Dare to Dream (One Direction) [TERMINADA]

Ficha:

Nombre: Dare to dream (Atrévete a soñar)
Autor: UnicorniaHoran (katy), just-florgi y Naty11c
Adaptación: NO
Género: Drama/Romance un poco de comedia.
Advertencias: Ninguna por el momento.
Otras páginas: Blog personal de naty


Sinopsis:

Katherina, Natalí y Florencia son tres adolescentes Argentinas que, entre muchas otras cosas, comparten el amor por la banda briánico-irlandesa: One Direction. El destino les ha preparado una sorpresa, la oportunidad de conocerlos en persona y ninguna piensa desaprovechar aquella oportunidad de cumplir sus sueños. Amor, risas, dramas y locuras... todo lo que pude ocurrir cuando tres chicas se atreven a soñar.

Hola a todos! Este es un proyecto que hemos comenzado con mis mejores amigas, ya que las tres somos escritoras aficionadas y directioners enloquecidas. Este es nuestro primer intento de historia co-escrita, por lo que sepan perdonar incoherencias o cosas desprolijas, estamos aprendiendo =)
Habrá capítulos narrados de cada perspectiva o con narradores omniscientes. Postearemos capítulos cualquiera de las tres autoras, pro lo que deben estar atentos =)
Esperamos de corazón que les guste, pues estamos plasmando nuestros sueños en estas palabras. Muchas gracias,d sde ya,a todo aquel que nos de una oportunidad.
Saludos argentinos, flor. :flower:

Índice:

1- The beginning (El comienzo): Pag. 1
2- One step closer (Un paso más cerca): Pag. 1
3- I wanna know you (Quiero conocerte): Pag. 2
4- Let's work! (Empecemos a trabjar): Pag. 2
5- Baby, it's cold outside (Cariño, afuera hace frío): Pag. 3
6- Under the lights (Bajo las luces): Pag. 3
7- Moments later (Momentos después): Pag. 3
8- Feeling sick (Sintiéndome enferma): Pag. 4
9- Me with you (Yo contigo): Pag. 4
10- Lights, cameras... ¡Action! (Luces, cámara, acción): Pag. 5
11- Pouring rain, funny day (Lluvia torrencial, día divertido): Pag. 5
12- It's all a big mistake (Es todo un gran error): Pag. 5
13- Love? I don't know. Coffe? Yes, please. (Amor? No lo sé. Café? Sí, por favor.): Pag. 5
14- The silly day (El día tonto): Pag. 6
15- Swag & Love (Swag & Amor): Pag. 6
16- This is not what it seems (Esto no es lo que parece): Pag. 7
17- I can't believe this (No puedo creer esto): Pag. 7
18- The awkward party (La fiesta incómoda): Pag. 8
19- Friends again (Amigos de nuevo): Pag. 8
20- True love (Amor verdadero): Pag. 8
21- Don't want it to end (No quiero que termine): Pag. 9
22- Let the rain take us away (Deja que la lluvia nos lleve): Pag. 10
23- You don't need to say goodbye (No necesitas decir adiós): Pag. 10
24- The start of something new (El comienzo de algo nuevo): Pag. 11
25- I'm gonna miss you when I'm gone (Voy a extrañarte cuando me vaya): Pag. 12
26- Goodbye? I don't think so. (Adiós? No lo creo): Pag. 12
Epílogo- Why is November so far apart? (Por qué Noviembre está tan lejos?): Pag. 13

Que puedo decir me encantaron sus perspectivas! Ok chicas porfis denle una oportuniad y comenten!!! Vamos a continuar cuando veamos un comentario! Al menos un siguelo! Porfaaa!

MUJER! ME ENCANTÓ! OH MY GOD YO TAMBIÉN QUIERO IR! DJHFSGFSGFL SIGUE YAYAYAYAYAYA MISMO!, que más va a pasar?, desde hoy soy tu fiel lectora Lau, que a veces no podrá comentar seguido por la fucking escuela xddd, sigue pronto Bye!

OMG!! NEW READER!! ahaha me encanta decir esto, bueno a eso. me encanta esta nove. porfa singanlaa!! YO QUERIA IR TAMBIEN!! :sad:
bueno pues eso a partir de ahora soy vuestra fiel lectora promised pero no siempre voy a comentar por la escuela que bueno ya sabes.
P.D: me llamo Lucia y soy de España
un besoo

NEW READER!!! SÍGUELA PRONTO!!!

Graciaas a las hermosaas que contestaron! El proximo cap viene en camino!

El viaje en avión no fue tan terrorífico como pensé, en realidad pasé más miedo durante la previa al despegue que durante el mismo.

