Road trip.

Estaba en el último periodo del día, en el último día del año, miraba por la ventana mientras la profesora de inglés daba sus despedidas y la lista de libros recomendados para el verano, yo quería salir a mi casillero por mi mochila, para después pasar a mi casa por la maleta, estaba más emocionada por el viaje de lo que en realidad hacía notar.
Izzy estaba sentada junto a mí con la cabeza sumergida en su cuaderno, muchas veces me daba risa como la chica se abstraía en los libros sin hacerle caso a nadie, ni a él tonto de su hermano.
—Vamos dentro de poco estaremos apretados en la van de tu hermano sin algún destino físico —susurre a so oído.
—Sí, lo más emocionante de mi vida —dijo con fingida emoción para después reír y continuar garabateando su cuaderno, yo volví mi vista a la ventana y suspire, el tiempo parecía irse lento.
Fue una vez que mire hacia la puerta cuando la vi, Gin estaba en la puerta del salón tratando de llamar mi atención, por lo que tuve que excusarme del salón para reunirme con ella.
— ¿Qué quieres? ¬—le pregunte en un susurro para que los profesores no nos escucharan.
—La clase de matemáticas me aburrió, aparte ya es el último día de clases y estoy emocionada —respondió como si fuera lo más natural del mundo, yo rodee los ojos y suspire. Ambas salimos al jardín para poder hablar mejor.
Muchas chicas que también se estaban saltando clases nos veían de reojo, esa era una de las cosas que venía con ser popular, no podía negar que a veces me gustaba recibir ese tipo de atención y otras veces se volvía incómodo.
— ¿Estas lista para el viaje? —preguntó Gin devolviéndome a la realidad.
—Sí, solo tengo que pasar por mis cosas a la casa, ya que mis padres me regalaron una tarjeta de crédito para el viaje.        
Ambas regresamos a nuestros respectivos salones y volví a sentarme junto a Izzy, quien seguía dibujando, mientras la profesora se desasía en un mar de lágrimas y decía algo como que el tiempo se pasa muy rápido y que hoy somos jóvenes, pero mañana ya no, en fin, muchas cosas dignas de una señora solitaria.
Al fin la alarma sonó dándonos a todos la salida, muchos chicos aventaron sus cuadernos y libros mientras Izzy los observaba indignada, pero volviendo a concentrarse en su libro, estaba tan absorta en el que casi choca con Madisson, la chica más ruda y que daba más miedo en toda la escuela, no es por presumir, pero de no ser por mi Izzy hubiera terminado con su cabeza en el inodoro.
A lo lejos observe a nuestros amigos y mis ojos se fijaban en Damon como siempre lo hacían, él tenía algo que me llamaba la atención, un misterio que escondían sus ojos, él se encontraba haciendo una tontería junto con un chico al que de momento no logre identificar pues estaba muy lejos. Mila llego abrazándonos por la espalda y gritando algo sobre su libertad tan ansiada, haciéndonos reír. Pude ver a Summer hablando con alguien y la llame para que volteara y se nos uniera.
—Entonces señoritas, somos libres por todo el verano —suspire y sonreí.
—Adiós escuela, adiós practicas —rio Sum. —No me malentiendan amo las porristas, pero después de un gran año llega un merecido descanso.
Caminamos todas juntas hasta la salida donde el resto nos estaba esperando.
Mi última clase era matemáticas y aunque fuera el ultimo día el profesor nos hacía trabajar y resolver un examen, poco me importaba ese examen, sinceramente yo ya quería salir e irme de viaje, así que me recosté en el examen, puse mis audífonos y me dormí, o eso planeaba hacer, puesto que Lou me despertó agitándome, al parecer el profesor me había visto y justo cuando me iba a mandar a la dirección la campana había sonado, dejándome libre.
Lou salió antes que yo para hablar con sus compañeros de equipo y yo me dirigí al jardín, muchas veces me sentía mejor solo, aunque la mayoría de esas veces me sentía peor, busque en mi mochila hasta encontrar las pastillas que necesitaba y tomarlas de un solo trago.
Los chicos comenzaron a llegar, siendo Bruno el primero en llegar, rápidamente cambie mi humor de depresivo a alegre y lo recibí con un saludo y una sonrisa, solo quería que llegara el idiota de Ashton para poder largarnos de este lugar, pasaríamos las mejores vacaciones de la historia.
Fue cuando la vi, Luna siempre me miraba de una manera curiosa, una manera que me hacía sentir sumamente raro por dentro, tal vez un poco nervioso.
Comencé a trepar el árbol que había en el jardín ignorando por completo las advertencias de Mila, que decían me iba a caer, solo quería divertirme un rato y hacer que los demás rieran un rato, cosa que logre pues todos me veían y reían, después sucedió lo que Mila había predicho, me caí. Fue en ese momento que llego Mark quien se rio de mi estrepitosa caída, después todos los demás rieron.
Lou saco de su casillero un paquete de sodas que repartió entre todos mientras esperábamos al inútil de Ashton, en realidad su casa no estaba tan lejos, pero tenía que pasar por las cosas de todos y a ponerle gas a la van.
Podía ver como Gin hablaba con Luna, mientras que esta tomaba fotos de todos y de todo, un claxon me sobre salto, Ashton al fin había llegado en la van azul.

