Re: "Un Dulce Mes Contigo" - Joe y tu

por **aranzhitha** Mar 01 Mayo 2012, 10:10 am

awww estos calenturientos no se pueden esperar hasta su cuarto jajaja que pena pobre guia encontrarlos asi
Siguela!!!

por **fernanda** Mar 01 Mayo 2012, 4:48 pm

AMO ESTA NOVE!
LOS AMO A ELLOS ! :inlove: :arre:
SÍGUELA!

por **andreita** Miér 02 Mayo 2012, 1:15 pm

jajajajaj me mato cuando los regañoron jajajaa

por **Nani Jonas** Miér 02 Mayo 2012, 3:51 pm

chicas en un rato les subo cap

por **☎ Jimena Horan ♥** Miér 02 Mayo 2012, 6:01 pm

Siguelaa!!
amo lo lindo que es joe!!!
lo amo!!!!

por **☎ Jimena Horan ♥** Miér 02 Mayo 2012, 6:01 pm

siguelAAA! :D

por **Nani Jonas** Jue 03 Mayo 2012, 12:10 pm

Capítulo 51

7.35. a.m.
Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. (LAX)
California. EE.UU.

El aeropuerto de Los Ángeles es el quinto en volumen de pasajeros y carga del mundo, más de 90 compañías utilizan sus instalaciones. Al año desfilan por sus 9 terminales de pasajeros casi 61 millones de personas con destinos alrededor del mundo.

Cada día de la Terminal 5 de este aeropuerto, salen más de 21 vuelos con destino al D.F. eso hace que sean aproximadamente 6800 personas las que vuelan diariamente desde California al D.F.
Estadísticamente sería difícil que dos personas relevantes para nuestra historia se coincidan en ese aeropuerto; estadísticamente es difícil que además de estar el mismo día en el mismo aeropuerto, están en el mismo vuelo; y estadísticamente es aún más difícil que dos personas que se conozcan entre esas 6800 personas vuelvan a encontrarse en el amplio y populoso México…
Pero la estadística no es exacta, siempre tiene un margen de error, y a veces las mejores posibilidades son las que son casi imposibles.

De todas las 400 personas que esperaban en la sala de espera de la puerta 15 de la Terminal 5 nos interesan dos en concreto. Uno de ellos, es un joven que destaca entre la multitud de turistas porque va demasiado bien vestido para viajar.

Christian tiene los ojos cerrados y está a punto de quedarse dormido y posiblemente estropear su traje, pero la silla dura de la sala de espera es absolutamente incómoda y lo único que puede hacer es dormitar.
Su eficiente secretaria Mary Alice, le había conseguido un pasaje en bussiness class en el primer vuelo de la mañana, y él había estado encantado hasta que se enteró que tenía que estar en el LAX a las 5 de la mañana para los insoportables controles de seguridad.

Christian abrió los ojos y parpadeó molesto, removiéndose en la silla para encontrar una postura mejor. En realidad no tendría que estar en esa sala de espera, sino en la sala para pasajeros de primera y bussiness, pero le gusta más estar rodeado de gente. En un aeropuerto puedes cruzarte con personas de lo más insólito y a él siempre le había divertido ver tantas personas juntas.
Ahogó un bostezo, y se tapó la boca con la mano. Había tenido una noche horrible, casi sin dormir y dándole vueltas a qué podría estar pasando en su casa como para que su padre no fuera a trabajar.
“Como mínimo una guerra nuclear”, pensó con una sonrisa irónica. Volvió a cerrar los ojos y echó la cabeza hacia atrás, reflexionando sobre la situación… Su hermana estaba desaparecida, no respondía ni en su casa y en el trabajo le había dicho que estaba fuera en unos cursos… Y no había querido llamar a su casa, para llegar por sorpresa y ver las cosas con sus propios ojos.

_La situación económica de México atraviesa un momento esplendido, las inversiones exteriores han aumentado un 32% con respecto al año anterior. Esto hace completamente necesario abrir las puertas de esta empresa a los nuevos invers…¡Mier*da! ¡Se me olvidó!

Christian abrió los ojos de golpe y se sentó mejor, girando la cabeza a ambos lados para localizar a quien recitaba de memoria una parrafada económica. Pasó la vista por encima de dos chicas que parloteaban en inglés muy contentas, una pareja mayor que leía tranquilamente unas revistas, un joven que escuchaba su iPod y la posó en una chica que tenía abierto un portátil y tecleaba furiosa en él.

Estaba seguro que la anterior vez que había mirado allí, ella no estaba y sintió bastante no haber tenido los ojos abiertos para haber admirado aquel par de piernas. Ella no parecía haberse dado cuenta de que la estaba mirando porque cerró los ojos y volvió a repetir el párrafo anterior, esta vez perfectamente y continuó recitando su currículum, estudios y trabajos, especialidad y artículos publicados…
Christian sonrió, le encantaba la gente inteligente, pero si además tenían una cara tan bonita…. Hmmm aún le gustaban más.

Mayte se colocó el pelo detrás de la oreja, se lo había cortado el día anterior justo por debajo de la mandíbula y no terminaba de acostumbrarse. Toda su vida lo había llevado más largo, pero decidió que necesitaba una dosis extra de suerte para su entrevista de trabajo, y teniendo en cuenta que era en el D.F. pensó que daría mejor imagen con un corte de pelo más moderno.
Aún con los ojos cerrados, repasó mentalmente lo que le quedaba de la presentación. Llevaba una semana preparando la entrevista, había investigado sobre los ámbitos de la empresa, planeado una estrategia de mercado, una lista de sugerencias, y había redactado un discurso eficiente para que se quedaran clavados en la silla y se arrodillaran a sus pies y suplicaran que aceptase el trabajo.

_¿Porqué habríamos de contratarla?- dijo alguien a su lado.

Abrió los ojos de golpe y se incorporó tan deprisa que el ordenador se desequilibró en sus rodillas y si el joven parado en frente de ella no lo hubiera cogido se habría caído al suelo.

Frunció el ceño:_¿Perdone, decía algo?

El chico que tenía delante era alto y a pesar de la ropa tan seria, llevaba el pelo teñido de un extravagante color rubio. Sonreía y se sentó en la silla de plástico a su izquierda.

_Tu currículum es muy bueno, pero te preguntarán… ¿Porqué tendríamos que contratarla? … Es imprescindible que tengas una buena respuesta a eso.

Mayté se quedó con la boca abierta, ella no hablaba con extraños y no estaba del todo segura que a pesar del traje ese chico no estuviera loco. Igual iba hablando a todas las chicas solas en aquel aeropuerto. Pero… Si la ayudaba a pasar la entrevista, estaba dispuesta a hablar con todos los locos del planeta.

_Soy… Soy muy.. muy buena en mi campo, y este…- empezó a decir un poco incómoda ante una pregunta que no se había esperado.

Christian la miró más de cerca, sí que era bonita, de expresión dulce tenía unos ojos enormes. Negó con la cabeza.

_No… Eso está bien, pero no debe temblar, si hace eso, pierde puntos.

Ella lo miró preocupada y lo invitó a continuar. Christian sonrió ampliamente y dijo:
_Cuando le pregunten eso, y créeme, lo harán, tienes que decir “porque soy la mejor y me necesitan.”
Mayté se echó a reír, no se lo podía creer….

_No puedo hacerlo… Si digo eso me pondrán en la calle por arrogante. No es verdad.

Christian miró a lo lejos un instante, y la volvió a mirar bajando la voz:_ Mira, tienes que decirlo con seguridad, aplomo y tranquilidad. Tú piensas que no es verdad, pero ellos no lo saben… Y no se van a arriesgar a perder a un genio por dudar.

Mayté no estaba convencida aún, estiró las piernas frente a ella y cruzó los tobillos, estaba mirando la pantalla del ordenador con atención, y por eso no se dio cuenta de que Christian hacía lo mismo con sus piernas.
_¿Es importante para ti el trabajo?- preguntó Christian.

_Es mi única apuesta.- Asintió Mayté.

_Llevo 10 años viendo entrevistas de trabajo, y hace 5 que las hago yo. Hazme caso y tendrás la apuesta ganada.

Mayte no pudo evitar sonreír ante la absoluta seguridad de aquél chico. Comenzaron las llamadas para su vuelo, y el joven se levantó acomodándose la chaqueta.

_Muchas gracias. Has sido muy amable.- Le dijo Mayté, recogiendo sus cosas.

Christian, en otra situación se hubiera encogido de hombros, sin embargo hoy no se sentía como el Christian de EE.UU. sino el de México. Sacó un papel de su bolsillo y garabateó su número de teléfono en un lado.

_Si te dan el puesto gracias a mi me invitas a una copa, si no te lo dan por mi culpa, te invito yo.

Mayté, en otra situación no hubiera aceptado la nota, pero le parecía descortés no cogerla después de que él se hubiera tomado la molestia de ayudarla. Además, se dijo mientras la cogía y la doblaba hasta meterla en la funda de su ordenador, no lo volvería a ver una vez en México, así que no pasaría nada.

……….

10.30 a.m.
Hotel en Querétaro, México.
________ estaba muerta. Eso era lo único que explicaba que se sintiese en el cielo… Pero en su sueño se dio cuenta de que nunca había sido tan buena como para estar en el cielo, giró en la cama enrollándose con la manta y acercándose más a Joe. Pero algo fallaba en esa ecuación, faltaba algo… Sin abrir los ojos palpó la manta.
Ok. Eso lo tenía. Estiró el brazo y fue tocando la cama, para sólo encontrar espacio vacío delante de ella. Abrió un ojo y efectivamente, su mano no la había engañado. Joe no estaba en la cama.
Con un gruñido se dio media vuelta hasta quedar boca arriba y levantó la cabeza roja para echar un vistazo por la habitación. Frunció el ceño al no encontrar al objeto de sus atenciones en el espacio reducido de su habitación. Pero le pesaba tanto la cabeza que volvió a dejarla caer sobre la almohada.

_¿Dónde estás Joe?- murmuró por lo bajo.

En aquél momento se oyeron ruidos en la puerta, y el hombre más deseado dentro de esa habitación, entró llevando varias bolsas y la cámara al cuello.

_¿Dónde estabas?- preguntó ________.- ¿No me digas que alguna queretana te ha estado enseñando la ciudad?

Joe sonrió y le guiñó un ojo:_ El queretanO que me enseñó las cosas estaba casado, y la verdad no era mi tipo. Pero si te hubieras despertado cuando te lo dije… no te hubieras perdido las vistas.

________ suspiró, pero levantó la cabeza inmediatamente:_ ¿Despertarme? Ni lo has intentado Jonas.

Joe cogió una bolsa de dulces y se sentó en la cama, riéndose.
_Casi se despierta el edificio, pelirroja. Pero reconozco que estás tan bonita durmiendo que es una pena despertarte.

_______ sonrió y se abalanzó sobre la bolsa, robando un croissant de ella. _¿Qué vamos a hacer hoy?
Joe se tumbó de espaldas:_ ¿Qué tal si terminamos de ver la ciudad, comemos y por la tarde salimos a Guanajuato?

________ mordisqueó el croissant y asintió con la cabeza._Vale, ¿pero puedo conducir yo? Me encanta esa parte del trayecto, así te fijas en el paisaje.

Joe la miró un segundo y dijo pensativo:_ No lo había pensado la verdad…

______ saltó de la cama, y se dirigió al baño:_ Además conduces como una viejecita… Tardaríamos toda una vida en llegar.

Joe le lanzó una almohada que rebotó en la puerta cuando ella la cerró rápidamente:_ A que no me dices eso dentro de la ducha.

_______ abrió la puerta, y sacó la roja cabeza por ella:_ Ya te he dicho que no tengo miedo a nada… Y menos a tus amenazas insulsas…. VIEJECITA!!

_¡Esa te la has ganado! –Dijo Joe saltando de la cama, quitándose la camiseta a toda prisa y corriendo al baño con ella.

Desde el pasillo de la habitación se oían sus risas y algún grito agudo de ________ seguido de carcajadas de Joe.
Un hombre vestido con ropa oscura estaba apoyado en la pared, sacó un cigarrillo del bolsillo de su chaqueta y lo encendió con una cerilla, rascando el papel pintado del hotel.
Tomó una calada profunda y maldijo la hora en que tenía que estar aquí. Había conducido desde el D.F la noche anterior y había llegado tarde para inscribirse en el hotel, así que había tenido que pasar la noche en el parque frente al hotel esperando a que se hiciese de día.

Está bien, era un criminal de poca monta, se dedicaba a seguir las órdenes de su jefe Castilla, pero también era una persona, y le hubiera gustado pasar la noche con su mujer y no en un banco como un mendigo. Criminal sí, mendigo no.
Y todo por esa pareja que por lo que podía oír era de lo más normal, al oír las risas de los dos, no pudo dejar de sentir un pinchazo de envidia, de acordarse de su María y de maldecir al medicucho que mandaba trabajos tan tontos.

