Road trip.

Me gustaba asistir a clases, siempre me gustó. Sin embargo, tengo un merecido descanso por esforzarme tanto, suena arrogante pero realmente me esforcé en mi último año. Por primera vez desde que comencé a estudiar, no iré a cursos en verano, iré a un viaje por el mundo junto con algunos amigos. No conozco bien a todos, siendo honesta, no soy muy sociable. Lo mejor de todo esto es que irá Louis White, mejor amigo de mi hermano y mi mayor enamoramiento desde que tengo memoria.

Continúo dibujando en mi cuaderno mientras la profesora da un discurso sobre lo mucho que nos extrañará, no me trago ninguna palabra. Su voz y sus lágrimas son falsas, cualquier profesor estaría feliz de librarse de nosotros de una vez por todas.

Adoro dibujar, principalmente dibujo paisajes pero hoy quise dibujar a Louis. Nunca había visto un chico que pudiera considerar perfecto, pero él sí lo era. Igual, jamás se fijaría en mí, soy nerd y aburrida; él en cambio es popular y divertido. Demasiadas diferencias.

Cuando la campana suena todos arrojan sus libros y salen corriendo del aula como animales. Me limito a verlos indignada, son vacaciones, pero ellos se emocionan demasiado. Quizá el problema soy yo, quizá debería pararme en alguna mesa y comenzar a saltar de emoción; debería divertirme más, pero me gusta ser una chica callada y tranquila.

Veo que Luna casi choca con Madison, una chica ruda que inspira miedo a muchos, me incluyo en ellos. Ella me agradece y juntas salimos del lugar.

Cuando llegamos a donde estaban los demás Damon yacía tirado en el suelo de bajo de un árbol y Mila lo miraba preocupada. Esa chica se preocupa mucho, pero no puedo negar que es mi mejor amiga y así la quiero.

Me recargo en la pared y comienzo a buscar en mi bolso mi cuaderno donde dibujo. No puede ser, ¡no está! Estoy completamente segura de que la guardé, no suelo ser olvidadiza con mis cosas. Ahora tengo que ir corriendo a buscarla antes de que llegue mi querido hermano.

Subo las escaleras precipitadamente hacia el aula, sólo falta que me rompa una pierna antes de irme de viaje, sería muy mala suerte. Tratándose de mí, todo es posible, siempre me caigo, tropiezo o lastimo; soy muy torpe cuando se trata de mover el cuerpo.

Entro al aula corriendo y busco en todos los lugares, ¡pero mi cuaderno no está! Quizá la profesora se lo llevó, tengo que ir a buscarla, ella me conoce y siempre he sido de sus alumnas favoritas. Sí, seguro ella lo tomó y está buscándome para devolverlo. Eso debe ser.

Tardo unos dos minutos en correr al aula de profesores que está del otro lado del edificio, no hago mucho ejercicio, pero juro que con esta corrida bajé alrededor de cinco kilos. Según mi madre no necesito bajar de peso, dice que estoy completamente bien y le creo. No soy esa clase de chicas que va al instituto vestida con los shorts más pequeños y un top; siempre traigo remeras flojas que no marque mucho mi figura y jeans, nada muy llamativo.

Cuando entro al aula de profesores todos se giran a verme y bajo la mirada al suelo. La profesora se encuentra al fondo recogiendo un escritorio; no dudo en acercarme a ella para preguntar por mi cuaderno.

—Profesora, ¿no vio de casualidad mi cuaderno donde dibujo? —ella se gira para mirarme y niega con la cabeza.
—No, lo siento, Liz.

Todos los profesores me llaman Liz, consideran que llamarme Izzy es algo extraño y no apropiado para un alumno y un profesor. No importa, no es que me guste que me llamen Liz, pero no me molesta.

Bajo las escaleras de nuevo hacia donde están los demás pensando en dónde podría estar mi cuaderno. Si es necesario pondré a todos a buscarlo, es algo muy importante para mí y tiene que estar por aquí.

Alguien me toca el hombro y me giro para ver al hermosísimo Louis White sosteniendo mi cuaderno. ¡Tiene mi cuaderno! Rezo porque no haya visto mi dibujo de él, quedó tan parecido que es imposible que alguien no lo reconozca.

—Creo que es tuyo —dijo con una sonrisa encantadora—, lo salvé de unos chicos de primer grado.

