Re: "Un Dulce Mes Contigo" - Joe y tu

por **Nani Jonas** Jue 28 Jun 2012, 8:45 pm

GabuchiJonas escribió:OOOOOOOOOOOOHH MY Jonas!!! que suerte que Ani atajo a la rayis hnaiosfadiof me dio tanta tristeza por ella :'( ojala que la operacion salga bien y joe se recupere y todo vuelva a la normalidad y que se quieran y todo eso hahahahhaha...
No se si ya habia comentado (? mmm bueno digamos nueva lectora aunque siempre la leo desde el cell xq ahi me parece mas comodo pero solo que no puedo comentar... y bueh no se como pero te juro que AMO!! la nove haahha la parte que nunca me puedo olvidar es cuando ____ le tiro el libro a joe y le dio en medio de la frente hahahahaha me parecio muy divertido y los momentos romanticos awwwwwww los ame!! hacen una linda pareja ademas joe (aunqueesmuymisterioso) es todo un tiernoooo y cuando choco me dio una tristezo de lo mas profundoooo :/ uff bueno ya esta bien largo mi comentario hahahhahaha pero es que no puedo evitar la emocion que me produce la noveee!!!!! :bounce:
Siguela cuando puedas!!!

Kisses and hughs From Paraguay!!

Hola linda gracias por pasarte a leer y comentar y no te preocupes por qe el comentario sea tan largo a mi me encanta qe comenten jajaja

por **jamileth** Jue 28 Jun 2012, 8:59 pm

<ahhhhhh
la rayis dijo q jie era de ella y de nadie mas
ahhhhh
voy a morir!!!

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **aranzhitha** Jue 28 Jun 2012, 10:51 pm

awww la rayita al fin se dio cuenta de cuanto lo ama :arre:
Maldito Iñaki es un bastardo :caliente: que bueno que Any le dio una buena cachetada
Por fin van a estar juntos de nuevo
Porque Joe es de la rayiz y de nadie mas
Siguela!!!

por **jamileth** Sáb 30 Jun 2012, 8:26 pm

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **☎ Jimena Horan ♥** Dom 01 Jul 2012, 4:21 pm

Entonces solo falta que Joe despierten!
Para que puedan hablar y arreglarlo todo!
Siguelaaa! :)

por **jamileth** Lun 02 Jul 2012, 6:36 pm

siguelaaaaaaaaaaaaaaaa

por **Nani Jonas** Mar 03 Jul 2012, 9:50 am

Capitulo 82

Casa de los Pardo.
20.00h

Amanda estaba sentada a oscuras en su despacho. Simplemente sentada. Sin celulares, sin ordenadores ni informes a los que atender. Ella en medio de la oscuridad.
Su madre siempre le había dicho que se sentara erguida, “las señoritas se sientan así” decía, y mirándola críticamente, añadía con mal genio, “además con tu altura más vale que te sientes erguida o parecerás más baja aún”

Amanda, sin embargo, estaba reclinada en su silla, totalmente echada hacia atrás, con los pies descalzos… los zapatos abandonados a un lado de la gran mesa del escritorio.
Su madre había sido insoportable. Tanto que Amanda había contado los días que le quedaban para cumplir 18 y marcharse a estudiar fuera. Así quizá su madre encontrase algo bueno en ella.
Porque aunque parecía que le daba igual, ella sufría con aquellos desprecios… Todo parecía hacerlo mal, “no tenía gracia”, “no era suficientemente bonita” “no sabía caminar”, “no era lo suficiente alta” o tenía la piel “demasiado morena”, “no seas tan lista, a los hombres no les interesan las mujeres más inteligentes que ellos”, “no muestres debilidad, no llores, no te quejes, no …..”
Durante años pensó que la primera palabra que su madre pensaba por las mañanas era un NO.

Quizá por eso, ahora se esforzaba tanto en parecer perfecta, en hacerlo todo bien… Quizá si su madre no hubiera sido así, no habría querido demostrar que podía hacer cualquier cosa. Quizá no habría trabajado. Quizá no estaría pasando nada ahora.

Y ahora, en aquella oscuridad Amanda pensaba, pensaba sin pausa, pensaba cosas a las que les había dado vueltas mil veces, tanto que sus razonamientos seguían círculos, y cuando terminaba volvía a pensar.

Los errores duran para siempre.
Ella no lo había creído, pensaba que si hacía las cosas bien podías enmendar las cosas que hacías mal. Y bien sabía Dios que ella había tratado de compensar un único error en toda su vida. Se había portado bien, había sido perfecta en todos los sentidos, había querido a su marido y había querido a sus hijastros como si fueran suyos, había trabajado incansablemente, pero parecía que no era suficiente.

Sonrió en la oscuridad, pero una sonrisa agria. Era gracioso, como un solo momento de equivocación lo arruina todo. Y algo que había pasado hacía tanto tiempo, lo estaba pagando ahora.

Sus ojos brillaron, y pensó en decir la verdad.
Por un segundo consideró la posibilidad que se abría ante ella.
La verdad.
Poder dormir por las noches tranquilamente, poder responder al teléfono sin temor, salir de su casa sin tener que ver a Iñaki –ojalá un rayo lo partiese por la mitad- no temblar al entrar en su bandeja de correo, no tener que ir al banco nunca más…

Estaba pensando en una vida nueva, la vida de la verdad cuando la puerta del despacho se abrió y la luz del pasillo entró a raudales haciéndola parpadear. En la puerta estaba Chris recortado por la luz.

_Perdona…- Dijo Chris suavemente. – Esteban te busca para servir la cena.
Amanda no podía verle bien la cara, así que encendió las luces y aprovechó para sentarse bien en la silla.

_No me siento bien, Chris. Podéis cenar sin mí.- Dijo finalmente. Y era la verdad, tenía un nudo en el estómago, que le quitaba el apetito, y que incluso hacía difícil respirar.

Chris, no se marchó sino que la miró. Amanda se dio cuenta de cuánto había crecido. Llevaba 9 años casada con Martín y los había visto crecer a los dos, pero Chris al estar lejos, primero en la universidad y luego en EEUU, era en el que veía los cambios más evidentes.

_¿Estás bien? – preguntó Chris lentamente. Y señaló con la barbilla las marcas que tenía en el brazo, donde Iñaki la había agarrado con fuerza.

Ella sonrió con la mayor tranquilidad posible y negó con la cabeza para quitarle hierro al asunto:
_Un golpe tonto con la puerta.

Christian dio un paso dentro del despacho y volvió a insistir:_ ¿DE verdad estás bien? Sabes que puedes contar conmigo para cualquier cosa.

Amanda, captó el tono de Chris, sabía que había algo por debajo de la voz tranquila, y escuchó el latido de su corazón dos veces, mientras la posibilidad de contarlo todo pasaba por su mente, casi en su lengua.
Pero entonces, la costumbre se impuso, y negó con la cabeza. Su corazón volvió a latir bajito, y se tragó la verdad.
Chris la miró asintiendo y cerró la puerta, dejándola otra vez en la oscuridad, con el mismo nudo en el estómago y con el círculo vicioso de sus pensamientos otra vez en marcha.

Lo que ella no sabía era que su cara no era tan impenetrable como ella pensaba, aunque parecía en calma, Chris había visto sus ojos, y sabía que estaba ocultando algo.

1.30 a.m.
Hospital Central
Ciudad de México.

_________ se acomodó desdobló de nuevo los papeles que hacía horas le había dado Miguel. Y los volvió a leer, lo había hecho tantas veces que ya se los sabía de memoria, los nombres, las fechas, los lugares. Lo malo de los papeles oficiales es que exponen hechos con una frialdad casi cruel.
No explicaban si habían sido queridos, si en aquella boda la gente rió y brindó con copas llenas, o si al niño pequeño le gustaban los helados. No decían cuánto les había dolido a los padres perderlos, no explicaban cuántas copas de tequila se tomó Joe en Boston cuando lo supo, o cuántas horas estuvo la madre de Laura mirando al vacío al recibir la llamada. No transmitían nada, nadie podría saber que aquel Álvaro había aprendido a contar en un inglés gracioso, y que del sol le habían salido pecas en la nariz, tampoco se podía saber que el niño tenía un acento mexicano, pero que cuando se emocionaba soltaba un ché argentinísimo.