Hola:

El último curso en el instituto puede resultar fabuloso u horrible. El mío había sido genial. Por fin terminaba toda mi educación obligatoria y empezaba la universidad. Era mayor de edad, y todo parecía mucho más posible ahora. Por no hablar del hecho de que iba a pasar el mejor verano de mi vida. Oh sí, ¿qué es mejor que un viaje de carretera cuando, por fin, tienes edad para beber? Bueno, en Estados Unidos no, pero bah, me vendían alcohol de todas formas. Pero no era ninguna irresponsable, para nada, siempre tuve mucho sentido común.
A decir verdad, si no llegara a ser por Izzy no habría estado en este viaje. Porque su hermano lo organizaba, y me odiaba, o eso pensaba yo. Aunque Ashton y yo estábamos en el mismo grupo de amigos y nos llevábamos bien con todos, entre nosotros siempre hubo una incomprensible tensión. Nos llevábamos mal, muy mal, fatal. Pero en fin, era su culpa por ser estúpido.
Salía de mi clase más que contenta, dispuesta a pasar el mejor verano del mundo. Solo teníamos que subirnos en la furgoneta, pasar a recoger el equipaje de todo el mundo y salir a ver mundo y a divertirnos. Todos habíamos ahorrado muchísimo para aquello. Me acuerdaba perfectamente, era noviembre del año anterior cuando Ashton había venido a hablar conmigo, a regañadientes evidentemente, y me había invitado. Casi le dí un abrazo.
Cuando llegué a la entrada del instituto pude ver a Damon trepando a un árbol, y Bruno mirándolo preocupado.
—Damon, te vas a caer. —Le advertí, haciendo de madre, como solía pasar.
Y se cayó, como era evidente. Enseguida se nos unieron Luna, Izzy y Sum. Pasé un brazo por los hombros de la última, y ella me rodeó la cintura. Nos dimos un corto abrazo y seguimos así, observando como nuestros amigos hacían el tonto. Mark apareció poco después en la puerta del colegio, pero no entró en el recinto. Louis, Gin y algunos más llegaron justo después de Mark.
Allí estábamos todos como estúpidos, esperando a que Ashton llegara en la van con el resto de universitarios, que claro, no estudiaban en nuestro instituto, pero estaban todos en la universidad pública que se localizaba a un par de manzanas de nosotros, y es donde yo iría el año siguiente.
Izzy estaba apoyada contra el árbol del que Damon se había caído, leyendo, y como siempre, Louis la observaba cauto desde la distancia, mirándola de reojo mientras hablaba con alguna gente. Y pensar que yo era la única que sabía de aquel evidente enamoramiento. A pesar de que él y yo habíamos sido “algo” un tiempo atrás, en aquella época éramos amigos muy cercanos, confidentes.
Cuando Ashton se dignó a aparecer todos subimos a la van. Por suerte era muy grande, y, aunque aparcarla iba a ser un problema, entrábamos sin estar demasiado apretados.

