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Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
Anteriormente:
Lo que quedaba del día, salimos del hospital y todos fuimos a caminar por los lugares que recordábamos. Cenamos y durante la tarde estuvimos caminamos lo que nos quedaba por recorre de Grecia, aunque no me pudo mantener entretenido con respecto a que no pensara en ________. No veía la hora en que llegara la noche y estar a su lado como en la noche anterior, esperando su despertar.
Continuación:
Cuando el crepúsculo llegaba a su fin, nos regresamos al hospital y al entrar a la habitación, aun la encontrábamos inconsciente. Los demás se despidieron de ella y volvieron al hotel para descansar, mientras que yo me quedo nuevamente a pasar la noche con ella aunque con la compañía de alguien más.
- papá… -. Dice mi pequeña antes de que mi madre se la llevara con ella, ella aun extendía sus brazos hacia mí, pidiendo que la sostuviera entre mis brazos.
-¿Qué sucede? -. Pregunta una vez que entre mis brazos estaba, mientras que los demás la esperaban para irse hacia el hotel.
- ¿puedo quedarme contigo… junto a mamá? -. Cuando me pregunto aquello me quede perplejo y luego la abracé fuertemente a mí, aunque lo más hermoso que le había escuchado decir fue cuando la llamo así a ________, que realmente era su madre.
- claro que sí… de seguro que con tu ayuda regresaremos a mamá, para que este con nosotros nuevamente. Eres mi esperanza… la cual nunca ha desaparecido -. Le respondí, mientras que sentía y sabía que Esperanza veía la puerta de la habitación en donde su amada madre estaba aun durmiendo -. Vallan, ella se queda conmigo -. Le dije a los demás y ellos se fueron al hotel, quedando Esperanza y yo en el hospital, dentro de la habitación en la que __________ aun no despertaba.
Cuando entramos, ambos nos sentamos en el sillón y mirábamos juntos a _________ a quien añoraba verla nuevamente a los ojos, ver sus sonrisa y ansiaba con fuerzas verla sorprendida al ver a su hija… aquella que me había dejado cuando solo era una beba de tres días. Recordando ese momento, tome entre mi palma de mi mano la manito de Esperanza y veía cuando ni siquiera llegaba a ocupar la mitad de mi palma, y en esos tiempos ya podía a casi llegar a tocar mis dedos. Su sonrisita era tan pequeña y en ese momento era tan igual a la que su madre formaba al sentir una felicidad que le embargaba el pecho.
- tengo sueño -. Me dice bostezando y acurrucándose en mi pecho, mientras que acariciaba su cabecita.
- ¿quieres dormir con mami? -. Le pregunto y ella levanta su cabeza con una sonrisa en su rostro, lo cual tome como respuesta de que si quería dormir con _________, sabiendo que realmente era su mamá -. De acuerdo -. Inquirí y agarrándola entre mis brazos la lleve hacia el lado izquierdo de ________, en donde la arrope junto a su madre.
- mami -. Susurro abrazándose a __________, a quien la había llamado como nunca creí que ella dijera aquella hermosa palabra, la cual cualquier madre desea oír de la voz de sus pequeños. No sabía si ________ la escucho ó no, pero lo que supe y puedo atreverme a decir, es que jamás olvidare esa noche… nunca aceptare hacerlo.
Octubre 1. 8:45 a.m.
En una mañana, desperté con un mareo y un dolor en la cabeza… sentía como si hubiese algo golpeado mi cabeza con mucha fuerza. Mis ojos se sentían pesados que casi podía abrirlos y mis labios los sentía tan secos que me dolían al querer abrir mi boca. Me sentía muy débil, no podía mantenerme despierta aunque recordaba todo… sabía quien era y volví a recordar todo lo que me había ocurrido. Recordé mi vida entera, incluso cuando escuche la voz de Joe mientras estuve inconsciente, sentía sus manos y en esa mañana también, aunque sentía que alguien estaba durmiendo sobre mi brazo izquierdo y su cabeza sobre mí pecho. De lo tan débil que estaba, no pude mirar quien estaba sujetando mi mano aunque sabía que era Joe, pero quien dormía a mi lado… no lo distinguía y tampoco pude saber quien era. En la noche anterior, escuche una hermosa voz, que era de una niña muy pequeña… quien me llamaba mamá. Supe que era mi bebe… a quien le había dejado a Joe con solo tres días de vida, sabiendo ó presintiendo lo que había pasado. Sin poderme mantenerme despierta, volví a cerrar mis ojos, pero esta vez me dormí y me mantuve consciente. Sujete con fuerzas, mientras dormía, la mano de Joe que aunque así estuviera muy débil, no quería soltar su mano.
A eso de las nueve de la mañana, gracias a los rayos del alba y el sonido del mar chocar contra el muelle, ya que estaba muy cerca del hospital, me pude despierta. Me acomode en el sillón mientras que pestañeaba para poder ver mejor. Cuando me desperté por completo, sentía que la mano de __________ sujetaba con fuerzas mi mano… al principio lo sentí extraño y no entendía, pero luego comprendí que estaba respondiendo ante sujetar su mano con mi fuerza que no la lastimaba. Realmente fue el momento más esperado para mí, en que por lo menos tenía una reacción de su parte… una señal de que estaba consciente de que estaba allí, a su lado.
Sin poder creerlo aún, me levante del sillón sin dejar de sujetar su mano y acerque mi rostro al de ella, su lenta respiración chocaba con debilidad contra mi rostro… mientras que la miraba y mantenía mi alegría en mi sonrisa. Me aleje un poco de ella y pude verla mejor con mi pequeña Esperanza que aun se mantenía en sus sueños, aquellos que le pertenecían al dios de Morfeo. Volví acercar mi rostro al de ella y no pude mantener la necesidad de besar sus labios sabiendo que era _________ y no otra.
Antes de que despertara, sentí sus labios que tanto añoraba sentir mi verdadero ser. Mientras más sentía sus labios contra los míos, más me volvía a sentir yo misma… como si fuera que de a poco volvía a ser yo, la que por mucho tiempo no pude ser. Con debilidad levantaba mi mano derecha, en la que unas agujas estaban por debajo de mi piel, sujetadas por cintas de papel. Acerque mi mano a su rostro y aun con mis ojos cerrados seguí su beso que tanto añoraba sentir; con lentitud abrí mis ojos y lo vi, con mis ojos cristalizados y húmedos, lo vi. Sabía quien era él y que había sido por mucho tiempo… y quien fue por esos tiempos que había sido para todos: Julieta.
- Joe… -. Fue lo único que pude decirle en un hilo de voz, con un nudo que atravesaba mi garganta y evitaba que pudiera inquirir algo más aunque para él fue algo más que fabuloso.
- mi amor…-. Dijo con su rostro contra mi hombro y llorando como si por tanto tiempo me había perdido. Solo pude acariciar con debilidad su cabeza mientras que ambos manteníamos nuestras manos entrelazadas, y yo con mi brazo izquierdo sosteniendo a mi pequeña quien pude conocer y amarla como en ese momento, aunque era para ella Julieta y no su mamá -. ¿Te acuerdas de mí? -. Pregunto luego de un momento que nuestros ojos se mantenían viendo la mirada del otro; con mi mano izquierda volví a acariciar su rostro, asintiendo ante su respuesta.
- si tu miedo es que aun no te recuerde, no temas porque… he vuelto a recuperar mi memoria… mi amor -. Respondí con una débil sonrisa que se mantenía en mi rostro. Cuando iba a decir algo, la puerta de la habitación se abre y detrás de ella aparece la enfermera, que emocionada de verme despierta se me acerco… mientras que aun mi hija se mantenía dormida sobre mi pecho.
- no es bueno que su pequeña este durmiendo sobre usted, Sra. Jonas -. Comenta la joven enfermera que no hizo nada como para despertar a Esperanza para que saliera de sobre mí. Una vez que me había revisado se retira de la habitación quedando Joe y yo solos, nuevamente.
- ¿me ibas a decir algo? -. Pregunte y él recarga su frente sobre la mía, mientras que sus ojos mantenía cerrados y yo solamente quería verlo, no tenía intensión de volver a cerrar mis ojos. Habían sido mucho tiempo en que no lo había visto de la misma manera que en ese día… fueron eternas o como si hubiese sido mucho tiempo en que no estuve junto a él y al lado de mi pequeña flor, mi dulce niña que estaba aun durmiendo en mi brazo -. Abre los ojos… quiero verte siempre, no quiero… no puedo dejarte de ver a los ojos, amor -. Inquirí y al instante abrió los ojos, viéndome de la más hermosa manera que él pudo verme.
- no sé si sabes lo que tanto te añore, lo mucho que te extrañe… cada noche era como esperar a la muerte, aunque lo que obtenía era el silencio que me torturaba con esa manera que parecía que jamás iba de acabar. Sentía la soledad detrás de mí, pisando mis talones… esperando cualquier momento y acabar conmigo, con mi verdadero yo. Créeme que no fue fácil convivir con el espacio vacío que has dejado en mi corazón, cuya daga perteneciente del dolor perforaba mi pecho, mi corazón y mi alma. Y cuando haz llegado… yo volví o intente hacer volver lo que fui cuando estuviste conmigo -. Se mantuvo en silencio, mientras que no me miraba sino a nuestra pequeña -. Nuestra pequeña fue lo que me mantuvo medio vivo… y como su nombre, mantuve en un altar la esperanza de que volverías, ________… volverías y realmente, al fin seríamos los tres felices -. Finaliza y nuevamente mira mi rostro, mientras que a través de sus ojos penetrantes pude ver todo… pero para mí, vi lo más importante, que fue ver aquel amor que nunca murió… sino que creció igual que mi amor por él -. En cualquier momento vendrán los demás, y se pondrán… felices de verte bien -. Responde Joe luego de unos momentos de estar callado, mirando mis ojos fijamente. La duda que se me había presentado, fue si los demás ya sabían que no era Julieta sino que era ________, que no había muerto sino que había perdido mi memoria.
- Joe…-. Inquirí y él sintió -. ¿Ellos saben que soy _______ y no Julieta? -. Le pregunte y su sonrisa fue todo, me aclaro que todos ya sabían que no había fallecido.
- incluso, Esperanza -. Inquiere y ambos reímos, no sabía de donde nos llegaba las ganas de reír, pero verlo así fue el deseo que más profundo había guardado en mi pecho. Entre sonrisas, él entrelaza su mano con la mía y nuevamente nos vemos a los ojos… aquella conexión que nos unía tanto -. Te amo -. Dice y en mímica le digo lo mismo, y cuando nuevamente nuestros labios se unieron, Esperanza se despierta y nos ve.
- mami -. Susurra aun adormilada y aferrada a mí. Joe se separa de mí y se dirige hacia la ventana, en donde se fija si los demás llegaban allí. La mire por mucho tiempo, acariciando sus cabellos y poniendo algunos mechones detrás de su oreja, y de un momento a otro ella hace lo mismo conmigo, haciendo que le sonriera -. ¿Me amas también, mami? -. Me pregunta y con una lágrima que no había podido retener a la emoción de escucharla decir aquellas palabras y esa pregunta, asentí; había deseado haberla escuchado decir aquellas palabras cuando se la había dejado a Joe, pensando que habría de ser la ultima vez en que ambos lo iba a ver.
- te amo desde el día en que supe que te encontrabas dentro de mí, mi dulzura -. Inquirí y la abrace contra mi pecho haciendo que ella me correspondiera.
Luego de tres días, ________ fue dada de alta. Aquel día fue el más esperado para mí, y por el solo hecho de que ya no la quería verla allí y yo estar ahí. Tantos malos recuerdos me había traído, que lo que más deseaba era salir de ahí y al fin realizar,
Seguir con la vida que me había dejado por la mitad la ausencia de _________.
En la misma tarde, en que ella fue dada de alta, fuimos todos al parque en donde los pequeños jugaron; Nata, Mía, mamá y _______ se la pasaron hablando sobre las cosas que habían pasado cuando todos creímos que era Julieta, algo que no me agradaba que hablaran por el hecho de que me había enamorado de la misma persona con la que había conocido el verdadero amor y con la que me había casado… y con la que había formado una familia; mientras que nosotros tres, hablábamos sobre como estaba la empresa con respecto a nuestra ausencia allí, haciendo atendida por nuestra persona de confianza: Phillip.
- tía, ¿juegas con nosotros? -. Preguntan los pequeños que ya se les había acabado las ideas para jugar; Esperanza, exhausta, se acerca a ________ y allí se sienta a su lado mientras que su madre la abraza y besa su frente, y luego dirige la mirada hacia mí sabiendo que me mantenía viéndola.
- su tía aun no puede jugar pequeños, aun no -. Responde la madre de los dos pequeños. Ellos no dijeron nada, solo se sentaron cerca de las cuatros mujeres que les había dado a cada uno unas galletas para que comieran; no obstante, los tres nos acercamos y nos sentamos al lado de nuestras mujeres, pasando la más hermosa tarde en nuestras vidas. En lo que me respecta a mí, fue el momento más hermoso ya que estaba con las dos mujeres que amaba en mi vida, incluyendo a mi familia.
Antes de que llegara la noche, todos fuimos directo al hotel en donde descansamos para el día siguiente, en donde pasaríamos un recorrido completo con ________ por la ciudad de Gracia. En esa misma noche, había decidido que ________ durmiera en la habitación suya, en la que descansaba pensando que era Julieta, pero ella se me negó.
- no quiero… creo que pasaron muchas noches en que no te tuve, no quiero volver como cuando nos casamos. Quiero estar esta noche a tu lado, Joe -. Dijo con un argumento que me había atravesado el alma; no tuve otra opción que aceptar que estuviera a mi lado. Yo también había añorado tenerla junto a mi lado.
Cuando me había recostado en mi cama, creí que estaba soñando el cual no quería despertar; esa noche se encontraba espléndida, estaba la luna llena junto con sus infinitas estrellas. Su luz iluminaba por completo la habitación oscura, debido a que la luz se había cortado en esa noche, y no solo en el hotel sino en toda la ciudad. Aunque mi espalda se encontraba complacida con la comodidad de la cama, sentí la necesidad de asomarme a la ventana y ver esa maravilla de noche azulada y estrellada, mientras que esperaba que ________ saliera del baño con su ropa de dormir.
Lo que quedaba del día, salimos del hospital y todos fuimos a caminar por los lugares que recordábamos. Cenamos y durante la tarde estuvimos caminamos lo que nos quedaba por recorre de Grecia, aunque no me pudo mantener entretenido con respecto a que no pensara en ________. No veía la hora en que llegara la noche y estar a su lado como en la noche anterior, esperando su despertar.
Continuación:
Cuando el crepúsculo llegaba a su fin, nos regresamos al hospital y al entrar a la habitación, aun la encontrábamos inconsciente. Los demás se despidieron de ella y volvieron al hotel para descansar, mientras que yo me quedo nuevamente a pasar la noche con ella aunque con la compañía de alguien más.
- papá… -. Dice mi pequeña antes de que mi madre se la llevara con ella, ella aun extendía sus brazos hacia mí, pidiendo que la sostuviera entre mis brazos.
-¿Qué sucede? -. Pregunta una vez que entre mis brazos estaba, mientras que los demás la esperaban para irse hacia el hotel.
- ¿puedo quedarme contigo… junto a mamá? -. Cuando me pregunto aquello me quede perplejo y luego la abracé fuertemente a mí, aunque lo más hermoso que le había escuchado decir fue cuando la llamo así a ________, que realmente era su madre.
- claro que sí… de seguro que con tu ayuda regresaremos a mamá, para que este con nosotros nuevamente. Eres mi esperanza… la cual nunca ha desaparecido -. Le respondí, mientras que sentía y sabía que Esperanza veía la puerta de la habitación en donde su amada madre estaba aun durmiendo -. Vallan, ella se queda conmigo -. Le dije a los demás y ellos se fueron al hotel, quedando Esperanza y yo en el hospital, dentro de la habitación en la que __________ aun no despertaba.
Cuando entramos, ambos nos sentamos en el sillón y mirábamos juntos a _________ a quien añoraba verla nuevamente a los ojos, ver sus sonrisa y ansiaba con fuerzas verla sorprendida al ver a su hija… aquella que me había dejado cuando solo era una beba de tres días. Recordando ese momento, tome entre mi palma de mi mano la manito de Esperanza y veía cuando ni siquiera llegaba a ocupar la mitad de mi palma, y en esos tiempos ya podía a casi llegar a tocar mis dedos. Su sonrisita era tan pequeña y en ese momento era tan igual a la que su madre formaba al sentir una felicidad que le embargaba el pecho.
- tengo sueño -. Me dice bostezando y acurrucándose en mi pecho, mientras que acariciaba su cabecita.
- ¿quieres dormir con mami? -. Le pregunto y ella levanta su cabeza con una sonrisa en su rostro, lo cual tome como respuesta de que si quería dormir con _________, sabiendo que realmente era su mamá -. De acuerdo -. Inquirí y agarrándola entre mis brazos la lleve hacia el lado izquierdo de ________, en donde la arrope junto a su madre.