Simplemente decían que había muerto.

Y punto.

Pero la frialdad de los papeles no era obstáculo para _________. Ella era capaz de poner cara a los dos, porque estaba seguro que el niño pequeño que había visto en aquella carpeta, aquél que era un Joe en miniatura era su hijo. Por eso no había más fotos, porque el niño no había vivido más.
Y podía ponerle cara a Laura, ella era la niña con la que Joe había aprendido a bailar. Aquella que sonreía a la cámara a su lado, vestida con aquel traje de baile.
Se acomodó mejor en el sillón, subiendo los pies y colgándolos por encima del reposabrazos. Paseó los dedos por encima de las letras, y volvió a doblarlos, para guardarlos definitivamente en el cajón de la mesita.
No necesitaba verlos más.

Lo que no entendía era por qué Joe no le había dicho nada. Ella habría entendido. Habría comprendido porqué no le gustaba correr con el coche, habría entendido que se pusiera insoportable respecto al cinturón de seguridad. Habría entendido que él siempre esquivase su vida privada.

¿Habría entendido? – Le dijo su conciencia. -¿Le habría parecido bien?

Sí. Habría entendido. Lo quería. Lo quería incluso con su pasado, lo quería porque era él, porque era como era. Pero….

Pero tienes miedo… - Continuó su conciencia.

Y ella se removió de nuevo en el sillón que las enfermeras le habían traído para que estuviera más cómoda, en lugar de las duras sillas de plástico que había en todas las habitaciones. Lo miró, respirando lentamente, sumido en un pesado sueño. Las pestañas largas y oscuras, dibujaban sombras sobre las mejillas, toda la sangre que lo cubría al llegar al hospital, venía de un corte que se había hecho en la frente, cerca del inicio de la línea del pelo, al chocar la cabeza contra lago del interior del coche.

Sí, tengo miedo

¿De qué? – Volvió a insistir su mald*ita conciencia.

De que nunca la olvide del todo, que siempre haya un fantasma entre los dos… Porque contra los vivos se puede luchar, pero los muertos son… invencibles.
En la impunidad que otorga la muerte, aquellos que ya no están con nosotros son perfectos, sus defectos olvidados. Sólo recordamos lo bueno que tenían y los hacemos patrones, gold-standards con los que comparamos a los demás…
Y los demás nunca llegan a superar el listón que dejaron los muertos.

Ella lo había hecho con su madre. Y tenía miedo de que Joe lo hiciera con ella; miedo a no ser capaz de competir con una esposa y un hijo muertos.
Cerró los ojos de nuevo y apoyó la mejilla en el respaldo del sillón para dormir un rato.

……

4 a.m.

El corazón es el órgano incansable, es el primero en formarse y empieza latir en el día 21 de vida intrauterina, y no parará hasta la muerte, será el último en rendirse de todos los del organismo.
Es pequeño, del tamaño de un puño, pero marca el ritmo de la vida con sus latidos, 140 por minuto cuando nacemos, 70 por minuto en reposo, 125 cuando vemos a la persona que amamos.
Esta bomba latirá 36.792.000 veces en un año, y así, hasta el último año de la vida. Sigue latiendo aunque lo tengamos roto, es un valiente, sigue latiendo aunque la mente se rinda, sigue latiendo aunque estemos lejos de la persona amada.

Pum-Pum
Pum-Pum
Pum-Pum

Y precisamente fueron estos Pum-Pum, lo primero que sintió Joe. Sintió su propio corazón latiendo sin pausa, sintió su pulso en las sienes y un alivio le recorrió el cuerpo. Porque durante unos minutos había pensado que no volvería a escuchar esa bomba perfecta otra vez. Sin embargo, estaba de nuevo en la oscuridad, razonó con extrañeza. Y su mente, lenta, debido a la anestesia y a los analgésicos, tardó varios Pum-Pum en entender que tenía los ojos cerrados.

Parpadeó y ya no se encontró en su jaula de metal, ni en lo alto de Chapultepec, sino en una cama. Volvió a parpadear, y distinguió, bultos y formas a su alrededor. Parpadeó de nuevo, y distinguió con la vista sin enfocar a una mancha borrosa roja a su lado. Aún sin distinguirla bien, sabía quién era por su olor.

Cerró los ojos, de nuevo, con una lenta sonrisa en su rostro magullado. Ella estaba allí, como en su sueño. Los abrió de nuevo, enfocando correctamente, y la vió dormida a su lado.
Con cuidado movió el brazo izquierdo, porque el derecho…. “Mier*da”, pensó mirándolo, “estaba escayolado”…. Su brazo, que siempre le había obedecido sin rechistar, ahora parecía de hierro, pero lo levantó… Y por el camino se dejó varios de los sensores, que registraban el latido cardiaco, que al separarse del cuerpo de Joe se desconectaron haciendo saltar las alarmas de los aparatos.

_________ casi se cae de la silla del susto. Conocía esas alarmas, que sonaban tan fuertes en sus oídos… Abrió los ojos para mirar las pantallas y se encontró con la línea plana que indicaba que el corazón se había parado.

No se podía haber muerto delante de sus narices….

Estuvo a punto de soltar un grito que hubiera hecho saltar los cristales, pero entonces miró a Joe, que parpadeaba.

¡Parpadeaba!
Y como es del todo imposible parpadear muerto… Se abalanzó sobre la cama y encontró el sensor y lo volvió a colocar en su dedo. Las alarmas, dejaron de sonar y sólo se oía el pitido sordo de la máquina.

_________ se inclinó para verlo mejor, y asegurarse de que no estaba loca. Los ojos de Joe estaban abiertos y bien abiertos, y la miraban, con lo que ella reconocería en cualquier lugar como una sonrisa.

_Siempre… acabo siendo…. tu paciente. –Dijo con voz ronca y parándose a respirar entre las palabras.

Ella del alivio estuvo a punto de echarse a llorar, y se sentó acercando el sillón hasta estar pegada a él.
_Sí…. Nunca consigo librarme de ti.- Dijo con una media sonrisa que Joe intuyó a pesar de que había vuelto a cerrar los ojos.

_¿Crees que me quedarán cicatrices?- Preguntó cuando _________ ya pensaba que estaba dormido otra vez.

Ella pensando en lo cerca que había estado de perderlo no contestó. No era momento para tonterías. Estaba vivo.

_¿Eso es un no? – Preguntó Joe y removiéndose con una mueca para mirarla mejor.- ES una pena. Yo quería usarlas para impresionar a una chica. Me han dicho que las cicatrices son muy atractivas.. ¿Sabes? – Bromeó con esfuerzo.

_________ no pudo evitar sonreír y se rió bajito, acercando la cabeza a la Joe. Éste pudo mantener la vista fija en ella, enfocando su cara correctamente. Pálida, cansada, ojerosa, despeinada, pero a pesar de todo hermosa. Lo más hermoso que había visto.

_Te amo mucho, yo no….- comenzó a decir. Si tenía que morirse al menos habría confesado.

_________ lo interrumpió:_ Lo sé, lo sé todo… Miguel me lo ha contado.

Joe sacudió brevemente la cabeza para negar:
_¿Miguel? – Dijo extrañado y mareado por el movimiento.- Miguel no sabe nada de mi vida. El no estaba…

Joe estaba empezando a ponerse nervioso, sus latidos eran un poco más rápidos y _________ decidió que era mejor pararlo.

_Shhhh.- Dijo ella apoyando una mano en el pecho vendado.- Déjalo para más tarde, ahora tienes que dormir. ¿OK?

Joe vio su mirada dulce y preocupada y sonrió. A pesar de que le dolía la cara y el resto del cuerpo, merecía la pena estrellarse si ella lo miraba así. Ella no estaba enfadada. Ella lo quería. Entonces recordó una cosa, algo horrible.

_¿Iñaki?- Dijo alterado de nuevo.- No te … puedes ….casar con él… No te dejaré…

_________ se sintió culpable durante unos segundos, pero sonrió, y se inclinó para tocarle la cara.
_No me pienso casar con él. – Aseguró con los dedos apoyados en la mejilla de él. Y Joe se relajó de nuevo, más por el contacto de los dedos que por las palabras.

