Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)

por **andreita** Dom 05 Feb 2012, 1:50 pm

vamos

por **andreita** Dom 05 Feb 2012, 1:50 pm

listooo

por **andreita** Dom 05 Feb 2012, 1:50 pm

cappppppp

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 1:55 pm

Un trato es un trato, ahí posteo :)
continuación:

- Bro, ¿te sucede algo? -. Escuche al unísono la voz de Kevin, quien estaba enfrente de mí al igual que Phillip. Y el momento mágico que había visto, cosa que nuca vi, se esfumo.
- no, nada -. Respondí, bebiendo el último sorbo a mí copa -. Ahora me dirán que hablaban detrás de mis espaldas con los invitados -. Dije tornando mi rostro a enojado, y dejando la melancolía y el pasado de lado, ya no quería sufrir más… me estaba decayendo y con ello podría caer todo lo que había creado para mi propia protección. Espere sus respuestas y fue en ese entonces en que había recordado lo que Phillip me había propuesto, y que yo sin ánimos, y de alguna manera acepte -. Julieta debe de pasarse por mi novia desde hoy, ¿verdad Phillip? -. Y él simplemente asintió, sin que yo tuviera que verlo, y así poder aquel rostro sonriente, moviendo su cuerpo al bailar con mi hija, quien reía igual que ella, y en un segundo sus ojos y los míos se chocaron, viéndonos sin que nosotros lo quisiéramos. No obstante, siguió su baile y riendo como lo había hecho anteriormente.
Sin esperar que ellos replicaran algo más, comencé a caminar hacia los invitados, dejando a mi hermano y amigo allí, en el lugar, debajo del árbol. Estaba aturdido, no sabía distinguir si lo que iba hacer era lo correcto o lo incorrecto, y tampoco si lo hacia por el pedido de mi hermano o si era porque yo lo quería así, y tampoco pensé si le aria bien o mal a Julieta.
Sin aviso, baje la música, y claro… como todo invitado que se encuentra bailando y justo corto la música, fui abucheado, aunque tuve que hacerlo para decir y hacer lo que en ese momento me dictaba la razón.
- lo siento, pero debo de decirles algo importante -. Comencé a decir, agarrando una copa llena de champagne de la bandeja que justo se encontraba llevando el mesero, y como yo, todos lo hicieron, incluso Julieta, a quien le di una seña de que fuera a mi lado, ya que estaba decidido, en ese momento, en decir una piadosa mentira… que a la larga se descubriría. Al tenerla a mi lado, tome su mano derecha, la cual llevaba un anillo plateado perteneciente del vestido que llevaba puesto -. Julieta y yo, queremos decirles algo muy importante a todos -. Proseguí, mirando en ese instante a ella a los ojos, al igual que ella nadie entendía nada, excepto mi hermano Kevin, Phillip y los hombres que había sido avisado por ellos dos -. Nosotros dos… somos novios -. Finalice, y el rostro de Julieta parecía confusa y a la vez nerviosa. Sus manos estaban frías y temblaban, lo que me llevo al pasado, en donde había tomado por primera vez la mano de ______, quien con solo tocarla, en tiempo de recién conocerla, se ponía nerviosa y lo demostraba a través de sus frías y temblorosas manos.
En un momento, comencé a escuchar aplausos, pero no aparte la mirada de la mirada de ella, solo seguí el impulso y el aliento que me daba mi corazón y mi alma para que la besara. Comencé con dejar de sostener su mano y creo que deje caer la copa en el césped, no estoy seguro porque solo me encontraba hipnotizado por sus ojos avellanas, los cuales siempre tendré a mi lado y nunca los dejare de ver, ni cuando me encuentre durmiendo.
Con mis ambas manos sostuve su delicado rostro, el cual era natural, y mi rostro se fue acercando al suyo, en donde mi nariz y la suya fueron rozadas, luego nuestras respiraciones cercanas se sentían en nuestra piel y al fin nuestros labios se rozaban con delicadez, mientras que cada segundo nuestras miradas se encontraban, y en un instante inesperado, nos besamos como nunca imagine besar a una mujer otra vez, aunque sus labios sabían igual a los labios de ______, cuyo sabor jamás había logrado olvidar.
- ven conmigo -. Luego de besarla, cerca de su oído le susurre lentamente, mientras tanto mi mano se posaba sobre su hombro, para luego caminar a su lado, siendo seguido por ella, quien se encontraba atónita, tal vez como yo lo había estado tiempo antes o cuando por primera vez la había visto, en aquel ascensor. Cuando escuche su ultimo paso detrás de mí, pose mi mano sobre el picaporte de la puerta de mi despacho, en donde deje una abertura, en la que le permití que pasara ella primero y luego yo -. Ustedes, se quedan con los invitados -. Les dije a mi hermano y a Phillip, mientras de refilón podía verla allí, sentada en el asiento de mi escritorio, esperándome, mientras sus principales dedos se posaban en sus labios, en donde mis labios se posaron y ellos respondieron con naturalidad.
- luego nos cuentas, ¿he? -. Dijo Phillip, con una sonrisa cómplice, como diciéndome que estaba contento lo que había hecho, pero sus ojos no decían lo mismo lo que me dejo muy dudoso y confuso, y también hizo que yo tuviera miedo, quizás de que él también se hubiera enamorado; pues sí, también empezaba a sentir ese amor que no era para nada diferente al amor de ______, sino que se encontraba creciendo, y cada día más, mucho más si ella se encontraba a mi lado, cerca o mejor dicho en el mismo techo en el que yo me encontraba viviendo.
- perdón, es que…
- no te disculpes.
- ¿perdón? -. Le pregunte algo sorprendido, ella ya no se encontraba atónita sino natural, normal, como si el beso hubiese sido por una parte sorprendido y por otra algo ya planeado. Me estaba sonriendo y siendo yo el atónito me senté en mi sillón, mirándola sonriente.
- Phillip me había informado ya sobre esto, por ese motivo me encuentro aquí… aunque… -. Perdura en silencio por tan solo un segundo, y durante ese segundo miraba la foto que miraba hacia ella, el cual era la foto de _______, la que más me había gusto y la que una vez me había salvado de hacer o cometer un grave error. Luego me volvió a mirar y sin sonrisa que dijera que estaba… contenta -. Aunque creí que no debía de besarlo o diversa. ¿Entiende, verdad? -. Pregunto, moviendo su mano como diciendo o demostrando lo que ella quería decir.
Con mi mano tapando una parte de mi labio superior e inferir, asentí, creyendo o pensando que a ella no le había gustado esa actitud, y que en ese momento comencé a razonar que fue algo tonto haber seguido aquel impulso.
- creo que debí de pensar que podía no… gustarte aquel beso.