- mami -. Susurro abrazándose a __________, a quien la había llamado como nunca creí que ella dijera aquella hermosa palabra, la cual cualquier madre desea oír de la voz de sus pequeños. No sabía si ________ la escucho ó no, pero lo que supe y puedo atreverme a decir, es que jamás olvidare esa noche… nunca aceptare hacerlo.
Octubre 1. 8:45 a.m.
En una mañana, desperté con un mareo y un dolor en la cabeza… sentía como si hubiese algo golpeado mi cabeza con mucha fuerza. Mis ojos se sentían pesados que casi podía abrirlos y mis labios los sentía tan secos que me dolían al querer abrir mi boca. Me sentía muy débil, no podía mantenerme despierta aunque recordaba todo… sabía quien era y volví a recordar todo lo que me había ocurrido. Recordé mi vida entera, incluso cuando escuche la voz de Joe mientras estuve inconsciente, sentía sus manos y en esa mañana también, aunque sentía que alguien estaba durmiendo sobre mi brazo izquierdo y su cabeza sobre mí pecho. De lo tan débil que estaba, no pude mirar quien estaba sujetando mi mano aunque sabía que era Joe, pero quien dormía a mi lado… no lo distinguía y tampoco pude saber quien era. En la noche anterior, escuche una hermosa voz, que era de una niña muy pequeña… quien me llamaba mamá. Supe que era mi bebe… a quien le había dejado a Joe con solo tres días de vida, sabiendo ó presintiendo lo que había pasado. Sin poderme mantenerme despierta, volví a cerrar mis ojos, pero esta vez me dormí y me mantuve consciente. Sujete con fuerzas, mientras dormía, la mano de Joe que aunque así estuviera muy débil, no quería soltar su mano.
A eso de las nueve de la mañana, gracias a los rayos del alba y el sonido del mar chocar contra el muelle, ya que estaba muy cerca del hospital, me pude despierta. Me acomode en el sillón mientras que pestañeaba para poder ver mejor. Cuando me desperté por completo, sentía que la mano de __________ sujetaba con fuerzas mi mano… al principio lo sentí extraño y no entendía, pero luego comprendí que estaba respondiendo ante sujetar su mano con mi fuerza que no la lastimaba. Realmente fue el momento más esperado para mí, en que por lo menos tenía una reacción de su parte… una señal de que estaba consciente de que estaba allí, a su lado.
Sin poder creerlo aún, me levante del sillón sin dejar de sujetar su mano y acerque mi rostro al de ella, su lenta respiración chocaba con debilidad contra mi rostro… mientras que la miraba y mantenía mi alegría en mi sonrisa. Me aleje un poco de ella y pude verla mejor con mi pequeña Esperanza que aun se mantenía en sus sueños, aquellos que le pertenecían al dios de Morfeo. Volví acercar mi rostro al de ella y no pude mantener la necesidad de besar sus labios sabiendo que era _________ y no otra.
Antes de que despertara, sentí sus labios que tanto añoraba sentir mi verdadero ser. Mientras más sentía sus labios contra los míos, más me volvía a sentir yo misma… como si fuera que de a poco volvía a ser yo, la que por mucho tiempo no pude ser. Con debilidad levantaba mi mano derecha, en la que unas agujas estaban por debajo de mi piel, sujetadas por cintas de papel. Acerque mi mano a su rostro y aun con mis ojos cerrados seguí su beso que tanto añoraba sentir; con lentitud abrí mis ojos y lo vi, con mis ojos cristalizados y húmedos, lo vi. Sabía quien era él y que había sido por mucho tiempo… y quien fue por esos tiempos que había sido para todos: Julieta.
- Joe… -. Fue lo único que pude decirle en un hilo de voz, con un nudo que atravesaba mi garganta y evitaba que pudiera inquirir algo más aunque para él fue algo más que fabuloso.
- mi amor…-. Dijo con su rostro contra mi hombro y llorando como si por tanto tiempo me había perdido. Solo pude acariciar con debilidad su cabeza mientras que ambos manteníamos nuestras manos entrelazadas, y yo con mi brazo izquierdo sosteniendo a mi pequeña quien pude conocer y amarla como en ese momento, aunque era para ella Julieta y no su mamá -. ¿Te acuerdas de mí? -. Pregunto luego de un momento que nuestros ojos se mantenían viendo la mirada del otro; con mi mano izquierda volví a acariciar su rostro, asintiendo ante su respuesta.
- si tu miedo es que aun no te recuerde, no temas porque… he vuelto a recuperar mi memoria… mi amor -. Respondí con una débil sonrisa que se mantenía en mi rostro. Cuando iba a decir algo, la puerta de la habitación se abre y detrás de ella aparece la enfermera, que emocionada de verme despierta se me acerco… mientras que aun mi hija se mantenía dormida sobre mi pecho.
- no es bueno que su pequeña este durmiendo sobre usted, Sra. Jonas -. Comenta la joven enfermera que no hizo nada como para despertar a Esperanza para que saliera de sobre mí. Una vez que me había revisado se retira de la habitación quedando Joe y yo solos, nuevamente.
- ¿me ibas a decir algo? -. Pregunte y él recarga su frente sobre la mía, mientras que sus ojos mantenía cerrados y yo solamente quería verlo, no tenía intensión de volver a cerrar mis ojos. Habían sido mucho tiempo en que no lo había visto de la misma manera que en ese día… fueron eternas o como si hubiese sido mucho tiempo en que no estuve junto a él y al lado de mi pequeña flor, mi dulce niña que estaba aun durmiendo en mi brazo -. Abre los ojos… quiero verte siempre, no quiero… no puedo dejarte de ver a los ojos, amor -. Inquirí y al instante abrió los ojos, viéndome de la más hermosa manera que él pudo verme.
- no sé si sabes lo que tanto te añore, lo mucho que te extrañe… cada noche era como esperar a la muerte, aunque lo que obtenía era el silencio que me torturaba con esa manera que parecía que jamás iba de acabar. Sentía la soledad detrás de mí, pisando mis talones… esperando cualquier momento y acabar conmigo, con mi verdadero yo. Créeme que no fue fácil convivir con el espacio vacío que has dejado en mi corazón, cuya daga perteneciente del dolor perforaba mi pecho, mi corazón y mi alma. Y cuando haz llegado… yo volví o intente hacer volver lo que fui cuando estuviste conmigo -. Se mantuvo en silencio, mientras que no me miraba sino a nuestra pequeña -. Nuestra pequeña fue lo que me mantuvo medio vivo… y como su nombre, mantuve en un altar la esperanza de que volverías, ________… volverías y realmente, al fin seríamos los tres felices -. Finaliza y nuevamente mira mi rostro, mientras que a través de sus ojos penetrantes pude ver todo… pero para mí, vi lo más importante, que fue ver aquel amor que nunca murió… sino que creció igual que mi amor por él -. En cualquier momento vendrán los demás, y se pondrán… felices de verte bien -. Responde Joe luego de unos momentos de estar callado, mirando mis ojos fijamente. La duda que se me había presentado, fue si los demás ya sabían que no era Julieta sino que era ________, que no había muerto sino que había perdido mi memoria.
- Joe…-. Inquirí y él sintió -. ¿Ellos saben que soy _______ y no Julieta? -. Le pregunte y su sonrisa fue todo, me aclaro que todos ya sabían que no había fallecido.
- incluso, Esperanza -. Inquiere y ambos reímos, no sabía de donde nos llegaba las ganas de reír, pero verlo así fue el deseo que más profundo había guardado en mi pecho. Entre sonrisas, él entrelaza su mano con la mía y nuevamente nos vemos a los ojos… aquella conexión que nos unía tanto -. Te amo -. Dice y en mímica le digo lo mismo, y cuando nuevamente nuestros labios se unieron, Esperanza se despierta y nos ve.
- mami -. Susurra aun adormilada y aferrada a mí. Joe se separa de mí y se dirige hacia la ventana, en donde se fija si los demás llegaban allí. La mire por mucho tiempo, acariciando sus cabellos y poniendo algunos mechones detrás de su oreja, y de un momento a otro ella hace lo mismo conmigo, haciendo que le sonriera -. ¿Me amas también, mami? -. Me pregunta y con una lágrima que no había podido retener a la emoción de escucharla decir aquellas palabras y esa pregunta, asentí; había deseado haberla escuchado decir aquellas palabras cuando se la había dejado a Joe, pensando que habría de ser la ultima vez en que ambos lo iba a ver.
- te amo desde el día en que supe que te encontrabas dentro de mí, mi dulzura -. Inquirí y la abrace contra mi pecho haciendo que ella me correspondiera.
Luego de tres días, ________ fue dada de alta. Aquel día fue el más esperado para mí, y por el solo hecho de que ya no la quería verla allí y yo estar ahí. Tantos malos recuerdos me había traído, que lo que más deseaba era salir de ahí y al fin realizar,
Seguir con la vida que me había dejado por la mitad la ausencia de _________.
En la misma tarde, en que ella fue dada de alta, fuimos todos al parque en donde los pequeños jugaron; Nata, Mía, mamá y _______ se la pasaron hablando sobre las cosas que habían pasado cuando todos creímos que era Julieta, algo que no me agradaba que hablaran por el hecho de que me había enamorado de la misma persona con la que había conocido el verdadero amor y con la que me había casado… y con la que había formado una familia; mientras que nosotros tres, hablábamos sobre como estaba la empresa con respecto a nuestra ausencia allí, haciendo atendida por nuestra persona de confianza: Phillip.
- tía, ¿juegas con nosotros? -. Preguntan los pequeños que ya se les había acabado las ideas para jugar; Esperanza, exhausta, se acerca a ________ y allí se sienta a su lado mientras que su madre la abraza y besa su frente, y luego dirige la mirada hacia mí sabiendo que me mantenía viéndola.
- su tía aun no puede jugar pequeños, aun no -. Responde la madre de los dos pequeños. Ellos no dijeron nada, solo se sentaron cerca de las cuatros mujeres que les había dado a cada uno unas galletas para que comieran; no obstante, los tres nos acercamos y nos sentamos al lado de nuestras mujeres, pasando la más hermosa tarde en nuestras vidas. En lo que me respecta a mí, fue el momento más hermoso ya que estaba con las dos mujeres que amaba en mi vida, incluyendo a mi familia.
Antes de que llegara la noche, todos fuimos directo al hotel en donde descansamos para el día siguiente, en donde pasaríamos un recorrido completo con ________ por la ciudad de Gracia. En esa misma noche, había decidido que ________ durmiera en la habitación suya, en la que descansaba pensando que era Julieta, pero ella se me negó.
- no quiero… creo que pasaron muchas noches en que no te tuve, no quiero volver como cuando nos casamos. Quiero estar esta noche a tu lado, Joe -. Dijo con un argumento que me había atravesado el alma; no tuve otra opción que aceptar que estuviera a mi lado. Yo también había añorado tenerla junto a mi lado.
Cuando me había recostado en mi cama, creí que estaba soñando el cual no quería despertar; esa noche se encontraba espléndida, estaba la luna llena junto con sus infinitas estrellas. Su luz iluminaba por completo la habitación oscura, debido a que la luz se había cortado en esa noche, y no solo en el hotel sino en toda la ciudad. Aunque mi espalda se encontraba complacida con la comodidad de la cama, sentí la necesidad de asomarme a la ventana y ver esa maravilla de noche azulada y estrellada, mientras que esperaba que ________ saliera del baño con su ropa de dormir.
Rocio_Jonas
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
aí esta su más esperado momento ;)
las quiero!! son las mejores y espero muchos comentarios :P
las quiero!! son las mejores y espero muchos comentarios :P
Rocio_Jonas
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
rocio lo ame el csap
enserio
que hrmosura
porfin a rayis revupero la memoria
enserio
que hrmosura
porfin a rayis revupero la memoria
andreita
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
Aaaaaaa sii!!!!
Aaaa desperto! Soy feliz!
Awww me mato cuando Esperanza le pregunta si la ama!?
:'D fue hermoso!
Sigue please!
L ame!
Aaaa desperto! Soy feliz!
Awww me mato cuando Esperanza le pregunta si la ama!?
:'D fue hermoso!
Sigue please!
L ame!
yamijonasforever
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
Anteriormente:
Cuando me había recostado en mi cama, creí que estaba soñando el cual no quería despertar; esa noche se encontraba espléndida, estaba la luna llena junto con sus infinitas estrellas. Su luz iluminaba por completo la habitación oscura, debido a que la luz se había cortado en esa noche, y no solo en el hotel sino en toda la ciudad. Aunque mi espalda se encontraba complacida con la comodidad de la cama, sentí la necesidad de asomarme a la ventana y ver esa maravilla de noche azulada y estrellada, mientras que esperaba que ________ saliera del baño con su ropa de dormir.
Continuación:
Al estar lista, abrí la puerta y manteniendo una abertura pude verlo en el balcón de la habitación, viendo aquella maravillosa noche que era acompañada por la brisa que hacia danzar a las cortinas de ceda de la ventana. No había ningún ruido, solo se podía escuchar el silencio… aquel que traía el mar con sus oleadas y el viento que causaba el baile de las hojas de los árboles. Me acerque a él, y al estar detrás de él dudaba posar mi mano sobre su hombre o acariciar su espalda. Las dudas inundaban mi mente, ya no tenía timidez en demostrarme ante él, pues ya sabía como era mi cuerpo sin que nada me cubriera, pero tenía la duda de si… él me seguía amando. No duda que me había llorado, pues siendo Julieta sabía como había llorado por mí.
- tengo miedo -. Se me cruzo decir en mi mente, yéndome con los ojos humedecidos hacia atrás, dejando el lugar y volver a encerrarme en el baño, pero antes de que me diera cuenta él me escucha y mirándome a los ojos me detiene sujetando mi brazo.
- ¿Qué sucede? -. Pregunta acercándome hacia él, y al estar a cm. de él seca mis ojos que aun no derramaban ninguna lágrima.
- tengo miedo… ¿Acaso aun me amas, Joe? -. Me atreví preguntarle viéndolos a los ojos, los cuales me hacia sentir ínfima ante él que me había demostrado en ese instante que había tenido un cambio que me había hecho sentirme así, tan pequeña y él un hombre completo, alguien que sabía mejor que yo lo que era vivir o sobrevivir con el dolor dentro de uno.
- no dudes de lo que yo no he de dudar nunca. Te amo más que hace cinco años, más que aquellos días y se que mañana te amares mucho más -. No le había dado motivo como para que dudara de mi amor por ella, no le había hecho o dicho nada que le hiciera pensar que yo ya no la amaba, y que ella lo dudara me había causado un dolor profundo haciendo que yo dudara por su amor.
- yo te amo, sin duda. Lo siento -. Susurro cerca de mi oído, abrazándome en esa noche tan cálida como su cuerpo, estando los dos debajo de la luna llena y con su luz que nos iluminaba completamente, incluso el sentimiento que nos unía aun más: el amor.
Con mi brazo sujete su cintura y la bese, nunca la había besado de esa misma forma y creo que hasta ella lo había notado. Había necesitado de ella mucho, sentía que no podía vivir ni un minuto sin ella, ni un segundo sin sentir su presencia cerca de mí. Nos separamos y nos vimos nuevamente a los ojos; y en ellos vi la luz que siempre uno ve en los ojos de su amada cuando esta enamorado, una luz que te hace feliz por el hecho de que nos dice el amor que le causamos sentir a ellas o viceversa. Luego de un momento, nos volvimos a la cama en donde nos dormimos… claro que ninguno quiso cerrar los ojos ya que nos queríamos ver, como yo, ella tenía aun miedo de que todo fuera un sueño pero el sueño no nos permitió mantenernos despiertos.
Al otro día, fui la primera en despertar y como era temprano aun, me había dedicado a verlo dormir. Acaricie sus cabellos, luego acaricie su mejilla, roce mis yemas sobre sus párpados hasta llegar a sus labios, aquellos que no pude evitar besar con los míos cuyo acto hizo que despertara y continuara el beso que le había dado suponiendo que estaba dormido.
- creí que estabas dormido -. Susurre y él negó, poniendo su brazo sobre mi cintura rodeándome y llevándome hacia él, chocando mi cuerpo con el de él -. Te amo, Joe -. Le dije recargando mi frente y en ese momento cerré los ojos, recordando el momento más hermoso y doloroso de mi vida -. Aun no comprendo como es que todo pasó. Antes fuimos extraños, dos aun adolescentes que eran obligados a casarse. Tu me lo pediste y acepte, fuiste por mucho tiempo mi ángel guardián, luego… fuiste todo, mi vida… y único amor, el verdadero -. Inquirí viendo sus ojos y él me acaricia lentamente mis mejillas, viéndome sin decir ninguno de los dos nada.
- gracias -. Fue lo único que dijo y volvió a besar mis labios. No obstante, ambos nos levantamos y una vez listo bajamos para encontrarnos con los demás en el restaurante. Allí todos desayunamos y fue cuando supimos que se realizaría nuevamente la fiesta.
- hoy tenemos que volver a la fiesta -. Comenta Kevin que se encontraba algo emocionado y no sabía del por qué, aunque Joe sí.
- veo que te emociona cerrar ese tratado con aquellos empresarios -. Inquiere Joe, quien me abraza con su brazo sobre el respaldo de mi silla. Mi pequeña estaba a mi lado, haciendo que comiera; aun era tan pequeña que esperaba que los años fueran piadosos como para disfrutar de lo que no había podido hacer cuando aun mantenía su tamaño sobre mis brazos.
- mami -. Susurra y la miro atentamente -. Esta vez sí estarás bien en la fiesta, ¿verdad? -. Pregunta de improviso y asiento como respuesta, aferrándola contra mí.
- te amo, mi niña -. Le susurre aun abrazándola con recelos. Cuando habíamos terminado de desayunar todos salimos del hotel para caminar y pasear por Grecia, aunque al llegar a eso de las 5 p.m. Joe sugiere que volvamos, pero no nos incluyo ya que quería estar más tiempo conmigo.
- ¿puedo estar con ustedes? -. Pregunta Esperanza, y me puse a su altura -. No quiero perderte mami, quiero estar por siempre a tu lado -. Inquiere aferrándose a mí, aceptando que me abrasara.
- claro que puedes, además, siempre estaré contigo. Te lo prometo -. Inquirí y así los tres nos dirigimos hacia el puerto de Grecia, en donde vimos el crepúsculo de aquel maravilloso lugar. Pero realmente me mantuve viendo a mi esposo en mientras del lugar, porque en él veía todo lo bello del mundo, incluso aquel eterno atardecer. Antes de que anocheciera por completo, los tres nos fuimos hacia el hotel en donde debíamos de alistarnos para aquella fiesta.
Una vez que entramos a nuestra habitación, los dos tomamos nuestras prendas y nos cambiamos para la fiesta. Joe fue el primero en entrar al baño en donde se baño y se vistió con un traje negro, la corbata del mismo color y con una camisa blanca que hacia un hermoso conjunto que lo hacia verse realmente un hombre.
-¿Qué sucede? -. Me pregunta y niego con la cabeza, bajando la mirada viendo mi vestido rojo que se encontraba sobre mis manos -. ¿Aun tienes la loca idea de que ya no te amo?-. Insiste posando su dedo índice en mi mentón, levantando lentamente mi rostro para que lo vea a los ojos, aquellos que me enloquecían.
- no -. Respondí en un murmuro -. Solo… quisiera volver todo a atrás, me siento incomoda sabiendo que… -. Corro mi rostro mirando hacia un lado, mirando hacia a la nada pero manteniendo mi pensamiento latente -. … Fui alguna vez otra persona -. Inquirí levantando mi rostro y sin verle la cara, solo caminar hacia el baño pasando por su lado, dejándolo atónito.
Mientras me mantuve debajo de la lluvia, dejando que el agua golpeara lentamente mi cuerpo, me mantuve pensante… introducida en mis propios pensamientos. Cuando la ultima gota cayo por mi cuerpo, caí en cuenta que el agua se había terminado… haciendo que saliera y me enrollara en una toalla, dejando mis cabellos sueltos y mojados. Salí de la habitación creyendo que él estaba allí, pero no fue así. Me cambie y me puse el antifaz, para salir de la habitación y caminar hacia el ascensor. Antes de subir al ascensor, una mano sosteniendo unas rosas rojas me detuvo mirando hacia la persona que sostenía ese hermoso ramo de flores.
- no podré volver todo atrás… pero podré hacer que nuevamente te sientas mi mujer -. Al oírlo solo supe abrazarlo y luego besar sus labios, me separe de él unos centímetros y finalmente lo bese.
- gracias… perdón por decir eso en la habitación, no quise lastimarte -. Inquirí y él tapa mi boca con su dedo índice, en ese momento solamente nos quedamos viéndonos para luego, en silencio, subir al ascensor e irnos hacia la fiesta. Durante el tiempo que estuvimos en el auto encaminándonos hacia la fiesta, nos mantuvimos en silencio hasta que finalmente se veía cerca aquel hermoso lugar en que se había organizado aquella fiesta que tan diferente era a la que aun mantenía en mis recuerdos.
Una vez que habíamos bajado del auto, Joe se encargo de que el personal lo guardaran por él, y seguido, entramos a la mansión en donde la mire por un largo tiempo, aunque no había sido la primera vez que la veía, no podía evitar mi asombro por un hermoso y maravilloso lugar que en Grecia era un arte arquitectónico echo por un famoso arquitecto que era conocido por todo Europa.
- vamos -. Sugerí una vez que tuve su mirada fija en mí en mientras de ver atónita aquella mansión. Ella sostuvo mi brazo y ambos bajamos las escaleras, mientras que con la mirada buscábamos a los demás. No sé como lo hizo, pero en tan solo un segundo había encontrado a nuestra pequeña que corría hacia nosotros, para luego estar abrazada en nuestros brazos.
- ya no veía la hora de que llegaran, ya los extrañaba -. Dice mi hermano que estaba abrazado con su novia, Mía.
- es verdad, Esperanza se mantenía viendo cada cinco segundos hacia la escalera, esperando su llegada -. Inquiere mi madre que se encontraba sentada en una de las mesas con sus otros dos nietos.
Cuando habían llegado todos los empresarios con los que debía de cerrar un acuerdo, me tuve que echar de valor y separarme de _______.
- debo de dejarte mi amor, disfruta con las demás -. Me despedí sosteniendo mi mano sobre el respaldo de su silla y la otra sobre la mesa, para que antes de irme pudiera darle un beso, manteniendo la esencia de sus labios sobre los míos. Con mis hermanos y con los demás empresarios entramos a una sala aparte de la pista de baile y de donde estaban los invitados cenando, entre ellos mi familia.
- ¿me disculpan un momento? -. Les pregunte a las demás y ellas me permitieron dejarlas, no era que no quería estar con ellas, pero necesitaba salir afuera… mucho estar dentro no me agradaba. Con mi pequeña agarrando mi mano, salí hacia el balcón que era iluminado por varios faroles.
Con Esperanza me quede allí por un largo tiempo, mirando ambas hacia arriba y en un momento, con ella vimos una estrella fugaz.
- mira, mami -. Sugiere mi pequeña extendiendo su dedo índice y señalando hacia el cielo, y en ese momento había pasado una estrella fugaz.
- pide un deseo y te lo concederá -. Inquirí y ambas pedimos un deseo, pero ninguna dijo cual fue… así ella lo había sugerido en esa noche hermosa y con una luna creciente que era acompañada por sus brillantes estrellas.
- mami -. Me llama aun mirando la noche azul y a la vez oscura.
- ¿sí, mi niña? -. Le pregunte mirándola a los ojos, aunque ella mantenía latente su mirada hacia su amada noche.
- ¿crees que se me conci…
- concederá… -. La ayude diciendo aquella palabra, aun no mantenía intacta la pronunciación de algunas palabras como el significado de cada una de ellas.
- sí, eso… ¿qué significa? -. Pregunto mirándome esta vez.
- oh, mi amor -. Le dije con ternura, la amaba con mi alma. ¿Cómo no haber amado a mi Esperanza?, Ella era mi hija, mi niña que la estuve entre mis brazos y durante nueve meses entre mi vientre -. Concederá: significa que algo que añoras o deseas se te cumplirá. Es decir, que la estrella fugaz te cumplirá tu deseo -. Le dije pasando mi mano sobre su aun suave mejilla.
- ha… ¿mami, crees entonces que la estrella fugaz me cumplirá el deseo? -. Me pregunto tan inocentemente, como lo es una niña de tan solo tres años.
- si lo deseas con todo tu ser, se te cumplirá -. Respondí mirando la noche como ella, que agarraba con fuerzas mi mano.
- lo deseo con todo mí ser, sí -. Afirmo segura de lo que estaba diciendo. Escucharla me había causado la felicidad que una hija es capaz de hacerte con solo escucharla, tan feliz que pareciera inalcanzable ver o volver a recordar como era el dolor.
Luego de un momento de mantenernos en silencio y espiando a la noche con su constante silencio y el bailar limitado de las hojas de los árboles, agarre su mano y nos volvimos hacia adentro, en donde ya estaban los muchachos sentados con las demás. Esperanza al ver a su padre, soltó mi mano y corrió hacia Joe que la recibió entre sus brazos mientras que yo caminaba despacio hacia ellos, observando como una persona aparte todo lo que en ese circulo familiar sucedía.
-¿cómo fue todo?-. Pregunte una vez que estuve al lado de Joe que con su mano libre sujetaba mi cintura, posando mi cabeza sobre su hombre y con mi mano sobre su estrechada espalda.
- perfectamente, ya esta todo listo para el año que viene -. Inquirió Kevin que estaba sentado al lado de Natalia y con los pequeños a su lado, algo cansados.
- eso me agrada -. Respondí mirando a Joe que era besado por Esperanza, algo que me había causado risa -. ¿No le debes contar algo? -. Le pregunte y ella me mira.
- ¿qué me tiene que contar? -. Pregunta Joe que me había sujetado por la cintura con más fuerzas, estrechándome más hacia él. Ambos reímos, haciendo que escondiera mi sonrisa junto con mi rostro con su hombro, aspirando a la vez su requisito aroma.
- vimos una estrella fugaz -. Dijo mi pequeña contenta, con su actual voz de niña de tres años.
- ¿De verdad? ¿Y que pediste? -. Pregunta nuevamente Joe, esperando una respuesta de su pequeña hija, quien era mía… de los dos en verdad.
- sí, pero no puedo decírtelo, porque sino no se cumple, papi -. Responde la pequeña con una buena fundamentación, haciendo que Joe dejara de interrogarla y bajarla, pero antes diciéndole algo al oído que ella respondió asintiendo.
-¿Bailarías conmigo, en esta hermosa balada?-. Cerca del oído, lo escucho latente a Joe preguntándome aquella pregunta que nunca hubiese creído escucharla decir por su parte, porque nunca bailamos en aquellas fiestas, y parecería que aun mantengo latente esa noche, específicamente como si su respiración y su susurro cerca de mi oído lo siento en este mismo momento.
- sí -. Respondí muy cerca de su oído, chocando mí ultimo aliento contra su piel. Ambos, sin importarnos si nos veían o no, nos acercamos y nos quedamos en el centro de la pista, en donde Joe me había dejado por un momento para ir hacia donde se encontraba las orquestas, aunque específicamente se había comunicado con el pianista. Nerviosa y temerosa en medio de la pista me quede, esperando a que Joe volviera y estuviera conmigo allí, a mi lado; De lo tímida que me encontraba solo me limite haber al suelo, no me atrevía ver a los demás y que me vieran allí, sola.
-¿me he tardado? -. Pregunta levantando mi rostro con su índice y su actual sonrisa que en ese momento deseaba borrarla luego del tormento que había sufrido por su abandono, pero antes de que respondiera capturo mis labios con los suyo, algo que durmió todo el sentimiento que había sentido tiempo antes de que me besara con sus perfectos labios -. Escucha la melodía que especialmente te cantare la canción que aun recuerdo en mi mente -. Dijo y sin entender comencé a escuchar la nota del piano -. I gotta find you -. Al decir aquel titulo me sorprendí, y aun más cuando cerca de mi oído comenzó a cantarla. Cada vez que más lo escuchaba, más me aferraba a él con mis ambos brazos cruzados por su cuello, bailando a la par, al mismo compás que su canción -. I need to find you, I gotta fin you… -. Nunca hubiese creído que él cantara tan hermoso, nunca supe hasta entonces que él cantaba como los mismos dioses que lo crearon con la perfección. De la emoción de escucharlo y de saber que había elegido esa canción para cantarme por el mensaje que me había dejado en ese momento y que aun lo mantengo latente en mis recuerdos y profundamente en mi corazón -. _______ -. Al llamarme yo estaba derramando las ultimas lágrimas que en toda mi vida contuve para un momento tan feliz como ese… cuando estaba rodeada de los que amaba, incluyendo a mi familia… la cual yo con ayuda de Joe pude construir y recuperarla a la vez. Con su dedo pulgar seco mis lágrimas, y nunca hubiese creído que en ese momento me preguntaría algo tan doloroso para mí, aunque él creía que si lo aceptaba era por mi bien: -. He estado pensando… y te quería preguntar si para ti, ¿Sería mejor que nos diéramos un momento?, Es decir, separarnos por un tiempo. Te soy sincero, quisiera que dijese que no, pero si dices que sí, lo acepto -. Finalizo, mientras que aun bailábamos aunque yo no apartaba la mirada de la suya.
- no. Sé que he dicho cosas que causaron que pensaras esas cosas y quiero pedirte disculpas, no quise dar ese mensaje a través de esas palabras; yo no puedo vivir ni resistir un segundo sin ti, sin ti pierdo el equilibró y sería torpe ante las decisiones. No acepto tu propuesta, Joe -. Y al decirlo, él me volvió a besar, y seguimos bailando, aunque con la canción de Robbin Williams: She´s the one -. Te amo, Joe -. Inquirí y volví a posar mi cabeza sobre su hombro, abrazada a él en su cuello y esperando que nada acabe, que ese día siguiera siendo el presente y no siendo parte del pasado.
Luego de aquel hermoso baile, nos separamos viéndonos mutuamente y luego volver hacia donde se encontraban los demás, quienes nos veían atónitos y a la vez con una sonrisa que era notable ante nosotros.
- esa canción… -. Antes de que mi hermano Nick prosiguiera, asentí y él se mantuvo callado, no había que inquirir nada más, ya no era necesario. Le extendí la silla y luego me senté a su lado, en donde todos juntos cenamos hablando y en eso, Kevin nos hablo a todos.
- pues, luego de todo… debemos volver a nuestros empleos, y sobre todo volver a casa -. Dice él, recibiendo la afirmación de todos allí, aunque sinceramente deseaba irme y no volver a L.A, sino a otra parte… pero en ese mismo instante supe que aunque fuera donde fuera, el pasado era y sigue siendo parte de mi vida la cual no puedo apartarla, porque lo que soy ahora, es gracias a lo que decidí e hice en el pasado, sin mi pasado no hubiese logrado lo que en estos momentos soy.
- sí, es mi deber volver… y afrontar el pasado que me atormenta, que nos atormentan -. Su mirada se encontraba fija en mí, sosteniendo con fuerzas mi mano la cual bese con mis labios sin bajar o apartar mi mirada de ella.
En esa misma noche todo ocurrió, sin más estar en nuestra habitación, pude volver a sentirla como por primera vez la sentí junto a mí en la misma noche en que ella me había entregado por completo su amor y su cuerpo; con mis labios recorrí su cuerpo… su piel tan suave como lo recordaba desde aquella primera vez, y sintiendo sus yemas sobre mi espalda, sobre mi piel acariciándome con su delicadeza que llevaba en su ser para sentir su cercanía… su amor hacia mí. Pude tener el placer de sentirla a mi lado, amarrada a mí, con la necesidad de ser uno en esa noche antes de volver a L.A, allí fui de vuelta suyo y ella mía.
Cuando me había recostado en mi cama, creí que estaba soñando el cual no quería despertar; esa noche se encontraba espléndida, estaba la luna llena junto con sus infinitas estrellas. Su luz iluminaba por completo la habitación oscura, debido a que la luz se había cortado en esa noche, y no solo en el hotel sino en toda la ciudad. Aunque mi espalda se encontraba complacida con la comodidad de la cama, sentí la necesidad de asomarme a la ventana y ver esa maravilla de noche azulada y estrellada, mientras que esperaba que ________ saliera del baño con su ropa de dormir.
Continuación:
Al estar lista, abrí la puerta y manteniendo una abertura pude verlo en el balcón de la habitación, viendo aquella maravillosa noche que era acompañada por la brisa que hacia danzar a las cortinas de ceda de la ventana. No había ningún ruido, solo se podía escuchar el silencio… aquel que traía el mar con sus oleadas y el viento que causaba el baile de las hojas de los árboles. Me acerque a él, y al estar detrás de él dudaba posar mi mano sobre su hombre o acariciar su espalda. Las dudas inundaban mi mente, ya no tenía timidez en demostrarme ante él, pues ya sabía como era mi cuerpo sin que nada me cubriera, pero tenía la duda de si… él me seguía amando. No duda que me había llorado, pues siendo Julieta sabía como había llorado por mí.
- tengo miedo -. Se me cruzo decir en mi mente, yéndome con los ojos humedecidos hacia atrás, dejando el lugar y volver a encerrarme en el baño, pero antes de que me diera cuenta él me escucha y mirándome a los ojos me detiene sujetando mi brazo.
- ¿Qué sucede? -. Pregunta acercándome hacia él, y al estar a cm. de él seca mis ojos que aun no derramaban ninguna lágrima.
- tengo miedo… ¿Acaso aun me amas, Joe? -. Me atreví preguntarle viéndolos a los ojos, los cuales me hacia sentir ínfima ante él que me había demostrado en ese instante que había tenido un cambio que me había hecho sentirme así, tan pequeña y él un hombre completo, alguien que sabía mejor que yo lo que era vivir o sobrevivir con el dolor dentro de uno.
- no dudes de lo que yo no he de dudar nunca. Te amo más que hace cinco años, más que aquellos días y se que mañana te amares mucho más -. No le había dado motivo como para que dudara de mi amor por ella, no le había hecho o dicho nada que le hiciera pensar que yo ya no la amaba, y que ella lo dudara me había causado un dolor profundo haciendo que yo dudara por su amor.
