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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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♥Recuerdos♥...(joe & Tu)...Adaptacion
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ♥Recuerdos♥...(joe & Tu)...Adaptacion
omj ame el cap
por fin :) jejeje se estaban demorando! :)
si ojal no se arrepienta
por fin :) jejeje se estaban demorando! :)
si ojal no se arrepienta
andreita
Re: ♥Recuerdos♥...(joe & Tu)...Adaptacion
por fin paso algo entre esos dos ya se estaban tardando jajajaja :P
lorenitajonas
Re: ♥Recuerdos♥...(joe & Tu)...Adaptacion
_____ se despertó al amanecer, sintiendo el calor del cuerpo de Tye a la espalda. Ni siquiera había abierto los ojos cuando recordó lo ocurrido la noche anterior.
El calor se extendió por su pecho y se ruborizó ante aquel recuerdo sorprendente. Sobre todo, se ruborizó por su propio comportamiento y reacciones. Tratando de no despertarlo, se soltó, estiró su camisón y salió con los pies descalzos para poner agua a calentar. Su cuerpo le dolía en puntos vergonzosos. Necesitaba darse un baño.
El fuego estaba encendido y el agua empezaba a calentarse cuando Joe entró en la cocina. _____ no se volvió.
—Buenos días —dijo en voz baja.
—Buenos días.
Joe se acercó por detrás y ella se puso tensa sin pensarlo. No la tocó.
—¿Estás bien?
—Sí.
Pasó un incómodo minuto.
—Iré a ordeñar las vacas.
_____ asintió, aliviada. Joe tomó su chaqueta y abrió y cerró la puerta. Rápidamente, _____ echó agua en una jarra y pasó delante de la niña dormida para entrar en su habitación. Cerró la puerta, se quitó el camisón arrugado y se dio un baño utilizando la palangana y las toallas.
Su cuerpo no parecía el mismo. Olía de forma diferente, se sentía diferente... infiel. Pero eso era una locura. Nick estaba muerto.
Había amado a Nick y nunca había creído que aceptaría a otro hombre en su cama o en su cuerpo. Su cuerpo traicionero. Se vistió rápidamente, como si al cubrirse pudiera ocultar o cambiar lo sucedido.
Llevaba demasiado tiempo sola. Además, se había hecho a la idea desde el principio. Hasta le había dado a Joe permiso. Y la noche anterior... la noche anterior, con sus sorprendentes reacciones, hasta lo había incitado.
Bueno, ya estaba hecho. Podrían poner fin a la tensión de esperar y seguir adelante con sus vidas, con sus metas. Había sido razonable.
Se repitió aquella idea cuando los hombres se presentaron a desayunar, pero siguió sin poder mirar a Joe a los ojos. De soslayo, vio cómo tomaba los huevos y bebía su café.
Se oyó un grito en la otra habitación y Joe se levantó del banco y dobló el recodo. _____ lo siguió a paso más lento, y lo descubrió de pie con la niña sollozando entre sus brazos, con el rostro enterrado junto a su cuello.
— ¡Quiero a mi mamá! —gimió Eve.
—Ya lo sé —dijo Joe en voz baja, dándole unas palmaditas torpes en la espalda—. Lo sé.
_____ se permitió mirarlo a los ojos y vio sólo preocupación... y la impotencia que había visto antes.
—Eve —dijo _____—. Tú y yo nos tenemos que arreglar para la ceremonia de hoy. ¿Te gustaría que te pusiera lazos en el pelo?
—Quiero a mi mamá —volvió a decir.
—Creo que te lavaremos primero y luego podrás tomar un par de huevos. ¿Te gusta el chocolate caliente?
La niña se restregó los ojos con los nudillos y asintió.
—Bien. Estaremos bien, Joe.
Los dos se miraron. _____ sabía que confiaba en ella para cuidar a la niña, pero que vacilaba sólo porque no quería que Eve se asustara por no estar él allí. La niña parecía sentirse segura a su lado. _____ se identificaba con aquella sensación.
