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The pursuit of happyness.
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Re: The pursuit of happyness.
chicas, ¡quedo muy bello! aww, me alegra tanto que ya iniciemos, realmente espero que esta nc no se estanque. en fin, me encanto, fue bastante hermoso y tiene mucha verdad, te deja reflexionando, ahr. espero tu capitulo impaciente, alec.
crybaby.
Re: The pursuit of happyness.
Davis Jackson. {frodo.
El autobús se detuvo una cuadra antes de llegar a la avenida principal, finos copos de nieve caían del cielo y cubrían las calles de un color blanquecino brillante.
Un señor que aparentaba cincuenta roncaba fuertemente en el asiento de mi lado derecho, sus fornidos brazos acaparando por lo menos la mitad de mi asiento y sus enormes piernas estaban extendidas en el suelo de manera nada agradable desde mi perspectiva, y cuando las puertas traseras del autobús se abrieron rápidamente salí de mi asiento aparentando tener prisa cuando lo que quería era huir del señor que era mi compañero de asiento lo antes posible.
De un salto bajé del autobús y las puertas se cerraron detrás mío con un sonoro golpe.
Las pequeñas casas del barrio se encontraban completamente cerradas y con las luces encendidas para estar lejos del frío que hacía en la calle.
Nadie era tan osado como para caminar sin compañía en las calles de Moscú pasadas las ocho por las bajas temperaturas que abrazaban el ambiente; pero aún así eso no me importaba ni en lo más mínimo aún con la luz de las lámparas alumbrando un poco el panorama, la nieve no dejaba de caer y eso que apenas estaba iniciando eso.
Un día común y corriente se podría decir que era. Acababa de volver del trabajo en la cual lo único que había hecho era estar frente al ordenador verificando que las cosas con los compradores estuviesen bien, por lo que mis ojos estaban probablemente más hinchados y rojos que ninguna otra vez en mi vida, los brazos y piernas los sentía entumidos y aún no podía poner el punto final del día.
Mis mejillas y nariz ardían por el aire gélido que golpeaba directamente en mi cara aún cuando el gorro de lana que llevaba puesto cubría perfectamente mi cabeza.
No era para nada raro que en plena época de invierno la ciudad alcanzara dos o menos tres grados de temperatura; la mayoría de la población Alemana era completamente inmune a sentir el frío tan extremo en estas temporadas, era algo normal para ellos, pero lo que jamás comprendía era como ellos podían salir a pasear estando a menos de cinco grados por la noche y sin abrigarse como yo lo hacia. Aunque, claro, existía esa probabilidad de que yo era diferente a ellos porque no era de su misma sangre y creencias, sino que era extranjero en un país al cual ya llamé hogar mucho tiempo atrás.
Cuando llegue finalmente a casa de Rebecca mis manos con guantes comenzaban a sentirse frías. Toqué el timbre llevando mis manos debajo de mi mentón, frotándolas para quitarles el frío, esperando una señal por parte de mi amiga.
La luna comenzaba a alumbrar cada vez más las oscuras calles y las ventanas de las casas vecinas comenzaban a intensificarse con cada minuto que pasaba.
Si había algo que me gustaba de la ciudad era su gente, unidas siempre, además de toda la lista que jamás podría terminar; admiraba completamente como las personas podían sonreír con el simple hecho de ver a su familia.
Inconscientemente fruncí el ceño y mis manos comenzaron a temblar.
—Vaya, por fin llegas. —exclamó sarcástica una voz a mis espaldas.
Di un respingo en mi lugar que me hizo resbalar y por poco caer por las escaleras del umbral de la puerta.
Becca arqueó una ceja y con una mano hizo una seña invitándome a pasar.
—Perdón —bese su mejilla e inmediatamente el calor pareció llegar finalmente a mi cuando cerró la puerta después de que entre—. Decidí hacer doble turno para hacer lo de mañana y tener tiempo para ir con Aaron.
—Muy inteligente de tu parte —contestó la rubia amablemente—. Entonces mañana pasarás al medio día, ¿no?
—Por supuesto, pues creo que abuso de tu ayuda al dejarlo tanto tiempo aquí, lo más seguro es que este fin de semana lo tenga libre y así tendré tiempo para encargarme de él. —hablé tan apresuradamente que me sentí como idiota.
—No hay problema en verdad, de igual manera mi agenda siempre tiene tiempo de sobra.