Me mareé un poco así que hasta que no bajamos en Buenos Aires para hacer el trasbordo fui completamente callada, una vez en tierra firme otra vez, solté un largo suspiro.

- ¿Has muerto durante el vuelo? -me preguntó John sonriendo cuando esperábamos para que nos llamaran para abordar el avión a España. Sonreí ante el comentario y contesté:

-No, en realidad fue más que todo mi trauma con las alturas, pero no fue tan malo.

-O sea que sí fue algo malo –opinó él.

-Todo tiene parte buena y parte mala –le dije encogiéndome de hombros.

-¿Y cuál fue la buena? –preguntó.

-Que no me desmayé y que todavía tengo las pastillas para dormir en caso del que viaje hasta Europa me causé demencia –le dije sencillamente. Él solamente rió.

Lizz y Katy fueron a comprar unos capuccinos, mientras que Flor hablaba por su celular. Con una coordinación sorprendente, las tres llegaron hasta nosotros al mismo tiempo. Tomé un vaso rápidamente y le pegué un trago. Mi pequeña adicción a la cafeína no desaparecería durante el viaje.

Durante el viaje hasta España esperaba dormir un poco, estaba cansada, y aunque tomar café no me ayudaría, no me importaba, iría leyendo, hablando con el que esté despierto o haciendo cualquier cosa.

Esta vez estábamos en primera clase, lo cual nos hacía sentir importantes. Los asientos eran de a dos, Flor y Katy se sentaron juntas y yo me senté en el asiento junto a ellas que estaba al otro lado del pasillito. Íbamos hablando y riendo. Cuando anunciaron el despegué, tan sólo cerré los ojos y esperé a que pasara, sin darme cuenta en qué momento me quedé dormida.
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Alguien me sacudía el hombro delicadamente, intentando despertarme. Yo aún tenía los ojos cerrados, pero lo sentía claramente sentado en el asiento junto a la ventana. Me desperecé un poco y abrí los ojos, encontrándome con Lizz que me sonreía dulcemente.

-Has dormido nueve horas –me informó mientras yo me frotaba los ojos y trataba de arreglar mi pelo – Y podría apostar a que lo único que has metido en tu boca fue ese cappuccino. Deberías comer algo, no vaya a ser que te desmayes o algo así –dijo entre preocupada y divertida, ofreciéndome unas galletas de chocolate. El estómago se me revolvió.

-No, chocolate no por favor –le dije riendo –Iría con nauseas hasta Inglaterra y la verdad no tengo ganas. Prefiero pan o algo así –Lizz sólo se rió, y en ese momento Flor se daba vuelta sonriente, dejándome ver a Katy completamente dormida y tendiéndome una tortita.

-Gracias –le dije y luego miré a Lizz -No hay café ¿verdad?

Puso los ojos en blanco y rió.

-Tendremos que hablar de esa adicción. Espera te traeré un poco –me dijo y se fue por el pasillo.

-¿Y John? –le pregunté a Flor.

-Totalmente dormido en los asientos de adelante –dijo señalando con la barbilla –No sé quién tiene el sueño más pesado, si él o la Katy –ambas reímos y seguimos charlando de todo lo que estábamos viviendo.

Lizz apareció con un vaso de café pequeño y yo por fin pude “desayunar” algo, a pesar de que ya estaba oscureciendo.

Llegaríamos a España sobre la medianoche más o menos. Nuestras amigas habían hecho sus planes para poder venir a recibirnos. Mi amiga, María, había dicho que se quedaría a dormir en casa de una amiga, lo cual era verdad, sólo omitió la parte en la que la prima de su amiga las traería al aeropuerto para poder recibirme.

La había conocido en un foro, y hablábamos todos los días por chat, luego intercambiamos mails, y demás cosas y nos terminamos volviendo muy unidas. Ella era un gran amiga mía.

Traía un pequeño regalo nada del otro mundo, pues debía ser algo fácil de esconder porque su madre no sabía en absoluto de mi existencia, así que le compré una cadenita con un dije violeta, parecida a una que yo tenía. Era algo que podría usar y al que podría inventarle cualquier punto de procedencia.

Las pocas horas que quedaban de viaje, me las pase escuchando música y hablando con Flor y Lizz. Katy y John no daban otra señal de vida más que respirar y moverse de vez en cuando.

Cuando anunciaron el aterrizaje John despertó y nos saludó a las tres para luego acomodarse en su asiento.
Todo pasó rápido, y por fin, cerca de la una de la madrugada, pusimos los pies en Europa.

Bajamos del avión las tres hablando y emocionadas. Ya nos habíamos abrigado un poco más pero aún así se sentía un aire bastante frío propio del invierno de europeo.

