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the fault in our stars.
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Re: the fault in our stars.
Me hare bolita y llorare... Maldita sea... mujer me hiciste chillar.
Leelo con Night Changes &... mueres.
Subo mi capítulo el lunes.
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
esa era mi intención ahq, bromeo xD. bueh, yo lo espero, mike. sí, se siente muy lindo leerlo con night changes (¿sabías que lo escribí mientras la escuchaba?) , estaré ansiosa de leer tu capítulo. chau mike <3
Invitado
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Re: the fault in our stars.
Capítulo 24
Night Changes.
-Asi es como lo hacemos mi pequeño Mike- susurré mientras lo tomaba de la mano para subirlo a la camioneta, apenas hace dos horas habíamos comenzado a empacar para Nueva York con el unico deseo de conocer a Cassandra.
-¿Siempre- sus azules ojos me miraban con gran felicidad de la que me hacia sentir bien ya que los dos compartíamos el mismo sentimiento.
-Siempre- susurro mientras me tomaba de la nuca y me besaba, lo tome por la cadera acercándolo mas a donde yo estaba, sus manos bailaban sobre mi playera, no es que imporara pero sus manos sobre mi pecho es como si no existiera alguna tela entre mi piel y la suya.
-Despues hacen el amor querido Michael. Hoy tenemos un viaje que nos cambiara la perspectiva- dijo Zerch mientras subía a la camioneta con Sebastian detrás de el. Aveces me den ganas de golpearlos por lo malditos que pueden ser con nosotros, dejando de lado el hecho de que quería golpearlos con lo primero que encontrará decidí dejar que ellos se fueran adelante y nosotros atras .
-Siento que no puedo respirar- susurro Mike al ver estava,mmmos mas del aeropuerto.
-Que eso es normal¿- me soltó un codazo mientras me observaba con soslayo, me veía con tanta ternura que era imposible de ignorar el hecho de que nos amáramos.
Entramos a la terminal aérea y nos dirigimos al pequeño mostrador que allí había, una recepcionista nos vio, tecleo algo en la computadora y nos canalizo a la sala de abordaje en donde tubimos que pasar por un enorme detector de metales que mas que para ser eso parecia una enorme máquina de resonancia, yo no tenía problemas en adentrarme en ella, el problema era Michael, esas cosas lo mareaban por alguna extraña e ilógica razón, pero según Zerch, las ondas mageneticas de estos aparatos afectan su sistema nervioso... que cosa mas rara.
Narra Zerch:
-Emocionado?- me pregunto Sebastian mientras tomaba mi mano para después acurrucarse en mi hombro y observar sobre la ventanilla del avión el firmamento pintado de colores rosados, anaranjados y amarillos... Simplemente el momento perfecto.
Un sentimiento de soledad se empezó a ser presente, como si el aire tuviera pequeñas hojillas que se incrustaban en mis pulmones, no podía decir nada sin que no recordara la razón de porque estaba en un avión con Michael o con Ashton o Sebastian.
>>Flashback
-te voy a contar una historia Tulipán- le susurre a Mike mientras me acurrucaba en su cama. Llevaba ya casi dos semanas despertándose a media noche, llorando e inquietando hablando sobre que nunca podría ser amado y de como yo era lo único que tenia.
-Okay- susurro acomodandose entre las sábanas.
-"Hace muchos años cuando la Tierra era gobernada por distintos fuerzas oscuras un ángel decidió bajar y ponerle fin a esto. Busco entre todos los rincones de la Tierra al alma más noble que hubiera en ese momento pero por más que buscaba no hayaba al indicado hasta que hayo a un pequeño muchacho de cabello tupido y oscuro, ojos grandes y una delgada linea que formaba una sonrisa unica, este chico reunia lo que el ángel buscaba pero -su único defecto era la gran maldad que contenía.