—Voy a dejarte con _____ para que te dé de comer y te vista —dijo Joe, y se inclinó para dejarla con los pies desnudos sobre el suelo.
Con ojos tan grandes como platos y el labio inferior temblando, Eve vio cómo se volvía y se alejaba a la cocina. Segundos después, la puerta se abrió y se cerró. Los ojos violeta se posaron con cautela en el rostro de _____.
—Bueno, pequeña, será mejor que nos acostumbremos a estar juntas —dijo _____.
Eve no dijo una palabra mientras _____ le daba de desayunar, la vestía y cepillaba su pelo negro brillante. No dijo nada hasta que Joe no regresó para cambiarse de ropa, y luego preguntó dónde estaba el perro.
Joe se sirvió una taza de café. _____ lo observó, de espaldas como estaba junto al fogón, con la camisa de Nick ceñida sobre sus anchos hombros y una mano en la cadera, y un hormigueo de excitación le recorrió el pecho. El recuerdo de lo que habían hecho al amparo de la oscuridad nocturna la sorprendía y la emocionaba al mismo tiempo, y tuvo que hacer un esfuerzo por controlarse por si acaso daba media vuelta y la sorprendía mirándolo.
El sol no había salido aquella mañana. Buscó un abrigo para Eve y encontró un jersey largo de lana mientras Joe se ponía su traje. Joe y ella se pusieron sendos sombreros y chaquetas y los tres subieron a la carreta de camino a la ciudad. El reverendo Baker, Rosa Casáis, Jed Wheeler y otros dueños de los salones fueron los únicos que se reunieron con ellos para asistir al breve funeral.
_____ contempló a los presentes, escuchó cómo el reverendo leía un pasaje de la Biblia y no pudo soportar ver que el entierro terminaba sin una canción o un gesto convencional de algún tipo. El Reverendo Baker también miró a su alrededor. Joe se quedó contemplando el féretro que habían bajado al fondo de la sepultura mientras sostenía de forma incansable a Eve. ____ sintió que el corazón le latía con fuerza, pero abrió la boca y empezó a cantar.
Para su absoluta sorpresa y deleite, Joe se unió a ella con una voz clara de barítono que resonó por la colina mecida por el viento. Rosa y el reverendo se unieron a ellos y, después de tres estrofas, permanecieron en silencio durante varios minutos.
Jed y los demás hombres se separaron y se alejaron hacia la calle principal de la ciudad. Rosa abrazó a Eve y a Joe.
—Ya estoy haciendo las maletas —le dijo a Joe—. Royce Parks vendrá a buscarme pasado mañana.
—Bueno, buena suerte —dijo Joe—. Espero que seas feliz con él.
—Cinco hijos me mantendrán ocupada — dijo con una sonrisa de pesar—. Seguramente no tendré tiempo para preocuparme por ser feliz —deslizó una mano por el pelo de Eve—. Cuida bien de ella.
—Lo haré —prometió Joe.
Rosa se volvió, tomo la mano enguantada de _____ y le brindó una sonrisa afectuosa que dejó ver un diente torcido.
—Disfruta de tu nueva familia —dijo dándole un apretón—. Y no te conformes con nada menos de lo que quieres en la vida.
—Gracias —dijo ____—. Te deseo lo mejor en tu matrimonio.
Con los labios apretados, Rosa asintió. Se volvió y se alejó. Finalmente, el reverendo también se fue.
Joe le hizo una seña a Meg y subieron al carromato de regreso al rancho. El sol apareció entre las nubes al llegar a su propiedad, y Eve se había quedado dormida junto al costado de _____. Joe la llevó a la cama y se puso la ropa de trabajo.
—No sabía que supieras cantar —dijo _____ cuando cruzaba la cocina.
Joe observó cómo el lazo del delantal de _____ caía graciosamente sobre sus nalgas redondeadas y recordó su piel sedosa.
—No sé muchos cantos de iglesia —contestó— . Escogiste uno que me sabía.
