Re: [Resuelto]"Noches Traviesas" (Kevin y tu)Terminada

por **berenice_89** Vie 06 Abr 2012, 3:53 pm

por dios¡¡¡me quede:shock: wow¡¡¡en serio que hot¡¡¡¡¡kevin es un sucio...en el buen sentido hahaha

por **ElitzJb** Dom 08 Abr 2012, 8:06 pm

genial me encantaron todos los capitulos q colocaste espero q la sigas pronto muero x esta novela

por **berenice_89** Dom 08 Abr 2012, 9:48 pm

SUBE PRONTO¡¡¡

por **Vanee LovatoD'Jonas** Mar 10 Abr 2012, 2:15 pm

Pense que si tenian un hijo!!!
ya me habia emocionado
:D Sigueee!

por **berenice_89** Mar 10 Abr 2012, 9:12 pm

PORFAVOR SUBE PRONTO MUERO PO SAQBER QUE PASARA

por ***Stephanie*** Miér 11 Abr 2012, 6:58 pm

HOLAAA NEW READER!!!!!
SIGUELA PORFAAA
ESTA GENIAL TU NOVE!!!!!!!!!

por **berenice_89** Miér 11 Abr 2012, 10:11 pm

SUBE¡¡¡

por **aranzhitha** Jue 12 Abr 2012, 12:32 pm

Capítulo 9
Aarón Granel estaba muerto y nadie más habló. Por lo que concernía a los ladrones y compradores, no había nadie ausente en el pequeño grupo. Y eso era una sandez. Ya sabían que había sido pagado un millón de los dos por los misiles a un intermediario, o a la mujer como podía ser el caso. Y Kevin sabía que Granel estaba convencido de que ______ era esa mujer dos segundos antes de que Kevin lo matara. Kevin presentó el informe. Había visto a Granel disparando al equipo, había herido a varios de ellos. Kevin había hecho el disparo y le había eliminado. No era exactamente una mentira, por supuesto, pero tampoco era la verdad. Ahora tenían que averiguar dónde estaba el intermediario perdido, dónde estaba el dinero y cómo afectaba eso al caso. Los cuatro Sidewinder experimentales, recién diseñados, podían ser lanzados desde grandes distancias y llevaban una potencia explosiva que casi duplicaba a sus antecesores. Y podían armarse con armas nucleares. Estaban construidos con chips de detonación, una medida de protección que los inutilizaba completamente y detenía efectivamente cualquier oportunidad de detonación o guía del arma sin ellos. Tenían que haber sido transportados a Fort Knox sin esos chips antes de dirigirse a otra base. Pero, de algún modo, el ejército la jodió. Los misiles fueron enviados con sus chips de seguridad y el envío fue asaltado. Afortunadamente para el equipo, parecía que el asalto había sido hecho por un grupo con ninguna o muy poca experiencia en el robo y venta de misiles Sidewinder. Un mercenario sueco había negociado la compra para un terrorista de oriente medio, metido en cada condenado conflicto del mundo. El sueco, alias Akron Svengaurrd, había contactado con Aarón Granel para el intercambio de la mitad del dinero y dos de los chips de seguridad y guía. El resto del dinero vendría una vez que los chips fueran autentificados (y el ejército se había asegurado de que fueran auténticos) y que los misiles estuvieran en el lugar para que el equipo del sueco los recogiera.
La operación, que combinaba los grupos de trabajo de la ATF y la Seguridad Nacional estaba trabajando para atrapar no solo a los ladrones sino al Sueco mismo también. Y era al Sueco al que más querían. A él y a los misiles. Los ladrones quizás no habían tenido mucha experiencia en el robo y venta de armas, pero eran malditamente listos. Y tenían los contactos imprescindibles para la venta. Eso también los había hecho más difíciles de atrapar. Eran paranoicos y malditamente cuidadosos. Y el único hombre del que tenían la oportunidad de conseguir cualquier información estaba muerto. Porque Kevin tenía una erección por ____.
—La mujer estaba allí. —Timothy Cranston enjugó la mano sobre su corona parcialmente calva con un signo de disgusto mientras repartía los informes para pasarlos—. Nadie la identificó; nadie vio adonde fue. —¿Crees que ella mató a Granel? —Greta Dane, una agente ferozmente determinada a la derecha de Kevin habló.
—¿Por qué lo mataría ella? —Bufó Nick—. Es su hombre del dinero. Lo querría vivo.
—Él podía identificarla —indicó Greta con una mirada vil en dirección de Nick—. Y él sabía que habría muchos tipos vivos cuando el humo se aclarara. Alguien podría haber hablado.
—Ella no mató a nuestro hombre —les aseguró Timothy a todos, mirando a Kevin —. El disparo vino desde detrás de la cabeza y del arma de Kevin. La autopsia lo confirmó esta mañana. La cámara puso a nuestra señora delante de él. Después de que ella desapareciera detrás de esos cajones cerca de la pared, desapareció completamente de la vista. Todo lo que tenemos en las cámaras de fuera son algunas sombras erráticas demasiado grandes para ser de una mujer.
