Fly away from here [Draco Malfoy] CANCELADA TEMPORALMENTE

Después de la cena, con Hermionie subimos hacia la sala común junto con los chicos. Obviamente nos cruzamos con los de Slytherins, pero para mi sorpresa Pansy no me dijo nada, ni siquiera me miro, pero si podía sentir la mirada del rubio platinado en mi. Decidí ignorarla pero a los pocos segundos la imagen de ese chico en mi visión apareció de repente golpeando con fuerza en mi mente. Esto de recordarlo a cada instante era muy mala idea y costumbre que debía sacarla.

- ¿Notaste que Malfoy te estaba mirando? - pregunto Hermione una vez que estuvimos en el cuarto sola.

- No, tampoco me interesa.

- ¿No será que le gustas? Quizás le parezcas linda…

- ¿Y por que le gustaría? ¿Qué me vería a mi que soy una Gryffindor? - redondee los ojos impaciente - Me voy a la torre de astronomía - le dije tomando mi abrigo, mi pequeña mochila y mis cartas.

- ¡No podemos hacer eso Effy! ¡Ya sabes que tenemos prohibido salir de aquí a estas horas!

- ¿Y tu crees que a mi me importa? Además ¿Que es la vida sin alguna emoción? - sonreí irónicamente - illusius - lance el hechizo para que se viera mi cuerpo durmiendo placidamente en la cama.

- ¡¿Como hiciste eso?! - exclamo sorprendida.

- Generalmente no revelo mis secretos pero te diré que leer libros ayuda mucho - le guiñe el ojo mientras ella me daba una mirada fulminadora - Lo único que hace este hechizo es proyectar la imagen de una persona para distraer o ganar tiempo - me encogí los hombros.

- ¿Y como sabes esos hechizos? Son algo avanzados para nosotras.

- Mi mama solía hacerlo cada vez que se encontraba a escondidas con mi papa - murmure sintiendo una punzada en mi interior. - En fin, hasta mañana - me despedí e hice el hechizo para aparecer donde yo quisiera antes de que me dijera algo.

Di gracias a dios porque la torre de astronomía estuviera vacía, aunque ¿Quién podría venir a estas horas? Deje mi mochila en el suelo sacando mis tacos y vestido que usaba siempre que bailaba la danza que adoraba. Mientras me cambiaba comencé a observar todo el lugar. De verdad se podía ver a la perfección las estrellas desde aquí arriba. Observe dos estrellas brillando con fuerza en el cielo nocturno, siempre donde quiera que fuera estaban ahí viéndome desde el cielo. Siempre pensé que eran mis padres cuidándome desde arriba. Y quizás no me equivocaba.

Mi vestido no era casualmente el de cualquier vestido flamenco, parecía mas el estilo gitano que otra cosa.
Mi abuela en su juventud había pertenecido a un grupo de gitanos desde niña que le enseñaron todo aquello del flamenco. Ella había nacido en España y desde que era pequeña bailaba muy bien la danza. Los domingos nos pasábamos bailando canciones tras canciones e inventando coreografías. Pero lastimosamente esos días habían terminado, y estar en una escuela de magia no iba a hacer que dejara de hacer una de las cosas que mas amaba.

Coloque mis auriculares en el oído, gracias al pequeño emprendedor del artefacto coloque el mp4 en mi remera y comencé a bailar mientras la música sonaba cada vez y mas alta. No creía que llegasen a escuchar el zapateo de mis tacos. Moví mis brazos según mis zapateos y el ritmo de la canción. Había extrañado esta bella sensación que sentía en esos momentos, escuchar los sonidos de los zapateos y mis manos danzando junto con todo mi cuerpo.

Cuando finalice, escuche unos aplausos detrás de mi, lo que hizo que me sobresaltara. Estaba Dumbledore, con una sonrisa y con sus aplausos. Levemente me ruborice. Digamos que yo no era de bailar por donde cualquier lugar que fuese.

- Veo que has sacado la pasión de tu madre para el baile, Señorita Potter.

- Mi madre bailaba ballet de las danzas de brujas. Aunque nunca entendí cual era la diferencia entre esa danza y el ballet muggle. - me encogí los hombros.