- no, no es eso. El… beso -. Callo, y se mantuvo así por un largo momento.
- fue… agradable, ¿verdad?
- pues, sí. Em, ¿podíamos hablar de otra cosa, por favor? -. Pregunto, mientras posaba su mano por debajo de sus cabellos castaños claros, color común del pelo pero especial para mí. Asentí sin motivo de enojarme, aun así quería decirle que aquel beso hizo que me acordara de _______, que mi mundo destruido fuera nuevamente un verdadero reinado, en donde el amor todo lo arregla -. Eh, ¿qué era lo que quería hablarme luego de la fiesta? -. Pregunto dejando casi en el pasado la conversación anterior. La verdad que tenía intención, cuando le indique que me acompañara hasta mi despacho, en hablar sobre aquel momento y en que debíamos demostrarle al mundo que éramos novio e internamente solamente dos personas diferentes, sin ningún tipo de conexión entre nosotros dos.
- creo que le alegrara mucho. Pues como mi mamá se encuentra muy cansada últimamente, quiero contratar una niñera para que cuide de Esperanza. Y como veo tanta conexión entre tú y ella, quisiera contratarte para que fueras tú quien la cuide y eduques, eso si no te parece algo imposible de hacer, Julieta -. Le informe, mientras fingía buscar algo entre los cajones de mi escritorio, luego de terminar de hablar la mire, y un brillo hermoso y especial invadían sus ojos, por lo que supe que le había alegrado el alma con decirle eso, algo que la hacia muy feliz y que esperaba que así lo tomara mi hija.
- yo… yo le estaré muy agradecida. No sabes como me hace feliz tenerla entre mis brazos, sintiendo su pequeño corazoncito junto al mío y latir a la par. Es como si en verdad entre ella y yo hubiera una conexión más allá de la que podría imaginar o describir -. Todo aquello lo había dicho con naturalidad, mientras se levantaba de su asiento y apoyaba sus ambas manos, entrelazadas, formadas en un puño, sobre su pecho, con sus ojos a casi inundarse y llorar de la emoción. No se por qué, o tal vez sí, pero me hacia sentirme tan bien con verla así, alegre y risueña, actuando como si fuera mágico lo que le había dicho, como si fueran las palabras claves o mágicas para el comienzo de una función.
Sin poder estar por más tiempo en el despacho, tuvimos que ir a la fiesta, aunque tiempo ante de que ella abriera la puerta para ir a la fiesta, me vi impulsado por emociones inexplicables de agarrar su brazo con suavidad y hacer que me viera a los ojos fijamente. Haciendo que sus perfectos y maravillosos ojos se clavaran en mi corazón, aquel que no había dejado de latir, sino que latía con adrenalina. Por un momento sentí como si mi corazón iba a salir de mi cuerpo al igual que mi alma, los cuales parecían que les pertenecía, inclusive yo mismo. Con lentitud comencé de dejar de sostener su brazo y posar mi mano sobre su cintura, y ella posa su mano delicada sobre mi pecho, viéndome una vez más a los ojos, los cuales, tanto los suyos como los míos, se encontraban iluminados por la luz que se traslucía a través del circular cristal que se encontraba en el centro de la puerta como un adorno, cuya luz era proveniente de afuera. Cuando comencé a acercarme a la puerta, ella deja de sostener su mano sobre mi pecho, dejando de tenerla junto a mi pecho y tenerla a mi lado, para salir listos afuera, en donde quizás debíamos de actuar algo que quizás no era una actuación, pero en ese momento yo me encontraba anonadado o abrumado por la situación, o tal vez no era así y sí estaba consciente de que estaba enamorado una vez más.
Al salir de aquel pasillo oscuro y estrecho, vimos a todos felices, incluso los invitados. Nos dirigimos a mi familia, cuyas personas se encontraban riendo felices cuyo motivo ignoraba, quizás por estar felices o tal vez por algún divertido chiste de mi hermano mayor, Kevin. Entre todas esas risas, pude escuchar y ver la más hermosa sonrisa y risa, ¿se preguntan quien?, Pues que más hermoso y bello ser puede reír de una manera que me alegra hasta el rincón más oscuro de mi corazón, es mi hija, la razón de seguir viviendo y la razón por la que daría mi vida y alma por que siempre se mantenga riendo de esa manera tan angelical. No sé si se encontraría algún hombre leyendo mi historia, pero si lo fuese así creo que comprenderían y entenderían mi manera de pensar: todo joven se prepara con cada etapa que debe pasar de su vida para realizar el más dichoso y hermoso que un hombre puede crear, porque ser padre es un honor que nos alegra hasta el más pequeño rincón de nuestro corazón. Yo, soy un dichoso y feliz hombre, a pesar de que me falta el amor de mi vida, pero soy dichoso y agradezco porque por lo menos me ha dejado Dios a mi niña hermosa, a mi Esperanza. Ella es todo lo que me hace mantener en pie en cada guerra y la razón de vivir, de respirar y de seguir luchando por ella, por el único ser que tengo y que me pertenece para siempre. Ella es mi pequeña y la más hermosa creación que pude hacer junto con el amor de mi vida. ______.
- hasta que decidieron salir, ya creíamos que se quedarían a hablar de por vida -. Dijo bromeando Phillip, que se encontraba sosteniendo con una mano una copa llena. Dejando de sostener la cintura de Julieta, me acerque a él y a nosotros dos se nos acerco Kevin, para hablar nosotros tres nada más.
- ahora, habla bro -. Dijo Kevin con su singular sonrisa. No podía creer que estaban ahí riendo con los demás y por otro lado se encontraban atentos con la mirada fija en la puerta para verme junto con Julieta salir de la mansión por tan solo querer saber que había sucedido en mi despacho.
- si serán chusmas, son peores que los periodistas y las mujeres del barrio -. Respondí sonriente, como nunca lo había estado desde el fallecimiento de _________. La verdad que desde que tuve más cerca de Julieta, mi humor había vuelto, y todo aquel hombre frívolo y mal humorado había quedado en el pasado, volviendo a reinar el viejo Joe, el cual no se había ido, sino que permanecía en lo más profundo de mí, y era por mi bien que estuviera allí, pero en esos tiempos ya no debía de ocultarlo -. Bueno. Lo que hablamos fue… fue sobre el empleo que le di a Julieta. La verdad que necesito a una mujer que cuide de Esperanza, mamá se encuentra exhausta ya para cuidar de ella, así que le pedí que fuera la niñera de Esperanza -. Finalice, aunque no le había dicho nada de lo anterior de ese tema. Creía que no era importante, de todos modos ni siquiera yo sabía lo que por mi mente y por mi corazón pasaba.

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 1:57 pm

- creo yo, que es lo mejor que has hacho por todos. Además, Juli y Esperanza se llevan de maravilla, tienen una conexión que no se puede explicar pero a la vez sí. No sé, es complicado -. Replico, mirando fijamente a donde estaban Julieta y Esperanza -. Mira, pero mira atento a mi esposa y a mis hijos, luego mira a Juli y a Esperanza -. Me dijo, y aunque no entendía del por qué tenía que hacerlo lo hice, y en tan solo verlo me había dado cuenta a lo que se refería. Mi cuñada, Natalia, se encontraba sentada en una silla con sus dos hijos, mis sobrinos, uno en el lado derecho y el menor en el lado izquierdo de su madre, quienes eran rodeados por los brazos de su madre. En los ojos cafés de Nata, se traslucían un brillo hermoso en donde se podía ver que le demostraba su amor y cariño a sus hijos, como toda madre, como todas las madres que estaban allí en la fiesta. Cada una de ellas tenían un brillo distinto pero que demostraban casi lo mismo: un amor y un querer especial por sus hijos. Cuando desvíe la mirada hacia Julieta, vi lo mismo pero realmente distinto y mucho más claro que en los demás brillos que había visto anteriormente. Tal vez no comprendan, pero si una vez miran a los ojos a sus madres o a las madres de otros niños, adolescentes, bebés o hasta incluso hombre y mujeres, verán a lo que me refiero, y de esa misma manera sentirán aquel amor que los aconsejas y los protege para que nada les sucediese, porque ese es el deber de una verdadera madre.
En la mirada de Julieta pude comprender a lo que se refería mi hermano con claridad, como él veía con claridad en los ojos de su mujer. Ella estaba sentada y sobre sus regazos estaba sentada mi hija, quien le preguntaba y ella respondía con una sonrisa simpática y hermosa. En sus ojos vi un brillo que hasta me atravesaba el alma y hacia que sintiera una felicidad expandirse por todo mi cuerpo, haciendo que tuviera presente una esperanza de que… la cual nunca pude creer, hasta el momento de la más hermosa y dulce verdad, pero que mucho tiempo de dolor me causo. En ellos vi el amor que le demostraba a mi hija, como si ella fuese una madre, porque no solo el brillo en los ojos de vuestras madres se ve, sino de aquellas mujeres que a pesar de que madre realmente no son, por otros niños su interno amor les brindan sin que fueran aquellos hijos que nueve meses en su vientre han tenido. Porque realmente una madre es cuando cría con dolor y esfuerzo, y del mismo modo aman sin temor del futuro ni del pasado.
- ella ama a mi hija como si realmente fuera su hija.
- Julieta cuando se encuentra con Esperanza, siente muy profundo como un recuerdo de que ella había tenido un hijo o hija, muy bien ella no lo sabe. Pero tu hija, Joe, ella hace que Julieta sienta como un recuerdo de que una familia ella había creado. Además, yo creo que… tú también tienes algo que ver -. Dijo detrás de mí Phillip, dejándome deslumbrado con lo dicho, no podía creer cada palabra, me eran difíciles de aceptarlas, aunque en lo muy dentro de mí sentía que era cierto… muy cierto. Sin siquiera saber lo que hacia, los deje a ellos allí y me acerque a Julieta y a mi hija.
- hola, papá -. Dijo mi niña al verme, mientras dejaba de abrazar a Julieta y con su ayuda bajo de sus regazos y me abrazo con fuerzas, cuyo abrazo me hacia sentir más vivo que nunca -. Ven Juli, tu me dijiste que éramos una familia, y que te podía decir mamá, aun así no lo fueras -. Prosiguió mi pequeña, haciendo que levantara la mirada hacia la de ella, y se nos acerco. Se puso a nuestra altura y de un momento a otro, yo era abrazado por mi hija y por… la mujer que parecía en todo sentido a mi difunta mujer, la cual ya no la creía muerta, y tenía una razón: su cuerpo no fue encontrado, ni antes ni después del accidente.
- me vi obligada hacerlo, lo siento -. Me susurro cerca del oído, mientras me seguía abrazando con fuerzas y ternura. Fue un abrazo tan cálido y lleno de cariño que deseaba con todo mi cuerpo y ser de no dejarla y que ella no me dejara de abrazar.
- no te preocupes, esta todo bien -. Le respondí del mismo modo, aun abrazándola y en ese instante mi niña dice algo que nos hace separar.
- papá, ¿ella se puede quedar a dormir con nosotros esta noche? -. Nos pregunta, mirándonos fijamente, y de reojo la veía a Juli, quien se encontraba tensa, y no sé del por qué, pero acerque mi mano y la pose sobre la de ella, y le sonreí, mientras que mi hija esperaba mi respuesta.
- claro, somos una familia y como tal, ella vivirá con nosotros, ¿verdad, Juli? -. Le pregunte sonriente y ella asiente atónita, y hermosa como siempre… como me había vuelto a enamorar.
Sin esperarlo mire a Esperanza, y ella miraba el cielo, mientras una pequeña y cristalina lágrima rodeo su mejilla, algo que me hizo que mi alma se partiera en mil pedazos. Con fuerzas y miedo, mucho miedo de que algo malo sucediera, la aferre a mi pecho como si el mundo se cayera encima de nosotros, y su coronilla bese con desesperación, y en casi un susurro como el viento la escuche decir: Gracias, mamá. No sé del por qué, pero fue hermoso escuchar que aquella frase saliera de su boca, con esa voz tan dulce y tierna que cualquier niño de su edad tiene.
Cuando la fiesta había terminado nos despedimos de todos, y a lo ultimo a mi familia. Primero en irse fueron Kevin y Natalia, ya que al día siguiente Kevin, Nick y yo debíamos de volver al trabajo.
- estuvo muy hermosa la fiesta, te felicito Joe. A ya se me olvidaba, feliz cumpleaños, cuñis -. Dijo sonriente como hacia mucho que no la veía sonreír, a pesar de que algunas cosas que hacia sus pequeños la hacia reír y ser feliz, olvidando como yo y todos, la ausencia de _______.
- gracias, Nata -. Le respondí con una sonrisa, y en es instante dieron media vuelta y salieron de la casa despidiéndose de nosotros con la mano, y Kevin yéndose con su hijo menor, ya que se había dormido entre sus brazos, mientras que su hijo mayor se encontraba dormido en el auto.
- okay, nosotros también debemos de irnos bro -. Dijo seguido Nick con su futura esposa, ya que se habían comprometido hace casi un mes. Eran felices y me alegraba por ellos, aún más por mi hermano menor, va... uno de mis hermanos menores, aun faltaba mi hermano Frankie.
- adiós, cuidado al manejar bro. Tienes una futura esposa, así que cuidado cuando manejes hasta la ciudad -. Dije, mientras lo abrazaba. Desde que había perdido a mi esposa había sido muy cuidadoso con respecto al manejar, y así les aconsejaba a mis hermanos menores, ya que Kevin no le tenía que decir nada. Tenía una familia y como tal él sabía bien como cuidarla de todo peligro.
- lo tendré en cuenta, no te preocupes -. Me dijo dejando de abrazarme y dejar su mano sobre mi hombro, mientras que mirábamos a las chicas abrazadas. Desde que se conocieron, hacia mucho tiempo, ni siquiera sabía que se conocían desde hacia mucho tiempo, ellas como Natalia, se querían como amigas. No sé como pero Julieta siempre les agrado a mi familia, y muy tarde a mi también.
- adiós, Juli. ¿Mañana nos veremos en la cafetería verdad? -. Le pregunto Mía a Julieta, quienes se habían separado. Ante la pregunta Juli asintió, y le iba a preguntar de cómo era eso, ella debía de cuidar a Esperanza por lo que no podía trabajar en la cafetería de Phillip.
- Sí, Mía. Allá por la mañana te veré y avísale a Nata -. Respondió Julieta, tan pronto pudo, ya que mi hermano y su comprometida se encontraban a mitad del camino hacia el auto. Mía asintió sonriente y siguió caminando aferrada a mi hermano, a quien por segundos lo veía con tan solo 17 años y que se encontraba conmigo cantando en la banda nuestra, con nuestro hermano mayor, y en un pestañear ya lo veía todo un hombre, comprometido próximo a hacer un hombre de familia. No obstante, me puse a preguntar si de la misma manera que yo lo veía, así nos veía nuestro hermano mayor y… mi hermosa madre a los tres, quienes una vez fuimos sus pequeños tesoros… y… si así nos había recordado nuestro padre antes de morir de esa tan horrible manera, en la que también había muerto el supuesto padre de _______. En un segundo vi ese tan desagradable momento, mi familia despidiendo a mi padre y la única familia despidiéndose del Jhon _______. Recordé cuanto había llorado ______, quien no se atrevía llorar en silencio. Ella estaba a mi lado y fui yo quien la abrace con fuerzas y la estreche a mi pecho, en donde lloro sin consuelo. Sabía con exactitud que ella lloraba por mi padre, que la quería como la hija que nunca había tenido y como ella lo veía y lo quería como un padre, el cual nunca había tenido; pero también lloraba por su supuesto padre, cuya tumba tubo que esperar para regalarle una rosa blanca ante su despedida definitivamente, ya que su madre y su hermana, que en ese momento era como la enemiga de _______, no les permitía que fuera hacia allí.
- Joe… Joe, ¿te encuentras bien? -. Escuche muy despacio, hasta que había salido de mis recuerdos y enfrente de mí se encontraba Julieta, con su rostro tenso y con rasgos de preocupación, mientras que su rostro se encontraba muy cerca del mío y al darse cuenta de que había salido de mí transe se fue alejando lentamente, con sus ojos casi inundados.
- estoy bien, Julieta -. Respondí sujetando su hombro suavemente -. Solo que me fui a los viejos y profundos recuerdos, no te preocupes -. Proseguí viéndola a los ojos, mientras que mi mano se poso en sus mejillas y con mi pulgar seque sus inundados ojos, y no obstante, la estreche a mi pecho, ya que necesitaba abrazarla… realmente la necesitaba luego de aquellos recuerdos tan profundos, y suerte que ella me correspondió.
- Phillip… -. Susurro y me había dado cuenta de que él aun no se había ido, y lo peor para mí que había visto todo… y temí que le había hecho daño, yo su propio amigo. Era consciente de que él sentía quizás algo más allá que amistad por Julieta, pero… demasiado tarde sería como para que él se enamorara de ella, porque ella… también sentía algo profundo por mí. Claro que para darme cuenta de eso, tuve que esperar al tiempo, aunque tanto ella se llamara así… su otro y verdadero nombre también me había amado y con todo su corazón y con todo su maravilloso ser.
- yo… ya me tengo que ir. Adiós, amigos -. Dijo despidiéndose, y tanto como yo ella se había dado cuenta de cómo se encontraba su animo y cual fue la causa de que nos encontrara así.
- espera, debo de decirte algo, Phillip. Este… mañana a eso de la ocho y menos diez de la mañana estaré en la cafetería, ya que Esperanza entra a esa hora a la escuela y mi turno terminara a eso de las cuatro y menos cinco, antes de que termine la hora del colegio. ¿Te parece, Phillip? -. Le pregunto y vi que se había puesto feliz, y ahí comprendí de cómo aria con Mía y Nata en la cafetería. Los dos nos vimos complaciente con lo que había hecho ella, y aunque veía como se le partía el corazón a él, algo me decía que Julieta no le pertenecía a él… pero con mi razonamiento, del que me confiaba mucho, supuse que a mí tampoco… ya que con lo que me había dicho Phillip, con que ella suponía que tenía una familia, tampoco me pertenecía.
- okay, mañana te veré en la mañana. Aunque no te moleste en ir a buscar en casa tus cosas, yo te las traeré mañana por la mañana -. Prosiguió, yéndose y cerrando detrás de él la puerta, evitando que lo viéramos irse con su auto, en el que Julieta había llegado antes, al comienzo de la fiesta, en donde comprendí casi todo lo que ocurriera en mí y en mi mejor amigo.
Con sus manos juntas y contra su pecho, la vi algo triste por lo que la abrace por la espalda y me vi impulsado en besar su mejilla y posar mi mentón sobre su tensando hombro izquierdo.
- no te preocupes, yo… -. Y me interrumpió dejando que la dejara de abrazarla y verme a la cara, frente a frente, y sentí su delicada mano sobre mi mejilla mientras que distinguía su cercanía a mí, acercando de a poco sus labios a los míos… hasta rozarlos y besar mi comisura, y de pronto abrazarme por completo, y hacerme sentir así…. Completo en alma y cuerpo.

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 1:59 pm

- esta será tu habitación -. Le indique una vez que nos encontrábamos en el segundo piso, en donde se encontraba mi hija durmiendo en su habitación con su abuela, es decir, mi madre.
- es hermosa, Sr. Jo…
- no me digas así… me gusta cuando dices Joe, te lo pido, llámame así, Juli -. La interrumpí posando mi dedo índice sobre sus labios, los cuales había saboreado en esa noche. En un segundo sentí su aroma rodeándome y la vi como se iba hacia dentro del dormitorio, y detrás de ella cerro la puerta -. Buenas noches, Julieta -. Dije en un susurro, mientras miraba por ese momento la puerta cerrada enfrente de mí, y miles de recuerdos invadieron mi mente, tanto malas como buenas. Con un puño sobre el marco, pose mi frente en la puerta y en un instante comencé a irme hacia mi dormitorio, aunque en la mitad del pasillo escuche abrirse la puerta de la habitación de Julieta, la cual desde ese momento sería suya.
- buenas noches… Joe -. Escuche que había susurrado, y yo comencé mi rumbo una vez más hacia mi dormitorio. Una vez dentro de ella, busque mi ropa para dormir y listo me recosté en la cama, para despertar al día siguiente y hacer lo de todo los días.
- buenos días, Denise -. Le dijo Julieta a la Sra. Denise, quien era la primera en despertar siempre, aunque esa vez fue Julieta. Con un delantal que le protegía su ropa estaba preparando el almuerzo de la pequeña Esperanza, la de Joe, la de Denise y la de ella. Todo estaba listo en la mesa, ya estaba todo preparado como para cuando despertaran Joe y Esperanza.
- buenos días, Julieta. Veo que has amanecido con buen humor -. Respondió Denise, sentándose en la mesa y eligiendo su almuerzo.
- el de la derecha -. Le indico Julieta y sonrió, mientras que dejaba su desayuno al lado de Esperanza, cuyo almuerzo se encontraba al lado del de Joe. Al indicarle, sobre sus regazos puso una servilleta -. Realmente dormí excelente y de la misma manera desperté... nunca me sentí tan viva al despertar -. Inquirió mientras miraba a la Sra. Denise, quien la veía con una sonrisa cálida. Cuando iban a comenzar a probar bocado una vez más, la puerta del lugar se abrió, haciendo que las dos dirigieran la mirada hacia ahí, y entre la puerta sé distinguía muy levemente la figura de alguien.
- buenos días -. Saluda aquella figura, mientras que al dar dos pasos se pudo ver que se trataba de Joe, que junto a él estaba Esperanza, refregándose aun con sus pequeñas manos sus ojitos, los cuales estaban a medio cerrarse. Con lentitud, Julieta deja la servilleta de sus regazos sobre la mesa, al lado del plato y se le acerca; con su mano toma la de la pequeña y le sonríe, mientras que Esperanza de un brinco de alegría la abraza con fuerzas... temiendo que ella se fuera a alguna parte en ese día.
- hola, mi amor -. Le susurra al oído la muchacha a su pequeño angelito. Mientras Joe dejaba de sostener la mano de su hija, ellas dos se abrazaban y Esperanza sonreía aun así no se notara, ya que su larga melena lo impedía -. Veo que aun te encuentras algo adormilada -. Inquirió separándose de la pequeña, mientras tanto sus ambas manos se posaban en el rostro de la pequeña. No obstante, ambas se acercaron a la mesa y tomaron sus lugares para terminar el desayuno que Julieta había preparado tan temprano.
Cuando era hora de ir a la escuela de Esperanza, tome mi abrigo y portafolio junto con mis llaves, mientras que Julieta y Esperanza me esperaban en el auto. Una vez que nos encontrábamos en camino al colegio, Esperanza estaba sentada en el asiento de atrás mientras miraba con atención las casas, hoteles, cafeterías, restaurantes y empresas, y Julieta miraba por la ventanilla... mientras que su reflejo se la veía afligida y triste, como si algo malo le estaba ocurriendo.
- ¿ocurre algo malo, Julieta? -. Pregunte sin poder controlar saber lo que le ocurría, era como un estilo impulso lo que había hecho, ya que me preocupaba de verdad su estado de humor. Atónita sale de su estado y me mira con aquellos ojos cristalizados, como si estuviera a punto de llorar... esa manera de mirar que me convertía en un frágil hombre, sin defensas como para combatir cualquier debilidad o tentación, aunque ella era mi tentación, obsesión y mi debilidad... cuya causa me hacia sentir verdaderamente un hombre común, sin odio ni dolor. Junto a ella era un hombre que solo conocía el amor puro y desconocía como ignorante, como era sentir el odio y el dolor por dentro. Con ella parecía que no tenía ningún vacío, ni siquiera sentía aquel vacío que había sentido cuando había caído de la perdida de por siempre de ________. Ella era todo... y Julieta también lo es y lo será por siempre... aún así ella en estos momentos es un nombre que nunca había existido.
- no, nada Joe -. Respondió sin inquirir nada más, sino volver a su posición y mirar su reflejo a través del vidrio. No obstante, ya estábamos enfrente del colegio, en donde los tres bajamos y caminamos por el largo camino, hasta dejar a Esperanza en su sala e ir hacia la dirección los dos. Una vez que le había dicho a la directora que Julieta sería quien la llevaría y recogería del colegio, le pedí a Julieta que aceptara mi propuesta de llevarla hasta la cafetería de Phillip, y sin insistir demasiado, ella acepto.
Septiembre 23. 08:45 a.m.
En aquel día, aun así fuese otoño, el sol nos complacía demasiado aunque algunas nubes lo tapaba por un corto plazo. Con respecto al clima, en ese día era muy importante y aun más para mi pequeña Esperanza, ya que era su tercer cumpleaños.
Con el sol sobre mi rostro, cuya claridad traspasaba las cortinas blancas de la habitación, desperté temprano... unos minutos antes del que siempre me despertaba. Con la ropa deportiva sobre la cama al final de la misma, me cambie y me encamine a la habitación de Esperanza, en donde suponía que se encontraría. Al abrir la puerta, sentí la brisa de la mañana dentro de la habitación, fría como era en esa estación; cuando vi hacia la cama, no estaba Esperanza, solo se encontraba la cama desecha, y sin perder la paciencia me encamine hacia la habitación de Julieta. Con cuidado de no despertarla en caso de que estuviera dormida, abrí la puerta con cuidado y al estar toda la habitación a mi vista deje de sostener la perilla de la puerta y mire toda la habitación, y como nunca la había visto desde esa vez en que _______ había dejado de dormir allí para dormir conmigo como una pareja casada. El lugar estaba limpio y reluciente, las cortinas del ventanal eran otras... eran azules y de adorno había estrellas, una luna y un sol en distintas perspectivas y en distintos sitios, dejando que la luz del sol, al traslucir la cortina, la habitación quedara algo oscura. En una esquina había una silla, creo que era la misma que se encontraba ahí cuando la habitación había quedado casi abandonada; estaba el escritorio que yo le había dado, y sobre el estaba todo lo suyo. Al lado de la cama estaba la mesa de luz, y un retrato estaba sobre él, cuya foto era de ella junto a Phillip: Ella estaba a un lado de él, mientras que con sus dedos estaba haciendo el símbolo de amor y paz, y guiñando un ojo mientras que Phillip sonreía a la cámara igual que ella. Cuando deje de mirar toda la habitación, tuve la molestia de mirar sobre la cama y allí se encontraban las dos, abrazadas mientras que entre medio de ellas dos se encontraba Teddy, el oso que una vez le había pertenecido a mi hermano Nick; si el oso hablara, pobre de nosotros, es decir Kevin y yo, ya que nos podría acusar de muchas cosas que le ocurrió por culpa nuestra y tan solo era por ver enojado a Nick. Él le había dicho cuando se lo dio que lo cuidara mucho, y que si lo hacia Teddy la protegería... incluso sería de mucha ayuda cuando tuviera miedo e incluso cuando tuviera una pesadilla. Con pasos lentos y suaves, me les acerque y las arrope, ya que había un poco de viento fresco rodeando la habitación, y antes de irme de la habitación mire a mi pequeña bebé, a quien le acaricie su pequeño rostro aún y su suave cabello, para al finalizar besar su frente y sus gordotes pómulos. Mire a Julieta e hice lo mismo que con mi hija, acaricie sin poder contener mi impulso, sus cabellos y sin querer roce con mis nudillos su suave piel, y cause que se moviera un poco pero no tanto como cuando bese su mejilla, en ese momento hice que aferrara a mi hija con suavidad junto a ella, como si hubiera un peligro por el que su deber era de protegerla; con la imagen en mi mente, las contemple un minuto más y deje la puerta entre abierta.
Bajando las escaleras, veía a mí alrededor y sentía un silencio doloroso y triste... una soledad que me traspasaba hasta los huesos, como tratando de decirme con eso que de a poco me quedaba solo, y en ese instante temí que pasara el tiempo y poco a poco me quedaba encerrado en mi propia soledad, sintiendo con intensidad el dolor y la tristeza que jamás se habría de curar. Al llegar a la cocina, abrí y deje abierta la puerta; dejando un plato hondo sobre la mesada, busque cereal en la lacena y leche en la heladera para preparar mi desayuno de todos los sábados. Sí, el cumpleaños de mi hija había caído sábado y por lo que podía pasar todo el día junto a ella en su día tan especial. En el momento en que me encontraba por probar mi desayuno, Piglett entra a la cocina y sabía que yo me encontraba allí como para darle de comer; le di agua y su comida balanceada, y me senté para comer mi desayuno en la mesada. Y en ese momento exacto mire a Piglett, y volví a sentir ese silencio que causaba matar cada emoción dentro de mí, y así me hacía recordar una vez más todo el pasado y en ese día comprendí que nunca lograría apartar el pasado de mí, porque él es parte de mí y como mi alma, jamás se alejaría y me dejaría en paz para siempre, por lo que debía de lidiar con él... con el pasado aun más difícil sería hacerlo, pero si no lo hacia acabaría conmigo y ya no sería el mismo de siempre. Cuando creí que me quedaría encerrado en mis propios pensamientos, Esperanza se encontraba tironeando de mi remera con Teddy abrazado por su brazo izquierdo, y la mire fijo mientras intentaba de salir de mi transe y creo que sin la ayuda de Julieta no lo hubiese logrado.
- Joe... -. Escuche muy suave casi como un susurro lento que me lo trasmitía la brisa suave y cálida que siempre sentías durante la estación del verano o la primavera; saliendo de mi transe deje de mirar fijo a mi pequeña y la mire a ella, que estaba apoyada sobre el marco de la puerta y su cabeza del mismo modo, con su mirada fija en mí y en Esperanza. Deje el plato lleno sobre la mesada y volví la mirada hacia Esperanza, para alzarla y sentarla sobre mis regazos.
- ¡feliz cumpleaños, mi amor! -. Le dije y recibí de su parte sus cálidos abrazos, los únicos que solamente mi hija sabía y sabe darme en cada ocasión. Desde que pude conocer mejor, aunque la conocía mucho mejor que nadie y no lo sabía, pude saber cuando era feliz y cuando no, pero Julieta siempre que insinuaban preocupación por su estado me lo negaba... y eso me dejaba a entender que en mí no confiaba y eso de alguna manera me dañaba. En ese día estaba contenta y eso me alegraba hasta el alma que se sentía tan sola y herida.
- gracias, papá -. Respondió mi pequeña, a quien la escuche muy levemente, ya que me encontraba más atento a ver a Julieta... aunque ella al bajar la mirada hizo que viera a mi hija. Julieta, en quien estaba pendiente en que hacia y lo que no, preparo el desayuno de Esperanza y el suyo.
Cuando habíamos terminado los tres de desayunar, le había dicho a Esperanza que en su día iría con ella a la plaza, y claro que invitamos a Julieta quien agradecidamente acepto nuestra invitación. Mientras que Esperanza se iba hacia su habitación para cambiarse, Julieta y yo nos quedamos en la cocina y por una pausa corta nos mantuvimos en silencio, hasta que me vi impulsado de decir algo... y que era importante para la empresa, cuyo destino de la misma estaba en mis manos... pero también en ella.
- Julieta... debo decirte algo -. Comencé, mientras ella dejaba de limpiar los platos y aprestaba atención a lo que le iba a decir -. Ayer por la noche recibí la llamada de mi hermano Kevin, y me informo que en dos días recibiría la fecha en que... debíamos ir hacia Grecia, para la fiesta -. Inquirí y la mire fijo a los ojos, y en su rostro una suave y encantadora sonrisa se posaba en ella... asintiéndole muy bien para mí.

