playboy.

CAPITULO 005

woozi. || brain and alcohol || siguiente: wang.

—Marilyn, debo irme, Kara me espera con el almuerzo para calentar—.Hizo un gesto con la mano, restándole importancia—Ya sabes, la vaga no piensa cocinar.

La castaña asintió en modo de aprobación y le sonrió a Pietra de una forma cariñosa. Eran amigas desde pequeñas, y aunque a los demás Marilyn les mostrara una actitud fría y ceca, en realidad era una niña pequeña en un cuerpo de una futura actriz; le gustaba hacer bromas a las personas con las que era cercana y siempre buscaba la forma de hacerlos sonreír.

Marilyn era en serio una muy buena persona.

—Está bien, ya sabes la dirección del estudio, por las dudas que te aburras, ya sabes—. Se encogió de hombros—. Yo voy de camino y seguramente te mande fotos de todo para que estés al tanto.

Sin que Marilyn pueda seguir, Pietra se acercó a zancadas y la abrazo con todas sus fuerzas; obviamente la chica se sorprendió, ni siquiera sus padres la abrazaban con tanto amor; pero Pietra era diferente, se habían criado prácticamente juntas y siempre buscaban la forma de hacerse saber que estaban para la otra.

—Estoy… Tan contenta que lograras lo que querías, Marilyn—. Dijo Pietra mientras se alejaba y la tomaba de los hombros. —Sé que trabajaste mucho por esta oportunidad, no te olvides en contarme todos los detalles del hermoso chico que va a acompañarte—. Le guiño el ojo a su amiga.

Antes de que Marilyn pudiera acotar nada, la chica se alejó a paso ligero. Sonrió, porque sabía que Kara estaría apurada y Pietra seguramente evitaría algún incendio por parte de su prima, ambas eran un asco cocinando, pero Pietra por lo menos lo intentaba.

—Bueno, creo que me tendrás que acompañar ambos viajes, amigo—. Le hablo a su celular, mientras le colocaba los auriculares y caminaba a paso tranquilo hacia la estación de autobuses.

Marilyn siempre llegaba y se iba con sus padres, porque estos insistían en acompañarla en el camino. Pero esa vez había dicho que no, que no se preocuparan y que ella iba a tomar el autobús; aunque la idea principal era que no la vieran llegar en un auto con su padre como toda niña mimada. Ella quería comenzar una vida más independiente, sin que alguien la estuviera siguiendo a todos lados  o que dependiera de su padre para llegar a cada lugar al que tuviera que ir.

El autobús no tardó mucho en llegar, Marilyn había caminado seis cuadras pero aun si prender su música, ya que no quería para nada que se le gastara la batería del celular tan rápido. Suspiro mientras subía y pagaba al conductor, caminando unos cuantos pasos hasta un asiento dando al ventanal derecho del autobús, dejando a la vista los negocios principales de Los Angeles.

Una vez que la chica tomo asiento, desbloqueo la pantalla de su teléfono celular y comenzó a buscar canciones entre todas las que tenía, prefirió subir su ánimo y oprimió en el título “Fantastic Baby” de BigBang. La melodía era tan pegadiza que la chica comenzó a mover un poco la cabeza, mientras buscaba su guion y volvía a leerlo. Si, Marilyn comenzó su guion nuevamente, porque no se cansaba de leerlo.

La historia era simple, fácil de entender, pero con un increíble desarrollo en el libro. Contaba la vida de un chico, que convivía con sus padres, hasta que estos mágicamente desaparecían y el chico recibe ayuda de una chica desconocida, quien le dice que sus padres eran verdaderamente magos y que el único que podía salvarlos era él. No sabía quién era el escritor, por lo que ese día iba a ser la primera vez que conocería al creador de su personaje, quien era realmente su favorito.

El personaje se llamaba Astoria, era la hija de un humano y un mago, tenía un carácter inquebrantable por fuera, pero por dentro era débil y sentía una admiración enorme por los padres de Sean, el personaje principal, ya que estos la habían ayudado en incontables veces.