Sonreí, sin mostrar mis dientes, en señal de agradecimiento.
Si bien, con el trabajo, los ensayos de la banda y los estudios necesitaba que alguien cuidase de Loick, Becca era una íntima amiga, siempre buscaba ayudar a los demás y encajaba perfectamente con los niños, así que me ayudó desde que tengo memoria.
Una hora más tarde me había despedido de mi amiga y tomé el tren para llegar a casa, Loick, envuelto en una manta y un cobertor, dormía en mis brazos mientras pasábamos estación tras estación, para nuestra buena suerte no había muchos pasajeros a esa hora pero para nuestra mala suerte nos bajábamos en la última estación, aquella en la cual pertenecía a la zona algo retirada del centro de la ciudad.
Suspire pesadamente y recargue mi cabeza en la parte trasera de mi asiento, cerré los ojos y las sombras del pasado regresaron a mi cabeza.
Hace tres años había conocido a alguien, una chica que asistía a la misma secundaria que yo, y como buenos adolescentes que éramos actuábamos sin medir las consecuencias y cuando le juré amor eterno ella me apuñalo por la espalda, traicionado, herido y completamente solo, no la volví a ver jamás.
Como podía me las arreglaba para seguir adelante con mi miserable vida, no tenía a nadie más que a Mia, mi hermana, ambos estábamos perdidos en un país en el cual éramos completos extraños y no conocíamos a muchos por ahí.
Pasó poco menos de un año desde que aprendí a cerrarme al mundo exterior y justamente un veinte de marzo encontré a un niño frente a la puerta de mi apartamento, de cabellos casi rubios, rasgos finísimos y unos ojos que me recordaban mucho a los míos, no fue hasta que me fije detenidamente en su nariz y ojos para descubrir que era hijo mío.
Las riendas del tren rechinaron y sentí como mi cuerpo salía del asiento por el repentino freno, abrí mis ojos sorprendido y éramos los únicos que quedábamos en aquel vagón. Me había dormido soñando con los demonios del pasado.
Tomé la mochila, la cual usaba para las cosas de mi hijo, ya que era consciente de lo estúpido que me vería cargando una pañalera como las mujeres, y a paso adormilado camine hacia la salida del tren.
Afuera el aire sería tan frío como cualquier otro día invernal, la farola de la estación iluminaba a la nada en verdad, pasaban de las once de la noche y sentía mis párpados pesados listos para tomarse un merecido descanso.
Si no hubiese sido por Becca, jamas hubiera podido con todo, si no hubiese sido por Mia, no se que demonios hubiese hecho con mi vida, y si no fuera por Aaron, Jacob y Dustin estuviese sumido en la depresión de la vida cegado por los vicios. Pensaba muchas veces que hubiese pasado si las cosas no hubiesen pasado, pero simplemente cuando hacia eso me encontraba atormentado y sin ganas de nada, por lo que evitaba pensar sobre ello todos los días; el pasado quedaba en el olvido y lo que importaba era el futuro. Nada podía cambiar y todo estaba hecho ya.
No podía arrepentirme de haber hecho lo que hice, pues no tendría a las personas con las cuales cuento ahora, no tendría esperanza, no tendría una lección de la cual aprendí y no tendría a Loick.
Dos calles arriba la voz de la señora Di Angelo podía escucharse con claridad, esa mujer parecía siempre estar de buen humor y siempre parecía guacamaya.
Cubrí la cabeza de mi pequeño mientras sacaba de mi bolsillo trasero las llaves para abrir la puerta.
El salario que recibía era justo, se podría decir, de ello dependíamos y aunque no tenía todo yo me sentía a gusto con todo lo que tenía. Un pequeño apartamento que contaba con una recámara, cocina, sala, comedor y baño, si, acogedor.
Encendí las luces y con el pie cerré la puerta.
Loick seguía dormido aún acurrucado en mis brazos, tenía ocho meses y estaba ya en práctica para aprender a caminar, aunque su peso era el de típico bebe saludable y pesaba, no podría decir que era el mejor padre del mundo pero hacia mi mayor esfuerzo por pasar tiempo con él y me tomaba los lujos necesarios, que algunas veces me costaban mucho, para tenerle todo lo que necesitaba.
