After Midnight

Day observó el árbol. El día nublado no ayudaba mucho a su visión, pero claramente podía ver lo que parecían garras a un lado del tronco. El árbol era viejo, parecía a punto de perder su vitalidad, e incluso diría que estaba muerto de no ser las hojas grises que aún tenía colgando de algunas de sus ramas.

Una ráfaga de viento repentino sacudió las ramas del árbol, crujiendo y amenazando con romperse. El cabello de Day se alborotó, haciendo que su flequillo perfectamente partido al medio quedara desprolijo y algo parecido a cuando se levantaba luego de un sueño bastante profundo, en otras palabras, despeinado. Al mismo tiempo, una de las hojas grisáceas que débilmente prendían del árbol voló hasta chocar con la mejilla de Day. Su mejilla de pronto se sintió fría, y en cuanto la hoja difícilmente se despegó de su rostro pudo sentir cómo el frío bajaba lentamente en línea recta, como en una gota de agua. Pero no era agua lo que tenía en la mejilla, y lo supo en cuanto la gota cayó desde la línea de su mandíbula hasta chocar la tierra debajo de él, dejando una pequeña mancha roja que Day se atrevió a decir que era del color de la sangre.

Day, agitado, elevó su mano rápidamente para tocarse la mejilla en un intento desesperado de confirmar su suposición sobre la gota misteriosa, pero se sorprendió al no sentir nada. El frío seguía, un pequeño hormigueo en la zona donde estaba seguro había recorrido la gota antes de llegar al piso. Pero en sus dedos no había nada, ni una pizca de sangre u otro líquido.

—Red.

Day dio un pequeño salto, como si acabaran de chasquear sus dedos en frente de su rostro para quitarlo de alguna especie de trance hipnótico. Recién se había dado cuenta de que el motor del auto había dejado de echar humo, y su descapotable rojo estaba listo para seguir su camino hasta Salem.

—Oh, lo reparaste —Day esbozó una pequeña sonrisa mientras se acercaba al auto y saltaba sobre la puerta hacia el asiento del acompañante.

—Sí, bueno, no fue tan grave como pensé —Lake sonrió mientras golpeaba dos veces sobre el capó del auto—. Al menos podrá llevarnos hasta la casa de los Halminton antes de que se averíe por completo.

Una pequeña risa, la radio encendida y el sonido de la puerta cerrarse fue lo último que escuchó el árbol antes de que Lake encendiera el auto y finalmente lo arrancara. Mientras el auto comenzaba a tomar velocidad y los jóvenes se colocaban sus lentes de sol, que usaban a pesar de estar nublado, el mismo viento sopló una vez más y Day sintió el hormigueo de antes. Le echó una última mirada al árbol que se mecía suavemente gracias al viento mientras el resto de las hojas salían volando. Antes de que pudiera tocar su mejilla para asegurarse de que no hubiera nada allí perdió de vista el árbol, al igual que la sensación.  



Lake suspiró al ver al emocionado de su amigo correr hasta la puerta de la casa. A lo lejos podía observarse un lago, y la casa parecía extremadamente vieja y tenebrosa, pero a Day no le importaba en lo absoluto con tal de ver a sus amigos. Cuando Oliver abrió la puerta de la casa luego de los tantos golpes ansiosos en la puerta, el pelinegro no dudó ni un minuto en abrazar al Halminton por un largo tiempo. A decir verdad eso lo puso un poco celoso, pero no era nada de lo que preocuparse; ya había pasado antes y seguirá pasando, porque así era la personalidad de Day, y era algo que ya se había acostumbrado a soportar, sin mencionar que también era otra de las cosas que tanto amaba del menor.

Una vez entró a la casa Day no dudó ni un momento en ir con los demás, que estaban reunidos en la sala de estar charlando tranquilamente, obviamente hasta que él llegó.

—¡Ya llegó la puta!

La presentación de Day le sacó varias risas a los chicos. Era temprano en la mañana cuando llegaron y la mayoría estaban aún sintiendo las sábanas rozar su cuerpo, pero la gran energía de Day los animó a todos. Lake tuvo su tiempo apropiado de presentarse, ya que Day lo introdujo antes de abrazar a medio mundo y presentarse ante los desconocidos, haciéndose amigo con casi todos. Subrayando casi, ya que hubo algunas personas que no lo aceptaron inmediatamente, nótese el homofóbico de Liam, que al escuchar que Day era un "marica" inmediatamente rechazó su oferta de amistad.

Sin importar eso, alrededor del mediodía las energías de Day bajaron un poco, y aunque seguía totalmente animado al reencontrarse con sus amigos, ahora estaba más calmado y listo para una pequeña comida. Se sorprendió cuando Alaska sugirió hacer una especie de picnic en el patio de la casa, pero fue el primero en apoyar la idea simplemente porque pensaba que sería divertido.

Y así fue, terminaron comiendo hot dogs en el típico mantel a cuadros sobre el césped del patio trasero de la casa, con una perfecta vista del lago. Varios de los chicos se habían rehusado a comer afuera, todos con excusas totalmente diferentes que al final fueron aceptadas difícilmente por Oliver y Alaska, quienes querían comer con todos para "crear recuerdos" o algo así habían dicho.

A pesar de eso, todo fue risas y diversión por un rato, hasta que Day decidió comenzar a comer. Tomó un pan, una salchicha y finalizó su gran hot dog con un poco de mayonesa. Como típicamente hacía, cerró los ojos antes de dar la primera gran mordida, pero se sorprendió al sentir un sabor extraño en su boca. Tragó lo que tenía en la boca antes de mirar la comida entre sus manos, todo para encontrarse con su hot dog completamente cubierto de lo que parecía algo rojo.

Pero él no le había puesto kétchup...

Las arcadas comenzaron. Day se cubrió su boca y aguantó un par de arcadas, llamando la atención de los demás chicos que hicieron un completo silencio al ver el estado del pelinegro. Antes de que alguien pudiera preguntar si estaba bien, Day se paró rápidamente y corrió hacia la casa al baño más cercano. Ni siquiera se preocupó en golpear la puerta, simplemente la abrió y se tiró frente al toilet a devolver todo lo que había comido. Y siguió así hasta que estuvo vacío, completamente vacío. Una pocas lágrimas se le escaparon de los ojos al darse cuenta de que estaba metiendo sus dedos en su garganta, y siguió así hasta que Lake lo detuvo de un empujón que lo hizo chocar con la pared contraria al toilet. Lo último que escuchó fue la respiración agitada de Lake antes de comenzar a llorar recordando el hot dog, y ni siquiera el abrazo que su amigo le proporcionó lo calmó. Aún sentía el sabor metálico en su boca.

Los capitulos, vaya, suben demasiado rapido ustedes

Nana:Neenaaa, me encanto tu cap Me rei mucho con lo del bizcocho de chocolate pero despues me dio miedo porque porque en esa casa pasan demasiadas cosas raras ;-; Lo del baño, por Dios, ¡eso me mato! Es que me lo imagine y yo ya hubiese salido corriendo como loca de ahí ;-; Me encanto muchisimo

Soph-kun: Loco, cuando abri el msj en hotmail y luego vi que era tu capitulo fue como....que ._. Me encanto <3 Day me cae muy bien, es un amor Tan alegre y simpatico :') Liam es un idiota -.- bueh, ya va a darse cuenta de todo(?) SANGRE POR TODOS LADOS. NO. Eso es demasiado creepy :c loco, me asusto eso tambien y que tierno momento, pero yo no volveria a tocar un hot dog

Espero el siguiente <3