_Ahora duerme, te han puesto analgésicos como para un caballo.

Joe asintió, y pareció evaluarla con ojos perezosos:
_Tú también necesitas…. ir a la cama…. ¿No puede ser conmigo … ahora? – Sugirió.

_Ni enfermo puedes parar de conquistar. Has pasado mucho tiempo con Miguel me temo. – Sonrió ella, ridículamente contenta de aquella conversación tan tonta. Estaba entero, estaba bien, hablaba, la recordaba… Y bromeaba.

_Es innato… mi reina, es innato.- Susurró ronco medio sonriendo.

_________ apoyó la palma de la mano en el pecho, abierta, y sintió el corazón latiendo poderoso debajo de los vendajes. Joe la miró a su vez, fijamente, una de aquellas miradas que lo decían todo, y que hacían que a _________ se le secase la boca.
Joe parpadeó de nuevo, y las pestañas cayeron, velando los ojos, y su pecho comenzó a subir y a bajar rítmicamente, en un sueño tranquilo.

_________ dejó la mano allí, y con la otra le tocó la cara, terminando la caricia en los labios. Se inclinó y los rozó brevemente con los suyos.
_Te amo.- Dijo en voz baja, para no molestarlo. Y se preparó para estar allí velando su sueño.

por **aranzhitha** Mar 03 Jul 2012, 12:46 pm

awwww Joe ya reaciono :)
Es tan lindo y se aman :arre:
Siguela!!!

por **jamileth** Mar 03 Jul 2012, 5:16 pm

ahhhhh ya desperto!!!
siuguelaaaa
ojala q tengan un bb *-*

siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **Nani Jonas** Vie 06 Jul 2012, 10:03 am

Capítulo 83

Casa de los Pardo
5.45 a.m.

Christian se movió en la cama, perezoso como siempre, un sonido de lo más irritante, se filtró entre las nieblas de un sueño bastante emocionante, pera sacarlo cruelmente a la realidad.

En la oscuridad del dormitorio, distinguió los números en fosforescente del despertador.
5.45 a.m.
¡¡¡5.45 a.m.!!!
A su lado el teléfono sobaba con una fuerza tal que podría haber despertado a un elefante… O a toda Nueva Zelanda de paso. Maldijo en secreto, no haber apagado el teléfono, y maldijo en voz alta –aunque sonó más como un gruñido- a la persona que lo llamaba a esas infernales horas….
Persona que sospechaba, no, estaba casi seguro era una chica morena y bonita.

Visto que no iba a dejar de sonar, agarró el teléfono pulsó una respondió y automáticamente colgó. Durante unos segundos el silencio volvió y casi estuvo a punto de asegurar que ella había entendido la sugerencia de que lo dejase en paz.

Pero no. Esa Mayté era testaruda como ella sola. Y acto seguido el teléfono volvió a sonar. Con un gemido, contestó:

_Espero que sea una disculpa.- gruñó con la voz ronca del sueño y sin abrir los ojos.

Mayté en su casa hizo una mueca. Le había dado plantón esa mañana, y no había ido a su casa, así que entendía que estuviera enfadado. Pero había tenido una buena razón, su hermano de Guerrero, había decidido hacerle una visita sorpresa, y ahora lo tenía acomodado en su pequeño sofá roncando y durmiendo.

_Lo siento, tuve una visita inesperada. No me pude deshacer de él.

Chris notó el “él” y a punto estuvo de preguntar si era su novio, pero se contuvo. No tenía derecho a preguntar eso. De hecho, probablemente si lo preguntase, sería ella la que le colgase. En realidad, sólo quería dormir unas cuantas horas, así que dijo:

_Más vale que el mundo se esté incendiando, o peor, que los gringos hayan decidido invadir México… porque si no cuelgo ahora mismo.

Mayté sonrió:_¿ Si te digo que sí a las dos, te quedarás a la escucha?

Chris no respondió, sino que se volvió a tumbar en la cama, apoyando la cabeza en la almohada de lado y con el teléfono sujetándose en precario equilibrio en la oreja. Rezó para no quedarse dormido y gruñó lo que Mayté consideró un asentimiento para que continuase.

_¿Sabes que fue Mexlan? - preguntó con voz de profesora sabelotodo.

Chris dejó que se le escapase un ronquido, pero gruñó también para asentir.

_¡¡Oye te estoy hablando!!- protestó Mayté.- A mí nadie me ronca.

_¡¡Está bien, está bien…!! ¿Pero qué esperas si me llamas a estas horas?..... En serio ¿Tú duermes alguna vez? -Christian hizo una mueca por el grito de Mayté y se giró en la cama, sujetando el mejor el celular.

Mayté que también estaba tumbada en la cama, pero en lugar de estar durmiendo, estaba rodeada de hojas, recortes viejos de periódicos y su fiel ordenador… Ignoró el comentario de sus horas de sueño y volvió a lo que le quería contar esta mañana.

_¿Te acuerdas de Mexlan?

Chris con los ojos cerrados recitó con voz monótona:
_Mexlan Inversiones, empresa de inversiones de alto riesgo. Gran escándalo financiero de los 90… Los directivos se declararon en bancarrota, pero se fueron con el dinero de los pequeños inversores.

Mayté asintió:_ ¡¡Muy bien!! Veo que estás despierto.- añadió con sorna.

Chris gruñó algo que sonó a: “Contra mi voluntad pollita”. Y Mayté se rió al otro lado. A pesar del sueño Chris distinguió el ruido del tintineo de una taza al otro lado.

_¿Es café eso que huelo… Este… oigo?- Dijo cada vez más despierto. Era un adicto al café… Y ahora su cuerpo lo pedía en vena.

Mayté terminó de tomar un sorbo y bromeó:
_ Sí… Te ofrecería una taza pero…

_Si estuviera contigo me podrías ofrecer una… Piénsalo.- Dijo Chris automáticamente… Más tarde atribuiría la frase a que el sueño dejaba filtrar sus pensamientos más privados o simplemente a que no tenía remedio.

Mayté sonrió, consciente de que él no lo podía saber, pero su voz fue de lo más seria:
_Lo tendré en cuenta para la próxima.- Y volvió a ser la profesora de siempre, preguntó lo que parecía una pregunta retórica, pero no lo era- ¿Y por qué es interesante?

Chris resopló y puso los ojos en blanco:
_Me voy a arrepentir de preguntar, seguro… pero ¿por qué nos interesa Mexlan? De eso hace más de 10 años.

Mayté contuvo el aire con expectación, tan nerviosa como cuando en el colegio tenía que hablar. Chris que y estaba completamente despierto y sentado en la cama, puso de nuevo los ojos en blanco y dijo:
_Venga… Suéltalo…. Sé que te mueres por contarlo.

Mayté canturreó:_ ¿A que no sabes quién renunció a un puesto en aquella empresa 6 meses antes de la bancarrota.

Chris se arrepintió de haber preguntado y de haberse despertado, porque sabía lo que venía después.

_Amanda Itúrbide…. Ahora Amanda de Pardo.

Chris cerró los ojos y suspiró:_ ¿Dónde estás?

Mayté contestó desconcertada:_ En mi casa, en mi habitación.

_Visto que ya no voy a poder dormir, ¿Tienes conexión a Internet allí verdad?- Dijo mientras saltaba de la cama, y encendía su ordenador.

Mayté asintió de nuevo con una voz indignada:_ Obvio.

Obvio….- Repitió Chris… Menuda tontería de pregunta, seguro que tenía una oficina en casa.- Eres un peligro... En una semana casi me has desmontado la empresa.

Se sentó a la mesa y abrió el correo y la mensajería instantánea de la empresa. Puso su teléfono en modo altavoz y lo colocó a un lado.

_Bueno, Mayté, muestra la información. YA.

Ante él y en cuestión de minutos iban apareciendo recortes de prensa escaneados por la propia Mayté, informes de la difunta Mezclan y también currículum de Amanda…

Chris miró perplejo la pantalla:_ ¿Cómo has conseguido todo esto? Los informes de las empresas son privados y confidenciales.

