"Un Dulce Mes Contigo" - Joe y tu

ahh joe sta bien no??
siguela!!!!!
quiero saber q mas sigue!!!!

awww que va a pasar con mi Joe??
Estara bien??
Pobrecito todo fracturado
Siguela!!!

siguelaaaaaa

Siguelaaaaaaaaaaaaaa

cappppppppppp

Capítulo 80

Cuernavaca 07.35.

Miguel rodó por la cama, y dejó caer un pie, primero el derecho que cayó haciendo un ruido pesado en el suelo, y luego el izquierdo. Y se obligó a levantarse, con un gruñido y frotándose la cara, ahogando un bostezo.

Ahora que conseguía dormir sonaba la alarma del teléfono para despertarse, porque la visita de Lucía le había costado horas de insomnio, y luego, cuando al fin cerró los ojos, pesadillas en las que morían casi todos sus seres queridos. Y aunque sabía que era un sueño, la vista de coches estrellados con sus sobrinos, sus hermanas, sus padres, y con Any dentro…. Todos rotos y muertos, lo habían atormentado toda la noche.

Decidió volver a casa. Y a sabía lo que había venido a buscar, se lo contaría a ________, ella lo llamaría hablaría con él, y aunque no tenía la esperanza de que todo regresase a la normalidad, -no era tan inocente, y conocía el carácter testarudo de ________- al menos, no habría más mentiras entre ellos.

Con lentitud fue lanzando la ropa dentro de la bolsa de nuevo, si hubiera sabido que un día en Cuernvaca iba a bastar para arreglarlo todo, habría venido mucho antes… O no habría traído ropa…

Estaba pensando en que podría haber traído a Any, o incluso al enano delincuente, ya que era fin de semana… Cuando unos golpes en la puerta lo interrumpieron.
No había pedido el desayuno todavía, y como dudaba de que el conserje del hotel tuviera superpoderes para adivinar que tenía hambre, decidió no abrir la puerta. Pero quien fuera volvió a insistir, con golpes tímidos y flojos.
Resignado, Miguel soltó un suspiro y tras abrir, se encontró con un joven con un traje barato y gastado, que lo miraba con un sobre en la mano y la tarjeta del mismo Miguel en la mano.

_¿Es usted Miguel Arango? – dijo el chico mirándolo ansioso.

_Este…. Sí… ¿Te conozco de algo?- Preguntó Miguel extrañado y pasándose la mano por la mejilla. No reconocía al chico de nada.

Luis, negó con la cabeza y de repente le pareció que había hecho mal. Pero bueno, ahorita estaba allí, y ¿Qué podía perder?

_Trabajo en el Registro Civil… Usted estuvo ayer allí, preguntando por una persona.

Miguel asintió. Después de dejar a la madre de Joe en aquel jardín, mientras intentaba localizar a Lucía, se había dado una vuelta por el Registro Civil, pensando que si Joe se había casado en Cuernavaca, tendría que haber unos papeles que lo confirmasen. Había dejado unos cuantos billetes discretamente y el viejo que le atendió le dijo que si los había se los haría llegar.

_¿Tan pronto han encontrado lo que les pedí? _ Dijo Miguel sorprendido y haciendo pasar al chico, dentro de la habitación.

Luis negó con la cabeza:_ No señor… bueno… no sé si mi compañero lo habrá hecho, pero es que yo…. – Sacudió la cabeza, avergonzado.- Escuché su conversación, y …

Miguel se apoyó en la mesa, y cruzó los brazos sobre el pecho, esperando a que el chico terminase de hablar.
_Tómate tu tiempo… Mientras termines antes del almuerzo…- dijo con voz cansada.

Luis se atragantó y le tendió el sobre:
_ Antes de que usted viniera, el hombre por el que preguntaba vino pidiendo unas copias de unos certificados. Estaba muy nervioso y parecía que las necesitaba urgentemente…

Miguel saltó de la mesa y le quitó ansiosamente el sobre de papel grueso de las manos. Sacó las hojas, aunque ya suponía lo que habría dentro: un certificado de matrimonio –no falseado- y otros dos de defunción.
_¿Cuándo estuvo allí?- Preguntó nervioso.

_Verá ya vino dos días y tendría que haber vuelto hoy a recogerlos. – Dijo Luis, levantando los dedos para contar mejor.