- Que opinan?- pregunto mientras al pequeño y vanidoso joven observarse en la rivera del rio. -No- replicaron los 11 arcangeles de los 12 que había ahi reunidos. San miguel solo observaba como el pequeño ángel era betado de la sala Arcangelical. Por su parte el pequeño solamente salio caminando tristemnte mientras trataba de no ser tan apatico a la situacion, sin que se diera cuenta el castaño ya tenía a arcangel Miguel detras suyo. -el amor que le tienes a el es mucho verdad? - el ángel
Se sonrojo pero trato de guardar la postura. -no, el tiene un alma noble y ya- replico un poco molesto mientras camina sobre las nubes bajando de metro en metro hasta llegar al suelo en donde se hallaba la Tierra, el ángel siguió caminando ignorando al arcángel pero un crujido lo puso en alerta. Un flechazo salió igual que una ráfaga sobre el ala derecha del celestial tirándolo en la hierba.
-Hola querido- su cabello tupido y oscuro lo cautivo de inmediato casi como si fueran un par de imanes uniendose, el sabía que era un problema pero lo dejaba de lado al ver su rostro que era decorado por grandes ojos marrones. Una segunda ráfaga de flechas le atravesaron las muñecas, los tobillos y las alas, claro que una cuerda de oro lo ato al cuello, el dolor era intenso al igual que constante pero había otra cosa que lo hacia retorcerse del dolor... El fuego del que era internamente incinerado haciendo arquear su espalda.
-!DEJENLO!- el chico se lanzó sobre el otro celestial pero una ráfaga de aire dorado lo lanzo de nuevo a su lugar, las lágrimas del ángel empezaron a descender por sus mejillas carmesí.
-el castigo del cielo por tu desobediencia es arrancarte las alas pasando una vida en este sombrío lugar- Rafael tomo una espada plateada, la movió de izquierda a derecha antes de alzarla y dejarla caer sobre las alas del enjuiciado.
Todo perecía ir cada vez más lento sobro todo a su alrededor, el tiempo se hacía igual de pesado que el metal del que estaba hecha la espada. Un alarido basto para que la espada temblara y al mismo tiempo todo el bosque se viera sumergido en un diluvio que amenazaba con inundarlo todo..."
-Y todo eso sólo por amor?- pregunto Michael, me gire y observe como me miraba con aquellos zafiros llorosos.
-Me dejas acabar Tulipán?- se recostó de nuevo en la cama y continúe.
".,. Se dice que después de cortarle las alas el cielo crujió tan fuerte algunos lo llamaron "la ira de Dios", en castigo por el abuso de su poder, Dios decidió que los 11 arcángeles cuidarían por el resto de su existencia del pequeño Ganash.
Por su parte, Miguel, el único arcángel que lo apoyó, a este celestial lo único que pudo hacer fue dejarle el único recuerdo de aquella persona que sería la persona más noble... El color azabache quedaría guardado mientes el viviera..."
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
Sofie. escribió:esa era mi intención ahq, bromeo xD. bueh, yo lo espero, mike. sí, se siente muy lindo leerlo con night changes (¿sabías que lo escribí mientras la escuchaba?) , estaré ansiosa de leer tu capítulo. chau mike <3
Eres mala conmigo.
No, me imagino que es una coincidencia.
Bueno, ya lo subí, desúes de tanto tiempo.
Espero con ansias que el gran final :D
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
Mike Gallagherry escribió:Sofie. escribió:esa era mi intención ahq, bromeo xD. bueh, yo lo espero, mike. sí, se siente muy lindo leerlo con night changes (¿sabías que lo escribí mientras la escuchaba?) , estaré ansiosa de leer tu capítulo. chau mike <3Eres mala conmigo.No, me imagino que es una coincidencia.Bueno, ya lo subí, desúes de tanto tiempo.Espero con ansias que el gran final :D
nocierto (?) soy re buena (?) sí, veo que sí ;-; jajaja sí, y déjame decirte que mashton sigue siendo mi romance favorito, son re tiernos, y la historia delos arcángeles la re amé (especialmente porque me recuerda al libro que actualmente estoy leyendo) ya es el final:( comenzaré a escribir mi último capítulo; luego solo quedará el epílogo ;-; y boom... se acabó ;-; ah bueh, en fin, pronto subiré mi capítulo, eh. chau :)
Invitado
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Re: the fault in our stars.