—¡Bienvenidos a vuestro nuevo hogar! —Dijo el líder, arrancando el motor después de haber pasado por casa de todo el mundo y tener el maletero lleno de maletas de viaje.— ¿Liestos para las mejores vacaciones de vuestras vidas?
—Hemos nacido listos Ash. —Respondió Louis, que iba de copiloto.
—¡Pues pon la radio! No os quejéis de la música, Izzy hizo casi todos los CDs.
La chica se removió algo incómoda en su asiento, a mi derecha, cuando todos se giraron a mirarla. Pero no hubo queja, a todos nos gustaban los mix que hacía. Para un viaje de carretera había algo de country e indie, pero nunca faltaba el rock.
—Saliendo de California City, subiremos hasta San Francisco y bajaremos por la costa hasta San Diego. —Explicó Bruno, que como chico responsable que era, se había encargado de organizar parte de la ruta.
—¡O sea que pasaremos por Los Ángeles! —Chilló Summer emocionada.
Miré a mi mejor amiga sonriendo y asentí.
—Y luego o bien podemos atravesar todo el país o ir hacia el sur y llegar a México. —Continuó el rubio su explicación.
—Tampoco tenemos que preocuparnos mucho en saberlo, ¿no? —Comentó Nova.— Es decir, todo ese recorrido aún nos llegara tiempo, como vamos a parar bastante.
—Sí, Nove tiene razón. Cuando nos hayamos cansado de San Diego lo decidiremos.
Todos estuvimos de acuerdo con la idea de Hunter y, mientras Ashton seguía conduciendo hacia el norte para llegar a San Francisco, todos cantamos y hablamos de tonterías.

Habíamos llegado a nuestra primera parada. Era un viejo camping enorme más bien vacío, con un lago pequeño. Estaba anocheciendo, cuando sacamos las tiendas de la furgoneta.
—Tranquilos chicos, mañana dormiremos en una estación de servicio, prometido. —Dije riendo por la cara de horror de algunos.— O en cabañas, ya veremos cuanto avanzamos, conducir cansa.
—Nos podemos turnar tío, —Mark estaba a mi lado— total tenemos prácticamente todos carnét.
Asentí con la cabeza mientras cerraba el coche con las llaves. Cuando todos terminamos de montar las tiendas nos sentamos a cenar. Yo estaba entre Louis, mi mejor amigo,  e Izzy, mi hermana, a la que rodeaba con el brazo por los hombros. Ella esta apoyada en mi cuello mientras escuchaba a todos hablar.
—¿Y si contamos historias de miedo? —Sugirió Gin, deseando que aceptáramos su idea.
Cuando nos pusimos de acuerdo iba a abrir la boca para empezar yo, pero la maldita mamá me interrumpio.
—Vale, pero ya nos sabemos las de Lou y Ashton, así que por favor, dejad de hablar de Slenderman y la niña del exorcista. —Pidió Mila.
—Uy, ¿mami se asusta? —Pregunté, solo por hacerla rabiar.
Puso los ojos en blanco y bufó. Solo me ponía los ojos en blanco a mí. Porque yo era la única persona que no era amable con ella. Tenía un problema con esa chica, ¿vale? Normalmene las mujeres eran complicadas, pero yo no tenía problemas con ellas. Excepto por Mila. Siete de cada diez veces en las que hablábamos acabábamos discutiendo. Y seis de esas siete veces era por mi culpa. Era simplemente porque era distinta a todas las demás. Izzy solía decirme que debería ser bueno con ella, y que entonces ella sería buena conmigo. Tal vez lo decía porque era la única que se había dado cuenta de que estaba completamente loco por Mila Burkhart. Irónico, ¿verdad?
—Dios Ashton, madura. —Respondió, dando nuestra corta conversación por terminada.
Lana comenzó su historia. Con la cara de buena que tenía nadie pensaba que pudiera ser tan terrorífica, pero su imaginación no tenía límites, asíque, si se lo proponía, podía hacer que te mearas del miedo en el saco de dormir.

Eran como las cuatro de la madrugada cuando decidí que no era capaz de dormir y salí de la tienda que, aquella noche, compartía con mi hermana y con Damon. Llevaba un pijama corto de verano y me había puesto una sudadera para salir. Vi a alguien sentado en el embarcadero y me acerqué. Lo más seguro era que fuera alguien del grupo, puesto que los únicos residentes en el camping aparte de nosotros eran los dueños, una pareja de unos sesenta años, y una familia de un solo hijo.
Al llegar, vi a Mila sentada con los pies tocando el agua del lago y unas sandalias a su izquierda. Tenía el pelo suelto y un tanto desarreglado. Negro oscuro y brillando por la escasa luz de la luna aquella noche. Me senté a su lado, decidiendo que iba a ser amable. Estaba muy guapa.

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