Miguel sonrió. Una sonrisa amplia y alegre. Y con un gesto le pidió la tarjeta que el chico todavía sostenía en sus delgadas manos.

Garabeteó una nota detrás: Joe si quieres los papeles, ven a mi casa. Por favor hermano. Miguel.

_Mira, si mi amigo regresa a por los papeles, dále mi tarjeta. Que la lea y si te pide otras copias, dile que tardarás tres días en conseguirlas o invéntate algo… no sé.

Luis miró confundido la tarjeta y asintió. Se sobresaltó un poco cuando Miguel le dio un abrazo contento, y le dio las gracias varias veces.

Ya se estaba marchando cuando, recordó algo:_ Su amigo está un poco trastornado ¿verdad?

_Sí, pero es de nacimiento… Nada nuevo…- Bromeó Miguel, de mejor humor.-¿Por qué lo dices?

_Porque dijo que necesitaba los papeles para el amor de su vida… ¿un poco naco ¿No cree?

Miguel se echó a reír…
_Naquísimo… Súpernaco… Pero Joe es así.

…………

Misma hora
Hospital Central
México D.F.

En la Facultad te enseñan que a cada paciente hay que verlo como una persona, debes ser empático, tratarlos como individuos, preocuparte por ellos. Esa es, al menos, la teoría.
Después te das cuenta de que en el hospital, los pacientes pasan a ser enfermedades. Antonio ya no es Antonio, un señor de Morelia, sonriente y al que le gusta ver el fútbol con sus tres hijos. Antonio ahora es una “vesícula” o una “hernia” … De modo que los médicos hablan de él como la hernia de la (habitación 215)… Muchos piensan que es una manera de ser fríos, que tiene que ver con el ego de los médicos. Pero lo cierto es que es una manera de protegerse.

No dejas que nadie te toque, no te encariñas con nadie, no estableces lazos con nadie. Esas son las reglas del hospital. ¿Por qué?

Porque nubla el juicio, ya no se piensa con claridad, no se es objetivo, pierdes autoridad, pierdes efectividad.
Y la razón suprema, porque si algo sale mal –la virgencita, dios, o nosotros, nos libren- sufres. Sufres como un perro. Sufres en los huesos. Sufres en el alma.

Y ________, que nunca había entendido del todo las reglas, ahora sabía porqué existían. No se podía ser juez y acusado, y no se podía ser médico y además, ser querido de un enfermo.
Ver a Joe en aquella mesa fue duro. Mucho más que cualquier cosa que había hecho antes. Incluso la muerte de su madre la vivió en su casa, protegida y resguardada hasta el final. Pero con Joe la cosa era distinta. Lo había visto desde que había llegado, roto como una muñeca, y ahora tenía que ver cómo lo arreglaban. Y salvo que algo pasase. Ella misma tendría que arreglarlo.

Estaba esperando su turno en quirófano, mientras los traumatólogos terminaban con su pierna. Y mientras se lavaba y se preparaba no dejaba de pensar. Pensar en él. ¿Qué habría pasado?
Joe era lento como una tortuga con el coche. Era prudente, no aceleraba no adelantaba, no hacía nada peligroso. ¿Cómo se sale uno de la carretera conduciendo así?

Echó un vistazo a la sala de operaciones y sintió un dolor en el alma cuando el traumatólogo redujo la fractura de la tibia, y el taladro rechinó en el aire al introducir las fijaciones internas. “Carpinteros” así llamaban a los traumatólogos, porque se la pasaban con sierras, taladros, tornillos y placas, limas y tuercas.
Sabía que Joe no sentía nada bajo los efectos de la anestesia, pero a ella le dolía todo por él.
Lo quería, el amor no se olvida en un día, ni en dos, ni en cinco… Lo quería a pesar de las traiciones, lo quería a pesar de las mentiras, o de las verdades no dichas, lo quería. Y verlo allí magullado, fracturado e inconsciente la estaba matando.

A sus espaldas una de las puertas batientes de la sala de preparación rebotó contra la pared cuando una tromba rubia se plantó frente a ella.

_No puedes entrar ahí dentro.- Dijo Any con los brazos en jarras, y mirándola intensamente.

“Ya lo sé” pensó, ________, no debería. Pero iba a hacerlo.
_¿Y quién lo dice? Miguel ha estado espiando y ha descubierto que no tengo que operar. – dijo sin embargo con un tono más duro que el que quería.

