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Coven of salem
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Re: Coven of salem
- EMILYANUH :rhianpls: :
- Comenzaré diciendo que el nombre de "Cathasach" suena como a Leucemia mieloide aguda(??) y a pesar de eso me gusta aunque tampoco es como si Taiga sonara a una simple tos(??)
Ahque... Here I go!!La única razón por la que no me han alcanzado es porque conseguí realizar un hechizo de velocidad que durará siempre y cuando no me arrojen al suelo y pierda la concentración. O hasta que me agote.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Me deslizo por el suelo y termino arrastrándome hacia detrás de unos arbustos. Una ola de cansancio me invade y me doy cuenta de que el hechizo de protección ha caducido, igual que el de velocidad
Precisamente esto me pone inquieta mientras voy leyendo
Me desespera que no pueda seguir avanzando y me desespera más que la estén rodeando haciéndola presa fácil... PutabidaEl viento se reúne en mi centro al mismo tiempo que me siento más revitalizada. La latidos de mi corazón disminuyen a un ritmo más relajado.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Inspiro un poco más y escucho los truenos furiosos acompañarse de flashes de relámpagos. Por debajo, escucho las pisadas de los lobos rodear el área donde me encuentro.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]El fuego me deja atravesarlo, porque yo forjé los rayos que lo crearon. Solo hecho un vistazo a los lobos inconscientes antes de irme cojeando lo más rápido que puedo.—¡Vamos de una vez! No hay tiempo-
—¡Breeda, me dices ahora mismo-!
¿Qué carajo sucede?
Mierda... son los jodidos lobos Breeda me ha agradado y parece que se va a sacrificar por Catha (?)—No puedo, cariño —por un momento, sus ojos se cristalizan—. Tengo que quedarme aquí para distraerlos de tu paradero, porque ya saben lo que significa el anillo.
ME LLEVA LA QUE ME TRAJO!!!!!! [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
¿Por qué todo es tragedia, drama y muertes con ustedes?—Hola, Cana
¿Es Cana o Cala? Decídete, mujer
Al principio se me vino Mamá Odie a la vente, pero Mamá Odie tiene 116 años (?)
Hay algo en ambas que llama demasiado mi atención la anciana es un amor y me intriga el cómo es que se conoce con Cath y más porque no das muchos detalles al respecto, lo que provoca que mi cerebro empiece a trabajar e imaginar toda clase de escenarios en la que pudieron haberse visto por primera vez—Bueno… —El rostro arrugado de Cana se arruga más, y las comisuras de sus labios bajan—. Eso fue porque el hechizo de teletransportación de Breeda no funcionó bien; y eso pasa en momentos de presión y… —su voz se apaga, y no necesito que diga más nada para entender.
¡¿QUÉ?! no entiendo
Sucede en momentos de presión y cuando mueren...?? ¡Que alguien me explique!(?)Una semana sin noticias de Breeda. Todas las noches lloro por ello. La impotencia de no saber si está viva o no, si la tienen de prisionera y la torturan para sacarle información
Conmigo han pasado menos de cinco minutos sin saber de ella y estoy igual que Cath en serio, mujer... Suelta más información—¡Bienvenida! —dice la chica cuando llego al porche, con una sonrisa amable— Eh, ¿cómo te llamas?
¡RAN!
Me encanta su actitud, incluso Salem le da la bienvenida el asombro que le provoca el gatito maleducado es oro
Creo que el hecho de que el gato hable es lo menos raro de todo lo que está sucediendo :rhianpls:—Uno: todas las brujas están locas —su cola se mueve de un lado a otro con suavidad.
Así de simpleYo misma me la había pasado leyendo libros antiguos sobre las dueñas y creadoras de las gemas.
Deberías ser más precisa, explicar más puesto que igual tengo la duda aunque supongo que se irá aclarando conforme avanzamos—No, vivíamos bien. ¿Tiene alguna idea de por qué atacaron? —me cruzo de brazos.
Está completamente a la defensiva :skip: es comprensible después de todo lo que sucedió, además el hecho de que Breeda se pasea constantemente por sus pensamientos haciéndola sentir culpable... supongo yo—En la guerra, todo se vale.
¿Entonces para qué hacen treguas que no respetarán?
O sea y al igual que a Cath, me desespera la calma de Cordelia :matar:No tenía idea alguna de donde está. De lo único que estoy segura es que voy a andar por todos los territorios que se requiera hasta encontrarla.
¡¡¡¿NO TE DAS CUENTA DE QUE ALGO TE PUEDE PASAR, INCONSCIENTE?!!! De verdad que esta muchachita va a ser un dolor de cabeza
Le re partieron su madre bien y bonito y ahí va a que se la partan nuevamente sin embargo, es emocionante y quiero leerlo(?) sólo por el placer de joder(?)Dos cosas son seguras: me he topado con un cazador en medio de una misión de captura.
BergaSiento un temblor recorrerme todo el cuerpo y todo dentro de mi enfriarse.
¡Ándele! Eso le pasa por jugarle al vergas(?) Le dicen que no salga hasta que sane, ¡pero no! Tal parece que le dijeron: "¡VE! ¡Ve a que te maten, pequeña idiota!"(?)
Lo siento, me alteré poquitoAbro los ojos y veo una cuchilla pasarme por el otro costado. ¡Me están atacando, maldición!
TE LO DIJEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE
(?)
Sin embargo, ha podido evadirlos y curarse tanto a sí misma como al lobo... que creo adivinar quién es entonces, sólo por eso, qué bueno que salió, de otro modo no se hubiera topado con él :rhianpls:—Yo gano.
¡UUY! Pero que perra
Sin duda alguna se lo debe, está demás preguntar la razón por la cual debería ayudarla. ¡Bitch, please! Ella arriesgó su vida para salvar la tuya
Emilyano, tu capítulo fue bella y jodidamente estresante dabas datos demasiado ambiguos y me estuve rompiendo la cabeza tratando de responder cada interrogante Yo quería leer más, es demasiado corto necesito saber más sobre ese lobo
Aún así me fascinó porque fue demasiado bello aunque insisto en que debiste haber adelantado más(?)
Así que me largo... Ciao
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Bart Simpson
Re: Coven of salem
- MAREEDAAH :
- Comenzare disculpándome por tardar mil siglos en postear y leer, pero es un capítulo largo, al igual que de la Candela y lo estoy leyendo y posteando todo a la vez so... aquí voyEl cabron que haya empezado la guerra tiene un lugar especial en mi lista negra
SameLa encuentra parada frente a mis perchas mirando con detenimiento cada ropa guindada, como si estudiara cual le quedaría mejor. Pequeña mierdita.
Yo hago lo mismo con mi hermana cada que viene a visitarnos es deber de hermana menor, está en la biblia(?)- ¿Prefieres ser tú?- inquiere el castaño con tono burlón hacia mi hermanita- Mejor que se joda ella que nosotros, enana. Es ella la del problema.
Hay un ambiente demasiado tenso entre todos para empezar todos tienen una actitud de mierda y a la defensiva, me da la impresión de que Ava lo es pero mucho menos que los demás, a excepción de Anya, y mucho menos que la abuela loca y el primo mamón
Me gusta, en cualquier momento habrán madrazos(?)- Te recuerdo que tú también eres una Brujita.
¡ZAZ, CULEBRA!
Eso y más merece, yo hubiera provocado el estallido en su mano o en su cabezaNo puedo ni siquiera ver, pero se y estoy completamente segura de que es mi abuela la que lo está haciendo.
¡Espera! La vieja está poniéndole un hechizo ¿es en serio? ¿Por su pelotudo mal educado? Que vieja tan loca, wn. Si se lleva con las chicas que se aguante por lo menos Ainhoa intervinó y puso en su lugar a la vieja fumada. Y bueno, en cuanto al papá, conozco muuuuuuuchos hombres raros que sienten un amor tan grande hacia sus madres que no dicen ni pío cuando estás son unas perras con las nueras
Equis, qué se le va a hacer al mundo :bang2:Este también anda con la mamada del honor
Al menos para ellos es un honor puesto que no son quienes cargan la responsabilidad
Me encanta el tío San, y su relación con Ava, es utópico para mí puesto que los medio hermanos de mi mamá con esfuerzo y soportan mi presencia jaja :jeff:
Pero en serio, debes mantenerlo en tus caps, es de cierto modo como Salem, debe estar ahí porque da vida(?)En cuanto a la tía Daphnee, era diferente. Ella era más comunicativa que de costumbre, desde mi puesto la vi mirar a mi tío de reojo, siempre se comportaba más humana cuando él está por los alrededores; pavoneándose todo varonil.
Presiento interés por parte de Daphnee hacia San o sé, sería genial si una chispa se prendiese en esa situación porque en verdad es jodido que la anciana loca la trate como prisionera no creo que sea una niña como para seguir obedeciendo tan lealmente las órdenes raras de su mamáSuelto una risotada al ver su ceño fruncido y boca abierta indígena, odia que la llame Edward Cullen.
Es lo más ofensivo que se podría usar en contra de alguien (?) no joda, Ava. Es su hermanita, trátela con amor aunque supongo que es más divertido joderlas, no sé, no tengo hermanas menores pero mis hermanas mayores me jodían demasiado, con la diferencia de que no eran mezquinas como Ava... sólo una pero como un millón de veces menos que la AvaLa historia pasional que había estado leyendo hace un rato despertaba hormigueos dentro de mi cuerpo y traía imágenes a mi cabeza.
- Ella va a estar bien.- le dice con confianza- No podrás mantener oculto todo esto por mucho tiempo- agrega moviendo una mano en círculos señalando la situación- a Ava tampoco.
¿Qué carajo? me siento como con el capítulo de Emilyano no hay detalles y justo ahora soy tan chusma como Ava, necesito saber qué coño pasa... ¿acaso Ainhoa tiene un trato con los vampiros para que proejan a Ava?
Es mi impresión por ahora y ha salido el nombre de Khlaus ¿qué pasa entre ambos?Cierro el libro con brusquedad en cuanto escucho la áspera voz de Khlaus y le encuentro sentado junto a mí en la banqueta, siempre apareciendo de la nada.
- Nah, lo reservo solo para ti. Me gusta como tu piel se eriza cuando la toco
¡UH! y de pronto la tensión sexual se siente entre ambosYa tengo suficiente presión emocional con lo que se me viene como para agregarle problemas con pollas mágicas y vampiros sexis.
Me encanta Ava su forma tan despreocupada de expresarse me inspira confianza de alguna manera :rhianpls: y bueno, qué puedo decir no me sorprende que se haya enrollado con Khlaus, me sorprende que niegue que pasará de nuevo puesto que... sucederá es el destino(?)Sus labios llegan hasta los míos en un suave, pero hambriento roce.
Siento como si estuviese leyendo una novela erótica ellos emanan una vibra sexual(?) demasiado poderosa, marida
Y su forma de comportarse... justo como dos imbéciles el uno con el otro, los hace la pareja perfecta más con eso de que ambos van juntos a la cafetería sólo falta que admitan que en el fondo se aman y no pueden vivir sin el otro y todas seremos felices
Cruz... él es hermoso, wna. Me intriga saber lo que está pasando, quizás simplemente porque soy una chusma pero de verdad me confunde toda la wea necesito saber más y más del asunto, de otro modo no puedo estar en paz
Y luego el anillo, Ran y Catha ¿Qué vrga fue eso?Pero quiero que sepas que así como fui yo quien te vio con él en esa banca, pudo ser alguien más.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
¡¡¡TÓMELA!!! Así le cayó el comentario a Ava, como cachetada guajolotera, Sansón es una chusma como Cande, Emilyano y yo(?), por eso no se le pasa nada... eso lo hace más sexy, wn(?)
Aunque se la vive en el misterio igual, ¿qué se supone que tantea? De alguna manera sospecho que presiente que Ava y Khlaus tienen mucho más que una relación de amistad, o si no la tienen, la van a tener, y por todo el asunto de la guerra está asustado de que algo pueda pasarle a AvaAsí te pones caliente y te olvidas de la mierda “No repetir”
es tan calenturiento Khlaus jaja
Aunque estoy segura de que eso le encanta a la ápatica otra además su frase "Que básico" para el vampiro me mata es algo como ya predispuesto a ser mencionado durante sus pláticasOdiaba darle más motivos para fastidiarme. Dios, darle la razón era peor. Pero era malditamente inevitable no hacerlo cuando leía esos descarados libros y él estaba cerca con esas manos atrevidas que tiene, poniéndome más caliente de lo que ya lo hacían las palabras en el libro.
¡Espera! ¿Ellos.... ?
Que básicos calentones(?) aunque aún no lo he descubierto, sigo leyendo... Mierda :dramatic: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Me encantan estos dos calentones no dejaré de pensar que son tal para cual :abby: y no anticipaba que los interrumpirían blue balls/bluetits(???) pobres pequeños
Y yendo a un tema más raro(?), Anya y los vampiros... en serio, una escribe una cosa, la otra escribe algo muy diferente y yo me estoy quemando las neuronas tratando de entender qué coño sucede para el cap de Kate llegaré con unas cien mil neuronas menos Siguiendo con Eva... ¿Quién carajo es Eva? ¿Hermanita de Khlaus? weona es muy confuso, pero el papá está loco
Está viendo cómo está la mierda y ahí va de wey a dar más picones y razones para que les hagan daño a todos
Qué jodido... me desesperoCuando llegamos abajo, Anya es la primera en acercarse al ataúd de cristal donde duerme Eva rodeada por flores.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Qué wea, la niña está muerta. Pero quemarla haría explotar el asunto
No entender
Pero ahora Ava está llegando a la mansión(?) ¡Genial! Y bueno, Ran es encantadora y me sorprende la facilidad con la que dejó ir a Ava hacia Klhaus aunque conociendo tanto de ella, doy por sentado que entendió que el vampiro no pondría en riesgo a la bruja
Pero ahora su charla vuelve más misterioso todo el tema del ataque hacia Anya es obvio que alguien tuvo que ver en todo el asunto pero mierda, ya revelen quién es, por favorEl pelinegro no dice nada y solo me mira con incredulidad y otra emoción que mi radar no logra identificar.
Es amor, boba- Esa casa es tan…creepy.
Es tenebrosamente bella Me encanta cuando se llevan bien(?)
Y que Khlaus le haga bullying con esa canciónEstaba chorreando cuando lo vio entrar.
Si bien que se re muere por el vampiro sexy :jeff: y es que es tan fácil la forma en que Khlaus influye en su estado de ánimo porque, aunque no lo acepte, ella está loquita por él :filo: y se nota a kilómetros(?)
- Relájate, estas tenso desde ayer. Me gusta más el otro Khlaus.
- Hasta que lo admites, brujita.
Disfruta de eso porque presiento que no lo mencionará muy a menudo
O quién sabe supongo que nos harás sufrir con la relación de ambos aunque no es un sentimiento que desconozca así que no me inquieta tanto que digamos
Pero bueno, llega Catha a arruinar el ambiente sexoso que comenzaba a formarse aunque deberíamos(?) agradecerle puesto que en cierta parte ayuda con la idea de "No repetir" de Ava
Me encantó el capítulo, marida
Sin duda alguna fue genial leerlo, me reí demasiado con Ava y Khlaus, ambos son insoportables con el mundo y lo son más entre sí así que seguiré insistiendo en que son la pareja perfecta
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Bart Simpson
Re: Coven of salem
- KATE :
- Holiscrayolis(?)
Por fin estoy aquí, comenzando a leer este bello capítulo de la Kate
Aquí voy...
Por cómo inicia, soy por sentado que Aurora le ha sacado el relleno cremoso(?) de la cabeza a su papá ... Algo muy malo ha de haber hecho el cabrón para hacerla reaccionar de esa formaReprimo las arcadas tapándome la boca con el dorso de la mano. Mi cuerpo está tan agarrotado tras días en la misma posición que me duele incluso la tentativa de moverme.
¡Espera, espera! :skip: ¿Estuvo tres días mirando a su papá? por un instante me vino a la cabeza la imagen de Gleen cuando Negan lo hace mierda pero justo ahora no es momento de regresar la depresión(?)
Regreso al capítulo qué puto asco(?), quiero decir, la descomposición es algo natural pero de verdad huele horrible, es el hedor más repugnante que ha atravesado mis bellas(?) fosas nasales, además de que se queda impregnado en la ropa súper rápido
Pero regresando otra vez al cap, adivino que la mujer que entró es MyrtleAterrizo sin ningún tipo de clases. Quiero decir, que me doy una hostia monumental contra el suelo.
Al menos pudo salir de ahí, sí, se dio una santa putiza , pero no pasó a mayoresTodo continua igual que la última vez que visité el mausoleo, salvo por la ventana rota, tan solo unos días atrás: cuando encontré los cuerpos descuartizados de mis tías y mi abuela.
¿Qué mierda? eso es demasiado intenso con razón se volvió loca(?). ¿Sabes? Me he leído la ficha unas cinco veces, para ayudarme a entender más a Aurora, pero sigo igual , hasta ahora sólo sé que la chica está bastante trastornada por lo que ha sucedido y... ya
Me intriga demasiado su falta de emociones, a lo que leí es debido al engaño (el hechizo de amor de su madre hacia su padre), ¿o lo estoy mal entendiendo?
Como sea, tienes que explicarme un poco más sobre eso. Soy chusma y si no comprendo las cosas bien, me vuelvo loca y no sé qué escribir sobre los demás personajes cuando es mi turnoAgarro una caja de cerillas de encima de la mesa. Ahora sí, se acabó.
¡Oh, mierda!
Tal vez ella no siente nada, pero todas las demás lo sentimos en su lugar(?)Me atraparon en Tallahassee, casi una semana después. He de reconocer que Myrtle —así se llama en realidad Cruella— jugó una partida magistral.
¡Sabía que era ella! :rhianpls: :rhianpls: :rhianpls: :rhianpls: :rhianpls: :rhianpls:
Bueno, no podía evitar lo que pasó puesto que hasta su abuela le dijo que estaría más segura ahí y no rondando por quién sabe dónde
Me hace ruido(?) el hecho de que sólo haya aceptado entrenar y desarrollar sus poderes para vengarse del asesino de su familia, bueno, quién no lo haría pero no sé tengo un presentimiento raro(?)«Educación. Saluda».
Es como un robot aunque por un momento recordé "La historia del loco" de John Katzenbach, cuando las voces le dicen qué decir anyway... me fascina esta mujer :abby:Observo, analizo. Estudio a las personas con las que debo convivir, resalto sus cualidades y defectos más arraigados, hago una lista sobre las respuestas más comunes que debo entonar.[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
¡Espera! ¿Qué? :skip: No entender qué sucede aquí :skip:Tomando a Myrtle y los Gorilas como referencia había esperado que fuese una mezcla entre Reina Malvada y Voldemort.
Amé eso
No entiendo a Aurora de verdad parece que tuviera autismo :kalgh: pero como un millón de veces peor
Aún así me agrada hay algo en ella que te hace querer estar a su lado y servir como apoyo emocional
De algún modo Ran sigue apareciendo e intentando conocerla más, o quizás simplemente es una chusma como su creadora(?)Puede que Ran sea buena persona y merezca mi interés. Pero mi abuela y mis tías también lo eran. Y mi único interés real es encontrar a su asesino.
¡Eso no se hace de un día para otro, niña!
Ran huyendo de Darby y Aurora toda confundida jaja... me pregunto qué hizo Ran al instante en que notó que Aurora no la seguíaRandy batalla con su ego. Frunce el ceño, masculla incoherencias. Al final, me suelta con brusquedad.
Este tipo de personas no son de fiar en lo absoluto. Hubiera sido genial que le diera una lección, pero supongo que va a ser de utilidad más adelante (?) :alfie: Así que es mejor dejarlo libre, aunque me da mala espina, al igual que le ventiló información, podría ventilarle información sobre ella y el anillo a alguien más :ew:
Así que la situación es inquietante :skip:Bueno, con suerte, lo que sea que haya visto la anima a dejar de perder su tiempo conmigo.
¡Qué grosera, weona!
La Ran toda preocupada y Aurora mandándola a la mierda espero que llegue el punto en que pueda sentir la preocupación que tienen Cordelia y Ran hacia ella para que vea lo que se siente
Estaré preparada con palomitas de maíz y Coca-Cola para releer una y otra vez dela Aurora preocupada, wn
(?)Es guapo, de ese tipo que hace perder el raciocino a la población femenina.
¡Ha llegao el galán! :timon: :timon:
Creo que esto se está tornando más interesanteA mí no me gusta la música. Porque no la percibo como los demás.
Pierde cuidado que el Huxley te va a hacer percibir muchas pero muchas cosas más que la música(?)
Y es que la manera en que se refiere a él está tan cargada de curiosidad que sospecho que el Huxley no saldrá de sus pensamientos durante un buen tiempoHuxley me tiene agarrada con las muñecas, al tiempo que me aplasta el resto del cuerpo con su torso.
Sé que debería estar preocupada pero, ningún otro emoticón puede representar mejor lo que siento y pienso como el
Lo siento, leer el capítulo de Dani hace un momento me dejó el cerebro podrido con tanta tensión sexual
Aunque en realidad, la escena se volvió violenta con él queriendo asesinar a Aurora y ella a él
Ahora ambos tienen una buena razón para querer patearse el trasero cada vez que se topen por el camino—Vivimos bajo el mismo techo, si va a venir alguien a cortarme la yugular quiero saberlo —contradice, dando toques sobre la superficie de la mesa con la uña.
¡Ay Dios! Ella es todo un caso
Es tan quitada de la pena que me mata de risa—¡Algún día me contarás todos tus secretos! —chilla Catha, aunque no me suena como una amenaza, sino más bien, como una promesa.
Y eso... Estoy segura de que sucederá(?) Después de todo "Toda maldición puede romperse"Junta las manos sobre el pecho, como si rezara. Nos dedica una mirada a cada una, entre el humo ascendente del incienso.
Cordelia es vida Enseñándoles con tanto empeño, ¿qué tiene con las leyendas de sus antepasados? Pareciera amar contarlas
Pero luego llega la puta ama, señores...Sostiene una copa de vino en la mano y su habitual gesto de suficiencia.
Fiona está ahíPienso en el altercado con Huxley de esta noche.
Justo como lo predije
Me sorprende la cantidad de hechizos que se pueden realizar además de que creo que Aurora es tonta, apuesto a que se va a topar con Huxley y le va a dar otros buenos arañazos aunque igual creo que él no saldrá ileso
Cuando Anýa apareció, hasta que Aurora se fue, de verdad fue divertido ella es una niña y los críos no tienen filtros al hablar, así que bueno, no calló nada :rhianpls:
Me gusta la teletransportación podría viajar a cualquier lugar que quisiera sin tener que gastar en aviones Putabida, me deprimo
Catha sigue siendo un caso raro, sin embargo, de alguna manera ha logrado crear un lazo con Aurora, sin importar que se trate del silencio de ambas, ahí estáQué mejor manera para acercarme a él que siendo su compañera de trabajo. En un lugar lleno de gente, donde no pueda hacerme daño por mucho que lo desee.
¡OH! Me encanta eso
Todo estaba genial porque le dió el empleo así sin más hasta esto:—Porque ya lo sé todo de ti, Aurora Raven.
Are you kidding me?!
Si bien lo había predicho en el post de Dani, me voy con menos neuronas de las que tenía cuando comencé a leer De pura venganza seré igual en mis caps (?)
Bueno, aunque supongo que simplemente se debe a que la novela apenas está comenzando Así que esperaré ansiosísima para leer más
Sólo me queda decir que me encantó tu capítulo y que me debes muchas explicaciones
Aparte de que soy lenta(?), todo es demasiado confuso, tanto que debo releer ciertas partes y sigo sin entender
En fin, me despido :abby:
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Bart Simpson
Re: Coven of salem
- Dani:
- Daniii, cariño, perdón por tardarme en subir tu comentario siempre digo que lo leeré y comentare al mismo tiempo, pero por alguna razón nunca cumplo mis promesas pero sabes que tarde o temparno aquí me tendras haciendote un comentario, siempre tratando de ser descente
Primero en principal, me encanta Ava. Le importa todo una mierda y no quiere que nadie la joda, y pues hace bien porque es torturoso vivir con la angustia de hacer lo que los demás quieren. Ella enfrenta a quien sea y no le teme a nada. Eso es una mujer fuerte, la adoro
- Revisemos a ver que puedes quedarte.- me estiro y comienzo a bajar ropa.
- Me gusta esta- dice tomando una camiseta de los rollings blanca
- Tómala, tengo varias.
- ¡Bien!
Esta escena en particular me recordó a mi con mis hermanas mayores. Yo usaba todo su guarda ropa por ser la menor de las cinco. Ahora no puedo, pues, [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo], pero algún día volveré a tener épocas de gloria como las de Atta con Ava
- Hay un millón de mujeres en esta casa y solo dos hombres, ¿Por qué tendría que hacerlo?- me responde con la típica mueca de repugnancia en el rostro- No es como si tu hicieras mucho durante el día.