Algunas veces gastaba más en su ropa que en mis útiles escolares, su comida en vez de zapatos nuevos, pañales en lugar de un gran teléfono móvil y sus juguetes en vez de ropa nueva.
Las doce se hicieron y ya me encontraba completamente tirado sobre la cama boca arriba tratando de conciliar el sueño con Loick acostado a mi lado, uno de mis brazos estaba detrás de mi nuca y la otra rodeaba firmemente el cuerpo del pequeño, las sábanas nos cubrían completamente y debes en cuando creía que el frío era una simple alucinación mía. Claro, que si me ponía de pie y salía a la calle en pijama, de seguro me resfriaría y tendría fiebre toda una semana.
—Crawlin back to you —tararé en un murmuro— And I thought id crawl in here, give it a few...
Mi voz se fue apagando por el bostezo que salió inconscientemente de mi boca, mis ojos comenzaron a cerrase y me fue imposible seguir cantando para Loick, quedé profundamente dormido pensando en lo que haría después. No sin antes haber fruncido el ceño por la letra de la canción.
- hola:
- Bueno chicas, finalmente iniciamos, no quede satisfecha con el capítulo pero fue mi mayor esfuerzo, espero y les guste. Por cierto, un ligero cambio de reglas, ahora pueden narrar como gusten chicas, esto lo hice ya que pensé hace unos días y llegue a la conclusión de que todo sería mejor si cada una narra como le gusta y como se siente mejor. Así que son libres de elegir su manera de narrar. Sigue Adry, esperamos tu capítulo cariño ñ.ñ
Última edición por frodo. el Sáb 14 Feb 2015, 7:22 pm, editado 1 vez
trunks
Re: The pursuit of happyness.
Alec, mi vida, fue hermoso. Te juro que me enamoré de Davis y su bebé, quiero uno ;-;
Me nacen feels de leer a Dav, te juro, es un amor c:
La nueva regla me copa. (Sé que se te olvidó que era en tercera y por eso la pusiste, I know you)
Sigue adry vamos niñas que esto NO se estanque o son boleta.
Me nacen feels de leer a Dav, te juro, es un amor c:
La nueva regla me copa. (Sé que se te olvidó que era en tercera y por eso la pusiste, I know you)
Sigue adry vamos niñas que esto NO se estanque o son boleta.
byers.
.
Alec, ¿que te digo? Davis ya se ha ganado tanto mi cariño, es un amor y con Loick, aww, que tierno. Me gustó tu manera de narrar el entorno, fue muy detallada. Ya me pongo a escribir mi capitulo.
crybaby.
Re: The pursuit of happyness.
Me van terminar matando por 2 razones.
1. Dios, es el capítulo más hermoso que leído, AMO a Davis, es tan lsdkjhf y como es con su nene, like todo él nada yo, es tan perfecto que me revoltea los feels. Amo a los nenes :'c son lendos, pero no me voy a casar y no tendré uno :c me fui del tema. xd en fin, el cap fue hermoso y espero el de mi Adry c:
2. Adry y Dai me van a matar de jaratak con esos hermosos avys!!!
Alec, tu firma *-*
baekhyun.
Capítulo 002.
Jim Bradwell. {annabel lee.
Un golpe directo y el saco se sacudió, seguido de un quejido estruendoso causado por el cuero, casi como si de una persona se tratara. La arena regada pedía a gritos que el saco fuera enviado al bote de basura, o en todo caso, al almacén de lo que tal vez tenía reparación.
El espejo frente a él era engañoso, pulcro pero mentiroso, mostraba una imagen que no era real, una persona tan deteriorada que no podía ser él. Nunca creyó ser claustrofóbico, cuando se quedó tres horas y media atascado en el elevador de la oficina no hubo problema, ahora, sin embargo, las paredes del gimnasio se cerraban tan lentamente, como un tormento que llevaba siglos mereciéndose. La verdad es que ocurría más a menudo de lo que necesitaba. Y el naranja de las paredes ya no parecía un color muy agradable.
No se quejaba, y con los nidillos a punto de sangrar y un dolor en las articulaciones que hasta entonces se había tomado la molestia de ignorar, Jim Bradwell colocaba todo su esfuerzo en no rememorar esos últimos meses de su vida, la angustia de volver a una vida sin su mujer después de tantos años a su lado, y el desconsuelo de no poder encerrarse en su dolor cobarde y egoístamente; no existía la opción de dejar a una adolescente solitaria que tan desesperadamente necesitaba de él. Las cosas pasan por algo, y los hombres jamás lloran. Así de sencillo es.