niall. escribió:Mike Gallagherry escribió:Sofie. escribió:esa era mi intención ahq, bromeo xD. bueh, yo lo espero, mike. sí, se siente muy lindo leerlo con night changes (¿sabías que lo escribí mientras la escuchaba?) , estaré ansiosa de leer tu capítulo. chau mike <3Eres mala conmigo.No, me imagino que es una coincidencia.Bueno, ya lo subí, desúes de tanto tiempo.Espero con ansias que el gran final :Dnocierto (?) soy re buena (?) sí, veo que sí ;-; jajaja sí, y déjame decirte que mashton sigue siendo mi romance favorito, son re tiernos, y la historia delos arcángeles la re amé (especialmente porque me recuerda al libro que actualmente estoy leyendo) ya es el final:( comenzaré a escribir mi último capítulo; luego solo quedará el epílogo ;-; y boom... se acabó ;-; ah bueh, en fin, pronto subiré mi capítulo, eh. chau :)
Lo se Mashton manda. Gracias por la reseña del cuento de navidad. Shi, ya va a terminar esta historia, pero si quieres seguir leyendome puedes pasarte por mi novela Mashton y proximamente aparecera otra bastante loca y descabellada. Feliz año y prosperó sea este año :D .
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
claro mike, me pasaré, últimamente he estado ocupada pero bueh:( subiré mi capítulo, no lo he logrado terminar, estoy intentando no hacerlo tan largo y así no aburrir, pero bueh. ya lo mando. ¡feliz año también!
Invitado
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Re: the fault in our stars.
niall. escribió:claro mike, me pasaré, últimamente he estado ocupada pero bueh:( subiré mi capítulo, no lo he logrado terminar, estoy intentando no hacerlo tan largo y así no aburrir, pero bueh. ya lo mando. ¡feliz año también!
Gracias. No te preocupes no eres la única en esa situación, esperare hasta que este listo, su aunque no me molesta que sean largos. Feliz año :D
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
Capítulo 028.
Logramos bajar de la escalera; era un buen momento. Luego, corrimos hasta que mi maldito cáncer me lo impidió; olvidé que no puedo hacer mucho esfuerzo físico si aún quiero estar aquí. Louis me tomó en brazos y caminó hasta llegar a una banca blanca, era muy bonita, justo frente a un árbol en un pequeño parque. Sus ojos mar chocaron con los míos, me miraban con un toque de brillo y con ternura. Sonreí, y él hizo lo mismo; mientras se acercaba a mí poco a poco, para acabar en una pequeña unión de labios, y movimientos lentos y pausados. Nos separamos, y mantuvimos la mirada unos segundos, hasta que me decidí a hablar.
—¿Me amas? —mi voz era suave, pero segura, sabía lo que estaba diciendo.
—¿Cómo preguntas eso? ¡Claro que sí te amo, pequeña! —dijo mientras sonreía dulcemente, aunque en el fondo sabía que mi pregunta lo ponía melancólico.
—Sólo quería escucharte decírmelo, Lou —admití mientras mi mirada se perdía en aquellos columpios que se movían solos, causaban un escalofrío en mí, pero se veían familiares.
Él hizo lo mismo con su mirada, y luego de parecer inspeccionarlos, pintó una bonita sonrisa en su rostro, para luego reírse suavemente.
—¿Qué es tan gracioso? —escoté, contagiándome levemente de su risa.
—Esos columpios eran en los que solía jugar a menudo —río.
—¿Visitabas mucho el parque?
—No, eran de la casa de mis abuelos —sonrió tristemente—. ¿No recuerdas cuando te mostré la foto hace unas semanas?
Por eso me resultaban familiares. Están en muy buen estado para ser unos columpios que parecen tener varios años.
—Sí, lo recuerdo —sonreí, recostándome en su hombro, mientras él me rodeaba con su brazo—. Pero no pensé que te reías por eso, Lou.
—Bueno, era por eso —le volvió a dar un dulce beso.
—Lou… —vacilé.