Super odioso y machista el tipo este que carajos le pasa? Se queja pero es lo bastante inútil para hacerse su propia comida. Encima siempre le va en contra de Ava y sus hermanas. ¿Celos acaso? ¿O es profesión ser un imbecil? Como sea, no lo soporto.
Amo a Anya jajajaja bien por ella que no se deje joder. Como se meta con ella de nuevo, las va a pagar porque se le irán las septem sobre él
- ¡Loca de mierda!- gruñe Elliot hacia la pequeña- ¿Querías matarme?
- No exageres, solo queme tu comida.- se burla la castaña luciendo descarada.
Y la su abue maldita. Mentira que no tiene preferidos, y justamente lo tiene al idiota Menos mal que la mama de Ava le puso en su lugar a esos dos
Debería de considerar el escabullirme a leer en el sótano. Anya está frenética desde que Sansón llego y probablemente no tarde en venir por mí para pasar tiempo juntos viendo películas, y no estoy de humor para eso.
- Tu nunca estas de humor.- me sobresalto ante la intromisión de mi hermana pequeña dentro de mi habitación- Y siempre las pagas conmigo.
Me da gracia de que justo se queria escapar y Anya la cacho antes que pudiese hacerlo viva la telepatia que tiene, le ayuda a evitar que su hermana se le escape (?) Aunque Ava sea mezquina con ella, me gusta su relación Da lo justo y necesario, no demasiado, pero si lo suficiente para demostrarle que la quiere c:- No me gusta esa actitud negativa tuya, no sueles ser así, hermana. Su relación con los vampiros, con esa familia en particular, jamás ha presentado inconvenientes.
- Es diferente ahora. Ya no confió en ellos. No confió en los lobos, no confió en los cazadores… no confió en nuestra propia gente.- la voz de mi madre se distorsiona al final pero toma aire y prosigue- No confió en los vampiros. No son tiempos para confiar.
Me da pena que su familia se sienta amenazada por la guerra. No solamente ellos, hay montones que deben sentirse así. Creo que hace bien en desconfiar, en épocas así tu propia gente podría darte un puñal por la espalda. Y Ava, tan terca como siempre, no quiere irse al septem.- ¿Necesitas algo?
- Muchas cosas.- murmura cerca de mi oído.
Jujuju, pa que mentirte si mi imaginación voló bien alto- Si continuas mirándome así, seremos el centro de un espectáculo candente justo aquí.
- No me gusta repetir. Ya lo sabes.
- Pero conmigo es diferente- y ahí estaba el Khlaus engreído, con esa diabólica sonrisa cada vez más cerca de mi rostro. Me encojo de hombros con fingida indiferencia.
- Solo fue un follón, no te creas la gran cosa.
- Sigue repitiéndote eso una, y otra, y otra vez.
A mi me encantan que sean tan calenturrientos entre ellos Ava se hace la superada de que ella no repite, pero nena! ese hombre esta volverse loca. El sueño de toda adolescente con andar con un vampiro sexy [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Ya pues, se provocan entre si y se traen ganas, pero vamos a admitir que tienen cierto cariño el uno por el otro. Se nota mas de Khlaus por ella, incluso hasta le propuso escaparse juntosGiro sobre mi propio eje encontrando a dos chicas a las afueras del café. Ambas lucían confundidas mirándose entre ellas. Ellas tenían anillos, podía sentir que las estaban quemando también. La chica asiática parecía estar buscando a alguien con la mirada mientras que la otra morena solo miraba su mano abriéndola y cerrándola. Probablemente se trataban de mis futuras compañeras.
Ella es la única que puede escaparse de sus compañeras de septem cuando en verdad tiene que reunirse con ellas Ava es oro- Tío, con mama y papa tengo suficiente. Solo quiero que me dejen en paz.
- Está bien, chica.- levanta las manos en señal de rendición- pero quiero que sepas que así como fui yo quien te vio con él en esa banca, pudo ser alguien más.
La agarraron de infraganti con Khlaus, pero era obvio que pronto alguna persona de su familia iba a verla con el tipo. Menos mal que fue su tío San, ya me imagino si hubiese sido el odioso de su primo, ya andaria con el chisme por todo el barrio- ¡No lo sé, Ava!- grita desesperada- Por una vez en tu vida deja de ser tan desinteresada.
- ¡Madre solo rastréala!- grito ofuscada- Deja de gritarme y solo rastréala.
- Es lo que Sansón hace.
Ay nooo hasta a mi me desespero que Anya haya desaparecido. Esta guerra esta yendo muy lejos, incluso raptaron a la pobre nena y justo cuando las cosas se estaban poniendo calientes...
Es obvio que fue una provocación para que la guerra se inicie y se quiebren los tratados. Y si, todo vale en esta guerra presiento que la nc se va a poner bien sacada cuando avance y no sé por qué eso me encanta- Vampiros.
- Imposible.- sacudo la cabeza incrédula- Un brujo estaba bloqueándonos, podía sentir su barrera bloqueando el seguimiento.
- Podrían tener más aquelarres aliados.- prueba mi primo y vuelve a mirar a Sansón- ¿Es eso posible?
- En la guerra todo se vale, niños
Menos mal que pudieron rescatarla y que este dentro de todo bien. Nadie quiere que la pobre de Anya sufra :( no ella que es tan linda y loca :( Lo peor es que esto provoco que ahora quieran quemar el cuerpo de Eva, otra niña que no tiene la culpa de las cosas horribles que están pasando. Al menos las tres hermanas se unieron para salvar a Eva, eso me encantoHoy hice más de lo que mi cuerpo y mente hacen a diario, besuquearme con Khlaus intensamente, rastrear a Anya, salvarla, discutir con los locos de mi casa, salvar a Eva del crematorio y ahora estaba en frente de la puta casa del “Sol naciente” como decía aquella tenebrosa canción dedicada a la cacería de brujas de Salem. Odiaba esa canción, y el detestable de Khlaus la cantaba siempre que la recordaba.
Mentira que el día de Ava no habia sido movido aunque por suerte salió todo dentro de todo bien, Anya esta a salvo, rescataron a Eva y finalmente se decidió irse al septem. Aunque esto último a ella no le agrade, es lo mejorCuando tomo mis maletas de vuelta luego de una pequeña pataleta, la puerta principal se abre y aparece la chica del café; la asiática. Vestida con un lindo pijama blanco y con una sonrisa dulce en el rostro. Genial, el tipo de gente que me agrada.
JAJAJA Pobre Ran, incluso sus primas no soportan su personalidad amable y dulce Pero yo sé que Ava terminara amándola y serán grandes amigas- A veces se más de lo que quiero saber.- se encoge de hombros antes de mirarme con el brillo de la honestidad destilando por todo su ser - pero soy buena guardando secretos, lo que hiciste no es de mi incumbencia y no se sabrá de mi boca.
Amo lo sabia y reservada que es mi nena Pero ahora sabemos que sabrán sobre que Ava fue quien rescato a Eva. Tendrá muchos problemas por ello? Ya quiero ver que pasa con los de su familia cuando se enteren de esto, pero enserio que no pueden tomarselas contra una niña, ni siquiera puede defenderse
Menos mal que salvo a Eva porque ya veia a Khlaus todo loco matando a la familia de Ava por quemar el cuerpo de Eva. A mi también me jodio que fuera tan incredulo cuando le dijo que le salvo. Vamos, ni que Ava fuera un monstruo cambia esa mirada, hombre- Iban a quemar el cuerpo de tu hermana- sus ojos se abren enormes y la ira se mezcla con las demás emociones.
- ¿El fuego?
- Me hice cargo, deja de hacerte la película.- sacudo la cabeza con mi propia frustración- No le diré al aquelarre lo que acabas de decirme, ya tengo suficiente de su mierda. Les diga lo que les diga, de todos modos el pacto con tu familia termino. Ellos creen que incineraron el cuerpo de Eva.
No hay chance de que Ava tenga un día tranquilo, ya se cruzo con la loca de Catha, la dulce de Ran y sabe que ninguna de las dos es del tipo de persona preferida que se queje todo lo que quiera, terminara por amandolas a las dos- ¿siempre eres tan eufórica?
- Si, bueno, no…- duda un momento y luego retoma- cuando duermo estoy más relajada.La mueca relajada de Khlaus cambia por una más maliciosa. El brillo sádico en sus ojos y la sonrisa macabra en sus labios eran buena señal para mí.
- ¿Vivo o muerto?
- Vivo.- sentencio y el relame la macabra mueca de sus labios.
- Bien, podremos torturarlo juntos después.
Bien por ese trato. Hay que hacerle trizas al malnacido que le hizo eso a Anya no es mucho mejor que los vampiros que le hicieron eso a la niña. Lo que me intriga saber es que le robo Boris a Khlaus, el tipo no parece el tipo de persona que uno quiera joder.
A mi me da gracia porque ella misma sabe que se esta mintiendo. Terminaras cediendo ante ese hermoso vampiro, no te resistas tanto, querida Ava- Te llevaras una decepción.- levanta las manos con inocencia argumentada- esos brujos, hombres lobos, humanos y todo lo que te follas, no me llega ni a los talones.
- Pues tendré que aprender a vivir decepcionada. Puesto que no pienso acostarme contigo de nuevo.
Ya pues, Dani, siento este comentario un poco soso :( para resumir todo, el capitulo me encanto; adoro la personalidad de Ava y como se desarrolla su relación con Khlaus. Al principio se ve superficial, pero mientras mas leo sobre ellos me doy cuenta que no es tan así y me encanta yo ya quiero que vengan sentimientos bellos, momentos super dramáticos que solo vos sabes ofrecernos y mas acción por parte de esos dos
Besitos nena
Jaeger.
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Re: Coven of salem
- Kate is in my mind :
Por fin estoy aquí haciendo un comentario a medida que voy leyendo quizas me pierda un poco y sea sin sentido, pero es que andare concentrada en el capitulo Perdón la tardanza, no tengo modales :( Aquí le voy:
Aurora parece tener una vida con demasiadas estructuras en su horario y un padre loco que quiere matarla (¿que mierda?), aunque me da curiosidad como es que ella no puede sentir nada. Lo cierto es leo y pienso que se gano la loteria del terror. No la culpo por haber matado a su padre, creo que tuvo las razones suficientes para hacerlo.Tenían razón: fue un lobo. Del tipo que puedes cruzarte todos los días de camino al trabajo pensando que no es más que una persona como tú. A mi familia la había asesinado un licántropo.
Me dio mucha pena la masacre que sufrió la familia de Aurora esta horrible guerra esta acabando con muchas vidas y familias. Pobre bebe que se encontró con semejante situación, no es de extrañar que llamara a la poli.
Lo que me sigue intrigando: ¿qué es lo que no permite que Aurora no tenga sentimientos? ¿Qué le hicieron? Porque si siente ira, entonces no esta tan privada de ello como lo cree.
Muy triste que haya tenido que quemar su hogar, pero era lo mejor si no quería dejar rastros, además encontró la pista de quien podría haber matado a sus tías. Me da a pensar si fue algo personal o simplemente por el echo de que ahora todos están enfrentadosCuando el ratón despertó: estaba encerrado en una mansión victoriana de Nueva Orleans.
Pobre, ella apenas tuvo tiempo de asimilar que era una bruja, la muerte de sus tías y todo lo demás. Pero va a estar a salvo allí, haré que mi bebe la cuide mucho aunque, como a Ava, no creo que Ran sea del tipo de persona que le caiga muy bien xd
Cuando no Salem de chismoso pero es que ni él solo se aguanta tremendo chisme.Preguntaron, pero ya sabían. El gato se lo había contado todo. Que asesiné a mi padre, mis tías y mi abuela descuartizadas por una bestia. Aunque, por supuesto, creían que la muerte de mi padre había sido un desafortunado accidente. Incluso Cordelia. Perdió el control de sus poderes, fue un terrible daño colateral.
JAJAJAJA ese Salem gato loco y vengativo, le lleno de pelos la mantequilla apropósito . Pero es quien mejor acertó con Aurora.—No me caes bien —anuncia—. Miras extraño. Era como una cámara de vigilancia que almacena todo lo que ocurre a su alrededor para más tarde analizarlo.
Ran trata de hacerla sentir en casa, pero solo logra incomodarla con su naturaleza hospitalaria(? Es común que Aurora se sienta así, todo es muy nuevo para ella y creo que le afecta de alguna manera inconsciente aunque ella piense que no. No sé, a mi me da cosita que sus sentimientos estén como retenidos, ¿que le hicieron a la niña?
Sé que puede ser un poco incomodo para ella, pero espero que en el futuro sea muy amiga de las chicas y se pueda abrir un poco mas con ellas
Yo si creo que toda maldición puede romperse en verdad, quiero creer que se pueda, sobretodo porque ha pasado un montón de cosas feas y no se merece esto También es cansador tener que fingir todo el tiempo, creo que debería dejar de preocuparse por ello ahora que esta en la mansión. Ninguna de ellas es normal, son todas raras de por si que son brujas.—Subestimas el poder de la magia, Aurora —intenta detenerme, extendiendo la mano hacia mí—. Toda maldición puede romperse.
Suspiro. Ignorando su mano, apartándome.
—No te ofendas, pero mi abuela era mayor que tú, con mucha más experiencia. Si ella no pudo arreglarme, dudo que tú seas capaz de hacerlo—. Cordelia frunce el ceño, dolida. Que me enseñaran a comportarme no significa que lo emplee siempre. Es extenuante tener que seguir una pauta todo el tiempo.«Responde, muéstrate agradecida por su interés».
—Sí, en septiembre empezaré el tercer curso de Antropología.
Me dedica una sonrisa genuina. Por la forma en la que se cruza de brazos, comprendo que espera que le haga la misma pregunta que ella me ha hecho a mí. Un intercambio. Yo me preocupo y tú también.
Aquí una lección sobre como desenvolverte en sociedad a mi me encanta que Aurora sea tan analítica con el comportamiento de las personas y como debe actuar según los comportamientos sociales. No me imagino cuanto trabajo invirtieron sus tías en que pueda tener una mejor interacción con las personas y darse una idea de que sentir en ciertos momentos. Es también un poco triste. Todavía no supero que le pase esto—Oh no, oh no… —murmura Ran en tono agudo, moviendo la cabeza en distintas direcciones, como si estuviese acorralada—. Es Darby, yo…
La miro con el ceño fruncido, sin enterarme de nada. Vuelvo a mirar hacia los agentes de policía, que parecen ser el origen de su perturbación. Uno de los agentes, que tiene los mismos rasgos asiáticos que ella, parece reconocerla. ¿Habrá hecho algo ilegal?
JAJAJAJAJA Ran se quería morir cuando vio que estaba Darby y lo ilegal creo que fue vomitarle en los zapatos Aurora no entendia nada, ella creía que habia peligro (si lo hay, disfrazado de policia y muy sexy) y solo era mi loca asustada
Sus cosas de humana Aurora aprovecho y se fue para otro lado, todo para librarse de la pesada de Ran Pero mejor, ella tiene que ir a ese lugar para buscar información ¿no? Yo también quiero venganza por lo que le hicieron a su familia
Sale corriendo hacia el otro lado de la calle, esperando que la siga. Pero no lo hago. No me queda más tiempo que invertir en Ran y sus cosas de humana.—El dinero. —Cambia su pose de depredador por la de comerciante. Me recuerda a un zorro, poco de fiar y dispuesto a clavarte los dientes a la menor oportunidad.
Randy también me recordo a un zorro. El tipo no es de fiar, no tiene lealtad, asi que habria que irse con cuidado con él. Me dio para pensar en tramas eso con que sabe de todo, ¿trabajara también para los cazadores?
En fin, me gusto que Aurora lo enfrentara. Nunca puedes fiarte de información dada por personas que juegan con doble filo.—No—. Catha desaparece con frecuencia, suele regresar sucia, cansada y, a veces, incluso magullada. Pero lo que sea que haga, ni me incumbe, ni me importa.
Donde se ira la loca de Catha? a mi también me tiene intrigada. Todas tienen secretillos que ocultar, Cornelia debe andar locaGira con gracilidad sobre sus talones, como si fuese un paso ensayado. Cruza los brazos bajo las costillas. Ran es dulce y en una primera impresión, podrían tacharla de inocente. Pero con su barbilla alzada, deja claro que, de inocente, no tiene ni la pose.
El drama no se lo quita nadie me encanta. La describió bien, a simple vista parece inocente pero no tiene nada de ello.Me da una palmada en el hombro para reforzar sus palabras. Y, de súbito, se pone rígida como una estatua y acaba hundiendo los dedos en mi hombro, con tanta fuerza, que se me escapa un chillido.
—¡¿Qué estás haciendo?! —bramo, luchando por zafarme de la presión que ejerce.
OMG esta teniendo una visión ahora me muero de curiosidad de saber que es lo que vio Ran como para que se haya puesto así con Aurora, toda bien cautelosa y desconfiada enserio fue algo tan malo para ponerla asi? YO QUIERO SABER, KATECuando comienzo a pensar que Randy me ha timado, veo a un chico que se abre paso entre la multitud a codazos, con ademanes presurosos. Alcanza la barra, a mi altura y, apoyando la mano sobre la superficie, se impulsa y la traspasa de un salto. Grácil, sin esfuerzo. Me llega su aroma: huele a pino y a madera.
Ay muero que ya apareció el hombre lo estaba esperando, ahora lo unico que ansió es su encuentro con mi niña. Y ES QUE EMOCIONA PORQUE, PAREN EL MUNDO, HUXLEY ES HARRY! Su fc, en realidad, pero imposible no emocionarse no recuerdo si te lo mencione anteriormente, llevo semanas haciendo este comentario (lo siento, soy un asco), pero no deja de ser emocionante jujuju Y encima de todo canta, no solo es hombre lobo, tambien es cantante y CANTA LA CANCION DE GEORGIA DE RAY CHARLES. Basta, voy a morir con este hombreHuxley, con una velocidad sobrehumana, se abalanza sobre mí. Me agarra de las muñecas y me estampa contra la pared de uno de los edificios. El cerebro me baila en dentro del cráneo a causa del golpe. Me retuerzo, intentando zafarme. Huxley me tiene agarrada con las muñecas, al tiempo que me aplasta el resto del cuerpo con su torso. Es como si se me hubiese caído encima un trozo de cemento.
Esta puede ser una posición muy peligrosa considerando que son enemigos, pero no evito pensar en cositas jujuju imposible con Huxley
Te digo que enserio ame toda la pelea entre ellos. Huxley siendo un imbecil clavandole las uñas a mi niña y Aurora dandole su merecido a traves de sus poderes. No te metas con ella o te mueres, perro Menos mal que reacciono a tiempo y lo dejo ir. Meterse con otra manada es peor y mas problemática. Primero hay que ver quienes fueron los que mataron a su familia, asegurarse.
—Eso ya lo veremos.
Hago acopio de la última remesa de fuerza que me queda y consigo desaparecer de allí.—Además, podría preguntarte lo mismo —añado segundos después, bajo la atenta mirada de mi acompañante.
Con la barbilla, señalo su brazo, que no ha movido ni un centímetro. Catha junta las cejas, formando arrugas en su entrecejo.
—Touché.
presiento que estas dos van a darme mucho de que reírme, pues ambas se van a relacionar con hombres lobos y ninguna quiere contarle a la otra sobre sus perros—¡Qué pasada! —exclama, exultante de emoción. Casi parece que va a ponerse a realizar el baile de la victoria de un momento a otro—. ¿Lo has sentido? El poder… —Se mira las manos, como si no fuese del todo consciente de sus capacidades.
Amo cuando hacen magia y sobretodo juntas se me ocurren un monton de cosas, incluso podriamos hacer un manual de hechizos para tenerlos a mano. En fin, x con eso. Ahora conozco un poco mas porque Aurora mato a Rufus, y como no, si paso de no sentir nada a sentir algo al matar. Pero tranquila, nena, que no me vaya a matar a medio mundo para sentir—A mí me gusta que nos cuentes historias, el conocimiento es poder. —Catha rechaza la propuesta de las demás, ganándose una mira orgullosa de Cordelia. Así es ella, que siempre quiere saberlo todo.
Catha chupa medias, la amo JAJAJAJA todas mirandola mal, pues, no queremos historia, ¡queremos usar los poderes!
Y, por cierto, ¿que tanto Ran que no la mira a Aurora? ¿QUE FUE LO QUE VIO? (siempre me olvido de preguntarte)Unos aplausos huecos retumban en el invernadero. Nos sobresaltamos y miramos hacia la entrada, donde encontramos a Fiona Goode, la Suprema. Con un elegante traje en color crema y unos tacones de aguja. Sostiene una copa de vino en la mano y su habitual gesto de suficiencia.
MUERO MUERTA QUE APARECIÓ FIONA Juro que amo su personaje, pese a que no tiene buenas intenciones, pero definitivamente no tiene desperdicio y me encanta que lo hayamos incluido
—Vale, pero primero tu nombre. —Con su pequeña mano, me invita a pronunciarme.
—Aurora.
—Como la de la Bella Durmiente —hila, ladeando un poco la cabeza—. Espero que tú no seas tan tonta como para pincharte con una aguja.
Apareció la niña mas encantadora del mundo amo a Anya, me encanta ella y su peculiar personalidad es la octava septem Aurora es la unica que no puede leerle los pensamientos, ¿sera la Bella de su Edward?Entiendo lo que quiere decirme.
«Yo no digo nada si tú no lo haces».
Que decirte, yo quiero aventuras de estas dos! Voy a exigirle a Emilia lo mismo, es que me encanta el dúo que forman!
Aurora yendo al bar... es la mejor manera de acercarse y averiguar, si. Además, Huxley no puede hacerle daño con tanta gente y de paso SE ABRE ROMANCE UN AMOR ESPERADO POR CANDELA Y POR TODO EL PUBLICO yo sé que no vas a decepcionarme—¿Ya está?
Annabeth toma asiento sobre una de las mesas.
—No voy a darte una fiesta de bienvenida, si es lo que esperas. —Se burla.
—No me refería a eso —contradigo. Sé que debería callarme, he conseguido el trabajo, pero me veo incapaz—. Ni siquiera me ha preguntado mi nombre.
Me dedica una sonrisa ladeada, superior.
—Porque ya lo sé todo de ti, Aurora Raven.
Whaaaaaaaat y esta como sabe sobre Aurora? ¿QUE MISTERIO HAY ALLI?
Ahora no me queda otra que esperar a que subas de nuevo... o, bien, podría ir a hostiagarte por whatsapp hasta que no te quede otra que bloquearme jujuju.
Ya pues, me encantan tus personajes, Kate Aurora es un tipo de chica que no te había visto usar hasta entonces, me agrada y presiento que harás que la ame un montón. Siento que no hemos hecho demasiadas tramas para esta nc, creo que tendremos que profundizar un poco en ello(?) Voy a estar esperando tu proximo capitulo con mucha ansiedad para descubrir sobre Aurora y su no sentir y Huxley cayendo en las redes del amor por ella y claro, esperando a que se forme toda esta guerra que se aproxima Besitos
Jaeger.
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Re: Coven of salem
En un rato más subo mi cap
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Bart Simpson
Re: Coven of salem
Hola, chicas. Aquí está mi capítulo, espero que les guste y no se aburran infinitamente(?), de alguna manera siento que quedó plano(?).
Hay algunas partes que creo no entenderán del todo puesto que no lo agregué a mi ficha, pero dejaré una nota en ésta aclarando ciertos puntos para que puedan comprender mejor el capítulo, gracias por leer
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Bart Simpson
Re: Coven of salem
CAPÍTULO 05 || PARTE 1
Taiga Robinson & Terry Reed
Mis ojos se abren de repente y de inmediato se quedan fijos en el techo color oscuro adornado con las constelaciones del espacio. Me siento extraña en este lugar, sin embargo, me parece bastante familiar.
Me acomodo sentándome sobre la cama y miro mis pies descalzos, levanto la vista e intento visualizar cualquier cosa pero es demasiado borroso y no logro distinguir nada en absoluto. A continuación, el olor a quemado empieza a adentrarse en mis fosas nasales y toso por inercia poniéndome de pie, el humo comienza a espesarse y distingo el fuego colorear la puerta de un rojo intenso. Mi pulso se acelera a tal punto que pareciera que tendré un ataque de pánico.
Retrocedo unos cuantos pasos y giro mi vista al no encontrarme con la cama, regreso la mirada nuevamente y el fuego ha tomado fuerza y quema la mayor parte de la habitación. El papel tapiz se convierte en cenizas en instantes y el calor intenso comienza a calentar de más mi piel.
Estoy pegada a la pared, a punto de ser calcinada, tomo aire para pedir ayuda pero ningún sonido sale de mi garganta.
Escucho la madera crujir y de un instante a otro la puerta explota por el calor intenso, tan sólo atino a cubrir mi rostro con ambas manos como si de esta forma fuera a protegerme...
Un golpe en seco hace que mis ojos se abran de repente y que el fuego abrasador se vaya al instante. Me llevo la mano a la cabeza, creo que me saldrá una protuberancia.
Antes de quejarme dirijo la mirada hacia el reloj en mi buró y suelto un gritito al darme cuenta de la hora; es en verdad demasiado tarde. Me levanto como de rayo y corro hacia mi clóset, observo nuevamente el reloj, segura de que el tiempo no me alcanzará para tomar una ducha así que simplemente me visto tan rápido como puedo y cepillo mi cabello, mis ojos rebuscan de un lado a otro mi liga para cabello, pero no está a la vista, tan sólo salgo de ahí después de cepillar mis dientes a la velocidad de la luz, me acomodo mis converse y me encamino hacia la cocina; ahí están ellos, pareciera como si una bruma oscura emanase de sus cuerpos.
De algún modo logran provocarme miedo.
- Buenos días – saludo acercándome al desayunador.
- Hey – responde el hombre de manera relajada y a continuación muerde un trozo de pan tostado con mermelada de fresa encima.
- ¿Puedo tomar uno? – señalo el tostador.
- Haz el tuyo – Gemma se acerca y toma ambos panes de mala gana, a continuación lame ambos y después se va hacia la mesa donde toma lugar junto a Jace.
No puedo evitar observarla con resentimiento, a veces creo que me odia.
Recuerdo la hora y simplemente salgo de ahí, tomo las llaves y el dinero que dejan para mí cada mañana de clases sobre la mesa de la entrada. Corro hacia la reja del jardín de la entrada principal y tomo mi bicicleta.
- ¡Demonios! La mochila...
Exclamo bastante con sorpresa, últimamente todo se me olvida, literalmente. Regreso corriendo hacia la cocina, sujeto la mochila y salgo de ahí escuchando las risas de mis crueles padres detrás de mí. Supongo que simplemente trabajar para el gobierno los hace insensibles.
Me monto en la bicicleta y emprendo camino hacia la universidad, estamos en cierre de semestre y un examen me espera llegando...
En el enorme estacionamiento hay un área para las bicicletas y las motos, en un espacio libre acomodo mi vehículo y pongo el candado para que nadie se lo lleve.
Corro tan rápido como mis piernas me permiten hacia el aula de clases, la puerta está cerrada y me veo con la obligación de tocar.
- Buenas noches – saluda a regañadientes mi profesor de química orgánica.
- Hola – mis mejillas se sienten calientes de la vergüenza.
- Sabes que no puedo dejarte pasar, ¿cierto? – se cruza de brazos mientras menea entre sus dedos el marcador para el pintarrón.
- Perdón, pero...
- Lo siento, Taiga. Tendrás que esperar aquí, una vez que terminen el examen podrás entrar.
Esto es una porquería, lo más probable es que no apruebe la materia y mis padres me matarán con todo gusto. Suspiro pesadamente y me recargo sobre la pared para después sentarme sobre el piso. Estoy muy decepcionada de mí misma, siempre sucede lo mismo, por más que intente mejorar en mi vida escolar, simplemente todo me sale mal, por cualquier cosa.
Cierro mis ojos un instante, y golpeo suavemente mi cabeza contra la pared. Necesitaré algún tipo de hipnosis que me ayude a dejar de ser tan tonta. Mis ojos se abren un segundo exacto antes de que la puerta sea empujada salvajemente por los alumnos que esperan salir del aula, me levanto del piso con mi mochila en manos y espero a que algunos alumnos salgan de ahí.
Me dirijo a paso rápido y con la vista fija en el piso hacia mi pupitre.
- Pueden tomarse cinco minutos, vendrán unos alumnos de la facultad de Psicología a hacerles un test, les pido su cooperación, ellos también necesitan aprobar sus materias.
El ruido se eleva inundando el aula una vez que el profesor Kerman da el anuncio, me llevo una mano hacia mi bolso delantero derecho del pantalón y busco los billetes que tiempo atrás deposité. Doy un último vistazo a mi mochila sobre la silla y me encamino hacia la salida en dirección de la máquina expendedora de golosinas que se encuentra en el pasillo a cuatro metros.
Aliso un dólar arrugado entre mis dedos y lo introduzco en la pequeña rendija esperando que lo tome de una vez, pequeños ruidos robóticos provienen de la máquina y el billete se desliza hacia fuera, no puedo evitar revolear los ojos; lo tomo e intento alisarlo con el borde de la expendedora, a continuación lo introduzco nuevamente.
Mis ojos están fijos en la rendija, pasa un segundo, dos, tres y sale nuevamente.
- ¡¿Es una broma?! – arranco el dólar de la máquina y lo aliso con fiereza.
- Yo te ayudo con eso – la voz proviene de alguien a mi lado, pero justo ahora me he obsesionado con esto y no lo dejaré pasar.
- Yo puedo.
Me aseguro de que el billete no se ha roto debido a la fuerza que usé alisándolo. Lo introduzco lentamente, percatándome de que mis músculos se han tensado y mi lengua yace sobre mi labio debido a la concentración. El billete ha entrado y me preparo para presionar los botones cuando vuelve a salir por la rendija nuevamente. La persona que me brindó ayuda suelta una risita y le echo una mirada de pocos amigos para después volverme loca un momento con el billete, lo introduzco y gracias al cielo se ha quedado dentro, presiono el número cuatro y después el dos antes de esperar a que caigan mis donitas glaseadas.
- Tengo que hablar contigo…
- No quiero ayuda, ya lo resolví – le resto importancia con la mano, mi vista está enfocada en el resorte que se mueve con extrema lentitud.
- No creo que puedas resolver esto – lo miro de mala gana y doy un salto al darme cuenta de que se trata del profesor Kerman.
- Lo siento yo… – busco con la mirada al chico de hace un instante – Había una persona molesta.
- No importa – me mira raro – Lo diré claro, tendrás que repetir mi materia.
Mi boca se abre de la impresión al igual que mis ojos, el hombre frente a mí se muestra un tanto apenado, creo que su propósito no es exactamente arruinarme la vida reprobándome sólo porque sí.
- Ehm… ¿hay algo que pueda hacer? – niega.
- Recursar la materia el próximo año – mi alma abandona mi cuerpo un instante, estoy muerta – Ve al aula, ya están los alumnos que les aplicarán la prueba – arrastro mis pies en dirección al aula, ahora qué carajo se supone que haré – ¡Taiga! – me giro – Olvidaste tus golosinas – señala la máquina.
Trago saliva antes de regresar por el paquete de mini donas, me inclino para tomarlo entre mis manos y antes de irme le doy un último vistazo al profesor Kerman, camino a paso lento sin quitar la vista del paquete de donas, el hambre se me ha ido repentinamente. Vuelvo a mí del todo en el momento preciso en que uno de los muros se atraviesa por mi camino y choco contra éste.
- ¡Fíjate, cegatona!
La advertencia burlona de uno de los chicos de otro grupo me hace sentir demasiado estúpida, concentro mi mente y camino directo al aula.
- ¡Ya llegó Peppa!
Grita una tipa del grupo sitiado en la zona superior derecha del aula, se hacen llamar así mismas algo como “Sweet Dolls”, en fin, no estoy segura pero se han empeñado a hacer burla de cualquier aspecto de mi persona, ¿qué se puede esperar de un montón de chiquillas ridículas de diecinueve años? Nada supongo, el simple hecho de pensar responder sus inmaduras agresiones me da pereza.
- ¿Puedo pasar? – pregunto desde el marco de la puerta, los cuatro chicos provenientes de la otra facultad me observan.
- Adelante – indica el pelinegro.
- Haz retrasado la clase una vida, Winifred – se queja una.
Me limito a revolear los ojos e implorar paciencia a los cielos para no mandarla al inframundo de un puñetazo en esa boca floja que se carga. Tomo asiento y me pierdo un instante en el paquete de plástico color esmeralda encima de mi pupitre. No es hasta que comienzan a hablar algo psicológico relacionado a los sueños que levanto la mirada, uno de los dos rubios presentes da ejemplos del significado de algunos de ellos y por reflejo levanto mi brazo sorprendiéndome incluso a mí misma.
- ¿Sí? – pregunta el castaño quien se ha percatado de mi brazo al aire.
- Todos los sueños… hablando psicológicamente, ¿tienen algún tipo de significado? – él mira hacia arriba como si pensase lo que está a punto de decir.
- Según la teoría psicoanalítica sí, esto tiene que ver con el inconsciente el cual describe Freud que se manifiesta principalmente en nuestros sueños – explica pero no creo haber entendido demasiado.
- ¿Freud? – esboza una sonrisa, supongo que mi expresión de confusión es bastante graciosa.
- ¿Te intriga la interpretación de los sueños? – el otro rubio se acerca unos cuantos pasos hasta quedar a la par de los primeros pupitres.
- No exactamente – me encojo de hombros – Es sólo que me preguntaba acerca del significado de soñar lo mismo de manera recurrente.
- Ya va a empezar – escucho por lo bajo, en verdad a estas personas les molesta cualquier cosa que hago.
- ¿Qué sueño? – interviene el pelinegro, no estoy segura de si su expresión demuestra diversión o intriga, o ambas.
- Sueño con fuego…
- Eso suena a indicio de piromanía – canturrea una castaña loca, la miro de mala gana y me arrepiento de haber preguntado cualquier cosa.
- ¡Basta! – el castaño silencia los gritos y las risas – Continúa.
Pide amablemente, lo observo un instante y después mi mirada viaja hacia sus compañeros quienes asienten para que siga hablando. Echo un vistazo al grupito de pesadas a mi derecha quienes se burlan entre sí y justo ahora siento que mi sangre hierve, tomo aire de manera pesada antes de responder.
- Olvídalo – me tumbo sobre la butaca.
- No, está bien. Puedes seguir hablando – ahora es uno de los rubios quien habla.
Levanto ambos hombros con fastidio, recalcando que no diré nada más.
- ¡No te enojes, Mérida! Era sólo una bromita.
- Vete al carajo con todo y bromita.
Estaba a punto de mandar al caño los seis meses de paciencia con estas chicas, no soy en realidad el tipo de persona que arma un show de pelea con venta de rosetas de maíz y fuente de sodas, prefiero evitarme la molestia de discutir con idiotas, pero a veces los idiotas piden a gritos que los pongan en su lugar.
Las chicas abren la boca tan grande que pareciera que fueran a devorar a los demás presentes, froto mis dedos en mis temporales para tranquilizarme un poco. Giro la vista hacia los chicos al frente quienes no están del todo seguros de cómo continuar con su actividad.
- Era sólo un chiste, Chucky, no tienes por qué hablarnos de esa manera.
Eso es todo, me levanto de mi pupitre, tomo mi mochila y camino en dirección de la chica, no hay nada que pueda lanzarle, tan sólo un cuaderno en su mesa. Me inclino un poco hasta quedar a la altura de su rostro.
- Te mataré, malparida.
Y esa expresión de terror es la que calma todo mi pesar, ahora salgo de ahí con un montón de murmullos detrás de mí. Acabo de descubrir que las bromas se me dan a la perfección, tan sólo necesito seis meses de bullying intenso y apodos como Winifred Sanderson, Fiona, Vicky la niñera, Mérida, Ariel, Hiedra venenosa, Hermione Grenger, Ron Weasly, Daphne Ann Blake, Jean Grey, y el más bobo de todos; Sansa Stark.
Es increíble que existan tantos personajes pelirrojos para comparar y burlarse de mí.
Me dirijo hacia la biblioteca y permanezco ahí hasta que la mayor parte de los estudiantes se han ido, elijo tres libros y los registro en mi expediente para poder llevármelos a casa. Camino hacia los casilleros donde dejé mi mochila e introduzco la llave, el ligero chirrido ocasionado al rozar el metal de la llave con el metal de la cerradura me causa un repentino escalofrío que me hace girar casi por completo observo un instante el lugar sintiendo una extraña sensación. Froto mis brazos y me apresuro a salir de ahí, alguna vez escuché a alguien decir que los escalofríos repentinos son causados por almas en pena que tocan a los humanos, es una superstición un tanto demente pero prefiero no tentar mi suerte.
Camino a grandes zancadas por los pasillos del campus antes de que se haga demasiado tarde y la luz del sol se vaya por completo. Rebusco en la bolsa pequeña de mi mochila hasta encontrar las llaves que abren el candado de la cadena, a continuación, la dejo dentro de la bolsa más grande y me trepo en el asiento, tomo impulso y después comienzo a pedalear.
El aire choca contra mi cara tornándose de poco a poco frío, lanzo una mirada rápida hacia el cielo rojizo y despejado. Al parecer hoy hará frío intenso a pesar de la estación del año en la que nos encontramos.
Doy vuelta hacia la izquierda observando que el camino esté despejado y ningún carro pueda golpearme, el camino está vacío, por lo tanto aumento la velocidad y cambio de una banqueta a otra. Mi vista está fija en el camino hasta el momento en que la llanta delantera de mi bicicleta comienza a vibrar de una manera extraña, la observo preguntándome qué sucede y ésta se detiene de repente provocando que caiga dando un giro con todo y bicicleta.
- ¡Demonios!
Alejo la bicicleta de encima mío e intento encontrar una explicación lógica, giro el rostro hacia atrás buscando a alguien que haya sido testigo de mi vergonzosa y dolorosa caída, sin embargo, el lugar está desértico así que puedo evitarme la molestia de calmar mis mejillas sonrojadas. Cuando regreso la mirada puedo visualizar una silueta escondida en la casi inexistente sombra de un árbol, me es inevitable pensar si aquella persona va a ayudarme a levantarme o simplemente se quedará ahí observándome. Su vista viaja hacia arriba, no sé qué observa, tan sólo no puedo quitarle la mirada de encima. A continuación, regresa la vista hacia mí, ladea la cabeza luciendo confundido, avanza un paso y puedo notar su piel pálida y cabello claro.
Avanza un paso más en mi dirección y se detiene en seco de repente, su entrecejo se frunce y puedo notar la forma en que su nariz se arruga cuando respira profundo. No tengo idea de cuánto tiempo he estado tirada aquí observando a ese hombre raro, evito su mirada y me concentro en los raspones en mis rodillas y brazos. Maldigo en mi interior cuando mis articulaciones duelen al momento de levantarme, observo al chico nuevamente quien continúa haciendo lo mismo.
Niego para quitarme de la cabeza esa extraña escena, levanto mi bici con la ayuda de mi fuerza interior y me acomodo la mochila en mi espalda antes de montarme nuevamente en el asiento. El suspiro hondo del chico me hace voltear a verlo, ha comenzado a acercarse más hacia mí, olfateando, tal como lo haría un perro que ha localizado algún olor apetitoso o simplemente extraño; despistadamente tomo el cuello de mi suéter y lo llevo a mi nariz en busca de algún olor raro… nada, huele a suavizante para telas. Giro el rostro para asegurarme de que su mirada no esté fija en alguien detrás, tan sólo se distinguen las luces de un auto que gira hacia la derecha media cuadra antes de donde estamos.
Lo observo nuevamente y trago en seco antes de empezar a pedalear, está demasiado oscuro y el ambiente parece ser perfecto para algún suceso trágico, realmente no quiero ser la víctima. Me encamino hacia la otra banqueta para evitarlo y después tomo rumbo hacia casa una vez más, de tanto en tanto miro mis rodillas, ambas arden en cada ocasión que las flexiono al empujar los pedales.
Los ladridos estruendosos de un perro siendo paseado por su dueño me hace girar el rostro y perder un poco el equilibrio, me sorprendo al identificar al culpable de tremendo alboroto, es el chico de hace un momento. Un escalofrío me recorre, la sensación es la misma que la de la biblioteca; de inmediato la adrenalina se apodera de mis piernas que pedalean con mucha más fuerza que hace un minuto, mi respiración comienza a agitarse debido a la fuerza invertida y el susto que me ha sacado el muchacho. Observo uno de mis brazos y tengo los pelos de punta, de pronto el camino a casa me está pareciendo eterno.
Me pego a la banqueta preparándome para girar y la explosión de uno de los focos de las lámparas que iluminan la calle me sobresalta, pero eso no es lo más escalofriante de la situación, sino que el chico de hace un momento me sigue el paso en medio de la calle, pareciera caminar a la par de mi velocidad, su expresión aún confundida y su mirada fija sobre mí me hace soltar un fuerte grito.
Estoy oficialmente aterrada.
Busco con desesperación ayuda y a sólo unos metros hay un local, no me lo pienso ni un segundo para dejar la bicicleta ahí tirada y correr tan rápido como mis piernas me permiten para adentrarme al que parece ser un restaurante. Empujo la puerta llamando la atención de unos clientes que disfrutan de comida y bebidas, me encamino más hacia dentro observando de tanto en tanto los ventanales asegurándome de que el muchacho extraño no me haya seguido.
- ¿Te puedo ofrecer algo? – me giro como de rayo soltando un grito del susto, el castaño se sobresalta y parece asustado al igual que yo.
- Lo siento – me apresuro antes de que me crea una demente.
- ¿Te encuentras bien? – bastante tarde, me observa como si estuviera loca, a continuación entorna los ojos en mi dirección – ¿Te conozco? – niego, no recuerdo haberlo visto – La chica Chucky, ¿no?
- La chica Chu… – el aliento se me va y simplemente resoplo, se me viene a la cabeza la imagen de este chico en el salón de clase.
- ¡No! No quise decir eso – en lo que sus palabras se tropiezan giro el rostro una vez más hacia los ventanales de la entrada – Lo lamento, no pregunté tu nombre – me mira un instante y después sigue mi constante mirada hacia la entrada – ¿Sucede algo?
- Alguien me está siguiendo – sus cejas se levantan con sorpresa y observa nuevamente el ventanal.
- ¿Estás bien? – acerca uno de los bancos de la barra para que tome asiento.
- Sí, yo sólo no sé si esté ahí fuera esperándome o algo así – me encojo de hombros.
- Puedo llamarte un taxi o Uber – ofrece amablemente, y encuentro tres “peros”; vengo en bicicleta, no estoy muy lejos de casa y estoy en quiebra.
- Está bien, tengo una bicicleta – me ve haciendo obvio el hecho de que no hay señal de ninguna bicicleta cerca, a continuación levanta una ceja y me apresuro a seguir hablando – Está en alguna parte de afuera.
- ¿Vives muy lejos de aquí? – niego – Te acompañaré a casa.
- Uhm…
- Avisaré a mi jefe, espera aquí.
Vaya chico tan atrevido, ni siquiera me dejó hablar. Observo el lugar un instante, ahora estoy más incómoda que asustada, me levanto del banquito y empiezo a caminar hacia la salida.
- ¿Estás lista? – no he dado ni tres pasos.
- ¡Sí! – me giro al instante haciendo lo mejor que puedo para ocultar el rojo de mis mejillas.
Me dirijo hacia la puerta y el castaño se apresura para abrir la puerta para mí, me detengo en seco y agradezco el gesto con una mueca mientras camino tan rígida como una tabla. Mi mirada viaja de un lado a otro en busca del hombre que me ha dado el susto de mi vida.
- ¿Cómo me dijiste que te llamas? – rompe el hielo.
- Jamás mencioné mi nombre – el chico asiente lentamente con notable incomodidad.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Taiga.
Diviso mi bicicleta a unos metros, me encamino hacia ésta y me inclino para levantarla. Visualizo a una pareja caminar tomados de la mano en la banqueta de enfrente, pero del chico raro no hay pista.
- ¿Hacia dónde? – lo observo.
- Oh, está bien. Puedo ir por mi cuenta – le resto importancia con la mano.
- Pero dijiste que alguien te seguía, ¿qué pasa si sabe dónde vives y te está esperando en el camino o algo por el estilo? – frunzo el entrecejo y hecho un vistazo por el lugar antes de ceder.
- Bien… gracias.
Camino cabizbaja, esto es vergonzoso de algún modo. Contemplo las calles serenas de Nueva Orleans y me pregunto qué misterios pudieran ocultarse aquí, no he dejado de sentirme intranquila desde que llegué y ahora el sentimiento de intranquilidad es mucho más fuerte.
- ¿Tienes mucho tiempo viviendo aquí? – pregunta el chico a mi lado.
- No – respondo sin mirarlo – Seis meses aproximadamente.
- Oh, eres prácticamente nueva en la ciudad entonces. Yo estoy por cumplir un año viviendo en Nueva Orleans – lo veo asentir por el rabillo del ojo. Un pequeño silencio incómodo se hace presente hasta que el chico se aclara la garganta antes de continuar hablando – Soy Terry, por cierto. Si mal no recuerdo me dijiste hace un momento que tu nombre es Taiga – asiento – ¿Te ayudo con eso? – señala la bicicleta con la barbilla.
- Está bien, no me causa problema absoluto.
- Después de que desapareciste en la actividad de hoy me quedé pensando acerca de la interpretación de sueños – lo observo – Hay algunos libros que puedo recomendarte si sigues interesada sobre el tema.
- No, gracias. Sólo fue un impulso de idiotez – asiento – Esa es mi casa, puedo ir sola desde aquí. Gracias por acompañarme.
- Bien – se detiene y adentra ambas manos en sus bolsillos delanteros – No es nada.
Asiento y camino la media cuadra hasta llegar a la cerca, de manera involuntaria le echo un vistazo al castaño quien sonríe de lado con notable incomodidad y se despide con un gesto de mano, regreso la mirada hacia la cerca rápidamente, a continuación me adentro y suelto la bicicleta, ésta cae en alguna parte del jardín delantero.
Subo las escaleras del pórtico e introduzco la llave dentro de la cerradura, una vez adentro de lo primero que me percato es de Gemma con las manos en las caderas, y una mirada fría y rígida hacia mí.
- ¿Por qué llegas a esta hora? – observo el reloj en la pared.
- Se me hizo demasiado tarde – hablo con voz baja.
- ¿Con quién estabas? – camina hacia mí.
- Con nadie.
Su entrecejo se arruga y no puedo adivinar las milésimas de segundo que tardó en estamparme una bofetada. ¡Demonios! Esta mujer es realmente fuerte, me llevo la mano a la mejilla que se me ha puesto caliente de inmediato y puedo asegurar que también se ha vuelto roja, siento un palpitar incluso con la palma de mi mano.
- ¡No me mientas! – una vena comienza a saltarse en su frente, Jace sale de su habitación y se recarga en el marco de la puerta observando la escena con el entrecejo fruncido – Vi al muchachito que te trajo a casa – sólo eso me faltaba, parece que este no es momento para contarle que debo recursar la materia de química orgánica – ¡Respóndeme!
- No es nadie – me encojo de hombros, puesto que realmente no es nadie en mi vida, tan sólo un chico que conocí el día de hoy.
- No le faltes el respeto a esta casa nuevamente…
- Ya fue suficiente.
La discusión termina con la intervención de Jace quien se lleva a la castaña hacia dentro de la habitación. Froto mi mejilla un instante antes de dirigirme a la cocina, tomo un plato hondo y vacío una cantidad casi enorme de cereal, a continuación, me encamino hacia el refrigerador en busca de leche. Muero de hambre, el cereal no dura ni cinco minutos en el plato.
Lavo los trastes que he ensuciado y me dirijo hacia mi habitación, elijo ropa para dormir de mi armario y me encamino al baño para darme una merecida ducha, me coloco frente al espejo y examino mi rostro, mi mejilla está roja aún; sólo espero que no aparezca un moretón cuando el color rojizo se vaya.
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Me aferro a mis cobijas una vez que estoy segura de que estoy en el lugar correcto, nuevamente ese sueño sin sentido. Tomo una bocanada de aire antes de levantarme a correr las cortinas antes de que los rayos del sol se asomen por completo.
Entorno los ojos para enfocar la mirada en dirección de la persona que corre en la acera de enfrente. Reconozco su rostro cuando voltea hacia mi casa, ¿acaso dije algo para que este chico siga apareciéndose cerca de aquí?
Tiene más de una semana que toma esta calle como ruta para ejercitarse. Acomodo las cortinas y regreso a la cama; es domingo por la mañana y lo único que quiero hacer es dormir al menos un poco más.
Mis ojos se abren y acto seguido bostezo perezosamente, me estiro debajo de las cobijas y me quedo observando el techo al menos cinco minutos antes de levantarme. Introduzco mis pies dentro de las pantuflas a un lado de la cama y comienzo a caminar arrastrando los pies hasta la puerta, tomo el pomo y forcejeo un instante antes de percatarme que la puerta está cerrada con llave. Bajo la vista hacia mis pies y diviso un trozo de papel, me inclino para tomarlo y lo sostengo frente a mi rostro.
No saldrás de ahí hasta que hayas estudiado lo suficiente.
¿Es acaso una broma? Porque si es así, es una de muy mal gusto. Pego un grito de frustración y me dejo caer nuevamente sobre la cama. Observo mi mochila encima de mi escritorio y me retuerzo negándome a la realidad, aunque dure poco disfrutaré de mi lapsus de rebeldía antes de empezar a estudiar todo el día.