Lo que siguió al último golpe de lleno fue una voz femenina, cargada de agotamiento. Jim no alzó la vista pero ante la pregunta de su mejor amiga sobre si ya había terminado, afirmo con un movimiento de cabeza apenas visible.
—¿Piensas salir esta noche?
Aún con la poca distancia que había entre ellos, la voz de Addison que normalmente era fuerte y determinada, se escuchaba distante e ida. Jim supo al instante que no era por causa de ella.
—¿Qué día es hoy?
Y cuando la chica se tomó su tiempo para contestar, ya no quiso saber la respuesta.
—14 de Febrero.
—Estoy bien. —le habría gustado que su voz no hubiese sonado tan acelerada —y a la defensiva— como realmente había sido.
Se dedicó a ignorar el bufido cansado que salió de los labios de su amiga, sólo porque sabía que no ganaría nada intentándolo, y porque cuando Addison Haynes ordenada algo, esto debía acatarse si o sí.
No era su culpa que al morir Emily, Addison pasara a ser la única mujer de la cual Jim podía depender —Natasha no contaba pese a lo mucho que era requerida en su vida— y seguía allí para él, fuera lo joven que fuera.
—Tengo una adolescente problemática en casa, salir esta noche definitivamente no es una buena idea.
—¡Oh, vamos! Deja de poner a tu sobrina como excusa, no puede ser tan malo. —Jim río entre una mezcla de gracia y pena, dejando así a la vista un par de arrugas a la orilla de cada uno de sus ojos.
—No la conoces.
De nuevo ese bufido.
—De acuerdo, no pasare mi noche de San Valentin rogándole a un viejo de treinta y cinco años —Jim mordió su labio para no reír, mirándola un poco por el rabillo del ojo noto que Addie sonreía de una manera poco usual en ella.
No fue cuando comenzó a quitarse las gasas de los nudillos que noto el líquido espeso color rojo con olor a sarna saliendo de estos, no dijo nada, sin embargo, porque tanto Addison como él estaban acostumbrados; había días peores.
—Eso es muy sabio de tu parte. —él dijo, para luego colgarse un bolso para gimnasio de marca Adidas en el hombro.
Miro la línea fruncida que eran los labios de Addison y supo lo que vendría, una reprimenda por tener la osadía de salir así vestido por las calles de Berlín, porque Jim era tan despistado como para olvidar llevar un abrigo a los entrenamientos, aun sabiendo que su cuidad era de esas mundialmente conocidas por causar fuertes casos de hipotermia. No obstante, no le permitió a la chica reprenderlo; con un beso en la mejilla rápidamente se despidió y salió disparado del edificio.
Lo último que alcanzo a escuchar de Addie, fue:
—¡La próxima vez no escaparas tan fácilmente!
Por más que Jim se quejara en su mente de lo fría que era Berlín, había cosas que simplemente no podía ignorar y obligatoriamente debía disfrutar, se presentaran cuando se presentaran; como las caminatas en una noche estrellada, el frío era lo de menos. Y no es que necesitara tiempo para sí mismo, tenía mucho de eso desde que perdió a Emily, y tener más sólo significaba recordarse a sí mismo lo increíblemente doloroso que fue terminar decepcionándose por un resultado completamente diferente.
Cuando sus pies descalzos sintieron la suave y reconfortante alfombra color carmesí bajo si —porque en su hogar existía esta regla de no entrar con zapatos a la casa impuesta por Emily muchos años atrás—, se sintió más que agradecido. Y al mismo tiempo melancólico. Le pasaba mucho últimamente, que se compadecía de sí mismo por no saber cómo sobrellevar todo como un adulto cualquiera.
Con una sonrisa que no alcanzo a mostrar sus dientes, saludo al gran San Bernardo de nombre Floyd que un par de años atrás habían adoptado a petición de su sobrina, el perro había corrido hacia él justo al sentir la cerradura de la puerta principal. Cuando un estornudo se le salió, llego a la conclusión de que debía dejar las caminatas luego de los entrenamientos por un tiempo. Se rascó el cuello y el estómago para luego caminar descalzo hasta la cocina entre paredes beiges, que no era realmente grande pero si lo suficiente como para albergar un pequeño comedor informal de madera y tener ese estilo hogareño que toda cocina debía tener. Sólo llego a tomar un trago de leche desde el cartón cuando la puerta principal fue abierta de golpe y luego cerrada con la misma fuerza; eso anuncio la llegada de Natasha.