- Créeme, yo tampoco - asintió el director pensante - No deberías estar a estas horas aquí, podrían castigarte.

- ¿Acaso no va a castigarme? - pregunte sorprendida, valla yo esperaba un castigo.

- No ¿Por qué debería de hacerlo? Pase un momento grato observando su baile. Debería mostrármelo mas seguido en otras circunstancias.

- Lo siento, profesor. Estuve toda la tarde haciendo tarea y necesitaba bailar.

- Oh, no te preocupes, Effy. - sonrío con amabilidad - Es mas, me has ahorrado el trabajo, necesitaba hablar contigo mañana pero ya que estas aquí, será mejor que hablemos.

- ¿Hablar? ¿Conmigo?

- Sentémonos allí - señalo el pequeño banco gris que había.

No sabia que realmente hacer, pero finalmente opte por hacerle caso. Una vez a su lado el miro hacia el cielo oscuro y se quedo en silencio. Bien ¿De que demonios quiere hablar?

- El tema que quiero hablarte, es importante - Dijo el director antes de que pudiera decir algo.

- ¿Con que tiene que ver?

- Como sabrás, Harry Potter y tu son primos, pero el aun no lo sabe. - yo asentí para que siguiera hablando - Deberías decirle ¿No crees?

- Le consulte a mi abuelo sobre que debía hacer - me encogí los hombros.

- Effy, a pesar de tus abuelos, Harry es el único pariente de sangre a quien tienes, es tu primo hermano. Y como sabes, la familia Black, o mejor dicho, lo que queda de ella, no te aceptaría porque siempre creyeron que los Potter eran una mala influencia para el rango social que sostenían ellos.

- Si lo se - volví a asentir con la cabeza - No se como Harry se lo valla a tomar.

- En las visiones que has tenido ¿Cómo te has visto con el?

- ¿Cómo sabe de mis visiones? - pregunte sorprendida ¿Acaso había mas personas que sabían y yo ni cuenta?

- Siempre lo supe, querida. Desde el momento en que naciste fuiste destinada a ser la niña de los ojos del tiempo. Puedes mirar el futuro, el pasado y hasta el presente. Ver cosas que otros hacen sin que se den cuenta.

- ¿Enserio? Bueno, lo ultimo no lo sabia...

- Ya aprenderás a controlar tus dones, querida - río Dumbledore - Será mejor que nos vallamos, mañana tienes clases ¿No? - me guiño el ojo y al instante aparecimos en la sala comun de Gryffindor - Hasta mañana, señorita, y por favor, que la proxima vez con mas tiempo, invítame a ver uno de esos bailes. Buenas noches.

Dumbledore desapareció en ese momento dejándome algo confundida. Me dispuse a buscar mi mochila con la mirada, y la encontré arriba de uno de los sillones. Suspire agradecida de que no se le haya olvidado ese pequeño detalle. Me dispuse a sacar las cartas y abrirlas. Mi abuelo contaba en un pequeño resumen sobre que mi abuela le había dado un ataque pero que se le paso sabiendo que ya no había vuelta atrás. Me regaño por no ser mas sociable - y sobre todo con Hermione - y por ser demasiado antipática. Luego dijo algo sobre Draco, de que seguro era un tonto y de que era muy chica para tener novio. Genial, ahora había descubierto que mi abuelo era celoso. Y luego llego la parte que mas me interesaba, me animo a decirle a Harry sobre nuestra familia. Quizás, mas tarde lo haría. Ahora quería dormir, mañana tenia pociones y no quería que nos quitaran puntos a nuestra casa.

Entre a mi habitación y observe a Hermione dormida placidamente, me deshice de mis cosas y me puse el piyama para dormir. Lo único que esperaba, es que el amanecer no llegase.

En la clase de vuelo estábamos todos en el patio esperando a la profesora. Hermione me comentaba sobre un libro de hechizos que había leído, el cual, le parecía muy interesante. Todos estaban uno al lado del otro y abajo estaban sus escobas un poco mas hacia adelante. Al frente nuestro estaban otro grupo de chicos ¿Y quien estaba al frente mio? Si, ese Draco Malfoy.

Cuando finalmente la profesora se digno a aparecer, nos enseño como levantar nuestras escobas haciendo que se elevasen. Harry lo había echo muy bien al igual que Draco, mientras que Hermione no podía levantar su escoba, y la escoba de Ron se había levantado pero pegándole en la cara.

Al subirnos a las escobas para comenzar a levitar con ellas, la escoba de Neville al parecer fue hechizada, porque comenzó a valor por casi todo Hogwarts sin poder controlarse. El pobre de Neville cayo de una gran altura y quedo con su brazo roto.

- Quiero que mantengan los pies sobre la tierra mientras llevo al señor Longbottom a la enfermería ¿Entendido? - Dijo madame Hooch ayudando a Neville parare y comenzando a caminar - Si veo una sola escoba en el aire me encargare de que sea expulsado de Hogwarts antes de que diga Quiddich.

Madame Hooch desapareció llevándose a Neville a la enfermería. ¿De donde se había descontrolado tanto al escoba? No era comun que pasase eso ¿O si? Era sin dudas el ataque de un hechizo pero… ¿Quién querría hacerle eso a Neville?

- ¿Vieron su cara? - dijo Draco llamando la atención de todos… hasta la mía - Tal vez si hubiera usado esta cosa - alzo el recordador de Neville - abría recordado caer sobre su trasero.

- ¡Dámela, Malfoy! - exclamo Harry detrás de el rubio platinado.

- No - contesto girándose quedando frente a frente - Dejaremos que Longbottom la encuentre.

Draco se elevo en su escoba quedando arriba de nosotros. A pesar de las protestas de Hermione, Harry también voló hacia donde estaba Malfoy. Todos comenzamos a animar al chico de los ojos verdes para que recuperara la recordadora cuando Malfoy la había lanzado lejos.

- ¡Que se apure o vendrá Hooch! - mascullo Hermione preocupada.

- Oh tranquilízate, esta en sus venas alcanzar ese tipo de objetos - le replique esperando a que Harry apareciera.

- ¿Cómo lo sabes, Effy?

- ¿Intuición femenina? - sonreí con ironía

- ¿Tu eres mujer? - bromeo Ron riéndose con otros chicos.

- Si, y también se hacer esto - dije golpeándole el estomago. - Te golpearía mas pero ya viene Harry - le sonreí al ver como se retorcía de dolor.

No se sientan mal por Ron, se recupero rapido al ver como mi primo agitaba la recordadora en sus manos, victorioso de haberla alcanzado. Draco lo miro con mala cara pero luego su expresión cambio al ver que McConagall llamaba a Harry para llevárselo. Mierda, lo habían atrapado.

***
- ¡Eres el jugador mas joven de la historia del Quiddich! - exclamo Ron contento.

- Un siglo ¿No? - pregunte a mi primo.

- Según McCgonagall si - río emocionado.

***

- ¿Vas a alentar a tu primo o al tonto de tu novio? - pregunto Harry sentándose al lado mio en el sillón de la sala comun.

- Soy de Gryffindor, no alentare a Slytherins. ¡Y menos en la final del Quiddich! - lo abrace mientras ambos sonreíamos contentos. Después de todo, nos teníamos el uno al otro, y a nadie mas.

***

- Es una lastima que me pierda este año los partidos del Quiddich - susurro mientras ambos observábamos las estrellas.

- Serás algún día el mejor buscador de todos - lo alenté dándole una pequeña sonrisa.

Bueno, quizás que lo atrapasen, no era mala idea o mala noticia después de todo.

- Oh, no ¡Expulsaran a Harry! - exclamo Ron horrorizado.

- ¡Diez galeones a que no! - propuse sonriente.

- ¡Trato!- cerro el trato con un apretón de manos.

- No puedo creer que ahora por diez galeones te importe que lo expulsen a Harry - espeto molesta Hermione.

- Querida Granger. Negocios, son negocios - respondi por el pelirrojo quien estaba algo avergonzado ante nuestro trato.