—¿Dime? —me obsequió esa hermosa y tierna sonrisa que lo distinguía.
—Yo quiero un último deseo antes de morir —declaré, abrazándolo con fuerzas.
—¿Y cuál es ese deseo? —objetó, correspondiendo mi abrazo con cariño.
[…]
—¿En serio quieres hacer esto? —preguntó.
—Sí, me moriré sabiendo que nos entregamos amor mutuamente —le sonreí, acariciando su abdomen desnudo.
—Si la princesa insiste —bromeó, terminando de desnudarnos, preparándonos para entregarnos—. Seré cuidadoso —me aclaró besándome, mientras me envolvía entre sus brazos fuertes.
[...]
Luego de unos tres días de entregarnos, estaba peor. Tal vez salir del hospital no fue buena idea, pero de todas maneras iba a terminar regresando. Me sentía cada vez peor, me dolía todo, y me ardía la garganta de toser demasiado. Me costaba un poco respirar, usaba un inhalador para que no fuese tan difícil. Mi madre se había quedado dormida en el sofá gris de la habitación tétrica y blanca, al parecer, estaba muy cansada de esto, como yo.
—Ariane, te amo. Tú saldrás de todo esto, nena. Ya verás —Louis sollozaba frente a mí, tomando mi mano, y dándome un beso cada que podía.
Oh cielos, cómo le amaba. Esos ojos mar cristalizados y con gotas de oro cristal descendiendo de ellos era lo más doloroso que podía ver en mi vida, jamás quise ponerlo así, ambos sabíamos a que nos exponíamos. Pero nos enamoramos, y eso arruinó todo… No, no, eso no es cierto. Uno no elige de quién enamorarse.
—Louis —débilmente, levanté mi mano hasta su rostro, acariciándolo y memorizando cada trozo de este; sus ojos, sus finos labios, sus mejillas rosadas y algo llenas, su mentón delicado, su nariz respingada, el leve inicio de patillas en su rostro y sus finos rasgos. Toqué su cabello castaño, suave y algo largo, pero no mucho, levemente inclinado a la derecha.
—Entregarme a ti fue lo mejor que he hecho en mi vida —soltó, mientras hacía intentos por respirar y sollozaba al lado de mi rostro.
—También pienso como tú… —susurré, para luego comenzar a toser con fuerza, mientras Louis me miraba con preocupación, su expresión era como si acabase de ver un fantasma—. ¿Qué…?
—¡Estás tosiendo sangre! —sollozó, sus ojos ahora rendían honor a su color; derramaban tanta agua cristalina que si seguía así, mi pobre Lou haría un mar. Sonreí aunque lo que quería era llorar, pero si lo hacía con él en ese estado, empeoraría todo, si lo hacía pensar que estaba bien, él no se sentiría tan mal, supongo—. Ariane, mi pequeña Claire… Por favor no me dejes… Por favor… —susurró, abrazándome como pudo, mientras sentía sus lágrimas empapar mi bata de hospital. Coloqué mis manos con dulzura sobre su cabello, acariciándolo lentamente, mientras lloraba en silencio—. Me sigues acariciando así… —intentó terminar sin que su voz se quebrase, pero al final se había quebrado—. Te juro que no me iré de aquí, aunque me lo pida todo el hospital.
—No lo hagas, quédate conmigo —susurré, intentando mantener mi voz firme, pero suave y tierna.
—Hasta el fin del mundo —susurró.
—Hasta el fin del mundo —repetí de igual manera.
Comenzé a toser de nuevo, pero luchaba por seguir allí respirando. Luchaba por mi madre, por Louis, porque los amaba tanto, eran lo mejor que tenía.
—¿Louis? —musité, mientras limpiaba mis labios con la manta del hospital, igual de recia que siempre; blanca.
—¿Sí, bebé? —sonrió mientras me miraba a los ojos, los suyos seguían algo mojados en lágrimas, pero él intentaba retirar cualquier rastro de haber llorado con sus mangas.
—¿Escribiste el discurso fúnebre que te pedí? —sonreí, esperaba que lo hubiese hecho porque que él hablase en mi funeral era lo que más quería en el mundo... Además de quedarme.