_No hace falta. Mi neurona lo ha pensado solita.- Dijo Any sarcástica.

________, que ya estaba lista para operar, le devolvió una mirada fría para que la dejase pasar. Any no se movió del medio. Y ________ viendo aquella salida taponada, empujó la otra puerta con la cadera y la espalda y pasó al quirófano con los brazos por delante de ella, impolutos.
Any que no se rendía, salió por la puerta que tapaba y entró también en el quirófano. Los traumatólogos ya habían terminado y salido. Los asistentes estaban preparando el campo, para que entrasen los cirujanos.

________ se había adelantado y estaba ya vestida con la bata, el gorro y la mascarilla. Ahora, no podría tocar nada ni a nadie, ahora, ya estaba lista. Ahora ya no era ________, ahora era Pardo, y lo iba a arreglar todo.

Any a sus espaldas, suspiró:_ ________ no eres perfecta. No puedes hacerlo.

________ la miró, sus ojos eran lo único visible de su cara, tapada por la mascarilla y el gorro.
_Soy la mejor. Y el se merece lo mejor.- Dijo, su mantra personal. El mote de la familia, lo que Christian decía en las entrevistas. Somos lo mejor. Se repitió internamente


Any la miraba a dos pasos de ella, pero no parecía enfadada ni rencorosa por lo que ________ le había
dicho unas horas antes. Parecía sinceramente preocupada, triste y no sabía que hacer para ayudar a su amiga.

Sin dejar de mirarla, habló a las enfermeras:_ Llame al Dr. Rovira, que también está de guardia, para que baje a quirófano. Sustituirá a la Dra. Pardo.

La enfermera se acercó al teléfono del quirófano, y lo levantó, pero ________ la interrumpió con un siseó.
_No va a hacer nada semejante. Aquí mando yo.

Any le hizo un gesto: _ Llame, ¡ya!.
Y después dio un paso hacia ________, quien dio otro atrás, para que Any no rompiera la cadena de asepsia necesaria. No podía tocarla.

_No te acerques. Si me tocas tengo que volver a empezar.

_Díme que no sientes nada. Díme que tu única preocupación es la incisión en el costado. Díme que no sabes su nombre ni su fecha de nacimiento y te dejaré operar. – dijo Any dando otro paso.

________ se quedó callada. Todo el quirófano mirándolas, una batalla silenciosa e inmóvil entre las dos. LA mirada de Any, clara y ferviente chocaba con la de ________ que en aquel momento era oscura e inexpresiva.

_Díme que no te va a temblar la mano al tocar su piel con el bisturí, que no la vas a sentir bajo los dedos. Díme que no se te va a nublar la vista al verlo inconsciente… Díme que no tienes alma ________, y entonces te dejaré operar. Yo misma llamaré a Rovira para que se quede durmiendo la guardia.

________ se dio media vuelta y se acercó a la mesa para marcar el campo. Esto se hace dibujando con un rotulador la zona de incisión sobre la piel. Más tarde el bisturí seguiría las líneas trazadas.

_No eres perfecta. Estás sufriendo y así no se puede hacer. Nadie opera a sus seres queridos. Nadie. Ni siquiera tú.

Any estaba desesperada. Sabía que la operación debería salir bien, incluso ella que no era cirujana sabía que no era una intervención difícil. Pero una operación es una operación y siempre había riesgos. LA medicina no es una ciencia exacta, es una ciencia de probabilidades. Y cada operación tenía una probabilidad de que saliese mal.
Y si algo pasaba, lo mínimo, y a ________ se le moría Joe en las manos… Any no quería pensar en esa posibilidad. Eso a ________ la destrozaría, y Any no quería ver sufrir a su amiga del alma.

________ cogió el rotulador, y lo destapó, para comenzar a marcar sobre la piel de Joe. Y su mano tembló.
El rotulador vibró en su mano, sin todavía tocar la piel de Joe.
El temblor es el peor enemigo. El temblor arruina todo, el temblor hace perder precisión. La mejor no tiembla.