Kevin se puso cómodo en su silla y mantuvo la boca cerrada con cuidado. No le importaba nada que Granel estuviera muerto, pero sabía que Cranston estaba cabreado. Últimamente, trabajaba para ellos más que contra ellos. El Sueco era un jugador principal en varios conflictos; solo agarrarle sería un golpe increíble. Lo cuál era bastante en opinión de Cranston. Pero también dejaba el equipo con un contacto que habían estado deseando, un potencial doble agente. Y eso fue demasiado malo. Ese contacto era un callejón sin salida y la lujuria de Kevin había venido primero. Tenía derechos sobre ello.
—Quiero saber quién es esa mujer —ladró Timothy con irritación—. Vamos, chicos y chicas. Todo lo que tenemos es pelo marrón, ojos castaños, esbelta y bonita. Eso es la tercera parte de las jodidas mujeres en este estado o en cualquier otro. Si la atrapamos, conseguimos el dinero y romperemos optimistamente el silencio entre los ladrones. Este es el punto débil o no estarían tan nerviosos paseando en sus celdas. Ella es nuestro punto débil. Puedo sentirlo. -Kevin casi sonrió. Timothy se frotaba las pequeñas manos regordetas con alegría. Era el agente de la OSN más insólito que Kevin jamás había visto. Corpulento, con aspecto de abuelo, la corona de la cabeza brillante y el corto pelo gris de alrededor de punta, parecía más un contable o un ejecutivo saturado que una de las mentes más agudas de la Seguridad Nacional.
— Kevin, ¿han oído tú o Nick algo nuevo? —ladró Timothy entonces. El almacén de maderas y el garaje de Nick eran dos de los puntos de rumores en el pueblo. La información sobre el robo había llegado al almacén de maderas de Kevin antes que a los canales de la agencia. Teniendo en cuenta el hecho de que hasta ahora las noticias no habían irrumpido en la televisión ni las emisoras de radio, estaban bastante seguros de que tenía que haber salido de los ladrones mismos.
—Johnny ha salido limpio del enredo. — Kevin hizo una mueca ante el pensamiento de su huraño primo, quien le ponía más de los nervios que las uñas sobre una pizarra. Las noticias del asalto habían llegado primero de Johnny cuando paró en la tienda de madera para comprar material de estanterías para la panadería que poseía fuera del pueblo—. No podemos situarle en ningún lugar con nuestros compradores ni vendedores y según el agente que lo interrogó, lo oyó en la tienda por casualidad. Pero tiene muchos clientes, especialmente de fuera de la ciudad y soldados de Fort Knox, así que tiene sentido. Ha podido oír lo del asalto. Y le gusta contar chismes de todo lo que oye. Preguntar a Johnny donde lo había oído no había funcionado y Kevin y Nick lo conocían demasiado bien para incitarlo. La pequeña serpiente bastarda vería inmediatamente una debilidad y golpearía.
—¿Lo sabrías si hubieras oído algo? —sugirió Greta vilmente, los ojos de color miel brillando con amargura en la pálida y pecosa cara. Se rumoreaba que había perdido a la familia en un ataque terrorista y Kevin siempre había tratado moderar su sarcasmo con ella, solamente por ese hecho, pero la propia amargura comenzaba a crear una sensación de tensión en el equipo siempre que ella estaba alrededor. —¿Qué quieres decir? —Él arqueó las cejas burlonamente.
—Significa que esos son tu gente. —Ondeó la mano hacia los archivos de los informes—. Quienquiera que robó los misiles conoce esta área como un nativo. Lo cual significa que la mujer es probablemente una nativa. Tú no sospecharías de un amigo ni de una ex amante.
Él oyó el bufido burlón de Nick ante esa declaración.
—Cariño, vivo para la paranoia. Sospecho de todos excepto del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. —Le sonrió enseñando todos los dientes y miró como la irritación se fortalecía en su expresión—. ¿Estás en ese grupo?
— Kevin. —La voz del Timothy fue un pequeño gruñido de advertencia. Siempre gruñía cuando no se estaba frotando las manos con alegría. Kevin se giró hacia él, levantando la ceja interrogativamente mientras Nick sonreía burlonamente detrás de él.
—Vosotros dos me ponéis de los nervios. —Señaló con el dedo hacia ellos exigentemente—. No seré agradable.
Sería calvo y corpulento, pero podía dañar el ego si un hombre no tenia cuidado.
—Repasa esa información y nos encontraremos aquí mañana por la tarde —ordenó por último Timothy con un borde de frustración—. Mantén los ojos y las orejas abiertas y esperemos que consigamos algo antes que acabe la semana o mi jefe pateará todos nuestros traseros. Chicos, no queremos eso.