Sólo le quedaba seguir a estos dos durante unos días y esperar más órdenes.

por **Nani Jonas** Jue 03 Mayo 2012, 12:12 pm

Capítulo 52

Any se dijo que seguramente tenía una pesadilla, porque lo que tenía delante no era normal. A punto estuvo de gritar cuando un dinosaurio feroz apareció en su campo de visión. “No puede ser, me he vuelto loca” pensó, parpadeando para ver si desaparecía la imagen de aquellos dientes enormes.

_Ahora cierro los ojos, los vuelvo a abrir y estoy en mi casa en mi habitación…-se dijo en voz baja.

Pero el dinosaurio siguió en su sitio, y cuando Any levantó la cabeza de la almohada, pudo ver que no era el único en la habitación; había dinosaurios en la pared, el techo, en juguetes.
¡Caray hasta en las sábanas donde dormía!. El enorme dinosaurio parecía haber cambiado la mueca feroz por otra de diversión y Any lo miró un pelón enfadada

_¿Tú qué miras? – masculló en voz baja. Pero el dinosaurio siguió sonriendo.

Any sentó de golpe en la cama y al minuto se arrepintió porque se mareó y la cabeza le dolió, justo en el lugar donde Iñaki la había estrellado contra la estantería. Gimió y se llevó la mano a la cabeza, y se quedó mirando la habitación. ¿Dónde estaba?
Si la cabeza le dolía, eso quería decir que las pesadillas habían sido ciertas, e Iñaki era un peligro para cualquiera.

“Bien Any, Iñaki te golpeó tan fuerte que has perdido la cabeza”, pensó. Ni siquiera sabía qué hora era, y cuando fue a mirar su reloj se dio cuenta de que no lo llevaba.

_¡Llego tarde!- masculló, y bajó los pies de la cama, para tropezar con unas almohadas y mantas que había en el suelo, como si alguien hubiese dormido allí.

Y fue entonces cuando se dio cuenta de dónde estaba, y una fracción de segundo después se dio cuenta de lo que llevaba puesto.

…..

_Mamá se va a enfadar.- Comentó Miguelito a su tío en la mesa de desayuno, mientras se metía una cucharada de cereales enorme dentro de la boca, y la leche se le caía por la barbilla.

Miguel tenía la frente apoyada en la mesa y le dolía todo el cuerpo de dormir en el suelo. Bueno, si a eso se le podía llamar dormir, porque había pasado gran parte de la noche pensando en lo que había ocurrido aquella tarde.

Aunque Any no se quejó ni lloró más, había tardado casi tres horas en soltarse de él, y cuando finalmente se levantaron del suelo del salón él no sabía que hacer con ella. Cenaron en la casa de Roberta, y él se había ofrecido a llevarla en coche a su casa. Durante el camino, ella se quedó dormida y Miguel pensó en que lo mejor era no llevarla a donde Iñaki la pudiese encontrar, al menos por hoy, así que a escondidas la metió en casa de su hermana.

_Tu mamá no tiene porqué enterarse…- comentó levantando la mirada de la madera para mirar a su sobrino.- ¿Entendido?

Miguelito asintió:_ ¿Qué onda con ella?

Miguel lo miró con cara de pocos amigos :_ “¿Qué onda con ella?” –Repitió sorprendido- ¿Y a ti quién te ha enseñado a hablar así pequeño criminal?… sólo tienes 7 años
Miguelito sonrió con sus dos hoyuelos y se encogió de hombros:_ En el colegio.

Miguel suspiró y decidió ignorar a su sobrino antes de que le volviera loco. Había conseguido esconder a Any, y estaba durmiendo en el suelo, cuando la puerta se abrió y Miguelito entró en la habitación. Así que no sólo tenía que esconderla de Lupe, sino que además tenía que evitar que Miguelito se fuera de la lengua.

Su hermana, ya lista para ir a trabajar entró en la cocina, y los miró ceñuda:

_¿Todavía estáis así? _negó con la cabeza, y señaló la escalera mirando a su hijo- Sube a ponerte el uniforme.

Miguelito puso mala cara y miró a su tío._ Me siento mal mamá.

Lupe alzó las cejas:_ Claaro. Anda arriba.

Miguelito miró con insistencia a su tío y repitió:_Me siento mal.

Miguel captó la onda, suspiró audiblemente, y miró a su hermana:_ Es verdad… Hmmm…- pensó rápidamente – esta noche creo que tenía fiebre. Ha estado insoportable… - añadió entredientes.

Lupe miró alternativamente a su hermano y a su hijo, y de vuelta a su hermano:_ No esperarás que te crea ¿verdad…?

_Mira Lupe, como comprenderás a mi no me interesa pasar más tiempo del necesario con Miguel, si no me crees…- Dijo Miguel harto.

Lupe lo miró con desconfianza, pero al ver que ya llegaba tarde lo miró:_ Vale, se queda en casa esta mañana, pero lo vigilas hasta que llegue la asistenta.

Miguel esperó hasta que su hermana se hubo marchado para dirigir una mirada asesina a su sobrino:_ Serás delicuente… ¿Dónde has aprendido eso? ¿En el colegio también?

Miguelito lo miró beatíficamente y siguió masticando sus cereales con tranquilidad. Miguel no se podía creer lo bajo que había caído. ¡Chantajeado por un crío de 7 años!

_¡Necesito café y lo necesito ya! –murmuró.

Acababa de servirse una taza cuando una voz a sus espaldas dijo:
_¿Me has quitado tú la ropa?

A Miguel casi se le cae la taza al suelo, y al niño los cereales de la boca. Se dio la vuelta para encontrarse a Any en lo alto de la escalera y no pudo evitar sonreír. Llevaba puesta una camiseta de los Pumas vieja que ya había perdido todo el color y que le venía grande. La sonrisa tembló cuando vió la mirada asesina que le dirigió Any.

_Hmmm… ¿Sí?- sugirió, tomando un sorbo de café.- Prometo que no miré.
Mentalmente añadió “demasiado” porque lo cierto era que era imposible no mirar, si Any era bonita con ropa, sin ropa era simplemente hermosa.

Any le lanzó una mirada furibunda, bajó las escaleras y se sentó a la mesa, bajo la atenta mirada de los dos Migueles. El niño parecía interesado y aunque su primera idea había sido ir a jugar con sus juguetes, esto parecía mejor.

_Para tu información no me gusta aprovecharme de las chicas inconscientes, creo que prefiero que me recuerden.- Sonrió Miguel y le puso una taza de café delante.

_Te voy a matar…- dijo Any sin auténtica convicción y sonrió a Miguelito, que le devolvió la sonrisa y le ofreció su plato de cereales, a lo que ella

_Se me ocurren algunas maneras de cómo me podrías matar… - comentó Miguel sentándose a su lado. Bajando la voz para que no los oyera Miguelito, añadió:_ A besos por ejemplo.