Le sonrío ligeramente pero mi mirada continúa en el suelo tratando de evitar contacto visual. He hablado pocas veces con él y en todas me he comportado como una idiota, debo decir algo inteligente de una vez por todas. Pero los nervios detienen mis sentidos.

—Muchas gracias —le respondo en un susurro pero el parece oírlo porque me responde.
—No hay de qué, por cierto, ¿qué hay dentro? —pregunta mientras caminamos a donde están los demás.
—¿No lo leíste? —pregunto impresionada, si no lo leyó realmente lo beso aquí y ahora.
—No, pensé que podría ser algo personal.

Suelto un suspiro, además de ser la persona más hermosa del planeta es la más educada. Lástima que esté tan inalcanzable para mí y si yo le llegara a gustar, jamás funcionaría, es mejor amigo de mi hermano y mi hermano le prohibió acercarse a mí.

—Son sólo dibujos.
—¿Puedo ver uno? —pregunta sonriendo.

Asiento con la cabeza y abro el cuaderno en la primera página. Lo primero que dibujé fue a mi perro Ralph, es un Golden Retriever de lo más lindo y adorable. Tiene alrededor de seis meses, pero le tengo mucho cariño. En el dibujo, Ralph está sentado con un hermoso jardín detrás; no es el mejor dibujo que he hecho, pero al ser el primero le tengo mucho aprecio.

—¿Eres Picasso o algo parecido? ¡Es genial!

Sonrío y él me imita. Oficialmente este es el mejor día de mi vida, sólo falta que me pida matrimonio y sería el mejor día que cualquier persona pudiera tener.

—Gracias.

Nos quedamos callados hasta que llegamos a donde están los demás. Mila me miró y sonrió como si fuera la persona más feliz del mundo, ella es la clase de chica que se alegra más por los demás que por ella misma, eso es genial. Le sonrío ligeramente también y me voy a recargar al árbol de donde se había caído Damon. Saco un libro de mi bolso y comienzo a leerlo en lo que llega mi hermano, el nombre del libro es ‘Inferno’, es algo muy interesante realmente, trata sobre la Divina Comedia y cosas parecidas.

Mi hermano no tarda llegar en una enorme van azul. Estoy segura de que todos cabremos perfectamente, es demasiado grande para que no lo consigamos.


—¡Bienvenidos a nuestro nuevo hogar! —dice Ashton, mi mejor amigo, arrancando el motor de la van después de haber traído las maletas de todos—. ¿Listos para las mejores vacaciones de nuestras vidas?
—Hemos nacido listos, Ash —respondí sonriendo.
—¡Pon la radio! No se quejen de la música, Izzy hizo casi todos los CD’s.

Miro a Izzy quien se removió incómoda en su asiento cuando todos la miramos. No podía negar que era la chica más hermosa que jamás había visto, quizá era muy tímida pero eso no le quitaba lo hermosa que era. Me gustaba mirarla mientras leía, se veía tan concentrada en todo momento… Admiro su capacidad para concentrarse, yo no puedo hacerlo, me distraigo con absolutamente todo.

—Saliendo de California, iremos hasta San Francisco y bajaremos por la costa hasta San Diego. —Nos explicó Bruno, quien era el más responsable de todos y seguramente lo había organizado todo.
—¡Ósea que pasaremos por Los Ángeles! —chilló Summer con demasiada emoción el la voz.
—Y luego podemos atravesar todo el país o ir hacia el sur y llegar a México —continuó Bruno explicando.

Siguieron comentando algunas cosas pero dejé de prestar atención después de un rato de charla. Me mantenía mirando por la ventana, había sido un gran día, nos íbamos de viaje y encima hablé con Izzy aunque dudo agradarle realmente. Supongo que no me odia pero tampoco soy su persona favorita, se mantuvo callada la mayoría del tiempo y mirando al suelo. En fin, no sé qué pensar.

—Oye —dice Ash a mi lado mirándome—, ¿crees que habrá chicas lindas?

Bien, Ashton siendo Ashton. Siempre pensará en chicas, es como si formaran parte de él o algo así; el problema es que sale con una un día, al siguiente con otra y al siguiente con otra y así sucesivamente. No es mal chico, ni mujeriego ni nada, pero mientras no se enamore se fijará en todo ser andante.

—Si no las hay tendremos que ir a otra parte, ¿no crees?

Él suelta una carcajada.

—Pues nuestras amigas no están del todo mal.