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 2:00 pm

- de acuerdo, entonces debería de suponer que en no más de 48 horas en que recibamos la fecha para la fiesta, tendríamos que tomar el avión para Grecia -. Respondió algo irónica, pero lamentablemente siempre que nos daban las fechas para las fiestas, al otro día debíamos de tomar el avión hacia Grecia, y eso mismo había ocurrido cuando había ido a Grecia por primera vez con _________.
- algo así -. Respondí sonriendo y ella comenzó a reír, como nunca imagine verla reír y además era muy contagiosa. En tan solo medio segundo, los dos ya nos encontrábamos riendo como dos locos desaforados.
- entonces... deberé de volver a... hacerme pasar por su novia. ¿Verdad? -. Pregunto y asentí, y no sé por qué pero sus ojos con aquellos destellos parecidos a de las estrellas, me decían o me hacían pensar que le gustaba hacerse pasar por mi novia... y sinceramente, comenzaba a escuchar mi corazón y me decía que volvía a sentir aquel apagado amor... que Julieta había prendido el viejo amor que tenía para darle eternamente a ________, y que en ese momento creí que le pertenecería, sin saber que no era así.
- supongo quede de ser algo agobiante hacerte pasar por alguien que en verdad no eres -. Le Pregunte para saber si le molestaría mi comentario, aunque más que enojar creo que había causado una herida en su corazón... y lo sentí como si fuera él mío el que era herido. No obtuve respuesta alguna, aunque deseaba con el alma que ella me dijera algo, aun así no fuera lo que esperaba; en cuanto vi sus labios moverse, como si me respondería... mi hija apareció en ese preciso momento, evitando que Julieta me dijera lo que pensaba decirme.
- papi, ya estoy lista. ¿Vamos a la plaza, como dijiste? -. Pregunto y asentí con una sonrisa, con tan solo tres años ya sabía cambiarse casi sola, aunque su abuela la había ayudado, quien aun se encontraba arriba... y así pudo ayudarla para cambiarse -. Abu, ¿De veras no quieres ir con nosotros? -. Le pregunto a mi madre que se encontraba bajando las escaleras con su bolso, ya que iba a la casa de Kevin, para visitarlo y después a su casa... donde aun estaba tan intacta como cuando de niño, y que aún se podía sentir la presencia de mi padre a quien tanto amaba y extrañaba.
- no mi amor, iré a la casa de tu tío Kevin y después a casa para cambiarme y estar lista para tu fiesta -. Respondió mi madre sosteniéndole el rostro a su amada nieta, quien se había puesto contenta cuando le había dicho que estaría en su fiesta; ante la ida de mi madre a la casa de Kevin, la despedimos y esperamos a que el taxis doblara la esquina. No obstante, los tres nos fuimos caminando hacia la plaza y durante el camino hablábamos con mi hija sobre como le había ido en la semana en su colegio y que regalos quería para su cumpleaños... aunque ya mi regalo lo había comprado.
- oh, pero es mucho sacrificios y mucha responsabilidad para tener un Pony, Esperanza -. Le había dicho Julieta cuando mi pequeña había pensado en pedir un Pony, pero concordaba con Julieta... y gracias a dios que mi hija era comprensiva y hermosa como su madre. Esperanza se encontraba en medio de nosotros dos, mientras que cada uno de nosotros la sostenía de una mano, y realmente me sentía conforme con la compañía de Julieta... era como sentir que éramos tres, como una vez fue así con _________, aunque Julieta no era _________, pero toda pena se desvanecía de mí, era como si ya no recordara que la madre de mi hija no estaba porque confundía a Julieta con ella, pero no me importaba en esos instantes o momentos... y era porque realmente era un hombre feliz, una vez más feliz.
- entonces me conformo con tenerte a ti y junto a mi por y para siempre... Juli -. Respondió soltando mi mano y abrazarla con fuerzas, y sentí que más que nada deseaba que fuera como mi hija lo había dicho: Que Julieta se quedara por y para siempre en nuestras vidas. Claro que lo creía posible, pero luego pensaba que no podía ser así y es por el solo hecho de que ella había perdido su memoria, no sabía nada de su pasado pero algo le decía que tenía una familia y esa razón era más que suficiente ya que ella se iría y nos dejaría a nosotros tres... aunque podría visitar a Esperanza, pero no me pertenecería nunca... jamás sería mía y no podría ser mi esposa, mujer y madre de mi hija, esa era la más dolorosa realidad que me desgarraba el alma y el corazón cada vez que lo asimilaba en pura soledad.
- ten cuidado, el suelo aún se encuentra algo mojado al igual que el césped -. Escuche que gritaba con suavidad Julieta, quien al terminar me miro extendiéndome la mano -. Vamos a sentarnos -. Inquirió sonriente una vez que correspondí su cálida mano y juntos nos encaminamos hacia el asiento que quedaba enfrente de un lago que era de decoración para la plaza. Esperanza estaba en los columpios, en donde solamente se encontraba sentada, ya que no podía columpiarse por si sola aún, y de tan sumido en mis propios pensamientos... no podía estar en la realidad e ir a columpiar a mi hija, pero gracias a Julieta, por segunda vez y por última, pude estar todo el día sin pensar nada y pasarla bien... muy bien con ellas dos -. Creo que deberíamos de divertirnos, Joe -. Sin terminar la oración, agarro mi mano y corriendo o mejor dicho siendo arrastrado por ella no fuimos hacia donde estaba mi hija, y riendo desaforadamente, Julieta comenzó a columpiar a Esperanza quien sonreía y reía al igual que Julieta, y una vez que Esperanza podía columpiarse por si sola, ella se sentó en otro columpió y me había pedido que la empujara y así lo hice, verlas y oírlas reír causo que riera a dúo con ellas, y me senté en uno de los columpios mientras que los tres estábamos hamacándonos en un día fresco y casi nublado.
- okay... -. Dije casi sin aliento una vez que nos encontrábamos caminando hacia una cafetería cerca de ahí -. Fue muy divertido, creo que nunca me divertí tanto como hoy... hazme recordar, Julieta, que debo de pasar más tiempo con ustedes -. Confesé y los tres nuevamente comenzamos a reír; Esperanza se encontraba caminando unos pasos adelantes que nosotros, y mientras calmaba mi ataque de risa, sentí que la mano de Julieta se entrelazaba con la mía, sintiendo en pleno día fresco una calidez perteneciente del cuerpo de ella. No obstante, los tres tomamos un pedido en la cafetería: Julieta y yo unos cafés mientras que Esperanza una chocolateada caliente.
- papá, espero que todos los fines de semanas sean iguales a este -. Dijo mi pequeña mientras tomaba su chocolateada, y nosotros dos sonreímos. Mirando mi café, me encontraba pensado que podía hacer con lo que sentía dentro de mí por ella, me encontraba atrapado por la espada y por la pared... acorralado en un callejón sin salida con respecto a mis sentimientos.
- estoy confundido -. Le dije sabiendo correctamente que me encontraba hablando con ella, y su respuesta fue sostener mi mano por debajo de la suya... y no sabía si me entendía de lo que estaba hablando o no, pero de todos modos proseguí -. Yo... ya no sé como vivir, y quisiera...
- no me digas nada aún, Joe -. Me interrumpió y se levanta del lugar, comprendiendo que debíamos de irnos para la casa... y debía de ser así, ya que el día decía todo lo contrarió a lo que había dicho por la mañana -. Si no nos vamos ahora, es posible que la lluvia caiga sobre nosotros -. Inquirió aunque veía que la idea de caminar por debajo de la lluvia le gustaba; tomamos nuestros abrigos y comenzamos a caminar a dirección de la casa, y unas cuadras antes de llegar la lluvia se desato y creo que adivinarán lo que causo en ellas dos: Como locas caminaban debajo de la lluvia y giraban, mientras que sus rostros se encontraban empapados juntos con sus cabellos, al igual que a mí. Caminamos hacia la casa mojándonos por la lluvia, y no lo tome mal... a lo contrarío, estaba tan feliz como ellas dos.
- dime que te gusta caminar debajo de la lluvia, Joe -. Lo dijo cerca de mi rostro, viendo sus ojos por debajo de las gotas de agua y de sus cabellos mojados y empapados -. Dilo... Joe -. Insistió y riendo le grite con todo corazón que me encantaba caminar debajo de la lluvia... pero a su lado, y junto a mi hija.
- amo caminar debajo de la lluvia... aun más junto a ti y a mi hija -. Grite y hasta creo que los pájaros me habían escuchado. Y en tan solo lo grite cerca de ella... llevándome por mi corazón y por el amor por ella, tome de su cintura, con mi mano izquierda corrí algunos mechones y lentamente, sin importar el tiempo, la bese con delicadeza y con tanto amor que jamás creí poder decírselo o expresarlo de esa manera tan simple pero agradable, como el beso de esa tarde -. Discúlpame... -. Le dije y ella con su mirada triste se separa de mí y siguió caminando de la mano con Esperanza, mientras me quedaba un rato allí, afuera mojándome y preguntándome que había hecho mal. "¿Que echo mal? Si amarla como a ti _______ o si besarla... dime que debo de hacer, porqué yo aún no lo sé". Recuerdo que por mí mente había pensado, y lentamente camine a casa... en donde me quede un rato allí, afuera viendo la puerta. Me acerque aun más a la puerta y empapado entre, topándome con Julieta que estaba enfrente de mí pero como mantenía mi cabeza hacia abajo no pude verla, y realmente no era mi deseo verla luego de haber hecho algo malo para ella, porque para mí… fue lo más hermoso que pude darle, como un beso.
- lo siento, Joe. No debí… es que, nada te digo que lo siento -. Dijo mirándome, mientras que veía a través de aquellos ojos de arrepentimiento, que por cierto lo sentía dentro de mí, porque yo no era nadie como para robarle un beso… quizás a ella no le gustaba o enamorada de mí no lo estaba, y eso solo lo creí hasta el momento de saber toda la verdad.
- quien lo lamenta soy yo… no debí haberte besado. Perdóname -. Inquirí y ella de sorpresa me abraza, mientras que con delicadeza la abrazaba… es que no me encontraba muy seguro de hacerlo -. Donde esta Esperanza -. Pregunte una vez que nos separamos, y ella señala con la mirada la cocina. Junto con Julieta entramos y mi hija estaba sentada en la mesa, con sus brazos cruzados sobre la mesa y su pequeño rostro sobre sus brazos cruzados; estaba triste y yo sentía como si fuera yo el que se encontraba en ese estado -. ¿Sucede algo, mi princesa? -. Inquirí, mientras me sentaba a su lado y sostenía su mano, hasta que ella deja su asiento y me abrazo de improviso. Con todas mis fuerzas, la aferre a mí -. ¿Estas preocupada por algo? -. Volví a preguntarle y ella asintió, se separa de mí y con sus pequeños ojos casi inundados de lágrimas, me mira.
- es que… nadie vendrá -. Respondió y me volvió abrazar, siendo ella esta vez quien se aferraba a mí con todas sus fuerzas. No entendía del por qué decía que nadie vendría, hasta que Julieta me lo explica todo.
- llamaron las madres de sus amigos, y dijeron que por el clima no podían venir -. Explico entregándome una tasa de café, para sentarse a mi lado y verme con mi hija -. Pero yo digo que sus tíos y su abuela vendrán. No será lo mismo que con tus amiguitos… pero no pasaras la fiesta sola -. Inquirió y Esperanza se puso contenta aunque no mucho. Durante el resto del tiempo que faltaba como para que llegaran Kevin, Natalia, los niños, mi madre, Nick y su novia, los tres corrimos los sillones, pusimos unas mantas en el suelo con almohadones alrededor y con palomitas de maíz miramos películas, claro que eran de chicos. Primero vimos “La cenicienta”, luego “Anastasia” y por ultimo “Encantada”. Y antes de que terminara la tercera película tocan la puerta.
- voy yo, Joe -. Dijo levantándose Julieta, quien acomodándose su falda se dirigió hacia la puerta y la abrió. Desde el living se escuchaba a mi familia saludarla y sus pasos advirtiendo que pasaban en donde me encontraba con Esperanza, que se encontraba dormida entre mi brazo izquierdo.
- esta durmiendo -. Dijo suave mi madre, acercándose a mí que me beso la frente al igual que a su nieta -. No la despiertes, hijo -. Inquirió mi madre, ya que me encontraba por despertarla como hacia por las mañanas. De todos modos, con los gritos de alegría que tenían mis sobrinos, Esperanza se despertó y adormilada nos miro a todos nosotros y una sonrisa en sus labios se formo.
Luego de que mi madre, mis hermanos y mis cuñadas les dieron los regalos a Esperanza, que estaba mucho más que encantada por los regalos, yo subí a mi alcoba en busca de mi regalo. No obstante, baje una vez que tenía el regalo entre mis manos y a mitad de las escaleras escuchaba a todos riendo… pero las dos que más distinguía era la de mi hija y… la de Julieta, aunque era y es tan idéntica a la de ________.