Mayté miró al ordenador con cara culpable y contestó con voz de repente tímida:_ Verás conozco a alguien en el ministerio….. – Se quedó en silencio unos minutos…

_¿Voy a tener que conseguir otro abono para el Azteca? – Preguntó Chris temeroso.

Mayté sonrió esperando un grito y dijo en voz bajita:_ Es posible…

Chris suspiró y miró a su alrededor, buscando algo que beber. Algo fuerte… Pero lo más fuerte que encontró fue una botella de agua mineral. LA miró largamente, y se encogió de hombros. Ya se imaginaría que era whisky o vodka…

_Está bien Mayté. Ahora ilumíname a este pobre mortal sobre la vida de su madrastra.

Mayté cogió aire de nuevo y fue hablando mientras le mandaba archivos:

_Amanda Iturbide, 43 años, nacida en Ciudad de México. Hija de Carlos y Ana María Iturbide. Licenciada en Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de la Sorbona (París). Segunda de su promoción. Consiguió trabajo en Centaurus, (1987) consultoría de inversiones europea. Sobresalió por su trabajo, y por su capacidad de análisis de los mercados de valores… -Mayté miró a fondo las hojas- … parece ser que siempre invertía bien, obtenía los mejores resultados.

_Típico de Amanda… Lo hace todo bien.- Dijo Chris. Eso había que reconocerlo.

_Tan bien, que en 1990 es ascendida a Ejecutiva de Inversiones. Especialista en fondos a corto plazo. Incrementa los ingresos de la compañía en un 23% en el primer año. – dijo con un tono que parece de admiración.

Chris no se extrañaba, con Amanda al frente de dos de las ramas de la empresa de su padre, había mejorado las exportaciones y las ganancias.

Mayté le envió un documento de Mexlan, que ocupó la pantalla:
_ En 1994 Mexlan le ofrece un puesto mejor y el doble de sueldo. Es un avance en su carrera y acepta el puesto. Y de repente en Enero 1995, 8 meses después de entrar, renuncia a todo y se larga de aquella empresa. Se vá sin indemnización, sin carta de recomendación… Se va sin nada.

Chris miró las hojas del ordenador, y se frotó la barbilla._ Eso sí que es extraño. No lo puedo entender…

Mayté sacó un archivo del periódico “El universal” de verano del 1995, era la portada y mostraba a cientos de personas protestando frente a las puertas de Mexlan, gente que se veía desesperada, y que veía como los pocos pesos que habían conseguido juntar habían desaparecido de repente y en los bolsillos de otras personas que tenían de sobra.

_¿Algo más en Amanda que debamos saber?- preguntó serio, sin atreverse a hacer especulaciones sobre aquel asunto.

Mayté negó con la cabeza, pero entonces se dio cuenta de que él no la veía:
_ No. Su trabajo en la empresa de tu padre es impecable. De hecho, sin que nadie se lo reconozca ha mejorado varios de los sectores relacionados con la bolsa. Os ha dado mucho dinero.

Chris miró por la ventana y vió que el cielo ya no era oscuro, sino gris azulado. Ya iba a salir el sol. Se estiró en la mesa, y pensó en la cara de Amanda la noche anterior. Por un segundo había estado a punto de decirle algo, estaba seguro.
¿Habría participado en la quiebra de Mexlan, se habría llevado dinero de la empresa como los demás, porqué salió de esa manera, casi por la puerta de atrás de la empresa?
Entonces recordó al tipo, al novio de su hermana. Esa era otro problema… ¿Qué tenían que ver aquellos dos?

_Oye… Mayté ayer descubrí algo… - Dijo y le contó lo que había visto en el jardín.

Mayté se estiró y miró por la puerta, hacia la pequeña salita, donde su hermano roncaba como un hipopótamo.
_¿Crees que tiene algo que ver con el novio de tu hermana? Eso ya es de telenovela.

Chris negó:_ Ella estaba asustada, el tipo aquel la estaba empujando y zarandeando. Era una amenaza.

Mayté se apartó el pelo de la cara esperando a que él continuase:
_ El problema está en que no tengo ni idea de cómo se apellida el tipo ese… Ni nada.

_¿Tu hermana no dice nada de él?
_No…- ¿Cómo explicar que ________ era callada como una tumba con respecto a su vida personal? Suspiró y reflexionó sobre todos los e-mails que había leído hoy.- … Sólo habla de lo buen cirujano que es y bla, bla, bla… Más bien parece un tipo aburrido.

Mayté mordió un lápiz, durante un minuto y se le ocurrió una idea.
_¿Entonces es bueno? ¿Muy bueno?- preguntó interesada.

_¿Necesitas operarte o qué?- dijo Chris sorprendido. Se encogió de hombros. – Además yo ni siquiera sé lo que es una apendicitis… ni idea de médicos… De enfermeras tal vez… pero médicos….

Mayté se rió por lo bajo y tecleó en Internet el nombre del hospital, junto con Iñaki y cirugía…. Tardó varios minutos, pero al fin lo encontró.

_¿Qué me das si te digo su apellido? – canturreó contentísima consigo misma.

Chris se echó atrás en la silla y miró el cielo que ahora era de un gris anaranjado rosáceo, el sol saldría pronto.
_La mitad de mi reino. –Bromeó cansado.- O una cena. Lo que prefieras.

Mayté sonrió:_ Yo te debo una copa, y tu la cena. Ya lo arreglaremos. Se llama Azpetegui. Iñaki Azpetegui. Está en el último Diario Médico del hospital. Dicen que es una gran promesa de la cirugía.

Chris frunció el ceño… Ese apellido le resultaba familiar, aunque claro, había muchos apellidos vascos en los negocios y política. Pero antes de que dijese algo, fue Mayté la que dijo:

_¿No te suena de algo?

……………………………………………….

8.45 a.m

Iñaki aparcó su coche frente al hospital, pensando en que la Diosa Fortuna era una novia veleidosa, tan pronto le es favorable, como de repente decide volverse en su contra. Se miró en el espejo retrovisor y se sorprendió al encontrarse con un aspecto tan malo.

Desde donde estaba vió a Miguel entrar en el hospital junto con la tara*da de Anahí. Probablemente a ver a su amiguito. ¿Cómo era posible que él estuviese en su hospital?
Se preguntó por enésima vez. ¿Con todos los hospitales que había en el DF, porqué en el suyo?
Además ¿no se suponía que estaba fuera de la ciudad?… pensó irritado por centésima vez. Porque Castilla le había dicho que al final no había subido al vuelo de Barcelona…

Suspiró y trató de tranquilizarse, pero no lo consiguió. Las mujeres eran tan tontas que siempre se compadecen de los heridos. Estaba escrito en su código genético… no se pueden resistir ni a los bebés ni a los seres desvalidos, y ahora Bustamante entraba dentro de la segunda categoría.

¿Sabría ________ ya que él no estaba casado? Otra de las preguntas de la noche. Él lo sabía desde que Castilla le dio los certificados, pero contaba con que el orgullo de ________ haría el resto del trabajo. Pero ahora que estaba herido, ella correría de nuevo a sus brazos.

Maldiciendo como un camionero, se bajó del coche y dio un portazo que hizo temblar la puerta y el coche. La vida era una mie*rda. Castilla iba a tener que darle explicaciones.

…………….

Joe despertó de nuevo, esta vez menos cansado, y con menos analgésicos. Lo que significaba que las costillas le dolían más al respirar. A su lado ________ seguía durmiendo en el sillón con una mano sobre el pecho de él, como para asegurarse de que estaba latiendo.

Joe aprovechó esos minutos de soledad para hacer una rápida evaluación de su estado, pierna derecha escayolada, de la rodilla hasta el tobillo… Brazo derecho escayolado, del codo a la mano… Hombro vendado… Costillas, por el dolor, seguramente rotas… Y suponía que tenía que dar gracias por tener todos los dientes y la cabeza en su sitio.

Respiró lentamente y se dijo que había tenido una segunda oportunidad, oportunidad que mucha gente no tenía… Y que iba a aprovecharla. No sabía cuanto había averiguado Miguel, ni con quien había hablado… Rezaba para que no fuera con su padre…

Se giró y moviéndose con cuidado, dijo:
_________… shhh… ________….- Se sentía mal por tener que despertarla, pero quería hablar con ella cuanto antes.

________ abrió los ojos de golpe, despertando de un sueño en el que Joe volaba por los aires dentro de un coche y se estrellaba… Pero al mirar a su lado, lo vió sonriendo y llamándola.

_¿Otra vez despierto? Se supone que tienes que dormir. – Dijo desperezándose.

Él miró al cielo, y pidió paciencia:
_Estando en esta cama, creo que tengo tiempo de sobra para descansar. No me voy a ir a ninguna parte.

________ sonrió, y apoyó los codos en la cama, y la cabeza en la palma de la mano.
_¿Tienes hambre o algo? Puedo hacer que te traigan algo de comer.

El negó con la cabeza, moviéndola lentamente:_ Lo que quiero es hablar.

________ borró la sonrisa de su cara. Odiaba esa frase. “Tenemos que hablar” era lo que decía su padre cuando venía a echarle la bronca.

_No sé si estás en condiciones de hacer eso…. –Dijo no muy segura.

Joe alzó las cejas y dijo con una media sonrisa:
_Estoy en condiciones de hacer eso y mucho más… Pero hablar es lo que quiero hacer.

________ suspiró y cerró los ojos. Ahora llegaba el momento de las recriminaciones, “no confiaste en mí” “no me quieres”, “Tendrías que haberme escuchado”… Se preparó para que él le soltase todo eso, y además ya tenía lista su defensa.

Joe la miró fijamente:_ Lo siento. Lo siento muchísimo.

________ abrió la boca un segundo y lo miró sorprendida, y se le escapó:

_Es que no dejas que te ame.- La frase que él le había dicho hacía unas semanas en el coche acababa de venir a su mente. Y repitió:_ Si no me cuentas lo que te pasa no puedo comprenderte, y si no lo hago no te puedo ame.

Joe la miró un segundo y chasqueó la lengua:
_Ya sabía yo que esas palabras se iban a volver en mi contra. Pero es distinto…

Eso molestó a ________:
_ ¿Cómo que es distinto? Perdona, mi rey, pero eres tú el que ha escondido un matrimonio y a un hijo. Hasta donde yo sé yo no he hecho algo tan gordo.

Joe hizo una mueca de dolor al girarse bruscamente para encararla:
_ Estoy intentando pedir perdón… -Dijo bajando la voz y entrecerrando los ojos, para mirarla. .- …Si no me quieres escuchar… No te culparé.

________ cruzó los brazos y se sentó mirándolo en silencio. No se pensaba ir, quería oírlo todo.

Joe inclinó la cabeza y dijo:_Gracias ¿Ahora puedo continuar?

________ asintió rígidamente con la cabeza, y él se volvió a echar sobre las almohadas relajándose.

_No te hablé de ellos…. Y lo reconozco, fue un error. Debería haber dicho algo, pero es un asunto… muy personal. – La miró de reojo, para comprobar si ella estaba enfadada o no. – Me costó mucho superar la muerte de los dos, fue… horrible, de la noche a la mañana me quedé sólo, en una ciudad que no me gustaba, rodeado de extraños y mi familia estaba toda…

Se calló y tomó aire, ________ lo escuchaba en silencio, tenía ganas de tocarlo, pero no quería interrumpirlo.
_No se lo he contado a nadie, lo sabe mi familia y ya está. Ni siquiera Miguel lo sabía. Es doloroso pensar en ellos, es un dolor que no te deja pensar. No hablo de ello para no sufrir, para no hacer que la gente te tenga compasión.

Joe miró al techo blanco grisáceo, y pensó en las miles de razones por las que no hablaba de su familia y decidió decirlas todas, por una sola vez en su vida:
_No hablo de ellos, porque me avergüenza reconocer que trato de no pensar en ellos, porque su nombre aún me duele. Y si no los pienso no sufro. Y…. No hablo de ellos, porque…- Ahí estaba, la razón última, la que lo roía por dentro.- ... No hablo de ellos porque en el fondo pienso que fue mi culpa.

Aqi les dejo otro cap chicas espero les guste

por **aranzhitha** Vie 06 Jul 2012, 11:49 am

ahh pobre de mi Joe :sad:
todo lo que a sufrido :crybaby:
y que pasa con Amanda?? es todo tan raro con ella?? :¬¬:
siguela!!

por **Anita23** Vie 06 Jul 2012, 8:56 pm

Me puse al dia jajaj Siguelaaaaa

por **Nani Jonas** Sáb 07 Jul 2012, 11:00 am

Bueno chicas espero les guste este cap porqe a mi me encanto

Capitulo 84

Ambos se quedaron callados, _________ lo miraba y él miraba al techo. Hacía años que quería decirlo en voz alta, pero no lo había hecho nunca, y menos con otra persona delante. Se sentía tan culpable como si hubiera ido al volante, y se avergonzaba de querer superar el dolor.

_¿Porqué piensas que es tu culpa?- Dijo Finalmente _________ en un susurró, dejándole espacio para que pensase. – No es cierto.

Joe respiró todo lo hondo que le dejaron las costillas rotas con gesto incómodo. No le gustaba hablar tanto de él, no era su costumbre y esos eran demasiados minutos… Pero al lanzar una mirada de reojo a _________ se dio cuenta de que, aunque pudiese levantarse y salir corriendo –un milagro similar al de Lázaro, en su situación- _________ lo detendría hasta que terminase de hablar.

__________, yo sabía quien era mi padre cuando me casé, sabía lo que quería y que en su mentalidad el fin justifica los medios. Y aún sabiendo eso, me empeñé en casarme, y los puse a los dos en su punto de mira. ¿No lo entiendes? –Joe torció un poco la cara y cerró los ojos cansado.- Fui un egoísta e infantil. Y por eso ellos dos están muertos.

_________, lo miró largamente y apoyó la mano en el vendaje del pecho, para llamar su atención y hacer que abriese los ojos. Joe de mala gana lo hizo, y la vió calmada y serena a su lado.

_Fuiste un caballero Joe, hiciste lo que poca gente hace hoy en día. Hiciste lo correcto. Nadie se puede echar la culpa de las buenas acciones.

Se inclinó un poco más hacia él, mientras Joe seguía en un obstinado silencio. Él sabía que habría podido hacerse cargo de su familia sin tener que casarse, se podrían haber quedado en México y no en el frío Boston, y nada habría ocurrido. Nadie habría protestado.

_________ que parecía leerle la mente habló en voz alta:
_¿Podrías no haberte casado? – Asintió respondiéndose a si misma.- ¿Y cuánto tiempo habría tardado tu padre en averiguarlo?.... Además, ¿Crees que lo hubiera dejado estar? Es mejor tener un hijo casado de penalti que uno con una familia secreta en algún lugar de la República…

Joe la miró parpadeando. Ése ya era un razonamiento conocido para él. Probablemente hubiera aguantado unos meses más sin que su padre se enterase, pero León era un zorro –a pesar del nombre- y era astuto. Tarde o temprano, habría pasado lo mismo.

_________ levantó la mano del pecho, Joe notó la falta del calor que irradiaba, y tuvo ganas de pedirle que la volviera a poner allí. Se sentía mejor persona a su lado. Se sentía otra persona a su lado.

_Era la mejor forma de protegerlos, era lo más honorable….- Le dijo _________, y por más que le dolía reconocerlo.-…. Pero sobre todo, era lo que querías. Querías a tu familia, tenías todo el derecho a casarte con ella si la amabas. ¿Por qué la amabas verdad?

Joe asintió, y se quedó en silencio, mirándola largamente.
_________ pensaba que hasta allí habían llegado, que cuando al fin encontraba a alguien a quien querer con toda su alma, resultaba que esa persona ya tenía a otra.
Otra a la que no iba a alcanzar jamás… Otra que había tenido un niño con él. Eso era algo que no se olvidaba, que no se podía ignorar. Y ella tampoco quería que se olvidase de su hijo, a _________ no le parecía justo…. Pero quizá el ya no tenía huecos en el corazón para nadie más…

Tuvo ganas de llorar, pero se tragó las lágrimas y parpadeó apartando la vista para centrarla en el fascinante mundo de la pintura de la pared. Por lo menos hasta que pudiera tranquilizarse y no echarse a llorar como una nena tonta.