Kevin abrió el archivo, paseó su mirada por las páginas examinándolas lentamente. Estaba más preocupado por encontrar cualquier evidencia incriminatoria que pudiera haber surgido contra ______ que por la información que ya había leído. Si ella era culpable, ahora era el mejor momento de saberlo. Si no lo era, entonces ganaría el beneficio de la duda hasta que él lo viera de otro modo. Pero no por una falta de sospecha. Tenían suerte. ______ había estado en las sombras todo el tiempo que había estado allí. Cuando los agentes entraron en el almacén habían asumido que estaba con los compradores. Se habían reunido en la parte trasera del edificio cavernoso y se abrieron camino hacia delante. Kevin había perseguido a Granel cuando el otro hombre corrió hacia las sombras, hacia el área de embalaje delante del almacén. Granel había perseguido a la mujer que creía lo había traicionado. Si Kevin hubiera entrado un segundo después, _____ estaría muerta. Nadie podía saber que Kevin participaba en esta investigación. Excepto los miembros del equipo, nadie podía haberlo sabido. Y eran agentes duros. Le sorprendería hasta la médula averiguar que uno de ellos era un traidor.
Pero infiernos, había estado equivocado antes. Y como decía, la confianza no era una de sus virtudes. Si aún tenía una virtud. Era algún tipo de vicio, las virtudes no eran su punto fuerte. El archivo estaba vacío de cualquier evidencia incriminatoria contra _____, lo que significaba que no tenía que contarle a Cranston que ella estaba implicada. Por lo menos no todavía. Golpeando la mesa con el archivo cerrado, Kevin se levantó y miró a Nick. Su primo se estaba levantando de su propia silla y cogió las gafas oscuras que había dejado sobre la mesa.
—¿Preparado para dar vueltas? —Nick sonrió burlonamente, sus oscuros ojos verde bosque brillando con diversión. Sabía que _____ los esperaba en la tienda de madera, acomodada sin peligro en la oficina de Kevin repasando su papeleo. Los ojos le habían brillado de alegría en el minuto en que ella vio el lío en que su oficina personal se había convertido en el último año. Un hombre pensaría que estaba mirando fijamente diamantes antes que el papeleo del infierno. Y Nick, siendo Nick, no había encontrado fin para la diversión ante la vista del pequeño trasero curvilíneo de ______ haciendo plaf en la silla demasiado grande de Kevin mientras ella le decía, demasiado cortésmente, que saliera malditamente fuera de su camino mientras ella organizaba su lío.
—¿Crees que tengo una oficina a la que volver? — Kevin suspiró la pregunta con resignación.
—Creo que olerá a velas y jarrones de flores. —Nick levantó la cabeza, dilatando la nariz como si probara el aire en busca de un olor dulce—. Apuesto a que vainilla y rosas —dijo entonces, mirando a Kevin. Infiernos, si mantener su apretado trasero fuera de problemas solo le llevaba un olor a vainilla y rosas entonces lo haría. Estaba en el punto de que estaba a punto de tirarse del pelo. No la había tenido en su vida ni cuarenta ocho horas y ella ya lo tenía tan al borde que la explosión era inminente. Explosión de tipo sexual. Estaba tan malditamente empalmado que estaba a punto de reventar los vaqueros con su erección. O estrangularse con el confinamiento de dicha erección. No había tenido bastante de ella esa mañana. Caramba, tenía la sensación de que podría tomarla durante horas y todavía no tener bastante de ella.
Mientras dejaban la pequeña oficina en la planta baja que Cranston había aceptado en Londres, Kentucky, en el palacio de justicia, Kevin permaneció cuidadosamente en guardia en busca de ojos vigilantes. Saliendo del nivel más bajo, podían quedarse fuera de la parte principal del palacio de justicia. Los otros agentes utilizaron otras salidas, otros pasillos. Paranoia. Había sido criado con ella por sus fríamente recelosos padres mucho tiempo antes de unirse a los Marines y luego a la ATF. Aún de niño, demasiado malditamente joven para saber lo que la palabra significaba, había comenzado a desarrollar una naturaleza suspicaz. Por supuesto, con dos ególatras fríos y egoístas como padres, ¿cómo podía evitarlo? Su madre veía sombras en las sombras, y todos tenían intenciones de atraparla. Las emociones eran su peor enemigo, y había luchado contra ellas incansablemente. Y su padre. Demonios, su padre había sido tan bastardo como el padre de Nick. A veces Kevin se preguntaba qué tan afortunado había sido Joe. Su padre, Paul había sido duro pero cariñoso. Y Joe nunca había sufrido una paliza en su vida. Hasta que Kevin fue suficiente mayor y suficiente grande para defenderse, su padre había disfrutado enormemente en hacer que su hijo se encogiera. Kevin no había heredado el hábito de su padre de golpear primero, pero la paranoia insidiosa de su madre formaba parte de él. Hasta tal punto que no podía sacarse de la cabeza la mirada en los ojos de ______ cuando le preguntó acerca de un embarazo. Por un segundo, el dolor, el temor y la pena habían brillado en los orbes de chocolate. Había sido tan rápido que ni siquiera podía estar seguro de que hubiera estado ahí. ¿Paranoia o hecho? Sacudió la cabeza mientras él y Nick iban hacia sus Harleys. Kevin sacó sus gafas oscuras del bolsillo de la camisa y las colocó en su nariz mientras miraba fijamente alrededor del parking del palacio de justicia iluminado por el sol.