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 2:06 pm

- aquí tienes mi regalo, espero que te guste -. Le dije a mi hija una vez que ante ella estaba. La senté sobre mis piernas y la veía de perfil, haciéndome recordar a su madre cuando la veía de la misma forma que Esperanza estaba. Cada vez que pasaban los años, sus rasgos eran más parecidos a los de su madre… hermosa y perfecta como ______.
- gracias, papá -. Me respondió y aun con el paquete cerrado entre sus manos pequeñas me abrazo -. Ábrelo -. Insistí y ella lo abrió, dejando el envoltorio en el suelo al igual que los otros envoltorios. Dentro de la caja alargada, había un collar, el cual cuando ______ estaba de 8 meses y medio de embarazada de Esperanza, me había insistido en que debía de comprar una cadenita para nuestra hija, y como me encantaba complacerla, además era un regalo para mi hija, le había dicho que sí pero con la condición de que se la regalaríamos sería en su tercer cumpleaños, y ______ había aceptado… aunque ella nunca supo que la cadenita que había comprado era la misma que la de ella, la cual se la había regalado en un día de San Valentín.
- que lindo, papá. Gracias, te amo -. Respondió y le di un gran beso en su mejilla, haciendo que riera al igual que todos -. Mira, Juli. ¿Es hermoso, verdad? -. Le dijo a Julieta, que se había acercado a nosotros. Con su mano sostuvo el dije que colgaba en el collar de plata.
- tu madre… tenía uno igual. Lo compre cuando aun estabas en la panza de ella y como trato de nosotros dos… te la doy hoy, aunque ella no este pero sí en tu corazón y en cada uno de nosotros -. Con solo nombrar a ________, Julieta deja de sostener el dije y se aparto un poco de nosotros, para luego ir con Natalia y con mi madre hacia la cocina, a ayudar a Mía... la novia de Nick. Cuando el reloj toco las 10 p.m., tiempo después de cenar y comer el pastel, todos se fueron y así lo despedimos aunque mi hija se estaba durmiendo en mis hombros, pero Julieta la despierta mientras que despide a todos y entre sus brazos lleva a Esperanza a su habitación.
Cuando todos se fueron, cerré la puerta con llaves y me acerque a pagar la luz mientras que entraba al living, en donde acomode todo y por ultimo apague las luces que alumbraba toda la casa. Subí las escaleras, iba directo a mi habitación, pero como vi la puerta de la habitación de Esperanza abierta y una resplandeciente luz que salía de ahí no pude evitar irme a fijar.
- la extraño mucho, Juli.
- lo sé… y ella también te extrañara. Pero nunca olvides que ella permanecerá, como dijo tu papi, en tu corazón y en cada uno de todos los demás.
- papá dice que… ahora ella es mi ángel guardián.
- eso es verdad… ahora debe de estar viéndote o debe de estar aquí entre nosotras, protegiéndote de todo mal…
Apoyado en el marco de la puerta de la habitación de Esperanza, miraba y escuchaba la conversación entre mi hija y Julieta. Era tan obsesivo escuchar aquella conversación cuyo tema era solamente de mi amada mujer… que había perdido. Cuando la conversación había terminado, me decidí a entrar tocando con mis nudillos la puerta.
- hola mi angelito -. Dije en casi un susurro a mi pequeña Esperanza, mientras que me sentaba en el otro lado y por parte de ella obtuve un abrazo -. Ya es hora de dormir…
- ¿me cantas la canción de todas las noches, papi? -. Me suplico mientras que me miraba con su única mirada, la cual me dejaba sin fuerzas como para negarle nada. Pero para que le cantara la canción de su madre, no debía de hacer nada de eso… ni siquiera le niegue cantarle aun así me encontraba cansado.
- sí… te la cantare, pero si te recuestas y cierras los ojos -. Le dije, mientras que ella se recuesta en la cama aunque sus ojos no los cierra, ya que veía a Julieta salir de la habitación.
- Juli, quédate… por fa -. Dijo sin siquiera dejar que Julieta cerrara la puerta -. Papi, dile que se quede… dile -. Me insistió y asentí. Mire a Julieta a los ojos y ella asintió, creo que ya comprendía o leía mis miradas… como _______ lo había hecho una vez. Se sentó al otro lado mientras que su mano era sostenida por la de mi hija, cuya mano era tan pequeña que apenas sus dedos llagaban a sostener la mano de su querida Julieta -. Papi, deseo que esta noche Juli y tu, se queden a dormir conmigo -. Susurro muy suavemente y nosotros dos nos miramos a los ojos y asentimos. Julieta se recostó a su lado y apoyando su cabeza a la de Esperanza, cerraron sus ojos, esperando que comenzara a cantar la canción favorita de Esperanza, la cual comencé a cantar y al finalizar, las vi durmiendo juntas como en la mañana. Con mi pijama, volví a la habitación de Esperanza y deje la bata al final de la cama.
- te extrañamos todos… pero aún siento que no te he perdido. Te amo, mi amor… siempre estarás aquí, en mi pecho muy dentro de mi corazón, siempre te estaré esperando -. Dije en un susurro que únicamente yo lo escuchaba, mientras que por la ventana miraba hacia el cielo cubierto de estrella y con una media luna. En silencio me acerque nuevamente a la cama y las mire por un momento más, hasta que me recosté y a las dos las abrace, durmiendo en esa noche los tres juntos… a excepción lamentable, que Julieta no era _______.
Septiembre 27. 7:55 a.m.
Hacía ya tres días en que Joe había recibido la carta en la que nos decía que debíamos viajar a Grecia, en donde, según me informaron, habría una fiesta grande y hermosa en la que todos los empresarios de todas las empresas se encontrarían como cada tres años para establecer un acuerdo sobre sus empresas.
Era muy temprano, apenas podía mantener a mi hermosa Esperanza despierta… pero lamentablemente le costaba mucho no dormirse. Aun era muy pequeña como para que tuviera que despertarse a las 7 a.m. para tomar el avión que nos llevaría hasta Grecia, cuyo país nunca fui… o tal vez no lo recordaba.
- vamos, el avión abordara a las 8:15 a.m. -. Nos dijo Joe, que estaba con su BMW rojo afuera, esperándonos. No obstante, las dos nos subimos a su auto, Esperanza en el asiento trasero y yo en el asiento del copiloto. En silencio fuimos directo al aeropuerto, mientras que por la ventanilla, mirando fijamente, veía el reflejo de Joe y lo vi triste y no sabía del por qué.
El jamás me había hablado de su esposa y tampoco me atreví a preguntarle de ella, temía que le hiciera daño con solo hacerle recordar a su verdadero amor, ya que muchas veces lo había visto pensando en ella… y sabía que no podía olvidarla, aunque cuando uno dice “te olvidare”, “te estoy olvidando” o “te olvide”, es mentira porque un amor ya sea el primero, el anterior al siguiente o el único, no existe el olvido y aunque quisieras perder la memoria… tarde o temprano lo recordaras todo, hasta el dolor que habías sentido en esos momentos.
Cuando llegamos al aeropuerto, Joe aparco su BMW enfrente y los tres con los equipajes entramos. Él se encarga de los papeleos, mientras que Esperanza y yo lo esperábamos en los asientos que estaban al lado de donde él estaba tratando los papeles. Una vez que todo estaba listo subimos al avión cuyos asientos se encontraban en primera clase. Esperanza se sentó en el lado en que se encontraba la ventanilla y yo a su lado, mientras que Joe se había sentado en otro asiento, el cual quedaba al lado nuestro. Aún lo veía igual que en el auto… y ya sabía que era por ______.
El camino hasta llegar al aeropuerto, hacer el papeleo y recargándonos en el avión, el mismo en el que nos recargamos una vez _____ y yo, me hacía recordarla y sentir más profundo la soledad embargando mi corazón y al mismo tiempo mi oscura alma. Sabía perfectamente que eso iba a ocurrirme, pero como me había dicho mi hermano Kevin, algún día debía de afrontar los recuerdos, incluyendo los lugares en que junto a ella había caminado y paseado, mostrando al mundo entero nuestro amor.
Cuando la azafata, por el micrófono, nos avisaba que iba a aterrizar el avión, asegure mi cinturón y mire a Julieta que estaba con Esperanza, y las dos tenían aún el cinturón. Mientras que el avión aterrizaba, las veía dormir, Julieta con su cabeza sobre la de Esperanza, ya que la de ella se encontraba posada en el hombro de Julieta. Sin que las llamara, Julieta abrió los ojos y con cuidado despertó a Esperanza.
- ¿ya llegamos, papi? -. Pregunta mi niña, mientras que Julieta se toma la frente, su rostro se veía algo pálido y me preocupo bastante, solo que ella para que no nos preocupara sonrió y volvió a cerrar sus ojos.
Me sentía mal, cuando me había despertado por la suave voz que apenas podía escuchar, la cual nos informaba que el avión iba aterrizar, sentía como si todo a mí alrededor daba vuelta haciendo que me mareara, por lo que cerré mis ojos nuevamente pero lamentablemente no desperté por un largo tiempo, aunque según Joe, no me había despertado hasta que me había dejado en la habitación del hotel, en donde nos hospedaríamos hasta el momento en que debíamos volver a L.A.
- ¡auch! -. Susurre cuando me había despertado, ya que me sentía muy mal… tenía una terrible jaqueca, a tanto que aún sentía mareo… pero de todos modos sabía que algo me sucedía hasta el punto de tener una pequeña esperanza de volver a recuperar la memoria, y tenía motivos, circunstancias y razones como para tenerlas… ya que tenía, al despertar, una sensación de haber recordado algo pero que no podía recordar, algo que me había sucedido varias veces.
- debes de mantenerte recostada. El médico dijo que debes hacer reposo por esta noche -. Me explico Joe, que estaba sentado en un asiento al lado de la cama. Al escucharlo solamente volví a recostar mi cabeza en la almohada y cerré mis ojos para luego volver a abrirlos.
- ¿cómo es que… llegué aquí? -. Me atreví a preguntarle, mientras que miraba hacia el techo que con cuatro columnas de la cama que estaban en cada esquina se sostenía. No quería verlo a la cara… no sé, tenía miedo y lo peor es que no tenía idea del por qué.
- te desmayaste en pleno aterrizaje, gracias que te estuve observando todo el tiempo y cuando aterriza el avión te sostuve en los brazos y cuando entre contigo y con Esperanza al aeropuerto ahí fuiste atendida por un médico. Le explique sobre tu amnesia y dijo que era normal que te sucediese algo así. Solamente me indico que al llegar y al despertar, estuviera en reposo toda la noche que en la mañana estarías bien -. Respondió seriamente, y ahí supe o pretendí saber del por qué no quería verlo a los ojos. Él iba a estar algo enfadado ya que no le había dicho nada sobre esos desmayos y mareos que cada vez se hacían más extensos, pero tenía mis razones como para no decirle nada sobre eso -. Además… me dijo que no intentaras recordar nada, si es que tienes sensaciones de haber recordado algo durante el desmayo, porque podrías empeorar tu estado… -. Sin que pudiera retenerme, lo callé o lo deje mudo con tan solo posar mis manos sobre su rostro sin dejar la cama. Tenía miedo y supe que no era por qué él estuviera enojado… sino que, tenía mucho miedo de recordar.
- tengo mucho miedo… Joe, tengo miedo de recordar -. Confesé y él sostuvo con sus ambas manos las mías, para que dejara de posarlas en su rostro y él poder abrazarme sin que dejara la superficie de la cama. Con mis manos enterradas en su camisa negra y con mi rostro sobre su hombro, aspiraba con suavidad su aroma que se me hacían tan familiar y que del mismo modo me alteraba el palpitar de mi corazón, hasta el punto de que temiera que él pudiera escuchar mi acelerado corazón.
- muchas personas… quisieran perder la memoria, para no recordar cada herida que la vida a golpes fuertes nos dejan y cada vez, recordando, sea más doloroso para tener una razón de seguir viviendo. Yo soy uno de ellos, pero no puedo… porque no recordaría a mi hija… a quienes realmente me quieren. Pero aunque perdiera la memoria como tu, tarde o temprano volvería a recordar y de un solo golpe y sería mucho más doloroso que como lo siento yo ahora, en este mismo instante -. Sus palabras parecían tener sentimientos al escucharlas para mí, me hacía entrar en razón pero como decía él, además de tener miedo de recordar lo malo que había pasado… también tenía miedo de recordar a mi verdadera familia porque si así era, yo ya no podía estar con ellos… y debía de dejar en el olvido el amor que empezaba a sentir por él, por Joseph Adam Jonas.

por **andreita** Dom 05 Feb 2012, 2:06 pm

espera julei es la rayis????????
estoy confundida
muchooo ayudame porfavr

por **andreita** Dom 05 Feb 2012, 2:08 pm

rocio porfVOR ESTOY MUY CONFUNDIA
EXPLICAME SI?

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 2:12 pm

Cuando entre mis brazos la tenía, sentía que no podía dejarla de tenerla entre mis brazos, quería abrazarla eternamente… me estaba convirtiendo en un adicto por es a mujer… por su aroma, por su dulzura, por su belleza tanto externa como interna… y por su tan parecido ser a _______. Todo lo de ella me enamoraba como una vez me enamoro _______, pero jamás me hubiese imaginado nada igual a lo que pronto sabría, algo que me sorprendería y a la vez me llenaría de felicidad una vez más.
- descansa… Julieta -. Susurre muy suave cerca de su oído mientras la dejaba de abrazar y ella a mí, aunque muy difícil se me había sido dejarla pero ella se había quedado dormida unos minutos después de que la había abrazado. Esperanza dormía en la misma habitación, ni que sea hasta que mi madre al día siguiente llegara al país. Sí, a diferencia de hacia tres años, mis hermanos con su familia y mi madre estarían en Grecia y en la fiesta conmigo, algo que me aliviaba un poco. Le di un beso en la frente a mi hija y salí de la habitación para dirigirme hacia la mía en donde me cambie y me recosté en la cama, en donde me quede pensando en lo que había sucedido con Julieta. El susto fue demasiado grande para mí, sentía como si la perdía y así también me había enojado con ella porque de algún modo sabía que ese desmayo no había sido el primero y tampoco el último, aunque con solo sostener mi rostro con sus ambas manos hizo desaparecer mi enojo a un amor intenso por ella, el cual me resistía aun en aceptarlo.
A eso de las 5 a.m. del día siguiente, en donde aún los rayos del sol no tocaba las cortinas de mi ventana, escuche claramente el rechinar de la puerta al abrirla y por supuesto aún me había costado mucho en cerrar los ojos y descansar un poco por lo que pude escuchar la entrada de mi hija a mi habitación, cuya puerta no estaba con cerrojo.
- papi… -. Susurra una vez que se encuentra al lado de mi cama, sin pensarlo, me doy la vuelta y la miro y su rostro me decía que estaba asustada. Pensaba en ese momento que había tenido una pesadilla, causa de su rostro pálido.
- ¿Qué sucede, princesa? -. Le pregunte y abrazándome me dice asustada que algo malo le estaba sucediendo a Julieta, sin dejarle que me dijera nada más, la tome entre mis brazos y los dos nos fuimos directo a la habitación, en donde estaba Julieta y ella durmiendo.
En el instante que abrí la puerta, vi a Julieta moviéndose de un lado a otro como si estuviera teniendo una pesadilla o algo parecido, pero al recordar lo que me había dicho el médico en el aeropuerto supe al instante que lo que le estaba sucediendo era que se encontraba recordando, algo que me hacia sentir por un lado bien porque los recuerdos son los que nos conforma y nos transforman en lo que somos, como así nos hace recordar no cometer el mismo error una y otra vez; pero por el otro lado… más que feliz estaba perdiendo o sentía que la estaba perdiendo, porque si recordaba recordaría toda su vida, incluyendo la familia que ella presentía que tenía, dando como que ya no había esperanza ni oportunidad como para amarla o conquistarla. Ella no era de mi propiedad y tampoco sería mía, o eso era lo que pensaba o creía.
Dejando a Esperanza en el suelo, cerca de la puerta, me acerque a su cama y sostuve su mano… la cual ella, inconscientemente me sostenía con mucha fuerza, mientras que parecía que estaba luchando con alguien o estaba asustada por algo que recordaba, sudando y el mismo mojando su cuerpo incluso sus cabellos y la almohada. Sus manos estaban heladas como un cubo de hielo al igual que su cuerpo, menos su rostro y su frente las cuales mantenían un calor intenso dando señales que tenía una temperatura demasiada alta, en un decir, tenía mucha fiebre y más de lo normal. Con la mano libre tome el teléfono de la habitación y llame al servicio del hotel, en donde fui atendido por una joven, que era la recepcionista.
- hola, soy el Sr. Jonas. Quisiera que llamara un medico y que lo envíe a la habitación # 140, por favor.
- ¿Algo más, Sr. Jonas?
- sí, además quisiera que me trajera agua fría y toallas, por favor. No nada más, gracias -. Corte la llamada y con mis ambas manos sostuve su mano, mientras que trataba de despertarla pero se me hacia imposible, pensaba que si la despertaba podría causarle algo ya que se encontraba recordando. No obstante, ella de un grito ahogado, el cual no causo despertar a nadie del piso, se despertó y se sentó en la cama. Aturdida mira toda la habitación y en tan solo un segundo se relajo y recostó su espalda en el respaldar de la cama. Una vez que estaba relajada, me miro y sonrió y en ese instante la joven que me atendió el teléfono se encontraba en la puerta de la habitación.
- el médico llegara en unos momentos. Aquí le traje lo que me pidió. ¿Necesita algo más, Sr. Jonas? -. Dijo la joven dejando las cosas sobre la mesa de luz y negué ante lo que me había preguntado, sin decir más, se retiro cerrando la puerta detrás de ella.
Con cuidado deje de sostener su mano y moje la toalla en el agua, la cual puse sobre su frente, aunque ella me lo impide pero me niego a su resistencia por lo que la toalla la coloque en su frente.
- Joe… estoy bien, deja -. Dice con debilidad, pero hago oídos sordos y sigo con lo que hacia. Cuando ella había dejado de manifestarse, la puerta se abre y era el médico, quien la revisa y nos dice que tenía fiebre ya que padecía una gripe leve. El médico era el mismo que nos había atendido en el aeropuerto, y lejos de ella y de mi hija me había dicho lo que había ocurrido y era exactamente lo que yo pensaba.
- son síntomas de que esta volviendo a recordar -. Me explica y se dirige a ella -. Srta. Dígame, ¿recuerda algo de lo que ha soñado? -. Pregunta y Julieta algo débil aún, asiente con la cabeza, mientras Esperanza se encontraba durmiendo abrazada a su brazo -. ¿Puedes contármelo? -. Y Julieta al principio duda y luego me mira, como esperando que yo le dijera que lo haga, pero sin respuesta de mí parte, baja la mirada y mira a Esperanza.
Cuando el médico me había preguntado que podía contarle lo que había soñado, me sentí algo aturdida… por momento recordaba el sueño pero por otro nada, ni siquiera estaba enterada de que era lo que había soñado. Buscaba respuesta sobre ello en los ojos de Joe, pensé con esfuerzo y por ultimo mire a mi hermosa Esperanza, quien con solo verla dormir me fue útil como para dejar de sentirme algo mareada, y de un golpe las imágenes aparecieron en mi mente nuevamente, causando las mismas emociones que habría sentido en ese instante, cuando había sucedido el recuerdo, el cual en ese momento no sabía que era uno de ellos.
- sí… -. Respondí y mire fijamente mis manos, tratando de buscar las palabras exactas para decirle como era y que emociones había sentido en ese sueño -. Las imágenes nos son muy claras, los rostros no alcanzo a distinguirlas las veo… como borrosas -. Inquirí y el médico me decía que prosiga, algo que intentaba y que funcionaba al instante -. Me encuentro en un auto que se encuentra en movimiento -. Comienzo a decir intentado seguir recordando el sueño.
- ¿vas por una carretera o por otro lado? -. Pregunta y niego ante esa pregunta -. ¿Estas sola o acompañada? -. Insistió y asentí.
- sí, estoy sentada al lado de un hombre… por su voz parece un hombre mayor, quien sostiene mi mano con fuerza, mientras que yo me siento mal… muy mal por algo, no sé bien que. Al frente hay dos más, pero más jóvenes, uno conduce y otro se encuentra en el asiento del copiloto. En un momento levanto la mirada, y aunque no distingo bien el rostro del hombre, siento que lo conozco. Y él me dice: “todo va a estar bien, te amo”, y por algo dejo de verlo y miro hacia el frente cuando de repente por la ventana del frente veo como los demás, un coche que girando en los aires choca con el nuestro y ese alguien me abraza protegiendo mi cabeza con su otra mano. Y ahí es cuando me desperté -. Finalice y mire al médico, quien me miraba con atención. No sabía que estaba pensando, pero de todos modos no pude sostener la mirada en él, por lo que mire a Joe, que se encontraba en ese momento a mi lado, acariciando los cabellos de su hija Esperanza.
- ¿sabes que es un recuerdo tuyo? -. Pregunta el médico y yo niego, ya que no sabía distinguir en ese tiempo entre mis sueños y mis recuerdos, aunque lo que había soñado realmente parecía y lo sentía como uno de mis recuerdos -. Bueno, tu sueño es uno de ellos… por suerte siempre los recuerdos aparecen de lo ultimo que había sucedido antes de tener o padecer amnesia, así que me atrevo a decir que el accidente que recuerdas es el causante de tu amnesia -. Inquiere y asiento, y me sentía alegre porque al fin comenzaba a recordar, aunque me faltaba recordar más pero el médico antes de irse me dejo dicho que dejara que los recuerdos aparecieran por si solos, que no intentara o me esforzara por recordar, ya que podría empeorar mi estado.
Antes de que se fuera, además de recomendarle a Julieta que no se esforzara en recordar, me había dicho que le diera unas pastillas que él me dejo en manos y que era necesario que me quedara con ella, ya que podía que al dormirme volviera a recordar o que tomara fiebre una vez más.
Como no tenía sueño, creo que era por los nervios que me había causado los estados de Julieta, aunque no la culpaba de eso. Antes de sentarme al lado de la cama de Julieta y que ella se durmiera nuevamente, le di un vaso de agua y una pastilla; tome una silla que había en la habitación y me senté, mirando a Esperanza y a Julieta dormir, aunque no me había dado cuenta de que Julieta aun se encontraba despierta, mirándome fijamente a los ojos.
- ¿qué sucede? -. Pregunte acariciando inconscientemente su rostro y a la vez sonriéndole con ternura. Ella cerró sus ojos y los volvió abrir, tomando mi mano para que no dejara de acariciar su suave rostro.
- no tengo sueño, aún. ¿Y tú? -. Respondió con otra pregunta, y negué sin decir nada, solo verla, hasta que dejo que sacara mi mano de su rostro y dormirse hasta las 10 a.m.
Septiembre 30. 12 a.m.
Desde la noche aquella pasaron solo dos días; Julieta se curo de la gripe pero sus recuerdos no volvieron, solamente se había quedado con el de esa noche, el cual aún parecía afectarle a ella… y se ponía mal, ya que ni siquiera podía aclarar el recuerdo, como para distinguir al hombre que sostenía su mano y la había tratado de proteger en ese accidente. Al otro día habían llegado mi madre y mis hermanos con Natalia, mis sobrinos y Mía, la novia de Nick. Esperanza dormía desde ese día con su abuela, ya que sentía que Julieta debía de descansar sin que estar preocupándose por Esperanza.
- okay, yo creo que nosotras nos merecemos ir de compras -. Dice decidida Natalia, ya que siempre le había gustado hacer esas cosas, a diferencia de ______, aunque eso había cambiado cuando nuestro matrimonio fue de enserio, es decir, que nuestro matrimonio había empezado luego de cinco años después.
- esta bien, solo Julieta, te encargo a que Nata no me deje sin tarjeta -. Dijo bromeando, lo que un poco de broma le causo a Juli, quien desde esa noche no había tenido un sentido como para sonreír.
- oye, hieres mis sentimientos. Malo -. Responde su esposa, quien le había dado un suave golpe a Kevin, haciendo que florezca del rostro de Julieta una hermosa sonrisa. Y creo que sabrán como terminaron esos dos, pero por las dudas les digo que se terminaron besando en plena calle, en donde todos los veían.
- Julieta, ¿quieres ir a caminar conmigo? -. Le pregunte mientras que me acercaba a ella, y esperaba que ella aceptara ya que quería decirle que había sucedido con _________. Sabía que no sabía nada sobre la historia mía y la de _______, y mucho menos como había terminado… aunque sin darme cuenta, mi historia con ella no había terminado, sino que seguía y no lo sabía.
- pues…
- oye, mi cuñis jamás diría esto si no es por algo, además acepta porque sé que no habrá un luego para él.
- gracias, Natha -. Le dije irónico, aunque para todos le había dado causa de reír incluso Julieta, quien no había respondido aún. Dejando de agarrar la mano a mi hija, se me acerco y asintió algo sonriente, y presentía por sus ojos que deseaba decirme algo y muy importante para ella. Sin palabras en esa conversación sin final aún, dejamos a todos y comenzamos a caminar. Hasta no doblar la esquina del hotel, no dije nada, además quería alejarme de los demás antes de seguir hablando con ella y pensar como iba a comenzar -. Cuando tenía 19 años y ______ también, nuestros padres por un trato nos obligaron a casarnos, aunque no iba a ser con _______ sino con Nathalia, su hermano mayor, pero por ser mayor que yo, no quisieron. Cuando mi madre supo de la existencia de ______, cuya identidad era oculta por sus padres, mi padre obligo a la de ella a que se casara conmigo. Desde que la vi, me había enamorado ciegamente por ella, aunque ella nunca lo supo hasta que había llegado el día de la boda, la cual fue muy sencilla y sin la presencia de los padres de ________. Desde ese día, en nuestra casa éramos como dos extraños conviviendo en ella, y no sabía nada sobre lo que ella sentía por mí… ni siquiera si me detestaba o me odiaba, aunque nunca, durante cinco años, me había dado motivo como para pensar que me odiaba o algo parecido. Luego de unos años, mi padre y la de ella, al salir de una fiesta de la empresa, fueron asesinados a sangre fría luego de robarles algunas cosas de valor que llevaban encima. Después de cinco años, había sucedido lo que nos unió por muy poco tiempo para mí; casi cometía un error de hacerle infiel, pero si no hubiese pasado eso… jamás me hubiese dicho _______ que me amaba, sentir sus labios por primera vez y sentir que verdaderamente era mi esposa. Cuando viajamos aquí, a Grecia, estuvimos un mes en donde pude conocerla muy bien aunque ella me conocía demasiado bien, más que yo a ella. Tuvimos algunos problemas durante la fiesta pero termino de la manera menos inesperada para mí y creo que para ella, al fin había terminado con mi promesa y ella fue mía y yo suyo en una noche. Después ella había quedado embarazada de Esperanza, pero a los casi nueve meses todo empeoro para nosotros dos, los malos recuerdos nuestros cobraron vida y nos destruyeron… destruyeron una ilusión que creía completa y hecha realidad. En esos tiempos, ________ se había enterado de que Nathalia no era su verdadera hermana, sino Penelope y que sus padres tampoco eran lo que ella creía que eran, sino que su tío era su padre, quien una vez había sido mi suegro al ser novio de Penelope, a quien perdí ya que a mí no me amaba sino a otro, y que junto con su amor perdió su vida en manos de su padre, Javier, quien nos obligo a separarnos, a mí de su hija ______. Cuando ______ había dado a luz, nosotros estabamos divorciados, y solo pude ver a mi hija en brazos de su madre… quien estaba feliz por un momento en un tiempo largo de oscuridad. Luego de tres días, ella apareció y me dejo a Esperanza, con los papeles de la tenencia y solo tengo su ultimo beso y su ultimo adiós antes de… su fallecimiento -. Finalizo, mirando por la venta a la gente pasar mientras que Julieta se mantenía callada mirando su café, aún caliente.
- no puedo creer todo lo que pasaron… y lo que tuvieron que hacer sin decisión propia -. Susurra haciendo que dejara de mirara a través de la ventana a verla fijamente a los ojos, aquellos que en ese momento me habían abrazado y sintiendo algo tan cálido y tan parecido al amor.
- sí… y lo peor que acabo con la vida de _______, quien me dejo solamente con Esperanza… perdiendo todo, viviendo por mi hija y no por mí mismo. Espero que tu recuperes tu memoria y que vuelvas con tu familia, así nadie de ella sufra más como yo lo estoy viviendo ahora -. Dije sin pensar lo que le había causado a ella internamente. Sus ojos, cuando le había dicho eso… se inundaron de lágrimas tan cristalinas que parecían eso, cristales.
- será mejor que volvamos -. Sugiere dejando el dinero sobre la mesa mientras que se levanta para irse de la cafetería. Sin entender nada, tome el dinero que había dejado ella y la cuenta pague yo, diciendo al mesero que se quedará con el cambió mientras que salía de ahí para seguirla; Caminando detrás de ella, pasando por el lado de la gente que venían en camino contrarío, pude extender mi brazo y sostener con cuidado su mano, parando su andar.
- ¿dije algo malo? -. Pregunte mientras que la gente casi nos chocaba pero no lo lograban. Ella intentaba zafarse de mi agarre, pero no se lo permitía y no se lo iba a permitir hasta que me dijera que fue lo que había dicho como para que no quisiera, prácticamente, verme.

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 2:14 pm

Bueno, ahí esta bien no??, y perdón, pero no puedo responder eso u.u
hay que leer, ya veran que se aclara todo si??
ay, andreita me estas dejando casi sin nove XD
:P Las amo!!!!!!!!!!

por **andreita** Dom 05 Feb 2012, 2:17 pm

kjajajajajaja
no es mi culpa
de que me guste tanto la nove

es qu falta mucho para que se acbe?

por **Rocio_Jonas** Dom 05 Feb 2012, 2:40 pm

y tengo como treinta paginas escritas en el word, así que si, falta poquito u.u
y no quiero que termine u.u por que, aunque la escribi yo, me encanta :P

por **andreita** Dom 05 Feb 2012, 2:46 pm

la nove e s hermosa
lu
y cuando las noves me encanta me gusta tener final rapido
jijijiji
creo uqe lo pudite notar
estare esperando cap :9

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