El niño puso los ojos en blanco y sacó la lengua.

Any se puso colorada y lo miró sonriendo ligeramente:_ Todavía estoy enfadada.
Además ¿dónde está mi reloj? No me digas que eres un ladrón además de un mirón.

Miguel sonrió y bebió de su taza:_ Sin ropa y sin reloj no ibas a salir de aquí. Están buen recaudo, y cuando considere que estás lista para irte te los devolveré.

Any lo miró con la boca abierta:_ ¿Estás mal? Eso se llama secuestro y tengo que ir a trabajar…. –Se levantó de la silla y comenzó a dar vueltas por la cocina descalza- Me van a despedir, mi jefe es un imbécil… -Se llevó las manos a la cara y se tapó los ojos- Dios… Llego tarde, llego tarde, llego tarde…

Miguelito no paraba de reír, el espectáculo era mejor que Pokémon, y se atragantó con la leche, tosiendo; y Any no paraba de repetir “llego tarde”. Miguel, viendo que la cosa se le iba de las manos, tomó decisiones…
Al niño pequeño dos palmadas fuertes en la espalda y lo mandó con una mirada infanticida al salón, y a la niña grande la sujetó por los brazos con suavidad y firmeza para que parara de moverse como una centella por la cocina.

_Tranquila. Primero, todavía puedes llamar, no es tan tarde. Y segundo, después de lo que pasó ayer no pienso que debas estar en ningún lugar donde Iñaki te encuentre.

_No pienso dejar mi trabajo. A la que busca es a Roberta y yo estoy bien.- Dijo Any tozudamente, pero sin soltarse.

_Y no estoy diciendo eso, pero no sé cuanto tardará en pasársele el enfado a Iñaki. Creo que con un día será suficiente…. Además no estás bien.- Miguel la miró serio ahora.

_Lo sabré yo mejor…- Dijo Any esquivando su mirada.

Miguel la soltó y le tocó con los dedos la mejilla suavemente:_ Esta noche te la has pasado gimiendo asustada en sueños… No soy un experto, pero no creo que eso sea estar bien.

Any no contestó durante unos minutos y después asintió:_ Vale, ya me puedes dar la ropa y mi reloj. No me voy a ningún lugar.

Miguel sonrió y le dio un beso en la nariz:_ Están en el armario de la habitación de los niños.- Al ver la mirada confundida de ella, añadió:_ La que tiene coches y no dinosaurios.

Any le devolvió el beso, poniéndose de puntillas, y Miguel le dijo por lo bajo:

_Aunque así vestida estás devastadora.

Any se rió, pero subió las escaleras corriendo.

Miguel estaba medio distraído mirando las escaleras cuando Miguelito asomó la cabeza por la puerta.

_Parece una de las barbies de Ari…- comentó pensativo. - .. pero más grande y simpática.

_Tú te callas delincuente…- Masculló Miguel mirándolo.- ¿No estabas viendo la tele?

El niño asintió con una gran sonrisa: _Hay dibujos.

_¡Dios! ¡Qué familia tengo!....
Miguelito se acercó y se colgó del pantalón del pijama de su tío, diciendo:

_Si quieres te mato a besos…- y puso morritos y comenzó a lanzar besos de burla al aire.

Miguel levantó al crío en el aire y se lo cargó a la espalda para llevarlo al salón:_ YA me tienes loco sin besos, vamos a dejarlo así ¿vale?.

Chicas disculpen por lo haberles subido cap ayer aqi les dejo 2 caps como recompensa

por **andreita** Jue 03 Mayo 2012, 12:20 pm

que hermosa nani
gracais :)
me encatan esa dos parejas
enserio
espero no se acabe esa felicidad

por **aranzhitha** Jue 03 Mayo 2012, 3:14 pm

Awwwww me encanta Miguelito es tan lindo me hace reir mucho y me dio risa lo de si quieres te mato a besos jajaja :risa:
y esas dos parejitas me encantan son relindas :arre:
Cristian ya va a llegar yeiii
siguela!!!!!!!!!!!

por **fernanda** Jue 03 Mayo 2012, 5:00 pm

ajjaajjajajajajajajajajjajaja xd
me gusta muchisimo esta nove!
síguela!

por **Nani Jonas** Vie 04 Mayo 2012, 11:51 am

Capítulo 53

Miguel cerró las puertas del salón dejando al niño con la tele y subió las escaleras corriendo. Para su pena Any ya estaba vestida y miraba la habitación de Miguelito. Miguel se acercó por la espalda y la asustó al cogerla por los hombros.

_¡Caray Miguel! –Gritó Any dándole una palmada en el hombro.

Miguel sonrió y la abrazó por la cintura:_ Quería ver si cumples esa amenaza de matarme… Sonaba bastante bien.

_No pienso matarte a besos mi rey.- Contestó ella ceñuda.

Miguel sonrió aún más::_ Ohh bueno, entonces puedes matarme poco a poco que así duele más… - Comentó con una sonrisa sugerente.

Any no pudo evitar echarse a reír:_ Sólo a ti se te ocurren esas cosas Miguel.

Miguel asintió satisfecho y la besó como tenía ganas de hacer desde… Hmm … Desde siempre, para qué engañarse. LA tenía justo donde la quería tener, pegada a él con las manos de ella apoyadas en su pecho, y a pocos centímetros de una cama… Aunque dudaba que los dos cupiesen en ella.

Miguel dio un paso adelante y Any tropezó con las mantas del suelo y cayeron sentados en la minicama. Any no pudo evitar reírse al ver al tiranosaurio sobre ellos, Miguel siguió la dirección de su mirada y le guiñó un ojo al dinosaurio de cartón.
_Ves amigo… Esta es la chica de la que te hablé… ¿A que es bonita?- le comentó al tiranosaurio, que definitivamente le sonreía, mientras se tumbaba en la cama y abrazaba a el a Any hasta que quedaron los dos encajados allí.

_¿Le has hablado de mí al dinosaurio?- Dijo Any con la cabeza apoyada en el pecho.

Miguel la abrazó un poco más, para acomodarla mejor:_Sí, somos viejos amigos… Me convenció para que no me dejara vencer y te consiguiera.

Any lo miró sonriente:_ ¿TE ibas a rendir? …. –Suspiró teatral_ Menuda desilusión…

Miguel tiró de uno de los rizos y se lo enroscó en el dedo:_En aquel momento me odiabas… No recuerdo las palabras exactas, pero insinuaste que no tenía corazón ni sensibilidad.

