INOCENCIA, VENGANZA Y UN AMOR PROHIBIDO_SKANDAR Y TU

No sabía cómo era que seguía con vida, él, ya me había hecho demasiado daño y además sentía que estaba bañada en mi propia sangre con un dolor intenso y mortal en mi vientre
-no volverás a ver el día jamás –dijo Skandar con ira.
Y porque me dolía tanto el hecho de que fuera él, el que me hacía daño, era incomprensible; de pronto había encontrado mi lado masoquista, no quería creer y en mi se contaba bien aquel dicho que dice; “no hay peor ciego que el que no quiere creer” pues si que me habían encontrado con la guardia baja
–Rehellí, coge una sábana blanca, y llévensela de aquí, déjenla tirada en algún callejón inhóspito para que solo puedan encontrarla muerta, regresen rápido nos vamos de Londres.
El dolor se incrementaba en mi, muy pero muy fuerte sentía el dolor en mi vientre, mis piernas entumecidas, me dolía todo; no paraba de gritar, mientras que me envolvían en algo, luego me cargaron desgraciadamente……………………………
No sentí nada mas…………………. estaba agonizando…… agonía recorría en mis venas.
Gemí por dolor al caer al suelo duro y frio, hacia demasiado frio y me dolía cada hueso de mi cuerpo, ya varios quebrados de seguro; en mi hombro izquierdo sentía muy dentro en la piel algo punzante.
Mi cuerpo me pedía a gritos una muerte rápida, pero a la vez luchaba por sobrevivir, algo que no quería.
Mi corazón bombeaba sangre lentamente, pronto dejaría de latir.
El tiempo pasó y yo gemía con más frecuencia al dolor, al gran dolor que sentía, mis pies creo que ya no existían, no los sentía…………………………………
-Gustav, que haces –escuche medio adormilada diciendo una mujer
-está viva, puedo salvarla –dijo ahora un hombre
-no, déjala ahí, es mejor que muera a que…… –replico de nuevo la mujer
-no, Claire, dejarla aquí, sabiendo que puedo salvarla me haría sentir mal –dijo y se acerco a mi cuello y lo olisqueo –vamos hay que llevarla a casa
-no claro que no –sentí como me alzaban en brazos cariñosamente
-vamos, vamos por los tejados.
Sentí de nuevo la brisa en mi rostro, todo a mi contacto me dolía y en este caso el frio era mortal para mí
Volví a pensar.

Había demasiado dolor en mi cuerpo, pero era diferente, era como un veneno que se filtra en las venas.
Quería gritar pero algo me decía a mi misma que no podía, sentí como un sudor frio bajaba por mi nuca; mis respiraciones eran demasiado rápidas, la adrenalina se filtro por mis venas actuando ante algo, y yo me sentía en una cuerda floja que rápidamente se va a partir y tengo que correr rápidamente, aunque entre las dos sé que voy a caer al precipicio.
Sentía un hormigueo por partes del cuerpo y por otras no, las sentía dormidas, era demasiado extraño; pero lo aun más extraño era que estaba consciente, sentía sensaciones demasiado inexplicables: dolor, hormigueo, tristeza, todo era un mar de confusión.
mi corazón latía desesperado………parecía que se iba a salir de mi………………... ………………………………………sus últimos latidos o el inicio de muchos.
Mis gemidos se ahogaban lentamente en mi garganta, por el hecho de que no tenía voz…
mis ojos los apretaba fuertemente al igual que mis manos en fuertes puños…………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………..................................

Así se sentía estar muerta.
Wau que bien.
Abrí mis ojos lentamente, me encontraba en una habitación blanca, y con un pijama; toque mi vientre y no se sentía nada.
Escuche unos pasos demasiado silenciosos pero sin embargo los escuchaba.
-por fin despertaste –dijo un hombre con una gran sonrisa, entrando a la habitación –como te sientes
-donde estoy –me sorprendí por mi voz, un poco más aguda, más bonita, pero me ardía al hablar, tenía mi boca demasiado seca, quería algo de tomar para saciar mi sed…
-oh, lo lamento –dijo el hombre apenado –soy Gustav Novachek. –un hombre alto de piel demasiado pálida, cabello castaño claro, ojos verdes, un rostro demasiado hermoso
La familia Novachek poseía algunas propiedades, era adinerada, pero casi no se relacionaban con nadie, jamás los había visto solo escuchaba rumores de ellos, solo eran tres personas el señor, la señor Novachek y su hija.
-mucho gusto –dije carraspee mi garganta –que me pasa
Mis sentidos eran demasiado buenos más finos, nítidos, todo lo detallaban con tanta perfección…. y no me hacía falta respirar
-oh si, has de tener sed –dijo el tranquilamente
-¿sed? –Dije con el ceño fruncido –porque todo es tan diferente.
-oh ya despertaste, ¿cómo te sientes preciosa? –dijo entrando una mujer al cuarto en el que me encontraba
-bien –dije y le regale una sonrisa
-lo lamento, me llamo Elizabeth, soy la esposa de Gust –y me sonrió cariñosamente.
Ella era la señora Novachek, la esposa de aquel hombre
-que me pasa, que hago aquí, por Dios mi familia debe de estar preocupadísima por mi –dije alarmada y como no, era mi familia.
y realmente no sabia cuanto llevaba en ese lugar, de seguro me iban a matar.