Respiró hondo y cerró los ojos para concentrarse, borrando de su cabeza a la molestia de Any, que de repente se había convertido en su conciencia. Apoyó la mano sobre el costado de Joe, y no pudo evitar sentir el calor de la piel, incluso a través del látex de los guantes. Pasó un dedo enguantado por la piel, recordando todas las veces que lo había tocado, que se había reído con él, que él la había tocado a ella. En lugar de calcular donde pintar, se fija en que la piel ya no tiene el color de siempre, no es clara, sino que tiene el color horrible del antiséptico con el que se pinta la piel antes de operar, rojo sucio.

Entonces levanta el rotulador de nuevo. Su mano ya no tiembla. Any que ve su oportunidad se acerca, rápida y ligera y se abraza a su amiga alejándola de la mesa.

Las enfermeras la miran conteniendo el aliento .Nadie toca a un cirujano listo para operar, porque entonces ya no está libre de bacterias y gérmenes y tiene que volver a lavarse y vestirse.
Todas, sin excepción, esperan que ________ mande de un empujón a la rubia menuda al otro lado del quirófano. Pero ________ se abraza a la güera, y entierra el rostro enmascarado en la cara de su amiga.

_Te odio. – Dice cariñosamente.

Any sonrió, y le pasó la mano por el pelo, quitándole el gorro verde. Sonríe contenta.

_Yo también te odio muchísimo.

________ se separó de ella, tapó el rotulador y miró a Any mientras se quitaba la mascarilla de un tirón.

_¿Desde cuando tienes tú razón?- Le dijo asombrada, y tratando de contener las lágrimas, mientras se quitaba la bata a tirones cada vez más fuertes.

Any sonrió y la ayudó, encogiéndose de hombros:
_Mi neurona está haciendo horas extras. –Suspiró y vió a Rovira en los lavamanos metálicos preparándose para operar. – Ahora, tú y yo nos vamos a buscar unos taburetes y a esperar mientras lo terminan de arreglar.

________ asintió y se abrazó a Any otra vez:_ Lo siento mucho, de verdad.

Any la miró con cara de inocente:_ No sé de qué hablas. Ahora silencio que van a empezar.



Lamento la tardanza chicas espero les guste el cap

aw en serio la rayiz se iba a atrever a operar a Joe??
Que miedo te imaginas que pase algo malo, nono
Siguela!!!

Me encanto!! Siguela cuando puedas!!

# Pink World escribió:Siguelaaaaaaaaaaaaa!!! oye nani por cierto tenemos planeada una reunion pero estamos viendo un dia en el que tu puedas. ;)

ya te agrege el otro dia dehecho te e estado esperando pero nunca te encuentro jajaja

Siguelaaaa!

Espero que Joe este bien
Sube caap pronto.. :)

ahhh ojala q joe se recupere despues de la operacion..


siguelaaaaaaaaaaa

siguelaa

OOOOOOOOOOOOHH MY Jonas!!! que suerte que Ani atajo a la rayis hnaiosfadiof me dio tanta tristeza por ella :'( ojala que la operacion salga bien y joe se recupere y todo vuelva a la normalidad y que se quieran y todo eso hahahahhaha...
No se si ya habia comentado (? mmm bueno digamos nueva lectora aunque siempre la leo desde el cell xq ahi me parece mas comodo pero solo que no puedo comentar... y bueh no se como pero te juro que AMO!! la nove haahha la parte que nunca me puedo olvidar es cuando ____ le tiro el libro a joe y le dio en medio de la frente hahahahaha me parecio muy divertido y los momentos romanticos awwwwwww los ame!! hacen una linda pareja ademas joe (aunqueesmuymisterioso) es todo un tiernoooo y cuando choco me dio una tristezo de lo mas profundoooo :/ uff bueno ya esta bien largo mi comentario hahahhahaha pero es que no puedo evitar la emocion que me produce la noveee!!!!! :bounce:
Siguela cuando puedas!!!

Kisses and hughs From Paraguay!! :hug: :(L): :grupo:

Capitulo 81
11.35 a.m.
Casa de los Pardo

Lo bueno que tiene un domingo es que puedes dormir hasta tarde.
Razonó Christian desde debajo de las mantas que le cubrían la cabeza y se estiró en la cama, dos veces, antes de decidir destaparse para ver como la luz entraba a raudales por la ventana.