Marilyn estaba completamente encantada con la historia, quería saber todo: Desde los demás personajes, hasta los lugares en los que transcurría la historia y conocer principalmente, al escritor de tan linda historia. Sabia su nombre y que tenía un hermano, también que sus padres eran unos grandes actores, pero luego nunca había buscado alguna fotografía de él; porque realmente, quería solo verlo en persona.

Habían pasado media hora cuando el autobús paro en una estación cerca al estudio de la película, por lo que Marilyn se levantó y acomodo su uniforme, para caminar hacia el botón rojo y pedir que el autobús parara en ese lugar. Una vez que este paro, Marilyn bajo con el guion en mano y comenzó a caminar hacia el gran portón.

Unas cuantas casas antes de poder llegar, el nerviosismo le llego a todo su cuerpo. Sus piernas se sentían débiles y tenía miedo de que todo le saliera mal, pero trataba de ocultarlo; caminaba sin prisas y después de un suspiro largo, levanto el mentón demostrando tanta seguridad como una actriz decidida. Y era que Marilyn si lucia como una.

Tenía un lindo cuerpo, unas piernas con muslos trabajados ya que prefería no ser demasiado flaca y unos lindos atributos. Su cabello era de un castaño oscuro casi negro y lo llevaba con un corte carre, ya que prefería utilizarlo como su personaje antes de utilizar una peluca; así que hacía unos cuantos días que había cambiado su cabellera larga por ese corte que tan bien le quedaba. Sus ojos eran rasgados, porque sus padres eran coreanos así que había recibido sus ramas asiáticas y tenían un color oscuro. Era una chica hermosa para casi todo hombre, pero para Marilyn solo estaba… Bien; ella solo se describía como una persona normal.

Una vez delante del portón, diviso una pequeña puerta que decía “entre por aquí” a lo que Marilyn guardo su guion en el bolso y entro sin tocar.

Era un completo sueño hecho realidad.

Las personas corrían con cámaras hacia todos lados, las estilistas caminaban con centenares de ropas en sus manos y los productores corrían con montones de papeles en sus manos. Marilyn estaba completamente fascinada por todo lo que había en ese lugar; era lo que siempre había soñado desde pequeña; no podía estar más fascinada en ese momento; todo le parecía completamente asombroso.

Aun no podía salir de su trance, pero debía buscar al director o a alguien que la ayudara para sentirse orientada; por lo que se puso a caminar tratando de estar atenta, alguien podría chocarla y no tenía ganas de lidiar con alguien que la hiciera caer frente a toda la producción de la película, se sentiría demasiado avergonzada.

— ¿Señorita? ¿Puedo ayudarla en algo? —La voz grave de una persona hizo que Marilyn se diera vuelta.

Era un chico, podría decir algunos años más grande que ella pero no un viejo. Su apariencia era… Tierna pero, había escuchado su voz y no tenía nada que ver con lo que el aparentaba. Sus ojos también eran rasgados y eran oscuros, su cabello era de un castaño claro, casi naranja y llevaba una remera con una campera de Jean. Era un chico muy lindo, y gracias a esos pensamientos, Marilyn se sonrojo; la forma en la que la había llamado y como tenía una ceja levantada lo hacía ver aún más atractivo.

—Sí, pues… Yo…—No tenía ni la menor idea de lo que podía decir, estaba aún nerviosa por todo lo que estaba pasando a su alrededor—. Soy la actriz que hace de Astoria.

El chico le sonrió, mostrando sus hermosos dientes y haciendo que la chica se sonrojara más y se pusiera más colorada de lo normal. Era difícil que Marilyn se sintiera así, normalmente se comportaría como una profesional, pero ese chico la volvía completamente alguien diferente; eran tan hermoso que la chica se quedaba sin palabras.

