My Superhero ||HS Capitulo 6 parte 2

Uno, dos, tres, cuatro. Cuatro cortadas en su piel a causa de la navaja. Cortarse era lo único que la hacía olvidar de su dolor emocional, y pasaba a un dolor físico hecho por sí misma. La navaja era su  mejor amiga. La única que la conocía realmente, y no podía juzgarla por lo que se hace. La única, que, de alguna forma, la hacía sentir mejor. Era lo único que le hacía olvidar de todo, de todos sus problemas, y solo concentrarse en su dolor físico. Ahora, solo lloraba por el dolor de sus muñecas, tal vez ustedes dirán “esta chica solo quiere llamar la atención” pero no, no es así. Esta es su vida, dolor, tristeza, cortadas, lágrimas, falsedades, golpes constantes y más lagrimas. No es feliz, nunca lo fue desde que su madre murió, ella sufría de depresión  y murió. Solo se…se suicido, y la entendió. Entendió porque lo hizo, su vida no era muy linda tampoco, no merecía sufrir más. Dejo una carta, la carta que hacen algunas personas antes de suicidarse… la carta de un suicida. Alexa nunca la leyó, aun está guardada en su pequeña cajita feliz, así la llamó porque es donde guarda fotos y recuerdos de cuando su vida era feliz. Y es pequeña porque solo fue un corto espacio de tiempo.

Secó las lágrimas que caían por sus mejillas, vendó sus heridas y limpió el piso manchado de su propia sangre. Así son todos los días de su vida, esta tonta rutina.

Luego guardo su pequeña, pero poderosa navaja de metal en un cajón pequeño del único baño de su casa.

Cambio su ropa por su pijama para poder ir a dormir, y así, cerrar ese doloroso día, pero, ¿qué día no es doloroso en su vida?

Saco el viejo acolchado junto con las sabanas y apoyo su cuerpo sobre la cama, dejando todo su peso en esta. Se tapó con las sabanas y al acolchado hasta los hombros. Una fuerte y sonora brisa entraba por la ventana de su habitación. Miro sus muñecas una vez más, aunque no podía ver sus marcas porque estaban vendadas. Se hizo bolita debajo de las sabanas que cubrían y calentaban un poco su cuerpo, y así se quedo profundamente dormida.

A la mañana siguiente se despertó como consecuencia de que el reloj, que estaba en la mesa de luz a un costado de su cama, sonara.

Perezosamente se levanto –al igual que todos los días –y camino hasta el baño. Peino su cabello rubio y bastante lacio. Estaba muy largo y pensó que necesitaba un corte, pero recordó que su madre siempre le decía que tenía un cabello hermoso y que no se lo cortara nunca porque le queda muy bien. Se lo ató en una cola de caballo. Fue hasta su pequeño armario y sacó algo cómodo para ir a la escuela. Un buso  gris con el logo de Converse, un jean azul común, y sus zapatillas de siempre.

Miro sus muñecas, y sus cortes ya no sangraban, sacó las vendas que tenía envueltas en estas, y se colocó otras vendas limpias.

Fue hasta la cocina. El silencio reinaba en su casa, como todos los días. Ella vivía sola. ¿Pero cómo  puede ser que ella viva sola si es menor de edad? Fue mancipada, lo que te permite vivir solo, mantenerte sin ayuda de nadie. Solo tienes que tener 16 años para que eso pase. Su tía lo hizo. Aunque ella quería que se vaya a vivir a Italia para estar juntas, pero Alexa no quería, solo quería estar cerca de sus padres y era estando en su casa. Así que llegaron al acuerdo que la visite una vez por mes y se hablen por teléfono.

Además  siempre iba su novio Adam que sí era mayor de edad. Le habían dado la posibilidad de vivir con él, pero ella tampoco quiso.

Cada vez que venía su casa no se sentía tan vacía. Y ella tampoco. Aunque era doloroso…

Desayunó unas tostadas y una taza de café con leche. Preparo su vieja mochila, guardando los libros para sus respectivas clases. Y salió de su casa para empezar el largo camino a la escuela.

El largo camino era silencioso, solo se escuchaba el viento que soplaba y chocaba contra su rostro; y el ruido de los motores encendidos de los autos que andaban por la calle. A esta hora había muy pocas personas caminando por las veredas de Salford; algunas iban al trabajo; otros solo caminaban porque no tenían nada más que hacer; adolescentes caminando para ir a su escuela, al igual que Alexa.