Any se tapó la cara y se echó a reír:_Noooo… No me lo recuerdes… - apartó las manos para mirarlo con los ojos brillando:_De todas formas te lo merecías, por salir con esa Susana.

Miguel tiró del mechón:_Perdona reinita, pero si una güera que conzco hubiese salido conmigo desde el principio … Otro gallo nos hubiera cantado…

Any lo miró un segundo en silencio, y de repente recordó todas las razones por las que no le había dado bola… Los acontecimientos de los últimos tres días habían hecho que las olvidase, pero en aquella cama y con la sonrisa de él, vinieron a su mente: él era un mujeriego por naturaleza, y pronto se encapricharía de otra chica a la que llamar princesa o reina… Y ella se quedaría allí sola y con el corazón hecho pedazos.
Se había dicho que no lo querría, y ahí estaba, en su casa, en su cama y abrazada a él… Y totalmente loca por él.

Miguel debió notar algo raro en su mirada porque se le borró la sonrisa de la cara, se sentó apoyándose en la cabecera y el preguntó:_ ¿Qué te pasa Any, te sientes mal?

Any cerró los ojos y empezó a decir en voz bajísima:_¡Ay Dios! No, no, no, no, no, ….

_Tranquila no pasa nada porque llegues tarde… ya lo hemos hablado…- Dijo Miguel confuso, mientras ella no paraba de repetir “no, no, no”

Any abrió los ojos y mirándolo unos segundos, trató de rodar por la cama para salir de ella, pero Miguel la detuvo a tiempo y la obligó a sentarse en la cama sujetándola por los brazos.

_¿Se puede saber qué te pasa?- estaba preocupado…

_Me equivoqué… No tendría que haberte besado en aquel armario- dijo Any .- Esto es un error…

A Miguel los ojos le centellearon:_A qué te refieres? – dijo bajando el tono de vos hasta hacerlo cortante.

Any lo miró con ojos enormes y tristes:_ Que esto no funcionará. Un día te cansarás de mí y pasarás a otra… Y yo me quedaré… -se le cortó la voz…- Por eso no quería salir contigo.

Miguel no se lo podía creer, estaba empezando a enfadarse y bajó aún más el tono de voz:_Vaya, qué bueno saberlo antes de tiempo… - sijo sarcásticamente- Pero sería bonito que me tuvieras en cuenta a la hora de decidir eso.

Any lo miró:_ Y te tengo en cuenta, …. Eres maravilloso Miguel, pero ¿cuántas novias serias has tenido?

Miguel la miró ceñudo, pero no habló y quien calla, otorga. Any lo miró aún más triste y le preguntó:
_¿Y cuántas novias no serias has tenido de las que no te acuerdas?

Miguel sacudió la cabeza:_ Eres injusta Any, esto no es lo mismo.

Any se soltó con suavidad y se bajó de la cama mirándolo con una sonrisa triste:_ Te lo parece ahora por la novedad, pero cuando te aburras y te apetezca estar con mil otras….

Miguel se paró frente a ella:_ A mi me importas Any de verdad- dijo estirando una mano pero no llegó a tocarla. De alguna manera la situación se le iba de las manos y no la podía controlar.

Any asintió: Y tú a mí Miguel, pero no quiero estar presente cuando me digas que ya no te importo tanto. Lo he visto en mi casa y me moriría.

La mano de Miguel se cayó en el aire, y cuando ella salió de la habitación él aún seguía parado allí. Los pasos de Any se desvanecieron por la escalara y él se tumbó en la cama, muerto. O al menos esa era la sensación que tenía.

……

_¿Puedes hacer el favor de frenar un poco? Te has pasado el límite.- Dijo Joe disimulando que se agarraba al asiento.

________ lo miró sonriente sin reducir la velocidad:_ Todo el mundo lo hace.

_Ya bueno, y si todo el mundo se tira por un puente?- Gruñó Joe.

_Yo la primera y más alto y más rápido que los demás.- Contestó ________ muy segura, pero a pesar de la declaración de intenciones levantó el pie del acelerador lo suficiente como para que Joe dejase de estar verde.

_¿Pretender batir algún récord, ser la próxima Alonso o algo por el estilo?

_Por lo pronto pienso batir una marca personal, ¿pero tú no debería estar haciendo fotos o algo por el estilo? – dijo ________ con una sonrisa aún más ancha.

Joe asintió: _ Sí, pero tú mantén los ojos en la carretera pelirroja.- Dijo mientras sacaba la cámara de la bolsa. Y hacía unas fotos hacia San Miguel e Allende, pasarían cerca aunque no tenía planeado parar.

_Es una pena que no paremos allí, es precioso-. Dijo ________ haciendo un gesto con la cabeza.

Joe apartó la mirada de la carretera, y dijo con una sonrisa:_¿Lo conoces mucho?

Ella asintió:_ Mi abuela tiene una casa en un pueblo entre S. Miguel y Guanajuato, casi todos mis veranos los he pasado con ella…- Se rió un poco.- Es todo un personaje…

Joe hizo otra foto al paisaje cambiante, al tráfico, a peseros destartalados y microbuses relucientes, que circulaban junto a Audis y Mercedes de última generación. Otra muestra más de los contrastes de México.

_¿Te pareces a ella?- preguntó curioso.

________ inclinó la cabeza a un lado pensando:_ Sí… bueno, siempre la he admirado mucho y no me importaría parecerme a ella… - Recordó sus aventuras- Es de armas tomar. De pequeños Miguel le tenía mucho miedo…

Joe se rió:_¿Quieres pasar a verla? Podemos parar… -sugirió.

________ negó con la cabeza:_ Tal vez a la vuelta. Ahora vamos a trabajar.

_OK mi general. – Bromeó Joe y sacó uno de sus cuadernos de notas, comenzando a escribir cosas con letra ilegible. ________ lo observaba de rejo:

_ ¿Y tú te pareces a tus padres?_ le preguntó.

Joe contestó sin levantar la cabeza:_ Hmmm… Dicen que me parezco a mi padre.. Tiene que ver con los ojos y la nariz, pero la boca es de mi madre…

________ aceleró de golpe haciendo que a Joe se le escurrieran los cuadernos de las manos.

_Eso no vale como respuesta Dieguito…- Sonrió inocente.- Te doy otra oportunidad, o sigo acelerando…

_Supongo que sabes que estás loca ¿verdad? – Dijo Joe y la miró con mala cara. ________ aceleró un poco más, haciendo que Joe hiciera una mueca.

_¿Sabes que este coche tiene un gran motor?… Superpotente- comentó ________ sonriente.

_Joe miró por la ventanilla, y dijo entre dientes:_ Supongo que a pesar de todo me parezco más a mi padre que a mi madre… Somos demasiado parecidos como por eso chocamos.