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Seis con treinta minutos de la mañana exactamente, tengo mi ropa en manos y la mirada fija en la ventana, esto ya es en verdad molesto, ni siquiera recuerdo su nombre, aunque eso no me impide maldecir cada que pasa trotando despacio frente a la casa.
Una vez que lo pierdo de vista corro hacia el cuarto de baño y tomo una ducha, me visto y cepillo mi cabello para después amarrarlo en una trenza larga.
Me dirijo hacia la cocina y empiezo a preparar panqueques para el desayuno, sigo las instrucciones al pie de la letra y quedan deliciosos. Cepillo mis dientes antes de salir de casa y emprender camino hacia la universidad, voy preparada y motivada para pasar mi examen esta vez.
Repito la rutina de cada día de escuela y camino a paso veloz hacia el aula en busca de mi asiento. He tenido una semana relajada y sin bullying, espero que siga así hasta que terminen estas semanas de cierre de semestre.
Una vez que el examen está frente a mí me siento inesperadamente positiva y con suerte, veamos cómo me va en esta ocasión.
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Mi día ha transcurrido extrañamente sin disturbios. Me adentro a la cafetería y compro una porción del menú de hoy: hamburguesas. Agrego una botella de agua, un paquete de galletas y busco una mesa sola en la enorme cafetería.
Cuando he encontrado un lugar disponible, tomo asiento y de mi mochila sujeto el libro “Cazadores de microbios” para reanudar la lectura mientras almuerzo. Una vez que he terminado lo que está sobre la bandeja continúo con mis uñas; es un hábito detestable que no puedo evitar.
Levanto la mirada para ver la hora en el enorme reloj de la cafetería y antes de regresarla me encuentro con aquel chico; el psicólogo. Antes de poder desviar la vista él se percata de mí, sonríe de lado esbozando una pequeña sonrisa un tanto incómoda y levanta la mano en señal de saludo provocando que sus compañeros, los que fueron a hacer su actividad rara precisamente, volteen en mi dirección, la incomodidad me invade y regreso la vista a mi libro sin responder el saludo. Por el rabillo del ojo distingo a alguien acercarse y tomar asiento frente a mí.
- ¿Siguió molestándote aquel tipo? – pregunta sereno, puedo reconocer su voz; es el psicólogo, a quien por alguna razón me he estado encontrando más veces de las que quisiera. Niego sin mirarlo – Me alegro.
Me levanto de ahí, tomo la bandeja y la coloco en su lugar para después dirigirme hacia el aula de mi siguiente clase y tomar mis últimos apuntes antes del examen final.
Esa sensación extraña de sentirme observada ha regresado, pero doy por sentado que es causado por las miradas de las descerebradas al fondo del laboratorio. Leo la práctica mientras voy realizando los procedimientos, a pesar de que las sustancias que trabajamos no son de alto riesgo, creo que si no me concentro en lo que estoy haciendo puedo causar un accidente. Levanto la mano para que el Doctor se acerque a revisar la práctica.
- ¿Qué hiciste exactamente? – levanta una ceja sorprendido después de observar mi creación.
- Hice paso por paso – señalo el cuadernillo.
- Bueno… – pronuncia lentamente concentrándose en el material sobre la mesa – Hiciste una mezcla distinta, está bien lograda – esboza una mueca que no logro descifrar – Pero no es la que pedí, empieza nuevamente y cualquier duda avísame antes de realizar cualquier cosa.
Asiente y después va hacia con otro alumno mientras sostiene cualquier cosa que haya creado entre sus manos. El séquito de robots carcajea y las oigo murmurar entre sí usando varios de mis conocidos apodos impuestos por ellas mismas, me limito a ignoraras y comienzo a hacer nuevamente la práctica; sostengo frente a mí un vaso de precipitado asegurándome de que la sustancia dentro tenga la cantidad exacta.
- Se va a equivocar otra vez – murmura una casi gritando.
La observo de mala gana deseando que el mechero de bunsen frente a ella explote y queme por completo sus cejas y pestañas, si es que son reales y no sólo maquillaje. Suspiro tranquilizándome y a continuación todos ahí se sobresaltan por los gritos de las chicas.
- ¡Te dije que no lo movieras!
Se queja tomando su mano, el doctor se acerca casi corriendo y lo primero que hace es apagar la enorme llama de fuego del mechero de Bunsen y después las regaña por ser tan descuidadas y quemarse. Dios, sé que no hablo seguido contigo pero gracias por escuchar mis plegarias.
- ¡Jóvenes! – dirijo la vista hacia el doctor frete a la pizarra – Tienen veinte minutos para terminar la práctica. Para la siguiente clase quiero que me traigan el portafolio completo, con las once prácticas realizadas durante el semestre y los reportes correspondientes de cada uno.
Dicho esto se acerca a uno de mis compañeros, regreso la mirada hacia el texto, me acomodo los anteojos protectores y adentro mis manos en un par de guantes de látex, después procedo a encender el mechero de Bunsen el cual calentará la primer sustancia a cuarenta grados centígrados y luego dividiré el contenido en cinco vasos; distintas cantidades en cada uno. Observo el reloj encima de la pizarra asegurándome que me queda tiempo suficiente para terminar con el procedimiento; tomo la siguiente solución con una pipeta de cinco mililitros y comienzo a vaciar la misma cantidad en cada uno de los vasos de precipitado frente a mí, el primero mantiene su transparencia, al igual que el segundo y el tercero, sin embargo, el cuarto se vuelve azulado justo al contacto con la primera gota de la sustancia. No puedo evitar esbozar una sonrisa enorme, observo al profesor antes de llamarlo y a continuación regreso la mirada hacia el quinto vaso; sólo para comprobar vacío los cinco mililitros dentro del último vaso de precipitado, la solución dentro de este debe seguir siendo incolora, pero se ha tornado color rojiza.
Mi entrecejo se frunce, creo que lo he hecho mal nuevamente. Me acerco unos cuantos centímetros para obtener una mejor vista, el interior se mueve como si la sustancia estuviese siendo agitada, sospecho que va a explotar de un segundo a otro. Antes de que pueda retirarme, el líquido empieza a tornarse oscuro, negro diría yo, como si de sangre espesa y coagulada se tratara…
- ¡Wow! – pego un brinco sobre mi asiento y llevo una de mis manos a mi pecho, mi corazón palpita intensamente dentro de mi caja torácica, agradezco al cielo no haber gritado del susto que me pegó – Bien logrado, Robinson. Descubriste el punto exacto en que colora – tomo una bocanada de aire antes de asentir sin alejar esa expresión de idiota de mi rostro.
- Gra.. gracias – carraspeo para aclararme la garganta.
- Todos los demás son incoloros – señala y con expresión confundida dirijo mi vista hacia la mesa. Mi boca se entre abre del asombro al percatarme de que tiene razón – Fuiste la primera, te has ganado medio punto por eso. Toma la evidencia necesaria antes de salir – lleva su muñeca hacia su rostro – Y por favor limpia tu área.
Asiento sin siquiera asimilar todo lo que ha dicho, sintiéndome inesperadamente más observada de lo que ya me sentía, pero me limito a fijar la mirada sobre el quinto vaso. ¿Hice algo mal? Quizás sólo haber nacido.
No le doy más vueltas al asunto y me concentro en terminar de tomar la evidencia en mi cuadernillo y después limpio el área.
Espero dos horas antes de la última clase que da comienzo a las cuatro de la tarde, no diría que es mi clase favorita pero lucho contra mí misma para prestar toda la atención que me es posible, de otra manera, me llevaré entre los pies el semestre completo.
- Dejen de actuar como idiotas y estudien para el examen final – sentencia mientras guarda sus documentos dentro de un portafolio de piel color café.
- ¿Qué vendrá en el examen, profe? – pregunta Christian, “el payasito”, desde su asiento.
- Todo lo que vimos durante el semestre.
A continuación se aleja de ahí mientras el ruido dentro del salón se hace presente, todos se están quejando, y bueno, mentiría si digo que yo no lo hago internamente. Mis apuntes son un asco y mi memoria lo es peor, no estoy segura de qué vimos en todo el semestre, me da migraña de tan sólo rebuscar en mi cabeza alguna de las clases más recientes.
Escribo sobre mi cuaderno en letras grandes el aviso del examen para la próxima y última clase, a continuación me giro hacia mi izquierda y me obligo a hablar antes de que Alana se vaya del aula.
- Hola – la chica frunce el entrecejo antes de mirarme – Disculpa, no quiero importunar, pero, me preguntaba si serías tan amable de prestarme tus apuntes.
- Debo estudiar – se excusa, la chica no es del tipo pesada, es más bien de esa clase de persona que viene a estudiar y a nada más.
- Lo sé, podría sacar copias y regresarte tu cuaderno – en su rostro se forma una mueca de desaprobación – Tan sólo quiero escribir lo que me falta a mí.
- Lo siento, Taiga. No puedo.
Termina de guardar sus útiles escolares dentro de su bolso y a continuación se levanta para salir del aula. Respiro profundo antes de echar un vistazo dentro del salón, termino por resignarme, no pediré apuntes a nadie más puesto que sé la respuesta de antemano. Cuelgo mi mochila sobre mis hombros y me encamino con pesadez hacia la puerta de salida.
- ¡Fíjate por dónde caminas, Fiona! – se queja una morena mientras frota su hombro, aunque apuesto que me dolió más a mí que a ella.
- Ya, amor. Déjala – el que supongo es su novio la abraza y la aleja de ahí, detrás de ellos va el resto del grupito “retraso mental”.
Una vez que se pierden de vista me llevo la mano al hombro y froto el área que golpeó la chica. Revoleo los ojos antes de seguir mi camino hacia la biblioteca, necesito reunir información con la que pueda estudiar. Coloco mi mochila dentro de uno de los casilleros, me detengo un segundo antes de seguir mi camino, la última vez que estuve aquí me sentí completamente paranoica.
Me aferro a mis cuadernos y lápices antes de mirar hacia el piso y seguir caminando en dirección del área de estudio. Las mesas están llenas, apenas puedo alcanzar un lugar para sentarme a recolectar información; tomo mi lapicero y empiezo a escribir palabras clave sobre un trozo de papel antes de comenzar a buscar entre los estantes. Tengo aproximadamente trece libros apilados uno sobre otro encima de la mesa, divido los temas de los cuales sacaré copia con post-it de colores, espero no gastarme una fortuna en esto.
Me encamino hacia el área de fotocopiado e indico cuáles páginas son las que quiero fotocopiar; fácil son cincuenta hojas por ambos lados, estoy jodida.
Una vez que he realizado mi propósito aquí, me dirijo hacia la mesa con los últimos cinco libros y las copias en mi mano, las coloco sobre la mesa y me encamino con los libros cargados hacia el estante donde se deja el material que ya no se utilizará.
Me giro sobre mis talones y camino a paso lento, aliviada de tener la información que necesito para esa clase, y aprovechando que estoy aquí, para otras materias. Mis pies se detienen en seco al leer la palabra “Psicología” escrita en letra cursiva sobre un trozo de madera en la parte superior de uno de los estantes, mi vista se dirige hacia las mesas, de alguna forma siento miedo de quedarme sola pero aún hay bastantes alumnos ahí como para que mi miedo se vuelva realidad. Observo de arriba abajo en busca de un título que me interese, hay muchísimos autores desconocidos para mí, no obstante, un título llama mi atención; lo sujeto entre mis manos y lo acerco un poco hacia mi rostro.
- Interpretación de los sueños.
Leo el título en voz alta y me siento tonta al recordar a los estudiantes de psicología y su intervención. Me debato entre dar la vuelta a la portada o no, unos segundos después, lo hago y leo las primeras palabras del índice. Mi vista viaja hacia las mesas por entre los espacios que hacen los libros colocados en los estantes, inconscientemente me aseguro de que nadie me mire leer, como si estuviese cometiendo alguna clase de crimen.
Empiezo a leer sin percatarme del tiempo que me lleva hacerlo, cuando me canso de estar parada simplemente me siento en el pasillo, me recargo en el estante y continúo la lectura. No es hasta que el foco en el techo se apaga que me doy cuenta que ha transcurrido demasiado tiempo.
- ¡No, no, no, no!
Suplico más para mí misma. Me pongo de pie tan rápido como puedo y corro hasta donde dejé mis copias, las sujeto con fuerza y continúo corriendo hacia la salida, ahí un hombre me observa con fastidio mientras espera a que llegue antes de terminar de apagar las luces por completo.
Agradezco con una pequeña reverencia y después continúo mi camino a enormes zancadas, primero hacia los casilleros en busca de mis cosas y después hacia el estacionamiento donde me espera mi bicicleta. La luz del sol se ha ido por completo y el campus está totalmente vacío. Tomo una bocanada de aire al observar una que otra luz parpadeando, esta es la escena donde los zombies persiguen a la chica y se la comen completa.
El golpe que ocasionaría un portazo suena estruendoso haciéndome sobresaltar y girarme en busca de la persona que lo ha ocasionado, mis pecho sube y baja como loco incluso antes de correr hacia donde dejé mi vehículo de dos ruedas.
- ¡Esto debe ser una maldita broma!
Exclamo sumamente sorprendida y molesta mientras observo las llantas no sólo ponchadas, tienen cráteres de tamaño colosal, y la cadena y el candado; ambos están rotos. La frustración empieza a mezclarse con el miedo y me limito colocar detrás de mis orejas esos cabellos rebeldes que suelen ser más cortos y por lo tanto no se integran a mi peinado, luego empujo la bici hacia la salida.
En la avenida no hay ningún transeúnte cerca, puedo distinguir las luces de algunos coches pero están al menos a unas seis cuadras de distancia. Esto es épico, es sin duda lo peor que me ha pasado hasta ahora, no tengo un teléfono celular y me he gastado absolutamente toda mi plata en fotocopias.
Me acomodo sentándome sobre la cama y miro mis pies descalzos, levanto la vista e intento visualizar cualquier cosa pero es demasiado borroso y no logro distinguir nada en absoluto. A continuación, el olor a quemado empieza a adentrarse en mis fosas nasales y toso por inercia poniéndome de pie, el humo comienza a espesarse y distingo el fuego colorear la puerta de un rojo intenso. Mi pulso se acelera a tal punto que pareciera que tendré un ataque de pánico.
Retrocedo unos cuantos pasos y giro mi vista al no encontrarme con la cama, regreso la mirada nuevamente y el fuego ha tomado fuerza y quema la mayor parte de la habitación. El papel tapiz se convierte en cenizas en instantes y el calor intenso comienza a calentar de más mi piel.
Estoy pegada a la pared, a punto de ser calcinada, tomo aire para pedir ayuda pero ningún sonido sale de mi garganta.
Escucho la madera crujir y de un instante a otro la puerta explota por el calor intenso, tan sólo atino a cubrir mi rostro con ambas manos como si de esta forma fuera a protegerme...
Un golpe en seco hace que mis ojos se abran de repente y que el fuego abrasador se vaya al instante. Me llevo la mano a la cabeza, creo que me saldrá una protuberancia.
Antes de quejarme dirijo la mirada hacia el reloj en mi buró y suelto un gritito al darme cuenta de la hora; es en verdad demasiado tarde. Me levanto como de rayo y corro hacia mi clóset, observo nuevamente el reloj, segura de que el tiempo no me alcanzará para tomar una ducha así que simplemente me visto tan rápido como puedo y cepillo mi cabello, mis ojos rebuscan de un lado a otro mi liga para cabello, pero no está a la vista, tan sólo salgo de ahí después de cepillar mis dientes a la velocidad de la luz, me acomodo mis converse y me encamino hacia la cocina; ahí están ellos, pareciera como si una bruma oscura emanase de sus cuerpos.
De algún modo logran provocarme miedo.
- Buenos días – saludo acercándome al desayunador.
- Hey – responde el hombre de manera relajada y a continuación muerde un trozo de pan tostado con mermelada de fresa encima.
- ¿Puedo tomar uno? – señalo el tostador.
- Haz el tuyo – Gemma se acerca y toma ambos panes de mala gana, a continuación lame ambos y después se va hacia la mesa donde toma lugar junto a Jace.
No puedo evitar observarla con resentimiento, a veces creo que me odia.
Recuerdo la hora y simplemente salgo de ahí, tomo las llaves y el dinero que dejan para mí cada mañana de clases sobre la mesa de la entrada. Corro hacia la reja del jardín de la entrada principal y tomo mi bicicleta.
- ¡Demonios! La mochila...
Exclamo bastante con sorpresa, últimamente todo se me olvida, literalmente. Regreso corriendo hacia la cocina, sujeto la mochila y salgo de ahí escuchando las risas de mis crueles padres detrás de mí. Supongo que simplemente trabajar para el gobierno los hace insensibles.
Me monto en la bicicleta y emprendo camino hacia la universidad, estamos en cierre de semestre y un examen me espera llegando...
En el enorme estacionamiento hay un área para las bicicletas y las motos, en un espacio libre acomodo mi vehículo y pongo el candado para que nadie se lo lleve.
Corro tan rápido como mis piernas me permiten hacia el aula de clases, la puerta está cerrada y me veo con la obligación de tocar.
- Buenas noches – saluda a regañadientes mi profesor de química orgánica.
- Hola – mis mejillas se sienten calientes de la vergüenza.
- Sabes que no puedo dejarte pasar, ¿cierto? – se cruza de brazos mientras menea entre sus dedos el marcador para el pintarrón.
- Perdón, pero...
- Lo siento, Taiga. Tendrás que esperar aquí, una vez que terminen el examen podrás entrar.
Esto es una porquería, lo más probable es que no apruebe la materia y mis padres me matarán con todo gusto. Suspiro pesadamente y me recargo sobre la pared para después sentarme sobre el piso. Estoy muy decepcionada de mí misma, siempre sucede lo mismo, por más que intente mejorar en mi vida escolar, simplemente todo me sale mal, por cualquier cosa.
Cierro mis ojos un instante, y golpeo suavemente mi cabeza contra la pared. Necesitaré algún tipo de hipnosis que me ayude a dejar de ser tan tonta. Mis ojos se abren un segundo exacto antes de que la puerta sea empujada salvajemente por los alumnos que esperan salir del aula, me levanto del piso con mi mochila en manos y espero a que algunos alumnos salgan de ahí.
Me dirijo a paso rápido y con la vista fija en el piso hacia mi pupitre.
- Pueden tomarse cinco minutos, vendrán unos alumnos de la facultad de Psicología a hacerles un test, les pido su cooperación, ellos también necesitan aprobar sus materias.
El ruido se eleva inundando el aula una vez que el profesor Kerman da el anuncio, me llevo una mano hacia mi bolso delantero derecho del pantalón y busco los billetes que tiempo atrás deposité. Doy un último vistazo a mi mochila sobre la silla y me encamino hacia la salida en dirección de la máquina expendedora de golosinas que se encuentra en el pasillo a cuatro metros.
Aliso un dólar arrugado entre mis dedos y lo introduzco en la pequeña rendija esperando que lo tome de una vez, pequeños ruidos robóticos provienen de la máquina y el billete se desliza hacia fuera, no puedo evitar revolear los ojos; lo tomo e intento alisarlo con el borde de la expendedora, a continuación lo introduzco nuevamente.
Mis ojos están fijos en la rendija, pasa un segundo, dos, tres y sale nuevamente.
- ¡¿Es una broma?! – arranco el dólar de la máquina y lo aliso con fiereza.
- Yo te ayudo con eso – la voz proviene de alguien a mi lado, pero justo ahora me he obsesionado con esto y no lo dejaré pasar.
- Yo puedo.
Me aseguro de que el billete no se ha roto debido a la fuerza que usé alisándolo. Lo introduzco lentamente, percatándome de que mis músculos se han tensado y mi lengua yace sobre mi labio debido a la concentración. El billete ha entrado y me preparo para presionar los botones cuando vuelve a salir por la rendija nuevamente. La persona que me brindó ayuda suelta una risita y le echo una mirada de pocos amigos para después volverme loca un momento con el billete, lo introduzco y gracias al cielo se ha quedado dentro, presiono el número cuatro y después el dos antes de esperar a que caigan mis donitas glaseadas.
- Tengo que hablar contigo…
- No quiero ayuda, ya lo resolví – le resto importancia con la mano, mi vista está enfocada en el resorte que se mueve con extrema lentitud.
- No creo que puedas resolver esto – lo miro de mala gana y doy un salto al darme cuenta de que se trata del profesor Kerman.
- Lo siento yo… – busco con la mirada al chico de hace un instante – Había una persona molesta.
- No importa – me mira raro – Lo diré claro, tendrás que repetir mi materia.
Mi boca se abre de la impresión al igual que mis ojos, el hombre frente a mí se muestra un tanto apenado, creo que su propósito no es exactamente arruinarme la vida reprobándome sólo porque sí.
- Ehm… ¿hay algo que pueda hacer? – niega.
- Recursar la materia el próximo año – mi alma abandona mi cuerpo un instante, estoy muerta – Ve al aula, ya están los alumnos que les aplicarán la prueba – arrastro mis pies en dirección al aula, ahora qué carajo se supone que haré – ¡Taiga! – me giro – Olvidaste tus golosinas – señala la máquina.
Trago saliva antes de regresar por el paquete de mini donas, me inclino para tomarlo entre mis manos y antes de irme le doy un último vistazo al profesor Kerman, camino a paso lento sin quitar la vista del paquete de donas, el hambre se me ha ido repentinamente. Vuelvo a mí del todo en el momento preciso en que uno de los muros se atraviesa por mi camino y choco contra éste.
- ¡Fíjate, cegatona!
La advertencia burlona de uno de los chicos de otro grupo me hace sentir demasiado estúpida, concentro mi mente y camino directo al aula.
- ¡Ya llegó Peppa!
Grita una tipa del grupo sitiado en la zona superior derecha del aula, se hacen llamar así mismas algo como “Sweet Dolls”, en fin, no estoy segura pero se han empeñado a hacer burla de cualquier aspecto de mi persona, ¿qué se puede esperar de un montón de chiquillas ridículas de diecinueve años? Nada supongo, el simple hecho de pensar responder sus inmaduras agresiones me da pereza.
- ¿Puedo pasar? – pregunto desde el marco de la puerta, los cuatro chicos provenientes de la otra facultad me observan.
- Adelante – indica el pelinegro.
- Haz retrasado la clase una vida, Winifred – se queja una.
Me limito a revolear los ojos e implorar paciencia a los cielos para no mandarla al inframundo de un puñetazo en esa boca floja que se carga. Tomo asiento y me pierdo un instante en el paquete de plástico color esmeralda encima de mi pupitre. No es hasta que comienzan a hablar algo psicológico relacionado a los sueños que levanto la mirada, uno de los dos rubios presentes da ejemplos del significado de algunos de ellos y por reflejo levanto mi brazo sorprendiéndome incluso a mí misma.
- ¿Sí? – pregunta el castaño quien se ha percatado de mi brazo al aire.
- Todos los sueños… hablando psicológicamente, ¿tienen algún tipo de significado? – él mira hacia arriba como si pensase lo que está a punto de decir.
- Según la teoría psicoanalítica sí, esto tiene que ver con el inconsciente el cual describe Freud que se manifiesta principalmente en nuestros sueños – explica pero no creo haber entendido demasiado.
- ¿Freud? – esboza una sonrisa, supongo que mi expresión de confusión es bastante graciosa.
- ¿Te intriga la interpretación de los sueños? – el otro rubio se acerca unos cuantos pasos hasta quedar a la par de los primeros pupitres.
- No exactamente – me encojo de hombros – Es sólo que me preguntaba acerca del significado de soñar lo mismo de manera recurrente.
- Ya va a empezar – escucho por lo bajo, en verdad a estas personas les molesta cualquier cosa que hago.
- ¿Qué sueño? – interviene el pelinegro, no estoy segura de si su expresión demuestra diversión o intriga, o ambas.
- Sueño con fuego…
- Eso suena a indicio de piromanía – canturrea una castaña loca, la miro de mala gana y me arrepiento de haber preguntado cualquier cosa.
- ¡Basta! – el castaño silencia los gritos y las risas – Continúa.
Pide amablemente, lo observo un instante y después mi mirada viaja hacia sus compañeros quienes asienten para que siga hablando. Echo un vistazo al grupito de pesadas a mi derecha quienes se burlan entre sí y justo ahora siento que mi sangre hierve, tomo aire de manera pesada antes de responder.
- Olvídalo – me tumbo sobre la butaca.
- No, está bien. Puedes seguir hablando – ahora es uno de los rubios quien habla.
Levanto ambos hombros con fastidio, recalcando que no diré nada más.
- ¡No te enojes, Mérida! Era sólo una bromita.
- Vete al carajo con todo y bromita.
Estaba a punto de mandar al caño los seis meses de paciencia con estas chicas, no soy en realidad el tipo de persona que arma un show de pelea con venta de rosetas de maíz y fuente de sodas, prefiero evitarme la molestia de discutir con idiotas, pero a veces los idiotas piden a gritos que los pongan en su lugar.
Las chicas abren la boca tan grande que pareciera que fueran a devorar a los demás presentes, froto mis dedos en mis temporales para tranquilizarme un poco. Giro la vista hacia los chicos al frente quienes no están del todo seguros de cómo continuar con su actividad.
- Era sólo un chiste, Chucky, no tienes por qué hablarnos de esa manera.
Eso es todo, me levanto de mi pupitre, tomo mi mochila y camino en dirección de la chica, no hay nada que pueda lanzarle, tan sólo un cuaderno en su mesa. Me inclino un poco hasta quedar a la altura de su rostro.
- Te mataré, malparida.
Y esa expresión de terror es la que calma todo mi pesar, ahora salgo de ahí con un montón de murmullos detrás de mí. Acabo de descubrir que las bromas se me dan a la perfección, tan sólo necesito seis meses de bullying intenso y apodos como Winifred Sanderson, Fiona, Vicky la niñera, Mérida, Ariel, Hiedra venenosa, Hermione Grenger, Ron Weasly, Daphne Ann Blake, Jean Grey, y el más bobo de todos; Sansa Stark.
Es increíble que existan tantos personajes pelirrojos para comparar y burlarse de mí.
Me dirijo hacia la biblioteca y permanezco ahí hasta que la mayor parte de los estudiantes se han ido, elijo tres libros y los registro en mi expediente para poder llevármelos a casa. Camino hacia los casilleros donde dejé mi mochila e introduzco la llave, el ligero chirrido ocasionado al rozar el metal de la llave con el metal de la cerradura me causa un repentino escalofrío que me hace girar casi por completo observo un instante el lugar sintiendo una extraña sensación. Froto mis brazos y me apresuro a salir de ahí, alguna vez escuché a alguien decir que los escalofríos repentinos son causados por almas en pena que tocan a los humanos, es una superstición un tanto demente pero prefiero no tentar mi suerte.
Camino a grandes zancadas por los pasillos del campus antes de que se haga demasiado tarde y la luz del sol se vaya por completo. Rebusco en la bolsa pequeña de mi mochila hasta encontrar las llaves que abren el candado de la cadena, a continuación, la dejo dentro de la bolsa más grande y me trepo en el asiento, tomo impulso y después comienzo a pedalear.
El aire choca contra mi cara tornándose de poco a poco frío, lanzo una mirada rápida hacia el cielo rojizo y despejado. Al parecer hoy hará frío intenso a pesar de la estación del año en la que nos encontramos.
Doy vuelta hacia la izquierda observando que el camino esté despejado y ningún carro pueda golpearme, el camino está vacío, por lo tanto aumento la velocidad y cambio de una banqueta a otra. Mi vista está fija en el camino hasta el momento en que la llanta delantera de mi bicicleta comienza a vibrar de una manera extraña, la observo preguntándome qué sucede y ésta se detiene de repente provocando que caiga dando un giro con todo y bicicleta.
- ¡Demonios!
Alejo la bicicleta de encima mío e intento encontrar una explicación lógica, giro el rostro hacia atrás buscando a alguien que haya sido testigo de mi vergonzosa y dolorosa caída, sin embargo, el lugar está desértico así que puedo evitarme la molestia de calmar mis mejillas sonrojadas. Cuando regreso la mirada puedo visualizar una silueta escondida en la casi inexistente sombra de un árbol, me es inevitable pensar si aquella persona va a ayudarme a levantarme o simplemente se quedará ahí observándome. Su vista viaja hacia arriba, no sé qué observa, tan sólo no puedo quitarle la mirada de encima. A continuación, regresa la vista hacia mí, ladea la cabeza luciendo confundido, avanza un paso y puedo notar su piel pálida y cabello claro.
Avanza un paso más en mi dirección y se detiene en seco de repente, su entrecejo se frunce y puedo notar la forma en que su nariz se arruga cuando respira profundo. No tengo idea de cuánto tiempo he estado tirada aquí observando a ese hombre raro, evito su mirada y me concentro en los raspones en mis rodillas y brazos. Maldigo en mi interior cuando mis articulaciones duelen al momento de levantarme, observo al chico nuevamente quien continúa haciendo lo mismo.
Niego para quitarme de la cabeza esa extraña escena, levanto mi bici con la ayuda de mi fuerza interior y me acomodo la mochila en mi espalda antes de montarme nuevamente en el asiento. El suspiro hondo del chico me hace voltear a verlo, ha comenzado a acercarse más hacia mí, olfateando, tal como lo haría un perro que ha localizado algún olor apetitoso o simplemente extraño; despistadamente tomo el cuello de mi suéter y lo llevo a mi nariz en busca de algún olor raro… nada, huele a suavizante para telas. Giro el rostro para asegurarme de que su mirada no esté fija en alguien detrás, tan sólo se distinguen las luces de un auto que gira hacia la derecha media cuadra antes de donde estamos.
Lo observo nuevamente y trago en seco antes de empezar a pedalear, está demasiado oscuro y el ambiente parece ser perfecto para algún suceso trágico, realmente no quiero ser la víctima. Me encamino hacia la otra banqueta para evitarlo y después tomo rumbo hacia casa una vez más, de tanto en tanto miro mis rodillas, ambas arden en cada ocasión que las flexiono al empujar los pedales.
Los ladridos estruendosos de un perro siendo paseado por su dueño me hace girar el rostro y perder un poco el equilibrio, me sorprendo al identificar al culpable de tremendo alboroto, es el chico de hace un momento. Un escalofrío me recorre, la sensación es la misma que la de la biblioteca; de inmediato la adrenalina se apodera de mis piernas que pedalean con mucha más fuerza que hace un minuto, mi respiración comienza a agitarse debido a la fuerza invertida y el susto que me ha sacado el muchacho. Observo uno de mis brazos y tengo los pelos de punta, de pronto el camino a casa me está pareciendo eterno.
Me pego a la banqueta preparándome para girar y la explosión de uno de los focos de las lámparas que iluminan la calle me sobresalta, pero eso no es lo más escalofriante de la situación, sino que el chico de hace un momento me sigue el paso en medio de la calle, pareciera caminar a la par de mi velocidad, su expresión aún confundida y su mirada fija sobre mí me hace soltar un fuerte grito.
Estoy oficialmente aterrada.
Busco con desesperación ayuda y a sólo unos metros hay un local, no me lo pienso ni un segundo para dejar la bicicleta ahí tirada y correr tan rápido como mis piernas me permiten para adentrarme al que parece ser un restaurante. Empujo la puerta llamando la atención de unos clientes que disfrutan de comida y bebidas, me encamino más hacia dentro observando de tanto en tanto los ventanales asegurándome de que el muchacho extraño no me haya seguido.
- ¿Te puedo ofrecer algo? – me giro como de rayo soltando un grito del susto, el castaño se sobresalta y parece asustado al igual que yo.
- Lo siento – me apresuro antes de que me crea una demente.
- ¿Te encuentras bien? – bastante tarde, me observa como si estuviera loca, a continuación entorna los ojos en mi dirección – ¿Te conozco? – niego, no recuerdo haberlo visto – La chica Chucky, ¿no?
- La chica Chu… – el aliento se me va y simplemente resoplo, se me viene a la cabeza la imagen de este chico en el salón de clase.
- ¡No! No quise decir eso – en lo que sus palabras se tropiezan giro el rostro una vez más hacia los ventanales de la entrada – Lo lamento, no pregunté tu nombre – me mira un instante y después sigue mi constante mirada hacia la entrada – ¿Sucede algo?
- Alguien me está siguiendo – sus cejas se levantan con sorpresa y observa nuevamente el ventanal.
- ¿Estás bien? – acerca uno de los bancos de la barra para que tome asiento.
- Sí, yo sólo no sé si esté ahí fuera esperándome o algo así – me encojo de hombros.
- Puedo llamarte un taxi o Uber – ofrece amablemente, y encuentro tres “peros”; vengo en bicicleta, no estoy muy lejos de casa y estoy en quiebra.
- Está bien, tengo una bicicleta – me ve haciendo obvio el hecho de que no hay señal de ninguna bicicleta cerca, a continuación levanta una ceja y me apresuro a seguir hablando – Está en alguna parte de afuera.
- ¿Vives muy lejos de aquí? – niego – Te acompañaré a casa.
- Uhm…
- Avisaré a mi jefe, espera aquí.
Vaya chico tan atrevido, ni siquiera me dejó hablar. Observo el lugar un instante, ahora estoy más incómoda que asustada, me levanto del banquito y empiezo a caminar hacia la salida.
- ¿Estás lista? – no he dado ni tres pasos.
- ¡Sí! – me giro al instante haciendo lo mejor que puedo para ocultar el rojo de mis mejillas.
Me dirijo hacia la puerta y el castaño se apresura para abrir la puerta para mí, me detengo en seco y agradezco el gesto con una mueca mientras camino tan rígida como una tabla. Mi mirada viaja de un lado a otro en busca del hombre que me ha dado el susto de mi vida.
- ¿Cómo me dijiste que te llamas? – rompe el hielo.
- Jamás mencioné mi nombre – el chico asiente lentamente con notable incomodidad.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Taiga.
Diviso mi bicicleta a unos metros, me encamino hacia ésta y me inclino para levantarla. Visualizo a una pareja caminar tomados de la mano en la banqueta de enfrente, pero del chico raro no hay pista.
- ¿Hacia dónde? – lo observo.
- Oh, está bien. Puedo ir por mi cuenta – le resto importancia con la mano.
- Pero dijiste que alguien te seguía, ¿qué pasa si sabe dónde vives y te está esperando en el camino o algo por el estilo? – frunzo el entrecejo y hecho un vistazo por el lugar antes de ceder.
- Bien… gracias.
Camino cabizbaja, esto es vergonzoso de algún modo. Contemplo las calles serenas de Nueva Orleans y me pregunto qué misterios pudieran ocultarse aquí, no he dejado de sentirme intranquila desde que llegué y ahora el sentimiento de intranquilidad es mucho más fuerte.
- ¿Tienes mucho tiempo viviendo aquí? – pregunta el chico a mi lado.
- No – respondo sin mirarlo – Seis meses aproximadamente.
- Oh, eres prácticamente nueva en la ciudad entonces. Yo estoy por cumplir un año viviendo en Nueva Orleans – lo veo asentir por el rabillo del ojo. Un pequeño silencio incómodo se hace presente hasta que el chico se aclara la garganta antes de continuar hablando – Soy Terry, por cierto. Si mal no recuerdo me dijiste hace un momento que tu nombre es Taiga – asiento – ¿Te ayudo con eso? – señala la bicicleta con la barbilla.
- Está bien, no me causa problema absoluto.
- Después de que desapareciste en la actividad de hoy me quedé pensando acerca de la interpretación de sueños – lo observo – Hay algunos libros que puedo recomendarte si sigues interesada sobre el tema.
- No, gracias. Sólo fue un impulso de idiotez – asiento – Esa es mi casa, puedo ir sola desde aquí. Gracias por acompañarme.
- Bien – se detiene y adentra ambas manos en sus bolsillos delanteros – No es nada.
Asiento y camino la media cuadra hasta llegar a la cerca, de manera involuntaria le echo un vistazo al castaño quien sonríe de lado con notable incomodidad y se despide con un gesto de mano, regreso la mirada hacia la cerca rápidamente, a continuación me adentro y suelto la bicicleta, ésta cae en alguna parte del jardín delantero.
Subo las escaleras del pórtico e introduzco la llave dentro de la cerradura, una vez adentro de lo primero que me percato es de Gemma con las manos en las caderas, y una mirada fría y rígida hacia mí.
- ¿Por qué llegas a esta hora? – observo el reloj en la pared.
- Se me hizo demasiado tarde – hablo con voz baja.
- ¿Con quién estabas? – camina hacia mí.
- Con nadie.
Su entrecejo se arruga y no puedo adivinar las milésimas de segundo que tardó en estamparme una bofetada. ¡Demonios! Esta mujer es realmente fuerte, me llevo la mano a la mejilla que se me ha puesto caliente de inmediato y puedo asegurar que también se ha vuelto roja, siento un palpitar incluso con la palma de mi mano.
- ¡No me mientas! – una vena comienza a saltarse en su frente, Jace sale de su habitación y se recarga en el marco de la puerta observando la escena con el entrecejo fruncido – Vi al muchachito que te trajo a casa – sólo eso me faltaba, parece que este no es momento para contarle que debo recursar la materia de química orgánica – ¡Respóndeme!
- No es nadie – me encojo de hombros, puesto que realmente no es nadie en mi vida, tan sólo un chico que conocí el día de hoy.
- No le faltes el respeto a esta casa nuevamente…
- Ya fue suficiente.
La discusión termina con la intervención de Jace quien se lleva a la castaña hacia dentro de la habitación. Froto mi mejilla un instante antes de dirigirme a la cocina, tomo un plato hondo y vacío una cantidad casi enorme de cereal, a continuación, me encamino hacia el refrigerador en busca de leche. Muero de hambre, el cereal no dura ni cinco minutos en el plato.
Lavo los trastes que he ensuciado y me dirijo hacia mi habitación, elijo ropa para dormir de mi armario y me encamino al baño para darme una merecida ducha, me coloco frente al espejo y examino mi rostro, mi mejilla está roja aún; sólo espero que no aparezca un moretón cuando el color rojizo se vaya.
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Me aferro a mis cobijas una vez que estoy segura de que estoy en el lugar correcto, nuevamente ese sueño sin sentido. Tomo una bocanada de aire antes de levantarme a correr las cortinas antes de que los rayos del sol se asomen por completo.
Entorno los ojos para enfocar la mirada en dirección de la persona que corre en la acera de enfrente. Reconozco su rostro cuando voltea hacia mi casa, ¿acaso dije algo para que este chico siga apareciéndose cerca de aquí?
Tiene más de una semana que toma esta calle como ruta para ejercitarse. Acomodo las cortinas y regreso a la cama; es domingo por la mañana y lo único que quiero hacer es dormir al menos un poco más.
Mis ojos se abren y acto seguido bostezo perezosamente, me estiro debajo de las cobijas y me quedo observando el techo al menos cinco minutos antes de levantarme. Introduzco mis pies dentro de las pantuflas a un lado de la cama y comienzo a caminar arrastrando los pies hasta la puerta, tomo el pomo y forcejeo un instante antes de percatarme que la puerta está cerrada con llave. Bajo la vista hacia mis pies y diviso un trozo de papel, me inclino para tomarlo y lo sostengo frente a mi rostro.
No saldrás de ahí hasta que hayas estudiado lo suficiente.
¿Es acaso una broma? Porque si es así, es una de muy mal gusto. Pego un grito de frustración y me dejo caer nuevamente sobre la cama. Observo mi mochila encima de mi escritorio y me retuerzo negándome a la realidad, aunque dure poco disfrutaré de mi lapsus de rebeldía antes de empezar a estudiar todo el día.
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Seis con treinta minutos de la mañana exactamente, tengo mi ropa en manos y la mirada fija en la ventana, esto ya es en verdad molesto, ni siquiera recuerdo su nombre, aunque eso no me impide maldecir cada que pasa trotando despacio frente a la casa.
Una vez que lo pierdo de vista corro hacia el cuarto de baño y tomo una ducha, me visto y cepillo mi cabello para después amarrarlo en una trenza larga.
Me dirijo hacia la cocina y empiezo a preparar panqueques para el desayuno, sigo las instrucciones al pie de la letra y quedan deliciosos. Cepillo mis dientes antes de salir de casa y emprender camino hacia la universidad, voy preparada y motivada para pasar mi examen esta vez.
Repito la rutina de cada día de escuela y camino a paso veloz hacia el aula en busca de mi asiento. He tenido una semana relajada y sin bullying, espero que siga así hasta que terminen estas semanas de cierre de semestre.
Una vez que el examen está frente a mí me siento inesperadamente positiva y con suerte, veamos cómo me va en esta ocasión.
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Mi día ha transcurrido extrañamente sin disturbios. Me adentro a la cafetería y compro una porción del menú de hoy: hamburguesas. Agrego una botella de agua, un paquete de galletas y busco una mesa sola en la enorme cafetería.
Cuando he encontrado un lugar disponible, tomo asiento y de mi mochila sujeto el libro “Cazadores de microbios” para reanudar la lectura mientras almuerzo. Una vez que he terminado lo que está sobre la bandeja continúo con mis uñas; es un hábito detestable que no puedo evitar.
Levanto la mirada para ver la hora en el enorme reloj de la cafetería y antes de regresarla me encuentro con aquel chico; el psicólogo. Antes de poder desviar la vista él se percata de mí, sonríe de lado esbozando una pequeña sonrisa un tanto incómoda y levanta la mano en señal de saludo provocando que sus compañeros, los que fueron a hacer su actividad rara precisamente, volteen en mi dirección, la incomodidad me invade y regreso la vista a mi libro sin responder el saludo. Por el rabillo del ojo distingo a alguien acercarse y tomar asiento frente a mí.
- ¿Siguió molestándote aquel tipo? – pregunta sereno, puedo reconocer su voz; es el psicólogo, a quien por alguna razón me he estado encontrando más veces de las que quisiera. Niego sin mirarlo – Me alegro.
Me levanto de ahí, tomo la bandeja y la coloco en su lugar para después dirigirme hacia el aula de mi siguiente clase y tomar mis últimos apuntes antes del examen final.
Esa sensación extraña de sentirme observada ha regresado, pero doy por sentado que es causado por las miradas de las descerebradas al fondo del laboratorio. Leo la práctica mientras voy realizando los procedimientos, a pesar de que las sustancias que trabajamos no son de alto riesgo, creo que si no me concentro en lo que estoy haciendo puedo causar un accidente. Levanto la mano para que el Doctor se acerque a revisar la práctica.
- ¿Qué hiciste exactamente? – levanta una ceja sorprendido después de observar mi creación.
- Hice paso por paso – señalo el cuadernillo.
- Bueno… – pronuncia lentamente concentrándose en el material sobre la mesa – Hiciste una mezcla distinta, está bien lograda – esboza una mueca que no logro descifrar – Pero no es la que pedí, empieza nuevamente y cualquier duda avísame antes de realizar cualquier cosa.
Asiente y después va hacia con otro alumno mientras sostiene cualquier cosa que haya creado entre sus manos. El séquito de robots carcajea y las oigo murmurar entre sí usando varios de mis conocidos apodos impuestos por ellas mismas, me limito a ignoraras y comienzo a hacer nuevamente la práctica; sostengo frente a mí un vaso de precipitado asegurándome de que la sustancia dentro tenga la cantidad exacta.
- Se va a equivocar otra vez – murmura una casi gritando.
La observo de mala gana deseando que el mechero de bunsen frente a ella explote y queme por completo sus cejas y pestañas, si es que son reales y no sólo maquillaje. Suspiro tranquilizándome y a continuación todos ahí se sobresaltan por los gritos de las chicas.
- ¡Te dije que no lo movieras!
Se queja tomando su mano, el doctor se acerca casi corriendo y lo primero que hace es apagar la enorme llama de fuego del mechero de Bunsen y después las regaña por ser tan descuidadas y quemarse. Dios, sé que no hablo seguido contigo pero gracias por escuchar mis plegarias.
- ¡Jóvenes! – dirijo la vista hacia el doctor frete a la pizarra – Tienen veinte minutos para terminar la práctica. Para la siguiente clase quiero que me traigan el portafolio completo, con las once prácticas realizadas durante el semestre y los reportes correspondientes de cada uno.
Dicho esto se acerca a uno de mis compañeros, regreso la mirada hacia el texto, me acomodo los anteojos protectores y adentro mis manos en un par de guantes de látex, después procedo a encender el mechero de Bunsen el cual calentará la primer sustancia a cuarenta grados centígrados y luego dividiré el contenido en cinco vasos; distintas cantidades en cada uno. Observo el reloj encima de la pizarra asegurándome que me queda tiempo suficiente para terminar con el procedimiento; tomo la siguiente solución con una pipeta de cinco mililitros y comienzo a vaciar la misma cantidad en cada uno de los vasos de precipitado frente a mí, el primero mantiene su transparencia, al igual que el segundo y el tercero, sin embargo, el cuarto se vuelve azulado justo al contacto con la primera gota de la sustancia. No puedo evitar esbozar una sonrisa enorme, observo al profesor antes de llamarlo y a continuación regreso la mirada hacia el quinto vaso; sólo para comprobar vacío los cinco mililitros dentro del último vaso de precipitado, la solución dentro de este debe seguir siendo incolora, pero se ha tornado color rojiza.
Mi entrecejo se frunce, creo que lo he hecho mal nuevamente. Me acerco unos cuantos centímetros para obtener una mejor vista, el interior se mueve como si la sustancia estuviese siendo agitada, sospecho que va a explotar de un segundo a otro. Antes de que pueda retirarme, el líquido empieza a tornarse oscuro, negro diría yo, como si de sangre espesa y coagulada se tratara…
- ¡Wow! – pego un brinco sobre mi asiento y llevo una de mis manos a mi pecho, mi corazón palpita intensamente dentro de mi caja torácica, agradezco al cielo no haber gritado del susto que me pegó – Bien logrado, Robinson. Descubriste el punto exacto en que colora – tomo una bocanada de aire antes de asentir sin alejar esa expresión de idiota de mi rostro.
- Gra.. gracias – carraspeo para aclararme la garganta.
- Todos los demás son incoloros – señala y con expresión confundida dirijo mi vista hacia la mesa. Mi boca se entre abre del asombro al percatarme de que tiene razón – Fuiste la primera, te has ganado medio punto por eso. Toma la evidencia necesaria antes de salir – lleva su muñeca hacia su rostro – Y por favor limpia tu área.
Asiento sin siquiera asimilar todo lo que ha dicho, sintiéndome inesperadamente más observada de lo que ya me sentía, pero me limito a fijar la mirada sobre el quinto vaso. ¿Hice algo mal? Quizás sólo haber nacido.
No le doy más vueltas al asunto y me concentro en terminar de tomar la evidencia en mi cuadernillo y después limpio el área.
Espero dos horas antes de la última clase que da comienzo a las cuatro de la tarde, no diría que es mi clase favorita pero lucho contra mí misma para prestar toda la atención que me es posible, de otra manera, me llevaré entre los pies el semestre completo.
- Dejen de actuar como idiotas y estudien para el examen final – sentencia mientras guarda sus documentos dentro de un portafolio de piel color café.
- ¿Qué vendrá en el examen, profe? – pregunta Christian, “el payasito”, desde su asiento.
- Todo lo que vimos durante el semestre.
A continuación se aleja de ahí mientras el ruido dentro del salón se hace presente, todos se están quejando, y bueno, mentiría si digo que yo no lo hago internamente. Mis apuntes son un asco y mi memoria lo es peor, no estoy segura de qué vimos en todo el semestre, me da migraña de tan sólo rebuscar en mi cabeza alguna de las clases más recientes.
Escribo sobre mi cuaderno en letras grandes el aviso del examen para la próxima y última clase, a continuación me giro hacia mi izquierda y me obligo a hablar antes de que Alana se vaya del aula.
- Hola – la chica frunce el entrecejo antes de mirarme – Disculpa, no quiero importunar, pero, me preguntaba si serías tan amable de prestarme tus apuntes.
- Debo estudiar – se excusa, la chica no es del tipo pesada, es más bien de esa clase de persona que viene a estudiar y a nada más.
- Lo sé, podría sacar copias y regresarte tu cuaderno – en su rostro se forma una mueca de desaprobación – Tan sólo quiero escribir lo que me falta a mí.
- Lo siento, Taiga. No puedo.
Termina de guardar sus útiles escolares dentro de su bolso y a continuación se levanta para salir del aula. Respiro profundo antes de echar un vistazo dentro del salón, termino por resignarme, no pediré apuntes a nadie más puesto que sé la respuesta de antemano. Cuelgo mi mochila sobre mis hombros y me encamino con pesadez hacia la puerta de salida.
- ¡Fíjate por dónde caminas, Fiona! – se queja una morena mientras frota su hombro, aunque apuesto que me dolió más a mí que a ella.
- Ya, amor. Déjala – el que supongo es su novio la abraza y la aleja de ahí, detrás de ellos va el resto del grupito “retraso mental”.
Una vez que se pierden de vista me llevo la mano al hombro y froto el área que golpeó la chica. Revoleo los ojos antes de seguir mi camino hacia la biblioteca, necesito reunir información con la que pueda estudiar. Coloco mi mochila dentro de uno de los casilleros, me detengo un segundo antes de seguir mi camino, la última vez que estuve aquí me sentí completamente paranoica.
Me aferro a mis cuadernos y lápices antes de mirar hacia el piso y seguir caminando en dirección del área de estudio. Las mesas están llenas, apenas puedo alcanzar un lugar para sentarme a recolectar información; tomo mi lapicero y empiezo a escribir palabras clave sobre un trozo de papel antes de comenzar a buscar entre los estantes. Tengo aproximadamente trece libros apilados uno sobre otro encima de la mesa, divido los temas de los cuales sacaré copia con post-it de colores, espero no gastarme una fortuna en esto.
Me encamino hacia el área de fotocopiado e indico cuáles páginas son las que quiero fotocopiar; fácil son cincuenta hojas por ambos lados, estoy jodida.
Una vez que he realizado mi propósito aquí, me dirijo hacia la mesa con los últimos cinco libros y las copias en mi mano, las coloco sobre la mesa y me encamino con los libros cargados hacia el estante donde se deja el material que ya no se utilizará.
Me giro sobre mis talones y camino a paso lento, aliviada de tener la información que necesito para esa clase, y aprovechando que estoy aquí, para otras materias. Mis pies se detienen en seco al leer la palabra “Psicología” escrita en letra cursiva sobre un trozo de madera en la parte superior de uno de los estantes, mi vista se dirige hacia las mesas, de alguna forma siento miedo de quedarme sola pero aún hay bastantes alumnos ahí como para que mi miedo se vuelva realidad. Observo de arriba abajo en busca de un título que me interese, hay muchísimos autores desconocidos para mí, no obstante, un título llama mi atención; lo sujeto entre mis manos y lo acerco un poco hacia mi rostro.
- Interpretación de los sueños.
Leo el título en voz alta y me siento tonta al recordar a los estudiantes de psicología y su intervención. Me debato entre dar la vuelta a la portada o no, unos segundos después, lo hago y leo las primeras palabras del índice. Mi vista viaja hacia las mesas por entre los espacios que hacen los libros colocados en los estantes, inconscientemente me aseguro de que nadie me mire leer, como si estuviese cometiendo alguna clase de crimen.
Empiezo a leer sin percatarme del tiempo que me lleva hacerlo, cuando me canso de estar parada simplemente me siento en el pasillo, me recargo en el estante y continúo la lectura. No es hasta que el foco en el techo se apaga que me doy cuenta que ha transcurrido demasiado tiempo.
- ¡No, no, no, no!
Suplico más para mí misma. Me pongo de pie tan rápido como puedo y corro hasta donde dejé mis copias, las sujeto con fuerza y continúo corriendo hacia la salida, ahí un hombre me observa con fastidio mientras espera a que llegue antes de terminar de apagar las luces por completo.
Agradezco con una pequeña reverencia y después continúo mi camino a enormes zancadas, primero hacia los casilleros en busca de mis cosas y después hacia el estacionamiento donde me espera mi bicicleta. La luz del sol se ha ido por completo y el campus está totalmente vacío. Tomo una bocanada de aire al observar una que otra luz parpadeando, esta es la escena donde los zombies persiguen a la chica y se la comen completa.
El golpe que ocasionaría un portazo suena estruendoso haciéndome sobresaltar y girarme en busca de la persona que lo ha ocasionado, mis pecho sube y baja como loco incluso antes de correr hacia donde dejé mi vehículo de dos ruedas.
- ¡Esto debe ser una maldita broma!
Exclamo sumamente sorprendida y molesta mientras observo las llantas no sólo ponchadas, tienen cráteres de tamaño colosal, y la cadena y el candado; ambos están rotos. La frustración empieza a mezclarse con el miedo y me limito colocar detrás de mis orejas esos cabellos rebeldes que suelen ser más cortos y por lo tanto no se integran a mi peinado, luego empujo la bici hacia la salida.
En la avenida no hay ningún transeúnte cerca, puedo distinguir las luces de algunos coches pero están al menos a unas seis cuadras de distancia. Esto es épico, es sin duda lo peor que me ha pasado hasta ahora, no tengo un teléfono celular y me he gastado absolutamente toda mi plata en fotocopias.
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Bart Simpson
Re: Coven of salem
CAPÍTULO 05 || PARTE 2.
Taiga Robinson & Terry Reed.
La noche está estrellada, pero el viento sopla de tal forma que al chocar contra las copas de los árboles y los techos de las casas se produce un sonido similar a lamentos y susurros, no quiero prestar atención porque tengo tanto miedo que seguro escucharé la forma en que moriré o algo por el estilo; de alguna manera, este ambiente lo único que me hace pensar es en muerte y no puedo evitar ponerme miedosa. Los rines de la llanta chocan contra el pavimente creando un chirrido que va justo con el ambiente tétrico, bajo la vista hacia la llanta trasera y yo misma siento lástima por mi pobre bicicleta, esta es la cuarta vez que le hacen algo a mi vehículo, sin embargo, esta vez ha sido la peor; nunca habían destrozado las llantas, mucho menos roto la cadena y el candado.
De un instante a otro caigo al piso golpeando de lleno mi pierna izquierda.
- ¡AUCH!
Me quejo dramáticamente, aunque la verdad no estoy fingiendo; eso me ha dolido jodidamente demasiado como para guardármelo.
- Al principio dudé de tu naturaleza – su voz ronca se hace presente a unos cuantos metros delante de mí – Pero mi olfato jamás me ha mentido.
No distingo de quién se trata, no recuerdo haber escuchado esa voz en mi vida, pero él me habla como si tuviese tiempo conociéndome.
- ¿Quién es usted? – me reincorporo y acto seguido me acerco a mi bicicleta a un metro de mí para levantarla del piso.
- Mi nombre no es importante.
Me aferro al manubrio y busco con la mirada alguien más ahí a quien pueda recurrir por algo de ayuda, seguramente este tipo está pasado de drogas y me confunde con alguien más. Su mirada se desvía a mis espaldas y sonríe de lado, a continuación, me señala con la barbilla y por instinto vuelvo el rostro, otro hombre se asoma y la luz del alumbrado público ilumina vagamente su rostro.
Siento mis manos y pies calentarse debido a la descarga de adrenalina, ¿qué se supone que haré si estos tipos intentan hacerme daño? No soy exactamente una experta en Taekwondo. Un escalofrío me recorre la espalda cuando mi vista viaja hacia el muchacho frente a mí, la iluminación no es la mejor pero reconozco su cabello claro y esa nariz afilada puesto que días atrás me ha dado el susto de mi vida.
Trago saliva y a continuación suspiro con extrema lentitud, preparándome para huir de ahí. La señal para empezar a correr es un paso hacia adelante por parte del rubio; tan sólo escucho el impacto de mi amada bicicleta contra el pavimento detrás de mí.
Mis pies se mueven tan rápido como les es posible, nunca he sido una persona interesada en los deportes, es ahora que me arrepiento de eso; mi cuerpo se siente pesado y tanto mi garganta como mis pulmones arden ante la intensa necesidad de aire. Giro el rostro en busca de algún rastro de los hombres, no hay nadie detrás de mí, no obstante continúo corriendo con la misma velocidad, al regresar el rostro, me impacto de lleno contra algo tan duro como un muro…
- ¿Es en serio una bruja? – la voz suena lejana como si estuviese en un sueño o despertando de éste – Me parece demasiado estúpida.
- ¿No hueles su sangre? – responde el otro obvio. Ahora las voces empiezan a escucharse cada vez más cerca a la vez que mi cuerpo comienza a sentirse dolorido.
- No dio lucha, creo que es sólo una humana rara.
Empiezo a percatarme de mi misma tendida sobre el piso y lo tanteo de manera disimulada llevándome entre los dedos lo que parece ser tierra. Entre abro mis ojos sólo un poco para darme cuenta de que efectivamente el lugar en el que estoy está compuesto principalmente por tierra, lodo, pasto y árboles; ¿estoy en alguna clase de bosque?
Ambos chicos se encuentran discutiendo entre sí sobre un tema que no puedo adivinar del todo, aprovecho el momento en el que se alejan unos cuantos metros para arrastrarme de a poco para salir de ahí. Estoy segura que no avanzo ni medio metro cuando el rubio señala en mi dirección, a continuación ambos voltean y yo finjo estar desmayada justo como minutos atrás. Espero unos segundos a que continúen su charla e inmediatamente comienzo a arrastrarme nuevamente, mi vista viaja de un lado a otro, asegurándome de que ellos no me han notado y de no adentrarme al lodo o golpear mi cabeza contra el tronco de un árbol.
- ¿A dónde crees que vas, bruja? – el castaño me observa con notable fastidio en su expresión – No creas que no notamos que intentas huir desde hace rato.
Cierro los ojos con fuerza sintiéndome estúpida y lo que le sigue, cuando los abro, el hombre está justo en frente de mí. ¿Cómo carajo ha llegado tan rápido?
- Por favor, no me lastime – suplico cuando me toma por el brazo y me levanta por la fuerza.
- No te haremos daño – empieza a hablar el rubio provocando en mí un poco de esperanza – Si tú nos das un talismán que nos proteja del sol, puedes irte y todo quedará bien entre ambos.
Lo observo con la confusión plasmada en el rostro. Echo un vistazo al castaño quien aún me sostiene por el brazo en busca de alguna explicación a la petición tan confusa de su amigo, él ni siquiera cambia sus facciones; al parecer lo que dice el rubio tiene demasiado sentido para ambos.
- Yo… yo no sé a qué se refiere – trago saliva cuando su entrecejo se frunce.
- ¡Oh vamos! – ahora el chico de cabello claro toma mi brazo disponible y pareciera jugar con su amigo a quién estruja más mis pobres bracitos – Deja de hacerte la loca.
- Yo… no vendo eso.
Ambas miradas me fulminan hasta el punto que siento que me atraviesan. Ambos agarres han comenzado a causarme dolor, pero temo quejarme y qué estos tipos intenten arrancarme ambos brazos. En la lejanía se escuchan los aullidos de lobos o coyotes, realmente no sé distinguir qué clase de animal ha producido aquel sonido, sin embargo, giro el rostro de manera inconsciente; es inevitable no pensarme siendo devorada por ellos. Cuando regreso la vista, ambos hombres miran hacia algún punto de los árboles detrás de mí.
- ¿No es muy temprano para que se encuentren rondando? – pregunta el castaño sin retirar la mirada.
- Hay demasiadas manadas sin trato alguno – responde el rubio entornando los ojos.
- ¿Sabrán que estamos aquí? – ahora mira al rubio.
- No lo creo – sus ojos viajan hacia el cielo y después se fijan nuevamente en mí – Has los talismanes ahora, bruja.
- Ya le dije que no sé de qué me está hablando – su mano aprieta más y guardo para mí misma el quejido que estuvo a punto de salir – Lo juro, por favor deje de insultarme de esa manera. Yo no vendo drogas.
- ¡Esta es la última vez, bruja! – un muy molesto castaño me zarandea cortando del todo la circulación de mi brazo.
- Por favor no me haga daño.
Odio suplicar cuando sé que nada cambiará, cierro mis ojos con fuerza asimilando lo que está a punto de ocurrir: un par de vagos están a punto de asesinarme por drogas. Veo mi corta y aburrida vida reproducirse como una película en una sala de cine dentro de mi cabeza y segundos después, unas gotas de agua salpican mi rostro, mis ojos se abren encontrando a ambos tipos mojados.
- Suéltala ya.
Una voz masculina exclama desde la obscuridad de los árboles, la luz de la luna no me permite observar adecuadamente pero puedo distinguirlo acompañado de otras dos siluetas.
Ambos tipos me lanzan como si fuese un muñeco de trapo que no pesa ni un kilo, sin embargo, azoto cual res sobre el piso. Mi mirada se queda fija ante la escena, es como si estuviese en la primera fila de una película de ciencia ficción, admiro todo con detalle, en serio es asombroso, no es hasta el momento en que me doy cuenta que está sucediendo justo frente a mí cuando entro en pánico; empiezo a escuchar los gritos desesperados de una loca, pero al observar a las personas frente a mí, me percato de que son míos.
Uno de los tipos es golpeado directamente en la cara, éste cae a mi lado y se aferra a mí exigiendo su talismán, manoteo y lo empujo para que me suelte. Me arrastro como puedo hacia el que creo es el bando bueno, de cerca puedo observar sus rostros con mayor claridad. Mis manos tiemblan exageradamente, de igual manera mi corazón retumba dentro mi pecho tan rápido que pareciera querer perforar mi tórax y salir huyendo de ahí.
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- ¿Te encuentras bien?
La dulce voz de la mujer rubia se hace presente después de un rato de silencio y coloca frente a mí un vaso de vidrio con agua. Mi vista se fija en ésta y recuerdo la manera en que la chica asiática acumulaba frente a sus manos lo que parecía ser una esfera de agua.
- Ella está en shock – interviene la misma persona que está en mis pensamientos ahora misma.
- ¿Qué hacían tú y Catha solas? – de reojo puedo ver cómo la mujer rubia se cruza de brazos.
Dirijo la vista hacia la morena quien simplemente levanta los hombros con desdén, después hacia la chica asiática frente a mí quien pareciera debatirse entre hablar o no, a continuación mis ojos viajan hacia una castaña de ojos oscuros quien sostiene un libro frente a su rostro y cena lo que parece ser pan con mantequilla de maní y jalea acompañado con un vaso de leche, y por último hacia la pelinegra de ojos claros quien se mantiene con una expresión de póker face. ¿Quiénes son todas estas personas?
- Lo siento, Cordelia – la observo – no podía simplemente dejarla ahí.
¿Se está refiriendo a mí?
- Ran… – se detiene un momento – Hablaremos esto en privado – le da un vistazo a ambas chicas – ¿Cuál es tu nombre?
Coloca una mano sobre mi hombro mientras se sienta en una de las sillas más cercanas, mi mirada se fija en la morena quien parece curiosa, no puedo olvidar los destellos provenientes de sus manos, de inmediato regreso la vista hacia el vaso. ¿Será que estoy soñando todo esto?
- Está bien, puedes sentirte segura aquí – la tierna voz de la chica frente a mí me hace mirarla un momento.
- Uhm… ¿Taiga? – mi respuesta suena más a pregunta.
- ¿Qué hace una bruja tratando con un par de vampiros? – el tono curioso de la morena me causa calosfríos.
- ¿Vampiros? – mi voz suena más firme – ¿Es alguna clase de nombre de pandilla?
Las expresiones de las mujeres ahí cambian a excepción de la pelinegra de ojos claros. Incluso la que se encontraba leyendo levanta la vista en mi dirección.
- Uhm… ¿Ran? – iclusive yo la observo.
- ¡Ella lo es! – se apresura a responder – Lo vi y jamás me equivoco. Además, si no lo fuera, ¿cómo pudo entrar aquí?
- ¿La viste a ella? – pregunta la castaña de ojos oscuros y acto seguido da un sorbo a su bebida.
- No realmente – se encoge de hombros – Miré caer su bicicleta en el momento en que corrió, y a los vampiros lastimarla y exigir los talismanes, ¿por qué lo harían si ella fuera una humana?
- Cariño – miro al instante a la rubia – Tú estás consciente de… tu naturaleza, ¿cierto?
- Tengo hambre – respondo sin tapujos.
No entiendo de lo que hablan pero de alguna manera quiero evitar el tema y no tengo idea del por qué. La rubia se levanta y se encamina hacia la alacena, toma un plato, un cuchillo para mantequilla y voltea hacia la barra donde yacen la jalea, el pan y la mantequilla de maní.
- Yo también quisiera uno si es posible, Cordelia – la sonrisa inocente fingida de la morena, y sus ojos pestañeando una y otra vez, provocan una risita en la rubia.
- Claro que sí – responde detrás – ¿Te gusta la mantequilla de maní, Taiga? – la observo una vez más y asiento.
- Estás muy pálida – anuncia la pelinegra de ojos claros sin expresión alguna hablando por primera vez en la conversación.
- ¿Puedes recordar por qué esos tipos estaban molestándote? – la mujer rubia coloca un plato frente a mí y no dudo ni un segundo en darle una gran mordida al emparedado dulce. Me tomo mi tiempo para masticar y una vez que he tragado asiento.
- Querían un talismán – arrugo el entrecejo – ¿Es eso alguna clase de droga? Yo no estoy relacionada con nada de eso.
Cordelia me mira extrañada, incluso yo me siento rara conmigo misma hablando de esta manera.
- ¿Te importa si Ran toma tu mano un momento? – se le dificulta pronunciar dicha pregunta.
- ¿Para qué haría eso? – levanto una ceja confundida, a continuación observo a la chica frente a mí y doy otro mordisco al emparedado.
- Ella es… tiene – parece buscar las palabras precisas durante una fracción de segundo – Ran tiene un don muy especial, ella puede sentir cierta vibra tocando la palma de las manos de las personas.
Esto es bastante raro, observo a las demás chicas ahí; la castaña y la pelinegra parecen no estar muy interesadas, en cambio la morena se encuentra más concentrada en comer que en prestar atención a la bizarra petición de la rubia. Me aclaro la garganta y asiento, luego sacudo mis manos para que cualquier migaja que tenga caiga, después estiro mi mano izquierda. La castaña me ofrece una sonrisita antes de tomar mi mano entre la suyas, a continuación, suspira y entrecierra sus ojos haciéndolos ver casi como dos líneas. Trago saliva y me remuevo incómoda sobre mi asiento, acto seguido Ran cierra por completo los ojos y frunce el entrecejo al instante, no estoy segura de lo que sucede con ella, pero no pasan ni la mitad de un segundo cuando su cuerpo se tensa tomando con fuerza mi mano.
- Auch.
Me quejo por lo bajo, Cordelia coloca una mano sobre mi hombro sin dejar de observar con preocupación a la chica frente a mí. De un momento a otro, Ran pega un grito soltando mi mano, incluso se ha levantado de la silla y ha retrocedido dos pasos, me asusté tanto como ella, sin embargo, tan sólo di un brinco sobre mi asiento.
Sus manos empiezan a temblar y las frota entre sí en el momento en que lo nota. La observo con la confusión plasmada en cada centímetro de mi rostro. Ella mantiene la mirada fija sobre la mesa mientras intenta regular su agitada respiración, estoy inmóvil sin saber qué hacer.
- ¿Todo bien? – noto el nerviosismo en la voz de la mujer a mi lado. La castaña niega.
- No pude ver nada – suspira – Fuego y nada más.
- ¿Piroquinésis en una pelirroja? Vaya cliché – el comentario sarcástico proviene de una vieja en el marco de la puerta con expresión de superioridad, en su mano derecha sostiene una copa con lo que supongo es vino tinto.
- ¡Mamá! – Cordelia se levanta de su asiento – ¿Cuánto llevas ahí?
- Lo suficiente como para saber que esa chiquilla es la primera bruja que no sabe que es una bruja que conozco – se acerca unos cuantos pasos – ¿Te he visto antes, chiquilla?
- Jamás la he visto en mi vida, señora – respondo sosteniendo el emparedado, a punto de morderlo, la mujer me mira entornando los ojos, como si estuviese completamente ofendida – ¿Quién es usted?
Su boca se entreabre un segundo, pero después la cierra formando una línea con sus labios, sonríe de lado de una manera que me causa un escalofrío y a continuación da un sorbo de su vino antes de marcharse de ahí con toda la elegancia que jamás he visto en otra persona.
- Ella es tan sólo la Suprema… – la voz masculina hace énfasis en la última palabra. Volteo la mirada hacia la mesa, ahí se encuentra un gato negro con ojos verdes que justo hace cinco minutos atrás no estaba, frunzo el entrecejo en su dirección – ¿Qué me ves tanto, niña?
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Fueron milésimas de segundo lo que me tomó salir despavorida de la casa soltando uno que otro grito de terror. Vi mover sus pequeños labios, vi al puto gato hablar.
Mis pasos son extremadamente largos y rápidos, no logro entender con exactitud todo lo que ha sucedido el día de hoy.
Una estación de policía acapara por completo mi atención y sin siquiera pensarlo me dirijo corriendo hasta allá. Empujo la puerta de vidrio y casi vuelo para llegar con el primer policía que se me cruza por la mirada.
- ¡Señor, tiene que ayudarme! – el hombre me observa sorprendido mientras termina de morder una hamburguesa.
Otro oficial de policía de rasgos asiáticos se acerca, primero se burla de la expresión sorprendida de su compañero, pero después pone atención en mí.
- ¿Te encuentras bien? – sus ojos se desvían hacia mis rodillas.
Sigo su mirada y me encuentro con mi pantalón rasgado en varias partes, las rodillas principalmente. Tengo fango por todas partes, mi cabello se ha soltado y está enmarañado. Es hasta este momento en que noto el trozo de emparedado de mantequilla de maní con jalea en mi mano.
- ¡No, señor! – exclamo notando que parezco una completa desquiciada – Me ha pasado algo realmente raro el día de hoy – mi tono alto al hablar ha llamado la atención de más personas – Alguien rompió la cadena de mi bicicleta, la cual por cierto no tengo idea dónde está. Luego dos locos me siguieron y secuestraron para exigirme un par de talismanes, no tengo idea de qué carajos hablaban pero llegaron más personas y empezaron a pelear – me llevo ambas manos a la cabeza – Una movía el agua con sus manos y la otra tenía pequeños relámpagos en sus dedos. Me llevaron a su casa donde habían más personas y un gato que hablaba…
- ¡Niña, niña! – uno de los oficiales me detiene.
- ¡Todo es verdad, tiene que creerme!
El oficial frente a mí observa al que llegó burlándose, lo miro un instante y sus ojos están clavados sobre mí. Se mantiene sereno, pero su mirada me infunde miedo.
- Sabes que causar desorden aquí puede costarte hasta trescientos dólares de multa, ¿no?
Trago en seco antes de despegar la mirada del policía de pie frente a mí, después miro a la persona que me ha advertido aquello.
- Será mejor que te vayas, niña – pide una oficial – Y por favor ya no ingieras lo que sea que hayas tomado, inhalado o fumado.
Echo un último vistazo al policía de rasgos asiáticos antes de salir de ahí corriendo.
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Alejo el sudor de mi frente, el mismo sueño recurrente sigue atormentándome, sin embargo, esta vez pude sentir la sensación de que mi piel se encontraba ardiendo, trago saliva y me dirijo hacia el baño sintiendo un dolor punzante de cabeza. Me observo un instante en el espejo, ambas mejillas están rojas y uno de mis ojos ligeramente púrpura, sin olvidar mencionar que hematomas color vino rodean mis brazos, se ven tan inflamados que incluso parecen brazaletes.
Enjuago levemente mi rostro y después me encamino hacia la ventana; nuevamente ese chico se encuentra observando mi casa mientras corre como cada mañana desde hace ya varios días, sin embargo, hoy no estoy de humor para mirarlo. Acomodo las cortinas de tal modo que la luz no se adentre a la habitación y después regreso a la cama.
Giro el rostro hacia mi buró, el reloj marca las dos de la tarde con quince minutos exactamente. Mi estómago ruge a causa del hambre, la dictadora tiene cerrada la puerta de mi habitación bajo llave en castigo por haber llegado tan tarde ayer. La escucho introducir la llave en la cerradura del otro lado de la puerta y de inmediato me incorporo sobre la cama esperando a que abra por completo, una vez que lo hace, la sigo hasta la cocina donde la comida está lista. Estoy apenada, sin duda alguna, además mi cabeza duele como los mil demonios, así que me limito a comer en silencio.
- Estarás castigada todo lo que resta del fin de semana – anuncia Gemma y acto seguido da un sorbo de su bebida – Últimamente parece que te mandas tú sola – revoleo internamente los ojos – Y a ver cómo le haces, no voy a comprar otra bicicleta para que la pierdas.
- Caminaré.
- Ah, ¿caminarás? – suelta con fuerza los cubiertos sobre la mesa y éstos chocan contra el plato ocasionando un ruido estruendoso, acto seguido voltea a verme con expresión de pocos amigos – Pues espero que te vaya bien caminando más de una hora hasta la universidad…
- Puede tomar el autobús – interviene Jace.
- Yo no le daré dinero para autobuses – se queja volviendo a comer de su plato.
- Está bien, yo le doy – el hombre revolea los ojos.
Me quedo estática un momento, tan sólo observándolos a ambos; ella parece que me odia con todo su ser, y él pareciera que simplemente me soporta. Miles de preguntas se me vienen a la cabeza aumentando el dolor, me siento una forastera en este lugar, no tengo parecido alguno con estas personas, ni físico y mucho menos en cuanto a personalidad.
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El mismo sueño me hace sobresaltar una vez más, me incorporo de inmediato y me dirijo instintivamente hacia la ventana. El mismo chico corre lentamente con la vista pegada en mi casa, ¿qué obtiene haciendo eso?
Tan sólo lo hace parecer un acosador.
Camino lentamente hacia mi cama y me siento sobre ésta, tengo una extraña sensación de vacío en mi interior, como si hubiese perdido algo de repente. Echo un vistazo a la hora y sin darle más vueltas al asunto, me introduzco en el baño para tomar una merecida ducha larga. Una vez que salgo, me da por dejar mi pelo suelto, me visto con jeans en tubo y una playera de manga larga para cubrir las vistosas marcas de mis brazos. Salgo hacia la cocina y sin perder tiempo preparo el desayuno, una vez listo me apresuro a comer puesto que debo tomar el autobús.