Apenas habíamos entrado al aeropuerto que Katy y yo ya estábamos mirando sobre la multitud.

-¿Dónde está…? –mascullaba Katy. Yo miraba en todas las direcciones posibles en puntas de pie y dando saltitos.
Flor se rió de nuestra impaciencia.

-Por lo menos esperen a que la gente se disperse un poco –nos recomendó sonriendo.

Solté un pequeño ruido de frustración. Esperar no era mi cosa favorita, así que seguí pegando saltitos cuando escucho a Katy gritar y la veo salir corriendo.

-Oh por Dios –dijo John -¿Qué le pasó? –parecía dudar entre seguirla o no.

-Déjala –le dijo Flor –Una amiga la estaba esperando, seguro la debe haber… -pero no pudo seguir hablando porque en ese momento yo grité y pegué un salto y también salí corriendo.

La había visto, estaba cerca de dónde Katy se encontraba saltando con una chica que supongo era Cris. Me pareció ver a María cerca de allí.

Seguí avanzando y la encontré. No sabía si me reconocería. Habíamos intercambiado fotos varias veces pero aún así no podía estar segura…

- ¿¡Naty!? –siento que un acento español pronuncia mi nombre. Me doy vuelta de un salto y ahí estaba.

-Oh por Dios… -digo mientras voy a abrazarla –No puedo creer que por fin conozco a mi nana –le digo conteniendo las lágrimas. Yo soy muy sensible, siempre lloro por todo.

Ella se rio de ese comentario y me soltó.

-Que delgada eres mujer –me dijo puse los ojos en blanco, debería haberme esperado este comentario.

-No empezaremos esa discusión otra vez –le dije riendo, siempre peleábamos por ese asunto. Ella sólo rió, sabía que esa clase de peleítas nunca tenían un final.

-Esto es increíble –dijo con una enorme sonrisa, luego me mira -¿Cómo te sientes? –me preguntó –Sé cuánto te gusta ese grupo, debes estar a punto de enloquecer.

-No es “ese grupo” –la corregí –Es One Direction y… No tienes idea, todo parece un sueño.

En ese momento Flor se acercaba hacia nosotras. Ella y María habían hablado un par de veces, así que se conocían un poco.

-Flor–dijo María emocionada –Es un placer conocerte personalmente a ti también.

Hablamos entre las tres. Sobre nosotras, sobre este viaje, sobre que nos encantaría quedarnos más tiempo en España para conocerla… Un rato después se nos acercaban Katy y Cris hablando y riendo. Cris era castaña tenía una encantadora sonrisa y era más bien menudita.

-Chicas –nos dijo Katy –Ella es Cris, la conocí por Twitter hace algo de tiempo, ella es la única española con acento argentino –dijo y reímos con ellas -Eres María ¿verdad? Es un gusto, creo que una vez hablamos.

-Sí pero muy poco –dijo María sonriente, luego miro a Cris -¿de qué parte de España eres?...

Y así empezó la conversación entre todas. Se sentía muy bien por fin volver a hablar en Español por tanto tiempo. Nos encantaba el inglés, pero el español era nuestra lengua materna, siempre nos resultaría más cómodo.

No parecíamos desconocidas en absoluto, porque además, no lo éramos. María y yo nos conocíamos hacía casi ya tres años, y Katy y Cris también se conocían hace bastante tiempo.

María y Cris nos estaban contando unas cosas acerca de los carnavales de España y los comparábamos con los de Argentina. Eran observaciones muy graciosas, estábamos todas riendo cuando en ese momento llega John.

-Señoritas –dijo haciendo una exagerada reverencia. –El avión sale en veinticinco minutos, tenemos que ir yendo hacia la plataforma.

-¡NOO! –dijo Katy en clara protesta -¡Acabamos de llegar, por favor déjanos un rato más!

-¿Acabamos de llegar? –dijo John divertido –Chicas, llegamos hace casi dos horas.

-Tienes que estar mintiendo –le dije completamente incrédula.

-Por supuesto que no –nos dijo fingiendo estar ofendido –No han parado de hablar y gritar en español desde que llegamos y tenemos que hacer otra escala en Francia, por si se habían olvidado –nos recordó –Lizz, Noah y Jason las están esperando.

-¿Qué hora es? –preguntó Flor repentinamente.

-Cerca de las tres –contestó John.

-Oh, como se nos ha ido el tiempo… -digo en estado de shock. ¿Dos horas hablando? Parecía que hubiéramos hablado veinte minutos.

John se dio cuenta de la despedida y nos dejó solas, diciendo solamente “Las espero”.