- yo te amo, sin duda. Lo siento -. Susurro cerca de mi oído, abrazándome en esa noche tan cálida como su cuerpo, estando los dos debajo de la luna llena y con su luz que nos iluminaba completamente, incluso el sentimiento que nos unía aun más: el amor.
Con mi brazo sujete su cintura y la bese, nunca la había besado de esa misma forma y creo que hasta ella lo había notado. Había necesitado de ella mucho, sentía que no podía vivir ni un minuto sin ella, ni un segundo sin sentir su presencia cerca de mí. Nos separamos y nos vimos nuevamente a los ojos; y en ellos vi la luz que siempre uno ve en los ojos de su amada cuando esta enamorado, una luz que te hace feliz por el hecho de que nos dice el amor que le causamos sentir a ellas o viceversa. Luego de un momento, nos volvimos a la cama en donde nos dormimos… claro que ninguno quiso cerrar los ojos ya que nos queríamos ver, como yo, ella tenía aun miedo de que todo fuera un sueño pero el sueño no nos permitió mantenernos despiertos.
Al otro día, fui la primera en despertar y como era temprano aun, me había dedicado a verlo dormir. Acaricie sus cabellos, luego acaricie su mejilla, roce mis yemas sobre sus párpados hasta llegar a sus labios, aquellos que no pude evitar besar con los míos cuyo acto hizo que despertara y continuara el beso que le había dado suponiendo que estaba dormido.
- creí que estabas dormido -. Susurre y él negó, poniendo su brazo sobre mi cintura rodeándome y llevándome hacia él, chocando mi cuerpo con el de él -. Te amo, Joe -. Le dije recargando mi frente y en ese momento cerré los ojos, recordando el momento más hermoso y doloroso de mi vida -. Aun no comprendo como es que todo pasó. Antes fuimos extraños, dos aun adolescentes que eran obligados a casarse. Tu me lo pediste y acepte, fuiste por mucho tiempo mi ángel guardián, luego… fuiste todo, mi vida… y único amor, el verdadero -. Inquirí viendo sus ojos y él me acaricia lentamente mis mejillas, viéndome sin decir ninguno de los dos nada.
- gracias -. Fue lo único que dijo y volvió a besar mis labios. No obstante, ambos nos levantamos y una vez listo bajamos para encontrarnos con los demás en el restaurante. Allí todos desayunamos y fue cuando supimos que se realizaría nuevamente la fiesta.
- hoy tenemos que volver a la fiesta -. Comenta Kevin que se encontraba algo emocionado y no sabía del por qué, aunque Joe sí.
- veo que te emociona cerrar ese tratado con aquellos empresarios -. Inquiere Joe, quien me abraza con su brazo sobre el respaldo de mi silla. Mi pequeña estaba a mi lado, haciendo que comiera; aun era tan pequeña que esperaba que los años fueran piadosos como para disfrutar de lo que no había podido hacer cuando aun mantenía su tamaño sobre mis brazos.
- mami -. Susurra y la miro atentamente -. Esta vez sí estarás bien en la fiesta, ¿verdad? -. Pregunta de improviso y asiento como respuesta, aferrándola contra mí.
- te amo, mi niña -. Le susurre aun abrazándola con recelos. Cuando habíamos terminado de desayunar todos salimos del hotel para caminar y pasear por Grecia, aunque al llegar a eso de las 5 p.m. Joe sugiere que volvamos, pero no nos incluyo ya que quería estar más tiempo conmigo.
- ¿puedo estar con ustedes? -. Pregunta Esperanza, y me puse a su altura -. No quiero perderte mami, quiero estar por siempre a tu lado -. Inquiere aferrándose a mí, aceptando que me abrasara.
- claro que puedes, además, siempre estaré contigo. Te lo prometo -. Inquirí y así los tres nos dirigimos hacia el puerto de Grecia, en donde vimos el crepúsculo de aquel maravilloso lugar. Pero realmente me mantuve viendo a mi esposo en mientras del lugar, porque en él veía todo lo bello del mundo, incluso aquel eterno atardecer. Antes de que anocheciera por completo, los tres nos fuimos hacia el hotel en donde debíamos de alistarnos para aquella fiesta.
Una vez que entramos a nuestra habitación, los dos tomamos nuestras prendas y nos cambiamos para la fiesta. Joe fue el primero en entrar al baño en donde se baño y se vistió con un traje negro, la corbata del mismo color y con una camisa blanca que hacia un hermoso conjunto que lo hacia verse realmente un hombre.
-¿Qué sucede? -. Me pregunta y niego con la cabeza, bajando la mirada viendo mi vestido rojo que se encontraba sobre mis manos -. ¿Aun tienes la loca idea de que ya no te amo?-. Insiste posando su dedo índice en mi mentón, levantando lentamente mi rostro para que lo vea a los ojos, aquellos que me enloquecían.
- no -. Respondí en un murmuro -. Solo… quisiera volver todo a atrás, me siento incomoda sabiendo que… -. Corro mi rostro mirando hacia un lado, mirando hacia a la nada pero manteniendo mi pensamiento latente -. … Fui alguna vez otra persona -. Inquirí levantando mi rostro y sin verle la cara, solo caminar hacia el baño pasando por su lado, dejándolo atónito.
Mientras me mantuve debajo de la lluvia, dejando que el agua golpeara lentamente mi cuerpo, me mantuve pensante… introducida en mis propios pensamientos. Cuando la ultima gota cayo por mi cuerpo, caí en cuenta que el agua se había terminado… haciendo que saliera y me enrollara en una toalla, dejando mis cabellos sueltos y mojados. Salí de la habitación creyendo que él estaba allí, pero no fue así. Me cambie y me puse el antifaz, para salir de la habitación y caminar hacia el ascensor. Antes de subir al ascensor, una mano sosteniendo unas rosas rojas me detuvo mirando hacia la persona que sostenía ese hermoso ramo de flores.
- no podré volver todo atrás… pero podré hacer que nuevamente te sientas mi mujer -. Al oírlo solo supe abrazarlo y luego besar sus labios, me separe de él unos centímetros y finalmente lo bese.
- gracias… perdón por decir eso en la habitación, no quise lastimarte -. Inquirí y él tapa mi boca con su dedo índice, en ese momento solamente nos quedamos viéndonos para luego, en silencio, subir al ascensor e irnos hacia la fiesta. Durante el tiempo que estuvimos en el auto encaminándonos hacia la fiesta, nos mantuvimos en silencio hasta que finalmente se veía cerca aquel hermoso lugar en que se había organizado aquella fiesta que tan diferente era a la que aun mantenía en mis recuerdos.
Una vez que habíamos bajado del auto, Joe se encargo de que el personal lo guardaran por él, y seguido, entramos a la mansión en donde la mire por un largo tiempo, aunque no había sido la primera vez que la veía, no podía evitar mi asombro por un hermoso y maravilloso lugar que en Grecia era un arte arquitectónico echo por un famoso arquitecto que era conocido por todo Europa.
- vamos -. Sugerí una vez que tuve su mirada fija en mí en mientras de ver atónita aquella mansión. Ella sostuvo mi brazo y ambos bajamos las escaleras, mientras que con la mirada buscábamos a los demás. No sé como lo hizo, pero en tan solo un segundo había encontrado a nuestra pequeña que corría hacia nosotros, para luego estar abrazada en nuestros brazos.
- ya no veía la hora de que llegaran, ya los extrañaba -. Dice mi hermano que estaba abrazado con su novia, Mía.
- es verdad, Esperanza se mantenía viendo cada cinco segundos hacia la escalera, esperando su llegada -. Inquiere mi madre que se encontraba sentada en una de las mesas con sus otros dos nietos.
Cuando habían llegado todos los empresarios con los que debía de cerrar un acuerdo, me tuve que echar de valor y separarme de _______.
- debo de dejarte mi amor, disfruta con las demás -. Me despedí sosteniendo mi mano sobre el respaldo de su silla y la otra sobre la mesa, para que antes de irme pudiera darle un beso, manteniendo la esencia de sus labios sobre los míos. Con mis hermanos y con los demás empresarios entramos a una sala aparte de la pista de baile y de donde estaban los invitados cenando, entre ellos mi familia.
- ¿me disculpan un momento? -. Les pregunte a las demás y ellas me permitieron dejarlas, no era que no quería estar con ellas, pero necesitaba salir afuera… mucho estar dentro no me agradaba. Con mi pequeña agarrando mi mano, salí hacia el balcón que era iluminado por varios faroles.
Con Esperanza me quede allí por un largo tiempo, mirando ambas hacia arriba y en un momento, con ella vimos una estrella fugaz.
- mira, mami -. Sugiere mi pequeña extendiendo su dedo índice y señalando hacia el cielo, y en ese momento había pasado una estrella fugaz.
- pide un deseo y te lo concederá -. Inquirí y ambas pedimos un deseo, pero ninguna dijo cual fue… así ella lo había sugerido en esa noche hermosa y con una luna creciente que era acompañada por sus brillantes estrellas.
- mami -. Me llama aun mirando la noche azul y a la vez oscura.
- ¿sí, mi niña? -. Le pregunte mirándola a los ojos, aunque ella mantenía latente su mirada hacia su amada noche.
- ¿crees que se me conci…
- concederá… -. La ayude diciendo aquella palabra, aun no mantenía intacta la pronunciación de algunas palabras como el significado de cada una de ellas.
- sí, eso… ¿qué significa? -. Pregunto mirándome esta vez.
- oh, mi amor -. Le dije con ternura, la amaba con mi alma. ¿Cómo no haber amado a mi Esperanza?, Ella era mi hija, mi niña que la estuve entre mis brazos y durante nueve meses entre mi vientre -. Concederá: significa que algo que añoras o deseas se te cumplirá. Es decir, que la estrella fugaz te cumplirá tu deseo -. Le dije pasando mi mano sobre su aun suave mejilla.
- ha… ¿mami, crees entonces que la estrella fugaz me cumplirá el deseo? -. Me pregunto tan inocentemente, como lo es una niña de tan solo tres años.
- si lo deseas con todo tu ser, se te cumplirá -. Respondí mirando la noche como ella, que agarraba con fuerzas mi mano.
- lo deseo con todo mí ser, sí -. Afirmo segura de lo que estaba diciendo. Escucharla me había causado la felicidad que una hija es capaz de hacerte con solo escucharla, tan feliz que pareciera inalcanzable ver o volver a recordar como era el dolor.
Luego de un momento de mantenernos en silencio y espiando a la noche con su constante silencio y el bailar limitado de las hojas de los árboles, agarre su mano y nos volvimos hacia adentro, en donde ya estaban los muchachos sentados con las demás. Esperanza al ver a su padre, soltó mi mano y corrió hacia Joe que la recibió entre sus brazos mientras que yo caminaba despacio hacia ellos, observando como una persona aparte todo lo que en ese circulo familiar sucedía.
-¿cómo fue todo?-. Pregunte una vez que estuve al lado de Joe que con su mano libre sujetaba mi cintura, posando mi cabeza sobre su hombre y con mi mano sobre su estrechada espalda.
- perfectamente, ya esta todo listo para el año que viene -. Inquirió Kevin que estaba sentado al lado de Natalia y con los pequeños a su lado, algo cansados.
- eso me agrada -. Respondí mirando a Joe que era besado por Esperanza, algo que me había causado risa -. ¿No le debes contar algo? -. Le pregunte y ella me mira.
- ¿qué me tiene que contar? -. Pregunta Joe que me había sujetado por la cintura con más fuerzas, estrechándome más hacia él. Ambos reímos, haciendo que escondiera mi sonrisa junto con mi rostro con su hombro, aspirando a la vez su requisito aroma.
- vimos una estrella fugaz -. Dijo mi pequeña contenta, con su actual voz de niña de tres años.
- ¿De verdad? ¿Y que pediste? -. Pregunta nuevamente Joe, esperando una respuesta de su pequeña hija, quien era mía… de los dos en verdad.
- sí, pero no puedo decírtelo, porque sino no se cumple, papi -. Responde la pequeña con una buena fundamentación, haciendo que Joe dejara de interrogarla y bajarla, pero antes diciéndole algo al oído que ella respondió asintiendo.
-¿Bailarías conmigo, en esta hermosa balada?-. Cerca del oído, lo escucho latente a Joe preguntándome aquella pregunta que nunca hubiese creído escucharla decir por su parte, porque nunca bailamos en aquellas fiestas, y parecería que aun mantengo latente esa noche, específicamente como si su respiración y su susurro cerca de mi oído lo siento en este mismo momento.
- sí -. Respondí muy cerca de su oído, chocando mí ultimo aliento contra su piel. Ambos, sin importarnos si nos veían o no, nos acercamos y nos quedamos en el centro de la pista, en donde Joe me había dejado por un momento para ir hacia donde se encontraba las orquestas, aunque específicamente se había comunicado con el pianista. Nerviosa y temerosa en medio de la pista me quede, esperando a que Joe volviera y estuviera conmigo allí, a mi lado; De lo tímida que me encontraba solo me limite haber al suelo, no me atrevía ver a los demás y que me vieran allí, sola.
-¿me he tardado? -. Pregunta levantando mi rostro con su índice y su actual sonrisa que en ese momento deseaba borrarla luego del tormento que había sufrido por su abandono, pero antes de que respondiera capturo mis labios con los suyo, algo que durmió todo el sentimiento que había sentido tiempo antes de que me besara con sus perfectos labios -. Escucha la melodía que especialmente te cantare la canción que aun recuerdo en mi mente -. Dijo y sin entender comencé a escuchar la nota del piano -. I gotta find you -. Al decir aquel titulo me sorprendí, y aun más cuando cerca de mi oído comenzó a cantarla. Cada vez que más lo escuchaba, más me aferraba a él con mis ambos brazos cruzados por su cuello, bailando a la par, al mismo compás que su canción -. I need to find you, I gotta fin you… -. Nunca hubiese creído que él cantara tan hermoso, nunca supe hasta entonces que él cantaba como los mismos dioses que lo crearon con la perfección. De la emoción de escucharlo y de saber que había elegido esa canción para cantarme por el mensaje que me había dejado en ese momento y que aun lo mantengo latente en mis recuerdos y profundamente en mi corazón -. _______ -. Al llamarme yo estaba derramando las ultimas lágrimas que en toda mi vida contuve para un momento tan feliz como ese… cuando estaba rodeada de los que amaba, incluyendo a mi familia… la cual yo con ayuda de Joe pude construir y recuperarla a la vez. Con su dedo pulgar seco mis lágrimas, y nunca hubiese creído que en ese momento me preguntaría algo tan doloroso para mí, aunque él creía que si lo aceptaba era por mi bien: -. He estado pensando… y te quería preguntar si para ti, ¿Sería mejor que nos diéramos un momento?, Es decir, separarnos por un tiempo. Te soy sincero, quisiera que dijese que no, pero si dices que sí, lo acepto -. Finalizo, mientras que aun bailábamos aunque yo no apartaba la mirada de la suya.
- no. Sé que he dicho cosas que causaron que pensaras esas cosas y quiero pedirte disculpas, no quise dar ese mensaje a través de esas palabras; yo no puedo vivir ni resistir un segundo sin ti, sin ti pierdo el equilibró y sería torpe ante las decisiones. No acepto tu propuesta, Joe -. Y al decirlo, él me volvió a besar, y seguimos bailando, aunque con la canción de Robbin Williams: She´s the one -. Te amo, Joe -. Inquirí y volví a posar mi cabeza sobre su hombro, abrazada a él en su cuello y esperando que nada acabe, que ese día siguiera siendo el presente y no siendo parte del pasado.
Luego de aquel hermoso baile, nos separamos viéndonos mutuamente y luego volver hacia donde se encontraban los demás, quienes nos veían atónitos y a la vez con una sonrisa que era notable ante nosotros.
- esa canción… -. Antes de que mi hermano Nick prosiguiera, asentí y él se mantuvo callado, no había que inquirir nada más, ya no era necesario. Le extendí la silla y luego me senté a su lado, en donde todos juntos cenamos hablando y en eso, Kevin nos hablo a todos.
- pues, luego de todo… debemos volver a nuestros empleos, y sobre todo volver a casa -. Dice él, recibiendo la afirmación de todos allí, aunque sinceramente deseaba irme y no volver a L.A, sino a otra parte… pero en ese mismo instante supe que aunque fuera donde fuera, el pasado era y sigue siendo parte de mi vida la cual no puedo apartarla, porque lo que soy ahora, es gracias a lo que decidí e hice en el pasado, sin mi pasado no hubiese logrado lo que en estos momentos soy.
- sí, es mi deber volver… y afrontar el pasado que me atormenta, que nos atormentan -. Su mirada se encontraba fija en mí, sosteniendo con fuerzas mi mano la cual bese con mis labios sin bajar o apartar mi mirada de ella.