—Deja de preocuparte tanto —murmuró Nick mientras montaban en las motos—. Tenemos varias razones para estar aquí.
Kevin le echó un vistazo antes de girar la llave y arrancar la moto. El áspero y peligroso retumbar del motor se encendió bajo él. La relajante sensación de libertad que normalmente le daba ahora estaba ausente. Había encontrado una nueva libertad. Una nueva paz. La de estar enterrado tan profundamente en ____ que podía sentir el latido de su corazón.
Una agonizante excitación apretó su polla y sus pelotas ante el pensamiento de tomarla. El asombro y la sorpresa que habían llenado al principio los ojos de ______ habían sido seguidos de cerca por desesperación, por deseo, y por emociones en las que no quería pensar aún. Pero ella lo había quemado vivo. Había habido más placer en sus brazos que el que había tenido en una vida de actos sexuales, y eso era malditamente aterrador. Porque no era tonto. Sabía lo que enfrentaban. Un resbalón, un agente recordando de forma equivocada, y él sería relevado; ______ sería traicionada. E, infierno, eso apestaría. Porque no había ninguna posibilidad que fuera a dejar que la Seguridad Nacional le pusiera las manos encima. Si fuera un paranoico, entonces la Seguridad Nacional estaba más allá del límite. Incluso Cranston, por mucho que a Kevin le gustara el agente especial a cargo de la investigación, era más paranoico que cualquiera que Kevin hubiera conocido antes o desde entonces. Sacaría de un tirón a _______ de Somerset y la enviaría directa al centro de detención del país. Y una vez que allí, sería enterrada en tanto jodido papeleo y sombras que nunca la encontraría otra vez. Una vez que estuvieron bastante lejos de Londres para encontrar un lugar relativamente seguro en el que entrar, Kevin y Nick giraron su Harleys por una senda apartada y entraron en un claro pequeño y desierto, oculto desde la carretera. Apagando el motor, Kevin se mordió una maldición y miró fijamente alrededor del claro antes de girar su mirada a Nick.
—¿Qué has averiguado?
Nick había hablado anoche con los agentes, preguntándoles sutilmente y cubriendo el trasero de ____.
—Nadie vio nada excepto yo —dijo arrastrando las palabras—. Informé que entraste antes que yo y pedí prestado el coche de tu amiga para entrar. Estaba vigilando, ¿recuerdas? Nadie me puede cuestionar, porque nadie conoce la diferencia.
Nick efectivamente había estado vigilando fuera delante del almacén, comunicándose con el resto del equipo que había estado en el lugar como parte interesada en entrar. Había anunciado la llegada de la mujer, y en su voz Kevin había percibido algo que los otros no habían notado. Un aviso.
—Vigila el frente, Kevin —Nick había arrastrado las palabras. No porque Kevin hubiera sido el más cercano, como Cranston le había recordado bruscamente.
—Mi error —había murmurado Nick en el nudo de comunicaciones. Kevin lo supo entonces. Nick no cometía errores, no así. Quienquiera que fuera la mujer, algo estaba mal, y Kevin se había movido para interceptarla.
Los agentes asignados a este caso eran de mirada salvaje y desabrida, paranoicos y determinados. Y no ayudaba malditamente nada que _____ se pareciera a la descripción superficial que tenían de la mujer que actuaba como contacto entre los compradores y vendedores.
—Si alguien la ha elegido como víctima, entonces necesitamos saber por qué. —Si alguien la había elegido. Hijo de puta, se moría tanto por follarla que estaba tratando de encontrar excusas donde sabía que debería estar encontrando unas esposas.
—Alguien te está escogiendo como víctima —gruñó Nick mientras miraba a Kevin sobre el borde de sus gafas—. Y eso no es una cosa buena. ¿Quién sabía que estabas en el equipo?
Kevin sacudió la cabeza.
—Mejor, ¿quién sabría utilizar a ____ si lo sabían?
Nick le lanzó una larga y burlona mirada
— Kevin, tío, ¿quién no sabe que _____ Jansen es tu debilidad? Has estado persiguiendo su culo como un perro callejero perdido durante meses. —Nick sonrió burlonamente ante su propio juego de palabras.
—Ja, ja —se mofó Kevin. Luego, se frotó la nuca. Caramba, ¿tan transparente había sido?