Debería levantarse si es que quería seguir con la investigación. Ayer se había pasado toda la noche con Mayté, y algo que podría haber sido muy interesante –porque él si que sabía como divertirse un sábado por la noche- en realidad se convirtió en una maratón de repasos de cuentas y balances financieros que abarcaban un periodo de 10 años antes, y no siguieron retrocediendo más, porque Christian se quejó de que la cabeza le iba a estallar…
Y él sin cabeza, no estaba nada guapo.

Se levantó con esfuerzo, y se dirigió al portátil mientras alguien le traía el desayuno. En general, desayunaba abajo con su familia, pero a estas horas, todo el mundo, ya lo habría hecho, así que como el vago que en el fondo era, se dispuso a desayunar con el portátil en la cama, mientras terminaba de repasar los balances.

Su celular comenzó a sonar y después de levantar varios montones de ropa, lo encontró en el bolsillo de la chaqueta.

_¿Bueno?

_Ya … Ya sé lo que pasó. –Dijo la voz nerviosa de Mayté. Ni buenos días, ni hola, ni nada…

_Pero bueno caray ¿tú no duermes o qué?- Dijo Chris mirando el reloj de muñeca. Él había entrado en su habitación a las 5 de la mañana.

Mayte puso una voz de impaciencia:_ No si no hace falta.

Chris se hechó a reír, y se tumbó de nuevo en la cama:_ No sabes lo que te pierdes.

Mayte, que estaba en el salón del departamento que había alquilado, no le prestó mucha atención, y siguió tecleando con rapidez en su ordenador.
_¿Dónde estás? Me puedo reunir contigo…- Dijo más bien distraída.

Christian asintió, y ahogándose la risa, lanzó una ojeada a si cama y dijo con la voz más seria que pudo reunir:
_En la cama, y sería un placer que te reunieras conmigo, hay espacio para los dos.

_Sí claro… Me parece bien. ¿Me das la dirección? - Murmuró Mayte al otro lado de la línea, mientras miraba la pantalla del ordenador y guardaba unas cosas en carpetas. Las palabras de Christian tardaron unos segundos en llegar a su cerebro.

_¿Has dicho la cama? _preguntó alterada, levantando la cabeza bruscamente.

_¿¿Yo?? Por favor señorita Fernández…No sé a qué se refiere…. Estoy en mi CAASSSA. No cama.- Dijo él, sonriendo.- Apunta la dirección, aquí trabajaremos mejor.

Tras cortar la llamada Chris sonrió satisfecho… El día empezaba bien, ni siquiera se había levantado y ya las pollitas acudían a él. Su hombre de negocios interior, le dijo que no se hiciese ilusiones, que sólo era por trabajo, y eso le decidió para levantarse y darse una ducha.

Cuando salió restregándose el pelo con una toalla, encontró el desayuno sobre la mesa, y tomando la taza de café se asomó a la ventana.
Era increíble como se podía uno olvidar que se vivía en aquella ciudad, aquella macro urbe, enorme en todas sus dimensiones y llena de gente. Porque desde la ventana de Chris, sólo se veía su jardín y árboles. Sonrió de nuevo y se quedó distraído, mientras miraba sus e-mails y su correo. Nada interesante.

Entonces al levantar la vista para mirar de nuevo el jardín, vió a Amanda, que vestida con ropa de deporte, estaba haciendo ejercicio, venía corriendo rápidamente desde los árboles hacia la casa. A Chris no le soprendió, la había visto hacerlo durante todos aquellos años.
Lo que lo sorprendió, fue ver a una persona que corría tras ella. El chico la alcanzó a unos cincuenta metros de la casa y la sujetó por un brazo haciéndola girar hasta encontrarse cara a cara. Desde tan lejos, sólo le pudo ver el rostro unos segundos, pero no le era conocido.
Chris dejó la taza a un lado y se asomó más hacia la ventana. El hombre quedaba de espaldas a Chris, mientras que le veía la cara perfectamente a Amanda. Imposible acercarse más a ellos, sin que lo vieran, y también imposible escuchar la conversación.

Pero sí podía ver el gesto de Amanda, era severo, levantando un poco la barbilla y el mentón con aires de superioridad, que ni siquiera se alteraron cuando el hombre la volvió a coger por el brazo para darle una sacudida.

Chris, asistía a la escena atónito. Cualquier persona se habría puesto a gritar inmediatamente y los guardias de la casa ya le habrían pegado dos tiros a ese tipo por siquiera acercarse a una de las personas de la casa. Pero Amanda no sólo no llamaba a nadie sino que con gesto altivo, se sacudió de encima el brazo del tipo, y le dirigió unas cuantas palabras secamente.

El hombre levantó un dedo, en gesto amenazador, moviéndolo frente a la cara de Amanda que ni siquiera pestañeó. Y después se fue por donde había venido, de entre los árboles, dejando a Amanda plantada en medio del césped, impasible.
Chris lanzó una mirada al tipo para ver si por lo menos reconocía la espalda.

Pero no, con ironía pensó que si hubiera sido una mujer, de seguro que habría recordado sus piernas. Pero el hombre, era alto, moreno, -como el 85 por ciento de la población- y llevaba una gabardina larga hasta los tobillos.
Entonces mientras el hombre desaparecía entre los árboles, una brisa le levantó la gabardina dejando ver la ropa que llevaba debajo. Ropa de un verde espantoso, ropa que nadie llevaría puesta… Si no fuera un uniforme.

Lanzó una mirada a Amanda que seguía de pié en el jardín, pero su gesto ya no era el de una persona segura e impasible, sino el de una persona asustada.
Amanda de Pardo asustada.
Llamen a la CNN.

Chris sintió que allí había algo que se le escapaba. Uniforme verde, tipo alto y moreno… Su hermana. Entonces vió la pieza que se le escapaba y se abalanzó sobre el ordenador. Uniforme de hospital, ese era el verde horrible.
Abrió la carpeta donde guardaba las fotos, y aunque tardó un cuarto de hora eterno en encontrar una de las carpetas en las que guardaba las fotos que ________ le mandaba. Y allí, en la foto número quince estaba.

________ en el hospital, en lo que parecía una celebración, estaba sentada a la mesa, con el chico, alto delgado de cara huesuda y los dos vestidos con aquel uniforme. Su hermana sonreía a la cámara y le guiñaba un ojo, y él pasaba un brazo por encima de los hombros de ella. Su hermana le había puesto título a la foto. Yo y mi novio Iñaki.

………..

12.45 h

Iñaki entró al hospital por una de las puertas laterales había tardado casi una hora en llegar desde la casa de los Pardo y estaba de mal humor. Y se quitó rápidamente la gabardina dejándola abandonada en la sala de médicos de urgencias. Llegaba casi dos horas tarde a su jornada, y esperaba que nadie se diese cuenta.

“¡¡Hacer guardia en domingo!!” A quién se le ocurría semejante idea. Tenía muchas cosas que hacer y que disponer, como para estar perdiendo el tiempo en domingo. Se dejó caer en la silla y

Ya se había librado de un problema y acababa de poner en su sitio a esa mal*dita de Pardo. Si no fuera porque una gran cantidad de sus ingresos dependía de ella… Ya le hubiera dado una bofetada bien dada, para que dejase de mirarlo con aquellos ojos azules.

Siempre tan educada, siempre tan superior, casi recordándole la falta de dinero que él mismo había sufrido de pequeño. Respiró hondo y se tranquilizó. En el fondo le gustaba saber que una pobre rata como él tenía en sus manos a una persona rica como ella.

Se sirvió una taza del café de la máquina, y se sentó a esperar a que alguien lo llamase para alguna urgencia… Los fines de semana siempre eran entretenidos. Accidentes, borrachos, niños que habían estado jugando, infartos, peleas, deportes, etc…

Una de las enfermeras de urgencias se acercó con una chaqueta en las manos, que Iñaki reconoció lejanamente como de ________. La enfermera la estaba guardando en una de las taquillas que tenían asignados los médicos. Iñaki sorbió pensativo de su taza…. Salvo que las chaquetas hayan aprendido a caminar solas, si esta estaba aquí, eso quería decir que ________ también.
Carraspeó un poco, y le preguntó con voz amable a la enfermera.

_¿Qué tal la madrugada?

Rosa, se dio la vuelta con gesto cansado, todavía le quedaban varias horas, y prefería peder un poco de tiempo hablando con el doctor, antes que volver a trabajar. Se sentó en otra de las sillas y sonrió.

_Muy cansada. Varios accidentes de tráfico, partos, peleas a navajazos… Un jaleo…

Iñaki asintió con cara comprensiva._Me imagino… Un escándalo. –________ era cirujana, si estaba allí abajo era para operar; así que preguntó con voz indiferente.- ¿Alguna operación interesante?

Rosa pensó un poco:_ Pues sí verá, una señora, pobre… Un accidente de moto, le han tenido que extirpar el bazo. Más de 6 horas de operación… -Movió la cabeza en gesto de pena.

Iñaki frunció el ceño tratando de parecer apenado también, pero lo cierto es que a él le importaba dos cara*jos aquello.

_¿Y mi compañera, ________ dónde está? ¿Operando?

Rosa, pensó un poco. Ella era enfermera de pediatría y estaba cubriendo el puesto a una amiga. Se debía referir a la chica pelirroja, porque no recordaba más ________s que esa, la que con la rubia habían montado ese escándalo en el quirófano.

_Pues creo que terminó la operación hace unas horitas y que subió a ver cómo estaba el paciente.

Iñaki asintió, y dejó la taza de café sobre la mesa, para salir zumbando a la planta de cirugía.
Fue mirando habitación por habitación hasta encontrar a ________. Y el ceño se hizo más marcado. Porque ________ no estaba revisando el historial o los aparatos, sino que estaba sentada cerca de la cabecera, con la cabeza apoyada al lado del paciente y durmiendo. ________ estaba velando a aquel chico.

Iñaki entró con cuidado de no despertarla. Y miró el historial. El tipo, porque era evidente de que se trataba de un hombre, no le sonaba para nada. Aunque era cierto que tenía el torso vendado, el brazo derecho escayolado y la pierna derecha parecía haber sido intervenida también… Es que ni la cara se veía bien.
Buscó la etiqueta con el nombre, para ver de quién se trataba. Y cuando la leyó palideció. ¿no era que se había ido?

Jod*er. Me ca*go en la pu*ta. Jod*er. Me ca*go en la pu*ta. Jod*er. Me ca*go en la pu*ta. Jod*er. Me ca*go en la pu*ta. Jod*er. Me ca*go en la pu*ta. Jod*er.

………..

13.25h

Miguel aparcó el coche frente a la puerta del hospital, y por fin consiguió hablar con Any. Ya había estado en su apartamento, vacío, y durante horas no había respondido a las llamadas de Miguel, quien estaba empezando a convertirse en un paranoico y la imaginaba muerta de mil maneras distintas.

Any lo esperaba en el hall, vestida con el uniforme y con cara agotada. Miguel sin mediar palabra se abrazó a ella y la sostuvo un rato largo. Él no era sentimental en exceso, pero la noche de pesadillas lo había sensibilizado un poco. Y ella era real, estaba entera, estaba sana y lo abrazaba igual de fuerte.
Lo que Miguel no sabía era que Any estaba pensando casi lo mismo que él. No había querido pensar en ello mientras estaba con ________, porque su amiga necesitaba toda su atención. Pero ahora que sabían que todo estaba bien, no podía evitar pensar en lo que sentiría si le pasase lo mismo a Miguel.

_Me vas a ahogar.- Sonrió Any después de que Miguel apretase el cerco, y la dejase sin aire.

Miguel la soltó y le apartó el pelo de la cara. Parecía cansada y él estaba seguro de que tenía la misma cara que ella. Pasó un brazo por los hombros de ella y la atrajo hacia él, mientras entraban los dos juntos.

_Tengo algo que contarte.- Dijeron los dos a la vez. Y Any sonrió, y con un gesto le indicó que continuase.

_Joe no está casado. –Dijo Miguel rápidamente.- Es viudo, por eso no había dicho nada.

Any se giró para mirarlo:_ No manches… No puede ser, es muy joven para eso.

Miguel la apretó un poco más, y asintió:_ Su mujer y su hijo murieron.

Any estaba horrorizada y con la boca abierta:_¿Un hijo? ¿¿Un niño pequeño??...- Vió como Miguel movía la cabeza afirmativamente y respiró profundamente.

_Tengo que contárselo a ________, y en su casa no está… ¿Cómo está

Any asintió y eso la hizo recordar lo que iba a decirle a Miguel.
_Verás….Esta noche…

En ese momento, una figura vestida de verde, alta y delgada venía caminando por el pasillo. Cuando Iñaki llegó a su altura, hizo un gesto para acercarse a decirles algo.

_Acabo de ver a tu amiguita…

Any lo miró entrecerrando los ojos. Iñaki era un profesional, y no haría nada a alguien en el hospital, pero sí que podía molestar y meter cizaña entre ________ y Joe.

_¿Dónde está? – le preguntó seria, desde el final de la operación no la había visto.

Iñaki la miró de mala manera y esbozó una sonrisa malvada:
_ Mira rubia si crees que te lo voy a decir …. Descúbrelo tú solita.

Miguel dio un paso adelante con toda la intención de darle un puñetazo:
_ Te dije que ni te respirases cerca de ella Iñaki…

Any como una reina, ignoró a Iñaki y sujetó por el brazo a Miguel, diciendo en voz baja que no merecía la pena gastar esfuerzo en pegar a Iñaki. Echó a andar por el pasillo, arrastrando y tirando con todas sus fuerzas del brazo de Miguel, quien todavía parecía dispuesto a pegarle.
Pero Iñaki cuya mente era más cruel de lo que todos pensaban se dirigió a Miguel que aunque caminaba remolcado por Any tenía la cabeza vuelta para lanzarle una mirada asesina.

_Pero a ti matón de cuarta, te gustará saber que ti amigo del alma está hospitalizado, muy grave e inconsciente.

Miguel se quedó helado en el pasillo, sin poder creérselo. Dejó de tirar del brazo de Any y simplemente lo miraba. E Iñaki sonrió con maldad, disfrutando de la cara de dolor de Miguel.
Por lo menos sonrió hasta que Any, veloz, soltó el brazo de Miguel, se acercó a él y le dio la bofetada que se estaba ganando. Y sin decir palabra, se llevó a Miguel del brazo de nuevo.

_¿Desde cuando das esas bofetadas?- preguntó Miguel mirando al vacío, congelado por la noticia.

Any, se encogió de hombros:_Desde que salgo con un matón de cuarta.

…………

Miguel, después de que Any averiguase la habitación de Joe, y lo llevase hasta allí, entró con cuidado dentro. Joe, estaba postrado en la cama, y ________ dormida con la cabeza y los brazos apoyados a un lado de él.

Dudó sobre si despertala, o no, pero al final decidió hacerlo. Se acercó sigilosamente y la tocó en un hombro. ________, tardó en despertar, y cuando lo hizo, levantó la cabeza para mirarlo sorprendida.
Se frotó la cara, y los ojos y le dijo:

_¿Qué haces aquí?...- Parpadeó, y ahogó un bostezo- ¿Cómo te has enterado?

_Te buscaba, y me acaban de decir lo del accidente. – Dijo Miguel en voz baja. Le puso una mano en el hombro, esperando una reacción, y ella, dudó, pero luego la cubrió con la suya,

_¿Cómo está?- dijo, mirando a su amigo, todo vendado.

________ suspiró y sonrió débilmente:_ Está bien y estable. Tiene unos huesos rotos, y le han operado. Pero está bien. El neurólogo dice que la inconsciencia es por el trauma y que despertará pronto, cuando se le pase el efecto de la anestesia.

Miguel asintió y se relajó un poco. Los dos sabían lo que Miguel había hecho, y los dos esperaban a que él contase lo que había descubierto. Tomó aire y empezó:
_________, estuve en Cuernavaca y ….

________ miró a Joe, tocándo las puntas de los dedos de él, y el calor que notó en ellas la reconfortó. Y dijo:
_No me importa.

Miguel que no se esperaba eso parpadeó, y trató de comenzar de nuevo:
_ No entiendes ________, su mujer…

________ apartó la mirada de Joe un segundo y la posó sobre Miguel, interrumpiéndolo y repitió:
_ No me importa lo que diga su mujer. Es mío.

Miguel se quedó callado mientras ________ continuaba, con una expresión de total seguridad en la cara.

_Me dá igual dónde esté la argentina, lo que haga o lo mucho que lo quiera. Joe es mío, lo quiero, y yo no comparto. Lo he visto ahí, muriéndose, y lo han traído a la vida delante de mí. Y ahora no lo pienso soltar. Lo juro.
Así que me dá igual lo que hayas descubierto.

Miguel respiró hondo y le tendió los papeles que había recibido en Cuerna, sonriendo débilemente:
_ Me temo que no tendrás a nadie que te lo dispute.



Espero les guste el cap chicas