa. Se abrochó sólo dos de los botones y se hizo un nudo en la cintura. Luego se sacó la coleta de debajo del cuello y se agachó a recoger aquel vestido del que, en cualquier otra situación, habría prescindido encantada. Fue entonces, mientras estaba agachada, cuando Nick le puso las manos a ambos lados de la cintura.

-Déjame.-dijo ella en voz baja y amenazante.

-Ni lo sueñes, cari….-Pero se quedó mudo cuando (tu nombre) se incorporó y se dio la vuelta. Estaba sujetando la pistola con las dos manos, apuntándolo al centro del pecho.

-Hemos hecho un trato y es estrictamente comercial. Si vuelves a acosarme te mataré.

-Lo dudo mucho.-contestó él sin inmutarse.

-¡No bromeo!.-le aseguró, encañonándolo un poco más cerca aún.-Anoche tuve que aguantar tus asquerosos sobeteos, pero no se te ocurra volver a tocarme.

-Está bien, está bien.-Nick levantó las manos en señal de rendición. Al menos, eso fue lo que (tu nombre) pensó que haría. Sin embargo, con una velocidad fulgurante y humillante facilidad, tiró la pistola al suelo de un manotazo. Cayó ruidosamente sobre la capota del camión, para resbalar hasta el suelo acto seguido. Le sujetó un brazo contra un costado y le retorció el otro por detrás de la espalda.

-No vuelvas a apuntarme con una pistola jamás, ¿está claro?.-Nick le subió el brazo un poco más, hasta que la mano estuvo entre los omoplatos.-¿Está claro?.

-Me haces daño.-se quejó (tu nombre).

-No tanto como el que me habrías hecho tú si esa Magnum se te hubiera disparado.-gritó él.

-Si ni siquiera sé cómo funciona.

-Razón de más para no intentar una tontería así.

-Lo siento, por favor.-le suplicó mientras se le saltaban las lágrimas de dolor y humillación. Nick aflojó la presión, pero siguió agarrándola.

-Debería retorcerte el pescuezo por esa estupidez.-le dijo.-Pero en vez de eso….-Nick bajó la cabeza hacia la de ella.