por **aranzhitha** Jue 12 Abr 2012, 12:38 pm

*Stephanie* escribió:HOLAAA NEW READER!!!!!
SIGUELA PORFAAA
ESTA GENIAL TU NOVE!!!!!!!!!

Bienvenida :) gracias por leerla :)

por **berenice_89** Jue 12 Abr 2012, 10:47 pm

SUBISTE¡BAILE DE 5 SEGUNDOS HEHE

OHH CLARO QUE ES SU DEBILIDAD¡¡¡

por **Vanee LovatoD'Jonas** Vie 13 Abr 2012, 10:18 pm

Jajajaja mmm Kev transparente o mejor Kevin con ropa transparente
jajajaja Sigueee Please!

por **aranzhitha** Sáb 14 Abr 2012, 4:07 pm

Continuación.......
—Incluso Johnny lo advirtió. —Nick reía ahora disimulada y alegremente—. Y no puede comprender la atracción, ¿no lo sabes? Kevin hizo una mueca. Johnny Grace. Él era una maldita excusa pésima de primo. Cuándo los padres de Kevin murieron en un accidente de coche, la madre de Johnny, la tía de Kevin decidió intentar reclamar parte de la propiedad que los padres de Kevin le habían dejado. Kevin había pasado un año protegiendo la herencia que correspondía a la única maldita cosa que sus padres le habían dado alguna vez de buena gana. Y ahí había estado Johnny, de pie en un tribunal de justicia, recitando las quejas de su padre contra Kevin y jurando que sus padres habían querido dejar la mejor parte de la propiedad a su madre. Y durante todo ello, Johnny se había mofado y había recordado vilmente a Kevin una y otra vez que su relación con el padre de Kevin había sido mucho más profunda que la que tuvo con su hijo. Porque Johnny era un pequeño bastardo lameculos que jugaba con la opinión sobre si mismo del padre de Kevin.
—El viejo Thompson anduvo por el garaje esta mañana —dijo Nick entonces—. Estuvo quejándose sobre las luces que se movían por la montaña anoche detrás de su casa. Podríamos comprobarlo otra vez. Otra vez. Eso lo resumía todo. Kevin pasó la mano por la barba de sus ásperas mejillas mientras anotaba mentalmente afeitarse antes de volver a frotarse con _____. Esta mañana después de la ducha, le había visto una erosión en el cuello
—Alguien sabe algo, Kevin —dijo Nick en voz baja—. Saben lo bastante para lanzarte a ______ para distraerte. Alguien sospecha de ti.
Kevin sacudió la cabeza.
—Me conozco muy bien para no distraerme fácilmente. Además, tenemos todo excepto el dinero y la mujer. ¿Cómo voy a ser una amenaza para nadie, con las cosas paradas ahora?
—Es alguien que no sabe que tú haces caso del sentido común cuando es importante —señaló Nick—. Es alguien que sólo conoce el hecho de que Kevin desconfía de todos excepto del Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Lo que podría ser casi igual a todos a los que te has encontrado en este país y una docena de otros. Y podría ser alguien que tiene miedo de que uno de los hombres que capturamos hable. Si habla, ¿quién dice que no mencionará a _____?
Kevin no era conocido por su naturaleza confiada.
—Entonces permitiremos que piensen que han tenido éxito. —Sonrió lentamente, mirando como Nick hacía una mueca—. Y _____ tiene coartada. Tú estabas usando su Rodeo; ella estaba en casa.
—Hombre, odio esa sonrisa. —Nick suspiró, la resignación brillaba en su mirada—. ¿Qué vas a hacer?
Kevin se inclinó hacia delante, descansó los antebrazos en el manillar de la motocicleta, y permitió que la sonrisa se ampliara.