Él se recargo en el marco de la entrada de la cocina, dispuesto a disfrutar el show que se avecinaba.
—¡Hey! Te recuerdo que ya has roto dos puertas este año.
Él trato de bromear —pero Natasha si había roto dos puertas en el pasado— cuando se dio cuenta de lo rojo que estaba el rostro de su sobrina por la furia.
—¡No me hables!
Natasha ni lo miro, ella prácticamente voló hasta la segunda planta, Jim dedujo que se encerraría en su habitación y que probablemente no la lograría sacar de allí —ni tampoco ella lo dejaría entrar— por un largo tiempo indefinido.
Era en momentos así cuando necesitaba a su esposa, cuando se trataba de lidiar con Natasha, o cuando había estado seis meses sin empleo y su única salida fue sacar una licenciatura en leyes, no podía evitar que sus pensamientos se basaran principalmente en ella, en que ella seguramente habría encontrado la solución a todo en un abrir y cerrar de ojos.
Por alguna razón le dio una mirada al perro, que pareció entenderle porque lo observo también, Jim simplemente se encogió de hombros y tomo camino hacia las escaleras, dispuesto a rogarle a Natasha para que lo dejara entrar a su habitación y le explicara todo. Ella no lo haría, lo sabía, pero al final saldría y encontraría a su tío sentado en el suelo del pasillo a punto de dormirse, se sentaría junto a él y le contaría el motivo por el cual había azotado la puerta al llegar.
Como siempre que aquello sucedía.
- holi:
- Bueno, como esto fue lo que conseguí, quise subirlo enseguida porque me llego de repente y no quería que se perdiera (?) es bastante aburrido, lo sé, pero en fin, sigue Steph.
crybaby.
Re: The pursuit of happyness.
Dos caps en un Día, Quizá San valentín no es tan malo después de todo xd.
Que rebelde mi Tasha 2 puertas xd, pobre Jim :c sé lo que se siente perder a alguien tan importante en tu vida y Dios, sé lo que es no sobrellevarlo como un adulto xd. AMO a Jim c': es tan hermoso. Espero el cap de Steph.
Que rebelde mi Tasha 2 puertas xd, pobre Jim :c sé lo que se siente perder a alguien tan importante en tu vida y Dios, sé lo que es no sobrellevarlo como un adulto xd. AMO a Jim c': es tan hermoso. Espero el cap de Steph.
baekhyun.
Re: The pursuit of happyness.
TAN RÁPIDO vale solo he leído el prologo pero ya me pongo las pilas
Kurisu
Re: The pursuit of happyness.
Primero que nada, gracias por los comentarios chicas.
Y segundas...wow, que rápida Adry. Ame tu capítulo, fu precioso, y juro por el ángel que me ha parecido genial tu rol...idk, me gusta toda la trama y esta manera de iniciar la historia...simplementeme matas.Y luego, usas a Ziam, yay. No fue aburrido, sino interesante, me gusto mucho en verdad.
Y segundas...wow, que rápida Adry. Ame tu capítulo, fu precioso, y juro por el ángel que me ha parecido genial tu rol...idk, me gusta toda la trama y esta manera de iniciar la historia...simplementeme matas.
trunks
Re: The pursuit of happyness.
kjhsjahj Hay capítulos para leer y yo ni cuenta me había dado. Ahora me pongo a leer.
wang.
Re: The pursuit of happyness.
Dai y Alec: me encanto el prologo. Creo que quedó justo con la nc. Fue super lindo, really. A mi me hubiese gustado que contaras como lo armaron me quedo con las ganas.
wang.
Re: The pursuit of happyness.
He amado el prólogo
Los capítulos no los he podido leer aun porque entre exámenes, trabajos y que ahora para colmo estoy enferma casi no he pasado por aquí. Lo lamento pero comentaré ambos como es debido en cuanto sea posible
indigo.
----
Re: The pursuit of happyness.
Hola(?) por que yo no sabía nada de este tema, socorro
✦ ausente.✦
pixie.
Re: The pursuit of happyness.
me perdí no se como
✦ ausente.✦
pixie.
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