Se colocó detrás de ella y _____ se movió como si se sintiera incómoda con su proximidad. Joe permaneció a pocos centímetros de distancia, con los labios junto a su oído. Desde donde estaba, pudo ver cómo el rubor se extendía por su mejilla de marfil. ¿Acaso estaba avergonzada por lo que habían hecho? ¿Todavía lo veía como un extraño?
—Ni siquiera te he besado —dijo, dándose cuenta de ello al tiempo que lo decía. No la había cortejado, no la había iniciado lentamente a una relación física, y en aquellos momentos lamentaba la falta de preparación romántica. La piel de _____ se puso más colorada que nunca. Deliberadamente se apartó de él, sin decir nada.
Tal vez había sido mejor para ella, pensó Joe. Había conocido a prostitutas que no besaban a sus clientes. ¿Acaso un beso era demasiado íntimo para _____? ¿Los reservaba sólo para Nick?
—Los besos son para los amantes... ¿es eso lo que estás pensando? —le preguntó, sin ocultar el resentimiento en su voz.
_____ sintió que el corazón le daba un vuelco en el pecho y la vergüenza se adhería a su piel. No había pensado nada, ¡no sabía qué pensar!
—¿Qué somos nosotros? —preguntó Joe.
No sabía qué eran. Ya no estaba segura de nada, y menos de sus sentimientos. Oyó cómo sus botas resonaban por el suelo hacia el perchero. La puerta se abrió y se cerró, y Joe desapareció.
_____ exhaló el aire que había estado conteniendo y se llevó la mano al corazón. Cerró los ojos y una lágrima se deslizó por su mejilla.
En silencio, para no despertar a Eve, entró en la habitación y abrió el baúl al pie de la cama. Tocó el cepillo de Nick , su navaja, su taza, y tomó el fajo de cartas, tratando de recordar, mortificándose.
Había hecho lo que debía, lo que Nick hubiese querido que hiciera. Se había aferrado a su sueño con todo su ser y conservaba su recuerdo y su rancho.
Entonces, ¿por qué tuvo que mirar dos veces a los cabellos prendidos en el cepillo, tratando de recordar su color exacto? ¿Por qué la imagen de un pelo negro brillante y manos grandes y callosas aparecía en primer plano en su mente? _____ apretó las cartas contra su pecho, tratando de captar de nuevo su importancia y los sentimientos que encerraban, pero sólo oyó las palabras de Joe. «Los besos son para los amantes... ¿Qué somos nosotros?»
El calor se extendió por su pecho y se ruborizó ante aquel recuerdo sorprendente. Sobre todo, se ruborizó por su propio comportamiento y reacciones. Tratando de no despertarlo, se soltó, estiró su camisón y salió con los pies descalzos para poner agua a calentar. Su cuerpo le dolía en puntos vergonzosos. Necesitaba darse un baño.
El fuego estaba encendido y el agua empezaba a calentarse cuando Joe entró en la cocina. _____ no se volvió.
—Buenos días —dijo en voz baja.
—Buenos días.
Joe se acercó por detrás y ella se puso tensa sin pensarlo. No la tocó.
—¿Estás bien?
—Sí.
Pasó un incómodo minuto.
—Iré a ordeñar las vacas.
_____ asintió, aliviada. Joe tomó su chaqueta y abrió y cerró la puerta. Rápidamente, _____ echó agua en una jarra y pasó delante de la niña dormida para entrar en su habitación. Cerró la puerta, se quitó el camisón arrugado y se dio un baño utilizando la palangana y las toallas.
Su cuerpo no parecía el mismo. Olía de forma diferente, se sentía diferente... infiel. Pero eso era una locura. Nick estaba muerto.
Había amado a Nick y nunca había creído que aceptaría a otro hombre en su cama o en su cuerpo. Su cuerpo traicionero. Se vistió rápidamente, como si al cubrirse pudiera ocultar o cambiar lo sucedido.
Llevaba demasiado tiempo sola. Además, se había hecho a la idea desde el principio. Hasta le había dado a Joe permiso. Y la noche anterior... la noche anterior, con sus sorprendentes reacciones, hasta lo había incitado.