________ frenó un poco haciendo que el coche, aunque rápido, volviera a su estado normal.

_¿En qué chocáis? – preguntó aprovechando al máximo esa oportunidad de interrogatorio._ ¿Porqué nunca hablas con ellos?

_Que yo sepa tú tampoco hablas mucho con tus padres….- Dijo Joe esquivando la pregunta.

_¿Sabías que este tramo lo he hecho a 150 Km. por hora? Es una pasada, el volante vibra y parece que no lo puedes dominar… - dijo ________ tranquilamente.

_¡Vale! Vale, - la interrumpió Joe- Mi padre me quiso obligar a hacer algo que yo no quería y me chantajeó ¿Ok? No pienso decir nada más…

_¿Te chantajeó?- repitió ________ incrédula.

_Sí me chantajeó, y consiguió lo que quería.- Masculló Joe.

_¿Y qué quería que hicieses?

Joe frunció el ceño:_ ¿Qué parte de “no pienso decir nada más” no has entendido?

________ sonrió y canturreó con voz aguda y despreocupada:_ 150 km horra… puede que 160 …

Joe permaneció en silencio, ignorando la amenaza hasta que la aguja del coche alcanzó los 145 km…. Y seguía subiendo.

_Te falta un tornillo, sabes ________.

_Sí y por eso soy tan encantadora…- Dijo mirándolo y parpadeando teatralmente.

LA aguja subió a 150 km y a Joe se le puso la cara verde de nuevo.

_Mi padre tenía unos planes de vida para mí, una carrera y trabajo listos, y me obligó a darle mi palabra. Hicimos un pacto de caballeros y cuando llegó la hora de cumplir su parte del trato, no lo hizo y me traicionó. Y ahora antes de que te estrelles no hay nada más que decir de verdad.

________ vió que si seguía conduciendo como una suicida, no iban a llegar nunca a Guanajuato, disminuyó la velocidad hasta un límite razonable.

_Es un placer hablar contigo. De verdad, que no me puedo creer que conduzcas como una viejecita….

_Bueno, entonces nos llevarás a todas partes tú, ¿OK? Schumacher… -Dijo Joe sarcástico.

________ asintió pasando del sarcasmo, y mantuvo la vista fija en la carretera, el trayecto era bonito y corto. Y estaba a punto de sugerirle que podían parar para tomar algo cuando su móvil sonó.

_Puedes responder tú… Es que estoy conduciendo.- LE pidió.

Joe sonrió débilmente:_ ¿Estás segura? Si puedes conducir así seguro que también puedes hablar a la vez… - Dijo con ironía mientras revolvía el bolso en busca del celular.- Me sorprende que ahora te acuerdes de las normas de tráfico.

_Es verdad.- Afirmó ________.- dáme el celular que respondo…- Dijo ________ de broma, pero Joe por si las moscas se apresuró a contestar.

_¿Qué son los padres de Any?- preguntó una voz que sonaba estrangulada, que i siquiera había dicho “Hola”.

_¿Miguel? Eres tú?

_Digo, pregúntale a ________ qué son los padres de Any.

Joe decidió no hacer más preguntas por el momento y repitió la pregunta. ________ no lo miró.
_Su padre tiene una empresa mediana y su madre es profesora…

_Empresario y profesora. _Dijo Joe a Miguel.

_¿Me refiero a cómo son? –dijo Miguel con urgencia y expasperado.

Joe se lo repitió.

________ dejó de mirar a la carretera para angustia de Joe y dijo:_ Pon el manos libres. Ya.
Nada más que Joe pulsó el botón comenzó a gritar.

_¿Se puede saber qué le has hecho? Como llore juro que te mato ardillo.

La voz de Miguel sonó furiosa al otro lado: _Ya sé que soy un monstruo, ya que lo habéis decidido entre todos, pero podías responder a mi pregunta, no le he hecho nada.

________ se quedó en silencio, en general no se metía en la vida de los demás, porque no le gustaba que se metieran en la suya. Pero decidió hacer una excepción.

_El padre de Any es muy atractivo, siempre lo fue, todo un donjuán.- Dijo remarcando la última palabra.- Encantador con las mujeres, con TODAS. Su madre estaba locamente enamorada cuando se casaron y él no tardó nada en engañarla…. Por lo poco que ella me dijo los dos son infelices, ella porque a pesar de todo lo quiere y él porque no es libre.

Miguel se quedó en silencio y musitó:_Gracias. Ya nos vemos. – Y colgó.

_¿Porqué le has ayudado? Hace una semana no creías que debieran estar juntos…- Comentó Joe.

________ se encogió de hombros. _Merecen una oportunidad para equivocarse… Eso siempre me lo dice Any…. Estoy haciendo que siga sus consejos.
-…….
_Tu amiga se ha ido.

Miguel estaba tumbado en la cama todavía en pijama, no se había movido de allí desde que Any se fue. Giró la cabeza para ver a su sobrino asomando la cabeza por la puerta.

_Ya lo sé.- Dijo en voz baja.

_¿Ya no sois amigos? –preguntó Miguelito, entrando en la habitación y lanzándose a la cama en caída libre, aterrizando en el estómago de Miguel. _¿Le has gritado?

Miguel acomodó a su sobrino a su lado, en el mismo lugar donde había estado Any un rato antes y respondió ceñudo:_ Yo no he gritado a nadie.

El niño cogió un dinosaurio y lo movió en el aire:_ ¿Entonces la has mirado como me miras a mi?

Miguel lo miró sorprendido:_¿Perdona, delincuente?

_Ya sabes.- Dijo Miguelito y puso una cara malvada frunciendo el ceño. –Así muy enfadado.

Miguel le aplastó la cabeza para que la apoyara de nuevo en la almohada, para que no lo viera sonreír.

_Verás pequeño criminal, esa mirada es sólo para ti.- Suspiró pensativo.- En realidad es ella la que me miró así.

El niño meneó el dinosaurio delante de las narices del tío, que hablaba más para él que para el niño:_ Me temo que no soy lo suficientemente bueno para que quiera ser mi amiga.

Miguelito lo miró sorprendido:_¿Le has dejado jugar con tus cosas?… A las niñas les gusta que compartas… Me lo ha dicho mamá… En el cole es así… Les dejas tus juguetes y son tus amigas…

Miguel miró a su sobrino y tuvo ganas de darle un beso, pero se reprimió, si se mostraba débil con el enano hoy, mañana sería su siervo. Sonrió:_Tendré en cuenta tu consejo.