— ¡Señor Joshep! —Se escuchó de una persona que venía corriendo hacia el chico que estaba frente a ella. —Señor, la actriz aun no… ¿Quién eres tú?
—La actriz que hace de Astoria, Marilyn Bulls—. Hizo una reverencia la chica, era una costumbre que tenía con todas las personas, ya que sus padres lo habían inculcado en sus costumbres como una forma de mostrar respeto.
— ¡Querida, llegas cinco minutos tarde! Debes irte a cambiar, tu compañero ya se está maquillando para empezar las escenas de prueba, apúrate. —La tomo del brazo mientras la arrastraba a una puerta con su nombre y el nombre del personaje.

Marilyn aún seguía en trance, porque sabía quién era al final ese chico. Lo habían llamado Joshep, y aquel era el nombre de escritor del libro; Marilyn no se podía sentir más avergonzada por haberse sonrojado delante de uno de sus superiores, se sentía una tonta por completo.

Sabía muy poco del chico que la acompañaría en el rodaje, el actor principal, porque también era un actor que debutaría. Podrían ser amigos, o al menos eso es lo que pensó ella, ya que se encontraban en situaciones igualitarias; y cuando quería, Marilyn podía ser muy sociable.

—Entra y deja que las chicas te ayuden con tu aspecto, tu personaje tiene mucho maquillaje así que tardaras un poco más que el otro chico—. La apunto con la lapicera antes de anotar algo en un papel. —Y por favor, repasa tus líneas, no queremos demasiados errores en el primer día, Joshep puede llegar a ser un poco perfeccionista cuando se trata de su libro.
—Está bien, señor, voy a hacer todo lo que este en mis manos para que salga perfecto—. La chica le mostro una sonrisa radiante, antes del que el chico se fuera corriendo mientras tomaba su teléfono celular.



Marilyn salió de su camerino mirando sus pies, le era completamente extraño estar usando esas ropas ajustadas a su cuerpo, porque realmente no estaba acostumbrada. Tenía un entero color negro de cuero que mostraba todas sus curvas, pero no era exageradamente ajustado ya que tenía que estar cómoda; levaba unas botas con tacos no muy altos y cuadrados para mayor comodidad al correr y su cabello tenia algunas mechas azules; el maquillaje corría desde sus ojos hasta el comienzo de su cabello a los costados, como si fuera una máscara tenue de color azul, teniendo como terminado un ojo con un lente de contacto color verde. Dando como terminado el personaje de Astoria.

Camino unos pasos hasta ver el lugar donde grabarían, tenía apariencia de una habitación destruida, por lo que supuso que empezarían desde la escena en la que ella aparecía. Mientras más se acercaba podía divisar la espalda de un chico al cual le estaban acomodando la camisa que llevaba puesta. Tenía el cabello liso, como si no tuviera crema o nada que lo acomodase, dándole un aspecto natural, vestía una camisa y unos vaqueros, como cualquier chico normal y tenía unos papeles en su mano por lo que supuso que era su guion.

— ¡Marilyn! —Escucho a sus espaldas, a lo que se dio vuelta viendo otra  vez a ese chico que le había indicado a donde tenía que ir—. Ven, debes conocer a Kaito, van a ser compañeros y un saludo no le viene mal a nadie.

La chica asintió y camino rápido detrás del hombre que la llevaba nuevamente agarrada del brazo. “En cualquier momento me deja sin brazo” pensó la chica risueña, sonrió y agito un poco su cabeza tratando de sacar esos pensamientos.

— ¡Kaito! —Grito el chico alegre, haciendo que el chico se volteara a vernos.

Era guapo, tenía que aceptarlo, tenía ojos risueños pero sus labios estaban rectos, no mostraban ninguna emoción. Dejo de mirar los papeles y camino hacia Marilyn manteniendo la misma expresión, hizo una reverencia y estiro su mano.

—Kaito Wayne, un gusto—. Dijo cuándo la chica también tomo su mano.
—Marilyn Bull, igualmente—. La chica lo miro y estrecho su mano antes de soltarla y poner su cabello detrás de su oreja, porque le estaba dando bastante calor en ese traje.



Hacia media hora que estaban trabajando en la misma escena, pero cada vez que la hacía, algo tomaban mal de la actuación de la chica, por lo que tuvo que volver a hacerla varias veces. Le era imposible, había intentado de todas las maneras hacer la escena para que quedara perfecta, pero a la producción no le gustaba, mientras que el escritor solo se limitaba a mirar, sin hacer nada más que eso.

Marilyn se encontraba sentada en uno de los asientos con su nombre al lado de Kaito, quien no le había hablado nada más que para decir sus líneas. Estaba repasando, pero no sabía para que, ya se sabía las líneas de todas las formas completas, pero el director seguía diciendo que el sentimiento no estaba bien, pero tampoco le decía lo que tenía que arreglar.

—Me doy completamente por vencida—. Gruño la chica tirando los papeles a la mesa que se encontraba al lado izquierdo. —Por más que lo intente, el director sigue diciendo que todo esta mal.
—Está bien, Marilyn—. La chica se sorprendió y miro a Kaito que seguía mirando su guion. —Puedo ayudarte, pero recuerda que yo no puedo interpretar a Astoria, no puedes irte sin hacer ese papel.
—Primero que nada: hablas, wow—. La chica le sonrió—. Segundo: gracias, de verdad necesito que me ayudes.

El chico le sonrió, y Marilyn le respondió. Luego de eso, Kaito comenzó a marcarle las partes en las que tenía más inconvenientes y las expresiones que tenía que poner para que no quedara tan ceca la escena en la que hablaba, ya que Marilyn se la pasaba seria. Ella podía entender todo a la perfección y ahí supo que Kaito en realidad era un buen chico, que tenía mucha experiencia en el mundo de la actuación aunque era su primera película. También puso como una de sus metas ser amiga de ese chico, la podría ayudar mucho y ella a él, porque le caía realmente bien y era el tipo de persona en la cual se podría confiar.



— ¡Vamos a cenar chicos! Debemos cenar juntos, festejando este primer día de rodaje—. El chico que se llamaba Ryan, grito a los pocos que quedábamos en el gran lugar.

Marilyn tenía que ir a contarles todo a las chicas, pero no le iba mal ir a cenar con los demás, después de todo pasarían días juntos y era necesario conocerse mejor entre todos. A lo que la chica codeo con su compañero Kaito, que estaba mirando su celular atento.

—Vamos, una cena no nos hará mal—. La chica lo tomo del brazo, corriendo hacia la gran camioneta que los llevaría solo a Ryan, Kaito, Joshep y Marilyn.

Marilyn no había hablado mucho con Joshep después de su primer encuentro, más que algunas indicaciones que él le había dado. Le parecía alguien interesante y completamente guapo; porque diciendo la verdad, alguien como él podría ser tranquilamente un modelo de pasarela.

—Vamos por algunas pizzas, hay un buen lugar por aquí que las hacen muy ricas. —Dijo Ryan quien se sentaba al lado de Joshep. —Pero ustedes dos no se pasen, cuiden su peso—. Señalo a la protagonista y a Kaito.
— ¡Ya! No soy una ballena, Ryan—. La chica le saco la lengua al colorado, un acto infantil pero que a Marilyn se le veía demasiado tierno, o eso es al menos lo que pensó Joshep cuando la vio reír con sus compañeros por sus boberías.

Si, Kaito y Marilyn ya estaban más cómodos uno con el otro, ahora podían hablar sin que les diera vergüenza y eso era un gran avance. Estaba claro que iban a ser unos buenos amigos, pero no se veía más que ello, porque se notaba que el la veía como una hermana pequeña a la cual cuidar. Aunque a Joshep no le iba bien que ella lo mirara tanto, parecía que estaba celoso, pero para dejar de pensar en ello decidió no mirarla más, porque se estaba volviendo loco viendo como reía con los demás, pero esa sonrisa no era para él.

Joshep estaba celoso, y de una chica que apenas conocía.

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