Bueno, ya estaba hecho. Podrían poner fin a la tensión de esperar y seguir adelante con sus vidas, con sus metas. Había sido razonable.
Se repitió aquella idea cuando los hombres se presentaron a desayunar, pero siguió sin poder mirar a Joe a los ojos. De soslayo, vio cómo tomaba los huevos y bebía su café.
Se oyó un grito en la otra habitación y Joe se levantó del banco y dobló el recodo. _____ lo siguió a paso más lento, y lo descubrió de pie con la niña sollozando entre sus brazos, con el rostro enterrado junto a su cuello.
— ¡Quiero a mi mamá! —gimió Eve.
—Ya lo sé —dijo Joe en voz baja, dándole unas palmaditas torpes en la espalda—. Lo sé.
_____ se permitió mirarlo a los ojos y vio sólo preocupación... y la impotencia que había visto antes.
—Eve —dijo _____—. Tú y yo nos tenemos que arreglar para la ceremonia de hoy. ¿Te gustaría que te pusiera lazos en el pelo?
—Quiero a mi mamá —volvió a decir.
—Creo que te lavaremos primero y luego podrás tomar un par de huevos. ¿Te gusta el chocolate caliente?
La niña se restregó los ojos con los nudillos y asintió.
—Bien. Estaremos bien, Joe.
Los dos se miraron. _____ sabía que confiaba en ella para cuidar a la niña, pero que vacilaba sólo porque no quería que Eve se asustara por no estar él allí. La niña parecía sentirse segura a su lado. _____ se identificaba con aquella sensación.
—Voy a dejarte con _____ para que te dé de comer y te vista —dijo Joe, y se inclinó para dejarla con los pies desnudos sobre el suelo.
Con ojos tan grandes como platos y el labio inferior temblando, Eve vio cómo se volvía y se alejaba a la cocina. Segundos después, la puerta se abrió y se cerró. Los ojos violeta se posaron con cautela en el rostro de _____.
—Bueno, pequeña, será mejor que nos acostumbremos a estar juntas —dijo _____.
Eve no dijo una palabra mientras _____ le daba de desayunar, la vestía y cepillaba su pelo negro brillante. No dijo nada hasta que Joe no regresó para cambiarse de ropa, y luego preguntó dónde estaba el perro.
Joe se sirvió una taza de café. _____ lo observó, de espaldas como estaba junto al fogón, con la camisa de Nick ceñida sobre sus anchos hombros y una mano en la cadera, y un hormigueo de excitación le recorrió el pecho. El recuerdo de lo que habían hecho al amparo de la oscuridad nocturna la sorprendía y la emocionaba al mismo tiempo, y tuvo que hacer un esfuerzo por controlarse por si acaso daba media vuelta y la sorprendía mirándolo.
El sol no había salido aquella mañana. Buscó un abrigo para Eve y encontró un jersey largo de lana mientras Joe se ponía su traje. Joe y ella se pusieron sendos sombreros y chaquetas y los tres subieron a la carreta de camino a la ciudad. El reverendo Baker, Rosa Casáis, Jed Wheeler y otros dueños de los salones fueron los únicos que se reunieron con ellos para asistir al breve funeral.
_____ contempló a los presentes, escuchó cómo el reverendo leía un pasaje de la Biblia y no pudo soportar ver que el entierro terminaba sin una canción o un gesto convencional de algún tipo. El Reverendo Baker también miró a su alrededor. Joe se quedó contemplando el féretro que habían bajado al fondo de la sepultura mientras sostenía de forma incansable a Eve. ____ sintió que el corazón le latía con fuerza, pero abrió la boca y empezó a cantar.
Para su absoluta sorpresa y deleite, Joe se unió a ella con una voz clara de barítono que resonó por la colina mecida por el viento. Rosa y el reverendo se unieron a ellos y, después de tres estrofas, permanecieron en silencio durante varios minutos.
Jed y los demás hombres se separaron y se alejaron hacia la calle principal de la ciudad. Rosa abrazó a Eve y a Joe.
—Ya estoy haciendo las maletas —le dijo a Joe—. Royce Parks vendrá a buscarme pasado mañana.
—Bueno, buena suerte —dijo Joe—. Espero que seas feliz con él.
—Cinco hijos me mantendrán ocupada — dijo con una sonrisa de pesar—. Seguramente no tendré tiempo para preocuparme por ser feliz —deslizó una mano por el pelo de Eve—. Cuida bien de ella.
—Lo haré —prometió Joe.
Rosa se volvió, tomo la mano enguantada de _____ y le brindó una sonrisa afectuosa que dejó ver un diente torcido.
—Disfruta de tu nueva familia —dijo dándole un apretón—. Y no te conformes con nada menos de lo que quieres en la vida.
—Gracias —dijo ____—. Te deseo lo mejor en tu matrimonio.
Con los labios apretados, Rosa asintió. Se volvió y se alejó. Finalmente, el reverendo también se fue.
Joe le hizo una seña a Meg y subieron al carromato de regreso al rancho. El sol apareció entre las nubes al llegar a su propiedad, y Eve se había quedado dormida junto al costado de _____. Joe la llevó a la cama y se puso la ropa de trabajo.
—No sabía que supieras cantar —dijo _____ cuando cruzaba la cocina.
Joe observó cómo el lazo del delantal de _____ caía graciosamente sobre sus nalgas redondeadas y recordó su piel sedosa.
—No sé muchos cantos de iglesia —contestó— . Escogiste uno que me sabía.
Se colocó detrás de ella y _____ se movió como si se sintiera incómoda con su proximidad. Joe permaneció a pocos centímetros de distancia, con los labios junto a su oído. Desde donde estaba, pudo ver cómo el rubor se extendía por su mejilla de marfil. ¿Acaso estaba avergonzada por lo que habían hecho? ¿Todavía lo veía como un extraño?
—Ni siquiera te he besado —dijo, dándose cuenta de ello al tiempo que lo decía. No la había cortejado, no la había iniciado lentamente a una relación física, y en aquellos momentos lamentaba la falta de preparación romántica. La piel de _____ se puso más colorada que nunca. Deliberadamente se apartó de él, sin decir nada.
Tal vez había sido mejor para ella, pensó Joe. Había conocido a prostitutas que no besaban a sus clientes. ¿Acaso un beso era demasiado íntimo para _____? ¿Los reservaba sólo para Nick?
—Los besos son para los amantes... ¿es eso lo que estás pensando? —le preguntó, sin ocultar el resentimiento en su voz.
_____ sintió que el corazón le daba un vuelco en el pecho y la vergüenza se adhería a su piel. No había pensado nada, ¡no sabía qué pensar!
—¿Qué somos nosotros? —preguntó Joe.
No sabía qué eran. Ya no estaba segura de nada, y menos de sus sentimientos. Oyó cómo sus botas resonaban por el suelo hacia el perchero. La puerta se abrió y se cerró, y Joe desapareció.
_____ exhaló el aire que había estado conteniendo y se llevó la mano al corazón. Cerró los ojos y una lágrima se deslizó por su mejilla.
En silencio, para no despertar a Eve, entró en la habitación y abrió el baúl al pie de la cama. Tocó el cepillo de Nick , su navaja, su taza, y tomó el fajo de cartas, tratando de recordar, mortificándose.
Había hecho lo que debía, lo que Nick hubiese querido que hiciera. Se había aferrado a su sueño con todo su ser y conservaba su recuerdo y su rancho.
Entonces, ¿por qué tuvo que mirar dos veces a los cabellos prendidos en el cepillo, tratando de recordar su color exacto? ¿Por qué la imagen de un pelo negro brillante y manos grandes y callosas aparecía en primer plano en su mente? _____ apretó las cartas contra su pecho, tratando de captar de nuevo su importancia y los sentimientos que encerraban, pero sólo oyó las palabras de Joe. «Los besos son para los amantes... ¿Qué somos nosotros?»
Julieta♥
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