Flor se despidió de ambas cariñosamente y se fue a ayudar a John con las maletas, mientras Katy y Cris volvieron a un rincón para despedirse. Miré a María y le volví a hablar en español.

-No puedo creer que por fin nos hayamos conocido - le digo emocionada –Te traje esto –le dije sacando del bolso de mano la pequeña bolsita que contenía la cadenita. –Es pequeño, nada impresionante, es sólo para que tengas algo de parte mía, no creo que conserves esa pulsera que te envié aquella vez–le dije recordando.

-Claro que la tengo –dijo riendo –Escondida con el sobre pero la tengo –ambas reímos recordando ese día.

-Ha sido increíble Naty, espero que podamos volver a vernos –dijo con sinceridad.

-Yo también, pero esta vez te toca a ti venir a Argentina –le dije sonriente.

-Lo intentaré –dijo riendo –Adiós Naty –me dijo y me abrazó –Y gracias por esto –dijo tomando la cadenita –diré que la he encontrado en el instituto o algo por el estilo.

-Exacto, haz eso. Te quiero Nana–le dije todavía abrazándola, con las lágrimas en los ojos.

-Yo más–me dijo ella.

Estuvimos unos segundos más así y luego no tuve más opción que irme. Esperé a Katy que venía exactamente igual que yo, la tomé del brazo como siempre hacíamos, y nos encaminamos hacia dónde nos esperaban los coordinadores y Flor.

-¿Lloraron mucho? –nos dijo Flor abrazándonos.

-Un poco –admitimos riendo. Nos quedamos hablando ahí hasta que nos llamaron para tomar el avión.

-Les dames d’abord–nos dijo John en Francés. Flor y yo reímos, y Katy replicó:

-¿Desde cuándo hablas francés?

-Desde siempre –contestó él con suficiencia, aunque no sabíamos si creerle.

Katy puso los ojos en blanco y nos sentamos. Esta vez yo me senté con Katy y Flor con Noah, nuestra otra coordinadora. Íbamos hablando entre las cuatro, esperando llegar a nuestra próxima y última parada: Francia.


España había sido muy divertido (aunque condenadamente corto) y sé que las chicas lo pasaron de maravillas al conocer a sus amigas, pero yo estaba más ansiosa en esos momentos, cruzando España por los aires hacia nuestros siguiente destino: Francia.

-Un paso más cerca.- Murmuró Naty y Katy y yo la miramos sin entender.- Estamos un paso más cerca de los chicos. Tan sólo queda París y mañana…- La emoción la invadió por lo que no terminó la frase, y nosotras comenzamos a reír.

Sabía que Natalí tenía pánico a las alturas, por lo que no la moleste cuando la vi tomándose unas pastillas para poder dormirse en lo que quedaba de viaje.

El vuelo se paso muy lentamente. Nosotras que veníamos con toda la ansiedad por llegar a U.K. sentíamos que el avión iba más lento sólo para molestarnos. Pero finalmente, aterrizamos y bajamos a toda velocidad, con los coordinadores detrás de nosotras tratando de alcanzarnos.

Buscamos nuestro equipaje lo más rápido posible y en menos de diez minutos ya teníamos nuestras valijas en las manos.

-¿No querías traer algo más grande?- John me miró con cara de espanto mientras cargaba uno de mis bolsos.

Rodé los ojos ante las exclamaciones de mis amigas coincidiendo con él.

-No es tanto, sólo lo necesario.

-Sí claro, Jason y yo iremos a enviar sus equipajes para que no estorben en el viaje en tren. ¿Verdad, Jay?

-Así es, cuando lleguemos al hotel su equipaje ya estará en su habitación.- Jason fue uno de los dos coordinadores que se unió a nosotros en España. Era mayor que John, Lizz y Noah y era como el “papá” de esos tres locos.-

Mientras, ustedes pasearán con las chicas por la ciudad. Llévenlas a desayunar, aunque aún sea “temprano”.

Recuerda Lizz que deben estar en la estación a las seis de la tarde, en punto. El tren no va a esperarnos.

-No hay problema, jefe. Nos vemos.- Se volteó a nosotras y nos sonrió de oreja a oreja.- ¿Vamos?

-¿A dónde vamos a ir en París a las cinco y media de la madrugada?- Noah y Lizz habían comenzado a caminar por lo que las tres la seguimos sin entender bien qué íbamos a hacer.

-Primero que nada, llevarlas a tomar un desayuno consistente. Y no son las cinco, Flor, son las seis.- Me corrigió Lizz con una sonrisa.

-Uff, ¡Qué diferencia!- Ironizó Katy.- ¿Hay locales abiertos a esta hora?