Me levante de la cama, por enésima vez, en la puerta ya se encontraba Elizabeth para detenerme a no salir Gustav trataba de cogerme y yo no paraba de mandar al diablo a mil personas
-espera –dijo el señor Novachek un poco frustrado –no te puedes ir –yo le mire incrédula y aun no creyendo
-claro que si, acaso ustedes me están secuestrando –dije enojada
-déjame explicarte, por favor.-dijo de nuevo él.
-muñeca, estarás bien –dijo la señora cálidamente, se parecía tanto a una madre
-¿estar bien? Por favor llévenme con mi familia –dije suplicante
-no podemos, jamás lo vas hacer –dijo el señor
-¿Por qué? –articule yo en un hilo de voz
- los matarías –dijo él y me miro tristemente
-¿Cuánto llevo aquí? –pregunte
-4 días –a mí se me abrieron los ojos como platos, 4 días era demasiado, me iban a matar –me vas a dejar explicarte –yo asentí –el día en que te encontramos en el callejón tirada y nos dimos cuenta de que estabas con vida –paro y a mí se me hizo un nudo en la garganta al recordar eso tan doloroso –te trajimos a casa, pensamos que podíamos curarte, pero era imposible habías perdido mucha sangre y tu herida en el vientre hacia a un peor las cosas era una decisión demasiado difícil, pero era la única forma de salvarte.
-que me hicieron –dije asustada
-lo pensamos mucho –continuo el señor –pero entre mas pensábamos mas se nos iban las posibilidades de salvarte, así que…….
-así que ¿Qué? –dije esperando impaciente la respuesta
-te di la inmortalidad –dijo he hiso una larga pausa –te convertí en una… –su voz se esfumo en un hilo de voz
-Dios me asustaron –dije –no bromeen eso es solo leyendas, esas cosas no existen
-nena, no estamos bromeando, es verdad –dijo la mujer lentamente, yo moví mi cabeza en desaprobación. –Mírate –dijo dándome en espejo de muñeca. Yo lo tome lentamente y me mire.
Esto era increíble, mis ojos estaban completamente carmesí iguales a los de…….. Mi piel era más blanca, mis labios más finos y rojos, mi cabello brillaba hermosamente, los rasgos de mi rostro eran más perfectos llenos de una belleza inhumana, tenía vagamente la idea de el rostro de las diosas griegas paganas, mujeres hermosas, con diferentes dotes: Afrodita, Venus, Hera y Atenea.
-que es esto… porque mis ojos están así ¡no! tengo que ir a casa
-espera ___T/N___ -dijo el hombre –no te mentimos, es verdad –me miro severamente –no debo hacer esto pero, has cambiado, como es que tu herida sano tan rápidamente, respirar no es necesario, tu corazón ya no late y tu sed es de sangre
-que eso no es cierto –dije en pánico
-tranquila nena –yo trate de llorar pero las lagrimas no salían de mi ojos…….
Era imposible, todo comportamiento humano y por más que me niegue era verdad, todo se esfumo de mi, como un letargo
-es imposible ¿Por qué?, porque a mi…. –Dije en un grito –entonces……….. Entonces que soy –dije ya queriendo saber la verdad.
-una vampira… -la voz de Gustav sonó demasiado bajo sin embargo lo escuche.

-Sigues escribiendo –dijo mi padre no con el gusto de que haya encontrado una forma de liberar mi amor al arte.
escribir me deleitaba y para mi padre no le parecía placentero, yo tenia que vivir la vida de toda mujer, ser fiel a su esposo y sus hijos, no me llamaba mucho la atención a ello, era un poco liberada a la vida normal y me gustaba mas algo como vivir sola y cumplir mis propios sueños.

que tonta había sido al pensar que había encontrado mi felicidad, la persona que amaba era una desquicia y un loco que mataba mujeres, cuanto odio pude haber dejado de pasar, pero no, me salvaron de la cruda muerte que pude padecer.
pero…
¿que me deparara el mañana?.