"Friends, Lovers Or Nothing" (Zayn Malik) TERMINADA

Giré para verlo.
-Hola Zayn, como estás?.- dije mirándolo a los ojos, sin expresión alguna en mi cara.
-Bien, y vos?.- dijo esbozando una sonrisa.
-Bien- dije cerrando el libro, antes marcándolo con un señalador.-necesito hablar con vos.- dije.- sobre lo que pasó…-. Él me interrumpió.
-Lo sé, yo también.- dijo sentándose a mi lado.- perdón por lo del otro día, no yo sé lo que me pasó.- No podía dar crédito a mi odios. Las cosas iban saliendo mejor de las que planeé. -Perdóname.-
-Está bien, no te preocupes.- dije sonriendo. El me devolvió la sonrisa.
-Y… como te fue ayer con Liam?.- Inquirió. Mi sonrisa se esfumó.
-Cómo?.- pregunte atónita. Había escuchado bien lo que dijo, pero hubiese jurado que había alucinado.
-Que cómo te fue con Liam?.- volvió a preguntar. Sus ojos miel estaban clavados en mí.
-Ahh, eh, bien. Si si, la pasamos bien.- dije jugando con las páginas de mi libro, nuevamente abierto.- Cómo sabes que salí con Liam?.- pregunté intrigada. Yo no había vuelto a hablar con él desde aquel incidente. –Fue mi madre, no? Siempre le cuenta a todo el mundo lo que hago o no.- dije algo molesta. El no pudo evitar sonreír.
-No, no fue tu madre. Mi habitación es la que tiene la ventana que da a la calle, y estaba en la computadora cuando te vi llegando con él.-
-Ahh… - dije. No sabía que mas decir.- Estaba aburrido y me invitó, no fue nada formal.- Las cosas que decía no tenían ni sentido. Aparte, porque le daba explicaciones a él? No lo sé, pero de alguna forma u otra, no quería que se entere que entre Liam y yo había algo.
-Que bien.- dijo sonriendo. –Te gustaría hacer algo hoy a la tarde?.- preguntó mientras tomaba a su perro del collar y le enganchaba la correa.
-Algo como qué?.- pregunte divertida.
-No lo sé, algo. Te gustaría acompañarme por facturas, y merendamos juntos?.- pregunto. Me hundí en sus ojos miel. La forma en la que me miraba… no se podía describir. El tenía algo especial.
-Claro.- dije sonriendo. –A qué hora?-
-Te paso a buscar por casa a las 5?.- dijo mostrando sus perfectos dientes blancos.
-Okey, a esa hora entonces.- Dije sonriendo.
-Hasta entonces, debo llevar a pasearlo a Devon, está insoportable.- dijo mientras se ponía de pie. –adiós Aldi, hasta la tarde.- dijo.
-Adiós Zayn, y adiós también a vos, Devon.- dije acariciando su cabeza peluda. Sonrío y se fueron. Mi plan había salido bien. Todo era como antes.
No podía volver a concentrarme en la lectura, por lo que cerca de las 2.30 volví a mi casa. Dejé el libro sobre la mesa y subí a mi habitación. Prendí la notebook y me conecte a Facebook y Twitter. Estaba aburrida cuando comenzó a sonar mi celular con Somebody To Love de Justin Bieber, lo busqué por todos lados hasta que lo encontré debajo de mi cama. Atendí. La voz dulce de Liam se encontraba del otro lado del tubo.
-Aldi como andás?- preguntó. Su voz me daba escalofríos.
-Hola Liam. Todo bien, vos?-
-Bien. Hey, me divertí mucho con vos ayer, habría que repetirlo.-
-Estoy de acuerdo.- dije. Menos mal que él no podía ver mi sonrisa de oreja a oreja, sino pensaría que soy una estúpida.
-Entonces, te gustaría hacer algo este fin de semana? Hay una fiesta en el centro mañana en la noche, que decís?- Preguntó. Me aguanté las ganas de saltar y gritar que tenía.
-Me encantaría.- dije.
-Entonces nos vemos mañana.- me dijo. –Adiós Aldi, un beso.-
-Adiós Liam, otro para ti- corté el teléfono. Y llegó uno de esos momentos en que empiezo a festejar en silencio, saltando de acá para allá, hablando sola, riéndome en silencio. Cosas raras suelo hacer al estar contenta. No veía la hora que llegara el viernes.
Sonó el timbre “Zayn” pensé. Por unos instantes me había olvidado de nuestra salida. Baje y abrí la puerta. Ahí estaba, con las manos en los bolsillos, apoyado contra el tapial de mi casa. Al verme, sonrío dejando ver una dentadura perfectamente blanca.
-Hola Aldi.- me dijo mientras abría la puerta.
-Hola Zayn.- le dije. Se acerco y me besó en la mejilla. Sus labios al hacer contacto con mi piel, me dieron escalofríos. Me sonrío. Dimos media vuelta y empezamos a caminar hacia la panadería.
-2 cafés, por favor.- pidió Zayn a la mesera.
-Bueno, ya se los traigo.- dijo anotando el pedido y yéndose.
-Así que…- estaba buscando tema de conversación. No quería que ese silencio incomodo se apoderara de nosotros. –Que hiciste en los últimos días?.- pregunté.
-Bueno, me dediqué a acomodar mis objetos personales. Ya pasó una semana desde mi llegada, y sigo siendo un desastre! Mi habitación sigue toda desordenada.- dijo riendo.- Así que me mantuve entretenido acomodando. Vaya verano, no?- dijo riendo. Sonreí.
-Querés que te ayude? Soy buena con el tema del orden.- Me miró como recordando lo sucedido la ultima vez.- Tenés razón, mala idea.- dije riendo.
La moza se nos acerco, dejando dos tazas de café sobre la mesa. Zayn le agradeció, y la muchacha se fue.
-Sabes… me gustaría que me enseñes la ciudad de noche. Hasta ahora solo he ido de día.- Dijo sonriendo.- Y como mañana es viernes, se me había ocurrido que salgamos a bailar, o algo. Claro, si vos querés.- Casi escupo todo el café que había en mi boca. No podía ser posible, mañana iba a estar ocupada! Empecé a toser, me había ahogado. Zayn, se levantó de la silla para ayudarme. Fue por un vaso de agua, y volvió.
-Tomalo, a ver si se te pasa.- dijo el morocho. Asentí. Tome de a sorbos pequeños. Una vez que me calmé, lo miré a los ojos.
-Me encantaría, pero mañana no puedo, ya quede con alguien más.- dije. Mi mirada se había clavado en la taza de café. Rogaba para que no me pregunte con quién saldría, pero mis pedidos fueron en vano.
-Ahhhhh, vas a salir… Con quién? Claro, si se puede saber…- preguntó intrigado. Me sonreía esperando una respuesta, yo no sabía que contestarle. No quería empezar una amistad con mentiras, así que decidí no ocultarle nada y decirle la verdad. Al fin y al cabo, las mentiras tienen patas cortas.
-Liam me invitó a una fiesta en la casa de su amigo, lo siento.- Dije. No sabía si quería que me pisara un tren, o que la tierra me tragara, pero estoy segura que había sido el momento más incómodo que había tenido en toda mi vida. Su cara de desilusión lo decía todo.