La voz de Joe sonó ronca tras unos minutos:
_Pensaba que ya no tenía corazón. –Dijo él con esfuerzo.

Había visto los ojos de _________, oscurecerse por un segundo y volverse líquidos, antes de que los apartase. Quiso atraer su atención pero ella parecía estar concentrada en algún punto de la pared.

_Pensaba que era imposible sentir de nuevo y que el corazón ya no me servía de nada. Hasta que te conocí, _________.

_________ tosió tratando de ocultar, las lágrimas y un gemido. Pero se resistió a mirarlo, porque una decepción como la que había tenido aquella noche cuando creyó que estaba casado, era suficiente en su vida. No quería más. No soportaría más.

_Yo entiendo que estés enfadada conmigo, y que no me ames más después de todo lo que no te dije. Pero …- Tomó aire, pensando que si no lo decía hoy, probablemente ya no tendría oportunidad.
-…. Pero te quiero, te amo y te adoro. Contigo sentí de nuevo que tengo alma.

Quería que ella lo supiera y que fuese capaz de perdonarlo. Se quedó en silencio, y cerró los ojos, porque no soportaba que ella se quedase allí parada sin hacer nada. Él no estaba acostumbrado a hacer esas declaraciones de amor, que a sus oídos sonaban cursis y noveleras; pero que decían la verdad.
Entonces oyó un ruido que era mitad gemido, mitad sollozo, y al abrir los ojos se encontró con que _________ estaba llorando intentando quitarse las lágrimas de la cara con las manos.
Alargó el brazo sano para tocarla, pero ella se echó atrás, y le dijo:

_Lo siento.-Y comenzó de nuevo a soltar hipidos. Mientras lo miraba.

Joe, asintió. “Lo siento…. Pero no te amo ya”. Eso era lo que le iba a decir. Trató de no cambiar la cara, y que la desilusión no hiciera mella en él. Se acordó del ascensor. Ella ya no lo quería y lloraba por compasión. Miró las máquinas que registraban su pulso y los latidos de su corazón y se asombró de que siguieran funcionando con normalidad, teniendo en cuenta que el se sentía como si le hubiesen arrancado el corazón del pecho y lo hubieran sustituido por espacio frío.

Apartó la vista y miró al techo con la misma intensidad que _________ había mirado la pared minutos antes. _________ dejó de hipar un momento y se aclaró la voz:

_Estoy intentando pedir perdón… ¿podrías mirarme?- Dijo imitando el tono de voz de Joe cuando hacía un rato le había dicho lo mismo [en el capítulo de ayer].

Joe dejó de mirar el cielo raso gris y posó su vista en ella. _________ respiró ahogadamente y volvió a empezar:

_Lo siento mucho. Siento mucho no haberte creído ni escuchado. Siento muchísimo no haber confiado en ti. Yo…- el labio de abajo le tembló, pero continuó igual.- … Sí que tenía corazón… pero no lo usaba.

Joe la miró fijamente sin terminar de creer lo que ella estaba diciendo. Seguro que las drogas le habían afectado, esto debía ser peor que el sueño de Chapultepec. Ahora se despertaría en cualquier lugar.

_________ se apartó un mechón del flequillo de la cara, y esbozó una sonrisa avergonzada y tímida, por haber estado llorando de aquella manera. Joe entrecerró los ojos un poco y preguntó en voz baja.

_¿Eso quiere decir que me amas? – dijo temeroso de la respuesta.

Ella sonrió un poco más y se levantó del sillón, palmeando en su pierna sana para indicarle que se moviera un poco. Joe alzó las cejas sorprendido, pero con esfuerzo se corrió a un lado y ella se tumbó en el espacio libre. Desde tan cerca Joe podía ver todas las aquellas pestañas oscuras mojadas por las lágrimas, y los ojos aún brillantes, del color del café.
_________ apoyó la cabeza en la almohada al lado de la suya, y la mano en el mismo lugar donde la había tenido antes. De repente el vacío frío del pecho de Joe se había llenado de nuevo, y su corazón volvía a estar donde antes.

_Eres mío, Joe. – dijo _________ rozando los labios de Joe con los suyos. Joe parpadeó sorprendido de nuevo.

_Para siempre.- Y le volvió a dar un beso suave que Joe sintió en los huesos.

_ Claro que te amo.- Dijo _________ con una sonrisa que ya no era ni tímida ni pequeña, sino ancha y brillante. Y esta vez fue el maltrecho Joe quien la besó, y ella lo sintió en el alma.

Miguel llegó a la puerta de la habitación, y se asomó para asegurarse de que no había ningún médico dentro ni enfermeras, pero lo que vió lo dejó sorprendido.
Any que estaba a su espalda, estiró el brazo hacia el pomo de la puerta, y él la detuvo con un gesto.

_Shhhh.- Dijo llevándose un dedo a la boca.

Any lo miró frunciendo el ceño y el la puso delante de él, para que mirase por el cristal de la puerta. _________ y Joe estaban hablando, tumbados los dos juntos, ella tenía los dedos en la cara de él y él le sonreía.

Any estuvo a punto de batir palmas y apartó a Miguel de la puerta. Miguel sonreía como un bobo.

_Es un ídolo. Escayolado y todo tiene a la médico a la cama.

Any le tapó la boca para que no hablase tan alto.
_Eres un salvaje ¿cómo dices eso?- Le riñó sin poder evitar reírse.

Miguel sonrió, y besó la palma de la mano de Any, y cuando ella quiso retirarla, la sujetó por la muñeca y con el otro brazo por la cintura. Mientras le besaba otra vez la mano, le dijo:

_Pero a que te gustan los matones de cuarta, donjuanes y además salvajes.

Any se rió y asintió. Si alguien se lo hubiera dicho unos meses antes, le habría derivado al psiquiatra con un diagnóstico de demencia. Pero ahí estaba con el donjuán del milenio.
Se puso de puntillas y lo besó, para sorpresa del propio Miguel que no creía lo que estaba oyendo le dijo:

_¿Me acompañas al vestuario? Dijiste que me enseñarías algo sobre una puerta.

11.25h

Miguel llamó a la puerta con discreción, ya había pasado por allí hacía una hora, pero al mirar por el cristal de la puerta, había visto a _________ y a Joe durmiendo pacíficamente uno al lado del otro. Y él sabía muy bien cuándo sobraba.
Pero ahora, su amigo estaba sólo, _________ al fin y al cabo tendría trabajo hoy, o se habría ido a casa a cambiarse después de todas aquellas horas en el hospital.
Joe hojeaba como podía una revista, moviendo con dificultad las hojas con su mano izquierda.

_¡¡Hola!!- Dijo Miguel contento y se acercó a la cama para darle un abrazo. –¡¡Menudo susto nos has dado, hermano!!

Joe levantó la vista de la revista, y lo miró con el entrecejo fruncido. Parecía sorprendido de verlo.

_¿Hermano?- Dijo extrañado.- ¿Perdone pero quién es usted? ¿Somos familia?

……

A la misma hora, no muy lejos.

Iñaki firmó varios de los informes de alta, y los guardó en los sobres correspondientes. Cuando hubo terminado, se echó atrás en la silla y se pasó la mano por el pelo, pensando.
Todo estaba cada vez peor… Las enfermeras le habían dicho que _________ se había pasado todo el tiempo al lado de Bustamante, sin despegarse de él un momento. Una de ellas, nueva y que no sabía que hacía escasamente 3 semanas él era el novio de ella, se había atrevido a decir delante de él:
“Es taaaaaaannnn romántico”- y encima lo miró ilusionada y suspirando.

Iñaki enfadado la había mandado a hacer el trabajo más desagradable. No tenía ganas de tonterías ahora.
No sólo se le rebelaba la señora Pardo, que le había intentado mentir, sino que ahora se negaba a pagar más. Le tenía que haber mirado un tuerto, o alguien le había echado una maldición, seguro.

Su teléfono sonó y él contestó con mal genio:_ ¿Bueno?