Es nuevo que ambos padres no se encuentren presentes, aunque así me ahorran la molestia de dirigirles la palabra. Cepillo mis dientes, me coloco una chaqueta abrigadora y salgo de casa hacia la parada de autobús; espero aproximadamente cinco minutos cuando lo veo acercarse, me preparo para subir y una vez estacionado frente a mí subo seguida de más pasajeros. Creo que mi experiencia en autobús ha sido más placentera que en bicicleta… mi bicicleta, no tengo idea de dónde la dejé; por más que intente recordarlo simplemente no puedo hacerlo; es como si todo suceso después de la universidad se haya ido de repente.
Aproximadamente quince minutos después, el bus estaciona justo frente a la universidad, bajo del vehículo y me encamino hacia la facultad de ciencias químicas.
- ¡Taiga! Espera.
Me giro sobre mis talones encontrándome con una chica de rasgos orientales, sus ojos rasgados están fijos sobre mí mientras esboza una delicada y linda sonrisa.
- ¿Hola?
- Perdón si estoy aquí de repente, estuve tratando de localizarte, te busqué en google y después de un rato pude descubrir que estudias aquí – parlotea y parlotea con toda la confianza del mundo – Yo estudio en la facultad de medicina, justo por aquel lado – señala con su pequeño dedo índice – Me preguntaba si te encontrabas bien puesto que simplemente te fuiste corriendo – de repente su perfecta sonrisa se borra de su rostro, en cambio mi entrecejo se frunce debido a la confusión, ¿de qué me habla esta chica? – ¡Cielos! Tu ojo está morado, ¿qué te pasó?
- Disculpa... – interrumpo antes de que continúe hablando – ¿Te conozco del alguna parte?
Entorno los ojos en su dirección, la castaña entreabre la boca luciendo sorprendida.
- Soy yo, ¿Ran? – se señala a sí misma.
- Lo siento – niego confundida – No recuerdo haberte conocido antes, creo que me estás confundiendo con alguien más, con permiso.
Me alejo de ella con incomodidad, su mirada sigue fija sobre mí, con tanta sorpresa que me hace preguntar si hay algo que he olvidado.
Me adentro en el edificio en busca de mi aula de clases en la cual tendré un examen final; doblo el pasillo y me quedo parada frente al marco de la puerta. ¿Qué se supone que iba a hacer antes de entrar?
De un instante a otro caigo al piso golpeando de lleno mi pierna izquierda.
- ¡AUCH!
Me quejo dramáticamente, aunque la verdad no estoy fingiendo; eso me ha dolido jodidamente demasiado como para guardármelo.
- Al principio dudé de tu naturaleza – su voz ronca se hace presente a unos cuantos metros delante de mí – Pero mi olfato jamás me ha mentido.
No distingo de quién se trata, no recuerdo haber escuchado esa voz en mi vida, pero él me habla como si tuviese tiempo conociéndome.
- ¿Quién es usted? – me reincorporo y acto seguido me acerco a mi bicicleta a un metro de mí para levantarla del piso.
- Mi nombre no es importante.
Me aferro al manubrio y busco con la mirada alguien más ahí a quien pueda recurrir por algo de ayuda, seguramente este tipo está pasado de drogas y me confunde con alguien más. Su mirada se desvía a mis espaldas y sonríe de lado, a continuación, me señala con la barbilla y por instinto vuelvo el rostro, otro hombre se asoma y la luz del alumbrado público ilumina vagamente su rostro.
Siento mis manos y pies calentarse debido a la descarga de adrenalina, ¿qué se supone que haré si estos tipos intentan hacerme daño? No soy exactamente una experta en Taekwondo. Un escalofrío me recorre la espalda cuando mi vista viaja hacia el muchacho frente a mí, la iluminación no es la mejor pero reconozco su cabello claro y esa nariz afilada puesto que días atrás me ha dado el susto de mi vida.
Trago saliva y a continuación suspiro con extrema lentitud, preparándome para huir de ahí. La señal para empezar a correr es un paso hacia adelante por parte del rubio; tan sólo escucho el impacto de mi amada bicicleta contra el pavimento detrás de mí.
Mis pies se mueven tan rápido como les es posible, nunca he sido una persona interesada en los deportes, es ahora que me arrepiento de eso; mi cuerpo se siente pesado y tanto mi garganta como mis pulmones arden ante la intensa necesidad de aire. Giro el rostro en busca de algún rastro de los hombres, no hay nadie detrás de mí, no obstante continúo corriendo con la misma velocidad, al regresar el rostro, me impacto de lleno contra algo tan duro como un muro…
- ¿Es en serio una bruja? – la voz suena lejana como si estuviese en un sueño o despertando de éste – Me parece demasiado estúpida.
- ¿No hueles su sangre? – responde el otro obvio. Ahora las voces empiezan a escucharse cada vez más cerca a la vez que mi cuerpo comienza a sentirse dolorido.
- No dio lucha, creo que es sólo una humana rara.
Empiezo a percatarme de mi misma tendida sobre el piso y lo tanteo de manera disimulada llevándome entre los dedos lo que parece ser tierra. Entre abro mis ojos sólo un poco para darme cuenta de que efectivamente el lugar en el que estoy está compuesto principalmente por tierra, lodo, pasto y árboles; ¿estoy en alguna clase de bosque?
Ambos chicos se encuentran discutiendo entre sí sobre un tema que no puedo adivinar del todo, aprovecho el momento en el que se alejan unos cuantos metros para arrastrarme de a poco para salir de ahí. Estoy segura que no avanzo ni medio metro cuando el rubio señala en mi dirección, a continuación ambos voltean y yo finjo estar desmayada justo como minutos atrás. Espero unos segundos a que continúen su charla e inmediatamente comienzo a arrastrarme nuevamente, mi vista viaja de un lado a otro, asegurándome de que ellos no me han notado y de no adentrarme al lodo o golpear mi cabeza contra el tronco de un árbol.
- ¿A dónde crees que vas, bruja? – el castaño me observa con notable fastidio en su expresión – No creas que no notamos que intentas huir desde hace rato.
Cierro los ojos con fuerza sintiéndome estúpida y lo que le sigue, cuando los abro, el hombre está justo en frente de mí. ¿Cómo carajo ha llegado tan rápido?
- Por favor, no me lastime – suplico cuando me toma por el brazo y me levanta por la fuerza.
- No te haremos daño – empieza a hablar el rubio provocando en mí un poco de esperanza – Si tú nos das un talismán que nos proteja del sol, puedes irte y todo quedará bien entre ambos.
Lo observo con la confusión plasmada en el rostro. Echo un vistazo al castaño quien aún me sostiene por el brazo en busca de alguna explicación a la petición tan confusa de su amigo, él ni siquiera cambia sus facciones; al parecer lo que dice el rubio tiene demasiado sentido para ambos.
- Yo… yo no sé a qué se refiere – trago saliva cuando su entrecejo se frunce.
- ¡Oh vamos! – ahora el chico de cabello claro toma mi brazo disponible y pareciera jugar con su amigo a quién estruja más mis pobres bracitos – Deja de hacerte la loca.
- Yo… no vendo eso.
Ambas miradas me fulminan hasta el punto que siento que me atraviesan. Ambos agarres han comenzado a causarme dolor, pero temo quejarme y qué estos tipos intenten arrancarme ambos brazos. En la lejanía se escuchan los aullidos de lobos o coyotes, realmente no sé distinguir qué clase de animal ha producido aquel sonido, sin embargo, giro el rostro de manera inconsciente; es inevitable no pensarme siendo devorada por ellos. Cuando regreso la vista, ambos hombres miran hacia algún punto de los árboles detrás de mí.
- ¿No es muy temprano para que se encuentren rondando? – pregunta el castaño sin retirar la mirada.
- Hay demasiadas manadas sin trato alguno – responde el rubio entornando los ojos.
- ¿Sabrán que estamos aquí? – ahora mira al rubio.
- No lo creo – sus ojos viajan hacia el cielo y después se fijan nuevamente en mí – Has los talismanes ahora, bruja.
- Ya le dije que no sé de qué me está hablando – su mano aprieta más y guardo para mí misma el quejido que estuvo a punto de salir – Lo juro, por favor deje de insultarme de esa manera. Yo no vendo drogas.
- ¡Esta es la última vez, bruja! – un muy molesto castaño me zarandea cortando del todo la circulación de mi brazo.
- Por favor no me haga daño.
Odio suplicar cuando sé que nada cambiará, cierro mis ojos con fuerza asimilando lo que está a punto de ocurrir: un par de vagos están a punto de asesinarme por drogas. Veo mi corta y aburrida vida reproducirse como una película en una sala de cine dentro de mi cabeza y segundos después, unas gotas de agua salpican mi rostro, mis ojos se abren encontrando a ambos tipos mojados.
- Suéltala ya.
Una voz masculina exclama desde la obscuridad de los árboles, la luz de la luna no me permite observar adecuadamente pero puedo distinguirlo acompañado de otras dos siluetas.
Ambos tipos me lanzan como si fuese un muñeco de trapo que no pesa ni un kilo, sin embargo, azoto cual res sobre el piso. Mi mirada se queda fija ante la escena, es como si estuviese en la primera fila de una película de ciencia ficción, admiro todo con detalle, en serio es asombroso, no es hasta el momento en que me doy cuenta que está sucediendo justo frente a mí cuando entro en pánico; empiezo a escuchar los gritos desesperados de una loca, pero al observar a las personas frente a mí, me percato de que son míos.
Uno de los tipos es golpeado directamente en la cara, éste cae a mi lado y se aferra a mí exigiendo su talismán, manoteo y lo empujo para que me suelte. Me arrastro como puedo hacia el que creo es el bando bueno, de cerca puedo observar sus rostros con mayor claridad. Mis manos tiemblan exageradamente, de igual manera mi corazón retumba dentro mi pecho tan rápido que pareciera querer perforar mi tórax y salir huyendo de ahí.
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- ¿Te encuentras bien?
La dulce voz de la mujer rubia se hace presente después de un rato de silencio y coloca frente a mí un vaso de vidrio con agua. Mi vista se fija en ésta y recuerdo la manera en que la chica asiática acumulaba frente a sus manos lo que parecía ser una esfera de agua.
- Ella está en shock – interviene la misma persona que está en mis pensamientos ahora misma.
- ¿Qué hacían tú y Catha solas? – de reojo puedo ver cómo la mujer rubia se cruza de brazos.
Dirijo la vista hacia la morena quien simplemente levanta los hombros con desdén, después hacia la chica asiática frente a mí quien pareciera debatirse entre hablar o no, a continuación mis ojos viajan hacia una castaña de ojos oscuros quien sostiene un libro frente a su rostro y cena lo que parece ser pan con mantequilla de maní y jalea acompañado con un vaso de leche, y por último hacia la pelinegra de ojos claros quien se mantiene con una expresión de póker face. ¿Quiénes son todas estas personas?
- Lo siento, Cordelia – la observo – no podía simplemente dejarla ahí.
¿Se está refiriendo a mí?
- Ran… – se detiene un momento – Hablaremos esto en privado – le da un vistazo a ambas chicas – ¿Cuál es tu nombre?
Coloca una mano sobre mi hombro mientras se sienta en una de las sillas más cercanas, mi mirada se fija en la morena quien parece curiosa, no puedo olvidar los destellos provenientes de sus manos, de inmediato regreso la vista hacia el vaso. ¿Será que estoy soñando todo esto?
- Está bien, puedes sentirte segura aquí – la tierna voz de la chica frente a mí me hace mirarla un momento.
- Uhm… ¿Taiga? – mi respuesta suena más a pregunta.
- ¿Qué hace una bruja tratando con un par de vampiros? – el tono curioso de la morena me causa calosfríos.
- ¿Vampiros? – mi voz suena más firme – ¿Es alguna clase de nombre de pandilla?
Las expresiones de las mujeres ahí cambian a excepción de la pelinegra de ojos claros. Incluso la que se encontraba leyendo levanta la vista en mi dirección.
- Uhm… ¿Ran? – iclusive yo la observo.
- ¡Ella lo es! – se apresura a responder – Lo vi y jamás me equivoco. Además, si no lo fuera, ¿cómo pudo entrar aquí?
- ¿La viste a ella? – pregunta la castaña de ojos oscuros y acto seguido da un sorbo a su bebida.
- No realmente – se encoge de hombros – Miré caer su bicicleta en el momento en que corrió, y a los vampiros lastimarla y exigir los talismanes, ¿por qué lo harían si ella fuera una humana?
- Cariño – miro al instante a la rubia – Tú estás consciente de… tu naturaleza, ¿cierto?
- Tengo hambre – respondo sin tapujos.
No entiendo de lo que hablan pero de alguna manera quiero evitar el tema y no tengo idea del por qué. La rubia se levanta y se encamina hacia la alacena, toma un plato, un cuchillo para mantequilla y voltea hacia la barra donde yacen la jalea, el pan y la mantequilla de maní.
- Yo también quisiera uno si es posible, Cordelia – la sonrisa inocente fingida de la morena, y sus ojos pestañeando una y otra vez, provocan una risita en la rubia.
- Claro que sí – responde detrás – ¿Te gusta la mantequilla de maní, Taiga? – la observo una vez más y asiento.
- Estás muy pálida – anuncia la pelinegra de ojos claros sin expresión alguna hablando por primera vez en la conversación.
- ¿Puedes recordar por qué esos tipos estaban molestándote? – la mujer rubia coloca un plato frente a mí y no dudo ni un segundo en darle una gran mordida al emparedado dulce. Me tomo mi tiempo para masticar y una vez que he tragado asiento.
- Querían un talismán – arrugo el entrecejo – ¿Es eso alguna clase de droga? Yo no estoy relacionada con nada de eso.
Cordelia me mira extrañada, incluso yo me siento rara conmigo misma hablando de esta manera.
- ¿Te importa si Ran toma tu mano un momento? – se le dificulta pronunciar dicha pregunta.
- ¿Para qué haría eso? – levanto una ceja confundida, a continuación observo a la chica frente a mí y doy otro mordisco al emparedado.
- Ella es… tiene – parece buscar las palabras precisas durante una fracción de segundo – Ran tiene un don muy especial, ella puede sentir cierta vibra tocando la palma de las manos de las personas.
Esto es bastante raro, observo a las demás chicas ahí; la castaña y la pelinegra parecen no estar muy interesadas, en cambio la morena se encuentra más concentrada en comer que en prestar atención a la bizarra petición de la rubia. Me aclaro la garganta y asiento, luego sacudo mis manos para que cualquier migaja que tenga caiga, después estiro mi mano izquierda. La castaña me ofrece una sonrisita antes de tomar mi mano entre la suyas, a continuación, suspira y entrecierra sus ojos haciéndolos ver casi como dos líneas. Trago saliva y me remuevo incómoda sobre mi asiento, acto seguido Ran cierra por completo los ojos y frunce el entrecejo al instante, no estoy segura de lo que sucede con ella, pero no pasan ni la mitad de un segundo cuando su cuerpo se tensa tomando con fuerza mi mano.
- Auch.
Me quejo por lo bajo, Cordelia coloca una mano sobre mi hombro sin dejar de observar con preocupación a la chica frente a mí. De un momento a otro, Ran pega un grito soltando mi mano, incluso se ha levantado de la silla y ha retrocedido dos pasos, me asusté tanto como ella, sin embargo, tan sólo di un brinco sobre mi asiento.
Sus manos empiezan a temblar y las frota entre sí en el momento en que lo nota. La observo con la confusión plasmada en cada centímetro de mi rostro. Ella mantiene la mirada fija sobre la mesa mientras intenta regular su agitada respiración, estoy inmóvil sin saber qué hacer.
- ¿Todo bien? – noto el nerviosismo en la voz de la mujer a mi lado. La castaña niega.
- No pude ver nada – suspira – Fuego y nada más.
- ¿Piroquinésis en una pelirroja? Vaya cliché – el comentario sarcástico proviene de una vieja en el marco de la puerta con expresión de superioridad, en su mano derecha sostiene una copa con lo que supongo es vino tinto.
- ¡Mamá! – Cordelia se levanta de su asiento – ¿Cuánto llevas ahí?
- Lo suficiente como para saber que esa chiquilla es la primera bruja que no sabe que es una bruja que conozco – se acerca unos cuantos pasos – ¿Te he visto antes, chiquilla?
- Jamás la he visto en mi vida, señora – respondo sosteniendo el emparedado, a punto de morderlo, la mujer me mira entornando los ojos, como si estuviese completamente ofendida – ¿Quién es usted?
Su boca se entreabre un segundo, pero después la cierra formando una línea con sus labios, sonríe de lado de una manera que me causa un escalofrío y a continuación da un sorbo de su vino antes de marcharse de ahí con toda la elegancia que jamás he visto en otra persona.
- Ella es tan sólo la Suprema… – la voz masculina hace énfasis en la última palabra. Volteo la mirada hacia la mesa, ahí se encuentra un gato negro con ojos verdes que justo hace cinco minutos atrás no estaba, frunzo el entrecejo en su dirección – ¿Qué me ves tanto, niña?
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Fueron milésimas de segundo lo que me tomó salir despavorida de la casa soltando uno que otro grito de terror. Vi mover sus pequeños labios, vi al puto gato hablar.
Mis pasos son extremadamente largos y rápidos, no logro entender con exactitud todo lo que ha sucedido el día de hoy.
Una estación de policía acapara por completo mi atención y sin siquiera pensarlo me dirijo corriendo hasta allá. Empujo la puerta de vidrio y casi vuelo para llegar con el primer policía que se me cruza por la mirada.
- ¡Señor, tiene que ayudarme! – el hombre me observa sorprendido mientras termina de morder una hamburguesa.
Otro oficial de policía de rasgos asiáticos se acerca, primero se burla de la expresión sorprendida de su compañero, pero después pone atención en mí.
- ¿Te encuentras bien? – sus ojos se desvían hacia mis rodillas.
Sigo su mirada y me encuentro con mi pantalón rasgado en varias partes, las rodillas principalmente. Tengo fango por todas partes, mi cabello se ha soltado y está enmarañado. Es hasta este momento en que noto el trozo de emparedado de mantequilla de maní con jalea en mi mano.
- ¡No, señor! – exclamo notando que parezco una completa desquiciada – Me ha pasado algo realmente raro el día de hoy – mi tono alto al hablar ha llamado la atención de más personas – Alguien rompió la cadena de mi bicicleta, la cual por cierto no tengo idea dónde está. Luego dos locos me siguieron y secuestraron para exigirme un par de talismanes, no tengo idea de qué carajos hablaban pero llegaron más personas y empezaron a pelear – me llevo ambas manos a la cabeza – Una movía el agua con sus manos y la otra tenía pequeños relámpagos en sus dedos. Me llevaron a su casa donde habían más personas y un gato que hablaba…
- ¡Niña, niña! – uno de los oficiales me detiene.
- ¡Todo es verdad, tiene que creerme!
El oficial frente a mí observa al que llegó burlándose, lo miro un instante y sus ojos están clavados sobre mí. Se mantiene sereno, pero su mirada me infunde miedo.
- Sabes que causar desorden aquí puede costarte hasta trescientos dólares de multa, ¿no?
Trago en seco antes de despegar la mirada del policía de pie frente a mí, después miro a la persona que me ha advertido aquello.
- Será mejor que te vayas, niña – pide una oficial – Y por favor ya no ingieras lo que sea que hayas tomado, inhalado o fumado.
Echo un último vistazo al policía de rasgos asiáticos antes de salir de ahí corriendo.
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Alejo el sudor de mi frente, el mismo sueño recurrente sigue atormentándome, sin embargo, esta vez pude sentir la sensación de que mi piel se encontraba ardiendo, trago saliva y me dirijo hacia el baño sintiendo un dolor punzante de cabeza. Me observo un instante en el espejo, ambas mejillas están rojas y uno de mis ojos ligeramente púrpura, sin olvidar mencionar que hematomas color vino rodean mis brazos, se ven tan inflamados que incluso parecen brazaletes.
Enjuago levemente mi rostro y después me encamino hacia la ventana; nuevamente ese chico se encuentra observando mi casa mientras corre como cada mañana desde hace ya varios días, sin embargo, hoy no estoy de humor para mirarlo. Acomodo las cortinas de tal modo que la luz no se adentre a la habitación y después regreso a la cama.
Giro el rostro hacia mi buró, el reloj marca las dos de la tarde con quince minutos exactamente. Mi estómago ruge a causa del hambre, la dictadora tiene cerrada la puerta de mi habitación bajo llave en castigo por haber llegado tan tarde ayer. La escucho introducir la llave en la cerradura del otro lado de la puerta y de inmediato me incorporo sobre la cama esperando a que abra por completo, una vez que lo hace, la sigo hasta la cocina donde la comida está lista. Estoy apenada, sin duda alguna, además mi cabeza duele como los mil demonios, así que me limito a comer en silencio.
- Estarás castigada todo lo que resta del fin de semana – anuncia Gemma y acto seguido da un sorbo de su bebida – Últimamente parece que te mandas tú sola – revoleo internamente los ojos – Y a ver cómo le haces, no voy a comprar otra bicicleta para que la pierdas.
- Caminaré.
- Ah, ¿caminarás? – suelta con fuerza los cubiertos sobre la mesa y éstos chocan contra el plato ocasionando un ruido estruendoso, acto seguido voltea a verme con expresión de pocos amigos – Pues espero que te vaya bien caminando más de una hora hasta la universidad…
- Puede tomar el autobús – interviene Jace.
- Yo no le daré dinero para autobuses – se queja volviendo a comer de su plato.
- Está bien, yo le doy – el hombre revolea los ojos.
Me quedo estática un momento, tan sólo observándolos a ambos; ella parece que me odia con todo su ser, y él pareciera que simplemente me soporta. Miles de preguntas se me vienen a la cabeza aumentando el dolor, me siento una forastera en este lugar, no tengo parecido alguno con estas personas, ni físico y mucho menos en cuanto a personalidad.
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El mismo sueño me hace sobresaltar una vez más, me incorporo de inmediato y me dirijo instintivamente hacia la ventana. El mismo chico corre lentamente con la vista pegada en mi casa, ¿qué obtiene haciendo eso?
Tan sólo lo hace parecer un acosador.
Camino lentamente hacia mi cama y me siento sobre ésta, tengo una extraña sensación de vacío en mi interior, como si hubiese perdido algo de repente. Echo un vistazo a la hora y sin darle más vueltas al asunto, me introduzco en el baño para tomar una merecida ducha larga. Una vez que salgo, me da por dejar mi pelo suelto, me visto con jeans en tubo y una playera de manga larga para cubrir las vistosas marcas de mis brazos. Salgo hacia la cocina y sin perder tiempo preparo el desayuno, una vez listo me apresuro a comer puesto que debo tomar el autobús.
Es nuevo que ambos padres no se encuentren presentes, aunque así me ahorran la molestia de dirigirles la palabra. Cepillo mis dientes, me coloco una chaqueta abrigadora y salgo de casa hacia la parada de autobús; espero aproximadamente cinco minutos cuando lo veo acercarse, me preparo para subir y una vez estacionado frente a mí subo seguida de más pasajeros. Creo que mi experiencia en autobús ha sido más placentera que en bicicleta… mi bicicleta, no tengo idea de dónde la dejé; por más que intente recordarlo simplemente no puedo hacerlo; es como si todo suceso después de la universidad se haya ido de repente.
Aproximadamente quince minutos después, el bus estaciona justo frente a la universidad, bajo del vehículo y me encamino hacia la facultad de ciencias químicas.
- ¡Taiga! Espera.
Me giro sobre mis talones encontrándome con una chica de rasgos orientales, sus ojos rasgados están fijos sobre mí mientras esboza una delicada y linda sonrisa.
- ¿Hola?
- Perdón si estoy aquí de repente, estuve tratando de localizarte, te busqué en google y después de un rato pude descubrir que estudias aquí – parlotea y parlotea con toda la confianza del mundo – Yo estudio en la facultad de medicina, justo por aquel lado – señala con su pequeño dedo índice – Me preguntaba si te encontrabas bien puesto que simplemente te fuiste corriendo – de repente su perfecta sonrisa se borra de su rostro, en cambio mi entrecejo se frunce debido a la confusión, ¿de qué me habla esta chica? – ¡Cielos! Tu ojo está morado, ¿qué te pasó?
- Disculpa... – interrumpo antes de que continúe hablando – ¿Te conozco del alguna parte?
Entorno los ojos en su dirección, la castaña entreabre la boca luciendo sorprendida.
- Soy yo, ¿Ran? – se señala a sí misma.
- Lo siento – niego confundida – No recuerdo haberte conocido antes, creo que me estás confundiendo con alguien más, con permiso.
Me alejo de ella con incomodidad, su mirada sigue fija sobre mí, con tanta sorpresa que me hace preguntar si hay algo que he olvidado.
Me adentro en el edificio en busca de mi aula de clases en la cual tendré un examen final; doblo el pasillo y me quedo parada frente al marco de la puerta. ¿Qué se supone que iba a hacer antes de entrar?