-Seguro que sí.- La confianza en la voz de Noah nos tranquilizó a todas y decidimos seguirles la corriente.
Apenas salimos del aeropuerto, vimos un auto no muy grande, de un bonito color plateado al cual nuestras coordinadoras se subieron tranquilamente. Nosotras nos quedamos de pie en la acera sin entender que sucedía.

-¿No van a subir?- Noah nos miraba desde la ventanilla del copiloto extrañada.- ¿Creían que íbamos a caminar por todo París? Jason alquiló este auto por el día, vamos que se nos va la mañana.

Nos miramos con las chicas unos segundos y luego nos apresuramos a entrar. Empujé a las chicas para lograr llegar hasta el lado contra la ventana, quedando Naty en el medio y Katherina junto a la otra puerta.

Lizz comenzó a conducir por las angostas y pintorescas calles que comenzaban a verse de tonos celestes y naranjas debido al cada vez más presente amanecer. Los edificios de pocos pisos, con su estilo antiguo y dando la impresión de estar amontonados me cautivaban a cada segundo.

Nos detuvimos finalmente en un bonito café que parecía recién abrir las puertas, situado frente a un pequeño parque Parecía recién estar abriendo. Al bajar sentimos el frío de la madrugada golpear nuestros rostro y al momento deseé haberme puesto más abrigo como Natalí y Katherina.

Entramos y tomamos cada una un capuccino y una buena cantidad de masitas y otras cosas, como para llenarnos la panza por un buen rato. Los pastelitos y demás cosas de panadería, permanecían calentitos, ya que recién habían salido del horno.

-Me da miedo la cantidad de cafeína que han consumido en menos de un día.- Comentó Noah mientras nos veía tomar nuestros cafés felices de la vida. Las tres nos miramos y sonreímos, tomar café a montones era una de nuestras actividades favoritas y en mi caso, si tenía chocolate era diez veces mejor.

Cuando terminamos nuestro desayuno subimos nuevamente al auto, eran alrededor de las siete y las coordinadoras nos conducían a algún lugar que no nos querían mencionar.

-Vamos, una pista.- Katy rogaba por aunque sea un pequeño dato, a veces parecía tenerle pánico a las sorpresas.

-Vaya, qué insistente.- Exclamó Lizz divertida. Luego suspiró.- Es un lugar típico de París para los turistas.

-¡Qué buena pista!- Exclamé haciendo notar el sarcasmo.- ¡Es París! ¡Todo es típico para los turis…! ¡Oh dios!- Frente a mí, al final de aquella amplia avenida que acabábamos de tomar, se hallaba la Torre Eiffel, enmarcada en un hermoso cielo naranja rosáceo. Las chicas gritaron emocionadas y yo me quedé en shock.

Lizz detuvo el auto frente a la monumental torre y yo poco más me tiré por la ventana. No podía creer que subiría a la Torre Eiffel y que vería el amanecer en París desde allí arriba.

Apenas toqué el césped tomé mi cámara de mi bolso y comencé a tomar fotos como loca. Siempre quise hacer un curso de fotografía porque amaba tomar fotos, siempre soñé con fotografiar paisajes hermosos y en ese momento no me quería perder ni un centímetro de la famosa torre frente a mí.

-Deja alguna foto para U.K., Flor.- Katy se burló de mí y yo al miré mal por un segundo.

-Dame, les saco una foto a las tres.- Noah tendió su mano hacia mí y de mala gana le pase la cámara. Luego posamos con las chicas y la coordinadora nos saco unas cuantas fotos.- Bien, ahora vamos arriba.

-Arriba, osea, arriba.- Natalí miró con pánico hacia arriba. Con el miedo que le tenía ella a las alturas sería un triunfo subirla.

Las escaleras me parecieron infinitas, más que nada porque estaba absolutamente ansiosa. Todo el recorrido Naty estuvo aferrada a mi codo con fuerza, ya que iba detrás de mí, a tal punto que estaba segura me quedarían unos lindos moretones.

-Llegamos.- Exclamó Noah satisfecha una vez pisamos la plataforma en lo alto de la torre. Dos segundos después levanté mi vista de los escalones de hierro y solté el aire de golpe frente a tal panorama.

Los edificios de estilo antiguo, los parque repletos de árboles que se veían pequeños a esa altura, los autos moviéndose por las calles con las luces encendidas y unos pocos transeúntes que parecían pequeños muñequitos, todos fundidos en la luz dorada del sol que comenzaba a despuntar detrás de nosotras. El Sena parecía un cordón de oro que recorría la ciudad en su camino serpenteante, salpicado de los puentes que lo cruzaban de uno al otro lado de sus orillas.