Reconoció la voz al otro lado y dijo irritado:_¡¡Ah Castilla!! Genial, simplemente genial – Dijo irónico, ese tipo era un inútil, y además lo miraba con una cara- … Ya me podías haber avisado ¿no crees?
Castilla farfulló algo al otro lado de la línea telefónica e Iñaki lo interrumpió.
_Es usted un bueno para nada. Mañana le mandaré el último pago, y creo que puedo prescindir de sus servicios. No tenemos nada más que hacer juntos.

Castilla sacudió las cenizas de su cigarro de la mañana, y miró por entre las rendijas de la persiana de su despacho y sonrió:
_Qué pena doctorcito… ¡Qué pena! Que le vaya bien. – Dijo antes de colgar.

Él era un profesional, un profesional del crimen, lo malo de la delincuencia es que no te puedes permitir escoger a tus clientes, porque si así fuera, no habría querido tener nada que ver con ese doctor snob y clasista.
Contento, a pesar del fracaso de sus tareas, sacó una botella de alcohol de uno de los cajones y decidió que se merecía un vasito para celebrarlo.

por **aranzhitha** Sáb 07 Jul 2012, 1:02 pm

aww se aman y ya se lo dijieron por fin :arre:
Y como que no reconoce a Miguel??
Esta bromeando o que??
Siguela!!!!

por **Nani Jonas** Dom 08 Jul 2012, 8:09 am

Capítulo 85

Miguel se había quedado helado en el sitio, en el centro de la habitación. Y sólo acertó a farfullar un poco convincente:

_¿Cómo que quién soy?- Dijo palideciendo y mirándolo ansioso. No podía ser. Todo el mundo decía que estaba bien. Joe en cambio, lo miraba sin reconocerlo, y con una cara que decía que pensaba que como poco era un maniaco homicida.

_Sí…- Dijo hablando con lentitud… De la manera en que se habla a los locos para que se calmen.- Creo que se ha confundido de habitación…

Miguel dio dos pasos acercándose a la cama de Joe, cada vez más preocupado y se tocó el pecho señalándose a si mismo.

_Soy Miguel…Arango.- Puso la mano extendida en el pecho, en el eque se iba extendiendo una sensación de angustia enorme.

Joe se encogió visiblemente en la cama, casi como si estuviera viendo a un loco. Y eso a Miguel lo sacó un poco de quicio y dijo subiendo el tono de voz, cada vez más preocupado.
_Miguel…¡¡Miguelito!! Güey… Nos conocemos hace 8 años…. No puede ser que me hayas olvidado.

Joe lo miró cada vez más asustado y estiró la mano para agarrar un mando con varios botones, y lo sostuvo frente a Miguel, como si fuera un arma.

_Como se acerque más llamo a las enfermeras para que lo echen

El tono de voz, ese lento y deliberadamente calmado, que se usa con los tontos, locos y peligrosos, terminó de sacar de sus casillas a Miguel.

_¡Y un car*ajo!- Soltó Miguel y le arrebató el mando de un manotazo lanzándolo por el aire por encima de su hombro.

Joe abrió mucho los ojos y pareció que iba a gritar. Miguel se dio cuenta de que si no le recordaba, probablemente a estas alturas pensaría que era peligroso o simplemente un pirado.

_Lo siento, la neta… no era mi intención asustarte…- Empezó a disculparse atropelladamente.

Joe puso una cara rara y se echó a reír. Pero no una risa discreta sino puras carcajadas, a pesar del vendaje del pecho.

_¡Deberías ver tu cara güey! Es un poema…

Miguel cerró la boca que tenía abierta, y se puso todo rojo. Y se puso a gritar a voz en cuello:
_¡Serás cabr…!! Tienes suerte de que ese coche ya te haya partido los huesos….

Joe seguía riéndose de él, y Miguel se acercó más para darle un golpe en la cabeza.

_El cerebro te quedó mal ¿verdad?- Dijo picado, porque aunque Joe intentaba dejar de reír, no lo conseguía del todo y trataba de ahogar las carcajadas con tosecillas.

_No lo pude evitar… Pusiste una cara…..

Miguel se había dejado caer en el sillón donde había estado sentada _________ horas antes, y lo miró enfadado. Pero ambos sabían que a Miguel los enfados no le duraban mucho. Era de explosiones fuertes y después se le pasaban.

_Casi me matas del susto. – Dijo, esbozó una sonrisa.- Te habría hecho recordar a golpes…- Se rió un poco y añadió…- Ya veo que estás de buen humor…

Joe sonrió ampliamente y respiró con suavidad, tocándose el pecho. A pesar de los analgésicos le dolían las costillas a rabiar y tanto reírse no era lo más adecuado para unas costillas rotas.

_Del mejor humor posible…- Cerró los ojos y se recostó en la almohada.- Estoy vivo y ella me quiere...

Miguel puso los ojos en blanco e hizo una mueca:
_¡Ámonos! Mira que eres naco. ¿El golpe te dejó tonto, mi rey?

Joe sonrió un poco más, y se quedaron los dos en silencio. Un silencio amigable, que decía lo contento que estaba Miguel porque su amigo estaba vivo, y en el que Joe le agradecía todo lo que había hecho.

_Gracias Miguel.- Dijo abriendo los ojos y mirándolo.

Miguel se volvió a poner colorado, pero esta vez de vergüenza. Se encogió de hombros y se miró las manos mientras comentaba.
Miguel se volvió a poner colorado, pero esta vez de vergüenza. Se encogió de hombros y se miró las manos mientras comentaba.

_Naaahhh. Ya sabes, estoy de vacaciones, aburrido, sin nada que hacer…. Y me dije ¿Pasar el día con mis sobrinos, o ir a cuerna?.... –Sonrió brevemente, con su cara de pirata.- En realidad estaba huyendo del pequeño delincuente.

Joe sonrió. Sabía que Miguel se la había jugado por él. No todo el mundo iría por ahí investigando de esa manera. Había creído en él. Y también sabía que era tan honrado que no quería llevarse ningún mérito por ello.

_¿Viste a mis padres?- preguntó de repente. No había sido su intención, pero no había podido evitarlo. La pregunta había salido sola.

Miguel asintió, y se encogió de hombros otra vez, buscando qué decir.

-A tu madre. – Sacudió la cabeza y dejó escapar.- Menuda vieja. No me extraña que no quieras aparecer por allí.
Al darse cuenta de lo que había dicho añadió rápidamente, para tratar de arreglarlo con un poco convincente:
_ Te lo digo desde el cariño…güey.

Joe sonrió tristemente, su familia no había cambiado para nada:
_No te preocupes…. Ya los conozco de sobra. - Dijo filosóficamente.

Los dos se miraron un segundo eterno, y se echaron a reír. Miguel estiró la mano y Joe se la dio.

_Menos mal que tengo q un hermano intenso…- Comentó Joe sonriendo.

_Perdona güey, pero para tu información soy lo mejor de México….- Dijo Miguel con cara de falsamente ofendido.

Joe se volvió a reír, contento, porque lo decía en serio. LA familia, no son sólo lazos de sangre, de hecho, y bajo su propia opinión, la sangre es lo menos importante
Hay un dicho que dice que la familia no se escoge, sino que te toca. Y Joe siempre ha pensado que es un error. No se quiere más por tener la misma sangre.
La familia se trabaja, la familia se forja. La verdadera familia, no falla, no es vencida, no se rinde a la mínima. LA familia te protege, te cuida, la familia, te quiere a pesar de los errores, no por tus virtudes.

Él se creía un especialista en familias, la primera, en la que nació, fue una decepción, salvo por Lu; la segunda, la que formó, la perdió hacía tiempo, y ahora, se daba cuenta de que tenía una tercera. Pequeña, distinta, diferente, pero excelente igual. Y estaba mirando directamente a los ojos de su hermano.
Hermano por elección, por obras y no por sangre.

No creyó necesario decirlo, porque se arriesgaba a oír otro “Eres naquísimo, Joe, eres un naco” de Miguel, pero sabía que su amigo pensaba lo mismo. Carraspeó un poco y dijo en tono de broma:

_¿Se puede saber quien piensa que eres lo mejor de México?

Miguel sonrió, y le guiñó un ojo, esta vez con su cara de listillo satisfecho.
_Obvio, Any.