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Bart Simpson
Re: Coven of salem
- Jenn :
- No quería leer el capítulo hasta que pudiera sentarme para hacerte el comentario al mismo tiempo, así que probablemente esté lleno de incoherencias y un amplio derroche de feels Y que acabo de releerme tus fichas porque no me acordaba (tengo memoria de Dory) y nada que los amé, Taiga me intriga mucho y me llena de ternura al mismo tiempo. Encima los representantes que escogiste, mueroEstoy pegada a la pared, a punto de ser calcinada, tomo aire para pedir ayuda pero ningún sonido sale de mi garganta.
OK Yo pensaba que esto estaba pasando de verdad y ya estaba al borde de la taquicardia con solo dos párrafos de capítulo pero luego ya me di cuenta que era un sueño... ¿o quizás no sea solo un sueño?- ¿Puedo tomar uno? – señalo el tostador.
- Haz el tuyo – Gemma se acerca y toma ambos panes de mala gana, a continuación lame ambos y después se va hacia la mesa donde toma lugar junto a Jace.
Qué mierda con los padres de Taiga. Por qué son tan sumamente idiotas con ella. Que trabajen para el gobierno no es una excusa para que sean así. No me caen bien- Ehm… ¿hay algo que pueda hacer? – niega.
- Recursar la materia el próximo año – mi alma abandona mi cuerpo un instante, estoy muerta – Ve al aula, ya están los alumnos que les aplicarán la prueba – arrastro mis pies en dirección al aula, ahora qué carajo se supone que haré – ¡Taiga! – me giro – Olvidaste tus golosinas – señala la máquina.
Primero llega tarde y no la dejan entrar. La máquina que no le quiere dar su comida y después el profesor que le dice que tiene que repetir su materia el próximo año ¿Qué clase de karma está pagando esta niña? Y luego, por si lo demás no fuera suficiente, están las estúpidas esas que le hacen bullying todo el tiempo. Que se relajen porque igual Taiga les quema hasta el último pelo del cuerpo, solo digo Y Dios estoy toda intrigada con lo que siempre sueñe con fuegoAvanza un paso más en mi dirección y se detiene en seco de repente, su entrecejo se frunce y puedo notar la forma en que su nariz se arruga cuando respira profundo.
¿Quién la observa? ¿Qué está pasando? Imagino que este es el hombro que pusiste en la ficha que la seguía. Ni una parte del capítulo llevo leída y ya no puedo con la intriga, mujerEstoy oficialmente aterrada.
Yo también, estoy tensa y lo estoy pasando mal por Taiga. Odio esto, sé que es una nc y esto forma parte de la trama que montaste, pero no puedo evitar pensar en todas las veces en las que he ido sola por la calle y me he sentido amenazada porque un chico iba detrás de mí (aunque solo estaba, no pasaba nada).- Oh, eres prácticamente nueva en la ciudad entonces. Yo estoy por cumplir un año viviendo en Nueva Orleans – lo veo asentir por el rabillo del ojo. Un pequeño silencio incómodo se hace presente hasta que el chico se aclara la garganta antes de continuar hablando – Soy Terry, por cierto. Si mal no recuerdo me dijiste hace un momento que tu nombre es Taiga – asiento – ¿Te ayudo con eso? – señala la bicicleta con la barbilla.
Ay que el chico del bar donde se metió es Terry Me encanta que Taiga entró toda asustada pero luego fue como: Bueno tampoco fue para tanto, puedo ir sola. Y él prestó atención a lo de los sueños y le recomendó libros. ¿Es normal que empiece a shippear tan pronto cuando en realidad no pasó nada entre ellos?- ¡No me mientas! – una vena comienza a saltarse en su frente, Jace sale de su habitación y se recarga en el marco de la puerta observando la escena con el entrecejo fruncido – Vi al muchachito que te trajo a casa – sólo eso me faltaba, parece que este no es momento para contarle que debo recursar la materia de química orgánica – ¡Respóndeme!
PERO QUÉ HACE ESTA SEÑORA SOLTÁNDOLE UNA BOFETADA La odio, quiero que Taiga se marche de esa casa de una vez y se vaya a la mansión con las chicas. Y luego encima la encierra en la habitación diciendo que no va a salir hasta que estudie lo suficienteSe queja tomando su mano, el doctor se acerca casi corriendo y lo primero que hace es apagar la enorme llama de fuego del mechero de Bunsen y después las regaña por ser tan descuidadas y quemarse. Dios, sé que no hablo seguido contigo pero gracias por escuchar mis plegarias.
Morí de la risa con esto Taiga tuvo un pensamiento de lo más "inocente" y acabó haciéndose realidad porque aquí mi amiga es una bruja poderosa aunque aún no lo sepa Y obviamente se lo merecían por burlarse de ella.- Lo sé, podría sacar copias y regresarte tu cuaderno – en su rostro se forma una mueca de desaprobación – Tan sólo quiero escribir lo que me falta a mí.
- Lo siento, Taiga. No puedo.
Un poco de compañerismo por favor, que solo quiere sacar copias. Odio cuando hacen eso, tampoco es que vayas a llevarte los apuntes a otro planeta- ¡Esto debe ser una maldita broma!
Listo, quiero darle chocolate caliente y ver series con Taiga en Netflix. No es normal todo lo que le pasa a la pobre muchacha, que casi se queda encerrada en la biblioteca y luego encima le destrozaron la bici. Espero que haya sido una de las estúpidas de la clase y no el hombre que la observa. Qué tensión- Al principio dudé de tu naturaleza – su voz ronca se hace presente a unos cuantos metros delante de mí – Pero mi olfato jamás me ha mentido.
No distingo de quién se trata, no recuerdo haber escuchado esa voz en mi vida, pero él me habla como si tuviese tiempo conociéndome.
- ¿Quién es usted? – me reincorporo y acto seguido me acerco a mi bicicleta a un metro de mí para levantarla del piso.
- Mi nombre no es importante.
Mierda, mierda, mierda Taiga sal corriendo o quémalo hasta que solo queden sus huesos- Por favor, no me lastime – suplico cuando me toma por el brazo y me levanta por la fuerza.
- No te haremos daño – empieza a hablar el rubio provocando en mí un poco de esperanza – Si tú nos das un talismán que nos proteja del sol, puedes irte y todo quedará bien entre ambos.
Lo que va a hacer es calcinaros enteros, payasos. Lo estoy pasando mal Yo me veo en una situación así y mínimo me desmayo. Encima Taiga no tiene ni la menor idea de lo que está pasando. Que la pobre se piensa que lo que quieren son drogas, ni se imagina que son dos vampiros que quieren anillos para que no los abrase el sol (que es lo único que merecen)
Ay muero que fueron Catha y Ran quienes la salvaron de esos vampiros estúpidos y después la llevaron a la mansión Donde mamá Cordelia las regaña porque estaban donde no tenían que estar (como siempre). La pobre Taiga que entre el shock y que la llevaron a un sitio desconocido no sabe lo que está ocurriendo ni mucho menos que esa va a ser su casa próximamente- Cariño – miro al instante a la rubia – Tú estás consciente de… tu naturaleza, ¿cierto?
- Tengo hambre – respondo sin tapujos.
Que me ahogo Aquí dicéndole que es una bruja pero ella solo piensa en que tiene hambre. La amo, quiero ser como ella- Ella es tan sólo la Suprema… – la voz masculina hace énfasis en la última palabra. Volteo la mirada hacia la mesa, ahí se encuentra un gato negro con ojos verdes que justo hace cinco minutos atrás no estaba, frunzo el entrecejo en su dirección – ¿Qué me ves tanto, niña?
Aquí es cuando yo me habría desmayado porque ya es demasiado ver que un gato habla Pero Taiga mola más y salió corriendo despavorida.- ¡No, señor! – exclamo notando que parezco una completa desquiciada – Me ha pasado algo realmente raro el día de hoy – mi tono alto al hablar ha llamado la atención de más personas – Alguien rompió la cadena de mi bicicleta, la cual por cierto no tengo idea dónde está. Luego dos locos me siguieron y secuestraron para exigirme un par de talismanes, no tengo idea de qué carajos hablaban pero llegaron más personas y empezaron a pelear – me llevo ambas manos a la cabeza – Una movía el agua con sus manos y la otra tenía pequeños relámpagos en sus dedos. Me llevaron a su casa donde habían más personas y un gato que hablaba…
La verdad es que entrar en una estación de policía y soltar todo esto de carrerilla pues da para pensar que te has fumado algo. Pero la pobre Taiga dice la verdad, que alguien la creaEnjuago levemente mi rostro y después me encamino hacia la ventana; nuevamente ese chico se encuentra observando mi casa mientras corre como cada mañana desde hace ya varios días, sin embargo, hoy no estoy de humor para mirarlo. Acomodo las cortinas de tal modo que la luz no se adentre a la habitación y después regreso a la cama.
Un momento... entonces, el chico que corre frente a su ventana no es una los vampiros que la atacó ¿Quién es? Tanta intriga con este capítuloMe quedo estática un momento, tan sólo observándolos a ambos; ella parece que me odia con todo su ser, y él pareciera que simplemente me soporta. Miles de preguntas se me vienen a la cabeza aumentando el dolor, me siento una forastera en este lugar, no tengo parecido alguno con estas personas, ni físico y mucho menos en cuanto a personalidad.
Respecto a esto, tengo unas cuantas teorías. O bien Jace y Gemma son familiares lejanos/amigos de sus verdaderos padres y la "adoptaron" por alguna clase de compromiso o son padres adoptivos que dieron cuenta de lo que era cuando era niña (aunque esta no me convence tanto) Sea como sea, quiero saber- Soy yo, ¿Ran? – se señala a sí misma.
- Lo siento – niego confundida – No recuerdo haberte conocido antes, creo que me estás confundiendo con alguien más, con permiso.
!QUE LE HAN BORRADO LA MEMORIA¡ Madre mía, madre mía ¿Quién fue? ¿Qué ha pasado? No puedes dejarme así, Jenn, necesito saber No sé por qué dijiste que el capítulo te quedó plano, a mí me encantó Tantas preguntas sin respuesta alrededor de Taiga, necesito saber si va a recuperar pronto la memoria y cuándo va a ir a la mansión y quién es el chico que corre frente a su ventana
indigo.
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Re: Coven of salem
- jen is the queen, bitches :
- Holi sé que todavía no he hecho el comentario de trouble y seguro que por ello me quieres matar pero te comento aquí que todavía no he podido leerlo y ya me esta matando la ansiedad. Te comentaré allí pronto
EmpecemosRetrocedo unos cuantos pasos y giro mi vista al no encontrarme con la cama, regreso la mirada nuevamente y el fuego ha tomado fuerza y quema la mayor parte de la habitación. El papel tapiz se convierte en cenizas en instantes y el calor intenso comienza a calentar de más mi piel.
Estoy pegada a la pared, a punto de ser calcinada, tomo aire para pedir ayuda pero ningún sonido sale de mi garganta.
No hay mejor manera que comenzar un capitulo así es que por un momento no sabía si soñaba o si era verdad, o las dos juntas. Despertaste curiosidad y ansiedad en mi, Jen, y no parare hasta satisfacerla (?
Eso si, habia sido un sueño y llegaba tarde a la uni empezamos mal el día, Taiga
Y esta cuantos años tiene ? mira que lamer el pan esta a otro nivel de mezquinaje, mija- ¿Puedo tomar uno? – señalo el tostador.
- Haz el tuyo – Gemma se acerca y toma ambos panes de mala gana, a continuación lame ambos y después se va hacia la mesa donde toma lugar junto a Jace.
A Taiga se le olvidan las cosas, sus padres son odiosos con ella y encima no la dejan entrar a un examen. Vamos, que tanto le puede salir mal a esta chica, que además es bruja y ella ni lo sabe?La persona que me brindó ayuda suelta una risita y le echo una mirada de pocos amigos para después volverme loca un momento con el billete, lo introduzco y gracias al cielo se ha quedado dentro, presiono el número cuatro y después el dos antes de esperar a que caigan mis donitas glaseadas.
uy, quien será ese chico? lo voy a tener en cuenta para mas adelante, ya estoy ansiando que aparezca de nuevo- Ehm… ¿hay algo que pueda hacer? – niega.
- Recursar la materia el próximo año – mi alma abandona mi cuerpo un instante, estoy muerta – Ve al aula, ya están los alumnos que les aplicarán la prueba – arrastro mis pies en dirección al aula, ahora qué carajo se supone que haré – ¡Taiga! – me giro – Olvidaste tus golosinas – señala la máquina.
JAJAJAJA por Dios, pobre Taiga todo mal, tiene que recursar la materia y encima casi la caga con el profe oh, y por poco se olvida de las donas glaseadas- ¡Fíjate, cegatona!
La advertencia burlona de uno de los chicos de otro grupo me hace sentir demasiado estúpida, concentro mi mente y camino directo al aula.
- ¡Ya llegó Peppa!
Mocosos de mierda, ¿que carajos les pasa? QUE LES LANCE UN FUEGO A VER SI SE QUEDAN CALLADOS ya en la u y tan pendejos, no jodas.- Sueño con fuego…
- Eso suena a indicio de piromanía – canturrea una castaña loca, la miro de mala gana y me arrepiento de haber preguntado cualquier cosa.
Ay pero que pesadas, futuras viejas chismosas. Así no se puede! Deberían echarlas al carajo de la clase o golpearlas, aunque opto por la ultima- ¡No te enojes, Mérida! Era sólo una bromita.
- Vete al carajo con todo y bromita.- Te mataré, malparida.
JAJAJA AME ESA ESCENA es que ya no habia quien la aguante a ella y a su sequito de estupidas, bravuconas estudiando psicología, nueva tendencia
Solo estan celosas porque Taiga es hermosa con su cabellera de fuego y ellas, pues, mejor ni mencionarlas de nuevoEl suspiro hondo del chico me hace voltear a verlo, ha comenzado a acercarse más hacia mí, olfateando, tal como lo haría un perro que ha localizado algún olor apetitoso o simplemente extraño; despistadamente tomo el cuello de mi suéter y lo llevo a mi nariz en busca de algún olor raro… nada, huele a suavizante para telas.
TAIGA CORRE QUE ES UN VAMPIRO pero no, ella toda pendeja pensando porque el tipo la mira así y encima se pregunta si es su sueter el que huele mal. Corre antes que te chupe toda la sangreEstoy oficialmente aterrada.
Y como no, yo estoy al borde de los nervios de que la atrape el ambiente fue super tenso y tenebroso, mas aun si es de noche! Vaya a saber que van a hacerle esos malditos, creo que este se la quiere comer porque ya olfateo la sangre de los raspones de Taiga, ¿cierto? CORRE TAIGA- La chica Chu… – el aliento se me va y simplemente resoplo, se me viene a la cabeza la imagen de este chico en el salón de clase.
- ¡No! No quise decir eso – en lo que sus palabras se tropiezan giro el rostro una vez más hacia los ventanales de la entrada – Lo lamento, no pregunté tu nombre – me mira un instante y después sigue mi constante mirada hacia la entrada – ¿Sucede algo?
Tu salvador se acuerda de ti, pero con ese apodo como la caga con eso, pero al menos se disculpo y va a acompañarla a casa Espero que lleguen sanos y salvos, presiento que este será el chico de Taiga y no quiero que le pase nada malo, por fis- Después de que desapareciste en la actividad de hoy me quedé pensando acerca de la interpretación de sueños – lo observo – Hay algunos libros que puedo recomendarte si sigues interesada sobre el tema.
- No, gracias. Sólo fue un impulso de idiotez – asiento – Esa es mi casa, puedo ir sola desde aquí. Gracias por acompañarme.
Momentos así comienzan a hacer que mi corazón los shippee y es que presiento que Taiga será de mis preferidas y Terry también Me parece curioso que también este interesado por los libros de sueño, ¿hay algo mas que interes por su parte?Su entrecejo se arruga y no puedo adivinar las milésimas de segundo que tardó en estamparme una bofetada. ¡Demonios!
Y a esta? Infantil y violenta. Solo la trajo un chico a casa porque un ser sobrenatural queria chuparle toda la sangre. Relaja la raja, vieja, o no te gustará lo que te haremos en el futuro
Al menos Jace detiene la situación, si fuera por esa vieja loca creo que Taiga estaria con unos golpes de mas.Entorno los ojos para enfocar la mirada en dirección de la persona que corre en la acera de enfrente. Reconozco su rostro cuando voltea hacia mi casa, ¿acaso dije algo para que este chico siga apareciéndose cerca de aquí?
Lo que pasa es que le gustaste a Terry y ahora quiere contigo, mi querida Taiga Quiero pensar que es así, dime que es así, Jennifer, no me hagas ilusionarme por nadaNo saldrás de ahí hasta que hayas estudiado lo suficiente.
Ay, por los cielos, esta gente encerrarla asi sin mas para que estudie. Tranquilos que recien empieza las vacaciones, ella no lo hace de inconsciente, solo es despistada- ¿Siguió molestándote aquel tipo? – pregunta sereno, puedo reconocer su voz; es el psicólogo, a quien por alguna razón me he estado encontrando más veces de las que quisiera. Niego sin mirarlo – Me alegro.
Primer cap y ya me tienes enamorandome de Terry No sé, es dulce y tierno a su manera, considerado porque se preocupa por Taiga aunque apenas la conozca. Pero ella se escapa... así vas rompiendo mis ilusiones, cariño
MUAJAJAJAJAJAJAJA *risa malvada de candela* eso les pasa por malditas y siempre tirar mala onda contra Taiga. A ver si con ello se callan. Lo que me dio mas gracia es que Taiga andaba deseandolo y paso deberia desearlo mas seguido xdSe queja tomando su mano, el doctor se acerca casi corriendo y lo primero que hace es apagar la enorme llama de fuego del mechero de Bunsen y después las regaña por ser tan descuidadas y quemarse. Dios, sé que no hablo seguido contigo pero gracias por escuchar mis plegarias- Todos los demás son incoloros – señala y con expresión confundida dirijo mi vista hacia la mesa. Mi boca se entre abre del asombro al percatarme de que tiene razón – Fuiste la primera, te has ganado medio punto por eso. Toma la evidencia necesaria antes de salir – lleva su muñeca hacia su rostro – Y por favor limpia tu área.
Punto para nuestra nena que tanto se esforzó
Ay pero otra vez Taiga se metió en una escena horrible y encima de noche aprende que de noche ya hay que estar en casa, mas si el vampiro te quiere chupar la sangre Será porque yo soy miedosa, no me gusta caminar a casa de noche, flasheo que también me chuparan la sangre
Por favor, que se crean que es una humana rara nadie va a juzgarla por ello, hay gente loca en todos lados Pero no, hay un rastreador entre ellos y sabe que Taiga es una bruja aunque ni ella misma lo sepa y, sin darse cuenta, ya se la han llevado con ellos para que le hagan quien sabe qué. Tengo el corzón en la boca con esto-¿Es en serio una bruja? – la voz suena lejana como si estuviese en un sueño o despertando de éste – Me parece demasiado estúpida.
-¿No hueles su sangre? – responde el otro obvio. Ahora las voces empiezan a escucharse cada vez más cerca a la vez que mi cuerpo comienza a sentirse dolorido.
-No dio lucha, creo que es sólo una humana rara.
-Yo… yo no sé a qué se refiere – trago saliva cuando su entrecejo se frunce.
-¡Oh vamos! – ahora el chico de cabello claro toma mi brazo disponible y pareciera jugar con su amigo a quién estruja más mis pobres bracitos – Deja de hacerte la loca.
-Yo… no vendo eso.
Cómo les explicas que no eres una bruja cuando lo eres? El problemón en que se metió Taiga y estos no les creen. No sé si es bueno o malo que anden cerca los lobos, en esta circunstancias nada podría ser peor, asi que solo quiero que salga de esa situacion horrible– Lo juro, por favor deje de insultarme de esa manera. Yo no vendo drogas.
Ella ni siquiera piensa que puede caber la posibilidad que sea una bruja o que, solo que no vende drogas. Amo a esta chica
Mi chino hermoso llego para salvarla
-Suéltala ya.-¿Qué hace una bruja tratando con un par de vampiros? – el tono curioso de la morena me causa calosfríos.
-¿Vampiros? – mi voz suena más firme – ¿Es alguna clase de nombre de pandilla?
Definitivamente, Taiga es oro, la amo-Cariño – miro al instante a la rubia – Tú estás consciente de… tu naturaleza, ¿cierto?
-Tengo hambre – respondo sin tapujos.
Mi bebe no pudo ver nada porque era todo fuego pinches traumas, que alguien se los quite que así no conseguimos informaciónSus manos empiezan a temblar y las frota entre sí en el momento en que lo nota. La observo con la confusión plasmada en cada centímetro de mi rostro. Ella mantiene la mirada fija sobre la mesa mientras intenta regular su agitada respiración, estoy inmóvil sin saber qué hacer.
Aquí entra la verdadera reina de la nc el personaje de Fiona es de los mejores. Creo que lo mencione en el comentario de Kate antes, pero me alegra un montón que se haya puesto como un personaje cannon a semejante mujer-¿Piroquinésis en una pelirroja? Vaya cliché – el comentario sarcástico proviene de una vieja en el marco de la puerta con expresión de superioridad, en su mano derecha sostiene una copa con lo que supongo es vino tinto.- Ella es tan sólo la Suprema… – la voz masculina hace énfasis en la última palabra. Volteo la mirada hacia la mesa, ahí se encuentra un gato negro con ojos verdes que justo hace cinco minutos atrás no estaba, frunzo el entrecejo en su dirección – ¿Qué me ves tanto, niña?
SALEM él ahí, todo relajado, hablando con Taiga que no sabe de nada y creen que la culpan por vender droga. Lo peor es que se escapo del susto y nadie alcanzo a agarrarla, que lío pero siempre es un placer que aparezca el gato parlanchin, lo amo-¿Te encuentras bien? – sus ojos se desvían hacia mis rodillas.
Sigo su mirada y me encuentro con mi pantalón rasgado en varias partes, las rodillas principalmente. Tengo fango por todas partes, mi cabello se ha soltado y está enmarañado. Es hasta este momento en que noto el trozo de emparedado de mantequilla de maní con jalea en mi mano.
-¡No, señor! – exclamo notando que parezco una completa desquiciada – Me ha pasado algo realmente raro el día de hoy – mi tono alto al hablar ha llamado la atención de más personas – Alguien rompió la cadena de mi bicicleta, la cual por cierto no tengo idea dónde está. Luego dos locos me siguieron y secuestraron para exigirme un par de talismanes, no tengo idea de qué carajos hablaban pero llegaron más personas y empezaron a pelear – me llevo ambas manos a la cabeza – Una movía el agua con sus manos y la otra tenía pequeños relámpagos en sus dedos. Me llevaron a su casa donde habían más personas y un gato que hablaba…
-¡Niña, niña! – uno de los oficiales me detiene.
-¡Todo es verdad, tiene que creerme!
Te digo que todavia me tienes riendome como idiota por esta escena es que a estas cosas le pasan a Taiga nomas. Ella tratando de pedir ayuda y tiene hasta pan con mantequilla y jalea en el pelo, para colmo habla tan rapido que apenas se le entiende. Y se fue a parar a la comisaria de los cazadores Ay, ay Taiga. Eres Eugene de Oye, Arnold
Hasta querian cobrarle una multa por la descabellada historia pero Darby se dio cuenta y eso no es bueno-Puede tomar el autobús – interviene Jace.
-Yo no le daré dinero para autobuses – se queja volviendo a comer de su plato.
-Está bien, yo le doy – el hombre revolea los ojos.
Gemma la odia, es cierto. Jace la soporta, al menos. Pero aún así no debe ser lindo para Taiga estar en un ambiente así. Por que no se quedo en la mansión?Ahí iban a cuidarla bien
Ella ni cuenta pero Terry es su admirador vamos, nena, una oportunidadTan sólo lo hace parecer un acosador.
Ay no le borraron la memoria de nuevo y me la dejan mas tonta, como pueden hacerle eso a mi Taiga? Que desconcertante debe ser despertar así, justo cuando empezaba a recordar mas cosas y a ser menos despistada, nuevamente le hacen retroceder. Yo quiero que salga de esa casa y vaya con las chicas, no me gusta lo que le hacen-Soy yo, ¿Ran? – se señala a sí misma.
-Lo siento – niego confundida – No recuerdo haberte conocido antes, creo que me estás confundiendo con alguien más, con permiso.
Jen, corazón, me encanto tu capitulo Taiga me encanta, su personaje me hace reir a montones al igual que las ocurrencias que pasa. Yo me reía a montones por su mala suerte y ahora me siento culpable xd pero es que el personaje es único y se hace querer un montón Terry es lo mismo, es un dulce de leche, mucho mas considerado que la bola de pendejos con los que estudia y parece realmente interesado en Taiga, jujujuj
Ya, pues, adoro como escribes y la manera en que se desenvuelven personajes y situaciones. No puedo esperar a que llegue tu turno de nuevo y descubramos como es que Taiga va a la mansión y como reaccionara cuando sepa toda la verdad
Te mando mil y un abrazos cariñosos
Jaeger.
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» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.