El niño asintió y se volvió a tumbar haciendo ruiditos que pretendían ser el gruñido del muñeco:_ ¿Y que piensas hacer? Porque se ha ido llorando….- Sacudió la cabeza:-Es lo que odio de las niñas, siempre lloran….Ari se la pasa llorando cuando está en casa.

A Miguel se le encogió el alma, hacía 24 horas había amenazado con pegar a Iñaki si la hacía sufrir, y resulta que hoy era él quien lo hacía.
Pero esto no se iba a quedar así, todo el mundo pensaba lo peor de él, y nadie se había molestado en preguntar su opinión ni lo que quería hacer. Había llegado la hora de hablar.
Lo iba a arreglar. Como que se llamaba Miguel Arango.

por **aranzhitha** Vie 04 Mayo 2012, 8:15 pm

awww pobre Miguel nadie cree en él :(
la rayita que loca
Miguelito me encanta
Siguela!!!

por **fernanda** Vie 04 Mayo 2012, 8:30 pm

jajajajajajajja amo a ese niñoxd
AMO LA NOVE :love:
SÍGUELA POR FAVOR! :bounce:

por **Nani Jonas** Mar 08 Mayo 2012, 9:48 am

Capítulo 54

Guanajuato, México.

Guanajuato había visto muchas cosas en todos sus siglos de existencia, ha visto crecer la ciudad y expandirse por las sierras, iglesias barrocas levantarse de la tierra hacia el cielo del valle, el oro y la plata salir de las colinas, las personas ir y venir… Lleva décadas colgada de la sierra Luna Madre, y casi nada la sorprende, pero quizá el coche negro que cruza la ciudad zumbando, a una velocidad totalmente inapropiada para el centro, pueda llamar su atención.

_________ aparcó con una frenada en seco en el primer hueco que encontró libre cerca del Mercado Hidalgo, y Joe saltó del coche.

_¡Cristo! __________, no sé quién te dio la licencia, pero seguro que no hiciste ningún examen.

__________ cerró la puerta con tranquilidad y se apoyó en el capó del coche sonriendo:
_Tienes toda la razón. –Bajó la voz como si fuera a contar un chisme.- Es un secreto… pero me lo dieron en una feria. – Y se echó a reír a carcajadas.

Joe hizo una mueca y murmuró por lo bajo:_ Vaya… Eso me lo creo, no hace falta que me lo jures.

_______ que lo había oído perfectamente, sonrió complacida y miró a la ciudad de sus veranos con una cara de placidez total. Hacía tanto tiempo que no venía que había olvidado cuanto le gustaba, hasta el aire parecía distinto del de la ciudad.
Tan concentrada estaba mirando las casas, que no se dio cuenta de que Joe estaba parado a su lado con la mano extendida y la palma hacia arriba.

_¿Si? –preguntó sorprendida.

_Las llaves…- pidió Joe con una media sonrisa- La Virgen de Guadalupe nos ha protegido hoy, pero me temo que es mejor no tentar a la suerte más veces. Igual se ha cansado de mis plegarias.

________ lo miró con una mueca, y revolvió en los bolsillos de sus pantalones hasta dar con las llaves de su coche, y se las dio mascullando:_ Gallina… Mira que eres nenita.

Joe sonrió ampliamente cuando las tuvo en su cazadora y palmeó el bolsillo. ________ entrecerró los ojos y le dijo:

_¿Y cómo voy a conducir al hotel sin las llaves?- le dijo quisquillosa.

Joe echó a andar, dejándola parada frente al coche y le dijo sin volverse:
_ ¿Quién te ha dicho que vas a conducir?

Cuando ________ llegó a su altura protestando, la interrumpió añadiendo:_ Además no sabes a dónde vamos esta noche, así que tampoco nos podrías haber llevado…

________ cerró la boca y la volvió a abrir: _La verdad no sé para qué he venido si ni siquiera me dices lo esencial…- Dijo refunfuñando, medio en broma.

Joe pasó un brazo por sus hombros y caminó a su paso, sonriendo.
_Creo que ha quedado claro que tú has venido para hacer el viaje más interesante. – Se rió un poco más.- Además de provocarme infartos.

_Tampoco seas exagerado, no conduzco tan mal.- Dijo ________ dándole un golpecito en el pecho.

Joe se inclinó y le dio un beso en el cuello mientras decía en voz baja:_ Yo no he dicho que sea conduciendo.

Paco, conocido entre sus compañeros de profesión como Pajarraco por su gran nariz, sacó un cigarrillo y lo encendió mientras veía a _________ echarse a reír y mirar al joven castaño muy contenta. Era una suerte que aquellos dos caminasen más despacio de lo que conducían.
Car*ajo, la chica conducía como una suicida, y le había costado mantener el ritmo, de hecho casi se estrella en Santa Rosa Jáuregui, nada más salir de Querétaro. Entendía perfectamente que el chico –sacó una nota de su bolsillo, para confirmar el nombre, Bustamante, eso…- le hubiera quitado las llaves. Si por el pajarraco hubiera sido, le hubiera encadenado las manos…

Suspiró profundamente mientras tomaba otra calada profunda de su cigarrillo. Esta profesión estaba acabando con él… Paco, Paquito el Grande, el Pajarraco… Él que había robado las mejores tiendas y era un experto estafador, tenía que estar siguiendo a una pareja de chamacos… Car*ajo. Dos veces car*ajo.

________ que seguía ajena al hombre que a una distancia prudencial los seguía con paso cansino y cara aburrida, miraba a Joe de reojo y no podía evitar sonreír. Hacía años que no era tan feliz y lo estaba pasando en grande, y sin hacer nada en particular, porque a pesar de estar de viaje, Joe no paraba de ir a lugares, entrevistar gente, sacar fotos y apuntar como un loco cosas en esos cuadernos.
Ella, que era adicta al trabajo y que estaba horas en él, reconocía cuando alguien disfrutaba haciendo su profesión, y era obvio que Joe lo hacía.
Por eso no terminaba de entender al padre de Joe ¿chantajear a su propio hijo? Y todo por una carrera de economía. Sacudió la cabeza…

Había tenido suerte de tener a su padre que, aunque hubiera preferido que se dedicase a otra cosa, nunca le impidió hacer lo que deseaba.
Roberta se moría de ganas de preguntarle sobre el trato que habían hecho, pero por la cara que Joe puso en el coche – y estaba segura de que no estaba relacionada con la velocidad- tendría que dejar esa conversación para otro momento… “Otro en el que esté al volante de nuevo” razonó con una sonrisa.

_¿En qué piensas?- le dijo Joe, sacándola de sus pensamientos. – Es raro que estés tanto rato en silencio.