—Puede ser... —dijo con aquél tono divertido que me encantaba de él.
—¿Me lo leerías? —pregunté tímidamente.
—Con gusto, cariño.
Sacó de su bolsillo el discurso, y lo desdobló, preparándose a para leerlo: Es un día triste para muchos de nosotros. Pero no nos pongamos así, mi pequeña Claire hubiese querido vernos sonreír porque ahora está en un mejor lugar, ¿no lo creen? Ella siempre fue alguien... Impresionante. No te preocupabas en pensar si era acaso más inteligente que tú, porque sabías que desde luego lo era. No te sentías de menos cuando la escuchabas hablar de lo que era la vida, porque sabía que nadie lo haría mejor que ella. Ella fue la luz que iluminó mi mundo, el faro de mi barco, la única estrella en mi cielo nocturno. Aunque ambos sabíamos que en algún momento tendríamos que dejarnos ir... Tomamos ese riesgo. El cáncer suele limitarte en muchos aspectos, pero ayudarte en otros. Si no fuese por eso, no la hubiese conocido jamás. Nosotros aceptamos el amor que creemos merecer; pero yo acepté el amor que sabía que nunca merecería, Ariane, a pesar de todo, me amó como era. Y yo la amaré siempre. Tal vez no se trata de un final feliz; tal vez se trata de la historia que nos llevó a algún lado. Me enamoré de ella de la misma forma en la que te duermes... Primero, lentamente, y luego de golpe. Pero simplemente era inevitable; ella era la mejor chica del mundo que podía existir... Y la amaba como era. Y seguiré amándola hasta que el mundo se termine, y el sol deje de iluminar la galaxia, y el espacio deje de seguir extendiéndose... Porque ella y yo tuvimos nuestro pequeño infinito. Y ella siempre será mi infinito.
Cuando se quedó callado, y levantó su mirada hacia mí, estaba inundada en lágrimas. Oh, por Dios, era el mejor discurso fúnebre que había escuchado jamás. Nos abrazamos, y cuando cortamos el abrazo, lentamente me separé de él, y retiré el inhalador de mi rostro, no sin antes tomar aire. Me observó confundido, pero cuando acerqué su rostro al mío, no dudo en besarme. El aire comenzaba a faltarme, y veía espacios vacíos en la habitación, me separé de él, y me coloqué de nuevo el inhalador, obsequiándole mi mejor sonrisa. Escuché un movimiento sobre el sofá, y vi a mi madre, abriendo los ojos lentamente.
—¿Cuánto tengo dormida? —murmuró.
—Mucho tiempo —hablamos al mismo tiempor con Louis, para luego voltear a vernos y sonreírnos mutuamente.
De un momento a otro, el aire no me alcanzaba. Hacía lo que podía por seguir respirando, pero no podía, apenas entraba aire en mis pulmones. Doctores y enfermeras corrieron a la habitación, mientras yo volvía a retirar el inhalador y besar cortamente a Louis, y él correspondía sin dudarlo. Me lo coloqué, y abracé a mi madre, eran las últimas muestras de cariño que recibiría, aunque las enfermeras dijeran que me pondría bien, yo sabía que me moriría. Cerré los ojos, no sin antes gritar.:
—¡Gracias mamá por cuidarme, te amo! —sacaban a mi madre a rastras de la habitación, mientras lloraba a mares—. ¡Gracias Louis por nuestro pequeño infinito, te amo tanto! —hacían lo mismo con Louis, y él simplemente logró mandarme una última mirada llena de amor y despedida.
Luego de haber gritado, no entraba nada de aire en mí, agité mi mano en forma de despedida de los doctores, sonriendo lo mejor que podía, y finalmente, cerré mis ojos para siempre. Había logrado despedirme, y era feliz. Había hecho todo lo que quería hacer en mi vida... Y había tenido una estrella con Louis. Finalmente me había ido del mundo, y aunque dejaba a muchas personas atrás... Llevaría conmigo el amor que me entregaron alguna vez. Así se siente morir... Como una oruga convertida en mariposa luego de meses de prepararse. Y yo ya era una mariposa, libre, que llevaba amor y felicidad consigo.
