"ROSE GARDEN" (Nick y Tu) 2° Temporada TERMINADA!!!

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CAPITULO 21

—tu silencio me da a entender que es cierto lo que pienso— se paso la mano por el cabello y después la mano bajo e hizo el mismo recorrido en su cara.

—Ángel, yo, yo no…—

—Cálmate— dijo tomando mis manos entre las suyas y con una voz llena de ternura. —calma, escucha _______, te has estado mareando, te desmayaste tres veces en esta semana, y eso me parecía normal o al menos aceptable, viendo la situación depresible en la que estas, pero…hoy las cosas cambiaron, esas nauseas ya se volvieron vomito, y súmale los otros síntomas, ________, hermana— apretó mis manos con fuerza y me miro a los ojos —a no ser que tengas lombrices, la única explicación razonable que nos queda, es…que estas embarazada— No eso no podía ser, definitivamente no podía ser.

—Pero…pero eso no, no es posible, ¡Ángel no! Te estás equivocando, para empezar, bueno…bueno— no sabía cómo decirlo, pero lo diría >>que mas da es mi hermano<< ¬—hace una semana que, bueno me…me bajo, sabes a lo que me refiero ¿no?—

—si lo sé, pero…— suspiro— escucha no soy médico, pero se algunas cosas y una de ellas es que, bueno puedes estar embarazada y seguir con tu periodo en los primeros meses, y, linda todo apunta a…— no lo deje terminar.

—No Ángel, no puedo estar…embarazada— me aterraba la idea

—pues, si me dices que Nicholas se cuido de alguna manera regresaremos al punto de que no es un embarazo—

—no, no se cuido, se…se nos olvido eso—

—Ya veo— suspiro de nuevo

—Aguarda— recordé y él miro extrañado —Yo, bueno le conté a Sofía y, ella…ella me dio una pastilla que es para una emergencia así—

— ¿y de donde saco esa niña eso? — pregunto sentándose a mi lado.

—su mamá se la dio en una plática de sexualidad que tuvo con ella y bueno, gracias al cielo la conservo y ese día me la dio a mí, incluso…espera— me levante y dirigí mis pasos a través de la habitación hasta el closet, rebusque entre los ganchos aquella chamarra que solía ser mi favorita hasta que mi hermano me regalo otra y luego otra, hasta tener mucha ropa, y como sentía que esa chamarra tenía impregnado el aroma de Nick en ella no me la volví a poner, la encontré, abrí una de sus pequeñas bolsas y saque la pequeña envoltura que guardaba. —como no quería comprometer a Sofía con nada, guarde la envoltura en mi bolsillo, y como no me he puesto la chamarra…toma— le entregue el envoltorio — vez, es verdad que no puedo—

—No decía que mintieras pequeña— Tomo la envoltura y la miro por unos segundos. —________, cuando…cuando paso o desde cuando pasa eso entre Nick y tú— me avergoncé un poco y sentí hervir mi cara.

—Pues, la verdad es que, solo…solo fue una vez— >>mas bien dos el mismo día<< —y fue justo el fin de semana antes de que, bueno pasara todo lo que paso—

—Ya veo— suspiro pesadamente, mientras yo lo observaba parada en frente de él. —_______, esta pastilla, tiene más de cuatro meses que no funciona—

— ¿Cómo?— pregunte con temor

—Caduco hace casi cinco meses, y aunque algunos medicamentos funcionan después de su vencimiento…ya pasó mucho tiempo para que este tuviera efecto alguno—

—No Ángel, no— estaba asustada, demasiado asustada, me empezaron a temblar las manos, y mis ojos comenzaban a arder de nuevo. —No puede ser— dije en un apenas audible tono, después todo se volvió lleno de oscuridad.

—Vamos hermanita, despierta, ya dormiste mucho— escuche la dulce voz de Ángel mientras acariciaba mi mano. Poco a poco, se hizo más clara mi visión hasta verlo de nueva cuenta, sentado junto a mí y sonriendo.

— ¿Qué paso? ¿Dónde estamos?— era claro que no era la habitación del hotel. —y que es…—

—No te muevas— dijo deteniendo mi brazo, pues tenía un pequeño tubillo conectado a mi brazo — ¿Cómo te sientes?—

—Creo que bien— le dije no muy convencida, me sentía débil y mareada — ¿cómo llegamos aquí?—

—muy fácil, en cuanto te desmayaste, te recosté en la cama, pero después de media hora de esperar a que reaccionaras me preocupe demasiado, así que solo te traje hasta aquí, estamos en el hospital central de los Ángeles, te revisaron en cuanto llegaste, y el médico tomo unas muestras de sangre, y bueno, salió que estas un poco anémica, así que debes comer mejor desde ahora de acuerdo— solo asentí — y después te pasaron a esta habitación y te pusieron esa solución para estabilizarte un poco, pero tienes que cuidarte—

—si claro, pero…eso quiere decir que…— tuve un poco de esperanza.

—Esto quiere decir…—soltó un suspiro y tomo de mi mano para apretarla suavemente —que si no te cuidas…le puede hacer daño…al bebé— en ese instante mi cerebro hirvió, se lleno de un inmenso calor y mi corazón se detuvo por un instante.