—Por supuesto voy a permitir que ____ me distraiga. ¿Por qué luchar? Y mientras ella me distrae, voy a ver quién mira y que sucede más tarde. Si ella fue puesta en mi camino para cogerme desprevenido, entonces la añadieron por una razón. Vamos a ver qué piensan hacer ahora que la tienen ahí. Y por qué es tan malditamente importante que esté ahí. No podrían haber esperado la redada. Así que sus planes van a estar desequilibrados.
—Esperaban que fuera enviada a prisión, y a ti corriendo tras sus talones —replicó Nick—. Ten cuidado no te atrapen en su pequeña red, y tú y ____ seáis enviados juntos. –Sí, eso se le había ocurrido alrededor de la medianoche.
—Adivino que voy a tener que correr riesgos. Infierno, ya he roto más leyes de las que quiero pensar sólo para conseguir sacarla de allí. Nos dijeron que usáramos la iniciativa, pero no creo que fuera exactamente eso de lo que estaban hablando.
—Seguro que lo fue —Nick arrastró las palabras—. Sabíamos que no estaba implicada, así que igualamos el campo de juego sin ningún jaleo o desorden. Es el código del campesino. Es lo que les diremos. —La relajada voz arrastrada de chico de campo no engañaría a nadie que conociera a Nick. Había pura sed de sangre campesina en su tono, y era algo con lo que Kevin sabía que podía contar. Nick le cubriría la espalda. La suya y la de ____. Y ese pensamiento abrió toda una lata de gusanos. Una que no estaba listo para vaciar en este momento. Sabía que Nick no había tomado la deserción de Joe de sus tríos muy bien. Había esperado, había anticipado la vuelta de Joe y la lenta seducción de su prometida, Kelly. Cuando Joe puso frenos a esa idea, Nick había estado muy cabreado. Demonios, el compartir había sido una parte de sus vidas desde su primer encuentro sexual como adolescentes. La viuda Barnes. Había sido suave y dulce, más mayor, con más experiencia, y suficientemente solitaria para tomar a tres jóvenes chicos en su cama. En aquel momento, ninguno sabía que ella también se estaba ocultando de su psicótico marido, un hombre que había estado mirando como los adolescentes primos Jonas se deslizaban en su casa, y por la ventana había mirado las travesuras sexuales que habían aprendido. Esa primera incursión en la oscura sexualidad de un trío había regresado para obsesionarlos el año pasado cuando el hijo de la señora, pervertido por las creencias del padre, sus vejaciones y las palizas que había soportado, había empezado a violar a las chicas que reclamaba como propias. Entonces se había concentrado en la hermanastra de Joe y la mujer que sostenía su corazón, Kelly Salyers. El bastardo casi los mata antes de detenerle.
Y ahora, Nick estaba distante otra vez, y Kevin sabía que así era como se tenía que estar sintiendo. Y se estaba alejando. Kevin lo había estado sintiendo ahora durante un momento. Nick se estaba alejando de ellos; la conexión que lo había sostenido con sus primos todos estos años, ahora se había ido. Los tríos, el lazo emocional que habían creado, Nick ya no lo tenía.
—Vamos, Kevin, deja de luchar con ello —aconsejó Nick en tono pesimista—. Vamos a jugar y veamos qué coño sucede. Tengo un SOS para su hermano, Alex. En el minuto en que su cabeza salga de cualquier agujero al que el gobierno lo envió, vendrá corriendo con ayuda.
—Vamos a jugar — Kevin exhaló rudamente antes de empujar sus gafas de sol de vuelta por su nariz. No había mucho más que pudieran hacer. Otra persona, alguien que sabía demasiado, había atraído a _____ a un juego muy mortal. Para salvarla ahora, Kevin iba a tener que arriesgar todo y rezar a Dios para atrapar a los ladrones antes de que el Sueco presionara a sus amigos o el equipo supiera que ella había estado en el almacén. Si eso sucedía, toda la mierda iba a golpear el ventilador.