Desde fuera de la habitación volvieron a sonar las estruendosas risas. De hecho no fueron las únicas, porque durante toda la tarde, se estuvieron escuchando cada poco. A pesar de que las enfermeras tuvieron que entrar a pedir calma, porque los otros pacientes estaban molestos con los dos hermanos.

…………..

16.45h
No muy lejos de México D.F.

Iñaki pateó el suelo y se arrebujó mejor en el abrigo azul oscuro, mientras miraba a lo lejos. Él siempre era puntual y le molestaba que la gente lo hiciera esperar, y menos un mocoso como éste.

_¿A que es bonito?- Dijo una voz a su lado. Iñaki se giró y vió a un joven alto abrigado como él, que miraba a lo lejos con una cara plácida.

_Saa… - Concedió Iñaki sin ganas. En realidad estaba pensando que estaba perdiendo el tiempo de una manera miserable. Se miró las puntas de los zapatos, y maldijo interiormente… Eran italianos, carísimos y ahora manchados de barro.

El joven chasqueó la lengua y extendió la mano para señalar lo que tenían delante.

_¿Cómo que “Saaah”? Este lugar merece algo de respeto… ¿No crees?

Iñaki miró al cielo, que era de un color plomizo, y soltó:

_Mira, es Noviembre, he conducido a través del horrible tráfico de la ciudad durante el doble de tiempo de lo normal, mi día ha sido …- hizo un ruido extraño que sonó a “grfzxxzsxs”- … En suma, que lo último que me apetece es estar aquí, cuando nos van a echar en un rato, manchándome los zapatos.

El chico asintió comprensivo, pero con la misma cara que si estuviera oyendo llover… Ignorándolo totalmente.

_Así que no tengo tiempo para odas a la naturaleza…- Añadió para rematar Iñaki.

El joven se metió las manos en el bolsillo, y siguió con esa calma natural que parecía salir de todos sus gestos. Pero habló esta vez.

_Sabías que para la traición existen tres razones fundamentales. En cualquier caso que estudies, siempre las encontrarás…- Hizo una pausa, pero Iñaki no dijo nada.- … Son el dinero, la venganza y el odio. ¿Cuál es la tuya?
Iñaki suspiró. Lo que le faltaba, una charla de filosofía. Miró al cielo rogando volver al tema de las odas a la naturaleza y al país. Al menos eso lo comprendía mejor… Él era de ciencias no de letras.

_Podría ser la venganza, pero para ser sinceros, a mí lo que me preocupa es el dinero.- Respondió Iñaki escuetamente, a ver si así se largaban antes de que viniesen a echarlos.

El chico se rió brevemente con una risa que parecía verdaderamente alegre, como si Iñaki hubiese contado el mejor chiste del día.

_Esa es la razón más vulgar, Iñaki, el dinero no lo arregla todo. Ni dura para siempre.

_Perdona… Siento interrumpir tu charlita, pero ¿hemos venido para algo más que para mirar el paisaje?- Contestó Iñaki que empezaba a cabrearse. Estaban juntos en esto, y sus razones eran tan buenas como las de su compañero.

El chico lo miró con una sonrisa y dijo conciliador:
_No te alteres. Tu razón es tan válida como las otras tres. Y nos ha servido bien estos meses. Pero...

Dejó el pero en el aire, y con eso desesperó a Iñaki, que ya estaba hasta los… ejem… los mismísimos.

_... Pero lo has estropeado. Te precipitaste.

Iñaki se puso rojo:_¿Quién te crees pendeje*te? Fue tu idea, era el trato desde el principio, sólo ha sido un contratiempo.

El joven asintió, con aquella cara tranquila y guapa, e Iñaki tuvo ganas de estamparle un puño en la nariz.

_Ya…Claro, y ¿me vas a contar que lo de Amanda es también un contratiempo?

Iñaki se tragó lo que le iba a decir –nada bonito- y dijo en cambio:
_Lo de ella ya lo arreglaré.

El chico lo miró y dijo amablemente:_ Yo puedo hacerlo por ti, si quieres.

Iñaki sintió un escalofrío en la espalda. Y no era sólo por ser Noviembre y hacer frío, era aquella voz calmada y contenta y las sugerencias que llevaba implícitas.

_No…- Dijo, al fin.- …Su dinero me viene bien, no necesito que hagas nada.

El joven asintió y volvió el perfil hacia delante, mirando el lugar con tranquilidad. Antes de darse la vuelta para marcharse, lo miró, y a pesar de que la expresión de su cara era amable, sus ojos eran fríos.
_Ya que no quieres ayuda con tus problemas, yo necesito ayuda con los míos. Ya sabes.

Iñaki asintió. Se quedó mirando el paisaje y los monumentos y se le ocurrió una pregunta.
_¿Cuál es tu razón?

El chico se quedó parado de espaldas, y dijo:_ El odio. LA más potente de todas.
……..

20.25h

May miró a su hermano meterse en la boca un enorme trozo de carne, y tragarlo sin masticar. Tomás se limpió la boca con una servilleta y la miró con una sonrisa triunfal.

_¿Cómo puedes hacer eso?- Dijo asombrada, y tratando de no sonar como su madre.

Tomás la miró y soltó una carcajada, sacudiendo la cabeza:
_Eres igualita a mamá…

Ella lo amenazó con uno de los cuiertos y él se rió más.

_Oh no… “Mayté peligrosa”…. ¿Sabes que amenazar a un policía es delito?... _Alzó las cejas divertido.- Mira a ver si te voy a tener que detener.

Mayté entrecerró los ojos mirando a su hermano con algo que podría ser furia, pero que en alguien como May sólo podía ser diversión. Tomás volvió a servirse comida y repitió el truco de tragársela casi sin masticar.

_¿Cómo puedes comer así…? O sea, en serio. Es asqueroso.

Tomas sonrió, y dijo:_ Claaro, primero en gringolandia y ahora en la capital… Ya eres demasiado buena, para tu pobre hermano.

May se rió con él:_ Ahora tu si que suenas como mamá… ¿Sabes que llama todos los días para preguntarme si no me he arrepentido de regresar?

Su hermano lo sabía y se rió tontamente. May tenía ganas de explicarle que su trabajo era súperemocionante. Que estaba metida en medio de una investigación como las de las películas, con chantajes, dinero y cosas misteriosas por medio. Pero posiblemente su hermano se echaría a reír, hasta romperse las costillas.

Tomás bebió un trago de la cerveza fría, y la miró de repente serio.
_¿Y quien es el tipo con el que hablas por las noches?

May lo miró con la boca abierta, y la cerró de golpe para preguntar:_¿Es esto un interrogatorio?

Su hermano se inclinó sobre la mesa y asintió:
_ A mi hermana nadie le hace propuestas deshonestas por la madrugada.

Mayté se echó a reír, y dijo:_ No sabía eso de ti… ¿no era que te quejabas de mi?

Tomás abrió los ojos haciéndose el inocente:_ Nahh …. Es sólo que eras demasiado listilla….

_Para tu información y para que ronques tranquilo, las llamadas son del trabajo.

Tomás la miró escéptico y sacudió la cabeza:_ Aquí en el D.F… la gente está muy mal… De toda la vida que la noche es para dormir…o bueno…. Para no dormir, pero no para trabajar…

May sonrió:_ Y si tan poco te gusta ¿Qué has venido a hacer?

Tomás tomó otro sorbo y dijo:_ Podría decir que te echaba de menos pero seguro que no me creías… En realidad vine a prestar declaración. Antes de ayer detuvimos a dos policías de Guerrero por corrupción. Mañana se abre el caso en Jefatura y como el hotel me sale gratis… vine a presentar el informe.

Mayté lo miró interesada:_ ¿Y por qué los detuvieron? LA policía no detiene a otros policías… Hasta yo sé eso.

Su hermano la miró encogiéndose de hombros:
_Aceptaban sobornos, amenazas…. Ya sabes cómo son las cosas en años de elecciones locales. Todo el mundo se apresura a hacer las cosas que no han hecho antes.

Aprovechando que mientras su hermano hablaba, no comía, May se sirvió otro trozo.
_Anda cuenta más… Eso casi parece Miami Vice…

Así que mientras Tomás contaba emocionado lo que había pasado, con todo lujo de detalles, May pudo cenar en paz.

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