Un secuestro: Sexo y Amor? NUEVO CAPITULO =)

Diabetes.
De nuevo se pregunto porque él? Que mal había hecho? Esa mañana se sentía terriblemente mal, y si sus cálculos no les fallaban hacia dos semanas que lo tenían allí encerrado. Se preocupo. Dos semanas sin insulina era mucho, pero también le pareció extraño que no se haya sentido TAN mal en esas dos semanas, porque si había tenido sus ataques, pero se le habían pasado a lo largo de las horas. Recordó la conversación del día anterior con la chica y… se pregunto si ella tenía razón. Estaría el recibiendo una cachetada de la vida para que despierte de su sueño? Per… ¡¡El estaba viviendo sus sueños!! ¡Diablos! Ya no sabía ni que pensar en ese momento.
-Me confundiste- hablo él, no sabía si la chica ya estaba despierta, pero de igual manera le hablo.
-no entiendo por qué dices que te confundí- dijo ella rápidamente, y él se sintió aliviado de que ella ya este despierta, pues de algún modo le hacia un poco bien saber que estaba acompañado.
-Se supone que… que yo estaba viviendo mis sueños, pero luego tu dijiste… dijiste que a lo mejor la vida nos daba una cachetada para que despertáramos de un sueño y… y si tal vez solo ¡tal vez! En realidad no estaba viviendo mis sueños?- ella frunció el ceño, ahora la confundida era ella.
-Mira… sea por lo que sea que estemos aquí solo debemos ser fuertes y tratar de soportar el silencio, la soledad y la incertidumbre- el suspiro.
-Soportare todo lo que venga menos…- el cayo y ella pregunto rápidamente.
-¿menos qué?
-Padezco de diabetes, mi cuerpo necesita cierta cantidad de insulina cada tanto y ya hace más de dos semanas que no recibo nada de insulina, puede que no soporte mucho tiempo- ___ se sorprendió, y comenzó a preocuparse. Que iba a pasar si al chico le pasaba algo malo? Tendrían que llevarlo y ella se quedaría sola en ese lugar.
-Te… te sientes mal ahora?- pregunto preocupada.
-un poco, creo poder soportar el mal estar como lo he soportado estas dos semanas, lo que no se es por cuánto tiempo más.

Ohio – Afueras de la ciudad.
-Te conseguí a la chica, ahora… me puedes explicar para que mierda la quieres?-pregunto Josh, un tipo petizo, panzón, bigotudo y jefe de recursos humanos en el edificio de L.A Cosméticos.
-Tranquilo, no me grites y aquí está tu paga, lo demás creo que no debe importarte- dijo…Brian McFadden.
-Mira Brian si me metes en problemas legales…- Brian lo interrumpió rápidamente.
-No te meteré en ningún problema legal ni nada, no seas ¡Estúpido! Yo no te conozco, jamás he tratado contigo y listo! Entendido?- Josh noto el enfado de Brian asique solo asintió.
-Solo dime una cosa…-dijo notablemente nervioso.
-Ahora qué?- Brian sonaba ya fastidiado.
-Mataras a la chica?-Brian soltó una carcajada, eso solo hizo que Josh se ponga más nervioso de lo que estaba.
-Si es necesario si!

California – Departamento de policía.
-Mira… quiero que investigues a este hombre- dijo la agente Sara señalando una foto- Su nombre es Josh Maslow, trabaja en el edificio de L.A Cosméticos, los empleados del edificio me dijeron que puede estar involucrado en la desaparición de su secretaria.
-Lo investigare ahora mismo- dijo el policía y se alejo llevando la foto.
Sara suspiro, un nuevo caso había llegado a sus manos, en la policía habían denunciado la desaparición de _____(tu nombre completo) y el Oficial McGregor no dudo ni un segundo en dejarlo en sus manos, el dolor de cabeza que tenía en esos momentos era horrible pero debía seguir. Para su suerte en el caso de la chica tenía un sospechoso y un posible lugar en donde encontrarla, solo necesitaba más pistas, unos cables por ajustar y tenía el caso cerrado, pero… algo no cuadraba allí, también estaba el caso de Nick Jonas, su peor caso, el primero y el peor, hubiera preferido que su jefe McGregor no se lo hubiera dado a ella, se le hacía imposible unir las piezas incompletas y llevaba semanas sin dormir bien. Luego estaba el fastidioso hermano del chico, Joe. O Joseph como ella lo llamaba, ese chico era demasiado fastidioso, la llamaba todos los días a las 7 de la mañana y a las 5 de la tarde. Se pregunto si no tenía otra cosa que hacer? Lo único que hacía era distraerla y enfadarla.
Pero luego suspiro de nuevo, debía seguir, no importa lo duro que fuera, no importa lo que le cueste, debía encontrar a la chica por un lado y al cantante, solo así se ganaría su lugar en la policía, solo así la respetarían y no la discriminarían por ser una chica en el departamento de policía.