—Mira, hombre, nosotros somos el respaldo en su mayor parte. La mayor parte de la investigación la llevan esos estirados de la SN. No nos llamarán hasta que todo esté preparado para hundirse de todos modos. Sólo estaremos detrás y seguiremos vigilando el pequeño trasero apretado de ______, y lo haremos bien.
La mirada de Kevin se clavó en su primo.
—Yo miraré su trasero.
Le salió más duro de lo que había querido, una brusca respuesta que nunca debería haber pensado. Los labios de Nicl se arquearon burlonamente, pero Kevin vio el conocimiento en sus ojos. También vio un vago margen de distancia asentándose sobre la cara del otro hombre mientras asentía lentamente.
—Tú mira su trasero. Yo sólo miraré. Cualquier cosa. —Giró el interruptor y pateó el motor de la Harley arrancando antes de salir sin decir nada más y dejando que Kevin lo siguiera. Maldito sea el infierno. Kevin pulso el arranque y encendió el motor, sintiendo un conato de ira comenzando a arder en su interior. No se suponía que fuera a ser así, ¿verdad? Joe, Nick y él, habían sido más cercanos que hermanos toda su vida. Habían follado a las mismas mujeres, amado a las mismas mujeres, hasta Kelly, y ahora _____.
Kevin no era tonto. Quizás no amara a _______, pero ese principio de posesión había estado ahí, incluso ocho años antes. Creciendo como un verdadero infierno. Madurar era todavía peor. Tres hombres que habían sido tan cercanos como garrapatas a un perro ocho años antes, se estaban distanciando y, admitió Kevin, a veces apestaba. Y a veces, como ahora, había un asomo de alivio. Pero una parte de él sabía que Nick estaba más afectado por la madurez que sus dos primos mayores. Para Nick, el compartir nunca había sido un juego; le había llevado a Joe y Kevin más tiempo verlo. Para Nick, era una parte de sí mismo, y perder esa conexión estaba empezando a afectarle de manera que Kevin no había anticipado. Maldición, se habría arrancado su propio brazo para evitar que sucediera esto. Joe y él siempre se habían salido del camino para proteger a Nick, incluso de niños. Y quizás de adultos, también. Aunque en algún lugar del camino, todos habían crecido. Incluso Nick. Hasta el punto de que el otro hombre había llegado a ser aún más duro, más oscuro, que Kevin o Joe. Lo cual explicaba cómo Nick había dado un paso adelante en el papel de asesino el último año que había estado en los Marines. Un asesino que el ejército había sido reacio a perder cuando una bala le había alcanzado en el hombro durante una escaramuza en Irak en su tiempo libre. Nick había salido de los Marines, más oscuro, más duro, y más peligroso de lo que había sido cuando él, Kevin, y Joe se apuntaron al entrenamiento básico. Sí, todos habían crecido. Pero a veces Kevin se preguntaba si habían crecido a mejor.

por ***Stephanie*** Dom 15 Abr 2012, 3:33 pm

SIGUELA PORFAA!!!!
COMO LA DEJAS ASI????!!!!

por **Vanee LovatoD'Jonas** Lun 16 Abr 2012, 9:53 pm

Pobre Nick
espero que no se metan en problemas!!!
aww Kevo es UN AMOR!!!!

por **berenice_89** Miér 18 Abr 2012, 9:52 am

SI SIGUELAAAA

OIE QUE RARO ERES LA SEGUNDA DE QUIEN NO ME LLEGARON LAS NOTIFICACIONES

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