Logramos bajar de la escalera; era un buen momento. Luego, corrimos hasta que mi maldito cáncer me lo impidió; olvidé que no puedo hacer mucho esfuerzo físico si aún quiero estar aquí. Louis me tomó en brazos y caminó hasta llegar a una banca blanca, era muy bonita, justo frente a un árbol en un pequeño parque. Sus ojos mar chocaron con los míos, me miraban con un toque de brillo y con ternura. Sonreí, y él hizo lo mismo; mientras se acercaba a mí poco a poco, para acabar en una pequeña unión de labios, y movimientos lentos y pausados. Nos separamos, y mantuvimos la mirada unos segundos, hasta que me decidí a hablar.
—¿Me amas? —mi voz era suave, pero segura, sabía lo que estaba diciendo.
—¿Cómo preguntas eso? ¡Claro que sí te amo, pequeña! —dijo mientras sonreía dulcemente, aunque en el fondo sabía que mi pregunta lo ponía melancólico.
—Sólo quería escucharte decírmelo, Lou —admití mientras mi mirada se perdía en aquellos columpios que se movían solos, causaban un escalofrío en mí, pero se veían familiares.
Él hizo lo mismo con su mirada, y luego de parecer inspeccionarlos, pintó una bonita sonrisa en su rostro, para luego reírse suavemente.
—¿Qué es tan gracioso? —escoté, contagiándome levemente de su risa.
—Esos columpios eran en los que solía jugar a menudo —río.
—¿Visitabas mucho el parque?
—No, eran de la casa de mis abuelos —sonrió tristemente—. ¿No recuerdas cuando te mostré la foto hace unas semanas?
Por eso me resultaban familiares. Están en muy buen estado para ser unos columpios que parecen tener varios años.
—Sí, lo recuerdo —sonreí, recostándome en su hombro, mientras él me rodeaba con su brazo—. Pero no pensé que te reías por eso, Lou.
—Bueno, era por eso —le volvió a dar un dulce beso.
—Lou… —vacilé.
—¿Dime? —me obsequió esa hermosa y tierna sonrisa que lo distinguía.
—Yo quiero un último deseo antes de morir —declaré, abrazándolo con fuerzas.
—¿Y cuál es ese deseo? —objetó, correspondiendo mi abrazo con cariño.
[…]
—¿En serio quieres hacer esto? —preguntó.
—Sí, me moriré sabiendo que nos entregamos amor mutuamente —le sonreí, acariciando su abdomen desnudo.
—Si la princesa insiste —bromeó, terminando de desnudarnos, preparándonos para entregarnos—. Seré cuidadoso —me aclaró besándome, mientras me envolvía entre sus brazos fuertes.
[...]
Luego de unos tres días de entregarnos, estaba peor. Tal vez salir del hospital no fue buena idea, pero de todas maneras iba a terminar regresando. Me sentía cada vez peor, me dolía todo, y me ardía la garganta de toser demasiado. Me costaba un poco respirar, usaba un inhalador para que no fuese tan difícil. Mi madre se había quedado dormida en el sofá gris de la habitación tétrica y blanca, al parecer, estaba muy cansada de esto, como yo.
—Ariane, te amo. Tú saldrás de todo esto, nena. Ya verás —Louis sollozaba frente a mí, tomando mi mano, y dándome un beso cada que podía.
Oh cielos, cómo le amaba. Esos ojos mar cristalizados y con gotas de oro cristal descendiendo de ellos era lo más doloroso que podía ver en mi vida, jamás quise ponerlo así, ambos sabíamos a que nos exponíamos. Pero nos enamoramos, y eso arruinó todo… No, no, eso no es cierto. Uno no elige de quién enamorarse.
—Louis —débilmente, levanté mi mano hasta su rostro, acariciándolo y memorizando cada trozo de este; sus ojos, sus finos labios, sus mejillas rosadas y algo llenas, su mentón delicado, su nariz respingada, el leve inicio de patillas en su rostro y sus finos rasgos. Toqué su cabello castaño, suave y algo largo, pero no mucho, levemente inclinado a la derecha.