_En nada importante. Tonterías.- Sacudió la mano quitándole importancia al asunto.
Joe la miró frunciendo el ceño, pero se encogió de hombros, y se paró frente a una de las calles.

_EL Quijote, Diego Rivera, Archivo Histórico. Elige pelirroja. –Dijo sonriendo.

_________ arrugó la frente:_¿Más museos? Por Dios, me voy a morir de aburrimiento. ¿Sabes que son perjudiciales para la salud?

Joe, se rió un poco, y sacudió la cabeza:_ No te quejes que ya te llevaré a sitios más interesantes.

_______ sonrió:_ Mencionaste un callejón… ¿No será el del beso?- Sugirió con voz melosa.

Joe se rió más fuerte, tiró de ella:_ Ya sabía yo que me ibas a distraer. Vamos a ver ese callejón, y después a comer.

________ dio un saltito y contenta, tiró de él. Conocía esa ciudad muy bien, y no necesitaba de planos ni mapas para encontrar ese callejón. Estaban cerca del Mercado Hidalgo, al que iba a comprar cuando era pequeña, siempre le había impresionado, con la estructura de acero y las vigas altísimas.
Al pasar frente a una de las puertas comentó:
_ Una vez me perdí ahí dentro. A mi madre y a mi abuela casi les da un pasmo.

Joe la miró:_¿Te perdiste? No me extraña…

________ sonrió:_Fue culpa de Christian, me dijo que regalaban gatos en uno de los puestos y yo salí a conseguir uno. Obviamente era mentira.

_Verne estaría celoso… me temo. –sonrió Joe.

Dejaron atrás la Plaza de los Ángeles y allí estaba, el Callejón del beso. Era tarde, casi las 3.30 y el callejón estaba bastante vacío, aunque aún había parejas de turistas apelotonadas cerca de la entrada.

_Ahora explícame de qué trata todo esto pelirroja.- Dijo abrazándola.

_¿No lo sabes?- Dijo _______ sorprendida.

_No.- Mintió Joe. Lo había leído, pero prefería que ella se lo contara, era bastante más emocionante.
________ señaló el callejón , de escasos 70 centímetros de ancho y los balcones de las casas que estaban casi pegados.
_Dos enamorados, Ana y Carlos se citaban aquí porque sus familias les impedían verse.
_Hmmm.-Asintió Joe, más mirándola que escuchándola. Y se fue inclinando hacia ella, pero _________ se escabulló y ascendió uno de los escalones que había en la calle.
_Y aunque estaban cada uno en un balcón, se podían besar porque están muy cerca. –Siguió diciendo ________ con una sonrisa.
Joe subió el escalón también, y ________ subió otro quedando un poco más lejos.
_Pero el padre de ella los descubrió, y la mató. Una tragedia.
Joe frunció el ceño disgustado, y ________ ascendió otro escalón quedando de pie en el tercero. Y bajó la voz mirándolo con ojos brillantes.

_Pero se dice que las parejas enamoradas que se besan en el tercer escalón…

_...Tendrán 7 años de felicidad.- Terminó Joe, parándose a su lado en el tercer escalón de la calle.

________ le dio una palmada de reproche, y Joe sonrió mientras la rodeaba por la cintura y la abrazaba.
_No sé si quiero besarte… me has engañado.- Dijo ________, pero su cara no parecía decir lo mismo.
Joe se encogió de hombros, y la miró con la cabeza ladeada:_ Ay, colorada, hiciste lo mismo conmigo en Querétaro. ¿Y si yo quiero besarte me lo vas a impedir?

________ negó sacudiendo la cabeza. Joe la besó mientras ella todavía sonreía.

El Pajarraco, puso los ojos en blanco, y se volvió de espaldas, dando unos pasos hasta la calle adyacente. No necesitaba ver tanto espectáculo.
“Por Dios Santo y todos los Ángeles” esto era súpedenigrante, pensó encendiendo otro cigarrillo. Miró con una mueca el humo, y murmuró:
_Y eso que había dejado de fumar.

Sacudió la cabeza, y dio otra calada, pensando en toda la gente rica deseosa de ser estafada del D.F., todos esos pesitos lindos y bonitos que estaban yéndose a los bolsillos de otros colegas suyos. ¿Y él dónde estaba?
En el condenado Guanajuato, viendo a dos panolis besarse. Había caído muy bajo.

……

México D.F.

El vuelo de Christian había llegado temprano y casi tardó más tiempo en encontrar un taxi y llegar a su casa que en las poco más de tres horas de vuelo desde Los Ángeles.
La cara de Ernesto, el asistente de su padre había sido un poema cuando lo vio, recordó Christian con una sonrisa, había merecido la pena venir desde tan lejos, para ver al impasible Ernesto sacado de quicio. De hecho, ahora que lo recordaba, Christian estaba casi seguro de que le había aparecido un tic en el ojo.

Christian estaba tumbado en el dormitorio de invitados y se quitó los duros zapatos de una patada, y se aflojó el nudo de la corbata, mientras pensaba en lo que iba a hacer hoy. Se le había informado de que su padre no estaba, (“una comida de negocios”) y Amanda estaba trabajando en las oficinas centrales, así que la llegada sorpresa no había surtido efecto.
Rodó por la cama con un gruñido, e hizo un esfuerzo para levantarse, y cambiarse de ropa. Justo había terminado de vestirse, cuando el teléfono del despacho comenzó a sonar.

Esperó a que alguien contestase, pero nadie subió las escaleras, así que con un suspiro resignado y algunas palabras del tipo, “soy un esclavo” y pensamientos como “nadie me tiene compasión”, se dirigió al despacho del final del pasillo y levantó el auricular.

_¿Bueno?.... ¿Hola?- dijo dejándose caer con un suspiro en la silla.

Pero nadie contestó, aunque podía oír a alguien respirar al otro lado de la línea.

Con otro suspiro aún más sonoro dijo:_ Perdona, te estoy oyendo respirar, así que no te molestes en quedarte en silencio….

La otra persona colgó de golpe el pitido de la línea fue lo único que se oyó al otro lado.

………….

18.15 h. Casa de Lupe
México D.F.

Miguelito estaba tumbado, todavía en pijama, en el salón haciendo lo que más le gustaba: ver la televisión en los enormes sofás de su madre con las galletas que hacía María la asistenta. De hecho, hoy había tenido suerte, porque su tío no había cogido la bolsa que le María le preparaba todos los días, de modo que tenái ración de galletas doble. De hecho su tío no había salido de la habitación en todo el día. Él enfermo debía ser él.
Miguelito rodó por el sofá hasta el mando a distancia, para cambiar de canal, pero entonces se distrajo con algo que había en el jardín. Sonrió y salió corriendo.

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