En esa misma noche todo ocurrió, sin más estar en nuestra habitación, pude volver a sentirla como por primera vez la sentí junto a mí en la misma noche en que ella me había entregado por completo su amor y su cuerpo; con mis labios recorrí su cuerpo… su piel tan suave como lo recordaba desde aquella primera vez, y sintiendo sus yemas sobre mi espalda, sobre mi piel acariciándome con su delicadeza que llevaba en su ser para sentir su cercanía… su amor hacia mí. Pude tener el placer de sentirla a mi lado, amarrada a mí, con la necesidad de ser uno en esa noche antes de volver a L.A, allí fui de vuelta suyo y ella mía.
Rocio_Jonas
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
Chicas, tengo que preguntarles algo muy importante:
mañana me voy de vacaciones y creo - y creo creer volver en 3 días :) - entonces mi pregunta es si, quieren que postee toda la novela hasta el final o si me esperan, yo encantadas de postearselas ahora mismo, pero primero pregunto aunque se que me dirán que si :P. Bueno, esa es mi pregunta, con una sola respuesta me basta y la subiré toda completa, ya que el final esta cerca :(
mañana me voy de vacaciones y creo - y creo creer volver en 3 días :) - entonces mi pregunta es si, quieren que postee toda la novela hasta el final o si me esperan, yo encantadas de postearselas ahora mismo, pero primero pregunto aunque se que me dirán que si :P. Bueno, esa es mi pregunta, con una sola respuesta me basta y la subiré toda completa, ya que el final esta cerca :(
Rocio_Jonas
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
En el momento en que ella se mantenía dormida sobre mi pecho desnudo, sintiendo libremente su piel rozando mi piel por debajo de las sabanas, acaricie lenta y suavemente sus cabellos y su espalda desnuda, la cual mantenía su calidez y su mutua suavidad. No podía apartar el recuerdo y la sensación en que había comenzado aquella experiencia con ella en esa noche, y luego, de la nada… por mi mente pensé en, como por circunstancias amenazadoras debí obligarme y obligarla a firmar el divorcio cuyo matrimonio fue planeado aunque había terminado enamorado y arrodillado ante los pies del amor… arrodillado ante _______ lo cual me complacía y no lastimaba el orgullo masculino por ser su sirviente, por un decir, sino que me sentía complacido y aceptaba estar así… arrodillado ante ella, liberando todo mi ser, sin poder reprimir u ocultar sentimientos ni mucho menos secretos. Comencé a pensar en un momento ideal en echarme de valor y decirle, proponerle que fuera mi esposa, que a diferencia de cuando nos casamos por situaciones políticas, económicas y sociales, fuese por nuestra situación… la cual solo aceptaba nuestro mutuo amor, irrompible, inseparable tanto en la muerte como en lo político… y puramente verdadero.
- buenos días… -. Le susurre acariciando su mano mientras poco a poco sus ojos perfectos y llenos de brillos me miraban transmitiendo un dulce sentimiento. En mientras de dejarme de abrazar, se aferra más a mí, besando mi cuello, y decirme al oído lo tanto que ella me amaba, y lo tanto que agradecía a Dios en que estuviera allí, conmigo a su lado.
- buenos días… amor -. Y captura mis labios, besándome tan diferente a los distintos besos que de su parte había recibido. Luego de que nos despertamos y alistamos, bajamos con los demás, quienes nos esperaban con las maletas para ir directo al aeropuerto y volver a L.A, aquel lugar de recuerdos pasados felices pero también destruyentes, hirientes y dolorosos.
Cuando había ido a Gracia con la supuesta “Julieta”, creí que cuando llegaría el momento en que debíamos de volver todos, y al tocar el suelo Estadounidense, específicamente llegar a la mansión, acabaría muerto en vida una vez más, pero cuando… supe que ______ no estaba muerta y que era la mujer que amaba, ame y seguiré amando, todo temor se escapo de mi alma, dejando a mi alma libre de represiones que no dejaban irse el dolor y que los recuerdos malos quedaran en el olvido, y a diferencia de un poeta, dejarlos allí… en un placar cerrado con cadenas y candados, en donde se empolvaran con el tiempo cada recuerdo de dolor, en mientras de que, como poeta inspirado, seleccionase cada recuerdo para construirlos en hermosas y bellas Poesías con sus derivadas características.
Después de un año, todo fue cambiando al pasar del tiempo, aunque cada progreso fue modificándose poco a poco. A pesar de lo lento que fue pasar los momentos del año anterior, pude distinguir muy bien el progreso que habíamos dado cada uno de nosotros, adelantando en mientras de quedarnos estancados en el pasado los cuales supimos bien asimilar y mirar hacia el futuro en mientras de ver todos los errores, dolores, decisiones y sensaciones que nos dañaban al volverlas a vivir a través de nuestros recuerdos. Gracias a Joe pude levantarme luego de los momentos en que debí pasar al volver a recordar… a sentir en carne propia lo que la amnesia había hecho que no la recordase y la olvidara aun así yo no lo hubiese elegido.
Los días fueron hermosos al dejar el pasado en el pasado y ver hacia el futuro, poder ver a mi pequeña crecer y el crecimiento de mi relación con Joe, aunque no veo la hora en que me pidiera que fuera su esposa… y cada día que pasa, cada vez más descarto con pocas esperanzas de que él quisiera volver a ser algo de mí, lo que una vez lo fue… mi esposo.
-¿Cuándo le pedirás a ________ que fuese tu esposa, Joe?-. Pregunta mi hermano Nick, quien antes que yo, se había echado de valor y le pidió matrimonio en la noche buena del año anterior, siendo la fecha de casamiento el 22 de abril.
- sinceramente, no sé, Nick… -. Respondí dejando los contratos sobre mi escritorio y verlo a los ojos, siendo sincero con respecto a lo que decía. Sé que había pensado en pedirle muchas veces que fuera mi esposa, pero a diferencia de ella, no pude dejar o apartar el temor de perderla una vez más y esta vez para siempre.
-¿Sabes que ella espera ese momento, verdad?-. Insiste Nick, quien mira por la ventana de mi oficina el paisaje de la ciudad. Lo que él decía, yo lo sabía… mejor que nadie sabía que en sus ojos, en sus labios… en todo su ser me decía que diera el paso de pedirle que fuera mi esposa, pero el temor es más fuerte que yo, aun así mantenga la imagen de que soy un hombre de valor y que nada me retiene a lo que quiero, pero… todo lo que he pasado, me hizo cambiar y pensar con más seguridad mis decisiones y aun más en el tema de pedirle lo que una mujer siempre espera que un hombre, su hombre ideal le proponga ser ante dios y el mundo entero lo tanto que uno ama a esa mujer ideal a través una proposición de ser uno solo, dos personas en un solo ser, uniendo dos almas, dos corazones en un solo cuerpo y alma.
- no mires hacia el pasado, es lo que te diría papá si estuviera aquí, Joe -. Kevin se levanta de su asiento luego de decir lo que necesitaba saber y escuchar de él, sabiendo que sabría decir las palabras exactas que nuestro padre diría en los momentos en que cada uno de nosotros necesitaría un consejo similar a los de papá.
- lo sé, kev -. Respondí mirando por la ventana como Nick, tratando de pensar que si me le proponía a _______ ser mi esposa, nada iba ocurrir dos veces. -. ¿Crees que estaría bien invitarla a una cena y proponerle matrimonio al finalizar la balada?-. Pregunte de repente, volteándome hacia Kevin con una sonrisa que hasta yo me sorprendía con solo sentir mi emoción por que ocurra el momento y proponerle matrimonio a ________. Sin pensarlo ni una vez, tome mi I-PHON y la llame.
- hola, mi amor -. Me respondió con su alegría que desbordaba en su dulce voz, mientras que a lo lejos escuchaba a mi pequeña jugando con su amado perro -. ¿Sucedió algo malo?-. Pregunto de repente, notando a través del auricular su latente preocupación.
- no, solo… quería decirte que para las 8 p.m. estés lista como para ir a una cena conmigo -. Respondí algo nervioso y que ella pudo distinguir, pero no dijo nada con respecto. Ella acepto y ambos nos despedimos, y luego de eso me sentí un poco aliviado ya que había dado un paso, aunque me faltaban y el más importante que le causaba a mi corazón un acelerado palpitar con solo imaginar que debía de decir las palabras mágicas como para dar el último de mis pasos de mi vida.
Al caer la noche, con mis hermanos nos fuimos de la empresa y cada uno tomo su rumbo. En mi auto, conduje hasta un lugar muy especial como para el momento indicado en que por fin sería la ultima espera para _______ con respecto al tema del matrimonio; en el momento en que todo estaba listo, conduje hasta la casa, en donde se encontraban mi pequeña Esperanza, mi madre y especialmente _______, quien al momento de entrar y luego de ser recibido por un abrazo de mi pequeña, se encontraba bajando las escaleras con un hermoso vestido de color champagne, el cual la asentía muy bien ante su piel y su figura perfecta.
-¿Cómo me veo?-. Me pregunta en el momento en que estaba enfrente de mí, viéndome con sus ojos cristalinos y tan transparentes que me permiten ver lo que realmente es ella. Tome sus manos y no respondí hasta estar ambos en el auto.
- te encuentras hermosa como eres, sé que mis ojos no me engañan… y que mi corazón tampoco… -. Me mantuve viéndola a los ojos, y cuando me había dado cuenta de que me encontraba por decirle o mejor dicho preguntarle, me mantuve en silencio… callado admirando la belleza suya que se podía comparar con el resplandor de esa maravillosa noche estrellada e iluminada. Baje la mirada luego de mantenerme inmóvil y atentamente viéndola a los ojos, aunque sabía que a ella no le molestaba, sino, al contrarió, siempre me decía que le encantaba que mis ojos se mantuvieran viendo los suyos.
- gracias… -. Inquiere ella besándome por un momento que fue suficiente como para calmar cada emoción que saltaban y movían por dentro de mí por no llegar el momento en decirle todo… en dar por terminado lo que nunca tuvo un final.
Puse en marcha el auto y en el camino, ella sujeta mi mano, entrelazando nuestros dedos, haciendo que recordara en recuerdo en que pude sentir por primera vez sus delicados dedos entrelazados con los míos, a pesar de que en ese momento nos encontrábamos por primera vez conociéndonos, tratando de convencerla en que aceptara ser mi esposa por la condición que nos llevo a todo lo que pasamos, y que como consecuencia debimos de afrontar y por capricho del destino, estar aislados uno del otro… siendo una sola cosa que nos volvamos a unir: la esperanza.
Cuando llegamos, se me hizo imposible bajar del auto, porque no quería dejar de sostener su mano entrelazada con la mía, pero concorde que debía hacerlo porque luego de esa noche ella estaría a mi lado y sus manos siempre entrelazadas con las mías.
- bienvenida a nuestra cena, mi amor -. Le dije aferrándola contra mí, mientras que ella miraba cada detalle… cada lugar en donde se produciría el momento que ella tanto espera y el que yo acepte darle a la mujer que amo con cada célula de mi cuerpo y con cada luz de mi alma.
Con nuestras manos entrelazadas entre sí, caminamos por el pasillo de piedras y decorada con enredaderas que llevaban entre ellas rosales de color blancas, cual una de ellas arranque y se la entregue, poniéndola detrás de su oreja con un mechón de sus cabellos. Luego de eso, comenzamos la cena y ella comenzó a hablarme de lo sucedido en el día al igual que yo, eso sí, de fondo se encontraba una orquesta que tocaban excelentes melodías que termino siendo su orquesta favorita y claro que las bromas no faltaron.
- espero que no te enamore de uno de los integrantes de la orquesta… yo me pondré muy celoso.
- ni loca… del único que me podría enamorar es de mi panderetero.
- eso lo tengo que tomar como…
- como la respuesta de que siempre te voy a elegir a ti, no importa dinero, situaciones sociales ni mucho menos políticas, solo importa que seas siempre tu… del hombre que me he enamorado sin entender como y en que momento sucedió.
- buenos días… -. Le susurre acariciando su mano mientras poco a poco sus ojos perfectos y llenos de brillos me miraban transmitiendo un dulce sentimiento. En mientras de dejarme de abrazar, se aferra más a mí, besando mi cuello, y decirme al oído lo tanto que ella me amaba, y lo tanto que agradecía a Dios en que estuviera allí, conmigo a su lado.
- buenos días… amor -. Y captura mis labios, besándome tan diferente a los distintos besos que de su parte había recibido. Luego de que nos despertamos y alistamos, bajamos con los demás, quienes nos esperaban con las maletas para ir directo al aeropuerto y volver a L.A, aquel lugar de recuerdos pasados felices pero también destruyentes, hirientes y dolorosos.
Cuando había ido a Gracia con la supuesta “Julieta”, creí que cuando llegaría el momento en que debíamos de volver todos, y al tocar el suelo Estadounidense, específicamente llegar a la mansión, acabaría muerto en vida una vez más, pero cuando… supe que ______ no estaba muerta y que era la mujer que amaba, ame y seguiré amando, todo temor se escapo de mi alma, dejando a mi alma libre de represiones que no dejaban irse el dolor y que los recuerdos malos quedaran en el olvido, y a diferencia de un poeta, dejarlos allí… en un placar cerrado con cadenas y candados, en donde se empolvaran con el tiempo cada recuerdo de dolor, en mientras de que, como poeta inspirado, seleccionase cada recuerdo para construirlos en hermosas y bellas Poesías con sus derivadas características.
~. ~. Un año después. ~. ~
Después de un año, todo fue cambiando al pasar del tiempo, aunque cada progreso fue modificándose poco a poco. A pesar de lo lento que fue pasar los momentos del año anterior, pude distinguir muy bien el progreso que habíamos dado cada uno de nosotros, adelantando en mientras de quedarnos estancados en el pasado los cuales supimos bien asimilar y mirar hacia el futuro en mientras de ver todos los errores, dolores, decisiones y sensaciones que nos dañaban al volverlas a vivir a través de nuestros recuerdos. Gracias a Joe pude levantarme luego de los momentos en que debí pasar al volver a recordar… a sentir en carne propia lo que la amnesia había hecho que no la recordase y la olvidara aun así yo no lo hubiese elegido.
Los días fueron hermosos al dejar el pasado en el pasado y ver hacia el futuro, poder ver a mi pequeña crecer y el crecimiento de mi relación con Joe, aunque no veo la hora en que me pidiera que fuera su esposa… y cada día que pasa, cada vez más descarto con pocas esperanzas de que él quisiera volver a ser algo de mí, lo que una vez lo fue… mi esposo.
-¿Cuándo le pedirás a ________ que fuese tu esposa, Joe?-. Pregunta mi hermano Nick, quien antes que yo, se había echado de valor y le pidió matrimonio en la noche buena del año anterior, siendo la fecha de casamiento el 22 de abril.
- sinceramente, no sé, Nick… -. Respondí dejando los contratos sobre mi escritorio y verlo a los ojos, siendo sincero con respecto a lo que decía. Sé que había pensado en pedirle muchas veces que fuera mi esposa, pero a diferencia de ella, no pude dejar o apartar el temor de perderla una vez más y esta vez para siempre.
-¿Sabes que ella espera ese momento, verdad?-. Insiste Nick, quien mira por la ventana de mi oficina el paisaje de la ciudad. Lo que él decía, yo lo sabía… mejor que nadie sabía que en sus ojos, en sus labios… en todo su ser me decía que diera el paso de pedirle que fuera mi esposa, pero el temor es más fuerte que yo, aun así mantenga la imagen de que soy un hombre de valor y que nada me retiene a lo que quiero, pero… todo lo que he pasado, me hizo cambiar y pensar con más seguridad mis decisiones y aun más en el tema de pedirle lo que una mujer siempre espera que un hombre, su hombre ideal le proponga ser ante dios y el mundo entero lo tanto que uno ama a esa mujer ideal a través una proposición de ser uno solo, dos personas en un solo ser, uniendo dos almas, dos corazones en un solo cuerpo y alma.
- no mires hacia el pasado, es lo que te diría papá si estuviera aquí, Joe -. Kevin se levanta de su asiento luego de decir lo que necesitaba saber y escuchar de él, sabiendo que sabría decir las palabras exactas que nuestro padre diría en los momentos en que cada uno de nosotros necesitaría un consejo similar a los de papá.
- lo sé, kev -. Respondí mirando por la ventana como Nick, tratando de pensar que si me le proponía a _______ ser mi esposa, nada iba ocurrir dos veces. -. ¿Crees que estaría bien invitarla a una cena y proponerle matrimonio al finalizar la balada?-. Pregunte de repente, volteándome hacia Kevin con una sonrisa que hasta yo me sorprendía con solo sentir mi emoción por que ocurra el momento y proponerle matrimonio a ________. Sin pensarlo ni una vez, tome mi I-PHON y la llame.
- hola, mi amor -. Me respondió con su alegría que desbordaba en su dulce voz, mientras que a lo lejos escuchaba a mi pequeña jugando con su amado perro -. ¿Sucedió algo malo?-. Pregunto de repente, notando a través del auricular su latente preocupación.
- no, solo… quería decirte que para las 8 p.m. estés lista como para ir a una cena conmigo -. Respondí algo nervioso y que ella pudo distinguir, pero no dijo nada con respecto. Ella acepto y ambos nos despedimos, y luego de eso me sentí un poco aliviado ya que había dado un paso, aunque me faltaban y el más importante que le causaba a mi corazón un acelerado palpitar con solo imaginar que debía de decir las palabras mágicas como para dar el último de mis pasos de mi vida.
Al caer la noche, con mis hermanos nos fuimos de la empresa y cada uno tomo su rumbo. En mi auto, conduje hasta un lugar muy especial como para el momento indicado en que por fin sería la ultima espera para _______ con respecto al tema del matrimonio; en el momento en que todo estaba listo, conduje hasta la casa, en donde se encontraban mi pequeña Esperanza, mi madre y especialmente _______, quien al momento de entrar y luego de ser recibido por un abrazo de mi pequeña, se encontraba bajando las escaleras con un hermoso vestido de color champagne, el cual la asentía muy bien ante su piel y su figura perfecta.
-¿Cómo me veo?-. Me pregunta en el momento en que estaba enfrente de mí, viéndome con sus ojos cristalinos y tan transparentes que me permiten ver lo que realmente es ella. Tome sus manos y no respondí hasta estar ambos en el auto.
- te encuentras hermosa como eres, sé que mis ojos no me engañan… y que mi corazón tampoco… -. Me mantuve viéndola a los ojos, y cuando me había dado cuenta de que me encontraba por decirle o mejor dicho preguntarle, me mantuve en silencio… callado admirando la belleza suya que se podía comparar con el resplandor de esa maravillosa noche estrellada e iluminada. Baje la mirada luego de mantenerme inmóvil y atentamente viéndola a los ojos, aunque sabía que a ella no le molestaba, sino, al contrarió, siempre me decía que le encantaba que mis ojos se mantuvieran viendo los suyos.
- gracias… -. Inquiere ella besándome por un momento que fue suficiente como para calmar cada emoción que saltaban y movían por dentro de mí por no llegar el momento en decirle todo… en dar por terminado lo que nunca tuvo un final.
Puse en marcha el auto y en el camino, ella sujeta mi mano, entrelazando nuestros dedos, haciendo que recordara en recuerdo en que pude sentir por primera vez sus delicados dedos entrelazados con los míos, a pesar de que en ese momento nos encontrábamos por primera vez conociéndonos, tratando de convencerla en que aceptara ser mi esposa por la condición que nos llevo a todo lo que pasamos, y que como consecuencia debimos de afrontar y por capricho del destino, estar aislados uno del otro… siendo una sola cosa que nos volvamos a unir: la esperanza.
Cuando llegamos, se me hizo imposible bajar del auto, porque no quería dejar de sostener su mano entrelazada con la mía, pero concorde que debía hacerlo porque luego de esa noche ella estaría a mi lado y sus manos siempre entrelazadas con las mías.
- bienvenida a nuestra cena, mi amor -. Le dije aferrándola contra mí, mientras que ella miraba cada detalle… cada lugar en donde se produciría el momento que ella tanto espera y el que yo acepte darle a la mujer que amo con cada célula de mi cuerpo y con cada luz de mi alma.
Con nuestras manos entrelazadas entre sí, caminamos por el pasillo de piedras y decorada con enredaderas que llevaban entre ellas rosales de color blancas, cual una de ellas arranque y se la entregue, poniéndola detrás de su oreja con un mechón de sus cabellos. Luego de eso, comenzamos la cena y ella comenzó a hablarme de lo sucedido en el día al igual que yo, eso sí, de fondo se encontraba una orquesta que tocaban excelentes melodías que termino siendo su orquesta favorita y claro que las bromas no faltaron.
- espero que no te enamore de uno de los integrantes de la orquesta… yo me pondré muy celoso.
- ni loca… del único que me podría enamorar es de mi panderetero.
- eso lo tengo que tomar como…
- como la respuesta de que siempre te voy a elegir a ti, no importa dinero, situaciones sociales ni mucho menos políticas, solo importa que seas siempre tu… del hombre que me he enamorado sin entender como y en que momento sucedió.
Rocio_Jonas
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
- también te voy a elegir… eres la única flor entre tantas que se encuentra en mi huerto, a la que siempre veré y protegeré con alma y cuerpo.
- eres hermoso en todo los sentidos que le encuentres -. Finalizo en su susurro tan dulce que me había anonadado como un niño que acababa de escuchar la melodía de su madre.
- tengo una sorpresa más para ti -. Le dije al terminar la cena, deseaba decirle en ese mismo momento mi propuesta, pero me limite… tuve una mejor idea, aunque sabía las consecuencias que llevaría si estábamos allí, pero me vi obligado a pasar ese obstáculo aun más doloroso que fuese, pero sería el ideal como para dar por acabado los recuerdos del pasado… acabarlo desde el comienzo que nos llevo a dar todos esos pasos que siempre se presentaban en una situación límite.
En mi auto, nos dirigimos hacia la mansión ________(Ap.), y cuando había tomado la ruta en que nos llevaría directo hasta allí, ella sin decir nada ya lo sabía. Se encontraba mirando sus manos entrelazadas entre sí en el momento en que aparque el auto enfrente de su antigua casa, la cual se encontraba inhabitada y se veía que el tiempo se había responsabilizado en que se quedara en el olvido… y los momentos finales en los recuerdos, cuyas escenas se encontraban intactas dentro de la mansión que realmente fue abandonada y olvidada.
- no comprendo porque volvimos… creí que deseabas empezar de nuevo y no mirar hacia el pasado, Joe -. Ella tenía razón, pero a la vez yo también -. Me había hecho la promesa de no volver… nunca más.
- lo sé. Pero si no volvemos… nunca podremos acabar con el pasado -. Respondí soltando mi cinturón de seguridad y viéndola mientras levanto su mirada hacía mí -. Créeme que si me sigues hoy… entramos allí, dejamos todo en el olvido… yo sé que es así. Confía en mí -. Finalice besando sus labios brillantes, aquellos que me daban más valor como para entrar a esa casa y… al fin dejar el pasado allí, dejando que el tiempo se encargue de ellos… llevándolos en donde en nuestro presente y futuro no volverán.
Con nuestras manos entrelazadas entre sí, caminamos hasta la puerta de la mansión la cual abrimos y entramos. En el momento que eleve la mirada hacia las escaleras… volví a recordar el momento en que la había visto, entre los garrotes de la escalera, percibiendo con mi vista su hermoso rostro que ella no se había dado cuenta de que me encontraba viéndola, aunque me había parecido que ella se había dado cuenta.
Fuimos hacia donde todo había comenzado, en donde en mientras de convertirse una hermosa cena en donde la podría conocer mejor, fue como si se hubiera desatado una guerra civil. Caminamos hasta llegar al esperado lugar por mí, ya que fue en donde pude hablarle… y convencerla en que aceptara la propuesta de ambas familias.
- ven… -. Le dije sosteniendo con más fuerza su mano, yendo ambos hasta el árbol que fu testigo de mis intensiones… y quien supo que de a poco, ella me quitaba el velo que cubría a mi corazón herido, cuyo manto negro no dejaba entrar y salir el mencionado sentimiento, denominado: Amor. La senté en el aun intacto columpio que se encontraba amarrado al árbol, me arrodille ante ella y le sonreí, causando que también sonriera -. Sé que te es muy difícil… pero he elegido este momento y este lugar para sellar por fin lo que tanto nos dañan: el recuerdo de lo pasado. Sé que si me aceptas, dejaremos todo aquí… en donde cada momento quedaran encerrados y olvidados, sin existir en mí, en ti… y heredándolo nuestra pequeña -. Inquirí acariciando lentamente sus mejillas… su hermoso rostro que tanto amo ver -. ¿Quisieras aceptar ser mi esposa? -. Pregunte sacando con mi mano libre la caja roja que contenía el anillo de compromiso.
- acepto… te amo -. Respondió susurrándolo muy cerca de mi rostro, en donde sus labios rozaban mis labios y su aliento fresco chocando contra mi rostro, mientras que sus ojos brillaban paralelamente a las estrellas de esa fantástica noche.
- te amo… y cada día más te amare, por el resto de mi vida y de mis días.
[size=12]Luego de algunos tiempos, todo comenzó a verse desde otra perspectiva. El otoño era como se lo veía y no se le agregaba nada más, no había sentimientos ni emociones que dañaran esa hermosa, solitaria y madura estación; y la primavera era todo lo bueno de mí… de mi familia, era el florecer de nuestra pequeña Esperanza y así… el nuevo comienzo de nuestra familia.
- pie derecho, rojo -.
- esto es cada vez más difícil…
- mami, papi me esta tirando…
- es verdad, Joe… aléjate un poco de nosotras, nos aras perder -.
- no puedo… si me muevo pierdo…
- ¡cómo… AH! -. Junto con mi pequeña caímos, mientras que Joe se mantenía aun en su lugar… siendo el ganador del juego: Twisters -. Joe… -. Lo mire y le sonreí, con mi pequeña sobre mi brazo izquierdo.
- no es justo… papá siempre gana -. Reprocho Esperanza con sus brazos cruzados a la altura de su cintura, con sus labios haciendo puchero y con sus ceños fruncidos… demostrando que estaba enojada, aunque cuando Joe la agarro de entre sus brazos, girando y haciendo el avión con ella entre sus manos, su enojo se desvaneció de su rostro, gritando y riendo para que Joe siguiera… porque le encanta jugar con él, siendo aun una niña que solo le importa jugar y nada más, en este año ella tiene cuatro años… siendo aun nuestra adorable y pequeña dulzura.
Mientras lo veía a ambos, me senté en mi lugar con mis piernas cruzadas contra mi pecho y abrazándolas con mis brazos, mirando a padre e hija jugando cerca de la ventana, iluminando a ambos con la claridad que la tarde soleada se atrevía traspasar los cristales, llegando los rayos del sol a mis pies descalzos. Cuando los miraba, había recordado un sueño… el cual no fue producido en una noche cuando mantenía a mis ojos cerrados, sino uno que lo había estado esperando que pasara cuando junto a mi padre estaba, o mejor dicho… mi supuesto padre. De todos modos, siempre había mantenido esa ilusión, en estar junto a mi padre y que… fuera como lo estaba haciendo Joe… sin lastimar a Esperanza, sino que la amaba como si fuera su tesoro más preciado, como nunca Jhon me había visto a mí, ni siquiera mi verdadero padre.
La tarde se había despedido junto con ese momento que quedo en el recuerdo de la casa; luego de cenar, ambos recostamos a Esperanza, y la despedimos con un beso en la frente, aunque ella nos detiene.
-¿mañana es el gran momento, verdad?-. Pregunta, y mientras de ir ambos, él me permite ir yo sola y estar con ella, respondiendo su pregunta.
- sí… mañana será el mejor día de los tres, mi amor -. Respondí acomodando su cubre todo con las sabanas -. Así que duerme, o sino no se podrá cumplir todo lo que quieres para el día siguiente, porque…
- todos los deseos se cumplen pero si eres… -. Se mantiene en una breve pausa -. Paciente con el tiempo.
- sí, te amo. Duerme mi angelito -. Inquirí prendiendo la lámpara que estaba sobre la mesa de noche, en donde se encontraba posada el portarretratos de los tres.
- hasta mañana, mi princesa -. Dijo Joe, cerrando la puerta hasta dejar una abertura porque a nuestra pequeña no le gusta encontrarse encerrada y con la luz apagada, mínimo tener una lámpara que ilumine en donde ella yace durmiendo.
-¿Qué sucede, ______?-. Pregunta Joe una vez que estamos en nuestra habitación, sentándose en la cama y quitándose los calcetines.
- nada, solo que… cuando estuviste jugando con Esperanza, una lejana ilusión volvió a mis pensamientos -. Inquirí y de la nada me había acordado el momento en que Joe había entrado a mi alcoba y entre sus brazos llore lo que necesitaba descargar…
Flashback.
- me necesitas… déjame estar contigo y explícame por el amor de dios que es
Lo que te sucede -. Dijo Joe ya fastidiándose -. Esta bien… será por las malas… -. Cuando escuche “será por las malas” pensé que tiraría la puerta a bajo pero no fue así, no lo sentí caminar por afuera ni nada, entonces empecé a llorar de nuevo en la misma posición… -. Estoy aquí… dime por favor, confía en mí -. Inquiere con sus rodillas flexionadas enfrente de mí -. Confía en mí, amor -. Sugiere acariciando mi cabeza… intentando de que me calmara.
- mi vida es un desastre Joseph… arruinaré la tuya, estas a tiempo a seguir y amar a alguien que en verdad te merezca y no perdiendo el tiempo… -. Respondo abalanzándome a él, cayendo al suelo los dos juntos, pero no me importo, me aferre a su pecho sosteniendo su camisa con mis manos y llorando.
- no pierdo el tiempo, te amo a ti, no a otra mujer… sólo a ti y sé que me amaras tarde o temprano aunque eso signifique más de un año… -. Responde recostado en el suelo acariciando mi melena mientras lloraba sobre su pecho, quitando todas mis penas.
Fin Flashback.
- deja el pasado… mírame, mira a nuestra pequeña… mira tu reflejo y veras que es el presente. Yo soy tu presente… mi amor -. Respondió posando su mano izquierda sobre mi oreja y por debajo de mi cabello, susurrando con su aliento sobre mi rostro, acariciando con lentitud sus labios contra los míos -. Este es nuestro presente… y mañana nuestro futuro -. Finaliza con sus fugitivos besos que me hacia volar, y que me hacia sentir un ser especial. Es cierto, él y Esperanza son mi presente… lo que cuenta son ellos.
- sí -. Respondí sonriente; ambos nos fuimos a dormir y amarrada a su cintura, dormí como si fuera un alma que recién descansa en paz.
Al día siguiente, desperté sin él en la cama, con los ventanales abiertas de par en par, en donde las cortinas blancas bailaban al compás del viento, mientras que débilmente pude distinguir la figura perfecta de Joe, que estaba apoyado sobre el balcón, mirando el horizonte y el patio trasero de la casa.
- ¿Qué ves? -. Le pregunte abrazándolo por su cintura con mi bata de seda y besando de a poco sus hombros.
- veo las personas que rebosaran en este mismo patio, mientras que nosotros entremos entre todos ellos, ambos con nuestro anillo de casados… con tu brazo entre el mío y viéndote sonreír como a Esperanza, que en la iglesia será quien llevara los anillos… en donde aceptaras ser mi mujer entre este mundo y después de esté -. Responde, abrazándome por la espalda, mirando ambos hacia la habitación -. Y que en cada mañana te diré sin perder tiempo lo tanto que crece mi amor por ti. Te amo -.
- sabes que también te amo -. Inquirí entrando ambos abrazados, y en el momento de besarnos, la puerta se abre y allí estaba Esperanza con su oso preferido, el mismo que Nick le regalo -. ¿Qué sucede mi amor? -. Le pregunte y con su sonrisa se nos acerco, y la subí entre mis brazos.
- quiero decirte algo -. Dice ella, pero haciendo señas de que fuera privado.
- dímelo al oído, mi amor -. Le sugerí y ella prosiguió, acerco sus pequeños labios hacia mi oído en donde me había dicho que hasta el alma me inundo de lágrimas.
- soñé que tu y papi, me daban un hermanito -. Susurro y mis ojos se inundaron, siendo evidentes para Joe. Con sus labios me pregunto que me sucedía, pero negué con la cabeza.
- creo que debes de decírselo a tu papi, mi amor -. Le sugerí y secando mis lágrimas con sus pequeñas manitos, asintió -. Estoy bien… es la emoción, nada más -. Inquirí y entre mis brazos le dijo a Joe. Él no se puso a llorar, pero me abrazo y ambos me preguntaron lo mismo, si quería considerarle ese deseo… y sin palabras, sin alientos y sin voz, arroje una última lágrima asintiendo a ellos.
- ¡Hola! -. Gritan desde abajo, y los tres supimos que se trataba de Denise. Esperanza, bajándola de entre mis brazos bajo a toda prisa a contarle a su abuela sobre su sueño y de nuestra repuesta. Nos mantuvimos en silencio y escuchamos a nieta y abuela gritando emocionada.
- ¿Por qué lloras? -. Pregunta quedándose en silencio por un instante -. ¿Tienes miedo…o? -. Lo interrumpo posando mis labios sobre los suyos, mientras mis ojos se mantienen cerrados y los suyos viéndome.
- miedo es lo que me falta… solo que, no creí pensar en… tener otro hijo, Joe -. Respondí viéndolo a los ojos -. Aunque deseo tener otro hijo contigo. Pero prométeme que nada nos ocurrirá, Joe. A ninguno… a nadie -. Inquiero esperando su respuesta.
- nada sucederá, y a nadie tampoco. Es una promesa, mi amor -. Cuando le dije eso, la abracé con fuerzas y besando mientras tanto, su coronilla. No quería verla llorar, y mucho menos en nuestro día -. Ya, hoy es para son reír… y no para llorar -. Repuse haciéndoles cosquillas, haciendo que ella se separara de mí y sonriendo… con sus aún ojos húmedos, aplicados con una sonrisa que desvanecía cada tristeza de su rostro… aquel que me enamora y me hacen delirar, sabiendo que siempre y desde ese momento seríamos felices, comenzando lo que nunca habíamos iniciado como se debía.
En lo que queda del día, ambos tomamos nuestros lugares en donde nos prepararíamos por separados, ya que, según la leyenda, el novio no puede ver a la novia vestida de novia. No era que creíamos en eso, pero quien puede decir “no” cuando tienes a una cuñada supersticiosa, así que como Kevin tuvo que esperar a Natalia en el altar, yo tuve que hacer lo mismo.
Con mis hermanos y con Phillip, me prepare para el momento. Entre a la iglesia con el traje negro, con una camisa blanca y una corbata de moño, ya que los tres dijeron que era el ideal para un momento especial como aquel. En el altar, con mis hombres de honor, estuvimos esperando a _______, que se encontraba fuera, esperando el momento indicado para entrar con su belleza que resplandecía de su ser.
- tranquila, no va a pasar nada malo… -. Decía mi hermana, aunque yo no lo estaba… la única allí nerviosa era ella y nadie más, pero solo me dedique verla y reír; mi pequeña estaba en el auto con nosotras, con su hermoso vestido blanco, y con el almohadillo del mismo color con encajes, en el cual se encontraba yaciendo sobre él los anillos, los cuales eran hermosos… pero solo me encantaba saber que al fin, sería la mujer de Joe, el hombre de mi vida.
Al llegar el momento, ¡yo lo/la vi!. Estaba maravillado con verla vestida con aquel hermoso vestido blanco, con el ramo de rosas blancas, rojas y amarillas… con un tul que tapaba su hermoso rostro, aunque me dejaban ver el brillo que llevaba sus ojos. Al acercarse, detrás de las damas de honor, me imaginaba a mi padre que la llevaba entre su brazo, para al llegar entregándomela; en ese preciso momento, la única falta era él, mi padre, pero me conforme con solo imaginarlo a nuestro lado, protegiendo a su familia… y siendo su ángel guardián de Esperanza.
Cuando el padre había terminado, nuestra pequeña entraba con los anillos caminando sobre el camino de rosas… igual que lo había hecho _______.
- con este anillo y en presencia de la imagen de nuestro señor, te elijo como esposa… para unir nuestras almas y luchar cada día contra la muerte, para jamás estar separados en esta vida y en la otra vida -. Y al finalizar pongo el anillo en su dedo, viéndola agarrando el anillo.
- con este anillo y en presencia de la imagen de nuestro señor, te elijo como esposo… para luchar en la vida por la felicidad de nuestra familia… y para aprender cada día más sobre como afrontar al mal -. Al finalizar pongo el anillo en su dedo, escuchando muy suave la voz del padre diciendo que me podía besar, cuyo momento había ansiado que pasara. Sus manos quitaron el tul blanco que tapaba mi rostro, y ambas se posaron sobre mi rostro, acercando sus labios a los míos… besándome de una forma tan cálida que no se comparaba a ningún otro beso que fue proveniente de sus labios.
- eres hermoso en todo los sentidos que le encuentres -. Finalizo en su susurro tan dulce que me había anonadado como un niño que acababa de escuchar la melodía de su madre.
- tengo una sorpresa más para ti -. Le dije al terminar la cena, deseaba decirle en ese mismo momento mi propuesta, pero me limite… tuve una mejor idea, aunque sabía las consecuencias que llevaría si estábamos allí, pero me vi obligado a pasar ese obstáculo aun más doloroso que fuese, pero sería el ideal como para dar por acabado los recuerdos del pasado… acabarlo desde el comienzo que nos llevo a dar todos esos pasos que siempre se presentaban en una situación límite.
En mi auto, nos dirigimos hacia la mansión ________(Ap.), y cuando había tomado la ruta en que nos llevaría directo hasta allí, ella sin decir nada ya lo sabía. Se encontraba mirando sus manos entrelazadas entre sí en el momento en que aparque el auto enfrente de su antigua casa, la cual se encontraba inhabitada y se veía que el tiempo se había responsabilizado en que se quedara en el olvido… y los momentos finales en los recuerdos, cuyas escenas se encontraban intactas dentro de la mansión que realmente fue abandonada y olvidada.
- no comprendo porque volvimos… creí que deseabas empezar de nuevo y no mirar hacia el pasado, Joe -. Ella tenía razón, pero a la vez yo también -. Me había hecho la promesa de no volver… nunca más.
- lo sé. Pero si no volvemos… nunca podremos acabar con el pasado -. Respondí soltando mi cinturón de seguridad y viéndola mientras levanto su mirada hacía mí -. Créeme que si me sigues hoy… entramos allí, dejamos todo en el olvido… yo sé que es así. Confía en mí -. Finalice besando sus labios brillantes, aquellos que me daban más valor como para entrar a esa casa y… al fin dejar el pasado allí, dejando que el tiempo se encargue de ellos… llevándolos en donde en nuestro presente y futuro no volverán.
Con nuestras manos entrelazadas entre sí, caminamos hasta la puerta de la mansión la cual abrimos y entramos. En el momento que eleve la mirada hacia las escaleras… volví a recordar el momento en que la había visto, entre los garrotes de la escalera, percibiendo con mi vista su hermoso rostro que ella no se había dado cuenta de que me encontraba viéndola, aunque me había parecido que ella se había dado cuenta.
Fuimos hacia donde todo había comenzado, en donde en mientras de convertirse una hermosa cena en donde la podría conocer mejor, fue como si se hubiera desatado una guerra civil. Caminamos hasta llegar al esperado lugar por mí, ya que fue en donde pude hablarle… y convencerla en que aceptara la propuesta de ambas familias.
- ven… -. Le dije sosteniendo con más fuerza su mano, yendo ambos hasta el árbol que fu testigo de mis intensiones… y quien supo que de a poco, ella me quitaba el velo que cubría a mi corazón herido, cuyo manto negro no dejaba entrar y salir el mencionado sentimiento, denominado: Amor. La senté en el aun intacto columpio que se encontraba amarrado al árbol, me arrodille ante ella y le sonreí, causando que también sonriera -. Sé que te es muy difícil… pero he elegido este momento y este lugar para sellar por fin lo que tanto nos dañan: el recuerdo de lo pasado. Sé que si me aceptas, dejaremos todo aquí… en donde cada momento quedaran encerrados y olvidados, sin existir en mí, en ti… y heredándolo nuestra pequeña -. Inquirí acariciando lentamente sus mejillas… su hermoso rostro que tanto amo ver -. ¿Quisieras aceptar ser mi esposa? -. Pregunte sacando con mi mano libre la caja roja que contenía el anillo de compromiso.
- acepto… te amo -. Respondió susurrándolo muy cerca de mi rostro, en donde sus labios rozaban mis labios y su aliento fresco chocando contra mi rostro, mientras que sus ojos brillaban paralelamente a las estrellas de esa fantástica noche.
- te amo… y cada día más te amare, por el resto de mi vida y de mis días.
23 de Mayo del 2010:El fin de una historia… el comienzo feliz de una vida.[/font[/size
[size=12]Luego de algunos tiempos, todo comenzó a verse desde otra perspectiva. El otoño era como se lo veía y no se le agregaba nada más, no había sentimientos ni emociones que dañaran esa hermosa, solitaria y madura estación; y la primavera era todo lo bueno de mí… de mi familia, era el florecer de nuestra pequeña Esperanza y así… el nuevo comienzo de nuestra familia.
- pie derecho, rojo -.
- esto es cada vez más difícil…
- mami, papi me esta tirando…
- es verdad, Joe… aléjate un poco de nosotras, nos aras perder -.
- no puedo… si me muevo pierdo…
- ¡cómo… AH! -. Junto con mi pequeña caímos, mientras que Joe se mantenía aun en su lugar… siendo el ganador del juego: Twisters -. Joe… -. Lo mire y le sonreí, con mi pequeña sobre mi brazo izquierdo.
- no es justo… papá siempre gana -. Reprocho Esperanza con sus brazos cruzados a la altura de su cintura, con sus labios haciendo puchero y con sus ceños fruncidos… demostrando que estaba enojada, aunque cuando Joe la agarro de entre sus brazos, girando y haciendo el avión con ella entre sus manos, su enojo se desvaneció de su rostro, gritando y riendo para que Joe siguiera… porque le encanta jugar con él, siendo aun una niña que solo le importa jugar y nada más, en este año ella tiene cuatro años… siendo aun nuestra adorable y pequeña dulzura.
Mientras lo veía a ambos, me senté en mi lugar con mis piernas cruzadas contra mi pecho y abrazándolas con mis brazos, mirando a padre e hija jugando cerca de la ventana, iluminando a ambos con la claridad que la tarde soleada se atrevía traspasar los cristales, llegando los rayos del sol a mis pies descalzos. Cuando los miraba, había recordado un sueño… el cual no fue producido en una noche cuando mantenía a mis ojos cerrados, sino uno que lo había estado esperando que pasara cuando junto a mi padre estaba, o mejor dicho… mi supuesto padre. De todos modos, siempre había mantenido esa ilusión, en estar junto a mi padre y que… fuera como lo estaba haciendo Joe… sin lastimar a Esperanza, sino que la amaba como si fuera su tesoro más preciado, como nunca Jhon me había visto a mí, ni siquiera mi verdadero padre.
La tarde se había despedido junto con ese momento que quedo en el recuerdo de la casa; luego de cenar, ambos recostamos a Esperanza, y la despedimos con un beso en la frente, aunque ella nos detiene.
-¿mañana es el gran momento, verdad?-. Pregunta, y mientras de ir ambos, él me permite ir yo sola y estar con ella, respondiendo su pregunta.
- sí… mañana será el mejor día de los tres, mi amor -. Respondí acomodando su cubre todo con las sabanas -. Así que duerme, o sino no se podrá cumplir todo lo que quieres para el día siguiente, porque…
- todos los deseos se cumplen pero si eres… -. Se mantiene en una breve pausa -. Paciente con el tiempo.
- sí, te amo. Duerme mi angelito -. Inquirí prendiendo la lámpara que estaba sobre la mesa de noche, en donde se encontraba posada el portarretratos de los tres.
- hasta mañana, mi princesa -. Dijo Joe, cerrando la puerta hasta dejar una abertura porque a nuestra pequeña no le gusta encontrarse encerrada y con la luz apagada, mínimo tener una lámpara que ilumine en donde ella yace durmiendo.
-¿Qué sucede, ______?-. Pregunta Joe una vez que estamos en nuestra habitación, sentándose en la cama y quitándose los calcetines.
- nada, solo que… cuando estuviste jugando con Esperanza, una lejana ilusión volvió a mis pensamientos -. Inquirí y de la nada me había acordado el momento en que Joe había entrado a mi alcoba y entre sus brazos llore lo que necesitaba descargar…
Flashback.
- me necesitas… déjame estar contigo y explícame por el amor de dios que es
Lo que te sucede -. Dijo Joe ya fastidiándose -. Esta bien… será por las malas… -. Cuando escuche “será por las malas” pensé que tiraría la puerta a bajo pero no fue así, no lo sentí caminar por afuera ni nada, entonces empecé a llorar de nuevo en la misma posición… -. Estoy aquí… dime por favor, confía en mí -. Inquiere con sus rodillas flexionadas enfrente de mí -. Confía en mí, amor -. Sugiere acariciando mi cabeza… intentando de que me calmara.
- mi vida es un desastre Joseph… arruinaré la tuya, estas a tiempo a seguir y amar a alguien que en verdad te merezca y no perdiendo el tiempo… -. Respondo abalanzándome a él, cayendo al suelo los dos juntos, pero no me importo, me aferre a su pecho sosteniendo su camisa con mis manos y llorando.
- no pierdo el tiempo, te amo a ti, no a otra mujer… sólo a ti y sé que me amaras tarde o temprano aunque eso signifique más de un año… -. Responde recostado en el suelo acariciando mi melena mientras lloraba sobre su pecho, quitando todas mis penas.
Fin Flashback.
- deja el pasado… mírame, mira a nuestra pequeña… mira tu reflejo y veras que es el presente. Yo soy tu presente… mi amor -. Respondió posando su mano izquierda sobre mi oreja y por debajo de mi cabello, susurrando con su aliento sobre mi rostro, acariciando con lentitud sus labios contra los míos -. Este es nuestro presente… y mañana nuestro futuro -. Finaliza con sus fugitivos besos que me hacia volar, y que me hacia sentir un ser especial. Es cierto, él y Esperanza son mi presente… lo que cuenta son ellos.
- sí -. Respondí sonriente; ambos nos fuimos a dormir y amarrada a su cintura, dormí como si fuera un alma que recién descansa en paz.
Al día siguiente, desperté sin él en la cama, con los ventanales abiertas de par en par, en donde las cortinas blancas bailaban al compás del viento, mientras que débilmente pude distinguir la figura perfecta de Joe, que estaba apoyado sobre el balcón, mirando el horizonte y el patio trasero de la casa.
- ¿Qué ves? -. Le pregunte abrazándolo por su cintura con mi bata de seda y besando de a poco sus hombros.
- veo las personas que rebosaran en este mismo patio, mientras que nosotros entremos entre todos ellos, ambos con nuestro anillo de casados… con tu brazo entre el mío y viéndote sonreír como a Esperanza, que en la iglesia será quien llevara los anillos… en donde aceptaras ser mi mujer entre este mundo y después de esté -. Responde, abrazándome por la espalda, mirando ambos hacia la habitación -. Y que en cada mañana te diré sin perder tiempo lo tanto que crece mi amor por ti. Te amo -.
- sabes que también te amo -. Inquirí entrando ambos abrazados, y en el momento de besarnos, la puerta se abre y allí estaba Esperanza con su oso preferido, el mismo que Nick le regalo -. ¿Qué sucede mi amor? -. Le pregunte y con su sonrisa se nos acerco, y la subí entre mis brazos.
- quiero decirte algo -. Dice ella, pero haciendo señas de que fuera privado.
- dímelo al oído, mi amor -. Le sugerí y ella prosiguió, acerco sus pequeños labios hacia mi oído en donde me había dicho que hasta el alma me inundo de lágrimas.
- soñé que tu y papi, me daban un hermanito -. Susurro y mis ojos se inundaron, siendo evidentes para Joe. Con sus labios me pregunto que me sucedía, pero negué con la cabeza.
- creo que debes de decírselo a tu papi, mi amor -. Le sugerí y secando mis lágrimas con sus pequeñas manitos, asintió -. Estoy bien… es la emoción, nada más -. Inquirí y entre mis brazos le dijo a Joe. Él no se puso a llorar, pero me abrazo y ambos me preguntaron lo mismo, si quería considerarle ese deseo… y sin palabras, sin alientos y sin voz, arroje una última lágrima asintiendo a ellos.
- ¡Hola! -. Gritan desde abajo, y los tres supimos que se trataba de Denise. Esperanza, bajándola de entre mis brazos bajo a toda prisa a contarle a su abuela sobre su sueño y de nuestra repuesta. Nos mantuvimos en silencio y escuchamos a nieta y abuela gritando emocionada.
- ¿Por qué lloras? -. Pregunta quedándose en silencio por un instante -. ¿Tienes miedo…o? -. Lo interrumpo posando mis labios sobre los suyos, mientras mis ojos se mantienen cerrados y los suyos viéndome.
- miedo es lo que me falta… solo que, no creí pensar en… tener otro hijo, Joe -. Respondí viéndolo a los ojos -. Aunque deseo tener otro hijo contigo. Pero prométeme que nada nos ocurrirá, Joe. A ninguno… a nadie -. Inquiero esperando su respuesta.
- nada sucederá, y a nadie tampoco. Es una promesa, mi amor -. Cuando le dije eso, la abracé con fuerzas y besando mientras tanto, su coronilla. No quería verla llorar, y mucho menos en nuestro día -. Ya, hoy es para son reír… y no para llorar -. Repuse haciéndoles cosquillas, haciendo que ella se separara de mí y sonriendo… con sus aún ojos húmedos, aplicados con una sonrisa que desvanecía cada tristeza de su rostro… aquel que me enamora y me hacen delirar, sabiendo que siempre y desde ese momento seríamos felices, comenzando lo que nunca habíamos iniciado como se debía.
En lo que queda del día, ambos tomamos nuestros lugares en donde nos prepararíamos por separados, ya que, según la leyenda, el novio no puede ver a la novia vestida de novia. No era que creíamos en eso, pero quien puede decir “no” cuando tienes a una cuñada supersticiosa, así que como Kevin tuvo que esperar a Natalia en el altar, yo tuve que hacer lo mismo.
Con mis hermanos y con Phillip, me prepare para el momento. Entre a la iglesia con el traje negro, con una camisa blanca y una corbata de moño, ya que los tres dijeron que era el ideal para un momento especial como aquel. En el altar, con mis hombres de honor, estuvimos esperando a _______, que se encontraba fuera, esperando el momento indicado para entrar con su belleza que resplandecía de su ser.
- tranquila, no va a pasar nada malo… -. Decía mi hermana, aunque yo no lo estaba… la única allí nerviosa era ella y nadie más, pero solo me dedique verla y reír; mi pequeña estaba en el auto con nosotras, con su hermoso vestido blanco, y con el almohadillo del mismo color con encajes, en el cual se encontraba yaciendo sobre él los anillos, los cuales eran hermosos… pero solo me encantaba saber que al fin, sería la mujer de Joe, el hombre de mi vida.