—Entregarme a ti fue lo mejor que he hecho en mi vida —soltó, mientras hacía intentos por respirar y sollozaba al lado de mi rostro.
—También pienso como tú… —susurré, para luego comenzar a toser con fuerza, mientras Louis me miraba con preocupación, su expresión era como si acabase de ver un fantasma—. ¿Qué…?
—¡Estás tosiendo sangre! —sollozó, sus ojos ahora rendían honor a su color; derramaban tanta agua cristalina que si seguía así, mi pobre Lou haría un mar. Sonreí aunque lo que quería era llorar, pero si lo hacía con él en ese estado, empeoraría todo, si lo hacía pensar que estaba bien, él no se sentiría tan mal, supongo—. Ariane, mi pequeña Claire… Por favor no me dejes… Por favor… —susurró, abrazándome como pudo, mientras sentía sus lágrimas empapar mi bata de hospital. Coloqué mis manos con dulzura sobre su cabello, acariciándolo lentamente, mientras lloraba en silencio—. Me sigues acariciando así… —intentó terminar sin que su voz se quebrase, pero al final se había quebrado—. Te juro que no me iré de aquí, aunque me lo pida todo el hospital.
—No lo hagas, quédate conmigo —susurré, intentando mantener mi voz firme, pero suave y tierna.
—Hasta el fin del mundo —susurró.
—Hasta el fin del mundo —repetí de igual manera.
Comenzé a toser de nuevo, pero luchaba por seguir allí respirando. Luchaba por mi madre, por Louis, porque los amaba tanto, eran lo mejor que tenía.
—¿Louis? —musité, mientras limpiaba mis labios con la manta del hospital, igual de recia que siempre; blanca.
—¿Sí, bebé? —sonrió mientras me miraba a los ojos, los suyos seguían algo mojados en lágrimas, pero él intentaba retirar cualquier rastro de haber llorado con sus mangas.
—¿Escribiste el discurso fúnebre que te pedí? —sonreí, esperaba que lo hubiese hecho porque que él hablase en mi funeral era lo que más quería en el mundo... Además de quedarme.
—Puede ser... —dijo con aquél tono divertido que me encantaba de él.
—¿Me lo leerías? —pregunté tímidamente.
—Con gusto, cariño.
Sacó de su bolsillo el discurso, y lo desdobló, preparándose a para leerlo: Es un día triste para muchos de nosotros. Pero no nos pongamos así, mi pequeña Claire hubiese querido vernos sonreír porque ahora está en un mejor lugar, ¿no lo creen? Ella siempre fue alguien... Impresionante. No te preocupabas en pensar si era acaso más inteligente que tú, porque sabías que desde luego lo era. No te sentías de menos cuando la escuchabas hablar de lo que era la vida, porque sabía que nadie lo haría mejor que ella. Ella fue la luz que iluminó mi mundo, el faro de mi barco, la única estrella en mi cielo nocturno. Aunque ambos sabíamos que en algún momento tendríamos que dejarnos ir... Tomamos ese riesgo. El cáncer suele limitarte en muchos aspectos, pero ayudarte en otros. Si no fuese por eso, no la hubiese conocido jamás. Nosotros aceptamos el amor que creemos merecer; pero yo acepté el amor que sabía que nunca merecería, Ariane, a pesar de todo, me amó como era. Y yo la amaré siempre. Tal vez no se trata de un final feliz; tal vez se trata de la historia que nos llevó a algún lado. Me enamoré de ella de la misma forma en la que te duermes... Primero, lentamente, y luego de golpe. Pero simplemente era inevitable; ella era la mejor chica del mundo que podía existir... Y la amaba como era. Y seguiré amándola hasta que el mundo se termine, y el sol deje de iluminar la galaxia, y el espacio deje de seguir extendiéndose... Porque ella y yo tuvimos nuestro pequeño infinito. Y ella siempre será mi infinito.