-Es bellísimo.- Exclamé sorprendida sin ganas de siquiera parpadear. Era demasiado maravilloso. Al momento comencé a tomar fotos desde todos los ángulos, caminando alrededor de toda la plataforma.

-Wow.- Fue todo lo que Katy pudo decir. Me sorprendió y más que nada preocupó el hecho de no escuchar comentarios por parte de Naty. Volvía de darle la vuelta a la plataforma cuando la vi justo al lado de la escalera, sujeta con fuerza a la baranda y mirando al piso sin levantar la vista ni un centímetro.

-Natalí, mira qué bello paisaje.- Negó con la cabeza notablemente asustada y yo puse los ojos en blanco.- Ven.- La tomé de la mano logré girar su cuerpo hacia la ciudad.- Mira, por favor.- Poco a poco levantó al vista y cualquier residuo de miedo que hubiera en su mirada se fue al instante.

Nuevamente nos tomamos fotos donde apareciéramos las tres e incluso las sumamos a Noah y Lizz. Luego de una media hora tonteando en la cima de la Torre Eiffel, decidimos que era hora de continuar con el recorrido por la ciudad.

Bajar sin haber tropezado ni haber caído rebotando por la mitad de las escaleras había sido todo un triunfo para mi increíble torpeza. Por muy bonito que fuera subir a la torre, en mi caso se trataba de una actividad de alto riesgo.

Una vez volvimos al auto ya eran casi las ocho y nos condujeron rápidamente al Arco del Triunfo, más que nada porque yo se los rogué, no podía pasar por París sin visitarlo. Claro que después de subir a la Torre Eiffel, el balcón en lo alto del arco no daba la misma impresión, aunque aún así tenía una vista hermosísima.

-¿Podemos ir al Louvre en lo que queda de mañana? Por favor, por favor.- Katy y Naty me miraron con cara de loca, aunque ellas sabían que a mí me encantaban esas cosas y esperaba me hicieran el aguante en esa y me quisieran acompañar.- Por favor.- Insistí.- Tan sólo la Mona Lisa, algo de Van Gogh y otras obras de Da Vinci. Y después podemos ir a los egipcios y cosas así. Es muy interesante, se los ruego.

-Bien, pero no nos quedaremos mucho en las pinturas, son aburridas.- Me reclamó Katy y yo asentí. Tan sólo quería ver algunas de esas famosísimas pinturas de las que tanto había leído… Y es a cualquiera que hubiera visto y/o leído el Códgio Da Vinci le habría dado esa curiosidad por el museo del Louvre.

-De acuerdo pero ya son las nueve y nos quedan unos quince minutos hasta el museo, porque está hasta el otro lado de la ciudad. Tendremos que apurarnos allí si quieres ver todas esas cosas antes de las doce.

-No demoraré mucho, lo prometo.- No pude evitar sonreír triunfalmente. Aquello me encantaba.

Llegamos al Louvre a las nueve y media y casi que las arrastro a las cuatro hasta la entrada debajo de la pirámide de vidrio.

-¿Sabían que esta pirámide está construida con seiscientos sesenta y seis triángulos de vidrio?- Comenté mientras trasponíamos las puertas y entrábamos porfín a la recepción.- Al arquitecto lo acusaron de satánico por eso.-

Todas me miraron con caras raras y yo simplemente me encogí de hombros.

Tomé un panfleto con el mapa del lugar y en dos minutos ya las tenía a todas corriendo detrás de mí mientras me encaminaba al ala dónde estaban las obras de Da Vinci.

Luego de eso nos encaminamos a las pinturas de Van Gogh y a un par de los artistas impresionistas que había estudiado tantas veces en la escuela. Realmente eran pinturas preciosas. Finalmente nos dirigimos al área de historia, dónde Natalí y yo nos deleitamos viendo una exposición sobre la Segunda Guerra Mundial mientras Katy nos miraba con una cara de “las voy a matar por someterme a este aburrimiento”. Luego seguimos viendo los pasillos de diferentes edades de la humanidad hasta que me obligaron a marcharme, pues se habían hecho las doce treinta y era hora de almorzar.

-Escucha mi panza.- Comentó Katy en nuestro camino hacia el auto. Todas reímos al escuchar un fuerte “rugido” y coincidimos en que pararíamos en el primer restaurant que encontráramos.

Almorzamos en un pequeño local cerca de la zona comercial de París, era pequeño pero muy pintoresco y la comida era exquisita. Una hora después nos encontrábamos de nuevo en marcha, pero esta vez en pie, para poder ver vidrieras. Afortunadamente, el día había traído un poco más de tibieza al ambiente y me sentía nuevamente cómoda, sin el frío de la mañana.

Aunque sabía que a mis amigas no les gustaba mucho ver vidrieras y eso, las vi bastante emocionadas viendo la ropa en los escaparates, aunque nunca me dejaban detenerme para observar más de cerca.

-¿No vas a comprar nada?- Me preguntó Noah cuando las chicas me dejaron, al final, entrar a un local para ver la ropa.- Katherina me contó que te encanta la ropa y mucho más comprar.- Solté unas cuantas risas mientras asentía dándole la razón.

-Es verdad, pero me estoy guardando dinero para los gastos allá en Londres… Y pienso hacer mis compras en U.K. cuando pueda comparar cuales son los precios más baratos, no tengo tanto dinero.

-Que votre achat.

-Merci.- La voz de Katherina respondiéndole a la cajera me descolocó y al momento olvide el vestido que miraba. Detrás de mí, Katy tomaba tres bolsas con la marca de la tienda donde estábamos.

-Oh dios, no me digas que la Flor logró contagiarte.-Exclamó Naty “asustada”.

.Por favor que diga que sí.- Exclamé cruzando los dedos, aunque sabía que era imposible. katy se empezó a reír y luego negó con la cabeza.

-No, no lo has conseguido, Flor, ni sueñes en conseguirlo algún día.- Le saqué la lengua infantilmente y ella me respondió de igual modo.- Pero estas sí que eran unas compras necesarias.- Ya habíamos salido del local y mientras caminábamos por la vereda, mi amiga sacó una campera de abrigo negra que se asemejaba a un abrigo esquimal, con la pielcita esa alrededor de la capucha. Me tendió la prenda y yo la tomé sin entender. Luego sacó dos abrigos más, idénticos y le pasó uno a Natalí y el otro se lo quedó ella. Las dos nos quedamos mirándola sin entender nada.- Si este frío es aquí en Francia, ¿imaginen lo que será Londres?

-¡Friolenta!- Le dije con gracia y no pude evitar reír un poco.- Muchas gracias por la campera, pareceremos uniformadas cuando las usemos en U.K.- Las tres reÍmos ante la idea y continuamos con nuestro paseo.

A las cuatro y media paramos a tomar algo caliente en un cafecito junto al Sena, y sentadas en una mesa con vista al hermoso río comenzamos a hablar sobre las cosas que haríamos cuando conociéramos a los chicos.

Un rato después, Noah y Lizz nos apresuraban a través de las calles de la Ciudad Luz para llega a tiempo a nuestro tren.

-¡Llegamos!- Gritamos las tres a las espaldas de Jason y John en la estación de tren.

-¡Aquí están! Ya creía que llegarían tarde y perderíamos el tren.

-¿Tarde? ¿Yo?- Preguntó Lizz con tono “ofendido”.- Te estás confundiendo con otra persona.

-Sí, claro. ¿Y cómo estuvo el tour?- John nos hablaba a todas aunque nos e me escaba el hecho de que a Natalí la miraba más fijamente y durante mucho más tiempo.

-Espectacular.- Respondí la primera, llena de entusiasmo.- Aunque a Naty le dio miedo subir a la Torre Eiffel. Los ojos de nuestro coordinador volaron rápidamente al rostro de mi amiga, teñido de un rubor rojo.

-La próxima vez que vallas te acompañaré para que no tengas miedo.- Y luego le guiño un ojo.

Wow, stop. Demasiada química entre estos dos. Ya la interrogaría después a mi “hermanita”.

La voz de una mujer nos anunció que era la hora de abordar el tren y al momento Jason nos condujo a los siete hasta nuestros asientos.

El viaje hasta Londres lo realizaríamos en el tren subterráneo que une las dos ciudades por debajo del trozo de mar que las separa. En total, demoraríamos casi una hora.

La ansiedad era demasiado grande como para dormirse y según lo que dijo Katy “es imposible dormir sabiendo que sobre tu cabeza a miles de toneladas de agua”. Por lo que el viaje se tornaba un poco tedioso de a ratos, hasta que alguno de los coordinadores salía con una locura al estilo One Direction y todos estallábamos en risas.

Cuando al fin llegamos Lizz se encargó de hacer nuestros trámites de llegada pero por alguna complicación que no logré entender, nos tuvimos que demorar unos cuarenta minutos en la estación, mientras la noche caía lentamente en la ciudad.

Cuando salimos a las calles comencé a hiperventilar de la emoción. Estábamos en Londres, en la mismísima Londres que habíamos soñado millones de veces. Respiré profundo dejando que el aire helado penetrara en mis pulmones y una gran sonrisa se dibujó en mi rostro.

El camino hasta el hotel lo hicimos en taxi, dividiéndonos en dos grupos.

El gran y lujoso edificio donde nos hospedaríamos esas dos semanas nos dejó pasmadas. Y aún más el frío glacial que nos golpeó al bajar del taxi. Y es que no sólo hacía frío, si no que el nublado el cielo comenzaba a dejar caer blancos copos de nieve.

-¡Mi Dios! ¡Está nevando!- Katy comenzó a gritar y dar saltitos como niña chica y nosotras nos reímos de ella. Aunque por dentro me sentía igual de feliz que mi amiga, la nieve era maravillosa y allá en Argentina no teníamos muchas oportunidades de verla.

-Esperen a mañana, todo estará blanco.- Nos comentó Noah mientras entrábamos a la elegantísima recepción.

Ella se acercó a la recepción y luego de hablar animadamente con la recepcionista volvió con nosotras con lo que parecía una tarjetita de crédito en su mano.- Ésta es la llave de su habitación, allí están los datos: Habitación setenta y cuatro, piso trece. En unos veinte minutos les subirán una cena porque me imagino que tendrán hambre y las dejaremos dormir, deben estar destruidas.- Y ciertamente lo estábamos, hasta ese momento no me había dado cuenta del entumecimiento de los músculos de mis piernas ni el cansancio que de pronto me invadió.- Nosotros estamos en el piso 11, habitación 95, por si llegan a necesitar algo.

Uno a uno, los cuatro coordinadores nos despidieron y finalmente nos dirigimos a nuestra habitación.

Cuando al fin abrimos la puerta nos quedamos con la boca abierta sin saber qué hacer o decir.

Era una amplia estancia con el techo más alto de lo esperado y paredes de un bonito lavanda claro. Si la mirabas con cuidado, daba una impresión de forma circular. Sobre la pared derecha, había tres camas de dos plazas, con cortinados y muchísimos almohadones, todas en colores morados, verdes, lilas y toques de celeste. Sobre el fondo un enorme ventanal que ocupaba casi toda la pared y en una de las esquinas una puerta vidriada hacia el balcón.

Hacia el lado izquierdo había una puerta doble que conducía al baño, que luego nos enteramos tenía hasta un jacuzzi. Pero lo más impresionante, era que había una pequeña escalera con lucecitas en el barandal que conducía a un entrepiso, donde había una especia de vestidor con un pequeño living. Además, frente a las camas había una serie de sofás y junto al ventanal una mesa con cuatro sillas preciosas, para que usáramos en las comidas. Era una habitación soñada.

-¡Soy feliz!- Grité mientras inspeccionaba nuestro “vestidor” y me asomaba por la baranda del entrepiso hacia abajo.- ¡Wow! Esto es enorme.

-Es… ¡GENIAL!- Katy corrió como loca y se tiró sobre una de las camas, haciendo saltar almohadones por todos lados y sacándonos mil carcajadas.

Nuestros bolsos estaban, tal y como John lo había dicho, en nuestra habitación sobre una mesita del “living” frente a las camas. Al momento nos pusimos a desempacar y yo me encargué de colgar gran parte de la ropa en el vestidor.

A mitad del trabajo llegó nuestra cena y en cuanto terminamos nos encargamos de terminar de guardar nuestras cosas rápidamente.

Cuando al fin deseamos irnos a dormir, una gran ventisca azotaba las ventanas y, por más que cerramos las cortinas, a Natalí le asustaba el ruido del viento a soplas y como se sacudían de vez en cuando las ventanas.

Terminamos durmiendo las tres en la cama del medio. Aquella sería la primera noche de dos semanas que cambiarían nuestras vidas.

Muy linda chicas me gusto mucho! espero que la sigan pronto n.n

OMG!!! siento no haber comentado antes pero esque tenia examenes y tenia que estudiar aparte tuve que entrenar.....
bueno me encanto el cap!!!!! siganlooo porfaa cuanto antes mejor o si no morire! y no creo que quieran eso no?? :(
P.D: por lo de Nialler no pasa nada, me imagino que soy la chica con la que este y listo!

Awwwww! me encantó todo el capítulo, sorry si no vine antes, pero es que la escuela no me da tiempo de nada, a veces puedo leer las novelas xddd. AW! YO QUIERO IRME DE VIAJE ASÍ CON MIS AMIGAS!, seríamos 5 boludas en medio de Paris a punto de conocer al integrante de 1D que más nos gusta xddd, y lo mejor es que a cada una nos gusta uno diferente xddd.... Suban pronto pleaseee!