Al llegar el momento, ¡yo lo/la vi!. Estaba maravillado con verla vestida con aquel hermoso vestido blanco, con el ramo de rosas blancas, rojas y amarillas… con un tul que tapaba su hermoso rostro, aunque me dejaban ver el brillo que llevaba sus ojos. Al acercarse, detrás de las damas de honor, me imaginaba a mi padre que la llevaba entre su brazo, para al llegar entregándomela; en ese preciso momento, la única falta era él, mi padre, pero me conforme con solo imaginarlo a nuestro lado, protegiendo a su familia… y siendo su ángel guardián de Esperanza.
Cuando el padre había terminado, nuestra pequeña entraba con los anillos caminando sobre el camino de rosas… igual que lo había hecho _______.
- con este anillo y en presencia de la imagen de nuestro señor, te elijo como esposa… para unir nuestras almas y luchar cada día contra la muerte, para jamás estar separados en esta vida y en la otra vida -. Y al finalizar pongo el anillo en su dedo, viéndola agarrando el anillo.
- con este anillo y en presencia de la imagen de nuestro señor, te elijo como esposo… para luchar en la vida por la felicidad de nuestra familia… y para aprender cada día más sobre como afrontar al mal -. Al finalizar pongo el anillo en su dedo, escuchando muy suave la voz del padre diciendo que me podía besar, cuyo momento había ansiado que pasara. Sus manos quitaron el tul blanco que tapaba mi rostro, y ambas se posaron sobre mi rostro, acercando sus labios a los míos… besándome de una forma tan cálida que no se comparaba a ningún otro beso que fue proveniente de sus labios.
Última edición por Rocio_Jonas el Miér 08 Feb 2012, 1:41 pm, editado 2 veces
Rocio_Jonas
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
Dos años después.
-¿sabes?-. Sus manos acarician mi rostro, mientras que estamos recostados debajo del árbol que nos mantiene fresco en este día de mucho calor, capaz de derretir un helado en dos segundos -. Cuando te conocí, fuiste lo más hermoso que había visto y no pude imaginar en esos días que serías la mujer que compartes hoy mis días, que serías parte de mi vida. Había imaginado un mundo distinto al mío, que nunca me enamorarías de mí… siendo él único que mantenía su amor en el corazón -. Prosigue mientras lo escucho y recuerdo esos días… hasta los cinco años que manteníamos la misma relación, en que él dormía en su habitación y yo en la mía, viviendo en dos mundos apartes… en donde el que más sufrió, fue Joe -. Y ahora estando aquí, contigo luego de dos años de nuestro casamiento, con nuestra Esperanza de seis años y Andrew de solamente un año… se me es imposible creerlo -. Su mirada se profundiza en mí, viendo sus más hermosos ojos que mantienen el brillo, que demuestran su felicidad.
- aquí estoy… aquí estamos los tres, a tu lado Joe -. Respondo posando mi mano sobre su mejilla y besando su comisura, mientras que su brazo rodea mi cintura acercándome a él.
- lo sé, soy consciente de ello. Es debido a ti que tengo lo que me hace sentirme un verdadero hombre, quien sabe lo que es perder y lo que es recuperar -. Besa mis labios acariciando mi espalda -. Debido a ti… sé valorar lo que tengo -. Finaliza besándome mientras entierro mis manos entre sus cabellos, besando sus labios con pasión, el cual debimos de interrumpir.
- Debido a ti… soy feliz, Joe. No pudo decir más que eso -. Respondo viendo su rostro, recordando el momento en que lo había tenido tan cerca como ahora.
Como verán, pasaron dos fantásticos años, en donde concebimos a Andrew… nuestro hijo varón, que va a cumplir un año pronto… específicamente ahora en Septiembre, una semana antes del cumpleaños de Nick. Esperanza se encuentra más que feliz con su hermanito, no deja de llevarlo para aquí, para allá en el carrito. Realmente verla es como si le hubiéramos realizado el mejor deseo de su vida.
Con Joe hicimos un álbum de ellos dos, aunque la foto que más me encanta es cuando Esperanza duerme con Andrew, ambos abrazándose… viendo a simple vista el amor que ambos se tienen entre sí, y el poder que lleva en ella para proteger a su hermanito.
- son los mejores hijos que pude tener contigo. Debo de agradecértelo -. Dije cuando estuvimos en esa noche, sacándoles fotos a ambos durmiendo, juntos.
- y yo a ti -. Inquiere él, abrazándome y posando mi mano sobre su pecho, mientras recuesto mi cabeza sobre su hombro, viendo ambos lo que ahora vemos en las fotos.
Que más puedo contar, soy la mujer más feliz… que una vez ha sufrido y ahora solamente sabe gozar de los buenos tiempos, siendo feliz como nunca lo creí serlo. Soy consciente de que hay muchas como yo que no encontraron la felicidad, y es por eso mismo que agradezco de no ser una de ellas… de poder gozar de lo que tengo y de lo que rebosa de mi corazón y alma, teniendo una familia… aunque me es latente la falta de John y de Lidia, aunque no fueron lo que toda hija espera que fueran, yo los quería y aun voy cada momento especial a dejar las rosas que a mamá le encantaban e igual a mi padre, algo que para Joe se le es muy difícil de comprender. Hasta a mis hijos le tengo presente de quienes fueron ellos, dejando todo lo malo de lado de lo que fueron ellos.
A pesar de todo lo sufrido, ambos logramos afrontar el pasado, ella aun recuerda pero se limita a solo recordar todo lo bueno, al igual yo. Siempre estoy diciéndole lo que es ella para mí, y lo que produce en mí en cada momento del día y de mi vida entera. Ella es todo, mi mundo que lo comparte con los niños y con mi madre, mis hermanos, mis cuñadas y mis sobrinos, ellos son todo para mí. Y para mí, son los que mantienen mi corazón rebosando… quedando únicamente la pérdida de quienes quiero a pesar que a mi lado no estén, y de todos sus errores, también.
-¿sabes?-. Sus manos acarician mi rostro, mientras que estamos recostados debajo del árbol que nos mantiene fresco en este día de mucho calor, capaz de derretir un helado en dos segundos -. Cuando te conocí, fuiste lo más hermoso que había visto y no pude imaginar en esos días que serías la mujer que compartes hoy mis días, que serías parte de mi vida. Había imaginado un mundo distinto al mío, que nunca me enamorarías de mí… siendo él único que mantenía su amor en el corazón -. Prosigue mientras lo escucho y recuerdo esos días… hasta los cinco años que manteníamos la misma relación, en que él dormía en su habitación y yo en la mía, viviendo en dos mundos apartes… en donde el que más sufrió, fue Joe -. Y ahora estando aquí, contigo luego de dos años de nuestro casamiento, con nuestra Esperanza de seis años y Andrew de solamente un año… se me es imposible creerlo -. Su mirada se profundiza en mí, viendo sus más hermosos ojos que mantienen el brillo, que demuestran su felicidad.
- aquí estoy… aquí estamos los tres, a tu lado Joe -. Respondo posando mi mano sobre su mejilla y besando su comisura, mientras que su brazo rodea mi cintura acercándome a él.
- lo sé, soy consciente de ello. Es debido a ti que tengo lo que me hace sentirme un verdadero hombre, quien sabe lo que es perder y lo que es recuperar -. Besa mis labios acariciando mi espalda -. Debido a ti… sé valorar lo que tengo -. Finaliza besándome mientras entierro mis manos entre sus cabellos, besando sus labios con pasión, el cual debimos de interrumpir.
- Debido a ti… soy feliz, Joe. No pudo decir más que eso -. Respondo viendo su rostro, recordando el momento en que lo había tenido tan cerca como ahora.
Como verán, pasaron dos fantásticos años, en donde concebimos a Andrew… nuestro hijo varón, que va a cumplir un año pronto… específicamente ahora en Septiembre, una semana antes del cumpleaños de Nick. Esperanza se encuentra más que feliz con su hermanito, no deja de llevarlo para aquí, para allá en el carrito. Realmente verla es como si le hubiéramos realizado el mejor deseo de su vida.
Con Joe hicimos un álbum de ellos dos, aunque la foto que más me encanta es cuando Esperanza duerme con Andrew, ambos abrazándose… viendo a simple vista el amor que ambos se tienen entre sí, y el poder que lleva en ella para proteger a su hermanito.
- son los mejores hijos que pude tener contigo. Debo de agradecértelo -. Dije cuando estuvimos en esa noche, sacándoles fotos a ambos durmiendo, juntos.
- y yo a ti -. Inquiere él, abrazándome y posando mi mano sobre su pecho, mientras recuesto mi cabeza sobre su hombro, viendo ambos lo que ahora vemos en las fotos.
Que más puedo contar, soy la mujer más feliz… que una vez ha sufrido y ahora solamente sabe gozar de los buenos tiempos, siendo feliz como nunca lo creí serlo. Soy consciente de que hay muchas como yo que no encontraron la felicidad, y es por eso mismo que agradezco de no ser una de ellas… de poder gozar de lo que tengo y de lo que rebosa de mi corazón y alma, teniendo una familia… aunque me es latente la falta de John y de Lidia, aunque no fueron lo que toda hija espera que fueran, yo los quería y aun voy cada momento especial a dejar las rosas que a mamá le encantaban e igual a mi padre, algo que para Joe se le es muy difícil de comprender. Hasta a mis hijos le tengo presente de quienes fueron ellos, dejando todo lo malo de lado de lo que fueron ellos.
A pesar de todo lo sufrido, ambos logramos afrontar el pasado, ella aun recuerda pero se limita a solo recordar todo lo bueno, al igual yo. Siempre estoy diciéndole lo que es ella para mí, y lo que produce en mí en cada momento del día y de mi vida entera. Ella es todo, mi mundo que lo comparte con los niños y con mi madre, mis hermanos, mis cuñadas y mis sobrinos, ellos son todo para mí. Y para mí, son los que mantienen mi corazón rebosando… quedando únicamente la pérdida de quienes quiero a pesar que a mi lado no estén, y de todos sus errores, también.
Fin
Rocio_Jonas
Re: Debido a ti (Joe Jonas & Tú)
Capitulo Especial: Antes de todo…En el momento en que te pude conocer.
Mientras que esperábamos que cumpliera los veinte años, Joe y yo nos íbamos conociendo de a poco. Caminando, por el pueblo, juntos como solíamos hacerlo en esos tiempos para conocernos un poco y saber el gusto de cada uno. En un día, durante esa semana que esperábamos que cumpliéramos años, que se encontraba nublado y gris, sin un rayo de sol, Joe y yo no nos negamos hacer lo que estábamos haciendo hacia casi cuatro días.
-¿Te gusta la lluvia? -. Pregunta de la nada, con su andar tranquilo, sin miedo de que la lluvia rasara con todo y nos mojara. Él era pacifico, nada lo hacia cambiar su tranquilidad, algo que admiraba de él.
- sí… y no ver llover a través de la ventana, sino verla y sentir llover, mojándome -. Respondí luego de mantener mi mirada sobre él, sin saber que él sabía que lo estaba mirando sin timidez de que él o los demás lo supieran -. ¿Y a ti?-. Le pregunte luego, alzando mi mirada hacia el cielo gris, sabiendo que pronto comenzaba a llover.
- a veces, es según de cómo me encuentre -. Respondí, mirando hacia el suelo, cuyo instante se comenzaba a ver en el asfalto las gotas pequeñas… diminutas de la lluvia, proveniente de las nubes grises que se encontraban sobre mi cabeza, humedeciendo también nuestros cabellos. Alce la mirada, y luego la mire, sonriente -. Tienes gotas diminutas que cubren tus cabellos… -. Sugerí, mientras que ella con su mano esparce las gotas sobre sus cabellos, humedeciendo su pelo.
- tu también -. Responde e igual a ella, esparce con su mano las gotas de lluvia sobre mi cabello. La mire y jamás creí que la tendría muy cerca de mí, aunque fue por un momento, en donde se había percatado de nuestro acercamiento.
La lluvia comenzó a caer con más fuerzas, haciendo que buscara con desespero un lugar en donde nos podríamos refugiar, mientras que ella seguía latente en el lugar, debajo de la lluvia y girando con sus brazos extendidos, haciendo que la lluvia la empapara por completo, y así comenzó a llover con más fuerzas… mojándome por completo. Cuando había dejado de girar, me miro y su rostro se encontraba empapado, mientras que las gotas rodeaban su rostro, las cuales provenían aun de las nubes y a la vez de sus cabellos realmente empapados. Y aunque su buzo era grande, que evitaba que pudiera saber como era su figura, con la lluvia, marcaba su pequeña cintura… viendo su verdadero cuerpo sin necesidad de quitarle nada, la lluvia lo había hecho por sí sola. Al verla a los ojos, vi su inocencia, la cual ninguna mujer mantenía en su ser a esa edad… lo que fue clave como para comenzarme a enamorarme de ella, ciega y locamente.
- ven… sé donde nos podemos refugiar -. Dije y ella tomo mi mano, sin saber que me causaba con solo tener sus manos entrelazadas con las mías. Al llegar a un lugar abandonado, entre las altas plantas, se observaba una casilla -. Allí nos podremos refugiar hasta que la lluvia cese un poco -. Inquirí y ella asintió, sonriente sin saber del por qué. Una vez que entramos, me saque la chaqueta y le pedí sin decir nada, el buzo. Sin negarse, se la quito y me la entrego; al quitársela, no sabía si ella se daba cuenta o no, pero su figura se marcaba con cada movimiento que hacia para quitarse el buzo empapado.
- hay leña, podremos calentar el ambiente mientras la lluvia para -. Sugerí tomando la leña mientras que él buscaba un papel para prenderla fuego y prender el hogar; una vez que el fuego se mantuvo, nos sentamos en el suelo, cerca del hogar, calentándonos por separado.
- creo que si nos abrazamos… nos secaremos más pronto -. Inquirí, solamente por decirlo y creyendo que ella se negaría, pero se levanto y se sentó a mi lado. Con mis brazos la abrace, quedando ambos unidos enfrente del fuego candente. Mi corazón latía con fuerzas y el suyo igual. Aunque no quería llenar mi mente y mi corazón de ilusiones que podrían herirme de una manera tan dolorosa, por mi mente paso una idea de que ella sentía lo mismo que yo… y esa loca idea me insistía a que le preguntara, pero no lo hice, me negué y me mantuve despierto, gozando tenerla junto a mí, abrazada a mí siendo realista con respecto a que sería la única vez que la tendría así, muy cerca de mí.
- debe ser muy difícil… -. Susurra ella, haciendo que intentara verla a los ojos y saber a través de ellos a lo que se refería -. Digo, dejar lo que podrías hacer con veinte años en mientras de ya, casarte sabiendo que… -. Sus ojos me miran y por alguna razón, se quedo en silencio. Una vez más nos quedamos cara a cara, sus labios, si se desplegaban de su silencio, rozaban dulcemente los míos, si respiraba con su aliento comprimido entre sus sellados labios, hubiese acariciado mi rostro… y si se alejaba un poco más, me hubiese llevado a la pena de mis dolores. Tanto me recordaba a su hermana, que me era imposible intentar tomar sus mejillas con mis manos y besarla de la misma forma que lo había hecho varias veces con Penélope, pensando que la tenía nuevamente entre mis brazos… y que se enamoraría perdidamente de mí.
No recuerdo si fue él, yo… o algo más, pero nunca pude olvidar el momento en que cerré con lentitud mis ojos, en que relaje mi cuerpo tensado cayendo totalmente a sus brazos, en que sin motivo, razón… o impulso rodee su cuello y él mi cintura, viéndome sin yo verlo, tomándose su tiempo para besarme. Lo deseaba, quería que sus labios me besaran… así que me mantuve el tiempo que necesito ante sus pies, esperándolo, como una vez Penélope espero días y noches, tejiendo un telar en sueños, a su amado Odiseo, según cuenta la historia de ese amor de dioses.
Mis manos, antes de rodear su cintura, tocaron su rostro suave, sus cabellos aun húmedos… y su piel al rodear su cintura. Me acerque, mire sus suaves rasgos que realizaba las sombras de las llamas en su delicado rostro, y en cuestión de segundo me encontraba saboreando sus labios… sabiendo diferentes a los besos que a Penélope le había dado. Sentí como sí… aquel beso decía el futuro de nosotros, diciendo o sellando el amor que estaba volviendo a curar mi corazón y renaciendo en el suyo.
- te amo -. Fue todo lo que dije, y sus labios se mantuvieron cerca de los míos… sin penas ni remordimientos. Solamente esperamos el cesar completo de la lluvia, mantuvimos el fuego y hasta el día siguiente, dormimos abrazados, con mi espalda contra el sofá amarillento que aun estaba en esa casilla. Sus labios fueron todo, fue la inspiración de seguir luchando durante cinco años para que reconociera su amor por mí… y ser lo que supuestamente éramos desde ese momento. Y lo que ahora mismo somos… enamorados por una misma razón.
Rocio_Jonas
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Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
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