Cuando se quedó callado, y levantó su mirada hacia mí, estaba inundada en lágrimas. Oh, por Dios, era el mejor discurso fúnebre que había escuchado jamás. Nos abrazamos, y cuando cortamos el abrazo, lentamente me separé de él, y retiré el inhalador de mi rostro, no sin antes tomar aire. Me observó confundido, pero cuando acerqué su rostro al mío, no dudo en besarme. El aire comenzaba a faltarme, y veía espacios vacíos en la habitación, me separé de él, y me coloqué de nuevo el inhalador, obsequiándole mi mejor sonrisa. Escuché un movimiento sobre el sofá, y vi a mi madre, abriendo los ojos lentamente.
—¿Cuánto tengo dormida? —murmuró.
—Mucho tiempo —hablamos al mismo tiempor con Louis, para luego voltear a vernos y sonreírnos mutuamente.
De un momento a otro, el aire no me alcanzaba. Hacía lo que podía por seguir respirando, pero no podía, apenas entraba aire en mis pulmones. Doctores y enfermeras corrieron a la habitación, mientras yo volvía a retirar el inhalador y besar cortamente a Louis, y él correspondía sin dudarlo. Me lo coloqué, y abracé a mi madre, eran las últimas muestras de cariño que recibiría, aunque las enfermeras dijeran que me pondría bien, yo sabía que me moriría. Cerré los ojos, no sin antes gritar.:
—¡Gracias mamá por cuidarme, te amo! —sacaban a mi madre a rastras de la habitación, mientras lloraba a mares—. ¡Gracias Louis por nuestro pequeño infinito, te amo tanto! —hacían lo mismo con Louis, y él simplemente logró mandarme una última mirada llena de amor y despedida.
Luego de haber gritado, no entraba nada de aire en mí, agité mi mano en forma de despedida de los doctores, sonriendo lo mejor que podía, y finalmente, cerré mis ojos para siempre. Había logrado despedirme, y era feliz. Había hecho todo lo que quería hacer en mi vida... Y había tenido una estrella con Louis. Finalmente me había ido del mundo, y aunque dejaba a muchas personas atrás... Llevaría conmigo el amor que me entregaron alguna vez. Así se siente morir... Como una oruga convertida en mariposa luego de meses de prepararse. Y yo ya era una mariposa, libre, que llevaba amor y felicidad consigo.
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Re: the fault in our stars.
Me hiciste llorar...
Eso, eso es duro.
Es mi turno... lo subire en la semana.
Mierda, ya se acabo...
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
ah, lo siento:( es que me inspiré, lel. estoy ansiosa por leerlo, entonces. sí, se terminó ;-; sólo subes tu capítulo, y terminamos cerrando con los prólogos y... fin de todo:(
Invitado
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Re: the fault in our stars.
niall. escribió:ah, lo siento:( es que me inspiré, lel. estoy ansiosa por leerlo, entonces. sí, se terminó ;-; sólo subes tu capítulo, y terminamos cerrando con los prólogos y... fin de todo:(
No te preocupes.
Dios, ya acabo.
Oye... mi capítulo será largo, no hay problem?
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
era epílogo xd sí se acabó:( no, no importa, mientras más largo mejor ♥
Invitado
Invitado
Re: the fault in our stars.
niall. escribió:era epílogo xd sí se acabó:( no, no importa, mientras más largo mejor ♥
Lo sé, pero es tan... Dios, me doy cuenta de
lo corto que fue esto & de como solo dos
acabamos esta gran travesia.
Okay, entonces lo subo el Viernes.
Espero & te guste
Mike Gallagherry
Re: the fault in our stars.
Mike Gallagherry escribió:niall. escribió:era epílogo xd sí se acabó:( no, no importa, mientras más largo mejor ♥Lo sé, pero es tan... Dios, me doy cuenta delo corto que fue esto & de como solo dosacabamos esta gran travesia.Okay, entonces lo subo el Viernes.Espero & te guste
sí :c pero tendremos un gran final. lo sé. esperaré tu capítulo ansiosa, entonces. seguramente me va a encantar como siempre ♥
Invitado
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