Sonrío y él me imita. Sé cómo es Ash, jamás le pondría un dedo a ninguna de ellas si ella no lo desea. Pero bueno, sé que se va a terminar enamorando de alguien inesperada.

—Todas están bien —le digo encogiéndome de hombros pero la única que me interesa es Izzy, ninguna otra.
—Salvo por mi hermana, es decir es preciosa pero no le permitiré tener novio hasta que cumpla los cuarenta años.

Sonrío ligeramente, aprecio a Ash, es mi mejor amigo después de todo; pero sólo me complica más las cosas con Izzy, ¿por qué demonios tiene que ser su hermana menor? Ojalá no lo fuera, así sería todo mucho más fácil.

—A menos que sea alguien que lo merezca, ¿no crees? —comentó Ash.
—Más le vale escoger bien —digo con un encogimiento de hombros y Ash continúa conduciendo mientras tararea canciones.

No tardamos mucho más en llegar a nuestro primer destino. Era un viejo campamento de gran tamaño completamente vacío y con un lago pequeño. Cuando comenzamos a montar las tiendas ya estaba comenzando a anochecer.

—Tranquilos, chicos —escuché decir a Ash—, mañana dormiremos en una estación de servicio, prometido. O en cabañas, ya veremos.

Terminé por sentarme junto a Ash para escuchar a todos conversar; junto a él estaba Izzy recargada en su hombro y él la rodeaba con un brazo. En estos momentos desearía estar en su lugar, pero jamás me dejaría acercarme a su hermanita sin cortarme alguna extremidad del cuerpo.

—¿Y si contamos historias de miedo? —sugirió Gin.

Todos asentimos y estuvimos de acuerdo con la idea, salvo por Izzy quien ya había traído su libro y comenzaba a leerlo junto a Ash.

—Bien, —comenzó Mila— pero ya sabemos las de Lou y Ashton, así que por favor dejen de hablar de Slenderman y la niña del exorcista.
—Uy, ¿mami se asusta? —la provocó Ash.

Mila me caía muy bien, era una chica linda y agradable pero no dejaba de pelear con Ash, siempre terminaban discutiendo cuando hablaban. No la culpo, Ash puede ser exasperante algunas veces pero es agradable.

—Dios, Ashton, madura. —Respondió Mila.

Lana comenzó su historia. Ésa chica tiene la cara de un ángel, no hubiera imaginado que puede ser así de terrorífica. En fin, la conozco desde que tengo memoria y sé que su apariencia angelical no es más que una máscara.

Contaron historias de terror alrededor de una hora y media, pero la mayoría ya estábamos cansados y lo único que queríamos era dormir. El clima era caluroso y eso no hacía más que empeorar las cosas, ¿saben lo que es dormir en una tienda cuando hace tanto calor? Es como entrar al horno y decidir que vas a dormir con el pavo de Navidad. Una pesadilla.

La tienda la compartía con Damon y Hunter, pero el último no es mi mejor amigo ni mi persona favorita en el mundo, tiene una personalidad… Extraña por llamarla de una manera. En fin, tengo que aceptarlo sólo por esta noche, después me alejaré de él lo más que pueda. Damon me agrada, es un chico simpático aunque sospecho que tiene problemas; jamás he dicho nada ni lo haré, pero él debe saber que estaré ahí si me necesita.

Cuando no lo soporté más salí de la tienda y me topé con Izzy charlando con Bruno fuera de la tienda de ella. ¿Dónde demonios está Ashton cuando lo necesito? Realmente siempre está ahí, incluso cuando no debería de estarlo y ahora no queda ni rastro de él cuando su hermana habla con un chico. No creo que se refiriera a él cuando dijo sobre alguien que la merezca.

Cuando siento que es muy obvio que los estoy mirando me doy la vuelta y comienzo a caminar por el campamento sin alejarme demasiado; sólo necesito perderme y oficialmente será la peor noche de toda mi vida. Pero bueno, yo también sé jugar sucio y sé cómo afectar al imbécil de Bruno. Y para afectarlo necesito algo, mejor dicho alguien, Gin. No es difícil saber lo loco que está por ella, pero quiero que deje en paz a mí chica que no es mía. Bien, estoy delirando, debería ir a dormir o hacer algo productivo.

Termino por acostarme a las cinco de la mañana cuando por fin el sueño consiguió vencerme y alejarme de mi terrible noche.

hola: